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Emociones y Memoria: Una Conexión Vital

La memoria emocional se refiere al aprendizaje, almacenamiento y recuerdo de eventos asociados con las respuestas fisiológicas que ocurrieron en ese momento. La amígdala juega un papel clave en la memoria emocional al permitir el aprendizaje de la asociación entre situaciones y emociones. Las emociones intensas facilitan la codificación y recuperación a largo plazo de los recuerdos.
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Emociones y Memoria: Una Conexión Vital

La memoria emocional se refiere al aprendizaje, almacenamiento y recuerdo de eventos asociados con las respuestas fisiológicas que ocurrieron en ese momento. La amígdala juega un papel clave en la memoria emocional al permitir el aprendizaje de la asociación entre situaciones y emociones. Las emociones intensas facilitan la codificación y recuperación a largo plazo de los recuerdos.
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Memoria Emocional:

La relación entre emociones y memoria. La memoria y la emoción son procesos íntimamente


relacionados; todas las etapas del recuerdo, desde la codificación de información hasta su recuperación
a largo plazo, son facilitadas por factores de tipo emocional.

La emoción puede tener un poderoso efecto en humanos y animales. Numerosos estudios han
demostrado que los recuerdos autobiográficos más vívidos tienden a ser eventos emocionales, que
probablemente se recuerden con mayor frecuencia y con más claridad y detalle que los eventos
neutrales.

Los recuerdos no se centran sólo en los hechos acontecidos, sino también en las respuestas
fisiológicas que se produjeron simultáneamente; de hecho, la intensidad y la relevancia emocionales de
una situación parecen ser los factores clave que explican que su huella se mantenga a largo plazo.

En algunas ocasiones puede incluso que la memoria emocional de un evento siga existiendo después de
que se hayan olvidado los hechos; esto sucede de forma habitual en los casos de fobia, en que no
siempre se recuerda cuál fue la experiencia traumática que provocó la aparición del miedo.

En este artículo describiremos qué es la memoria emocional y cuáles son sus bases biológicas,
además de definir la naturaleza y los mecanismos de influencia de las relaciones entre el recuerdo y las
emociones.

¿Qué es la memoria emocional?

En el ámbito de la Psicología podemos definir la memoria emocional como el aprendizaje, el


almacenamiento y el recuerdo de eventos asociados con las respuestas fisiológicas que se daban en
el momento en que tuvieron lugar dichos sucesos. Se relaciona también con la recuperación de otras
informaciones y detalles asociados con el evento concreto.

No obstante, se trata de un concepto muy amplio cuyo uso varía en función del contexto; por ejemplo,
el célebre pedagogo teatral Konstantin Stanislavski llamó “memoria afectiva” a una técnica de
interpretación consistente en recordar eventos para evocar emociones determinadas.

La memoria emocional es uno de los aspectos nucleares de la identidad humana: nuestros recuerdos


autobiográficos más vívidos suelen estar asociados a emociones muy intensas, sean positivas o
negativas. Se ha planteado que recordamos el estado fisiológico en que nos encontrábamos en un
momento dado más que los hechos en sí mismos.

Desde la perspectiva evolucionista se defiende que la memoria emocional se desarrolló porque


aumentaba nuestra capacidad de adaptación al entorno, permitiéndonos reaccionar de forma rápida a
situaciones que podían implicar un peligro para la supervivencia. De hecho, las emociones pueden ser
entendidas como los fundamentos de la motivación, aquello que nos predispone a querer alcanzar
determinados objetivos y evitar ciertas experiencias.

En este sentido, la memoria emocional es aquello que da sentido a las emociones en sí, dado
que permite que nuestro comportamiento se articule según lo que vamos aprendiendo acerca de
las consecuencias de nuestras acciones y nuestra manera de exponernos a ciertos entornos o
situaciones. Sin memoria emocional, apenas contaríamos con referencias acerca de qué
hacer,especialmente si tenemos en cuenta que en nuestra especie la conducta depende mucho más de lo
que vamos aprendiendo que de nuestros instintos.

 Quizás te interese: "Diferencias entre las emociones y los sentimientos"

La relación entre emociones y memoria

La memoria y la emoción son procesos íntimamente relacionados; todas las etapas del recuerdo, desde
la codificación de información hasta su recuperación a largo plazo, son facilitadas por factores de
tipo emocional. Esta influencia es bidireccional, de modo que los recuerdos provocan con frecuencia la
aparición de emociones, por ejemplo.

La emoción tiene efectos moduladores tanto en la memoria declarativa o explícita como en la no


declarativa o implícita. Lo que hace que recordemos mejor o peor un suceso no es tanto su relevancia
en la historia personal como la intensidad de las emociones que experimentamos cuando ese momento
tuvo lugar.

 Quizás te interese: "¿Cómo afectan las emociones a nuestros recuerdos? La teoría de


Gordon Bower"

Factores que influyen en el recuerdo


En general se habla de dos factores emocionales que afectan al recuerdo: el grado de activación y la
valencia de la emoción. La activación emocional asociada a un estímulo o situación hace que la
atención se centre en éste, de forma que se recordará mejor en el futuro, sobre todo si nuestro estado
emocional es similar al del contexto de aprendizaje.

Sin embargo, las emociones intensas también pueden interferir en otros tipos de memoria,
concretamente la procedimental y la operativa o memoria de trabajo. Esto afecta a la consolidación de
los recuerdos y se relaciona con la atención; por ejemplo, las experiencias disociativas que se producen
bajo estrés intenso dificultan la consolidación de información.

En el marco de la psicología de las emociones, la palabra “valencia” se usa para designar la cualidad
positiva o negativa. En general los recuerdos asociados a emociones agradables se recuerdan
mejor y con más detalles que los negativos, en especial a medida en edades avanzadas.

Un fenómeno relacionado con la valencia emocional es el de la dependencia de estado, propuesto por


Bower. La dependencia de estado consiste en que recordamos con más facilidad eventos
emocionalmente positivos si estamos alegres y más experiencias negativas si nos sentimos tristes.

Bases biológicas de la memoria emocional

La estructura cerebral conocida como amígdala tiene un papel fundamental en la memoria


emocional. Además de permitir el aprendizaje de la asociación entre situaciones y emociones, la
amígdala envía señales que facilitan las operaciones relacionadas con la memoria en otras áreas del
cerebro, especialmente el hipocampo y la corteza prefrontal.

Su rol central es el aprendizaje por condicionamiento clásico de respuestas emocionales, por el cual
asociamos un estímulo con las emociones que sentimos mientras éste se encuentra presente, como
sucede en las fobias. La actividad de la amígdala se ha relacionado sobre todo con las emociones
negativas, y de forma más específica con el miedo.

Aunque se requieren más investigaciones sobre este tema, se sabe que las hormonas del estrés, como
el cortisol, interactúan con la amígdala. Estos efectos pueden ser facilitadores, pero también
inhibitorios: por ejemplo, cuando sentimos ansiedad la consolidación de recuerdos empeora porque la
memoria de trabajo queda parcialmente ocupada por el estrés.
Entre las funciones de las regiones frontotemporales del cerebro en conjunto se encuentra la facilitación
de la retención, el almacenamiento y la recuperación de recuerdos emocionalmente cargados; a su vez,
las sensaciones de activación emocional promueven el recuerdo a largo plazo de estos eventos.

Memoria Episódica:

La memoria episódica se trata de un tipo de memoria declarativa que contiene información sobre


nuestras experiencias personales que han ocurrido en un lugar determinado y momento temporal
concreto.

Muchas veces, cuando hablamos acerca de lo que recordamos o dejamos de recordar estamos haciendo
referencia no a conocimiento general sobre el mundo, sino sobre nosotros mismos y nuestras vivencias.
En este caso nosotros somos los principales expertos, y no se puede hablar de tener más o menos
cultura por conocer más o menos detalles sobre nuestra vida, ya que nosotros decidimos qué partes son
relevantes y cuáles no.

Este tipo de memora basado en los recuerdos de nuestras vidas es la memoria episódica, y nuestro
cerebro tiene un sistema de células nerviosas especializado en mantenerla en funcionamiento, l cual
produce fenómenos curiosos. A continuación veremos cuáles son las características de esta capacidad
mental.

¿Qué es la memoria episódica?

La conocida como memoria episódica es el tipo de memoria encargado de procesar y almacenar la
información autobiográfica de cada uno y, en concreto, aquella faceta de las propias vivencias que
puede ser expresada en palabras o en imágenes. Dicho de otro modo, es el conjunto de procesos
psicológicos superiores que crea recuerdos narrativos acerca de la propia vida, aquello por lo que se ha
pasado.

Los recuerdos de la infancia son el ejemplo típico de memoria declarativa, ya que están compuestos
por pequeñas historias, anécdotas que uno mismo ha vivido en primera persona y están vinculadas a
información sobre contextos por los que uno ha pasado.

Así, la memoria episódica está compuesta por datos relativos a un lugar y a un momento situado en
algún punto de nuestro pasado, independientemente de si estos recuerdos son más precisos o más
desdibujados.
Por otro lado, y al contrario de lo que durante décadas se llegó a defender desde corrientes psicológicas
relacionadas al psicoanálisis, estos recuerdos son casi siempre conscientes (y, por consiguiente,
limitados), aunque en ocasiones, si la huella que dejaron es muy débil, pueden llegar a desaparecer
durante un tiempo para reaparecer tímidamente después, aunque en ningún caso vuelven con todo lujo
de detalles ni a través de una fase catártica; el caso de falsos recuerdos inculcados por otra persona es
diferente, ya que no se corresponden con algo que ocurrió de verdad.

Distinguiéndola de la memoria emocional

Hay que tener en cuenta que la memoria episódica se solapa mucho con otro tipo de memoria que, a
pesar de trabajar junto a la primera, se rige por lógicas diferentes: la memoria emocional.

Este conjunto de procesos mentales se encarga de dejar una huella emocional vinculada a
experiencias pasadas, es decir, algo que no puede ser expresado en palabras.

Por ejemplo, cuando olemos algo que nos recuerda a nuestra juventud en un pequeño pueblo, esa
información va más allá de las palabras y de lo que puede ser narrado y transmitido a los demás; al
fin y al cabo, está compuesto por emociones subjetivas. Podemos explicar historias acerca de las cosas
que vivimos en aquél lugar, pero no podemos contagiar emociones de un modo tan directo, solo una
aproximación.

En definitiva, la memoria emocional no forma parte de la categoría llamada "memoria declarativa",


compuesta por la semántica y la episódica, y por consiguiente no está compuesta por conceptos.

Partes del cerebro implicadas

Posiblemente, las dos estructuras cerebrales más relevantes en el funcionamiento de la memoria


episódica son el hipocampo y la corteza cerebral, especialmente la que se encuentra en los lóbulos
temporales.

Los hipocampos (pues hay uno en cada hemisferio del cerebro) son estructuras ubicadas en la cara
interior de los lóbulos temporales, y se cree que actúan como "directorio" de información. Es decir,
que codifican recuerdos pertenecientes a la memoria declarativa, y luego dejan que estos emigren a
otras zonas del cerebro, repartidas por casi toda la corteza cerebral, que es donde quedan
"almacenados" (especialmente importante es el papel de la corteza prefrontal).
En comparación, por ejemplo, la memoria emocional depende mucho más de otro par de estructuras
conocidas como amígdalas, y no tanto de los hipocampos. De este modo, personas con los
hipocampos dañados pueden recordar muy poco sobre su vida y, sin embargo, preservar respuestas
emocionales ante ciertos estímulos vinculados a su pasado: una casa, una canción, etc.

Trastornos que la dañan

Como los recuerdos de la memoria episódica están repartidos por buena parte del encéfalo, existen
muchas patología y tipos de accidentes capaces de dañarla. A la práctica, son las demencias las que
más se ceban desgastando esta capacidad mental (junto al resto de tipos de memoria). El caso de la
enfermedad del Alzheimer es conocido justamente porque los recuerdos autobiográficos se van
perdiendo a medida que avanza la patología.

Otras enfermedades capaces de dañarla son los tumores cerebrales, las isquemias en el encéfalo, la
encefalitis en alguna de sus variedades y un gran número de trastornos neurológicos graves, como
el síndrome de Korsakoff o encefalopatías espongiformes que van agujereando los tejidos del sistema
nervioso.

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La memoria episódica se usa para codificar experiencias personales y la recuperación consciente


de eventos y episodios de nuestro propio pasado. Esta memoria funciona a nivel consciente y la
recuperación contenida en ella se realiza de forma explícita y voluntaria.

Memoria episódica: características,


funcionamiento, estructuras
Por
 Marcel Gratacós
La memoria episódica es el tipo de memoria que se relaciona con sucesos autobiográficos,
como momentos, lugares y emociones asociadas a dichas situaciones. Es decir, constituye el
recuerdo y el conocimiento acerca de los contextos. Por ejemplo, recordar los
acontecimientos de una boda forma parte de la memoria episódica.

La memoria episódica es una capacidad que permite a las personas recordar todas las
vivencias, situaciones y sucesos que experimentan a lo largo de su vida. Se caracteriza por
poder evocarse de forma explícita. Es decir, tanto el almacenamiento como la recuperación
de este tipo de información pueden realizarse de una forma literal.

Junto a la memoria semántica, la memoria episódica conforma la memoria declarativa, una


de las dos subdivisiones principales de la memoria humana. La memoria declarativa se
caracteriza por resultar explícita, mientras que la memoria procedimental conforma el otro
gran tipo de memoria de los seres humanos y resulta implícita.

Características de la memoria episódica


La memoria episódica es esa memoria que se utiliza para codificar las experiencias
personales y recuperar de forma consciente los eventos y los episodios del pasado.

Este tipo de memoria ace referencia al recuerdo de elementos que suceden en un momento
temporal determinado. Este momento puede abarcar tanto pasados recientes (unos
minutos, unas horas o unos días antes) como pasados lejanos (meses y años antes).

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