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REVigTA DE CULTURA ARTE E IDEAS
eta a D0
FERREIRA GULLAR
Discusién sobre identidad nacional, cultura y poder
{De qué barco descen-
demos los argentinos?
Carnaval rioplatense:
La Reevancha
de la Miurga
Reseros, sogueros,
domadores:
Los WViejos
ficios de
la Llanuraou
Identidad dependiente, identidad contradictoria, identidad en resistencia y lucha
Una nacion joven
COn und
historia milenaria
Por Josefina Racedo
iCrisol de razas? ;Descendemos de los barcos?
yCémo se formaron los simbolos y las creencias
que conforman la identidad nacional? Las
caracteristicas de “io argentino” fueron
amasadas por la clase social que logré unificar
el pais bajo su hegemonia, imponiendo valores
copiados de Europa como si fueran “naturales”
¢ innatos para todos. Pero en lucha y resistencia
contra ese dominio oligarquico (que intenté
aniquilar nacionalidades enteras e impuso una
autoimagen desvalorizada de lo nativo, a la vez
que inventé un “ser nacional” a su serv
pugnan las identidades escondidas de criollos,
indigenas y descendientes de inmigrantes. Por
alguna causa, las primeras generaciones de
hijos de italianos, japoneses o drabes muestran
rasgos nitidos de una argentinidad que los
distingue claramente de sus padres. En el seno
mismo de la identidad forjada por el dominador,
laten elementos decisivos que expresan la lucha
contra el grupo hegeménico, conformandose asi
un proceso contradictorio en el que nacen y
renacen todos los dias rasgos viejos y nuevos
de la verdadera identidad.
Las sombras de los argentinosa cuestin de si existe 0 no una iden-
tidad nacional que caracerice el mo-
do de ser argentino es un tema eru-
cial, que suscita debates de todo tipo en el
terreno politico-cultural y para el cual noso-
twos proponemos Ia idea Ue denidadt-om lu-
hia. La propuesta apunta a abrir un eamino
‘iferente tanto de quienes sacralizan al Es-
tado como inico y todopoderoso forjador
de naciones ¢ identidades, como quienes lo
Jgnoran o se subordinan a la ideologia y as
creencias que efectivamente se imponen
desde el control del aparato estatal y desde
el conjunto de intereses hegeménicos en la
sociedad, Las clases sociales. dominantes
instalan sus propios valores y busean “natu
"alizarlos" como si fueraniniscutibls ein-
hherontes a todos,
Se habla, por ejemplo, de los argenti-
‘nos como producto de un “crisol de ra
zs", con lo cual se quiere decir que so-
‘mos una confusa mezcla de espatioles, ita-
lianas y alguna otra poreién de mundo,
Semejante idea fue reforzada con aquella
tra, difundida en chistes, canciones o se-
sudos estudios académicos, segin la cual
los argentinos “descendemos de los bar-
os", En definitiva, se nos niega identidad
propia, o si se admite alguna se Ia caracte-
Fiza desde aspectos aislados, superficiales,
Sinculadas a imagenes tales como el au:
, el mate 0 el tango. Estos elementos
son en si mismos incapaces de conformar
tun complejo integrado que permita reco-
nocer una verdadera identidad nacional en
la cual se incluya a todos los argentinos.
on sus connotactones psicologicas y so-
Ciales, individuales y colectivas. Se oseu-
rece asi le novion de que en un largo y
ceontradictorio proceso historico se ha ido
configurando una identidad nacional ~es
‘ueturada en base a la unidad de lo diver
s0- con hegemonia de los elementos im
ppuestos por las clases dominantes.
Fucrtes elementos identitaios que su:
peran las rieas y méltiples diferencias re
sionales y provinciales, permiten recono-
{eemos y que nos reconozcan como ay
nos. Lejos de generar un collage invertc
brad, in bibrido, tales elementos se asimi-
Jaron en un sustrato nacional fuerte, al pun
{o tal que la primera generacién de hijos de
frabes, japoneses, coreanos 0 italianos
‘ostraron y muestranrasgos nitidos de una
“angentinidad” que los distingue de sus pa
dres, Elementos culturales y hasta gestia-
Jes suponen la presencia de una multipici-
dad de aspectos y aportes configuradores
dde una identidad propia que hunde sus rai=
ces mucho mis allé de los easi dascientos
aos de existencia de la nacin argentina
Asiel “che”, una de las expresiones del ha-
bla que identifica a los argentinos en el
mundo, es una voz de origen mapuche para
designar “gente”. Podriamos encontrar mu-
chos otros ejemplos que demuesiran algo
crucial: somos una joven Nacién con una
historia milenaria,
Esta identidad no es un sustrato metal
sico, homogéneo, forjado de una vez para
siempre, que se explicaria por un mitica y
telirico "ser nacional”. Fs, por el eontario,
el resultado de un proceso de construccion
continua, durante el cual diversos eleme
tos contradictarios no slo se unen sino que
se mantienen en tensién y lucha, En este
aro [pes Brice Sef afer Exocet 1982 Pitre 197
proceso hay cambio y eontinuidad. Y se va
Conformando tanto en cada individuo coma
en Io colectivo una totalidad de elementos
{ue le permiten, a la comunidad y a cada
tino de sus miembros, identiicarse a la ver
que diferenciarse.
Se trata de Ia continuidad histiriea de
una comunidad relativamente estable, que a
lo fargo del tiempo gesta un complejo de
cultura, de lengua, de psicologia, que ad-
quiere coneiencia de s{y de los otros como
diferentes semejantes: Senala Ana Quito-
2a que al hablar de identidad estin presen-
tes dos sentidos, intimamente aniculados:
Uno nos habla de identidad tice en tanto
encuentro, entrelazamiento, identficacion
en y con otros; es ese entrelazamiento el
‘que da apoyanura ala identidad, eniendida
Jia como inlegracian y continuidad del “st
‘mismo”, en una.diaiéevica de interdepen-
dencia } autonomia.’ Para acstcamos a Ia
‘comprension de esa complejidad que cons-
tituye nuestra identdad, tendremos que bi
ear en este conjunto de elementos objeti-
vos y subjetvos, formado con ideas, sent
micatos, pricticas materiales y simblica,
costumbres, ereencias y representaciones, ¥
¢1 proceso dialéctic en el que se incluyen y
{que les da sentido,
La identidad nacional refleja una socie-
lad contradictoria, en la que Io diverso se
hha unificado, si, pero unificado en un proce-
so signado por la hegemonia de una clase
social conereta: I oligarauia teratenicntereas y ctrl ela
ial proeario
tegen ta pedo itegraros
Inhistorin de et spo, us
formas originals de organzacion
ye sha, tan dejado una
lingo decisive a
ccnfomaciin de mesa
‘demas. (Fv ebro de
‘empress For rclsman ene
ceo de Buenos Are meses
tes de stoma de I pla,
‘omsis cn 195)
Los sefiores de la tierra lograron unir ala naciém tras
‘anos de guerras cvile. ¥ lo hicieron, por mencionar ua
solo ejemplo, expurgando la versin original del Himno
"Nacional de todos los elementos que nos permitieran re-
‘conacernas como latinoamericanos, en el arigen comin
indigena. No fue por infulasliterarias que en 1900, Ju-
lio A. Roca, uno de los principales tundadores del Esta-
do oligérquico, suprimis, entre otras, la parte del Him-
‘no que coment: "se conmueven del inca las tumbas/ y
cen sus huesos revive el ardor/ lo que ve renovando a sts
Iijos/ de la Patra el antiguo esplendor ..". También
limind el orgullo insolente de la “nueva y gloriosa na-
cid” con sus sienes coronadas de laureles. Y el “béri-
0, alive le6a” rendido ante un nuevo pais cuyo “anti-
‘gu0 esplendor” arrancaba de los incas, no sélo fue eli-
‘minado de la letra de la cancién nacional sino que, en
Jos hechos, e! viejo imperio colonial se transfiguré en
luna angelical y comprensiva “madre patria
No debemos olvidar -y esto impregna nuestra
identidad~ que 1a cohesion apuntalada con éstos y
‘otros miltiples elementos ideolbgicos, pude lograrse
‘através de la coezcién y el genocidio de nacionalida-
ddes que quedaron subordinadas y oprimidas bajo la
hegemonia de las clases dominantes. Estas gestaron
una identided dependiente, como el pais. Pese a ello,
nel seno de esa identidad se han mantenido en lucha
otros elementos que, aunque subordinados, emergen
en forma permanente y que son, a nuestro entender, la
base para amasar una nueva identida.
Por eso, preguniarnos qué y quiénes somos los ar-
gentinos es no sOlo registrar 1o que domina en muestra
propia autoimagen -modelada socialmente desde lo he-
‘Beménico--sino bucear, rastrear en lo oculto, enmudec
do, reprimido durante silos,
La lucha que nos permitié romper el yugo colonial
fue hegemonizada por la oligarqu‘a terateniente de la
‘pampa himeda y los prandes comerciantes del puerto de
Ia ciudad de Buenos Aires, La oligarquia logré imponer
su proyecto de pais con centro en el puerto bonaerense,
frente a otros proyectos en pugna liderados por distintos
sectores de terratenientes y caudillos del interior.
Suiordinados a los sectores dominantes, los caudi-
Hlos tuvieron, sin embargo, contradiceiones con ells.
‘Tales contradicciones se expresarian no s6lo en el trre=
tno econdmico y politico, sino también en elementos
‘deol6gicos que aparecieron en puna con los dominan-
tes. Es bueno reconocerlos para no confundi el nacio-
nalismo oligirquico de los terratenientes ~quienes en ef
norte y otras zonas del pais lucen sus galas gauchescas
cen los desfiles de las fechas patras, mientras tratan a fos
‘peones de sus estancias peor que alos animales~ con ios
elementos nacionales de contenido popular que estuvie-
ron en resistencia y lucha en la formacién de nuestra
identidad,
La identidad nacional gestada bajo la hegemonia
de los latifundistas ganaderos de la pampa humeda fue
‘impuesta a través de la represion, la coercién y tam-
bign como ocurié eon la poblacién negra e indige-
‘na~ ol genocidio, La masaete republicana, por asi lla-
‘marla, Tue continuidad de la iniciada en territorio,
americano con la conquista espaftola de 1492. La cone
uista no fue, como muchos pretenden, un deseubri-
'miento que habria permitido un idllico “encuentro” de
dos culturas. Para sostenerse e imponer sus propési-
105, cl conquistador trat6 de liquidar todo vestigio de
In cultura y de la historia anterior. Implant6 una histo-
ria eserta que se planteaba como continuidad de Ia es-
patiola y europea. Salvo excepeiones, no se permitid
cconservar, conocer o continuar la riqueza cultural de
los pueblos indigenas. Mas aun, hacerlo era peligroso,
se corria peligro de muerte: hablar lengua propia era
peligroso (en terrtorio argentino, os espafales impu-
sieton primero el quechta y luego el espatol),’ lo
‘mismo que practicar la religidn, mantener castumbresy
cultivar granos o eriar animeles propios. Todo aquella
(que conferia identidad ajena al conquistador fue des-
truido 0 prohidido,
‘sQué pasé con la identidad de los vencides? :De-
sapareci6? Como consecuencia de su derrota en 1669,
Jos quilmes, indémitos habitantes de los Valles Calcha-
quies, fueron trasladados a mis de mil kilémetros de
distancia.