Enfermedades Del Manguito de Los Rotadores PDF
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Las enfermedades del manguito de los rotadores son muy frecuentes y representan la
primera causa de consulta por hombro doloroso. Se distinguen las tendinopatías sin
ruptura calcificantes o no y las tendinopatías con ruptura, parciales o transfixiantes, que
pueden evolucionar hasta la artrosis excéntrica. En la exploración física se evalúan las
amplitudes articulares de forma pasiva y después activa, tras lo cual se valora cada
componente del manguito de los rotadores de forma analítica. El estudio radiográfico de
primera elección consiste en la asociación de radiografía estándar y ecografía. Permite
establecer el diagnóstico positivo de las tendinopatías calcificantes y de las rupturas
amplias con un espacio subacromial inferior a 7 mm. El estudio radiográfico de segunda
elección (tomografía computarizada [TC] articular, resonancia magnética [RM], artro-
RM) precisa el diagnóstico, ya se trate de una tendinopatía con o sin ruptura. El estudio
permite apreciar el tamaño de la ruptura tendinosa, la retracción tendinosa y la
existencia de una degeneración muscular, que son factores pronósticos para la decisión
terapéutica. El tratamiento de las tendinopatías no calcificantes y calcificantes es
principalmente médico. El tratamiento de primera elección de las rupturas del manguito
de los rotadores suele ser médico. El tratamiento quirúrgico consiste en la reinserción
tendinosa cuando la ruptura es reparable. En caso contrario, se propone una cirugía
paliativa, tan sólo sintomática, mediante artroscopia o una transferencia tendinosa. La
rigidez capsular es la primera complicación en la que debe pensarse tras una cirugía del
manguito de los rotadores; también puede ser una afección preexistente, en cuyo caso
debe detectarse de forma preoperatoria.
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2 Aparato locomotor
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especial, lo cual modifica el vector de aplicación y forma espontánea en la clínica [6]. Otros factores se
acción del músculo, mediante las inserciones oponen a este esfuerzo de cicatrización espontánea:
musculares. pérdida de contacto de los bordes de la ruptura, empo-
brecimiento de la vascularización, factores mecánicos
desfavorables (conflicto), etc. Tras la reparación quirúr-
Acción estabilizadora de la articulación gica, la posibilidad de cicatrización depende del aporte
glenohumeral vascular que proviene sobre todo de la bolsa subacro-
mial [7]. La distribución tendinosa implica la elaboración
La acción estabilizadora del manguito de los rotadores de colágeno III mal orientado en el espacio y poco
se descompone en tres efectos distintos: un efecto resistente, que se transforma de forma progresiva en
directo por compresión glenohumeral durante la con- colágeno tipo I resistente a la tracción [8]. Al final del
tracción muscular, un efecto indirecto pasivo durante el proceso, las cuatro zonas de la entesis se reconstituyen.
estiramiento del músculo y un efecto pasivo directo por Este hecho destaca la necesidad de inmovilizar el
el efecto barrera del músculo contraído. El tendón de la hombro tras la reparación tendinosa quirúrgica para
porción larga del bíceps tendría un efecto (discutido) proteger el colágeno tipo III de las solicitaciones mecá-
sobre la estabilidad de la articulación glenohumeral por nicas, que son nefastas para su transformación en
coaptación y compresión de la cabeza humeral sobre la colágeno tipo I.
cavidad glenoidea.
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de forma progresiva a las zonas de fibrocartílago. Tras afectan al 70% de los hombros a los 80 años [13]. Las
un período de estabilización o de inactividad se inicia la rupturas transfixiantes afectan preferentemente a la
tercera fase de reabsorción, que es la más sintomática, inserción del tendón del supraespinoso. Los estudios
seguida de la última fase de cicatrización con reparación clínicos permiten apreciar con dificultad la incidencia
completa del tendón, que puede ser simultánea a la de las rupturas del manguito. Los estudios radiológicos
previa. Esta teoría no explica todas las formas de tendi- confirman el aumento de la incidencia de las rupturas
nopatías calcificantes, algunas de las cuales se deben a de manguito con la edad y ponen de manifiesto su
un proceso metabólico (osteodistrofia renal, intoxica- carácter asintomático. La incidencia de las rupturas
ción por vitamina D). asintomáticas, detectadas mediante ecografía, pasa del
13% antes de los 50 años al 80% después de los
Evolución natural 80 años [15] . En hombros asintomáticos, la RM no
muestra ninguna ruptura transfixiante antes de los
Pocos estudios han analizado la evolución natural de 40 años, mientras que en el 4% de los casos se observa
las calcificaciones. La reabsorción espontánea, cuya una ruptura parcial; estos porcentajes pasan, respectiva-
incidencia varía del 5,4% a los 3 años al 29,8% a los mente, al 54 y 28% después de los 60 años [16]. Las
46,1 meses [12] , se acompaña a veces de una crisis rupturas masivas asintomáticas afectan al 30% de la
hiperálgica, que culmina en la mayoría de los casos en población mayor de 90 años [17].
la desaparición de la calcificación y la curación. La
reabsorción puede hacerse en el interior del hueso, lo Patogenia de las rupturas del manguito
que genera erosiones óseas humerales de aspecto infla- de los rotadores
matorio sobre el sitio inicial de la calcificación. Las
tendinopatías poscalcificantes se traducen por la persis- Las rupturas del manguito de los rotadores, parciales
tencia de síntomas dolorosos, mientras que la calcifica- o transfixiantes, pueden producirse en un contexto
ción inicial ha desaparecido en las radiografías. La degenerativo, traumático o microtraumático.
radiografía convencional puede mostrar una tendinopa-
tía calcificante que infiltra el tendón en su grosor (tipo Contexto degenerativo
C) o permanecer normal. Las rupturas del manguito Existen dos teorías enfrentadas, mecánica extrínseca e
pocas veces se asocian a una calcificación, que aparece intrínseca, para explicar las lesiones degenerativas del
a menudo en pacientes multiinfiltrados y de más edad. manguito.
Mecánica extrínseca. La teoría mecánica extrínseca
Tendinopatías no calcificantes fue desarrollada por Neer en 1983 [18] . Durante la
elevación del brazo, bajo la acción potente del deltoides,
del manguito de los rotadores el tendón del supraespinoso contacta con la parte
sin ruptura anterior del acromion. Este contacto es fisiológico si
todos los tendones del manguito cumplen su papel de
Las tendinopatías sin ruptura no calcificantes repre- recentrado de la cabeza sobre la cavidad glenoidea. La
sentan un diagnóstico de exclusión ante la ausencia de repetición de este contacto, la aparición de un factor
calcificación o de ruptura tendinosa. Este diagnóstico se exterior agresivo que modifica las relaciones anatómicas
ha beneficiado del aporte de la resonancia magnética (entesofito), la modificación del grosor del tendón
(RM) con análisis cualitativo del tendón. La observación (tendinopatía) o el desequilibrio del manguito (que
de aspectos desestructurados del tendón o de hiperseña- impide su papel de centrado) son otros fenómenos
les intratendinosas que sugieren fenómenos inflamato- susceptibles de originar un conflicto mecánico con el
.
rios, asociados o no a una variación de volumen del acromion. Neer [18] describe tres estadios evolutivos que
tendón, refuerza la impresión de una enfermedad van del simple conflicto reversible a la tendinopatía sin
tendinosa propia. ruptura pero irreversible y después a la ruptura trans-
Esta nueva semiología ofrecida por la RM, asociada al fixiante, lo que explica el 95% de las rupturas del
contexto clínico de hombro doloroso, permite diferen- manguito. Se ha señalado la responsabilidad directa del
ciar estos cuadro del conflicto subacromial puro. El acromion y sería más frecuente en las personas ancia-
.
conflicto subacromial se caracteriza por un derrame nas, lo que hace pensar en una evolución degenerativa
localizado de la bolsa subacromial con un tendón más que en una morfología constitucional [19]. Varios
normal o que presenta una ruptura parcial superficial. estudios recientes han confirmado la existencia de una
La evolución espontánea no se conoce, y puede ser relación entre las rupturas parciales superficiales del
reabsorción, cicatrización o evolución hacia la ruptura. supraespinoso y la forma del acromion [20]. No obstante,
esta teoría tiene sus límites. No permite explicar el
Tendinopatías del manguito origen de las lesiones parciales profundas del tendón del
de los rotadores con ruptura supraespinoso, las lesiones aisladas del tendón del
subescapular, ni las extensiones posteriores de tipo
Epidemiología disección laminar.
Intrínseca. La teoría intrínseca fue propuesta inicial-
Según los estudios realizados en cadáveres, la inci- mente por Codman [21] y después ha sido respaldada
dencia de las lesiones parciales se evalúa en el 15-35% por los estudios anatomopatológicos. El principio se
y aumenta con la edad. Según Yamanaka [5], las lesiones basa en la alteración en primer lugar del tendón donde
parciales son el doble de frecuentes que las lesiones se origina la lesión. Esta teoría se apoya en la existencia
transfixiantes (14,5% frente a 7,9%). Las lesiones inters- de una zona crítica mal vascularizada en la parte distal
ticiales (aisladas y asociadas a una lesión parcial de la del tendón del supraespinoso [22] , zona de asiento
bolsa o articular) son las más frecuentes (7,9%), por preferente de estas lesiones. El fenómeno de envejeci-
delante de las lesiones parciales profundas (4%) y las miento natural del tendón, diferente en función de las
lesiones parciales superficiales (2,6%). Las rupturas capas del tendón y que predomina en su cara profunda,
parciales afectan sobre todo, pero no exclusivamente al puede explicar la aparición de las lesiones parciales
tendón del supraespinoso. Los estudios realizados en profundas de los pacientes de edad madura, así como
cadáveres muestran un 6-19% de rupturas transfixian- las lesiones parciales de tipo disección laminar [23] .
tes [13, 14]. La incidencia aumenta de forma regular con Además, las modificaciones biológicas del tendón [24] y
la edad [13]. Son poco frecuentes antes de los 50 años y el posible papel nocivo de las citocinas marcadoras de la
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inflamación [25] también podrían facilitar la ruptura. Parece claro que la evolución espontánea hacia la
Estos datos explican lógicamente la baja incidencia de cicatrización no es la regla, con independencia del tipo
lesiones del manguito en personas jóvenes y su de ruptura parcial. Los resultados de las series clínicas
aumento creciente con la edad. destacan incluso el potencial evolutivo de las lesiones
En realidad, es probable que ambas teorías sean parciales hacia la agravación. El tratamiento conserva-
complementarias, e incluso que estén imbricadas. La dor [28] o la acromioplastia aislada [29] no pueden evitar
lesión intrínseca inicial del tendón afecta a su función, el deterioro del resultado clínico con el tiempo, así
lo que genera un desequilibrio funcional que acentúa como la extensión de la lesión tendinosa. El desbrida-
las tensiones entre el manguito y el acromion. Se miento tendinoso mediante artroscopia no permite
produce entonces un conflicto secundario que agravará obtener la cicatrización tendinosa [30]. Desde un punto
las lesiones tendinosas. Las causas de la ruptura son de vista mecánico, las tracciones ejercidas sobre un
probablemente multifactoriales, e implican a la propia tendón que presente una ruptura parcial serían respon-
estructura del tendón frente a las solicitaciones mecáni- sables de la extensión de la lesión hasta la ruptura
cas repetidas y al envejecimiento natural que debilita transfixiante [31]. Sólo las lesiones parciales significativas
aún más su resistencia mecánica. Además, hay que evolucionarían de forma espontánea hacia la ruptura
añadir el conflicto subacromial, que es consecuencia transfixiante a largo plazo [32]. Algunas lesiones tienen
directa de la estructura del hombro o de su modifica- una evolución lenta o se estabilizan. Es probablemente
ción y, por último, un posible traumatismo. en estos casos donde intervienen los factores anatómi-
cos asociados, así como los factores ambientales. La
Contexto traumático evolución natural de las lesiones intersticiales aisladas
Cuanto mayor es el paciente, más leve es el grado del no se conoce. Ningún argumento permite pensar que
traumatismo capaz de generar una ruptura del man- evolucionen de forma espontánea hacia la ruptura
guito: una simple caída desde la propia altura en una transfixiante. Así mismo, la relación entre tendinopatía
persona de edad madura, un simple movimiento en sin ruptura y ruptura parcial sigue siendo imprecisa.
falso en un anciano, etc. Se trata en estos casos de una
agravación traumática de una lesión degenerativa Evolución natural de las rupturas transfixiantes
preexistente. En cambio, en personas jóvenes con un del manguito de los rotadores
manguito sano, la lesión es la consecuencia de un Las rupturas transfixiantes del manguito no cicatrizan
traumatismo excesivo con una energía cinética conside- de forma espontánea. Los buenos resultados del trata-
rable (caída desde una altura elevada, accidente de miento conservador se deterioran con el tiempo, sobre
tráfico, accidente deportivo violento, etc.). El carácter
todo cuanto más prolongado sea el seguimiento [33, 34].
específico del traumatismo puede tener un valor indica-
La evolución natural consiste en la extensión de la
tivo sobre la lesión tendinosa: traumatismo con el brazo
lesión, pero hasta la actualidad ningún estudio ha
llevado hacia atrás para el subescapular, o con el brazo
permitido apreciar el modo evolutivo de las rupturas del
extendido para el bíceps.
manguito. Yamaguchi muestra que el 50% de las ruptu-
ras transfixiantes se vuelven sintomáticas en un plazo
Contexto microtraumático
de 3 años [35]. Puede pensarse que el nivel de actividad
La lesión tendinosa es consecuencia de la repetición funcional es un factor implicado, al igual que un
a muy gran escala de una situación estresante e incluso traumatismo banal. Por otra parte, la evolución lenta y
traumatizante para el tendón. La repetición de un muy progresiva de una ruptura crónica explica la
movimiento específico que provoca un contacto entre el correcta adaptación funcional del hombro, incluso con
tendón y una estructura ósea explica el concepto de una lesión extensa. El hombro es capaz de desarrollar
conflicto mecánico directo. Esta situación puede obser- mecanismos compensadores que permiten mantener
varse en un contexto profesional manual o deportivo. El .
una función articular satisfactoria: la hipertrofia muscu-
conflicto glenoideo posterosuperior descrito por Wal- lar compensadora contigua (redondo menor) y la artro-
ch [26] corresponde a un conflicto interno entre la cara sis subacromial favorable son ejemplos de ello. La
articular de los tendones del manguito y el reborde ruptura transfixiante se produce en la mayoría de las
posterosuperior de la cavidad glenoidea cuando el brazo ocasiones en el tendón del supraespinoso y se extiende
está en posición de armado. Esta hiperutilización se .
en sentido posterior, hacia el tendón del supraespinoso,
observa en deportistas de alto nivel cuya práctica es en forma de una disección laminar y después como una
cada vez más intensa y cada vez más precoz. ruptura transfixiante [36]. La extensión puede ser ante-
.
rior en dirección al bíceps y al tendón del subescapular.
Evolución natural de las rupturas Estudios recientes [37, 38] muestran que la retracción
del manguito de los rotadores tendinosa se acompaña de una modificación profunda
de la estructura muscular, por lo que la atrofia y la
Las rupturas del manguito de los rotadores, parciales
.
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“ Puntos importantes
• La frecuencia de las rupturas del manguito de
los rotadores, parciales o transfixiantes, aumenta
con la edad. Las tendinopatías calcificantes son
más frecuentes entre los 20-40 años.
• El contexto degenerativo predomina por
delante del contexto traumático y del contexto
microtraumático.
• No existe una capacidad de cicatrización
espontánea de una ruptura del manguito de los
rotadores.
■ Exploración física
Figura 2. Radiografía frontal del hombro: ascenso de la cabeza La exploración física se realiza de forma comparativa
humeral y disminución del espacio subacromial inferior a 7 mm. en el paciente con el tórax descubierto y debe ser
El pinzamiento subacromial indica la presencia de una ruptura sistemática, con independencia de la enfermedad del
extensa y antigua del manguito de los rotadores. No existe manguito.
artrosis subacromial.
Anamnesis
constata en el plano horizontal para el espacio coraco-
humeral. La disminución, incluso la desaparición de este En la anamnesis se precisa el estado civil, la latera-
espacio asociada a una subluxación estática anterior de lización del paciente, las condiciones de ejercicio
la cabeza humeral, es consecuencia de una lesión profesional, así como sus hábitos deportivos y recreati-
tendinosa que afecta al subescapular, no de forma vos. Debe concretarse la existencia de traumatismos
aislada, sino asociada con el supraespinoso y el infraes- antiguos o recientes y se deben investigar las actividades
pinoso [41]. Hamada et al [42] han descrito el aspecto en las que hay una utilización de los miembros superio-
radiográfico de los estadios evolutivos de las rupturas res de forma intensa o repetida por encima del plano de
del manguito de los rotadores. El estadio 1 corresponde la escápula. En la anamnesis debe caracterizarse el dolor
a un hombro normal. El estadio 2 se caracteriza por la relacionado con el manguito de los rotadores, que suele
excentricidad frontal del húmero con disminución del irradiar hacia el brazo por la V deltoidea. El inicio puede
espacio subacromial (Fig. 2). El estadio 3 es el primer ser súbito, traumático o no, o progresivo [44]. El horario
.
estadio de artrosis localizada en el compartimento del dolor es de tipo mecánico, con un componente
acromiohumeral. Al contactar con el acromion, el nocturno característico. Es clásica la afirmación de que
extremo superior de la cabeza humeral se redondea el paciente «paga» por la noche la actividad del día.
(femoralización), lo que provoca una remodelación
adaptativa del acromion situado sobre ella (acetabuliza-
ción), que da lugar a una neoarticulación. Este estadio
Inspección
.
suele tolerarse bien en el aspecto funcional mientras el Mediante la inspección se busca una amiotrofia de las
compartimento glenohumeral está intacto, e indica las fosas supra e infraespinosa [44], indicativa de una ruptura
capacidades de adaptación del hombro [17]. El pinza- antigua. El aumento de volumen del hombro traduce la
miento articular glenohumeral traduce la extensión de existencia de un derrame amplio. La ruptura del tendón
.
la artrosis al compartimento glenohumeral, localizado de la porción larga del bíceps se manifiesta como la
inicialmente en la parte alta de la interlínea glenohu- aparición de una «bola» en la parte anterior del brazo.
meral (estadio 4) y después generalizado (estadio 5). En
este estadio, la tolerancia funcional es mala en lo
referente al dolor y a la movilidad. Palpación
La artropatía por ruptura del manguito descrita por
Neer [43] representa una forma evolutiva especial de La palpación ayuda a poner de manifiesto una amio-
rupturas del manguito de los rotadores. A la evolución trofia moderada de la fosa supraespinosa. La utilidad de
.
degenerativa se añade una artropatía destructiva que la palpación de las inserciones y de los trayectos tendi-
asocia un componente de condrólisis y de necrosis ósea, nosos es controvertida. La exploración física se completa
en especial en el húmero. En el aspecto clínico, existe con la búsqueda de puntos dolorosos acromioclavicular
.
una impotencia funcional dolorosa consecuente, debida y esternoclavicular.
a un derrame voluminoso asociado a hemartrosis que
evoluciona por brotes. Es un cuadro poco frecuente
(alrededor del 5% de las rupturas del manguito) y no se Análisis de las amplitudes articulares
conocen cuáles son sus factores desencadenantes. .
pasivas y activas
La evolución de las rupturas del manguito no es
lineal. Puede pensarse que, según la afectación tendi- La exploración de las amplitudes pasivas precede a la
nosa sea anterior, anterosuperior o posterosuperior, la de las amplitudes activas. Debe realizarse siempre de
evolución será diferente dependiendo del contexto forma simétrica y comparativa, en decúbito supino,
funcional y de la aparición de fenómenos traumáticos. .
salvo para la rotación medial. La elevación anterior en
Cada tipo de ruptura del manguito tiene su propia el plano de la escápula se mide en grados, al igual que
evolución. la elevación lateral (abducción).
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La rotación lateral se explora con el codo flexionado Exploración de la porción larga del bíceps
.
a 90°, pegado al cuerpo (RL1) o a 90° de abducción braquial
(RL2).
.
La rotación medial se explora con el paciente sen- Además de la inspección y la palpación que pueden
tado; se evalúa en función del nivel vertebral alcanzado orientar hacia una ruptura, la prueba de la palma hacia
por la mano o el pulgar del paciente. arriba presenta una sensibilidad y, sobre todo, una
Para cada sector de movilidad, se anota cualquier especificidad bajas.
.
asimetría, limitación o aumento, con independencia de
su intensidad. La exploración de las amplitudes articu- .
Maniobra de conflicto
lares activas se realiza en posición sentada o bipedesta-
ción en los mismos sectores que las amplitudes pasivas.
subacromiocoracoideo
Al final de esta etapa de la exploración física pueden El arco doloroso se caracteriza por un dolor asociado
definirse tres cuadros característicos. a una sensación de enganche desencadenada específica-
• Hombro flexible y doloroso: las amplitudes articulares mente entre 60-120° de elevación activa lateral o
pasivas y activas son completas y simétricas. La anterior durante el ascenso o el descenso del brazo. El
continuación de la exploración física permite precisar arco doloroso no es específico del conflicto acromial y
el diagnóstico y orientar el estudio complementario. también puede observarse cuando una ruptura parcial
• Existencia de un déficit de movilidad activa mientras superficial, incluso transfixiante del supraespinoso, se
la movilidad pasiva es completa (en ausencia de introduce bajo el acromion o si una lesión del bíceps
problema neurológico periférico). El déficit de movi-
.
Aparato locomotor 7
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Proyección frontal .
La extensión de la ruptura tendinosa se aprecia en el
La radiografía frontal neutra en doble oblicuidad es plano sagital (número de tendones afectados) y en el
una proyección estandarizada que se realiza bajo control plano frontal en función de la retracción tendinosa [52]:
fluoroscópico. Permite el diagnóstico positivo de tendi- .
en la vertical del troquíter o troquín (estadio 1), en la
nopatía calcificante. El número, la forma y la localiza- vertical del vértice de la cabeza humeral (estadio 2) o en
ción se precisan en función de las distintas rotaciones la vertical de la cavidad glenoidea (estadio 3).
que permiten tipificar la calcificación con vistas al Los cortes en ventana muscular permiten el análisis
tratamiento. La radiografía frontal pone de manifiesto de la troficidad y de la degeneración grasa de los
los signos indirectos de tendinopatía degenerativa de músculos del manguito de los rotadores [39]. La infiltra-
.
inserción (entesopatía): condensación, erosión o geoda ción grasa se cuantifica en cinco estadios [39] (Fig. 3). El
del troquíter o del troquín. Los signos equivalentes estadio 0 se caracteriza por la ausencia de grasa en el
observados en espejo sobre el arco acromial (condensa- músculo y el estadio 1 por algunos depósitos grasos. En
ción, osteofitosis o entesopatía acromial) son sugestivos el estadio 2 hay menos grasa que músculo. En el estadio
de conflicto, de tendinopatía o de ruptura tendinosa. En 3 existe tanta grasa como músculo, mientras que en el
.
(supra e infraespinoso) con una especificidad muy tico. Los límites de esta prueba se relacionan con la
buena [41]. imposibilidad de explorar el compartimento subacro-
mial, así como la propia estructura del tendón.
Proyección lateral
Resonancia magnética
En las enfermedades del manguito, la proyección más
.
solicitada es la lateral de la escápula, denominada «de La RM permite explorar el manguito de los rotadores
Lamy modificada». Permite el análisis morfológico de la en los tres planos del espacio: coronal oblicuo, axial
escápula, que es plana, curva o ganchuda según la transverso u horizontal y sagital oblicuo. Las bases
clasificación de Bigliani et al [49]. semiológicas de las afectaciones tendinosas del man-
guito de los rotadores están bien sistematizadas en la
.
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Tendinopatías no calcificantes
Figura 4. Resonancia magnética (RM), corte frontal. Ruptura
parcial superficial del tendón del supraespinoso. La ruptura afecta sin ruptura
a la práctica totalidad del grosor del tendón del supraespinoso.
Se trata de un cuadro clínico de hombro doloroso sin
Se trata de un estadio 3 de la clasificación de Ellman. Obsérvese
grandes peculiaridades. El contexto etiológico es variable
el derrame simultáneo en la bolsa.
y se observa en poblaciones de edades diferentes. El
inicio es progresivo en ocasiones, pero puede ser agudo,
de la artro-RM, la elección se orienta en función de la traumático o no. En la exploración física se observa un
exploración física, así como por las disponibilidades hombro flexible con pruebas de conflicto positivas y
técnicas y la experiencia de los médicos (Fig. 5). una valoración tendinosa dolorosa y sin déficit. En la
mayoría de las ocasiones, este diagnóstico se establece
por defecto ante un hombro doloroso tras haber descar-
■ Formas clínicas tado las otras causas (rupturas, calcificaciones, disfun-
ción cervicodorsal). En la actualidad, la RM permite
establecer el diagnóstico de tendinopatía (tendinitis
Tendinopatías calcificantes sin ruptura inflamatoria, tendinopatía degenerativa, lesión intraten-
La expresión clínica de las tendinopatías calcificantes dinosa), cuyo tratamiento sigue estando mal
es muy variable: pueden ser asintomáticas, manifestarse sistematizado.
por dolor mecánico o inflamatorio, o incluso por crisis
hiperálgicas simultáneas a la reabsorción de la calcifica- Rupturas parciales
ción. La crisis hiperálgica, sinónimo de la curación
espontánea, es en ocasiones el fenómeno inicial y Por lo general, el cuadro clínico corresponde a un
revelador de la calcificación. El inicio del dolor es hombro doloroso sin déficit. Las lesiones superficiales
agudo, sin factor desencadenante evidente y la impo- dan lugar a cuadros especialmente agudos sin que
tencia funcional es total. Este cuadro evoluciona en la existan traumatismos en pacientes jóvenes y activos.
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Radiografías: Radiografías:
enfermedad articular normales
Hombro seudoparalítico Déficit activo RL Prueba del manguito positiva Prueba del manguito negativa
(déficit activo EA) ± signo de la corneta
Prueba de Prueba de
Radiografía
Traumatismo reciente Ausencia de traumatismo conflicto conflicto
± ecografía
positiva negativa
+ RM o TC articular
Radiografía
Radiografía
+ TC articular o RM
Radiografía Búsqueda de
+ ecografía otra causa
Tendinopatía ¿NCB?
± calcificante
Fractura Normal Tratamiento médico
Figura 5. Árbol de decisiones. Estrategia diagnóstica ante una sospecha de ruptura del manguito de los rotadores. RM: resonancia
magnética; RL: rotación lateral; NCB: neuralgia cervicobraquial; EA: elevación activa.
afectan más bien a adultos de edad madura y se instau- Las lesiones transfixiantes del manguito afectan en la
ran de forma progresiva. Las lesiones parciales profundas mayoría de las ocasiones al tendón del supraespinoso.
pueden observarse también en un contexto etiológico El inicio se produce, como promedio, hacia los
especial (deportes con el brazo en posición de arma- 50 años y suele ser progresivo, lo que indica el predo-
do [26] ). Las pruebas para buscar un conflicto son minio del carácter degenerativo de esta enfermedad. El
positivas, pero orientan poco el diagnóstico. La valora- cuadro clínico corresponde a un hombro doloroso
ción del manguito, dolorosa, no muestra déficit, salvo asociado a una falta de fuerza o a cansancio, cuya
casos especiales. Según Ellman, las lesiones parciales se tolerancia es variable en función de la actividad del
clasifican en tres estadios, en función de la gravedad de paciente. La prueba de Jobe es dolorosa y deficitaria,
.
la lesión en relación con el grosor del tendón, con salvo en algunos casos de ruptura pequeña bien com-
independencia de su localización [57] . El estadio pensada. La falta de fuerza, que a veces ocupa el primer
1 corresponde a una ruptura tendinosa de menos de plano, se relaciona con el número de tendones lesiona-
.
3 mm de profundidad. El estadio 2 corresponde a una dos y con la degeneración muscular. La valoración del
lesión de 3-6 mm de profundidad, es decir, menos de la manguito muestra déficit en función de los tendones
mitad del grosor del tendón afectado. El estadio afectados. Las capacidades de adaptación funcional son
3 corresponde a una lesión mayor de 6 mm de profun- considerables, en especial en las formas crónicas cuando
didad, es decir, más de la mitad del grosor del tendón el inicio es progresivo fuera de cualquier traumatismo
afectado. intercurrente [2].
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tia, fue descrita inicialmente por Codman y sistemati- y PLA. El tratamiento sintomático tiene un 50% de
zada por McLaughlin. En la actualidad se beneficia de resultados subjetivos muy buenos y buenos a los
los progresos de la artroscopia, lo que simplifica el 46 meses [12, 62]. Ningún tratamiento farmacológico ha
postoperatorio. Los resultados son similares a los de la demostrado de forma estadística su capacidad de disol-
ver las calcificaciones. La tasa de éxito de la PLA es del
.
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Ruptura parcial
Reparación artroscópica
• Tratamiento médico • Reposo +
• Infiltraciones • Modificación del acromioplastia
glenohumerales gesto
Figura 6. Árbol de decisiones. Estrategia terapéutica ante una ruptura parcial del manguito de los rotadores con el hombro flexible.
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Enfermedades del manguito de los rotadores ¶ E – 14-351
Ruptura transfixiante
Déficit funcional
Paciente joven activo Paciente anciano Dolor
(paciente joven)
Si fracaso Si fracaso
Figura 7. Árbol de decisiones. Estrategia terapéutica ante una ruptura transfixiante del manguito de los rotadores con el hombro flexible.
PTH: prótesis total de hombro; PLB: porción larga del bíceps.
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Centre orthopédique Santy, 24, avenue Paul-Santy, 69008 Lyon, France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Nové-Josserand L., Godenèche A., Noël É., Liotard J.-P.,
Walch G. Pathologie de la coiffe des rotateurs. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Appareil locomoteur, 14-350-A-10, 2008.
Disponible en www.em-consulte.com/es
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