Revista de Critica Cultural 19 / 1999
Revista de Critica Cultural 19 / 1999
ARTE Y
POLITICA
facultad de artes Escuela Post Grado
departamento de
teatro
VMVr-RSIDAl) DE CHILE
PORTADA:
REVISTA N°19
Universidad de Chile
Universidad de Chile Wl'LTAD DE ARTES
Lotty Rosenfeld VHIIIVM INDICE
CULTURAL
Dirección Teatral w
SANTIAGO DE FIN DE SIGLO: RETAZOS DE IDENTIDAD Y CIUDADANIA, Carlos Ossa................................................. 10
DURACION: 2 años.
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<
Matrícula: U.S $ 90 aprox. VER ES ESPERAR, Carlos Flores...............................................................................................................................................63
Arancel anual: U.S. $ 1800 aprox. CENIZAS E HILACHAS, Nury González.............................................................................................................................. 64
en 10 Mensualidades.
ADMISION 2000
1 er. Período de Selección
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Inscripciones: 4 de Octubre al 30 de
Diciembre de 1999.
Exámenes: 1 7 al 22 de Enero
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del 2000
Matrículas: 24 al 28 de Enero
del 2000
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2do. Período de Selección (Vacancias)
Inscripciones: 24 de Enero al 1 7 de
Marzo del 2000
Exámenes: 20 al 25 de Marzo
del 2000
Matrículas: 27 al 30 de Marzo
del 2000
PROGRAMACION AÑO
LECTIVO 2000
1er. Semestre: 3 Abril al 29 de Julio
Vacaciones: 30 de Julio al 1 3
Agosto
2do. Semestre: 14 Agosto al 16 de
Diciembre Esta secuencia fotográfica corresponde a imágenes de un recorrido por ¡a línea 5 del metro,
HORARIO CLASES entre las estaciones Baquedano y Bellavista de La Florida. Fotografías: José Errázuriz
Sábados: 10:00 - 13:30 horas
Lunes: 19:00 - 22:30 horas REVISTA DE CRETICA CULTURAL
Casilla 50736, Correo Central, Santiago de Chile
Martes: 19:00 - 22:30 horas
“Para ejercer la función más importante en el teatro, cual es la de Dirección, estamos INFORMACIONES Directora: NELLY RICHARD Diseño Gráfico: JOSE ERRAZURIZ
convencidos que no basta el talento o la intuición, el informarse por manuales o el Departamento de Teatro. Publicidad, suscripciones y distribución:
practicar con los amigos. Pensamos que es imprescindible cultivar y sistematizar el Consejo Consultivo: JUAN DAVILA / DIAMELA ELTIT
Morandé 750, Oficina 38. CARLOS PEREZ V. / WILLY THAYER ANA MARIA SAAVEDRA, LUIS ALARCON
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CULTURAL se vende en las siguientes librerías:
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EN LA ALCANCÍA DELTIEMPO
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Museo del Ahorro del Banco del Estado:
Un despertador cuya alarma sonaba sólo si la noche anterior se le
rarrii
depositaba una moneda y una alcancía con la imagen del Sputnik
PERIODISMO / DISEÑO / ARTE / AUDIOVISUAL
Providencia 1652, local 3 que se lanzó al espacio en 1957, son algunas de las “joyitas” que
CINE / EDUCACION / SOCIOLOGIA
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Un despertador cuya alarma sonaba sólo si la noche anterior se le depositaba una moneda y una alcancía con la imagen del Sputnik que se
lanzó al espacio en 1957, son algunas de las “joyitas” que guarda este Museo, en cuyas salas está presente la gran historia del ahorro en Chile.
literatura infantil y curiosidades e-mail: palmaria@chilesat.net
Intactos, como si el tiempo se hubiese detenido, allí están los antiguos escritorios de cortina, el libro de registros, la pluma ennegrecida,
los viejos paragüeros, que sostenían bastones y sombreros. Entrar al Museo del Ahorro del Banco del Estado es como ingresar al túnel del tiempo
y retroceder a aquellas épocas en que la vida transcurría apacible. Aquellos años en que los niños guardaban sus monedas en las viejas alcancías,
en que los escolares se entusiasmaban juntando las estampillas de ahorro que pegaban en las cartillas que les entregaban sus profesores.
El Museo del Ahorro resume un trozo de historia, no sólo del Banco del Estado, sino del país. Es un fiel reflejo de la trayectoria de Chile,
desde fines del siglo pasado hasta esta centuria que termina. En sus salas están recreadas las oficinas de Antonio Varas, Luis Barros Borgoño y
Jorge Prat Echaurren, quienes ocuparon altos cargos en las antiguas cajas Nacional de Ahorro, de Crédito Agrícola, de Crédito Hipotecario y del
Instituto de Crédito Industrial, instituciones de ahorro que dieron origen al Banco del Estado.
RQUESTA RISTAL
Ahorrantes ¡lustres
En uno de los muros del Museo cuelgan los revólveres que utilizaban los cajeros para defenderse de posibles asaltos, antes que surgieran
los modernos servicios de vigilancia. También están en vitrina las firmas de connotados personajes que abrieron cuentas de ahorro: el padre
Poesía / Cuento / Novela / Arte Alberto Hurtado, Lucila Godoy Alcayaga (Gabriela Mistral), Neftalí Reyes (Pablo Neruda), Arturo Alessandri Palma, Salvador Allende, Eduar
Crítica / Ensayo / Filosofía do Frei Montalva.
Los orígenes del Museo del Ahorro se remontan a 1984, cuando en el hall central de casa matriz del Banco del Estado en Alameda con
Horario: Lunes a Sábado de 12 a 02°° Bandera- se instaló una exposición de antigüedades, muchas pertenecientes a las instituciones que precedieron al Banco: viejas máquinas de
escribir y calcular, fotografías y documentos. Esta muestra tuvo escasa vida. El Museo del Ahorro tal como se conoce hoy- nació en 1990,
Purísima 165, Barrio Bellavista
impulsado por el actual presidente del Banco del Estado, Andrés Sanfuentes Vergara, quien encargó a Manuel Cea, su actual director, esta
Fono-fax: 735 33 86 fascinante tarea.
El desafío no fue menor, durante tres años hubo que recorrer todo Chile, oficina por oficina del Banco, en procura de los objetos históri
cos, maquinarias y documentos que reflejaran el desarrollo de esta institución líder en ahorro. También muchos clientes jubilados hicieron su
LIBROS aporte entregando viejas alcancías y antiguas libretas de ahorro. Así fueron rescatadas desde los más diversos rincones del país unas ocho mil
LIBRERIA piezas de colección, que ahora deslumbran al público e incluso a historiadores venidos de distintos lugares del mundo.
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Guardar para más tarde
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EDICIONES DE ARTE Esto explica que el Museo del Ahorro sea visitado por miles de escolares que cada año llegan hasta su sede de Bandera 66, y que visitantes
Editorial Anthropos, Aique Grupo Editorial,
de muchos lugares del mundo confirmen que se trata de una exhibición original y única. Instituciones bancarias de todas las latitudes mantienen
aguafuerte, litografías, Espacio Editorial, Lugar Editorial
museos de muy diversa naturaleza, pero ninguno como el del Ahorro, asociado estrictamente al desarrollo del Banco del Estado. Por eso su
xilografías, cuadros. y Editorial Need
página web, move.to/museoAhorro, es frecuentemente visitada por los navegantes de Internet.
Tal como lo expresa el mensaje de un cartel de promoción del ahorro, que data de 1915: ¡hay que guardar para más tarde!, este riquísimo
ARTE & LITERATURA SOCIOLOGIA - PSICOLOGIA patrimonio que se ha logrado preservar es ahora un testimonio vivo para las nuevas generaciones, es un ejemplo del orgullo de una institución
arquitectura, ensayo, poesía. ANTROPOLOGIA - FILOSOFIA que cree en su pasado y lo hace público, por la vía de un espacio en donde el tiempo detenido puede enseñar algo sobre los tiempos que vendrán.
HISTORIA - EDUCACION
José Victorino Lastarria 307, local 201
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La escasa oferta de estudios doctorales en el área de estudio culturales, la historia y las relaciones internacionales,
abordadas desde la multidisciplinariedad llevaron al Instituto de Estudios Avanzados IDEA y a la Facultad de Huma
nidades, a través de su Departamento de Historia, a poner en marcha el Programa de Doctorado en Estudios Ameri
canos. La base real de este Programa Académico estuvo en el trabajo que veintidós doctores de jornada completa han
venido realizando en el área de las Ciencias Sociales y las Humanidades.
El Doctorado en Estudios Americanos es una instancia de perfeccionamiento científico para personas que provienen
de diversas disciplinas de las ciencias sociales y las humanidades que desean realizar investigación sobre el continen
te y cuyo ámbito de trabajo apunte a las áreas del pensamiento americano, la historia económica y las relaciones
internacionales entre los países del continente.
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Noticias de
INFORMACIONES: DR. EDUARDO DEVES VALDES, COORDINADOR DOCTORADO
FONO: 236 8367 - 236 0136 / FAX: 235 8089 / ROMAN DIAZ 89 - PROVIDENCIA ■ SANTIAGO
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* Giícrra a.Ja.iat'ociatia'* Inversión extranjera.-contri
viento y tiiareit^'alanrineijps: con elídelo cn-íás panos
¿CULTURA VS. TELEVISION? * Telenovelas: En
H Patricio Donoso Luis Romero E. promedio obtenidos en la CC , . * Recorilanilo a Violeta Parra .■■ ■
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ANTROPOLOGÍA INGENIERÍA COMERCIAL imagen digital irrumpen en Chile * Detrás de la <
pantalla: ¿Qué piensan los expertos y el público? Q.
Director Q DANZA Director LU
excelencia académica
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normal de la carrera por un
PSICOLOGÍA Patricio Bunster CONTADOR AUDITOR semestre. Renovable por
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PERIODISMO Rebaja porcentual en el
Directora o EN GESTIÓN PÚBLICA arancel normal de la carrera.
W MAGISTER EN
Irene Bluthenthal Geis INVESTIGACION Director
TRABAJO SOCIAL EDUCATIVA Luis Romero E.
Directora Directora TÉCNICO EN GESTIÓN sus miembros sean alumnos
Mirtha Abraham N. PÚBLICA de la Universidad.
Lucía Sepúlveda
DERECHO Director
DOCTORADO EN
Director EDUCACIÓN Luis Romero E.
Héctor Salazar Director
MAGISTER EN DESARROLLO POSTULACIONES
Abraham Magendzo K.
REGIONAL Y LOCAL Departamento de Admisión
Director y Selección de Alumnos
Intentamos abordar nuestra extensión geográfica desde las discontinuidades, ya no sólo topográficas, sino desde la
propia diversidad, buscando a través de mapas recomponer un territorio desde lo imaginado por sus propios habitantes,
tomando clara conciencia que ninguna Cartografía puede cubrir la totalidad o la globalidad de lo que se está haciendo
^■■ÉLitératura
hoy en Chile en ciertas áreas de la cultura. Sabemos que este es un proceso complejo, dinámico y en la mayoría de los
GistEr Bioética
Literatura
Lingüística
casos periférico, por lo que como objetivo se realizarán permanentes actualizaciones procurando generar reflexión y
debate dentro de los propios gremios que participan de los procesos culturales en relación a criterios de inclusión y
pertenencia, así como de reconocimiento de identidades locales y zonales.
UNIVERSIDAD ARCIS incluso organizaciones internacionales que participan en la creación de una Red Iberoamericana de Información Cultural.
La Cartografía, proceso que deberá ser actualizado todos los años, es uno de los primeros acercamientos sistematizados
a nuestra realidad cultural, es una quimera que nace desde el interior de la tierra y sus habitantes para construir un
POSTGRADOS 2000 lenguaje que se articule solidariamente desde el génesis del folclore hasta las vanguardias de arte contemporáneo,
incluyendo espacios de intercambio cultural. Deseamos romper con el anonimato de miles de hombres y mujeres que
DOCTORADO EN EL ESTUDIO DE LAS SOCIEDADES LATINOAMERICANAS son y hacen diariamente la cultura, para crear las bases de lo que deberíamos conceptualizar y poner en práctica como
un derecho ciudadano, es decir el legítimo e irreprochable derecho a la cultura.
Director: Jacques Chonchol
Con la colaboración internacional de: El lanzamiento Nacional de la Cartografía Cultural de Chile se realizó el día 11 de noviembre desde la bahía de Valpa
- Instituí des Hautes Etudes de 1’ Amérique Latine. raíso, eterna ciudad laberíntica que nos retrae al imaginismo y la poesía de los pueblos. Ahí simularemos a los entraña
UNIVERSITE PARIS III, La Sorbonne Nouvelle.
bles hombres de mar y exploración que, con instrumentos y mapas de navegación, se adentraron en un territorio que
- Institut Universitaire d’ Etudes du Développement. UNIVERSITE DE GENEVE.
hasta hoy se devela desde el misterio y la germinación de las múltiples voces que lo constituyen.
- Centre d’ Etudes Latinoaméricaines. UNIVERSITE LIBRE DE BRUXELLES.
IDEN DAD Y siona en los cuerpos corporativos de una ciudad que sólo a
condición de llenar el espacio con marcas, puede tolerar una
memoria. Memoria que es un signo a oponer al desierto, a la
La ciudad transformada en una escenografía
discriminatoria por el kitsch comercial, aloja un trunco cuer
techo, estructurado para el trabajo y el silencio. Mezcla del
hollín histérico de un transporte público que no va a ninguna
r
ve entonces total entre este fondo de rumor imaginal que ab apariencias de una disponibilidad absoluta. Imagen que impi
sorbe toda existencia y la presencia sistemáticamente reitera de una comunicación sin obstáculos, por lo tanto imagen de
monumentos, hitos y perspectivas, en el juego óptico de
da de fotos de desaparecidos que, paradojalmente, son las úni un uso privado de la razón. Imagen poco susceptible, pese a transparencias y opacidades que éstos instauran, debiera
cas que todavía pueden hacer existir un referente. Las imáge
nes de desaparecidos devienen, en la obra, excepciones
su difusión total, de recrear un espacio público, porque se tra
ga cada firma.
ser posible reconocer la arquitectura como una metafísica
ontológicas: imágenes de resistencia frente a la convergencia petrificada.
de los regímenes políticos que hacen desaparecer las trazas de Cuando Kant distingue los dos usos de la razón, el uso
los hombres que sobran y de las técnicas numéricas para los privado (la obediencia en vista a reproducir el cuerpo so
"Larga vida al asesino, para que vea de pie nuestra victoria" ca del “justo medio”, como la preconizada precisamente por
cuales lo real es sólo un “caso”. cial) y el uso público (el debate intermediado por les “letra (Grafitti, Lord Cochrane esquina Tarapacá, diciembre 1998).
dos” que (se) interrogan (sobre) las finalidades de la natura Aristóteles, del vértigo y la manía que abismos y alturas suelen
El desafío es político. Si sólo hay plaza pública cuando cuer leza en el hombre), es evidente que Kant no busca oponer "Está justificado todo mal cuya visión es edificante para un dios." provocar.
pos se exhiben frente a otros cuerpos -fue el caso tanto del dos usos de la razón que se volverían entidades antagónicas. (Federico Nietzsche, La Genealogía de la Moral, II, §7).
ágora griego como del enfrentamiento bélico- o bien cuando Se trata más bien de una complementariedad, del necesario No obstante su origen suntuario, la filosofía estaba desti
textos firmados se oponen a otras firmas (que estas firmas sean paso del cuerpo social fenoménico, sociológico, al otro cuer INTRODUCCIÓN: SUFRIR POR LA CIUDAD nada a trasponer los muros palaciegos y desbordar hacia la
las de un cuerpo singular que se retrae en el acto de firmar o po, republicano en su devenir, que es nouménico: un cuerpo En un pasaje de su ensayo sobre la “hiperpolítica”, el pen polis, el campo de ejercicios megalopáticos de las élites. En
de un cuerpo colectivo como el cuerpo del pueblo francés que efectivamente sensible a las ideas de la razón, debido a los sador alemán Peter Sloterdijk se pregunta: “¿cómo debe de efecto, como
se retrae para validar, contrafirmándola, la Declaración de los argumentos intercambiados en la plaza pública por los “le nominarse a quienes, una vez que se han hecho cargo de las
Derechos Humanos), entonces, la imagen virtual que hace des trados”. En la época post-totalitaria, todo ocurre, al contra grandes cosas, ya no las abandonan nunca jamás?” (En el mis ...sucede que para mucha gente vivir en la ciudad es lo mismo
que sufrir por la ciudad, la reflexión sobre la convivencia en la
aparecer de facto todo cuerpo que la firme o se exhiba en ella, rio, como si, debido al fracaso de la modernidad, estos dos mo barco, pp. 39-40). Para responder adecuadamente la pre
ciudad debe generar eo ipso una teoría que explique y justifique
es una imagen que posee la textura del sueño. Y, más precisa usos de la razón estuvieran en guerra civil y como si la políti gunta, sugiere Sloterdijk, los sujetos en cuestión han de ser -ontológica, cosmológica y escatológicamente- el sufrimiento por
mente, posee la textura de una ensoñación colectiva que en ca de la desaparición fuera la forma actualmente adoptada distinguidos de los meros megalómanos: éstos, “por conseguir lo grande, (pp. 41-42).
cadena imágenes en todos los soportes posibles. La cinta de por esta guerra. Podemos incluso pensar que en esto -en esta algo”, se meten en cuestiones que les quedan grandes y los
Altamirano, cuyo recorrido es interminable, poseería esa tex stasis- radicaría el fracaso de la modernidad. La política del dejan en la estacada. La filosofía griega y sus equivalentes en De esta manera, la filosofía no solamente desciende a la
tura de la ensoñación colectiva que no es el sueño de nadie en secreto consistiría en la extremización de este sólo uso priva la India y en la China, se habrían caracterizado, en cambio, ciudad, sino que sus tareas se extienden decisivamente: no so
particular, de ningún cuerpo singular, pero en la cual se en do de la razón, desconectado del espacio público. Incluso en por depurar de rasgos maníacos la preocupación por las gran lamente phronesis palaciega, sino ontología, cosmología y es-
samblan todos los sueños particulares. Esta ensoñación, así la cinta de Altamirano, pareciera que es el uso privado el que des cosas (ta megala): “su preocupación es justamente la de catología -teoría del ser, del ordenamiento del universo y de
como el rumor que precede la proclamación de una opinión va a triunfar ya que las fotos de los desaparecidos se sumer eliminar el factor maníaco de las antiguas prácticas de sabidu su finalidad- asociadas indisolublemente a la explicación y
singular, no se exhibe. Tampoco lo hace un ruido de fondo. gen paulatinamente en el magma de la fantasmagoría colec ría, a fin de ser desapasionados en la escuela de lo grande, justificación del “sufrimiento por lo grande”. Agrega Sloterdijk
Esta ensoñación puede ser colectiva, pero no pública. Es que, tiva y de sus imágenes virtuales. que es lo que da que pensar.” (p. 40). en una nota:
en el fondo, es secreta e idiomática igual que el sueño. Ya lo
vimos, las imágenes, cualquiera sea su origen, se “Megalópatas”, es la denominación que propone Sloterdijk De ahí que, junto a la amistad, que representa por así decirlo la
metamorfosean unas en otras, sin cualidad ni estatuto. Por lo para estos “ciudadanos del cosmos” (kosmopolites, según ex imagen diurna de las relaciones entre los hombres exitosos en el
* Este texto reproduce un fragmento de la conferencia leída porJ.L. Déotte gran mundo, venga a primer plano la misericordia, el amor bene
demás, una vez puestas en red, en Internet por ejemplo, cada en el Coloquio "Políticas y estéticas de la memoria" (Universidad de Chile, presión, en su origen humorística, del exiliado Diógenes de factor (caritas) como un nuevo modo de regular la participación
uno puede modificarlas según su deseo. Tienen por lo tanto Agosto 1999). Sínope). Alejandro Magno habría practicado todavía una polí en los destinos de los perdedores, y de formar ambientes en la
tica maníaca “impulsada por la embriaguez de la cantidad abs "zona obscura" del imperio... (p. 42).
tracta”; su preceptor Aristóteles, en cambio, “fue uno de los
primeros en pensar más allá de la manía...y en organizar lo Para el desarrollo de la amistad de los hombres exitosos,
grande en materias científicas por medio de frías rutinas con una organización apropiada de los ambientes interiores habría
ceptuales.” (p. 40). Y acerca de Aristóteles, Sloterdijk agrega: bastado. No así cuando se trata de justificar políticamente el
sufrimiento por lo grande. La ontología, la cosmología, la es-
Por eso, sólo a partir de él puede decirse que la filosofía, como catología, la filosofía en suma, si han de cumplir con eficacia
ejercicio del alma y en cuanto estilo del saber, se estableció su destino político, han de dispensar sus prestaciones, no a la
realmente en la polis. Desde entonces, a lo largo de dos milenios, escala limitada de las interacciones entre individuos (eros,
ha ido ganando vigencia como teoría megalopática de una praxis paideia), sino por medio de dispositivos que amplifiquen sus
megalopática, como culto o terapia para grandes pacientes -
léase ciudadanos de la polis, funcionarios, teólogos y hombres efectos a escala de la polis. La terapia megalopática, para ser
de Estado, que son los que alcanzan a percibir la nueva enverga efectiva, ha de estar inscrita en el espacio citadino. Por consi
dura del mundo, (pp. 40-41) guiente -esta es la tesis que, apoyándonos en Nietzsche y
Foucault, queremos aquí al menos esbozar- en la organización
La filosofía es así, primeramente, terapia para pacientes arquitectónica de ese espacio, en sus monumentos, hitos y pers
selectos (“atletas del Estado”, los llama también Sloterdijk), pectivas, en el juego óptico de transparencias y opacidades
que se reconocen entre sí mediante un vínculo psíquico de que éstos instauran, debiera ser posible reconocer un disposi
nuevo cuño (“la amistad...amigos son los varones tivo de administración de paliativos filosóficos. Antes de ha
compenetrados en su caminar por las alturas y los abismos de cerse carne, de caer sobre los cuerpos para moldearlos según
lo grande”), y a los cuales hay que proteger, mediante una éti los requerimientos de la ciudad, la metafísica tendría que
BRIGADAS MURALISTAS: Partido Comunista, si bien muy pronto fue adoptada por otros
partidos. Inicialmente no se trata de una iniciativa artística sino
de un recurso de propaganda política. No participaban en las bri
La línea muralista que inauguran las brigadas
Ramona Parra es la del mural efímero, callejero,
realizado por militantes (que no se consideran a sí
LA PERSISTENCIA gadas artistas sino militantes; cuadros elegidos por su responsabi
lidad política, no por su capacidad artística. Pero la experiencia
mismos artistas) en condiciones de riesgo. Antes
que de una manifestación artística, se trata de una
intervención coyuntural sobre un hecho de la vida
de las brigadas excedió esos alcances, se posicionó en el campo
artístico, involucró a artistas consagrados, y fue considerada por política.
las políticas culturales del gobierno de la Unidad Popular como
una manifestación de la “nueva cultura” que el arribo del socialis cambios que estos 30 años (entre ellos, nada menos que 1973 y
mo tendería a producir. 1989) han significado para los soportes institucionales, las estruc
turas militantes, los imaginarios colectivos que las sustentaban. En
Después del golpe militar de 1973, estas prácticas se prolon cuanto a la modalidad de funcionamiento y al procedimiento
gan en el exilio chileno, vuelven a emerger en Chile en los '80 empleado, la BRP reproducía la organización de una célula o re
durante las luchas antidictatoriales, y tienen su continuidad en gional del partido. Tenía un secretariado compuesto por 4 o 5
los '90 en experiencias como la de la Chacón, entre otras2. cuadros políticos, que decidían la consigna a pintar adecuándola
[2] La Chacón no es la única manifestación residual de las míticas Ramona Parra. En una gran a la línea de intervención partidaria y organizaban la tarea. Los
piedra en la playa de Isla Negra, una brigada Ramona Parra de las JJCC firma en 1988 un integrantes de cada brigada se dividían de acuerdo a especializa-
pequeño mural, que se mezcla con otras inscripciones espontáneas de los visitantes.
ciones: trazadores (a cargo del diseño del motivo), fondeadores
Otra producción actual, que requeriría un análisis bien distinto: el mural “superpuesto”
de Plaza Italia, en el que distintos grupos juveniles urbanos dialogan y se borran entre (los que pintaban el fondo), rellenadores (cada uno a cargo de
ellos. Cada intervención despliega un código propio y cerrado, a! que sólo acceden los un color distinto), y fileteadores (los que colocaban una línea ne
integrantes del grupo, basado en una tipografía confusa, y en la remisión a marcas de
Profesora e investigadora de ¡^Facultad de Filosofía y Letras de la identidad (Bob Marley, por ejemplo). La vinculación con la estética del comic y la emu gra en los contornos del dibujo). Contaban con un viejo y destar
Universidad de Buenos Aires. lación de los murales de los barrios latinos o negros de Nueva York. talado camión, en el que cargaban los tarros de pintura y las bro
chas, al que llamaban “la tetera”, y usaban, a modo de uniforme,
PERSISTENCIAS... un overol verde oliva donado por el sindicato obrero de la Planta
Entre ambas brigadas, persiste fundamentalmente un hombre Fiat. El relato testimonial de Luis A. Corvalán4 permite aproximar
La historia de las bri jadas muralistas relata cómo un fiérra (Danilo Bahamonde, “el gitano”), que fuera el primer Encargado nos a su modus operandi: [4] Luis A. Corvalán, entonces estudiante y di
mienta de propagad la se cruza con la práctica de los artistas Nacional de la BRP, y es el impulsor principal de la Chacón. Per rigente de las JJCC de la carrera de Agronomía
de la Universidad de Chile relata que ingresó a
a partir del aprendiz aje que hacen las organizaciones políticas siste también la concepción de la firma colectiva (aún cuando el
trabajo de la Chacón tenga un sello casi individual), el carácter
“Los recursos eran escasos pero la Brigada, fue bautizado en la brigada central
teníamos lo que nunca tuvieron los (con una agresión de matones) y crea la pri
de la eticada comur icacional de instalar producciones artesanal de la labor. Las pocas veces que las pegatinas de la Chacón propagandistas a sueldo de la bur mera brigada universitaria Ramona Parra, con
estudiantes de Arquitectura, Medicina, Ingenie
visuales en la trama urbana. incorporan algo más que texto, persisten también algunos iconos
reiterados de los murales de la Ramona Parra: la paloma que se
guesía: audacia, juventud y cora ría, Agronomía , Instituto Pedagógico y Escue
je. Para sortear a la policía pintá- las de Arte.
Queda en la escritura de la historia, rehabilitar estas convierte en mano, la flor, la estrella, la bandera chilena, los colo bamos a pleno día en el centro de
experiencias otrora radicales que aún conforman res del arcoiris... Un repertorio de símbolos fuertemente la ciudad, protegidos por los autos y los transeúntes. Nos esfu
convencionalizados, que remiten a lo que Nelly Richard llama mábamos en un abrir y cerrar de ojos cuando aparecían los cara
¿esidualmente el presente. “las versiones más codificadas de la sensibilidad opositora” que se bineros que con bastón en mano trataban inútilmente de arres
vinculan con “la épica contestataria”. Algunos iconos históricos tarnos. La brigada había desarrollado una alta y revolucionaria
recurrentes , aún con pesar, han sido desplazados: la Chacón fir técnica. Eramos un grupo no superior a 25 brigadistas. Los me
maba originalmente con una estrella roja con borde amarillo, pero jores y más rápidos para dibujar los contornos de las letras se
“Lo residual, por definición, ha sido formado efectivamente en época: la de “contrainformar”, esto es, generar un contradiscurso decidieron abandonarla cuando descubrieron que era el logo de llamaban trazadores y eran los primeros en atacar el muro. In
el pasado, pero todavía se halla en actividad dentro del proce que se oponga al discurso dominante, y promueva un proceso la marca de jeans “Soviet”. mediatamente que aparecía la primera letra, se lanzaba al ata
so cultural; no sólo -y a menudo ni eso- como un elemento del desalienante de la realidad elaborada por los medios de comuni que el resto de la Brigada que cumplía la misión de rellenar las
pasado, sino como un efectivo elemento del presente. Por lo cación de masas. Las prácticas de las brigadas muralistas reivindi También en la nominación de las brigadas aparece una matriz letras y pintar el fondo. Todo este trabajo era simultáneo. Al
tanto, ciertas experiencias, significados y valores que no pue can “el paisaje urbano como el primer soporte de comunicación y común: el homenaje a dos militantes comunistas. Ramona Parra, tiempo que aparecían las letras se pintaba al unísono la letra y
den ser expresados o sustancialmente verificados en términos concientización social” (O. Aguiló). una joven de las Juventudes Comunistas asesinada por la repre el fondo usando diferentes colores. Pronto la rapidez pasó a ser
de la cultura dominante, son, no obstante, vividos y practica sión en la Plaza Bulnes, en 1946. Juan Chacón Corona (1896-1965), nuestra mejor defensa ante la policía. Los trazadores, de una
dos sobre la base de un remanente -cultural tanto como social- militante del PC desde 1922, junto a Luis Emilio Recabarren, pre mirada, decidían la consigna adecuada para la dimensión del
En 1989 un pequeño grupo forma la Brigada Chacón, con el
de alguna formación o institución social y cultural anterior” so político, líder del FRAP e interlocutor de Salvador Allende ha muro. Entonces partía uno de cada extremo y trazando las letras
objetivo de “dar opiniones políticas en la calle”. La definen como
(Raymond Williams, Marxismo y literatura, Barcelona, Penín cia el final de su vida. uno hacia delante y el otro en sentido inverso se juntaban mate
una “iniciativa de comunicación horizontal y alternativa” que
sula, 1980, p. 144). máticamente al centro. De este modo los ‘rellenadores' reparti
pretende llevar a cabo -de nuevo- una “guerra comunicacional
Nombres que concentran una historia, la de una organiza dos también en los grupos atacaban el muro simultáneamente
con la burguesía”. Con la concepción explícita de que “la comu
La acepción de lo residual que propone Williams puede ser nicación social es hoy el escenario predominante de la lucha ción combativa, poderosa3. El desplazamiento no es inocuo: de por las dos puntas. Así lográbamos pintar en el muro de dos
una entrada para pensar la persistencia -y la reformulación- de ideológica y uno de los instrumentos más sutiles y eficaces de [3] Cuando Bahamonde recuerda la elección la mártir caída que renace con las metros de alto por treinta de largo la consigna “CON ALLENDE
del nombre de la Brigada Chacón, considera brigadas en el momento del triun VENCEREMOS", en dos minutos y medio" (Corvalán, 1976; p.
la experiencia de las brigadas muralistas Ramona Parra (surgidas dominación del sistema”, también ellos cuestionan la voz ofi que esa figura sintetiza la época en que "a los fo, al líder partidario de una épo 16-17).
en 1968) que puede suponerse en propuestas organizativas y vi cial. Justamente, la primera intervención de la Chacón fue con comunistas les iba bien poraue peleaban por
suales recientes como la de la brigada Chacón1. la consigna “Cáceres miente” (cuyo intertexto es “El Mercurio el poder. Yo rescato esa historia porque la viví". ca de gloria pasada -cuando lo que
debe “renacer” es el partido-. El procedimiento de la Chacón es otro: de la producción co
[1] 0 mejor, una de las brigadas Chacón (porque hay dos, una -la estudiada- que ha roto con miente”) en alusión a ciertas declaraciones del entonces Minis
la estructura orgánica del partido comunista y se ha vinculado de una manera más laxa a la lectiva y veloz en la calle al trabajo lento e individual del
tro del Interior.
candidatura del socialismo; otra, fundada a partir de esa ruptura, dentro de la estructura del Y DIFERENCIAS papelógrafo que permite el mismo efecto final de desplegar la con
PC: “la brigada oficial del comité metropolitano"). Entrevisté sobre este tema a Danilo signa en la calle en pocos minutos, pero sin contar con un gran
Las persistencias que señalo implican modernizaciones, ade
Bahamonde, de la Brigada Chacón, a Iván Luiduch, historiador del Instituto Alejandro Lipchutz, Si la Brigada Chacón ya no recurre a murales pintados direc
y mantuve una charla sin grabador con Vladimir, el "Flaco" y “Vidú", tres militantes del Partido cuaciones de la Chacón a la nuevas situación (de una “política equipo humano. El riesgo de trabajar en la calle (que costó a la
tamente en las paredes sino a extensas franjas de papel en las
Comunista y los dos últimos integrantes de la BRP. de masas” a la iniciativa de un individuo apoyado en un pequeño BRP y a otras brigadas heridos y hasta vidas por los enfrentamientos
que pintan consignas (una técnica que denominan “papelógrafo”)
La iniciativa de la BRP surgió como “estrategia comunicacional grupo): se reformula la concepción de la política, el discurso, el con grupos de choque o fuerzas represivas) ahora se reemplaza
que luego despliegan y pegan en algún punto de la ciudad, lo
del Partido Comunista”, procedimiento de propaganda electoral, procedimiento. por la seguridad que otorga la intimidad del taller, en donde
gran como lo hacían las primeras brigadas instalar sus interven
un medio eficaz para contrarrestar la propaganda de los partidos Bahamonde pinta la consigna en una bobina de papel durante
ciones a lo largo de paredones, autopistas y otros espacios clave
burgueses. Está presente en su imaginario una noción muy de Las diferencias entre ambas experiencias dicen mucho de los largas horas del día. Esta labor solitaria sólo se rompe al finalizar
en la trama urbana.
1969). en lugar de usar las paredes del Allende», 80 exposiciones de los artistas de la so ortodoxo de la cultura contestataria”. En un sentido similar, Osvaldo Aguiló M., “Propuestas neovanguardistas en la plástica chilena:
museo empleen grandes telas para UP, realizadas entre el 12 y el 22 de agosto de Justo P. Mellado (1995) considera el lugar relegado de las briga antecedentes y contexto”, CENECA, mimeo, enero de 1983.
1970.
"El proceso social que se abre con el triunfo del pueblo irá con desplegar allí su labor14. das muralistas en el campo artístico de las últimas dos décadas en Ebe Bellange, El mural como reflejo de la realidad social en Chile, Santiago,
formando una nueva cultura orientada a considerar el trabajo términos de una “subcultura estética colectiva”, un LOM-CESOC, 1995.
humano como el más alto valor, a expresar la voluntad de afir LOS '80: LO RESIDUAL (DEL ARTE, DE LA POLÍTICA) “micromovimiento social organizado desde la práctica pictórica Luis Alberto Corvalán , Escribo sobre el dolor y la esperanza de mis herma
mación e independencia nacional y a conformar una visión críti Durante el exilio, que afectó a muchos ex-integrantes dé las mural, realizada por una alianza objetiva entre ciertos núcleos de nos, Sofia-Press, 1976.
ca de la real¡dad "(Programa de la UP, Campaña de 1970, “Cul brigadas, se prosigue, en cierta medida, con la mirada estetizadora artistas en situación crítica frente a los circuitos artísticos existen Alberto Díaz Parra (introd.), Muralismo, Arte en la cultura popular chile
tura y Educación "). sobre la práctica muralística. No parece casual que cuando las con tes y miembros activos de comunidades de base”. na, Editado por el Comité de Defensa de la Cultura Chilena, 1989.
diciones políticas variaron drásticamente y ya no se podía esperar Milán Ivelic y Gaspar Galaz, Chile arte actual, Valparaíso, Ed. Universi
Ya vimos que desde las organizaciones políticas que conforma un efecto político masivo de los murales, entonces se resalta el Por cierto, la colocación residual también afecta, en la rees dad de Valparaíso, 1988.
ban la UP se impulsaron las brigadas muralistas, formas carácter artístico de los mismos. Y también el de sus realizadores: tructuración del mapa político que implicó la transición, a la or Justo P. Mellado, La novela chilena del grabado. Mellado, Justo Pastor,
organizativas que produjeron una visualidad característica: colec varios ex brigadistas estudian, en esos años, disciplinas artísticas ganización política que estaba directamente involucrada en las Santiago de Chile, Ed. Economías de guerra, 1995.
tiva, callejera, anónima, efímero, realizado en plazos breves y o para-artísticas. Fundaciones, universidades o alcaldías les dan prácticas político-visuales a las que me he referido. El vínculo en Justo P. Mellado, “Postfacio", en: Ebe Belange, op. cit.
urgidos y sin pretensión de perdurar, producida (en principio) espacio y recursos para que hagan murales acerca de Chile y de tre arte y política suele establecerse en términos de Pablo Oyarzún, “Arte en Chile de veinte, treinta años”, en Chile: 1968-
por militantes no-artistas, no concebida como arte sino como América Latina (en Canadá, Italia, Alemania, etc.). Bahamonde, instrumentalidad, de supeditación (o el arte al servicio del man 1988, Los ensayistas, Georgia Series on Hispanic Thought, Nros. 22-25,
herramienta de propaganda y agitación política. por ejemplo, estudia diseño gráfico en Cuba, e incluso empieza a dato de la política, o la política como contenido del arte). Contra Georgia, 1987-1988.
mostrar su obra en galerías. Realiza un mural en la Universidad lo que podría pensarse a primera vista, en la práctica político-vi E. Pastrana y M. Threlfall, Pan, techo y poder (el movimiento de pobladores
Después del triunfo de la UP, que coincide como ya vimos con de Otawa, en 1979. sual de las brigadas muralistas no es el arte el que recibe el man en Chile 1970-73), Buenos Aires, SIAP, 1974.
la aparición de imágenes en los murales, se formulan para las bri dato de la política, sino la práctica política la que genera un re Nelly Richard, “Destrucción, reconstrucción, desconstrucciones”en La insu
gadas objetivos de más largo alcance: “transmitir una nueva idea En tanto, en el Chile de los '80, como parte de la lucha contra curso que poco después es legitimado como artístico, por ser bordinación de los signos; cambio político, transformaciones culturales y poéticas
al pueblo a través del color y la imagen”, “contribuir eficazmente la dictadura, aparecen nuevas brigadas muralistas (se calcula la visualizado como una avanzada de la “nueva cultura” que se esta de la crisis, Santiago, Editorial Cuarto Propio, 1994.
a crear la ‘nueva conciencia’, la ‘conciencia revolucionaria’”. Las existencia de 60 brigadas en Santiago, 30 que se reunen en forma ba gestando en el proceso revolucionario. No es la primera vez Augusto Varas (comp.), El Partido Comunista en Chile, Santiago, CESOC-
brigadas “seguirán su labor, esta vez destinadas a divulgar las me esporádica y otras en formación). Las JJCC lanzan de nuevo la [17] He trabajado esa hipótesis para pensar el que un recurso político es apropia FLACSO, 1987.
tas y trabajos del Gobierno Popular, a la vez que entregando arte BRP (en forma más esporádica, menos organizada). Surgen dece caso de la vanguardia artística argentina en el do y convertido en material artísti Anales de la Universidad de Chile, Nueva época, Nro. i, Abril-junio
año ‘68.V.A. Longoniy M. Mestman, "Vanguar co17, en tiempos en que los límites de 1971.
al pueblo. (...) Queremos que la cultura salga a la calle. (...) Debe nas de brigadas en todo el país15, que fueron núcleos organizado dia y revolución: acciones y definiciones para
terminar el individualismo del artista” (El siglo, 7.9.1970, el su res de la oposición. Incluso también funcionaron como una “nueva estética”. Argentina 1968", en: La entre una y otra actividad son pues
brayado es mío). Aparece, pues, una doble dirección en lo que se “formadores” en el enfrentamiento militar: aparecieron murales abolición del arte, México, UNAM, 1998. tos en cuestión. Se ha recurrido, también, a diversas fuentes primarias: material
hemerográfico, volantes, programas y plataformas electorales de la UP,
espera de la producción de las brigadas: una herramienta de co sobre cómo usar un fusil, cómo armar una bomba molotov.
municación con las masas de los logros del régimen, por un lado; La historia de las brigadas muralistas es aquella que relata cómo etc., así como a entrevistas.
[15] Entre varios otros grupos, en los ’80 surgen las siguientes brigadas: Grupo Sindicato,
una vía para democratizar el acceso al arte, por otro. Unidades Muralistas Camilo Torres (UMCT), Jovenes Cristianos de la comunidad de base de una herramienta de propaganda política se cruza con la práctica
Pudahuel, Brigada La garrapata (anarquistas), Brigada Pedro Mariqueo (joven mapuche asesi de los pintores a partir de adhesiones políticas, y también cómo
nado en una concentración del año 84), Brigada Cecilia Magni (BCM), Pobladores de Villa un militante deviene artista. Habla del aprendizaje de las organi Las consideraciones aquí volcadas tienen como tope el mes de julio de 1998,
Esta tensión política no sólo se vislumbra en el caso de las Navidad, La Escala, Brigada Gastón Lobo (Juv. Radical Revolucionaria), Brigadas Laura Allen
brigadas. Podría extenderse a la apelación a técnicas seriales para de (sólo integrada por mujeres, y dedicada a temas “femeninos”), Brigada Salvador Allende zaciones políticas de la eficacia comunicacional de instalar pro mes en el que relevé un nutrido corpus documental y realicé numerosas entrevistas
(BRISA), Atelier La Caleta (1986), Colectivo Perilla (Viña del Mar, 1989), Taller Copihue (Viña ducciones visuales en la trama urbana. en Santiago de Chile gracias a una beca del programa “Postdictadura y transición
producir afiches o calendarios13. La exposición “Cuarenta pri-
del Mar). En 1988, en la campaña por el No en el plebiscito, surge una Coordinadora Metropo democrática ”, en la Universidad Arcis. No volví a entrar en contacto con las pro
[13] También se proyectaron diapositivas que meras medidas del gobierno de litana de Talleres y Brigadas Muralistas.
mostraron sus producciones callejeras. la UP” (1970) muestra el servi Lo que he intentado aquí, un poco a contrapelo de otros ducciones de la Brigada Chacón desde entonces, por lo que mis observaciones pue
cio ilustrativo que se pide al arte y la “superación” en cuanto a Esta década señala un reposicionamiento de las prácticas abordajes al caso, es correrme de evaluarlo como un proceso den no ser pertinentes en relación a su itinerario posterior.
FUGAS UTOPICAS.
NELLY RICHARD.
Ensayista y crítica, autora de “Residuos y metáforas; ensayos de crítica
cultural sobre el Chile de la Transición" (1998).
1. Varios artistas chilenos convocados por el CADA distribuyen cien litros de leche
(cuyas bolsas citan el "1/2 Lt." de la Unidad Popular) en las poblaciones de Santiago.
2. Diez camiones lecheros de la industria Soprole desfilan por la ciudad y se estacionan frente al Museo Nacional de Bellas Artes. Un paño blanco extendido
por los artistas en la fachada del Museo tacha su entrada.
Santiago (sus tristezas y desánimos; sus perplejidades e indignacio transgrediendo los lineamientos fijos de la organización cotidiana de
nes; sus rebeldías y vagabundeos) se verán interceptados por dos lo social con imágenes, fugaces e incompletas, que solicitan la mirada
procesos, uno coyuntural y el otro más definitivo, de reordenamiento del espectador-transeúnte para cursar su trayecto intercomunicativo.
de sus marcas de ciudadanía y de vivencias híbridas: 1) el panorama Lo que hacen las prácticas artísticas de intervención urbana es tomar
de las elecciones convertirá a los muros de la ciudad en el soporte - se por sorpresa las redes de socialidad del espacio público que damos
diagramado, programado- de una propaganda impresa hecha de riva por sabidas, creando ambiguos intervalos de movilización y dispersión
lidades fotogénicas y de competencias verbales en torno a la palabra del sentido que renuevan e intensifican la experiencia de la calle al
"cambio" que las campañas del futuro buscan demarcar confrontar su habitualidad a modos aún no señalados de deambular
semánticamente de los ejes de continuidad política que, por entremedio de las redes de vigilancia y clasificación de los signos.
insidiosamente, amenazan con confundir novedad con repetición ¡ Las acciones de arte del CADA (1979) y -ejemplarmente- el trabajo de
2) el abismo de fin de siglo de la globalización capitalista traza un L. Rosenfeld “Una milla de cruces sobre el pavimento” se propusieron
COLECTIVO ACCIONES OE ARTE
paisaje del 2000 donde el cambio ya aconteció, gracias al vector- interrumpir las rutinas normalizadoras de la cotidianeidad urbana y 3. Una pantalla de video reproduce, desde CHILE \ OCTUBRE 3 \ 1979
circulación de la mercancía y de la información que trata de reducir alterar su sintaxis represiva de miedos y acatamientos; trastocar la el interior de un camión, la acción en di
recto. 4. Una página de la revista Hoy es simultáneamente
todos los signos (por disparejos o residuales que sean los tiempos y uniformidad pasiva de lo social con las señas fugitivas de lo contin
intervenida con el texto aquí señalado.
los modos de vida a los que remiten conflictivamente) al mismo pa gente y de lo aleatorio vueltos materiales escénicos: textualidades di
6. En la galería de arte "Centro Imagen", se
radigma, liso y saturado, de transparencia comunicativa y de brillo seminadas al azar de los encuentros callejeros sin rumbo de autoría, sella una caja de acrílico que contiene bolsas
publicitario. gestualidades artísticas que, desprotegidas, se esculpen en vivo y en de leche, un ejemplar de la revista Hoy y la
directo con la calle de trasfondo móvil e inestable; precarios trazos de cinta del texto leído frente a la Cepal.
La escenografía postdictatorial de Santiago de Chile se ve envuelta significación que llaman disparadamente a la intersubjetividad desde La leche permanece en la caja hasta su des
composición bajo el texto impreso en el
en esta superposición de finales anunciados (el fin de la Transición, el riesgo y la incertidumbre de la cita desconocida, azarosamente co acrílico;"Para permanecer hasta que nuestro
el fin del milenio) que prometen gubernamentalidad democrática e lectiva. pueblo acceda a sus consumos básicos de ali
integración satel¡tal sin que logremos imaginar qué destino les queda mentos. Para permanecer como el negativo de
rá flotando a las heterogeneidades urbanas, a las caotizaciones ARTE-VIDA: LA CITA NEOVANGUARDISTA. un cuerpo carente, invertido y plural".
periféricas de lenguas y de cuerpos no muy convencidos de que estos El grupo CADA (Colectivo Acciones de Arte) fue creado en 1979,
alineamientos ya previstos del mañana sean lo único posible y desea hace exactamente veinte años, en el convulsionado paisaje de la dicta
ble en materia de civilidad, de roles públicos y de actuaciones cultu dura chilena. Compartió con la “escena de avanzada” -en una relación
rales, como si no existiesen otras narrativas más complejas e incisivas no exenta de divergencias polémicas- sus experimentaciones de lengua
-en pliegues y desvíos, en revueltas de imaginarios- que las ya pacta je y sus heterodoxas transgresiones de soportes y géneros destinadas a 5. Frente a la sede de las Naciones Unidas, se lee un texto grabado en cinco idiomas que retrata a
Chile en el panorama internacional bajo el signo de su precariedad.
das finisecularmente. reconceptualizar los nexos entre crítica e ideología; entre formas artísti-
Ptqjn» 1S, ANALISIS 10 H 16 de MfXwnbra 1M5 REVISTA DE CRITICA CULTURAL - 34/35 - Ciudad, arte y política.
que (mal) entiende la pluralidad como un remanso de diver ció el grupo CADA que se iba a instalar en los momentos en
sidades que deberían coexistir sin explicitar sus tensiones, que una realidad tal vez demasiado atomizada o ensimisma
fluyendo en medio de un paraíso territorial capaz de conver da por el régimen político, marcaba la incerteza de cual era
tir a las diferencias y aún a las desaveniencias en franjas el sentido de un trabajo artístico cultural. Con la leche como
paralelas, sin la menor posibilidad de confrontación en torno material de trabajo se implementaba la primera «acción de
a las estructuras que las vuelven irreductibles unas a otras. arte» (nombre tomado, me parece, de una conversación con
Eugenio Téllez), acción de arte que -como habría dicho, me
Raúl Zurita, Lotty Rosenfeld, Juan Castillo, Fernando imagino, Eugenia Brito en ese tiempo- se organizaba en tor
Balcells y yo misma formamos el grupo CADA en 1979 en un no a la leche como significante.
acto quizás impulsivo, en cierto modo ajenos a lo que iba a
constituirse como una experiencia artística imposible de re Nelly Richard, Carlos Leppe, Carlos Altamirano, Eugenio
solverse. Los aparatajes teóricos oscilaban titubeantes, se Dittborn, Francisco Brugnoli, Virginia Errázuriz se erigían
sostenían especialmente en el encuentro interdisciplinario como los interlocutores más cercanos pero también los más
de formas creativas cuya única frontera la establecía la agu críticos al grupo. Como sucede en las zonas hiper fragmenta
da situación política nacional. das, estas diferencias producían agotadoras y apasionadas
Más que movilizar un detallado debate teórico, el grupo sesiones de debate artístico. Ya sabemos de las tensiones
se abocó al hacer. Hacer y convocar. que circulan y cruzan las prácticas minoritarias, y las
atomizan. Por lo tanto, lo que quiero decir es que estos de
Luz Donoso*, Pedro Millar, Hernán Parada*, Patricia bates atañían únicamente a Nelly Richard y a los artistas
Saavedra, Paz Errázuriz entre otros numerosos artistas se que, en ese momento, radicalizaban sus obras y sus discur
sumaron a la convocatoria del CADA, para establecerse como sos y que señalaban que en los procedimientos del CADA
aquellos integrantes cruciales que ejercían una política en existían grietas conceptuales o desviaciones artísticas que
la ciudad o, tal vez, una micropolítica de ciudad. inevitablemente horadaban la eficacia del grupo.
El CADA buscó convertir a la ciudad en una metáfora. Tengo que decir que esas sesiones, en su mayor parte,
Materializó, mediante gestos sucesivos, el hambre de ciu solían estar atravesadas por preguntas y observaciones que
dad, es decir, el imperativo de instalar una nueva circula implicaban algunas veces fuertes reparos al grupo y que, no
ción cuyos flujos removieran el militarismo que controlaba, obstante las divergencias, esas reuniones mayoritariamente
con una persistencia cruel, a aquellos cuerpos ciudadanos eran convocadas directamente por el CADA, sin olvidar por
reprimidos o agobiados por los violentos aparatajes supuesto, el espacio abierto al debate por Francisco Brugnoli
sociopolíticos con los que la dictadura chilena ensayaba sus en el «Taller de Artes Visuales». Me interesa remarcar esta
límites. actitud para confrontar este procedimiento con la cultura do
minante del presente que, curiosamente, intenta escabullir
Hoy pienso que el trabajo del CADA se abocó a establecer y obturar el debate crítico y, de esa manera, consigue la con
una producción cultural que no cesó de explicitar apasiona solidación de la hegemonía de aquellas prácticas artísticas y
damente el malestar, la crítica, la abierta disidencia no sólo de los discursos que resultan más funcionales al proyecto
con la realidad dictatorial sino además con otras prácticas político dominante.
artísticas. La calle en oposición al museo, lo serial frente al
objeto único, la relevancia del sujeto popular en oposición al Estoy hablando específicamente de la obligación al con
unívoco dominio burgués, la sostenida lucha por la recupe senso instaurado por la Concertación en su ya larga transi
ración de la inscripción ciudadana, lo inclusivo sobre lo ex ción a la democracia, un consenso que no afecta a la dere
clusivo fueron los tópicos que marcaron su breve transcurso. cha política y económica, sino más bien a los discursos pro
venientes de las diversas izquierdas que no pueden explicitar
A lo largo de aproximadamente cinco años de trabajo co sus diferencias con el modelo político.
lectivo, la ciudad se convirtió en soporte de una experiencia
de arte que buscó corregirse y perfeccionarse hasta que la Porque hoy, paradójicamente, se termina por entender que
misma ciudad, ocupada y empujada por el vértigo de las cir estamos frente a una impresionante operación política que,
cunstancias políticas de sus ciudadanos, hubo de llevar al en parte, puede ser leída como una forma de cautelar
extremo la coherencia conceptual del grupo al punto de pro férreamente el consenso, una operación de consenso que -
ducir su disolución. estoy especulando- para sostenerse necesitara evitar la crea
ción de medios públicos de debates como son la prensa y
Ya he dicho que la ciudad como campo de batalla cultu televisión, puesto que los medios de comunicación existen
ral, como requerimiento político, como texto y contexto fue tes le pertenecen a la derecha económica que es el interlo
el objetivo absorto del grupo. En torno a la ciudad se levantó cutor validado por la Concertación en los nueve años de su
la leche y su metáfora hambrienta y maternal. La leche que transcurso.
ya había sido citada con una poderosa consistencia en la
obra poética de Raúl Zurita, se reformuló en un nuevo dispo Desde luego no pretendo señalar que la época dictatorial,
sitivo, esta vez literalmente lácteo y que, por eso mismo, en ningún sentido, pueda compararse balanceadamente con
generaba una distancia precisamente con la literalidad de la esta transición a la democracia, lo que quiero indicar sim
leche para transformarse en un signo de demanda, un signo plemente es que el temor a la discusión crítica pareciera ser
que operaba transformando la petición de leche en requeri uno de sostenidos focos que atraviesan a los sistemas domi
miento de historia, quiero decir, en suma, la imperiosa nece nantes.
sidad del establecimiento de nuevos circuitos para una me
jor alimentación política: el restablecimiento de la democra Pero, ¿cuáles eran los problemas que a partir del año 1979
cia en el país. suscitaba el CADA entre el grupo de productores culturales
que Nelly Richard iba a denominar después como la «escena
Con el trabajo «Para no Morir de Hambre en el Arte» na de Avanzada»? Pienso que esas interrogantes, dudas y es-
cepticismos eran el resultado de una compleja confluencia industrial inusitada), el grupo CADA, con el trabajo Ay Suda-
de signos que estaban anudados por argumentaciones no ho mérica, logró que seis avionetas sobrevolaran Santiago des
mogéneas. de donde se lanzaron 400.000 volantes sobre sus comunas
más sobrepobladas.
Por una parte, el CADA al trabajar de manera inaugural
con el video para organizar sus registros se relacionó No pretendo dar cuenta de cada uno de los procedimien
frontalmente con una tecnología que fue recepcionada en el tos utilizados por el CADA para conformar sus acciones de
ámbito crítico al grupo como ambigua. El uso del video que arte. Tal vez indicar sólo que una parte de las acciones pasa
el CADA hizo formar parte de su proyecto artístico, fue pen ba por intervenir con sus materiales las revistas de carácter
sado como una forma de obtener un registro que actuara como antidictatorial que circulaban y ocuparlas como soporte ar
el referente que permitiera organizar una memoria. tístico, revistas que sobrevivían gracias a un conjunto bri
llante de estrategias, como Hoy, Apsi, Análisis o Cauce.
A partir de la renuncia al objeto único, desde la ocupa
ción de la calle en acciones directas que se disolvían rápida En 1983.
mente, el video cumplía un rol inapreciable. Es verdad que En Septiembre de 1983, a mi juicio, se cumplió la pro 1985, Revista Apsi. 1986, Trabajadores dei POJ, Pudahuel.
en ese tiempo -y ya me parece estar evocando una época de puesta más radical del grupo con la puesta en marcha del
tecnología prehistórica- el uso de ese medio era completa trabajo «NO +».
mente elitista, lo cual era visto como una contradicción en
tre una mecánica que apelaba a la ruptura con la convención A diez años exactos de la instalación de la dictadura en
burguesa, mientras sus instrumentos generativos pasaban por Chile, el grupo CADA diseñó el NO + como graffiti público.
la inclusión de los materiales más sofisticados de la produc
ción capitalista. Sin embargo, el grupo, aun considerando la El signo + era la aportación que el grupo ofrecía como
posibilidad de una contradicción, validaba la capacidad economía, como torsión, como desafío, como aquello que en
reproductiva del video. rarecía una atmósfera que había resultado sobresaturada por
el desgaste de los antiguos graffitis políticos. Desde luego
Otra de las críticas (no puedo recogerlas todas, en parte, esta fijación con el signo + mantuvo una relación con el no
porque están disueltas en la memoria) se refería a los dis table trabajo de Lotty Rosenfeld, sólo que su direccional¡dad
cursos CADA ligados a «las mayorías» o bien a una relación fue otra: conseguir un flujo que permitiera la internalización
explicitada con la «Brigada Ramona Parra», que fueron los y la movilidad del signo + hacia una transversalidad política
grupos anónimos de rayadores murales adscritos al Partido directamente disconforme, abiertamente en pugna, definiti
Comunista hasta 1973 y que generaron una sostenida y re vamente descontenta. Manifestación en los tribunales
conocible sintaxis visual de carácter realista y pedagógico 1988, diario La Epoca.
en la ciudad. Un grupo considerable de artistas chilenos rayaron de ma
nera infatigable las calles inscribiendo el lema y, de manera
Efectivamente las «mayorías» son un término que hoy está igualmente infatigable, la ciudadanía empezó a completar
puesto en jaque, lo mayoritario está asociado con el sentido los rayados con sus propias demandas, desde sus particula
común, con la negociación, con el consenso, con la domina res síntomas y así se fue consolidando expresivamente la sub
ción, con la homogeneidad. No obstante, es necesario recor versión y el rencor en la ciudad.
dar que durante los 17 años de militarismo y aun recono
ciendo el apoyo que este régimen alcanzaba en un sector de Más adelante los rayados murales con la consigna NO +
la sociedad civil, la dictadura se sostenía en la violencia que proliferaron de manera autónoma. Después pudimos observar
ejercía una minoría y esa «mayoría» a la cual aludía el grupo cómo el NO + fue el lema que, desde todos los espacios de
CADA literalmente representaba pues a los grupos completa resistencia ciudadana, acompañaba el fin de la dictadura.
mente reprimidos por los poderes oficiales de la época.
Después -debido quizás al rigor de una implacable exac
En otro sentido, la «Brigada Ramona Parra» tenía y -re titud- el grupo se disolvió mientras el NO + seguía su movi
pensando el tema-, a mi parecer, continúa teniendo una re miento expansivo desligado ya de toda autoría. IMbat candidaturas desean sumar ■ los sectores Indígenas dentro de sus fuerzas.
lación, aunque no de carácter lineal, con el CADA. Me refie Un final extraordinariamente exacto para un grupo que
1989, Comando de Mujeres La Florida. 1993, diario La Epoca.
ro a conexiones tales como el carácter colectivo, la ocupa quiso buscar una conexión intensa y extensa entre arte y po
ción de la ciudad, la politización definida y definitiva de sus lítica. Arte y política que terminó por aniquilar la continui
signos. Desde luego las operaciones artísticas son distintas dad del grupo cuya obra contuvo su propio fin.
y, en cierto modo, pudieran llegar a ser consideradas como
divergentes, pero, desde otra óptica, existe un hilo -me re Una experiencia intensa y extensa entre arte y política
fiero al hilo infatigable del deseo- que, de manera fragmen que después de 20 años y, deteniéndome en la eficacia so
taria, nómada, carente de poder (por carente de partido polí cial del NO +, aún me parece conmovedoramente posible e
tico) como fue el CADA se emparentó con la anterior ocupa imposible a la vez.
ción artístico-política de la ciudad que convertía al ciudada
no en un lector asaltado súbitamente por un espacio que ape
laba a su vertebración política, al carácter público e inesta
ble de su condición.
Después de la leche, en tanto discurso, como materia, ★Cuando el CADA cumple 20 años de su emergencia, no
como descomposición, como soporte y relevando en la me puedo sino recordar los trabajos de arte de Luz Donoso y
moria el recorrido delirante de los camiones lecheros, ali Hernán Parada, sus precursores y épicos trabajos de arte que,
neados, atravesando la ciudad, para estacionarse frente al en medio de un riesgo personal indesmentible, llevaron al
Museo Nacional de Bellas Artes (me refiero a los diez camio espacio público los rostros y los objetos de una serie de de
nes de la compañía Soprole que conformaron una escultura tenidos desaparecidos. 1995, Congreso, diario El Mercurio. 1999, Manifestación de la CUT, La Red Televisión.
Hace 20 años, «Para no morir de hambre en el arte», fue el primer escuchar la presencia de lo ausente. No era fácil discutir el carácter repre
trabajo del CADA. Hace 20 años, impresionados por el impacto fundacional sentativo del arte y exigir el derecho a la representación política.
del terrorismo de Estado, nadie miraba 20 años atrás.
Hace 20 años, como hoy, el valor de la representación como suplencia,
Después de 20 años, conmemorar esa obra, abrirla en un relato de y delegación de la presencia, como sumisión al relato normativo de la insti-
actualización, va más allá de la nostalgia, en busca de retazos del gesto tucionalidad, encierra el riesgo de la suplantación y de una inmersión este
crítico y político del arte. El CADA y el arte crítico, en general, parecen hoy rilizada de la memoria propia en la ligereza colectiva. Riesgo de la inercia y
dinosaurios conceptuales surgidos de una extraña contingencia y enterra el abandono de la pasión, de las diferencias y la imaginación crítica.
dos con ella. Propongo, sin embargo, la continuidad de los problemas del
arte en cualquier clima de la posteridad a su época de servicio al culto. Hace 20 años, como hoy y como hace un milenio, el sentido del arte
son las ausencias, es la pérdida, lo indecible y lo impresentable del cuer
Hace 20 años, como hoy, en aquellos textos o en éste, habla un propó po. La vieja práctica del habeas corpus, que en el trayecto histórico del
sito, -sin el cual no hay texto alguno- una finalidad que busca el hilo de la misterio -desde la época en que los dioses se ocultaban a los hombres
memoria; una continuidad de la imagen propia; ese “punto que vuela” hasta la época en que los poderosos ocultan las huellas du su origen-, ha
perseguido por la amalgama, por el estereotipo, por la satisfacción políti debido reconfigurar su propósito y su obra, pasando de la creación de las
ca, la facilidad de la técnica y la efusividad huidiza del consumo. imágenes del enigma a la exposición de los mecanismos de producción
del ocultismo. Lo que el poder político busca sepultar en sus propuestas
Hace 20 años, como hoy, Santiago era un paño blanqueado por el si de razón y de cultura son las huellas de la arbitrariedad de sus funda
lencio y el olvido. Un pañuelo blanco, como hoy, saturado de luz y cegado mentos, de su manejo del paisaje y de los ritmos que nos imponen como
por el resplandor de la mistificación. Hace 20 años, la posmodernidad inevitables.
despuntaba su incertidumbre en el filo de las bayonetas y los lenguajes
irreductibles de la imagen y del poema eran la única apertura a la multitud El carácter reiteradamente inaugural de la cultura tecnológica y su ne
de los sentidos posibles de la vida pública. Hace 20 años, como hoy, la cesidad de ruptura, de transformación del gusto y del gasto, de cambios
inseguridad política y la pobreza se duplicaban en el miedo físico y teóri masivos en el consumo, de readaptación y olvido, han transformado la me
co, para implicar el sin sentido de toda resistencia y la imposibilidad de moria en el campo de batalla decisivo y desgarrado de la modernidad. Arraigos
las diferencias. y recuerdos, desviaciones del deseo y del imaginario social constituyen al 1983, río Mapocho.
arte como práctica resistente, marginal y disfuncional; improductiva salvo
Hace 20 años, el CADA repartió bolsas de leche en las poblaciones de-coro. El arte es producto de la tensión entre lo viejo que desea permane
impresas con el rótulo «1/2 litro de leche» y se propuso mostrar el vacío cer y lo viejo que desea desaparecer, entre lo nuevo que busca emerger en
imperioso del hambre. La amplitud de su convocatoria y el despliegue de la memoria y lo nuevo que se busca en la veladura de la memoria.
técnicas innovadoras y tradicionales; la diversidad de los registros
discursivos y de soportes se articularon para figurar un paisaje de relacio
nes disrruptoras y abiertas a la libertad infinita del deseo.
En la época de la tecnocracia y la levedad, hay una aproximación
conservadora a la técnica que confunde la modernidad y la virtualidad
ri
Hace 20 años proponíamos una «escultura social» como paisaje ciuda
dano desde el arte. Hace 20 años, con menores resistencias que hoy, nau
con la mistificación y, en ese movimiento de retirada elitista consagra la
irrealidad de la imagen y del lenguaje. El rechazo de lo virtual es el
correlato simétrico y cómplice de la negación de lo real. No hay realidad
---------- 1— L—,
l-TJ ir J
fragábamos en las oposiciones engañosas del arte con la realidad, con la sin imagen ni imágenes no virtuales. Lo puramente real es la imagen del
política y con la técnica; como si el arte interesara a la historia y a la hambre y de la muerte que permanece impregnada cuando lo virtual se
cultura como una profesión específica y no como una dimensión de la desvanece en el tiempo.
vida. Como si una particular y disciplinaria articulación de medios, sopor
tes, técnicas y saberes encontrara su valor en la contemplación privada y El CADA, producto de una época de desgarros en el arte y en el país,
no en su lugar esencial en la identidad y el imaginario de un pueblo. atravesó incomprensiblemente esas polaridades dudosas. Era una época
de agotamiento y fractura; un momento de revisión de los discursos de la
En esta época de fracturas y desarraigos, de obsolescencia de la pala cultura y la política. En ese tiempo y en este, el arte se sitúa en la encru
bra pueblo, y desintegración de la noción de realidad, el arte se ocupa de cijada entre la represión y la indiferencia, entre la marginalidad y la recu
escuchar el sonido inaudible de las palabras al quebrarse en el aire. El peración, entre el mercado y la institucionalidad eludiendo con su obra las
arte se sostiene cuando visibiliza la herida, la expone, la integra y la pro trampas de la pura razón y de la fe.
yecta. El resto es adorno.
Finalmente, señalar que si el CADA es una opción política y un énfasis
El descarte actual del arte crítico y su segregación a los márgenes ético en el arte, no lo es por una petición de principios o porque introduzca
desechables de la ciudad, es concomitante con el rechazo de la crítica en el arte, desde algún afuera, determinados valores del bien o de lo bello.
cultural, con la progresiva homogenización de los discursos y la naturaliza El arte es ético cuando es necesario, cuando fija su atención crítica en la
ción de la racionalidad utilitaria y tecnocrática. La postulación del arte obscuridad de lo escondido, en la obviedad que se levanta para el olvido,
como expresividad, como reflejo o representación, como ilustración o de cuando desarma y redistribuye los signos de la evidencia establecida, cuando
corado, como accesorio excéntrico de la vida productiva, condenan hoy, se hace cuerpo y su gesto permanece.
como hace veinte años, al arte, a una posición o subordinada o autónoma
y solitaria pero, irrelevante en cualquier caso. La destinación de la obra del CADA está ligada a la cultura crítica y en
Colaboraron en los registros fotográficos y filmicos del las acciones del CADA: Helen Hughes, Ana María López, Alvaro Hoppe, Paz Errázuriz, Patricia
estos tiempos su lugar se guarda triste y paradójicamente en la academia
Saavedra, Jorge Brantmayer, Ines Paulino, Ignacio Agüero, Juan Carlos Bustamante, Patricio Bustamante, Juan Enrique Forch, Pachi Torreblanca, Elias
Hace veinte años, como hoy, no era fácil hacer presente, dar a ver y y en los callejones mas apagados de la ciudad. Adasme, Hernán Parada.
La urbe gris, silenciosa y apolítica post 1973, fue la expre desde el panfleto liso y llano, que se repliega inexorablemente
sión de la intervención dura, militarizada, revanchista y uni hacia las cunetas, se transforman por un efecto análogo de Sin embargo, la trama transgresiva que emerge de una procla
forme. Su paisaje se retorizó de signos amenazantes y prohibi fidelidad política y de línea, en “poemas” de urgencia mación y la trayectoria “real” de camiones que transportan
tivos: la urbe dejó de ser habitada por ciudadanos y se llenó se “combativa”, de resistencia o de algo más o menos parecido. leche en un espacio urbano (la acción se denomina “Para no
zombies erráticos y tristes. Nuestro afán lírico, no obstante, estuvo lejos de rubricar en morir de hambre en el arte”, que políticamente debiera leerse
forma si se quiere “heroica” una versión chilena del tipo Ro “para no morir de hambre en las calles”), se reconceptualiza
El agenciamiento citadino es parte de la politización de la que Dalton u otro. Curiosamente estos poemas nunca fue en su retorno residual a un espacio de arte específico, despla
ciudad, de su clandestinaje encubierto o desatado, de su in ron leídos en las “trincheras”, vale decir en las calles de la zando el impacto abierto y callejero de la acción a la objetua-
tervención progresiva, cuestionada, incipientemente pública. city, sino casi inadvertidamente en Peñas o Sedes gremiales. lidad de un sellado metafórico: la lectura estética de esa obje-
Tal vez la excepción: “Paseo Ahumada” de Enrique Lihn, sin tualidad residual (el depósito de bolsas de leche) y un texto
Del acto “relámpago”, político, semiclandestino, que ser ese tipo de textos, fue emplazado a viva voz en pleno caos que la reelabora y semantiza.
transgrede casi inadvertidamente la rutina callejera, y que deja callejero, en el sitio mismo donde el texto se referenciaba.
tras de sí una huella dispersa de panfletos amenazantes, a los Cual “pingüino”, uno de los ejes del “Paseo Ahumada”, Lihn La acción de arte aquí, más allá de su utopismo vanguar
grafittis garrapateados en los asientos de microbuses y baños hizo oír al flujo callejero un texto dislocado, ininterrumpido dista, relega su intervención en el espacio público e incluso
de bares y cines céntricos, transcurre el deseo de complici y desbocado, en el lugar donde su personaje emitía su poblacional a una construcción textual que mezcla de una for
musiquilla pobre de pobres esferas en el vientre del festín ma políticamente “correcta” el utopismo programático de
dad, el deseo de hacer público la pequeña y casi solitaria ex
periencia del desacato. neoliberal. Allende y el fraseo conceptualista de CADA, fraseo que termi
nara por homogeneizar toda la construcción poética y textual
Paralelamente a este soporte o vínculo duro y tradicional de su integrante más mesiánico: Raúl Zurita.
Así como la acción relámpago, política, se implementa co
ordinadamente en medio del devenir callejero y del bullicio de lo político y artístico, hay ciertas intervenciones urbanas
citadino, el escrito en los baños públicos tiene un dejo de des que tienden a consumarse en el video (un soporte visual que CADA pudo haber desarrollado su práctica intervencionista
esperación solitaria, de persecución maníaca que mezcla la do tiene un comienzo vitalísimo, pero que termina perdiendo el y de interferencia a la regimentación dictatorial, hacia “accio
rumbo) e insinuaciones de acciones en los nuevos iconos de nes de arte” más abiertas, si se quiere más ciudadanas, en el
lencia política con la venganza sexual: el “pico para el tirano”
la ciudad: el Metro leído en sus puntos de estación, zonas de sentido, por ejemplo, de las resignificaciones viales trazadas
expresa que allí en los bajos fondos de la higiene pública el
las transfiguraciones urbanas, en cierto modo expresiones por Lotty Rosenfeld en la urbe; al parecer el peso conceptual
desacato se escapa de toda “línea” política, de toda utopía lim
modernistas según la ya clásica descripción de Berman sobre del discurso crítico (constructivo y desconstructivo ) sobre las
pia y humanizada, de todo deseo solamente emancipatorio.
la productiva relación dialéctica entre las modernizaciones y “artes visuales” hizo inviable que el Colectivo no hiciera la cita
el modernismo expresivo y crítico. En este incipiente moder de su “origen” ideológico, precisamente, en la etapa del cie
En cierta medida, “Purgatorio” de Raúl Zurita refleja ese
nismo chilensis de fines de los años 70 e inicios de los 80, cabe rre o de la clausura de la “acción de arte”.
solipsismo utópico, ese bajo fondo de la utopía, ese onanis
plantear el horizonte de “operación” artística y urbana del co
mo. Previo a CADA, Zurita establece el camino invertido, la
lectivo de acciones de arte CADA. “¡ Ay Sudamérica! ” o la “Escritura en el cielo de Nueva York”,
exacta distancia entre el surrealismo ortodoxo y Bataille, en
centradas ambas en el rito de la textualidad, ejercidas ambas
tre el encándalo y la transgresión. La inversión del yo sagrado,
EL CADA O LA MEMORIA UTÓPICA desde el “cielo”, reseñalizan el camino sin regreso a casa del
soberano, expuesto a la abyección pública, más allá del escán
Más allá de las lecturas estrictamente críticas o conceptua monumentalismo mesiánico que, fuera ya de toda posibilidad
dalo o la pura provocación de un acto masturbatorio, es la
les referidas al particular contexto de construcción vanguar colectiva y de grupo, finalizará con las excavaciones en el de
expresión de ese camino, que es el peor de todos, donde la
dista del grupo, que opera entre 1979 y primeros años de la sierto donde sólo cabe la mano de obra de los funcionarios
verdad y la vida se hallan en un estado de anulación y extra
década del ochenta, la intervención urbana del CADA no deja del ministerio de Obras Públicas: "... la única obra de arte que
vío, alejados de toda fe pública o propiamente colectiva.
de estar señalada por la cita de zonas utópicas inscritas en la vale: cada hombre que trabaja para la ampliación aunque sea
POLÍTICA, ARTE Y CIUDAD memoria del Chile de la Unidad Popular: el medio litro de mental de sus espacios de vida es un artista” (extracto del tex
leche y las 100 medidas del programa de Salvador Allende. to “¡Ay Sudamérica!”).
La imposibilidad de la transformación política, de dejar
atrás el peso de la noche dictatorial mediante el puro suceso
de la reorganización partidaria, tiene el costo de la inmedia
tez represiva y policíaca de los aparatos estatales: agruparse,
juntarse, colectivizar lo que no tiene que decirse ni expresarse
públicamente, es el foco de la inflexión cotidiana de lo anti
dictatorial. En esta rearticulación desprogramada de lo coti
diano, el arte tiene una amplia zona de significación, de des
plazamiento y de ruptura.
za cultural de los años 80, la mo El silencio utópico que impuso la intervención dura de la
vida de una revuelta ciudad a todo Chile y que extendió a lo largo de la década
oscura del setenta, tuvo su torsión y su giro precisamente en
provocativamente juvenil, esa zona de resignificación artística y de transgresión
subterráneamente callejera, que metafórica. A los actos relámpagos e instantáneos de una clan
mezclaba la sepultación del destinidad huidiza y fugaz, que deja tras de sí una huella ame
nazante de ruptura que el transeúnte lee muy
anciano régimen, y la sensación atemorizadamente a la pasada, la resignificación o
del cambio ahora, del aquí contrasignificación textual o pública del arte tiene probable
mente la misma urgencia, pero “trabaja” un compromiso emo
impostergable. cional de más largo alcance, trabaja sobre la urgencia de una
"La ciudad es redundante: repite para que algo llegue a fijarse
Como se aprecia, la construcción estética de las “acciones
de arte” no se consumó estrictamente en el devenir calleje
ro, en lo que llamábamos al comienzo de esta escritura “la
esta Tribu compuesta por Pedro Lemebel y Francisco Casas,
alcanzó en su desarrollo una performance más precisa y defi
nida que “Luger de Lux” o “Los ángeles negros”, la interven
SANTIAGO en la mente. (...) La memoria es redundante: repite los signos
para que la ciudad empiece a existir.” (Italo Calvino)
FUGAZ:
acción o el acto relámpago”, hecho de la estampida y la ur ción callejera y pública de las “Yeguas” o bien, explícitamente,
gencia clandestina, tanto de los actores de la acción como su desvío perfomancista, viene a ser apenas la cita paródica de Es preciso escribir, registrar aquello que se pierde. Registrar
también de sus destinatarios huidizos y fugaces. CADA con Carlos Leppe, su remedo decididamente travestí, el pastiche en todos sus sentidos: recoger las huellas, llevar acta y resolver,
volver sobre lo perdido, intrusear.
MEMORIA Y
cluía su operación bajo el estricto y cuidado soporte de un urbano, poblacional y callejero. De la galería como rito de un
texto fundacional, es decir, codificaba la acción o el aconte arte que tiene como soporte el cuerpo, “Las yeguas del apoca
cimiento mediante la esencialidad del “mensaje”, del dejar lipsis” despliegan su provocación en la Escuela de Arte de la La ciudad es muchas. Santiago es un archipiélago móvil: una
ciudad latinoamericana, de dispersos e inciertos nombres, orde
TERRITORIO
dicho algo, de transmitir una fraseología más o menos revo Universidad de Chile, en la mítica calle San Camilo o en el
lucionaria, que no dejaba no obstante traslucir nada de la legendario y utópico “Hospital de Ochagavía”. Es probable que nada en la ley de la vecindad más que aquella de la continuidad’,
contingencia, nada de la refriega represiva sobre los cuer este espacio de ruina urbana y política ( en el sentido más cosida disparatadamente como [1], Joaquín Velasco, “La mano empuñada y la
pos. En su analítico texto sobre el tema, Richard (“La insu preciso de la ruina utópica de una construcción), pudo haber aquel saco de aparapita en el cual mano extendida”, en América, espacio
historizado, espacio narrado, Primer Coloquio
bordinación de los signos”, 1994), plantea precisamente una requerido de una intervención más amplia, si se quiere más se reflejara Jaime Sáenz. ¿Cómo fi
Suelo Americano, Escuela de Arquitectura,
interrogante a partir del cumplimiento “teleológico” de la planificada, similar tal vez a la operación en el desierto, pero jar esta ciudad -estas ciudades- en ARCIS, 1999.
travesía extractiva en el desierto: “¿Qué devino ese gesto de tuvieron la lucidez política y callejera de reseñalizar nuestro la memoria?
la vanguardia retomado en Chile por uno de los autores que campo minado y de renegación. La Transición o como quiera
lo fundaron, cuando historia, signos e instituciones, se ha que se le llame, metamorfoseó esa gigante ruina en una cons La ciudad no es un mapa. La hoja que cada uno arranca de su
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bían ya librado de su pasado de antagonismo para rearticu trucción que no remitiera a la historia política chilena, que la tendido y aplastado cuaderno se dobla en pliegues de disímil
lar nuevos pactos de entendimiento social en una lengua de olvidara. En cierta medida el “Hospital Padre Hurtado”, insta origami. Y, según la melancólica afirmación de Melville, los sitios
consensos?”. lado también en un sector popular, es el olvido definitivo de GUADALUPE SANTA CRUZ reales no aparecen en los mapas. ¿Cómo, entonces, ser memoria en
Escritora, autora de “Salir" (1989), “Cita
la utopía hospitalaria. capital” (1992), “El contagib” (1997). ella? ¿Por cuál costado inscribir las huellas? Algunos cuerpos la
DEL COLECTIVO DE ARTE (CADA) A LAS TRIBUS abordan dibujando sobre la superficie de la ciudad, calando hon
La “escena de avanzada” fue el soporte conceptual y críti El particular activismo de “Las Yeguas del Apocalipsis” tuvo do en su pizarra (en el volumen incalculable de su superficie).
co, el discurso que trasuntaba en el andamiaje de CADA, su también en el medio y el ambiente artístico, una zona de pro Voy a referirme a algunas de estas inscripciones de tegumento,
cita y su codificación ineludible. Sin embargo el surgimiento vocación continua e incesante; no tan sólo en el sentido de que visten a la ciudad y, a través de este atuendo, la construyen,
de una serie de “tribus artísticas”, grupos de arte más o menos una estrategia de exposición y sobreexposición promocional, levantan una arquitectura de superficie. Estas, como otras escri
programáticos, en la segunda mitad de los años 80, forma par sino más radicalmente en el sentido de la descolocación pro turas, quiebran nuestro ojo y rebautizan así a Santiago con un
te, más que de una escena, de un horizonte de síntomas cultu gramada de la ritualidad de las formas y de los honores esté nombre que no siempre es dado a ver. Su mapa desorienta y ena
rales en la etapa de resquebrajamiento del sistema autoritario ticos otorgados por la “familia” del arte. La tradición bur mora la mirada, la palabra.
y represivo. Horizonte post, para nominarlo de acuerdo al es guesa de los apellidos con todo su ornato historicista, no
quema de relato cultural de Bernardo Subercaseux, es el am CONTRA LA EXTINCIÓN
podía menos que sentirse asaltada por la violenta y sucia
plio espacio de prácticas artísticas muy diversas, eso si, prácti gestualidad travestí, del gesto sin historia y sin clase y, ade ¿No son acaso, los sitios reales, aquellos donde se desgastó el
cas muy desinhididas respecto al compromiso de corte más, (des) generado. tiempo, dejando un forado por la falta de sustantabilidad de los
mesiánico, por un lado, y al compromiso político de la supedi objetos en el tiempo? ¿Cómo construir un asentamiento para aque
tación militante, por el otro. “Luger de Lux”, “Los ángeles ne "YO NO SÉ LO QUE QUIERO, PERO LO QUIERO YA" llo que fue perdido?
gros” y “Las yeguas del Apocalipsis”, no cargan sobre sí con el (ZUMO)
peso del “Arte” chileno, son tribus desacralizantes, paródicas, El tribalismo artístico fue la fuerza cultural de los años 80, El artista visual Juan José Acevedo retoma una taxonomía del
cuyas “acciones” tienen el afán de intervenir los espacios, a la movida de una revuelta provocativamente juvenil, subterrá estado de conservación de la flora nativa recolectada de norte a
ratos por el puro placer de la provocación o el montaje de una neamente callejera, estrategias de un particular deseo políti sur en el territorio nacional y la almacena en repisas, suerte de
cadena de acontecimiento sin un régimen preciso de sentido co que mezclaba la sepultación del anciano régimen, el auto base de datos o nicho del orden doméstico, dejando un módulo
o significación: esto es, no quieren nada más de lo que dicen ritarismo cansado y viejo, y la sensación del cambio ahora, sin vacío (suerte, también, de bandera invertida): especies en extinción,
los hechos o los desmontajes. más vueltas o recovecos, el vitalismo de la Democracia Ahora. extintas, en peligro, vulnerables, raras, insuficientemente conocidas.
“Yo no sé lo que quiero, pero lo quiero ya”, expresa líricamente
En un texto reciente sobre “Las yeguas del Apocalipsis”, esa urgencia, del deseo no pospuesto ni programado, del aquí ¿Cómo conocer, cómo conocer suficientemente para revertir
publicado en la revista “Rocinante” por Elizabeth Neira (“Las impostergable: después de tanta refriega contra el anciano la secuencia, la caída? El trabajo de este artista se vuelve cartogra
estrategias del deseo”, julio 1999), ésta hace provenir a las “Ye régimen, la sentatez del deseo es más urgente que el fía -desde aquel plano urbano que no da señas de los desapareci
guas” directamente de la neovanguardia; sin embargo, si bien gradualismo de la razón y de su prudencia indecente. dos que alberga, hasta el viaje virtual de imágenes por medio de la
digitalización-, para hacerse del tiempo y convertirlo en extensión.
Reintroduce en el mapa de navegación la fotografía de una mujer
Jorge Cerezo (integrante de “Los ángeles negros”), “Un mirador para Santiago” (1992).
yámana -residuo material de los basurales de la industria gráfica,
La ciudad es muchas. Santiago residuo mnésico del territorio de la nación- y la reformula como
es un archipiélago móvil: una bandera, la vuelva a presentar en veces : “365 días de mi vida2”. El
ciudad latinoamericana, de dis- cartógrafo sabe que conocemos de [2] Título de la muestra del artista en Ala Sur, II
este modo, que precisamos de Bienal Arte Joven, Museo de Bellas Artes, San
persos e inciertos nombres, cosi marcaciones que contengan e ins
tiago, 1999.
da disparatadamente. tituyan la erosión del tiempo, que el ritmo del tiempo organiza el
sentido (o a la inversa, que el sentido es la articulación narrativa
¿Cómo, entonces, ser memoria del tiempo, como lo señala Sergio Rojas). En veces fueron los
en ella? ¿Por cuál costado inscri palotes con que marcara Robinson Crusoe su empresa de sobrevi
vencia; 400.000 veces de poder es la herida que marca el loco por los
bir las huellas? Algunas inscrip muros de Santiago3; en veces es la [j] Registrado por Isabel Larraín, en su libro El
ciones de tegumento quiebran coreografía erótica cartografíada camino más alto, Ediciones LOM, en prensa.
por el Marqués de Sade4. El desdoblamiento del cuerpo ante el
dolor se multiplica a sí mismo, lo [4] Agradezco a Kathya Araujo esta sugerencia.
torna muchos. La repetición de la
imagen del cuerpo geográfico desaparecido posterga en veces -“lo
ner en catálogos, series y clasificaciones, que sólo muestran Se sustituye en él la urgencia de los problemas económicos surgi
dos a partir de la propiedad de las tierras y los que atañen al colo
y en los márgenes de los discursos políticamente correctos, inte
grando el exceso al desviarlo de su objetivo, dándole un aspecto
su incapacidad de reconstruir una conciencia histórica. nialismo cultural, por un lugar común de la historia nacional. normal, de ya dicho, de ya hecho. Sin embargo, la incorporación
Sin embargo, esta sustitución tiene sentido sólo si el espectador de excesos en los discursos oficiales a través del Fondart, de la
de la pintura supone que el exterminio indígena ya pasó y no Revista de Crítica Cultural y de la Galería Gabriela Mistral, como
«La historia que yo cuento no está clara...» de hombres la asignación de valores ejemplares a actos distintos a
tiene solución alguna (el indio es entonces un personaje mítico, en el caso de Dávila, fue posible también gracias a la promoción
Jacques de Vorágine, «La leyenda Dorada», c.1275. los fijados por la tradición, pero que querían mantener entre ellos
lapidado en el pasado) o que el encargo del mural es la celebra de una actitud doble o mixta que intercambió y anuló la oposi
y también con esa tradición un vínculo en función a una reconsti
ción de una reconciliación. ción entre lo excesivo y lo limítrofe: utilizaron el exceso de con
Este escrito toma su forma a partir de una pregunta que pare tución histórica de la humanidad. A través de estas imágenes, el
tenido de la obra de Dávila haciéndolo parecer acto al límite, para
ce recobrar particular importancia: el rol público del arte, el va Estado y las instituciones de poder impartieron - imparten toda
Las pinturas de Mario Toral (1934) cumplen la misma fun que los contenidos, de esta forma, fueran aceptados, tal como
lor exhibitivo de la cultura. Me preguntaba por la representación vía - una educación: toman a su cargo la formación moral y espiri
ción que las de Giotto en Asís: incorporan al oficialismo movi otras veces utilizan obras que simulan ser excesivas, pero en las
de unas historias que aparecían en las obras hechas por encargo, tual de los espectadores, señalan pautas de comportamiento y
mientos sociales que lo exceden. Los instrumentos técnicos, sin que el desplazamiento ocurre sólo formalmente.
pinturas y monumentos conmemorativos emplazados en lugares crean una identidad bajo el nombre de nación, a través de imáge
nes donde se relacionaron ambiguamente signos de progreso con embargo, son distintos. Mientras la efectividad de las pinturas de
públicos y si se podía reconocer la línea de disolución de los ob
Giotto está dada por el remplazo de las imágenes simbólicas por Tanto en el catálogo de la Galería Gabriela Mistral como en la
jetivos de esas representaciones en algunos trabajos de arte reali referencias a un pasado glorioso.
la representación de actitudes ejemplares, las de Toral homologan Revista de Crítica Cultural, la obra de Dávila es puesta en relación
zados en Santiago, donde las instituciones de cultura - los monu
Las pinturas que representan acontecimientos históricos no la historia nacional a la mexicana, sin tener que pasar por el trau
mentos, los museos, las entidades que financian y difunden la cul
tienen como fin, entonces, el registro de la Historia, sino la justi ma de una revolución o por el reconocimiento de lo que es otro
tura - quedaban referidas a través de unos discursos que supo
ficación de determinadas conductas. Recibieron, en este sentido, como lo propio.
nían una puesta en escena de las relaciones de poder e influencia
implícitas en el arte público. la tradición de la retórica aristotélica: fueron concebidas como
mimesis, es decir, representaciones cuyo fin no era el conocimien El interés por descubrir y aprender la «construcción legítima»,
to de aquello que se representaba, sino impresionar, conmover, durante el siglo XV, tuvo como correlato la difusión del mecenaz
persuadir al espectador. Representar la historia es, como la retó go eclesiástico, estatal y privado, que financió al arte en la medi
La tradición de las obras hechas por encargo tiene su origen
rica, una técnica, una disciplina, un saber organizado para ser en da en que éste pudo ser concebido como un espacio continuo
en las pinturas que decoraron palacios y edificios públicos, des
señado, que no implica necesariamente una verificación ni una donde se podía circunscribir aquello que debía pertenecer a la
de el Renacimiento. Salvo aquellas de carácter estrictamente or
«verdad» en lo que se muestra (aquello sobre lo que se debe per cultura de un pueblo. Con el mecenazgo, el arte se hace más cla
namental, estas pinturas representaban, generalmente, relatos
suadir puede ser perfectamente falso). Frente a la empiria, frente ramente mensurable: la fijación de un presupuesto designa de
preexistentes que concernían a determinados actos de persona
a la evidencia y la prueba, la pintura que representa historias se antemano su espacio y su tiempo, las técnicas y los temas perti
jes «grandes hombres, dignos de ser recordados», según expre
construye sin referencial. nentes al espacio público, que serán siempre políticamente co
só Alberti1. La necesidad de construir la representación pictóri-
rrectos, incluso cuando excedan el pensamiento oficial. Fue el
[1] ALBERTI, León Battista, Tratado sobre Ar ca de narraciones históricas tuvo
quitectura, libro IX, cap. IV. León Battista Alber como consecuencia el descubri La puesta en escena de la historia persuade al espectador me caso del “Simón Bolívar” de Juan Domingo Dávila (1946), que
ti sistematizó, durante la primera mitad del si diante inducciones y deducciones no científicas, no demostrables fue financiado, defendido y redimido por el Estado y la opinión
miento de la perspectiva, que ad
glo XV, los temas y las bases operativas de los pública, a través de dos instituciones que trabajan en los bordes
modernos. quirió importancia sólo en la me y se crea mediante una estética cuyo fin es el público y no la obra.
La construcción de la historia a partir de lo verosímil permite pre del aparato gubernamental: el Fondart y la Galería Gabriela Mis
dida que aseguró la organización
ver la lectura del receptor: éste partirá de un punto que no necesi tral y simultáneamente, por dos otras instancias, la Revista de Crí
satisfactoria del espacio representado en la pintura, permitien
ta ser probado y desde él irá hacia otro punto que necesita serlo, tica Cultural y el Círculo de Críticos de Arte3. La labor de estos
do la figuración de universos visibles, donde el espacio era es
siguiendo la estructura del entimema o silogismo retórico. Se tie organismos consiste, se diría, en hacer que aquello que es exce
tructurado y organizado desde el registro de las relaciones posi
bles entre objetos usuales, como si éstos fueran percibidos por ne, por ejemplo, que A: Los hombres que montan caballos blan [31 Juan Domingo Dávila realizó entre 1994 y so, se vuelva límite, actuando como
cos, con trajes o capas rojos o negros, que miran al espectador e 1995, junto a Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn y la membrana que filtra y traduce
la vista en un determinado momento. Arturo Duclós, un proyecto de arte postal que elementos externos, adecuándolos
indican hacia un punto con la mano o la espada son siempre los fue financiado por el Fondart y que incluía el
La construcción de unas pinturas donde las historias apare héroes del relato. Luego se observa que B: Eugenio de Saboya, mentado "Simón Bolívar”, protagonista de una a la coherencia del sistema. O bien
Felipe III, Luis XIV, Napoleón, Simón Bolívar, San Martín cum polémica en la que participaron diversos me son partícipes de un gusto en per
cen al espectador como experiencias vividas permitió a un grupo
genes, de su dispersión. Si las pinturas de historias que decora chivos policiales, de registros antropológicos aparecidos en la
Los museos rescatan fragmentos recuperados de ban los espacios públicos contemplaban su propia exhibición, prensa: unas personas vueltas en algún momento, noticia, preci
historias disimiles y frente a los problemas de or un «éxito» no sólo en el acto de ver, sino también en el ser vistas samente porque sus cuerpos habían sido previamente destinados
den y selección que implica toda acumulación, tien («Nosotros - dice Alberti - queremos poner las cosas para que a desaparecer de la circulación: detenidos, extinguidos. Si las pin
den a desintegrarse, a dejar en evidencia las arbitra sean vistas»6), Dávila despliega una [6] ALBERTI, León Battista, De Pictura, I, 1. turas y monumentos conmemorativos registraban el instante en
riedades de sus clasificaciones, lo precario de sus serie de recursos que llaman la que un hombre particular se volvía héroe y reconstruía - en un
archivos, los vastos territorios no documentados, atención del espectador («miradas a la cámara», gestos gesto, en un ademán - la Historia Universal, lo que Dittborn re
eximidos de la historia, vueltos desperdicios. indicadores, líneas de composición), pero el énfasis que pone gistra en sus telas es el instante de fama (de hacerse público) de
en éstos, como en los recursos técnicos, revela - al margen de las unos cuerpos ya de antemano olvidados, encarcelados, ajusticia
alusiones figurativas directas - la ambigüedad de lo representa dos, marginados, extirpados, desaparecidos, sacrificados.
con fisuras ya existentes en la identidad nacional, de tal manera do a través (y no a pesar) de los recursos técnicos: como un
que aquello que en principio fue definido como lo «otro» (la obra «remake» que no garantiza al espectador su inscripción simbóli Las pinturas de historias superponían a los personajes repre
«Rota», «Simón Bolívar», respectivamente) aparece como lo que ca en la sucesión y en la repetición, las pinturas de Dávila, lo sentados estereotipos de conductas ejemplares, dignas de ser recor
es propio. «...Dávila entra a elaborar las roturas, las fracturas y desitúan y lo arrojan sobre sí mismo, al señalarle que el único dadas dice Alberti en el De Pictura. Se operaba por analogía, refi
disidencias de un horizonte social y cultural chileno», dice orden desplegado uniformemente en las paredes de la sala, en riendo cada personaje y cada acción particular a una imagen
Diamela Eltit, respecto a «Rota»4. la superficie de la postal, es el de [7] Cfr. SARDUY, Severo: Ensayos generales serializada que encarnaba un valor particular (una imago, diría la
[4] ELTIT, Díamela, «Lástima que seas una la desposesión de la historia7. sobre el Barroco, Fondo de Cultura Económi retórica). Ellos eran, para quienes los observaban, como Napoleón,
rota», en el catálogo de Rota, Galería Gabriela El trabajo de Juan Domingo Dávi- ca, Buenos Aires, 323 págs.
como Washington, como Carlos V, como Marco Aurelio. Si bien esta
«SM «tute 1996. u frustra Us expKtMÍras de los es. repetición de gestos, escenarios, vestuarios y caracterizaciones
II
pectadores frente al arte público, es decir, no configura una iden Las pinturas que refieren historias, como más tarde los monu ejemplares permitió a una serie de personajes particulares «ha
tidad nacional a través de la repetición de estereotipos que po mentos y museos conmemorativos, en tanto documentos puestos para cerse históricos», ella significó también la pérdida de las identi
drían, potencialmente, reconstruir, en esa repetición, una histo ser vistos y permanecer en la memoria, sirvieron a quien las financiara dades de los héroes y de los lugares donde la acción había tenido
ria continua, sin interrupciones. Las dos obras de Dávila mencio para justificar y señalar a los otros, pero también a sí mismos, la lugar, que no pudieron ser, luego, individualizados por los espec
nadas, toman, al igual que las pinturas que representaban histo propia relación con el poder. Al igual que la retórica, la normati tadores. La continuidad de la historia y la presencia visible y per
rias, distintos fragmentos de las imágenes que conforman nues va en torno a la pintura de historia nace entonces de la necesidad suasiva de un destino se pretendió alcanzar, entonces, no a través
tra historia visual, de tal manera que el espectador se enfrenta a de las instituciones de poder de mantener y controlar las relacio del memorial o recordatorio de un individuo o acontecimiento
la superposición de un imaginario que reconoce como propio. nes sociales, reglamentando la imagen y codificando todo recur de carácter único (que es el significado original de la palabra «mo
Sin embargo, Verdejo, «La perla del Mercader», «El abrazo de so al significante. numento»), sino que, por el contrario, a través del juego recons mentales. A través de ellos, dice Alberti, se conocen los movimien
Maipú», se nos aparecen en esa superposición, no como persona truido del eterno retorno, donde un sujeto es puesto en referencia tos del alma:
jes, sino que, más bien, como «procedimientos cosméticos» que En las pinturas aeropostales de Eugenio Dittborn (1943), las a otros sujetos, prolongándose sin dispersiones, sin interrupcio
encubren «antiguas reyertas culturales que continúan vigentes»5. imágenes y los textos están dados desde esta censura, desde una nes - bajo la forma de conciencia histórica, de prototipo de con «...vemos cuando uno se ha entristecido, porque los cuidados
[5] ibid. las pinturas de Dávila los procedimientos técnicos y los temas imposición externa de identidad (donde la identidad es concebi ducta -, más allá del tiempo y del espacio, como un proyecto úni lo oprimen y los pensamientos lo asedian, están sus fuerzas y sen
que caracterizaron a la pintura pública desde el Renacimiento son, da siempre como la muerte, como el dejarse estar). La escritura co, origen de todo devenir. timientos atontados, teniéndose a si mismos lentos y perezosos
entonces, mantenidos o aludidos en un juego de espejos: el espec se realiza en «idiomas colonizadores: español, inglés. En todo caso, en sus miembros pálidos y mal sostenidos. Verás a quien esté me
tador cree ver al estereotipo de San Martín - es, parece ser, un es una escritura en el lenguaje de otro, lo que es siempre una Las pinturas aeropostales de Eugenio Dittborn entregan al es lancólico con la frente apretada, la cerviz lánguida, y cada uno de
uniforme, una determinada pose del caballo, un ademán de la postergación; se trata de una escritura que nunca concuerda con pectador una serie de referencias homogéneas que remiten, con sus miembros casi destruido e inútil cayendo. Verdaderamente a
mano - pero la pintura le devuelve un San Martín híbrido cultu la imaginación europea de la plenitud del habla»8. La imagen im menor o mayor intensidad, a mundos de conocimiento estabiliza quien sea iracundo, porque la ira excita el alma, se le llenarán de
ral, un paria; cree ver a Verdejo sobre un caballo, pero se encuen pone nombres y números arbitra [81 CUBIT, Sean «La Foto La Grafía Las Pintu do: manuales de dibujo, archivos oficiales, silabarios, enciclope rabia los ojos y su rostro se encenderá de color, y cada miembro
tra luego con la vestimenta, el gesto, el caballo del héroe puesto rios a los indígenas fotografiados ras Aeropostales de Eugenio Dittborn», en el dias, libros de historia universal, periódicos y revistas. En ellos, suyo, cuánto sea su furor, así tanto [10]ALBERTI, León Battista, De Pictura, II, 41.
catálogo «Camino way», 1991. saberes dispersos y complejos encuentran una forma sencilla de se ennervará»10.
en un cuerpo de mujer; reconoce a «La perla del Mercader», pero y los priva, en el archivo, en la His-
inmediatamente se topa con la mirada y la sonrisa - sin pudor, sin toria, del propio: «6. María», «26. Rosa», «25. Julia»; o fija una ser transmitidos: esquemas geométricos, pautas de reconocimien
pureza posible - del Verdejo. identidad única (un rostro) ahí donde se ha insistido en la multi to, analogías, clasificaciones, líneas crono-gráficas, frases hechas La historia está compuesta por «cuerpos», dice Alberti, perso
plicidad, en la pérdida, en el abandono o en el ocultamiento del y lugares comunes anulan las particularidades para que, paradó najes que actúan y que enseñan a los espectadores las pasiones
Si hasta el siglo pasado la continuidad de los modelos, patro nombre: «MERCEDES ROMAN PINO o Merce Rojas Rojas o Ele jicamente, éstas puedan ser aprendidas. Sin embargo, las imáge correctas, indicándoles lo que se debe esperar de cada hombre en
nes, técnicas y estereotipos en las pinturas permitió la represen na Willliamson Neira o Raquel González o Mercedes González»; nes y frases utilizadas por Dittborn nos llegan en calidad de res cuanto aspiración a un prototipo. El espectador, al reconocer la
tación de acontecimientos particulares como pertenecientes a un o, finalmente, recupera la definición europea de la imagen del tos y nada en ellas nos permite reconocer, reconstruir, los conoci equivalencia entre un gesto y una pasión, se identifica con el per
devenir histórico, donde quedaba, a su vez, reflejado el sentido, indígena (a través de la citación de los dibujos Jemmy Button, el mientos que ellas graficaban, aludían, significaban. Son, en este sonaje, es conmovido. De ahí la importancia de la formulación
la inteligencia de la Historia; las pinturas de Dávila, en cambio, no aborigen fueguino retratado por el capitán del Beagle y de la cara sentido, signos vaciados. Las fotografías y los dibujos de las «His explícita, a través de manuales, de un lenguaje pasional. Dittborn,
se componen de referencias a estereotipos y modelos universales, de la momia del cerro El plomo, dibujada por una arqueóloga torias del Rostro», son también, a su manera, signos vaciados. La por el contrario, elige cuerpos yacentes, gestos extremos, ambi
sino de la copia y la apropiación de unos referentes particulares, europea). sucesión interminable de mujeres, «tendera», «tendera de oficio», guos, irreconocibles, humanidades deformes que hostilizan al es
que una vez que han sido privados de los contextos que los «tendera», «delincuente desde 1925», como la de aborígenes, pectador, burlando su deseo de ser conmovido, haciéndolo extra
situaban en relación a estos estereotipos se manifiestan como tra En las pinturas de Eugenio Dittborn hay también una nega anula nuestra capacidad de verlos: porque son todos distintos, ño a su propia capacidad de sentir.
jes vaciados, máscaras. ción - y no sólo una pérdida - del original: «el pintor debe sus nos decimos, son todos iguales. Entonces, como no hay nada en
trabajos al cuerpo de la fotografía - dice - embalsamado en y por ellos que se nos muestre como digno de ser recordado, los aban Según ha planteado Dittborn, él nunca realizó una «Primera
Los mismos recursos que permitieron la eficiencia comuni la fotocopia, depósito de los despojos fotográficos»9. Su referen donamos a la suerte de su propia ausencia. Historia del rostro”. «No existe la ‘Primera Historia del Rostro’ -
cativa de las pinturas de historia son utilizados, revertidos, en cia no es el cuerpo, no es tampoco [9] DITTBORN, Eugenio en «Final de pista», dice - La serie comienza con la ‘Segunda Historia del
función de la ambigüedad, de la pérdida de identidad, en los la persona, sino la cáscara que se catálogo de la Galería Época, diciembre 1977. Las fotos de archivos oficiales, los rostros de la «Historia del Rostro’»".Podría existir, sin embar [11] CUBIT, Sean y DITTBORN, Eugenio «En
trabajos de Dávila. La firma, como la pincelada, que era lo que le añade después, como una mortaja: la fotografía oficial y, luego, rostro», son estáticos: no hay expresado en ellos ningún pensamien go, una experiencia anterior for- trevista Aeroposta!», en: «Camino way», 1991.
daba credibilidad a la autoría de la obra, pierde unicidad: varias la fotocopia o la fotografía de esa fotografía y, después, reiterada to, no suponen ninguna pasión, todo lo que podría situar a ese malmente similar a las de Dittborn. No se llamó ‘Primera Histo
firmas en una misma tela, o ninguna; no una manera propia de mente, el traspaso de esa fotocopia o fotografía a unos materiales rostro en una vivencia, en un estar en vida, ha sido borrado. Si la ria del Rostro’, pero indudablemente tenía pretensiones de ser
ejecutar la obra sino la constante referencia a «las maneras» de frágiles, inestables: transparencias, cartón gris, papel de embala pintura que tradicionalmente ocupó espacios públicos representa lo. Consistía en la representación de una serie de modelos de
otros (y el cambio, sobre todo en «Rota», de las buenas maneras je, entretela, madera de cholguán. La imagen, en definitiva, es ba, a través de unos personajes, historias que aparecían como vivi cabezas típicas de las pinturas que referían historias, catalogadas
a las malas maneras o a su reproducción ampliada, ridiculizada, sometida a un proceso arduo de privación de la persona, de ho das, Dittborn cancela, en sus personajes, toda señal de vida o los de acuerdo a las distintas pasiones humanas: «Doncella tímida»,
mecanizada). Los personajes, una vez superpuestos, confundi mologación de los rostros, que son, por los procesos técnicos, por representa, como en «Pietá, Pintura» o en «Nada, nada» como pe «desprecio con odio», «aterrori-zado»,«militar arrogante», «ex
dos, alterados, como la obra misma, no logran nunca configu el tiempo, borrados. sos muertos o una amalgama de gestos ininteligibles. En las pintu tremo dolor del cuerpo», «la extasiada», entre otros, constituyen
rarse unitariamente, mantienen su calidad de inventario de re ras que representaban historias, como en los monumentos que re una sucesión de prototipos humanos y conductas clasificadas se
cortes, de fragmentos disímiles, de restos de un naufragio de imá Las fotografías utilizadas por Dittborn son fragmentos de ar presentaban personajes, los movimientos del cuerpo eran funda gún el decoro, donde los personajes no podían representar, in-
EXTRANJERO
ban unos lugares y luego se depositaban en ellos, mentalmente, París tampoco participa del espíritu de los retratos literarios,
las imágenes apropiadas. Los lugares podían ser columnas, ángu enfáticos e indignados, que Zola dedicaba a las prostitutas de la
los, ventanas; el único requisito - dice Pedro Tomai en Phoenix seu ciudad, los niños abandonados o las familias que se alimentaban
artificiosa memoria - es que ellos mantengan una cierta distancia y con ratas asadas. El arte de Manet sorprende con mensajes polí
que los lugares y las imágenes puedan ser claramente percibidos, ticos directos, como lo testimonia el cuadro de 1868, «La ejecu
sin dificultad, porque aunque las capacidades mnemotécnicas no ción del emperador Maximiliano», pero la visión que el artista
tienen límites, se puede - escribe - de pronto, olvidar y ese olvido tiene de la ciudad cuenta con otros medios para lograr su efecto.
ocurre entonces debido a que se ha bloqueado la capacidad de
percibir. RICHARD Al registrar la vida de París, Manet realiza gestos visuales que
perturban la visión, la desplazan de objeto en objeto y a menudo
“S”, un mnemonista ruso de este siglo, describió de la forma sugieren que la verdadera historia está sucediendo en otra par
que sigue las causas de sus omisiones: te, fuera de la tela. Manet es un artista del desplazamiento, y en
el desplazamiento reside su fuerza de interpelación social. Desa
«Había colocado el lápiz al lado de una empalizada, uno de fía algunos de los presupuestos con los que describimos a quie
aquellos, sabe, que se encuentran a lo largo de las calles y, de nes están económica o políticamente desplazados: el inmigran
pronto, el lápiz se confundió con la empalizada y yo pasé por su te, el exilado, el expatriado. Estos términos expresan las diversas
lado sin darme cuenta... La misma cosa me sucedió con la pala razones por las que una persona puede vivir fuera de su país,
bra huevo, éste había sido dispuesto sobre el fondo de una pared pero el resultado de tal desplazamiento parece, hoy, un destino
blanca. ¿Cómo podría haber distinguido un huevo blanco contra común. Ser un extranjero significa vivir intranquilo fuera de la
una pared blanca? (...) Me sucede, a veces, que coloco una pala propia tierra: el inmigrante culturalmente golpeado que se afir
bra en un lugar oscuro y es una equivocación, naturalmente. He ma en lo suyo, el exilado que vegeta indiferente en una ciudad
aquí la palabra caja, por ejemplo: ella se encontraba en el vano con la que apenas se conecta, el expatriado que sueña con vol
de un portón y ahí dentro estaba oscuro...era difícil descubrirla. ver. El sentimentalismo de tales imágenes muestra la necesidad
(...) No me sucede más ahora de colocar objetos en un pasaje de las raíces y las virtudes de la tierra. Incluso niega a los extran
oscuro: hago las cosas de tal manera que haya luz, por lo que no jeros la voluntad y la capacidad de convertir ese desplazamiento,
tendré ninguna dificultad para vislumbrarlas»21. aun cuando haya sido impuesto, en una experiencia humana.
Manet, un pintor que está a sus anchas en su ciudad, interesado
[21] Descripción de A. Lurija de las técnicas
Al igual que en los lugares de de un mnemonista ruso, «S». Citado en ROSSI, en los olores y las sombras de la vida cotidiana, imagina, sin em
la memoria donde las imágenes Paolo, II passato, la memoria, l'oblio, Editrice II bargo, lo que puede haber de positivo en la experiencia del des
Mulino, Bologna, 1991, pág.44. plazamiento. La dualidad del ‘hogar’ y de lo ‘extraño’ se fractu
aparecen borradas, los “Paisajes”
énfasis, precisamente, en su clausura, en su sustitución, en las de Brugnoli impiden el ejercicio del recuerdo, porque en ellos se ra bajo su pincel porque la apariencia de los lugares familiares
referencias equívocas que la borran. confunde intencionalmente la capacidad de percibir del especta se vuelve extraña y extranjera.
dor, que no reconoce ni distingue objetos particulares. Ve acu
Las pinturas que representaban historias, decíamos, debían mulaciones de escombros, pliegues como veladuras, espacios de La visión desplazada de Manet se muestra plenamente en el
informar al espectador sobre un acontecimiento y, simultánea oscuridad; o bien, como en “Paisaje II”, unos sitios vacíos de imá último de sus grandes cuadros, «El bar del Folies-Bergére», pin
mente, servir de “signo tangible», de testimonio y de memorial genes como de historias para ser recordadas, donde la luz no per tado en el invierno de 1881-82. La historia de este cuadro es muy
de hechos que, por lo general, ya habían sido fijados en la tradi mite «vislumbrar» los objetos que dan origen a la memoria, sino interesante. En 1879 Manet le propuso al Consejo municipal de
ción, de ahí que tanto la composición como los elementos pre que, por el contrario, deslumbra, enceguece, frustra toda expec París realizar los murales del nuevo Hotel de Ville; debían mos
sentes en el cuadro tendieran a hacer comprensible y atractiva la tativa de encontrar en ese sitio, una imagen y, en esa imagen, un trar el efecto de las nuevas construcciones -los puentes de acero,
historia mostrada. Al respecto, ya Alberti decía que sentido, un recuerdo, una alusión cualquiera a una historia cual los desagües de cemento, las estructuras de hierro forjado- sobre
quiera. la vida de la ciudad: serían murales del París moderno. Su pro
“La historia debe ser, para que pueda ser alabada y maraville, puesta fue rechazada, y es muy significativo que el gran trabajo
tal que con sus gracias se ofrezca ornada y grata, tanto que cause V posterior a ese rechazo no retoma ninguna de las escenas pro
el deleite y el movimiento del ánimo de cualquier docto o incul En estos trabajos, el discurso que motivó el emplazamiento yectadas para los murales sino que se vuelve hacia algo más sen
to que la mire. Lo que primero da placer en una historia provie público de la historia a través de pinturas, monumentos y mu timental, más kitsch incluso, una pintura del Folies-Bergére.
ne de la abundancia y variedad de las cosas. (...) Diré que la seos conmemorativos, permanece quizás bajo la forma de un re Manet quiso impregnar esa escena banal con la fuerza de los cam
composición de la historia es abundantísima cuando en sus es siduo, de un despojo, en el acto precario y absurdo de suponer bios que habían impulsado la emergencia de una sensibilidad
pacios se incluyen viejos, jóvenes, niños, mujeres, niñas, niñitos, un registro, de disponer en catálogos, series y clasificaciones per moderna.
pollos, cachorros, pajaritos, caballos, ovejas, edificios, paisajes y sonas y objetos como piezas de un museo o inventario de este
cosas similares (...). Pero desearía que esta abundancia fuera de reotipos (etiquetados, envueltos en plástico o en diario, seriados Es importante comprender, retrospectivamente, qué era el
corada con cierta variedad, aún moderada y grave en dignidad y y numerados), en una puesta en escena donde ellos figuran como Folies-Bergére en la época de Manet. Era un lugar de licencia
verosimilitud”20. restos, ruinas, memoriales dispersos, monumentos que no refie sensual: la prostitución femenina y masculina circulaba en la mul
ren ya a persona, historia, acontecimiento alguno, sino al espa titud; y sobre todo estaba el baile del can-can, en su versión del
[20] ALBERTI, León Battista, De Pictura, II, 39.
En estos trabajos de Brugnoli, en cio de su ausencia. No existe la pretensión de verdad, de justifi .. eJOS 81 O130 ' siglo XIX, que no se parecía a su derivación más actual y morali
cambio, es la heterogeneidad de los elementos presentados lo que cación, de concreción, de legitimación que motivó el registro, to del nacionalismo, debe -como zada. (El can-can, introducido en París en los años ochenta del
siglo pasado, era bailado por mujeres que no llevaban ropa inte
confunde al espectador: moldes de yeso, tablas, fotografías anti sino su incapacidad de reconstruir una conciencia histórica, de
guas, recortes de revistas y periódicos, letreros, cajas y envoltorios, implicar en la acumulación una taxonomía, de concretar final
el artista moderno- desplazar la rior bajo sus enaguas, cortas y amplias, de modo que cada vez
paños, piezas de automóviles, radios, anuncios, reproducciones mente un escenario. imaginería de las culturas y las que levantaban las piernas descubrían el monte de Venus). El
Folies-Bergére no era propiamente un burdel, aunque muchos
de pinturas y de estrellas de cine, imágenes religiosas, luces y bom
billas se acumulan y superponen sin configurar narración algu Como si estos trabajos de arte no fueran ahora sino una afasia,
costumbres. burdeles se establecieran cerca, de modo que lo frecuentaba un
na. Perdida la “dignidad y la verosimilitud” de la puesta en esce una pérdida de lenguaje respecto a la Historia homogénea y con La perturbación de estos despla número respetable de mujeres respetables en busca de diversión.
na, la Historia se vuelve aquí un despeñadero en el que confluye tinua dispuesta en los espacios públicos o en el espacio ininte zamientos hace de su identidad Era, entonces, un lugar un poco dudoso pero público, lleno de
multitudes ruidosas, en el que se bebía y se seducía en una at
todo lo que ha sido dispersado, perdido, naufragado. O como en rrumpido, infinito, de sus otras representaciones.
“Paisaje II”, un juego de brillos y reflejos, un efecto de la luz.
una construcción móvil. mósfera cargada con el aroma de los cigarros, el café y el
Postulaciones: Noviembre de 1999 a Marzo del 2000, de 9:00 a 13:00 y 14:00 a 18:00 hrs.
Informaciones: Secretaría Escuela de Postgrado • Fonos 679 75 15 - 678 75 10
Fonofax 678 75 14 • Macul 3370, Ñuñoa • e-mail: rleon@abello.dic.uchile.cl
CENIZAS E HILACHAS
Autopresentación del catálogo de la exposición AUSPICIA: EL MERCURIO
"Historia de cenizas" de Nury González, Galería
Gabriela Mistral, Noviembre 1999.
daba guardados ano a ano todos los libros y cuadernos de
colegio, y después los dibujos acumulados en los 5 años de
estudio en la escuela de arte de la Universidad de Chile, las
ropas de la infancia y la adolescencia, y donde tenía archivos
NURY y clasificaciones de diferentes objetos, se quemó completa
mente.
Parte de esas cenizas están en estos cuadros.
KELLER 1175, PROVIDENCIA, SANTIAGO, FONO: (56-2) 2047645, FAX: (56-2) 2047622, E-mail: dic@netup.
▼J
finalizar la centuria, una
encrucijada: o continuar con la MEMORIA DE <11111:/I’I RSOXAILS
política de despojo y conflicto, o
FONDO DE
FRANCOIS FURET |
ERNSTNOLTEI
áH encaminarse por la vía del diálogo,
del respeto mutuo, de la reparación Vientos de
CULTURA
del daño histórico cometido.
silencio
Algo más que mosto y música en La Frontera
ECONÓMICA ú Ll
¿QUE SON LOS ESTU FASCISMO Y ALLENDE CHILE: MANUAL DE CONCE
DIOS DE MUJERES? COMUNISMO 1970-1973 SIONES DE OBRAS
Compiladores: Francois Furet y Pierre Kalfon PÚBLICAS
Maryssa Navarro y Emst Nolte Nuestros años verde olivo se incorpora Trece textos de algunos de los más
Este libro, acompañado de un Dolores M. Rufián Lizana al plantel de grandes novelas sobresalientes novelistas y cuentistas
Catharine R. Stimpson latinoamericanas recientes que han nacionales del presente, que escriben
Las ocho cartas que reproduce estremecedor y apasionante Este libro es un completo
A partir de los análisis que Claude este volumen -publicadas documental -presentado en
ido componiendo el vasto cuadro trasmitiéndonos las imágenes, los
estudio del marco jurídico testimonial del derrumbe de los fantasmas y los enojos y temores que
Lévi-Strauss y Sigmund Freud anteriormente en la revista video (dirigido por Patricio creado para regular el novedoso ideales revolucionarios, precipitado les suscita el Chile de hoy.
efectuaron del sistema de Commentaire- constituyen un Henríquez)- sobre las últimas contrato de concesión de obras por el fracaso de sus propios sueños.
relaciones que produce la ensayo acerca del siglo XX, el 24 horas del gobierno de públicas, desde la licitación y
domesticación de las mujeres, las fascismo y el comunismo y Allende -el terrible primer día adjudicación de las mismas hasta
autoras desarrollan la historia, los contribuyen a eliminar los tabúes del golpe de Estado-, es una los aspectos financieros, los
antecedentes y las diversas y a construir una atmósfera de revancha por los libros mecanismos de garantía, los
direcciones que han seguido los tolerancia, imprescindible para el
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Eduardo Sabrovsky.......................................................15
EL ARREBATO DE LA CIUDAD,
Jaime Lizama................................................................... 42
MONUMENTOS, MUSEOS
REPRESENTACIONES DE LA HISTORIA,
Sandra Accatino............................................................. 48
LECTURAS