Curso Plantas para la Salud Sara Itkin

PREPARADOS HERBARIOS CASEROS

En el Módulo 1 les conté como sanan las plantas. Vamos a
recordar un par de conceptos importantes antes de entrar a realizar
nuestros preparados herbarios:
a) ”Se conoce como planta medicinal a los vegetales que presentan en
su constitución ciertas sustancias que generan cambios positivos en
nuestra salud.”
b) “Los principios activos son elementos que se encuentran en
diferentes partes de una planta y que actúan, es decir son sustancias
con actividad biológica que tienen la capacidad de interactuar con
nuestro organismo y sus distintos sistemas generando un cambio.”
Ahora nos importa saber cómo incorporar esas propiedades a
nuestro cuerpo para ganar salud. Es muy importante tener presente
que no vamos a aislar un solo principio activo como hace la industria
farmacéutica. Aquí es fundamental tener presente que las plantas
actúan por sumatoria de virtudes y que vamos a buscar extraer la
mayoría de ellas, los llamados fitocomplejos, respetando esta
premisa. Como también estas virtudes tienen acción sinérgica, es
decir de ayuda mutua, es habitual que los principios activos se
acompañen por sí solos.
Siempre tener presente a la hora de hacer un preparado cual
parte de la planta es la que usaremos: importante saber donde
guarda la planta las virtudes que necesitamos para sanar. En
diferentes bibliografías se habla de “droga vegetal” haciendo
referencia a la parte de la planta utilizada para un fin específico. Por
ej: la droga vegetal de la Valeriana ( Valeriana officinalis) es la raíz, y
tiene propiedades inductoras del sueño.
Podemos extraer propiedades tanto de las plantas frescas como
de las que sequemos. Cada paso en la transformación debe ser muy

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cuidadoso para que no haya una merma en las virtudes vitales de las
hierbas.
La forma más sencilla de incorporar las propiedades de las
plantas es COMIÉNDOLAS. Un ejemplo son las hojas del diente de
león (Taxacarum officinale) que al comerlas ayudarán a disolver
piedritas que se encuentren en la vesícula biliar. También masticar
hojas frescas de llantén (Plantago major) para sanar una infección
dentaria.
JUGO: Machacar la planta fresca y filtrarla o pasarla por juguera. El
jugo debe aplicarse inmediatamente en la lesión o lugar a sanar. Ej:
jugo de llantén (Plantago major) aplicado de a gotitas en otitis.
Existe mucha confusión con los términos “té-tisana-infusión” y sus
formas de preparación.
TISANA: Las tisanas son preparaciones acuosas en las cuales pueden
extraerse las propiedades de las plantas por medio de una infusión,
decocción o maceración. Por lo general están destinadas a ser
bebidas, aunque en algunos casos se usan por vía externa, por
ejemplo para la realización de lavados o la aplicación de fomentos.
Las tisanas han sido históricamente la forma de administración más
popular en la Medicina basada en plantas.
Dato de interés: El término “tisana” deriva del verbo griego
“ptíssein”, que significa mondar (pelar) la cebada. Hipócrates citó a
la primera tisana haciendo referencia a la decocción de Cebada
pelada.
INFUSIÓN O TÉ: Es la forma más común de usar las hierbas.
Vertemos agua hirviendo sobre las partes blandas de la planta como
flores, hojas, sumidades o cogollos (extremos) y tallos tiernos. Se
tapa y deja reposar habitualmente 5 minutos. Es importante al
destapar que volquemos nuevamente a la infusión las gotitas que
quedaron adheridas al envés del plato. Esas gotas son otros

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componentes volátiles de las plantas llamados aceites esenciales y

al volverlas al preparado, lo enriquecemos.
Ejemplos: infusión de flores de manzanilla (Matricaria recutita),
infusión de hojas y cogollos de melisa (Melissa officinalis).
COCIMIENTO O DECOCCIÓN: Cuando utilizamos cortezas, raíces,
semillas y hojas duras debemos hervirlas durante unos minutos para
que liberen sus propiedades al agua, y esto se llama cocimiento o
decocción. Recuerden: “vamos a cocinar (cocimiento) las partes duras
de una planta”.
MACERACIÓN: Es el proceso en el cual se sumergen en agua, aceite,
alcohol, vinagre o glicerina partes de la planta a temperatura
ambiente durante un determinado tiempo, para extraer sus
propiedades curativas.

CANTIDAD DE HIERBA A USAR EN CADA PREPARACIÓN:

*PARA USO INTERNO (para beber):
Infusión: 2 a 3 gr. de planta seca o el doble de fresca para 1 taza de
agua hirviendo (150 cc.). Así se denominan infusiones al 2%, es decir
2gr. en 100cc. (Los tés que compramos en saquitos traen 2 gr. de
hierba seca molida). Aquí apelo al sentido común: Aprenderán a usar
hierbas seguras durante el cursado, no es mi intención que las pesen
siempre para hacer un té, habitualmente aconsejo un puñadito de
secas para 1 taza de 200 cc. de agua hirviendo, es decir lo que entre
en mi mano y sin que se me escape, que pueda cerrar el puño sin
problemas. El pesarlas será para tener idea de cuánta hierba
ingerimos. Esta concentración es aconsejada para personas adultas.
Cuando incorporamos hierbas a niñes, es importante tener presente
su edad, su tamaño y su peso.
Decocción: habitualmente usamos 3 a 5 gr. por 100 ml. de agua, es

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decir un puñado mayor que al realizar la infusión. Colocamos la hierba

en un recipiente de vidrio templado, enlozado o acero inoxidable
(evitar aluminio). Agregamos el agua a temperatura natural y
llevamos al fuego, tapado. Cuando rompa el hervor, contamos
habitualmente 3 a 5 minutos de cocción a fuego bajo. Siempre dejar
reposar unos minutos antes de colar.
Maceración: aquí voy a especificar los macerados en agua, a los
demás macerados los veremos en cada preparación específica.
Haremos macerados para beber cuando no querramos que el agua
caliente inactive ciertas virtudes. Es el caso de hierbas ricas en
vitamina C, como la Acederilla (Rumex acetosella) o el fruto de la
rosa mosqueta (Rosa rubiginosa). La vitamina C se inactiva a más de
60° C, entonces macerando en agua fría o tibia, evitaremos la
pérdida total de tan preciado nutriente. Habitualmente es un puñado
grande para 200 gr. de agua (al 10%). Para extraer la vitamina C con
un macerado de aproximadamente 1 hora es suficiente.
VOLUMEN HOJAS-FLORES RAÍZ-CORTEZA-SEMILLA
SECAS SECAS
1 cdita. de té 1-2 gr. 3-4 gr.
1 cda. Sopera 3-5 gr. 8-10 gr.
Esta concentración es aconsejada para personas adultas. Cuando
incorporamos hierbas a nuestr@s niñas y niños, es importante tener
presente su edad, su tamaño y su peso: en menores de un año, y si
aún no ingieren comida, evitar el uso de hierbas. Si ya comen y pesan
entre 8 a 10 kg, podríamos darle 1/8 de la dosis estándar: por
ejemplo una infusión de manzanilla (Matricaria recutita) o decocción
de equinácea (Echinacea purpurea) son hierbas seguras. Entre 1 a 5
años con un peso no mayor a 20 kg, daríamos aprox. 1/3 de la dosis;
por arriba de ese peso y hasta alrededor de los 35 kg. aprox. damos
la mitad de la dosis (6 a 11 años). Por encima de ese peso

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habitualmente tienen 12 años, puede dárseles la dosis de una persona

adulta. Importante: para las tisanas bebibles (infusión, decocción y
macerado) el tiempo óptimo de ingesta es dentro de las 12 hs., luego
comienzan a mermar sus propiedades.
*PARA USO EXTERNO:
La cantidad de hierba a usar será 3 veces más que lo que
usamos para beber. Podemos usar decocciones como infusiones para:
• Lavados de heridas: por ejemplo, lavar con infusión de llantén
(Plantago major) una herida para ayudar a la cicatrización
• Baños totales o parciales: baño de inmersión en infusión de
lavanda (Lavandula sp)
• Baños de asiento: inmersión en infusión de malva ( Malva
sylvestris) en casos de hemorroides.
De acuerdo al modo de aplicación sobre la piel, las llamaremos:
Compresas: cuando embebemos telas limpias (gasas) o algodón en una
infusión o decocción concentradas (frías o tibias) y se aplican sobre
la lesión por un lapso de tiempo. Por ejemplo: compresas frías de té
común (Thea sinensis) para los ojos enrojecidos o compresa de tibia
de infusión de flores de caléndulas ( Calendula officinalis) para
cicatrizar una úlcera varicosa.
Fomento: Cuando la compresa se realiza con infusión o decocción
caliente. Habitualmente se usan para activar la circulación o para
lograr drenar un grano o lesión purulenta. Por ejemplo: fomento de
infusión de tomillo (Thymus vulgaris) para drenar un forúnculo.
Cataplasma: es un emplasto (una o varias plantas frescas
machacadas tipo papilla) al que le agregamos un poco de líquido,
infusión o decocción, y que aplicamos sobre la lesión. Se envuelve con
gasas o telas limpias. Puede ser fría o caliente. Dato importante:
pueden adicionarse a las infusiones y decocciones de uso externo

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aceites esenciales que tengan poder sumatorio al efecto que

queramos lograr. Siguiendo en con los preparados herbarios bebibles,
aprenderemos en el Módulo número 3 a realizar un jarabe. Aquí solo
les cuento que jarabe es una infusión o decocción concentrada,
macerada durante 2 hs. y con alta concentración de azúcar o miel
para hacerla más digerible.
En el Módulo 4 elaboraremos un ACEITE HERBARIO, que es un
macerado de las hierbas en aceite durante un determinado tiempo,
expuesto al calor del sol o a una fuente de calor constante (hornalla)
y filtrado.
Importante: no es lo mismo “aceite esencial o esencia” que
“aceite herbario”. El término aceite esencial deriva del concepto
impuesto en el Siglo XVI por Paracelso, quien decía que la “quinta
esencia” era una sustancia sacada de todos los elementos de la
Naturaleza y que allí se encontraba el espíritu vital de las cosas.
Desde esta visión, los aceites esenciales representan lo más sublime
de las plantas aromáticas. La denominación de “aceite” se debe al
hecho de tratarse de soluciones líquidas inmiscibles en agua.
Podemos espesar y adicionar propiedades al aceite herbario sumando
cera de abejas o manteca de cacao, entre varios. Llamaremos
bálsamo al aceite levemente espesado y pomada cuando adquiere
consistencia dura. Desarrollaremos y elaboraremos estos preparados
en el Módulo 4. Veremos que es una TINTURA y cómo elaborarla en
el siguiente archivo.