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Olivia Myers - The Big Bang Alien Love Affair

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Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
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La

Big Bang Aventura


de Amor Alienígena
por Olivia Myers
© 2015
Copyright
Primera edición original, Agosto 2015
Copyright © 2015 por Olivia Myers
Editorial: Soft Kiss Books
Contacto: :
https://www.facebook.com/SoftKissBooks

Este libro es un trabajo de ficción. Todos los


nombres, lugares, eventos, y situaciones han sido
creadas por el autor cualquier semejanza con
personas actuales, vivas o muertas, lugares, o eventos,
es completamente una coincidencia.
Todos los derechos reservados, ninguna parte de
esta publicación puede ser reproducida, distribuida o
transmitida en cualquier forma o por cualquier medio,
incluyendo fotocopiadoras, grabación, u otros métodos
electrónicos o mecánicos, sin el permiso previo por
escrito del editor.
Tabla de Contenidos
Capitulo 1
Capitulo 2
Capitulo 3
Capitulo 4
Capitulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Gracias
Capitulo 1

Larissa miró fijamente hacia


abajo al gran espacio abierto de
Wytrium, a los meseros subiendo y
bajando por el aire, lanzándose
alocadamente con sus cajas de servicio
hacia y desde los balcones brillantes de
baile, quioscos de apostar y cafés
pegados a las redondas paredes de su
discoteca. Los aeropatines que usaban
les permitía flotar y bailar en el aire en
diferentes niveles del imponente club. A
su alrededor, la gente se mezclaba.
Bailando. Bebiendo. Riéndose.
Besando.
Mientras los observaba, se dijo,
"Estoy tan cansada."
"Lo que estás, Lady Larissa,"
dijo una voz ronca, "es aburrida."
Larissa volteó, sorprendida,
desde su posición postrada en el suelo,
donde su nariz había estado presionando
contra el vidrio transparente. Ella
resistió el impulso de trepar como una
niña traviesa atrapada robando dulces.
Contrólate, Larissa. Nadie puede leer
tu mente. No tienen ni idea de que estás
buscando afuera en el club a un
hombre decente. Aún no te has
admitido a ti misma lo que estás
haciendo.
"Maldita sea. No te vi. ¿Floyd,
eres tu? ¿Qué estás haciendo aquí?"
reclamó. "Los empleados no están
permitidos en el salón de baile del nivel
mas alto. Está en proceso de
remodelación, como puedes ver."
De manera descuidad, se
despegó sus pechos del piso donde
habían sido aplastados, arrancó su
elegante collar lo coloco suavemente
sobre su pecho una vez mas, y se puso
de pie.
El hombre fornido, vestido con
su uniforme plateado, resopló, su rostro
curtido arrugándose mientras su mirada
se fijaba en el escote de Larissa, que se
elevaba por encima de la blusa de su
traje. "Mi aeropatin está roto. Torcí mi
rodilla cuando aterricé. Fui a decir a la
gerencia. Me dijo que te habían visto y
que tu localizador estaba encendido.
¿Por qué estás aquí?"
Fingió no escuchar su última
pregunta. "Bueno, eso fue agradable de
su parte, compartir en donde estoy con
cualquiera que los pide. Supongo que
voy a tener que hablar con seguridad."
"No soy nadie, soy tu empleado
más viejo. Y tu amigo, también,
¿verdad? ¿Quién más está aquí para
poder hablar?"
"Sólo la galaxia entera." Ella
señaló con sus brazos. "Mira a tu
alrededor de vez en cuando, Floyd.
Trabajas en el club nocturno más
popular en Jax-9. Yo puedo hablar con
quien me guste, en cualquier momento."
Si quiero tener que defenderme de
cientos de propuestas sexuales y
bizarras de un montón de extraños, es
decir. Y no lo quiero. En cambio,
quiero ... quiero ... ¿qué quiero?
"¿Los extraterrestres? No son
buena compañía. Estoy harto de verlos
todo el tiempo. Son todos groseros,
babosos-"
"Es suficiente, Floyd.” Trataba
de ignorar la forma en que su mirada
todavía parecía estar fija en su pecho, en
particular en que su escote solo estaba
un milímetro por encima de las aureolas
de sus pezones. Hombre viejo y sucio.
Se sentía un poco mal por él. "¿Cómo
estás? ¿Todo va sin problemas aquí?
¿No hay demasiadas peleas en las salas
de apuestas? ¿Tu salud está bien?"
"Supongo que sí." Él no me
permitió cambiar el tema. "¿No me diga
que no le importa, señorita Larissa.
Venimos de las mismas raíces. Los dos
somos de sangre pura, familias antiguas,
primeros colonizadores. Su pueblo es
hermoso y rico, el mío no, pero eso no
importa. Lo que importa es la sangre.
¿No le afecta nunca? Casi no hay seres
humanos aquí desde que las compuertas
cayeron."
"No, no importa. Me gusta que
mi club sea el único lugar en Jax-9 en
que cualquier ser de la galaxia pueda
venir y sentir que nadie lo va a molestar.
La persecución que estas personas
experimentaron antes de la reforma era
horrible, Floyd. Realmente horrible.”
Él insistió. "Nunca le veo con
nadie. Está aburrida y solitaria. ¿Cuánto
tiempo ha pasado desde que salió con un
hombre guapo y rico? Mírese, con sus
senos firmes.” Saludó a sus pechos, y
Larissa jadeó y se sonrojó por su
audacia. A los treinta y seis años, ni
siquiera sabía que todavía podía
sonrojarse.
Floyd continuó, frunciendo el
ceño. "Yo le invitaría a salir, si no
tuviera la mitad de mi edad. ¿Y con
quien va a ir? ¿Con uno de ellos? Tiene
razón manténgase lejos de este lugar la
mayoría del tiempo. Vaya a su casa.
Aléjese de este club… sé que su familia
extravagante pagó por este lugar porque
lo quería por alguna razón, no sé qué.
Pero no es lugar para una chica amable y
joven. Hay cosas sucias pasando aquí.
Necesita encontrar a un hombre decente.
Vaya a donde está seguro. Utilice un
servicio de citas. Así es como me
encontré con Julloo, que su alma
descanse en paz.”
Ella cruzó los brazos sobre su
pecho, lo miró con severidad,
considerando despedirlo en ese instante
- y se echó a reír. "Eres un viejito
molesto a veces, Floyd. No sé por qué
sigo contigo. Espera, sí, sirves un
asombros helados fritos. Vamos, basta
con mi vida amorosa no existente.
Vamos a buscar un médico para tratarme
la rodilla ".
Mientras caminaban hacia el
perímetro, ella miró tristemente a través
del piso a la multitud salvaje del club.
Por supuesto, algunos de ellos
eran humanos. Algunos de los meseros y
patrones eran tan humanos como ella.
Sin embargo, tenía que admitir que la
mayoría de ellos nunca se habrían
permitido en el espacio aéreo de su
mundo hace apenas una década. Todos
pensaron que eran los monstruos de este
mundo, cientos de diferentes razas
alienígenas, algunos humanoides, pero la
mayoría no, y todos ellos, a su manera,
obviamente diferentes.
Larissa a veces pensaba que era
la única en el mundo que se alegraba de
que los activistas se hayan reunido, las
cercas habían caído, y los extraterrestres
inundaban el planeta en masa. Ella nunca
había compartido con nadie que esa era
la razón por la que decidió abrir la
discoteca. Había pensado que ser dueña
de un club nocturno de calidad galáctica
garantizaría un círculo estimulante
alrededor de ella y evitar el malestar del
aburrimiento.
No pasó así, por supuesto.
Durante los primeros años, había
entrado en algunos enlaces imprudentes
con algunos de los seres humanos más
civilizados que patrocinaban el
establecimiento, sólo para lamentarlo
después. El sexo estaba bastante bien,
pero nada de lo demás.
Como había pasado durante toda
su vida, una barricada impenetrable
permaneció entre ella y los grupos que
frecuentaban los clubs nocturnos . Ella
todavía era Señorita Larissa
Kuttivadapa, de la familia élite
Kuttivadapa. Nadie - humano o
extraterrestre – entendía por qué ella
pasaría su tiempo en un peligroso y
brillante club, como la mayoría de la
sociedad creían que estaría mejor en los
círculos judiciales y políticos que eran
patrimonio de su familia.
En estos días, se quedó lejos de
los dos círculos. Que aburrimiento
condenable. ¿No existía un lugar para
ella?
Dejó a Floyd negando con la
cabeza y salió del club sin alcanzar su
meta de la noche – encontrar un hombre.
Era una noche cálida, por lo que dio una
patada a su aeropatin y voló
directamente a casa.
Ella vivía en la planta alta del
Wick, el edificio más alto del
hemisferio, con una vista increíble y
relajante de las montañas. Su familia
residía a muchos doyeens de distancia,
en el área súper-conservadora y
elegante de la ciudad, y los pocos
amigos que tenía estaban esparcidos
alrededor. Pero no quería hablar con
ellos esta noche.
Ella quería compañía. Compañía
de un hombre.
Es por eso que se había ido al
Wytrium. Que desperdició de su tiempo,
una hora mirando las cámaras de
seguridad, espiando sus patrones,
buscando a alguien entre ellos. Alguien
que…ni sabía que tipo de persona
quería. Alguien con quien podría
conectarse de una manera
trascendente… ¿o algo?
Estaba sentada en su cama,
viendo fijamente la pared, sin darse
cuenta del lujo a su alrededor. Casi
nunca se daba cuenta de esas tipos de
cosas. Su calidad de vida era envidiada
por todos; ella no le prestaba atención.
Significaba seguridad para ella, nada
más.
Estaba pensando en la discoteca
y en su propia idiotez. ¿Qué estaba mal
con ella , que en esta ciudad de millones
de habitantes, incluyendo los
extraterrestres muchos más exóticos de
lo había imaginado que podrían existir,
ella no podía encontrar un solo hombre
que le diera ganas? Los patronos de la
discoteca le hacían sentirse tan tibia
como ...como le hizo sentir Floyd.
Ella sonrió, pensando en el
mesero viejito. No podía dejar de ser un
extremista obstinado; muchas personas
mayores todavía lo eran, a pesar de las
reformas. Las personas realmente
intimidantes, sin embargo, fueron los
Anti-Mezclas. Se habían organizado en
una brigada encubierta que llegaría a
extremos violentos con la intención de
ignorar las leyes y mantener las razas
alienígenas separados de los humanos.
Ella realmente no entendía esa
tipo de gente. Larissa siempre había
disfrutado estar con personas diferentes
que ella.
Incluso los Gyuostiphs, una raza
agresiva, de puros hombres con piel
anaranjada. No es decir que eran feos, si
te gustaban los cuernos de las rodillas,
que a Larissa no mucho.
Y a pesar de ser innegablemente
repelentes, los Yongers enanos de cinco
patas con los simbiontes parasíticos
viviendo en sus abdómenes siempre
dejando buenas propinas, al menos eso
decían los meseros.
Algunos extraños son
demasiados extraños.
Pensándolo más, la idea de
Floyd no era tan mala. Un servicio de
citas era algo pasado de modas, ¿pero
que tenía que perder? Había sido años
desde que ella había checado lo que la
Galería podría ofrecer.
La Galería era una institución.
Todos tenían un perfil allí, incluso si no
lo querían. Ella sabía eso porque intentó
retirar el suyo desde hace años. Aunque
su familia era muy poderosa, la Galería
solo la dejó cancelar notificaciones. Al
menos su registro era todavía muy
básico. Solo tenía su nombre y datos
básicos. Nada personal.
Ella mordió su labio inferior, se
quitó la ropa y su joyería con alivio. No
quería que nada la tocara. Desnuda, se
acostó sobre la cama, juntó sus manos
sobre su estomago y llamó a la Galería
con un comando de voz. Si encontrara la
llamada aburrida, caería dormida.
“A la orden, ¿Cuales tres razas
tiene interés en ver, Señorita
Kuttivadapas?” le preguntó el sistema.
“¿Qué?” Eso era nuevo. Razas.
“Ehm, los humanos. Primera
preferencia, definitivamente. Ehmm…”
sus pensamientos corrían. “¿Por qué no
los BredDG?” Se acordó de que estas
criaturas intimidantes alardeaban de
tener múltiples extremidades Cyborg, y
sus procesadores eran capaces de hacer
quien sabe que. Fue difícil imaginar
salir con alguien así, pero…
“¿Y la tercera?”
O por el bien de las estrellas.
Ella bostezó. “No importa.
Sorpréndeme.”
Después de 10 minutos se
aburrió.
Después de 15, estaba
durmiendo.
Capitulo 2
Ella se despertó sudando, no
estaba segura de donde se encontraba
por un momento. En su sueño, se
encontraba en el Club nocturno, pero era
la única persona que se movía, y todos
los demás permanecían congelados y
con la expresión en blanco.
Extraño y perturbador sueño.
Una profunda, voz ronca parecía
hacer eco en sus oídos. ¿era parte del
sueño? Era un hermoso, sonido
estremecedor…
Realmente extraño el sueño.
Ella parpadeó. La habitación
había atenuado su luz indicándole que
era la media noche. Pero tenía una luz
brillante directamente sobre su cabeza.
Mientras sus ojos lentamente se
enfocaban en la fuente de luz, se
abrieron.
Un hombre estaba mirando hacia
ella. El era como ningún hombre al que
haya visto antes en du vida. Todo lo que
podía ver era su rostro. Era largo,
estrecho y verde; el mismo verde del
cielo en un atardecer lleno de humo. La
textura de su piel verde pálido parecía
un poco áspera, pero era difícil saber
porque ella tenía esa impresión.
Pero su piel extraña no era lo
que acaparaba su mirada. Eran esos
ojos. Mas grandes de lo que deberían
ser, un vivido azul-verde donde tendrían
que ser de color blanco, y sus pupilas
eran rendijas verticales. Definitivamente
no era humano.
Su garganta se apretó, y luego
todo su cuerpo parecía derretirse y
ponerse rígido al mismo tiempo. Un
rubor la recorrió desde la cabeza hasta
los pies. No podía apartar la mirada de
esos ojos. Por un momento ella no tenía
idea de lo que estaba sucediendo.
Entonces escuchó un leve
chasquido y la cara encima de ella
desapareció, para ser emplazada por
otro rostro. Otro bioplay. Este estaba
sonriente y normal. Un joven rubio.
Humano. Cejas planas. El comenzó a
hablar. Su voz era nasal.
Los últimos vestigios de sueño
la abandonaron.
“Volver a la última entrada”,
dijo con voz ronca. El sistema no
registró sus palabras gruesas-
adormecidas adecuadamente. Una serie
de imágenes alternadas pasaban
desplazándose.
“No, no. Hace un minuto. Espera
–no- dos minutos. Dos minutos atrás.
¡No, maldita sea! No esos ¡Salta los
fasties!”
le tomó mucho tiempo encontrar
su entrada de nuevo. Pero en el momento
que la bioplay comenzó, ella perdió
todo el sentido de la impaciencia. Se
quedó inmóvil, mirando fijamente.
Escuchando su voz mas que sus
palabras. Viéndolo hablar, sus estrechos
labios se abrían para revelar sus agudos
dientes. Ella lo miró de nuevo tres
veces. Para entonces, ella había
aprendido todo lo que podía. El hombre
era llamado Vector Ferhan. Eran un
Cogent armando, un protector de la
ciudad, originario de Resstessa.
Gente lagarto, ella los recordaba
vagamente. Se suponía que los
Resstessianos eran gente lagarto. Ellos
provenían de los más lejanos confines
de la galaxia. Muy pocos de ellos vivían
en Jax-9. Ella nunca había visto nada
como un Resstessiano en el club
nocturno. Nunca había visto uno en
cualquier visplay público.
Este hombre no se parecía a un
lagarto. Se veía como… como… se
estremeció. Ella no sabia con exactitud
que aspecto tenía. Ella solo sabia el
efecto que sus extraños ojos turquesa
tenían sobre ella. Era un tanto seductor,
un tanto hechizante. Y había un
problema.
Su descripción en el bioplay era
breve, con un estruendo profundo y un
tono de voz que deliberadamente quedó
registrado en su mente como algo
sombrío.
Él había dicho que quería
conocer a una mujer. Una mujer que
fuera fuerte. Que fuera independiente.
Que tuviera la mente abierta. Alguien
con quien pudiera tener una relación de
compromiso, en las circunstancias
adecuadas.
Aprobado. Aprobado. Aprobado.
En cuanto al compromiso, ella apreciaba
está aviso. Aprobado. Él había añadido,
casi como una idea tardía, “Y que seas
Resstessiana. No negociable. Solo
Resstessianas.”
Aproba –oh. Desaprobado.
¿Cuál era su problema?
Capitulo 3
Larissa cruzó los brazos sobre el
pecho de su traje dorado. Se quedó sola
debajo de una lámpara, la luz reflejaba
en su pelo negro, que ella había atado en
dos trenzas de seis mechones de cabello,
cada una envuelto alrededor de cada
brazo, serpenteando por su espalda, y
atado con un nudo formal entre sus
omóplatos. Había pasado mucho tiempo
desde que había visitado un salón para
el beneficio de un hombre. Pero era
importante para ella verse bien esta
noche.
Miró a su alrededor nerviosa. La
noche estaba iluminada por los trajes
formales y metálicos de los huéspedes
enjoyados entrando y saliendo en
aeropatines del edificio. Su estómago
rugió de hambre. Era más tarde que su
hora habitual de la cena y ella era una
cliente frecuente del Aluminio, por lo
que sabía exactamente cuales delicias
gourmet podría elegir. ¿Donde estaba
él?
Se sentía orgullosa de sí misma.
En realidad, ella lo había hecho.
Contactó al hombre. El Resstessiano. El
hombre lagarto. Vector. Hizo contacto
con él desde afuera del azul, lo cual no
fue fácil. Tampoco fue fácil convencerlo
de reunirse con ella. Sospechaba que
había una buena probabilidad de que él
ni siquiera se presentaría.
Pero lo había hecho. Ayer por la
noche, en un impulso, ella había enviado
un Visplay, un video torpe de su cabeza
porque estaba desnuda, tartamudeando,
"Hola. Encantada de conocerte. Me
preguntaba si te gustaría acompañarme
a cenar. Aquí está, um, mi perfil.”
Él respondió a su Visplay con un
Vocplay. A pesar de que ella no podía
verlo como él la veía, oyó esa misma
voz vibrante que le hizo sentir cosas.
Él dijo una palabra. "No."
Antes de que pudiera repensarlo,
ella había enviado una respuesta sin
revisarla. "Mira, sé que sólo estás
interesado en Resstessianas.
Obviamente, yo no soy una. Pero quiero
preguntarte, ¿estás encontrando a muchas
mujeres Resstessianas aquí en Jax-9?
Honestamente, nunca he conocido a una,
hombre o mujer, nunca y en ningún lugar.
Ustedes deben ser un grupo de reclusos.
¿Por qué no lo intentas conmigo?
Conozco un pequeño lugar llamado El
Mudpile. Tiene unos sándwich
excelentes.”
Ella esperaba y esperaba.
Finalmente, recibió una respuesta. “Tu
bio te describe como Larissa
Kuttivadapas de la familia gobernadora
Kuttivadapas. Eres dueña del Wytrium.
Nos reuniremos mañana en el Aluminio
a las 10pm. Haré la reservación.”
Ella respondió, “Ok” con un
Voc, con voz sorprendida. Y ese
sentimiento de sorpresa no se iba.
Apenas durmió en toda la noche. Fue
una noche de vueltas en la casa,
moviendo sus manos por todo su cuerpo
desnudo con una presión febril,
imaginando estos ojos entrecerrados
mirándola. Casi no se dio cuenta cuando
sus manos se escondieron entre sus
piernas, y no encontró el alivio cuando
sus caderas se sacudieron y las
convulsiones se movieron a través de su
cuerpo. Siempre esos ojos…
“Larissa.”
Larissa saltó y regresó al
presente. La voz vino desde atrás. Ella
reconocía esa voz. Volteó. Jadeó. Fue
grosero hacerlo, pero no lo pudo evitar.
Fue él. Estaba parado unos
escalones abajo, pero todavía era más
alto que ella. Muy magro. Largo.
Demasiado largo. Ella sabia que era él.
Lo sabía. Y sus ojos – sus ojos –
Eran humanos.
Ojos normales de color café.
Piel normal. Todo humano. Nada como
un lagarto.
Frunciendo el ceño, miró hacia
atrás, buscando el verdadero Vector.
Cuando nadie más apareció, le miró a
Vector otra vez y doy cuenta de algo y
casi gritando dijo: "Estás usando una
piel flajec para camuflarte a ti mismo!"
Sus ojos se estrecharon y la
observó. No fijó su mirada en una parte
especifica, sino poco a poco revisaba
todo. El traje obviamente caro. El
cabello. La joyería. Las caderas. Los
senos. La boca. Ella sentía cada nuevo
punto de su mirada como si estuviera
extendiendo la mano acariciándola.
Sus ojos no se veían azules o
entrecerrados ahora mismo, no con el
flajec en operación. Pero la intensidad
de se mirada definitivamente era
alienígena. No estaba segura de si
quería follarla ... o comérsela. O ambos.
Su estómago saltó con miedo.
“Sabes de los flajec?” le
preguntó. Perdiendo un poco de la
intensidad en sus ojos.
Tuvo la sensación que él la
había soltado. Ella inhaló. Asintió con
la cabeza en la exhalación. "Sé que
empezaron a importarlos aquí hace unos
pocos años."
Casi no podía manejar el
Wytrium sin saber que muchos
extraterrestres utilizaban el dispositivo
flajec para el camuflaje. Al usar el
flajec, el usuario podría asumir la
apariencia de casi cualquier especie
conocida en el sistema. Después de que
los Anti-Mezclas se habían organizado
en Jax-9, el uso de flajecs se
incrementó. Con la amenaza de acciones
violentas esperándoles en las partes más
oscuras de la ciudad, tener la capacidad
de disfrazarse como un humano se
estaba convirtiendo en una necesidad de
sobrevivencia. Pero ¿por qué usaba el
flajec aquí?
“Entremos.”
Él tomó su mano entre las suyas.
Ella bajó la mirada hacia sus manos, y
luego sintió una sacudida y rápidamente
dio una patada en su aeropatin, y fueron
volando. Él la llevó a una de las suites
superiores, donde el viento casi
destruyó el elaborado peinado en su
cabello. La habitación no estaba muy
llena cuando aterrizaron, y los
silenciadores estaban en efecto para
enmascarar el ruido del ambiente y
hacerles sentir como si estuvieran
realmente solos. Fueron conducidos a la
mesa inmediatamente.
En lugar de sentarse, él se
detuvo detrás de ella. Hizo una presión
suave en la parte posterior de su cabello
y ella se quedó inmóvil.
"Desordenado," dijo
brevemente. Sintió un tirón. Entonces, su
cabello salió de su nudo caro y se cayó
en dos trenzas. Él les dio un golpecito,
las giró un par de veces, y luego las
soltó y se fue a su lado de la mesa y se
sentó.
Empezó a Voc su orden. Lo
escuchó pagar, también.
Ella lo miró como si fuera un...
Bueno, él es un extraterrestre.
"Um.” Larissa se aclaró la
garganta, y luego hizo un Voc y pagó su
propio orden. Nunca dejando de verlo,
ella usó su mano para abanicarse. No
recordaba el Aluminio tan caliente.
Tenían que arreglar su sistema de
temperatura ambiental.
Ella finalmente encontró su voz.
"Así que ... eres un Cogent. ¿Verdad?"
Como si pudiera olvidar que gana la
vida arriesgando la suya por la
seguridad de los regulares.
"Sí."
"Tu nombre es Vector."
"Y el tuyo es Larissa."
La forma en que su voz susurró
su nombre con esa sibilancia extraña la
dejó hipnotizada un momento. Ella luchó
para ordenar sus pensamientos. "Y... y...
te mudaste a Jax-9...cuando?"
"Hace unos años. ¿Cuántas
preguntas más me vas a hacer, a las que
ya sabes las respuestas?"
Su sarcasmo la enfureció por un
momento. Luego se echó a reír. "Lo
siento. Nunca he usado la Galería antes
para conocer a nadie. Y nunca
he...quiero decir, he conocido a cientos
de extraterrestres... miles ...quiero
decir...algunos de mis mejores amigos
son...” Oh, todo estaba saliendo mal. No
era una chica torpe que hablaba sin
razón en una situación incómoda. Desde
el nacimiento, se había codeado con la
gente más elitistas y poderosa del
mundo. ¿Qué le pasaba?
Pero ella ya sabía. Lo que te
pasa es que sientes como que este
hombre, de alguna manera, deslizó su
mano por tu muslo y apretó su mano
contra tu sexo. Ella se sintió apretada,
húmeda, caliente y adolorida.
Ella miró los manos de Vector
descansando casualmente sobre la mesa.
Le miró a los ojos. La iluminación del
restaurante era tenue, pero no tanto que
no se encontrara enganchada de nuevo
por su intensidad.
"Vamos a comer primero.” dijo.
"Te veo con hambre."
Eso es cierto. “Muriendo de
hambre.”
“Yo también. Ha sido un día
largo. Una semana larga, de hecho.”
“¿Quieres decir en tu trabajo?”
“No. Estoy de permiso. Tengo
una semana más en casa y me voy a otra
misión.”
“ ¿Misión? ¿Así que trabajas
fuera del planeta?”
Movió su mano de una manera
desdeñosa. “En todas partes de la
galaxia. Seis meses a la vez. Dos
semanas de permiso. Tengo demasiadas
cosas que hacer mientras estoy aquí.”
“Suena exhausto. ¿Supongo que
no te puedo preguntar lo que haces
durante esos seis mesas fuera?”
Le miró fijamente y casi sonrió
pero no dio una respuesta.
Voy a adivinar que eso es un no.
Su sonrisa fue extraña, como si
él no estuviera acostumbrado de mover
su cara así. Su cara era humana, sus
rasgos arreglados en una perfección
hermosa. Se veía muy natural. Esta
ilusión fue excelente. Cuando la tocó
ella no sintió nada extraño en la textura
de su piel.
Pero todo estuvo mal. Ni por un
segundo podía olvidar quien – o que –
de verdad era él.
¡Que molesto! No quería pensar
en el hecho de que él era un
extraterrestre. No era importante, pero sí
lo era al mismo tiempo. Ella sabia que
podría olvidarse de todo si solo se
apareciera como si mismo. Como debe
parecer.
Como siempre, la comida fue
deliciosa. Larissa dio cuenta por la
manera en que Vector atacó a su comida
que no comía aquí mucho. ¿Y por qué lo
haría? Su sueldo no se lo permitía.
Muchas personas nunca entraron el
Aluminio en todas sus vidas.
No hablaron mucho durante la
cena. Después, él no quería quedarse, y
ella tampoco. Su fueron para afuera y
terminaron cerca de donde se habían
conocido en frente del restaurante.
Quedaron de frente entre sí. El
aire de la noche era cálido y el descenso
había enviado sus trenzas volando por
todas partes. Ella las arregló y respiró
profundo. Esta vez, se puso al nivel de
ella; él era demasiado alto para un ser
humano real. El flajec no había alterado
su estatura.
Vector habló primero. “Te voy a
besar. Pensé que quisieras saberlo.”
Ella se echó hacia atrás en un
retroceso instintivo. Los ojos de él
se estrecharon. "¿Algo está mal?"
Ella habló sin pensar. "Estás en
flajec. Te ves como un ser humano.
Te..."
"Continua." Su voz era plana,
casi letal.
"No quiero que me toques
pareciéndote así. Lo siento. No sé cómo
..."
No pudo terminar lo que
realmente quería decir. ...Cómo decir
que mis pezones son tan apretados que
me duelen, y no quiero tus dedos
humanos suaves tocándolos, quiero tu
mano, tu mano real, y tu boca como
sea. ¿Cómo es? ¿Quién eres, realmente,
Vector Ferhan?
Esta vez el se echó hacia atrás.
“Bueno. No beso. Entiendo.”
Y sin una palabra más, se fue.
Capitulo 4
Cuando estaba en casa de nuevo,
ella comenzó a caminar a quitarse la
ropa – el maldito calor - mientras que
su mente racional empezó a trabajar de
nuevo. Su salida abrupta la había
sorprendido, pero cuando ella
mentalmente repitió su intercambio de
palabras, ella entendió exactamente lo
que Vector debe haber pensado.
Con prisa, ella le envió un
Vocplay.
"Mira, yo no pensaba en lo que
estaba diciendo. Yo no quiero decir que
no quería que me besaras. Lo hice. Lo
hago."
Nada de respuesta. Intentó de
nuevo.
“Vector, tienes que entender. Tu
traje flajec me confundió. No podía
evitar pensar en ello toda la noche. ¿Por
qué lo usaste? Nadie te va a echar del
Aluminio por ser extraterrestre. Pues, no
si estás conmigo. Maldita sea. Eso no es
lo que quieres escuchar. Sé que
entiendes. Es tu disfraz que me molestó.
No tu.”
Nada. Esperaba un poco más.
Aun nada.
“Vector, deja de ser un
Resstessiano necio. Si no –“
“Larissa.”
Ella volteo rápidamente. No le
mandó un Visplay donde ella pudiera
verlo. Solo un Voc audio, pero al menos
fue en tiempo real. Lo importante fue
que el respondió.
“Vivo,” ella le ordenó al
sistema, cambiando modos al igual de lo
de Vector.
“No usaba el flajec para ir al
restaurante,” dijo. “Lo usaba por ti.”
Se cayó su mandíbula. "¿Yo?
¿Pero por qué? Te he visto. Vi tu
bioplay. Es Vis, ya sabes. Ya sé que
eres ... eres verde. Y todo eso."
"No. No sabes. Tú mismo lo
dijiste. Nunca has conocido a un
Resstessiano."
“Oh.” Ella no sabía que decir,
salvo lo que escondía en su corazón. Él
está aquí solo una semana más y luego
se va. Ella actuó instintivamente. Ambas
manos llegaron a sus pechos para
apretar su desnudez completa. Ella
deseaba desesperadamente que fuera
Vector haciéndolo. Sus pezones se
sentían duros y grandes contra sus
palmas y presionaba con tanta fuerza que
casi le dolía. "Bueno, no me importa,”
dijo.
Hubo un retraso de silencioso,
pero de alguna manera ella sabía que él
no se había ido.
Su Voc llegó como un trueno
lejos. "¿Quieres reunirnos otra vez?"
Su pulso enloqueció. Sí. Justo en
este instante. Quiero que vengas aquí
ahora y ...y ...yo ni siquiera puedo
decir lo que quiero hacer porque no
tengo ni idea de lo que eres, cómo.
Pero te quiero dentro de mí. Lo que
tengas. Su sexo palpitaba en espasmos
que la hacían frenética. Soltó sus
pechos, agarró su cintura y se retorció.
"Sí." Ella respiró profundo, miró
hacia arriba para tratar de abrir sus vías
respiratorias. "Yo no sé mi agenda para
mañana. Tengo un par de cosas que
tengo que hacer por la mañana, pero la
tarde es libre. ¿Debo mandarte un Voc
de nuevo?"
“¿De nuevo? Eso sería difícil.”
Su corazón cayó. “¿Por qué?”
“Pues…” pausó, “no usaste Voc
esta vez.”
“¿No?” Ella no entendía.
Estaban usando Voc en este instante.
¿Qué quería decir con que ella no mandó
un Voc?”
“No, Larissa. Mandaste un Vis.”

Capitulo 5
La mañana siguiente, Larissa
todavía no podía olvidar del vergonzoso
evento de anoche. A cada minuto,
pensaba de nuevo en lo que él debió de
haber pensado cuando recibió los
Visplay – los que ella pesaba eran nada
más unos simples Voc. Capturaron todo.
Imágenes de ella caminando en su
departamento, completamente desnuda.
Y esta vez no estaba colocado para
capturar solo su cara.
Parecía que ella se había sentido
más agotada que realizada.
Frenética, comprobó sus
preferencias y confirmó sus peores
temores; que estaban configuradas a
capturar todo el cuerpo. Ella miró sus
Vis y dio un suspiro de alivio. Por
alguna razón, tal vez su ritmo o posición,
la mayor parte de la toma era de su
torso. Una toma aquí o allá de su
trasero. Pero al menos no había visto
todo.
Pero aún. No era bueno. Y la
forma en que ella se acariciaba a sí
misma. No era tan extrañó que él
hubiera estado tan callado. ¿Qué
pensaba mientras sus manos ...? No.
Tenía que parar esto.
De alguna manera, se enfocó en
su trabajo. Finalmente, antes de lo que
era inteligente, ella decidió terminar su
día laboral. Y le mandó un Voc.
Checó dos veces.
La diversión de la noche anterior
ya se había ido, sin embargo. Él actuó
como si hubiera olvidado todo el asunto;
su voz sonaba baja y cansada. Casi
distraídamente, aceptó su sugerencia de
un lugar para comer, e hicieron la cita.
Luego se puso a trabajar.
Su idea era una locura. Pero
también era una locura manejar un club;
igual que pedirle a un Resstessiano
gruñón a una cita. Si hubiera querido
algo seguro, habría elegido el hombre
rubio con la voz nasal.
Ella fue al club para conseguir lo
que necesitaba, no le encantaba la idea
de cazar a un flajec por toda la ciudad.
Tardó sólo unos minutos para comprar
uno de un cliente allí, aunque la mujer
extraterrestre le dio una mirada extraña.
Ella se cambió en la pequeña
suite que guardaba para sí misma en
caso de que trabajara hasta muy tarde.
Le llevó más tiempo del esperado para
encontrar las instrucciones y aplicar la
piel. Pero cuando lo hizo, ella descubrió
que el flajec no era incómodo, ni
demasiado apretado, ni demasiado
caliente. En realidad, se sentía un poco
flojo. Y respirar a través de el traje
estaba bien. Podía ver por qué estas
importaciones eran tan populares.
Se acercó al espejo, se enfrentó
a ella, y parpadeó.
La mujer que la miraba en el
espejo era una extraña. En lugar de una
ser una humana con ojos marrones, piel
ligeramente oscura y pelo largo y negro,
vio a una mujer con cabello
profundamente verde, pegado a la
cabeza y la piel del color de una hoja
perla.
Así que esto es como se ve una
mujer Resstessiana.
Larissa tocó su cara con la mano,
pero sólo sintió la piel caliente de una
humana. El espejo mostraba algo
diferente -le mostró unas pequeñas,
brillantes escamas verdes por todas
partes, donde debería estar su piel.
"Más bien como un pez más que
un lagarto, de verdad," dijo a su reflejo.
Como esperaba, su voz era la voz
normal.
Su cara no era muy diferente de
la suya, un poco más angular tal vez, con
excepción de los ojos. Eran del mismo
color que había visto en el Bioplay de
Vector, más redondos, un lago profundo
de azul-verde, con ranuras verticales
negras por pupilas. Su nariz era
ligeramente enganchada. Su boca era un
poco más gruesa –
Volteó rápidamente. No quería
ver más. El traje servía y eso era todo lo
que necesitaba saber. Si veía demasiado
ahora, antes de ver a Vector en su forma
natural, temía que no podría hacerlo. No
podría perdonarse por ser cobarde. Se
vistió con prisa y se fue.
Todo ese asunto del flajec tomó
más tiempo del que ella había
anticipado. Iba a llegar tarde a su cita
con Vector. Cuando finalmente llegó al
Mudpile, nadie la esperaba al frente.
Ella mordió su labio inferior y entró el
restaurante.
Era un lugar muy diferente del
Aluminio. Oscuro, paredes sucias, largo,
y angosto sin un maître d’. Ella prefería
este lugar. Conocía a todos los meseros
y cocineros. Siempre la saludaron con
un grito y con la mano.
Esta vez, solo la miraron.
Mientras caminaba por los pasillos,
buscándo a Vector las personas la
miraban con caras confusas. Tal vez no
pasó suficiente tiempo en frente del
espejo. El traje que ella decidió usar era
amarillo y naranja; tal vez no hubiera
elegido algo tan contrastante con su piel
Resstessiana.
Larissa finalmente vio a Vector
en una mesa, frente a la pared al fondo
del restaurante. Pero él la vio primero.
Ya estaba de pie y mirándola fijamente.
Su cara – humano de nuevo, que
decepción – llevaba una expresión de
incredulidad.
Ella vaciló, ajustó su postura y
continuó caminando. Pero solo pudo dar
tres pasos más antes de que el estuviera
frente a ella. Tomó su brazo con mucha
fuerza.
“¿Qué demonios piensas que
haces?” casi gritó.
“Vector, me estás lastimando.”
Nerviosamente, ella miró a su
alrededor.
Soltó un poco si brazo, pero no
sin decir, “pinches humanos son
demasiados delicados.” Anuncio de una
manera lenta y controlada, “Ya nos
vamos.”
“¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué hay de
malo aquí?”
“No hay nada de malo aquí. Tu
eres lo que está mal. Estás usando una
piel flajec. De una Resstessiana.”
“Pues si tu puedes usar uno, yo
también lo puedo hacer,” ella dijo, y
agregó, “lo que es justo para un hombre
es justo para una mujer.”
“¿Ustedes van a sentarse?” les
pregunto un mesero. “Están bloqueando
el pasillo.”
Vector frunció el ceno. “No. Ya
nos vamos –“
“Sí, gracias. Vamos a
sentarnos,” dijo Larissa
precipitadamente. Pasó Vector y se
sentó en la mesa donde lo había visto.
Eligio una silla viendo a la pared.
Miraba la puerta de la cocina y
escuchaba los sonidos de los clientes y
los meseros, temerosa de que Vector se
fuera a salir. Un momento después, él
apareció a la mesa y tomó su asiento.
Su alivio duró poco. Vector se
inclinó hacia ella con los brazos sobre
la mesa; la miró fijamente. No
importaba que sus ojos parecieran
humanos; tenían una intensidad
alienígena en cómo se fijaron en ella y
no podía moverse. Ni siquiera podía
parpadear.
“Estás jugando con algo que no
entiendes.”
Cada suave palabra era una
explosión sensual en su estomago. De
alguna forma, encontró la manera de
respirar hondo. Abrió su boca. “Vec-
Vector. Deja de ver-me –“
Al instante, evitó su mirada. Eso
la ayudo lo suficiente para poder
recuperar el aliento. Puso una mano
sobre su estómago, donde algo
inquietante revoloteó, dulce y
peligrosamente.
Vector habló a la pared y dijo
claramente. “Larissa. Déjame ayudarte
entender. Si no te marchas al baño ahora
mismo y te quitas ese flajec, mi semilla-
spray va a salir a través de mi maldita
ropa – estos pantalones, el flajec –
todo.”
“ ¿Qué significas tu semilla-
spray?… ¡ooh! Tu semilla-spray.” Si
ella entendía bien, y creía que sí, estuvo
hablando de su eyaculación. ¿Saldría a
través de su ropa? Que fascinante….
Su pecho se movía de arriba a
abajo, cubrió su cara con sus manos.
"Ve. Ahora."
Él parecía estar jadeando, pero
no hubo color o sudor en su piel - por
supuesto que no, era piel falsa. Ella se
inclinó sobre la mesa estrecha y le tocó
la mejilla. Incluso a través del flajec,
podía sentir su calor. Era excesivo.
¿Cómo sería sin la barrera? ¿Podría
quemarla?
Tocarlo fue un error. Se dio
cuenta de eso incluso antes de que él
fijara su mirada en ella y ella estaba
paralizada de nuevo, paralizada en todas
partes con excepción a partes femeninas
que respondieron a esa mirada.
"Te quiero en ese baño. Te
quiero fuera de esa ropa, sentada sobre
el lavabo. Y si no lo haces en los
próximos veinte segundos, Larissa,
entonces voy a arrastrarte debajo de la
mesa y cogerte antes de que treinta
hayan pasado. ¿Ahora lo entiendes?”
Ella no lo dudó. Prácticamente
voló de la mesa al cuarto de baño junto
a la cocina. Ahora, ella también estaba
jadeando. Su traje cayó al suelo. Eso
dejó sólo su piel Resstessiana. Tuvo que
pensar. ¿Vector iba a quererla en la
piel? ¿O no? Seguramente tenía que
quitársela para poder -
La puerta se abrió y se cerró.
Ella dio una vuelta. Vector parecía
enorme el cuarto pequeño y húmedo. La
miró de arriba hasta abajo. Sus fosas
nasales abrieron, una señal que Larissa
no sabía cómo entender. ¿Estaba
enojado o -
"¡Quítatelo!"
"Claro, claro," dijo con cautela.
"Pero me tomó cuarenta y cinco minutos
para ponerme esta cosa. No sé si-"
No le tomó cuarenta y cinco. Le
tomó uno y medio, con las manos
temblando.
"¿Y que de tu propio flajec?" le
preguntó mientras se paraba delante de
él, tan desnuda como el día en que
nació. "¿Te lo vas a quitar? Porque
realmente creo que deberías."
Sin palabras, sin quitarse la
ropa, él la agarró del culo, extendiendo
sus nalgas regordetas aparte para poder
arrastrarla hasta su cuerpo y obligarla a
que sus piernas desnudas se envolvieran
alrededor de sus caderas y sus brazos
alrededor a sus hombros.
Ella estaba a punto de protestar
que se sentía raro hasta darse cuenta que
de estar de pie descalza en un baño
público no sería mucho mejor. Notó
entonces que todo el cuerpo de Vector
temblaba, enviando vibraciones a través
de su propio cuerpo hasta que lo sintió
en su columna.
"Así que, Vector, supongo que
no me lo vas a creer, pero esto no es
normal para mí,” murmuró contra su
pecho.
El ruido profundo y gutural que
provino de él no fue una palabra
reconocible, más bien un penetrante
gemido.
"Uh, tal vez yo debería ..."
Un dedo empujo contra su sexo.
"Dime si te estoy lastimando,"
ordenó, y metió otro dedo. "No puedo
simplemente detenerme, pero lo haré
más pronto si me dices..."
"No me duele,” dijo. El calor
explotó en sus mejillas. No, la verdad
era, lo que estaba haciendo con sus
dedos se sentía demasiado bien.
"¿Dónde está tu...ah, ahí está."
Su pulgar encontró a su clítoris, y
Larissa casi se cayó hacia atrás por el
placer. Él la agarró con un movimiento
relámpago.
“¡Quédate! No me sueltes.
Enfócate. Acuérdate, tu idiota, que no
soy humano. Cada vez que he tomado
una humana, ha salido mal. Sus cuerpos
son tan diferentes. Así que pon atención.
Quiero que me informes.”
“¿Qu-que? ¿Qué significas que
quieres que te informe?” Él tenia que
estar loco.
No había manera de que pudiera
decirle lo que su toque estaba
haciéndole. Lo único que podía hacer
era aferrarme a su cuello y sus hombros
y esperar que no se detuviera mientras
me retorcía contra sus dedos diabólicos.
Si eso fue lo que hizo cuando él no
entendía bien la anatomía humana, sólo
podía imaginar lo que le había hecho a
una mujer de su propia raza...
Más de esos ruidos oscuros y
animalistas salió de su garganta, y de
repente ella se dio cuenta de una cosa
dura apuñaleando su abdomen. Su pene,
supuso. Si sus instintos estaban bien, esa
cosa era mucho, mucho más grande de lo
que jamás había esperado de un pene de
un hombre humano, y su sexo se apretó
instintivamente alrededor de sus dedos
con miedo. Eso sí podría hacerle daño.
Pero ella no tenía tiempo para
pensar en eso. Vector tenía su brazo
alrededor de su torso, y no podía sacar
el aire para decirle. Instintivamente le
soltó con sus brazos. Cuando él la
agarró, ella respiró y tomó su
oportunidad.
"Me estás apretando demasiado
duro,” se quedó sin aliento. "No puedo
respirar, cuando me abrazas tan fuerte.
Ahí es donde está mi aire."
Él se quedó quieto. "Ah sí,” dijo
con la voz ronca. Él le dio la vuelta y
Larissa se encontró junto al lavabo del
baño.
Los próximos minutos fueron una
locura. El agua se filtraba a través de su
ropa y ella se caía de nuevo en el
lavabo, chocando los codos. Pero ella
apenas se dio cuenta; solo podía
enfocarse en esos largos dedos mojados
con sus propios jugos y bombeándola
hasta que se perdió en su cabeza.
Pensaba en el cuerpo duro empujando
como una piedra contra el suyo, caliente
incluso a través de su ropa, pero más
que nada era su voz, los sonidos
angustiados de una bestia de otro mundo.
Ella terminó con un pequeño
grito en el mismo momento que alguien
tocó la puerta.
“¿Está bien allí adentro? ¿Hola?
¿Alguien está allí?” Tocó de nuevo.
Intentaba abrir la puerta.
El susto fue horrible, pero no fue
un susto que dejara el cuerpo de Larissa
temblando. “¡Vector! ¿Cerraste – el –
candado?” Desafortunadamente, entre
una cosa y otra, realmente no escuchó
nada de lo que él dijo hasta que su
orgasmo se detuvo.
“¿Por qué no detuviste tu
orgasmo, mujer?” Su voz, su cuerpo,
todo ha cambiado. Sonó completamente
en control. “Tenemos que salir de aquí.
Esto no puede seguir aquí. ¿Lo quieres
ver en los Visplay de toda la ciudad en
la mañana? ¿No? Bueno. Te enfermaste.
Tienes un virus en tu estomago. Te estoy
ayudando. ¿Entiendes?”
Ella lo miró salvajemente,
ninguna de sus palabras tenía sentido. Se
concentró en la parte más importante.
“¿detuviste mi orgasmo?"
En cuanto a él, maldita sea, su
lujuria parecía haberse ido de verdad,
como si él simplemente la hubiera
quitado, como un flajec. ¿Cómo?
"No puedo detenerlo cuando
sucede,” argumentó. "No me lo digas
que los Resstessianos tienen algún tipo
de control orgásmico. Eso es una locura.
Tu no podrías detener el tuyo. Lo dijiste
ti mismo"
"Pero todas las mujeres
Resstessianas pueden - no importa.
Vístete, y déjame hablar. Vienes
conmigo a casa."

Capitulo 6
Me sentía como si estuviera en
medio de un sueño. Pero era demasiado
real.
Parecía que salir con Vector
involucraba una gran vergüenza tras
otra. Lo que era extraño es que, de
alguna manera, eso no importaba ahora.
Ella estaba en su unidad. No era
tanto un hoyo en la pared como había
esperado, pero sin duda no era de lujo.
Una unidad típica de una habitación en
una torre típica de vivienda. Muebles
simples. Una sorprendente falta de cosas
personales.
Ella estuvo en su cama porque,
pues, él la puso allí. Después del
incidente, él la llevo en sus brazos hasta
su casa, utilizando su aeropatin.
Después, le quitó la ropa y la recostó en
la cama.
No le ofreció una bebida. Nada
de conversación. Solo permanecía
parado allí, respirando fuerte y
estudiándola – desde su cabeza hasta los
dedos del pie – con una mirada profunda
que no le dio tiempo para reconsiderarlo
– que nunca haría. Y por esa mirada…
ella no creía ni por un segundo que él no
supiera lo que hacía. Él estuvo
controlándola deliberadamente. Ella
tragó y le preguntó, “¿Puedes ver para
otro lado o algo? No puedo hacer nada
cuando haces eso con tus ojos.”
Parpadeó. “Ah, sí. Siempre lo
olvido.”
Ella vio el lugar donde se
suponía estaba su pene. Todavía usaba
ropa humana, escondido detrás de piel
flajec. Pero allí estaba,
inconfundiblemente grande e…
imposible. Muy, muy grande. No había
manera en que esto fuera a funcionar.
¿Qué eran estos Resstessianos?
Ella empezó entender porque él estaba
tan renuente a reunirse con una mujer
humana. Antes de que las cosas pudieran
avanzar, quería saber más. Dijo el
pensamiento más adelantado en su
mente. “Vector… ¿Las mujeres
Resstessianas realmente pueden
controlar sus orgasmos?”
Él respondió secamente. “Tiene
control completo sobre sus órganos
reproductivos para poder hacer sus
huevos.”
“Hacer sus… ¿tener bebés? Oh.”
Vector sacudió la cabeza. “Entonces…”
ella dejo de hablar. Si seguía con eso,
iba a ahuyentarle la idea de tener sexo
con un extraterrestre.
Pero algunas cosas las tenía que
saber. Tomó sus riesgos en la vida, pero
jugar con la vida misma no era uno de
ellos.
“¿Tienes sangre frío o caliente?”
ella clamó.
Vaciló un momento. “Caliente,
más o menos.”
“ ¿Herbívoro o carnívoro?”
“Me viste comiendo carne.”
“¿Tienes garras?”
“No necesitas saber eso.”
Sus ojos se abrieron. “Sí,
necesito saber.”
No dijo nada.
“Entonces… ¿Cuántos huevos
tienen una hembra Resstessiana?
Frunció el ceno. “Son mujeres,
no ‘hembras.’ Y doce a la vez, y sí,
todos nacen. ¿Tienes que saber esto
ahora?”
“Pero ¿cómo? ¿Dónde…?”
“No vas a quedarte embarazada,
si eso es lo que estás preguntando,” dijo
ya impaciente.
“No sé que estoy preguntando.
Es solo que no te he visto en tu piel real.
O tus escamas. Es decir – no sé nada de
los Resstessianos – casi no hay
información disponible sobre ellos – tu
– en ningún lado.”
“¿Quieres saber que soy?
¿Realmente quieres saber?” Él
abruptamente se inclinó sobre ella, su
aliento cálido en su cara, sus ojos
feroces. "¿Quieres saber cómo era la
vida en Resstessa? ¿Cómo se está
muriendo el sol y nuestras pieles tenían
que evolucionar con casi nada de luz
ultravioleta, cómo sin fotosíntesis
nuestras entrañas no podían digerir
plantas? ¿Cómo hacemos nuestro aire a
través del sudor y la sangre de
máquinas, operadas por esclavos, que al
final hacen solo empeoran el problema?
¿Quieres saber cómo un hombre tiene
veinte esposas y cómo casi ninguno de
sus crías sobreviven, porque no somos
los grandes depredadores en el planeta?
¿Eso te hace feliz ?"
"Suena horrible. Puedo ver por
qué viniste a vivir de Jax - 9 ".
"Hay unos pocos de nosotros
aquí. Y otros planetas. Tan pronto como
sea posible, nos alejamos de allí. Pero
en la mayoría de los lugares no nos
reciben. "
"¿Cómo es que nunca te he visto
en mi discoteca?”
Cerró su rostro. " Estoy harto de
responder tus preguntas. Ahora es mi
turno de preguntar. Como ¿cómo es
posible que no sabías que estabas
enviándome los Vis desnuda? Y ¿por
qué es que puedo oler tu mojada,
hambrienta vagina a millas de distancia?
¿Por qué usaste esa maldita piel
Resstessiana esta noche? ¿Es algo
contigo? ¿Te pone caliente, cogernos?
¿Tus pezones siempre apuntan así con
los extraterrestres? Pobrecita, los seres
humanos son tan aburridos, ¿no?
Responde a mi pregunta, Larissa. ¿Te
calienta coger con otras especies?"
Ahora le estaba pellizcando los
pezones, suavemente retorciéndolos, y
su boca se adjuntó, chupandolos. Él
puso su mejilla contra la suya, su aliento
tan caliente que la quemó.
"Puedo olerte. Prácticamente
podía olerte la primera ve que me
mandaste Vis. ¿Tienes alguna idea de
cómo eso me afecta? Él acarició su
garganta, y Larissa se estremeció,
abrumada por él, sus palabras terribles,
sus emociones enredadas por dentro.
"Parece que me odias," dijo .
"Nada de eso es cierto. Sólo te quiero a
ti, bruto estúpido. Nunca he pensado en
un extraterrestre de esta manera antes. Y
no son tus escamas y cosas así. Es tu
maldita voz."
Él se puso rígido, como si las
palabras de Larissa le hubiesen
afectado. De repente, se arrojó sobre
ella. Gimiendo, él se movía por todas
partes, empujando a través de su ropa, y
su peso era completamente lo que ella
necesitaba. Ella lo envolvió con sus
piernas y brazos alrededor de su cuerpo
y giró con él; su mundo se centró en ese
bulto que empujó contra ella, pero no
donde lo necesitaba .
"Por favor, Vector...
hazlo...necesito... ayúdame... "
Pero él no podía, porque justo en
ese momento dio un grito ahogado y algo
caliente le pegó en el estomago. Ella se
sacudió con sorpresa. La fuerza de su
spray era primordial. Ella olía lo que
una parte distante de su cerebro le dijo
era su semen, exótico, fragante y animal.
"Maldición. Maldición.
Maldición." Se quedó allí por un
minuto, respirando fuertemente, y
rápidamente se quitó de encima de ella.
Wow. No estaba bromeando.
Había terminado a través de su ropa. A
través del flajec. Larissa notó una área
mojada donde estaba su pene, pero
sorprendentemente no fue mucho.
¿Cómo?
Pero eso no era importante. Ella
se sentó. “¿A dónde vas? ¿Vector?”
Regreso de pronto con una
toalla. La limpio casi con demasiada
fuerza, limpiándolo todo. Ella intento
sonreír. “Pues, gracias, me limpiaste
bien, pero realmente no lo necesitaba”
dijo con felicidad. “Es decir, es parte
de…”
“Si es necesario. Te quemaría si
no lo limpiaras. Usé todos mis tubos. No
estaba poniendo mucha atención.”
“¿Todos tus que?”
murmuro algo en voz baja. "No
te preocupes. Te vas a casa. Ahora. O si
no, vas a quedarte aquí toda la noche y
te voy a hacer eso una y otra vez . "
"Pero ¿por qué no me entras? Te
quiero dentro de mí, Vector." Aclaró la
garganta. "Pareces...quiero decir, ¿no
quieres estar dentro de mí?"
"¿Usando el flajec?" dijo
sarcásticamente. "No funciona así. Eso
es una cosa que -no. No voy a intentar."
"¿No te lo vas a quitar ?"
Sacudió la cabeza.
"Maldita sea," dijo ella. "Está
bien. Sólo haz lo que hiciste antes,
entonces . Lo que acabas de hacer. Una y
otra vez, como ya dijiste. Pero," ella
miró su propio cuerpo, su piel
enrojecida y los pechos hinchados y sus
muslos extendidos, que debe decir todo
de su excitación, aunque Vector había
dicho que era perfectamente capaz de
olerla. "Tengo algo de dolor aquí,
quiero decir, es bastante dolor, pero, oh,
estrellas, Vector, me duele. ¿Podrías tal
vez tocarme también, entonces yo
podría... ? "
Él la miró fijamente, y esta vez
ella juró que era él estaba en un trance.
Luego el cortó la conexión, y Larissa
temía que le diría que se pusiese la ropa
y se marchara....
Capitulo 7
No lo hizo.
Ella se quedó con él esa noche ,
y él estaba con ella la siguiente, y la
siguiente, y la siguiente hasta que
pasaban todas las noches borrosas
juntos. Fue una época surrealista. A
veces, se fueron a su casa, a veces la de
ella. A veces comían. A veces
caminaban en la ciudad, mano en mano.
Una humana real con un humano falso.
Le contaba cómo fue crecer en
Resstessa. Ella le habló de cómo fue
crecer con padres que le dieron todo. Y
mientras hablaban, ella secretamente
trataba de hacerlo sonreír. Una sonrisa
real. Nunca funcionó. Se preguntó si
sabía cómo. Tal vez él no tenía los
músculos correctos.
La mayoría del tiempo
estuvieron en la cama.
“¿Qué vamos a hacer mañana?”
Larissa le preguntó una noche, con su
mano sobre el pecho de Vector. Ella no
podía pensar en su pecho desnudo,
aunque estaba “desnudo” en su flajec y
ella sentía el calor de su cuerpo. ¿Cómo
podría cuando sabia que ese hombre
musculoso, guapo, y bien dotado
realmente no era él?
Hombre obstinado. Todavía no
se arrepentirá. Ni una sola vez se había
quitado la piel flajec. Ni una sola vez la
había realmente follado como ella
quería desesperadamente.
"Nada” dijo bruscamente, su piel
se tensó bajo su palma. Le tomó un
momento para recordar de su pregunta.
Larissa sonrió. “¿Quieres
quedarte en casa? Estaba pensando que
tal vez podríamos ir al club. ¿Te gusta
bailar? Me encantaría bailar contigo,
Vector. Pienso que allí podrías quitarte
tu flajec y sentirte seguro… si lo
quisieras.”
El frío en su voz la puso en su
lugar. “Quiero decir que mañana, no
vamos a hacer nada.”
Ella suspiró. Necesitaba más
tiempo. "Supongo que podría vivir con
quedarnos en casa."
"Has olvidado,” dijo
rotundamente. "Me lo imaginaba.
Mañana me voy, Larissa. Estoy en la
misión de nuevo."
Se quedó paralizada. Se había
olvidado por completo de eso. Olvidó
todo de su trabajo como un Cogent y las
misiones fueras del planeta durante seis
meses cada vez. Era como si hubiera
estado viviendo en otro planeta.
Ella se sonrojó. "No sé dónde
tengo la cabeza. Me dijiste. Lo vi en tu
Bio. Sí, lo sabía. Supongo que pensé...o
en realidad, no pensé.” Se honesta
contigo misma. ¿De verdad quisiste
pensar en cómo iba a tener que
dejarte?
Ahora ella tenía que hacerlo. Y
no eran buenos pensamientos .
Ella lo miró con el corazón en
sus ojos.
Él frunció el ceño. "Regresaré."
"En seis meses."
"Sí."
"¿Y durante ese tiempo?"
"Voy a llamar cuando puedo.
Tendrá que ser Vocplay. Pero no
esperes mucho. Las cosas son
complicadas."
“¿Y que de…mujeres?”
“¿Que de ellas?”
Larissa quería golpearlo.
“¿Cuándo estás trabajando, vas a
conocer a otras mujeres?”
“Me imagino que sí. Justo cómo
vas a andar con otros hombres.”
¿Se volvió loco? ¿Realmente
creía que cualquier otra persona sería
suficiente? Pero tal vez tenía razón.
Ahora que su cuerpo había despertado
de su hibernación, ella no sabía cómo
sobreviviría no una noche, sino cientos
de noches, sin la compañía de un
hombre.
Pero la idea de ver a alguien más
la hizo sentir mal. "Pero yo no quiero,”
dijo con sinceridad. "Solo te quiero a ti.
Sólo a ti."
Él no contestó.
De repente, ella tenía la
sensación de una piedra en su estomago.
"No vas a volver, ¿verdad?"
"¿A Jax-9? Claro que voy a
volver."
"Pero no por mí. Es por eso que
nunca...es por eso que no lo has
hecho..."
Él estaba fuera de la cama y
mostrando los dientes. "Eso es correcto.
Porque todo esto está condenado."
Ella respiró sutilmente. "Porque
no soy Resstessiana.”
"No me malinterpretes. Has sido
divertida, Larissa. Pero no tengo tiempo
para diversión. Así que sal con todos
los hombres que quieras mientras estoy
fuera. Te recomiendo que busques a los
seres humanos, no estás hecha para las
relaciones mixtas, ¿verdad? Yo
ciertamente tomaré a tantas mujeres
como yo quiera. Cuando vuelva, tal vez
te llame. Y en cuanto a los Vocplay, no
esperes por ellos, ¿de acuerdo? "
Y Vector se fue.

Capítulo 8
"¿A quién tenemos aquí? Si mis
ojos no mienten, es usted, señorita.
¿Dónde ha estado?"
Larissa asintió gravemente a
Floyd. Ella no estaba sorprendida por su
asombro. Su presencia en el club había
disminuido casi a la nada últimamente.
En parte debido a su mal humor crónico
desde que Vector se había ido de su
vida. Pero también era en parte por
Floyd y la atmosfera cada vez más tensa
aquí en el Wytrium.
En los últimos meses, la
actividad normal de toda la ciudad
parecía haberse congelado casi a un
estancamiento ya que la región estaba
envuelta en una frenética tensión. La
violencia, en mayoría de origen con las
actividades de la Brigada Anti-Mezcla,
estaba apareciendo en toda la ciudad.
Alguien disparo a un extraterrestre en
una sala de audiencias; una escuela que
enseñaba en su mayoría los hijos de
extraterrestres se quemó. Las noticias
estaban difundiendo sentimientos anti-
extraterrestres por toda la ciudad, y la
importación y venta de flajecs volaba.
Aquí, en el club, Floyd empezó
actuar feliz por una vez en su vida. Ya
no hacia ningún esfuerzo por ocultar su
desprecio hacia los extraterrestres, y
que había sido lo único que Larissa
podía hacer para pacificar a los
empleados, que se quejaba del mal
comportamiento de Floyd hacia los
clientes no humanos.
Una noche, con consentimiento,
un representante del grupo de activistas
pro-extraterrestres entregó algunos
folletos para mostrar en el techo de la
Wytrium. Floyd los borró y luego
publicó uno a favor de la AMB en su
lugar. Eso causó una pelea y ella tuvo
que venir a solucionar todo.
Desde entonces, ella había
estado viniendo cada noche simplemente
para mantener la paz.
Si no estuviera así de deprimida,
sabría que habría logrado mas
simplemente contratando a un par de
guardias de seguridad adicionales. Por
mucho que odiaba hacerlo, Floyd tuvo
que irse. Igual con varios meseros y un
chef. Ellos no estaban haciendo su
trabajo y estaban haciendo el lugar
imposible de disfrutar para sus clientes.
La única razón por la que estaba aquí
esta noche era hacer la desagradable
tarea de despedir a Floyd y los otros.
“Necesito hablar contigo,
Floyd,” dijo Larissa.
“Claro,” respondió con una
sonrisa. “Ha sido interesante por aquí
últimamente, ¿no? Parece que todos esos
extraterrestres están recibiendo lo que
merecen, finalmente. Hay muchos menos
aquí ¿o no te has dado cuenta?”
“Es porque están usando pieles
flajec,” dijo, poniendo los ojos en
blanco. “Hay justo tantos como antes.
Solo es que ya no es seguro ser
extraterrestre, ¿o no te has dado
cuenta?” Y tu eres una de las razones.
¿Por qué todos tienen que temer a las
personas que parecen ser diferentes?
Ese maldito Resstessiano
Vector Ferhan más que todos…
“¿Y que pasó con ese hombre
guapo? Te vi con él hace unos meses.
Parecían estar tan calientes uno por el
otro. Ya es hora que empieces tu familia
con un hombre bueno, Larissa.”
Su mente se quedó en blanco.
¿Con quien estaba hablando? No había
salido con nadie regularmente desde
Vector. Y ciertamente nadie humano.
Lo que había hecho era lanzarle
a sí misma en una serie de citas con la
misma gente que Floyd despreciaba
tanto – los extraterrestres. El primer mes
después de que Vector se fue, ella había
salido con todos los extraterrestres
disponibles en La Galería dentro de un
radio de cincuenta kilómetros. Ella
había besado tantas bocas extrañas,
caminado de la mano de tentáculos con
tantas criaturas inteligentes - pero feos -
y había cenado con tantos apetitos
exóticos que ya no podía llamarse a sí
misma una virgen de extraterrestres, a
pesar de que nunca había conseguido ir
tan lejos como para tener relaciones
sexuales con ninguno de ellos.
Había sido pura rebelión por
parte de ella. Lo que ella había estado
intentando demostrar, sin embargo, no
pudo. Ella no había disfrutado de alguna
de las citas. Y no sólo porque eran
raras.
Algunos eran muy agradables.
Incluso atractivos. No tan extraños.
Pero no eran Vector. Vector, que
sin duda tomaría su fracaso al hacer el
amor con un extraterrestre como prueba
de que no estaba hecha para una relación
mixta. Si él lo sabía, que por supuesto
no lo hizo, porque ni una vez se había
puesto en contacto con ella en todo ese
tiempo que el había estado fuera. El
bastardo.
La amargura no te queda bien, se
dijo con tristeza.
De repente, las luces se
apagaron y la música alrededor de ellos
murió.
En el silencio y la oscuridad, el
corazón de Larissa detuvo. Oh no. Ella
tenía una sensación-
Explosiones de presión sonaron.
La gente gritaba. Se escucharon ruidos
seguidos por golpes suaves. Ella
reconoció ese sonido. Ese fue el sonido
de la gente en aeropatines chocando y
cayéndose. La SoftPad de emergencia
emergió desde abajo, pero ella no sabía
si surgió a tiempo para salvar a los
caídos. Se había cortado toda la
electricidad, incluso la segunda
generadora. No habían luces visibles,
excepto las pequeñas orgánicas en el
techo junto con la lluvia cayendo sobre
todas las habitaciones de la Wytrium, lo
que lo hizo aparecer la luz del cielo de
la noche.
A pesar de que había llamado a
seguridad y las autoridades, ella sabía
que era inútil. Podía oír el pánico a su
alrededor, los gritos, los insultos, los
llantos.
"Es el AMB!"
"Que alguien llame a los
Cogent!"
Una vez más, Larissa intentó
hacer exactamente eso; si podrían llegar
hasta aquí, ella confiaba en que podrían
detener esto. Pero como era de
esperarse, la llamada no entró. No
estaría sorprendida si toda la ciudad
estuviese iluminada así esta noche.
Ella trató de calmar a la gente,
pero eso era imposible sin luces y con
las explosiones sucediendo. ¿Dónde
estaba la seguridad? Eso era una locura.
Demasiado cerca para su comodidad,
otra explosión la sacudió y la estrelló
contra una puerta.
Desde lejos llegó una voz..."Te
están destruyendo, señorita Larissa."
Esa voz debería haber estado a
su lado, pero vino de por el carril.
"Floyd? ¿Eres tu?" ella llamó.
“Les tuve que decir,” casi
susurró. Larissa luchó para sentarse y se
movió rápidamente hacia la voz,
haciendo una mueca cuando su pierna
finalmente chocó algo suave. Un cuerpo.
"¿Quién? ¡Dime quién, Floyd!"
"La Brigada Anti - Mezcla. No
está bien, todos estos extraterrestres
usando nuestros servicios, comiendo
nuestra comida, mezclándose con los
seres humanos, especialmente los
jóvenes.... tenía que darles códigos...
habitaciones... tenía que ayudarlos. No
quería lastimarte. No deberías haber
abierto este club. Las compuertas nunca
debieron haber caído. No sé a donde
está llegando este mundo…"
Su voz murió. Ella no quería
pensar en lo que podría significar. Su
garganta se aprieto mientras calculaba
las probabilidades de que él no había
sido fatalmente herido por la explosión.
Explosiones de presión eran más de una
distracción de un arma, pero para las
personas viejas y frágiles, eran
mortales.
En ese momento las luces se
encendieron, y Larissa se estremeció. La
luz era deslumbrante. Cuando sus ojos
se adaptaron, vio a rostros que conocía,
y los cuerpos -la mayoría de ellos en
movimiento, gracias a las estrellas. A
sus pies, Floyd no se movía, tal como
ella había temido.
Pero la visión mucho más
inquietante fue el gran número de figuras
vestidas de negro y encapuchados,
corriendo alrededor, con sus armas
listas para usarse.
El AMB. Muchos de ellos. Y no
había tiempo para pensar. Algo le
golpeó en la cadera y la agarró. Se tiró
boca abajo, agitando los brazos. Fue
aterrador. Ella estiró el cuello y vio una
capucha negra. El brazo alrededor de su
cintura cubierto en negro.
"¡No!" ella gritó y trató de girar
hacia abajo lo suficiente para agarrar el
pie de la figura. Si sólo pudiera... sí!
¡Ella lo consiguió! Pero su mano se
escabulló cuando su captor caminó a un
ángulo diferente.
El sonido de la artillería
volando pasó cerca de su oreja. El calor
de su arma era terrible. Parecía
quemarla a través de la ropa. Ella tiró
sus brazos y piernas y cada parte que
ella podía mover, decidida a no hacerlo
más fácil para este hijo de puta.
Casi había perdido la esperanza
de escapar cuando se sintió a si misma
volando en el aire. Durante un segundo,
creyó que la luz había regresado y
estaban usando un aeropatin – pero no.
Se estaba cayendo.
Se cayo sobre el SoftPad. Aun
después de aterrizar, todavía tuvo la
sensación de estar cayéndose mientras
asimilaba el impacto. Se había olvidado
del rebote; mientras lo esperaba, la tela
del SoftPad enganchó a los pequeños
bucles en su traje para evitar enviarla
volando de regreso. Hizo un enorme
agujero en el lado de su traje, pero eso
era la menor de sus preocupaciones.
Miró salvajemente a su
alrededor. No había ni rastro de la
figura que la había agarrado y bajado
hasta aquí, así que sabía que estaba
todavía en los balcones. No había nadie
airepatinando, así que no había
electricidad todavía; las luces tenían que
ser de la segunda generadora. ¿Quién la
encendió? ¿El AMB? Personas vestidas
de negro corrieron en los carriles
alrededor. Pero algo le dio un salto de
esperanza en su corazón. Un destello de
color rojo. Otro. Destellos rojos
alrededor.
Los Cogent.
Cuidadosamente se puso de pie.
Los otros que habían caído a su
alrededor eran menos ambiciosos.
Estuvieron gimiendo y gritando. Alguien
la arrastró hacia abajo, y ella estaba
agradecida, ya que probablemente no
era una buena idea ceñirse su cuello
ahora mismo.
Los Cogent estaban aquí. Y
ahora que no fue un ataque, era una
batalla.
Mientras que la lucha continuó,
Larissa comenzó arreando hacia los
lados a todos los que habían caído en el
SoftPad. Ella quería esconderlos lo más
posible, para sacarlos del campo de la
acción. No fue fácil. Muchos fueron
heridos o sus trajes estaban enganchados
al SoftPad. Algunos de los menos
heridos ayudaron a levantar a los más
heridos. Vio extraterrestres ayudando
seres humanos, seres humanos ayudando
a los extraterrestres.
Ella miró hacia los carriles
donde había estado antes y vio el cuerpo
de Floyd. Alguien estaba recogiendo el
cuerpo, y Larissa sabía que había estado
en lo cierto. El anciano había muerto en
la explosión causada por sus propios
héroes. Ella giró la cabeza.
Con los invasores Cogent, tardó
muy poco tiempo, sorprendentemente
corto en realidad, para detener el ataque
se los asaltantes enmascarados vestidos
de negro.
Pronto vio la razón porque todo
había sido deteniendo tan rápido. Uno
de los miembros se había vuelto contra
su propio equipo. Mientras que los
AMB trataban de eludir a los hombres
vestidos de rojo, ese hombre vestido de
negro se deslizaba detrás de los otros y
los aturdió con dardos de presión. Ella
no sabía por qué lo pensaba, tal vez el
tamaño del hombre, pero apostaría
cualquier cosa que era él que la había
agarrado.
Sin moverse, ella lo observó
patrullar por un tiempo, de alguna
manera estaba absolutamente segura de
que era un "él".
Y luego, en una ola de confusión,
ella lo sabía.
Casi en el momento en que el
último asaltante cayó, la electricidad fue
restaurada. El espacio aéreo del
Wytrium se llenó rápidamente con las
personas - en su mayoría de ropa color
rojo, cargando a personas vestidas de
negro, llevándolos a quien sabe donde.
Pero ella solo veía a uno. Este
hombre de negro se inclinó sobre la
barandilla y miró la SoftPad, escaneaba,
buscando... deteniéndose cuando la
encontró.
Su corazón se sentía como si
estuviera esperando por latir. El hombre
alto y encapuchado se quedó inmóvil.
Luego se movió casi más rápido de lo
que ella podía seguirlo con los ojos,
corriendo hacia abajo y aterrizando al
pie de ella. Ella retrocedió
instintivamente. Estaba casi segura de
quién era, pero por si acaso ....
Él se quitó la capucha.
Ella dijo estoicamente, "Aún
pretendiendo ser humano, ya veo."
Respiraba fuerte, mirándola
duro, mirándola de arriba hasta abajo.
"¿Me reconociste?"
"No sé cómo, pero sí. Hola,
Vector. ¿Qué demonios estás haciendo
aquí?"
"No podemos hablar aquí. Ven
conmigo."
“¿Por qué no podemos hablar
aquí? ¿O no te has dado cuenta? Todo el
mundo se acaba de oscurecerse. ¿Eres
un anti-mezcla? ¿Eres un espía?” Ella
gritó las preguntas mientras él la
arrastraba desde el SoftPad; volaba
cargándola. De pronto, estuvieron
encerrados en una de las habitaciones de
apuestas. Ella mantuvo su distancia.
Incluso mientras se acercaba.
“No podemos hablar aquí,” dijo
deliberadamente, “porque estas medio
desnuda.”
“¿Qué? Yo-“ Ella miró hacia
abajo. Oh. Su pecho izquierdo, junto con
su cadera y muslo estaban desnudos. El
estaba boquiabierto descaradamente
fuera del agujero rasgado por el
SoftPad. “Es tu culpa”, acusó “tu me
tiraste para abajo y-“
“¿Me lanzaste? Te puse fuera del
camino, maldita sea. Tu-“ se detuvo,
respiró profundo. “¿Podrías por favor
cerrarte eso?”
“¿Cerrar que? ¿Esto?"
Vengativamente , ella jaló el agujero en
su traje haciéndolo aún más grande,
hasta que ambos pechos eran libres y sus
pezones se resaltaban con orgullo ,
prácticamente igual de enojada con él
como lo estaba con ella.
El dio un paso hacia atrás y
deliberadamente mantuvo la mirada por
encima de su cuello, “Escucha, lo siento
no pude advertirte nada acerca de esto.
He estado trabajando en este aguijón por
mucho tiempo. Sabíamos que tu
discoteca era un objetivo. Es uno de los
tantos golpes está noche por toda esta
parte de la galaxia.”
“¿Galaxia? La AMB no está solo
en Jax-9? Pensé que era nuestro
problema.”
Sacudió la cabeza. " Aquí es la
AMB . Otra cosa en otra parte. Hay una
organización más grande que mueve los
hilos, la manipulación de los lugareños
para hacer su trabajo sucio. Mira, no
puedo decir mucho al respecto. Sólo
quería decirte que lo siento . No tenías
nada que ver con esto. Casi te advertí.
Pero ese hombre viejo ¿cuál es su
nombre-"
“Floyd?”
“Él te traicionó, Larissa ", dijo
con seriedad . "Teníamos que ver de qué
lado estaba realmente jugando."
"Podrías haberme dicho. Tenía que
saber que te estaba ayudado con tu
misión." Él frunció el ceño. "¿Tú?
¿Cómo podía saber eso? Tu eres amiga
de ese hombre. " Ella pensó que él
conocía demasiado el infierno para ser
alguien que no consumía en su club.
"Corrección: Yo era amable con el,
porque necesitaba un oído y un gerente.
Está muerto, por ustedes saben," dijo en
voz baja. "Fue uno de los explosivos de
presión AMD. "
“Lo siento.”
Ella encogió los hombros. “El se
lo buscó.” Se acerco a la ventana miró
por la ventana. El Wytrium estaba
limpio. Sólo Cogents quedaban.
Probablemente amigos suyos. Se
preguntó si él les había contado sobre
ella, si hubiera sido parte de su misión
de alguna manera. Se dio cuenta que no
quería saber. Volteó y se enfrentó
Vector.
No dijeron nada durante un rato,
se quedaron mirando el uno al otro.
Larissa se preguntó si el solamente se
iría ahora. Él no había vuelto por ella,
después de todo. Su misión era la cosa
de suma importancia. Cuando él se
quedó allí, sus ojos nunca vacilaron, la
intensidad de su mirada, sintió el aleteo
de advertencia en su corazón.
" Oh , no", dijo, cubriéndose. "
No te atrevas a poner esos ojos
Resstessianos en mí. Nunca llamaste una
sola vez. ¿Con cuántas mujeres saliste? "
"Algunas." Tragó saliva
visiblemente. "No muchas." Cerró los
ojos. " Está bien. Ninguna. Salí un par
de veces. No eran ...."
"¿Qué?"
"No era cercano al acoso y
bastante molesto. " Frunció el ceño y los
párpados la levantó y la sujetó . "He
oído que has estado ocupada. "
"¿Oh si?"
Su voz estaba azotada ahora.
"¿Cuántos extranjeros has follado,
Larissa? ¿Cuál es tu especie favorita?
¿Cualquiera de ellos te lo hace por el
culo?
"¿Ella imaginaba más un tono de
angustia antes que de la burla? Estuvo
tentada a responderle con "Todos ellos",
pero no se atrevía a hacerlo. Una
semilla de esperanza creció. ¿Podría
estar celoso? Nunca se le había ocurrido
. Pero si es así ....
El gruñó, "No importa. No
quiero saber. Adiós."
Este hombre. Ella pisoteó en el
suelo. “¡Vector! ¡No se atrevas a salirte
ahora!" "Larissa, te lo advierto una vez
más. Cúbrete esas tetas, o voy a atar su
pelo alrededor de ellas y luego
alrededor de tus muñecas y después
alrededor de los barrotes de la silla y- "
"Hazlo, entonces," le susurró. "Y
deshacerse de ese flajec mientras lo
haces." "¿En serio? ¿Quieres verme sin
el flajec? ¿Lo quieres? Muy bien,
Larissa. Mantenlo apretado. Aquí
tienes." Comenzó a caminar hacia ella.
Su ropa se cayó al su cuerpo,
empezando por el traje negro y botas. En
el momento en que había llegado a ella,
su mano estaba en su garganta. En un
instante, se había arrancado la piel
artificial. Para entonces, él estaba a
micras de distancia, demasiado cerca
para que ella tuviera más de una
impresión de una mancha de color verde
pálido. La sujetó para ella.
La sensación de su mano no era
áspera y húmeda, como ella había
esperado . Era suave y seco. Ella se
apartó de él. Él tiró de ella hacia
adelante. Ella se retorció y
orgullosamente se separó, entonces la
forzó a regresar de nuevo , tan cerca de
su cuerpo que podía sentir el calor de él
como el fuego.
"Deja de pelear conmigo", le
ordenó. "Podría hacerte daño si luchas,
ya lo sabes."
“No estoy tratando de luchar.
Estoy tratando de conseguir una buena
vista de ti", replicó ella. " Deja de
jalarme tan cerca, entonces podré verte.
"De pronto su fuerte sujetar se suavizó.
Se inclinó hacia atrás lo más que pudo.
Fue suficiente. Era Vector. El
verdadero.
Traspasándolo no comenzó a
cubrirlo. Hipnotizada. Novas en el
espacio, esos ojos. Azul liquido,
ranurados, y mucho más humano en la
forma que el bioplay de baja resolución
había mostrado. Para su alivio, esos
ojos Resstessianos revelaban su estado
de ánimo, así como lo haría cualquier
humano. Decían que era cauteloso y
furioso.
Un dolor apretó profundo en su
sexo.
Ella extendió la mano y le tocó
la cara .
Verde no era la palabra . Sus
escamas eran más como una cáscara
suave que cualquier otra cosa,
semitransparente, pequeñas y cada uno
de un color diferente , juntos dando un
efecto iridiscente, verde brillante. Se
sentían casi liso el ángulo de su pómulo.
Ella arrastró el dorso de la mano por su
cuello y encontró las escamas en su
pecho eran más grandes, más ásperas.
Casi tenía una sensación aterciopelada.
“¿Haz visto suficiente?"
Su boca se torció en una mueca
que reveló sus dientes afilados,
puntiagudos. No los dientes de un
lagarto, pensó vertiginosamente. De un
dragón. Como en los cuentos del viejo
mundo.
Enmarcados por la curva sensual
de sus labios. Un estremecimiento tomó
su cuerpo, recorrió su espina dorsal. Un
sonido indefenso se le escapó.
Esto fue demasiado. No
esperaba esto.
Ella dio un paso atrás. Tragó
saliva. "Uh, Vector-"
El siguió. "¿Quieres parar
ahora? ¿Todo está hecho? Pero yo pensé
que me querías como yo. ¿Qué piensas
de mi pelo? ¿Quieres sentirlo? " Agarró
su mano. "No, lo estás sintiendo. ¿Al
igual que el color? No, no te detengas
ahora. Retrocedió, Larissa. Le di una
buena mirada. Aquí ". Se volvió de
espaldas a ella, extendió los brazos
hacia los lados .
Su mandíbula cayó. Con los
brazos abiertos así, estaba segura de que
era un dragón. O un ave fénix. O algo
mitológico. Su torso era largo, delgado,
musculoso que ella podría apretarlo
fuertemente. ¡Todas esas ondulaciones!
Ella juraría sobre todas las cosa que el
cuerpo Resstessiano tenía el doble del
número de músculos que el de un
humano. No es de extrañarse que a él le
sorprendiera que ella no podía detener
su orgasmo a voluntad.
Y todo cubierto de una fina capa
de escamas - brazos, la espalda, las
piernas. En su espalda eran grandes, los
ángulos que se forman en el
estrechamiento de los triángulos a sus ...
oh, queridas estrellas. ¿Era eso lo que
ella pensaba que era ... ?
Ella se adelantó y extendió la
mano. Era. Una cola. Se retorció cuando
ella la tocó. Era limpia, corta y
triangular, que termina en una flecha
justo debajo del inicio de la hendidura
de sus nalgas. Así bien arreglada, de
hecho, lo que era extrañamente
reminiscente de una barba de un hombre.
Él se arremolinó alrededor y
avanzó . No hubo tiempo para
resguardarse. Él la tenía en sus brazos y
él estaba apretándola, luego dejó ir.
“¿Tienes suficiente? Bien. Ya
era hora". Miró salvajemente alrededor
y de alguna manera ella supo que tenía
la intención de ponerse su flajec de
nuevo. Era obvio que estaría fuera de
aquí tan pronto como estuviese vestido .
"¡No!" le entró el pánico. "¡No te
lo pongas de nuevo! ¿Qué estás
pensando? Ya sabes eres, eres perfecto -
y-" Esto no iba muy bien. No sabía qué
hacer. Pensó seriamente en solo lanzarse
sobre él y derribarlo en el suelo y tener
su camino con él .
Y entonces su mirada se posó ....
Su brazo estaba a medio camino antes de
recordar que en ese punto el era
descortés. "Qu- qué- es eso?"
"¿Eso?" Su voz estaba llena de
incredulidad. “¿Eso? ¿Quieres saber qué
e s eso? " Las escamas de su rostro se
levantaban afiladamente, y vi
exactamente como un Resstessiano
furiosa lucía. "Ese es mi pene Larissa.
¿Qué creías que era? Después de todos
los alienígenas con los que has anotado
hasta ahora, seguramente esto no es nada
extraño para ti. Por lo menos tengo un
maldito testículo. No estamos tan lejos
entre especies diferentes , sabes."
" Pero - es demasiado - no, está-
bien, novas de hellborne." La cosa era
enorme. Enorme. Imposible. Y un poco
extraño, además. En lugar de ser suave,
con una punta bulbosa, como quizá había
injustificadamente esperado, su verga
tenía extraña textura – un tubo, con
ondulaciones verticales que corriendo a
lo largo de su longitud. El final se
arrugaba en lugar de hendido. Era
rosáceo- marrón, de modo que estaba
bien. Y por lo menos no tenía escamas.
Pero aún...
"No puedo hacerlo", susurró.
"Estoy ni cerca de algo tan grande." Ella
lo miró con ojos afligidos y apagados.
"Me partes abierta." Su boca se abrió.
Se serró. Luego se rió brevemente. " No,
yo no. Al contrario. No tienes ni idea,
¿verdad? " Él suspiró. Ensanchando su
nariz. "Aquí voy."
Mientras miraba, algunas de las
ondulaciones en la superficie de su pene
comenzó a deslizarse hacia abajo. Ella
dejó escapar un grito de sorpresa, luego
se cubrió con rapidez su propia boca.
Capa por capa, los crestas exteriores de
su pene retraído, hasta que habían
desaparecido en su cuerpo, dejando otra
superficie estriada . Cuando todo
terminó , su diámetro era lo Larissa
consideraba mucho más razonable ,
aunque todavía era demasiado largo...
Entonces todo el resto comenzó a
retractarse junto. La mano de Larissa
presionó su boca más fuerte. Esto era
irreal. Positivamente bizarro.
Afortunadamente, se detuvo antes de ir
demasiado lejos. Ella parpadeó. Ahora
ella estaba mirando lo que ella
considera como una erección muy bien
dotada con un pene estriado, ligeramente
de forma irregular .
"¿Mejor?"
"Mucho mejor." Ella exhaló.
Estaba jadeando. Vio la energía
y esfuerzo que le habían costado. "Ahora
has tenido suficiente?" Le reclamó.
"No. ¿Por qué eres así?"
Él suspiró. "¿Qué importa? Tú y
yo sabemos que no dejaras que esta cosa
esté dentro de ti, ¿no? Siempre he
sabido eso. Hablas bien tu juego,
Larissa , pero-"
"Vector, estás equivocado. Yo
sólo quiero saber ."
"¿De verdad quieres una lección
de biología en este momento? “Tócalo",
te desafió. "Manos a la obra es siempre
la mejor manera de aprender."
Temblando, se dirigió a él y
alargó la mano. Podía verlo pero no
creía que lo estuviera haciendo. No era
tan caliente como ella había temido que
sería. La piel se sentía mucho más suave
y más blanda . Ella pasó sus dedos
alrededor de su longitud haciendo un
arco, y lo apretó y el exclamó: "Hey,
¡ouch!"
"¿Que esta mal?"
"No es suave en absoluto."
"Lo siento." No sonaba bien.
Ella examinó el extremo obtuso,
enseguida, dio un pequeño grito cuando
una parte de su espalda estaba pelada.
Ella se apartó. “¡Te arranqué!"
Sacudió la cabeza. "No es una
pieza sólida. Son tubos. "
"Tubos".
" Sí, por lo menos la parte
exterior. Hay un tubo interno sólido allí,
pero no es muy grueso." El sonaba
importante - de - hecho, pero el sonido
sordo en su voz delataba lo poco que le
gusta esta conversación.
" Mira" dijo. "Ya te dije que
nuestras mujeres hacen huevos. Pues
bien, cada huevo contiene un niño
diferente. Genéticamente diferente."
"¿Cómo?" ella dijo con
incredulidad. " Quiero decir, los seres
humanos tienen mellizos, pero aquí no es
así. "
"Cada tubo en el pene
Resstessiano produce diferente de
esperma", dijo pacientemente, como si
lo hiciera con un niño. "Una mujer
normalmente hace una docena de huevos
diferentes en un ciclo. El número de
tubos en cualquier apareamiento
determina el número de diferentes
combinaciones genéticas y en cierta
medida el número de huevos que se
fertilizan. Los tubos más interiores no
tienen espermatozoides en el semen. Los
tubos ultra periféricos tienen más
esperma. Una mierda. Doce niños. Fácil.
Diversidad genética alta . Importante en
nuestro caso."
Cuando no todos los niños
sobreviven, recordó. Ella dijo
lentamente "Así que el fin de evitar que
una mujer quede embarazada, sólo ...
retraes los tubos ultra periféricos. Una
especie de forma natural de control de la
natalidad ?"
"Más o menos."
"Pero ¿qué pasa con el sexo –
inter especies?" "Eso es un poco
diferente", admitió." No hay ningún
problema si la mayoría de los tubos se
retraen . "
"¿Como eso?" Ella se lo tocó de
nuevo.
"Sí."
“¿Y si no lo hacen? "
"Entonces había ser mejor por el
culo", dijo sin rodeos. " Porque podrías
quedar embarazada."
"Oh" Ella decidió que no quería
ir a donde esos pensamientos la
llevaban.
Él estaba mostrando sus dientes.
"Es hora, Larissa. Última oportunidad
de correr." Cada una de sus manos se
deslizó de su largo cabello negro a
través de él. Sus manos ... Los ojos de
Larissa se hincharon.
"Tienes..."
"Sigo describiéndoselo.
También son retráctiles. Totalmente. "
Le mostró. Recordó cuando sus dedos
estaban dentro de su sexo. El flajec
había disfrazado esas garras, o ¿si
hubieran sido la causa de esas
sensaciones increíbles? De repente
estaba ansiosa por averiguarlo.
De manera traviesa se burló de
él. "Tal vez debería correr. Después de
todo, bueno, garras. No creo que pueda
manejar garras."
El azul de sus ojos oscureció
como las rendijas de sus pupilas se
ensanchaban. Todo el deseo de burlarse
de él escapó con ese aspecto. Su boca se
hizo agua. Sus pechos alcanzaron su
punto máximo. Su sexo se hinchó. Saltó.
En un momento ella estaba de pie
delante de él, al siguiente estaba en el
suelo. Él estaba en ella, presionando
hacia abajo para que no pudiera mover
un dedo. Las sensaciones la inundaron,
la rugosidad casi aterciopelada y la
dureza de su torso escamado, los más
astuto estar dentro de sus brazos.
Y el calor. Su temperatura
corporal tenía que ser unos cinco grados
más caliente que la suya. Quería saber si
sus escamas tenían vasos sanguíneos o
simplemente transmiten el calor de su
carne. Pero el tiempo de hacer preguntas
había pasado.
Su pene estaba apuñalando hacia
ella. Su calidez la volvía loca. Ella
quería acercárselo mas. Ella quería más
cerca de todo. Tenía que saber, también,
que ambos pudieran oír los gemidos
provenientes de su garganta.
Su boca se abrió en la de ella.
Larissa sintió el calor resbaladizo de su
lengua, luego probaron tentativamente
sus bocas, y se rápidamente se retiró.
Sus dientes eran afilados.
"Ten cuidado," él apretó . "Te
meteré la lengua. No metas la tuya en mi
boca. No somos iguales en eso."
Eso la hizo estremecer. No eran
iguales en nada de eso, pensó.
"No me importa. Sólo hay que
poner tu verga dentro de mí”, respiró. "
No esperes. Te he deseado desde,
estrellas, Vector, desde que me desperté
y vi bioplay. Por favor."
Él hizo un sonido feroz desde su
pecho. "No te muevas", dijo. Sus dientes
salieron y, rodearon con mucho cuidado
su pezón. Piquetes de aguja diminutos
hicieron brotar lágrimas de sus ojos.
Estaba al borde de salir herida. De
pronto su pezón fue absorbido por la
boca y la fuerte, succión delicada la hizo
jadear.
“¿Vector, no me oyes? Yo
quiero-
" Sus piernas se abrieron,
obligando a abrirse las de ella,
apartándose, se dieron un suspiro de
alivio. Ella sintió que se empapaba con
fluidos, abierta, latiendo.
Pero lo único que hizo fue tomar
su clítoris entre sus dedos y apretarlo.
Sus dedos se retorcieron y sintió el roce
de sus garras.
"No," ella gimió y echó la
cabeza hacia un lado. Su boca se
desprendió del pezón. "Que rico, si que
estás empapada. Tu clítoris esta tan
duro.
“¿Larissa, te duele?"
" No, sí. No. Solo entra en mí,
por favor."
Pero él sólo decía: "Sigue
hablando", y volvió a chupar sus
pezones. Pronto ella estaba gritando,
exigiendo que dejara de burlarse de ella.
Cada vez que él levantaba la cabeza y la
miraba sentía su satisfacción feroz.
Estaba disfrutando esto, maldita sus
escamas.
Podía sentir su verga frotándose
contra su vulva, deslizando hacia atrás y
adelante en un ritmo. Rápidamente ella
se agachó y trató de empujarlo donde
ella quería.
"¿Cuántos hombres han sido
realmente, Larissa ? Dime la verdad. No
quiero entrar en ti, incluso si has cogido
con toda la maldita galaxia. "
" Ninguno, hombre estúpido.
"Sus caderas empujaron, en busca de su
verga. ¡Ya está! Había logrado capturar
-no. La punta no se había introducido.
Tendría que esperar a que el viniera y lo
hiciera el mismo. A menos que...
Ella se agachó y agarró su trozo.
Apretó y apretó , por todo el bien que
hizo, simplemente no había de dar. Él
levantó la cabeza y miró hacia abajo,
obviamente interesado en lo que estaba
haciendo, pero lejos de ser tan salvaje
como se esperaría que un hombre fuera.
Si la presión la había perdido él, que
haría falta ... ?
De repente, ella tuvo una pista.
Parecía disfrutar el contacto con su
humedad. Así que se levantó y le ayudó.
Sus ojos se oscurecieron y sus labios se
abrieron. Luego, con las manos, untó sus
fluidos en todo él en cada pedacito.
"Larissa ", dijo con voz ronca . Él se
levantó en sus brazos y sus manos
cubriéndola ella hacia abajo. Este fue su
montaje. Sí.
Su pene lentamente entró en ella.
A pesar de la dimensión que había
tomado al tamaño abajo, todavía se
sentía estirada casi dolorosamente. Casi.
Apenas. Parcialmente todo era placer .
"Tan húmeda", retumbó. "Eso es
bueno."
Al parecer, era muy bueno,
porque no era un cogida corta. Rodaron
juntos en el suelo durante casi una hora,
mientras que Larissa encontró regocijo a
sus sentidos, en cualquier forma ya que
él se sentía como, si siempre estuviera
tocando fuerte dentro de ella, con
frecuencia exigiendo que ella le indicara
si le estaba haciendo daño o sintiendo
dolor .
Era la primera vez que ella había
hecho el amor con un hombre mientras
se centraba más en sus sensaciones que
en las de él. En el momento en que llegó,
se sentía casi culpable. Había perdido la
cuenta del número de veces que había
llegado al clímax, cada uno tan
poderoso como el primero. No se
estrechaba aquí. No tenía idea de lo que
las mujeres humanas anteriores que
había llevado a la cama habrían
pensando; ¿Podrían haber conseguido
más dolor que placer de Vector? Era la
antítesis de la cogida casual.
Sólo cuando empezó a reducir su
velocidad, hizo terminar a Vector. Ese
sonido bajo ella lo reconoció retumbó
desde su garganta, y su cuerpo empezó a
temblar. Sus escamas pincharon su piel
toda la parte delantera. Cada nervio de
su cuerpo se centró en él. Él se estaba
expandiendo en su interior. No era sólo
un poco, pero con mucho miedo. El
calor y la presión de explosión dentro
de ella y una marca nueva sensación se
apoderó de ella y luego explotó. ¿Que
demonios fue eso? ¿Una especie de
orgasmo de cuello uterino?
Gritó, se estremeció, y siguió
empujando y empujando, y ella
realmente podía sentir su eyaculación.
El aliento estuvo saliendo de ella un par
de veces, pero sólo por unos momentos.
Podía vivir con ello. "¿Tu ... sprayseed
... me quema? "
" No, " dijo. "Tus paredes
vaginales están seguras; sólo duele la
piel externa". Cuando por fin se deslizó
fuera, mantuvo su pene ablandado contra
ella y, volviendo la cabeza, situándose
en una sesión para seguir chupando sus
pechos que le daban ganas de llorar de
felicidad.
Mucho, mucho más tarde, ella
comenzó a sentirse normal otra vez. Ella
encontró su respiración era todavía un
poco cortada, pero eso no le molestaba
demasiado. Lo que era un poco
preocupante era lo mojada que estaba
por todas partes, con su propio sudor y
quién sabe qué más. Vector la estaba
secando con su ropa, limpiando sus
muslos, y lamiendo su ombligo. Parecía
satisfecho.
"Eres una mascota mojada, ¿lo
sabes? Eso es probablemente lo único
que te salva". Arrastró una garra desde
su muslo, a través de su vientre, hasta
sus labios. Ella agarró la punta
instintivamente con los dientes.
“¿Mascota mojada?"
"Sólo una forma de hablar."
"No hay salvación ahora", dijo.
"No para ti "
Sus Resstessianos ojos se
estrecharon. "Bien. Me alegro de que
veas eso. Entonces vendrás a casa
conmigo esta noche. Y que también
podrías mover tus cosas a mi casa
mañana".
“¿Tu unidad? "
"Es el lugar donde vivo."
Mudarme con él . Renunciar a su
departamento de lujo. Convertirme en la
mujer de un extraterrestre.
“¿Si lo hago, será finalmente
admitir que un humano y un Resstessiano
pueden estar en una relación juntos y
felices? "
"Tal vez. Si no estás muy
molesto."
"Bueno, eso es fácil.
¡Mantendremos la boca cerrada, y nos
llevaremos muy bien! " Ella se alegró al
saber que él sabía cómo sonreír.

Fin

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