Internacional

Narcotráfico y seguridad
en América Latina
Adriana Rossi

Fue noticia de primera plana y dio la vuelta al mundo. el jefe de los Caballeros Templarios, nacidos de la escisión de
El 22 de febrero del presente año, Joaquín el “Chapo” otro poderoso cártel, la sanguinaria Familia Michoacana.
Guzmán había sido arrestado por un comando de marines
mexicanos. Estando él a la cabeza del cártel de Sinaloa, Las acciones llevadas a cabo contra los cárteles abren interro-
esta organización narcotraficante se ha transformado en gantes sobre el futuro del narcotráfico en México y sobre los
una de las más poderosas, no sólo en México, sino en toda impactos en el resto del continente. Se barajan hipótesis que
América Latina, y ha llegado a ocupar un lugar destacado, van desde el reordenamiento interno de las organizaciones
junto con los Zetas, sus grandes rivales, entre los primeros a la fragmentación de las mismas, a un recrudecimiento de
cinco grupos más peligrosos del crimen organizado a nivel
la violencia producto de la avanzada de los cárteles rivales y
mundial.
a una lucha por la sucesión. Casi nadie aventura una pacifi-
Unos pocos días antes, otros marines habían protagonizado cación de la trama sangrienta mexicana y nadie habla de la
un enfrentamiento en el que fue abatido Nazario Moreno desaparición del narcotráfico, ya que este lucrativo negocio
González, “El Chayo”, el “narcosanto” como lo definen sus tiene una gran capacidad para regenerarse, reorganizarse y
seguidores, erróneamente dado por muerto en el 2010. Era reconfigurarse, como lo demuestra su propia historia.

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El mapa actual del narcotráfico bancos para lavar, precursores químicos para la producción
de las metanfetaminas, la nuevas sustancias que han em-
Las organizaciones mexicanas son sin lugar a dudas las pezado a disputar el mercado de consumo de los Estados
grandes protagonistas del narcotráfico hoy en día. Para este Unidos a la cocaína, en declino en el país del norte.
ascenso fue determinante una decisión de los cárteles de
Colombia, sobre todo el de Cali cuando ocupó el espacio Mientras los colombianos han reducido al menos en parte
dejado por el cártel de Medellín que se desestructuró luego sus expectativas de ganancias, los mexicanos las han am-
de la muerte, en 1993, de su carismático jefe Pablo Escobar, pliado. Los cárteles se han multiplicado y con ellos otras
quien había establecido los primeros contactos con el cártel organizaciones subsidiarias de los narcotraficantes. De los
de Guadalajara. Decisión que fue respetada por el último cinco cárteles iniciales, hoy en día se cuentan alrededor de
cártel colombiano, el del Norte del Valle y que consistió en ochenta organizaciones que conforman este específico uni-
dejar a las organizaciones mexicanas la responsabilidad de verso delictivo.
introducir la cocaína producida en Colombia en territorio
estadounidense, renunciando de esta forma, los colombia- Entre los cárteles ha habido pactos y ha habido guerras; al
nos, a ganancias sustanciales. El objetivo primordial era final más guerras que pactos. Y ha habido diversificación.
mantener un perfil bajo para garantizarse una mayor invi- Además de introducir todo tipo de drogas, desde cocaína a
sibilidad en un momento en que la alta exposición hubiese las otras sustancias de las que son productores –como mari-
huana, heroína y las metanfetaminas–, de las que determi-
podido significar un grave peligro para la seguridad de la
nan cantidad, calidad y precio en el mercado, los cárteles
estructura y de sus miembros. El acuerdo reforzó y aumen-
empezaron a dedicarse a otro tipo de delitos. Tráfico de
tó el poder de los cárteles mexicanos y provocó la pérdida
armas desde los Estados Unidos a México para pertrechar
de peso específico en el universo narcotraficante de parte
las organizaciones y asegurar su poderío de fuego para en-
de las organizaciones colombianas. Estas sufrieron fuertes
frentar rivales, policía, fuerzas armadas –puestas éstas en
embates. Después del cártel de Medellín desaparecieron los
la calle para luchar contra el narcotráfico– y los grupos
otros cárteles: el de Cali por los arrestos de sus jefes que
de autodefensa recién surgidos en Michoacán, germen de
ocurrieron entre 1995 y 1997, el del Norte del Valle, hoy en
un futuro paramilitarismo no exento de relaciones con los
día pulverizado, y de otro cártel menos conocido, el de la
cárteles; tráfico de migrantes en fuga de la pobreza; trata,
Costa, que dejó de funcionar en el 2010. A pesar de ello, el
secuestros, extorsiones, asesinatos; son los nuevos rubros de
narcotráfico no desapareció de Colombia, se reestructuró. los cárteles que se apoyan en bandas como el ascendente
Barrio Azteca. Bandas que a veces suelen independizarse,
Los grandes grupos que habían constituido un poder oligo-
como los temibles Zetas, nacidos como grupo organizado
pólico y controlaban al comienzo todo el circuito producti-
de sicarios al servicio del cártel del Golfo y que ahora cons-
vo-comercial de las drogas, fueron remplazados por orga-
tituyen una poderosa organización criminal independiente,
nizaciones medianas y pequeñas, los “cartelitos”. Cada una
conformada por ex militares, ex policías y ex miembros del
cubre uno o más segmentos de ese mismo circuito, pero no
cuerpo especial del ejército de Guatemala, los kaibiles.
su totalidad. Trabajan en redes eficientes y eficaces, forman
alianzas flexibles, mantienen fachadas respetables y son más La expansión
difíciles de detectar.
En medio de esta expansión y multiplicación de estructuras,
Sin embargo, en paralelo se organizaron otros grupos, las el narcotráfico fue avanzando.
BACRIM, “Bandas Criminales Emergentes”, constituidas
en casi su totalidad por ex paramilitares, otrora brazos ar- Para abastecer las plazas de otros continentes, los mexicanos
mados de los cárteles y aliados del ejército en la lucha anti- han establecido relaciones con otros grupos criminales de la
guerrillera. Sus integrantes constituyen el llamado “neopa- envergadura de la Mafia rusa y de la poderosísima ‘ndrang-
ramilitarismo”, ajeno a ideologías y sensible a las ganancias heta calabresa de Italia, que ha destronado en el mundo del
y que siembra de violencia las zonas rurales colombianas, a crimen organizado a la Mafia siciliana, y que tiene sus re-
veces en alianzas espurias, por el negocio de la cocaína, con presentantes en todas las capitales europeas. Al mismo tiem-
algún frente de las FARC. po, han extendido sus largos brazos hacia América Central,
donde se disputan territorios para la seguridad del tránsito y
Si perdió protagonismo, Colombia no perdió su rol de país para un mercado de consumo en ascenso, utilizando bandas
productor de cocaína, ni de país exportador. En la actuali- locales, algunas de las cuales son las temibles Maras.
dad, abastece el 60% del mercado mundial de la cocaína,
lejos del 80% de la época de oro de los cárteles. El 30% de Los colombianos y los peruanos han inaugurado nuevos co-
este mercado lo cubre Perú, que antaño era principalmente rredores para llegar a florecientes mercados continentales,
el mayor productor de materia prima, la hoja de coca. como Brasil y Argentina, por medio de redes estructuradas
como células clandestinas. Los colombianos utilizan ade-
Ambos países mantienen relaciones con los cárteles mexi- más países como los mencionados, más Uruguay, para lle-
canos que buscan socios entre los empresarios de la droga, gar a la costa de África central. De esa costa los cargamentos
buscan cultivos para controlar, laboratorios para instalar, de cocaína se dirigen hacia Europa, vía desierto del Sahara,

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aprovechando la presencia en esos lugares de grupos arma- Tráfico ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas),
dos en lucha, que con el tránsito de la droga se mantienen que condicionaron las legislaciones nacionales que deben
en armas y mantienen sus conflictos. O transitan hacia a los adecuarse a las mismas e hicieron que las políticas adopta-
nuevos mercados de África y Asia con la participación de das por los gobiernos firmantes tuviesen el sello del prohibi-
grupos delictivos, especialmente de Guinea Bissau. cionismo y carácter represivo.

Sin embargo, mexicanos, colombianos, peruanos, no son A pesar de ello, el narcotráfico en general no sólo sobrevive,
los únicos actores del narcotráfico en el continente. Hay sino que da signos de gran vitalidad. Esto se debe a situacio-
redes y bandas mixtas con miembros de distintas nacionali- nes favorables y a unos procesos y mecanismos que permi-
dades que fungen de enlace con otras bandas en el exterior. ten su desarrollo y evolución y que las políticas antidrogas
Hay poderosas bandas locales, como las de narcomenudeo deberían tomar en consideración para una efectividad ma-
de Brasil, desde el tradicional Comando Vermelho a Os yor a la exhibida hasta ahora.
amigos dos amigos, al Primer Comando da Cidade de Río
de Janeiro y el Primeiro Comando da Capital de San Pablo, La legitimación de lo ilegítimo
hermandad carcelaria compleja que se dedica a innume-
rables ilícitos. Siempre en Brasil, hay grupos relacionados La legitimación económica
con los “agronarconegocios” que controlan la producción
de marihuana; y existen cultivos de la misma planta en Pa- El narcotráfico se inserta en las tramas económica, social
raguay en manos de empresarios locales y brasileños; y hay y política de los países, en busca de una legitimidad que lo
bandas de narcomenudeo en Argentina, la mayoría de éstas ponga a resguardo de iniciativas que lo llevaría a una deba-
de conducción familiar. En el país hay también laboratorios cle.
artesanales, las “cocinas”, de producción de cocaína a partir
de la pasta contrabandeada desde Bolivia o para estirar la En el campo económico-financiero, parte de los capitales,
sustancia para el mercado interno. Y hay lavado. cuya cantidad es difícil de medir por la ilegalidad misma del
negocio, pero que se supone que rondan los 300-400 mil
En realidad, hoy en día no existe ningún país en el conti- millones de dólares al año, entra a los circuitos financieros
nente que pueda considerarse ajeno al circuito del narcotrá- para ser blanqueado. Se utilizan para ello mecanismos que
fico, que en los años 80 estaba delimitado al área andina de el mismo sector ha puesto en función para una circulación
producción y a México y al área centroamericana y caribeña más libre y flexible de los capitales en busca de plazas más
de tránsito. Un circuito que se ha vuelto cada vez más vio- rentables. Bancas off-shore, sociedades financieras inescru-
lento y donde las cifras de los asesinatos abultan las estadís- pulosas, vinculadas algunas a prestigiosos bancos, paraísos
ticas nacionales y regionales. fiscales, países con secretos bancarios a toda prueba, son
utilizados para estos fines, a pesar de la difusión de la le-
El desarrollo del narcotráfico gislación antilavado, en muchos casos resistida o aplicada
con reticencia. Cuentas cifradas, inserción de los capitales
Un mercado que ha conocido en años anteriores un creci- en distintas plazas en un lapso de tiempo brevísimo, utiliza-
miento geométrico a nivel mundial, una ilegalidad decre- ción de testaferros, permiten borrar las huellas de la prove-
tada a nivel internacional de sustancias y las ganancias que niencia de los capitales.
por lo tanto un mercado negro ilegal asegura, son los fac-
tores que impulsaron la creación de organizaciones ad hoc, No toda ganancia se inserta en este circuito. Mucha se con-
como los cárteles y bandas latinoamericanos que se dedican trabandea mediante los mismos mecanismos utilizados para
a producir y comercializar las drogas. Estimuló también a el envío de la drogas. Son capitales que en su mayoría se uti-
organizaciones criminales ya existentes, esparcidas por el lizan dentro del mismo circuito narcotraficante o en tráficos
mundo, a integrarlas dentro de sus rubros delictivos, como asociados o se blanquean mediante otro tipo de mecanismos
las arriba señaladas –Mafia siciliana, Mafia rusa y ‘ndrang- como la sobrefacturación en emprendimientos de fachada.
heta–, y otras como la Camorra napolitana, la Yakuza japo-
nesa y las Tríadas chinas. Los capitales lavados que no permanecen en el circuito son
reciclados preferentemente en el sector primario de la eco-
La ilegalidad declarada en función de una supuesta protec- nomía (tierras, ganadería, etc.) y en el sector terciario, el
ción a la salud humana, obedeció más a razones políticas de los servicios, hoteles, bares, restaurantes, centros comer-
que científicas, y reflejan una mirada hasta discriminatoria, ciales, escuelas y universidades, clubes deportivos –sobre
ya que la mayoría de las sustancias condenadas venían del todo los de fútbol, con su anexo y millonario mercado de
sur del mundo y eran en su mayoría sustancias incorporadas los jugadores– y el sector inmobiliario. El porcentaje que
a culturas autóctonas. se recicla depende de la capacidad de absorción de capitales
por parte de la trama económico-productiva del país. Cuan-
Su condena fue plasmada en las Convenciones de Naciones to más desarrollada, tanto mayor es su poder de absorción.
Unidas de 1961 (Convención Única de 1961 sobre Estupe- Cuanto más capitales blanqueados, tanto más desarrollo
facientes), de 1971 (Convenio sobre Sustancias Sicotrópicas) para el país y al mismo tiempo más peligro de distorsio-
y de 1988 (Convención de las Naciones Unidas contra el nes, por las presiones que los narcotraficante pueden llegar

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a ejercer sobre los mercados por la necesidad de inserir un social y la valoración. Pertenecer a un cártel, a una banda
alto volumen de dinero. grande, aunque en los niveles más bajos, aunque ejerciendo
un trabajo relacionado con la violencia y la muerte, como
Blanqueo y reciclaje transforman a los narcotraficantes de ser soldado del narcotráfico o sicario, en más de una zona
criminales en capitalistas respetados y honrados y les otor- y región da sentido de pertenencia y estatus ante la comu-
gan un enorme poder, que no obstante no es suficiente para nidad. Comunidades que reciben atención en lo referente a
garantizar la continuidad de su actividad delictiva y para infraestructura comunitaria, casas para aquellos que nun-
protegerla de los embates de las políticas antinarcóticos. Ne- ca la tuvieron, medicamentos para los enfermos, canchitas
cesarias son las legitimaciones social y política. para los chicos y seguridad, mediante la cual se protege de
robos y asaltos a los pobladores.
Legitimación social
Sin embargo, la inserción en los circuitos narcotraficantes
El narcotráfico da trabajo, garantiza supervivencia y una
no depende sólo de la pobreza, marginación y exclusión.
vida económicamente digna, y tiene una ventaja compara-
tiva a su favor con respecto de otras ofertas laborales que Existen otros factores que entran en juego y que hay que
pudieran existir, para personas que pertenecen a esos estra- identificar para evitar la fácil, tentadora, discriminatoria y
tos sociales, que en tiempos de “racionalización” del Estado, peligrosa ecuación, “pobre=delincuente”, que abre eventua-
fueron abandonadas a sí mismas o nunca tuvieron atención les puertas a políticas represivas hacia actores de la sociedad
por vivir en los llamados “espacios vacíos”, donde el Estado considerados por su sola presencia, incómodos.
está ausente y no ejerce soberanía. Espacios que no son sólo
zonas de difícil acceso en la espesura de la selva, sino las Hay elementos culturales determinados por una sociedad
barriadas donde las políticas sociales de promoción y con- de consumo que valora al hombre por lo que tiene y no por
tención se fueron diluyendo o dejaron de existir o nunca lo que es. Y si en esta perspectiva los jóvenes de sectores
existieron. desfavorecidos se juegan hasta su propia vida, en los sectores
medios, de los cuales nunca se habla, se reclutan profesio-
Insertándose en esos lugares, el narcotráfico se transforma nales, abogados, contadores, arquitectos, comerciantes, em-
en satisfactor de necesidades básicas, algunas de las cuales presarios, etc., que prestan sus servicios a bandas y cárteles
no están relacionadas con la supervivencia, sino con el ser a cambio de un mayor estatus económico, que se convierte

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en un mayor estatus social, seguros de la impunidad que la Armadas, que en algunos países han sido desplegadas en la
pertenencia a una determinada clase social les provee. lucha antinarcóticos, han establecido y mantienen vínculos
de mutuo interés con el narcotráfico y facilitan o participan
Dentro de esta inversión de valores, es necesario mencionar del negocio.
también la propagación de una cultura narco, con su ges-
tualidad, con sus canciones, con la fascinación que ejercen El Estado en estos casos se encuentra ante una clara con-
legendarios capos, entronizados en series que captan la aten- tradicción. Sus representantes firman convenios y acuerdos
ción y admiración, y en los varones la fascinación por las internacionales de lucha contra el narcotráfico y crimen or-
armas, que los hacen sentir más “machos”, en una cultura ganizado, promulgan severas leyes acordes con esos conve-
patriarcal donde prima el poder del más fuerte. nios, crean organismos de fiscalización en la materia y hasta
ponen al ejército en la calle para luchar contra el narcotrá-
Todos estos elementos de penetración permiten al narco- fico. Al mismo tiempo, permiten que la misma estructura
tráfico tener bases logísticas, fuerza de trabajo y una base del Estado sea infiltrada por organizaciones que se sirven de
social, que en muchos casos lo ampara y lo protege del ac- ella para sus propios intereses, que no son los de la sociedad
cionar de la ley. en su conjunto, sino que son criminales.

Legitimación política El narcotráfico, en sus relaciones con el poder político, co-

rroe las instituciones estatales, hace peligrar el Estado de
Necesaria, fundamental, imprescindible, es la relación con Derecho y el orden democrático, y pone en entredicho la
el poder político y el Estado para esquivar la ley y garanti- gobernabilidad. Sus organizaciones se manejan con sus
zar seguridad a las actividades delictivas. Son vínculos dife- propias leyes, con sus propias milicias, sean paramilitares,
renciados de mayor o menor penetración de los organismos soldados del narcotráfico, sicarios que utilizan la fuerza –ya
estatales, de tipo coyuntural o directamente estructural. Se no monopolio del Estado–, convirtiendo los territorios que
va del intercambio de favores al más puro estilo mafioso ocupan en Paraestados dentro de los Estados, en un proceso
(campañas electorales financiadas a cambio del silencio gu- de feudalización del poder.
bernamental sobre los negocios o medidas que aseguren la
impunidad), colusión de intereses (guerras sucias a enemi- Corrupción, violencia y seguridad
gos comunes, guerrilla, sindicalistas, opositores), conniven-
cia (pactos de gobernabilidad que involucran a gobiernos El camino a la legitimación está plagado de corrupción y
locales) y complicidad, donde funcionarios de distintos ran- violencia. El narcotráfico tiene medios para sostener el costo
gos, sectores de las fuerzas del orden, así como las Fuerzas de la corrupción, que es muy alto e influye en el precio de

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la mercancía. Es una corrupción que se extiende desde los de las fuerzas de seguridad, de los periodistas y comunica-
niveles más bajos a los más altos y se inserta, en la mayoría dores sociales. Cuando la pugna se da frontalmente entre el
de los casos, en tramas socio-políticas frágiles o ya corrom- Estado y el narcotráfico, este último recurre a los atentados.
pidas.
El narcotráfico, de esta forma, se convierte en una amenaza
A la corrupción está asociada la violencia, que se ejerce al constante para Estado y población. El camino que se ha
interior del circuito y por fuera del mismo. No se toleran elegido para neutralizarlo y controlarlo da muestra de in-
los “soplones”, no se toleran deserciones y traiciones, no se efectividad e ineficacia. Despliegue policial, asesoramiento
toleran incumplimientos a todos los niveles. No se tolera lo a policía, formación de policías en cursos dictados por el
que puede poner en peligro la estructura. FBI, cuando la misma policía está atravesada por el fenóme-
no; ejércitos que abandonan su misión de defensa para abo-
Sin embargo, la “grande violencia” se desata cuando las or- carse a la nueva doctrina de seguridad hemisférica que los
ganizaciones entran en conflicto por el mercado y el territo- ubica en la calle, en resguardo del orden interno; presencia
rio y avanzan sobre zonas de influencia de otras organizacio- de asesores militares extranjeros, planes como el Plan Co-
nes; dando lugar a verdaderas guerras, en las que participan, lombia de fumigaciones de cultivos y la Iniciativa Mérida en
en algunas ocasiones, sectores policiales que protegen a los México, implantación de bases policiales, bases militares,
grupos en pugna. Estalla cuando las bandas entran en fase Centros de Seguridad Cooperativa, en una “securitización”
de desestructuración, por la muerte o encarcelamiento de de la política antinarcóticos; legislaciones severas que llenan
algún capo y sus adláteres, donde los grupos al desbande las cárceles de usuarios de drogas y de peones del narcotrá-
se enfrentan en una disputa por el liderazgo. Se manifies- fico y raras veces de los grandes capos que desde sus celdas
ta en su crudeza cuando en su seno se forman camarillas siguen manejando el negocio; son medidas que, en el mejor
que intentan independizarse. En estas luchas intestinas, la de los casos, terminan amenazando y recortando libertades
población –que de alguna manera se beneficiaba de la pre- y derechos y, en el peor de los casos, se convierten en instru-
sencia del narcotráfico– queda atrapada entre los bandos y mento de control de población y territorios, obedeciendo a
se transforma en rehén de los mismos. intereses ajenos a la lucha emprendida, bajo la etiqueta de la
seguridad. Con lo cual, el remedio puede llegar a ser peor
Se ejerce violencia a través de las amenazas, a veces cumpli- que la enfermedad, o cuando menos no logra curarla.
das, hacia todo actor político y social de relevancia de los
aparatos estatales y por fuera de los mismos, que se consti- Llevar la política antinarcóticos por estos derroteros mues-
tuye en obstáculo o es considerado un peligro para el nar- tra la profunda incapacidad de visualizar el fenómeno en
cotráfico. Se recurre en este caso a la intimidación, a los sus distintos componentes y no haber enfrentado sus causas
asesinatos de funcionarios gubernamentales, de la justicia, a su debido tiempo, desde la existencia de un mercado de

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drogas con sus necesidades, a la prohibición que incide en Pasos se están dando. En Naciones Unidas circulan voces so-
ello, a los componentes económicos, socio-culturales y po- bre la despenalización del consumo de marihuana, el Estado de
líticos que demandan de políticas donde lo represivo es un Colorado en Estados Unidos legalizó su uso recreativo, al igual
elemento más, pero no el único. que Uruguay que la regularizó. Cada vez más se reconoce que el
pecado original que dio lugar a fenómenos que sacuden a todas
El actual paradigma de la política de drogas es percibido las sociedades, ha sido la prohibición. Si en lugar de prohibir se
y evaluado como un fracaso desde las organizaciones de hubiese puesto el esfuerzo en contener el consumo, en controlar
la sociedad civil, desde grupos influyentes como “Droga y el mercado de las drogas, en atender a sus usuarios y a su entor-
Democracia”, que reúne a ex presidentes nacionales –Gavi- no familiar y social; si se hubiese actuado en el campo de la edu-
ria de Colombia, Cardozo de Brasil, Zedillo de México– y cación, de la prevención, en desarmar la cultura de la violencia,
personalidades reconocidas de la cultura latinoamericana, a tan publicitada en las pantallas de la televisión, no habríamos
los mismos actuales presidentes que han pedido a la Orga- tenido ni bandas, ni cárteles, ni muertos, ni corrupción, ni se
nización de los Estados Americanos, OEA, llevar adelante aplicarían doctrinas de seguridad sobre las cuales planean la
estudios para un cambio de orientación en el abordaje de la sospechas y acusaciones de una utilización del narcotráfico para
temática. fines que nada tienen que ver con su eliminación.

Referencias bibliográficas
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msc.es/novedades/pdf/UNODC_ComisionEstupefacientes_marzo2013.pdf
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Academia y droga. Consep – Editorial El Conejo, Quito.
Rossi Adriana 2009. “Radiografía del narcotráfico”, en AA.VV. Radiografía del narcotráfico. Editorial Aún creemos en los sueños,
Santiago de Chile.
Tokatlian Juan Gabriel (comp.) 2010. Drogas y prohibición. Una vieja guerra, un nuevo debate. Libros del Zorzal, Buenos Aires.

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