NIVELES DE ATENCIÓN EN SALUD
DEFINICIÓN
Conjunto de establecimientos de salud con niveles de complejidad necesaria para resolver con
eficacia y eficiencia necesidades de salud de diferente magnitud y severidad. Constituye una de las
formas de la OMS, en la cual se relacionan con la magnitud y severidad de las necesidades de salud
de la población. Los Niveles de Atención en la Salud se definen como la capacidad que tienen todos
los entes prestadores de servicios de salud y se clasifican de acuerdo a la infraestructura, recursos
humanos y tecnológicos. Esta definición parte de la necesidad del estado de disminuir los recursos
que en verdad se deben utilizar y destinar a la parte más importante en una sociedad que es la salud,
ya que presumen que la mayoría de la población tiene necesidades de salud de muy baja
complejidad; y en esto se apoyan para solo invertir organismos de baja calidad y así no destinar
todos los recursos.
NIVELES DE ATENCIÓN:
NIVEL PRIMARIO:
El primer nivel es el más cercano a la población, o sea, el nivel del primer contacto. Está dado, en
consecuencia, como la organización de los recursos que permite resolver las necesidades de
atenciones básicas y más frecuentes, que pueden ser resueltas por actividades de promoción de
salud, prevención de la enfermedad y por procedimientos de recuperación y rehabilitación. Es la
puerta de entrada al sistema de salud. Se caracteriza por contar con establecimientos de baja
complejidad, como consultorios, policlínicas, centros de salud, etc. Se resuelven aproximadamente
85% de los problemas prevalentes. Este nivel permite una adecuada accesibilidad a la población,
pudiendo realizar una atención oportuna y eficaz.
Funciones
* Creación y protección de entornos saludables
* Fomento de estilos de vida saludables
* Prevención de riesgos y daños
* Recuperación de la salud
* Análisis de la situación local, encuestas.
NIVEL SECUNDARIO:
Este nivel se enfoca en la promoción, prevención y diagnóstico a la salud los cuales brindaran
acciones y servicios de atención ambulatoria especializado y de hospitalización a pacientes
derivados del primer nivel o de los que se presentan de modo espontaneo con urgencias.
Se ubican los hospitales y establecimientos donde se prestan servicios relacionados a la atención en
medicina interna, pediatría, gineco-obstetricia, cirugía general y psiquiatría. Se estima que entre el
primer y el segundo nivel se pueden resolver hasta 95% de problemas de salud de la población.
Funciones:
Las mismas que el anterior, empero, se realiza más énfasis en la recuperación.
NIVEL TERCIARIO:
En este nivel sus categorías de los cuidados tienen el propósito de ayudar a los usuarios a conseguir
un grado de funcionamientos tan elevada como sea posible. El tercer nivel de atención se reserva
para la atención de problemas poco prevalentes, se refiere a la atención de patologías complejas
que requieren procedimientos especializados y de alta tecnología. Su ámbito de cobertura debe ser
la totalidad de un país, o gran parte de él. En este nivel se resuelven aproximadamente 5% de los
problemas de salud que se planteen. Son ejemplos Centro Nacional de Quemados (CENAQUE),
Centros de diálisis, entre otros.
Funciones
* Son hospitales de mayor complejidad.
* Realizan más énfasis en investigación y docencia
NIVEL CUATERNARIO:
Mínima cobertura, máxima complejidad; Esta representado por las Unidades de Tratamiento
Intensivo, para su trabajo requiere de una gran concentración de recursos tanto humanos como de
equipamiento, este último de gran sofisticación, su característica es la mínima cobertura y la
máxima complejidad y su grado de desarrollo es variable en los distintos Servicios de Salud del país.
SISTEMA DE REFERENCI YCONTRAREFERENCIA
Para que los niveles de atención funcionen adecuadamente debe existir un sistema de referencia y
contra referencia que permita la continencia o capacidad operativa de cada uno de los mismos. Para
que el proceso de atención a los usuarios se pueda dar ininterrumpidamente por parte del sistema
sanitario, los niveles de atención deben de funcionar con una adecuada referencia y contra
referencia y para esto es fundamental la coordinación entre los diferentes niveles. Para que esto se
pueda dar debe existir una continencia o capacidad operativa de cada uno de ellos acorde con las
necesidades, debiendo tener siempre en cuenta que la entrada del usuario al sistema debe darse
siempre desde el primer de atención.
La referencia constituye un procedimiento administrativo-asistencial mediante el cual un
establecimiento de salud, (de acuerdo al nivel de resolutividad que le corresponda), transfiere la
responsabilidad del cuidado
NIVELES DE COMPLEJIDAD
Se entiende como complejidad el número de tareas diferenciadas o procedimiento complejos que
comprenden la actividad de una unidad asistencial y el grado de desarrollo alcanzado por ella. Cada
nivel de atención condiciona el nivel de complejidad que debe tener cada establecimiento. El grado
de complejidad establece el tipo de recursos humanos, físicos y tecnológicos necesarios para el
cumplimiento de los objetivos de la unidad asistencial, sus servicios y organización. El primer nivel
de Complejidad se refiere a policlínicas, centros de salud, consultorios y otros, donde asisten
profesionales como Médicos Familiares y Comunitarios, Pediatras, Ginecólogos, Médicos Generales.
En el segundo nivel de Complejidad se ubicaría, al igual que en el nivel de atención, a los hospitales
con especialidades como Medicina Interna, Pediatría, Ginecología, Cirugía General, Psiquiatría, etc.
El tercer nivel de complejidad se refiere a establecimientos que realizan prestaciones médicas y
quirúrgicas con presencia de subespecialidades de éstas, que se caracterizan por un uso intensivo
de recursos humanos y equipamientos, con la realización de procedimientos complejos y uso de alta
tecnología.
NIVELES DE PREVENCIÓN
La Prevención se define como las “Medidas destinadas no solamente a prevenir la aparición de la
enfermedad, tales como la reducción de factores de riesgo, sino también a detener su avance y
atenuar sus consecuencias una vez establecida” (OMS, 1998).
Las actividades preventivas se pueden clasificar en tres niveles:
Prevención Primaria
Son “medidas orientadas a evitar la aparición de una enfermedad o problema de salud mediante el
control de los factores causales y los factores predisponentes o condicionantes” (OMS, 1998,
Colimón, 1978).
“Las estrategias para la prevención primaria pueden estar dirigidas a prohibir o disminuir la
exposición del individuo al factor nocivo, hasta niveles no dañinos para la salud. Medidas orientadas
a evitar la aparición de una enfermedad o problema de salud, mediante el control de los factores
causales y los factores predisponentes o condicionantes” (OMS, 1998, Colimón, 1978).
El objetivo de las acciones de prevención primaria es disminuir la incidencia de la enfermedad. Por
ejemplo: uso de condones para la prevención del VIH y otras enfermedades de transmisión sexual,
donación de agujas a usuarios de drogas para la prevención del VIH y la hepatitis, programas
educativos para enseñar cómo se trasmite y cómo se previene el dengue, prohibición de la venta de
bebidas alcohólicas a menores de edad.
Prevención Secundaria
Está destinada al diagnóstico precoz de la enfermedad incipiente (sin manifestaciones clínicas).
Significa la búsqueda en sujetos “aparentemente sanos” de enfermedades lo más precozmente
posible. Comprende acciones en consecuencia de diagnóstico precoz y tratamiento oportuno. Estos
objetivos se pueden lograr a través del examen médico periódico y la búsqueda de casos (Pruebas
de Screening).
“En la prevención secundaria, el diagnóstico temprano, la captación oportuna y el tratamiento
adecuado, son esenciales para el control de la enfermedad. La captación temprana de los casos y el
control periódico de la población afectada para evitar o retardar la aparición de las secuelas es
fundamental. Lo ideal sería aplicar las medidas preventivas en la fase preclínica, cuando aún el daño
al organismo no está tan avanzado y, por lo tanto, los síntomas no son aún aparentes. Esto es
particularmente importante cuando se trata de enfermedades crónicas. Pretende reducir la
prevalencia de la enfermedad” (OMS, 1998, Colimón, 1978).
Ejemplo es el tratamiento de la hipertensión arterial en sus estadios iniciales realizando un control
periódico y seguimiento del paciente, para monitorear la evolución y detectar a tiempo posibles
secuelas.
Prevención Terciaria
Se refiere a acciones relativas a la recuperación (ad integrum) de la enfermedad clínicamente
manifiesta, mediante un correcto diagnóstico y tratamiento y la rehabilitación física, psicológica y
social en caso de invalidez o secuelas buscando reducir de este modo las mismas. En la prevención
terciaria son fundamentales el control y seguimiento del paciente, para aplicar el tratamiento y las
medidas de rehabilitación oportunamente. Se trata de minimizar los sufrimientos causados al
perder la salud; facilitar la adaptación de los pacientes a problemas incurables y contribuir a prevenir
o a reducir al máximo, las recidivas de la enfermedad. Por ejemplo, en lo relativo a rehabilitación
ejemplificamos: la realización de fisioterapia luego de retirar un yeso por fractura.
ATENCIÓN PRIMARIA DE LA SALUD (APS)
Es una estrategia definida en la conferencia de Alma Ata en 1978, donde se estableció un avance
para superar los modelos biomédicos, centrados en la enfermedad que privilegian servicios
curativos, caros, basados en establecimientos de segundo y tercer nivel por modelos basados en la
promoción de salud y preventivos de la enfermedad a costos razonables para la población. La APS
fue definida como: “la asistencia sanitaria esencial, basada en métodos y tecnologías prácticos
científicamente fundados y socialmente aceptables, puesta al alcance de todos los individuos de la
comunidad, mediante su plena participación y a un costo que la comunidad y el país puedan
soportar en todas y cada una de las etapas de su desarrollo, con espíritu de autorresponsabilidad y
autodeterminación”
La APS no es atención de segunda clase destinada a comunidades vulnerables
socioeconómicamente, sino que es una estrategia dirigida a todos los sectores sociales sin
distinción.
Se destacan como elementos esenciales de la APS: el suministro de alimentos y nutrición adecuada,
agua potable y saneamiento básico, la asistencia materno-infantil, la planificación familiar,
inmunizaciones, la prevención y lucha contra las enfermedades endémicas locales, el suministro de
medicamentos esenciales, y el tratamiento apropiado de las enfermedades y traumatismos
comunes.
Refiere la estrategia como líneas de acción para su implementación las siguientes: reorientación del
personal de salud hacia la APS, participación de la comunidad, coordinación intersectorial e
interinstitucional, centralización normativa y descentralización ejecutiva, enfoque de riesgo,
coordinación docente asistencial y cooperación internacional.
Desde 1978 han existido importantes cambios en el contexto mundial, así como en la
conceptualización y práctica de la APS. En tal sentido, a partir del año 2005, se elaboró en
Montevideo un documento aprobado posteriormente por la OPS/OMS de Renovación de la APS. En
éste la APS se centra en el sistema de salud en su conjunto, incluyendo todos los sectores. Distingue
entre valores, principios y elementos. Los valores son los principios sociales, objetivos o estándares
apoyados o aceptados por un individuo, clase o sociedad, como, por ejemplo, el derecho al mayor
nivel de salud y la equidad. Los principios son los fundamentos, leyes, doctrina o fuerza generadora
sobre la cual se soportan los demás elementos. Por ej: dar respuesta a las necesidades de salud de
la población, con orientación hacia la calidad. Los elementos son parte o condición de un
componente que generalmente es básico o esencial, por ejemplo; atención integral e integrada,
orientación familiar y comunitaria, énfasis en la promoción y prevención.
La participación “convierte a los individuos en socios activos en la toma de decisiones sobre la
asignación y el uso de los recursos, en la definición de las prioridades y en la garantía de la rendición
de cuentas. A título individual, las personas deben ser capaces de tomar decisiones de forma libre y
han de estar plenamente informadas en lo que respecta a su salud y la de sus familias, con un
espíritu de autodeterminación y confianza. A nivel social, la participación en el ámbito de la salud
es una faceta de la participación cívica en general, garantiza que el sistema de salud refleje los
valores sociales, y proporciona un medio de control social y responsabilidad respecto a las acciones
públicas y privadas que repercuten en la sociedad”.
PROMOCIÓN DE LA SALUD
La promoción de salud como tal es una estrategia establecida en Ottawa, en 1986, donde se la define
como: “el proceso que proporciona a los individuos y las comunidades los medios necesarios para
ejercer un mayor control sobre su propia salud y así poder mejorarla”. La estrategia propone la
creación de ambientes y entornos saludables, facilita la participación social construyendo
ciudadanía y estableciendo estilos de vida saludables. El compromiso de la promoción de salud
supone, involucrar a la comunidad en la implantación de las políticas. La promoción de la salud está
ligada íntimamente a la salud e involucra sustancialmente a la vida cotidiana, esto es: la vida
personal, familiar, laboral y comunitaria de la gente.
La prevención se refiere al control de las enfermedades poniendo énfasis en los factores de riesgo,
y poblaciones de riesgo; en cambio la promoción de la salud está centrada en ésta y pone su acento
en los determinantes de la salud y en los determinantes sociales de la misma (cuando se hace
referencia a prevención se centra en la enfermedad y cuando se habla de promoción en la salud).