Naranjilla
Naranjilla
ISBN: 978-959-250-337-2
Editorial Samuel Feijóo, Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, Carretera a
Camajuaní, km 5 ½, Santa Clara, Villa Clara, Cuba. CP 54830
Índice
Introducción ................................................................................................................................................ 3
Botánica y Taxonomía ................................................................................................................................ 5
Variedades de Naranjilla .................................................................................................................... 9
Características edafoclimáticas ........................................................................................................... 16
Factores ambientales......................................................................................................................... 16
Factores edáficos ............................................................................................................................... 17
Atenciones culturales ............................................................................................................................ 17
Aspectos fitosanitarios y métodos de control ...................................................................................... 20
Insectos-plaga .................................................................................................................................... 20
Conclusiones .............................................................................................................................................. 30
Recomendaciones ...................................................................................................................................... 31
Bibliografía ................................................................................................................................................ 31
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Resumen
El presente trabajo tiene como objetivo definir la etiología de la enfermedad “marchitez vascular
de la naranjilla” (Solanum quitoense Lam.) y la evaluación de estrategias de control biológico
para la región amazónica del Ecuador. Se exponen de manera sintética algunos de los aspectos
más interesantes relacionados con la naranjilla, con especial énfasis en aquellos que tratan sobre
su botánica y taxonomía, condiciones edafoclimáticas, atenciones culturales, afectaciones por
microorganismos fitopatógenos, especialmente por hongos, y aspectos generales de interés, así
como el empleo de técnicas como medida alternativa de control. Además, resultados obtenidos
de investigaciones, por los autores en la temática durante métodos de experimentación en
diferentes agroecosistemas agrícolas y cultivares de naranjilla son igualmente debatidos,
haciendo énfasis en la novedad que tendrán los mismos para el lector cuyo propósito es
esclarecer la etiología de la naranjilla ha sido un aspecto muy poco tratado por la ciencia y
constituirá un aporte importante para el futuro combate de enfermedades fitosanitarias.
Finalmente se brindan conclusiones y recomendaciones prácticas para el manejo agronómico de
la naranjilla, tales como el uso de variedades resistentes, semillas libres del patógeno y agentes
biocontroladores.
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Introducción
La naranjilla (S. quitoense Lam.) es un frutal que pertenece a la familia de las solanáceas. Es
originaria de los sotobosques subtropicales de los Andes de Ecuador, y crece principalmente en
los flancos de la cordillera andina en sitios con buena humedad, regiones frescas y sombreadas
en torno a los 800 y 1400 m.s.n.m. Se cultiva también en Perú, Colombia, México y Costa Rica.
Es una fruta climatérica de exquisito sabor y aroma (Andrade et al., 2016). Según Vásquez,
(2012) la naranjilla es una planta semisilvestre que crece en ecosistemas abiertos por el hombre,
especialmente en sitios frescos, sombreados y con buena humedad (áreas de sotobosque en las
partes bajas del bosque primario), bajo cuyas condiciones la planta es exuberante, muy verde y
vigorosa. Por otra parte, Ochoa y Ellis (2002) citan que la naranjilla es una de las doce especies
que constituyen la sección Lasiocarpa de la familia Solanaceae, autógama y con muy poca
variabilidad en sus características morfológicas, fisiológicas y organolépticas.
Las principales variedades comerciales de naranjilla de que disponen los productores en Ecuador
son: Baeza agria, Baeza dulce, Espinosa, Iniap-Quitoense 2009. Híbridos: Puyo, Palora, Mera o
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espinuda. Del total de la superficie de naranjilla sembrada en el país, los cultivares que más se
cultivan son el híbrido Puyo (61 %), híbrido INIAP-Palora (38 %) y la variedad común (1 %)
(Andrade, 2005).
Andrade (2005), menciona que el corto tiempo que se requiere desde su plantación hasta la
primera cosecha (ocho meses), la ventaja de su permanente fructificación y su buen precio en el
mercado, especialmente de naranjilla “común” o “de jugo”, hacen que los agricultores tengan
especial interés por este cultivo. Sin embargo, en las áreas productoras de naranjilla se presentan
pérdidas en el cultivo que, según criterios de los agricultores, el 66,2 % corresponde al daño que
producen las plagas y enfermedades, el 21,2 % a una productividad baja, el 9,2 % por un precio
bajo y el 3,4 % otros. Así mismo Revelo et al. (2010) indican que esta producción se ve
perjudicada por infecciones causadas por microorganismos fitopatógenos, especialmente por
hongos.
Existe una amplia gama de agentes fitopatógenos que afectan el cultivo de naranjilla en sus
diferentes etapas vegetativas y reproductivas como son la susceptibilidad del cultivo a plagas,
uso indiscriminado de plaguicidas, la falta de tecnología en el manejo y la calidad de la fruta para
su comercialización. Los principales agentes patógenos son producidos por: hongos, nematodos,
virus, bacterias (agentes patógenos) e insectos-plaga. Los hongos y bacterias penetran a la planta
a través de sus aberturas naturales como estomas, lenticelas, nectarios, y también por las heridas.
Los virus son trasmitidos por insectos y herramientas de corte. Los nematodos se encuentran en
las raíces formando nudos y causan grandes pérdidas (Revelo et al., 2010).
Por esta razón el objetivo de este trabajo está encaminado a actualizar a todos los interesados en
el tema, tanto en Ecuador como a nivel mundial con vistas a satisfacer las necesidades sociales,
económicas y ambientales con respecto a este cultivo.
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Botánica y Taxonomía
De acuerdo con Revelo et al., (2010) la descripción botánica se presenta de la siguiente manera:
Raíz: la raíz principal de la naranjilla “común” es pivotante, se extiende hasta 50 cm con
abundantes raíces secundarias leñosas; los híbridos no presentan raíz principal por ser
propagados vegetativamente, pero sí una gran cantidad de raíces laterales superficiales.
Figura 2. Raíz
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Tallo: erecto y en ocasiones ramificado desde el suelo. Robusto, leñoso, cilíndrico, velloso y
siempre verde. Presenta de cuatro a seis ramificaciones laterales dispuestas alternadamente, las
que sirven de sostén de todo el material herbáceo aéreo. Plantas arbustivas de hasta 2,0 m de
altura según la calidad del suelo en el caso de la naranjilla común y hasta 1,30 m en el caso de
los híbridos. La naranjilla común y los híbridos presentan espinas en el tallo.
Figura 3. Tallo
Hojas: grandes (30 a 40 cm de largo), de forma oblonga-ovalada con bordes ondulados, alternas,
de color verde oscuro en el haz y de color violáceo en el envés cuando son jóvenes, y verde claro
blanquecino cuando maduras, con nervaduras principales y secundarias de color violáceo, limbo
delgado y cubierto de vellosidades, se adhieren a las ramas con un peciolo pubescente y
suculento de 15 cm de largo aproximadamente. En los híbridos las hojas son más pequeñas y no
presentan tintes violáceos. La variedad Septentrionale como característica importante presenta
espinas a lo largo de la nervadura de las hojas.
Figura 4. Variedades S. quitoense sin espinas (izquierda), Septentrionale con espinas (derecha).
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Flores: las flores se agrupan en corimbos de tres a doce unidades que están adheridos a las axilas
de las ramas por pedúnculos cortos. Las flores son hermafroditas, el cáliz de la naranjilla común
es de color blanco afelpado en la parte superior y blanco púrpura en la parte inferior, mientras
que en los híbridos es completamente blanco. La corola de cinco pétalos aterciopelados y de
color cremoso envuelve a cinco estambres amarillentos, tenues y delicados, y el piso es verdoso.
Figura 5. Flores.
Frutos: son esféricos o ligeramente achatados, de piel de color amarillo intenso, amarillo rojizo o
naranja en la madurez. Están cubiertos de una suave y tupida pilosidad. Los frutos están unidos
al raquis de la inflorescencia por pedicelos cortos. La corteza de los frutos es de aspecto liso y
resistente, la pulpa es verdosa de sabor agridulce; los frutos se dividen en cuatro secciones
casisimétricas y con numerosas semillas. Semillas: son dicotiledóneas, lisas y redondeadas de 2 a
3 mm de diámetro y de color blanquecino cremoso; en cada fruto de la variedad común hay de
800 a 1200 semillas, con un peso aproximado de 3 g en estado seco. Cuando son recién extraídas
presentan una germinación de 50 a 60 %.
La germinación óptima se logra con temperaturas entre 21 y 26 °C. Los híbridos presentan
semillas rudimentarias no viables, estos se reproducen por métodos vegetativos tradicionales
mediante estacas maduras o chupones; también se reproducen empleando técnicas in vitro,
mediante cultivo de tejidos y embriones. Cromosomas: El número somático (2n) de cromosomas
de la naranjilla es de 24, con un número básico haploide (n) de 12 cromosomas. Conocer el
número de cromosomas es importante, ya que este determina la compatibilidad de la naranjilla
con otras especies relacionadas para realizar programas de mejoramiento genético.
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Figura 6. Fruto
Reino: Vegetal
Sub reino: Espermatophyta
División: Embriofitas sifonógamas
Sub división: Angiospermas
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Clase: Dicotiledóneas
Subclase: Metaclamídeas
Orden: Tubiflorales
Familia: Solanácea
Sección: Lasiacarpa
Género: Solanum
Especie: Quitoense
Variedad: Quitoense (sin espinas) y Septentrionale (con espinas)
Fory (2005), menciona que el género Solanum es el más grande y extensamente distribuido de
esta familia, con 120 especies.
Tabla 1. Especies silvestres relacionadas con naranjilla S. quitoense
Variedades de Naranjilla
Según Castañeda (1992), las especies de la sección Lasiocarpa pueden ser distinguidas de otros
miembros espinosos de Solanum por una combinación de varios caracteres: las hojas son
usualmente grandes con bordes irregulares, las inflorescencias no son ramificadas y se presentan
en los entrenudos, las flores son estiliformes con corolas profundamente lobuladas, las frutas son
bayas pubescentes, comestibles, a menudo son grandes.
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Whalen et al. (1981) describen las siguientes especies:
Esta especie se encuentra distribuida desde México a Panamá, es poco frecuente en Colombia,
más común en el Oriente de Ecuador y Perú. En América del Sur son plantas de tierras bajas,
pero en Centroamérica se pueden encontrar en altitudes de 1500 m.s.n.m., las frutas de las
plantas de América del Sur son pulposas y más deseables que las de origen centroamericano que
son secas; las vellosidades persistentes de la fruta limitan la utilidad de esta especie, la pulpa de
la fruta es de color naranja. Solanum tequilense (candidum) es el pariente más cercano
filogenéticamente de Solanum quitoense, y aunque es difícil cruzar las dos especies, S. tequilense
puede poseer características de ecología o de resistencia que sería deseable incorporar en la
naranjilla.
Es una maleza de tierras bajas en toda hoya amazónica; esta especie carece de espinas, tiene
inflorescencias con 10 o más flores, los lóbulos del cáliz son oscuros, las frutas son pequeñas con
un diámetro inferior a 2,5 cm, pero a menudo agradables y consumidas comúnmente por los
indios de Colombia y Ecuador.
Esta especie es endémica de Colombia, a 500-2000 m.s.n.m. en las cordilleras oriental y central,
las láminas de las hojas tienen menos de 30 cm de largo. A menudo son púrpuras a lo largo de
las venas principales; los tallos tienen numerosas espinas arregladas estrechamente; las
inflorescencias tienen menos de 10 flores; los lóbulos del cáliz están bien desarrollados; los
frutos son de tamaño mediano y glabros cuando maduran; el sabor es insípido. La especie es
exitosa en muchas combinaciones de cruces cuando se usa como progenitor femenino, y puede
demostrar ser útil como un puente genético entre otras especies de la sección Lasiocarpa.
Esta especie está distribuida desde el oriente y sur de Colombia, Ecuador, Perú y hacia el oriente
en la hoya Amazónica, principalmente bajo cultivo. Un frutal popular en las tierras bajas, sus
hojas a menudo son de 50 cm, con venas principalmente blancuzcas: el sabor no es tan bueno
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como el de la naranjilla y la fruta se usa muy poco en jugos. Hay mucha variación en tamaño y
forma de la fruta. La mayoría de las plantas carecen de espinas, pero con forma espinosa con
frutos relativamente pequeños se encuentran en el sur de Colombia y norte del Ecuador (S.
sessiliflorum var. Georgicum).
Esta especie está distribuida desde la cordillera central de Colombia al este hasta la cordillera de
la costa de Venezuela. Las plantas son arbustos grandes o pequeños árboles en el piso del bosque
de nubes de 1500 a 2200 m.s.n.m.; la flor tiene el cáliz petaloide, las frutas son grandes y tienen
un sabor muy bueno, pero están cubiertas con pelos cortos rígidos. Las formas de S. quitoense
que son tolerantes a altas elevaciones podrían ser derivadas de cruce con S. vestissimum.
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estrechamente relacionada con la especie S. vestissimum y la presencia de espinas en las frutas
las hacen poco útiles.
Esta especie es originaria de la India, Indochina e Indias Orientales; S. lasiocarpum está muy
relacionada conS. candidum con la cual se cruza fácilmente. El fruto posee pelos persistentes, la
pulpa de la fruta es de color naranja.
La naranjilla o naranjita de Quito (Solanum quitoense Lam.) nombre dado por Lamarck en 1793,
es una fruta tropical de la familia Solanaceae. La naranjilla es un arbusto originario de las
estribaciones de los Andes del Ecuador y Colombia, produce frutos de pulpa verde, que por su
color, sabor y valor nutritivo son muy apetecidos en los mercados nacionales e internacionales
(Tipanluisa, 2011). Esta planta crece principalmente en los flancos de la cordillera andina en
sitios con buena humedad, regiones frescas y sombreadas en torno a los 800 y 1400 m.s.n.m. Se
cultiva también en Perú, Colombia, México y Costa Rica. Es una fruta climatérica de exquisito
sabor y aroma (Andrade et al., 2016).
Solanum hirtum
Una maleza ampliamente dispersa, desde México, al norte de Colombia hasta Venezuela; las
frutas de algunas poblaciones son agradables, pequeñas (2,5 cm de diámetro) y persistentemente
cubiertas con pelos; las características genéticas que hacen de S. hirtum una maleza exitosa
pueden ser de valor para incorporarlas a S. quitoense con el fin de conseguir vigor y amplitud
ecológica; resulta de particular importancia la aparente presencia de resistencia a nematodos en
algunas líneas de S. hirtum, esta especie se puede cruzar fácilmente con S. quitoense cuando se
usa como el progenitor femenino.
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Variedades comunes tradicionales de S. quitoense Lam.
Fruto esférico, algo achatado, color amarillo rojizo, diámetro aproximado de 5 a 7 cm, epidermis
fina, pulpa verde y sabor agridulce. Variedad muy apreciada en el mercado ecuatoriano. Se
utiliza en refrescos, helados y alimentos preparados. Actualmente se cultiva poco por su alta
susceptibilidad al nematodo agallero (M. incognita), a perforadores del tallo y el fruto y a la
marchitez vascular (F. oxysporum) (INIAP, 2010).
De características muy similares a la agria. Se diferencia por tener frutos más grandes con
diámetro mayor de 7 cm, la base del pedicelo en su unión con el fruto es más desarrollada,
epidermis más gruesa, pulpa verdosa y sabor dulce. Presentan un mayor porcentaje de flores
cuajadas y similar susceptibilidad al nematodo de nudo de la raíz, perforadores del tallo y el fruto
y a la marchitez vascular. Se utiliza en la preparación de dulces, refrescos y gelatinas. La
variedad Baeza es menos comercial. (INIAP, 2010)
Esta variedad actualmente es poco cultivada en Ecuador, no así en Colombia donde se encuentra
ampliamente distribuida. El tallo, las ramas y las hojas presentan espinos, el fruto es esférico, de
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color rojizo, con diámetro de 4 a 5 cm. Las plantas presentan menos vigor que la naranjilla
común. Debido a su rusticidad parece más tolerante a las plagas que las otras variedades de jugo.
Aunque este grupo de variedades son apetecidas en el mercado y tienen los mayores precios por
caja, la superficie cultivada se estima en apenas el 5 % del área total, debido a su alta
susceptibilidad al ataque de nematodos agalleros de la raíz, insectos del tallo y fruto y a la
marchitez vascular, principalmente (INIAP, 2010).
Figura 8. Planta de variedad INIAP quitoense-2009 (izquierda) y frutos INIAP quitoense-2009 (derecha)
-Híbridos comerciales
Híbrido Puyo:
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Obtenida por un agricultor de la provincia de Pastaza mediante cruzamiento entre la naranjilla
jíbara del oriente o cocona (S. sessiliflorum) y la naranjilla común variedad “agria” (S. quitoense
var. quitoense). El color de la piel es anaranjado brillante y la pulpa verde amarillenta. Presenta
buenos comportamientos de poscosecha; la semilla es infértil por lo cual se propaga vía
vegetativa.
Es el resultado del cruzamiento ínter específico entre la naranjilla común, variedad Baeza roja (S.
quitoense Lam var. quitoense), que actuó como progenitor masculino y S. sessiliflorum variedad
cocona Yantzaza como progenitor femenino. Las plantas son arbustivas de 1,50 metros de altura,
con ramas y hojas alternadas, forma abierta, con frutos normalmente grandes, de forma esférica,
ligeramente achatada, epidermis color rojiza cuando maduros, pulpa amarillenta, de sabor ácido
y semillas infértiles. Por el espesor de la corteza, resiste el manipuleo y el transporte. (Ministerio
de Agricultura, Ganaderia, Acuicultura y Pesca; AGROCALIDAD, 2014)
Figura 10. Planta híbrido INIAP-Palora (izquierda) y fruto híbrido INIAP-Palora (derecha)
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Híbrido Mera o espinuda
Planta arbustiva de 1,30 m de altura con frutos de tamaño natural mediano de forma esférica
ligeramente achatada epidermis color anaranjado a la madurez pulpa amarillenta, de sabor ácido,
tallos y hojas con espinas de 0,5 cm de largo. Buena capacidad productiva y tolerante a
nematodos e insectos, es susceptible a la marchitez vascular. Fue seleccionado y clonado en el
sector de Mera en la provincia de Pastaza (INIAP, 2010).
Características edafoclimáticas
Factores ambientales
Clima. Su mejor desarrollo y producción se obtiene en zonas que presentan clima tropical y
subtropical húmedo. Altitud. Este es un factor importante para el establecimiento y desarrollo de
las variedades de naranjilla. El híbrido Palora se cultiva a altitudes de 600 a 1000 m.s.n.m., el
híbrido Puyo a altitudes de 600 a 1400 m.s.n.m. y la naranjilla común o de jugo de 800 a 1700
m.s.n.m. el ciclo de vida de la planta varía de acuerdo con el clima y la altitud. Temperatura. Las
variedades de naranjilla, para su desarrollo requieren de ciertas condiciones de temperatura, que
están en función con la altitud. Se reporta un rango de 17 a 29 ºC. Precipitación. Por la condición
de estas zonas de ser húmedas, se registran precipitaciones de 1800 a 4000 mm/año, siendo la
precipitación óptima entre los 1500 y 3000 mm/año. Humedad relativa. Este cultivo se desarrolla
bien en zonas de bosque húmedo pre-montano, bosque muy húmedo pre-montano y bosque
húmedo montano bajo, con registros de humedad relativa de 78 a 92 %, muy cercano al índice de
saturación. Radiación solar. Las variedades comunes e híbridos Puyo e INIAP Palora se pueden
cultivar a plena exposición solar, es decir sin necesidad de adicionar sombra de los árboles. En la
sombra, la altura de las plantas y el tamaño de las hojas son mayores con una disminución de los
daños causados por enfermedades, estos son menos severos que a pleno sol, se observa además
que la abscisión de botones florales es menor en la sombra. Vientos. Debido al gran tamaño de
las hojas y las ramas quebradizas, la planta de naranjilla no resiste lugares ventosos, por lo que es
conveniente seleccionar zonas de calma, libres de vientos fuertes. Suelo. En la región Amazónica
se encuentran suelos de varias condiciones: Andinos de transición laterítica hidrolítica, el latesol
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hidrolítico y el latesol amarillo rojizo. Los primeros se localizan desde los 3000 hasta los 1000
m.s.n.m. y corresponden a la zona nubosa de bosque higrófito. Llueve copiosamente durante
todo el año llegando a 3000 mm, presenta pH ácido a neutro, presenta pendientes escarpadas y
pocas pendientes suaves. Su valor agrícola se estima se encuentra en los lugares no muy
escarpados. Los suelos latesol hidrolítico se localizan entre 1000 y 2000 m.s.n.m. de la vertiente
oriental, con climas tropicales y subtropicales húmedos. La parte baja presenta grandes áreas de
topografía suave y suelos rojos con horizonte húmico sujetos a percolación. Para la producción
agrícola es necesario añadirles cal y abonos. Los suelos latesol amarillo rojizo, están situados por
debajo de los 1000 m.s.n.m. y son pobres en materia orgánica (INIAP, 2010).
Factores edáficos
pH. La naranjilla requiere un pH óptimo entre 5,3 y 6,0 para su desarrollo. Textura. La naranjilla
se desarrolla bien en suelos de textura franca, franco arcillosa o franco arenosa, profundos
(mayor de 60 cm), con un buen contenido de materia orgánica y con buen drenaje porque no
soporta encharcamientos. Pendiente. Es aconsejable cultivar en los suelos ligeramente inclinados
(no mayor a 40 %), ya que en suelos planos existe alta probabilidad de que se inunden con las
altas precipitaciones, provocando problemas de pudriciones radiculares (INIAP, 2010).
Atenciones culturales
Porfidio (1988), señala las siguientes actividades: primero consiste en el aclareo, desbroce o
socola del bosque virgen o primario o bosque secundario. Se ha observado que a mayor densidad
del sotobosque, las plantas de lulo que crecen bajo árboles frondosos de follaje denso, presentan
menor producción y alargamiento de los tallos. El segundo sistema consiste en la tala total del
bosque en las partes altas con clima brumoso, donde predominan ecosistemas muy frágiles y
precipitación mayor de 2 500 milímetros. El tercer sistema parte de barbecho o huertos, y el
cultivo se establece a plena exposición solar; se ha presentado quemazón en los frutos y menor
vida útil del cultivo.
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Propagación
Westwood (1982), señala que la propagación puede ser sexual (semilla) y asexual. La
propagación asexual se realiza mediante estacas de varios tipos, usualmente de talón, que es el
resultado del desgajamiento de una rama secundaria, en un estado de madurez.
Las semillas se obtienen de frutos maduros seleccionados por su buen tamaño, forma, color de
pulpa verde o verde amarillenta, sin daño por insectos o por patógenos, proveniente de plantas
vigorosas, de alta productividad y sanas. Actualmente el INIAP está utilizando patrones de
especies silvestres como son: el huevo de perro (S. arboreum), naranjilla de monte (S. hirtum) y
naranjilla jíbara amarilla (S. sessiliflorum) (Echeverría, 2013).
Plantación
Miranda (2012), expresa que la siembra en terrenos planos se realiza en cuadro a distancia de 2 x
2,5 m y en terrenos pendientes en curvas a nivel en hoyos de 30 x 30 x 30. En la siembra se dejan
franjas de bosque alrededor del cultivo, para evitar la proliferación de enfermedades y plagas a
cultivos vecinos y facilitar el control biológico natural por insectos benéficos y pájaros.
Aporque
Miranda (2012), manifiesta que el aporque evita el encharcamiento y posibilita más producción
de raíces y mayor anclaje.
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Poda
Miranda (2012), describe las siguientes podas: Poda de Formación: para la poda de formación se
tiene en cuenta la distancia de plantación, eliminando brotes o retoños basales por debajo de los
20 centímetros de altura sobre el suelo; de esta manera se evita el entrecruzamiento de las ramas
y se mejora la aireación dentro del cultivo. Poda de mantenimiento: o poda sanitaria de ramas
secas y enfermas, se retiran del cultivo y se queman. Si la planta perdió los frutos por causa de la
antracnosis, el perforador del fruto u otra enfermedad y se encuentra desde el suelo hasta la
altura de un metro sin frutos, es preferible hacer una poda de renovación. La poda de renovación
se hace al inicio de las lluvias.
Desyerbes
Se hacen dos controles de malezas por año. En tiempo de verano, puede tolerarse un poco la
maleza, para mantener un microclima dentro de la plantación, teniendo en cuenta que no sean
hospedantes de plagas como Neoleocinodes sp. o de enfermedades que sean limitantes para el
cultivo, si se controlan con machete, debe desinfectarse la herramienta al pasar de una planta a
otra y más cuando hay presencia de enfermedades bacteriales también se puede realizar control
químico de malezas con Glifosato o Gramoxone.
Fertilización
Miranda (2012), menciona que la naranjilla no es planta ávida por absorber nitrógeno; por esto se
le deben suministrar abonos nitrogenados mediante la aplicación de abonos compuestos cada
cuatro meses, aplicados en época lluviosa y en corona en terrenos plano, o media luna en terreno
pendiente, se le deben agregar fertilizantes de micronutrientes, porque es muy sensible a la
deficiencia de boro y magnesio.
Porfidio (1988), señala que las plantas comienzan a producir a los 11-12 meses, contados a partir
de la iniciación del semillero, cuando el cultivo se encuentra en plena producción, la frecuencia
de recolección de frutos es cada 15 o 20 días. Los rendimientos promedio, son de 14 toneladas
por hectárea por año, con controles oportunos y preventivos y un buen manejo del cultivo los
rendimientos pueden llegar hasta 30 toneladas por hectárea.
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Etapas del cultivo
• Germinación de 20 a 30 días.
• Vivero 3 meses.
• Inicio de la Floración 4 meses de plantar en el sitio definitivo.
• Cuajado de frutos a los 5-6 meses.
• Inicio de la cosecha de 8-10 meses del trasplante.
Cuando se realiza el semillero en el campo, y la siembra es a raíz desnuda demora de
2 a 3 meses más (Tipanluisa, 2011)
Insectos-plaga
La gran mayoría de insectos no son perjudiciales, se calcula que solo el 1 % de todas las especies
son las que dañan de alguna manera, lo que es útil para el hombre. Sin embargo, una población
de insectos se considera plaga cuando la mayor parte de daños ocasionados por los insectos es
producto, directa o indirectamente, de su interés por procurar su alimento. Cuando un insecto
necesita para su alimentación algo que al hombre también le es vital para su subsistencia, se
convierte en plaga. A causa de sus elevadas poblaciones y al elevado número de especies y su
plasticidad, los insectos se han adaptado para tomar como alimento casi todas las sustancias de
origen orgánico que existen en la naturaleza (Matthews y Matthews, 2010). Las principales
plagas que afectan a la naranjilla son:
Revelo et al.(2010) afirma: “Esta plaga presenta una incidencia elevada, es considerada de
control obligatoria particular. A más de la naranjilla, parasita al tomate de árbol, tomate de mesa,
berenjena y pimiento. Corresponde a un lepidóptero de la familia Pyralidae”. Ramírez (2009)
indica: “El daño es ocasionado por la larva pues una vez que sale del huevo, penetra en el fruto,
para continuar su ciclo biológico. La fruta atacada cae al suelo y se pierde comercialmente”.
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El grupo OMA (2013) informa que el manejo fitosanitario de Neoleuncinodes
elegantialis Guenée, se realiza mediante manejo integrado que se basa en un control cultural a
través de podas fitosanitarias, eliminación de plantas enfermas, uso de variedades resistentes,
evitar densidades altas de siembra, rotación de cultivos, planeación de cultivos asociados.
Control físico con el empleo de barreras físicas como trampas adherentes o con feromonas,
trampas de color y mallas para evitar el ingreso de insectos o la recolección manual de estos y a
través del control biológico y químico.
Por otro lado (INIAP, 2010) es una mariposa cuyo ciclo biológico comprende los estados de
huevo, gusano o larva, pupa y adulto. Comportamiento. La mariposa durante el día se esconde y
durante la noche es activa y vuela. La hembra ovoposita en el ramillete floral, compuesto de
flores en diferente estado de madurez, y también de frutos pequeños. El gusano se alimenta de
varias flores provocando su desprendimiento de la planta. Luego, cuando el gusano se ha
desarrollado suficientemente penetra en el fruto. En frutos de 3 cm los gusanos generalmente ya
atacan y cuando el fruto dañado alcanza un ligero amarillento, se desprende y cae al suele,
pueden encontrarse varios gusanos en un fruto, se han contabilizado hasta 17. Las larvas maduras
salen del fruto y caen al suelo. Luego buscan una hoja seca, doblan el borde pequeño, se
introducen en él, y lo sujetan con una seda de color blanco, donde se transforman a pupa y
después a adulto.
En otros estudios señalan que el barrenador o perforador del fruto es el insecto-plaga más
importante de naranjilla, pues se encuentra en varios climas, y el que causa mayores pérdidas
económicas, llegando a afectar el 90 % de la producción. Las implicaciones que causa este
insecto son el daño directo al fruto, y el incremento en los costos de control. La larva ataca al
fruto, lo perfora, lo deja inaprovechable y provoca su caída en cualquier estado de madurez
(Miranda, 2012).
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Figura 11. Ciclo biológico del perforador del fruto del tomate
Según Hussey y Janssen (2002) los nematodos agalleros de la raíz, dañan a las plantas al
debilitar las puntas de la raíz y al inhibir su desarrollo o estimular una formación radical
excesiva, pero principalmente al inducir la formación de hinchamientos en las raíces, las cuales
no solo privan a las plantas de sus nutrientes sino también deforman y disminuyen el valor
comercial de muchas raíces de los cultivos.
Este nematodo produce varios síntomas: la parte aérea de las plantas muestra un crecimiento
reducido y síntomas similares a la falta de nutrientes y agua (clorosis y marchitez). En la raíz
produce nudos o agallas que obstaculizan la absorción de agua y nutrientes y de los cuales
emergen muchas raíces laterales. En ocasiones produce acortamiento en las raíces laterales y de
los pelos absorbentes. Este daño causa detenimiento del crecimiento de la planta, marchitez en
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los días soleados y síntomas de deficiencia de nutrientes, aun cuando el agua y nutrientes sean
abundantes en el suelo. Estos síntomas se pueden observar desde el estado de plántula en el
vivero y constituye su principal método de dispersión (Revelo et al., 2010).
Esta enfermedad es causada por la bacteria Ralstonia solanacearum (Smith) Yabunchi et al.
(Pseudomona solanacerum). La incidencia de esta enfermedad en el país es moderada y limitada
a ciertas regiones. El ataque de la bacteria se presenta bajo condiciones de alta humedad
ambiental. La presencia de nematodos de género Meloidogyne sp. incrementa la incidencia de la
enfermedad, la cual presenta una distribución en forma de parches en el campo. La enfermedad
se transmite por las herramientas de trabajo. La bacteria ataca a las raíces y al cuello de la planta,
ocasiona pudriciones acuosas y de mal olor que destruyen las raíces y el tallo, para finalmente
causar la muerte paulatina de la planta. Los primeros síntomas externos son: flacidez de las hojas
con amarillamiento que se acentúa hasta tomar un color café necrosado y caer; marchitamiento
total de la planta, frutos con madurez prematura, de mala calidad, los cuales quedan adheridos a
los tallos (Revelo et al., 2010).
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Enfermedades causadas por hongos
El tizón, lancha o cogollera causada por P. infestans, es una de las enfermedades más
importantes de la naranjilla sobre los 1 400 m de altitud y los cultivares de naranjilla común son
más susceptibles que los híbridos. En condiciones de alta humedad, la enfermedad progresa
rápidamente, pudiendo en pocos días causar pérdidas totales del cultivo. El control oportuno de
la enfermedad es por lo tanto necesario para asegurar el éxito del cultivo de la naranjilla en las
zonas altas. Los síntomas en la inserción del tallo con el pecíolo de la hoja y con el pedúnculo
de la inflorescencia se presentan como manchas oscuras y extensas. En el fruto, la lesión se inicia
en la inserción con el pedúnculo y progresa extensivamente cubriendo gran parte de este. En las
hojas las manchas son oscuras, extensas, de bordes definidos pero irregulares, las que se
destruyen y desprenden con facilidad. Cuando la lesión se presenta en los tallos de ramas
jóvenes, produce un estrangulamiento en los sitios de la infección, por lo que la enfermedad
toma el nombre de cogollera. El estrangulamiento del tallo tiene un efecto importante en el
desarrollo y producción de la planta, por lo que pocas lesiones pueden causar pérdidas
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significativas del rendimiento. Así, diez lesiones por planta causan la pérdida del 85 % del
rendimiento en naranjilla común (INIAP, 2010).
Roncal (1993), señala que las especies del genero Fusarium descritas hasta la fecha son parásitos
facultativos, lo que quiere decir que, cuando las condiciones de humedad y temperatura son
adecuadas, provocan daños en las plantas cultivadas, motivo por el cual la importancia
económica es mundial. F. oxysporum es un hongo que habita en el suelo, vive como saprofito
facultativo y en condiciones adecuadas de humedad y temperatura se comporta como patógeno,
provocando chupadera fungosa, o pudrición radical de las plantas.
F. oxysporum es uno de los patógenos más difíciles de controlar, debido a que la infección de
una sola espora es suficiente para introducir el patógeno en ella. Es conocido como lancha
amarilla o mal seco, en los años ochenta el agente causal fue identificado como Fusarium sp. En
el período se presentó en forma esporádica. Actualmente la Fusariosis se encuentra distribuida en
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todo el país y se ha convertido en una de las principales limitantes del cultivo de la naranjilla en
el Ecuador (Ochoa y Ellis, 2010).
Ochoa y Ellis (2010) manifiestan que el patógeno produce tres tipos de esporas asexuales.
microconidios, que tiene de una a dos células, y son las esporas que el hongo produce con mayor
frecuencia y en mayor abundancia en todas las condiciones, fundamentalmente en el interior de
los vasos de las plantas hospedantes que ha infectado. Los macroconidios son esporas con de 3 a
5 células, que se adelgazan gradualmente y se encorvan hacia ambos extremos; aparece con
mucha frecuencia sobre la superficie de la planta que ha sido destruida por el patógeno. Otro tipo
de esporas son las clamisdósporas que están constituidas por una o dos células, son de pared
gruesa y espora redonda que se forma terminal o intercaladamente con el micelio más viejo o en
los macroconidios del hongo. Son estructuras de supervivencia.
Síntomas
La “fusariosis” se inicia con la clorosis y/o flacidez de las hojas inferiores que progresa
ascendentemente causando la marchitez de la planta. La marchitez a menudo se presenta a lo
largo de un lado de la planta, donde se produce la colonización del patógeno; un síntoma
característico de la enfermedad es la decoloración vascular que se observa a través de un corte
transversal del tallo (INIAP, 2010). Sañudo (2002), señala que las plantas afectadas muestran
amarillamiento y flacidez de las hojas inferiores hasta que finalmente ocurre un marchitamiento
total.
Epidemiología
Este hongo infecta a la planta a través de la raíz y, una vez que alcanza el sistema vascular,
coloniza toda la planta, para luego reproducirse produciendo microconidias, macroconidias y
clamisdósporas. Las microconidias y macroconidias son responsables de la infección de nuevas
plantas y de la distribución del patógeno en el cultivo. Las clamidosporas son esporas de reposo
o resistencia y permanecen viables (vivas) en el suelo por largos períodos de tiempo, por lo que
el cultivo de la “naranjilla común” en este suelo es improductivo, razón por la que el agricultor
busca el bosque primario. Durante la colonización sistémica de la planta, el patógeno también
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coloniza la semilla que constituye el principal medio de transmisión de la enfermedad a largas
distancias. A través de la semilla, la enfermedad se ha diseminado a todas las regiones donde se
cultiva naranjilla en el país, causando epidemias muy severas, lo que provoca el abandono de los
cultivares locales y, por lo tanto, la erosión genética de la “naranjilla común” (INIAP, 2010).
Los patógenos del suelo son la principal causa de muchas pérdidas de cosecha en los cultivos. La
replicación de un cultivo en el mismo espacio, que es una práctica habitual en los cultivos más
rentables, acaba seleccionando en el suelo una población de microorganismos rica en los
patógenos más especializados que fuerza los agricultores a cambiar de parcela o de cultivo
(INIAP, 2010).
Reportes en Ecuador sobre la marchitez causada por F. oxysporum, afirman que el hongo reduce
la vida útil de la planta en un 50 %. (Revelo y Sandoval, 2003; Ochoa y Ellis, 2002). Mientras
que otros estudios señalan que el problema con este patógeno es aún mayor, ya que existe una
interacción entre este y el nematodo del nudo de la raíz (M. incognita), lo que generalmente
incrementa la incidencia de la marchitez, al facilitar la penetración del hongo, causando pérdidas
económicas a los agricultores (Arizala et al., 2011).
Control de enfermedades
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Métodos de control de la marchitez vascular
Según Ochoa y Ellis (2010), hoy en día se proyectan tres estrategias de manejo:
Se puede obtener semilla libre del patógeno recolectando los primeros frutos de las plantas más
sanas, y para asegurarse de la ausencia del patógeno en la semilla se recomienda la inmersión de
esta en una solución del fungicida Carbendazin. La desinfección se recomienda para semillas de
naranjilla común y solo es eficiente en suelos agrícolas donde aún no está presente la
enfermedad; además la desinfección debe ser un proceso rutinario para tener éxito en el cultivo.
La estrategia más conveniente en suelos donde está presente el patógeno es el uso de variedades
o híbridos resistentes. En investigaciones se ha encontrado resistencia genética a F. oxysporum
en plantas de Solanum sessiliflorum, S. pseudolulo, S. candidum, S. hirtum, S. stramonifolium, S.
pectinatum, S. hyporodium, S. vestissimum y S. felinum que son especies de la sección
Lasiocarpa del género Solanum. Estas especies se han cruzado con naranjilla común
desarrollando así variedades e híbridos resistentes como es el caso de INIAP-Palora, Puyo y
Espinudo que resultaron de diferentes cruces entre S. quitoense y S. sessiliflorum.
Patrones resistentes
Las accesiones ECU-6242 y DNPV-252 de S. hirtum son los mejores patrones de naranjilla
común; además son resistentes al nematodo del nudo M. incognita, que es también una
enfermedad importante de la naranjilla común. La utilización de estos patrones permite obtener
buenos rendimientos de fruta y realizar al menos dos siembras sucesivas de naranjilla común en
el mismo suelo y en suelos agrícolas cercanos a las vías de comunicación.
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Control químico
Control biológico
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han demostrado que existen varios mecanismos de acción de estos antagonistas para controlar el
desarrollo de patógenos, que involucran generalmente antibiosis, competencia por espacio o por
nutrientes, interacciones directas con el patógeno (micoparasitismo y lisis enzimática) e
inducción de resistencia. El control biológico se refiere a la utilización intencionada de
organismos vivos introducidos o nativos, para suprimir las actividades y poblaciones de uno o
más fitopatógenos. Los fitopatógenos son los factores más importantes que causan pérdidas a los
productos agrícolas cada año. Para minimizar estas pérdidas, los agricultores utilizan fungicidas
que causan efectos tóxicos a la salud humana. Por lo tanto, la necesidad de una agricultura
sostenible dependerá cada vez más de la integración de la biotecnología con las prácticas
agrícolas tradicionales. El método de control sostenible y ambientalmente más aceptable, puede
conseguirse utilizando el control biológico, debido al esfuerzo para reducir el uso de
agroquímicos y sus residuos en el medio ambiente y en los alimentos. Para mejorar la producción
de cultivos es necesario identificar, entender y utilizar microorganismos o productos microbianos
para el control de fitopatógenos, los cuales constituyen partes integrales de la agricultura
sostenible (López, 2017).
Conclusiones
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Recomendaciones
31
Bibliografía
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13. López, D. (2017). Manejo sustentable de Fusarium sp. en el cultivo de papa (Solanum
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26. Sañudo, B. (2002). Introducción al manejo de frutales andino en la zona triguera baja de
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