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TA 1 PROCESAL PENAL II Imputación Concreta

La imputación concreta se refiere a la descripción detallada de los hechos, circunstancias y nivel de intervención de cada persona involucrada en un delito. Debe contener elementos fácticos, lingüísticos y normativos para cumplir con los requisitos legales y permitir el ejercicio del derecho de defensa. La imputación debe ser expresa, precisa y clara para que el acusado comprenda los cargos en su contra.
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TA 1 PROCESAL PENAL II Imputación Concreta

La imputación concreta se refiere a la descripción detallada de los hechos, circunstancias y nivel de intervención de cada persona involucrada en un delito. Debe contener elementos fácticos, lingüísticos y normativos para cumplir con los requisitos legales y permitir el ejercicio del derecho de defensa. La imputación debe ser expresa, precisa y clara para que el acusado comprenda los cargos en su contra.
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Imputación Concreta

Definición de imputación concreta Castillo (2007) menciona que la imputación


concreta no solo se refiere a la descripción de un hecho, interesa también la
modalidad del evento delictivo cuando sean varios imputados o exista concurso de
delitos, porque se deberá precisar y distinguir cada aporte de los autores,
partícipes, cómplices o instigadores en la vulneración del bien jurídico.
Del párrafo anterior se desprende, que no basta con un simple enunciado de
hechos fácticos, sino también requiere el grado de intervención de cada persona
que participa en el hecho delictivo. Miguel Falla (2013) señala que, cuando
hablamos de imputación concreta, no se refiere a la calificación jurídica, puesto
que este último se trata del nomen iuris [nombre de derecho], es decir, la
consecuencia penal, por ejemplo: Pedro sustrae una laptop de Juan, propinándole
un golpe en la altura del estómago; se le denomina delito de Robo.
En ese orden de ideas, estamos ante una calificación Penal al momento de dar un
nombre Jurídico, que es considerado delito por la ley penal. En cambio, cuando
hacemos referencia a imputación concreta es aquella descripción minuciosa del
evento delictivo, señalando el tiempo, lugar y modo en el que sucedieron los
hechos, cumpliendo todos los elementos del tipo penal.
Celis Mendoza (2015), define la imputación concreta, como aquella función que
tiene el Ministerio Público en realizar la atribución a una persona natural, un
hecho punible, construyendo proposiciones fácticas según el tipo penal del delito
regulado por el Código Penal. La imputación debe ser suficiente de tal manera
que el imputado tenga la posibilidad de ejercer derecho de defensa
materializando una resistencia idónea,
El autor refiere que, la función del Fiscal es realizar una imputación concreta
entorno a la tipicidad de cada delito que se le atribuye al imputado, puesto que,
los hechos fácticos deben cumplir con todos los elementos del tipo penal que
requiera para su configuración.
1.4.2.Naturaleza Jurídica de la Imputación Concreta
Sobre la naturaleza jurídica de la imputación concreta, Falla (2013) menciona
que cuando se refiriere a la imputación, interesa departir del principio de
imputación necesaria, desglosándolo de la siguiente manera:
a) Como Derecho Fundamental
Falla (2013) señala que al referirnos a la Imputación Concreta, alcanza de
forma muy acentuada la naturaleza de un derecho fundamental, por ser parte
consustancial del derecho de defensa, allí la apariencia de elemental.
El autor explica que cuando se refiere a derechos fundamentales, está
vinculado con aquellos derechos inseparables, constitutivos y consustanciales de
la persona. La imputación concreta está plenamente relacionada con el derecho
de defensa, a fin de que el imputado pueda resguardar, actuar sus derechos y
encontrarse en igualdad de armas con los demás sujetos procesales,
idealizándose la protección y respeto del derecho de defensa.

Fundamento jurídico
La imputación concreta no se ubica expresamente en el Código Procesal Penal,
no obstante, el artículo 349º del C.P.P. señala los requisitos establecidos para el
contenido y desarrollo de la acusación.
Artículo 349˚. Contenido de la Acusación 1. La acusación fiscal será debidamente
motivada, y contendrá: (…) b) La relación clara y precisa del hecho que se
atribuye al imputado, con sus circunstancias precedentes, concomitantes y
posteriores. En caso de contener varios hechos independientes, la separación y el
detalle de cada uno de ellos (…) (Jurista Editores, 2018).

El numeral 1, literal b, del mencionado artículo hace referencia a la imputación


concreta, la cual debe ser clara, precisa, detallada, con sus respectivas
circunstancias precedentes, concomitantes y posteriores. Y en caso de concurrir
diferentes hechos, el detalle independiente de cada uno de ellos con sus
respectivas condiciones de tiempo, modo y lugar.
Estructura de la Imputación Concreta Según Arismendiz (2015), menciona que la
imputación concreta, cumple ciertos elementos de categoría jurídica necesarios
para su estructuración, los cuales son:
a) Elemento Fáctico Se entiende como el deber de un relato detallado y necesario
de los hechos fácticos que son atribuidos a una persona, que tiene envergadura
penal y se desarrolla conforme el ordenamiento jurídico (Arismendiz, 2015, pág.
186).
En otras palabras, es la descripción minuciosa e imprescindible de hechos con
trascendencia penal que se asignan a una persona. Y cuando se involucren
diferentes hechos, el desarrollo de forma independiente de cada uno de ellos, para
una mejor puntualización y entendimiento de los mismos. Sin lugar a duda, la
imputación es progresiva y se desarrolla conforme el momento que se encuentre.
Sin embargo, cuando nos encontremos en etapa de investigación preparatoria, el
Código Procesal Penal, específicamente el artículo 336°, menciona que de las
primeras diligencias, los documentos que informan la noticia criminal o revelan la
presencia de un crimen, manteniendo la vigencia de la acción penal y otras
formalidades, se podrá realizar la Disposición de Formalización de Investigación
Preparatoria (DFIP) comunicando al imputado el hecho descrito en su contra, con
sus respectivas circunstancias de tiempo, modo, lugar y detalle de elementos de
convicción existentes (Código Procesal Penal, 2018).

En efecto, el Fiscal deberá comunicar desde el inicio de un proceso penal al


investigado el hecho por el cual se le va a perseguir puniblemente, debiendo
también señalar las circunstancias, es decir, el momento en el que sucedió,
como ocurrió y donde pasaron los hechos. En base a la investigación, si el
fiscal lo considera pertinente podrá realizar la Formalización.
b) Elemento lingüístico
Las proposiciones fácticas deben desarrollarse con lenguaje gramatical,
sencillo y claro, dirigido contra la persona que cometió el acto criminal. Se
debe considerar que dicha imputación será conocida por ciudadanos que
puedan ser funcionarios públicos de alto cargo, un vil criminal iletrado o una
persona humilde analfabeta (Arismendiz, 2015).
El párrafo antes mencionado, indica que el hecho fáctico debe ser de manera
comprensible, a causa de que vivimos en una sociedad pluricultural.
Entonces, pueda ser que la persona que reciba la comunicación de cargos
resulte ser un sujeto con estabilidad económica o una persona de bajos
recursos, por lo tanto, es la responsabilidad del Fiscal de comunicar en forma
sencilla la imputación a efecto de que pueda ser entendida por los
ciudadanos.
c) Elemento Normativo
Son aquellos requisitos jurídicos que constan de los siguientes elementos:
Modalidad Típica
Es la realización de los hechos de manera descriptiva y precisa que se ajusta
al tipo penal del delito que la ley sanciona (Arismendiz, 2015)
Se desprende del párrafo anterior que, si no se cumpliera en señalar todos
los elementos del tipo penal, no podríamos encontrarnos frente a un delito
específico. Conceptualizando al delito como aquella conducta típica,
contraria a la ley y culpable.
Cuando nos referimos a la tipicidad, se infiere que está plasmada o prevista
en la ley penal, por lo tanto, el hecho debe encajar perfectamente en el tipo
penal para que se configure el delito y la persona culpable responda por la
sanción que corresponda en la norma penal.
 Imputación Individualizada
Ante la concurrencia de varias imputaciones o la pluralidad de imputados,
debe realizarse individualmente la calificación jurídica con las respectivas
proposiciones fácticas (Arismendiz, 2015).
De lo antes mencionado, los hechos fácticos deben realizarse de modo
ordenado, señalando individualmente la conducta criminal para el caso de
cada imputado. La necesidad de la individualización, es con el objetivo de
que el investigado pueda responder por la conducta que realizó y
resguardar sus derechos.
 Nivel de Intervención
El Nivel de Intervención alude a casos en que existan diversos
investigados, detallando particularmente el grado de intervención penal de
cada uno de los intervinientes, para poder determinar si es autor, coautor
o participe (Arismendiz, 2015).
Es importante determinar el grado de intervención de los investigados en
las proposiciones fácticas y la calificación jurídica, para que puedan ejercer
su derecho de defensa, ya que, para el caso de autoría, coautoría o
instigación la pena impuesta va a ser diferente.
 Elementos de convicción que sustentan cada imputación
Es primordial que la imputación esté debidamente motivada, cumpliendo
cada uno de los elementos que contiene el tipo penal del delito y todas las
garantías constitucionales (Arismendiz, 2015).
Es ineludible la motivación de Disposiciones y Requerimientos, de manera
que pueda ser corroborado con argumentos y pruebas por el Fiscal, así
como también podrán ser refutados por los sujetos procesales.
. Características de la Imputación Concreta
La Corte Suprema (2018) en la Casación N° 247-2018 Ancash, señala que la
acusación debe contener todos los elementos que son parte del tipo delictivo, las
circunstancias que rodean al hecho y las actuaciones que son delictivas.
El requerimiento de acusación debe encontrarse debidamente motivada y estar
completa, es decir, debe contener la descripción de todos los elementos del tipo
penal, acompañado de las circunstancias como se realizó el hecho, el lugar
donde se realizó y cuando se realizó, lo que permitirá conocer la competencia y
prescripción del delito. Teniendo en cuenta ello, se precisa las siguientes
características:
Según la Corte Suprema (2018), debe ser expresa, para que los términos no
sean vagos e indeterminados, esto es, debe relatarse el hecho tal y como lo vería
un observador imparcial, con la respectiva descripción de las circunstancias de
tiempo, lugar y modo. Precisa, es decir, determinada o específica, con niveles
razonables de concreción. Clara, que sea comprensible respecto del hecho y del
delito por el que se formula. La acusación fiscal debe formularse en términos que
permitan al acusado saber a qué atenerse y diseñar su estrategia defensiva. Y
Diferentes Imputados, cuando en un caso existen varios imputados, la acusación
debe desarrollar el rol desempeñado por cada uno de ellos.
1.4.6.La Imputación en la Investigación Fiscal
a. Etapa preparatoria
El Ministerio Publico es el titular de la persecución penal, siendo el Fiscal
quien dirige la Etapa de Investigación Preparatoria, tiene el deber de la carga
de afirmar proposiciones fácticas y reunir los elementos de convicción (Código
Procesal Penal, 2018).
El fiscal es quien dirige esta etapa y tiene la responsabilidad de construir las
proposiciones fácticas adjuntando elementos de convicción, para determinar
si continúa o no a la siguiente etapa.
La etapa de investigación preparatoria está comprendida por dos sub etapas:
 Diligencias Preliminares
Donde el Fiscal califica la denuncia, realiza investigaciones necesarias y
urgentes con el apoyo de la policía nacional si ha tenido lugar a un hecho
delictivo, individualiza a las personas implicadas y tiene la responsabilidad
de asegurar debidamente las fuentes materiales. Finalmente, el fiscal
dispone la formalización cuando cumpla los requisitos del artículo 336° del
código adjetivo o archivamiento cuando no aparezcan índicos reveladores
de que se cometió delito (Ministerio Público, 2018).
Es preciso mencionar que el fiscal conduce la investigación directamente
con el apoyo de la policía nacional, para reunir evidencias y determinar la
continuación a la siguiente etapa.
Celis Mendoza (2015) menciona que, en base a los indicios reveladores de
un hecho ilícito, el fiscal procederá a realizar la DFIP, el cual tendrá como
contenido los hechos y la calificación jurídica correspondiente, estas
proposiciones fácticas contenidas en el hecho son susceptibles a presentar cierta
indefinición, puesto que, la imputación tiene un carácter provisional y referente.
El autor menciona que, la imputación realizada en la DFIP es provisional,
debido a que la investigación prosigue, a pesar de aquello, se exige la
comunicación de la imputación al investigado.

Para Sanz (2017), la formalización aún es una sospecha que reviste un


hecho con carácter ilícito, por lo que no es necesario que la imputación
cumpla los mismos requisitos circunstanciados que la acusación, en efecto,
si un hecho no cumple los caracteres de un delito, debe ser archivado por el
fiscal.
Si bien es cierto, los requisitos previstos para la formalización de
Investigación preparatoria no exigen una imputación definida, puesto que,
se trataría de una etapa inicial, donde el fiscal realiza diligencias para
investigar y esclarecer el hecho delictivo. Walter Sanz (2017) explica que,
en esta etapa, las proposiciones fácticas aún están en proceso de
construcción con indicios reveladores de la comisión de un delito y su
individualización del investigado, lo cual no tiene el mismo grado de
imputación que la acusación.
El autor menciona que no es igual el grado de imputación entre la disposición
formalización y la acusación, el estándar de exigencia es mayor de esta
última.
Por otro lado, el artículo 65° inciso 3 del CPP vigente, menciona de manera
indirecta y curiosa la exigencia de una imputación al momento de iniciar las
diligencias preliminares, es decir, el fiscal, precisará el objeto de la
investigación en las formalidades y le corresponderá garantizar su validez
(Falla, 2013).
En ese sentido, el fiscal deberá realizar una imputación previa de un
supuesto hecho delictivo, con el objetivo de dar sentido a la investigación,
es decir, una imputación suficiente orienta el objeto de investigación, pero
un hecho delictivo, con términos confusos e insostenibles para continuar una
investigación.
 Investigación preparatoria propiamente dicha
El fiscal, después de la DFIP realiza nuevas diligencias de investigación que
estime útiles y pertinentes. Puede exigir información a cualquier institución
pública o privada. Al obtener suficiente fuente material dispone la conclusión
de investigación preparatoria para posteriormente acusar (Ministerio
Público, 2018).
Del párrafo anterior se desprende que el fiscal aún realiza investigaciones
para determinar la comisión del hecho delictivo, mediante diligencia que
considere útiles y pertinentes.
Alicia Armengot (2013) señala que una de la finalidades de la formalización
de investigación preparatoria es preparar el juicio oral, en caso de que el
hecho delictivo sea haya perfeccionado, lo que se busca es la constatación
de hechos con apariencia delictiva y que el sospechoso haya participado en
ella, lo cual requiere la construcción de proposición fácticas y el grado de
intervención.
El autor menciona la finalidad investigativa de la formalización para realizar
el juicio oral, debe lograr contener hechos definidos y contar con
proposiciones fácticas necesarias y elementos de convicción que vinculen
al imputado como autor o participe.
b. Etapa Intermedia
Conforme la investigación, el fiscal desarrollará el sobreseimiento de la causa
o el requerimiento de acusación al Juez de Investigación Preparatoria (JIP).
El artículo 349, inciso 1, literal b) del código adjetivo, señala que el
requerimiento de acusación será detallada y circunstanciada, íntegramente
diferente a la etapa preparatoria (Sanz, 2017, pág. 210).
La exigencia de la imputación clara y precisa de los hechos en esta etapa del
proceso, es imperativa, pues no es factible una imputación genérica o
inacabada. La acusación supone tener suficiente actividad probatoria que
vincula al procesado con la comisión del hecho ilícito, por ende, los hechos
fácticos deben ser descritos a detalle.
La imputación realizada por el fiscal es producto de la construcción progresiva
que fue desarrollada en la etapa de investigación preparatoria, a excepción
de la acusación directa, donde se incorpora la pretensión punitiva (Sanz,
2017, pág. 211).
Del párrafo anterior se desprende que la imputación que contiene la
acusación es producto de las diligencias que realizo el fiscal en la etapa de
investigación preparatoria, el cual deben estar vinculadas con los elementos
de convicción, lo cual son esenciales, ya que, el fiscal debe tener la certeza
de que se cometió el delito. Por otro lado, la acusación directa, no requiere
una exhaustiva investigación y el cumplimento de plazos extensos de un
proceso común, como es el caso del delito de omisión de asistencia familiar
que se realiza en un proceso inmediato.
Celis Mendoza (2015), refiere que el JIP en audiencia de control de acusación
debe verificar exhaustivamente la imputación, la calificación jurídica y los
medios probatorios. Asimismo, los medios probatorios de la defensa también
son un punto de referencia para la imputación concreta. Por otro lado, el juez
debe calificar una perfecta correspondencia entre la imputación fáctica y la
imputación jurídica, para luego determinar la imputación conviccional.
El núcleo de esta audiencia, es el control de imputación que se toma en
referencia no solo de medios probatorios de la acusación sino también de la
defensa, por lo tanto, el juez debe conocer la estructura básica de la
imputación para realizar un control adecuado de manera sustancial.
c. La importancia de la Imputación en Sede Judicial
En juicio oral, la imputación concreta delimita el objeto del proceso penal, por
lo tanto, orientará el debate y el desarrollo contradictorio. Como ya se indicó,
es la imputación concreta una referencia en el marco al desarrollo de la etapa
de Juicio, además, nuestro C.P.P. señala que la acusación es la base del a
desarrollo el Juzgamiento (Mendoza, 2012, pág. 110).
La imputación es fundamental, ello porque se encuentra presente desde inicio
a fin, además, dentro de todo proceso penal, los actos que se desarrollan o
ejecutan siempre se considera la imputación. El Fiscal, es quien tiene el deber
de realizar la imputación conforme realice su investigación.
Para Celis Mendoza (2015), procesalmente en esta etapa ya es demasiado
tarde que una imputación defectuosa sea saneada, puesto que el juez no
puede exigir que el fiscal realice un saneamiento en la etapa que no
corresponde.
El autor refiere que, el juicio oral se realiza necesariamente en base a una
imputación definida y si es defectuosa este no podrá sanearse, puesto que no
puede ser materia de cuestionamiento en esta etapa del proceso.
1.4.7. Problemas actuales de la imputación concreta
a) El Formulismo en la Imputación Concreta
Considerado el formulismo otra perversión basada en que la imputación está
cargada de contenido reiterativo, es decir, la acusación es ubérrima,
exuberante de detalles y con escaso, insuficiente y débil contenido del hecho
ilícito. En consecuencia, el formalismo en extremo degenera la imputación
(Mendoza, 2012, págs. 113-114).
Es el Fiscal quien realiza el requerimiento de acusación debiendo considerar
a detalle el artículo 349° del C.P.P., donde señala el contenido de la
acusación, considerando ello, respecto la imputación, debe ser precisa, clara
y minuciosa y no descrita de exuberantes términos ambiguos de difícil
comprensión, a fin de que pueda ser comprendido por el imputado, aunque
contara con abogado defensor.
El Fiscal al seguir con el formato establecido, realiza la desagregación de los
hechos precedentes, concomitantes y posteriores, pero ante una falta de
comprensión, ausencia de una de estas circunstancias o en cumplimiento de
dicho formato, el operador público muchas veces realiza un
descuartizamiento a la imputación (Mendoza, 2012, pág. 114).
Establecido en la ley, para ser más precisos en la acusación, se plantea este
formulismo para descomponer el hecho y mejorar la comprensión de todas
las partes, además, de detallar las circunstancias en que se suscitaron los
hechos.
b) Perversión de la Imputación Concreta
Una imputación correctamente formulada permite la eficacia del proceso, sin
embargo, actualmente existen casos en que el Fiscal realiza una inapropiada
imputación, el cual se desarrollará a continuación:
Para Celis Mendoza (2012), la perversión de la imputación sucede cuando en
la investigación realizada existe información valiosa y suficiente, y a pesar de
ello, dicha información obtenida no es utilizada para construir correctamente
las proposiciones fácticas, lo que pervierte la imputación. En cualquier
momento las partes pueden revisar el expediente fiscal, permitiendo conocer
la sucesión de hechos realizados y desarrollar una idea de las circunstancias
cuales se investiga al imputado. Empero, no exime al Ministerio Publico la
posibilidad de realizar correctamente la imputación concreta.
El autor menciona, que la perversión de la imputación concreta implica la falta
de destreza del fiscal en construir proposiciones fácticas por más cuantiosa
información se encuentre en la investigación realizada. El desarrollo de una
imputación concreta efectiviza los derechos del imputado, pudiéndose
desenvolver con igualdad de armas en todas las etapas del proceso penal, en
consecuencia, es trascendental conocer las degeneraciones a la imputación
concreta, aquí señalaremos algunos de estos alcances:
 Cuando existe débil presencia de los fácticos en base a la investigación
genera directamente que los jueces exploren el Expediente, realizando sus
propias conjeturas y proposiciones para tomar su decisión al momento de
resolver. Solo habiendo imputación concreta se materializa el principio de
contradicción y optimiza el ejercicio del derecho de defensa, de lo contrario,
no es eficaz el derecho defensa, por más que haya información suficiente y
valiosa en la carpeta fiscal (Mendoza, 2012, págs. 110-11).
 La falta de elaboración de proposiciones fácticas origina equivocadas
imputaciones y por ende errados juicios de tipicidad. Por tanto, el desarrollo
de dichas proposiciones conviene en la construcción de hechos en base de
los medios probatorios obtenidos por el fiscal.
 Se presenta otra perversión, en el momento que el Fiscal realiza una
imputación genérica o es carente de proposiciones fácticas relacionadas con
el hecho vinculado al imputado. Se menciona de forma genérica, porque la
imputación no es precisa, clara y concreta. En ambos casos no existe
imputación concreta, lo que origina sospecha y debilidad en la
argumentación del Fiscal (Mendoza, 2012, pág. 112)
 Es fundamental mencionar que las imputaciones deben contener el grado
de intervención delictiva, nos referimos a la autoría, coautoría, complicidad
entre otros, para satisfacer la explicación de la imputación concreta, es por
ello que las primeras diligencias son necesarias para el esclarecimiento y
continuación de la investigación. Empero, de no contener los elementos de
convicción, el Fiscal no puede realizar una imputación suficiente. La
imputación no debe realizarse en base de hechos difusos, pues sería inútil
un proceso penal en base a una imputación genérica, pues resultaría en un
saturado y nefasto juicio oral.
 Asimismo, se pervierte la imputación con excesivas proposiciones fácticas
que no se encuentran relacionadas con el hecho ilícito, en efecto, produce
sospecha de una frágil presencia de proposiciones relacionadas al hecho
ilícito (Mendoza, 2012, pág. 113).
 El autor menciona que las proposiciones fácticas en exceso también
pervierten la imputación, más aún que no estén vinculadas con el hecho
delictivo, lo que produciría una débil sospecha del delito.
Por lo tanto, es necesario un riguroso examen de imputación concreta en la
audiencia de control de acusación, siendo el momento de sanear aquellos
defectos en la acusación, a consecuencia de que se pueda verificar todos los
medios probatorios que acompañan, para determinar la culpabilidad y el
grado de intervención delictivo del acusado (Mendoza, 2012, págs. 110-113).
Del párrafo anterior se desprende que, en la audiencia de control de
acusación, el fiscal tiene la posibilidad de sanear respecto a la imputación
deficiente que pueda contener la acusación, verificándose los medios
probatorios para determinar no solo la culpabilidad, sino también el grado de
intervención del imputado.
. Derecho de Defensa
1.5.1.Definición del Derecho de Defensa
Amelia Torres (2008) menciona que en sentido lato, el derecho de defensa es
reconocido por la constitución, que puede ser solicitado por la persona ante
cualquier orden jurisdiccional, para determinar un juicio justo. Se presenta
cuando una persona ve vulnerado un derecho, por lo que acude a la justicia para
efectuar su reclamo, sustentándose de la garantía constitucional que señalan a
su favor. En sentido estricto, en el ámbito penal, está relacionado con el principio
de igualdad, en el plano jurídico como factico, ya que las partes tendrán la misma
posibilidad de ser escuchadas “igualdad de armas”, y posicionadas frente a un
sistema formal contradictorio.
El autor define el derecho de defensa, en sentido lato, porque es reconocido por
la constitución lo cual es inherente a la persona y en sentido estricto, en el ámbito
penal, cuando se rige la igualdad entre las partes de poder defenderse ante la
lesión de su derecho.
Alberto Binder (1999), precisa que este derecho, debe actuar desde el primer
acto del proceso penal en sentido lato, es decir, desde el momento en que existe
la imputación, por más informal y vaga sea esta. Esto incorpora también la etapa
pre-procesal o policial; y si se le priva este derecho al imputado durante el
proceso penal es claramente inconstitucional. Por otro lado, menciona que es un
derecho que tiene el imputado que debe ser ejercido personalmente, a lo que
nosotros llamamos defensa material o autodefensa.
Del párrafo anterior se deprende que el derecho de defensa permanece en
cualquier estado del proceso, que debe ser ejercida desde el primer acto
procedimental, puesto que, si se limita este derecho al imputado es
inconstitucional. En ese sentido, el autor menciona que el derecho de defensa
es un derecho que puede ser ejercido por el propio imputado.
Asimismo, consiste en que el imputado, a través de su abogado defensor, pueda
ejercer estrategias de defensa sobre la imputación o acusación formulada en su
contra. También está sujeta a otros derechos conexos tales como: El derecho a
ser escuchado, tiempo razonable para ejercer su defensa, a elegir un abogado
de su elección y en caso de no contar con posibilidades económicas se le
otorgará un abogado de oficio, entre otros (Landa, 2002, pág. 6).
El autor refiere que, también el ejerció de este derecho implica la defensa a
través de un abogado, la importancia surge a partir de que el letrado es
conocedor de derechos, lo cual es esencial para realizar una defensa idónea.
Este derecho está sujeto a otros derechos conexos que son importantes que se
desarrollen a lo largo del proceso penal.
Sin embargo, debe considerarse que la defensa técnica en el proceso no solo
puede traducirse a una formalidad, dicho asesoramiento tiene que efectivizarse,
de lo contrario no se cumpliría con lo señalado en nuestra constitución y
convenios internacionales (Ministerio Público Fiscal, 2016, pág. 32).
El autor refiere que el contar con abogado defensor no es suficiente, ya que es
necesario que se ejecute esta defensa en el procedimiento, de no ser así, el
investigado puede considerar en realizar el cambio de abogado.
1.5.2.Naturaleza jurídica del derecho de defensa
Sobre la naturaleza jurídica del Derecho de Defensa, se divide de la siguiente
manera:
a) Como Derecho Fundamental
Víctor Moreno (2010) menciona que el derecho de defensa es uno de los
derechos fundamentales no solo reconocidos por la constitución, sino también
por los derechos humanos. Este derecho consiste en proteger los derechos
inherentes de la persona durante todo el procedimiento realizado por el
órgano jurisdiccional.
El autor menciona que, el derecho de defensa se encuentra tipificada
expresamente en la constitución política y en los derechos humanos. Por lo
tanto, es un derecho fundamental, dado que, el Juez penal teniendo en cuenta
que la constitución ampara el derecho de defensa, debe asegurar que el
acusado cuente con el apoyo de un abogado, en caso que el acusado no
contara con este apoyo, se le otorgué un abogado de oficio.
Por otro lado, José Seco Villalba (1947) menciona que el derecho de defensa
es absoluto, por ende es ilimitado. Asimismo, indica que el ejercicio válido del
derecho de defensa se da a través de la intervención del abogado en cualquier
procedimiento jurisdiccional.
En relación a nuestro tema de investigación, la defensa técnica usa distintas
herramientas para proteger los derechos inherentes que corresponde al
acusado dentro del proceso penal, el mismo incluye que la defensa técnica
deba actuar de manera independiente y con libertad, sin limitaciones, ello
garantizaría el pleno ejercicio del derecho de defensa (Cruz, 2015, pág. 03).
El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP) y la
Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH) establecen el
derecho a la igualdad plena ante los tribunales, a un juez imparcial e
independiente, a ser oído públicamente, presunción de inocencia y
comunicación de cargos.
Nuestro país tiene el deber de reconocer estas normas internacionales,
puesto que, el Perú forma parte de la comunidad jurídica internacional. Como
derecho fundamental, el derecho de defensa de la norma internacional
coadyuva en la aplicación de casos que vulnere este derecho.
b) Como Derecho Constitucional
Posee implicancia de orden constitucional, debido a que se localiza en la
Constitución Política del Perú de 1993, en su artículo 139º, inciso 14, el cual
refiere que todo ser humano no puede ser expoliado del derecho de defensa
mientras se desarrolle el proceso penal. Igualmente, hace alusión a que es
propio de cada persona recibir información a la brevedad posible y por escrito
el fundamento o la razón de su detención. También expone sobre el derecho
a conversar o relacionarse con un defensor de su preferencia y orientarse por
este desde que es requerido por cualquier autoridad (Tribunal Constitucional
del Perú, 2015).
Es notable la relación y el hecho de encontrarse en la Constitución del Perú,
exigido y necesario como derecho primordial de todo ser humano mientras
que se desarrolle el proceso penal, sin embargo, también hace indicación del
derecho a conocer la imputación de forma completa, rodeada de todas las
circunstancias que posea, así como contar con un abogado designado por el
estado o particular, con el que se desarrollará la defensa.
c) Como garantía procesal
Es una garantía procesal porque se encuentra puntualizado en el Título
preliminar del C.P.P. actual, yace como una de las generalidades que
respalda los derechos y atribuciones del imputado.
El articulo IX, del Título Preliminar del C.P.P., describe el contenido del
derecho de defensa, detallando que todo hombre posee derechos propios e
inherentes como el de estar informado de sus derechos desde el inicio de una
investigación, del aviso de la imputación minuciosa y circunstanciada, de
obtener el apoyo de un abogado defensor particular o brindado por el estado,
tiempo prudente que permita ejercer su teoría del caso y su plena defensa
(Código Procesal Penal, 2018).
Contenido en el Título Preliminar, porque denota exigencia y necesidad del
desarrollo de defensa durante las etapas del proceso penal. De igual manera,
menciona los derechos relacionados con el de defensa, tales como el de estar
informado de todos los derechos que posee, detalles y sucesos, ser
orientados por un abogado y ejercer la defensa en un tiempo sensato,
cauteloso y moderado.
1.5.3.Características del Derecho De Defensa
Es propio de los derechos humanos y por ende del Derecho de Defensa:
 Universalidad
Infiere que todo ser humano en el mundo, disfruta y goza de una gama de
derechos, sin importar el lugar, país, nación donde haya nacido, pertenezca o
resida. La Universalidad hace hincapié en que la exigencia de los derechos no
es materia, cuestión o propósito de cada país, sino de la colectividad, es decir
de la comunidad internacional, por ello la igualdad de aceptación en los
diferentes continentes (Rodriguez, 2014, pág. 143)
Es una de las principales características de los derechos humanos, del derecho
de defensa, el cual prevalece de atención, esmero y respeto por todos en el
mundo, sea un ciudadano, un gobernador o el propio Estado. La aprobación o
consentimiento de la regulación en los instrumentos internacionales, solo
apremia que existen y están latentes en cada punto de nuestro actuar diario.
 Historicidad
De alguna manera se encuentra ligada y asociada al de universalidad, puesto
que explica la evolución de la aceptación de derechos a través del desarrollo
de la civilización, acontecimiento de nuevos retos y de la diversidad cultural de
cada nación (Rodriguez, 2014, pág. 144).
Hace mención a la relación que encuentra la aprobación y regulación de los
derechos a través del tiempo en que se desarrollan e interactúan las personas.
 Progresividad
Implica el desarrollo, evolución o progreso de la existencia de los derechos
Evidencia el compromiso y deber de los estados de instaurar indicadores que
prometan y verifiquen el avance progresivo de los derechos de los individuos
(Rodriguez, 2014, pág. 144).
La progresividad va referida a creación de mecanismos de protección de los
derechos a través del tiempo, sea nacional o internacionalmente, pero con el
compromiso de realizarlo.
 Aspecto protector
Está vinculada con los recursos que se desarrollan en pos de relevancia y
garantía jurídica. Si en la normatividad constitucional no se establecen, debe
interpretarse comprendidos como parte del derecho internacional (Rodriguez,
2014, pág. 144).
Dirigida a resguardar los derechos de las personas como parte inherente de
cada uno de nosotros. La cual no solamente se establece en nuestro
ordenamiento, también así lo indica el derecho internacional.
 Indivisibilidad
Comprende que todos los derechos, sean políticos, económicos o sociales
forman parte de una unidad indivisible. Entonces, cada uno de los derechos
humanos son interdependientes entre sí (Rodriguez, 2014, pág. 144).
Los derechos forman parte inherente de cada ser humano, guardando relación
en la protección y respeto de la dignidad de la persona.
 Eficacia directa
Comprende la protección de derechos que se encuentran plasmados en la
Constitución, de lo contrario, también se hallan regulados en los instrumentos
internacionales, en consecuencia, se desarrolla la eficacia directa conforme el
derecho internacional que señala el resguardo de derechos (Rodriguez, 2014,
pág. 144).
Dentro del Título Preliminar del C.P.P., s
Se encuentran derechos y principios
propios de toda persona. Se abordará en el artículo IX, respecto del Derecho
de Defensa, el cual señala que:
(…) 1. Toda persona tiene derecho inviolable e irrestricto a que se le
informe de sus derechos, a que se le comunique de inmediato y
detalladamente la imputación formulada en su contra, y a ser asistida
por un Abogado Defensor de su elección o, en su caso, por un
abogado de oficio, desde que es citada o detenida por la autoridad.
También tiene derecho a que se le conceda un tiempo razonable para
que prepare su defensa; a ejercer su autodefensa material; a intervenir
en plena igualdad (…) El ejercicio del derecho de defensa se extiende
a todo estado y grado del procedimiento, en la forma y oportunidad
que la ley señala (…) (Código Procesal Penal, 2018, pág. 362)

De lo mencionado, en su conjunto nos habla de diferentes derechos que son


propios del investigado como:
 Derecho a la Información
Cuando una persona es detenida, inmediatamente se hace conocer los
cargos y derechos cuales goza. La imputación deberá ser comunicada
inmediatamente y de forma detallada a fin de que la defensa técnica del
investigado pueda desarrollar una eficaz teoría del caso (Landa, 2002, pág.
6).
Nadie puede ser detenido sin una clara y razonable justificación de cargos.
Se debe considerar que un caso diferente es de flagrancia. Teniendo en
cuenta que la comunicación es fundamental para el progreso racional e
indicado proceso.
Este derecho debe ser entendido en sentido amplio, porque existe
comunicación de parte del policía, fiscal y juez al imputado durante todo el
proceso penal. Su importancia radica en que otras garantías y derechos
puedan ejercitarse una vez comunicada la imputación. Además, practicado
el presente derecho supone una posición en contra del sistema inquisitivo e
igualdad de armas para los sujetos procesales. Por eso la necesidad de comunicar
desde el inicio al imputado el motivo o razón por el que se le investiga (Castillo,
2008, págs. 190-191).
La igualdad de armas permite una eficaz defensa de los sujetos procesales
durante el proceso, tanto así, como para ofrecer medios probatorios y agitar
sus actuaciones en búsqueda de lo que consideran ser cierto.
El C.P.P., artículo 349, menciona que el Fiscal debe cumplir una serie de
requisitos al realizar un requerimiento de acusación, en el que sindica a una
persona como autor de un hecho ilícito. Se cursará la notificación para el
conocimiento de las partes, considerando que nadie puede ser acusado por
un delito sin la oportunidad de conocer los cargos formulados en su contra
y de no haber tenido la oportunidad de defenderse. Al igual que otros
derechos, forma parte del debido proceso porque garantiza la defensa del
imputado (Castillo, 2008, págs. 192-195).
El derecho a conocer los cargos formulados en su contra, no solo se trata
de informar al inicio del proceso, sino durante todo el procedimiento, en
efecto, el fiscal después que notifique la acusación tiene aún la posibilidad
de modificar y esclarecer los defectos de la imputación.
 La Asistencia del Abogado Defensor
Álex Carocca (1998) precisa que, la defensa es realizada por los abogados,
que cumplen la función técnico-jurídico en defensa de las partes, con el fin
de impulsar garantías en relación a sus derechos. El imputado mediante la
asistencia letrada se realiza el principio de contradicción e igualdad entre las
partes, lo cual efectiviza la garantía de la defensa procesal.
El autor menciona que el abogado tiene las condiciones necearías para
repeler actos que puedan lesionar los derechos de su patrocinado con la
finalidad de que el proceso penal sea justo cumpliendo la efectiva garantía
de derecho de defensa.
Dentro de cada etapa del proceso penal se realizan diferentes actuaciones
conforme a ley, por consiguiente, es importante la presencia de un abogado
defensor que pueda refutar en su momento alguna arbitrariedad por parte
del órgano jurisdiccional (Caroca, 2002, pág. 7).
La persona investigada por un delito siempre requiere información
especializada del proceso, por lo que necesita ser asistido por un abogado
quien informará y propondrá alternativas de solución al problema.
La presencia del abogado defensor del imputado permite que el proceso se
realice conforme a ley, en igualdad de armas y se materializa la
contradicción. Aunque el imputado no estuviera de acuerdo en contar con
un defensor, el abogado debe encontrarse presente, porque es una
exigencia necesaria en el proceso penal para el control de legalidad, ejercitar
pruebas de cargo, descargo y exponer argumentos enfocado a salvaguardar
derechos (Nakasaki, 2006, págs. 17-19).
De lo descrito, se hace mención en indicar la importancia de la defensa
técnica en actuaciones que se realizan dentro del proceso penal. Por otro
lado, la eficacia de este derecho se evidencia en cuanto el defensor realice
la correcta defensa del imputado dentro de los parámetros del proceso.
 El Razonable tiempo para preparar Defensa
El Código Procesal Penal, establece plazos y oportunidad para objetar
cualquier situación que vulnere derechos del acusado, por ejemplo, cuando
se realiza una incorrecta imputación, la defensa técnica en el tiempo
razonable y haciendo uso de su función planteara estrategias de defensa
para su patrocinado (Amado, 2011, pág. 14).
El autor refiere que la defensa técnica debe tener un tiempo razonable para
emplear todas las herramientas necesarias en defensa de su patrocinado.
Cada disposición y requerimiento que emite la Fiscalía se realizará en el plazo
determinado por la ley. El imputado, a través de su abogado tendrá el
tiempo razonable para plantear su defensa.
 Derecho de Igualdad
Como parte del proceso, el imputado tiene derecho a demostrar su
inocencia, con documentos pertinentes, ofreciendo testigos u otros actos de
investigación.
La igualdad plena entre los sujetos procesales ante el tribunal permite la
inclusión y desenvolvimiento oportuno de derechos, asimismo, en el proceso
penal la igualdad se encuentra estrechamente vinculada con equidad
porque es una directriz fundamental que se refiere a la impartición de
justicia. El juez permite el dialogo entre las partes y el dialéctico de
valoración de prueba, con la finalidad de superar un sistema inquisitivo
(Santacruz, 2017, págs. 138-140).
La igualdad de posibilidades permite al imputado confrontar y debatir la
imputación realizada en su contra, en mérito de que no se violen sus
derechos, como de la libertad, entre otros.
b. Derechos del imputado
Desde el momento en que una persona adquiere la condición de investigado
es merecedor de derechos propios para su defensa. El C.P.P. así lo establece
en su artículo 71, donde señala lo siguiente:
(…) 1. El imputado puede hacer valer por sí mismo, o a través de su
Abogado Defensor, los derechos que la Constitución y las Leyes le
conceden, desde el inicio de las primeras diligencias de investigación
hasta la culminación del proceso.
2. Los Jueces, los Fiscales o la Policía Nacional deben hacer saber al
imputado de manera inmediata y comprensible, que tiene derecho a:
a) Conocer los cargos formulados en su contra y, en caso de
detención, a que se le exprese la causa o motivo de dicha medida,
entregándole la orden de detención girada en su contra, cuando
corresponda;(…) c) Ser asistido desde los actos iniciales de
investigación por un Abogado Defensor (…) (Código Procesal Penal,
2018).
La Doctrina jurisprudencial, señalo que ante la falta de imputación concreta
corresponde la nulidad de actuados mas no una excepción, teniendo como
referencia el caso Nª956-2011 y Acuerdo Plenario Nª02-2012.
Finalmente, la Corte Suprema dispuso que, la sentencia de primera y segunda
instancia son nulas por haber inobservado garantías constitucionales del debido
proceso, en consecuencia, se retrotrae el proceso penal hasta la etapa
intermedia y se realiza nueva audiencia de control de acusación.
2.1.8.Audiencia de control de acusación: Acuerdo Plenario número 06-2009
Este acuerdo plenario hace referencia a las facultades que tiene el Juez Penal,
cuando se trata de evaluar el control de legalidad sobre el ejercicio de la acción
penal, es decir, si la acusación emplazada por el Ministerio Público cumple los
requisitos establecidos por la norma procesal, en su defecto será subsanado
(Corte Suprema de Justicia, 2009).
El legislador, ha tratado de introducir un sistema de audiencias, en este caso
este plenario se refiere a la audiencia de control de acusación que es preliminar
al juicio, que goza de ciertas características que no son nada similares a la
audiencia de juicio oral.
Se caracteriza, primero, porque tiene como protagonista fundamental al Juez de
investigación preparatoria, quien tiene reservada la dirección. Segundo, el juez
tomará una serie de decisiones, considerando la norma procesal y los principios.
Tercero, implica que la audiencia exige bilateralidad, la presencia de sujetos
procesales que se contraponen, por lo tanto es fundamental en esta audiencia el
sentido fáctico y jurídico (Corte Suprema de Justicia, 2009).
Del párrafo anterior explica tres características de la audiencia de control de
acusación, el Juez de investigación preparatoria, la toma de decisiones en base
a la norma procesal y principios, y la bilateralidad entre sujetos procesales.
Esta audiencia, trata sobre los aspectos formales y materiales de la acusación,
lo cual no exige la presencia del imputado para el debate, sino la presencia de
su abogado y el fiscal, precisamente a la calidad de información que se le pueda
proporcionar al JIP. Asimismo, la responsabilidad del Juez es el control de
legalidad de la acusación, respecto al cumplimiento con los presupuestos que
establece el C.P.P. para pasar a la etapa de juzgamiento (Corte Suprema de
Justicia, 2009).
Del párrafo anterior se desprende que la audiencia de control de acusación fue
creada por dos razones, para sanear los defectos de la acusación y tener claro
las responsabilidades del fiscal, a efecto de determinar si cumplió con ciertos
estándares formales y materiales.
2.1.9.Audiencia de Tutela de Derechos e Imputación Suficiente: Acuerdo
Plenario N° 02-2012/CJ-116
El presente Acuerdo plenario versa sobre la posibilidad de realizar una audiencia
de tutela de derecho para subsanar la falta de imputación necesaria, asimismo,
el plenario se refiere también a la imputación y los parámetros necesarios que
señala a continuación:
Respecto a la imputación formulada por el Fiscal, debe ser comunicada al
imputado como un correlato del hecho materia de imputación. De no concurrir
así, quien se considere afectado, puede instar una audiencia de tutela de
derechos, siempre y cuando, primero se haya solicitado al fiscal para pretender
las subsanaciones de la imputación (Corte Suprema de Justicia, 2017).
El plenario refiere que el investigado debe acudir primero al Ministerio Público
para solicitar al fiscal las subsanaciones correspondientes de la imputación, de
lo contrario, ante tal omisión del fiscal, el investigado, puede solicitar audiencia
de tutela de derechos.
Asimismo, indica que el denominado artículo IX del Título Preliminar del C.P.P.
detalla sobre los derechos instrumentales y los derechos sustanciales, donde el
primero se refiere a la asistencia de abogado, entre otros, mientras que el
segundo se refiere a los presupuestos básicos. Aquella efectividad requiere que
los hechos objeto de imputación en la etapa Investigación Preparatoria tengan
un mínimo nivel de detalles que permita al procesado conocer el suceso histórico
que se le atribuye y las circunstancias como se realizaron (Corte Suprema de
Justicia, 2017, págs. 8-9).
El acuerdo plenario, menciona que el artículo 71º del C.P.P que explica con más
precisión sobre la tutela de derechos. Excepcionalmente, ante el rechazo del
Fiscal o ante la negación del pronunciamiento, constituye un requisito de
admisibilidad, y se denote de modo palmario que los hechos sean inaceptables
por genéricos, gaseosos o vagos, o porque no se precisó el aporte
presuntamente delictivo del procesado, correspondería tutela de derechos (Corte
Suprema de Justicia, 2017, págs. 8-9).
Del párrafo anterior se desprende que el fiscal no puede realizar imputaciones
genéricas. Pues ello, permitiría que el investigado pueda acudir ante el Tribunal
Constitucional para que realice una audiencia de tutela de derecho.
La etapa inicial que corresponde a la investigación penal requiere una simple
presunción y que conforme avance el proceso penal, la imputación se va
perfeccionando. Es importante que las disposiciones y resoluciones judiciales,
aseguren la conexión e ilación con el avance de las investigaciones (Corte
Suprema de Justicia , 2012).
La imputación que realiza el fiscal en la etapa de investigación preparatoria, debe
partir con una simple sospecha, con la condición de que la investigación defina
la imputación concreta, hasta que se haya perfeccionado; la disposición o
requerimiento fiscal debe guardar coherencia con las resoluciones emitidas por
el juez.
2.1.10. La Norma no exige una imputación concreta en la etapa de Investigación
Preparatoria
El autor Jesús Walter Sanz Gallegos en su artículo titulado “La formación de la
imputación y sus grados de exigibilidad en las distintas etapas del proceso penal”
menciona que en etapa de investigación preparatoria, la norma no exige una
imputación completa, entendida como la correlación precisa y clara del hecho
que se asigna al imputado, bastando un hecho en construcción, es decir, indicios
e incriminación (Sanz, 2017, pág. 211).
El autor explica que no puede encontrarse imputación concreta en la etapa de
investigación preparatoria, porque la ley no lo establece, por ende, solo puede
haber un hecho delictivo parcial, en base a las fuentes materiales encontrados
en la investigación por el fiscal.
Es imposible exigir a Fiscales una imputación detallada a nivel preliminar, pues
es una etapa de investigación, cuando precisamente el objeto de las diligencias
iniciales es recabar fuentes materiales que permitan al fiscal detallar la
imputación o desvirtuarla cuando el hecho no cumple las características o
elementos del delito (Sanz, 2017, pág. 206).
Para el autor, no es posible exigir al fiscal un hecho concreto en la sub etapa de
diligencias preliminares, debido a que es el inicio del proceso penal, donde la
función del fiscal es específicamente investigar el hecho criminal, con la finalidad
de realizar un hecho acabado para acusar o archivar.
Sanz (2017) indica que el derecho de defensa se encuentra en la comunicación
que se desarrolla al imputado de todos los cargos, la norma no precisa que grado
de imputación, por lo tanto, no se puede alegar la vulneración del derecho de
defensa en abstracto.
La imputación en los instrumentos internacionales
El autor Eduardo M. Jauchen (2014) en su libro “Derechos del Imputado” refiere
que la CADH, el artículo 7, inciso 4, que a toda persona detenida debe
comunicársele inmediatamente los motivos de su detención. Por otro lado, el
PIDCP, artículo 9, inciso 2, describe que cuando se realiza la detención a una
persona, esta será informada del objeto de la misma y en acuerdo de los
Estados, se estableció 72 horas de detención.
Los mencionados instrumentos internacionales infieren derechos de las
personas detenidas. No es posible que a una persona se le despoje de su
libertad sin habérsele comunicado de forma clara y expresa el motivo y
circunstancias de dicha privación. De lo contrario se estaría actuando de forma
arbitraria y afectando los derechos inherentes de las personas.
Las razones por las que una persona es investigada, está asociada al derecho
de defensa del imputado, a fin de que pueda ejercerlo durante el juicio. El
derecho a la información tiene tres oportunidades, primero, cuando se realice la
detención de una persona, segundo, al momento de tomar la declaración del
investigado y finalmente con la apropiada acusación (Jauchen, 2014, pág. 360).
La comunicación de la imputación se presencia desde el inicio de la investigación
hasta el final del Proceso Penal, con el propósito de no atropellar las atribuciones
propias del ser humanos, los cuales son protegidos por nuestra Constitución e
instrumentos internacionales.
La Constitución contiene disposiciones, derechos en pos de garantía y cuidado
de las personas. Además, toda persona es merecedora de requerir el
conocimiento de los hechos que se le atribuyen en su contra. Estas facultades
se originan de otros derechos de rango constitucional (Jauchen, 2014, pág. 364).
Cuando hablamos de imputación en la acusación, el código adjetivo nos señala
que debe ser clara precisa y detallada, de no ser así, se estaría comunicando
información incompleta e imprecisa. Sin embargo, si se transmite la correcta
imputación, entonces el imputado podrá realizar una adecuada defensa.
2.2. Posturas en contra de la Imputación Concreta
2.2.1.Consideraciones sobre el aparente Principio de Imputación Necesaria
Roberto Carlos Reynaldi Román, en su libro “Imputación y Excepción de
Improcedencia de Acción” señala que, cuando el Fiscal realiza imprecisión u
omisión de hechos imputados, sean elaborados por descuido o inadvertencia,
vulneran múltiples derechos. Por lo que muchas veces el Juez desconoce lo que
se vulnera, realizando la creación de un supra principio, que contiene un conjunto
de derechos, denominándolo “imputación concreta o necesaria”. Asimismo, el
autor, de forma singular indica que, aunque no se encuentra expresamente
contemplado en nuestro ordenamiento jurídico, hay gran aceptación e inclusive
tiene más fuerza que otros principios (Reynaldi, 2018, págs. 27-29).
El autor estima que la imputación concreta no debería ser considerada como un
principio que sea empleado durante el proceso, porque únicamente tiene origen
de comunicación de cargos y sin más que ello, no correspondería aplicar dicho
principio a los casos prácticos y reales.
Asimismo, el autor señala que es el principio más superficial, trivial y limitado que
existe, porque solamente se refiere a una descripción desarrollada por el Fiscal
basado exclusivamente en redacción (Reynaldi, 2018, pág. 31).
De lo antes mencionado, refiere que la imputación concreta es básica e
insustancial porque únicamente relata una exposición de hechos descritos por el
Fiscal, por lo que su solo concepto es de simpleza, como es la redacción.
De otro lado, indica que no es importante que el imputado este en desacuerdo
con la descripción del hecho, ya que adoptara una postura defensiva distinta a
la que se le comunico. Incluso, no importa si existe un error en la descripción por
parte del Fiscal, siendo que el imputado conoce las circunstancias que se
estarían dejando de lado (Reynaldi, 2018, pág. 32).
Además, no acepta que el principio en mención tenga más cabida y aceptación
que otros principios, ya que solamente resulta útil para abogados defensores y
libera de carga argumentativa a Jueces (Reynaldi, 2018)..
De otro lado, señala que no debería ser llamado ni considerado principio, porque
es limitado, conteniendo un concepto vago que únicamente estudia la redacción
fiscal. Además, indica que la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional han
desarrollado diversos pronunciamientos, despertando un concepto endiosado,
pero con terribles equivocaciones sobre sus matices, inclusive llegando a tener
más valor que otros principios expresamente contenidos en nuestra Constitución
(Reynaldi, 2018).
Indica que se busca perpetuar y endiosar un principio que no se encuentra
regulado en la normatividad peruana, además de contener una definición
insuficiente e impropia de un principio, asimismo, no acepta su gran acogida por
parte de los sujetos procesales con excepción del Fiscal.
Señala que la imputación concreta es aquella atribución de hechos con claridad
suficiente que pueda ser entendida por cualquier persona. Entonces si el hecho
es poco claro y ambiguo, la consecuencia es la de aclarar para ser conocido por
todos. Nunca la consecuencia de evitar el mensaje. Bajo ese mismo sentido, se
podría imaginar que el imputado es quien no quiere conocer ni entender el
mensaje (Reynaldi, 2018, pág. 44
CAPITULO 3
NECESIDAD DE LA IMPUTACIÓN CONCRETA EN EL PROCESO PENAL
3.1. Preliminares Poco antes de la entrada en vigencia de nuestro Código
Procesal Penal, se evidenciaron ciertos matices de exigencias de imputación a
nivel del foro jurídico, es de entender que pocos fueron los tratadistas y
pronunciamientos jurisdiccionales que brindaron atención a esta categoría jurídica
aún incipiente en nuestro sistema, sin embargo, aquel escenario cambió
considerablemente en el decurso de los años, dado que, las exigencias de
imputación se fueron desarrollando a través de plenarios con fuerza vinculante.
Además, el actual Código Procesal Penal tiene la tendencia de un sistema
acusatorio, adversarial y garantista, el cual establece una serie de garantías
constitucionales e instrumentos internacionales aplicables en el proceso penal,
donde el derecho de defensa es parte y debe permanecer en todo proceso para
evitar sentencias arbitrarias o abusos en la pena. Diversos son los autores que
han efectuado algún estudio pormenorizado de la imputación concreta y las
directrices que se han determinado a razón del tratamiento jurisdiccional
encuentran también algunas particularidades, sin embargo, quizás el aspecto más
relevante que se evidenció hasta ahora, es la necesidad de establecer la
imputación concreta como garantía del derecho de defensa del imputado y
consecuentemente consignar al interior de nuestro sistema jurídico.
El profesor Gonzalo del Rio Labarthe (2018) estimaba que la acusación y en
estricto la imputación, debe ser clara y precisa en ilación a los hechos que resultan
de la investigación preparatoria. Si son diferentes hechos independientes, el
desprendimiento y detalle de cada uno de ellos es indispensable. La
indeterminación en este extremo puede dar lugar a una acusación imprecisa, vaga
o insuficiente, y puede producir una situación de indefensión en el acusado.
La imputación es progresiva porque se construye conforme los actos de
investigación y allí es donde radica su exigencia sustancial de ser descrita de
manera completa. La comunicación de cargos contenidos en la imputación es sin
duda el principal referente y punto de partida para el ejercicio de derecho de
defensa, allí en esencia, radica su importancia, puesto que posibilitará que el
procesado haga uso de mecanismos de defensa, para instar un pronunciamiento
jurisdiccional.
Finalmente es de detallar que los argumentos esgrimidos en los apartados
siguientes, coadyuvaran a sustentar nuestra posición en torno al menester de
establecer la necesidad de una imputación concreta en el marco del proceso penal
como garantía del derecho de defensa y, en consecuencia, su consignación
normativa en el ordenamiento jurídico.
3.2. La Necesidad de Imputación Concreta Como Garantía del Derecho de
defensa De la doctrina y jurisprudencia
Hemos llegado a definir que la imputación concreta debe ser definida, como
aquella exigencia al representante del Ministerio Público, de realizar una
descripción, clara, precisa y circunstanciada del fáctico, a efecto, de garantizar al
procesado por una investigación, ejercer válidamente su derecho de defensa para
formular una estrategia de defensa.
La imputación concreta es ubicada dentro de algunas expresiones del debido
proceso y en esencia se ha relacionado con el principio de legalidad procesal, a su
turno, ya en 62 un nivel normativo, se ha establecido como único referente lo
establecido en el artículo IX del Título Preliminar. Ahora bien, es mayoritariamente
aceptado que la imputación en lo que respecta a la acusación, es el resultado de
los hechos cognoscibles a través de la investigación preparatoria, en este sentido,
la pluralidad de sucesos atribuidos a los imputados y las circunstancias que
rodean los hechos primigenios, deberán guardar estricta correspondencia con los
actos de investigación que se efectuaron durante la investigación, excluyendo en
ocasiones inferencias y elucubraciones fiscales.
Espinoza Ramos (2018) citando a Julio Maier menciona que, la imputación
concreta, es la llave que permite abrir la puerta de oportunidades para que el
procesado pueda defenderse eficientemente, a efecto de contradecir alguno o
todos los elementos, con la finalidad de disminuir o evitar el resultado judicial, lo
cual la imputación no puede estancarse en una construcción de proposiciones
fácticas más o menos vaga, desordenada, imprecisa y mucho menos en una
abstracción [cometió Robo o Hurto], al contrario, la imputación concreta debe
contener un presupuesto de atribución clara, precisa y circunstanciada, lo que
significa describir un hecho delictivo con todas las circunstancias de modo, tiempo
y lugar que es proporcionada por su materialidad concreta.
Por ello, debe destacarse que la exigencia de la imputación necesaria debe
morigerarse según la etapa procesal en que nos encontremos. Por tanto, la
infracción o no al derecho de conocer los cargos, tiene que ver con la etapa del
proceso donde nos hallemos, siendo que una DFIP, no tendrá el mismo grado de
exhaustividad que un requerimiento de acusación, donde se exige el grado de
probabilidad para que prospere la acusación. Así, el respeto de este derecho,
garantía de la defensa eficaz, dependerá de la etapa procesal en que nos
encontremos, mientras más inicial es la investigación menos en 63 exhaustividad
se solicita; por el contrario, a medida que la investigación avanza se requiere que
la información de cargos sea más completa y suficiente.
Consideramos que la flexibilidad de la imputación concreta en atención a los actos
iniciales de investigación, y que se delimitará definitivamente a través de la
acusación, siendo que aquello a su vez, guarda estricta consonancia con el
derecho a una defensa eficaz, es decir, la imputación y el derecho de defensa
trabajan de manera directa e inversamente proporcional, debido a que, mientras
menor sea el grado de investigación, menor también será la exigencia de una
imputación concreta, en cambio, mientras mayor desarrollo tenga la investigación,
mayor también será la exigencia a la imputación y consecuentemente al derecho
de defensa.
Existen situaciones en las que, es de bastante complejidad realizar una
imputación concreta, es allí donde las inferencias en base a los indicios, pruebas o
evidencias que se desprendan de la investigación para formular la relación clara y
concreta del hecho delictivo, así como sus circunstancias precedentes,
concomitantes y posteriores, de lo contrario cabría la posibilidad del archivo o
sobreseimiento.
Como se ha visto, la imputación concreta es una exigencia razonable de
aproximación a los hechos, justificada en la posibilidad de acceso y conocimiento
del suceso delictivo, a efecto que el imputado pueda ejercer su derecho de
defensa en las diversas etapas procesales que comprende nuestro proceso penal.
3.3. Imputación Concreta Como Causa Probable
Se ha establecido que la imputación concreta es una “aproximación razonable a
la verdad”, y en este sentido, el máximo nivel de consecución de la imputación
logrado en la etapa intermedia a través de la acusación, no hace sino expresar
una apariencia de hecho delictivo, un suceso con matices penales pasibles de
reproche, donde la precisión y claridad son parámetros que necesariamente
deberán de resguardarse para tutelar el derecho de defensa.
Aquella causa probable con apariencia de derecho arriba a una probabilidad
suficiente sobre el convencimiento a nivel del Ministerio Público, con la capacidad
suficiente de atribución de hechos y un resultado fructífero en juicio. Esta
denominada causa probable resumida en la imputación determinará la
comunicación de cargos que se efectuará, la cual habilitará el ejercicio del derecho
de defensa, es de entender que desde que la atribución de cargos se materializa
ya en la imputación a través de la acusación, el imputado tiene la posibilidad de
plantear mecanismos técnicos de defensa circunscribiendo su objeto de debate a
los hechos que plantearon en el requerimiento.
Equipar la imputación concreta a la causa probable es de singular importancia,
dado que, a mayor exigencia de imputación de igual forma podrá materializarse en
mayor medida el derecho de defensa, aunque el mayor reparo sobre imputación
se logrará efectivamente en el marco de la acusación fiscal.
3.4. Imputación Concreta como objeto del Proceso Aunque existen diversas
posiciones sobre lo que realmente implica el objeto del proceso, se entiende que
el principal eje sobre el cual descansa el debate al interior del proceso penal, es la
imputación, basta observar las incidencias de la imputación y la trascendencia que
adquiere en el marco de las diversas etapas del proceso, para saber que es el
elemento más significativo del debate jurídico y el que habilita en buena cuenta,
los mecanismos de defensa que ejercerá el imputado.
Aunque los componentes de la imputación sean bipartitos, el que determina la
conducción de la investigación, son los hechos con apariencia delictiva, los datos
que puedan aportarse y aun de manera variable, las circunstancias que rodean al
suceso, es por las consideraciones detalladas con antelación que se hace
necesario determinar que el contenido del proceso, es fundamentalmente la
imputación.
En el proceso penal los primeros datos obtenidos se analizan casi siempre a
través de indicios reveladores que demostraran la existencia o no de un delito.
Toda investigación inicia con la sospecha delictiva hasta que se dicta sentencia,
pero no debemos olvidar que en caso de que existiera un dibium debía fallarse a
favor del reo. Como bien puede observarse, es tal la exigencia de la imputación
que necesariamente se requiere un estándar elevado de aquella, ante la ausencia
o deficiencia, lo que acontecerá es la absolución del procesado, claro está aquello
abordado desde una perspectiva procesal, donde se determinará la certeza sobre
los hechos. 3.5. Imputación Concreta en el Proceso Penal
3.5.1.Imputación concreta y derecho de defensa en las diligencias preliminares
La inviolabilidad del derecho de defensa, es una garantía que pertenece a
todos los sujetos que participan en el proceso, haciendo valer intereses jurídicos,
en particular al procesado, al querellante y a los actores civiles, pero muestra
mayores exigencias con respecto al primero. Es aquella garantía de inviolabilidad
del derecho de defensa, la que posibilitará que las exigencias de estándares
mínimos de imputación se encuentren presentes ya desde las diligencias
preliminares, al respecto es bastante trascendental que la sospecha inicial con
apariencia delictiva no es suficiente para revestir la precisión y claridad de una
imputación concreta. La imputación se caracteriza por su progresividad a través de
la investigación, donde la tutela de derechos es un medio de control, la misma que
es posible ya desde la etapa preliminar, en este sentido, la atribución imprecisa de
hechos como de sus respectivas incidencias personales, determina una ausencia
de imputación subsanable primigeniamente a través de la tutela de derechos.
3.5.2. Imputación concreta y derecho de defensa en la investigación
preparatoria
En efecto, durante la etapa de investigación preparatoria, es necesario que se
tenga un mínimo nivel de detalle de imputación que permita al procesado conocer
los sucesos históricos que se le consigna, la forma y las circunstancias 66 en que
pudo tener lugar. Aquello es importante para que pueda ejercer una defensa
efectiva. De lo contrario, el imputado podrá ejercitar aquellos derechos y garantías
a través de su defensa técnica que posibilitará el mecanismo de control de la
tutela de derechos Generalmente cuando se habla de imputación se estima una
atribución de hechos circunstanciada y que aquella base fáctica se encuentre
sustentada en elementos de convicción.
El nivel de imputación concreta al inicio de la investigación preparatoria
propiamente dicha, enmarca la tesis acusatoria a la que arribará el Ministerio
Público en una etapa posterior, pero debe tener una hipótesis clara respecto a
donde direccionar los actos de investigación, es claro hasta aquí, que, si no se
tiene una propuesta de hechos claros, la investigación se bifurcará. En este
sentido San Martín Castro (2017), indica que, el fiscal tiene la obligación de relatar
el hecho tal y como lo vería el observador imparcial, sin que sea suficiente para
cumplir esa exigencia procesal que se haga una enumeración de los indicios o de
las pruebas existentes, esto último es materia de un apartado posterior: primero el
fiscal ha de indicar los hechos que imputa, y luego debe justificar los cargos.
Lo circunstanciado del hecho significa que se narre las circunstancias de tiempo,
modo y lugar en que la conducta se realizó. Otro tema que debemos abordar es
respecto la individualización de hechos ante la pluralidad de imputados, lo
particular es que gran número de requerimientos fiscales, omiten tener disgregada
la conducta delictiva por cada miembro, de tal forma que pueda establecerse su
participación y colaboración conjunta en caso se determinara algún tipo de
coautoría.
3.6. Imputación Concreta Relativa y Exigencia Mínima Salinas Siccha (2013),
es imprescindible que la acusación deba tener una relación clara y concreta del
hecho delictivo, así como sus circunstancias precedentes, concomitantes y
posteriores cuando sea posible materialmente, porque así lo establece la ley
procesal, excepcionalmente se relativiza su exigencia ante una dificultad de
determinar sus circunstancias.
Es de entender que los estándares de imputación y los parámetros de delimitar
circunstancias que posibiliten ejercer una defensa idónea, atenderán a la
posibilidad material que tenga Ministerio Público de plasmar aquella imputación a
través de propuesta fáctica, si la imputación se relativiza, mayor también será el
estándar de prueba exigible para condenar.
En efecto, una de las consecuencias ante la ausencia de imputación que
ordinariamente se asume es declarar el sobreseimiento del proceso, sin embargo,
aquella resolución debe tomarse con bastante apremio puesto que conllevaría que
labores deficientes del Ministerio Público, proyecten pronunciamientos ausentes
de coherencia y legalidad.
3.7. Control de la Imputación Concreta a través del Derecho de Defensa
Actualmente, no cabe duda que el medio de control de imputación por excelencia
es el ejercicio pleno del derecho de defensa, empero, los mecanismos que puede
utilizar el imputado para requerir su especificación aún se encuentran en debate.
Durante el tiempo de vigencia del Código Procesal Penal, dos son las
posibilidades que encuentra el procesado para la exigencia de una imputación
concreta.
Así pues, con ocasión de pronunciamientos jurisprudenciales, existen dos
mecanismos de control que han determinado el quehacer jurídico, el primero
referido a la posibilidad de controlar imputación concreta, a través de la nulidad
como remedio a imputaciones genéricas y ausentes de contenido; el segundo,
referido a la posibilidad de plantear excepciones de improcedencia de acción ante
la ausencia de algún suceso fáctico faltante en la imputación concreta.
3.8. Imputación Concreta como Garantía del Derecho de Defensa
Puesto que, líneas arriba detallamos en extenso parámetros y particularidades de
la
imputación concreta, resta tan sólo vincular aquella categoría jurídica con el
derecho
de defensa, que es quizás, el mayor baluarte de nuestro proceso penal
constitucionalizado, claro está, más allá de las características de contradicción y
acusatorio.
Las expresiones del derecho de defensa son diversas atendiendo al contenido que
pueda brindársele en cada etapa procesal, sin embargo, la doctrina ha clasificado
aquella en dos posiciones por demás marcadas, la defensa activa y pasiva, la
primera
implica contradicción respecto a la atribución de hechos, la segunda, a su turno,
comprende abordar una tesis ausente de debate en relación a la imputación,
incluso
catalogada por algunos como el allanamiento con matices de beneficios
procesales.
3.8.1.Derecho de Defensa Como Garantía
El Derecho de defensa es un derecho elemental de naturaleza procesal que
conforma parte de las garantías del debido proceso y, en esa dirección, se
considera como principio de protección de derechos que confronta toda
indefensión, y como principio contradictorio de sucesos procesales que pudieran
afectar la situación jurídica de alguna de las partes. Por esta razón, se afecta el
derecho de defensa cuando en el proceso alguna de las partes resulta
imposibilitadas de actuar a su derecho o medios convenientes para resguardar
sus intereses y derechos.
Las manifestaciones del derecho a la defensa comprende un cohorte múltiple de
garantías, que esencialmente son las siguientes derechos: a) A ser comunicado
de los cargos o imputación necesaria; b) A disponer medios apropiados para
aprestar la defensa; c) A disponer de la presencia de un traductor o interprete;
d) A encontrarse comunicado y tener acceso efectivo a la asistencia consular; e)
A la presunción de inocencia; f) A utilizar los medios de prueba convenientes; g)
principio acusatorio; y h) A una representación legal apropiada: presencia de
abogado privado u oficio.
Además, es considerado uno de los más importantes principios en el proceso
penal, sujeta a ejercitar derechos en igualdad de armas con el Ministerio Público.
Ahora bien, la información de los cargos o imputación necesaria es una de las
manifestaciones que tiene el derecho de defensa, aquella expresión además de
ser la primigenia, es quizás la más importante puesto que delimitará no sólo el
objeto de debate al interior del proceso, sino, además, la tesis defensiva que
ejercitará el procesado, buscando en ocasiones la absolución o atenuación de
responsabilidad.
3.8.2.Derecho de Defensa Material
Cerda San Martín y Felices Mendoza (2011) advierten que la defensa material
es aquella capacidad propia del imputado en realizar alegatos que favorezcan
sus intereses; la CADH, artículo 8 inciso 1, precisa que en un proceso penal
cualquier interviniente tiene derecho a ser oído, a participar por si o con abogado
y formular sus alegaciones.
El derecho de defensa material está regulado en el artículo IX del Título
Preliminar del C.P.P. como derecho irrestricto e inviolable a una autodefensa. En
el proceso penal, en la etapa de juzgamiento, después de culminar los alegatos
preliminares del fiscal y de los abogados defensores, el acusado en previa
consulta con su abogado podrá declara o no sobre los hechos.
En cualquier estado del juicio podrá solicitar el acusado su derecho a ser oído, con
el fin de aclarar, incrementar, amplificar o complementar sus aseveraciones o
declarar si antes se hubiera inhibido. Al concluir el juicio el acusado podrá exponer
lo conveniente a su defensa, a efecto de cumplir la doble faceta del derecho de
defensa material y técnica.
El acusado durante todo el proceso, tiene derecho al ejercicio de la defensa
material, es decir, la posibilidad de pronunciarse respecto a la imputación y
cargos detallados en su contra. Posiblemente si la imputación o atribución de
cargos efectuada por Fiscalía solo sería entendible a quien tiene conocimiento
en estricto lenguaje jurídico, aquel derecho quedaría conculcado, por lo cual, allí
arriba también la exigencia de una imputación concreta, entendible a los
partícipes del proceso, y en específico al imputado.
3.9. Acusación como máxima expresión de Imputación Concreta
La doctrina y la jurisprudencia han establecido que el mayor referente de
imputación
concreta se encuentra al interior de la etapa intermedia, y en específico, a través
del requerimiento acusatorio, es allí donde han culminado todos los esfuerzos por
detallar el hecho con la claridad suficiente que brinde al procesado un suceso
pormenorizado para ejercitar el derecho de defensa.
En buena cuenta, el aporte de esta investigación, expresará la necesidad de
consignar normativamente la imputación concreta, ya en un nivel de certeza
contenido en el requerimiento acusatorio, para luego de justificar su necesidad,
proyectar una reforma legislativa en relación a alguno de los parámetros de la
acusación. Con la finalidad de evidenciar el estándar de imputación que hasta
ahora es exigible a través de la acusación, brindaremos atención al estado actual
de la cuestión,detallando además nuestro aporte en torno a la necesidad de
consignación de imputación concreta como garantía del derecho de defensa, y
consecuentemente, como presupuesto de la acusación.
3.9.1. Exigencia de claridad y precisión en la acusación
La imputación al menos en lo que respecta a lo que materialmente se encuentra
normado tiene dos manifestaciones para considerarla idónea, por un lado, la
precisión que implica un grado de detalle en torno a los hechos delictivos, y a su
turno la claridad, que comprende que se efectúe a la atribución en un lenguaje
sencillo y comprensible para los partícipes del proceso.
Una de las exigencias que contempla nuestro proceso penal, como presupuesto
de la acusación es la relación clara y precisa de los hechos materia de
imputación, y aunque de la lectura podría ya determinar la exhaustividad con la
que debe contar el requerimiento en referencia. Es necesario evidenciar que
aquella nómina de “claridad y precisión”, en ocasiones no evidencia los
estándares necesarios para el ejercicio de una defensa eficaz, si acaso, aquella
sería modificada por imputación concreta, determinaría una mayor precisión
sobre la comunicación de los cargos.
El profesor Peña Cabrera Freyre (2013) refiere que, la acusación comprende la
descripción precisa y clara del hecho que se atribuye al imputado, con sus
particularidades precedentes, concomitantes y posteriores. En caso de
comprender diversos hechos individuales la discriminación, desprendimiento y
detalle de cada uno de ellos. La narración fáctica que se deduce de la
investigación, es primordial, tanto para determinar la admisibilidad de los medios
de prueba de cargo tanto como para el juicio de tipicidad, puesto que la base
fáctica instituye la suposición de hecho que se verifica con los alcances
normativos de los tipos penales que constituyen parte de la acusación. Así,
también la diferenciación de los múltiples relatos fácticos, que puedan otorgar
lugar a la concurrencia de diferentes tipificaciones penales. Como se afirma, la
acusación encuadra los hechos que serán objeto de debate en la etapa de
juzgamiento.
3.9.2.Imputación Concreta y Claridad de la Acusación
A partir del derecho a una comunicación detallada de la acusación se inicia el
derecho a la imputación suficiente que nuestro legislador en el artículo 349 inciso
1 literal b) ha descompuesto en dos exigencias que debe contener toda
acusación: i) imputación 'clara' e ii) imputación 'precisa'.
En relación a la claridad en la imputación, se exige que el fiscal exponga de
manera clara el hecho atribuido. Así, este derecho a conocer los cargos de modo
claro hace fundamentalmente con el significado que tiene el concepto cargos, el
cual, como tiene dicho la Corte Suprema, es entendido como la narración de
hechos, sucesos históricos, de envergadura penal, que se realiza al imputado.
Es en ese contexto, donde radica la trascendencia de la imputación efectuada
con una claridad necesaria para la comprensión del procesado, ante la ausencia
de una imputación concreta, no únicamente se imposibilita el ejercicio del
derecho de defensa, sino además se tergiversa el objeto de debate, generando
una tergiversación del pronunciamiento jurisdiccional.
Por lo que la imputación concreta es un deber ineludible en cabeza del fiscal de
atribuir a un individuo un delito, enunciando proposiciones fácticas asociadas a
la actuación de todos los elementos del tipo penal. En consecuencia, la garantía
constitucional de la invulnerabilidad de la defensa en juicio solicita
ineludiblemente la posibilidad de una dialéctica entre el imputado y la parte
acusadora. Esta argumentación sólo es probable si el acusado comprende de
qué tiene que defenderse.
De ahí que la imputación debe proporcionar al acusado el conocimiento detallado
de cuál, cómo, dónde y de qué manera se habría cometido el hecho que se le
imputa; esto importa una relación circunstanciada con todas las modalidades de
tiempo, modo y lugar. Si se omite algunos de estos extremos, el imputado estaría
encerrado en un cuarto oscuro, imposibilitándolo de responder, por ejemplo, que
en ese momento estaba en otro lugar, o que si bien intervino en el suceso no
actuó de tal modo que se le incrimina, y otras defensas que pudiera explicar al
respecto. Tanta es la importancia de que la acusación sea de este modo que su
omisión está sancionada expresamente con invalidación.
Ahora bien, es tan importante que el imputado conozca de manera clara la
atribución de cargos, puesto que allí determinará la tesis defensiva, y brindar
aquella posibilidad no es algo baladí, sino por el contrario, una garantía
fundamental del proceso. Consecuentemente, si la atribución de cargos es
inentendible para el imputado, poco menos podrá tener una comunicación
coherente con su defensa técnica.
La Corte Suprema de Justicia (2012) detalló que el principio de imputación
necesaria es una manifestación del principio de legalidad y el principio de
defensa procesal, asimismo, es un ineludible requerimiento de que la acusación
ha de ser cierta, precisa, clara y expresa; con una exposición bastante detallada
de los hechos que se imputan y de los medios probatorios que fundamentan.
La imputación concreta es sustancial para el ejercicio del derecho de defensa,
efectivamente, la igualdad entre las partes debe resguardarse en el proceso
penal y el equilibrio dentro del juicio justo asegura la efectividad de una sentencia
sin arbitrariedades.
Asimismo, con el principio de legalidad, requiere que el hecho en relación a la
calificación jurídica este tipificada expresamente en la ley penal y los elementos de
convicción en que se fundamentan. De ahí entonces, podemos decir que la
imputación concreta es el núcleo del proceso penal, una condición de legitimidad
para el imputado, dada la posibilidad de decidir en negar todos o algunos de los
cargos que se le imputa.
El profesor Espinoza Ramos (2018) especifica un ejemplo muy gráfico sobre la
ausencia de imputación en torno a la claridad de los hechos, aquel detalla que
«si un fiscal decide acusar por el delito de estafa, tendrá que afirmar hechos
sobre el engaño, hechos sobre el error, hechos sobre la disposición patrimonial
y hechos sobre el perjuicio. No es suficiente una imputación que señale: <Juan
Pérez estafó a Lucho Ruelas con la venta de una casa ubicada en Av. Larco N°
500, Miraflores que no era suya».
Esta imputación no revela cuales son los hechos del engaño (¿fue simulación o
disimulación?) que generó el error (en qué consistió el error) y que a su vez
posibilitó la disposición patrimonial del agraviado (el fiscal no precisa si el
agraviado Lucho Ruelas pagó a Juan Pérez, y si lo hizo cuánto pagó y como
efectuó el pago: en partes, en único pago, directamente, a través de un
intermediario) y le perjudicó su patrimonio (tampoco hay proposición fáctica que
realice el elemento típico perjuicio).

Es decir, no basta con enunciar el tipo penal o genéricamente qué se hizo o


cómo, sino que es necesario, en garantía de la imputación precisa, que el fiscal
desarrolle una imputación suficiente: hechos que realicen cada uno de los
elementos del tipo.
3.9.3. Imputación Concreta y Precisión en la Acusación
La imputación necesaria, como hemos visto, garantiza el derecho de defensa
eficaz. Pudiendo ser considerado como el punto de inicio y al mismo tiempo una
manera de condición que origina la eventualidad de defenderse acerca de cada
uno de los extremos concretamente atribuidos.
En caso que no se desarrolle una imputación suficiente, o de existir no se
comunica a la persona respecto del cargo histórico concreto que se ejecuta en
su contra, sencillamente, la actuación del derecho de defensa será ineficaz de
un valor absurdo, escaso y minúsculo, ya que no se conocerá jamás a ciencia
cierta del núcleo, fondo, contenido o límite, de lo que el afectado deberá
percatarse para después rebatir. Es violatorio de la imputación precisa que el
fiscal presente en los hechos imputados una abstracción, asistiendo al nombre
de contravención y quebrantamiento, opuesto a ello, debe tener como estimación
un acierto claro, preciso y circunstanciado de un hecho decidido, excepcional de
la vida de una persona, es decir, detalla un suceso que se considera real, con su
conjunto de circunstancias de tiempo, lugar y modo, situándolos en el mundo de
los hechos temporal y espacialmente, y aporte su materialidad concreta.
Es en la acusación, a nuestro criterio, que los hechos imputados deben alcanzar
un máximo grado de precisión para el fiscal. Ello tiene que ver con lo que la Corte
Suprema ha denominado “descubrimiento progresivo de la verdad”, esto es, a la
verdad se le aproxima progresivamente, paso a paso, a través de los distintos
tramos del proceso penal.
La exactitud y las particularidades de un hecho asignado con aspecto delictivo,
son demandas de la imputación suficiente solicitado desde el comienzo del
proceso penal, con la finalidad de facilitar el ejercicio eficiente del derecho de
defensa del imputado, derecho que se propala al completo estado o grado del
procedimiento, acorde lo detalla el artículo IX del Título Preliminar.
3.10. Imputación concreta y la Garantía del Derecho de Defensa ante la Acusación
Es necesario que, el juicio penal tenga por base una acusación definida, caso
contrario, el imputado no tendría posibilidad de defenderse adecuadamente. Es
imperativo que la acusación, forme la medular en todo el proceso penal, protege la
defensa en los Tribunales de Justicia. Siendo la razón por el cual la acusación
debe
describir con precisión el hecho punible, a efecto, que el acusado pueda no solo
ejercer el derecho de defensa, sino también presentar medios probatorios
conducentes, según las reglas de la norma procesal.
Así, ante la formulación de la imputación la defensa puede organizar de manera
segura su función procesal sin que ello comprometa la petición de práctica de
pruebas, a menos que sean las excepciones contempladas en la norma procesal,
con la observación de que el derecho de defensa no se contrae, con exclusividad,
a
este momento o audiencia de imputación, pues tal derecho es inherente y
connatural
a la persona en todo momento, aun antes de dicha diligencia.
Entonces, la imputación en estricto comunicada a través de la acusación posibilita
el
ejercicio del derecho de defensa, también es cierto no es el único momento, pues
con antelación, se podría ya hacer uso del derecho de defensa.
Una de las innovaciones del Código Procesal Penal, fue establecer como baluarte
de
negociación algunos mecanismos de simplificación procesal, cada uno de aquellos
con características y presupuestos diferentes, sin embargo, todos encuentran un
norte común, como es en efecto, la aceptación de cargos y en consecuencia, el
conocimiento certero sobre la imputación. Una de las variantes del derecho de
defensa, posibilitará también que, conocida la imputación concreta, y evidenciando
en el imputado el panorama delictivo, aquel tenga a bien el reconocimiento de
aquella.
La imputación en estricto no sólo sirve para el ejercicio de derecho de defensa de
manera activa o para rebatir la imputación, sino además, para poder efectuar una
suerte de allanamiento a la pretensión, y es allí también donde se refleja la
necesidad
de una imputación concreta, puesto que el filtro que efectuará el juez determinará
el
resultado del proceso más allá del reconocimiento que efectué el procesado.
Por otro lado, una de las cuestiones centrales a abordar en la presente
investigación
es el control de la imputación una vez que aquella haya logrado el mayor estándar
de precisión posible, lo cual acontece durante la etapa intermedia donde ya las
categorías fácticas y jurídicas se encuentran delimitadas, a la actualidad, al
parecer
por la práctica jurisprudencial existen dos consecuencias que genera la presencia
de
una imputación vaga, imprecisa y genérica.
Las consecuencias en referencia implican en ocasiones, el amparar excepciones
de
improcedencia de acción por ausencia de fáctico o hecho tribuido típico, la
segunda,
comprende, siempre y cuando el proceso determine avance hasta etapas
posteriores, la anulación de lo actuado, hasta la etapa intermedia para efectos de
concretizar la imputación y renovar los actos posteriores.
Entonces, detallemos que la imputación como la responsabilidad que tiene el fiscal
en atribuir a un sujeto, un hecho sancionable por ley, enunciando proposiciones
fácticas supeditadas a la realización de todos los elementos del tipo penal. Las
proposiciones fácticas de un hecho reprochable no son discrecionales o libres,
están
relacionadas al uso de la ley penal, es por ello que, su estructura es el tipo penal
de
la imputación concreta, por lo que, está conformada por proposiciones fácticas que
fueron filtradas con la herramienta conceptual denominada tipo. Para la
construcción
de la imputación, entonces, será indispensable emplear la teoría del tipo, los
hechos
que predominan en realidad son multiformes, históricos, con un contenido de
particularidades no necesariamente relevantes jurídicamente.
De ahí que, si una acusación en su exposición de hechos imputados no presenta
las
proposiciones fácticas realizadoras de cada elemento (objetivo o subjetivo) del tipo
penal, entonces estaríamos frente a una imputación inexistente. Y consideramos
que
cuando la imputación es inexistente (caso distinto a una imputación deficiente o no
clara) luego de superado el control formal, el juez debe en el marco del control
sustancial sobreseer la causa o consentir la excepción de improcedencia de
acción
emitida por la defensa, porque nadie puede soportar una acusación sin
imputación.
No se piense por aquello que la acusación y el contenido de la imputación
concreta
en aquella es algo invariable, puesto que, existen supuestos en los que se podría
eventualmente modificar la atribución de cargos si surgen algunas
particularidades,
aquellos supuestos bien los podremos encontrar en la categoría jurídica de la
desvinculación procesal, e incluso, la acusación complementaria.
3.11. Imputación Concreta en la Acusación y la Garantía del Derecho de
Defensa
La importancia de la Imputación concreta radica en la acusación, donde la
exigencia
de un hecho definido tiene un valor sustancial para la sentencia, puesto que, si no
se
formula adecuadamente repercutiría la correlación con la sentencia y el proceso
penal seria ilegitimo, pudiendo declararse la nulidad de la sentencia
Debe considerarse las actuaciones que se realicen por parte de los operadores de
justicia, a fin de no violar o limitar uno de los derechos fundamentales, que
contempla
nuestra constitución, el PIDCP, CADH. y la DUDH. Además, es preciso mencionar
que los derechos del imputado se detallan en el art. 71 del Código Procesal Penal.
El Fiscal es quien dirige la investigación, con pleno respeto y garantía de los
derechos
del investigado (Ministerio Público, 2018). Es el encargado de realizar la
imputación,
cual debería formularla en cuidado de derechos del imputado y dirección de
aproximación a la verdad. La hipótesis planteada en el presente trabajo de
investigación es “Dado que la imputación concreta no se formula correctamente es
probable que se vulnere el derecho de defensa”.
Conforme las diferentes teorías desarrolladas, se aborda la posición en indicar que
la imputación concreta garantiza el derecho de defensa del imputado, vale decir
aquello, por cuanto se ha previsto que la problemática en formular correctamente
la
imputación concreta si afecta y vulnera el derecho de defensa del imputado.
Luego de haber detallado las precisiones en torno a la imputación concreta, y
haber
delimitado los parámetros necesarios para la realización de aquella, se hace
necesario establecer una propuesta certera sobre la necesidad de consignar
aquella
categoría a nivel normativo. Preciso es indicar que el mayor referente de la
imputación, como bien se argumentó líneas arriba, se encuentra al interior del
requerimiento acusatorio, y es allí donde recaerá nuestra propuesta final.
Nuestro actual art. 349 CPP, detalla que una de las exigencias de la acusación es
relación clara y precisa de los hechos, y la redacción actual enmarca ciertos
cuestionamientos, que bien se podrán absolver mutando aquellas dos palabras
con
el término, imputación concreta
Art. 349 CPP: La acusación fiscal será debidamente motivada y contendrá: B) La
relación clara y precisa del hecho que se atribuye al imputado, con sus
circunstancias
precedentes, concomitantes y posteriores. En caso de contener varios hechos
independientes, la separación y el detalle de cada uno de ellos.
Puesto que la precisión y la claridad en ocasiones no han podido brindar una
atención
mayoritaria por parte de los requerimientos fiscales, lo cierto es que al consignar
una
categoría como la imputación concreta en el contenido de la acusación,
coadyuvará
a la selectividad de hechos delictivos resumidos en procesos pasibles de ejercitar
una defensa eficaz.
Art. 349 CPP: La acusación fiscal será debidamente motivada y contendrá: B) La
imputación concreta, con sus circunstancias precedentes, concomitantes y
posteriores. En caso de contener varios hechos independientes, la separación y el
detalle de cada uno de ellos.
La redacción normativa bajo comentario, encontraría comprendida la imputación
concreta en el marco de la etapa intermedia, y en específico, en la acusación
fiscal,
no siendo obstáculo, plantear incidentes de control en etapas anteriores, o incluso,
mecanismo de archivo ante la ausencia de aquella. Preciso es indicar que la
propuesta en mención se erige en atención a la ausencia de criterios valorativos
respecto a los hechos contenidos en la acusación, y la necesidad de consignar
una
imputación concreta como una garantía del derecho de defensa, con antelación al
juicio.
3.12. La vulneración del derecho de defensa por la incorrecta formulación de la
imputación concreta
3.12.1. ¿Por qué Esta Postura?
- Porque, Alberto Binder (1993) menciona que, es fundamental que en el
proceso penal exista una imputación concreta; especialmente, para el juicio,
ya que la acusación detallada y precisa, no vulnera el derecho de defensa
del imputado y servirá como fundamento y límite en el ámbito de decisión
del juez.
80
- El Expediente 04-2015-48-5201-JR-PE-01, menciona que, a través de la
acusación se hace realidad la imputación necesaria, puesto que, deriva del
principio de defensa procesal y legalidad, que constituye que la acusación
debe ser precisa, expresa, no implícita y ha de ser cierta.
Resulta obvio que, hay una diferencia entre un requerimiento acusatorio y
una disposición de formalización, ya que esta última exige solo una
“sospecha simple”, esto significa que bajo ninguna circunstancia la
acusación puede ser implícita, ambigua, ilógica, genérica o desordenada y
lo que se exige en la acusación es una “sospecha suficiente”.
- El artículo 8 inciso 2 de la CADH, menciona que, el derecho de defensa se
consagra cuando se le comunica al inculpado de forma detallada y previa la
acusación propuesta en su contra.
- Ana Calderón Sumarriva (2016), indica que, la imputación necesaria está
ligada al derecho de defensa. Si el fiscal no realiza debidamente la
imputación entonces el derecho de defensa se verá afectado, puesto que, la
defensa técnica no podrá plantear debidamente una teoría del caso y una
estrategia de defensa si no se tiene claro que es lo que se le atribuye a su
patrocinado.
La autora no está de acuerdo en que se utilice esta idea de sospecha para
establecer la gradualidad; si bien es cierto, la imputación necesaria va
construyéndose en el proceso, cuando el fiscal inicia la noticia criminis y las
primeras diligencias tendrán una imputación mínima conforme desarrolle su
investigación y completar los aspectos fácticos, jurídico y probatorio. No
obstante, para ingresar a un juicio donde la persona va a ser expuesta a la
publicidad, a rigor del contradictorio, entonces debemos tener una
81
imputación acabada en la acusación que permita luego sostener una
sentencia condenatoria.
Si es que esta gradualidad, tendríamos que hablar de posibilidades,
probabilidades y certeza, para efectos de lograr una condena donde se haya
destruido la presunción de inocencia, pero no utilizar el término “sospecha”;
recordemos que el término sospecha permitió en algún momento que se
desarrollen injustas condenas con el tribunal de la Santa Inquisición, en la
Alemania Nazi.
No podemos confundir en lograr resultados a toda costa; lamentablemente
esta idea de flexibilizar la imputación necesaria pasa por el eficientismo, para
lograr resultados a creer que el proceso es una herramienta de política
criminal y es en ese momento que tenemos que recordar que el garantismo
procesal, el proceso concebido como garantía debe funcionar como un límite
que pone freno a estas arbitrariedades y excesos de poder, puesto que no
queremos cruzar la frontera entre un estado constitucional a un estado de
sospecha.
- En el acuerdo plenario extraordinaria Nº 01-2017, se puede observar que la
corte suprema señala que, para poder iniciar una investigación basta una
sospecha simple, para efectos de formalizar una investigación preparatoria
se requiere una sospecha suficiente, para el requerimiento de una prisión se
requiere una sospecha fuerte y para condenar se requiere una sospecha
acreditada (Corte Suprema de Justicia, 2017).
3.12.2. ¿Por qué se vulnera el derecho de defensa ante la incorrecta
formulación de la imputación concreta?
La incorrecta formulación de la imputación concreta transgrede el derecho de
defensa del imputado, así como el derecho a la información, a la igualdad de
armas y plazo razonable para preparar su defensa.
82
Aquello se postula, porque no es viable, propio, correspondiente de un debido
proceso, comunicar una imputación deficiente, vaga o gaseosa al imputado y
a su abogado defensor. Como bien sabemos, la defensa técnica es el
encargado de contradecir en todo, en parte o consentir aquella acusación,
pero como podría hacerlo, si es una imputación incompleta.
Si bien es cierto, el defensor tiene la posibilidad de acceder a la carpeta y
expediente, sin embargo, es necesario que el fiscal formule adecuadamente
la imputación concreta, porque no es el abogado defensor quien realizó y
conoce a detalle aquella investigación, por el contrario, esa es la función del
Fiscal, quien tuvo la posibilidad de efectuar la investigación en búsqueda de
construcción de la verdad.
San Martin (2003), señala que, aunque se negara, es fundamental para la
validez del proceso, la defensa del imputado. La asistencia del letrado es
primordial durante todo el proceso, pero no es suficiente, más bien, es
importante que pueda conocer de forma clara y precisa todas las
circunstancias que rodean a la imputación concreta, para poder formular la
defensa idónea, pertinente, contradecir, plantear medios probatorios y
alegaciones, es decir, desarrollar una contraposición o talvez afirmar los
hechos, pero como podría hacerlo si no conoce a detalle la imputación.
Como el letrado podría informar o explicar a su patrocinado los hechos que
se le atribuyen, si no se comunicó de forma precisa o detallada la imputación.
Mendoza (2015), señala que la defensa técnica está relacionada con el
principio acusatorio, deviene en aquello porque es la función del fiscal de
acusar, cuando corresponda. Como se mencionó, no basta con realizar una
acusación a la ligera, por el contrario, la comunicación debidamente
formulada de la imputación, sin lugar a duda, permitirá ejercer eficazmente la
defensa del imputado en todos los aspectos, porque se comunicara la
información completa y el letrado, en igualdad de oportunidades podrá
formular su defensa en el tiempo prudente.
Alcocer (2013), indica que la conducta humana siempre es objeto de
estimación normativa y prueba, por lo que, ante una sospecha de conducta
penalmente reprochable, se abrirá proceso al sujeto, donde el Fiscal, al tener
causa probable realizará acusación, quien deberá tener en cuenta que la
imputación formulada debe ser concreta, es decir, rodeada de todas las
circunstancias que le corresponde, de lo contrario, se vulnera el derecho de
defensa del imputado que encierra el derecho a la información, a contar con
un abogado defensor, a un tiempo prudente para desarrollar la defensa e
igualdad de armas.
Landa (2002), indica que el derecho a la información consiste en que se
comunique la acusación, pero no basta con aquello, más bien, debiera ser
desarrollada de forma suficiente y por escrito. Pero no es el único en indicar
aquello, Torres (2008), indica que se debe informar una imputación completa.
Asimismo, Castillo (2008) apoya la postura en señalar que la comunicación
de la imputación en la acusación debe ser descrita de forma detallada, precisa
y con exigencias propias de la imputación concreta, de lo contrario no se
efectivizaría el significado del derecho a la información y por ende la
vulneración al derecho de defensa Técnica.
La comunicación de la acusación es sin duda relevante para el debido
proceso, ya que permitirá que: primero, conozca a detalle cada aspecto de la
imputación concreta, y segundo, poder formular sin duda la contradicción en
parte o todo y presentar todos los medios probatorios que estime necesario.
Es decir, la comunicación permite informarse de lo que se le acusa,
contrarrestar según considere el imputado y sobre todo encontrarse en
igualdad de posibilidades de armas.
También, se debe considerar que la información de la imputación descansa
en la idea de debido proceso y justicia, ya que, es posible que a una persona
se le condene, toda vez que, se le haya comunicado de la imputación que
sopesa en su contra, a fin de que se defienda ante tal situación. No obstante,
tampoco es justo un proceso sin la posibilidad de encontrarse en igualdad de
armas.
Sin duda alguna, la imputación condiciona la defensa en el proceso, ya que
el imputado se encuentra en una posición inferior respecto del responsable
que realizó la acusación. Además, existirá defensa eficaz si se conoce el
hecho concreto y al mismo tiempo se evita sorpresas.
No existe un proceso justo y razonable si no se formula adecuadamente la
imputación, sea por descuido u olvido, ya que el imputado no es objeto del
proceso, sino sujeto del mismo. Además, el derecho a la información,
contempla esa comunicación de los cargos de forma completa, transparente
y clara.
Frente al delito que nos encontremos, la demanda del castigo, de protección
a la sociedad, así como las razones de prevención en general, no se
contraponen a que se informe por igual a las partes de la existencia de la
imputación concreta. No se puede discriminar la comunicación de los cargos
al imputado reincidente o al autor de un crimen horrendo, al margen del
actuar, todos en el mundo gozamos de protección y conocimiento de la
imputación concreta
Sancinetti (2001), explica que la imputación circunstanciada y precisa
garantiza al sujeto de no ser manipulado por consideraciones difusas de justicia,
además, al estar informado de la acusación permite la actuación de
igualdad de armas
No existe proceso equitativo cuando el Estado no confiere a la sociedad la
oportunidad de defenderse. Aquello sucede cuando no se informa o se
informa en último momento a las personas de los cargos que se ejecutan en
su contra.
La interpretación de justicia y de igualdad lleva a conceder al imputado de
conocer los cargos para defenderse, presentar pruebas, alegaciones y
medios técnicos de defensa, tan fundamental es que, de no ser así, el proceso
deviene en injusto, pues bloquea la posibilidad de una defensa adecuada, y
el proceso se convertiría en un monologo y autoritarismo.
El Tribunal Constitucional, ha considerado que el derecho a ser informado de
la acusación está plenamente relacionado con la posibilidad de defenderse
de forma íntegra de cada aspecto y punto de la acusación, asegurando que
no se debe señalar pena por hechos que no han sido descritos y
consecuentemente comunicados.
Sin embargo, el derecho a contar con un plazo razonable para ejercer la
defensa también es de considerar, a efecto pueda plantear una defensa
técnica, eficaz y de calidad en el tiempo correspondiente.
La igualdad de armas en las partes, posibilita ejercer derechos y facultades
previstos en las normas con la igualdad de posibilidades. Si bien es cierto,
ante la incorrecta formulación de la imputación concreta, el abogado defensor
puede plantear excepción de improcedencia de acción, la nulidad o el
sobreseimiento, aquello corresponderá conforme el planteamiento de la
deficiencia de la imputación.
A continuación, desarrollaremos diferentes casos que demuestran la
vulneración del derecho de defensa por la incorrecta formulación de la
imputación concreta:
 Caso Fermín Ramírez Vs. Guatemala
En el presente caso la Corte Interamericana (2005) ha señalado que, se
habría vulnerado el derecho de defensa cuando minutos antes de que el
Ministerio Público realizara acusación formal, cambio la situación jurídica sin
notificarle los lineamientos legales y las circunstancias del hecho al
imputado, esto implicó que de solicitar cincuenta años de prisión por el delito
de violación sexual, le impusieron pena de muerte por el delito de homicidio,
el cual alcanzaba tal pena, por considerar que el sujeto activo por sus
características personales era proclive a llevar a cabo este tipo de
conductas.
Además, menciona que, el artículo por el cual le impusieron pena de muerte,
resultaba inconvecional, pues al aludir la personalidad del sujeto activo para
aumentar la pena se consideró violatorio a los derechos humanos. Por otro
lado, se determinó la violación del principio de legalidad al no haber
permitido la defensa por el delito que se le imputo de homicidio, pues en un
principio, se alegó simplemente violación, por lo cual al no respetar dicho
principio también viola al acceso a una defensa adecuada, toda vez que el
imputado no pudo ejercer adecuadamente su defensa.

En el cambio del factico que realizo el representante del Ministerio Público


no se había considerado que la causa de la muerte de la víctima que fue por
“asfixia por estrangulamiento”, luego de haber fenecido la menor, el
inculpado tuvo acceso carnal con el cadáver, estos acontecimientos no
fueron acoplados en la acusación. Por otro lado, la sentencia emitida por el
Tribunal no estableció esta circunstancia en los hechos, tampoco los medios
probatorios que sustentan, en el que concluyo que el procesado presenta
mayor peligrosidad. Constituyo un obstáculo de manera tal que restringido
objetivamente la oportunidad de la defensa de poder cuestionar,
consecuentemente violaron el derecho de defensa, por lo que no pudo
ejercer adecuadamente.
 Caso Lori Berenson Vs. Perú
La Corte Interamericana (2004) mencionó que, se vulnera el derecho de
defensa, cuando la comunicación privada y libre entre la imputada y su
defensa es obstaculizada, por la identidad reservada de los jueces, lo que
imposibilito a Lori Berenson, que su defensa pueda ejercer adecuadamente
el derecho de defensa para conocer la configuración de las causales de
recusación.
Este caso se caracteriza por la ausencia de específicos y claros
fundamentos de hecho. Por lo que la sentencia que señala culpable a la
procesada objetivamente menciona que fueron probados los hechos, sin
embargo, no enuncio los medios de defensa que sustentan su decisión.
Asimismo, la defensa no tuvo el plazo razonable para poder formular
defensa, ya que solo un día antes que se emitiera sentencia, la defensa tuvo
acceso al expediente, lo que se demostró que la acusada no tuvo
conocimiento previo y completo sobre los cargos realizados en su contra.
 Expediente N° 00481-2018-49
Agapito Emérito Alarcón Espinoza es procesado por la presunta comisión
del delito de Falsedad Genérica y Falsa declaración en el proceso
Administrativo, en agravio del Gobierno Regional de Arequipa y María Luisa
Alarcón Pulcha, en ejercicio del derecho constitucional de derecho de
defensa Art. IX del Título Preliminar del CPP concordante con el artículo 06
apartado 1 literal b) del mismo cuerpo legal, menciona que el presente caso
 Casación 392-2016
Se vulnera el derecho defensa, porque el representante del Ministerio
Público imputo de manera genérica, pronunciándose, el termino de
“relaciones Sexuales”, es decir, no indico cual sería el objeto con el habría
cometido el delito, por lo tanto no se mencionó todos los elementos del tipo
penal para la configuración del delito violación sexual, lo que implica que el
imputando tenga problemas en formular una línea de defensa por la falta de
precisión de los cargos.
El caso se viene desarrollando, en que el delito de violación sexual de menor
de edad, el hecho fáctico señala expresamente haber tenido “relaciones
sexuales”. Por lo que, la defensa del imputado presenta una excepción de
improcedencia de acción, que en primera instancia fue declarada fundada
(Corte Suprema de Justicia, 2016).
Sin embargo, este caso cumple con una suficiente actividad probatoria
vinculada al imputado, es por ello, que la Corte Suprema considera que la
falta de imputación necesaria no es un supuesto para amparar una
excepción de improcedencia de acción, en consecuencia, declara la nulidad
del proceso penal y se retrotrae hasta audiencia de control de acusación.
CAPÍTULO 4
PRINCIPALES CUESTIONAMIENTOS A LA NECESIDAD DE LA IMPUTACIÓN
CONCRETA
De la revisión de la literatura de ochenta y tres fuentes de información, no se ha
podido
encontrar expresamente posturas en contra de nuestra propuesta formulada, sin
embargo,
si existe oposición en contra de la existencia del denominado “principio de
imputación
necesaria”. He aquí, Roberto Reynaldi Román, como único autor en contra, resta
importancia a la imputación y rechaza totalmente la designación del “principio” que
se le
habría otorgado.
4.1. El Principio de Imputación Concreta no debe ser considerada como principio
El autor Roberto Carlos Reynaldi Román, en su libro “Imputación y Excepción de
Improcedencia de Acción” precisa que, la problemática de la falta de imputación
necesaria surge a partir de la omisión que desarrolla el fiscal en los hechos
imputados,
ya sea por olvido, exclusión o inadvertencia. Producto de ello, habría
incertidumbre
respecto de lo que realmente se transgrede, propiciando la creación del principio
de
imputación concreta, que refiere a la vulneración de derechos, principios y
garantías.
Asimismo, menciona que es un principio superficial e insustancial porque
únicamente
consiste en la redacción descrita por el fiscal. (Reynaldi, 2018, págs. 28-29).
91
Señala con gran extrañeza que aun sin ser parte de alguna norma con rango legal,
tenga más aprobación y aplauso, inclusive más que otros principios. Ya que poco
importa si el Fiscal se ha olvidado en señalar alguna circunstancia, porque el
imputado
perfectamente conoce los sucesos de los hechos (Reynaldi, 2018, pág. 30).
Además, indica que no es posible que el propósito de un principio sea la
corrección de
la redacción fiscal que ocasione el archivo de casos. Que en un sistema como el
nuestro, la persecución penal este subordinada bajo la redacción fiscal y que
finalmente la escritura pueda exterminar sucesos históricos (Reynaldi, 2018, pág.
30).
Considera que el denominado “Principio de Imputación Concreta” no debería ser
llamado de esa manera, porque su verdadera naturaleza jurídica es la
comunicación
de cargos. El termino principio es una palabra muy grande para el concepto tan
acotado y escaso de la imputación concreta, nada propio y característico de un
principio. Sin embargo, acepta que existen varios casos de la Corte Suprema y
Tribunal
Constitucional que hablan de la necesidad de imputación concreta, pero advierte
que
lo grave de ello, es cuando se crea una opinión radical y extremista petulante
(Reynaldi, 2018, pág. 34).
Aduciendo que a falta del Principio de imputación concreta se atropella el derecho
de
defensa y como consecuencia se origina el archivo, sea porque absolvieron al
imputado, porque se dictó sobreseimiento o por el medio técnico de defensa por
excepción (Reynaldi, 2018, pág. 39).
Asimismo, el autor se cuestiona en considerar que no en todos los casos se
vulnera el
derecho de defensa por falta de imputación concreta, y de lo contrario, no está de
acuerdo en que la única solución sea el archivo del caso y por ende generar
impunidad
(Reynaldi, 2018, pág. 40).
Perfila su posición, indicando que los que se encuentran a favor de la imputación
necesaria, asumen el igual concepto al de su naturaleza jurídica, pues en realidad,
están equivocados en pensar de esa manera (Reynaldi, 2018, pág. 41).
92
También, considera que el dilema que se plantean algunos es otorgar mayores
garantías al proceso y consecuentemente generan más confusión en la aplicación
del
denominado principio. Ya que realmente, la imputación necesaria solo consiste en
una
atribución de hechos al imputado, que deberán ser claros, a fin de que toda la
información llegue al destinatario (Reynaldi, 2018, pág. 42).
4.2. Absolución de las objeciones en contra
Respecto a la imputación concreta, Falla (2013) señala su naturaleza jurídica
denominándolo como derecho fundamental, constitucional y como garantía
procesal,
porque está vinculado con el derecho fundamental de defensa, principio de
legalidad
y de acusación.
Por ello, consideramos que la incorrecta formulación de la imputación concreta
vulnera
derechos fundamentales como el derecho de defensa, derecho que se encuentra
plenamente regulado en el Código Procesal Penal, la Constitución e instrumentos
internacionales, por lo que reviste de cuidado y respeto de las autoridades
judiciales.
No es solo redacción, porque es definida como aquella atribución precisa,
detallada y
cierta, que describe un hecho punible y el grado de intervención atribuida, en
cumplimiento de todos los elementos del tipo penal que corresponde al delito que
se
imputa a una persona determinada, además, esta determinación de imputación
delimita y focaliza el objeto de la investigación lo cual permite cumplir con informar
la
imputación al investigado.
Cuando se inicia una investigación y el fiscal tiene sospecha de un hecho punible,
realizará la disposición de apertura conteniendo la imputación, la misma que
ayudara
al fiscal a desarrollar mejor sus diligencias y permitirá que el investigado pueda
ejercer
su derecho de defensa, de la comunicación de cargos, de contar con abogado
para
asesorarlo y desarrollar su teoría del caso.
Bien es cierto que la Imputación Concreta no se encuentra expresamente
establecido
en el Código Procesal Penal, pero es el Tribunal Constitucional y la Corte
Suprema
que en consecutivos casos han denotado importancia y realce en que el
requerimiento
de acusación debe ser cierta, expresa y clara. Entonces, existe una exigencia de
imputación concreta, de forma que el imputado pueda efectivizar sus derechos
(Quinto,
2017, pág. 168).
Aquellos diferentes procesos, muestran diversos problemas respecto de la debida
formulación de la imputación concreta que evidencian que el imputado se
encuentra
en desproporción de igualdad de armas con los otros sujetos procesales, debido a
que
no se le hubiera hecho conocer la imputación concreta, que como definimos
encierra
la descripción del hecho con la vinculación de los elementos del tipo penal y sus
respectivas circunstancias.
En caso de que la Imputación no este formulada correctamente por el Fiscal, es
clara
la indefensión para el imputado, al no poder desarrollar la defensa correspondiente
de
cada uno de los puntos afirmados por el fiscal en la acusación, ya que hubiera
omitido
alguno, lo que se ve reflejado en diferentes casos.
Asimismo, debemos considerar que la imputación es progresiva, por lo que la
comunicación de la misma permitirá al abogado defensor del imputado realizar
una
eficaz teoría del caso y contradecir en todos los aspectos. También la imputación
concreta permitirá que el Juez de Investigación Preparatoria pueda recabar
aquellos
medios probatorios pertinentes de las partes ya que tendrá las ideas claras
respecto
del delito.
Es clara la importancia de la formulación de una debida Imputación, ya que es
como
un marco sobre el cual se van a desarrollar las diligencias, las observaciones y
toma
de decisiones.
La imputación concreta no debe ser delimitada solo a la redacción jurídica, puesto
que,
su importancia va más allá que una simple redacción, la destreza que tiene fiscal
en
construir proposiciones fácticas posibilita al acusado realizar una defensa idónea,
lo
que vincula directamente con el derecho de defensa.

Debemos considerar que, ante la incorrecta formulación de la Imputación


Concreta, se
viola el derecho de defensa del imputado, siendo este último un derecho
fundamental,
elemental y esencial no solo del imputado sino de todas las personas
Es menester indicar que, nada es más importante que ser humano,
aproximadamente
desde el siglo XX se ha tomado importancia a las actuaciones de las personas,
sean
buenas o malas y sin importar ello, nosotros gozamos de relevancia fundamental
(Arregui, 1994, pág. 35). Por esta razón, siempre debe considerarse las
actuaciones
que se realicen por parte de los operadores de justicia, a fin de no violar o limitar
uno
de los derechos fundamentales, que contempla nuestra Constitución Política y los
instrumento internacional tales como: El PIDCP, la CADH y la DUDH Además, es
preciso mencionar que los derechos del imputado también se detallan en el art. 71
de
nuestro C.P.P.
Ana Calderon (2017) menciona que, cuando se acusa, la imputación tiene que
estar
acabada, se tiene que haber logrado el máximo, al momento de formular
acusación,
no podemos ir a un control de acusación en el nuevo sistema procesal penal, con
una
imputación a medias o con ciertos elementos nada más, por qué hay un control de
acusación justamente para ver si esa imputación cumple las condiciones, para
llevar
un sujeto un juicio oral público y contradictorio en donde ya estamos exponiendo
un
ser humano a una actividad judicial, mucho más seria con lo cual de algún modo
ya se
están meyando su imagen, su presunción de inocencia y su honor principalmente
considerando que ese juicio ya no secreto, si no es Publicó.
El Fiscal es quien dirige la investigación, con pleno respeto y garantía de los
derechos
del investigado (Ministerio Público, 2018). Es el encargado de realizar la
imputación,
cual debería formularla en cuidado de derechos del imputado y dirección de
aproximación a la verdad.
Entonces, hay una gradualidad en el tema de la imputación, por lo que hay que
tener
cuidado durante el desarrollo del proceso. Hoy día los estándares mínimos en
temas de justicia principalmente referidos al debido proceso están enmarcados por
la
jurisprudencia que establece en primer lugar para nosotros, la corte
interamericana de
derechos humanos, sabemos que nuestro país asumió la competencia
contenciosa de
la corte interamericana y los fallos que emite son vinculantes para el país. Sea
cual
fuese el caso, no interesa en qué estado se encuentre, aunque haya sido
declarado
responsable el imputado, para el Perú los fallos de la Corte Interamericana son
vinculantes, qué también va fijando contenidos en torno al debido proceso y
también
por la corte suprema y el tribunal constitucional de nuestro país al nivel de doctrina
jurisprudencial emitida en algunas casaciones o en algunos acuerdos plenarios
(Ana Calderón, 2017)
Es importante que se hallen todos los detalles que conforma la imputación
concreta,
porque, de lo contrario, una imputación insuficiente o genérica vulnera el derecho
de
defensa del imputado. Sin embargo, debemos considerar que Mendoza (2012)
señala
sobre la perversión de la imputación, indicando diferentes situaciones, de los
cuales,
la doctrina a considerado diferentes tratamientos, por lo que, no siempre cabria la
opción de archivar un caso en concreto, nos referimos a la nulidad.
La imputación concreta no debe ser delimitada solo a la redacción jurídica, puesto
que,
su importancia va más allá que una simple redacción, la destreza que desarrollara
el
fiscal en construir proposiciones fácticas posibilita al acusado realizar una mejor
teoría
del caso y defensa idónea.
Por otro lado, la acusación exige circunstancias precedentes, concomitantes y
posteriores, aquello que rodea y acompaña al hecho principal ciertamente
delictivo, es
claro que, el legislador tuvo la intención de garantizar el derecho de defensa del
imputado, toda vez que, conociera todas las circunstancias cronológicas del hecho
delictivo, para evitar problemas de negligencia u omisión por parte del fiscal de
colocar
estas circunstancias a pesar de conocerlas.
Su importancia radica en la acusación, la exigencia de un hecho definido tiene un
valor
sustancial para la sentencia, no obstante, si no se formula adecuadamente
repercutiría
la correlación con la sentencia, el proceso penal sería ilegítimo y podría declararse
la
nulidad. Consideramos que la imputación se desarrolla de forma progresiva, y en
caso
de que el Fiscal tenga aquellos elementos suficientes y requisitos exigidos por la
norma
para desarrollar la acusación, es que la imputación se concretiza.
Nuestra posición busca la construcción de una “aproximación de la verdad de los
hechos”, de las circunstancias del tiempo, modo y lugar, son aportes de una
exigencia
mínima que requiere la acusación en un hecho delictivo según la exigencia del tipo
penal que requiere cada delito. Es importante agregar que la complejidad para
determinar la forma concreta de un hecho delictivo, se desvirtúa con los medios
técnicos que son utilizados para adquirir información, lo que supone es que sean
conocibles las circunstancias antes mencionadas.
Por otro lado, la acusación exige circunstancias precedentes, concomitantes y
posteriores, todo lo que rodea y acompaña a un hecho principal-ciertamente
delictivoes claro que el legislador tuvo la intención de garantizar el derecho de
defensa del
imputado, toda vez que, conociera todas las circunstancias cronológicas del hecho
delictivo, para evitar problemas de negligencia u omisión por parte del fiscal de
colocar
estas circunstancias a pesar de conocerlas.
Ahora bien, el fiscal no debe dejar de comunicar al imputado categóricamente los
hechos que se le está atribuyendo y así garantizar su derecho de defensa; la
imputación, aunque tenga la característica de progresividad a través de la
investigación, debe ser informada al imputado. La estructura misma del proceso
penal
y la constitución exige la comunicación de los cargos imputados durante todo el
proceso penal, el cual no debe ser restringido.
La defensa material ejercitada por el propio imputado o autodefensa, es el
principal
interesado en impedir que se demuestre su culpabilidad, por lo que está sujeto a
un abogado para así obtener mejores perspectivas de éxito de su defensa. La auto
defensa es aquella capacidad personal que le otorga el Estado al imputado
intervenir
en el proceso, el derecho a mantenerse en silencio, proponer prueba anticipada,
tener
la última palabra en el juicio oral y entre otros, son algunas de las actividades que
realiza el imputado, pero absolutamente nadie debe pasar solo en un proceso
penal,
ello implica la libre elección del imputado de un abogado particular o el Estado
proporciona de manera oportuna un abogado de oficio, la indefensión supondría la
grave violación no solo del derecho de defensa sino también el debido proceso.
Recapitulando, se debe recalcar que es necesario una imputación concreta en la
acusación para garantizar el derecho de defensa y otros derechos conexos. La
inobservancia de una imputación suficiente deviene la violación del derecho de
defensa del acusado. Es así que no se deben presentarse imputaciones
genéricas,
ambiguas y desordenadas de tal manera que, el imputado mediante su abogado
permita realizar estrategias de defensa.
La posición que se propone, tiene la finalidad de construir una aproximación del
hecho
delictivo, como una concepción de la verdad, obtenida mediante suficientes
actividades probatorias que requiere cada delito, con pleno convencimiento, más
allá
de la duda razonable, sujeta al respeto de garantías de defensa e instrumentos
internacionales ratificados en nuestro país.
De modo que podría ser que el hecho delictivo no sea plenamente compresible,
del
mismo modo se debe reconocer el ámbito de discrecionalidad que el fiscal realiza
al momento de redactar la adecuación de hecho en el tipo penal, es insostenible
continuar una investigación a pesar de que los hechos no constituyen delito o no
es
justiciablemente penalmente, en efecto, la decisión tomada por el fiscal constituiría
arbitraria.

Haber finalizado la investigación, el fiscal se encuentra en condiciones para


describir una imputación definida, lo cual tiene que aportar las propiedades
necesarias que requiere un hecho delictivo, así como las circunstancias que
coadyuvan la conformación de la propia infracción penal.
La relevancia del contenido de la acusación consta la naturaleza propia de la
imputación que deben ser postuladas conjuntamente con los elementos
probatorios, esta información no debe impedir al imputado el ejercicio del derecho
de defensa. Estos elementos de convicción recaen sobre delimitación de la
tipicidad, es claro que su función es comprobar la veracidad de los hechos. En ese
sentido, la legitimidad que tiene el imputado, es una imputación concreta, donde
los operadores jurídicos asuman la exhaustiva verificación de la acusación de
cualquier defecto que tenga, en cumplimiento inalterable del derecho de defensa
del procesado.
En caso contrario, el juez unipersonal o colegiado declare la nulidad de todo lo
actuado hasta donde se vio afectada la imputación concreta, así como instaurar
garantías constitucionales atendiendo la actividad del proceso penal. La limitación
que se da al poder punitivo del Estado, permite la aplicación del derecho de
defensa como garantía constitucional, lo cual requiere una imputación concreta
por naturaleza cognitiva del proceso penal.
El sistema de operatividad del Estado debe ser proporcional, justo y legítima
corroborando los hechos delictivos que se presente, conservando la identidad del
objeto procesal que se someterá a debate en juicio oral, ahí su importancia del
principio contradictorio, puesto que la imputación concreta es la piedra angular del
objeto del proceso penal.
CONCLUSIONES
PRIMERA: Se determinó que la imputación concreta es trascendente en el
proceso penal,
la cual debe ser definida, como aquella exigencia al representante del
Ministerio Público, de realizar una descripción, clara, precisa y
circunstanciada del fáctico, a efecto, de garantizar al procesado por una
investigación, ejercer válidamente su derecho de defensa para formular una
estrategia de defensa.
SEGUNDA: Se analizó la imputación concreta, como derecho fundamental, por
estar
relacionado con el derecho de defensa, reconocida por los derechos
internacionales, como derecho constitucional, por encontrarse tácitamente en
nuestra constitución y como garantía procesal, por estar vinculadas con el
principio de defensa procesal y de legalidad.
TERCERA: Se analizó la naturaleza jurídica del derecho de defensa como
derecho
fundamental, al encontrarse explícitamente establecido en instrumentos
internacionales que respaldan los derechos y la dignidad de los seres
humanos. Como derecho constitucional porque nuestra Constitución lo regula
en pos de resguardar los derechos primordiales y como garantía procesal
porque esta descrita en el Código Procesal Penal que contempla los derechos del
imputado; en tal sentido el ejercicio pleno de dicho derecho resulta vital
dentro del proceso penal.
CUARTA: Se identificó una serie de derechos conexos que se vulneran por la falta
de
imputación concreta, tales como son el derecho a la información, el plazo
razonable, el derecho de igualdad de armas, con lo cual se estaría
menoscabando el derecho de defensa del imputado colocándolo en
desigualdad dentro de un proceso penal.
SUGERENCIA
Luego de haber detallado las precisiones en torno a la necesidad de la imputación
concreta
como garantía del derecho de defensa, se propone un proyecto de ley de la
modificatoria
del artículo 349 inciso 1 literal b del código proceso penal, con precisar de manera
expresa
la imputación concreta. Pues no es suficiente, con mencionar una relación clara y
precisa,
en atención a la ausencia de criterios valorativos respecto a los hechos contenidos
en la
acusación. Es preciso indicar, que la imputación concreta, en el artículo antes
mencionado,
brindará una mayor atención para formular correctos requerimientos fiscales y la
necesidad
de consignar una imputación concreta como una garantía del derecho de defensa.
PROYECTO
“Necesidad de una Imputación Concreta como Garantía del ejercicio de
Derecho de Defensa del Caso Planteado o del Hospital tal…
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