La Historieta Como Narración Gráfica
La Historieta Como Narración Gráfica
    1. INTRODUCCIÓN
Es indudable el reciente interés científico (existe consenso en situarlo en el año 1962 con la aparición
de la revista francesa Giff-Wiff), aún aislado y difuso, que está despertando el controvertido mundo de
la historieta. Además de las diversas tesis doctorales defendidas sobre el mundo de los comics, en la
Facultad de Pedagogía de la Universidad Columbia, Nick Sousanis realizó la primera tesis doctoral
utilizando el lenguaje del comic. Ha sido publicada por la prestigiosa Harvard University Press en 2015
con el nombre de Unflattening (Desaplanar) y trata sobre las diferentes formas de interpretar la realidad.
En España, dos años después, se produjo algo similar con Iván Zigarán y su tesis en formato comic-
ensayo, consistente en una etnografía sobre las percepciones de las familias campesinas de la región
de la Serrezuela (Córdoba). Incluso Tiphaine Riviére ha recogido en clave de humor el arduo proceso
de elaboración de una tesis doctoral, en este caso sobre Kafka, en el comic Maldita Tesis (2016).
También han proliferado la organización de congresos y cursos, siendo el de la Asociación Unicomic
de la Universidad de Alicante uno de los más longevos con diecinueve encuentros académicos, aparte
de otras actividades como clubs de lectura y formación específica sobre comics. Otro hito destacable
es la reciente creación de la única Cátedra de Estudios del Comics y el Aula del Cómic en el Centre
Cultural La Nau de la Universidad de Valencia, ambas dirigidas por el profesor Álvaro Pons. En esta
línea también son reseñables el proyecto abierto e independiente de estudio y difusión de la historieta
nacido en 2001, Tebeoesfera, constituido en asociación cultural en 2008, y articulado en una página
web (https://www.tebeosfera.com/), una revista en línea, un amplio catálogo de comic; otra revista
especializada, CuCo, Cuadernos de Cómic, fundada en 2013 donde se publican diferentes
investigaciones sobre el comics. Cabría preguntarse, como propone, el guionista de comics y
catedrático de literatura francesa, Antonio Altarriba, si esta academización restará frescura y creatividad
a los comics.
La interconexión entre la tradición norteamericana y la historieta española es evidente, por tanto, la
presente aproximación teórico-práctica partirá de este hecho, no abordando en profundidad la
importante tradición franco-belga. Lo mismo ocurre con los mangas, en este caso, por tener estructuras
narrativas algo diferentes a las occidentales.
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                    Figura 3. Viñetas de Rodolphe Töpffer
Figura 4. The Yellow Kid and his new phonograph (1896) de Richard F. Outcault
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 Figura 5. La ciudad (1925) de Masereel
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Por tanto, se produce lo que Álvaro Pons denomina esquizofrenia terminológica, siendo múltiples la
forma de referirse a ellos: historieta, tebeo, comic-strip, comic-book, comic para adultos, de autor,
novela gráfica, … Esta última incrementa si cabe el debate. Algunos/as autores/as e investigadores/as
creen que no es necesario generar una nueva etiqueta, que oculta intereses mercantiles y que se trata
de un nuevo formato. Otros afirman que un arte con lenguaje propio no puede ser simplificado al
interpretarse exclusivamente desde criterios literarios. Y finalmente los que sentencian que, al ser
considerado un arte menor asociado a saberes populares, con esta nueva nomenclatura lo elevan a
los altares de la alta cultura y el saber experto. Esta búsqueda de prestigio ya se ha producido con la
colonización del vocablo anglosajón comic, por encima del de historieta o tebeo. Otros autores
defienden la denominación de novela gráfica, apoyándose en una serie de aspectos diferenciadores:
los formales, los/as autores/as de éstas tienen más libertad creadora que los de comics; de formato,
evitan la serialización en la producción, existiendo editores especializados; y, por último, de temática
dirigida a un público más reflexivo. En esta línea se encuentra Santiago García y el irónico manifiesto
sobre novela gráfica que en 2004 publicó el historietista escoces Eddie Campbell (ver anexo); en él se
apuesta por el término de novela gráfica como un movimiento artístico y no como una mera cuestión
de formato. Como veremos sucintamente más adelante la evolución histórica del comic cuestiona estas
pretendidas exclusividades. Lo que es evidente es que no es lo mismo una historieta que una novela
gráfica, que el formato tiene mucho que ver y que ha pasado de la marginalidad al reconocimiento
social, pero para ello no es necesario renunciar a sus antepasados, ni basar una pretendida legitimación
en el menosprecio de las historietas e incluso llegándose a producirse una fagocitación de la historieta.
Sin entrar en más discusiones teóricas partiremos de su uso social y consideraremos comic todo aquello
que las personas llaman comic. Y si el término novela gráfica ha contribuido a que un gran número de
personas no se avergüencen de leer historietas y a que se valore su capacidad para analizar
críticamente la realidad, pues bien venido sea.
Los comics no son un género sino un arte, medio de expresión y comunicación, con un lenguaje propio
que escribe a través de imágenes, apoyándose en textos o no, con la intención de narrar historias
donde se muestran los sentimientos, pensamientos y discursos de los protagonistas de la acción. Este
lenguaje híbrido, gráfico-textual, amplia las posibilidades del pensamiento verbal, posibilitando la
comprensión de situaciones complicadas, teniendo una gran capacidad para narrar sucesos vitales
conflictivos, dolorosos y traumáticos, empatizando así con los/as lectores/as. Esto convierte a los
lectores/as en cómplices silenciosos del autor/a, fácilmente se incorporan al relato ya que deben
completar las clausuras o espacios vacíos entre viñetas, con los que el/la autor/a juega a través de las
elipsis, omitiendo partes de la narración; esto se produce cuando se comparte una memoria común.
Scott McCloud, se refiere a este fenómeno como el arte de lo invisible. El comic permite la lectura
pausada (adelantas y retrocedes a tu antojo, perdiéndote en la búsqueda del detalle y la simbología) lo
que favorece la (auto – inter) reflexión. Sousanis también lo considera como el arte de la secuencialidad,
pero lo complementa con la simultaneidad. El lenguaje del comic se caracteriza por el dibujo (cartoon,
icónico y simbólico), el texto (principalmente bocadillos, que pueden adquirir diferentes formas, y
cartuchos o cartelas que dan voz al narrador/a), la historia y la secuencia. Su estructura narrativa está
compuesta por diferentes unidades, las páginas, las viñetas y los elementos que contienen éstas.
Desde el punto de la semiótica y la narratología los primeros análisis fueron realizados por Gubern
(1972) y Gasca y Gubern (2001) a los que les han seguido los de Muro (2004) y Varillas (2009),
agrupando los elementos de significado en macro unidades (formato, página, color, estilo y nivel de
iconicidad del dibujo, …), unidades (las viñetas) y micro unidades (encuadre, ángulo, vestuario, gestos,
iluminación, convenciones -bocadillos, cartelas, onomatopeyas, … Barrero (2012) crea otra unidad
denominada historietema, que puede ser interpretada como una comprensión global de los signos del
comics. A la interacción entre las unidades de significado se les exige una cierta concordancia (raccord)
a partir de la continuidad, fundidos (variaciones tonos), apoyaturas en los textos, cartuchos, voces en
off, ampliando, ralentí, flash back o forward, sueños, visiones subjetivas o a través de montaje
deconstruido (figura 8); transiciones momento a momento, acción a acción, tema a tema, escena a
escena, aspecto a aspecto y non sequitur (figura 7). Todo esto pueden tener las siguientes funciones:
estética, ideológica y crítica, nostálgica, didáctica, sociocultural, propagandística, mercantil e
imaginativa. Estas unidades de significados y sus interacciones narran una historia con unos
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personajes, unos escenarios, unos sucesos y una temporalidad. Bajo una aparente simplicidad se
esconden una compleja estructura narrativa.
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Una vez dicho esto, diferentes autores advierten de que un andamiaje conceptual demasiado restrictivo
y rígido, fruto de infundados complejos de inferioridad, resta naturalidad y creatividad, y dificulta la
conexión cognitivo emocional con las y los lectores. Los límites del comic únicamente los marca la
imaginación creadora a los/as autores/as (figura 9, 10 y 11), al contrario que otras artes donde las
fronteras vienen determinadas por la selección de una gama finita de elementos.
 Figura 8. Fabricar historias (2013) de Chris Ware desafía a los teóricos del comic tanto en su lenguaje, como
  en la historia que cuenta y el formato que presenta, una caja con catorce historietas en diferentes soportes.
 Esta página es un ejemplo de (de)composición analítica que desafía al lector/a construir la historia a partir de
                  un flashback. Ware es el narrador de las emociones predominando la tristeza.
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                          Figura 9. Ventiladores
                          Clyde (2019) de Seth.
                         Esta obra es
                         considerada uno de
                         los mejores comics de
                         la historia y le ha
                         supuesto 20 años de
                         trabajo.
                                              8
           3. ¿LA BUSQUEDA DE UN RECONOCIMIENTO? SÍNTESIS DE LA EVOLUCIÓN
                HISTÓRICA DE LOS COMICS
       Partimos del planteamiento de no poder precisar una fecha exacta de su nacimiento asociado a un
       único autor/a, sino que es fruto de un proceso construido por las aportaciones de múltiples creadores,
       determinado por la evolución de las técnicas y soportes de producción y el contexto sociohistórico. Pero
       a pesar de ello, en la siguiente tabla se hace un esfuerzo de sintetizar, sabedores que se producirán
       olvidos inexcusables, los principales acontecimientos relacionados con su origen y desarrollo.
                                                                                                                     10
                                             Comic Alternativo (1980-2000)
8) Se produce un mestizaje entre el comic underground y el comic boock abordándose historias serias de larga duración.
   Experiencias como RAW de Art Spiegelman que consideraba el comic el noveno arte, Weirdo de Robert Crumb y Love
   and Rockets de Gilbert, Jaime y Mario Hernández, estos últimos introducen cuestiones identitarias relacionadas con el
   género y la raza
9) Will Eisner (1917-2005), mitad empresario mitad artista, bautiza a su obra Contrato con Dios (1978) con el nombre de
   novela gráfica con la intención desesperada de venderla a los editores de libros que nunca publicarían un comic. Sin
   llegar a ser autobiográfica y en un intento de catarsis, relata su rabia por la muerte de su hija Alice. Esta se completa
   con Ansia de vivir y La avenida Dropsie un ejemplo de narrativa social costumbrista de las vidas cotidianas de las gentes
   del barrio Dropsie Will. Descubrió la gran capacidad pedagógica de los comics creando la revista educacional PS, The
   Preventive Maintenance Monthly donde intentaba ayudar a los soldados estadounidense explicando a través de viñetas
   como mantener su armamento
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                                                    Figura 13. Upside Downs, of Little Lady Lovekins and
                                                       Old Man Muffaroo (1903) de Gustave Verbeek,
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                               PRINCIPALES HITOS DEL ORIGEN DEL COMIC ESPAÑOL
1) Las primeras historietas españolas (1915-1930) iban dirigidas a niños/as, Dominguín (1915), TBO. Semanario Festivo
   Infantil (1917) y Pulgarcito (1921) son un ejemplo de ello; también aparecen revistas infantiles eclesiásticas con una
   clara ideología conservadora, como es el caso de Alegría (1925). En 1934 se produjo la entrada en España del comic
   norteamericano con la revista Mickey (1935).
2) Durante el franquismo se continúa publicando tebeos para niños/as, de humor, aventuras, románticos, …produciéndose
   un control y una censura sobre los periódicos en general y los comics en particular, a través de la Ley de Prensa de
   1938. Se convirtieron en una herramienta propagandística de la ideología del régimen, un ejemplo de ello son Flechas,
   Pelayos y Chicos. En esta línea y a través de la historieta sentimental se realiza una construcción estereotipada de la
   feminidad basada en la entrega y la sumisión absoluta al hombre y a la familia. Muchas de las historietas eran
   publicadas por la editorial Bruguera, Paco Roca en El invierno del dibujante (2011) relata como en esta época diversos
   autores de esta editorial se marcharon en busca de una mayor libertad creadora. En esta época los comics eran
   tratados con condescendencia, como rito iniciático, el entretenimiento como acceso a una cultura más elevada. En este
   período también aparecieron las historietas Roberto Alcázar y El Gurrero del Antifaz. A estas obras se les culpó de ser
   propaganda del discurso hegemónico del régimen, pero por no ello no se puede menospreciar sus aportaciones
   artísticas y narrativas. En 1943 apareció Jaimito y Periquete que narra las aventuras de un simpático golfillo. Los comics
   americanos de contenido familiar y sobre niños traviesos inspiraron a José Escobar para la creación de Zipi y Zape en
   1948
3) El período 1951-1963 es uno de los más fecundos del comic español con cuadernos largos de aventuras como El
   Cachorro, Aventuras del FBI y El Capitán Trueno. La Familia Ulises, de Marino Benejam, relata de forma costumbrista
   las penurias de una familia de clase media en la postguerra. Por otro lado, La familia cebolleta (1951), de Manuel
   Vázquez, publicada en la revista DDT de Bruguera, aporta una mirada crítica que cuestionaba la concepción de familia
   ideal. En la revista Pulgarcito apareció por primera vez Mortadelo y Filemón (1958), de Francisco Ibáñez, como parodia
   de Sherlock Holmes y el doctor Watson. De este mismo autor es 13, Rue del Percebe, que apareció en Tío Vivo en 1961
   e impresiono al mismísimo Chris Ware. A través de una splash page (página-viñeta), se recoge la vida cotidiana de una
   comunidad de vecinos/as, en la que entre otros se encuentra una familia monomarental compuesta por Doña Benita y
   sus cuatro traviesos hijos
4) Los comics para adultos y el underground llegaron clandestinamente y con retraso, entre 1970-1975, a causa del
   franquismo. La primera publicación underground fue la revista El Rollo Enmascarado (1973) integrada por Nazario,
   Mariscal, los hermanos Miguel, Josep Farriol y Max (Francesc Capdevila). Se rompe con los gustos anteriores, fundando
   la estética del mal gusto, con una finalidad subversiva en la que los/as marginado/as adquieren conciencia crítica contra
   el sistema, exigiendo cambios. En los años ochenta se va aceptando el comic y se va adaptando a los tiempos, como es
   el caso de la revista Víbora (1979-2004) (figuras 16, 17, 18 y 19) donde aparecía el detective transexual Anarcoma de
   Nazario, simbolizando el espíritu combativo y de contracultura español. Anarcoma junto con Escalera de vecinos, María
   Lanuit y Ansiedad, de Alfredo Pons, y Romances de andar por casa y Sabor a menta, de Carlos Giménez, realizan un
   mosaico de los microcosmos de relaciones humanas condicionadas por las características estructurales de la época. De
   este último autor, es la serie Paracuellos que aparecía en 1976 en la revista Muchas gracias, donde narraba su historia
   de vida en un centro para menores del Auxilio Social franquista, considerada una obra fundamental del comic
   internacional. Aparecen revistas míticas como Bang Trocha, del Colectivo de la Historieta, con espíritu de denuncia
   social; Tottem (1977), Creppy (1979), Cimoc (1979) y Zona 84 (1984), con temáticas relacionadas con la ciencia-ficción;
   y El Jueves (1977), manteniendo las premisas del underground. Existe también experiencias auto gestionadas, como
   Rambla (1982). A través de Víbora y la revista RAW, editada por Spiegelman y su esposa francesa Francoise Mouly, se
   produce un enriquecedor intercambio transoceánico de autores. En esta época Max (Francesc Capdevila) crea dos
   personajes inconformistas, contestatarios y comprometidos con la realidad social de España, que buscan el cambio a
   través de la acción directa en la calle, representando a la juventud del momento: Gustavo y Peter Pank.
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Figura 16. Portada de la revista Víbora                    Figura 17. Alucina vecina de Gallardo y
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en parte por el contexto social. Dentro de esta variante tendríamos los relatos de filiación donde las
personas son entendidas a través de la relación con otros sujetos relevantes para el/la autor/a. Estos
retratos de familias y sus entornos en ocasiones describen relaciones familiares y sociales perversas,
cargadas de violencias y de conflictos identitarios. Ejemplo de ello son Un deuil blanc (1987) de Chantal
Montellier, que denuncia los malos tratos de su madre epiléptica y Child’s Life (2000) de Phoebe
Gloeckner que relata su infancia marcada por un padre ausente, una madre alcohólica y un padrastro
abusador demasiado presente. En un tono más amable tendríamos las obras de Miguel y María
Gallardo sobre el autismo, María y yo (2007) y María cumple 20 años (2015). Estos relatos pueden
adquirir la apariencia de memorias muy próximas a la oratorical autobiography (Howarth, 1974, citado
en González Cabeza, 2017), conectando el pasado familiar con acontecimientos sociales y donde los
elementos ideológicos y políticos juegan un papel fundamental en la trama, como es el caso de La mala
gente, Una historia de militantes (2006) de Étienne Davodeau, Persépolis (2009) de Marjane Satrapi y
Paracuellos (2011) de Carlos Giménez. En esta línea Antonio Altarriba narra su historia familiar a través
de dos obras El arte de volar (2009) y Ala rota (2016), lo que le ha ayudado a reflexionar profundamente
sobre las relaciones con su padre y su madre, teniendo una función catártica aliviando su sufrimiento
(Rodrigues, 2016). En el caso de Estamos todas bien (2018), Ana Penyas homenajea las historias de
vida de sus dos abuelas tanto en la represiva dictadura como en la edadista sociedad actual. Muchas
de estas historias están construidas en torno a una memoria colectiva sobre las resistencias cotidianas
femeninas basadas en el apoyo mutuo, frente a las historias individualistas de varones épicos.
Continuando con las autobiografías, cabría mencionar las dramatic donde el/la autor/a interpreta varios
roles a lo largo del relato, como queda reflejado en Psychiatric Tale (2010) de Darryl Cunningham, que
combina relatos sobre la enfermedad mental construidos desde experiencias personales, de enfermos,
cuidadores/as, profesionales, ... con historias clínicas que como enfermero ha tenido que enfrentar, con
el propósito de luchar contra la estigmatización y el desconocimiento de estas patologías; y la poetic
en la que el/la autor/a no encuentra su verdadero yo e inicia un viaje de autodescubrimiento como en
el caso de la ya mencionada Epiléptico (2009) donde David B. construye su identidad en torno a la
enfermedad de su hermano y como debe aprender a convivir con ella.
Esta tipificación se completa con los diarios (desde la intimidad del autor/a se describe cómo piensa y
siente) con ejemplos como Americam Elf (1998-2012) de James Kochalka, My New York Diary (1999)
de Julie Doucet y Carné de Voyage (2004) de Craig Thompson. El comic documental (el/la autor/a
relata sucesos sociales de los que ha sido testigo; muy próximo al concepto de comic periodístico) del
que Joe Sacco es uno de los máximos exponentes con obras como Palestina. En la franja de Gaza
(2002), Notas al pie de Gaza (2010) y Reportajes (2012), donde narra los conflictos bélicos desde el
punto de vista de las víctimas. A este autor se le suma Guy Delisle con Shenzhen (2000), Pyongyang
(2003), Crónicas Birmanas (2007) y Crónicas de Jerusalén (2011), Emmanuel Guibert, Didier Lefèvre,
Frédéric Lemercier con El fotógrafo (2015) y más recientemente March. Una crónica de la lucha por los
derechos civiles de los afroamericanos (2018) de John Lewis, Andrew Aydin y Nate Powell. En
Sudamérica estaría Los años de Allende (2015) de Carlos Reyes y Rodrigo Elgueta y en el contexto
español tendríamos Los surcos del azar (2013) de Paco Roca y Los puentes de Moscú (2018) de
Alfonso Zapico. La autoficción (el/la autor/a se proyecta en la ficción y pueden ser inverosímiles,
biográficos y especulares) en donde destacarían Inside Moebius (2000-2010) de Moebius (Jean
Giraud), Ventiladores Clyde (2003) de Seth (Gregory Gallant), Jimmy Corrigan, el chico más inteligente
del mundo (2000) y Rusty Brown (2003) de Cris Ware, Asterios Polyp (2014) de David Mazzucchelli, El
Nao de Brown (2013) de Glyn Dillon que cuenta la historia una joven con trastorno obsesivo compulsivo
con tendencias suicidas; y más recientemente Sabrina (2018) de Nick Drnaso, candidata al Premio
literario Booker. Y por último tendríamos la ficción autobiográfica como Daddy´s Girl (1996) donde
Debbie Drechsler narra los abusos sexuales de su padre a través de su alter ego Lilly.
Llegados a este punto es necesario mencionar las historias que relatan los/as hijos/as sobre el proceso
de envejecimiento de sus padres y madres, marcado por el deterioro físico y la necesidad de cuidados
para afrontar esas dolencias. Muchas de ellas narran la falta de apoyo institucional y el sufrimiento de
las cuidadoras, así como la perdida de la intimidad y la dignidad del cuerpo. Dentro de estas
patografícas del cuidado se incluirían, ¿Podemos hablar de algo más agradable? (2015) de Roz Chast
que lo aborda desde humor, Un adiós especial (2014) de Joyce Farmer que con toques underground
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la autora se representa bajo el personaje de ficción de la cuidadora Laura, transmitiéndonos su ira ante
el maltrato institucional sufrido por su madrastra; y por último mencionar Tangles: a story about
Alzheimer´s, my mother and me (2012) de Sarah Leavit y La ternura de las piedras (2016) de Marion
Fayolle, que describen como las enfermedades afectan a la estructura familiar y como las familias se
van adaptando a esas circunstancias. Aquí podríamos ubicar la autoficción de Paco Roca Arrugas
(2007), que marca un antes y un después en el comic español. En esta historia, profusamente
documentada, se aborda un problema social como es la enfermedad de Alzheimer desde las vivencias
personales y familiares en una institución residencial con ciertas prácticas deshumanizadoras. Se
interesa por los que se encuentran al otro lado de la línea abismal, en una sociedad donde el discurso
hegemónico entroniza la juventud y la belleza, las personas mayores enfermas no importan ni venden.
Su originalidad radica en la forma de tratar el trauma, marcado por el desarraigo, la soledad y la
monotonía, combinando el humor y la ternura, lo que permite al lector/a comprender la demencia desde
la perspectiva de las personas afectadas. Roca y Gallardo, a partir de cómo ha impactado, tanto Arrugas
como María y yo, en los familiares y profesionales, reflexionan en Emotional World Tour (2009) sobre
el cambio que se está produciendo en el panorama del comic español, apostando por narraciones sobre
como diferentes conflictos y tensiones (en este caso la enfermedad) repercuten en la cotidianeidad de
las familias, preguntándose si existe una nueva tendencia que podríamos denominar comic sensible,
realismo social, comic social,… y si ellos, tal y como afirman los expertos, son los abanderados de este
cambio de corriente.
Max (Francesc Capdevila, 2012) y Brieva (2012) afirman que esta profusión narcisista de lo
autobiográfico refleja el individualismo que atraviesa nuestra sociedad actual, haciendo que estemos
absortos en lo personal e íntimo y reivindican la necesidad de un comic gamberro y rabioso, que permita
una (re)construcción de significados tomando conciencia crítica de la realidad. Los comics tienen igual
o mayor potencial para la adquisición de pensamiento crítico que la lectura de libros. Eco (1965) con la
deconstrucción del mito de Superman (superhéroe con conciencia cívica pero no política) y Dorfman y
Mattelart (1971) del Pato Donald y del mundo Disney (desmonta su discurso imperialista), ya
vaticinaban la potencia de la cultura popular como arma cuestionadora de la sociedad y de
descolonización de los saberes. Los comics contienen y trasmiten ideología, comprometiéndose
críticamente con la realidad social, haciéndose eco de los relatos de los otros oprimidos marginados.
En esta dirección podríamos situar ciertos comics que en clave sociopolítica y de crítica social (factuales
o ficticios), narradas desde la óptica de los subalternos, y en los que pueden aparecer movimientos
sociales u otras iniciativas colectivas, que confrontan las interpretaciones hegemónicas que normalizan
la desigualdad, la injusticia social y la violencia institucional, fracturando los vínculos sociales. Dentro
de esta categoría tendríamos Rural. Crónica de un conflicto (2001) de Étienne Davodeau, Días de
destrucción, días de revuelta (2015) de Chris Hedges y Joe Sacco, Barcelona. Los vagabundos de la
chatarra (2015) de Jorge Carrión y Sagar Fornies, Aquí vivió. Historia de un desahucio (2016) de Isaac
Rosa y Cristina Bueno, Día 3 (2018) de Cristina Durán, Miguel Á. Giner y Laura Ballester, Esclavos del
trabajo (2018) de Daria Bogdanska y Del color de la tierra (2018) de M. Gastoni y N. Gobbi. En este
marco se puede situar la obra del ya citado Miguel Brieva, destacando Dinero. Revista poética financiera
e intercambio espiritual (2008), Lo que (me) está pasando. Diarios de un joven empremdedor (2016) y
La gran aventura humana (2017). En clave feminista tendríamos El bebé verde (2017) de Roberta
Marrero, Idiotizadas. Un cuento de empoderhadas (2017) de Raquel Córcoles Moncusí, Feminismos y
LGTB+ Imparables (2018) de la cooperativa de trabajo Pandora Mirabilia y la ilustradora Mar Guixé,
Chicas Malas. 15 historias de mujeres valientes y creativas (2019) de Assia Petricelli y Sergio Riccardiy,
Juegos reunidos feministas (2019) de Ana Galvan y Patricia Escalona y Lola Vedentta y los hombres
(2019) de Raquel Riba Rossy. En esta misma línea tendríamos los biográficos con toques de autoficción
como La mujer rebelde. La historia de Margaret Sanger (2014) de Peter Bagge, Sally Heathcote.
Sufragista (2017) de Mary M. Talbot, Kate Cahlesworth y Bryan Talbot, La virgen roja (2018) de Mary
M. Talbot y Bryan Talbot y La niña de tus ojos (2017) también del matrimonio Talbot y donde se
establece una analogía marcada por el patriarcado entre la vida de la autora y Lucía Joyce, hija del
escritor irlandés James Joyce. Y combinando los superpoderes con el feminismo, en este caso
amazónico (fusión de poder y belleza), tendríamos la superheroína más veterana, Wonder Woman,
creada en 1941 por Moulton Marston, su esposa Elizabeth Holloway y su compañera Olive Byrne;
                                                                                                         17
inspirada en el movimiento sufragista y en el mito de las amazonas, ampliado por Bachofen como etapa
histórica, que denomina ginecocracia, formada por una hermandad de mujeres nacida partir de la
violencia sufrida por los hombres; muestra otra forma de leer el mundo, fuera de la lógica hegemónica
heteropatriarcal. Es una mujer, concebida sin la necesidad de un hombre, criada por mujeres y educada
en la voluntad y el control emocional, que se va transformando de objeto a sujeto político, buscando
revertir el orden establecido (McCausland, 2017). Desde perspectivas distópicas estarían los clásicos
V de vendetta (1984-88) de Alan Moore y David Lloyd en donde se juega con la idea de panóptico y la
máscara de Guy Fawkes que aparece en la obra se convierte en el símbolo mundial de las luchas de
los oprimidos y Wachtmen (1986-87) de Alan Moore y Dave Gibbons, en la que se reflexiona sobre la
utilidad de los superhéroes y de quien vigila a los vigilantes. Salvando las distancias, pero próximo a
estos tendríamos el inclasificable Agujero Negro (2005) de Charles Burns, sobre la plaga que deforma
los cuerpos de unos adolescentes, los que se autoexcluyen parar irse a vivir a un bosque cercano a la
ciudad. A estos se le añaden los protagonizados por superhéroes como La Patrulla X. Dios ama, el
hombre mata (1982) de Christopher Claremont y Brent Eric Anderson, que muestra cómo se construyen
los discursos del odio desde la zona del ser sobre los otros no seres; Batman: la gran broma (1988) de
Alan Moore y Brian Bolland, que reflexiona sobre como la cordura y la locura son dos caras de la misma
moneda; Superman: hijo rojo (2003) de Mark Millar, Dave Johnson y Kilian Plunket; y La Visión. Visiones
del futuro y Poco mejor que una bestia (2016) de King, Walda y Bellaire, que relata el sufrimiento del
diferente por adaptarse a un contexto que lo expulsa. Otras obras que podríamos situar en esta
categoría serían Akira (2005) de Katsuhiro Otomo, que combina la acción con la crítica política y
existencial; Transmetropolitan (2006) de Warren Ellis y Darick W. Robertson, El Incal (2007) de
Alejandro Jodorowsky y Moebius (Jean Giraud), The last man, (2008-12) de Brian K. Vaughan y Pía
Guerra y El Juez Dredd: Orígenes (2014) de John Wagner, Kev Walker y Carlos Ezquerra. En el
contexto español podemos destacar a Necrópolis. Retrato de grupo con ciudad (2016) de Marcos Prior
y Gran Hotel Abismo (2016) de David Rubín y Marcos Prior. Y para finalizar cabría mencionar los cómics
de carácter pedagógico crítico como Retratos de la violencia: una historia ilustrada del pensamiento
radica (2018) de Sean Michael Wilson y Brad Evans, Atado y bien atado. La transición golpe a golpe
(1969-1981) (2018) de Rubén Uceda y Capitalismo ¿Por qué? (2019) de Atxe. Todas estas obras son
una muestra del poder subversivo del saber profano en forma de comics, que abre nuestra mente y nos
permite acceder a otras formas de ser, estar, sentir y pensar el mundo.
Otro tipo de comic que se aleja de la narración gráfica clásica es el comic poético. Matt Madden con
The Six Treasures Of The Spiral: A Comics Sestina (2014), donde rima imágenes, representaría esta
tipología de historieta. También podríamos añadir los comics que adaptan poemarios, como la obra de
Laura Pérez Vernetti, Pessoa & Cia (2011), El caso Maiakovski (2014) y Viñetas de plata. Poesía gráfica
de Luis Alberto de Cuenca (2017) o Versoñetas (2014) de R. Uceda y J. Riechmann y Paraíso perdido
de John Milton (2015) de P. Auladell.
    5. PROPUESTA DE SELECCIÓN/ANÁLISIS
Es incuestionable la capacidad pedagógica y didáctica de la lectura en general y del comic en particular,
estimulando la creatividad, el pensamiento abstracto y la conciencia crítica de la realidad, así como,
favoreciendo el aprendizaje, permitiendo la alfabetización narrativa visual y facilitando la conexión entre
las experiencias de los/as lectores/as con las narraciones de los personajes. Esto es posible a partir de
la teoría del código dual de Paivio que sostiene que las imágenes combinadas con las palabras
favorecen los procesos de aprendizaje. Esta identificación nos puede orientar a la hora de otorgar
significado a lo que sucede en nuestras vidas, bien por analogía, apropiación, extrañamiento y/o
refutación. En esta línea existen diferentes aplicaciones prácticas que utilizan los comics y/o los
álbumes ilustrados para: la educación en valores, la prevención del acoso escolar, la intervención con
madres e hijos/as que han sufrido violencia de género, los aprendizajes intergeneracionales,
ciberbullying, la adquisición de competencias narrativas en primaria, la educación para ciudadanía y las
competencias emocionales, aprendizaje de lenguas extranjeras, ciencias sociales, historia e historia
del arte, matemáticas y lógica, la recuperación de la memoria histórica. Así mismo también se está
introduciendo en la formación universitaria (medicina, arquitectura, magisterio, …). También es
                                                                                                        18
reseñable la alianza que se está produciendo entre los museos y los cómics, donde podemos encontrar
los promovidos desde El Prado, El tríptico de los encantados (2016) de Max (Francesc Capdevila), El
perdón y la furia (2017) de Altarriba y Keko (José Antonio Godoy) e Idilio (2017) de Montesol e
Historietas del Museo del Prado (2019) de Sento (Llobell Bisbal); y los vinculados al Thyssen, como
Dos holandeses en Nápoles (2016) de Álvaro Ortiz, Museomaquia (2017) de Santiago García y David
Sánchez y Balthus y el conde de Rola (2019) de Tyto Alba. La editorial Sd-Edicions ha publicado una
serie de biográficas de pintores como Kahlo, van Gogh, Hopper y Dalí, dibujados por Willi Blöß y Beatriz
López-Caparrós. Un reciente estudio ha demostrado la gran capacidad de los comics para la narración
de datos, facilitando la comprensión profunda de hechos complejos teniendo un gran potencial como
recurso educativo.
Así mismo. el movimiento global Graphic Medicine, nacido como grupo de investigación y difusión de
comics sobre patografías gráficas (la enfermedad contada por los afectados), creado por Ian Williams
(doctor en medicina, docente y creador de cómic), Michael J. Green (doctor en medicina interna), Susan
Merrill, Scott T. Smith, Kimberky R Myers (docentes de literatura y humanidades) y M. K. Czerwiec
(artista y enfermera), reivindica la utilización de los cómics (además de otros materiales como
infografías, cuentos, estudios,…) en la atención de la salud, tanto para la formación médica facilitando
la reflexión sobre la praxis, como para ayudar a los pacientes y las familias a comprender sus
enfermedades. Este enfoque permite incluir diferentes puntos de vista a la hora de interpretar la
enfermedad y trasciende el saber experto como única forma de conocimiento poniendo el foco en los
saberes de las personas afectadas. A su vez se desmontan las versiones estereotipadas de lo que es
la diversidad y la normalidad. El grupo de Willian creó una web donde recopilan y reseñan patografías
y comics divulgativos sobre salud. La consolidación de este movimiento se ha ido fraguado con las
aportaciones de los seminarios organizados por el profesor de la Facultad de Medicina de Pensilvania
Michael J. Green (2009), congresos científicos y las diferentes publicaciones de artículos científicos,
como el caso de la prestigiosa revista The Lancet, en los que se evidencia el potencial de los comics
como herramienta en la práctica médica. También en la revista científica estadounidense AMA Journal
of Ethics, de febrero de 2018, uno de sus números esta íntegramente dedicado a la utilidad de la
medicina gráfica, relatando varias aplicaciones prácticas. En esta línea cabe mencionar la iniciativa
Manga Edutainment Project to Open New Worlds 1 en el que se utiliza el comic manga como
herramienta educativa que, entre otros ámbitos, analiza las emociones como competencias socio-
personales. Mónica Lalanda médica de urgencias, con una maestría en ciencias en ética médica y
bioética, es la coordinadora del movimiento en España y editora de su página web
https://medicinagrafica.com/que-es-medicina-grafica/.
Altarriba propone que, para aterrizar toda la complejidad y permeabilidad conceptual que rodea a la
historieta, quizás demasiado deudora de la lingüística, es necesario utilizar una cartografía propia que
guie su análisis. A continuación, se propone una ficha de selección/análisis del comic, con diferentes
categorías de estudio y una breve descripción.
Tabla 3. Criterios de selección-análisis de contenido
  TÍTULO, AUTORÍA,
                        Título, autores/as (texto e ilustración), año y nacionalidad. Opinión de la crítica sobre el
     PREMIOS Y          valor del comic y/o premios obtenidos
      CRÍTICA
                        No ficción. Autocómic: autobiografía en formación, autopatografías, relatos de filiación,
       GÉNERO           memorias, documentales y autoficción
                        Ficción subversiva. Distópicos y Superhéroes
    DISEÑO DE LA
                        Formato del comic: usual o inusual. Número de páginas. Portada, contraportada, guardas
    PUBLICACIÓN
                        Relación texto-imagen. productiva/retórica, decorativa, redundante, complementaria
                        (añaden información y trabajan juntas), interdependencia (no significado por separado), en
   CONSTRUCCIÓN
                        paralelo (disociación), el texto como imagen.
     NARRATIVA          Sucesos y estructura de la historia. Ordenada y lineal o anacronías: analepsis, salto atrás
      (Mensaje          breve (flash back), narración anticipatoria o prolepsis, salto hacia el futuro (flash forward).
     connotado)         Relatos centrados en el argumento: transiciones momento a momento -ralentiza la acción,
                        aumento del suspense. Historias emocionales: acción a acción (avanza el argumento), tema
                                                                                                                       19
                             a tema (implicación del lector/a), escena a escena (distancia tiempo y espacio, concentra la
                             historia), aspecto a aspecto (se detiene el tiempo, deriva visual) y non sequitur. Sumario
                             (concentración de sucesos en poco espacio)
                             Diseño de página (diagramación). Número de viñetas, con cuadrícula fija (las más
                             habituales son las de 9, 6, 8 y 4, se pueden unir aportando más versatilidad, historia
                             detallada e informativa), sin cuadrícula fija o ruptura de cuadrícula (invita a prestar atención
                             a toda la composición, rompe el orden), márgenes, página completa (splash page o doble,
                             pueden introducir la historia o captar la atención). Intensidad (perspectiva profunda,
                             contraste, exageraciones, dibujo virtuoso, …
                             Personaje/s. Aspecto: realistas -cosifica a los personajes para diferenciarlos del lector/a-;
                             icónicos -verosimilitud-, cartoons -caricatura/deformación-; simbólicos; antropomórficos.
                             Comportamiento no verbal. Valores.
                             Espacios. Mundo donde se inserta la historia: escenarios elaborados
                             (realistas/caricaturescos), el contexto como personaje o ausente; sensación de lugar.
                             Tiempo/ritmo. Regular, monótono, tenso -staccato-, con cortes/fracturas
                             Técnicas narrativas. Seguimiento (tracking), movimiento panorámico (panning), división
                             del panel, el paso del tiempo, repetición del punto de vista, …
                             Estilo. Clasicista (belleza, sensación), animista (contenidos, intuición), formalistas
 ESTILO Y COLOR              (pensamiento, experimentación), iconoclastas (autenticidad, sentimiento)
 (Mensaje icónico            Color. Blanco/negro, manchas negras y claroscuro (trasmite las ideas más directamente).
    denotado)                Color (mayor expresividad y sensaciones); rojo: poder, sufrimiento y dolor, azul: nos atrae al
                             infinito, verde tranquilidad, esperanza, negro: muerte y blanco: pureza, alegría;
                             monocromáticos: cálidos (ocre, rojo y amarillo) y fríos (verde y azul)
                             Diseño, tamaño y forma. Apaisadas o verticales, similares (ritmo lento y monótono,
                             grandes: detienen el tiempo y remarca el dramatismo), pequeñas (acelera el tiempo) y/o
                             viñetas incrustadas/flotantes (acentúa interés visual y complica el orden de lectura).
                             Posición de los personajes, metáforas visuales (convenciones que comunican estados de
    VIÑETAS                  ánimo), onomatopeyas.
 (Mensaje icónico            Marco. Sin marco (detiene el tiempo, invita a la contemplación, no fronteras, no
    denotado)                contención); a mano alzada, irregulares (más intimidad/honestidad, relatos íntimos) o con
                             formas extrañas (narrativa rebelde y fracturada); sin calles (sin márgenes, puede llegar a
                             abrumar)
                             Encuadre. Punto de vista objetivo (primer plano, intensidad emocional), subjetivo
                             (perspectiva del personaje)
                             Tipos de texto. Cartelas o didascalias (focalización interna), globos o bocadillos
                             (focalización externa excepto los de pensamiento; formas, uniones, orden, diálogos, tipo de
       TEXTO
                             texto, tipografía, cartelas flotantes, efectos sonoros, …).
      (Mensaje               Narrador: heterodiegético: en tercera persona, homodiegético: en primera persona,
    lingüístico)             autodiegético: ha vivido los acontecimientos.
                             Funciones. Anclaje (aclara la información), conmutación (continuidad narrativa)
   PROPUESTA
                 ¿Es posible leerlo para reflexionar sobre algún tema?
    TEMÁTICA
DESTINATARIOS/AS Lector/a implícito previsible
 Fuente: Elaboración propia a partir de Eisner (1998), Gubern (1972), McCloud (2016), Millidge (2010) y Rovira, Rovira-Collado. y
                                                         Contreras (2018)
                                                                                                                                    20
Extraído de Diseño de cómic y novela gráfica.
La guía esencial (2005) de Spencer Millidge,
Gary
                                          21
       Figura 20. Cuéntalo (2018) de Emily Carroll y Laurie Halse Anderson. Ejemplo de diseño de páginas
nada convencional con una viñeta a sangre donde se sitúan otras viñetas flotantes y la otra con viñetas sin
               marco y donde hay equilibrio entre el texto y la imagen. Cartelas flotantes
Figura 22. Ejemplo de elipsis mal planteada. Las 7 bolas de cristal (1996) de Hergé
                                                                                                         22
Figura 23. Fun Home (2006) de Alison Bechedel.   Figura 24.: Blankets de Craig Thompson. Ejemplo de diseño
Ejemplo de cohesión a través de la repetición
                                                       de página a través de los cuadros de una manta
                                                                                             23
Compara las viñetas e identifica cinco diferencias. Describe tus sensaciones
DIFERENCIAS DE FORMA:
   1.   La sangría de la segunda viñeta (expansión hasta los bordes)
   2.   Mayor nivel de detalle realista también en l segunda viñeta
   3.   Ausencia de bocadillo de dialogo
   4.   En la segunda viñeta el ángulo del encuadre está bajo y descentrado
   5.   Aumento del sentido de la profundidad
¿DIFERENTE EXPERIENCIA LECTORA?
   1.   No hay contención a través de los marcos de la viñeta, mayor tamaño, se abre la escena
   2.   Los detalles realistas despiertan recuerdos y sensaciones
   3.   El silencio da calma a la escena
   4. La profundidad, el encuadre descentrado te permite sumergirte en el mundo del autor/a
                                                                                                 24
Tipos de relación entre la imagen y las palabras según Scott McCloud
                                                                       25
Estilo clasicista, animista, formalista e iconoclasta según Scott McCloud
                                                                            26
27
Las siguientes páginas del dibujante Matt Madden (2013) pertenecen a su obra 99 ejercicios de estilo
(2007) en donde, inspirándose en Raymond Queneau que cuenta de forma diferente una misma
historia, la reinterpreta casi un centenar de veces. Las imágenes que han seleccionado ilustran y
refuerzan las ideas expuestas en el texto.
Historieta modelo
                                                                                                 28
Al estilo de Rodolphe Töppfer
                                29
Al estilo de Richard F. Outcault creador de The Yellow Kid
                                                             30
Al estilo de George Herriman con Krazy Kat (Krazy & Ignatz)
                                                              31
Encuadre subjetivo, desde de la mirada del personaje
                                                       32
Narrada a través de una analepsis (flashback)
                                                33
Narrada como tira de prensa
                              34
Narrada como chiste político a través de una viñeta única
                                                            35
Estilo comic underground
                           36
Narrada a través de una única viñeta
                                       37
Narrada a través de treinta viñetas sin calle
                                                38
Narrada a través viñetas horizontales con calle
                                                  39
Narrada a través de viñetas verticales con calle
                                                   40
Narrada a través de primerísimos planos
                                          41
Narrada a partir del mismo plano general
                                           42
Estilo de dibujo sin línea
                             43
Estilo de dibujo siluetas
                            44
Estilo de dibujo maximalista
                               45
Narrada a partir de un punto fijo en el espacio
                                                  46
Transiciones entre viñetas según Scott McCloud
                                                 47
    5. BIBLIOGRAFÍA
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                                               Anexo
                       EL MANIFIESTO DE LA NOVELA GRÁFICA
                                           Eddie Campbell
Existe tanto desacuerdo (entre nosotros mismos) e incomprensión (por parte del público) acerca del
tema de la novela gráfica que ha llegado el momento de establecer unos principios básicos.
   1. Novela gráfica es un término desagradable, pero lo emplearemos partiendo de la premisa de
      que por gráfico no nos referimos en absoluto a gráficos y de que novela no significa nada
      relativo a las novelas (de la misma manera que impresionismo no es un término estrictamente
      aplicable; de hecho, fue empleado originalmente como un insulto y posteriormente adoptado
      en espíritu de desafío).
   2. Puesto que no estamos de ningún modo refiriéndonos a la novela literaria tradicional, no
      sostenemos que la novela gráfica deba ser de las mismas dimensiones o peso físico. En
      consecuencia, los términos novella y novellete no son aplicables aquí y sólo contribuyen a
      confundir y distraer a los espectadores de nuestro objetivo (ver abajo), haciéndoles pensar que
      estamos creando una versión ilustrada de literatura estándar cuando en realidad tenemos
      asuntos más importantes que atender; esto es, estamos forjando una nueva forma de arte que
      no estará atada a las reglas arbitrarias de una anterior.
   3. Novela gráfica significa un movimiento más que una forma. De manera que podemos hacer
      referencia a antecedentes de la novela gráfica, como las novelas en xilograbados de Lynd
      Ward, pero no tenemos interés en aplicar el nombre de manera retroactiva.
   4. Puesto que el novelista gráfico contempla con respeto los antecedentes de genios y profetas
      sin cuyo trabajo no pudiera haber imaginado el suyo propio, no se siente obligado a ponerse
      en fila detrás de Rake's Progress de William Hogarth cada vez que obtiene una mención o
      publicidad para sí mismo o para el arte en general.
   5. Puesto que el término define un movimiento, o un evento en evolución, más que una forma, no
      se gana nada con definirlo o medirlo. Tiene aproximadamente treinta años, aunque el concepto
      y nombre ha comenzado a sonar desde hace al menos diez. Como aún se está desarrollando
      existe una gran posibilidad de que cambie su naturaleza el año que viene por estas mismas
      fechas.
   6. El objetivo del novelista gráfico es tomar la forma de la historieta, que se ha convertido en algo
      embarazoso, y elevarla a un nivel más ambicioso y significativo. Esto implica generalmente
      aumentar su tamaño, pero debemos evitar caer en discusiones acerca del tamaño permisible.
      Si un artista ofrece un par de historias cortas como su nueva novela gráfica, (como hizo Eisner
      en Contrato con Dios) no debemos caer en polémicas. Sólo debemos preguntarnos si su novela
      gráfica es un par de buenas o malas historias cortas. Si él o ella utiliza un personaje que
      aparece en otra obra, como las varias apariciones de Jimmy Corrigan fuera del libro principal,
      o los personajes de Gilbert Hernandez, etc., o incluso personajes que no queremos permitir en
      nuestra sociedad secreta, no los descartaremos por esa razón. Si su libro no se parece en nada
      a las historietas, no le objetaremos nimiedades como ésa. Sólo debemos preguntarnos si esa
      obra contribuye a la suma total del conocimiento de la humanidad.
   7. El término novela gráfica no debe emplearse para describir un formato comercial (como "trade
      paperback" o "tapa dura" o "formato Prestige"). Puede ser un manuscrito inédito, o serializado
      en partes. Lo importante es la intención, incluso si la intención llega después de la publicación
      original.
   8. El tema del novelista gráfico es toda la existencia, incluyendo su propia vida. Él o ella desdeña
      la ficción de género y todos sus feos clichés, aunque intenta mantener una mente abierta
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9. . Rechaza especialmente la noción, que aún prevalece en muchos círculos, y no sin razón, de
   que el cómic viene a ser un subgénero de la ciencia ficción o de la fantasía heroica.
10. Al novelista gráfico jamás se le ocurrirá emplear el término novela gráfica cuando hable con
    sus colegas. Entre ellos se referirán por norma general a su "último libro", su "trabajo en
    proceso", "esa chapuza", incluso "cómic", etc. El término se empleará como un emblema o una
    vieja bandera que deberá ser ondeada a la llamada de la batalla, o cuando se masculla para
    preguntar sobre la localización de cierta sección en una librería desconocida. Los editores
    deberán emplear el término una y otra vez hasta que signifique aún menos que la nada que ya
    significa ahora.
    Aún más, los novelistas gráficos serán muy conscientes de que la próxima generación de
    historietistas escogerá trabajar en las formas más sencillas posibles y se burlarán de nuestra
    pomposidad.
11. El novelista gráfico se reserva el derecho de negar parte o todo de lo mencionado arriba si ello
    le supone ventas rápidas"
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