[go: up one dir, main page]

100% encontró este documento útil (2 votos)
833 vistas119 páginas

Manual Doctrina

Este manual presenta la doctrina cristiana de la Trinidad, que implica la unidad de tres personas divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. También explica que aunque la palabra Trinidad no aparece en la Biblia, se encuentran indicaciones de esta doctrina en el Antiguo Testamento, particularmente en relación a la creación del hombre y el universo.

Cargado por

Luzdary Parra
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
100% encontró este documento útil (2 votos)
833 vistas119 páginas

Manual Doctrina

Este manual presenta la doctrina cristiana de la Trinidad, que implica la unidad de tres personas divinas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. También explica que aunque la palabra Trinidad no aparece en la Biblia, se encuentran indicaciones de esta doctrina en el Antiguo Testamento, particularmente en relación a la creación del hombre y el universo.

Cargado por

Luzdary Parra
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 119

MANUAL

DE
DOCTRINA
CRISTIANA

E Aprendimos

S Vivimos

T Predicamos

EDITORIAL PENTECOSTAL
Apartado 21065
Río Piedras, P.R. 00928
Preparado por el Comité de Educación Cristiana de la
Iglesia de Dios Pentecostal, Movimiento Internacional.

Primera edición, 1987: 10.000


Actualizada por:
Rafael Ruiz
Julio Matos
Eleuterio Feliciano
Pedro Martínez Lugo
Fernando Lamigueiro

Todos los derechos reservados


Copyright
ÍNDICE

Introducción...................................................................3
1. La Santa Biblia......................................................5
2. La Santa Trinidad..................................................10
3. Dios el Padre.........................................................15
4. Dios el Hijo...........................................................19
5. Dios el Espíritu Santo............................................24
6. El hombre..............................................................31
7. La salvación...........................................................35
8. La iglesia...............................................................41
9. La santidad............................................................45
10. La oración 50
11. La conducta cristiana 57
12. Deberes y disciplina en la iglesia 61
13. El bautismo en agua 68
14. La Santa Cena 73
15. El bautismo en el Espíritu Santo 78
16. Los dones del Espíritu Santo 83
17. El cristiano y la mayordomía 87
18. Sanidad divina 95
19. La segunda venida de Cristo 99
20. Eventos del futuro 103
21. El milenio 107
22. Satanás 112
23. Urbanidad en el culto pentecostal 119
INTRODUCCIÓN

La Iglesia de Dios Pentecostal, Movimiento


Internacional dio su inicio a su obra de evangelización en
Puerto Rico a finales del año de 1916. Las actividades
iniciales tuvieron lugar cuando llegaron a la isla los primeros
misioneros pentecostales de Hawai, vía California. Estos
misioneros eran puertorriqueños que, junto a muchos otros
paisanos salieron al lejano archipiélago en las emigraciones
de principio de siglo en busca de mejor suerte. Ahora
regresan con las buenas nuevas para compartirlas con sus
coterráneos. Después de cinco años de ardua y fructífera
labor evangelística se llevó a cabo la primera asamblea en la
ciudad de Arecibo, en noviembre de 1921. Para lograr la
protección legal de la obra y facilitar su desarrollo se acordó
inscribirla como entidad jurídica en la Secretaría del Estado
Libre Asociado de Puerto Rico, lo cual tuvo lugar el día 13
de febrero de 1922.

La Iglesia redacto y promulgó sus primeros estatutos en


el año de 1921. Estos fueron revisados por primera vez en el
año de 1951. La segunda revisión se hizo en 1965.

Hoy la Iglesia de Dios es un movimiento internacional


con obras establecidas en los países del Caribe, en Centro y
Sudamérica, en México, en Estados Unidos, en Canadá, en
Europa, en el lejano archipiélago de Hawai y en Australia.

En su preocupación y buen deseo de cumplir con el


mandato que nos dio nuestro Señor Jesucristo: “Id, por todo
el mundo y haced discípulos a todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas
que os he mandado” (Mateo 28:19,20), nos hemos dado a la
tarea de producir este manual de instrucciones bíblicas
conforme a los postulados de nuestra fe. Hemos comisionado
al Comité de Educación Cristiana para su redacción.
Esperamos que este sea de utilidad para nuestros pastores y
que sirva como herramienta de trabajo en la orientación de
nuevos convertidos de tal forma que su nueva vida en Cristo
esté bien cimentada en la Palabra de Dios. También
abrigamos la esperanza de que todo el que lea estas lecciones
reciba ayuda y empiece, fortalecido por su fe, a caminar con
paso firme hacia su meta de superación espiritual.

ESTUDIO 1

LA SANTA BIBLIA
La Biblia es la Palabra de Dios. El autor de la Biblia es
Dios. El escogió hombres santos para que escribieran la
Biblia en su propio estilo, siendo inspirados por el Espíritu
Santo.

I. La inspiración de las Escrituras

La Biblia misma advierte al lector acerca de su


inspiración divina: “Toda escritura es inspirada por Dios, y
útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir
en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,
enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo
3:16,17). “Porque nunca la profecía fue traída por voluntad
humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron
siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21). El
significado bíblico de la palabra inspiración es, el acto
mediante el cual el Espíritu Santo dirigió a los escritores de
la Palabra sagrada a que declararan por escrito todo lo que
Dios quiso revelar a los hombres (1 Tesalonicenses 2:13).

II. Sus divisiones principales

La Biblia esta compuesta por el Antiguo Testamento


(que tiene 39 libros) y el Nuevo Testamento (con 27 libros).
Fue escrita por unos cuarenta autores, los cuales escribieron
durante un período de aproximadamente 1.600 años. La
Biblia fue escrita en tres idiomas: hebreo, arameo y griego.
El Nuevo Testamento fue escrito en griego, La palabra
testamento en el sentido bíblico significa “pacto” o
“convenio”.
En el Nuevo Testamento se señala la relación que existe
entre Dios y su pueblo (1 Corintios 11:25). Tanto el Antiguo
como el Nuevo Testamento fueron inspirados por Dios. El
propósito primordial de las Sagradas Escrituras es llevar al
hombre al conocimiento de Cristo como su Salvador
personal (Juan 20:31; 2 Timoteo 3:15).

III. El deber cristiano hacia la Biblia

El mismo Señor Jesucristo nos invita a que


escudriñemos las Escrituras. El dice: “Escudriñad las
escrituras; porque a vosotros os parece que en ella tenéis la
vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí” (Juan
5:39). El Espíritu Santo nos enseña a entender la santa
Biblia. “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el
Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y
os recordará todo lo que yo os he dicho” (Juan 14:26). Si
estudiamos la Palabra de Dios diariamente obtendremos fe y
sabiduría (Salmos 119:72; Romanos 10:17) para poder vivir
una vida victoriosa.

IV. Traducciones y versiones

La Biblia fue escrita originalmente en hebreo y en


arameo (el Antiguo Testamento) y griego (el Nuevo
Testamento). El Antiguo Testamento fue traducido al griego
en el siglo tres antes de Jesucristo por más de setenta judíos
en Alejandría bajo las órdenes del rey egipcio Tolomeo
Filadelfo. Esta es la versión que se conoce como la
Septuaginta y era la que se usaba en el tiempo de Jesús. Los
escritos del Nuevo Testamento fueron apareciendo a partir
de la mitad del primer siglo de nuestra era. En el siglo tres
después de Cristo surgió la primera colección de libros de la
Biblia como la conocemos hoy, dividida en Antiguo y
Nuevo Testamento. A este arreglo se le dio el nombre de
canon y fue el que circuló entre los cristianos durante los
primeros siglos de la era cristiana.

Podemos mencionar algunas de las traducciones y versiones


de la Biblia en español, las cuales empezaron a surgir en el
siglo trece de nuestra era:

1. La Biblia Alfonsina, fue traducida de la versión conocida


como la Vulgata Latina, bajo las órdenes del rey español
Alfonso el sabio (1252-1284).

2. La Biblia de Casiodoro de Reina, conocida también


como la Biblia del Oso por el dibujo que aparece en la
portada de esta (1569).

3. La Biblia Cipriano de Valera que es una revisión de la


versión Casiodoro de Reina. Esta revisión se hizo en 1602.

4. La versión Reina-Valera, revisión de 1960, que es la


última revisión hecha por las Sociedades Bíblicas de la
Biblia del Oso. Esta es la de mayor circulación entre las
iglesias evangélicas de hoy.

5. La de Felipe Scío de San Miguel (versión católica,


1793).

6. La de Félix Torres Amat (versión católica, 1824).


7. La de Nácar y Colunga (versión católica, 1944).

8. La Versión Moderna (1893).

9. Dios habla hoy.

Preguntas de repaso

1. ¿Quién es el autor de la Biblia?

2. ¿A cuántos hombres escogió Dios para que escribieran la


Biblia?

3. ¿Qué entendemos por la palabra inspiración?

4. ¿Cuántos libros tiene la Biblia?

5. ¿En cuántos años aproximadamente se escribió la Biblia?

6. ¿Qué significa la palabra testamento en el sentido bíblico?

7. ¿Cuál es el propósito primordial de las Sagradas


Escrituras?

8. ¿A qué nos invita Cristo en relación con las Sagradas


Escrituras?

9. ¿Quién nos capacita para que entendamos la Palabra de


Dios?
10. Mencione dos beneficios que se obtienen de la lectura de
la Biblia.

11. Explique algo sobre las versiones más conocidas de la


Biblia.

ESTUDIO 2

LA SANTA TRINIDAD

I. Definición de esta doctrina

La doctrina de la Trinidad es el eje del pensamiento


cristiano. La palabra “Trinidad” denota no solamente la
cantidad de tres personas sino también implica la unidad que
existe entre ellas. Esta no es una doctrina concebida por la
razón humana sino que ha sido revelada por Dios mismo. Un
entendimiento claro de esta enseñanza sólo se adquiere por
medio de la revelación que Dios nos ha dado de sí mismo y
de cada una de las personas de la Trinidad. Así como
aprendemos que una de las obras principales del Padre es la
creación del universo, la principal obra del Hijo es la
redención del hombre y la principal obra del Espíritu Santo
es la santificación del creyente.

II. La Trinidad en el Antiguo Testamento

En el Antiguo Testamento sólo tenemos indicaciones de la


Trinidad de Dios en lo que se nos revela de sus relaciones
como una Realidad viviente.

1. En conexión con la creación (Génesis 1:2).


2. Con relación al hombre (Génesis 1:26).

En algunas teofanías o manifestaciones de la Deidad,


especialmente en casos en que hubo una manifestación de
más de una persona divina. También en los casos en que se
habla del Ángel de Jehová (Génesis 30:32; Éxodo 23:20-22).

III. La Trinidad en el Nuevo Testamento

En el Nuevo Testamento hay una revelación más clara de


las distinciones personales de la Deidad.

1. Los hechos relativos de esta doctrina son en primer


lugar que el Verbo se hizo carne (Juan 1:1,14) y que el
Espíritu Santo hizo su habitación en la Iglesia (Juan
14:17; Hechos 2:4).
2. Cristo resumió el mensaje del Antiguo Testamento y
nos introdujo el ministerio de la Trinidad con las
siguientes declaraciones: “Todo lo que el Padre hace, lo
hace el Hijo” y “que sean uno, así como nosotros” (Juan
5:9; 17:11).

3. En el bautismo de Jesús en el Jordán, el Padre hablo


desde los cielos y el Espíritu Santo descendió en forma
de paloma (Mateo 3:16,17).

4. En la gran comisión, Jesús mencionó las tres personas


como de una misma categoría de una fórmula
bautismal: “Bautizándolos en el nombre del Padre, y del
Hijo, y del Espíritu Santo” (Mateo 28:19).

5. En 1 Juan 5:7 se habla claramente de una triunidad.

6. Jesús prometió enviar al Espíritu Santo, el cual vendrá


del Padre para dar testimonio del Hijo y convertir a los
discípulos en verdaderos testigos de este mensaje (Juan
16:26,27).

7. Jesús notó la tristeza de sus discípulos, y les dijo que le


convenían que EL se fuera para poder enviarle al
Consolador (Juan 16:5-7).

La Trinidad viene a morar en los justos: “El que me ama,


mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él,
y haremos moradas con él” (Juan 14:26).
IV. Conclusión

Dios es uno en su naturaleza y trino en su manifestación


personal.

Atanasio, en el siglo cinco, formuló la siguiente


declaración para combatir el triteísmo (tres dioses) y el
sabelianismo (la no distinción entre las personas):
“Adoramos a Dios en Trinidad y a la Trinidad en unidad, sin
confundir las personas ni separa la sustancia. Lo que es el
Padre lo es también el Hijo y el Espíritu Santo. El Padre es
increado, igual que el Hijo y Espíritu Santo. El Hijo fue
engendrado por el Padre; no fue hecho ni creado, sino que es
coeterno con el Padre y con el Espíritu Santo. Espíritu Santo
vino del Padre y del Hijo; no fue creado ni engendrado, sino
que procede de ambos eternamente.” (Tomado de la
Teología bíblica y sistemática de Myer Pearlman).

El orden de la Trinidad como Padre, Hijo y Espíritu


Santo no significa prioridades en la esencia divina ni
establece diferencias cronológicas o de dignidad. Este es
únicamente un orden lógico de derivación.

Preguntas de Repaso

1. ¿Por qué decimos que la doctrina de la Trinidad es el eje


del pensamiento cristiano?

2. ¿Cómo llego a nosotros la doctrina de la Trinidad?


3. ¿En qué término de Génesis 1:26 se anticipa la doctrina de
la Trinidad?

4. ¿A quién representa el “Ángel de Jehová” en las teofanías


del Antiguo Testamento?

5. ¿Qué hechos del plan de Dios revelaron con mayor


claridad las distinciones personales de la Trinidad en el
Nuevo Testamento?

6. ¿Cómo se manifestaron las tres personas de la Trinidad en


el bautismo de Jesús en el Jordán?

7. ¿Por qué creemos que la fórmula bautismal de Mateo


28:19 es una proclamación de las personas de la Trinidad?

8. ¿Cómo se presenta la Trinidad en la promesa de Jesús a


sus discípulos en Juan 15:26,27?

9. Anote las primeras expresiones de la declaración de


Atanasio sobre la Trinidad.
ESTUDIO 3

DIOS EL PADRE
La idea de Dios es prácticamente universal en el género
humano. Se encuentra en toda nación, pueblo y lengua, Dios
existe por sí mismo y hace que todas las cosas dependan de
El. Juan 5:26 afirma que “el Padre tiene vida en sí mismo”.
Dios se revela en las Escrituras como un Ser personal,
independiente, trascendente e inmanente. Puede conocerse
únicamente por medio de la revelación que él hace de sí
mismo.

I. La naturaleza de Dios

La naturaleza de Dios se revela de manera progresiva


por medio del uso de los nombres que se le dan en las
Escrituras. El pueblo hebreo conocía a Dios mediante los
nombres que se adjudicaban de acuerdo con las obras
provinciales que El realizaba.

El primer nombre que encontramos en la Biblia es


Elohim, el cual significa “plenitud” o “facultad”. Se emplea
en los pasajes en que se habla de su poder creador, como en
Génesis 1:1. El nombre Jehová procede del verbo “ser” en el
hebreo y abarca los tres tiempos gramaticales; pasado,
presente y futuro. Significa “el que fue”, “el que es” y “el
que será”; el Eterno.

Los judíos acostumbraban formar los nombres que


adjudicaban a Dios usando como base el nombre de Jehová y
agregando una expresión representativa de una obra
realizada por El o una de sus características históricas.

Por ejemplo en la expresión “Jehová… Dios de


Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob” (Éxodo 3:4,6) se
revela la fidelidad de Dios en el cumplimiento de sus
promesas a los patriarcas. Los siguientes nombres
compuestos nos dan una idea de las distintas maneras en que
se manifestaba El a su pueblo:

1. Jehová-rafá: “Yo soy tu sanador” (Éxodo 15:26).


2. Jehová-nissi: “Jehová es mi bandera” (Éxodo 17:8-15).

3. Jehová-shalom: “Jehová es paz” (Jueces 6:24).

4. Jehová-rahá: “Jehová es mi pastor” (Salmos 23:1).


5. Jehová yiréh: “Jehová proveerá” (Génesis 22:14).

6. Jehová-tsebahot: “Jehová de los ejércitos” (Salmos


46:7,11).

7. Jehová-shamá: “Jehová está allí” (Ezequiel 48:35).

Es muy importante también el nombre de Adonai que


significa “Señor” y expresa la idea de gobierno y dominio.
Este nombre se usa unido a Elohim en expresiones como
“Señor mío, y Dios mío” (Juan 20:28). Cuando se le llama El
Shadai se ve a Dios como poderoso en la naturaleza y como
fuente de toda bendición. Esto expresa la idea de que todo
esta subordinado a su divina gracia (Éxodo 6:2). El nombre
Padre se usa tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento y reconoce a Dios como productor de todas las
cosas (Hechos 17:28). Otro nombre significativo es El-
Elyon, el cual significa simplemente “el Altísimo” (Génesis
14:18-20).

II. Los atributos esenciales de Dios

Cuando hablamos de atributos estamos aludiendo a algo


que es propio de Dios, o preferiblemente para referirnos a
sus perfecciones divinas.

1. Dios es Espíritu. En Juan 4:24 se establece esta cualidad


divina, con lo cual se establece que es incorpóreo e invisible.
No obstante, en ocasiones se ha manifestado en forma
visible, como en Juan 1:32.
2. Dios es Infinito; es decir que no esta sujeto a limitaciones
humanas ni naturales. En 1 Reyes 8:27 se ve que trasciende
el espacio y en Éxodo 15:18 se relaciona con el tiempo: es
eterno.

3. Dios es Uno. La unidad de Dios se ve en Deuteronomio


6:4 y Marcos 12:29; pero está característica no contradice en
nada la doctrina de la Trinidad.

4. Dios es Omnipotente. Con esto se indica que lo puede


hacer todo. Dios habló de su omnipotencia en Génesis 17:1.

5. Dios es Omnipresente; es decir que no esta limitado por


distancia o espacio (Génesis 28:15,16; Salmos 139:7-12;
Proverbios 15:3).

6. Dios es Omnisciente; es decir todo lo sabe y su


conocimiento es perfecto (Génesis 18:18; Salmos 139:1-6;
Proverbios 15:3).

7. Dios es Soberano; es decir que tiene derecho de gobernar


y disponerlo todo (Daniel 4:35; Mateo 20:15).

III. Los atributos morales de Dios

1. Dios es santo. La santidad de Dios es absoluta. Este


atributo habla de la pureza moral de Dios (Éxodo 15:11).

2. Dios es justo. La justicia de Dios esta relacionada con su


santidad y es la base de las recompensas y el castigo a los
hombres.
3. Dios es el juez de toda la tierra (Isaías 11:3,4).

4. Dios es fiel. La fidelidad de Dios es la base fundamental


de la fe del creyente (Deuteronomio 7:9; Apocalipsis 1:5).

5. Dios es misericordioso. Nuestra salvación proviene de la


misericordia de Dios (Tito 3:5).

6. Dios es amor (1 Juan 4:8). Está característica de Dios se


manifiesta en la creación y el cuidado del hombre, y se
engrandece en la salvación y bendición de los que creen en
él.

IV. La existencia de Dios

La existencia de Dios no se discute en las Escrituras;


simplemente se da por sentada. Encontramos pruebas de su
existencia en la creación. Génesis 1:1 da por hecho que “en
el principio creó Dios los cielos y la tierra”. En el Salmos
19:1 dice que “los cielos cuentan la gloria de Dios, y el
firmamento anuncia la obra de sus manos”. En segundo
lugar, existen testimonios de la existencia de Dios dentro de
todo ser humano. Todo hombre o mujer tiene la existencia de
Dios en su interior con un sentimiento de independencia que
le señala su debilidad y pequeñez ante un ser supremo. En
Romanos 2:13-15 se nos habla de la ley natural, “escrita en
sus corazones, dando testimonio su conciencia”. Esto
implica que la vida del hombre esta regulada por su concepto
del bien y del mal. Dios se ha revelado también en la historia
y en la experiencia humana.
Si embargo, la expresión más precisa y clara la encontramos
a través de las páginas de las Sagradas Escrituras. Cuanto
más leemos la Biblia, tanto mas vemos en ella la
manifestación de un Dios personal, poderoso y lleno de
amor. El concepto que tengamos de Dios es el fundamento
de la calidad de vida que viviremos.

Preguntas de repaso

1. ¿Qué significa la idea de que Dios es “universal”?

2. De acuerdo con Juan 5:26, ¿de dónde proviene la


existencia del Padre?

3. ¿Qué significa el nombre Elohim?

4. ¿Qué significa el nombre Jehová?

5. ¿Qué significa el nombre compuesto Jehová-shalom?

6. Mencione cinco de los atributos esenciales de Dios que se


enumeran arriba.
7. Mencione cuatro de los atributos morales de Dios que se
dan en este estudio.

8. Explique por qué razón no se discute la existencia de Dios


en la Biblia.

9. Explique cómo se revela la existencia de Dios (a) en la


creación, (b) en la conciencia humana y (c) en las Escrituras.
ESTUDIO 4

DIOS EL HIJO
“¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?”
(Mateo 16:13). Esta pregunta fue formulada por Jesús a sus
discípulos cuando andaban por Cesarea de Filipo y aún está
en vigencia el día de hoy. Jesucristo es la representación
personal de Dios el Padre. El Antiguo Testamento lo anunció
por medio de tipos y profecías. “Cuando vino el
cumplimiento del tiempo” (Gálatas 4:4), “aquel Verbo se
hizo carne, y habitó entre nosotros” (Juan 1:14) para hacer
eficaz la reconciliación. En Juan 8:58, El dijo: “antes que
Abraham fuese, yo soy”. Está expresión señala su
preexistencia. En su bautismo en agua recibió la vocación
mesiánica, subrayada por la visión de los “cielos abiertos”, el
descenso del Espíritu Santo en forma de paloma y por la voz
de Dios el Padre que declaró: “Este es mi Hijo amado, en
quien tengo complacencia” (Mateo 3:16,17).

I. Sus nombres denotan divinidad


Podemos conocer a Jesús por medio de sus nombres.

1. Su primer nombre, Jesús, significa “Salvador”, tal como


se expresa en Mateo 1:21.

2. El nombre Hijo de Dios nos hace ver su deidad. Este fue


tomado del ritual israelita del Salmos 2:6-12. (Vea también
Hebreos 1:5.) En Mateo 7:21 y Juan 3:13 Jesús habla de la
primera persona de la Trinidad como “mi Padre”. En la
Biblia se descubre un amor mutuo entre el Padre y el Hijo
que es exclusivo de la Divinidad.

3. El nombre Señor implica soberanía y denota propiedad y


autoridad (Mateo 8:8,9; Lucas 6:46; Apocalipsis 1:5).

4. Cuando se le llama Hijo del Hombre se resalta su


divinidad en contraste con su naturaleza humana (Mateo
11:27; Marcos 2:10,11).

5. El nombre de Cristo es la forma griega (Cristós), del


vocablo hebreo Mesías (Masaya) que significa “Ungido”
(Isaías 61:1; Lucas 4:17,18).

6. Con el nombre Hijo de David, se establece la línea


genealógica de Jesús (2 Samuel 7:16; Mateo 1:1; Hechos
2:29,30).

II. Su humanidad

Era necesario que Cristo tomara la naturaleza humana


porque el castigo del pecado exigía sufrimiento del cuerpo y
del alma. Pero se requirió que la naturaleza humana de Jesús
fuera pura y sin pecado.

En Filipenses 2:7-8 se habla de la humillación de


Jesucristo. La encarnación y los sufrimientos son parte de su
humillación. El Verbo se hizo carne (Juan 1:14). Su
concepción fue sobrenatural (Lucas 1:35). Sus sufrimientos
se ven desde su tentación en el desierto (Mateo 4:11) hasta
su angustia en el Getsemaní y su muerte en la cruz del
Calvario (Mateo 27: 32-50).

III. Su exaltación

En 1 Corintios 15:20 se habla de la resurrección de


Jesús, con lo cual se garantiza también la resurrección del
creyente. Su ascensión queda expresa en Lucas 24:51 y
Colosenses 3:1. En Hebreos 9:12-14, Jesús aparece en la
presencia del Padre intercediendo por nosotros.

Su regreso a esta tierra se expresa en Apocalipsis 19:11-


16. En su segunda venida, Jesús aparecerá con carácter de
Juez, para juzgar al mundo (Juan 5:22,27; 2 Tesalonicenses
2:8).

IV. Sus oficios

1. Cristo como Profeta. El oficio de Jesús como profeta se


puede trazar a lo largo de la historia, desde la creación hasta
su muerte. Todos profetas de Israel tipificaban al gran
Profeta que iba a venir. En Deuteronomio 18: 15,18 se
anuncia la venida de Cristo como el verdadero profeta de
Dios. En el Antiguo Testamento, se manifestó a veces como
“el ángel de Jehová”. En el Nuevo Testamento Jesús es el
Señor encarnado, quien se dedica a proclamar el mensaje que
trajo de su Padre (Juan 8:26-28). Como profeta El también
predijo eventos futuros (Mateo 24:3-35).

2. Cristo como Sacerdote. Este oficio de Cristo está en


vigencia desde su ascensión hasta su segunda venida. El
escritor de Hebreos describe al Señor como nuestro
Mediador y perfecto Sumo Sacerdote. Entre los oficios de
profeta y sacerdote hay una notable diferencia.

El profeta es un representante de Dios ante los hombres; el


sacerdote es un representante de los hombres ante Dios.

3. Cristo como Rey. Aunque Cristo ha sido llamado Rey a


través de la Biblia, este oficio será desempeñado por Él a
partir de su segunda venida. Según el Antiguo Testamento,
el Mesías sería el gran Rey que reinaría con justicia y
prosperidad (Isaías 11:1-9). En Mateo 28:18, el Señor
proclama: “Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra.” El propósito principal del libro Apocalipsis es
presentar a Cristo como Rey de reyes y Señor de señores.

V. Su obra

La obra cumbre de Jesucristo fue morir para liberar al


hombre de su pecado, que es lo que impide que el género
humano pueda acercarse a Dios (1 Timoteo 1:15). Eso es
algo que nadie más podía realizar. Al morir en la cruz, Jesús
quitó esa barrera.
En la maravillosa persona de Cristo Jesús, el ser humano
puede encontrar todo lo que su corazón anhela. El tiene en su
mano todo poder en el cielo y en la tierra. Este despliegue de
soberana autoridad será lo que hará que se doble ante él toda
rodilla y toda lengua confiese que El es el Señor (Filipenses
2:0).

Preguntas de repaso
1. Mencione algunos de los nombres que se adjudican a
Cristo. Describa su significado.

2. Explique como se ve la preexistencia de Jesús en Juan


8:58.

3. Describa la función de Jesús en su oficio de Profeta.

4. Explique qué hace El como Sacerdote.

5. Hable de las funciones de nuestro Salvador como Rey.

6. Mencione la evidencia bíblica de la deidad y la humanidad


de Cristo.

7. Describa el contraste que hay entre la humillación y la


exaltación de Jesús.

8. Explique cuál fue la obra por excelencia de Cristo Jesús.

ESTUDIO 5

DIOS EL ESPIRITU SANTO

El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad,


procede del Padre (Juan 14:16) y es enviado por el Hijo
(Juan 15: 26). A través de toda la Biblia se presenta al
Espíritu Santo como un Ser dotado de inteligencia,
sentimientos y voluntad. Estas son las tres dimensiones
integrantes de la personalidad. Que posee inteligencia se
comprueba por lo que dijo Jesús en Juan 14:26: “El os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho”. Los sentimientos del Espíritu Santo se ilustran con la
actitud de entristecimiento que se previene en Efesios 4:30.
La voluntad decisiva de la tercera persona de la Trinidad
queda establecida en 1 Corintios 12:11, con relación a la
distribución y administración de los dones espirituales en la
Iglesia. El hecho de tener una personalidad no impone la
necesidad de un cuerpo.

I. Sus nombres

En la Biblia se dan al Espíritu Santo distintos nombres


por los cuales podemos dirigirnos a El y conocerlo mejor.

1. Es muy importante reconocerlo con el nombre Espíritu de


Dios, pues en este nombre va implícita la idea del poder
ejecutivo de la Deidad. En Génesis 1:2-7 se le adjudican
operaciones divinas como las del Creador. Su labor es
coordinada con el Padre y con el Hijo a un mismo nivel de
dignidad (1 Corintios 12:4-6; Apocalipsis 1:4). En Job 33:4
se indica que el Espíritu Santo genera vida.

2. Como el Espíritu de Cristo hace posible y real la


omnipresencia de Jesús (Salmos 139:7-12; Proverbios 15:3;
Mateo 18:20; Juan 14:17,26).
3. Como nuestro Consolador (del griego Paracleto, Juan
16:12-23), es el agente de consolación, aliento y dirección de
todo creyente.

4. Como el Espíritu Santo su labor principal es la


santificación de los cristianos (Romanos 15:16; 1 Corintios
6:11; 1 Pedro 1:2).

II. Sus símbolos

1. Cuando se habla de El en la Biblia como fuego se concibe


como el agente de purificación (Mateo 3:11).

2. Como viento se percibe como un agente regenerador (Juan


3:8; Hechos 2:2).

3. Como agua realiza las acciones de limpiar y refrescar


(Juan 3:5).

4. Como sello señala a los creyentes como propiedad de Dios


(Efesios 1:13; 4:30).

5. Como aceite se implica su uso para la producción de luz,


para la unción (Salmos 133), como elemento de sanidad y de
iluminación.

6. Como paloma se ve en el bautismo de Jesús en el río


Jordán e indica su dulzura y amabilidad (Mateo 3:16,17).

III. El Espíritu Santo en Cristo


1. Se lo describe como el agente de la concepción (Mateo
1:20).

2. Se hizo presente en el bautismo de Jesús (Marcos 1:10).

3. Estuvo presente siempre en el ministerio del Señor (Lucas


11:20).
4. Fue el medio por el cual se ofreció el sacrificio de Jesús
(Hebreos 9:14).

5. Fue un elemento clave para la resurrección de Jesús


(Romanos 1:4).

6. Es parte de la promesa del Padre a Jesús en su ascensión


(Hechos 2:33).

IV. En la vida del hombre

El Espíritu Santo viene al hombre por la fe (Gálatas 3:2;


Hebreos 4:2). Su labor empieza con la convicción de los
pecadores (Juan 16:7-13) y es elemento activo en la
regeneración (Juan 3:3). La expresión Abba-Padre de
Gálatas 4:6,7 es un clamor del Espíritu Santo que mueve al
creyente a reconocer a Dios como su Padre, pues somos
hechos hijos de Dios.

El caminar en el Espíritu es alcanzar victoria sobre los


deseos e impulsos de la carne y ser dirigido por El en todo
(Mateo 5:21-23; 1 Juan 3: 14,15). En Gálatas 5:22 se
menciona al Espíritu Santo como fuente del fruto espiritual.
Surge una nueva ley, la ley del Espíritu (Romanos 8), la cual
libera al creyente de la ley del pecado. Si tenemos al Espíritu
Santo, tenemos a Cristo en nuestro corazón.

V. Los dones del Espíritu

En el Nuevo Testamento se presentan tres listas de


dones espirituales:

Romanos 12:6-8

De profecía (v. 6)
De servicio (v. 7)
De enseñar (v. 7)
De exhortar (v. 8)
De repartir (v. 8)
De presidir (v. 8)
De hacer misericordia (v. 8)

1 Corintios 12:8-10

Palabra de sabiduría (v. 8)


Palabra de ciencia (v. 8)
Fe (v. 9)
Dones de sanidades (v. 9)
Milagros (v. 10)
Profecía (v. 10)
Discernimiento de espíritus (v. 10)
Lenguas (v. 10)
Interpretación de lenguas (v. 10)
Efesios 4:11

Apóstoles
Profetas
Evangelistas
Pastores
Maestros

Es interesante ver como el apóstol Pablo designa los


dones del Espíritu Santo con tres términos: ministerios, que
son modos de servir; operaciones que son actividades de
diversas clases, realizadas en la Iglesia para la obra de Dios y
la edificación de los creyentes y los dones, que son
capacidades especiales dadas por el Espíritu para el servicio
de Dios a favor del cuerpo de Cristo.

VI. Pecados contra el Espíritu Santo

El cristiano puede “contristar” o apagar el poder del


Espíritu Santo en su vida (Efesios 4:30; 1 Tesalonicenses
5:19). También se le puede mentir (Hechos 5:3-7) Se puede
blasfemar contra El: “Cualquiera que blasfeme contra el
Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de
juicio eterno” (Marcos 3:29). Según el contexto, este pecado
consiste en adjudicar a Satanás las obras de Cristo. Esto
basta para que el pecador se cierre la de salvación. El pecado
de blasfemia, será juzgado por Dios no por los hombres.

El Espíritu Santo opera en el corazón de los hombres


para llevarlos a Cristo (1 Corintios 12:3). No es una mera
fuerza: redarguye al individuo y tiene una parte activa en la
experiencia y en la vida de los creyentes (Juan 16:8).

Preguntas de repaso

1. Mencione los nombres que se le dan en la Biblia al


Espíritu Santo. Explique el significado de cada uno de esos
nombres.
2. ¿Qué símbolos del Espíritu Santo se dan en las Escrituras
y qué significan?

3. ¿Desde que momento empieza a obrar el Espíritu Santo en


la vida humana del Señor Jesucristo?

4. ¿Qué participación tuvo el Espíritu Santo en el ministerio


de Jesús?

5. ¿Cómo obra el Espíritu Santo en la vida del creyente?

6. ¿Cómo define usted los dones del Espíritu Santo?

7. Enumere los dones del Espíritu Santo según las tres listas
que presenta el apóstol Pablo.

8. ¿Qué significa la blasfemia contra el Espíritu Santo?


ESTUDIO 6

EL HOMBRE

Según Génesis, el hombre es corona y señor de todo lo


creado. Es objeto del cuidado especial de Dios, quien lo hizo
a su imagen, conforme a su semejanza. Dios lo creó y lo
estableció como señor del mundo material y animal. Fue
formado del polvo de la tierra, pero Dios sopló en él aliento
de vida, lo dotó de inteligencia y le dio ciertas habilidades y
virtudes que lo hicieron distinto de todas las demás criaturas
(Génesis 1:26,27; Salmos 8:3-6). Estos pasajes dividen la
creación del hombre en dos fases. La primera consiste de la
formación de su cuerpo del polvo de la tierra. La segunda es
el hace de él un alma viviente. Por eso decimos que la
creación del hombre fue un acto directo de Dios por lo cual
lo hizo diferente de todo lo creado. Dios hizo al hombre
moral y consciente de sí mismo, con inteligencia, con aliento
divino en él lo cual lo constituye un ser inmortal.

I. La naturaleza del hombre

El hombre esta compuesto de dos naturalezas: la


material y la espiritual. De acuerdo con 1 de Tesalonicenses
5:23 y Hechos 4:12, la naturaleza del hombre consiste de
alma y espíritu. Esto hace que la naturaleza humana sea una
tricotomía: cuerpo (material), alma y espíritu (espiritual).

Por medio del cuerpo el hombre es consciente del


mundo material que lo rodea. Por medio del alma tiene una
conciencia de sí mismo.

Por medio del espíritu adquiere una conciencia de Dios.

II. La imagen de Dios en el hombre

El hombre fue creado a imagen de Dios en justicia y


santidad (Génesis 5:1). Hay ciertos elementos que
constituyen la imagen de Dios en el hombre:

1. Su parentesco con Dios. En Génesis 1:27 se nos indica


claramente que el hombre procede de Dios, por lo que es
capaz de amarle y servirle. Por su procedencia, todos los
seres humanos son hijos de Dios, pero esa relación fue
dañada a consecuencia del pecado, el cual lo separo de Dios.
Esto exige una nueva creación, “según Dios” (Efesios 4:24):
el nuevo nacimiento.
2. Su carácter moral. Esta es la capacidad que tiene el ser
humano para reconocer el bien y el mal. Esto lo diferencia de
los seres irracionales, los cuales carecen de capacidades
religiosas y morales.

3. Su razón. El hombre es capaz de razonar y reflexionar


con relación al origen y causa de las cosas. Puede inventar,
crear arte, poesía, música y pintura. Basta con mirar la
belleza de la estructura de la civilización para reconocer la
capacidad mental del género humano.

4. Su calidad de inmortal. EL hombre perdió su


inmortalidad cuando pecó. Pero por medio de Jesucristo
vuelve a recuperarse y puede vivir por toda la eternidad. En
la Biblia se nos habla de tres clases de muerte: Está la muerte
física, la cual destruye el presente cuerpo terrenal. También
está la muerte espiritual que consiste estar lejos de Dios, en
pecado (Romanos 5:12-21). Pero también se nos habla de la
“muerte segunda” como el juicio que Dios impondrá
finalmente sobre todos los inicuos. Sin embargo, el creyente
en Cristo ha pasado de muerte a vida (Juan 11:26).

5. Su dominio sobre lo que lo rodea. Dios le dijo a la


primera pareja: “Llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en
los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las
bestias que se mueven sobre la tierra” (Génesis 1:28; Salmos
8:5-8).

IV. El destino final del hombre


Cuando el hombre perdió su relación con Dios, su alma
quedó muerta en delitos y pecados (Efesios 2:1-3) y por lo
tanto quedó bajo la condenación eterna (Lucas 12:15;
Romanos 6:23). Pero hay un remedio de doble curación,
tanto para la culpabilidad como para las consecuencias del
pecado. Cristo, por su muerte expiatoria, libra al hombre de
su pecado y le brinda redención. Por la fe en la gracia
salvadora de Jesucristo el hombre tiene una gran esperanza
de resurrección y de vida eterna (Juan 3:16; 1 Corintios
15:21-23).

Preguntas de repaso

1. ¿En qué pasajes de la Biblia se habla de la creación del


hombre por Dios?
2. ¿Cuáles son las dos naturalezas de las que está hecho el
ser humano?

3. ¿Cómo está compuesta la naturaleza espiritual humana?

4. ¿Cómo se identifica la “imagen” de Dios en el hombre?

5. Explique cómo obtuvo el hombre dominio sobre el mundo


material y animal que lo rodea.

6. ¿Cuál es el destino final del hombre?

7. ¿Cuál es la fuente principal de nuestro conocimiento


acerca del origen del ser humano?
ESTUDIO 7

LA SALVACIÓN

El Señor Jesucristo, por su muerte expiatoria, compró la


salvación del hombre, que desde que incurrió en el pecado
de desobediencia en el Huerto de Edén permanecía apartado
y destituido de la gloria de Dios. Desde ese momento
también se vislumbra en la Palabra de Dios la promesa de
que El proveería un medio de salvación. “Y pondré
enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza y tú la herirás en el
calcañar” (Génesis 3:15).

Nuestro Señor Jesucristo es el autor indiscutible de


nuestra salvación. Esto lo logro cuando fue llevado a la cruz
del Calvario para vencer al diablo, al pecado y a la muerte.
Sobre esa base permite que el hombre lo acepte, que confiese
su nombre, que clame a El como Señor de su vida, que sea
libre del pecado y salvo por la fe. Veamos la siguiente
declaración del apóstol Pablo: “Mas ¿qué dice? Cerca de ti
está la Palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra
de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que
Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le
levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se
cree para justicia, pero con la boca se confiesa para
salvación” (Romanos 10:8-10).
I. Definición de la salvación

La salvación es un acto de la gracia divina por medio


del cual somos libres del pecado y hechos hijos de Dios.

La gracia de Dios no sólo redime al hombre de la culpa


sino también del poder del pecado (Juan 1:12; Romanos
6:17,18). La palabra “salvación” (del griego sotería)
significa “liberación”, “emancipación” y “protección”. Dios
nos salva mediante la aceptación de la muerte expiatoria de
Cristo.

1. Nos salva del pecado (Mateo 1:21).


2. Nos salva de Satanás (Hechos 26:18).

3. Nos salva de la ira (1 Tesalonicenses 5:9).

4. Nos salva de este mundo (Gálatas 1:4).

5. Nos salva de la muerte eterna (Juan 3:16).

II. Interrogantes de la salvación

1. ¿De dónde viene la salvación? La salvación del pecador


tiene su origen en el amor de Dios (Juan 3:16) La base de
nuestra salvación es el sacrificio de Jesucristo (Romanos
5:8,9).
2. ¿Cómo se obtiene la salvación? El ser humano sólo puede
obtener la salvación por la gracia de Dios, por medio de la fe
en la obra de Cristo. No hay otro medio (Efesios 2:8,9).

3. ¿Qué hay que hacer o pagar por la salvación?


Absolutamente nada. Jesús pago el precio. Todo lo que tiene
que hacer el ser humano es aceptar por fe el don gratuito de
Dios en Cristo Jesús (Romanos 3:24; Efesios 1:7; Tito
2:11,12).

III. Los tres aspectos de la salvación

1. La justificación. Este acto divino es la parte judicial de la


salvación, por medio del cual Dios declara al hombre
inocente y sin culpa, como si nunca hubiera pecado
(Romanos 5:1).

2. La regeneración. Mediante esta operación divina, el alma


muerta en delitos y pecados recibe nueva vida. Esto hace que
el ser humano sea adoptado en la familia divina y sea hecho
un hijo de Dios (Juan 1:12,13).
3. La santificación. El acto divino de la santificación es el
proceso mediante el cual el Espíritu Santo toma al creyente
que ha sido justificado y regenerado, lo separa de todo lo
demás y lo dedica al servicio de Señor. Entendemos que la
santificación es instantánea y progresiva. Decimos que es
instantánea porque es una obra de Dios, y Dios nunca hace
las cosas a medias. Sabemos que es progresiva porque el
creyente sigue siendo humano y viviendo en este mundo, por
lo tanto necesita ser santificado cada día más.

Hay que observar aquí que estos tres aspectos de la


salvación son subsecuentes al paso inicial de la conversión,
el cual está constituido por el arrepentimiento del pecado y
de la aceptación por la fe de la obra redentora de Jesucristo.
El Espíritu Santo nos ayuda a entender el proceso de recibir
tan precioso don de Dios (Hechos 3:26; Filipenses 2:13).

IV. La salvación se puede perder

Aunque la salvación es una obra que procede de la


gracia divina, sin tomar en cuenta los méritos ni las buenas
obras del humano, existen ciertas condiciones que cumplir
para poder conservarla.

1. El cristiano debe cuidar su salvación con temor y temblor,


según Filipenses 2:12. Es posible caer de la gracia, pero con
la ayuda del Señor se puede evitar. La Biblia se refiere a esto
de caer de la gracia como perder lo que se ha recibido o
mirar hacia atrás (Mateo 13:12 y Lucas 9:62).
2. El cristiano debe estar consciente de que, a causa de los
placeres de la vida, el hombre puede alejarse de la gracia
salvadora hasta perder lo que ha recibido de Dios (Hebreos
10:26-30; 2 Pedro 1:10;2:21,22).

3. EL cristiano debe recordar que Dios no quiere que nadie


se pierda sino que todos vengan a Cristo, quien dio su vida
por el pecador (1 Timoteo 2:4-6; Tito 2:11; Hebreos 2:1-3).
V. Conclusión

Concluimos está presentación con una exhortación a


todo cristiano para que cuide su salvación con temor y
temblor. Seamos fieles hasta la muerte para que seamos
galardonados con la corona de vida (Apocalipsis 2:10).
Palabras que no debemos olvidar son las del escritor de
Hebreos: “Por tanto, es necesario que con más diligencia
atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos
deslicemos… ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos
una salvación tan grande?” (Hebreos 2:1,3). Confiemos en
las promesas de nuestro Señor y en la fortaleza que nos
imparte su Espíritu Santo para serle fieles mediante la
obediencia a su santa Palabra. Vivamos una vida piadosa,
ejercitándonos en la oración día tras día.

Preguntas de repaso

1. ¿Quién es el autor de nuestra salvación?

2. ¿Dónde encontramos la primera promesa salvación en la


Biblia?

3. De acuerdo con Romanos 10:8-10, ¿qué hay que creer y


qué hay que confesar?

4. Mencione las cinco cosas de las cuales nos salva el Señor.

5. ¿En qué consiste la plena salvación?


6. Según la Biblia, ¿se puede perder la salvación? Mencione
algunas pruebas.

7. ¿Cómo podemos cuidar nuestra salvación?

ESTUDIO 8

LA IGLESIA

La palabra “iglesia” viene del término griego ekklesía,


que significada “sacada” o “llamada”. También designa a
una “asamblea” o “reunión de creyentes”. Esta palabra se usa
en dos sentidos: uno se refiere a una congregación o ásamela
local de creyentes, reunidos para adorar, estudiar la Biblia y
servir al Señor (1Corintios 16:19). Por otra parte, este
término se usa también para referirse a la Iglesia universal,
formada por todos los creyentes del mundo (Colosenses
1:18-24). Podemos decir, por tanto, que la iglesia de
Jesucristo es el conjunto total de hombres y mujeres que
durante la dispensación de la gracia han creído en El como el
Salvador y Señor de su vida, que han sido bautizados en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y que
voluntariamente viven para El.

I. ¿Qué es la Iglesia?

1. La Iglesia de Jesucristo es origen divino, no humano.


Jesús es su Fundador y fundamento principal (Mateo
16:17,18; 1 Corintios 3:11; Efesios 2:20).

2. La Iglesia es un pueblo redimido por la sangre de


Jesucristo (Efesios 1:7).

3. La Iglesia del Señor es un pueblo separado del mundo (2


Corintios 2:16,17).
4. La Iglesia de Jesucristo es un pueblo dedicado al servicio
de Dios (Romanos 12:1,2).

II. La Iglesia es el cuerpo de Cristo

1. Cristo es la cabeza de la Iglesia (Efesios 1:22,23).


2. Los creyentes son miembros de este cuerpo místico de
Jesucristo (1 Corintios 12:12-27).

III. La Iglesia es un edificio o templo

1. Cristo es el fundamento y piedra principal de este edificio


santo (Salmos 118:22; Hechos 4:11; 1 Pedro 2:6,7).
2. También los cristianos han venido a ser piedras vivas que
forman parte de la estructura de este edificio espiritual (1
Pedro 2:5).

3. Dios ha tenido a bien establecer su morada en este edificio


que es la Iglesia (Efesios 2:21,22).

IV. Es la novia o esposa de Cristo

Una de las enseñanzas más sencillas e ilustrativas de la


Iglesia es lo que el apóstol Pablo escribe en relación con el
matrimonio en Efesios 5:24-27. Allí se presenta a Cristo
como el Esposo de la Iglesia, la cual debe estar “sujeta” al
Señor, así como las casadas lo están “a sus maridos en todo”.
Cristo amó a la Iglesia como debiera amar el marido a su
mujer. Jesús demostró su profundo amor hacia la Iglesia
cuando “se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la
palabra” (vv. 26,27). La meta final de Cristo para la Iglesia
es “presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa…sin
mancha ni arruga ni cosa semejante” (v.27).

V. La misión de la Iglesia
La misión principal de la Iglesia en este mundo es
predicar el Evangelio a toda criatura (Marcos 16:15,16).
Además de la tarea evangelizadora, la Iglesia es responsable
de la instrucción de los que creen el Señor.

Su deber es dar enseñanzas de Cristo y de los apóstoles,


bautizar a los creyentes y brindarles un ambiente de familia y
compañerismo espiritual para que todos vayan creciendo en
la gracia. Cada iglesia local debe tener un pastor, quien será
el guía espiritual, predicador y maestro de la doctrina
cristiana en la congregación. En el Nuevo Testamento se
emplean tres diferentes términos para referirse al pastor y sus
funciones ministeriales: pastor, obispo y presbítero. Los
miembros de la Iglesia deben tener en alta estima a estos
siervos de Dios, sostenerlos económicamente, orar por ellos
y serles obedientes en el Señor (Hechos 20:28; 1 Corintios
9:13,14; 1 Timoteo 3:2; Hebreos 13:17). La Biblia exhorta a
todo creyente a congregarse con los demás para su desarrollo
espiritual (Hebreos 10:25).

Preguntas de repaso

1. ¿De qué palabra griega viene nuestro término “iglesia”?

2. ¿Qué significado se dan a esta palabra?

3. Mencione dos requisitos para ser miembro de una Iglesia


local.

4. ¿Quién es el Fundador y fundamento de la Iglesia?


5. ¿Cuál es la misión principal de la Iglesia de Jesucristo?

6. ¿Cuáles son las funciones principales del pastor en la


Iglesia?
7. Mencione tres nombres que se le dan al pastor en el
Nuevo Testamento.

8. Enumere alguna de las responsabilidades de los miembros


de la Iglesia hacia su pastor.
9. ¿Qué exhortación encontramos en Hebreos 10:25?

ESTUDIO 9

LA SANTIDAD

La Biblia dice: “Y el mismo Dios de paz os santifique


por completo; y todo vuestros ser, espíritu, alma y cuerpo
sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor
Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23). La verdadera santidad
tiene dos aspectos: el interno y el externo. El primero es el
aspecto del corazón y de la conciencia y el segundo tiene que
ver con la conducta del individuo. La santidad interna esta
relacionada con las motivaciones, la externa con las
acciones. La interna es un estado de pureza obrado por el
Espíritu Santo de Dios en el interior del creyente. La externa
es una vida de disciplina y devoción a los más altos ideales
del cristianismo.

Pero en la práctica, la santidad interna se manifiesta


externamente, sosteniendo unas normas de conductas
diferentes a las del mundo. La vida del cristiano es distinta a
la del hombre incrédulo, tanto en lo interior como en lo
externo. Muchos distorsionan la Palabra de Dios diciendo
que “lo de afuera no importa”. Pero la Biblia enseña lo
contrario (Isaías 3:16-26; Ezequiel 23:40; 1 Corintios 11:15;
1 Timoteo 2:9; Tito 2:3; 1 Pedro 3:3-5)

I. Definición del término santidad


La palabra “santificar”, como se usa en la Biblia tiene
dos sentidos bien claros. El primero tiene que ver con el acto
de separar o aparta algo o alguien de todo lo demás, tal como
se hizo con los levitas (Números 8:5-1616; véase también 1
Tesalonicenses 4:3). EL segundo es el que se refiere a la
consagración de algo o alguien para el servicio de Dios. Esto
se expresa muy bien en Romanos 12:1,2).

II. Las dos fases de la santificación

1. Es santificado todo aquel que recibe a Jesucristo como


Salvador y Señor de su vida. Pablo llama a los que han dado
ese paso “santos” (1 Corintios 1:2-9). Esta condición se da
en el creyente desde el momento de su conversión (1
Corintios 6:11).
2. Sin embargo, la santificación es una obra progresiva del
Espíritu Santo en el creyente (2 Corintios 3:18).

Como podemos ver, la santificación, como obra divina


es un acto por el cual el creyente queda en condición de
santo desde su conversión. Pero también hay bases bíblicas
para concebirlas como un proceso continuo y progresivo.
Esto quiere decir que el creyente deberá esforzarse por
perfeccionar la obra inmediata que realizó en él el Espíritu
Santo en el momento de su conversión (2 Corintios 7:1).

III. Necesidad de la santidad

1. Dios es santo y quiere que sus hijos también lo sean


(Levítico 11:44; 19:2; 20:26; 1 Pedro 1:15,16).

2. Sin santidad nadie verá al Señor (Hebreos 12:14).

3. La voluntad de Dios es que todos sus hijos seamos


santificados (1 Tesalonicenses 4:3).

4. El propósito final de Dios es seamos semejantes a


Jesucristo especialmente en santidad (Romanos 8:29).

IV. La santidad se puede alcanzar

1. Por la obra del Espíritu Santo en nuestro corazón (1


Corintios 6:11).
2. Obedeciendo la Palabra del Señor (Juan 17:17; Efesios
5:26,27).

3. Por la fe en la sangre de Jesucristo (Hebreos 10:10-29).

4. Por un conocimiento mas profundo y personal de Cristo (2


Pedro 1:3,4).
5. Mediante una redención total al Señor (Romanos 6:19).

V. Resultados de la santificación

1. Crecimiento espiritual (2 Pedro 1:5-8).

2. Una vida de triunfo sobre el pecado (2 Corintios 2:14).

3. Aptitud para la realización de buenas obras (Efesios 2:10).

4. Preparación para la segunda venida del Señor (1


Tesalonicenses 3:13).

VI. Normas de santidad

En vista de estas amonestaciones de la Palabra de Dios,


la Iglesia debe esforzarse en mantener normas altas de
santidad interior y exteriormente. Cada creyente debe ser
vigilante en cuanto a la moral cristiana que el diablo quiere
destruir. Por lo tanto, la mujer cristiana debe evitar el uso de
ropa de estilo extravagante, faldas cortas y provocativas,
joyas o adornos exagerados, el corte de cabello, el uso de
pinturas y todo lo que pueda demostrar falta de modestia y
una actitud desagradable al Señor (1 Pedro 3:3).

El hombre cristiano también debe abstenerse de toda


apariencia vanidosa y ridícula, incluyendo la tendencia
moderna o unisex (2 Corintios 6:17,18). La compostura de
todo varón cristiano debe estar acorde con las prácticas de
los principios cristianos en la Iglesia. Debe, por tanto, evitar
muestras de rebeldía, como el dejarse crecer la barba o
“chivas”, melenas o hacerse cortes ridículos del cabello (1
Corintios 11:2-16).

Preguntas de repaso

1. ¿Cuáles son los dos aspectos de la verdadera santidad?

2. ¿Qué pasajes bíblicos se les puede mostrar a los que dicen


que “lo de afuera no importa”?

3. ¿Qué significa “santificar” en el sentido bíblico?

4. ¿Cómo explica usted eso de que la santidad es tanto


instantánea como progresiva?

5. Mencione algunas razones por la que el creyente debe ser


santo.

6. ¿Cómo puede ser santificado el cristiano?


7. Mencione algunos resultados de la santificación.
8. ¿Cómo deben vestir nuestras hermanas en Cristo de
acuerdo con 1 Pedro 3:3?

9. ¿Cómo debe vestir y comportarse todo varón cristiano?

ESTUDIO 10

LA ORACIÓN

“También les refirió Jesús una parábola sobre la


necesidad de orar siempre, y no desmayar” (Lucas 18:1).

Dios nos habla a través de toda la Biblia sobre la


importancia de la oración. La vida espiritual del creyente y
su crecimiento en el Señor dependen en gran medida del
hábito de la oración. Todo cristiano debe estar bien
consciente de que “su vida está escondida con Cristo en Dios
(Colosenses 3:3). También debe saber que hay que pedir en
oración y recibir de arriba cada día lo que necesita. Además
debe aprender a renovar y fortalecer continuamente su
comunión con el Padre y con el Señor Jesucristo. Sólo
cuando se conserva esa relación y amistad personal con el
Dios vivo se puede encontrar bendición genuina y
abundante.

I. Definición de la oración

En primera instancia, orar es hablar con Dios. Orar es


pedir (Mateo 7:7). Es establecer comunión con el Padre por
medio de su Hijo Jesucristo (Juan 14:13-14). Es la forma que
Dios ha provisto para que sus hijos se comuniquen con EL
Nuestra relación con Dios debe estar fundada sobre las
bases de una completa confianza y obediencia. Como hijos
debemos acercarnos a nuestro Padre celestial con amor y
gratitud. Nuestra oración debe ser una expresión absoluta de
confianza, sabiendo que El nos oye (1 Juan 5:14,15). La
oración es más que palabras pronunciadas con la boca; es la
actitud y expresión del corazón hacia Dios.

II. Modelo bíblico de la oración

Para bendición de todos los creyentes y especialmente


los recién convertidos, la Palabra de Dios presenta un
claro y sencillo procedimiento para la oración eficaz. La
oración que Jesús le enseño a sus discípulos, mejor
conocido como “El Padre Nuestro”, es el mejor modelo
(Mateo 6:9-13).

1. La oración eficaz empieza siempre con alabanza y


adoración (Salmos 103:1; Mateo 6:9). En está oración, Jesús
indica que toda oración debe ser dirigida al Padre e iniciarse
con una alabanza: “Santificado sea tu nombre”. EL Salmos
103 es un ejemplo: el salmista empieza su plegaria con la
exclamación “bendice alma mía a Jehová, y bendiga todo mi
ser su santo nombre” (Salmos 103:1).
2. En segundo lugar, debe haber una genuina confesión a
Dios. Esta es la manera de ponernos a cuenta con Dios
cuando alguna falta nuestra haya interrumpido nuestra
relación con El (1 Juan 1:9).
3. En la tercera fase de la oración eficaz van nuestras
peticiones delante de Dios (Mateo 7:7,8). Nuestra vida
natural es una indeterminable cadena de necesidades. En la
mayoría de los casos no sabemos ni podemos suplir nuestras
necesidades por cuenta propia. Pero el Padre nuestro que está
en los cielos sabe y puede ayudarnos siempre, “porque todas
las cosas son posibles para Dios” (Marcos 10:27). Dios sabe
de qué cosas tenemos necesidad. Pero se complace en
escuchar nuestras peticiones.
4. Un cuarto aspecto de la oración cristiana es la intercesión.
Interceder es rogar por otros. El cristiano no puede ser
egoísta. En sus oraciones, igual que en los demás aspectos de
su vida, debo primero pensar en los demás.

Todo buen creyente se interesa en las necesidades


ajenas y las presenta ante el trono de la gracia. Sin duda, a
nuestro derredor hay familiares y vecinos enfermos, pobres,
afligidos y sin Cristo en su corazón por quienes debemos
interceder delante del Señor. Es más el cristiano también
tiene que interceder con amor por sus enemigos, si los
tuviera. El Señor dijo: “Orad por los que os ultrajan y os
persiguen” (Mateo 5:44).

5. El último paso de la oración ejemplar es dar gracias a


Dios por sus bendiciones, presentes y futuras (Efesios 5:20).

III. Condiciones de la oración eficaz


Santiago afirma que “la oración eficaz del justo puede
mucho” (Santiago 5:16). Pero sus efectos poderosos sólo se
dan cuando la misma reúne una serie de condiciones:

1. En primer lugar, la oración debe ser definida y


especificada. Nuestra oración debe ser presentada ante Dios
de una manera definida. Hay que orar a Dios por una cosa
específica y esperar una respuesta definida. Pero dicha
petición debe hacerse de acuerdo a su voluntad. Dios sabe o
que mejor nos conviene. El puede poner en nuestro corazón
la necesidad de orar por una persona no salva. En tal caso,
debemos mencionar el nombre de tal persona en nuestra
oración. La oración definida e incesante por dicho individuo
será escuchada y contestada por el Señor y lo salvará. Esa es
la gran promesa de Mateo 21:22 y 1 Juan 5:16.

2. En segundo lugar, la oración debe estar impregnada de fe


y confianza. Hebreos 11:6 dice que “sin fe es imposible
agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a
Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan”.

Jesús mismo prometió a los suyos: “Todo lo que


pidieres en oración, creyendo, lo recibiréis” (Mateo 21:22).
Santiago afirma esto cuando dice, después de invitar a la
oración: “Pero pida con fe, no dudando nada, porque el que
duda es semejante a la onda del mar” (Santiago 1:6). Si
nuestra oración esta dentro de la voluntad de Dios, todo lo
que tenemos que hacer después de orar es esperar que Dios
nos responda.
3. La oración debe hacerse con una actitud de humildad. Una
forma de orar es de rodillas, con lo cual se demuestra
humildad delante de Dios (Isaías 57: 15). Pero estar de
rodillas no es el todo; es necesario que junto con esa postura
haya también una actitud de humildad en el corazón. Un
ejemplo de esto lo hallamos en el saco de la oración del
fariseo y el publicano (Lucas 18:10-14). Este último tenía un
corazón lleno de humildad y lo demostró exteriormente por
la forma en que clamaba a Dios. Cuando se construyó el
templo de Jerusalén, Dios hizo pacto con Salomón y le dijo:
“Si se humillaré mi pueblo, sobre el cual mi nombre es
invocado, y oraren y buscaren mi rostro, y se convirtieren de
sus malos caminos, entonces yo oiré de los cielos, y
perdonaré sus pecados y sanaré su tierra” (2 Crónicas 7:14;
véanse también Hechos 9:40; Efesios 3:14).

4. La oración debe ser hecha con perseverancia. La


perseverancia es una cualidad no muy común con relación a
la oración. Por eso Jesús hizo énfasis en la necesidad de ella
por lo menos en dos de sus parábolas (Lucas 11:5-8; 18:1-8).
No hay otro aspecto de la vida cristiana en el cual se flaquee
con tanta felicidad como en la oración. Nuestra debilidad nos
lleva a dejar caer las manos y paralizar las rodillas, pero la
Biblia enseña que no debemos desalentarnos por nada,
porque “el Espíritu mismo nos ayuda en nuestra debilidad”
(Romanos 8:26). Este fue el secreto de Moisés en momentos
de oscuridad y desaliento: “Se sostuvo como viendo al
invisible” (Hebreos 11:27).

La oración perseverante es el secreto para alcanzar una


vida de santidad y prosperidad espiritual. Es también el
secreto para obtener una segura respuesta de parte de Dios.
Cuando el apóstol Pedro fue encarcelado en Jerusalén, “la
iglesia hacía sin cesar oración a Dios por él “(Hechos 12:5),
lo cual trajo como respuesta de Dios la liberación milagrosa
del apóstol. Si tenemos grandes deseos de que Dios responda
a nuestras súplicas debemos clamar a Él con perseverancia y
fervor espiritual, pues la oración verdadera fluye del
corazón.

IV. Conclusión
Nada mejor que concluir esta sección sobre la oración
con las alentadoras palabras que dicen: “Así que, hermanos,
teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos
abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un
gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con
corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los
corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con
agua pura” 8Hebreos 10:19-22).

Preguntas de repaso

1. ¿Qué importancia tiene para el creyente el hábito de la


oración?

2. Dé algunas definiciones sencillas de “oración”.

3. Además de las palabras, ¿qué elementos hay en la oración


eficaz?
4. ¿Qué oración nos sirve de modelo?

5. ¿Por qué debemos empezar siempre nuestra oración con


“alabanza y adoración”?

6. ¿Para qué sirve la “confesión” en la oración cristiana?

7. ¿Por qué debe haber “intercesión” en nuestra oración y


que se necesita para ello?

8. ¿Qué se da a entender cuando se dice que la oración debe


ser “definida”?

9. ¿Qué aprendemos en la parábola del fariseo y el publicano


sobre la oración?

10. ¿Por qué es tan importante que haya “perseverancia” en


la oración?

ESTUDIO 11

LA CONDUCTA CRISTIANA

La Biblia enseña muy claramente que “si alguno está en


Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). El objetivo
principal del verdadero creyente debe ser agradar a Dios con
su vida y luchar diligentemente por apartarse de todas las
cosas y costumbres que pudieran perjudicar su relación con
Él.

I. Lo que todo creyente debe evitar

1. El cristiano debe rechazar todo culto falso, ya sea a


imágenes, a los ángeles, a los demonios o a otro ser humano.
También ha de oponerse a las supersticiones, los curanderos,
el espiritismo, la santería, el horóscopo y todas las demás
falsedades que el diablo utiliza (Levítico 19:4; 26:1; Salmo
97:7; Isaías 42:17; 66:3; Jeremías 51: 17; 1 Tesalonicenses
1:9; Apocalipsis 21:8).

2. El creyente debe abstenerse de juegos de azar y loterías,


porque tales prácticas contribuyen a una vida llena de ocio y
pecado (Daniel 6:4; 2 tesalonicenses 3:10-12).

3. Los hijos de Dios no deben tener amor al dinero


(Proverbios 10:22; 20:21; 1 Timoteo 6:10).

4. Los cristianos deben abstenerse del uso de licor, drogas


narcóticas o estupefacientes, tabaco y cualquier otra
sustancia dañina tanto para el que la consume para los que
lo rodean (Proverbios 20:1; Isaías 55:2; 1 Corintios 6:19,20).

5. El cristiano no debe participar de las diversiones


mundanas, como el baile, el cine y las películas
pornográficas, porque todo esto da ocasión a las pasiones
carnales (Romanos 13:14; 1 Tesalonicenses 5:22).
6. Los cristianos deben rechazar la práctica del aborto
(Éxodo 1:16,17; Salmo 127:3; 139:16; Mateo 5:21).

II. Obligaciones civiles del cristiano

1. El cristiano debe someterse a las autoridades legalmente


establecidas en su país, estado, ciudad y comunidad
(Romanos 13:1-7).

2. El creyente debe pagar todas sus deudas y cumplir con


todos los compromisos que hubiere contraído (Romanos
13:8).

3. El cristiano debe constituir su hogar legalmente y de


acuerdo con las enseñanzas establecidas por la Iglesia. Los
que viven en concubinato deben legalizar su estado
matrimonial (Hebreos 13:4). Las personas solteras o viudas
que decidan casarse deberán hacerlo sólo con personas de su
misma fe (Deuteronomio 7:2-4, 1 Corintios 7:39; 2 Corintios
6:14) Nuestra Iglesia condena la unión entre personas del
mismo sexo (Génesis 2:24; Mateo 19:5).

III. El cristiano y su apariencia

Los creyentes deben actuar con toda madurez cristiana


en cuanto a la ropa, las modas, el arreglo del cabello y el uso
de pintura. Las modas exageradas y la vanidad en la
apariencia son tendencias que se han apoderado de los
hombres y de las mujeres en el mundo de hoy.
Lo peligroso es que también entre cristianos se ha
dejado sentir esa influencia mundana. En muchos casos,
poca o ninguna diferencia se nota entre los creyentes y los
del mundo. Esto no puede ser así. Dios se ha expresado en su
Palabra de una manera fuerte y clara en contra de tales
vanidades y es nuestro deber como hijos suyos buscar la
mejor manera de agradarlo interna y externamente en nuestra
vida.

Un estudio cuidadoso de los pasajes siguientes puede


dar suficiente orientación sobre la manera en que los hijos de
Dios deben vestir y conducirse en el mundo. Por una parte,
el vestir con modestia y decencia es agradable a un Dios tan
santo como el nuestro. Por la otra, eso se constituye en un
testimonio ante los que no han conocido al Señor
(Deuteronomio 22:5; 1 Corintios 6:19,20; 11:14,15; 1
Timoteo 2:9,10; 1 Pedro 1:13-19; 3:3,4). Los principios
bíblicos se aplican a ambos sexos.

Preguntas de repaso

1. Mencione por lo menos cinco cosas que el cristiano debe


evitar para poder decirse que observa una conducta correcta.

2. Mencione algunas obligaciones civiles del creyente.

3. ¿Qué aprendemos en Romanos 12:1,2 sobre la conducta


cristiana.
4. ¿Cuál debe ser nuestra actitud hacia el aborto?

5. ¿Qué pasajes bíblicos se podrían citar en contra del uso de


drogas narcóticas, licor y otras sustancias inapropiadas?

6. Según Hebreos 13:4, ¿qué deben hacer los que viven en


concubinato?

7. ¿Cuál debe ser la postura cristiana en cuanto al corte del


cabello?

ESTUDIO 12

DEBERES Y DISCIPLINA EN LA IGLESIA

Toda persona que acepte a Jesucristo como Salvador y


Señor de su vida debe inmediatamente formar parte del
cuerpo de Cristo en una congregación local. El asistir a una
iglesia le permitirá ser doctrinado y bautizado en agua en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para luego
llegar a ser un miembro en plena comunión. La Biblia
enseña con claridad que todo cristiano tiene deberes y
responsabilidades hacia Dios, hacia sí mismo y hacia la
Iglesia. Se indica también que la Iglesia está en la capacidad
de establecer cierta disciplina que debe ser obedecida por
cada uno de sus miembros para que haya armonía en la
congregación, para que cada creyente crezca espiritualmente
y dé un buen testimonio cristiano ante el mundo.

I. Sus deberes hacia el Señor

1. Si ha nacido de nuevo, lo primero que debe hacer es la


manera de crecer en el Señor (2 Pedro 3:18).

2. Todo cristiano debe aprender a confiar en el Señor como


un hijo confía en su padre (Salmo 103:13).

3. Una de las cosas esenciales de la vida cristiana es aprender


a hablar con el Señor y comunicarse con Él por medio de la
oración (Mateo 7:7-11).
4. Como hijo de Dios, el creyente tiene que ser obediente a la
Palabra del Señor y dejar que su vida sea dirigida por el
Espíritu Santo (Romanos 8:14).

5. Uno de los principales deberes del creyente es compartir


con otros las bendiciones de la salvación que le han sido
dadas. Es decir, participar en la obra de la evangelización
(Juan 15.16).

6. Los cristianos deben consagrar al Señor el día domingo


para adoración a Dios, el estudio de la Palabra y el servicio
de la iglesia. El Nuevo Testamento señala claramente al
primer día de la semana como el día observado por la iglesia
cristiana desde sus principios.

Razones para reunirse ese día y no el sábado judaico:


1. La abrogación del sábado en el nuevo pacto (véanse Óseas
2:11). LA cita de Óseas deja bien claro que la abrogación
incluía tanto a los sábados anuales (fiestas o solemnidades
especiales) como al sábado semanal (véanse Gálatas 4:9,10;
Colosenses 2:16).

2. Aunque los propagadores de la doctrina de la observancia


del sábado insisten en que el Señor Jesucristo guardaba ese
día, debemos tener presente lo siguiente:

a. El Señor Jesucristo nació bajo la ley (véanse Lucas


2:22,23; Gálatas 4:4)
b. Ministró bajo la ley (Véanse Marcos 3:2; Lucas 4:16;
Juan 8:5).
c. Fue crucificado bajo la ley (véanse Juan 19:7; Gálatas
3:139.

Con su muerte expiatoria El concluyó o consumó la


dispensación de la ley y estableció un nuevo pacto (véanse
Lucas 22:20; Juan 19:30; 1 Corintios 11:25, Hebreos 9:15).

Ahora, libres de la ley, podemos exclamar: “…pues no


estamos bajo la ley, sino bajo la gracia” (véanse Juan 1:17;
Romanos 6:14; gálatas 2:21; 3:24,25; Efesios 2:8,9).

3. En el libro de los Hechos aparece Pablo predicando a


Cristo en las sinagogas en días sábado (véanse Hechos 9:20;
13:5; 17:17).

Es evidente que Pablo se encuentra predicando a los


judíos que acostumbraban congregarse en ese día, pero
veamos la razón por la que se reunía con ellos: “Me hecho a
los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están
sujetos a la ley (aunque yo no este sujeto a la ley), para ganar
a los que están sujetos a la ley” (1 Corintios 9:20).

En el mismo libro de los Hechos y en las epístolas


encontramos que las reuniones de los cristianos se
celebraban el primer día de la semana (véanse Hechos 20:7;
1 Corintios 16:1,2).

4. ¿Por qué la iglesia cristiana observa el domingo o primer


día de la semana?

a. En Marcos 16:9 se registra la resurrección del Señor


Jesucristo el primer día de la semana.

b. El primer día de la semana Jesús se aparece a los


discípulos que iban camino a Meaux. Además, ese mismo
día se reunió con sus discípulos (véanse Lucas 24:36-43;
Juan 20:19).

c. Las mujeres que habían ido al sepulcro le rinden adoración


el primer día de la semana (véase Mateo 28:1,9,10).

d. Fortaleció y comisionó a sus discípulos el primer día de la


semana (véase Juan 20:19-23).

e. El primer día de la semana nace, con potencia, la Iglesia


que ha sido bautizada con el poder del Espíritu Santo (véanse
Levítico 23:15,16; Hechos 2:1-4)
f. Surge ese mismo día la primera gran cosecha de almas
(véanse Hechos 2:41).

g. El primer día fueron dadas las profecías del libro de


Apocalipsis, que de tanta importancia son para la iglesia
(véase Apocalipsis 1:10, versión 1909 Actualizada).

h. y, repetimos una vez más, es en ese mismo día cuando


encontramos a la iglesia celebrando sus reuniones
principales (véanse Hechos 20:7. 1 Corintios 16:1,2).

II. Sus deberes hacia la Iglesia

1. Asistir fielmente a los cultos y las demás actividades de su


iglesia para crecer y madurar espiritualmente (Hebreos
10:25).

2. Amar a los demás miembros de la iglesia y orar


constantemente por ellos (Juan 15:12-17).

3. Pagar sus diezmos con fidelidad y ofrendar con


generosidad según el Señor lo vaya prosperando (Génesis
14:18-20; Malaquías 3:6-10; 1 Corintios 9:13,14; 16:2).

4. Contribuir con los proyectos evangelísticos y misioneros


de la iglesia local (Eclesiastés 11:1; Romanos 10:12-15; 2
Corintios 9:6-8).

5. Respetar al pastor y a los demás oficiales de su iglesia


como muestra de humildad y sumisión delante del Señor (1
Tesalonicenses 5:12,13; Hebreos 13:7-17).
6. Sujetarse a las normas y a la disciplina de la iglesia que la
iglesia establece y cuya autoridad se impone sobre todos los
que no andan de acuerdos con los reglamentos adoptados de
acuerdo con la Palabra de Dios (1 Corintios 5:11,12).

7. Ceñirse a las normas correctas establecidas en la Biblia


para arreglar las ofensas y diferencias personales entre los
demás miembros de la iglesia. (Mateo 18:15-17).

8. Participar en proyectos de ayuda a los necesitados de la


comunidad (Santiago 1:27).

III. Problemas que se deben evitar

1. Pleitos entre los hermanos en la fe y los familiares (1


Corintios 6:6).

2. Contiendas y divisiones (Romanos 16:17).


3. Actos de inmoralidad (1 Corintios 5:11).

4. Conducta desordenada (2 Tesalonicenses 3:6).

5. Doctrinas falsas (Gálatas 1:9).

IV. ¿Cuál es la razón de la disciplina?

La disciplina, establecida por la Iglesia, sobre las bases


de la Palabra de Dios, tiene como objetivo principal servir
como medio para la restauración de cualquier creyente que
haya fallado. El proceso consiste en conducir al
arrepentimiento a todo miembro que haya cometido alguna
falta y ofrecerle un plan por el cual pueda llegar a una
restauración espiritual, moral y dentro de la congregación
(Proverbios 15:32; 2 Corintios 2:5-11; Hebreos 11:12).

Preguntas de repaso

1. Mencione por lo menos cinco deberes del creyente como


miembro de una iglesia.
2. ¿Cuál debe ser la actitud del creyente hacia su pastor y los
demás líderes de la congregación?

3. ¿Cómo se debe emplear en día del Señor, el domingo?

4. ¿Qué se entiende por disciplina en la iglesia local?

5. ¿Cuál es el objetivo principal de la disciplina en la iglesia?

6. Mencione algunas cosas que el cristiano debe evitar.


7. ¿Qué cree usted que puede suceder con un creyente que no
quiera fijar su membresía en una iglesia?
ESTUDIO 13

EL BAUTISMO EN AGUA

“Por tanto, id haced discípulo a todas las naciones,


bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del
Espíritu Santo” (Mateo 28:19). “Y les dijo: Id por todo el
mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El creyere y
fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere, será
condenado” (Marcos 16:015,16).

I. Significado del bautismo en agua

1. La palabra “bautismo” viene de la voz griega bautizo, que


significa literalmente “sumergir”, “hundir” e “inmergir”. El
término era usado tanto para referirse a los lavamientos
como a la actividad de los que sumergían tela o lana para
teñirla.

2. El bautismo en agua en una ordenanza establecida


directamente por nuestro Señor Jesucristo (Mateo 28:19;
Marcos 16:015,16).

3. El bautismo es el medio por el cual el creyente confiesa


públicamente su fe en Cristo como su Salvador y Señor
(Hechos 8:36,37).

4. EL rito del bautismo es el acto mediante el cual el recién


convertido es aceptado como miembro de la iglesia local.

II. Lo que simboliza el bautismo


1. El acto del bautismo en agua es un símbolo perfecto de
muerte, sepultura y resurrección a una vida nueva en Cristo
(Romanos 5:6; 6:1-4; 8:9; Colosenses 2:12).

2. En el bautismo hay también un simbolismo del lavamiento


o limpieza espiritual que se efectúa en el creyente por la
aplicación de la sangre de Jesucristo (Hechos 3:19; 22:16).

3. Es además una demostración externa del sometimiento del


creyente al dominio de Cristo como Señor de su vida
(Hechos 2:38).

4. El bautismo es una manera de hacer confesión pública de


pecados (Mateo 3:6; Lucas 3:3-11).

5. Por medio del bautismo se simboliza la lealtad a Dios


(Mateo 28:20).

6. El bautismo es una expresión externa de la experiencia


salvadora en lo interno del ser humano (Romanos 6:3-11;
Colosenses 2:12).

III. En que consiste el bautismo

1. El bautismo consiste en sumergir en agua a toda persona


que confiese haber recibido a Jesucristo como su Salvador
(Hechos 8:37).
2. La ordenanza del bautismo en agua debe ser administrada
por un ministro ordenado en la Iglesia o por alguien
designado oficialmente para el efecto.

IV. Los que deben ser bautizados

1. Deben ser bautizadas todas las personas que hayan


experimentado un verdadero arrepentimiento de sus pecados
(Hechos 2:38).
2. El bautismo en agua debe ser administrado a todos los
creyentes que hayan confesado sus pecados al Señor (1 Juan
1:9).

3. Este paso de obediencia es para personas que creen que


Jesucristo es el Hijo de Dios (Marcos 16:15,16; Hechos
8:37).

4. Deben bautizarse todos los que quieran dar testimonio


público de su fe en Cristo Jesús (2 Timoteo 1:8).
5. Se debe llevar a las aguas del bautismo a los creyentes que
hayan sido instruidos en la doctrina del santo evangelio,
como se enseña en Mateo 28:18-20; Hechos 2:38 y 22:16.

V. La forma del bautismo en agua

1. Por inmersión. La forma más apegada a las enseñanzas de


la Palabra de Dios es la inmersión del cuerpo del creyente en
el agua. Esto se deduce de las informaciones que tenemos en
los pasajes como Mateo 3:16; Juan 3:22,23; Hechos 8:36-38
Romanos 6:4.
2. La fórmula establecida por Jesús es la fraseología que se
da en Mateo 28:19: “En el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo.”

VI. Conclusión
El bautismo en agua no salva a nadie por sí solo, sin
embargo es ordenado en las Escrituras para toda persona que
ya ha experimentado la salvación de su alma pero que
necesita expresarlo de manera externa. Es un paso de
obediencia que todo creyente debe dar si quiere hacer
realidad la Palabra del Señor en su vida (Mateo 28:19; Juan
14:15).

Nadie debe percibir el bautismo como un mero rito


religioso ni como mera puerta de entrada a la membresía de
una iglesia. Este es una acto de obediencia a Cristo como el
Señor de su vida.

Preguntas de repaso
1. ¿Quién instituyo el bautismo cristiano?

2. ¿Qué es el bautismo en agua?

3. Haga una lista de todo lo que simboliza el acto cristiano


del bautismo, según las Escrituras.

4. ¿Por qué se practica el bautismo por inmersión?

5. ¿Quiénes deben ser bautizados en agua?


6. ¿Qué fraseología debe usarse en la ceremonia del
bautismo en agua?
7. ¿Por qué se requiere el bautismo, si no tiene éste poder
para salvar al ser humano por sí solo?

ESTUDIO 14

LA SANTA CENA
La Cena del Señor es una ordenanza establecida por
Cristo Jesús en la víspera de su muerte expiatoria. Este acto
solemne consiste en la participación por la congregación del
pan y el fruto de la vid como símbolos del cuerpo y la sangre
del Señor.

I. La institución de la Santa Cena

1. Este acto fue instituido por Jesús en el aposento alto de


Jerusalén, durante sus últimas horas con sus discípulos,
previas a su muerte (Mateo 26:17-29; Marcos 14:12-25;
Lucas 22:7-23; Juan 13:21-30; 1 Corintios 11:23-26).

2. Jesús ordenó que fuera observada por la Iglesia como


recuerdo de su muerte (1 Corintios 11:26; Hebreos 9:12).

3. Este un acto que anuncia la liberación del creyente del


pecado (Romanos 3:25,26; Hebreos 9:15-17).

4. Es un acto por medio del cual nos identificamos con un


nuevo pacto y una nueva naturaleza (2 Corintios 3:6; 2 Pedro
1:4).

5. La Cena del Señor es una señal de vida espiritual y una


expresión de la comunión que se debe caracterizar a todos
los miembros del cuerpo de Cristo. (1 Corintios 11:16,17).

6. La Cena del Señor es un acto profético con el cual se


anuncia la segunda venida de Cristo (1 Corintios 11:26).

II. Una ordenanza para todo creyente


1. Este acto debe ser observado por todo creyente bautizado,
miembro de la Iglesia como parte de la familia cristiana (1
Corintios 11:23-26).

2. Todo creyente debe estar consciente de este acto solemne


antes de participar de él (1 Corintios 11:27-29).

3. Los cristianos deben ceñirse a las instrucciones de la


Palabra de Dios para la observancia de esta ordenanza (1
Corintios 11:33,34).

III. Los elementos de la Cena del Señor

1. El pan sin levadura representa el cuerpo glorioso de


nuestro Señor Jesucristo, quien nos vivifica (Juan 6:48-51)

2. El fruto de la vid es un símbolo de la sangre de Cristo, la


cual nos limpia de todo pecado (Lucas 22:20).

IV. Otros nombres para esta ordenanza

1. El partimiento del pan (Hechos 2:42).

2. La comunión (1 Corintios 10:16).

3. La mesa del Señor (1 Corintios 10:21).

V. Cuándo debe celebrarse este acto


1. En las Escrituras no se especifica con qué frecuencia debe
celebrarse la Cena del Señor.

2. Lo recomendable es celebrarla cuantas veces sea posible,


o por lo menos dos veces al año. Debe hacerse, en ocasiones
especiales, como en servicios bautismales, servicios de fin
de año y renovación de votos, o en retiros.

3. La Iglesia local debe establecer en su calendario de


actividades la frecuencia con que se celebrará esta
ordenanza.

4. La Cena del Señor no debe convertirse en una rutina, para


no perder su solemnidad y significado, pero tampoco se debe
descuidar, para no perder la bendición que se recibe por
medio de ella.

VI. Actitud de los participantes

1. El creyente debe acercarse a la mesa del Señor con


reverencia, ya que se trata de un acto solemne ordenado por
nuestro Salvador.

2. Debe haber una actitud de profunda meditación y


adoración al Señor.

3. Debemos participar de la Cena del Señor con una actitud


de gratitud por el sacrificio expiatorio de Cristo en la Cruz
del Calvario.
4. Participación digna. Tener plena conciencia de lo que el
acto significa. No hay que hacerlo como una rutina o como
una ceremonia más.
5. Es peligroso participar de la Cena del Señor indigna o
desordenadamente, como lo específica Pablo en 1 Corintios
11:27-34.

VII. Conclusión

Cada vez que participemos de este acto solemne y


hermoso que estableció Jesús para su Iglesia damos
testimonio de que somos parte del cuerpo del Señor. Por
medio de su gracia podemos disfrutar de las bendiciones que
se dan en la Cena del Señor: un fortalecimiento espiritual y
hasta sanidad para nuestro cuerpo. Además de eso, damos un
doble mensaje de la fe en Cristo. “Así pues, todas las veces
que comiereis de este pan, y bebiereis esta copa, la muerte
del Señor anunciás hasta que él venga” (1 Corintios 11:26).

Preguntas de repaso

1. ¿En qué momento estableció Jesús esta ordenanza de la


Santa Cena?

2. ¿En qué lugar celebró Jesús la Santa Cena con sus


discípulos?

3. ¿Qué elementos usó el Señor para la celebración de este


sacramento?
4. ¿Quiénes pueden y deben participar de esta celebración en
la iglesia?

5. ¿Qué otros nombres se dan en el Nuevo Testamento a esta


ordenanza?

6. ¿A cada cuanto tiempo se debe tener la Santa Cena en la


iglesia?

7. De acuerdo, con el pasaje 1 Corintios 11:27, ¿con que


actitud debe participar el creyente de este acto?

8. ¿Qué acontecimiento pasado se recuerda en la Cena del


Señor?

9. ¿Qué acontecimiento futuro se anticipa con este


sacramento?

ESTUDIO 15

EL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO

I. En qué consiste

El bautismo en el Espíritu Santo es la investidura de poder


de lo alto sobre la vida del creyente (Lucas 24:49; Hechos
1:8).
II. Una promesa y una esperanza

1. Cristo es el Bautizador (Mateo 3:11; Hechos 11:16).


2. Es un don o regalo de Dios para todos los creyentes que lo
piden (Juan 7:37,39; Hechos 5:32).

3. Dios no dejó de darlo después del día de Pentecostés


(Hechos 19:6).

4. El Espíritu Santo ha sido enviado a los que obedecen a


Dios (Juan 15: 26,27; Hechos 5:32).

III. Es subsecuente al nuevo nacimiento

1. Los discípulos recibieron el bautismo en el Espíritu Santo


después de haber creído y de ser salvos (Lucas 24:49;
Hechos 1:4; 2:1-4).

2. Los samaritanos, los de Cesarea y los efesios recibieron el


don del Espíritu Santo después de haber creído (Hechos
8:14-17; 10:44-47; 19:1-6). Los efesios ya habían creído en
el Señor, pero ni siquiera había oído acerca del bautismo en
el Espíritu Santo. Después, al escribirles, les dijo que
“habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa” (Efesios 1:13).

IV. El bautismo es necesario

1. Porque es una promesa del Señor (Lucas 24:49).


2. Es importante para echar fuera la tibieza espiritual
(Apocalipsis 3:14,15)

3. Es un elemento importante para ser testigos de Cristo


(Hechos 1:8).

4. Contribuye la edificación espiritual (1 Corintios 14:4).

5. Es necesario para tener poder en el servicio del Señor


(Lucas 4:18,19; Hechos 1:8)

6. Es muy importante para comprender las Escrituras (Juan


14:26; 16:13; 1 Juan 2:27)

V. Cómo recibir el bautismo

1. Como respuesta a la oración personal (Lucas 11:11,13;


Juan 7:37,39).
2. Escuchando la predicación de la Palabra (Hechos 2:14;
10:34-36).

3. Con la ayuda de la oración de otros (Hechos 8:15).

4. Por medio de la imposición de manos (Hechos 8:17).

VI. Condiciones para recibirlo

1. Arrepentimiento (24:46,47; Hechos 2:38; 17: 30).


2. Haber nacido de nuevo (Lucas 11:13; Juan 3:3; Gálatas
4:6).

3. Tener fe en Dios y en su Palabra (Isaías 40:31; Gálatas


3:14).

4. Tener “hambre y sed de Dios” (Mateo 5:6; Juan 7:37)

5. Ser obedientes al Señor (Hechos 5:32)

VII. Evidencias del bautismo

1. Poder para el servicio de Dios y autoridad para con los


hombres (Hechos 1:8; 2:14,36; 7:51-60).
2. Poder para testificar del Señor (Juan 15:27; Hechos 1:8; 1
Corintios 1:4,5).

3. Pasión por las almas perdidas.

4. Hablar en otras lenguas (Marcos 16:17; Hechos 2:4;


10:46; 19:6; 1 Corintios 14:39).

5. Milagros y sanidades (Hechos 3:1-9; 4:4-16).

6. Deseo ardiente por una vida de oración y servicio (Hechos


2:42; 6:3,4; Colosenses 3:23,24).

VIII. Conclusión
El bautismo en el Espíritu Santo no fue una experiencia
dada solamente a la Iglesia primitiva, ni es un fenómeno
dado únicamente a los pentecostales de este siglo veinte. La
historia prueba que a partir del día de Pentecostés siempre a
habido creyentes llenos del Espíritu Santo.

Preguntas de repaso

1. Dé una definición del bautismo en el Espíritu Santo.

2. ¿Quién bautiza a los creyentes en el Espíritu Santo?

3. ¿Qué relación hay entre el nuevo nacimiento y el bautismo


en el Espíritu Santo?

4. Enumere las razones por la que todo creyente debe recibir


el bautismo en el Espíritu Santo.

5. ¿Qué se necesita para recibir esta experiencia espiritual?`


6. Mencione los lugares en que esta experiencia fue
acompañada del hablar en otras lenguas.

7. De acuerdo con Juan 7:37, ¿qué se necesita para recibir el


bautismo?

8. De acuerdo con Hechos 1:8, ¿para qué recibimos esta


experiencia?
ESTUDIO 16

LOS DONES DEL ESPIRITU SANTO

Puesto que la Iglesia desempeña en el mundo una labor


fundamentalmente espiritual y sobrenatural, se requieren
facultades sobrenaturales para la realización de la misma.
Los dones espirituales son esas capacidades o facultades que
Dios otorga al creyente para el servicio (Hechos 6:8-10; 1
Corintios 12:8-11,14-21; 2 Corintios 10:4; Efesios 4:7,8).
Sin los dones espirituales, la Iglesia no contaría con los
recursos suficientes para desarrollar un ministerio cabal ni
para defenderse y triunfar contra las fuerzas del mal en este
mundo. Los dones enumerados 1 Corintios 12:8-11 son
nueve y pueden dividirse en tres clasificaciones.

I. Dones de revelación

1. Palabra de conocimiento. Una revelación sobrenatural de


la existencia, naturaleza o propósito de una persona, cosa o
suceso, dados a nosotros por el Espíritu Santo para un fin
específico y que de otro modo no podría ser conocido (2
Reyes 5:20-27; Juan 1:47; Hechos 5:3).
2. Palabra de sabiduría. Una revelación sobrenatural de la
sabiduría y propósito de Dios (Génesis 41:28-34; Hechos
27:22-25).

3. Discernimiento. Una revelación sobrenatural para


reconocer y entender y actividad de espíritus malignos
(Lucas 10:18; Hechos 8:20-23).

II. Dones de poder

1. Fe. Es la confianza sobrenatural en Dios para todos


aquellos problemas y necesidades que requieren una
solución sobrenatural (Marcos 11:22; Hechos 3:1-6).

2. Milagros. Intervención sobrenatural del poder de Dios


mediante el cual las leyes naturales son alteradas o
suspendidas momentáneamente para un plan dado (Josué
10:12,13; 2 Reyes 6:6; Juan 2:1-10; Hechos 9:40,41).
3. Sanidades. Poder sobrenatural para sanar toda clase de
enfermedad (Marcos 16:18; Lucas 7:20-22; Hechos 3:1-9).

III. Dones de inspiración

1. Profecía. Unción sobrenatural para la promulgación,


pronunciación o declaración inspirada en el idioma
vernáculo o lenguas interpretadas (Hechos 27:5-11; 1
Corintios 12:10).

2. Lenguas. Unción sobrenatural para la pronunciación o


declaración inspirada en un idioma desconocido para el que
habla (1 Corintios 14:1-5)

3. Interpretación de lenguas. Revelación sobrenatural para


expresar en el idioma conocido lo que se ha dicho en un
idioma extraño, a fin de que la iglesia sea edificada a través
del don de lenguas (1 Corintios 12:10; 14:5,13,26).

La voluntad de Dios es que todos estos dones estén en plena


operación en la iglesia. La Palabra de Dios dice: “Procurad,
pues, los dones mejores” (1 Corintios 12:31) y continúa
diciendo: “Seguid el amor, y procurad los dones espirituales”
(1 Corintios 14:1). Estos dones se manifiestan solamente
cuando le oramos a Dios pidiéndolos (1 Corintios 14:13),
ejercitamos la fe (Romanos 12:6) y tenemos motivos puros y
sanos (Hechos 8:20).

Al mismo tiempo, para los dones estén en continúa


operación en la iglesia no debemos olvidarnos del amor y de
los demás frutos del Espíritu Santo Una manifestación de los
dones sin el amor es como metal que resuena y címbalo que
retiñe; la manifestación del amor sin el ejercicio de los dones
es como una parálisis espiritual. Los dones y los frutos deben
producirse juntos “hasta que todos lleguemos a la unidad de
la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”
(Efesios 4:13).

Preguntas de repaso

1. ¿Por qué se necesita de los dones espirituales en la iglesia


hoy?
2. Mencione las tres divisiones de los dones del Espíritu
Santo según la lista que se da en 1 Corintios 12:8-11.

3. ¿Cómo se define el don de fe?

4. Mencione los tres dones de inspiración.

5. ¿Qué pasajes podríamos dar para probar que Dios quiere


que se manifiesten los dones espirituales en la iglesia?

6. Describa las tres cosas que debemos hacer para que los
dones se manifiesten en nosotros, según 1 Corintios 14:13;
Romanos 12:6 y Hechos 8:20.

8. ¿Qué importancia tiene el amor y los demás frutos del


Espíritu para la manifestación de los dones?
9. De acuerdo con Efesios 4:13, ¿cuál es la meta final de los
dones en la vida del creyente?

ESTUDIO 17

EL CRISTIANO Y LA MAYORDOMÍA

Todo cristiano es un mayordomo de Dios, porque de EL


ha recibido la vida, las habilidades personales que posee y
las posesiones materiales con que cuenta. Lo importante es
que reconozca que todo eso le pertenece a Dios y que de
todo ello tendrá que darle cuenta tarde o temprano. Los que
hemos tenido la experiencia de salvación por fe en la obra
expiatoria de Jesucristo no tenemos dificultades en entender
lo que significa ser un mayordomo o administrador delante
de Dios. La palabra “mayordomo” viene del griego
oikonomos y designa al que cuida y es responsable por el
manejo de una casa. El diccionario Salvat define al
“mayordomo” como “el criado principal a cuyo cargo está
el gobierno económico de una casa o hacienda”.

I. La mayordomía en la Biblia
Dios es el creador, dueño y señor de todo lo que existe
en el universo. En los capítulos 1 y 2 de Génesis se nos
describe el programa de la creación de Dios. En Génesis
1:26 se dice que Dios “hizo al hombre a su imagen,
conforme a su semejanza”. En Génesis 2:7 vemos que Dios
lo formó “del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento
de vida”. Luego, en el pasaje 2:18-22 se dice que Dios
también hizo la mujer y se la presentó al varón como su
compañera idónea. Esta pareja fue hecha como la corona de
la creación de Dios.

En Génesis 1:28-30 se nos informa que Dios le dio a


Adán el privilegio de disfrutar de tantas cosas que habían a
su derredor. También lo puso como mayordomo y Señor de
lo que EL había creado. Pero tanto los privilegios como las
responsabilidades fueron alterados cuando el hombre pecó.
Para restaurar al hombre a su posición inicial fue necesaria la
muerte de Cristo como un medio de gracia para su redención
(Juan 3:16). De manera que tenemos dos razones básicas
para ver a Dios como dueño y señor de todo lo que tenemos,
y aceptar nuestro deber como mayordomos suyos: (1) le
pertenecemos por derecho de creación y (2) somos suyos por
derecho de redención.

II. La mayordomía de nuestro ser

1. En primer lugar debemos ser vigilantes en cuanto a la


consagración y santificación de nuestra vida a fin de que
digamos como Pablo: “Ya no vivo yo, más vive Cristo en
mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo
de Dios” (Gálatas 2:20).
2. Debemos ver que el Señor guarde en santidad todo nuestro
ser: “espíritu, alma y cuerpo” (1 Tesalonicenses 5:23).

3. El Señor puede examinarnos y hacernos saber si nuestra


vida es recta delante de El. Ese fue el secreto del éxito de
David: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón,
pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mi
camino de perversidad, y guíame por el camino eterno”
(Salmos 139:23,24).

4. Somos mayordomos de una vida limpia (1 Corintios


6:19,20)

5. Somos mayordomos de nuestra lengua (Santiago 3:2-5).

6. Debemos glorificar a Dios en nuestro cuerpo y en nuestro


espíritu, pues ambas cosas le pertenecen (1 Corintios 6:20).

III. La mayordomía de nuestro tiempo

1. Moisés pidió la ayuda de Dios para administrar bien su


tiempo: “Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que
traigamos al corazón sabiduría” (Salmos 90:12). El Señor
nos puede ayudar a usar mejor cada momento de nuestra
vida. Que no falte tiempo para orar, meditar, leer la Palabra,
testificar a los perdidos y servir a nuestro prójimo.

2. El proverbista Salomón aseguró que una de las mejores


cosas en que puede usar su tiempo una persona sabia es
ganado almas (Proverbios 11:30).
3. El apóstol Pablo nos aconseja aprovechar bien el tiempo
porque los días son malos (Efesios 5:15-17).

4. Este mismo siervo de Dios nos dice como emplear nuestro


tiempo (Efesios 5:19,20).

5. El horario de la página 84 puede servir para que


aprendamos a llevar un control detallado de las distintas
cosas en que utilizamos nuestro tiempo en cada hora del día.
En cada espacio dado ponga los uno de los siete números
con los que se señalan las distintas actividades del cristiano:
(1) lectura bíblica, (2) oración, (3) Trabajo, (4) descanso, (5)
evangelización, (6) asistencia a la iglesia, (7) otras
actividades.

IV. Mayordomía de talentos y dones

1. Todo ser humano posee ciertas habilidades y talentos


naturales con los cuales Dios lo ha dotado. El cristiano debe
consagrar todas esas virtudes para el servicio de Dios.

2. También Dios ha tenido a bien dar al creyente, de acuerdo


con su fe y grado de consagración, los dones del Espíritu
Santo. (Véase 1 Corintios 12) Estos dones espirituales son
concedidos por el Espíritu de Dios para que el creyente los
use en la Iglesia. Nadie puede disponer de los dones fuera de
la voluntad de Dios.
Horario
Dom. Lun. Mar. Miér. Jue. Vier. Sab.
6:00
7:00
8:00
9:00
10:00
11:00
12:00
1:00
2.00
3:00
4:00
5:00
6:00
7:00
8:00
9:00
10:00
11:00
12:00
3. En efesios 4:11-16, el apóstol Pablo describe las razones
por la que Dios ha concedido los dones a la Iglesia.

4. En Romanos 12:3-8 se establecen los principios que deben


seguir el uso y administración de los dones espirituales.

V. La mayordomía de nuestras posesiones

La gratitud que sentimos hacia nuestro Dios nos estimula a


administrar bien todas las cosas materiales que poseemos:
ropa, casa, dinero, automóviles, etc.

1. El primer ejemplo en cuanto al deber y la bendición de


pagar los diezmos al Señor lo encontramos en el patriarca
Abraham (Génesis 14:17-20; Hebreos 7:2-4).

2. Dios ordeno el cumplimiento fiel de esta obligación


(Malaquías 3:8-10).

3. Los cristianos nos sentimos estimulados a dar


generosamente para la causa del Señor porque El nos ha
garantizado la vida eterna. “El que siembra generosamente,
generosamente también segara”.

4. El Señor ama a los que dan para su obra con alegría de


corazón (2 Corintios 9:7).

5. De acuerdo con las enseñanzas del apóstol, no solo


nuestras posesiones pertenecen al Señor sino también nuestra
vida entera es de El (1 Corintios 6:19-20).
6. No debemos olvidar que Dios nos da abundantes
bendiciones para que seamos generosos en su obra. “Y
poderoso es Dios para hacer que abunde en nosotros toda
gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo
lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2 Corintios
9:8).

7. Esta actitud de una mayordomía cristiana responsable


debe mantenerse en nosotros hasta el momento que aparezca
nuestro Salvador. “Y su señor le dijo: Bien, buen siervo fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré, entra en el
gozo de tu Señor” (Mateo 25:21).

Preguntas de repaso

1. ¿De qué palabra griega viene el término “mayordomía”?

2. ¿Cómo describe este término el diccionario Salvat?

3. ¿Desde cuando se ve en la Biblia el hombre en la posición


de mayordomo de Dios?

4. Cite por lo menos dos pasajes en los que se compruebe


que somos responsables delante de Dios por una
mayordomía de nuestro ser.

5. Haga una copia de la tabla que se da para establecer un


horario y elabore un plan por el cuál usted pueda administrar
mejor su tiempo de cada día.
6. Explique como podemos ser buenos mayordomos de los
dones espirituales que hemos recibido del Señor.

7. ¿Cuál es el primer ejemplo bíblico sobre la practica del


diezmo?

8. ¿Qué dice Malaquías con relación al diezmo?

9. ¿Qué importancia hay en la ley de “la siembra y la


cosecha” de 2 Corintios 9:6 en cuanto a la mayordomía
cristiana?

10. ¿A qué clase de dadores ama el Señor, de acuerdo con 2


Corintios 9:7?

11. ¿Qué aprendemos en el Salmos 90:12 en cuanto a la


mayordomía del tiempo?
ESTUDIO 18

SANIDAD DIVINA

“Jesucristo Es el mismo ayer, hoy y por los siglos”


(Hebreos 13:8). La sanidad divina es parte de los beneficios
que Cristo proveyó para nosotros en la cruz del Calvario y
están a la disposición de todos los que creen (véase Isaías
53:4,5; Marcos 9:23; 16:17,18).

I. La sanidad divina es un don de Dios

1. Dios, en su infinita bondad, no sólo obró la redención del


pecador en el Calvario sino que también proveyó sanidad
para el cuerpo.

2. La sanidad divina es un ministerio que Dios encomendó a


los apóstoles y a todos lo que creen. Allí estamos incluidos
nosotros (Marcos 6:13; Juan 14:12).

3. El ministerio de la sanidad es parte integral de la comisión


que Cristo dio a sus seguidores (Mateo 10:7,8; Lucas 4:18;
10:9).

II. Un ministerio para todo creyente

1. La sanidad divina es parte de las señales que Dios da a los


creyentes. Cuando Jesús dio a sus discípulos la comisión de
ir por todo el mundo a predicar las buenas nuevas también
les dio poder para administrar en su nombre sanidad de
cualquier dolencia física y liberación de toda obra maligna
del diablo. “Y estás señales seguirán a los que creen: En mi
nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa
mortífera, no les hará daño,; sobre los enfermos pondrán sus
manos, y sanarán” (Marcos 16:17,18).

2. Este ministerio que fue iniciado por Jesús habría de


incrementarse después de la ascensión del Señor. “El que en
mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún
mayores hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12).

III. Como se efectúa la sanidad

1. La sanidad divina es impartida por el Señor en respuesta a


la oración de fe de los cristianos (Santiago 5:14).

2. Para recibir los beneficios de la sanidad divina el creyente


tiene que apropiarse de las promesas de Dios por la fe
(Mateo 9:29; 15:25-28; Marcos 10:51,52).

3. La sanidad es realizada por la mano poderosa de Dios,


aunque para ello haga uso de distintos instrumentos,
humanos y materiales (Isaías 53:4,5; Mateo 8:17; 1 Pedro
2:24).

IV. Verdades bíblicas acerca de la sanidad

1. La enfermedad y la muerte vinieron como consecuencia


del pecado del hombre en el huerto del Edén (Romanos
5:12).
2. La enfermedad y la muerte son una maldición que vino
sobre el género humano (Éxodo 15:26; Deuteronomio
28:15).

3. El diablo es el autor de la gran mayoría de las


enfermedades y de los males que afectan a la humanidad
caída. Cristo vino para deshacer las obras del diablo (Lucas
13:16; Hechos 10:38; Hebreos 2:14,15; 1 Juan 3:8).

Notas: hay enfermedades producidas por otros motivos, pero


el Señor también puede sanarlas (véase Juan 9:1-3 y también
el Estudio 22, tema IV punto 3).

4. En la expiación obrada por Cristo se hizo provisión no


sólo para el perdón del pecado sino también para la sanidad
de la enfermedad (Isaías 53:4,5; Mateo 8:17; 1 Pedro 2:24).

5. Esta provisión divina se debe recibir solamente por la fe


(Mateo 8:17).

6. Es la voluntad de Dios que todos los enfermos sean sanos


(Mateo 8:16; Hechos 5:12,15,16).

7. Estas bendición esta incluida en las últimas instrucciones


de Jesús a sus discípulos (Marcos 16:18).

8. En el Nuevo Testamento se dan instrucciones definidas en


cuanto a la administración de este recurso divino (Santiago
5:14).
9. Nadie tiene derecho a revocar o invalidar las órdenes
dadas por el Señor, entre las cuales se incluye la de la
sanidad divina (Hechos 4:19).

10. Jesucristo sigue sanando enfermos, porque El es el


mismo de ayer, hoy por los siglos (Hebreos 13:8).

Preguntas de repaso

1. ¿Quién es el proveedor de la sanidad divina?

2. ¿Qué se puede decir de un ministerio evangelístico sin fe


en la sanidad divina?

3. ¿Para quienes es el ministerio de la sanidad divina?

4. ¿Cómo se efectúa la obra de la sanidad divina en el


creyente?

5. ¿Desde cuándo se empezaron a sentir los efectos de la


enfermedad en la tierra?

6. ¿Quién es el autor de las mayorías de las enfermedades y


de todos los males que han atacado al género humano?

7. ¿Cuál es el procedimiento apropiado para la


administración de este ministerio según Santiago 5:14?

8. ¿Qué pasaje del Nuevo Testamento nos garantiza que


Jesús puede sanar hoy, como lo hizo en los días bíblicos?
Estudio19

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO

La doctrina de la segunda venida de Cristo a la tierra es


un tema de gran importancia en el Nuevo Testamento. En las
Escrituras encontramos no menos de 350 a este gran
acontecimiento de los últimos días. Esta es la esperanza
gloriosa de cada miembro de la Iglesia del Señor. Este
evento debe motivar y alentar a los cristianos a mantener su
salvación y relación personal con Dios.

I. Definición

La segunda venida de Cristo puede ser definida como el


regreso personal y visible de nuestro Salvador a este mundo.
En las Escrituras se habla de este acontecimiento como la
“esperanza bienaventurada” Tito 2:13. Esta esperanza se
funda en las promesas hechas por el mismo Señor, y es
bienaventurada porque contiene múltiples bendiciones para
la Iglesia como el cuerpo de Cristo. La segunda venida del
Señor abarca dos fases importantes:

1. La primera parte se conoce como el “arrebatamiento” o


“traslado”, y se refiere al momento en que la Iglesia será
trasladada al cielo para no pasar por los juicios que habrán
de derramarse durante la tribulación (1 Tesalonicenses 4:15-
18; Apocalipsis 3:10).

2. La segunda fase de este acontecimiento será la venida


visible del Señor en las nubes para juzgar y reinar en la tierra
(Apocalipsis 1:7; 19:11-16).

II. Datos bíblicos de importancia

1. No se nos informa acerca del día ni de la hora de este


suceso (Mateo 24:36, 42).
2. Sin embargo, sabemos que la segunda venida del Señor
esta cerca, por todas las señales que se están cumpliendo
(Mateo 24:3-14).
3. La Biblia habla de guerras, hambres, pestilencias y
terremotos (Mateo 24:6-8).

4. Se anuncian falsos cristos y falsos profetas (Mateo 24:


4,5,11).

5. Se predice persecución contra los cristianos (Mateo


24:9,10).

6. El profeta Ezequiel anunció el regreso de los judíos a la


tierras de Palestina (Ezequiel 37: 21,22).

7. El profeta Daniel predijo el progreso de la ciencia (Daniel


12:4).

III. Información sobre el arrebatamiento

1. En el momento en que el Señor descienda del cielo, los


muertos en Cristo resucitarán en cuerpos incorruptibles (1
Tesalonicenses 4:13-17).

2. Los redimidos que estén vivos serán transformados


instantáneamente y se les revestirá de cuerpos inmortales (1
Corintios 15:51-54).

IV. Los participantes del arrebatamiento

1. Los que hayan nacido de nuevo (Juan 3:3,5).


2. La Iglesia gloriosa, sin mancha ni arruga (Efesios 5:27).

3. Los que hayan renunciado a la impiedad y a los deseos


mundanos (Tito 2:11-14).

4. Los que hagan la voluntad del Padre y obedezcan su


Palabra (Mateo 7:21).

V. La realidad de la tribulación

1. Este será un período de siete años que tendrá lugar entre el


arrebatamiento de la Iglesia y la venida visible del Señor
Jesucristo (Daniel 9:25-27).

2. Los primeros tres años y medio, conocidos como “la


tribulación”, transcurrirán en medio de una paz relativa. La
segunda mitad de este periodo será un tiempo de juicios y
aflicción el cual no había desde principio del mundo, ni lo
habrá. Esto se conoce como “la gran tribulación” (Jeremías
30:4-9; Daniel 9:25,27; Joel 1:15; 2:1; Apocalipsis 3:10).

3. Lo terrible de este periodo se debe a la actividad del


anticristo en la tierra (Mateo 24:21; Apocalipsis 13).

Preguntas de repaso

1. ¿Por qué se le llama en la Biblia “la esperanza


bienaventurada” a la segunda venida de Cristo?

2. Describa las dos fases de la segunda venida del Señor.


3. ¿En cual de estas dos etapas se dice que “todo ojo le
vera”?

4. ¿Qué pasaje de Apocalipsis nos dice que la Iglesia no


pasara por la tribulación?

5. Mencione algunas de las señales que anuncian la


proximidad de la segunda venida de Cristo.

6. Haga una lista de los que participaran del arrebatamiento


de la Iglesia según las Escrituras.

7. ¿cuántos años durará el período conocido como la


tribulación, y en cuantas partes de divide?

8. ¿Cuánto tiempo durará el desastroso reinado del


anticristo?

ESTUDIO 20

EVENTOS DEL FUTURO

“Así dice Jehová… Yo soy el primero, y yo soy el


postrero…” (Isaías 44:6). La Biblia es el libro de Dios. El
inspiró todo lo que ella revela, desde Génesis hasta
Apocalipsis. En la Biblia Dios nos habla del universo, del
pecado, del hombre, de la redención y de todo lo que ha de
suceder. De modo que cuando queremos hablar de las cosas
que acontecerán en el futuro debemos acudir a la Palabra de
Dios. En el libro de Apocalipsis el Señor nos revela de qué
manera todas las cosas alcanzarán su objetivo y
consumación.

I. La muerte

La muerte física es la separación del alma del cuerpo y


la introducción del hombre al mundo invisible. La muerte
vino como resultado del pecado de nuestros primeros padres,
Adán y Eva. La Biblia enseña que hay tres clases de muerte:
la muerte física, la muerte espiritual y la muerte eterna. En la
muerte física el cuerpo se separa del alma. En la muerte
espiritual se interrumpe la comunión con Dios. La muerte
eterna tendrá lugar cuando el cuerpo y el espíritu, reunidos
nuevamente en la resurrección serán lanzados al lago de
fuego y azufre que ha sido preparado para el diablo y sus
ángeles (Mateo 25:41; Romanos 5:12: 6:23; Santiago 2:26;
Apocalipsis 20:10-15).

II. Descripción bíblica de la muerte

1. La primera descripción de la muerte que encontramos en


la Biblia es un retornar al polvo (Génesis 3:19).

2. Job se refiere a la muerte como emprender un camino del


cual no se puede volver (Job 16:22).

3. En el Salmos 115:17 se describió la muerte como el


momento de descender al silencio.
4. En una de sus parábolas, Jesús se refirió a la muerte como
el acto por el cual Dios le pide al ser humano su alma (Lucas
12:20).

5. En la descripción del juicio que fue aplicado contra


Ananías y su mujer se dice que expiraron (Hechos 5:10).

6. El apóstol Pablo consideraba la muerte como una partida


(Filipenses 1:23).

III. A donde va el creyente cuando muere

El cuerpo del ser humano vuelve a la tierra cuando es


sepultado. El “espíritu vuelve a Dios quien lo dio”
(Eclesiastés 12:7) Según el apóstol estar ausentes del cuerpo
es estar presentes con el Señor (2 Corintios 5:8). De acuerdo
con las enseñanzas de la Palabra de Dios podemos asegurar
que cuando el creyente muere va al cielo, a la presencia del
Señor. Esto fue lo que dio a entender Esteban cuando
exclamó en el momento de su muerte: “Señor Jesús, recibe
mi espíritu” (Hechos 7:59). Otro magnífico ejemplo que
afirma esta verdad es el que encontramos en Lucas 16:22.

IV. El cielo

A los justos se le asegura en la Palabra que están


destinados a la vida eterna. El cristiano actualmente
experimenta por la fe la presencia del Dios invisible, pero en
la vida futura verá a Dios cara a cara en el cielo. El cielo es
la morada eterna reservada por Dios para los justos
resucitados. En el cielo estaremos siempre con el Señor y
disfrutaremos de la grata compañía de todos los santos
redimidos a través de las generaciones (Filipenses 3:20,21; 1
Tesalonicenses 4:17; 2 Timoteo 4:6,7; Apocalipsis 2:10;
21:1-7).

V. El Hades y el castigo eterno.

La Biblia enseña claramente que todos los que mueren


sin Cristo serán condenados. Cuando un pecador no
arrepentido muere no va al cielo, ni al paraíso, ni a la
presencia del Señor. Su espíritu es guardado por Dios bajo
condenación y en espera del juicio y del castigo eterno
(Hechos 2:27; Apocalipsis 20:14,15). Las expresiones “lago
de fuego”, “castigo eterno” y “fuego eterno” se usan para
referirse al lugar de condenación eterna. De este asunto
habló claramente Jesús y es algo que se trata ampliamente en
todo el Nuevo Testamento (Mateo 5:29,30; Juan 3:36;
Apocalipsis 19:20; 20:10; 21:8).

Preguntas de repaso

1. ¿Qué tiene que ver la inspiración de la Biblia con el


estudio de las cosas del futuro?

2. Explique el significado de la muerte física.

3. ¿Qué entendemos por muerte espiritual?

4. ¿En qué consistirá la muerte eterna?


5. Mencione las siete maneras en que se describe la muerte a
través de la Biblia.

6. ¿A dónde va el cuerpo y el espíritu del creyente a la hora


de la muerte?

7. ¿Qué definición daría usted del cielo, según las


enseñanzas de la Palabra de Dios?

8. ¿Cuál es el propósito del lugar que se conoce en al Biblia


como “infierno” o Hades?

9. ¿Qué expresiones se usan en la Biblia para describir el


lugar de la condenación eterna?

ESTUDIO 21

EL MILENIO

La palabra “milenio” viene de dos palabras en latín que


significan “mil” “años”. Con este vocablo se describe el
período durante el cual Cristo Jesús reinará sobre la tierra
(Apocalipsis 20:1-10). EL milenio comenzará con la segunda
venida personal y visible de Jesucristo a la tierra y finalizará
con el Juicio del Gran Trono Blanco.

I. Condiciones existentes durante el milenio


1. Los judíos habrán regresado a la tierra de Palestina
(Ezequiel 36:24-28).
2. Será quitada la maldición del hombre y de la creación
animal e inanimada (Isaías 35:1; Ezequiel 36:30,34;
Romanos 8:19-23).

3. Habrá una paz universal (Isaías 2:4; Óseas 2:18; Miqueas


4:3).

4. Volverá la longevidad como en la época patriarcal (Isaías


65:20-23).

5. Antes del milenio y en el transcurso del mismo se


experimentará un avivamiento general (Isaías 66:3; Joel
2:28,29).

6. Todos conocerán al Señor durante el milenio (Isaías 2:2;


Zacarías 14:9).

7. Habrá productividad en todo sentido como nunca ha


habido desde la caída del hombre (Isaías 65:21-25).

II. Acontecimientos de los últimos días

Los cristianos debemos estar consciente de que estamos


viviendo los últimos días. En la Biblia se anuncian ciertos
acontecimientos que han venido a constituirse en señales de
estos postreros tiempos.
1. Tal como lo anunciaba la Palabra de Dios, en este tiempo
se han proliferado las doctrinas y religiones falsas que
niegan y contradicen las Sagradas Escrituras (2
Tesalonicenses 2:3; 1 Timoteo 4:1).

2. Los judíos han regresado a Palestina, lo cual es una de las


señales de los últimos días (Ezequiel 37:21).

3. La tendencia a establecer un gobierno universal


(Apocalipsis 13:7). De esto ya habido indicios en los
esfuerzos de las superpotencias y también en organizaciones
mundiales como las Naciones Unidas y otras.

4. La amenaza de una guerra mundial final. El mundo ya


sufrió los estragos de dos guerras mundiales y hoy, más que
nunca, las grandes naciones están preparándose con armas
nucleares y convencionales para una guerra mucho más
terrible. El temor de una confrontación de tal magnitud ha
hecho que los gobiernos busquen la manera de hacer pactos
y convenios de paz y de desarmes. “Pero cuando digan: Paz
y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción
repentina, como los dolores a la mujer encinta, y no
escaparán” (1 Tesalonicenses 5:3; Apocalipsis 6:8; 9:18).

5. La contaminación ambiental. El agua y el aire, que son


elementos básicos para la vida en este planeta, están
terriblemente contaminados, al grado de poner en peligro a la
humanidad (Apocalipsis 8:10,11; 16:1-21).

6. Todo indica que el mundo esta preparado para lanzar una


ofensiva final contra los judíos en su propia tierra.
Cristo pondrá fin a ese conflicto, estableciendo su reino
sobre los judíos y sobre todo el universo (Mateo 25:31-46:
Apocalipsis 16:16; 19:11,21).

Todo esto indica que debemos consagrar nuestras vidas


al Señor, vivir en santidad y servirle en integridad. A pesar
de las señales de los últimos días, mencionadas
anteriormente, nadie sabe el día ni la hora de la venida de
nuestro Señor. Por eso debemos mantenernos en estado de
vigilancia y lealtad a las enseñanzas de las Escrituras.
Debemos preocuparnos por predicar el evangelio con
entusiasmo y amor para que las almas se salven, pues le
tiempo es corto.

III. Lo que sucederá después del milenio

1. La condenación eterna. Después del milenio se efectuará


la resurrección de todos los muertos impíos para que
comparezcan ante el Gran Trono Blanco. Allí los pecadores
serán juzgados por sus malas obras, después de lo cual serán
lanzados al lago de fuego para ser atormentados eternamente
(Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10-15).

2. Cielo nuevo y tierra nueva. Después del juicio y la


condenación de Satanás y de todos su servidores, Dios
establecerá un nuevo orden de cosas para los suyos (Isaías
65:17-25; 2 Pedro 3:10; Apocalipsis 21:1-3; 22:5).

Preguntas de repaso
1. ¿Qué significa la palabra “milenio”?

2. ¿Cuándo empezará el milenio?

3. ¿Con qué acontecimiento terminará el reino milenial de


Jesús?

4. Mencione alguna de las condiciones q existirán en el


mundo durante el milenio.

5. Mencione alguna de las señales de los últimos días

6. ¿Qué mensaje contiene para el mundo la contaminación


ambiental?

7. ¿Cuál es el mejor consejo para el creyente en vista de la


proximidad de la venida del Señor?

8. ¿Para quiénes se ha preparado el lago de fuego?

9. ¿Hasta cuándo establecerá Dios el cielo nuevo y la tierra


nueva que se anuncian en la Biblia?
ESTUDIO 22

SATANÁS

La existencia de Satanás como el instigador y responsable


de todo lo malo que sucede en el universo es otra de las
enseñanzas fundadas en la Palabra de Dios. Algunos niegan
a Satanás, pero eso no es más que otra de las estrategias del
maligno enemigo de Dios. Negar la existencia del diablo es
tan erróneo como someterse a su dominio. Es deber de todo
cristiano conocer lo que enseña las Escrituras acerca del
adversario y saber como enfrentarse a él.

5. Su origen y naturaleza

Como todos los ángeles, Satanás fue creado como un ser


angelical de gran belleza y esplendor. Al igual que los seres
humanos, este ángel fue creado en pureza y con libre
albedrío (con plena facultad para escoger entre lo bueno y lo
malo). El siguiente pasaje nos habla del origen de este ser
como agente de Dios especial en el cielo. También da
indicaciones de su rebelión contra Dios y de su caída del
lugar de esplendor en que había sido puesto: “Tú, querubín
grande, protector yo te puse en el santo monte de Dios, allí
estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas.
Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste
creado, hasta que se halló en ti maldad” (Ezequiel 28:14,15).

Es cierto que Ezequiel dirige estas palabras primeramente


a un gobernador terrenal, el rey de Tiro, pero hay suficientes
razones para entender que no se refiere sola mente a él. El
sujeto fundamental el profeta era Satanás, el verdadero
instigador del orgullo, de la crueldad y de la maldad de dicho
rey. Ese orgullo y la actitud de soberbia llevaron a este
príncipe a decir: “Sobre las alturas de las nubes subiré, y seré
semejante al Altísimo” (Isaías 14:14). Dios castigo la
rebelión de este ángel principal y lo arrojó a condenación
eterna. Pero no cayó solo, sino que lo siguieron en su plan de
altivez y rebelión muchos ángeles del cielo. La frustración y
derrota de este “querubín grande” lo llevaron a buscar por
todos los medios un lugar de abierta oposición al Altísimo al
grado de querer ser adorado como el “dios de este siglo”.

No hay que pensar en Satanás como en un animal con


cuernos y con rabo, pues es un espíritu incorpóreo. Algunas
veces se presenta como ángel de luz. Se opone a la obra de
Dios, obstaculiza el evangelio, se posesiona de los malvados,
los ciega y los engaña. En la Biblia se califica al diablo como
tentador (Mateo 4:1), enemigo (Mateo 13:39), traidor (Juan
6:70), mentiroso (Juan 8:44), opresor (Hechos 10:38) y autor
del pecado (1 Juan 3:8).
II. Sus nombres

El carácter de Satanás se puede descubrir más


fácilmente por medio de los nombres que se le dan.

1. Satanás. Este nombre viene del hebreo satan que significa


“enemigo”, “adversario” y “acusador”. Es el acusador de los
hijos de Dios (Job 1:6-11; 2:1-5; Lucas 22:31).Se empeña en
obstaculizar y oponerse a los propósitos de Dios (1
Tesalonicenses 2:18). Satanás quiere destruir a la iglesia de
dos maneras: desde adentro, a través de enseñanzas falsas y
desde afuera, a través de la persecución (1 Timoteo 5:15).

2. Diablo. Este nombre es una castellanización de término


griego diábolos que significa “calumniador”, “acusador” y
“tentador” (Mateo 4:1; Lucas 4:2; Efesios 6:12)

3. Apolión. En Apocalipsis 9:11 se le da el nombre griego de


Apolión, del hebreo Abadón, que significa “destructor”.

4. Serpiente. En Apocalipsis 12:9 y 20:2 se le da el nombre


de “serpiente” al diablo o Satanás.
III. Sus motivos

A veces nos preguntamos: ¿Por qué Satánicas esta tan


empeñado en hacernos daño? La mejor respuesta es la que
indica que el odio de Satanás hacia el ser humano se debe a
que ve reflejada en este la imagen de su eterno Creador.
Además, el diablo nos ataca porque nos tiene envidia. El
sabe cual es nuestro destino si perseveramos en el Señor. Por
eso, su tarea principal consiste en hacernos fracasar en la
vida espiritual.

IV. Su obra

1. La esfera de acción de Satanás no esta restringida a un


solo sitio. Tiene acceso a Dios (Job 1:6; Lucas 10;18), viaja
por los aires (Efesios 6:12), rodea el mundo (Job 1:7; 2:2)

2. Es el originador del pecado (Génesis 3:1-6)

3. Es el autor de la gran mayoría de las enfermedades (Éxodo


15:26; Eclesiastés 12; Lucas 13:16; Juan 9:1-3; 11:3,4).

4. Es el autor de la muerte (Hebreos 2:14).

5. Una de sus tareas mas comunes es tentar al ser humano a


rebelarse y pecar contra Dios (Mateo 4:1-11).
Se empeña en poner lazo y trampa a los humanos para que
caigan (Timoteo 3:7)

7. Pone malos pensamientos en el corazón del hombre para


que este haga lo malo ¿Juan 13:2?

8. Ciega el corazón de los seres humanos (Corintios 4:4)

9. Entra en el ser humano y lo hace realizar hechos


condenables (Juan 13:27)
10. Arrebata la buena semilla y siembra en su lugar la cizaña
(Mateo 13:37-39)

11. Presenta resistencia y oposición a los siervos de Dios (2


Corintios 12:7)

12. Es un constante acusador de los cristianos (Apocalipsis


12:10)

13. Seduce e intimida a los seres humanos (2 Corintios 11:3;


1 Pedro 5:8)

14. Es el impulsador del ocultismo, el espiritismo, la magia,


la santería, la brujería, la hechicería, la astrología y cosas
semejantes a estas.

15. Posee a los hombres y los convierte en instrumentos de


los demonios.

V. Sus limitaciones

A pesar de todo el despliegue de maldad y de lo horrible


del poderío satánico, los cristianos descansan al saber que la
omnipotencia de Dios le ha puesto limitaciones de las cuales
no puede pasar. La Biblia enseña que Dios tiene en su mano
la supremacía fundamental de todo el imperio social y
político del mundo. Por ejemplo en el caso de Job nos
percatamos de que Satanás solamente pudo hacer lo que le
fue permitido por Dios (Job 1:12, 2:6)
2. En la palabra de Dios también aprendemos que el cristiano
que se somete a Dios esta en la capacidad de resistir al diablo
y hacerlo huir derrotado (Santiago 4:7)

3. Además, se nos indica que la presencia del Espíritu Santo


restringe al presente la obra maligna del diablo (2
Tesalonicenses 2:6,7)

4. Por otra parte, Satanás esta en desventaja porque sabe que


su derrota final empezó a obrarse con la muerte y
resurrección de Jesucristo; que será atado durante el milenio
y que finalmente será lanzado al lago de fuego con todos los
que le siguen (Apocalipsis 20:10)

VI. Conclusión

Como cristianos debemos comportarnos como ciertas


recomendaciones que se nos dan en la Biblia con relación a
Satanás.

1. Tenemos que ser sabios y vivir siempre velando para no


caer en la trampa del diablo (2 de Corintios 2:11)

2. También se nos manda que no le demos lugar en nuestra


vida (Efesios 4:27)

3. Debemos presentarle resistencia siempre para que huya de


nosotros (Santiago 4:7)

Además, debemos vestirnos siempre con la armadura de


Dios (Efesios 6:11-17)
El obrero cristiano debe recordar que su lucha es contra
Satanás y sus huestes maligna; que las almas fuera de Cristo
están bajo el poder del diablo. Esto debe motivarlos a
proclamar el evangelio par que todos sean liberados del
pecado y del poder del maligno. Para esto contamos con la
presencia permanente y la ayuda del Espíritu santo.

Preguntas de Repaso

1. Muchos niegan al diablo. ¿Por qué se dice que esta es


una estrategia más del maligno?

2. ¿En qué momento de la creación, y en qué categoría


creó Dios a Satanás?

3. ¿Cuáles son los dos personajes a los que se refieren las


palabras de Ezequiel 28:14,15?

4. Mencione y explique los distintos nombres que se da en


la Biblia a Satanás.

5. Mencione las dos razones principales por las que el


diablo ataca a los hijos de Dios.

6. Satanás no está restringido a un sitio para su obra


maligna. Explique las esferas en las que opera.

7. Mencione por lo menos cinco maneras en las que el


diablo realiza su obra maligna.
8. ¿Por medio de quien obrara el diablo durante la
tribulación, según 2 Tesalonicenses 2:8-10?

9. ¿Con qué limitaciones se encuentra Satanás en el


mundo hoy?

10. ¿Cómo debe reaccionar el cristiano frente al


poderío satánico?

ESTUDIO 23

URBANIDAD EN EL CULTO PENTECOSTAL


“Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová
iremos” (Salmos 122:1). La asistencia a los servicios y
demás actividades de la iglesia es un deber ineludible de
todo cristiano. Sin embargo, no basta el estar presente; lo
importante es comportarse en el templo de tal manera que
agrade al Señor y obtenga el máximo beneficio espiritual.

1. Llegar temprano al culto, ir al altar a orar antes que


comience el culto devocional. Al sentarse debe tomarse
un momento para la meditación (Salmos 51:1,
Colosenses 4:2, 2 Tesalonicenses 5:17).
2. Sentarse lo mas al frente posible, a menos que llegue
tarde. En tal caso deberá hacerlo en los asientos de atrás
para no interrumpir el servicio. Si al llegar al templo ve
que se esta leyendo la Palabra u orando, debe esperar en
la puerta hasta terminada la lectura u oración. Al entrar
camine en forma moderada y con paso lento (Efesios
5:21)
3. No permita que sus niños corran o caminen por los
pasillos del templo. Si necesitan ir al baño, llévelos
usted mismo. Las madres deben ver que sus niños no
lloren para no interrumpir la predicación (Efesios 6:1-4,
Colosenses 3:18-21)

4. Es deber de todo creyente mostrar reverencia en la casa de


Dios y participar en los cánticos y de la adoración.
(Colosenses 3:16-17, 1 Timoteo 3:15; 5:1-2)
5. No distraiga su atención ni la de los que estén a su
lado. Manténgase atento a lo que esta sucediendo en el culto.
6. Dele oportunidad al Espíritu Santo para que sature su
corazón y llene su vida con su santa presencia. Esto le
permitirá llegar a su hogar lleno de bendición. (Efesios 4:30)

7. Al terminar el culto se debe saludar a los hermanos


con amor y afabilidad, pero no se debe usar el templo para
quedarse conversando largamente ni haciendo ruidos
innecesarios. Se debe respetar en la casa de Dios (Proverbios
26:20)

8. Si tiene automóvil, no toque la bocina para llamar la


atención. Recuerde que eso no agrada nada a los vecinos.

9. Procure llevar siempre su Biblia y su himnario a la


iglesia para poder participar de todo lo que allí se haga
(Gálatas 6:6)

10. Si se le invita a participar en el culto con


testimonios, cantos, predicación u otras actividades, hágalo
con toda dedicación y espontaneidad, sin exageraciones ni
abuso del tiempo. Recuerde que otros también querrán
participar.

11. Asista siempre a los cultos con una actitud de


humildad, fervor y buena disposición, como se enseña en 1
Corintios 14:26 y Hebreos 10:25. (Un mandato por
Jesucristo Gálatas 6:17, 2 Timoteo 2:15)

También podría gustarte