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Emociones Personificadas en Relato

El documento resume un relato que personifica cinco emociones (alegría, amor, dolor, esperanza y tristeza) como figuras que han dejado su huella a lo largo de la vida de un viejo sabio. Cada emoción se describe brevemente en términos de cómo ha afectado al sabio y lo que ha aportado a su sabiduría. El dolor y la tristeza son las emociones que más respeta el sabio, ya que lo han fortalecido y enseñado lecciones importantes a lo largo de su vida. Al final

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El documento resume un relato que personifica cinco emociones (alegría, amor, dolor, esperanza y tristeza) como figuras que han dejado su huella a lo largo de la vida de un viejo sabio. Cada emoción se describe brevemente en términos de cómo ha afectado al sabio y lo que ha aportado a su sabiduría. El dolor y la tristeza son las emociones que más respeta el sabio, ya que lo han fortalecido y enseñado lecciones importantes a lo largo de su vida. Al final

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Comentario al relato: Un viejo sabio por Skynnel Peña

Albert Einstein una vez dijo que “Si no puede explicarlo de manera simple, es porque no lo ha
entendido lo suficiente”, y este relato es una prueba magnífica de dicha declaración. Peña ha
logrado describir, de manera austera, simple pero acertada, mediante la personificación, los
efectos que tienen sobre la vida del ser humano estas cinco emociones: Alegría, Amor, Dolor,
Esperanza y Tristeza.
Me encanta que el autor haya utilizado el vehículo de un “viejo sabio” para demostrar cómo, en
cada etapa de la vida, cada emoción va dejando su huella y/o cicatriz, debido a que cada una ha
aportado, con el pasar del tiempo, a la sabiduría del protagonista: la Alegría, volátil; el Amor
incomprensible; el maestro Dolor; la exótica Esperanza, fuerte y motivante; y la desconcertante
Tristeza.
Veamos cada personificación con mayor detalle:
1. La Alegría, según nos cuenta el viejo sabio, es, en esencia, una zorra bella y
espontánea. Me llama la atención el término zorra, debido a que denota inestabilidad,
falta de fidelidad y/o estadía por parte de la emoción. Es como si, de manera
inconsciente, el viejo está molesto con ella, pero a la vez, lo hace sentir espléndido.

2. El Amor, es descrito como alguien difícil de encontrar y, algo muy cierto, cada vez que
se vive, es distinto. El amor florece de manera diferente en cada relación, y encontrarlo
en alguien ideal es, a lo sumo, una odisea complicada. También es algo que no se
suplanta y que todos quieren, pero que requiere de esfuerzo y un poco de suerte hallarlo.

3. El Dolor, es el personaje que el viejo más respeta, y con razón, pues es el que lo ha
fortalecido a lo largo de su vida, llena de sinsabores y deslices. Me fascinó la forma en
que el autor muestra, con simples palabras, el modus operandi del dolor, diciendo que
nos muestra “como NO hacer las cosas”. Y es el mismo dolor, el cual ayudo al viejo a
encontrar a su esposa, ya que el dolor de las relaciones anteriores sirvió como aprendizaje
para poder iniciar una relación más fructífera más adelante.

4. La Esperanza, es el personaje con el cual el viejo sabio contrae matrimonio. Y esta


simbología personificada es impresionante, pues la esperanza es aquello que el ser
humano nunca debe perder. Por eso el protagonista decidió unirse en lazos de amor con
ella, para que sea su sostén. Él mismo confiesa que “sin ella, no hubiese estado aquí hoy”.

5. La Tristeza, sinónima de reflexión dualmente encantadora y aterrante, fue la amante


del viejo sabio. Al principio, me desconcertó que la tristeza fuese la raíz de la infidelidad
del protagonista, pero el autor lo escribe de esta manera para que se entienda que hay
personas que prefieren hacer cosas que proveen placer pasajero, aunque les ocasione
tristeza al final, que luchar por beneficios duraderos, que se construyen a paso lento.
Es interesante analizar lo que el viejo dice al final del relato: “¡Por lo menos no estoy
absolutamente solo!”. De manera casi sarcástica pero sincera, da a entender que cada emoción
vivida no ha hecho asidero permanente en su vida. Es como si cada una le brindó momentos,
largos y/o cortos, de aprendizajes y pasiones, pero nunca duraderos.
En mi opinión, mi parte favorita del relato fue la descripción del dolor y de la tristeza. Parecen
las emociones más negativas y rechazables, pero son, a mi parecer, las más importantes. Son los
dos grandes maestros de la vida, dejando marcas permanentes en las mentes de cada ser humano.
Si tuviera que elegir solamente dos personas del relato con las cuales estar, elegiría, hasta sin
proponérmelo, esas dos, porque siento que mi naturaleza humana me inclinaría de manera
natural, valga la redundancia, hacia el dolor y la tristeza, y, a partir de aquellas, vendrían las
demás.

Juan Elías Colomé Reynoso


Estudiante de Derecho PUCMM

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