Arturo y Clementina
CAPÍTULO 1
Un hermoso día…
Un hermoso día de primavera,
Arturo y Clementina, dos
jóvenes y hermosas tortugas,
se conocieron al borde de un
estanque. Y aquella misma
tarde descubrieron que
estaban enamorados.
Clementina, alegre y despreocupada, hacía muchos proyectos para su vida
futura mientras paseaban los dos a orillas del estanque y pescaban alguna cosilla
para la cena.
Clementina decía: Ya verás que felices seremos. Viajaremos y descubriremos otros
lagos y otras tortugas diferentes, y encontraremos otra clase de peces, y otras
plantas y flores en la orilla, ¡será una vida estupenda! Iremos incluso al extranjero
¿Sabes una cosa? Siempre he querido visitar Venecia.
Y Arturo sonreía y decía vagamente que sí.
Página1
CAPÍTULO 2
Pero los días transcurrieron iguales al borde del estanque.
Arturo había decidido pescar él solo para los dos, y así
Clementina podría descansar. Llegaba la hora de comer, con
renacuajos y caracoles, y le preguntaba a Clementina: ¿cómo
estás cariño? ¿Lo has pasado bien?
Y Clementina suspiraba: ¡Me he aburrido
mucho! ¡Todo el día esperándote!
¡ABURRIDO!, gritaba Arturo indignado.
¿Dices que te has aburrido? Busca
algo que hacer. El mundo está lleno
de ocupaciones interesantes. ¡Sólo se
aburren los tontos!
A Clementina le daba mucha vergüenza
ser tonta, y hubiera querido no aburrirse
tanto, pero no podía evitarlo.
Página2
CAPÍTULO 3
Un día cuando volvió Arturo, Clementina le dijo: Me gustaría
tener una flauta. Aprendería a tocarla, inventaría
canciones, y eso me entretendría.
Pero a Arturo esa idea le pareció absurda: ¡ TÚ! ¿Tocar la flauta tú? ¡Si ni siquiera
distingues las notas! Eres incapaz de aprender!. No tienes oído.
Y aquella misma noche Arturo llegó con un
hermoso tocadiscos, y lo ató bien a la casa
de Clementina, mientras le decía: Así
no lo perderás ¡Eres tan distraída!
Clementina le dio las gracias. Pero aquella
noche, antes de dormirse, estuvo pensando
por qué tenía que llevar a cuestas aquel
tocadiscos tan pesado en lugar de una flauta
ligera, y si era verdad que no hubiera llegado
a aprender las notas y que era distraída.
Pero después, avergonzada, decidió que
tenía que ser así, puesto que Arturo, tan
inteligente lo decía. Suspiró resignada y
se durmió.
Durante unos días, Clementina escuchó el tocadiscos. Después se cansó. Era de todos
modos un objeto bonito y Clementina se entretuvo limpiándolo y sacándole brillo.
Pero al poco tiempo volvió a aburrirse. Y un atardecer, mientras contemplaban las
estrellas a orillas del estanque silencioso, Clementina dijo: Sabes, Arturo, algunas
veces veo unas flores tan bonitas y de colores tan extraños, que me dan ganas
de llorar. Me gustaría tener una caja de acuarelas y poder pintarlas…
¡Vaya idea ridícula! ¿Es que te crees una artista? ¡Que bobada! Y reía, reía, reía.
Clementina pensó: Vaya, ya he vuelto a decir una tontería. Tendré que andar con
muchocuidado o Arturo va a cansarse de tener una mujer tan estúpida.
Y se esforzó en hablar lo menos posible.
Arturo se dio cuenta enseguida y afirmó: Tengo una compañera aburrida de veras. No
habla nunca y, cuando habla, ¡no dice más que disparates!
Página3
Pero debía sentirse un poco culpable y, a los pocos días, se presentó con un paquetón:
Mira, he encontrado a un amigo mío pintor y le he comprado un cuadro para ti.
Estarás contenta, ¿no? Decías que el arte te interesa. Pues ahí lo tienes. Átatelo bien
porque, con lo distraída que tú eres, ya veo que acabarás por perderlo.
Página4
CAPÍTULO 4
La carga de Clementina aumentaba poco a poco. Un día se
añadió un florero de Murano:
¿No decías que te gustaba Venecia? Tuyo es. Atalo bien
para que no se te caiga, ¡eres tan descuidada!
Otro día llegó una colección de pipas austriacas dentro de
una vitrina.
Después una enciclopedia, que hacías suspirar a Clementina:
¡Si por lo menos supiera leer!
Llego el momento en que fue necesario añadir un segundo
piso a la casa de Clementina.
Clementina, con la casa de dos pisos a sus espaldas, ya
no podía moverse. Arturo le llevaba la comida y esto le hacía sentirse importante:
¿Qué harías tu sin mí? ¡Claro! Suspiraba Clementina ¿Qué haría yo sin ti?
Poco a poco, la casa de dos pisos quedó también completamente llena. Pero ya tenían
la solución: tres pisos más añadieron ahora a la casa de Clementina.
Hacía mucho tiempo que la casa de Clementina se había convertido en un rascacielos
cuando una mañana de primavera decidió…que aquella vida no podía seguir
más tiempo.
Página5
CAPÍTULO 5
Salió sigilosamente de la casa y se dio un paseo. Fue muy
hermoso, pero muy corto. Arturo volvía a casa para el
almuerzo, y debía encontrarla esperándole. Como siempre.
Pero poco a poco el paseíto se convirtió en una costumbre y Clementina se sentía cada
vez más satisfecha de su nueva vida. Arturo no sabía nada, pero sospechaba
que ocurría algo. ¿De qué demonios te ríes? Pareces tonta!, le decía.
Pero Clementina, esta vez, no se preocupó en absoluto. Ahora salía de casa en cuanto
Arturo volvía la espalda. Y Arturo la encontraba cada vez más extraña, y encontraba
cada vez la casa más desordenada, pero Clementina empezaba a ser verdaderamente
feliz y los reclamos de Arturo ya no le importaban.
Y un día Arturo encontró la casa vacía.
Se enfadó muchísimo, no entendió nada y, años más tarde, seguía contándoles a
sus amigos: Realmente era una ingrata la tal Clementina. No le faltaba
nada.
¡Veinticinco pisos tenía su casa y todos llenos de tesoros!
Las tortugas viven muchísimos años y es posible que Clementina siga viajando feliz
por el mundo. Es posible que toque la flauta y haga hermosas acuarelas de plantas y
flores.
Si encuentras una tortuga sin casa, intenta llamarla: ¡Clementina, Clementina! Y si
te contesta,
…seguro que es ella…!!! Página6
GLOSARIO
flatua
A
Instrumento musical · 3
acuarelas flores
Técnica de pintura · 3 Parte de las plantas · 1
C P
casa primavera
Lugar donde habitar · 3 Estación del año · 5
compañera
Persona que comparte con T
otra u otras la estancia en tocadiscos
un lugar · 4 Aparato reproductor de música
cuadro ·3
Expresión artística · 4 tortugas
Reptil con caparazón · 1
E
enciclopedia V
Recopilación de textos · 5 vergüenza
Sentimiento humano · 2
F vida
Cualidad esencial de los
felices
animales o las plantas. · 5
Que implica o conlleva
felicidad · 1
Página7
ÍNDICE
CAPÍTULO 1..............................................................................................................................1
CAPÍTULO 2..............................................................................................................................2
CAPÍTULO 3..............................................................................................................................3
CAPÍTULO 4..............................................................................................................................5
CAPÍTULO 5..............................................................................................................................6
Página8