Qué Es La Levadura y Qué Es Lo Que
Qué Es La Levadura y Qué Es Lo Que
representa?
¿Qué es la levadura?
Sabía usted que la levadura es mencionada en la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo
Testamento, como un “leudante” que hace que el pan crezca (Sustancia que se añade a la harina
o la masa y que permite aumentar de tamaño y mejorar su calidad de cocción).
La mayoría de los panes y galletas que se fabrican hoy tiene en sus ingredientes “levadura”. Esto
es lo que hace que la masa crezca. Lo que representa en la Biblia este elemento usado
cotidianamente nos va a sorprender. ¿Algo tan común puede convertirse en una “metáfora”
espiritual tan importante que Dios apartó toda una semana para hacer y una celebración santa en
torno a ella?
¡La respuesta a esta pregunta es sí! En Levítico 23:4-8, Dios proclama que se debe celebrar siete
días durante la primavera en el hemisferio norte (el primer mes del año según el calendario
hebreo) en los cuales no comer nada leudado y comer panes sin levadura adquiere un significado
muy profundo a nivel espiritual. Lamentablemente ésta y las demás “fiestas del Señor” que se
encuentran en el mismo capítulo de Levítico son ignoradas en cuanto a lo que representan por
muchas personas.
“Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales convocaréis en
sus tiempos: En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.
Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días
comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos
haréis. Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa
convocación; ningún trabajo de siervo haréis.” Levítico 23:4-8.
Aunque este pasaje corresponde al Antiguo Testamento, estos mismos días eran guardados por
la Iglesia del Nuevo Testamento. Más de 20 años después de la muerte y resurrección de
Jesucristo, el apóstol Pablo enseñó a la congregación gentil de Corinto a guardar los días de
Panes Sin Levadura. Después les explicó su aplicación espiritual para los cristianos del Nuevo
Testamento (1° Corintios 5:6-8).
“No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?
Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque
nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no
con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de
sinceridad y de verdad.” 1° Corintios 5:6-8.
¿Por qué Dio usa la levadura como el tema de una serie de días que son santos para Él?
La Biblia nos enseña acerca de la antigua nación de Israel. Fue a los descendientes de Abraham
que Dios reveló su ley en el Monte Sinaí. Luego, estos fueron a Egipto buscando solucionar una
terrible hambruna y se quedaron a vivir allí. Posteriormente, fueron esclavizados. Rogaron a Dios
por un libertador que los librara de la esclavitud y los llevara a la Tierra Prometida, la tierra que
Dios había prometido a Abraham.
Moisés fue designado por Dios para guiarlos fuera de Egipto, y después de una serie de plagas
mandadas por Él, que incluyo la muerte de los primogénitos de Egipto, el faraón les ordenó que se
fueran. Salieron a prisa de noche, y tomaron la masa de pan, pero esta no tuvo tiempo de
leudarse. “Y los egipcios apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque
decían: Todos somos muertos. Y llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas
envueltas en sus sábanas sobre sus hombros.” Éxodo 12:33-34.
Dios le dio a Moisés órdenes muy específicas acerca de cómo el pueblo de Israel debía
prepararse para salir de Egipto. Dios más adelante explicó que para conmemorar la salida de la
esclavitud en Egipto se debían guardar siete días de Panes Sin Levadura como fiesta o
conmemoración.
“Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante
vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis. Siete días comeréis panes sin
levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas; porque cualquiera
que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel. El primer día
habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna
obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer.” Éxodo
12:14-16.
“Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué vuestras
huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras
generaciones por costumbre perpetua.” Éxodo 12:17.
“En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde
hasta el veintiuno del mes por la tarde. Por siete días no se hallará levadura en vuestras casas;
porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será cortado de la
congregación de Israel. Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones
comeréis panes sin levadura.” Éxodo 12:18-20.
La salida de los israelitas de la esclavitud en Egipto simboliza una persona dejando atrás la
esclavitud de una vida llena de pecado. Romanos 6:17-18 explica: “Pero gracias a Dios, que
aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la
cual fuisteis entregados; y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.”
A Dios le preocupa más que nosotros aprendamos a vivir de manera recta, que la forma en que
preparamos el pan que comemos. Aun así, Dios le enseña al ser humano por medio de ejemplos
físicos o analogías para explicarlo claramente.
Miremos este principio en 1° Corintios 5:6-8: “No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un
poco de levadura leuda toda la masa? Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva
masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por
nosotros.”
“Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de
maldad, sino con panes sin levadura, de sinceridad y de verdad.”
Jesucristo mostraba poca tolerancia con los líderes religiosos de su época que se mostraban a sí
mismos como justos, pero no tenían consideración con el prójimo cuando de amor, misericordia
y bondad se trataba. En Mateo 23:1-39, Cristo se refiere a ellos como hipócritas que debían saber
más acerca de esto.
Él advirtió a sus discípulos que debían evitar esta clase de comportamiento, usando la levadura
como metáfora de este comportamiento pecaminoso: “Llegando sus discípulos al otro lado, se
habían olvidado de traer pan. Y Jesús les dijo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos y
de los saduceos. Ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Esto dice porque no trajimos pan.”
“Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Por qué pensáis dentro de vosotros, hombres de poca fe, que
no tenéis pan? ¿No entendéis aún, ni os acordáis de los cinco panes entre cinco mil hombres, y
cuántas cestas recogisteis? ¿Ni de los siete panes entre cuatro mil, y cuántas canastas
recogisteis? ¿Cómo es que no entendéis que no fue por el pan que os dije que os guardaseis de la
levadura de los fariseos y de los saduceos? Entonces entendieron que no les había dicho que se
guardasen de la levadura del pan, sino de la doctrina de los fariseos y de los saduceos.” Mateo
16:5-12.
El apóstol Pablo también se refirió a la levadura cuando estaba enseñando en Gálatas acerca de
la obediencia a Dios y sus leyes. Había unos que malinterpretaban la gracia de Dios como
licencia para el pecado. Pablo decía que una pequeña tergiversación de la verdad llevaba a una
gran confusión y engaño.
Gálatas 5:7-10: “Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad? Esta
persuasión no procede de aquel que os llama. Un poco de levadura leuda toda la masa. Yo
confío respecto de vosotros en el Señor, que no pensaréis de otro modo; más el que os perturba
llevará la sentencia, quienquiera que sea.”
Una vez más, el pecado se muestra como algo parecido a la levadura, creciendo dentro del “pan”
que la rodea, en este caso los cristianos. Dios tiene poca paciencia con aquellos que desalientan a
los demás, y hacen que otros tergiversen y desobedezcan su palabra.
“De modo que, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí
todas son hechas nuevas”. 2° Corintios 5:17.