MODALIDADES Y ENUNCIACIÓN – FILINICH
La modalidad implica la presencia de dos predicados, uno de los cuales incide sobre la significación
del otro (Yo digo que estoy enfermo)
En la esfera de la gramática se reconocen un grupo de verbos de términos modales, esto es verbos
que tienen la posibilidad de modificar a otros verbos, tales como poder y deber.
Un enunciado como Yo camino, puede transformarse en un enunciado modalizado si se lo
subordina a un verbo modal: Yo debo caminar. Luego se agregan los verbos modales querer y
saber.
Las modalidades lógicas
Modalidad epistémica: aseveraciones que afirman o implican que una cierta proposición es sabida
o creída. La forma que asumen puede representarse mediante las fórmulas “x sabe que p” o “x
cree que p”. Este tipo de modalidad se relaciona con el carácter factivo o no factivo de los
predicados: aquellos verbos, adjetivos, etc que se comportan como saber, indican que los
predicados son factivos, y los que se comportan como creer, pensar, señalan la presencia de
predicados no factivos, puesto que el hablante no se compromete ni con la verdad ni con la
falsedad de las proposiciones enunciadas por la cláusula complementaria.
Si alguien dice “es asombroso que sobrevivieran” se compromete en cuanto a la verdad de la
cláusula complementaria Sobrevivieron; en cambio si alguien afirma “creo que Edimburgo es la
capital de Escocia”, no se compromete ni con la verdad ni con la falsedad de la proposición
expresada en la clausula complementaria.
Contrafactivo: es aquel enunciado por el cual el hablante se compromete con la falsedad de la
proposición expresada por una cláusula que la conforma, tales los casos de los deseos y de los
enunciados condicionales irreales o contrafactuales. Como ejemplo del primero “ojalá juan
hubiese estado en París”, y como ejemplo de condicional irreal o contrafactual: Si juan hubiese
estado en París, habría visitado Montmartre; los cuales sólo pueden ser sostenidos si el hablante
considera falso el enunciado “juan ha estado en parís”.
Modalidad deóntica: se relaciona con las nociones de obligación y permisión. Un enunciado
deóntico no describe un acto sino el resultado que se obtendrá si se realiza el acto en cuestión.
“abre la puerta” no describe la realización de un acto sino que anuncia un posible acontecimiento
futuro.
“no digas mentiras” o “es feo decir mentiras”; la diferencia entre estos dos enunciados consiste en
que mientras el primero crea una obligación, el segundo afirma la existencia de esa obligación.
También dentro de las deónticas están las permisiones, que se relacionan con la posibilidad, como
en “puedes abrir la puerta”. Una permisión o bien cancela una prohibición o bien determina una
acción deónticamente indeterminada. El enunciado “Entre!” mientras alguien golpea la puerta, no
indica una orden, sino la concesión de un permiso que establece la posibilidad de realizar una
acción.
La modalidad en lingüística
Dictum como el contenido representativo y Modus como la actitud del sujeto ante esa
representación.
-Yo creo que este acusado es inocente
-Llueve
Se reconocerá el dictum (en un caso la representación de la inocencia del acusado, en el otro la
representación de la lluvia), y el modus, el acto (de creer en el primer ejemplo y de constatar en el
segundo) efectuado por un sujeto.
Dictum y modus no pueden existir uno sin el otro, y el dictum es el complemento de objeto del
modus.
La modalidad puede expresarse de variadas formas:
a- Las formas impersonales, tales como es necesario que, está prohibido, etc; formas en las
cuales el énfasis recae, en un caso, sobre la necesariedad de la acción, en el otro, sobre la
prohibición de la acción.
b- Auxiliares de modo: una frase como “usted debe salir” implica “yo quiero que usted
salga”, o bien “puedo salir?” se entiende como “me permite usted salir?”.
c- Adjetivos o adverbios de juicio o apreciación: “esta fruta es deliciosa” implica “yo siento
placer al comerla” o bien, “desgraciadamente usted llega demasiado tarde” se comprende
como “yo lamento que…”
d- Los modos del verbo: así, el indicativo implica constatación, el imperativo, orden o ruego,
etc.
e- Frases sin verbo: “usted aquí?” en lugar de “yo me asombro de encontrarlo aquí”.
El lenguaje no solo es representación sino que por debajo de toda representación corre el
deseo de hacer saber a otro, de comunicar la reacción subjetiva ante el contenido de la
representación.
El dictum comprende la representación que constituye el objeto del discurso; mientras que el
modus atiende a un conjunto de fenómenos que se advierten al centrar la atención en la
actitud del sujeto responsable de la frase.
EL sujeto “modal” puede diferir del sujeto pensante, (porque es posible mediante el lenguaje
ironizar o mentir, esto es, pensar una cosa y decir otra) como del hablante individual que
emite una frase; por eso no debe confundirse pensamiento pensado con pensamiento
comunicado.