P-134058-Q
A C U E R D O
La Suprema Corte de la Provincia de Buenos
Aires, de conformidad con lo establecido en el art. 4 del
Acuerdo n° 3971, procede al dictado de la sentencia
definitiva en la causa P. 134.058, "Rodríguez, Daniel
César s/Queja en causa n° 93.409 del Tribunal de Casación
Penal, Sala IV" con arreglo al siguiente orden de
votación (Ac. 2078): doctores Torres, Kogan, Soria,
Genoud.
A N T E C E D E N T E S
La Sala IV del Tribunal de Casación Penal,
mediante el pronunciamiento dictado el 14 de mayo de
2019, en lo que es de interés, rechazó por improcedente
el recurso homónimo interpuesto por el defensor
particular de Daniel César Rodríguez contra el veredicto
de culpabilidad -dictado por unanimidad en el marco de un
juicio por jurados- y la posterior sentencia del Tribunal
en lo Criminal n° 4 del Departamento Judicial de Lomas de
Zamora que lo condenó a la pena de prisión perpetua,
accesorias legales y costas del proceso por resultar
coautor responsable de los delitos de robo agravado por
el uso de arma impropia -hecho I- y robo agravado por el
empleo de arma de fuego en concurso real con homicidio
criminis causa -hecho II- (v. fs. 162/187 vta. con
relación a fs. 24/50).
Contra esa decisión, el señor defensor oficial
adjunto ante la aludida instancia, doctor Nicolás Agustín
Blanco, dedujo recurso extraordinario de inaplicabilidad
de ley (v. fs. 233/238), el que fue declarado inadmisible
por el tribunal intermedio el 11 de junio de 2020 (v. fs.
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241/246).
Deducida queja por aquella parte (v. fs.
270/273 vta.), la impugnación fue declarada mal denegada
y concedida por esta Suprema Corte el 26 de mayo de 2021
(v. fs. 275/278).
Oído el señor Procurador General (v. fs.
290/295), dictada la providencia de autos (v. fs. 334) y
encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia,
la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente
C U E S T I Ó N
¿Es fundado el recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley articulado?
V O T A C I Ó N
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Torres dijo:
I. La defensa denunció la violación al derecho
a obtener la revisión integral del veredicto de
culpabilidad y de la sentencia condenatoria, por haber
constituido la intervención del Tribunal de Casación un
mero tránsito aparente por la instancia revisora (arts.
8.2.h, CADH; 14.5, PIDCP; 75 inc. 22 y 18, Const. nac.;
v. fs. 234 vta.).
Argumentó que la respuesta del órgano revisor a
los reclamos de la defensa consistió en afirmaciones
genéricas y abstractas inaplicadas a las constancias de
la causa (v. fs. cit.).
Consideró que la sentencia casatoria omitió
responder los cuestionamientos esgrimidos en el recurso
de casación contra el pronunciamiento condenatorio, pues
solo constituyó una reiteración de éste en lugar de
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verificar si el jurado había aplicado de modo correcto el
método histórico y respetado el principio in dubio pro
reo. En ese sentido, estimó que la sentencia de casación
frustró el doble conforme, trayendo a colación para
apoyar su postura el fallo "Casal" de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación (v. fs. 235).
Insistió en que la decisión del Tribunal de
Casación no dio respuesta a la mayor parte de los
cuestionamientos llevados a su conocimiento y se limitó a
repetir el contenido de las pruebas valoradas y del
sentido incriminante otorgado por el jurado. Ante ello,
concluyó que la sentencia de la casación no constituyó
una revisión integral, amplia y eficaz de la dictada en
primera instancia (v. fs. 235 vta.).
Seguidamente, señaló los agravios incluidos en
el recurso de casación por el entonces abogado defensor
de Rodríguez (la violación al principio in dubio pro reo
y la arbitrariedad cometida al tener por acreditada la
materialidad ilícita -con relación al hecho II-
quebrantando las reglas de interpretación del derecho
aplicable al caso) y transcribió extractos de las
respuestas brindadas por el Tribunal de Alzada,
considerando que vulneraron el derecho a la doble
instancia y el derecho a la defensa en juicio (v. fs. 235
vta./236 vta.).
Por todo lo expuesto, afirmó que la sentencia
impugnada infringió los arts. 1, 18 y 33 de la
Constitución nacional, frustró el derecho al doble
conforme (arts. 8.2.h, CADH y 14.5, PIDCP) y conculcó el
principio in dubio pro reo (arts. 18, Const. nac.; 8.1,
3
CADH; v. fs. 237 vta.).
II. El señor Procurador General se pronunció
por el rechazo del recurso (v. fs. 290/295). Coincido con
esa postura.
III. De manera liminar cabe señalar que, al
tratarse de un pronunciamiento dictado en el marco de un
juicio por jurados, según la naturaleza propia de ese
sistema, la fundamentación de los motivos sobre la
materialidad ilícita, la participación del o los acusados
y el derecho aplicable a la plataforma fáctica tenida por
acreditada, no son exteriorizados en el veredicto de
primera instancia del modo en que se expresa una
sentencia emanada de jueces técnicos (conf. art. 210,
CPP; doctr. causa P. 130.086, sent. de 6-XI-2019).
Conforme lo determina la norma que rige este
tipo de supuestos (art. 106, CPP) -sin que en el caso
fuera puesta en entredicho-, son las instrucciones del
juez técnico que dirige el debate las que constituyen
"...plena y suficiente motivación" del veredicto.
De igual modo, ello no fue un obstáculo para
que, frente a los diversos agravios presentados por la
defensa de Rodríguez, el Tribunal de Casación emprendiera
una actividad que, conforme se verá más adelante, lo
llevó al abordaje de los agravios que le permitieron
concluir en la razonabilidad del veredicto de
culpabilidad dictado merced a los diversos elementos de
prueba rendidos en el juicio (conf., en lo sustancial,
causa P. 130.086, cit.).
III.1.a. Tras el veredicto de culpabilidad que
dictó el jurado por unanimidad por los delitos de robo
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agravado por el uso de arma impropia -hecho I- y robo
agravado por el empleo de arma de fuego en concurso real
con homicidio criminis causa -hecho II-, el Tribunal en
lo Criminal n° 4 del Departamento Judicial de Lomas de
Zamora impuso a Daniel César Rodríguez la pena de prisión
perpetua, accesorias legales y costas del proceso.
III.1.b. Contra ello, la defensa de Rodríguez
interpuso recurso de casación (v. fs. 86/106). En lo que
aquí importa, formuló los siguientes agravios: la no
aplicación del beneficio de la duda, con la consecuente
violación al principio in dubio pro reo por haber
arribado el jurado a un veredicto de culpabilidad a
partir de elementos de prueba contradictorios; y que la
materialidad ilícita -con relación al hecho II- fue
arbitrariamente establecida, a partir del quebrantamiento
de las reglas de interpretación del derecho aplicable al
caso, pues consideró que correspondía absolver a su
defendido o bien aplicar la figura menos gravosa del art.
165 del Código Penal, al no tener por probada su
culpabilidad "más allá de toda duda razonable" debido al
limitado contenido de las instrucciones impartidas al
jurado.
III.1.c. El Tribunal de Casación Penal -con
voto del juez Natiello, que concitó la adhesión del
doctor Kohan- rechazó el recurso articulado (v. fs.
162/187 vta.).
De modo preliminar, efectuó diferentes
consideraciones con relación a la extensión de su
capacidad revisora respecto de un veredicto emanado de un
jurado popular (v. fs. 165/167).
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Luego, se refirió al caso en particular y
sostuvo que "...si el Jurado dictó veredicto de
culpabilidad, lógico ocurre pensar que la sujeción de
dicha conclusión a la prueba rendida superó el estándar
probatorio mínimo de la culpabilidad, más allá de toda
duda razonable, deviniendo consecuentemente
incuestionable su conclusión, atento que el atravesar el
mencionado estándar es requisito y condición 'sine qua
non' del veredicto de culpabilidad" (fs. 166 vta.; el
destacado figura en el original).
De seguido, resaltó que el concepto de "duda
razonable" había sido especificado por el juez técnico,
quien aclaró que: "...la prueba del Fiscal de la
acusación tiene que lograr que no haya ninguna otra
explicación lógica que pueda ser extraída de ella que no
sea que el acusado cometió el hecho. La única manera de
destruir esa presunción de inocencia es que no haya
ninguna duda razonable sobre la culpabilidad de la
evidencia presentada por el Fiscal. Si existe esto
deberán declararlo no culpable" (fs. cit.; el destacado
figura en el original).
Y afirmó que, en este caso en particular, la
decisión a la que arribó el jurado no se había apartado -
en lo esencial- de los parámetros de razonabilidad y que
había sido dictada superando dicho estándar probatorio,
más allá de toda duda razonable; por ende, entendió que
no resultaba viable la violación al principio in dubio
pro reo alegada por la defensa (v. fs. cit.).
Agregó que las instrucciones impartidas por el
magistrado que presidió el debate habían expresado
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claramente el estado de presunción de inocencia del que
gozaba el imputado y cuál era el alcance de la duda
razonable, encontrándose el jurado debidamente informado
respecto de la prueba que debía valorar y de las
diferentes calificaciones legales (v. fs. 167).
Aseguró que el juez técnico había brindado
correctas y detalladas instrucciones en el proceso, que
no fueron oportunamente objetadas por la defensa, de modo
que no merecían ninguna crítica por ser claras, ajustadas
a derecho y acordadas por las partes. Por ello, concluyó
que no podía afirmarse que la condena obedeciera a una
errónea explicación al jurado del concepto "duda
razonable", ni de las posibles calificaciones legales
aplicables al caso -arts. 80 inc. 7 y 165 del Código
Penal- (v. fs. 167 vta.).
Asimismo, afirmó que, a partir del análisis
exhaustivo del soporte informático, del registro íntegro
del debate y de la prueba reunida, no surgía violación de
las normativas mencionadas en el recurso de casación (v.
fs. 167 vta.).
Posteriormente, detalló la materialidad ilícita
establecida por la fiscal en el debate y descartó los
restantes reclamos de la defensa referentes a las
calificaciones legales y la concurrencia otorgada a los
ilícitos en cuestión (v. fs. 167 vta./168 vta.).
A su turno, el doctor Kohan -quien adhirió al
juez Natiello y añadió ciertas consideraciones
concernientes a la tarea revisora de una sentencia de
condena emanada de un veredicto de culpabilidad emitido
por un Tribunal de Jurados- concluyó que "...del análisis
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de la prueba efectuado en los términos aquí propuestos,
al no encontrarse discutidas las instrucciones impartidas
al jurado, debe darse por cierto que este ha sido
debidamente ilustrado, cabe indicar que con los dichos
testificales y demás prueba detallada por el Dr.
Natiello, tal como lo indica la Fiscalía ante esta sede
(acudiendo para su apreciación al registro de evidencia
luciente en el soporte magnético), el veredicto de
culpabilidad emitido por el jurado popular resulta
razonable y dictado más allá de duda razonable, siendo
que el temperamento esbozado por la defensa no es más que
un intento por privilegiar su caso sin que medien razones
que permitan descartar en forma incontrovertible la
conclusión del referido jurado"; sumándose de ese modo a
la ponderación de la prueba reunida en el juicio que
justificaba el fallo de condena (v. fs. 185 vta. y 186).
III.2. Ahora bien, luego de lo transcripto en
los párrafos precedentes, queda claro que las diversas
aseveraciones formuladas por el recurrente en las cuales
apoya su denuncia: la violación al derecho a obtener la
revisión integral de la sentencia condenatoria, el
tránsito aparente por la instancia revisora y la
conculcación del principio in dubio pro reo (v. fs. 234
vta./237 vta.), no logran desvirtuar lo resuelto por la
casación, quien se ocupó de la plataforma fáctica -la
cual reseñó- y del plexo probatorio rendido durante la
audiencia, aclarando que había realizado un análisis
exhaustivo del soporte informático, del registro íntegro
del debate y de la prueba reunida, brindando las razones
que lo llevaron a concluir que debía descartarse un
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estado de duda como pretendía el recurrente.
Por lo demás, las alegaciones del impugnante no
logran evidenciar en lo resuelto la concurrencia de un
flagrante desvío del raciocinio o la existencia de un
juicio arbitrario que avale la eventual descalificación
del pronunciamiento recurrido como acto jurisdiccional
válido (arg. art. 18, Const. nac.).
En definitiva, no demuestra -siquiera
conjeturalmente- que la sentencia atacada padezca de
algún vicio que, bajo el prisma de la pretoriana
jurisprudencia del Máximo Tribunal federal, encasille en
el elenco de supuestos que se incluyen en el amplio
catálogo de la arbitrariedad.
Cabe recordar que "...el objeto de la doctrina
de la arbitrariedad no es corregir en tercera instancia
fallos equivocados, sino cubrir los defectos graves de
fundamentación o razonamiento que tornen ilusorio el
derecho de defensa y conduzcan a la frustración del
derecho federal invocado" (CSJN, Fallos: t. 310, pág.
234).
Y, más allá de su oposición a la actividad
llevada a cabo por el órgano revisor, la parte no
consigue poner en evidencia la existencia de esos graves
defectos de fundamentación o razonamiento en el fallo
cuestionado (conf. causas P. 117.434, resol. de 9-IV-
2014; P. 118.456, resol. de 16-IV-2014; P. 116.026,
resol. de 30-IV-2014; P. 118.778 y P. 118.783, resols. de
7-V-2014; P. 117.950, resol. de 4-VI-2014; P. 116.187,
resol. de 11-VI-2014; P. 116.860, resol. de 18-VI-2014;
P. 118.573, resol. de 25-VI-2014; P. 130.086, cit.;
9
e.o.).
En concreto, las críticas efectuadas en el
recurso no pasan de ser una opinión personal contraria al
criterio sustentado por el tribunal intermedio (art. 495,
CPP). Y, como es sabido, el mero disenso o la
señalización de pareceres diversos no importan un medio
de cuestionamiento idóneo desde el ángulo de la técnica
del carril intentado (conf. causas P. 110.668, sent. de
22-XII-2010; P. 117.680, resol. de 26-III-2014; P.
133.271, sent. de 14-X-2020; P. 134.020, sent. de 28-VI-
2021; e.o.).
Así las cosas, la parte tampoco consigue
evidenciar que se encuentre comprometido el principio de
inocencia por inobservancia de la regla del in dubio pro
reo que alega como transgredido, pues su reclamo se
encuentra desprovisto de desarrollos argumentales que le
den sustento.
Tiene dicho esta Corte que, si bien la
sentencia de condena solo puede ser el resultado de un
convencimiento que esté más allá de toda duda razonable
acerca de la responsabilidad del encausado por un hecho
punible, no basta la invocación de cualquier versión
contrapuesta sobre la fijación de los hechos para objetar
el análisis de la prueba a tenor del principio favor rei,
si no es posible poner en evidencia que el análisis
razonado y detenido de toda la prueba en conjunto impide
alcanzar ese grado de convencimiento de modo de habilitar
a cuestionar esa certeza subjetiva. Nada de ello el
recurrente ha logrado aquí demostrar (conf. causas P.
103.093, resol. de 14-VII-2010; P. 112.761, resol. de 19-
10
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IX-2012; P. 112.573, resol. de 19-XII-2012; P. 113.417,
resol. de 10-IV-2013; P. 115.269, resol. de 27-XI-2013;
P. 133.109, sent. de 21-V-2021; P. 134.417, sent. de 21-
II-2022; e.o.).
En consecuencia, la impugnación no consigue
evidenciar la argüida violación de los principios y
garantías citados, toda vez que la decisión recurrida
comporta la recta aplicación de la solución legal
expresamente delimitada para una situación como la del
caso.
Por todo lo expuesto, voto por la negativa.
A la cuestión planteada, la señora Jueza
doctora Kogan dijo:
Adhiero al voto del doctor Torres. En cuanto al
agravio del recurrente referido a que la decisión del
Tribunal de Casación vulneró el derecho a obtener una
revisión integral de la sentencia condenatoria emanada
luego del veredicto del jurado, solo adiciono lo que
sigue.
El impugnante no ha demostrado que el patrón
revisor aplicado por los magistrados Natiello y Kohan,
(que -este último- identificó como el cumplimiento del
estándar de "Yebes/Biniaris") sea incongruente con los
parámetros impugnativos que rigen normativamente para las
condenas dictadas en los juicios por jurados (conf. art.
448 bis, incs. "a", "b" y "c", motivos vinculados a la
composición del tribunal, cuestionamiento de las
instrucciones, rechazos de prueba); en particular
respecto del motivo establecido en el inc. "d" del art.
448 bis del Código Procesal Penal, en cuanto circunscribe
11
al órgano revisor a examinar si hubo un apartamiento
manifiesto de la prueba producida; marco legal que -por
otro lado- no fue puesto en entredicho por la parte.
Por lo demás, tampoco ha demostrado que dicho
examen haya sido incompatible con la jurisprudencia de la
propia Corte Interamericana de Derechos Humanos, en
cuanto a que dicho tribunal ha sostenido recientemente
que para descartar el veredicto del jurado sería
necesario verificar un apartamiento directo de "la lógica
metodológica" empleada, esto es, que el curso lógico de
la decisión de los jurados no pueda ser reconstruido
conforme a pautas racionales (Caso V.R.P., V.P.C. y otros
vs. Nicaragua, sentencia del 8 de marzo de 2018,
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas;
en particular, párr. 259). Y esto último, según lo
expresado por el Tribunal de Casación -cuyos argumentos
fueron transcriptos en el voto de mi colega al que
adhiero-, no fue advertido en el caso (art. 495, CPP).
Con este agregado también voto por la negativa.
El señor Juez doctor Soria, por los mismos
fundamentos de la señora Jueza doctora Kogan, votó
también por la negativa.
A la cuestión planteada, el señor Juez doctor
Genoud dijo:
Adhiero al voto emitido por el doctor Torres,
con las consideraciones adicionales que surgen del
sufragio concordante vertido por la doctora Kogan, a
tenor de los fundamentos allí expuestos.
Voto por la negativa.
Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la
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siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, de
conformidad con lo dictaminado por el señor Procurador
General, se rechaza el recurso extraordinario de
inaplicabilidad de ley interpuesto, con costas (doctr.
art. 496, CPP).
Regístrese, notifíquese y devuélvase (conf.
resol. Presidencia 10/20, art. 1 acápite 3 "c"; resol.
SCBA 921/21).
Suscripto por el Actuario interviniente, en la ciudad de
La Plata, en la fecha indicada en la constancia de la
firma digital (Ac. SCBA 3971/20).
REFERENCIAS:
Funcionario Firmante: 26/12/2022 18:19:39 - TORRES Sergio Gabriel -
JUEZ
Funcionario Firmante: 26/12/2022 19:10:56 - SORIA Daniel Fernando - JUEZ
Funcionario Firmante: 27/12/2022 09:32:14 - GENOUD Luis Esteban - JUEZ
Funcionario Firmante: 27/12/2022 10:37:32 - KOGAN Hilda - JUEZA
Funcionario Firmante: 27/12/2022 10:58:14 - MARTÍNEZ ASTORINO
Roberto Daniel - SECRETARIO DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA
‰7=è
232900288004108045
SECRETARIA PENAL - SUPREMA CORTE DE JUSTICIA
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NO CONTIENE ARCHIVOS ADJUNTOS
Registrado en REGISTRO DE SENTENCIAS DE SUPREMA CORTE el
27/12/2022 15:16:58 hs. bajo el número RS-157-2022 por SP-VILLAFAÑE
MARIA BELEN.
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