DISOLUCION DE LA COMUNIDAD
MATRIMONIAL
Fotografía 1 muestra mujer entregando el anillo como muestra de rompimiento, recuperada el 3 de octubre del 2018, a partir de
la fuente siguiente: https://www.mallorcadiario.com/balears-es-la-tercera-comunidad-con-mas-demandas-de-disolucion-
matrimonial-por-cada-10.000-habitantes
Material recopilado por el profesor Julio César Matos para la asignatura Derecho Civil VI. 2018
Disolución de
la Comunidad Matrimonial
DERECHO CIVIL VI
Evolución legislativa.-
Fotografía 2 muestra un mazo encima de unos libros y una balanza, recuperado el 16 de octubre del 2018 a partir de la fuente
siguiente: https://www.jurispericia.com/oferta-empleo-justicia-madrid-20172018-1112-plazas-oposiciones-gestion-procesal-181-plazas-
oposiciones-tramitacion-procesal-505-plazas-oposiciones-auxilio-judicial-221-plazas/
La comunidad legal instituida en el 1804 al promulgarse el Código Civil, que
se puede afirmar que la misma era fundamentalmente desigual durante la
existencia del matrimonio. El marido disfrutaba de una posición dominante
frente a la mujer, quien se veía separada de la administración tanto de los
bienes comunes como de los suyos propios. Solo al momento de la
liquidación de la comunidad era cuando la mujer se encontraba protegida
por un conjunto específico de reglas que tendían a la preservación de sus
intereses, haciendo con ello contrapeso a los amplios poderes del marido
durante la existencia de la comunidad, y permitiendo sancionar, en
ocasiones, su mala gestión. De ese modo se contemplaba la posibilidad de
provocar la disolución anticipada de la comunidad por dos mecanismos
diferentes, bien la separación de cuerpos, bien la separación de bienes.
Dentro de la política proteccionista que de forma general consagró el
Código Civil, para la protección de los patrimonios ajenos que les eran
confiados al administrador de los mismos, el legislador del 1804, estableció
las hipotecas legales, que recaían sobre los bienes propios del
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Disolución de
la Comunidad Matrimonial
DERECHO CIVIL VI
administrador de dichos bienes y entre ellas, y en adición de las señaladas,
la de la mujer casada sobre los bienes de su marido.
El beneficio de emolumento les permitía escapar a la contribución, con su
patrimonio propio, del pasivo que estuviese gravando la comunidad al
momento de esta disolverse. En un último caso, se le permitía renunciar a
la comunidad con el propósito fundamental de conservar, primeramente
sus bienes propios y posteriormente, tanto estos como los bienes que se les
reservaban a su administración particular.
A partir de las modificaciones introducidas al código civil, primero por la Ley
No. 855 de 1978, y luego por la Ley no. 189-01, la situación cambió
drásticamente al ponerle dichas leyes en su conjunto, fin a la situación
desigual que imperaba hasta el momento de su promulgación y
principalmente por la Ley No. 189-01 que confió la administración de la
comunidad a ambos esposos. Se puede afirmar que, y en principio, y dada
la facultad de co-administrar dichos bienes, que la hipoteca de la mujer
casada contemplada por el artículo 2121 del Código Civil, bien puede ser
considerada como una facultad que se extiende por cualquiera de ellos
sobre los bienes del otro esposo, dejando de dominarse “Hipoteca de la
mujer casada” para llamarse “Hipoteca de los Esposos comunes en bienes”.
La mujer, no obstante estas facultades de co-administrar los bienes de la
comunidad que les reconoció y concedió la Ley No. 189-01, conserva por el
mandato expreso de la Ley No. 855 de 1978, y cuando para ella esto pueda
resultarle más beneficioso, la facultad de, y renunciando a los bienes de la
comunidad, retener como suyos tanto los bienes propios como aquellos
que sin serlo fueron adquiridos con el producto de su trabajo, y que el
Código Civil clasificaba como bienes reservados, los cuales desaparecieron
a partir de la Ley No. 189-01.
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Disolución de
la Comunidad Matrimonial
DERECHO CIVIL VI
Diferentes causas de disolución. -
Fotografía 3 muestra dos alianzas rotas, recuperado el 16 de octubre del 2018 a partir de la fuente siguiente:
http://divorcioyconsecuenciasjurtidicas.blogspot.com/
Diversas son las razones que tanto el Código Civil, y otras leyes que lo
complementan, establecen como causales de la disolución de la
comunidad, sin que entre ambos textos existan diferencias, a excepción de
la última que éste se enumera y que es una causal no prevista en el código
Civil.
Al efecto, el artículo 1441 del Código civil establece como causa de
disolución las siguientes de la comunidad:
La muerte de uno de los esposos o de ambos.
La separación personal.
La separación de bienes. Esta separación solamente es valida
A partir de las disposiciones de la Ley No. 1306-Bis sobre divorcio que
sea también causa de disolución el divorcio admitido y pronunciado
entre los esposos.
El mismo Código Civil, conforme de desprende de las disposiciones
del artículo 124 señala como causal de disolución de la comunidad la
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Disolución de
la Comunidad Matrimonial
DERECHO CIVIL VI
ausencia decretada como también la declaratoria, así, de
desaparecido de uno de los esposos.
Se puede agregar otra causa de disolución, pero por otros efectos, y es
cuando el contrato de matrimonio haya sido declarado nulo. Se trata de una
enumeración de carácter limitativo e imperativo. Si bien la nulidad
retrotrae al momento en que el acto declarado nulo se celebró, y borra con
ello todas las consecuencias y efectos del mismo, lo que supondría que la
comunidad nunca existió, no por ello se debe descartar la posibilidad de
proceder a la liquidación de los bienes que pudieron haber sido puestos en
común por las partes al celebrar el mismo, como las deudas que hayan
podido haber sido adquiridas durante el lapso en que este se produjo sus
efectos, de donde se ha de proceder necesariamente a las operaciones de
partición. Sin embargo, hay que distinguir entre dos tipos de nulidades,
cuando esta provenga de la mala fe de uno de los esposos, el matrimonio
así reputado como putativo estará llamado a producir sus efectos hasta el
momento mismo en que la nulidad sea pronunciada, lo que obligará
necesariamente a proceder a la disolución y liquidación de la comunidad
existente hasta ese momento. Y por el contrario, la nulidad del matrimonio
por otra causa que ha de producir los efectos ya establecidos.
El esposo de buena fe podrá prevalecerse de las reglas legales relativas a la
disolución o a las disposiciones del contrato de matrimonio. En caso
contrario, el efecto retroactivo de la nulidad, que no deja subsistir ningún
acto, compele a disolver la masa común que haya podido haberse
producido.
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Disolución de
la Comunidad Matrimonial
DERECHO CIVIL VI
Interregno entre la disolución de la
comunidad y la demanda en partición.-
Fotografía 4 muestra un letrero de divorcio, monedas y un mazo representando la partición de bienes, recuperado el 16 de octubre del
2018 a partir de la fuente siguiente: http://www.luriscivilis.com/2018/01/la-liquidacion-del-regimen-economico.html
Al momento de producirse una de las causas de disolución de la comunidad,
la muerte, la que apertura la sucesión al día siguiente de haberse producido;
en el caso del divorcio, la separación de cuerpos o de bienes, al momento
de haberse pronunciado la sentencia que lo admita, se apertura un
interregno en el cual la indivisión se mantiene, hasta tanto se produzca,
primeramente la demanda en partición de los bienes comunes y hasta que
se agote el procedimiento de liquidación, cuando concluyan todas las
operaciones de liquidación, la masa común permanecerá en un estado de
indivisión.
En ese intervalo los bienes que componen la comunidad forman una
indivisión de derechos comunes llamado “post comunitario”,
manteniéndose hasta el inicio formal de las operaciones de liquidación de
la comunidad.
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Disolución de
la Comunidad Matrimonial
DERECHO CIVIL VI
Es necesario tener en cuenta en este aspecto, que la acción en partición
debe ser ejercida en un plazo de dos años, posteriores al pronunciamiento
de la sentencia por la cual se admita el divorcio, que producirá de pleno
derecho la disolución de la comunidad.
Cuando la acción no fuere ejercida dentro de este plazo, se presumirá la
renuncia de los copropietarios a los derechos que sobre dichos bienes
poseían, y un abandono a favor de las partes, y de forma concomitante de
los bienes que cada uno de ellos posea y retenga en su poder. De ese modo
el artículo 815 del Código Civil dispone que la acción en partición de
comunidad por causa de divorcio prescribirá a los dos años a partir dela
publicación de la sentencia, si en este término no ha sido intentada la
demanda.
Sin embargo, y en relación a la disolución de la comunidad por el
fallecimiento de uno de los esposos, es preciso entender que siendo
imprescriptibles los derechos de los herederos frente a los bienes relictos
de su causante, esta prescripción no aplicará, y en estos casos cuando la
partición de la comunidad no haya sido ejercida ni por el esposos supérstite
ni por sus herederos y sucesores, el esposos que conserve en su poder
dichos bienes se reputará como administrador de los bienes comunes y
propios que han quedado bajo su guarda.
Ha de entenderse, y en el caso del divorcio, y conforme al precitado artículo
815, que cuando ninguno de los esposos haya promovido la partición, y
vencido el plazo establecido por dicho artículo que cada esposo conservará
lo que tenga en su posesión.
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Disolución de
la Comunidad Matrimonial
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Los efectos de la disolución de la
comunidad.-
Fotografía 5 Grafico de pastel divido en dos partes iguales con pilas de monedas a cada lado, recuperado el 16 de octubre del 2018 a
partir de la fuente siguiente: https://www.divorcioexpressonline.net/separacion-de-bienes/
La disolución de la comunidad pondrá fin a los poderes de los esposos de
administrar de forma conjunta el patrimonio común. De aquí que, y a los
fines de la administración de los bienes en estado de indivisión, y hasta
tanto se produzca la liquidación de los mismos, se hayan de tener en cuenta
algunas reglas que se han de considerar como normas de orden público.
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Disolución de
la Comunidad Matrimonial
DERECHO CIVIL VI
Liquidación de la comunidad. –
Fotografía 6 muestra tres personas revisando papeles representando la liquidación de la comunidad matrimonial. Recuperado el
16 de octubre del 2018 a partir de la fuente siguiente:hs:/ttp/alvarezabogadostenerife.com/2017/05/disolucion-liquidacion-
sociedad-gananciales/
La liquidación de la comunidad puede ser definida como el conjunto de
operaciones tendentes al reparto de los bienes comunes, la realización de
las acreencias de cada uno de los esposos frente a la comunidad, como del
pago de las deudas comunes con el propósito de reducir la masa común a
un estado que permita el reparto de los bienes relictos entre los esposos o
entre el esposo superviviente y los herederos y sucesores del esposo. Estas
operaciones pueden adoptar dos formas básicas, la vía amigable o la
judicial.
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Disolución de
la Comunidad Matrimonial
DERECHO CIVIL VI
Las recompensas. -
Fotografía 7 muestra manos quitándose un aro matrimonial representando un acto de recompensas, recuperado el 16 de octubre del 2018 a partir
de la fuente siguiente:http://abogadosdefamilia.com.ar/un-ex-esposo-debe-compensar-economicamente-a-su-ex-esposa-con-inexplicable-cifra-
cuantificada-por-el-juez/
Durante la existencia de la comunidad es usual que se produzcan
transferencias de valores entre la masa común y los bienes propios de uno
o de otro de los esposos. Los orígenes de estas transferencias pueden ser
diversos, y por lo general tienden a acrecentar el patrimonio propio de uno
de los cónyuges, con empobrecimiento del patrimonio comunal, o
viceversa. De aquí cuando se produzca la disolución de la comunidad, y a
los fines de mantener el principio de igualdad de los esposos en el régimen
de la comunidad sea preciso que se produzca una compensación a fin de
lograr esta igualdad.
Las recompensas no son más que las acreencias y deudas de la comunidad
frente a uno de los esposos. Es lo que se desprende de diversos artículos
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Disolución de
la Comunidad Matrimonial
DERECHO CIVIL VI
del Código Civil, y las disposiciones combinadas de los artículos 1468 y 1469
del Código Civil.
De aquí que, solo entrarán en estas operaciones aquellas deudas que hayan
nacido bien de los aportes que de recursos de su propiedad exclusiva por la
venta de un bien propio haya aportado a la comunidad uno de los cónyuges
y siempre que se haya hecho constar este ingreso bajo la condición de ser
re empleado por el esposo que ha hecho ingresar a la comunidad en la
subrogación del bien vendido, o de aquellas cargas que gravan un bien
propio de uno de los esposos y que haya sido liberado con recursos de la
comunidad.
Referencia
Dr. Juan Alfredo Biaggi Lama (2004) Los Regímenes Matrimoniales en el
ordenamiento Jurídico Dominicano. Primera edición, editora Corripio.
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