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Teatro Navidad

El documento narra la historia de Manuel, un carpintero que dice haber oído la voz de Jesús prometiendo visitarlo ese día. Manuel rechaza una invitación para esperar la visita de Jesús. A lo largo del día, Manuel ayuda a varias personas necesitadas que llegan a su puerta, como un anciano, una niña, un expresidiario y una mujer enferma con un bebé. Cuando cae la noche, Manuel se entristece porque Jesús aún no ha llegado, pensando que tal vez fue solo un sueño.

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Teatro Navidad

El documento narra la historia de Manuel, un carpintero que dice haber oído la voz de Jesús prometiendo visitarlo ese día. Manuel rechaza una invitación para esperar la visita de Jesús. A lo largo del día, Manuel ayuda a varias personas necesitadas que llegan a su puerta, como un anciano, una niña, un expresidiario y una mujer enferma con un bebé. Cuando cae la noche, Manuel se entristece porque Jesús aún no ha llegado, pensando que tal vez fue solo un sueño.

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“¿Cuándo te vimos?


Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él,
entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las
naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los
cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el
Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado
para vosotros desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de
comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y
me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces los
justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te
sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te
recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la
cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en
cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.
Mateo 25:31:40
Público: Jóvenes adultos de AXIS.
Objetivo: Recordar que el Señor volverá por segunda vez.
Decoración: Casita tipo Oxapampa.
NOTA: Todos los actores salen del público caracterizados.
El teatro está adaptado para la actuación AXIS.
________________________________
Actores

Personajes Actores
Narrador 1. Narrador Carlos
2. Manuel Diego
Actores principales
3. Esposa Diana
4. Amigo Luis T

5. Amiga Judith

6. Anciano Carlos
Visitantes
7. Niña Esther

8. Expresidiario Edson

9. Mujer Elizabeth

10. Voz del cielo Vladimir

Falta Angelica
NARRADOR. Este drama ocurre en un pueblecito de Oxapampa de la ceja de
selva del Perú. Ahí está la casa de MANUEL el carpintero, es la casa con las luces
de Navidad, y MANUEL va a recibir hoy al Señor como su salvador.
MANUEL Y ESPOSA. (Sentados a la mesa, la ESPOSA de MANUEL hace una
oración a Dios:) Señor gracias porque hoy MANUEL te ha recibido como su
Salvador.
MANUEL. Mujer quiero oír nuevamente Mateo 2: 9-11
ESPOSA. 9 Ellos, habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí la estrella que habían
visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegando, se detuvo sobre donde
estaba el niño. 10 Y al ver la estrella, se regocijaron con muy grande gozo. 11 Y al
entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y
abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
MANUEL. (Con una estrella dorada en la mano blandiéndola en el aire) ¡Qué
felicidad!... ¡Qué historias tan hermosas!... ¡Ver al niño Jesús envuelto en sus
pañales!
ESPOSA. ¿Te imaginas haber estado en ese momento de la historia?
MANUEL. Si mañana fuera la primera Navidad¡¡ yo iría al pesebre también como
los pastores y los magos, y mi regalo al Niño serían estos zapatos blancos de
cuero fino. (Pone los zapatos sobre la mesa.)
ESPOSA. Manuel voy por chocolate caliente. (Sale de la escena.)
Manuel. ¡Ay…! ¡Qué sueño tengo! (Se apoya en la mesa y se duerme.)
VOZ. MANUEL, MANUEL, tú quisiste verme, verás tu deseo cumplido; hoy, vendré
a visitarte.
MANUEL. (Despierta mirando a todos lados.) ¿Qué? ¿Qué? Oí la voz del Señor
Jesús, pero nadie está aquí. Pero Él dijo que viene hoy... Tengo que prepararme...
(Cierra la Biblia y comienza a barrer.)
ESPOSA. MANUEL ya está el chocolate caliente para esta navidad (trae dos tazas
y le entrega una)
MANUEL. No creerás el sueño que tuve…
Se interrumpe por el sonido de la puerta.
AMIGO. (Golpea la puerta, MANUEL le abre y entra.) ¡Hola MANUEL! ¿Cómo
estás?
AMIGA. ¡Feliz Navidad MANUEL! ¿Qué tal? ¿Hay mucho trabajo en estos días
haciendo preparativos para la Noche Buena?
MANUEL. Buenos días, bienvenidos amigos.
AMIGO. Hemos venido para invitarte a una fiesta esta tarde en mi casa; habrá pollo
asado y todo lo necesario para una celebración alegre.
MANUEL. Lo siento amigos, pero no puedo. ¿Saben qué pasó? Oí la voz del Señor
diciendo, que Él va a venir a visitarme hoy. Tengo que quedarme aquí, porque no
quiero perder esta ocasión tan maravillosa.
AMIGA. ¿Dices que el Señor Jesús viene aquí? Pero MANUEL, eso no puede ser;
estabas soñando...
MANUEL. ¡No... No...! ¡Él vendrá, bien lo sé!
AMIGO. Vamos, MANUEL, basta de bromas, y ven a la fiesta.
MANUEL. No, muchas gracias por la invitación, pero no puedo ir.
AMIGA. (Mira al otro, señalando la cabeza con el dedo, y suspira.) Pues como tú
quieras, hasta luego. (Salen sacudiendo sus cabezas tristemente.)
MANUEL. (Mira a su ESPOSA) Te aseguro que oí esa voz.
ESPOSA. El Señor tienes sus formas… (se acomoda los lentes) ¿MANUEL estás
seguro? (y sigue con su tejido en la silla)
MANUEL. Claro que si, (responde feliz y con una gran sonrisa va poniendo las
cosas en la mesa una taza mas y un panetón). Ahora, aquí hay panetón Bauducco
con chispas de chocolate y chocolate con leche, no es mucho, pero con un poquito
de pavo, podemos almorzar... ¡Que gozo ver a mi Señor!... ¡Sus manos heridas por
mí en la dura cruz!... Su cara tan compasiva... Bueno, estoy listo, puedo trabajar
mientras espero. (Usa el martillo en un zapato; Un anciano toca y MANUEL va a
abrir.) Pasa Samy, ¿Cómo andas?...
ANCIANO Samy. No muy bien MANUEL. Este viento frío y la nieva penetra hasta
mis huesos. No he visto una Noche Buena tan fría, y además no hay trabajo para
un anciano como yo. La vida es muy dura. (Se quita su gorro y lo pone en su
pecho)
MANUEL. Siéntate amigo, y toma este chocolate calientito...
ANCIANO Samir. (Bebe.) ¡Ay que bueno!... Eres muy bondadoso, si todo el mundo
fuera como tú, que feliz sería la vida. La Biblia dice que Dios ama al dador alegre y
como queréis que los hombres os hagan, así haced también vosotros.
MANUEL. Hago lo que puedo, aunque no es mucho...
ANCIANO Samy. Tengo que irme, pero muchas gracias por tu bondad; me siento
mucho mejor. Feliz Navidad MANUEL... (Sale.)
MANUEL. Feliz Navidad, Samuel... (Sigue trabajando, mientras afuera se oye un
grupo cantando himnos de navidad.) Es verdad que hace frío hoy... (Se oye a una
niña llorando.)
¿Cómo? ¿Una niña llorando? (Abre la puerta.) Ven acá hijita, ¿Cómo te llamas?
NIÑA. Fui al campo para buscar leña para mi casa y la nieve a cubierto todo y no
puedo hallar nada; tengo frío y hambre... ¡Mi papá me va a pegar cuando regrese
sin leña!... ¡Somos pobres, y no podemos comprar carbón!
MANUEL. Pobrecita, calla, calla, te ayudaré. Toma este pan y queso, y aquí
puedes tomar la mitad de la leña. (Envuelve el pan y el queso en un papel.)
NIÑA. Gracias, gracias señor, me voy... (Sale corriendo y sonriendo. Se oye cantar
afuera.)
MANUEL. Ya es tarde y no ha venido todavía el Señor Jesús, ahora no tengo ni
pan, ni chocolate, ni queso para ofrecerle... (Barre otro poco y se asoma a la calle.)
Aquel hombre sin chaqueta en la nieve, esta temblando de frío... señor, señor
venga...
EXPRESIDIARIO. (Parado en la puerta, habla con miedo.) ¿Qué quiere? No he
hecho nada.
MANUEL. Calma, amigo, solamente quiero que pase, entre para calentarse.
EXPRESIDIARIO. ¡OH gracias! Verdad que tengo frío. Es que me soltaron de la
cárcel esta mañana, y no tengo ropa de invierno. Quiero vivir una nueva vida y ser
un hombre honrado, pero nadie tiene confianza en un ex presidiario. No quieren
darme empleo.
ESPOSA. Usted verdaderamente la está pasando muy mal y aunque MANUEL es
zapatero el tiene un amigo carpintero, MANUEL y siiiii…
MANUEL. Entiendo, quizás pueda ayudarle. Váyase al carpintero de la calle 14, y
dígale que MANUEL le envió. A él le hace falta un obrero.
EXPRESIDIARIO. Muchas gracias, señor. Me acuerdo que mi madre cristiana solía
decirme: “Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán
misericordia.”
ESPOSA. Aquí tiene una chaqueta que lo protegerá un poco. (Le entrega la
chaqueta que estaba tejiendo.)
MANUEL. Obedezca al Dios que ha conocido en la cárcel ahora que está empiece
a servir en la iglesia. Ganemos o perdamos a Dios alabamos. Crea solamente.
EXPRESIDIARIO. Yo creo y tengo mucha fe en Dios. Gracias a ambos adiós...
(Se despiden, sale y MANUEL sigue su trabajo. Luego tocan a la puerta)
MUJER. (Con un niño en brazos.) Señor, perdona la molestia, pero puede decirme
usted,
¿Dónde está la calle del hospital?... (Casi se desmaya.)
MANUEL. Ayuda pronto.
ESPOSA. (Coge a la señora del brazo) ¡Señora! Siéntese aquí. ¿Está enferma?
MUJER. Sí, estoy enferma y voy al hospital con mi niño. Mi esposo es marinero y
está en alta mar. No tengo familia acá para ayudarme.
MANUEL. Descanse un rato. ¡Que lindo niño! Pero no tiene zapatos y hace frío...
MUJER. No tengo zapatos, ni un centavo para comprarlos. El barco ha demorado
tanto, que el dinero se acabó.
MANUEL. Sírvase esta leche caliente. Pobrecito... Aquí tiene estos zapatos para él.
Son de cuero suave, fino; protegerá sus piececitos del frío.
MUJER. ¡Que Dios le bendiga! Estoy muy agradecida. (Se levanta.) Dios nos
promete: “dad y se os dará, medida buena, apretada, remecida y rebozando dará
en vuestro seno.
ESPOSA: Aquí tiene esta mantita, abríguela bien.
MANUEL. Siga esta calle y a tres cuadras doble a la derecha, ahí está el hospital
“El buen samaritano.
MUJER. Muchas gracias, y feliz Navidad... (Sale.)
MANUEL. (Se siente tristemente.) Ya la noche viene y el Señor no ha llegado.
Quizás fue solamente un sueño como mis amigos dijeron... ¡Ay... no vino!... (Abre
su Biblia para leer... afuera el coro canta el himno “Tu dejaste tu trono y corona por
mi...”)
TODOS. (Los cuatro visitantes pasan uno a uno (mientras MANUEL toma su
chocolate caliente) mirando al público diciendo al pasar.) “¿No vine yo a visitarte
MANUEL?”
VOZ DEL CIELO (POTENTE). “Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed
y me diste de beber, fui forastero y me recogiste, estuve desnudo y me cubriste, en
la cárcel y viniste a mí, de cierto te digo que en cuanto lo hiciste a uno de estos
hermanos más pequeños, a mí lo hiciste.”
MANUEL. Gracias Señor por visitar mi casa.
TODOS DE PIE Y SALUDAN AL PÚBLICO
FIN

DECORACIÓN
https://pin.it/2ZeUgzX

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