miércoles, 24 de abril de 2019
JESÚS ES EL HIJO DE DIOS
#JesúsInstruyeASusDiscípulos
Texto: Marcos 9:38-40
Título: El orgullo crea exclusividad
Introducción
     Uno de los tristes resultados de la carnalidad entre el pueblo de Dios, es el desanimo de
los líderes. El libro de los Números capítulo 11 nos narra la historia del reclamo del pueblo a
Dios por el mana que les proveía. 
   En este capítulo vemos a Moisés que se queja con Dios, y en repetidas ocasiones el usa los
pronombres “yo” “a mí” “mío”, porque su preocupación era él mismo y no la gloria de Dios. Al
final, Moisés estaba listo para rendirse: “No puedo” ¡Estaba tan desanimado por la actitud
carnal entre el pueblo de Dios que incluso pidió que lo matara !
    Dios en su gracia, suplió a la necesidad de Moisés, le proveyó de setenta ancianos para
que le ayudaran en su ministerio, y tomo del mismo Espíritu que había dado a Moisés y le dio a
los setenta ancianos para que le ayudaran. Cuando todos estaban reunidos al rededor del
Tabernáculo, Dios puso sobre ellos el mismo Espíritu y todos ellos profetizaron, no cesaron.
Pero habían se habían quedado en el campamento dos hombres que sus nombres estaban
incluidos en la lista de ancianos, Eldad y Medad, y estando ellos en el campamento,
empezaron a profetizar también cuando el Espíritu reposo sobre ellos. Entonces corrió un
joven y dio aviso a Moisés, y dijo: Eldad y Medad profetizan en el campamento. Josue, quien
era ayudante de Moises, dijo: Impídeselos. ¿Cual fue la respuesta de Moisés a esta petición?
Números 11:29  “Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de
Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.”
       Moisés no mostró ninguna envidia hacia los hombres que recibieron el Espíritu para
profetizar. Esto es una señal de un gran hombre. Sin duda Moisés tuvo sus días de desaliento,
como todos nosotros, pero era un hombre de Dios a pesar de sus fracasos. ¿Por qué
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tomamos esta historia como introducción a la exposición del pasaje correspondiente al día de
hoy? Porque encontramos similitudes entre ambos. El hombre de Dios no debe sentir envidia o
celos por su hermano que sirve al Señor. El hombre de Dios no debe tener una mente estrecha
en este asunto, que mejor que su pensamiento fuera como el de Moisés: Ojalá todo el pueblo
de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos. 
1. El pensamiento estrecho de los discípulos v38
        En esta ocasión, no es el apóstol Pedro quien habla a nombre de los discípulos,
curiosamente es el apóstol Juan el que lo hace ¿Cómo nos damos cuenta que Juan toma el
lugar de porta voz en está discusión? Porque incluye a los demás, haciéndolos participes de
una manera de pensamiento: “Maestro, hemos visto…” …” pero él no nos sigue…” “….y se lo
prohibimos porque no nos seguía…”
   Por tanto, el texto bíblico nos muestra la mente tan estrecha o el tipo de pensamiento que
continua en la cabeza de los discípulos. Habían visto a un hombre, él cual no tenia ninguna
“relación” con “ellos”, expulsando demonios en el nombre de Jesús: Notemos las palabras:
“Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera demonios…” Para ellos no es
importante quién era este “uno” que obraba en el nombre de Jesús; su preocupación era que:
este desconocido estaba realizando aquello que ellos habían sido comisionados por el mismo
Jesús a realizar (Marcos 6, 7-13) sin formar parte del grupo de los doce discípulos. 
       El contexto en que las Palabras de Juan – que en realidad era la voz de todos – se
encuentra en la enseñanza de Jesús sobre la humildad y el servicio. Recordemos que esta
“clase” impartida por Jesús a sus discípulos, tuvo como inicio la disputa o discusión que los
doce entablaron durante el camino de Cesarea de Filipo a Capernaun; y que ellos estando en
casa – Posiblemente la de Pedro – continuaron con la discusión sobre quién seria el principal
entre ellos en el Reino de Cristo. Entonces Jesús, les instruye sobre la actitud del corazón que
debe tener todo aquel que le sigue: Si se tiene el corazón de un niño, no habrá ningún
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problema o dificultad para someterse y servir a los demás; y si tenemos la actitud de un niño,
recibiremos a los servidores de Cristo sin la mayor dificultad. 
     En este punto de la enseñanza, el apóstol Juan sintió que era necesario defender a los
discípulos, y expresa el pensamiento o sentir sobre la manera en la que ellos veían lo que era
seguir a Jesús. Para ellos seguir a Jesús era algo exclusivo; nadie más podía expulsar
demonios, sanar enfermos, si no pertenecía al grupo de discípulos. En este caso, se menciona
solamente la expulsión de demonios ¿Qué hacen entonces? Intentan prohibirle a este hombre
expulsar los demonios en el nombre de Jesús. Es evidente que Juan quería cambiar el tema ya
que Jesús había expuesto su pensamiento equivocado respecto al significado que ellos tenían
de grandeza en el reino de Dios. 
   Recordemos que Juan y su hermano Jacobo tenían una inclinación por buscar la gloria y el
reconocimiento personal:
Marcos 10:35 “Entonces Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, se le acercaron, diciendo: Maestro,
querríamos que nos hagas lo que pidiéremos. 36    El les dijo: ¿Qué queréis que os haga?
37  Ellos le dijeron: Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a
tu izquierda.”
      Regresando a la actitud del hombre que expulsaba demonios en el nombre de Jesús:
Vemos claramente que no tenia una relación intima con los otros seguidores, pero con toda
probabilidad podemos decir que había creído que Jesús verdaderamente era el Hijo de Dios,
ya que expulsaba demonios en Su nombre o bajo Su autoridad. Entonces los discípulos tratan
de impedírselo, pero no pudieron hacerlo; ¿qué nos indica esto? esto nos indica que: aquel
hombre estaba totalmente convencido que lo que hacía era correcto y justo. Lo estaba
haciendo “en el nombre de Cristo”, esto quiere decir que para él “en nombre de Cristo” no era
una formula mágica; era una realidad. 
    ¿Cuál es la razón por la que los discípulos intentan prohibir a aquel hombre? “… y se lo
prohibimos, porque no nos seguía.” ¡Maestro: Este hombre no forma parte de nuestro grupo !
Vemos aquí la mente cerrada que había en ellos. 
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Enseñanza: Hemos llegado, por lo que encontramos en la Escritura, a la convicción de
defender y predicar el sano evangelio de aquellos que lo distorsionan. Sin embargo hay que
entender que la defensa no es contra la persona en sí misma, es contra el contenido de su
enseñanza. Amados hermanos, había diferencias doctrinales aun entre Lutero, Calvino y
Zuinglio, más nuestro Señor, con un grande amor, uso y unió a estos hombres para dar a
conocer Su gracia al mundo. Entre nosotros no hay mejores siervos, todos servimos bajo la
autoridad de Cristo. Y lo que hacemos en la obra, lo hacemos para Cristo, no para los
hombres. Esta es la mentalidad bíblica que debe tener todo aquel que dice ser servidor del
Señor. La Iglesia Belén no tiene exclusividad en el reino de Dios. 
2. Jesús corrige con amor el celo de los discípulos. V39-40
    Vemos como Jesús reprueba el cerrado pensamiento de sus discípulos: “39   Pero Jesús
dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda
decir mal de mí. Son tan claras las palabras de Jesús y la razón que da para no impedirle a
este hombre que continué con aquella obra: “…porque ninguno hay que haga milagro en mi
nombre, que luego pueda decir mal de mí…” Si este hombre era un verdadero creyente en
Jesucristo, él predicaría la verdad acerca de él ¿y por qué este hombre no predicaría mentira?
porque no esta en contra de Cristo, no puede hablar más de Cristo porque no piensa mal de él
¡Cuanta diferencia con la actitud de los fariseos y escribas ! Estos eran hijos del diablo, por lo
tanto estaban contra Cristo y su doctrina (Juan 8:44) Pero todo aquel que obra bajo la
autoridad de Cristo, es porque ha creído en él cuando lo hace con humildad, bajo Su voluntad
revelada, y buscando la gloria de Su Señor antes que la propia gloria. Y de ahí Jesús continua
diciendo: v40 “Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.” Vemos con cuanto amor
Jesús incluye a los suyos “…nosotros…” Los asocia consigo mismo, en lugar de decir “mí”
dice “nosotros” Cuando una persona a tenido un encuentro con Cristo, es imposible que
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permanezca neutral, no puede estar en contra de Cristo y de Su Reino ¿Cual es la enseñanza
de esta porción bíblica?
   La competencia por tener siempre el control en la iglesia es una tentación a la que estamos
todos expuestos. Cuando en nuestro corazón esta el deseo de que los demás hagan siempre
lo que nosotros proponemos, es una señal de orgullo y de un deseo interno muy fuerte de
querer controlar las cosas. Así mismo se une la tentación de querer sobre salir siempre por
encima de los demás. Estas conductas manifiestan una mentalidad carnal, lejos de reflejar una
vida cristiana y de sumisión al Espíritu Santo, manifiestan una raíz de orgullo que crece en el
corazón. 
     Juan y los demás discípulos guardaban con celo su posición y poder así que intentaron
callar a este hombre desconocido. Pero Jesús les regaña porque el ministerio no trata de la
autoridad y poder de los discípulos; trata de la influencia y avance del reino de Dios. Las
palabras proverbiales de Jesús – Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es. – nos
da el ejemplo que el propósito de Dios en el mundo es mucho más grande que nuestra iglesia
local o nuestra denominación. La iglesia debe reunirse en al rededor de Cristo, no al rededor
de sus propios intereses. 
Para Nuestra Espiritualidad
     Estamos expuestos a sentir celos de los demás. Podemos sentir celos de los dones de
otros y del reconocimiento que reciben. Sin embargo, Jesús nos recuerda con sus palabras
que nuestros ministerios no tratan de nosotros; tratan de los asuntos del reino de Dios. 
       Recordemos el ejemplo de Pablo: Mientras Pablo estaba preso en Roma, algunos
“ministros” rivales aprovechan la oportunidad para causarle problemas, y predicaban a Cristo
por contienda y no de manera sincera (Filipenses 1:15-18) no obstante, él se regocija también
del éxito de estos predicadores, sea por pretexto o por verdad, Cristo era predicado. Notemos
que Pablo estaba preocupado por el progreso del evangelio más que por su propia influencia y
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reputación. Esta debe ser el comportamiento de la iglesia, buscar el progreso del evangelio,
que Cristo sea predicado. Si dentro de nuestra comunidad existen iglesias enseñando el
correcto evangelio, pero no son de nosotros, regocijémonos, Cristo es predicado.