Una solución es una mezcla físicamente homogénea, formada por dos o más sustancias que
reciben el nombre de solvente y soluto
El solvente es la sustancia que por lo general se encuentra en mayor proporción dentro de la
disolución.
El soluto es la sustancia que, por lo general, se encuentra en menor proporción dentro de la
solución.
Diluidas: cuando contienen una pequeña cantidad de soluto, con respecto a la cantidad de
solvente presente
Saturadas o concentradas: si la cantidad de soluto es la máxima que puede disolver el solvente a
una temperatura dada.
sobresaturadas: si la cantidad de soluto es mayor de la que puede disolver el solvente a una
temperatura dada.
La incorporación de solvente y soluto para dar lugar a una solución, puede llevarse a cabo
mediante un proceso químico o un proceso físico.
Disolución química: en este caso, ocurre una reacción química entre soluto y solvente
Disolución física o solvatación: en este caso no hay transformación de las sustancias involucradas,
sino que la incorporación de soluto y solvente se lleva a cabo por fuerzas de atracción
intermoleculares, como los puentes de hidrógeno o las interacciones dipolo-dipolo.
Existe un límite para la cantidad máxima de soluto soluble en un determinado solvente. A este
valor que limita la cantidad de soluto que se puede disolver en determinada cantidad de solvente
se le conoce como solubilidad, y se define como la máxima cantidad de un soluto que puede
disolverse en una cantidad dada de un solvente, a una temperatura determinada
Naturaleza del soluto y el solvente: la solubilidad es mayor entre sustancias cuyas moléculas sean
análogas, eléctrica y estructuralmente. Cuando existe semejanza en las propiedades eléctricas de
soluto y solvente, las fuerzas intermoleculares son intensas, propiciando la disolución de una en
otra.
Temperatura: En general, puede decirse que, a mayor temperatura, mayor solubilidad
Presión: La presión no afecta demasiado la solubilidad de sólidos y líquidos, mientras que tiene un
efecto determinante en la de los gases. Un aumento en la presión produce un aumento de la
solubilidad de gases en líquidos.
Estado de subdivisión: Este factor tiene especial importancia en la disolución de sustancias sólidas
en solventes líquidos, ya que, cuanto más finamente dividido se encuentre el sólido, mayor
superficie de contacto existirá entre las moléculas del soluto y el solvente.
La concentración de una solución expresa la cantidad de soluto presente en una cantidad dada de
solvente o de solución.
Porcentaje referido a la masa: relaciona la masa del soluto, en gramos, presente en una cantidad
dada de solución. la cantidad patrón de solución suele tomarse como 100 g
Porcentaje referido al volumen: se refiere al volumen de soluto, en mL, presente en cada 100 mL
de solución.
Porcentaje masa-volumen: representa la masa de soluto (en g) por cada 100 mL de solución.
Partes por millón (ppm): para medir algunas concentraciones muy pequeñas, se utiliza una unidad
de concentración denominada partes por millón (ppm), que mide las partes de soluto presentes
en un millón de partes de solución.
Molaridad (M): es la forma más usual de expresar la concentración de una solución. Se defi ne
como el número de moles de soluto disueltos en un litro de solución
Molalidad (m): indica la cantidad de moles de soluto presentes en un kg (1.000 g) de solvente.
Normalidad (N): relaciona el número de equivalentes gramo o equivalentes químicos de un soluto
con la cantidad de solución, en litros.
Fracción molar (X): expresa el número de moles de un componente de la solución, en relación con
el número total de moles
Los reactivos disponibles en el laboratorio se encuentran, por lo general, en forma de sólidos o en
soluciones comerciales muy concentradas (cercanas al 100%).
Propiedades coligativas de las soluciones: Cuando dos o más sustancias se mezclan para dar lugar
a una solución, el resultado es una sustancia con una serie de propiedades físicas propias y
diferentes a aquellas que poseían las sustancias originales. Estas propiedades emergentes en las
soluciones reciben el nombre de propiedades coligativas y dependen directamente de la
concentración de soluto, mas no de su naturaleza química.
Presión de vapor: Las moléculas de un líquido cualquiera, a una determinada temperatura, poseen
una cierta cantidad de energía cinética. Algunas moléculas, especialmente aquellas situadas cerca
de la superficie, pasan espontáneamente al estado gaseoso, es decir, se volatilizan.
Punto de ebullición: El punto de ebullición de un líquido es la temperatura a la cual su presión de
vapor es igual a la presión atmosférica. Si a este líquido se le adiciona un soluto no volátil, la
temperatura de ebullición de la solución resultante, aumenta. Y es proporcional a la concentración
molal.
Punto de congelación: En soluciones formadas por solutos no volátiles se observa un descenso de
la temperatura de congelación, respecto a la del solvente puro. Esta disminución es proporcional a
la concentración molal de la solución y se relaciona por medio de la constante crioscópica molal
Presión osmótica: Consiste en el paso de moléculas de agua (solvente) a través de una membrana
semipermeable, desde un compartimiento menos concentrado hacia otro, con mayor
concentración de soluto.