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Iglesia en Movimiento: Fe y Misión

La iglesia de Jesucristo se estableció para prevalecer y conectar el cielo con la tierra. Jesús prometió que las puertas del infierno no prevalecerían contra su iglesia, la cual es una, universal e indivisible. Como el cuerpo de Cristo, la iglesia tiene el poder y la autoridad de Jesús para establecer el reino de Dios en la tierra a través de la predicación del evangelio y las obras de sanidad y liberación.
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Iglesia en Movimiento: Fe y Misión

La iglesia de Jesucristo se estableció para prevalecer y conectar el cielo con la tierra. Jesús prometió que las puertas del infierno no prevalecerían contra su iglesia, la cual es una, universal e indivisible. Como el cuerpo de Cristo, la iglesia tiene el poder y la autoridad de Jesús para establecer el reino de Dios en la tierra a través de la predicación del evangelio y las obras de sanidad y liberación.
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BIENVENIDA

Estimados hermanos y amigos ¡Paz de Cristo!

Expreso mi gratitud a Dios por la vida de cada uno de ustedes:


Pastores, líderes y congregaciones. Creo fielmente que la Iglesia está
respaldada por nuestro Dios Jesucristo, aunque haya cambios y desafíos
somos un plan divino. Confiando en ello debemos recordar lo que dice Gálatas
6:9: “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos,
si no desmayamos”. Mientras la iglesia siga predicando y esforzándose la
cosecha seguirá llegando, pues así lo manifiesta la escritura.

Estamos dando inicio a un nuevo cuatrimestre y con ello un


nuevo proceso, nuevas personas escucharán las maravillosas verdades
del evangelio y podrán recibir la palabra de vida y salvación, esa es la
razón principal de las reuniones en los hogares. Además, nuestros nuevos
hermanos (recientemente bautizados) tienen el desafió de consolidarse en la
fe en Cristo Jesús y en una nueva manera de vivir. Pensando en ello, hemos
preparado esta nueva serie de estudios titulada “IGLESIA EN MOVIMIENTO” la
cual nos ayudará a conocer, comprender y experimentar el mover de Dios a
través de la iglesia.

La Iglesia Apostólica somos una iglesia activa en la misión; en las


células, la evangelización personal, los eventos inspiradores y la expansión
de la obra en muchas naciones, ciudades y a todo lugar donde el Señor nos
permite llegar.

Les invito a inspirarnos en la experiencia y dinámica de la Iglesia


según la Biblia, para trasladarla al mover de la iglesia local, las células y
celebraciones.

Fraternalmente
Hno. Isaac López Tamayo
Secretario de Evangelización
EDITORIAL
Dirección Editorial
Hno. Isaac López Tamayo
Srio. de Evangelización

Coordinador Editorial
Hno. Adoniram Martín del Campo

Escritores
Hno. Rafael Melchor Armenta
Hno. Juan Carlos Castillo Hernández
Hno. José Ángel Silguero Rodríguez
Hno. Gonzalo Barrios Sánchez
Hno. Evelio Rodríguez González
Hno. Adoniram Martín del Campo

Revisión Ortográfica
Hna. Rebeca Alcaraz Mandujano

Publicado por la
Secretaría de Evangelización de la
Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús A. R.

Todos los Derechos Reservados


Serie: “Iglesia en movimiento”
ÍNDICE
02 BIENVENIDA

03 EDITORIAL

05 L1 LA IGLESIA QUE SE ESTABLECE Y PREVALECE

09 L2 LA IGLESIA QUE PERTENECE AL DIOS VIVIENTE

12 L3 LA IGLESIA QUE ANUNCIA EL EVANGELIO

15 L4 LA IGLESIA QUE SE IDENTIFICA SÓLO CON CRISTO

18 L5 LA IGLESIA QUE SE EDIFICA Y TEME A DIOS

21 L6 LA IGLESIA QUE ES TESTIGO DEL PODER DE DIOS

24 L7 LA IGLESIA QUE ESTÁ PLENA Y LLENA

27 L8 LA IGLESIA QUE AUMENTA EN FE Y NÚMERO


ESTUDIO 1

LA IGLESIA QUE
SE ESTABLECE Y
PREVALECE
“Entonces Jesús respondió y le dijo: —Bienaventurado eres,
Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino
mi Padre que está en los cielos. Más yo también te digo que tú
Mateo eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del
16:17-19
Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del reino de
los cielos. Todo lo que ates en la tierra habrá sido atado en el cielo, y
lo que desates en la tierra habrá sido desatado en los cielos.”

Introducción.

Muchas veces el término iglesia no es correctamente entendido, para


algunos, la iglesia es un edificio donde las personas se reúnen para adorar; no
debemos confundir el término iglesia con el término templo, el templo es un edificio
mientras que la iglesia está compuesta de personas en todas partes del mundo, de
toda raza y lengua que han aceptado a Jesucristo como Señor y Salvador, que han
sido bautizados en su nombre y que viven apartados del pecado ya sea que estén
reunidas en un edificio o no. Del mismo modo muchos hablan de iglesias en plural
como si existieran varias, cuando la realidad es que Jesús estableció una sola iglesia
para compartir su mensaje y dar a conocer sus obras. Aunque existan diversos grupos
religiosos debemos entender a la luz de la palabra de Dios que iglesia sólo hay una en
el mundo y que a través de la historia ha sido el instrumento que el Señor ha utilizado
para presentarse a la humanidad, la iglesia es la encargada de establecer el reino
de Dios aquí en la tierra y prevalecer en ese trabajo más allá de cualquier amenaza,
obstáculo o limitación.

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La iglesia de Jesucristo fue diseñada y
establecida con características especiales.

I. La Iglesia es el Cuerpo de CRISTO. “Todos ustedes en conjunto son el cuerpo de


Cristo, y cada uno de ustedes es parte de ese cuerpo.” 1 Corintios 12:27. (NTV).

Así como Jesús necesitó un cuerpo para desarrollar su ministerio mientras


estuvo físicamente en la tierra, ahora la iglesia quien tiene su Espíritu Santo somos
ese cuerpo, y cada uno de nosotros representamos miembros de ese cuerpo que al
trabajar unidos realizamos un gran trabajo en la transformación del mundo por medio
del mensaje del evangelio y haciendo las obras que Jesús hizo.

Este cuerpo tiene el poder y la autoridad de Jesucristo, Jesús afirmó que los
que creamos en las obras que Él hizo, podríamos realizarlas también y aún mayores
que ellas (Juan 14:12). Es por ello que como cuerpo de Cristo tenemos el compromiso
de mantenernos en santidad (apartados del pecado), ya que representamos a Jesús
aquí en la tierra y nuestras acciones dan testimonio de aquel a quien representamos.

Como cuerpo de Cristo somos sus manos y sus pies, somos quienes
manifestaremos el amor de Dios a la humanidad. Es por medio de la iglesia (su cuerpo)
como las personas podrán recibir esperanza, sanidad, liberación y salvación.

Cuando una persona es bautizada en el nombre de Jesucristo, viene a formar


parte de la iglesia y constituirse en miembro de ese cuerpo poniendo sus dones y
talentos al servicio de Dios para el engrandecimiento de su reino.

II. La Iglesia es una, universal e indivisible.

El credo de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús en cuanto a la iglesia,


expresa lo siguiente: ¨Creemos que la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo es una,
universal e indivisible, formada por todos los hombres, sin distinción de nacionalidad,
idioma y cultura, que hayan aceptado a nuestro Señor Jesucristo como Salvador y
hayan sido bautizados en agua por inmersión en su nombre (Mateo 28:19; Hechos
2:38; 8:16; 10:48; 19:5; Romanos 6:1-4; Colosenses. 2:12), crean en el bautismo en
el Espíritu Santo (Hechos 1:5; 2:1-4), vivan separados de la práctica del pecado, y
perseveren sirviendo al Señor (Mateo 24:13; Romanos 2:7; 6:11-13; Efesios 4:22-32;
5:1-11)¨.

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Es Una: Jesús estableció una sola iglesia que ha permanecido a través de los
siglos. No hay más de un cuerpo y hay condiciones para ser considerado discípulo
de Jesús y formar parte de su iglesia. Contrario a lo que el pensamiento posmoderno
afirma que no existe una verdad absoluta sino diversas verdades, la Biblia expresa que
Jesús es la única verdad y no hay salvación por ningún otro medio (Hechos 4:12).

Es Universal: La iglesia de Jesucristo está formada por todos aquellos


alrededor del mundo que le han aceptado sin importar su raza, nación, idioma y cultura.
Dios no hace acepción de personas, pero como lo mencionamos anteriormente en
nuestro credo existen requisitos de fe y conducta para formar parte de ella.

Es indivisible: La iglesia de Jesucristo no puede dividirse, disolverse o


destruirse. A través de los siglos se han realizado esfuerzos para perseguir, eliminar
y callar a los seguidores de Jesús, pero la iglesia ha permanecido gracias a la unidad,
una iglesia unida a Dios y entre nosotros mismos.

III. La Iglesia creada para prevalecer.

En el versículo base de esta lección, Jesús da una declaración sobre la


capacidad de la iglesia para resistir y permanecer más allá de cualquier circunstancia.
La iglesia prevalece porque los discípulos de Jesús prevalecen. La iglesia prevalece
porque no está sola, Jesús afirmó que estaría con ella todos los días hasta el fin del
mundo (Mateo 28:20), Jesús afirmó estar con nosotros todos los días, tú y yo somos
la iglesia y si Jesús está con nosotros no importa lo que nos amenace o intente
destruirnos, ni las puertas del mismo infierno resistirán las acciones de la iglesia. La
palabra prevalecer tiene el significado de resistir, mantenerse firme o mantenerse de
pie. Es unido a la iglesia como permanecerás firme y de pie, es unido a la iglesia como
te fortalecerás en momentos de dificultad. Es en la iglesia donde te desarrollarás y
crecerás para ser cada día un mejor discípulo de Jesús.

IV. La Iglesia creada para conectar el cielo y la tierra.

En la oración que Jesús enseñó a sus discípulos y que conocemos


comúnmente como el Padre Nuestro, dice en una de sus partes: ¨venga a nosotros
tu reino y hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo¨. En otras palabras, que sea
establecido el gobierno de Dios en la tierra y que la humanidad obedezca a Dios como

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le obedecen los ángeles en el cielo. La misión de la iglesia es que se viva el cielo en
la tierra y la humanidad experimente la paz que trae al hombre estar en comunión
con Dios. Pero más allá de eso Jesús nos dice que todo lo que atemos en la tierra será
atado en el cielo y lo que desatares en la tierra será desatado en el cielo, de tal modo
que como cuerpo suyo nos da una autoridad divina que muchas veces como iglesia no
hemos podido dimensionar y usar en la medida que Dios espera que lo hagamos.

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere
y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales
seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará
daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.” Marcos 16:15-18.

Conclusión.

La iglesia no es un edificio, la iglesia somos Tú y yo, la iglesia es el cuerpo


de Cristo que da a conocer su amor y manifiesta sus obras, somos una sola iglesia,
universal e indivisible. Una iglesia que permanece de pie y resiste los más feroces
ataques, una iglesia con el poder y la autoridad de conectar el cielo y la tierra, una
iglesia con la capacidad de mostrar el poder de Dios, de hacer señales, de sanar
enfermos, pero sobre todas las cosas de transformar vidas por medio del mensaje de
Jesucristo y que alcancen la salvación eterna.

Jesús te hace la invitación a formar parte de su cuerpo, su iglesia y permanecer


siendo parte de ella sirviendo y perseverando hasta el final.

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ESTUDIO 2

LA IGLESIA QUE
PERTENECE AL DIOS
VIVIVENTE
“Te escribo esto, esperando ir a verte pronto, para que, si me
1a Tim. 3:14-15 tardo, sepas cómo te conviene conducirte en la casa de Dios, que
es la iglesia del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad.”

Introducción.

El sentido de pertenencia actualmente en la sociedad es incierto, superficial


y variante. Todo esto se debe a la ideología en el mundo: Promover la empatía, pero con
individualismo. Buscar la paridad de género, pero con inconformidad en su género.
Pertenecerse a sí mismo y no a alguien más.

La revelación sobre la iglesia que hace en este pasaje el Apóstol Pablo, destaca
que “es la iglesia del Dios vivo, columna y fundamento de la verdad.” A diferencia de
alguna agrupación, sociedad o comunidad; la iglesia es una asamblea santa, la gran
familia y pueblo escogido de Dios. Quienes son parte de ella o quieren ser parte de ella,
deben saber que le pertenece al Dios vivo, deben aprender a comportarse sostenidos
en la verdad y vivir en su voluntad.

Con base en estas afirmaciones, el llamado es para ser miembros de la iglesia del
Dios viviente; consideremos que…

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I. La Iglesia pertenece al Dios vivo.

Jesucristo estableció la iglesia que trasciende los tiempos y las generaciones.


Nuestro Dios habiéndose humanado, hace más de 2,000 años la instituyó: “También
te digo que tú eres Pedro, y construiré mi iglesia sobre esta roca. Las fuerzas de la
muerte no la derrotarán.” (Mateo 16:18 PDT). Esta afirmación es importante para
quienes somos de Cristo y para quienes deseen aceptarle como Señor y Dios, ya
que su iglesia no será alterada, fragmentada, ni destruida; prevalecerá hasta que
Cristo regrese: “Voy a prepararles un lugar, y si voy y preparo un lugar para ustedes,
regresaré. Los llevaré conmigo para que estén donde estoy yo.” (Juan 14:2b, 3 PDT).

El apóstol Pablo dice a Timoteo: “quiero que sepas cómo se debe vivir
en la familia de Dios. Esa familia es la iglesia del Dios viviente…” (1 Timoteo 3:15a
PDT). Quienes son o quieren ser parte de esta iglesia, deben comportarse como
pertenecientes al Dios viviente: “Tengan cuidado, hermanos, de que en ninguno
de ustedes se esconda la maldad ni la falta de fe como para darle la espalda al Dios
viviente. Al contrario, anímense unos a otros todos los días…” (Hebreos 3:12, 13a PDT).

II. Nuestro comportamiento debe sostener la verdad.

Quien sigue al verdadero Dios; su comportamiento sostiene la verdad. Pablo


indica a Timoteo que debe saber conducirse en “… la iglesia del Dios viviente, columna
y fundamento de la verdad” (1 Timoteo 3:15b PDT). Obedecer a Jesucristo contribuye
a sostenerse como verdaderos discípulos: “—Si ustedes siguen obedeciendo mi
enseñanza, serán verdaderamente mis seguidores.” (Juan 8:31b PDT). También, el
buen testimonio sostiene el comportamiento en la verdad: “Estimado hermano…
El que hace lo bueno es de Dios, pero el que hace lo malo nunca ha conocido a Dios.
Todos dan buen testimonio de Demetrio, incluso la verdad misma…” (3 Juan 1:11, 12a
PDT).

En la iglesia se predica y se enseña que el hombre y la mujer que acepta a


Jesucristo como Señor y Dios, debe portarse de acuerdo a la verdad: “Hermanos,
tengo algo más que decirles. Ya les enseñamos a vivir de la forma que a Dios le agrada
y ustedes están viviendo de esa manera, ahora los animamos y les pedimos en el
nombre del Señor Jesús que se esfuercen más.” (1 Tesalonicenses 4:1 PDT). La vida en
Cristo no se sostiene con apariencia o mentiras, sólo con la verdad.

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III. La voluntad de Dios es escencial para la vida.

Obedeciendo su verdad vivimos diariamente en su voluntad. Esto es esencial:


“Alguien puede decir: «Yo conozco a Dios», pero si no obedece sus mandamientos es
un mentiroso y la verdad no está en su vida... La prueba de que andamos bien con Dios
es la siguiente: el que dice que permanece en Dios, debe vivir como vivió Jesús.” (1
Juan 2:4-6 PDT).

Timoteo debe aceptar lo que su padre espiritual está indicando: “… te


escribo estas instrucciones por ahora… así que quiero que sepas cómo se debe vivir
en… la iglesia del Dios viviente…” (1 Timoteo 3:14b, 15a PDT). El propósito de estas
instrucciones es para que el creyente se comporte conforme a la voluntad de Dios en
su iglesia y no conforme al mundo: “Esto es lo malo del mundo: querer complacer los
malos deseos; dejarnos atraer por lo malo que vemos y sentirnos orgullosos de lo que
tenemos. Pero nada de eso viene del Padre, sino del mundo. El mundo está llegando a
su fin junto con los deseos que hay en él; pero el que hace lo que Dios quiere, vive para
siempre.” (1 Juan 2:16, 17 PDT).

Conclusión.

El llamado para tu vida a través de este mensaje es para que decidas ser parte
de la iglesia del Dios viviente. También es para que aceptes aprender a vivir conforme
a la verdad de Dios y su Palabra, y ya no vivas como las personas que no conocen a
Dios. Finalmente, considera que es esencial permanecer viviendo en la voluntad de
Dios hasta que regrese por su iglesia.

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ESTUDIO 3

LA IGLESIA
QUE ANUNCIA EL
EVANGELIO
“En aquel día se desató una gran persecución contra la iglesia que
estaba en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de
Hch. 8:1,4
Judea y de Samaria, con excepción de los apóstoles… Entonces, los
que fueron esparcidos anduvieron anunciando la palabra.”

Introducción.

Las personas oyen cualquier cantidad de anuncios en su diario vivir, y entre


todos esos anuncios deben saber que Jesucristo sana, salva y viene pronto. “Pero,
¿cómo van a confiar en el Señor si no han oído hablar de él? ¿Y cómo van a oír de él si
no hay quien les cuente el mensaje?” (Romanos 10:14 PDT). La iglesia que anuncia el
evangelio de Jesucristo bien puede hacerlo.

Los primeros creyentes que fueron esparcidos por varios lugares anunciaron a
Jesucristo como Señor. Lo hicieron de persona a persona en las calles y las plazas.
También lo hicieron reunidos en las casas para que, en grupo Cristo fuera predicado.
Desde luego, que aprovecharon sus eventos para demostrar el poder de Cristo y
persuadirlos a conocerlo, aceptarlo y decidir seguirlo.

La iglesia que anuncia el evangelio del


Señor Jesucristo lo hace a través de la…

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I. Evangelización personal.

Todo inicia con el llamado a una persona. Nuestro pasaje de base nos dice que
había oposición para anunciar el evangelio de Cristo. “Sin embargo, todos los que huían
iban anunciando el mensaje de las buenas noticias de salvación por dondequiera que
iban.” (Hechos 8:4 PDT). Entre ellos estaba un discípulo llamado Felipe que llego a la
ciudad de Samaria, allí “Había un hombre llamado Simón que practicaba la brujería…
Pero cuando Felipe le anunció al pueblo las buenas noticias del reino… Simón mismo
creyó y fue bautizado.” (Hechos 8: 9a, 12a, 13a PDT). Esto es evangelización personal.

La iglesia que practica la evangelización personal aplica el principio básico


(un discípulo anuncia) y el resultado deseado (la conversión de una persona). La Biblia
registra que: “Felipe fue y encontró a un eunuco etíope, funcionario de la Candace,
o sea la reina de Etiopía… Entonces Felipe comenzó a hablar… y le contó la buena
noticia acerca de Jesús.” (Hechos 8: 27a, 35 PDT). En la actualidad nuestra iglesia
sigue practicando la evangelización personal a través de la estrategia “1MÁS1” Los
que siguen a Cristo, anuncian el evangelio personalmente, los que oyen el evangelio
logran conocer y aceptar a Jesucristo.

II. Reuniones de célula.

Reunidos en las casas como familia. A pesar de que: “Saulo también trataba
de destruir al grupo, entraba en las casas donde se reunían…” (Hechos 8: 3a PDT), la
iglesia continúo llegando a los hogares con el anuncio del evangelio: “Diariamente en
el área del templo y por las casas, los apóstoles continuaban enseñando y anunciando
las buenas noticias de que Jesús es el Mesías.” (Hechos 5:42 PDT). Si alguien no tiene
la seguridad para participar de la evangelización personal, conviene que sea parte de
una reunión de célula para que lleve un invitado.

Quienes asisten a la reunión de célula, participan como un grupo


representativo de la iglesia en la planeación para anunciar el evangelio: “Gayo, quien
me aloja y permite que toda la iglesia se reúna en su casa, los saluda…” (Romanos
16:23a PDT). También, participan en la reunión de célula para alcanzar a los inconversos
dándoles a conocer y persuadiéndolos a que acepten a Jesucristo como Señor y Dios.
“Pablo y Silas les anunciaron el mensaje del Señor al carcelero y a todos los de su
casa... Inmediatamente fueron bautizados él y todos los de su casa.” (Hechos 16:32,
33b PDT).

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III. Celebración y eventos con demostración del poder de Dios.

El Anuncio del evangelio es verbal, experiencial y de alcance. La Biblia dice


que: “Un gran número de samaritanos escuchaba a Felipe, veía las señales milagrosas
que hacía y le prestaban mucha atención a su mensaje. Muchos que tenían espíritus
malignos fueron sanados... También fueron sanados muchos inválidos y paralíticos…
Felipe le anunció al pueblo las buenas noticias del reino de Dios y del poder de
Jesucristo, tanto hombres como mujeres le creyeron a Felipe y fueron bautizados.”
(Hechos 8:6, 7, 12 PDT). La demostración del poder siempre será para alcanzar a otros.

La invitación a las personas inconversas a nuestra celebración y eventos será


para que conozcan y se convenzan de que Jesucristo tiene poder y autoridad sobre
todas las cosas. Ese poder y autoridad lo ha dado a la iglesia: “Tengan la seguridad de
que les he dado autoridad de aplastar escorpiones y serpientes, y autoridad sobre todo
el poder del enemigo. Nada les hará daño.” (Lucas 10:19 PDT). Así que en los eventos
“Noche de bendición”, “Encuentro con Dios” y “La Cosecha” (entre otros), la iglesia
demuestra el poder de Jesucristo para sanar, liberar y perdonar a los no creyentes.

Conclusión.

La Iglesia que anuncia el evangelio lo hace de persona a persona para crecer


“1MÁS1” y así, el que anuncia, como el que oye el evangelio son bendecidos por el Señor.
También promueve las reuniones de célula para que en grupo (y llevando invitados)
sean parte del proceso de discipulado. Además, aprovecha sus celebraciones y
eventos para que, con el poder del Espíritu Santo los inconversos sean impactados y
persuadidos a ser seguidores y servidores de Jesucristo nuestro Señor.

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ESTUDIO 4

LA IGLESIA QUE SE
IDENTIFICA SOLO
CON CRISTO
“Y sucedió que se reunieron todo un año con la iglesia y enseñaron
Hch. 11:26 a mucha gente. Y los discípulos fueron llamados cristianos por
primera vez.”

Introducción.

Si meditas detenidamente en esta Palabra podrás darte cuenta cómo los


primeros cristianos aprendieron las enseñanzas de Jesucristo, también podrás ver
cómo le sirvieron enseñando el mensaje del evangelio a otras personas, y te gozarás
al contemplar cómo le fueron fieles hasta la muerte.

Nuestro anhelo el día de hoy es que puedas aprender juntamente con


nosotros, los cristianos de este tiempo, las enseñanzas de Cristo, para que un día
creas en Él, para que le sirvas con todo tu corazón, y te mantengas fiel durante todo tu
caminar con el Señor.

Veamos los acontecimientos bíblicos


del pasaje que nos ayudan a identificarnos en este mensaje.

I. Por la predicación de algunos, muchos se convirtieron.

Los creyentes que fueron dispersados después de la muerte de Esteban,


huyeron a varias ciudades y predicaban la Palabra principalmente a los judíos; pero
algunos de ellos en Antioquía les hablaron el evangelio del Señor a los gentiles griegos.

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El resultado de este servicio a Dios fue un respaldo sobrenatural que produjo
gran número de nuevos conversos. Muchos creyeron en Jesucristo por unos cuantos
que decidieron hacer algo diferente a lo que los demás procuraban, pero manteniendo
la fidelidad al mensaje del Señor.

Muchos se identificaron con Cristo porque unos cuantos imitaron el proceder


del Señor. Fue posible una buena cosecha de almas porque al igual que Jesús, unos
cuantos anunciaron el evangelio del reino de Dios en las ciudades dónde llegaban.

En la Palabra podemos ver lo que Jesús dijo a los que no lo dejaban ir porque
deseaban que se quedara con ellos: “… Es necesario que también a otras ciudades
anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.” Lucas 4:43.

¡Dios respalda a aquellos que predican el mensaje del evangelio tal y como lo
hizo el Señor Jesús!

II. Bernabé aconseja a los nuevos creyentes para que se mantengan fieles al Señor.

Rápidamente llegó la noticia de este gran acontecimiento hasta Jerusalén


y enviaron a Bernabé quien se sorprendió al ver que muchos habían experimentado
el regalo de la salvación en sus vidas. Se gozó grandemente de la obra que Dios hizo
en ellos. Con este acontecimiento comprobamos lo que el apóstol Pablo dijo a los
romanos: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.” Romanos
1:16. Bernabé expresa su contentamiento a los nuevos creyentes de Antioquía, pero a
la vez los vuelve a la realidad de la nueva vida en Cristo. Sus vidas serían probadas
por medio de situaciones adversas que vendrían y todos ellos tendrían necesidad de
mantenerse firmes en la fe que habían recibido.

El camino sería largo y tendrían que hacerse un firme propósito de fidelidad


al Señor. Estaba latente la necesidad de proponerse con todo el corazón ser fiel a
Jesucristo sin importar lo que sucediera. Bernabé estaba consciente e intentaba
concientizar a los creyentes de Antioquía acerca del peligro que en ese tiempo estaban
enfrentando los cristianos.

La Palabra lo confirma: “Y después de anunciar el evangelio a aquella ciudad y


de hacer muchos discípulos, volvieron a Listra, a Iconio y a Antioquía, confirmando los

16
ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles:
Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios.”
Hechos 14:21-22.

III. Pablo y Bernabé enseñaron a muchos.

Muy pronto Bernabé fue a Tarso por Saulo llamado Pablo y lo trajo a Antioquía,
para que juntos permanecieran durante un año congregándose y enseñando a mucha
gente. Quién mejor que Pablo para enseñar a los discípulos de Antioquía, quién mejor
que aquel que tuvo un encuentro con Jesucristo, él que escuchó su voz, y a través de
ella la reprensión del Señor, para después guiarlo por el camino de la predicación del
evangelio del reino de Dios.

Pablo se había identificado con Cristo y su mensaje, además de esto, era un


hombre lleno del Espíritu Santo al igual que Bernabé; por esa razón Dios los condujo
hasta Antioquía para que por medio de la enseñanza del evangelio muchos de ellos se
identificaran con el Señor y recibieran la fe que les permitiría cambiar su vida, servir a
Dios y serle fiel durante todo su caminar cristiano.

La forma de transmitir el mensaje se repite. Pablo enseña a los creyentes


de Antioquía, así como él fue enseñado por los discípulos que vivían en Damasco. “Y
habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por algunos días con los
discípulos que estaban en Damasco.” Hechos 9:19.

Conclusión.

En este día se repite la historia, nosotros, los que nos identificamos con Cristo
y hemos creído en Él, al igual que los creyentes de hace muchos años les predicaron a
los gentiles griegos, te predicamos a ti el mensaje del evangelio en este momento.

La invitación es para que creas que Jesucristo puede cambiar tu vida, podrás
convertirte en un servidor suyo, y serle fiel hasta el final; pero para que esto sea posible,
necesitas recibir la instrucción de la palabra de Dios para que tu fe sea fortalecida y
puedas resistir cualquier situación contraria que venga a tu vida. El Señor anhela que
te identifiques con Él, que creas en su nombre; pero también quiere que con propósito
de corazón permanezcas fiel a Él.

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ESTUDIO 5

LA IGLESIA
QUE SE EDIFICA Y
TEME A DIOS
“Entonces por toda Judea, Galilea y Samaria la iglesia tenía paz.
Hch. 9:31 Iba edificándose y vivía en el temor del Señor, y con el consuelo del
Espíritu Santo se multiplicaba.”

Introducción.

A medida que pasa el tiempo, la población en nuestro mundo va


multiplicándose. La forma en que cada habitante defina desarrollarse como persona
es individual y es respetable. Pero, el plan de Dios para toda la humanidad es salvarle:
“… recomiendo orar por todo el mundo… Esta clase de oración es buena y le agrada a
Dios, nuestro Salvador; pues él quiere que todos se salven.” (1 Timoteo 2: 1a, 3, 4a TLA).

La tarea de la iglesia es predicar el evangelio de Jesucristo a todas las


personas, para que ellas sean salvas. También, tiene como tarea que cada uno de
sus integrantes sean edificados: Primero, reconociendo a Jesucristo como Señor
y Dios; segundo, obedecerle en el temor de su nombre y tercero, participando en la
multiplicación de la iglesia que pertenece a Jesucristo.

Para ser parte de la iglesia que se edifica


y teme a Dios se necesita…

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I. Reconocer a Dios sin miedo o preocupación.

Reconocer a Dios se logra con valentía y convicción. En Hechos capitulo nueve


encontramos que por un tiempo la iglesia se vio amedrentada y perseguida; pero un
día llego la paz. La iglesia siempre se ha visto amenazada de muchas formas; pero
siempre ha permanecido confiada y firme en Jesucristo el Señor: “… los miembros de
la iglesia vivían sin miedo de ser maltratados. Seguían adorando al Señor, y cada día
confiaban más en él.” (Hechos 9:31b TLA). Tener fe, valentía y determinación; llevan a
las personas a adorar a Jesucristo el Señor.

El hombre y la mujer que escuchan la palabra de Dios y asisten a la iglesia, pueden


aprender a dominar el miedo y la preocupación del que dirán, de la reacción de la familia
y de sus propios pensamientos. La Biblia dice: “Jesús les dijo a sus discípulos: —No se
preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí… Les doy la paz, mi propia paz,
que no es como la paz que se desea en este mundo. No se preocupen ni tengan miedo
por lo que pronto va a pasar.” (Juan 14:1, 27 TLA). Sin miedo sigue al Señor.

II. Fortalecer la obediencia en el temor a Dios.

La mejor forma de honrar a Dios es obedeciéndolo. Cuando la Biblia habla de


temor puede significar terror, miedo, o simplemente reverencia y respeto. La naciente
iglesia se fortalecía en las enseñanzas de Jesucristo; de esta manera obedecían con
reverencia y tenían promesa: “Les aseguro que quien obedezca mi enseñanza, vivirá
para siempre con Dios.” (Juan 8:51 TLA). También, Jesús dice qué para amarle hay que
obedecerle: “» Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis mandamientos.”
(Juan 14:15 TLA). Honra a Dios con tu obediencia en el temor de su nombre.

La forma de fortalecer la obediencia de quienes son parte de la iglesia o van


a ser parte de ella, se logra haciendo siempre lo bueno: “… Quiero que demuestren su
inteligencia haciendo lo bueno, y no lo malo. Así el Dios de paz pronto vencerá a Satanás,
y lo pondrá bajo el dominio de ustedes. ¡Que Jesús, nuestro Señor, ¡siga mostrándoles
su amor!” (Romanos 16:19b, 20 TLA). También, se fortalece manteniéndose libre de
pecado: “Queridos hermanos y hermanas en Cristo… debemos… mantenernos libres
de pecado. Honremos a Dios, y tratemos de ser santos como él.” (2 Corintios 7:1 TLA).

19
III. Ser parte de la multiplicación de la Iglesia.

Quien acepta a Jesucristo como Señor, es parte de la multiplicación. La


naciente iglesia cada día confiaba más en Dios, por eso: “Con la ayuda del Espíritu
Santo, cada vez se unían más y más personas al grupo de seguidores del Señor
Jesús.” (Hechos 9:31b TLA). La iglesia se multiplicaba por medio del Espíritu Santo, la
predicación y enseñanza del evangelio de Jesucristo: “Los miembros de las iglesias de
todos esos lugares confiaban cada vez más en Jesús, y cada día más y más personas
se unían a ellos.” (Hechos 16:5 TLA).

Se parte de la multiplicación de la iglesia. Predicando a Jesucristo y llevando a


una persona para que oiga la palabra de Dios y crezca la fe en Él: “Así que las personas
llegan a confiar en Dios cuando oyen el mensaje acerca de Jesucristo.” (Romanos
10:17 TLA). Si aún no has aceptado a Jesucristo, hoy es el día para decidir aceptarlo. La
Biblia dice: “Pues si creemos de todo corazón, seremos aceptados por Dios; y si con
nuestra boca reconocemos que Jesús es el Señor, Dios nos salvará.” (Romanos 10:10
TLA). Se parte de la multiplicación de la iglesia.

Aplicación.

Hoy tienes la oportunidad de ser parte de la iglesia que se edifica en el temor


a Dios. ¿Que debes hacer? Sigue asistiendo a la Célula y la Celebración Dominical
para que reconozcas en adoración a Jesucristo el Señor. Decide obedecer a Dios
aprendiendo los hábitos espirituales y recibiendo la enseñanza de la palabra de Dios.
Finalmente, Decide participar de la Noche de Bendición para que seas parte de la
multiplicación de la iglesia.

20
ESTUDIO 6

LA IGLESIA QUE
ES TESTIGO DEL
PODER DE DIOS
“Y gran temor sobrevino a la iglesia entera y a todos los que oían
de estas cosas. Por las manos de los apóstoles se hacían muchos
Hch. 5:11-12
milagros y prodigios entre el pueblo, y estaban todos de un sólo
ánimo en el pórtico de Salomón.”

Introducción.

Cuando se lee esta parte de la Palabra de Dios, se ve la vida de la iglesia


primitiva, con imágenes que dan evidencia de una comunidad que vive como testigo
del poder de Dios. Donde la cercanía con Dios cambia el rumbo del ser humano de un
camino de pecado, perdición y muerte, a un camino de vida, bienestar y esperanza.

Hoy se estudiarán algunas características de una iglesia que es testigo


del poder de Dios, poniendo énfasis en la forma que Dios actúa sobre su
pueblo y le guía a una vida renovada y de bendición.

I. Un sólo ánimo.

Nos referimos al ánimo como la fuerza o energía para hacer, resolver o


emprender alguna labor o actividad.

La manifestación del Espíritu Santo en la vida de la iglesia produce un sólo


ánimo, el corazón de los discípulos de Cristo es moldeado para ser guiado en los

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propósitos de Dios. Se hace una diferencia entre el ánimo que se vive en el mundo y
el ánimo en el camino de Dios, donde la unidad de propósitos y el enfoque en la vida
eterna guían los pasos de los creyentes.

Dios cambia los planes y objetivos del ser humano que le busca, para que
ahora sean llevados por el camino de vida. El cambio se produce de una forma de vida
de pecado y de dolor re-dirigiendo los pasos a una forma de vivir como hijos de Dios,
alejada del pecado y en una continua búsqueda de la presencia de Dios.

La predicación del evangelio del Señor Jesucristo es la muestra palpable de


un ánimo renovado en el poder del Espíritu Santo. Donde la preocupación del nuevo
creyente es compartir el mensaje de vida que le ha llegado. Esta dedicación y trabajo
distingue a los discípulos de Cristo.

II. Milagros y prodigios.

La predicación del evangelio debe estar acompañada de la manifestación de


milagros y prodigios, esto sucede de forma cotidiana como resultado de una iglesia
que vive en el poder del Espíritu Santo.

Los milagros y los prodigios son sucesos extraordinarios y maravillosos que


no se pueden explicar por las leyes regulares de la naturaleza y que se atribuye a la
intervención poderosa de Dios. Provocan admiración o sorpresa, tanto en la vida de
quien recibe el milagro como en quienes son testigos de él. Estos milagros pueden
ser:

• Sanidad de cualquier tipo de enfermedad (Mateo 9:35; Hechos 3:6-8).


• Liberación de opresión maligna (Marcos 16:17-18; Lucas 9:37-42).
• Resurrección de muertos (Juan 11:43-44; Hechos 9:39-42).
• El control de la naturaleza (Mateo 8:23-27; Lucas 9:13-17).

En los problemas que vive la sociedad de hoy, la iglesia debe tener una
búsqueda constante en oración y ayuno para experimentar los milagros y prodigios
de Dios.

22
III. Temor de Dios.

Una forma muy evidente de la iglesia que vive en el poder de Dios, es el temor.
Al hablar de temor no se hace referencia al miedo o a estar atemorizados, la palabra
temor a Dios lleva a el pensamiento el respeto, de la reverencia y la obediencia a Dios.

La iglesia que camina en temor vive respetando y obedeciendo a los


mandamientos de Dios, con una vida de santidad y reverencia delante de Él. Esta
forma de vida despierta la admiración de las personas que conocen el testimonio de
la iglesia. Y da certeza y credibilidad al evangelio que se predica.

El temor de Dios nos impulsa a ser responsable de nuestra forma de pensar


y nuestra forma de vivir. Estando atentos a nuestra forma de hablar y cómo se refleja
nuestra vida ante las personas que están a nuestro alrededor.

CONCLUSIÓN.

La iglesia es testigo del poder de Dios y por ello vive con un ánimo renovado
en la manifestación del Espíritu Santo. Viviendo en la manifestación de las señales,
milagros y prodigios. Caminando en la santidad y amor hacia Dios.
Por eso te invitamos a caminar de la mano con Dios, seguro de las promesas y
bendiciones que Él ha prometido para sus hijos. Sigue adelante en este precioso
camino donde el objetivo es llegar a la vida eterna prometida por Dios.

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ESTUDIO 7

LA IGLESIA QUE
ESTÁ PLENA Y LLENA
“Aun todas las cosas las sometió Dios bajo sus pies y lo puso a él por
Ef. 1:22-23 cabeza sobre todas las cosas para la iglesia, la cual es su cuerpo, la
plenitud de aquel que todo lo llena en todo.”

INTRODUCCIÓN.

Hay muchas formas de conceptuar los términos “llenura” y “plenitud”,


concepciones que van desde la idea de tener los templos y actividades de nuestras
iglesias llenos de personas, hasta la idea de ver la plenitud como una vivencia continua
bajo un éxtasis espiritual.

No dudamos que estas ideas sean buenas, pero creemos que, tanto la llenura
y la plenitud, son conceptos que nos transmiten la imagen de una integralidad; de
un estado que abarca todos los aspectos de la vida de una congregación; un estado
de plenitud espiritual individual y grupal, en el que la comunión íntima con Dios, los
dones, los ministerios, y el cumplimiento de la misión evangelizadora se generan sana
y continuamente.

Entonces, la iglesia que vive plena y llena del Espíritu Santo


es, según nuestra base bíblica, la siguiente:

1. La iglesia que permite que Jesucristo sea quien guíe a plenitud todos sus planes
y acciones. “...y lo puso a él por cabeza sobre todas las cosas para la iglesia”. (Efesios
1:22b).

Este sentir parte desde el mismo pastor, quien procura buscar de Dios, visión,
estrategias y recursos, hasta el hermano más sencillo de su congregación, pasando

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por todos los liderazgos de la iglesia local. Así “la iglesia que está plena y llena”, tendrá
la seguridad completa de que sus planes y acciones vienen directamente del Señor
Jesucristo.

Pero es importante mantener la frescura de esa guianza divina, promoviendo


actividades personales y grupales de oración y ayuno, así como implementar un buen
equipo de intercesores para que, dejándose guiar por la voz de Dios, no se pierda el
rumbo en ningún momento.

Efesios 1:15-19 (RV-1960) “Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en
el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias
por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de
nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación
en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que
sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria
de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con
nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza”.

2. La iglesia que sabe cabalmente el reflejo de la plenitud de su Señor. “La cual es su


cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo.”(Ef. 1:23).

Una iglesia de este calibre andará con dignidad, agradando a Dios en todo,
tanto en sus relaciones internas como ante la comunidad; pues vivirá bajo la certeza
de su plena asignación y valor de ser embajadores del rey y su reino. Corintios 5:20
(RV-1960) “Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por
medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”.

Una iglesia “llena y plena” de este nivel, procurará, guiada por su Señor, llenar
todas las esferas de su actuar cotidiano, de la plenitud del evangelio discipulador
eficaz; tal cual lo hacía la iglesia primitiva y sus líderes.

Efesios 6:18-20 (RV-1960) “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica
en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con
denuedo el misterio del evangelio, por el cual soy embajador en cadenas; que con
denuedo hable de él, como debo hablar”.

25
Conclusión.

Sin duda que este ideario impreso por el Santo Espíritu en las escrituras, es
muy elevado, pero nunca debemos perderlo de vista, dado que es el deseo de Dios que
su iglesia lo alcance en nuestro tiempo.

El mundo, más que un bonito templo lleno de personas y saturado de


actividades deslumbrantes, necesita una iglesia “llena y plena” al estilo de la iglesia
de los Efesios. Sin duda que los hermosos templos y las muchas actividades son
buenos, pero desenfocados de la “plenitud de Cristo”, resultan poco eficaces.

26
ESTUDIO 8

LA IGLESIA QUE
AUMENTA EN FE Y
NÚMERO
“Cuando pasaban por las ciudades, les entregaban las decisiones
tomadas por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén,
Hch. 16:4-5
para que las observaran. Así las iglesias eran fortalecidas en la fe, y
su número aumentaba cada día.”

Introducción.

La naturaleza de un cuerpo vivo es el desarrollo y crecimiento. La escritura


en diversas ocasiones presenta a la iglesia como un cuerpo vivo; por lo tanto, es parte
de la naturaleza de la iglesia vivir en constante crecimiento. Incluso los evangelios
destacan el crecimiento de Jesús en estos dos sentidos: “Y Jesús crecía en sabiduría,
en estatura y en gracia para con Dios y los hombres”. Vemos entonces que el
crecimiento exterior o lo que se ve y el interior lo que no se ve; van de la mano y son
reflejo uno del otro. El crecimiento de la iglesia debe ser cualitativo y cuantitativo, es
decir; en fe y número.

Veamos pues estos dos aspectos que deben ir


en aumento en una iglesia en el mover del Espíritu Santo.

I. Aumentando en Fe.

El pasaje bíblico que hemos tomado como guía para este estudio, expresa
que “la iglesia crecía y se fortalecía en la fe”. Este resultado era de mucho valor e
importancia para los discípulos de Jesús, por eso lo plasman en la narrativa del libro

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de los hechos. Ellos mismos (los discípulos de Cristo) en alguna ocasión le dijeron al
Señor “Auméntanos la fe” (Lucas 17:5).

La búsqueda de la persona que se acerca a Dios debe ser dirigida a que el


Señor le permita crecer en la fe, en el conocimiento de Dios, en la comprensión de
las cosas divinas, aquello que es eterno. Pues todos tenemos un alma que salvar
y por ende, llevamos en nosotros la necesidad de conocer y recibir a Dios. Y una de
las mejores decisiones que pudo tomar es asistir a esta reunión para crecer en el
conocimiento de Dios, pues eso dará fruto de bendición en su vida, el conocer de Dios
nos da acceso a una nueva forma de vivir; “para que andéis como es digno del Señor,
agradándole en todo, dando fruto en toda buena obra y creciendo en el conocimiento
de Dios” (Colosenses 1:10).

Para quienes ya han recibido el bautismo en el nombre de Jesucristo, este es


el siguiente paso que debe buscar dar: Crecer en su fe y conocimiento de Dios, pues
el camino del Hijo de Dios es un proceso de crecimiento espiritual, el hombre interior
debe ser renovado, nuestra forma de pensar transformada hasta llegar a la estatura
de Cristo. No pretendemos ser perfectos pero sí anhelamos ser perfeccionados, así lo
expresa Proverbios 4:18 “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va
en aumento hasta que el día es perfecto”.

II. Aumentando en Número.

El segundo aspecto que nos deja ver el pasaje de Hechos 16:5 es que la iglesia
aumentaba en número cada día. Es decir, el poder del evangelio iba cautivando los
corazones y cada día más personas se convertían en seguidores de Cristo. Podemos
imaginar eventos multitudinarios, reuniones de miles donde la presencia y poder
del Espíritu Santo se manifestaba y causaba un gran impacto en las vidas, lo cual
producía que más personas se sumaran a este maravilloso movimiento del poder
de Dios, así lo vemos en estos pasajes: “Entonces los que habían recibido su palabra
fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas” (Hechos 2:41).
“Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían
constantemente al número de ellos”.

Queridos amigos y hermanos, el crecimiento numérico es también parte


del propósito divino de Dios para la humanidad, Él desea que todos procedamos al

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arrepentimiento. Los que están cerca, los que están lejos, los amigos, familiares,
vecinos y conocidos. El Señor anhela que toda persona tenga acceso a la gracia, así
lo dice la escritura: “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por
tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca,
sino que todos procedan al arrepentimiento“. (2 Pedro 3:9).

Esforcémonos para que más personas lleguen al camino de Dios,


integrémoslos a este estudio bíblico y llevémoslos a las celebraciones de la iglesia
como lo son; Noches de Bendición, Cultos Inspiradores, Encuentros de Santificación,
etc. De manera que este evangelio sea conocido por todas las personas.

Conclusión.

El crecimiento en fe y número debe ser siempre una búsqueda constante


de aquel que se acerca a Dios, no debe permanecer en la misma condición, pues el
evangelio es poder de Dios para salvación.

Así mismo este crecimiento siempre debe ser divino, dependiente de Dios, así
lo expresó el apóstol Pablo: “Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento“.
Dios anhela ver una iglesia creciente, en aumento, que vive el mover de Dios en
sus corazones y que las familias y comunidades enteras sean salvas y añadidas al
proyecto divino: LA IGLESIA EN MOVIMIENTO.

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