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Avenimiento Varas-Quintanilla

El documento presenta un avenimiento entre las partes de un juicio ejecutivo. El demandado pagará al demandante la suma de $2.250.000 para dar por terminado el juicio. El pago se hará parcialmente en efectivo y el saldo a través de cheques. Ambas partes renuncian a futuras acciones legales relacionadas con este caso. Se solicita la aprobación del acuerdo al tribunal.

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Avenimiento Varas-Quintanilla

El documento presenta un avenimiento entre las partes de un juicio ejecutivo. El demandado pagará al demandante la suma de $2.250.000 para dar por terminado el juicio. El pago se hará parcialmente en efectivo y el saldo a través de cheques. Ambas partes renuncian a futuras acciones legales relacionadas con este caso. Se solicita la aprobación del acuerdo al tribunal.

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EN LO PRINCIPAL: Avenimiento; OTROSI: Copias Autorizadas.

S. J. L Juzgado Civil de Santiago (10°)

Ana María Rojas Bobadilla, abogada, mandataria judicial de la sociedad


“Consultora e Inversiones Varas y Varas Ltda,” demandante, en autos sobre
Juicio Ejecutivo, caratulados "Consultora con Quintanilla”, Rol Nº C-10959-2009, por
una parte; y don Mario Quintanilla Jara, ingeniero, asistido por su abogado don
Benedicto Jara, por otra, de consuno a US., respetuosamente, decimos:

Que debidamente facultados para ellos, venimos en acordar y someter,


a la aprobación de S.S., el siguiente avenimiento:

1) Se ha demandado ejecutivamente, con el objeto de obtener


compulsivamente el pago del capital, intereses y costas de los cheques
acompañados a la instancia.
2) Que con el fin de dar inmediato término a éste juicio, las partes vienen en
celebrar el presente avenimiento, en virtud del cual el ejecutado don Mario
Quintanilla Jara, paga a la sociedad Consultora e Inversiones Varas y
Varas Ltda, la suma única y total de $2.250.000 (dos millones
doscientos cincuenta mil pesos), suma que el demandado paga al
demandante y que éste, declara estar plenamente de acuerdo.
3) La suma antes señalada será pagada al demandante de la siguiente
forma:
3.1.- En la suma de $1.750.000 (un millón setecientos cincuenta mil
pesos), en dinero efectivo que entrega en este acto el demandado.
3.2.- Cheque de la cuenta corriente n° _____, del Banco ____, serie
______, número_____, por la suma de $250.000, de fecha 16 de octubre
de 2010.
3.3.- Cheque de la cuenta corriente n° _____, del Banco ____, serie
______, número_____, por la suma de $250.000, de fecha 16 de
Noviembre de 2010.
4) Las partes declaran encontrarse absolutamente de acuerdo con el
avenimiento alcanzado.
5) Se deja expresamente constancia que el incumplimiento total o parcial del
pago señalado, en especial derivado de la imposibilidad, por cualquier
causa, de cobro de los cheques entregados, facultará al demandante a
solicitar el pago completo de la deuda y ejercer las acciones legales que
estime pertinentes.
6) Una vez cobrados los cheques antes individualizados y habiendo
informado el demandante al tribunal de éste hecho, el demandado de
autos, podrá solicitar al tribunal le haga entrega material de los cheques
fundantes de ésta acción, para los fines que estime pertinentes.
7) Que, en dicho contexto y a mayor abundamiento, las partes vienen en
renunciar y/o desistirse recíprocamente del ejercicio de toda clase de
acciones que pudiere corresponderles, tanto contra ellos como contra
terceros; y que tengan su origen en los hechos expuestos, como
asimismo cualquiera otras destinadas a hacer efectivas presuntas
responsabilidades, civiles, penales, infraccionales o administrativas, ya en
sede ordinaria, ejecutiva o especial, respecto de los hechos que podrían
haber sido objeto de una futura demanda y de toda aquellos juicios que se
encuentren pendientes a la firma de éste avenimiento en contra de la
demandante. Además, la parte demandante declara expresamente que
renuncia a toda acción civil ya haya iniciada contra el demandado, así
como a cualquier otro recurso contra este.
8) Las Partes declaran expresamente que la suma que se paga por medio
de este avenimiento, cubre absolutamente toda la deuda derivada de los
cheques de éste juicio ejecutivo que dio origen a la causa en la que se
produce el avenimiento; y además cubre los intereses de la misma, los
gastos de cobranza, costas judiciales y personales de ambas partes,
daños ocasionados por estas deuda, sean efectivos o potenciales; así
como cualquier otro gasto o perjuicio ocasionado a causa o con motivo de
la deuda que hoy se finiquita, y que funda esta demanda.
9) Que, por todo lo ya expresado y en este acto, las partes se dan el más
completo y amplio finiquito, declarando que nada se adeudan por
concepto alguno de esta causa. Asimismo, aceptan respectivamente, los
desistimientos y renuncias que aquí se han formulado.

POR TANTO;
ROGAMOS A U.S., tener presente el avenimiento acordado por las partes y
darle su aprobación.
OTROSI: Rogamos a U. S., una vez aprobado el presente avenimiento,
otorgarnos copias autorizadas del mismo y archivar los autos en su
oportunidad.
EN LO PRINCIPAL: Avenimiento; OTROSI: Copias Autorizadas.

S. J. L Juzgado Civil de Santiago (10°)

Ana María Rojas Bobadilla, abogada, mandataria judicial con facultades


de percibir de la sociedad “Consultora e Inversiones Varas y Varas Ltda,”
demandante, en autos sobre Juicio Ejecutivo, caratulados "Consultora con
Quintanilla”, Rol Nº 10959-2009, por una parte; y don Mario Quintanilla, ingeniero,
asistido por su abogado don Benedicto Jara, por otra, de consuno a US.,
respetuosamente, decimos:

Que debidamente facultados para ellos, venimos en acordar y someter,


a la aprobación de S.S., el siguiente avenimiento:

1.-Se ha demandado ejecutivamente, con el objeto de obtener compulsivamente el


pago del capital, intereses y costas de los cheques acompañados a la instancia y
fundantes de ésta acción.

2.- Que con el fin de dar inmediato término a éste juicio, las partes vienen en
celebrar el presente avenimiento, en virtud del cual el ejecutado don Mario
Quintanilla Jara, paga a la sociedad Consultora e Inversiones Varas y Varas Ltda,
la suma única y total de $2.250.000 (dos millones doscientos cincuenta mil
pesos), suma que el demandado paga al demandante en este acto, en dinero
efectivo y que éste declara estar plenamente de acuerdo.

3.- Las partes declaran encontrarse absolutamente de acuerdo con el avenimiento


alcanzado.

4.- Una vez aprobado por el tribunal el avenimiento acordado, el demandado de


autos, podrá solicitar al tribunal la entrega material de los cheques fundantes de
ésta acción, para los fines que estime pertinentes.
5.- Que, en dicho contexto y a mayor abundamiento, las partes vienen en
renunciar y/o desistirse recíprocamente del ejercicio de toda clase de acciones
que pudiere corresponderles, contra ellos y que tengan su origen en los hechos
expuestos, como asimismo cualquiera otras destinadas a hacer efectivas
presuntas responsabilidades, civiles, penales, infraccionales o administrativas, ya
en sede ordinaria, ejecutiva o especial, respecto de todos aquellos juicios que se
encuentren pendientes a la firma de éste avenimiento en contra de la demandante.
Además, la parte demandante declara expresamente que renuncia a toda acción
civil ya haya iniciada en contra del demandado, así como a cualquier otro recurso
contra este.

6.- Las Partes declaran expresamente que la suma que se paga por medio de este
avenimiento, cubre absolutamente toda la deuda derivada de los cheques de éste
juicio ejecutivo que dio origen a la causa en la que se produce el avenimiento; y
además cubre los intereses de la misma, los gastos de cobranza, costas judiciales
y personales de ambas partes, daños ocasionados por estas deuda, sean
efectivos o potenciales; así como cualquier otro gasto o perjuicio ocasionado a
causa o con motivo de la deuda que hoy se finiquita, y que funda esta demanda.

7.- Que, por todo lo ya expresado y en este acto, las partes se dan el más
completo y amplio finiquito, declarando que nada se adeudan por concepto alguno
de esta causa. Asimismo, aceptan respectivamente, los desistimientos y renuncias
que aquí se han formulado.

POR TANTO;
ROGAMOS A U.S., tener presente el avenimiento acordado por las partes y darle
su aprobación.

OTROSI: Rogamos a U. S., una vez aprobado el presente avenimiento, otorgarnos


copias autorizadas del mismo y archivar los autos en su oportunidad.
Santiago, treinta de septiembre de dos mil diez.

En cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 785 del Código de Procedimiento Civil, se dicta el siguiente
fallo de reemplazo.

VISTOS:
Se reproduce la sentencia de primera instancia, con excepción de su único fundamento, que se elimina.
Y teniendo en su lugar presente:

Las consideraciones contenidas en los motivos tercero a duodécimo del fallo de casación que antecede, se
revoca la sentencia de diecisiete de noviembre de dos mil ocho, escrita a fojas 72 y en su lugar se decide que
se accede a la solicitud de lo principal de la presentación de fojas 15 y, en consecuencia, se declara la
quiebra, en calidad de deudor comerciante, de Rogelio Villela Goycolea, Cédula Nacional de Identidad N°
7.017.230-5, con domicilio en Fundo Los Palos S/N (sector Vuelta Los Afligidos) Rosario, Comuna de
Rengo.
 Se designa Síndico Titular Provisorio a don Andrés Guillermo Mackenna Echaurren y Síndico Suplente
Provisorio a don Iván Rodrigo Godoy Fuentes, quienes deberán aceptar el cargo dentro de tercero día después
de notificados, personalmente o por cédula, de la presente resolución, bajo apercibimiento legal; a fin que se
incauten, bajo inventario, de todos los bienes de la fallida, sus libros y documentos. Para este efecto, se le
prestará, por el Jef e de la Unidad Policial más inmediata, el auxilio de la fuerza pública, pudiendo ésta actuar
con allanamiento y descerrajamiento, si fuere necesario, y con la sola exhibición de copia autorizada de la
presente declaratoria de quiebra.

Notifíquesele al Servicio de Correos y Telégrafos, a fin que entreguen al Síndico la correspondencia y


despachos Telegráficos dirigidos al fallido.

Acumúlense al procedimiento de quiebra todos los juicios contra el fallido que estuvieren pendientes ante
otros Tribunales de cualquiera jurisdicción y que puedan afectar sus bienes, salvo las excepciones legales.
Adviértase al público que no debe pagar ni entregar mercaderías al fallida, so pena de nulidad de los pagos y
entregas.

Las personas que tengan bienes o papeles pertenecientes a aquel, deberán ponerlos, dentro de tercero día, a
disposición del Síndico de Quiebras, bajo pena de ser tenidos por encubridores o cómplices de la Quiebra.
Hágase saber a todos los acreedores residentes en el territorio de la República que tienen el plazo de treinta
días para que se presenten con los documentos justificativos de sus créditos y preferencias, bajo
apercibimiento de que les afectarán los resultados del juicio, sin nueva citación.
Despáchese las cartas aéreas certificadas para hacer saber la quiebra a los acreedores que se hallen fuera de la
República, a fin de que en el término de treinta días, aumentado con el emplazamiento correspondiente, que
se expresará en cada exhorto, comparezcan al juicio, con los documentos justificativos de sus créditos y
preferencias, bajo el mismo apercibimiento señalado a los acreedores residentes en el país.
 Comuníquese la presente declaratoria de quiebra a la Superintendencia de Quiebras.
 Inscríbase esta resolución en el Registro de Interdicciones y Prohibiciones de Enajenar del Conservador de
Bienes Raíces de Angol y en los Conservadores correspondientes a cada uno de los inmuebles que
pertenecieren a la fallida, notifíquesele esta resolución en la forma ordenada por la ley y diríjase los oficios
correspondientes.

Se fija para la Primera Junta de Acreedores a la audiencia del trigésimo quinto día hábil siguiente a
publicación legal de esta resolución de quiebra en el Diario Oficial, en la Sala de Audiencias del Duodécimo
Juzgado Civil de Santiago, a las 9:30 horas, o al siguiente hábil si el señalado recayere en sábado, a la hora
señalada.

Regístrese y devuélvase con su agregado.

Redacción a cargo del Ministro señor Silva.


N° 6462-2009.-.

Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres. Adalis Oyarzún M., Sergio
Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., Sres. Juan Araya E. y Guillermo Silva G.
No firman los Ministros Sres. Oyarzún y Muñoz, no obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo
del fallo, por estar ambos en comisión de servicios.

 
 
   Autorizado por la Secretaria Subrogante Srta. Ruby Vanessa      Saez Landaur.
 
 

   En Santiago, a treinta de septiembre de dos mil diez,        notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución      precedente.

 
 

 
Santiago, treinta de septiembre de dos mil diez.

VISTOS:
En estos autos Rol N° 7177-2008 del Duodécimo Juzgado Civil de Santiago, en procedimiento de quiebra,
caratulado "Coexca S.A. con Villela Goycolea Rogelio", don Guillermo García González y don Ángel Soler
Corina, en representación de la Sociedad Coexca S.A., presentan una solicitud de declaración de quiebra en
contra de don Rogelio Francisco Villela Goycolea, fundados en que el requerido ha cesado en el pago de una
obligación mercantil con su representada, lo que consta en un título ejecutivo.
Por sentencia de diecisiete de noviembre de dos mil ocho, escrita a fojas 72, el juez del referido tribunal
rechazó la solicitud de declaración de quiebra.

Apelada que fuera la referida sentencia por el actor, una de las salas de la Corte de Apelaciones de Santiago,
por resolución de diecinueve de junio de dos mil nueve, que se lee a fojas 92, la confirmó.
En contra de esta última decisión, la misma parte deduce el recurso de casación en el fondo que se lee a fojas
97.

Se trajeron los autos en relación.

CONSIDERANDO: 
   PRIMERO: Que el recurrente denuncia que en la sentencia impugnada se han vulnerado los artículos 1, 3,
7 y 8 del Código de Comercio y artículos 39, 40, 41 y 43 N° 1 de la Ley de Quiebras, actual Libro IV del
Código del Ramo.  Expone que se ha incurrido en infracción de ley por el tribunal de alzada al rechazar la
solicitud de declaración de quiebra respecto de don Rogelio Villela Goycolea, en su calidad de comerciante,
no obstante cumplirse todos los requisitos legales para ello, ya que el deudor ejerce una actividad comercial,
cesó en el pago de una obligación mercantil y dicha obligación consta en un título ejecutivo.
 Ello por cuanto en la escritura pública de reconocimiento de deuda y convenio de pago de 13 de octubre de
2003, que motiva la presente solicitud, consta que don Rogelio Villela y Compañía Limitada reconoce y
declara adeudar a la empresa Coexca S.A., la suma de $430.217.459 (cuatrocientos treinta millones
doscientos diecisiete mil cuatrocientos cincuenta y nueve pesos). Dicha suma tiene su origen en dineros
adeudados en virtud de suministro de cerdos por parte de Coexca S.A. Luego, en su cláusula tercera se declara
que Rogelio Villela Goycolea conoce y acepta el presente contrato y, para todos los efectos derivados de él, se
constituye en aval de la obligación individualizada en la cláusula primera.
 Agrega que además, se acompañó como antecedente, copias de otro proceso seguido en contra del requerido,
en que se estableció la obligación de éste de pagar a la empresa Exportadora Seira S.A., en su calidad de
avalista, fiador y codeudor solidario de la Sociedad Rogelio Villela Goycolea, la suma de $100.000.000 (cien
millones de pesos).

 Por ello, al establecer el magistrado de primera instancia que el demandado Villela Goycolea, sólo se obligó
en calidad de aval, fiador y codeudor solidario, sin desprenderse de los antecedentes su calidad de
comerciante, infringe lo dispuesto por los artículos 1, 3 N° 1, 7 y 8 del Código de Comercio, los que
transcribe.
 Añade que la calificación contemplada en el artículo 41 de la Ley de Quiebras, esto es, la de deudor que
ejerza una actividad comercial, industrial, minera o agrícola, debe ser interpretada y aplicada teniendo en
consideración tanto el principio de lo accesorio previsto en el artículo 1 del Código referido, como lo
normado en el artículo 8 del mismo cuerpo de leyes, que sujeta al no comerciante a las leyes de comercio
respecto de los efectos del acto, según la Jurisprudencia de la Corte Suprema.

 Explica que la sentencia recurrida infringe la ley, ya que el demandado a la fecha de petición de quiebra,
actuaba como factor de comercio de una sociedad, participa como socio mayoritario de ella, la sociedad ejerce
un amplio giro comercial, y respecto de las obligaciones de esta última, en la escritura pública de
reconocimiento de deuda se dice ?dicha suma tiene su origen en sumas adeudadas en virtud de suministros de
cerdos por parte de Coexca S.A.?, a las que el Sr. Villela se ha constituido en avalista.
 De este modo no sólo se vulneran las normas previamente citadas, sino también el principio de la buena fe
que rige en materia mercantil, ya que el demandado de manera habitual ha dejado de cumplir sus obligaciones
respecto de terceros, por lo que debe sujetarse a una legislación de mayor exigencia.
 Concluye sintetizando que se han conculcado las disposiciones legales que invoca, al confirmarse la
sentencia de primer grado, por cuanto el demandado es un comerciante, que ha cesado en el pago de una
obligación mercantil con el solicitante, constando esa deuda en un título ejecutivo.
 Con el mérito de lo expuesto solicita se acoja el presente recurso, se anule el fallo recurrido y acto seguido, se
dicte la sentencia que corresponda con arreglo a la ley, resolviendo que se acoge la petición de quiebra de don
Rogelio Villela Goycolea.

 SEGUNDO: Que previo a entrar al análisis del recurso es necesario consignar como antecedentes relevantes
del proceso, los siguientes:

a) Que con fecha 11 de abril de 2008, Guillermo García González y Ángel Soler Corina, en representación de
Coexca S.A., solicitan se declare la quiebra de don Rogelio Francisco Villela Goycolea. Señalan que de
acuerdo a lo dispuesto en el artículo 40 de la Ley de Quiebras, ?el deudor podrá ser declarado en quiebra
aunque tenga un solo acreedor, siempre que concurran los demás requisitos legales?, los que se encuentran
consagrados en el artículo 43 del mismo cuerpo de leyes. Este último dispone: ?cualquiera de los acreedores
podrá solicitar la declaración de quiebra, aún cuando su crédito no sea exigible, en los siguientes casos: N° 1.-
cuando el deudor que ejerza una actividad comercial, industrial, minera o agrícola, cese en el pago de una
obligación mercantil con el solicitante, cuyo título sea ejecutivo?.

 Explican que en el caso de autos se cumplen con todos los presupuestos indicados, toda vez que el deudor
ejerce una actividad comercial. En efecto, el artículo 7° del Código de Comercio previene: ?son comerciantes
aquellas personas que, teniendo capacidad pata contratar, hacen del comercio su profesión habitual?. Luego,
el artículo 3 N° 1 del mismo cuerpo de leyes estatuye que son actos de comercio: ?la compra y permuta de
cosas muebles, hechas con ánimo de venderlas, permutarlas o arrendarlas en la misma forma o en otra
distinta??.
 Acerca de esto explican que el señor Villela, por sí y sus empresas relacionadas adquirían de la solicitante,
cerdos o porcinos (bienes muebles), con la finalidad de venderlos sea vivos o faenados, a terceras personas, lo
que constituye el típico y antiguo acto de comercio ejecutado por un comerciante. Luego, el deudor ejerce una
actividad de comercio.

 A lo anterior se une el hecho de encontrarse obligado por un título ejecutivo, consistente en la sentencia
ejecutoriada pronunciada por el 10° Juzgado Civil de Santiago, en cuya virtud adeuda la suma de
$337.030.240 (trescientos treinta y siete millones treinta mil doscientos cuarenta pesos) de capital, más
intereses y reajustes. Durante el transcurso de ese proceso, cuya cuantía ascendía a $430.217.459
(cuatrocientos treinta millones doscientos diecisiete mil cuatrocientos cincuenta y nueve pesos) se subastaron
bienes que cubrieron la deuda en $163.000.000 (ciento sesenta y tres millones de pesos), en donde el
solicitante tuvo que pagar a terceros $21.000.000 (veintiún millones de pesos) con ocasión de la presentación
de tercerías de prelación y pago opuestas por el acreedor Exportadora Seira, la que también tenía sentencia a
su favor en los autos Rol N° 1864-2004 del 6° Juzgado Civil de Santiago. Como fundamento de su solicitud
acompaña copias autorizadas de los autos Rol N° 5948-2005 y 1864-2004 del 10° y 6° Juzgado Civil de
Santiago, respectivamente.

b) Que con fecha 14 de agosto de 2008, según se observa a fojas 52, se notificó al deudor, don Rogelio
Francisco Villela Goycolea, quien concurre a fojas 57, oponiéndose a la solicitud de declaración de quiebra,
para lo cual niega su calidad de comerciante. Manifiesta que con los documentos acompañ ados por el
solicitante, no puede acreditarse ni formar el tribunal convicción de la supuesta calidad de comerciante que se
le imputa. Reconoce su participación en una sociedad, pero explica que eso no lo convierte en comerciante en
los términos exigidos por la ley de quiebras. Por lo anterior, no obstante haber sido aval en su oportunidad
respecto de obligaciones de una empresa declarada en quiebra, no puede pedirse su quiebra personal ni
pretender cobrar dichas obligaciones en su patrimonio.

c) Evacuado el traslado conferido a la solicitud de Coexca, el tribunal resolvió ?desprendiéndose de los autos
tenidos a la vista, y que sirven de fundamento a la solicitud que nos ocupa, que el sr. Rogelio Francisco
Villela Goycolea, ha sido demandado en dichos procesos en calidad de avalista, fiador y codeudor solidario
de las obligaciones contraídas por la SOCIEDAD ROGELIO VILLELA Y COMPAÑÍA LIMITADA,
antecedentes que resultan insuficientes para atribuirle la calidad de comerciante en los términos previstos en
el artículo 43 N° 1de la Ley 18.175, por lo que conforme lo establecen los artículos 7 del Código de Comercio
y 40 y 43 de la Ley 18.175, se rechaza la solicitud de lo principal de fs. 15?.

d) Apelada esta resolución por el solicitante, una de las Salas de la Corte de Apelaciones de Santiago, por
sentencia de 19 de junio de 2009, la confirmó.

e) Son antecedentes de la causa las copias autorizadas de los procesos acompañadas por el solicitante, en los
que consta lo siguiente:

I.- Copias causa Rol N° 5948-2005 del 10° Juzgado Civil de Santiago:
a.- Con fecha 01 de junio de 2005, a fojas 12, don Guillermo García Gonzaléz, en representación de Coexca
S.A., deduce demanda ejecutiva en contra de don Rogelio Francisco Villela Goycolea, fundado en una
escritura pública de reconocimiento de deuda y convenio de pago de fecha 13 de octubre de 2003, en cuya
cláusula primera se establece que la deuda materia de este procedimiento tiene su origen en un contrato de
suministro de cerdos entre la demandante y Rogelio Villela y Cia. Ltda. El reconocimiento de la deuda
alcanza la suma de $430.217.459 (cuatrocientos treinta millones doscientos diecisiete mil cuatrocientos
cincuenta y nueve pesos). En la cláusula tercera don Rogelio Francisco Villela Goycolea dice conocer y
aceptar los términos del reconocimien to y se constituye en aval y codeudor solidario de la obligación
individualizada en la cláusula primera y segunda. En el mismo escrito se hace presente que la sociedad
Rogelio Villela y Cia. Ltda. fue declarada en quiebra en el año 2004.

b.- A fojas 23, don Rogelio Francisco Villela Goycolea opone las excepciones de los N° 9 y 11 del artículo
464 del Código de Procedimiento Civil.

c.- Luego, a fojas 38 la ejecutante evacúa el traslado, y a fojas 39 se declaran admisibles las excepciones,
determinándose los hechos a probar.

d.- Por sentencia de 13 de junio de dos mil seis, escrita a fojas 50, en la que se individualiza al ejecutado
como empresario, se rechazaron, con costas, las excepciones formuladas y se ordenó seguir adelante con la
ejecución, certificándose su ejecutoria el 01 de agosto de 2006, a fojas 64.

e.- En esa misma causa, Sociedad Seira Limitada interpone tercería de prelación, acompañando al efecto
copia de la escritura pública de constitución de la sociedad. En ella se observa que concurren a su formación
don Rogelio Francisco José Villela Goycolea, demandado de autos, quien se declara factor de comercio, y don
Eduardo Ernesto Szasz Isla.

f.- De igual modo se individualiza en el documento consistente en la escritura pública de compraventa de


veintitrés de junio de dos mil cuatro, en que el deudor vende a don Roberto Villela Goycolea los bienes que
en ella se individualizan.

g.- Según liquidación de siete de abril de dos mil ocho, descontadas las sumas obtenidas de los remates, aún
existía una deuda a favor de Coexca de $335.530.240 (trescientos treinta y cinco millones quinientos treinta
mil doscientos cuarenta pesos).

II.- Copias causa Rol N° 1869-2004 del 6° Juzgado Civil de Santiago:


h.- Con fecha 05 de abril de 2004, don Eduardo Szasz Isla, en representación de Exportadora Seira Ltda.,
endereza juicio ejecutivo por obligación de dar en contra de la Sociedad Rogelio Villela y Cia Ltda.,
representada legalmente por don Rogelio Villela Goycolea, factor de comercio, y en contra de este último,
fundado en una transacción celebrada entre las partes por US$ 171.000 (ciento setenta y un mil dólares),
solicitando su ejecución por la suma adeudada que a esa fecha ascendía a $104.491.260 (ciento cuatro
millones cuatrocientos noventa y un mil doscientos sesenta pesos).

i.- A fojas 7 de esos antecedentes se acompaña la copia de la Transacción extrajudicial alcanzada entre
Exportadora Seira Limitada, Rogelio Villela y Cia. Ltda. y Rogelio Villela Goycolea, quien, nuevamente, se
individualiza como factor de comercio, en virtud de la cual los dos últimos se comprometen a pagar la suma
de US$171.000 (ciento setenta y un mil dólares). En la cláusula primera se anota: ?las partes comparecientes
y en la representación que invisten, declaran que entre ellas existió, desde el mes de noviembre de dos mil dos
hasta el mes de septiembre de dos mil tres, ambos meses inclusive, una relación comercial en el ámbito de la
compra y venta de carne de cerdo faenada y destinada para la exportación?.

j.- Los ejecutados no interpusieron excepciones en contra de la Sociedad Seira, conformada por el señor
Eduardo Szasz Isla y el propio ejecutado Rogelio Villela Goycolea.

k.- En dicho juicio el total adeudado, incluidas las costas procesales, asciende al 26 de abril de dos mil cinco,
a $109.242.478 (ciento nueve millones doscientos cuarenta y dos mil cuatrocientos setenta y ocho pesos).

TERCERO: Que la quiebra puede definirse como ?El estado excepcional, en el orden jurídico, de una
persona, producido por la falta o imposibilidad de cumplimiento igualitario de todas sus obligaciones,
declarado judicialmente? (Álvaro Puelma Accorsi, Curso de Derecho de Quiebras, Editorial Jurídica de Chile,
1985, pág.7). Cabe señalar que la causa de la quiebra es la situación de impotencia de pagar, que en forma
generalizada y permanente afecta el patrimonio del deudor, lo que va más allá del incumplimiento de las
obligaciones, si se considera el carácter de defensa colectiva que la quiebra involucra; ella no puede ser
aplicada sino en los casos en que efectivamente se presenta una situación patrimonial crítica, en la que existen
diversos intereses que proteger, y no por el hecho del simple incumplimiento de parte del deudor, ante lo cual
bastaría el ejercicio de las defensas individuales. La ley N° 18.175 siguió a la N° 4558, en cuanto para ella la
cesación de pagos es la causa de la quiebra. En efecto, la ley vigente fija hechos reveladores absolutos y
taxativos para acreditar la existencia de cesación de pagos, entendida como estado económico patrimonial
general izado y crítico y no el mero incumplimiento de una obligación.
CUARTO: Que el artículo 43 N ° 1 de la Ley de quiebras prescribe que cualquiera de los acreedores podrá
solicitar la declaración de quiebra, aún cuando su crédito no sea exigible, en los siguientes casos: 1 ° cuando el
deudor ejerza una actividad comercial, industrial, agrícola o minera y; 2.-Que haya cesado en el pago de
una obligación mercantil con el solicitante, cuyo título sea ejecutivo.
Es un hecho pacífico y por ende no controvertido, que el deudor no cumplió oportunamente con la obligación
contenida en la escritura pública respecto del cual se constituyó en aval y codeudor solidario de la sociedad
que lleva su propio nombre, y que dio inicio a un procedimiento ejecutivo seguido ante el 10° Juzgado Civil
de Santiago, causa Rol N° 5948-2005.

En lo que hace a la forma de ejercer la actividad comercial cabe preguntarse si el ejercicio de la actividad que
requiere la ley para estos efectos debe ser permanente o puede ser ocasional. Al respecto el profesor Álvaro
Puelma Accorsi, en la obra citada precedentemente sostiene: ?Nos inclinamos a sostener, no obstante el
notorio vacío legal, que el ejercicio de la actividad económica determinada que exige la ley para los efectos de
la quiebra debe ser permanente, no ocasional, ya que no consideramos ejercicio de una actividad la
realización ocasional de actos que no expliciten un efectivo y permanente ejercicio de la actividad requerida
por la ley. Como la ley no requiere en la actualidad para los efectos analizados la calidad de ?comerciante?, ?
industrial?, ?agricultor? o ?minero? sino el ejercicio de dichas actividades, habrá que probar el efectivo
ejercicio de ellas, aún tratándose de sociedades cuyo objeto social sea mercantil, agrícola o minero?. Sobre lo
que se analiza, don Ricardo Sandoval López en su Manual de Derecho Comercial, sobre la Insolvencia de la
Quiebra, Derecho de Quiebras y Cesión de Bienes, T. IV, Editorial Jurídica de Chile, pág. 75, acota: ?
Corresponde al acreedor que solicita la declaratoria de quiebras acreditar que su deudor ejerce alguna de estas
actividades. Para ello puede prevalerse de todos los medios de prueba que la ley contempla. En la práctica
podrá lograrlo acomp añando certificados de instituciones gremiales a las que pertenezca el deudor, copias de
declaraciones de impuestos hechas en tal calidad, boletas impresas, facturas, patentes municipales, avisos de
publicidad, etc.?

QUINTO: Que de lo anterior se desprende que la actividad desarrollada por el deudor para configurar la
causal en estudio, debe ser habitual. Ello es concordante, además con las consecuencias que acarrea la
declaratoria de quiebra, que difieren entre un deudor civil o comercial. Por ejemplo, derecho de alimentos,
efectos retroactivos, obligación de solicitar su propia declaratoria, fijación de la fecha de cesación de pagos y
calificación, puesto que la ley evidentemente consagra un tratamiento diverso en las materias señaladas para
quienes ejercen una actividad comercial, industrial, minera o agrícola y quienes no la desarrollan. Por ello
también el artículo 52 N° 1 de la Ley de Quiebras exige que la sentencia que la declara determine si el fallido
ejerce o no esas actividades.

SEXTO: Que la cita de las disposiciones legales denunciadas en el recurso, expuestas previamente en el
motivo primero, tienen por objeto sustentar fundamentalmente que el deudor fallido ha hecho del comercio su
profesión habitual, configurándose a su respecto la contemplada en el artículo 43 N° 1 de la Ley del ramo.
En consecuencia, la cuestión que se plantea en el recurso es discernir si, en la especie, se incurrió en error de
derecho al resolver rechazar la solicitud de quiebra de don Rogelio Villela Goycolea, por el motivo que se
hizo.

SÉPTIMO: Que, según se ha dicho en el fallo de casación, el recurso se apoya en la infracción del artículos
43 N° 1 de la Ley N° 18.175, en relación con los artículos 7º del Código de Comercio y 3 N° 10 del mismo
Código.
Se dejó expresado, también, como hechos de la causa, que el sujeto acerca del cual se solicita la quiebra
avaló, como persona natural, las obligaciones de la sociedad Rogelio Villela y Cia. Ltda. actualmente en
quiebra, obligaciones emanadas de la escritura pública de fecha 13 de octubre de 2003, por la suma de
$430.217.459 (cuatrocientos treinta millones doscientos diecisiete mil cuatrocientos cincuenta y nueve pesos),
no pagada en su totalidad, y que dio origen a la causa Rol N° 5948-2005 del 10° Juzgado Civil de Santiago,
que concluy f3 con sentencia de término en que se rechazaron las excepciones deducidas a la ejecución.
Por último, se argumentó que la demandante no era la única acreedora del deudor que tuviese un título
ejecutivo en su contra. Al efecto se invocó el crédito de Sociedad Sierna, que constaba en una transacción
extrajudicial que posteriormente dio inicio a los autos Rol 1869-2004 del 6° Juzgado Civil de Santiago, antes
aludidas.

OCTAVO: Que en la evolución del Derecho Comercial esta rama nace como el Derecho de los
Comerciantes, con un carácter subjetivo, para luego algunos cuerpos normativos regular los actos de
comercio, ahora de una manera objetiva, principal innovación de nuestro Código de Comercio. En el Mensaje
del Código se puede leer: ?Bajo el epígrafe Disposiciones generales se han establecido ciertas reglas que
dominan todas las materias del Código y que no era posible consignar en ninguno de los títulos que lo
componen, sin alterar el sistema y método de su redacción. Algunas de estas reglas determinan los límites del
imperio del Código, y autorizan la aplicación de la ley común y de la costumbre en los casos en que la
primera se encuentre deficiente?, para luego agregar: ?Entre las disposiciones generales se encuentra también
la que trata de los actos de comercio que, más de constituir la materia especial del Código, ofrecen la más
amplia y segura de la jurisdicción mercantil; y mediante la colocación que se les ha dado, se ha evitado la
justa crítica dirigida a los códigos que se han reservado la importante noción de estos actos para la ley que
regla la competencia de los juzgados de comercio. El Proyecto ha huido del peligro de las definiciones
puramente teóricas, y en vez de definir los actos de comercio, los ha descrito prácticamente, enumerándolos
con el debido orden, precisión y claridad?.

Siguiendo esta línea inspiradora, de hacer la mayor precisión de la aplicación de la legislación mercantil, el
artículo 1° del Código de Comercio rige, en primer término, las obligaciones de los comerciantes que se
refieren a operaciones mercantiles, con lo cual hace una doble exigencia: a) ser comerciante y b) realizar
operaciones mercantiles, de forma tal que pasa a ser un derecho subjetivo y objetivo a la vez. En segundo
término, rige la s obligaciones que contraigan personas no comerciantes para asegurar el cumplimiento de
obligaciones comerciales, aquí se concreta el denominado principio de lo accesorio, según el cual el acto pasa
a regirse por el derecho comercial, no obstante que a la persona no le sea naturalmente aplicable esta
reglamentación y cuando se dice que se le aplica al acto, es que se le aplica a la persona que suscribe el acto,
pues se tiene en consideración el carácter mercantil de la obligación que se pretende garantizar. Y, por último,
la norma dispone que cualquiera sea la calidad de las personas, se aplicará siempre el derecho comercial, a los
contratos exclusivamente mercantiles. De este modo el Código se aplica: a) a los comerciantes en los actos
mercantiles; b) a los no comerciantes en los actos que garanticen obligaciones mercantiles y, c) a los no
comerciantes que realicen actos exclusivamente mercantiles.

El artículo 3° del mismo Código remarca y mantiene los principios anteriores, pero agregando la noción de
los actos de doble carácter, en que determinados actos de comercio pueden serlo para algunos de los
contratantes. Sin embargo, será el mismo artículo el que otorgará el carácter de mercantil de manera absoluta
a determinadas operaciones, ?cualquiera que sean su causa y objeto y las personas que en ella intervengan?;
actos que siempre estarán regidos en lo específico por el Código de Comercio, pero también en sus efectos
sean ellos derivados de su naturaleza como en relación a las personas que toman parte en ellos.
Para concluir este cuadro de disposiciones legales el referido Código, en su artículo 7°, exige profesionalidad
habitual para atribuir el carácter de comerciante y, el artículo 8°, siguiendo la misma idea, priva de la calidad
de comerciante a quien ejecuta accidentalmente un acto de comercio, pero, en este último caso, dispone la
consecuencia más relevante respecto de un no comerciante, su vinculación a las leyes de comercio en cuanto a
los efectos del acto de comercio en que toman parte. Se genera así una posible contradicción entre esta norma
con los actos de doble carácter, respecto del no comerciante, a que se refiere el artículo 3°, pero que resulta
zanjada, a lo menos, en aquellas operaciones a las cuales se les dotó siempre y en todo caso de manera
objetiva de un carácter mer cantil ?cualquiera que sean su causa y objeto y las personas que en ella
intervengan?, pues a ellas siempre les será aplicable el derecho comercial teniendo en consideración tanto la
naturaleza del acto, pero desatendiendo la calidad de las personas que participan en el mismo.

NOVENO: Que precisado el límite de aplicación del derecho comercial, no resulta ocioso reiterar que se
estableció como hecho de la causa, que el sujeto del que se solicita la quiebra avaló, como persona natural, las
obligaciones de la sociedad Rogelio Villela y Cia. Ltda. actualmente en quiebra; obligaciones emanadas de la
escritura pública de reconocimiento de deuda por la suma de $ $430.217.459 (cuatrocientos treinta millones
doscientos diecisiete mil cuatrocientos cincuenta y nueve pesos), no pagada en la fecha estipulada y que dio
origen a la causa Rol 5948-2005 del 10° Juzgado Civil ya referida.

De esta forma, la causal de quiebra del artículo 43 N° 1 del Titulo IV del Libro IV del Código de Comercio,
que preceptúa: ?Cualquiera de los acreedores podrá solicitar la declaración de quiebra, aun cuando su crédito
no sea exigible, en los siguientes casos: 1. Cuando el deudor que ejerza una actividad comercial, industrial,
minera o agrícola, cese en el pago de una obligación mercantil con el solicitante, cuyo título sea ejecutivo?,
debe ser interpretada y aplicada teniendo en consideración tanto el principio de lo accesorio previsto en el
artículo 1° del Código de Comercio, que deja bajo el imperio de sus disposiciones a las ?personas no
comerciantes? que contraigan obligaciones para asegurar el cumplimiento de obligaciones comerciales, que es
precisamente la circunstancia de autos, pues, la persona cuya quiebra se solicita se constituyó en aval de un
comerciante y de un acto de comercio absoluto, conforme a lo dispuesto por el artículo 3° N 1 del mismo
Código, que expresa que son actos de comercio ?La compra y permuta de cosas muebles, hechas con ánimo
de venderlas, permutarlas o arrendarlas en la misma forma o en otra distinta, y la venta, permuta o
arrendamiento de estas mismas cosas?, así como también lo normado en el artículo 8° del mismo cuerpo de
leyes, que sujeta al no comerciante a las leyes de comercio respecto de los efectos del acto. De ignorarse estas
disposicione s y aplicarse aisladamente la regla relativa a la quiebra, la causal en referencia sólo podría
imponerse al deudor calificado, exégesis que no resulta atendible, pues de lo anterior resultan consecuencias
que afectan los principios sobre los cuales descansa la actividad mercantil y el derecho en general, como es el
de la buena fe y el acto propio, de forma tal que, interpretando tales normas de manera armónica, según lo
ordena el artículo 24 del Código Civil, primera regla a considerar en toda labor hermenéutica integral, estos
sentenciadores consideran que tratándose de una obligación de una persona que se dice no comerciante,
destinada a garantizar el cumplimiento de otra de carácter mercantil de un comerciante, no obstante su
carácter aislado, sus efectos se rigen por el derecho mercantil y queda bajo el imperio del artículo 43 N° 1 del
Título IV del Libro IV del Código de Comercio y, por lo mismo, procede ser declarado en quiebra Rogelio
Villela Goycolea, al haber avalado la escritura pública de reconocimiento de deuda por la suma de
$430.217.459 (cuatrocientos treinta millones doscientos diecisiete mil cuatrocientos cincuenta y nueve pesos),
no pagada a la fecha y suscrita por la sociedad Rogelio Villela y Cia. Ltda. la que se encuentra actualmente en
quiebra.
DÉCIMO: Que, además, la sentencia de primera instancia, confirmada por la de segundo grado, desestimó la
argumentación sustentada en la individualización como factor de comercio por la persona cuya quiebra se
solicita. Si bien este hecho no importa que la persona adquiera el carácter de comerciante, este antecedente
como los indicados con anterioridad refuerzan lo concluido, los cuales están ahora, además, sustentados en el
hecho propio, todos los que deben ser analizados en conjunto y no aisladamente.

UNDÉCIMO: Que, sin perjuicio de lo anterior, y aun cuando sea a mayor abundamiento, igualmente
procedería la declaratoria de quiebra de Rogelio Villela Goycolea, desde el momento que al omitirse toda
consideración sobre la prueba documental acompañada por el solicitante, se le ha privado a ella de valor
probatorio. De una correcta ponderación de las pruebas aportadas se desprende incluso que se encuentra
demostrada la habitualidad o profesionalismo en suscribir actos de comercio, de lo que deriva el
cumplimiento de la exigencia prevista en el artículo 7° del Có digo del ramo y reconocerle así la calidad de
comerciante a la persona cuya quiebra ha sido solicitada, de forma tal que le es aplicable la causal del artículo
43 N° 1 del Titulo IV del Libro IV del Código de Comercio.
DUODÉCIMO: Que, por último, la buena fe es el principio rector de la actividad mercantil, por lo que
resulta legal, apropiado y conveniente, además, que la persona declarada en quiebra en este caso quede sujeta
a calificación criminal, fijación de la época de la cesación de pagos, ejercicio de acciones revocatorias
concursales e improcedencia de la cesión de bienes, por cuanto, según se ha dicho, se trata de un factor de
comercio que participa en diversas sociedades en calidad de socio, respecto de las cuales se ha constituido en
avalista y codeudor solidario a favor de diversas entidades, entre ellas la Sociedad Sierna, de la que además de
deudor es socio.

Impone la conclusión de los sentenciadores una razón de interpretación finalista, de vincular a una persona, de
las particulares características del deudor, a los efectos de una legislación de mayor exigencia, cuando deja de
cumplir sus compromisos con terceros de manera habitual, contrariando el principio de buena fe que rige en
materia mercantil.

DÉCIMO TERCERO: Que, de este modo, habiéndose constatado las infracciones de derecho denunciadas
por el solicitante, a los artículos 7 del Código de Comercio y 43 N° 1 del Libro IV del mismo cuerpo de leyes,
se procederá a acoger el recurso de nulidad sustancial.

Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 767 y 785 del Código de
Procedimiento Civil, se acoge el recurso de casación en el fondo deducido en lo principal de fojas 97 por el
abogado don Hugo Larraguibel Arroyo, en representación de la demandante, Coexca S.A., y se anula la
sentencia de la Corte de Apelaciones de Santiago, de diecinueve de junio de dos mil nueve, escrita a fojas 92,
la que se reemplaza por la que se dicta a continuación, separadamente, pero sin nueva vista.

Regístrese.
Redacción a cargo del Ministro señor Silva.

Rol N° 6462-2009.

 
 
 
Pronunciado por la Primera Sala de la Corte Suprema por los Ministros Sres. Adalis Oyarzún M., Sergio
Muñoz G., Sra. Margarita Herreros M., Sres. Juan Araya E. y Gu illermo Silva G.
No firman los Ministros Sres. Oyarzún y Muñoz, no obstante haber concurrido a la vista del recurso y acuerdo
del fallo, por estar ambos en comisión de servicios.

 
 
 
   Autorizado por la Secretaria Subrogante Srta. Ruby Vanessa      Saez Landaur.
 

   En Santiago, a treinta de septiembre de dos mil diez,        notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución      precedente.

 
 
 
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