Las dificultades de aprendizaje son usualmente detectadas en la escuela cuando
el estudiante no alcanza el nivel esperado para su rango de edad. Las dificultades de
aprendizaje pueden manifestarse de muchas formas, por ejemplo: baja motivación para
estudiar, poca memorización, concentración limitada, incapacidad para resolver
problemas dados, comportamiento social inadaptado, inquietud, entre otros. Las razones
más frecuentes de estas dificultades tienen que ver con problemas en casa: desde
condiciones socioafectivas complicadas, un duelo, problemas de ansiedad, preocupación
económica, divorcio de los padres, violencia doméstica, etc. Al detectar la fuente del
problema y al atenderlo mejora notablemente el desempeño y el aprendizaje del menor.
Los trastornos de aprendizaje hacen referencia a un disfuncionamiento
neurológico que interfiere con una o varias funciones neuropsicológicas y que perturba
la capacidad del cerebro para la adquisición, la comprensión, la utilización, la
acumulación y la recuperación de la información verbal y no verbal. Los problemas de
atención pueden afectar funciones específicas tales como el lenguaje, la memoria, las
referencias en el tiempo y en el espacio, el cálculo, la coordinación, la motricidad, la
comunicación, etc. Únicamente un diagnóstico mediante una evaluación profunda
permitirá detectar qué tipo de trastorno se trata y de determinar el tratamiento a seguir.
El grado de severidad de los trastornos de aprendizaje varía. Afecta la
adquisición y el funcionamiento de las habilidades siguientes:
el lenguaje oral (aspecto receptivo y expresivo)
lenguaje escrito
la lectura: identificación de palabras y la comprensión
la escritura: la ortografía y la producción escrita
matemáticas: el cálculo, el razonamiento lógico y la resolución de
problemas
Los problemas de aprendizaje no están vinculados a la inteligencia, sino a una
carencia relacionada con el tratamiento de la información. Se produce debido a factores
neurobiológicos, genéticos, o bien de una lesión, que modifican el funcionamiento del
cerebro y modifican el proceso de aprendizaje. Es importante insistir en no confundir las
dificultades y los trastornos de aprendizaje. Las dificultades están ligadas a factores
psicológicos, familiares, sociales o económicos, mientras que los trastornos son de
orden neurobiológico y duran toda la vida.
Es importante que las personas que tienen trastornos de aprendizaje sea
detectado a temprana edad y que reciba evaluaciones por parte de profesionales
(neuropsicólogos). Para que el tratamiento sea efectivo, es necesario que las
intervenciones llevadas a cabo en casa, en la escuela o en el trabajo deben tener en
cuenta las características del individuo y debe incluir estas medidas:
la enseñanza correctiva adaptada a las carencias específicas
la enseñanza de estrategias compensatorias
la puesta en práctica de medidas de apoyo apropiadas
el desarrollo de la capacidad a hacer valer sus necesidades específicas en su
entorno.
Los trastornos del aprendizaje
Algunos de los problemas de aprendizaje más comunes están:
Dislexia: problema de aprendizaje de la ortografía y de la lectura. Ver
aquí sobre la dislexia.
Disgrafia: Trastorno de la capacidad o la facultad de escribir. Se
caracteriza por una organización y coordinación deficiente de la escritura
que la vuelve lenta e incomprensible. Ver aquí todo sobre la distrafía.
Discalculia: se caracteriza por una dificultad en el lenguaje escrito en
relación con los números y el cálculo.
Dispraxia: se caracteriza por la dificultad de coordinar el movimiento,
automatizar y planificar gestos.
Disfasia o afasia: (llamado trastorno del lenguaje recientemente) es un
trastorno estructural y duradero del aprendizaje y del desarrollo del
lenguaje oral
Evaluación neuropsicológica
La evaluación neuropsicológica permite identificar si existe una alteración en
relación con una o más de las funciones siguientes:
el estudiante no cumple con las exigencias académicas
la atención
la memoria
el razonamiento
la conceptualización
la planificación
la organización
la percepción
las habilidades espacio-visuales
la coordinación
la motricidad
la comunicación
la lectura
la escritura
la ortografía
el cálculo