¡ PRIMICIAS APARTADAS Y
CONSAGRADAS PARA DIOS…!
Confluencia Dirigida… de Gracias Maestras.
PASTOR DAVID BARBOSA GELVES.
Iglesia Casa en Plenitud.
Febrero 06 del 2022
¡PRIMICIAS APARTADAS Y CONSAGRADAS PARA DIOS..!
Comentario Inicial.
Nuestra respuesta de fe y obediencia, se centra en apartar y santificar lo que Dios
ya consagro para Él. Cuando Dios escoge y ordena que algo o alguien se santifiqué
o aparte para Él, es porque ya Él lo hizo en su eterna y perfecta voluntad. Ejemplo:
Cuando Dios santifico el día reposo para el Israel terrenal, fue porque ya en
Cristo Dios había consumado su perfecta obra de la nueva creación.
Cuando Dios santifico la fiesta de la pascua para el Israel terrenal, es porque ya
en Cristo el cordero pascual, seriamos redimidos, liberados y hecho su pueblo.
Cuando Dios escogió, santifico y ungió un rey para gobernar sobre el Israel
terrenal, es porque Cristo seria el Rey soberano sobre los reyes de su reino, en
quienes reinaría mediante su gracia y justicia.
Cuando escogió y ungió un sumo sacerdote junto a una tribu sacerdotal, era
porque ya Cristo seria el sumo sacerdote que se ofrecería a sí mismo, para que
nosotros fuéramos hechos en él, sacerdotes que ofrecen sacrificios espirituales.
Cuando vemos la consagración de primicias tanto de hombres como de animales,
también vemos un cuadro completo de los que Dios ya había hecho y manifestó en
Él Hijo. Cristo era la primicia y el primogénito de la abundante cosecha de hijos,
que por medio del él, pertenecerían y serian santificados para ser consagrados a
Dios en nuestro trasegar terrenal.
Pablo por él Espíritu nos revela esta gracia (Rom 11:16) (NVI) Si se consagra la
parte de la masa que se ofrece como primicias, también se consagra toda la
masa; si la raíz es santa, también lo son las ramas. La clave está en lo que se
consagraba para Dios, porque cuando era así, todo lo que procedía de la primicia,
también participaba de la consagración. Ahora bien se consagraba porque ya le
pertenecía a Dios, pues la había escogido para un uso o fin exclusivo de Él.
En su contexto Pablo nos está hablando de remanente judíos que Dios salvara, por
el glorioso hecho que las primicias del Israel terrenal, es decir los patriarcas, fueron
escogidos y se consagraron para Dios haciendo aquello que Dios les mostro ¿Sera
que podemos ver también la importancia de consagrar lo que le pertenece a Dios?
Por si acaso se nos olvidó, en el primogénito llegamos a ser parte de nuevo y mejor
fruto de criaturas para Dios. (Stg 1:18) (NVI) Por su propia voluntad nos hizo nacer
mediante la palabra de verdad, para que fuéramos como los primeros y mejores
frutos de su creación. No hay duda que en el primogénito que Dios escogió, ungió
y santifico para Él, nosotros los que participamos de la fe del Hijo, somos primicias.
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Somos primicias porque al estar en Él, somos escogidos y santificados mediante
su Espíritu, pues por la fe del Hijo venimos a ser la masa que en todo participa de
lo mismo que contiene la primicia. Si él es Hijo nosotros también, si él es santo, si
él justo, si el fiel, si él es obediente, nosotros también, si él es heredero de la gloria
de Dios, nosotros también somos herederos de la gloria de Padre en Cristo. (Heb
2:11) Tanto el que santifica como los que son santificados tienen un mismo origen,
por lo cual Jesús no se avergüenza de llamarlos hermanos,
¿Tendremos conciencia de lo que somos en Cristo? (1 Pedro 1:2) elegidos según
la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser
rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
El Padre nos escogió y santifico por medio de Jesucristo, somos primicias de una
nueva creación, y por tanto le pertenecemos a Dios. Cómo primicias ¿Tenemos
conciencia de que fuimos apartados y consagrados para Él? ¿Estamos enfocados
en que todo nuestro ser sea santificado para Dios? (Rom 6:22) Más ahora que
habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro
fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. (NTV) hora hacen las cosas que
llevan a la santidad y que dan como resultado la vida eterna. La santidad es fruto
de la vida eterna que ya poseemos.
(1 Tes 5:23) Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro
SER, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo.
(1 Tes 4:3) pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de
fornicación;
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