NOVENA EN HONOR A LA INMACULADA CONCEPCION
“CON MARIA, DISCIPULO MISIONERO EN SALIDA”
Monición de entrada 
Sean bienvenidos hermanos a esta gran fiesta mariana. Hoy celebramos
la Solemnidad de la Inmaculada Concepción.
En estos nueve días de novena en honor a la Santísima Virgen hemos
contemplamos la grandeza y la pobreza, la riqueza de Dios y la sencillez
de su esclava, el silencio y la Palabra. María, es camino que nos lleva
a la Navidad, ella nos lleva siempre a Jesús.
Con esta alegría nos ponemos de pie para celebrar esta Santa
Eucaristía. cantando el canto de entrada…
Primera lectura (Génesis 3, 9-15. 20)
En el libro del Génesis, hoy leemos las consecuencias del primer pecado
de la humanidad, que ha quedado «herida» y ha perdido el equilibrio y
armonía iniciales. Pero Dios no cierra del todo la puerta, sino que
anuncia la salvación, en la que jugará un papel muy importante una
mujer: la Virgen María.
Salmo responsorial (Salmo 97)
 Así como María proclamó la grandeza del Señor, cuando el ángel le
anunciara que iba ser la Madre de Dios, el salmo 97 nos lleva hoy a
alabar a nuestro Dios, que hace maravillas. Unámonos al salmista
diciendo juntos:
   R. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas.
Segunda lectura (Efesios 1, 3-6. 11-12)
De la carta del apóstol San Pablo a los Romanos, escucharemos a
continuación un himno lleno de entusiasmo, en donde se muestra la
iniciativa de Dios en la historia de la salvación y nuestra respuesta de
alabanza.
Evangelio (Lucas 1, 26-38)
San Lucas nos relata la escena de la anunciación a María, una de las
más hermosas y significativas del evangelio.  La iniciativa de la salvación
es de Dios y encuentra la respuesta de una humilde jovencita de Israel,
que ha sido la elegida, la llena de gracia.
  Oración de los fieles
  En el día en que la Iglesia celebra la inmaculada concepción de la
  Bienaventurada Virgen María, entreguemos a Dios Padre nuestro
  corazón, hecho para abrirse a un continuo diálogo de amor con Él, pero a
  veces herido por el orgullo y la soberbia. Oremos juntos diciendo: 
     Por intercesión de María Inmaculada, escucha nuestra oración.
1. Por la Iglesia, madre y maestra a lo largo del camino de la vida, para que
   nos ayude a reconocer nuestra desnudez, para que nos dejemos revestir
   de la gracia de la salvación. Roguemos al Señor. 
2. Por el papa, los obispos y los sacerdotes a los que ha sido confiado el
   pueblo de Dios: que a través de su enseñanza resuene la voz de Dios
   Padre, que nunca deja de buscar al hombre cuando este se esconde y se
   aleja de la verdad. Roguemos al Señor. 
3. Por los responsables de las comunidades civiles, para que persigan con
   rectitud el bien común, garanticen la justicia social y protejan la paz de la
   convivencia. Roguemos al Señor. 
4. Por los que sufren en el cuerpo y el espíritu, para que se sientan
   reconfortados por la presencia materna de la Virgen María y se
   entreguen con todo el corazón a Dios, para quien nada es imposible.
   Roguemos al Señor. 
5. Por todos nosotros, para que la celebración de la Solemnidad de hoy nos
   ayude a beber continuamente de la fuente auténtica de la alegría que es
   la presencia de Jesús en nuestra vida. Roguemos al Señor. 
  Presentación de las Ofrendas
  Junto a las ofrendas de Pan y Vino, ofrezcamos también nosotros, a
  ejemplo de María Santísima, nuestro corazón y el propósito de vivir en
  santidad.
  Comunión
  Como María recibió a Jesús, también nosotros acerquémonos con un
  corazón limpio a recibirle y hacerle parte de nuestras vidas. Cantemos.
  Final
  Terminamos esta celebración de la Inmaculada Concepción y nos
  retiramos a nuestros hogares, ahora motivados por el testimonio de
  María Santísima, para seguir su ejemplo imitando sus virtudes.
Lectura del libro del Génesis     3, 9-15.20
    Después que Adán comió del árbol, el Señor Dios llamó al hombre y le
dijo: «¿Dónde estás?»
   respondió él, «Oí tus pasos por el jardín, y tuve miedo porque estaba
desnudo. Por eso me escondí.»
    El replicó: «¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has
comido del árbol que yo te prohibí?»
    El hombre respondió: «La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y
yo comí de él.»
    El Señor Dios dijo a la mujer: «¿Cómo hiciste semejante cosa?»
       La mujer respondió: «La serpiente me sedujo y comí.»
    Y el Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho esto, maldita
seas
entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del
campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de
tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo. Él
te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón.»
    El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de
todos los vivientes.
Palabra de Dios.
SALMO     Sal 97, 1-4
R. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas.
Canten al Señor un canto nuevo,
porque él hizo maravillas:
su mano derecha y su santo brazo
le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria,
reveló su justicia a los ojos de las naciones:
se acordó de su amor y su fidelidad
en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado
el triunfo de nuestro Dios.
Aclame al Señor toda la tierra,
prorrumpan en cantos jubilosos. R.
Dios nos ha elegido en Cristo, antes de la creación del
mundo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
cristianos de Éfeso     1, 3-6. 11-12
 Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido
en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los
cielos. Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del
mundo para que fuésemos santos e intachables ante él
por el amor.
Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el
beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos, para alabanza
de la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha
concedido en el Amado.
En él hemos heredado también, los que ya estábamos
destinados por decisión del que lo hace todo según su
voluntad, para que seamos alabanza de su gloria quienes
antes esperábamos en el Mesías.
Palabra de Dios.
ALELUYA     Cf. Lc 1, 28
Aleluya.
Alégrate, María, llena de gracia,
el Señor está contigo,
bendita tú entre las mujeres.
Aleluya.
      NOVENA EN HONOR A LA INMACULADA CONCEPCION
        “CON MARIA, DISCIPULO MISIONERO EN SALIDA”
EVANGELIO
¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     
1, 26-38
En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una
ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con
un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la
virgen era María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo:
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».
Ella se turbó grandemente ante estas palabras y se preguntaba
qué saludo era aquel.
El ángel le dijo:
«No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios.
Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por
nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el
Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la
casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin».
Y María dijo al ángel:
«¿Cómo será eso, pues no conozco varón?».
El ángel le contestó:
«El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será
llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido
un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban
estéril, “porque para Dios nada hay imposible”».
María contestó:
«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».
Y el ángel se retiró.
Palabra del Señor.