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Escuela Comunicativa

El documento describe la escuela comunicativa de Paulo Freire, la cual promueve un modelo de enseñanza basado en el diálogo entre iguales en lugar de una relación unidireccional entre profesor y alumno. Freire critica el modelo tradicional de "educación bancaria" en el que el profesor transmite conocimiento de forma autoritaria. En cambio, la escuela comunicativa fomenta la participación activa, el intercambio de experiencias y la reflexión crítica.

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Jeyssel Ramirez
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Escuela Comunicativa

El documento describe la escuela comunicativa de Paulo Freire, la cual promueve un modelo de enseñanza basado en el diálogo entre iguales en lugar de una relación unidireccional entre profesor y alumno. Freire critica el modelo tradicional de "educación bancaria" en el que el profesor transmite conocimiento de forma autoritaria. En cambio, la escuela comunicativa fomenta la participación activa, el intercambio de experiencias y la reflexión crítica.

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Escuela Comunicativa: Paulo Freire

No hay docencia sin alumnado…. quien enseña aprende al enseñar y


quien aprende enseña al aprender”.

Modelo “Comunicativo” Tradicional.

El lenguaje ha sido objeto de análisis y reflexión de muchas escuelas y disciplinas,


y a partir de ellas se han generado variedad de teorías lingüísticas. La mayoría de
ellas, ha reconocido la función comunicativa del lenguaje, pero no le ha asignado
la importancia que merece. En esta medida se ha subestimado y subvalorado la
función comunicativa, razón por la cual se ha otorgado mayor relevancia al
hablante, en detrimento de las características del oyente.

Ahora bien, todo parece indicar que esta concepción proviene de dichos enfoques
epistemológicos del lenguaje, y que ha sido trasladada al contexto comunicativo de
la escuela. Por ello, el modelo que ha caracterizado en gran parte la interacción
pedagógica en la escuela ha sido unidireccional, es decir que parte de la relación
emisor → receptor, en donde el emisor es profesor, el que sabe, el que manda y el
que ordena; y el receptor es el alumno/a, el que oye, acepta y cumple normas “…
esta estructura implica verticalidad y autoritarismo en la medida en que el maestro
se asume como el poseedor de la verdad y como el único autorizado para
interpretar el mundo”.

A lo anterior, Paulo Freire le llama educación bancaria: “El educador sustituye la


expresividad por la donación de expresiones que el educando debe ir capitalizando.
Cuanto más eficientemente lo haga tanto mejor educando será considerado”.

Es evidente, entonces que el problema está, en la relación dicotómica entre


profesor/a – alumno/a, toda vez que marca distancia con un lenguaje cuyos
significados y sentidos no son comunes a los dos, es decir; no se reconstruyen, ni
se recrean en el ámbito de sus propios contextos y experiencias vitales, por eso
lejos de comunicar, incomunica. De otra forma, esa estructura comunicativa
escolar distante y vertical que incomunica también estigmatiza, excluye y
homogeniza. Dentro de este tipo de interacción comunicativa no puede emerger el
discurso del conflicto, del racismo, del sexismo, y la subjetividad “ a la diferencia
rápidamente se la etiqueta como un déficit, como “lo otro”, como desviación que
requiere de atención y control psicológicos” . Es decir todo lo que salga de la norma
e intente desestabilizar el sistema y el control se sanciona denominándolo
“desviación”: jóvenes que ponen en riesgo la estabilidad escolar deben ser
tratados como “anormales”.

La Escuela Comunicativa.

La Escuela comunicativa surge basándose en el proceso de enseñanza/aprendizaje


a partir de la interacción entre iguales, la negociación, el intercambio de
significados y de experiencias, además de la participación crítica y activa en los
espacios de comunicación. Es un proceso que ayuda a reflexionar a la persona
sobre sus ideas y prejuicios para así poderlas modificar si lo considera necesario.

Según Paulo Freire: “La educación es comunicación, es diálogo en la


medida en que no es transmisión de un saber, sino un encuentro de
sujetos interlocutores que buscan la significación de los significados”.

Algunas características de la Pedagogía de Freire.

Freire critica la escuela, en tanto que está al servicio hegemónico e ideológico de


los grupos de poder: los cuales buscan reproducir su ideología y así mantener su
status.

Freire dice que la escuela no es neutra. Considera que la función principal de la


educación es hacer “personas libres y autónomas”, capaces de analizar la realidad
que les rodea, participando en ella y transformándola. Entonces, partiendo desde
este punto de vista, Freire propone que una de las herramientas para lograr esa
función principal es “la comunicación”.

Los fundamentos de su “sistema” se basan en que el proceso educativo ha de


estar centrado en el entorno de los/as alumnos/as. Freire supone que los
educandos tienen que entender su propia realidad como parte de su actividad de
aprendizaje. Por ejemplo: No basta con saber leer la frase “ Eva ha visto un racimo
de uvas”. El o la estudiante debe aprender a entender a Eva en su contexto social,
descubrir quién ha trabajado para producir el racimo y quién se ha beneficiado de
este trabajo.

Otras características del método de Freire son su movilidad y capacidad de


inclusión. Por ser una pedagogía basada en la práctica, siempre está sometida al
cambio, a la evolución dinámica y reformulación. Si el hombre es un ser inacabado,
y este ser inacabado es el centro y motor de esta pedagogía, es obvio que el
método tendrá que seguir su ritmo dinámico y desarrollo como una constante
reformulación.

Freire afirma que algunas de las cualidades indispensables para el mejor


desempeño de las maestras y los maestros “progresistas” son:

 Humildad, esta virtud es contraria al autoritarismo, exige valentía,


confianza en sí mismo/a, respeto hacia sí mismo/a y hacia los/as demás,
capacidad de reconocer que nadie lo sabe todo ni que nadie ignora todo,
todos/as saben algo y todos/as ignoran algo.
 Amorosidad, sin la cual su misión pierde significado. Amor no sólo para
los/as alumnos/as sino para el propio proceso de enseñar. Que ese amor
sea un “amor armado”, de quien se afirma en el derecho o en el deber de
tener el derecho de luchar, de denunciar, de anunciar.
 Valentía, que implica convicción, claridad de opciones y sueños que son
sustantivamente políticos.
 Tolerancia, “Es la virtud que nos enseña a convivir con lo que es diferente.
A aprender con lo diferente, a respetar lo diferente”.
 Seguridad, se sustenta en la competencia científica, claridad política e
integridad ética.
 Paciencia e impaciencia, La paciencia por sí sola puede llevar a los/as
educadores/as a acomodarse, a la inmovilidad, a la inacción. La impaciencia
por sí sola puede llevar a un activismo ciego.
 Alegría de vivir, forja una escuela feliz porque en ella se hace el esfuerzo
consciente de vivir.
 Coherencia de vida, que su práctica corresponda a su discurso, donde el
testimonio ético define las decisiones y opciones en el mundo actual.

La educación basada en la práctica.

Paulo Freire y su filosofía parten de la praxis y apunta a crear humanización, a


liberar al hombre de todo aquello que no lo deja ser persona. Es consciente de que
la sociedad que le toca vivir; posee una dinámica estructural, lo que se traduce en
una pedagogía que responde a los intereses de las clases dominantes, que
pretenden impartir entre los oprimidos “la ley del temor“; frente a esta situación
reacciona afirmando la necesidad de la humanización del oprimido que debe partir
de el mismo, es decir; el propio oprimido es quien debe buscar los caminos de su
liberación ya que esta no puede venir de aquellos que lo mantienen en esta
situación. Por tanto, la pedagogía del oprimido es aquella que debe ser elaborada
por el propio oprimido, ya que la práctica de la libertad sólo puede encontrarse en
una pedagogía en que el oprimido tenga la condición de descubrirse y
conquistarse, en forma reflexiva, como sujeto de su propio destino histórico.

El método.

Transformación de la Relación Pedagogía.

Según Freire, la educación debe comenzar por superar la contradicción educador-


educando. Debe basarse en una concepción abarcadora de los dos polos en una
línea integradora, de manera que ambos se hagan a la vez “educadores y
educandos”. Es imprescindible que el educador humanista tenga una profunda fe
en el hombre, en su poder creador y transformador de la realidad. El educador
debe hacerse, un compañero de los educandos.

Es necesario comprender que la vida humana sólo tiene sentido en la comunión,


“El pensamiento del educador sólo gana autenticidad, en la autenticidad del pensar
de los educandos, mediatizados ambos por la realidad y, por ende, en la
intercomunicación”. De esta manera, la educación “ya no puede ser el acto de
depositar, de narrar, de transferir conocimientos y valores a los educandos, menos
pacientes, si no que el educando fuera capaz de descubrir su mundo y transformar
“lo malo” que hay en ese mundo”. Significa que, “el educador ya no es sólo aquel
que educa, sino también aquel que es educado por el educando en el proceso de
educación, a través del diálogo que se sostiene. Tanto el educador como el
educando son a su vez educando y educador en un proceso dialéctico. Es así como
ambos se transforman en sujetos centrales del proceso en un crecimiento mutuo;
aquí la autoridad requiere estar al servicio de las libertades y en ningún caso
contra ellas”.

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