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Estudio de Genesis 27 - 41 Al 8-9

Este documento resume el capítulo 27:41-28:9 de Génesis. Tras enterarse de que Esaú planeaba matar a Jacob por haber obtenido la bendición de su padre, Rebeca le dice a Jacob que huya a casa de su tío Labán para proteger su vida. Luego, Rebeca le dice a Isaac que no quiere que Jacob se case con una mujer cananea como las esposas de Esaú, por lo que Isaac envía a Jacob a casa de Labán para encontrar una esposa allí.

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Estudio de Genesis 27 - 41 Al 8-9

Este documento resume el capítulo 27:41-28:9 de Génesis. Tras enterarse de que Esaú planeaba matar a Jacob por haber obtenido la bendición de su padre, Rebeca le dice a Jacob que huya a casa de su tío Labán para proteger su vida. Luego, Rebeca le dice a Isaac que no quiere que Jacob se case con una mujer cananea como las esposas de Esaú, por lo que Isaac envía a Jacob a casa de Labán para encontrar una esposa allí.

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“Estudio de Génesis”

Ps Alex Donnelly

GÉNESIS 27:41 – 28:9

TEMA “Jacob Huye de Esaú”

Introducción

Una de las características del pecado es que complica nuestras vidas. Vemos eso
claramente en la familia de Isaac. Cada uno de los integrantes de la familia actuó
mal (Gén 27:1-40), y fueron responsables de todas las complicaciones que se
dieron en la vida de la familia.

- Ambos padres pecaron, favoreciendo a uno de sus hijos (Gén 25:28).


- Esaú pecó, menospreciando su primogenitura (Gén 25:34).
- Isaac pecó, pensando que podría dar la bendición de Dios a Esaú
(Gén 27:1-4).
- Rebeca pecó, confabulando un gran engaño (Gén 27:6-10).
- Jacob pecó, apoyando el pecado de su madre, y llevándolo a cabo
(Gén 27:18-29).

¡Si tan solo cada uno de ellos hubiera confiado en Dios, y se hubiera sometido a Su
Palabra!

En el pasaje que estudiaremos a continuación, aprenderemos muchas cosas acerca


de cada uno de los cuatro personajes principales de este gran drama familiar.
Veremos la manera en que sus vidas se fueron complicando, a la par que cada uno
procuró responder ante las circunstancias que se presentaban, dado al engaño
perpetrado por Jacob.

Este relato tiene dos escenas principales; cada una de las cuales tiene una acción
principal, y la reacción que esta acción provocó.

1. Esaú planea matar a Jacob (Gén 27:41-46).


2. Isaac envía a Jacob a la tierra de Rebeca (Gén 28:1-9).

1. ESAU PLANEA MATAR A JACOB (Gén 27:41-46)

La acción principal fue el deseo de Esaú de matar a su hermano, Jacob (v.41). La


reacción que este deseo provocó en Rebeca fue la de querer salvaguardar la vida
de Jacob, enviándolo a la casa de su hermano (v.42-46).

a. La Carnalidad de Esaú (v.41)

En Gén 27:1-40, vimos que Esaú sufrió a causa de la carnalidad de sus padres y
hermano. Expresó su dolor en un grito de angustia que salió de su corazón (Gén
27:34). Sin embargo, la angustia de Esaú fue también la consecuencia de haber
menospreciado su primogenitura (ver Gén 25:29-34).

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Habiendo sufrido la pérdida de la bendición de su padre, Esaú debió arrepentirse.
Lamentablemente, lejos de hacerlo, y de buscar la bendición de Dios, Esaú asentó
su carnalidad, y se fue apartando más y más de Dios.

La reacción de Esaú, primeramente, fue de odió: “aborreció…a Jacob”1. Eso ya era


un pecado, como lo indica el Señor, en Mateo 5:22. Pero además, ciertos factores
agravaron su pecado:

i. El odio fue dirigido hacia su propio hermano, de carne y sangre.


ii. El odio se expresó en el deseo de matarlo.
iii. Él mismo se iba a encargar de matar a Jacob.
iv. El pensamiento de matar a Jacob ‘consolaba’ 2 a Esaú, por la pérdida de
la bendición de su padre (ver v.42).
v. El odio no se debió a que Jacob haya mentido y engañado a su padre,
sino a que Isaac le haya dado la bendición a Jacob.

Es importante notar este último punto. Esaú debió enojarse con Jacob por el hecho
de haber engañado a su padre, aprovechando de su vejez y falta de visión; o, por
haber obtenido la bendición en forma fraudulenta. Pero, la ira de Esaú hacia Jacob
se debió a “la bendición con que su padre le había bendecido” a Jacob (v.41). Es
decir que es probable, que si el engaño de Jacob hubiera resultado en algún
beneficio para Jacob, sin perjudicar los intereses de Esaú, éste no se habría
molestado con Jacob. Podría incluso haber llegado al extremo de burlarse con su
hermano, de la manera en que él logró lo que quería, engañando a su anciano
padre. Esaú era egoísta, desamorado y moralmente desaprobado.

REFLEXIÓN: ¿Sentimos, a veces, el deseo de vengarnos?


¿Odiamos a alguien por algún mal que nos hizo?

Aprendamos del caso de Esaú, y dejemos que Dios nos defienda y


haga justicia, si es que hemos sido maltratados por otras personas.

b. La Reacción de Rebeca (v.42-46)

Esaú le contó a alguien lo que deseaba en su corazón en contra de su hermano. La


Biblia no nos dice a quien fue. ¿Sería a una de sus esposas? ¿Sería a uno de sus
amigos o siervos? No sabemos. Lo único que sabemos es que la noticia llegó a
oídos de Rebeca, y eso hizo que ella pudiera planear algo.

Dios usó la falta de sabiduría de Esaú, para proteger la vida de Jacob, y poner en
marcha Sus propósitos de llevar a Jacob a Padan-aram, para dar así inicio al pueblo
de Israel.

¿Qué hizo Rebeca?

i. Habló con Jacob (v.42-45)


1
Debemos notar que aunque el odio en el corazón de Esaú menguó con el pasar del tiempo (ver Gén
33:4, 8-9), perduró por siglos en el corazón de sus descendientes (ver Amós 1:11-12; Abdías 1:8-14).
2
El verbo en hebreo que se emplea aquí es el mismo que Moisés usó en Gén 24:67. Isaac fue consolado
por la muerte de su madre, por medio del amor de Rebeca; Esaú se consolaba por la pérdida de la
bendición, con la idea de matar a su hermano.

100
Al enterarse de las intenciones malévolas de Esaú, Rebeca habló con Jacob. Al
hacerlo, Rebeca estaba mostrando mayor confianza con su hijo, que con su esposo.
Ella y Jacob siguieron actuando como cómplices.

Esa conversación, lejos de animar a Jacob a confesar su pecado, y a pedir perdón a


Isaac y a Esaú, fue para recomendarle huir a la casa de su tío, Labán 3, quien vivía
en Harán (v.42-45)4. Notemos algunos detalles aquí:

- Rebeca no se arrepintió de haber intervenido en el asunto de la bendición de


Dios. Siguió actuando como si todo dependiera de ella, y de sus habilidades
para actuar ante las circunstancias que se presentaban. Eso nos muestra el
orgullo en su corazón.

- Rebeca también tenía bajo control la vida de Jacob, como si éste fuera un
niño (v.43).

- Rebeca creyó conocer a su hijo Esaú. Pensaba que su odio era algo del
momento, superficial, y que pronto menguaría su enojo (v.44b-45a).

- Pero lo que Rebeca sí sabía era que Esaú era violento, y por lo tanto, capaz
de cumplir su palabra y matar a su hermano. Su temor era no solo perder a
Jacob, sino también a Esaú. Pregunta, “¿Por qué seré privada de vosotros
ambos en un día?” (v.45). Al parecer, Rebeca consideraba que si Esaú
mataba a Jacob, la justicia del país exigiría la pena de muerte para Esaú, o
que Esaú de todas formas tendría que huir del hogar.

- Rebeca pensaba que ella podía tener bajo control aún el futuro de su hijo, y
que después de unos meses podría traerlo nuevamente a su lado: “mora
con él algunos días…yo enviaré entonces, y te traeré de allá” (v.44a, 45b)

NOTA: Aunque Rebeca pensó que pronto Jacob iba a poder volver a casa, se
equivocó grandemente. La ira de Esaú no se aplacó tan pronto como
ella pensaba, o Rebeca simplemente no pudo hacer llegar una nota a
Jacob. Como un comentarista dijo, “Rebeca había tasado muy por
lo bajo la magnitud de la desgracia que ella provocó. La ausencia de
Jacob no duró ‘unos días’, sino veinte años” (von Rad). Y es más
que probable que Rebeca y Jacob nunca se volvieron a ver aquí en la
tierra.

REFLEXIÓN ¡Qué triste para una madre escuchar que uno de sus hijos odia al otro
tanto, que lo desea matar! Pero lo agravante de este caso, fue que el
odio de Esaú a Jacob era consecuencia de lo que Rebeca misma había
hecho, favoreciendo a Jacob. Es más, había incentivado a
Jacob a mentir y a engañar a Isaac, para estafar a Esaú.

Rebeca había dicho, “sea sobre mi tu maldición” (Gén 27:13). Pero fue mucho
después que ella entendió la gravedad de lo que dijo.

3
En Gén 28:2, Isaac menciona Betuel, el padre de Rebeca. Ver también el v.5, que habla de “Betuel el
arameo” (ver Gén 25:20). Es probable que para esta fecha Betuel ya estaba muerto; y Labán, el
hermano de Rebeca, estaría a cargo de los asuntos de la familia.
4
La ciudad de Harán queda al noreste de Palestina, y al noroeste de Mesopotamia. Fue la ciudad a la cual
llegó Abram y su familia, cuando salieron de Ur, y antes de ingresar a Canaán (ver Gén 11:31). Aunque
Rebeca menciona aquí el nombre de la ciudad, el resto del relato hace referencia a Padan-aram (ver Gén
28:2, 5-7).

101
ii. Habló con Isaac (v.46)

Habiendo ya planeado y establecido con Jacob lo que iban a hacer, Rebeca se dirige
a Isaac. No le dijo nada acerca de las terribles intenciones de Esaú. No usó eso
como excusa para que Isaac enviara a Jacob fuera de casa. ¿Por qué no? ¿Sería
por no preocupar a su esposo, que ya estaba anciano? ¿O por temor a que Isaac
negara el riesgo que corría Jacob (pensando que Esaú sería incapaz de matar a su
hermano), y que por ende no consideraría que era necesario que Jacob se
marchara de casa?

Rebeca se limitó a mencionar el malestar que sentía por las esposas de Esaú, e
indicó que no deseaba que Jacob se casara con una mujer cananea (v.46). Ese fue
un buen argumento, porque sabía que a Isaac tampoco le agradaban las esposas
de Esaú (ver Gén 26:34-35).

Moisés no nos dice si Rebeca le pidió específicamente a Isaac que enviara a Jacob a
la casa de su hermano, para conseguir una esposa de su tierra, o si esta idea vino
del mismo patriarca. Es probable que Rebeca anticipara las conclusiones de Isaac,
y por ello dejó que él decidiera acerca de qué hacer, para asegurar una buena
esposa para Jacob.

REFLEXIÓN: Seguramente para Rebeca fue muy doloroso separarse de su hijo


Jacob. Sin embargo, ese fue el precio que pagó por su falta de
confianza en Dios, y por su participación en el pecado de engañar a
Isaac. Si tan solo hubiera confiado en la palabra profética (Gén
25:23), y hubiera esperado a que Dios actuara para cumplir lo que
había prometido, nunca habría tenido que separarse de Jacob. Sin
embargo, aun en esta separación, Dios estaba cumpliendo Su
propósito, de establecer las Doce Tribus de Israel.

3. ISAAC ENVÍA A JACOB A PADAN-ARAM (Gén 28:1-9)

En esta segunda escena, la acción principal es la decisión de Isaac de bendecir a


Jacob, y de enviarlo a la casa de su suegro, para que busque allí una esposa (v.1-
5). La reacción de Esaú ante esa acción fue de casarse con una de las hijas de
Ismael, para congraciarse (al parecer) con sus padres (v.6-9).

a. La Decisión de Isaac (Gén 28:1-4)

Isaac mejora su comportamiento considerablemente. Habiendo escuchado a


Rebeca, tomó una decisión; asumió su responsabilidad como padre de familia y
cabeza del hogar. En esa decisión, vemos dos acciones principales:

i. Isaac Bendijo a Jacob (v.1, 3-4)

Eso es muy significativo. La primera bendición fue extraída de Isaac, por engaño
(Gén 27:27-29), aunque él luego entendió que era el propósito de Dios, y que DIOS
había bendecido a Jacob (Gén 27:33b). Pero esta bendición es ofrecida
voluntariamente, y fue un acto de fe, por parte de Isaac.

102
La bendición es mencionada en el v.1, pero detallada en los versos 3-4. Notemos
algunos aspectos importantes de esta bendición:

- La bendición era del “Dios omnipotente” (v.3; ver Gén 17:15).


- La bendición incluyó multiplicarse hasta ser “multitud6 de pueblos”, que fue
la bendición que Dios prometió a Abraham y a Isaac (Gén 13:16; 26:24).
- La bendición es específicamente mencionada como “la bendición de
Abraham” (v.4).
- La bendición nombró la herencia de la tierra de Canaán (v.4).

Si comparamos esta bendición, con la bendición mencionada en Gén 27:27-29,


veremos que esta bendición fue mucho más espiritual, que la anterior. En la
anterior, las bendiciones eran iguales a la que cualquier padre de familia
importante podría dar en ese tiempo a su hijo – bendiciones materiales, de
autoridad sobre sus hermanos menores, etc. Pero en esta bendición, las promesas
fueron más amplias, y requerían fe en el Dios de Abraham para su cumplimiento.

ii. Isaac Envió a Jacob a Padan-aram (v.2)

Isaac le ordenó a Jacob a no tomar como esposa a una de las mujeres de Canaán,
sino a buscar una esposa de la casa de su madre, Rebeca. Con esa finalidad, Isaac
envió a Jacob a Padan-aram.

b. La Reacción de Esaú (Gén 28:6-9)

Al pasar los días, Esaú se enteró de lo sucedido. Moisés menciona cuatro cosas que
impactaron a Esaú:

i. Que Isaac había bendecido a Jacob, libre y espontáneamente (v.6a).


ii. Que Isaac había enviado a Jacob a Padan-aram, para buscar una (mejor)
esposa, prohibiéndole específicamente casarse con una mujer cananea
(v.6b).
iii. Que Jacob había obedecido a su padre (v.7).
iv. Que Isaac no veía bien a sus actuales esposas (v.8).

Todo eso provocó una reacción en Esaú – el deseo de congraciarse con sus padres,
casándose con una de las hijas de Ismael. Escogió a “Mahalat7, hija de Ismael”
(v.9). Su pensamiento (al parecer) era que si se casara con una de las nietas de
Abraham, eso sería mucho mejor de lo que Jacob iba a hacer; y que de hacerlo
antes que Jacob volviera, sus padres lo volverían a favorecer. Tal como Jacob se
adelantó, al llevar la comida a su padre, para obtener la bendición de Isaac, Esaú
ahora quería ‘adelantarse’ a Jacob, casándose con una mujer aprobada por sus
padres, y así restar a Jacob la bendición de su padre.

Aunque la acción de Esaú parecía buena, hubo varios elementos negativos en su


actuar que impidieron que él logre lo que realmente quería:

- No reconoció que sus primeras esposas fueron malas.


- No buscó la voluntad de Dios, al casarse con la hija de Ismael.
5
Aunque la RV traduce Gén 17:1, “Dios Todopoderoso”, y Gén 28:3, “Dios omnipotente”, las palabras
en hebreo son las mismas en ambos textos – ‘el shaddai’.
6
El término en hebreo es ‘qahal’, que significa ‘asamblea’ o ‘congregación’. Es la palabra que se
tradujo, ‘ekklesia’, en la Septuaginta (LXX), que es el término en griego para ‘Iglesia’.
7
En Gén 36:3, ella es llamada “Basemat”.

103
- No consideró que aunque Mahalat fuera nieta de Abraham, su padre era
Ismael, a quién Dios específicamente había rechazado, ordenando su
expulsión del hogar de Abraham.
- Esaú estaba confiando en su propia estrategia, y no descansando en la
gracia y el perdón de Dios.
- Esaú no se casó por amor, sino por conveniencia personal.
- Es de dudar que Mahalat iba a gozar una buena vida matrimonial, siendo la
tercera esposa de un hombre como Esaú, y teniendo que lidiar con las otras
esposas que eran de mala reputación.

REFLEXIÓN

Como muchas veces pasa, cuando sufrimos las consecuencias de algún pecado que
hemos cometido, y tratamos de dar una solución a ello, sin tener un verdadero
arrepentimiento, por lo general terminamos complicando mucho más nuestras
vidas.

Conclusión (Gén 28:5)

Al final de este relato, Jacob obedeció a su padre, y se fue de la casa (v.5). Por
encima de todas las acciones pecaminosas, y de todas las intenciones humanas y
carnales que había en estos cuatro personajes, Dios iba a hacer prevalecer Su
perfecto plan. Dios no es solo el “Dios omnipotente”, sino también el Dios
Omnisciente.

Años antes, el siervo de Abraham viajó a Padan-aram para buscar una esposa para
Isaac. Ahora Isaac envía a su hijo al mismo lugar, con el mismo propósito. Sin
embargo, ¡cuán diferentes fueron las circunstancias de los dos viajes! El siervo de
Abraham fue con una fila de camellos, cargando una gran cantidad de regalos.
Jacob viajó solo, y sin ningún bien material. ¡Estas son las consecuencias que el
pecado trae a nuestras vidas!

104

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