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Sanando El Corazón

Este documento habla sobre sanar el corazón espiritual. Explica que el corazón físico bombea la sangre por el cuerpo, mientras que el corazón espiritual guía la vida mediante los pensamientos y emociones. Se debe cuidar el corazón espiritual evitando que entren pensamientos negativos y dejando entrar los de Dios. Un corazón endurecido es resistente a Dios, mientras que uno sensible escucha su voz. Dios desea sanar las heridas del corazón y dar un corazón nuevo.
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Sanando El Corazón

Este documento habla sobre sanar el corazón espiritual. Explica que el corazón físico bombea la sangre por el cuerpo, mientras que el corazón espiritual guía la vida mediante los pensamientos y emociones. Se debe cuidar el corazón espiritual evitando que entren pensamientos negativos y dejando entrar los de Dios. Un corazón endurecido es resistente a Dios, mientras que uno sensible escucha su voz. Dios desea sanar las heridas del corazón y dar un corazón nuevo.
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SANANDO EL CORAZÓN

INTRODUCCIÓN:
Si hablamos en términos biológicos el Corazón es el órgano central de la circulación de la
sangre, y su función es
"bombearla", a todo tu cuerpo,
esto hace que todos los
elementos nutritivos que el
cuerpo necesita circulen por las
arterias.
La sangre hace el recorrido
impulsado siempre POR EL
CORAZÓN.
Por tanto, un coágulo que
impida el paso de la sangre, una
ruptura de una arteria que
provoque una hemorragia que
ahogue el Corazon, pueden causar trastornos que nos pueden llevar a la muerte.
Entonces el corazón es uno de los órganos del cuerpo humano más importantes, con el que
nuestro sistema sanguíneo es impulsado por todo el cuerpo.
Así como tenemos un corazón físico que es el motor principal, también tenemos un corazón
espiritual, el cual guía nuestra vida, si está sano y bien cuidado.
Cuando se habla en la palabra de Dios, sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón se refiere
al corazón espiritual, ya que éste, está conectado al corazón físico.

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él, mana la


vida
Proverbios 4:23

La palabra corazón utilizada en este versículo no se refiere simplemente al órgano principal


del cuerpo humano, si no que cuando nos menciona corazón se esta refiriendo a donde se
alojan ideas, emociones, pensamientos. Es de donde salen las cosas buenas o las cosas malas,
es lo que puede contaminar al hombre.
Mat 15:18

Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al


hombre

Prov. 23:7

Porque cuál es su pensamiento en su corazón, tal es él.

Somos lo que pensamos y actuamos.

ALGUIEN DIJO ALGUNA VEZ SI QUIERES CAMBIAR TUS RESULTADOS,


CAMBIA TUS ACCIONES, SI QUIERES CAMBIAR TUS ACCIONES CAMBIA TUS
PENSAMIENTOS Y SI QUIERES CAMBIAR TUS PENSAMIENTOS GUARDA TU
CORAZÓN.

Nada puede salir sin antes haber entrado.


Cuando el proverbio nos dice guarda tu corazón
nos esta diciendo cuida lo que entra en tu
corazón, cuida de que no entren los
pensamientos equivocados.

A veces nos hemos acostumbrado o rendido ante


pensamientos que no son los pensamientos que
vienen de Dios.

Filp 4:8

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo


lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si
hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

No podemos evitar que las aves vuelen por encima de nuestra cabeza, pero si podemos evitar
que hagan su nido…. No podemos evitar que los pensamientos equivocados toquen la puerta
de nuestro corazón pero si podemos evitar abrirle la puerta.

Al ya saber que papel cumple el corazón espiritual ahora debemos nosotros tener una
disposición para poder actuar de la manera correcta, pero no siempre todas las personas
escucharán el llamado de Dios, provocando lo siguiente en sus corazones:
UN CORAZÓN ENDURECIDO

Hebreos 3.7-9

Por lo cual, como dice el Espíritu


Santo: Si oyereis hoy su voz,No
endurezcáis vuestros corazones Como
en la provocación, en el día de la
tentación en el desierto, Donde me
tentaron vuestros padres; me
probaron, Y vieron mis obras cuarenta
años.

Dios llama constantemente a sus hijos, pero la


condición de cada corazón determina el resultado. Quienes tienen un corazón tierno y
sensible escuchan su voz, y se rinden a Él en obediencia; pero quienes tienen un corazón
endurecido resisten sus advertencias e instrucciones. Curiosamente, al escuchar la misma
voz, la reacción de los creyentes será diferente.

Puesto que el endurecimiento es un proceso lento que está acompañado a menudo de excusas
y justificaciones, es posible que las señales de peligro no sean reconocidas de inmediato.

¿CÓMO RESPONDE USTED CUANDO EL SEÑOR LE HABLA POR MEDIO DE SU


PALABRA, DE SU CONCIENCIA, O DE MENSAJES BASADOS EN LA PALABRA?

Las siguientes características son de un corazón endurecido:

 Insensibilidad o resistencia a lo que el Señor dice.


 Rechazo a la autoridad de Dios.
 Desobediencia.
 Justificación de la conducta pecaminosa.
 Resistencia a la corrección de los demás.
 Preocupación por las cosas de este mundo (carrera, relaciones, bienes materiales).
 Poco interés en los asuntos espirituales.
 Indiferencia por la lectura de la Biblia y oración.
 Evasión de la adoración colectiva (reunión con otros creyentes).

Un corazón endurecido no tiene por qué mantenerse inflexible. Si usted ha identificado en


su vida cualquiera de las características mencionadas, comience hoy mismo a volver al
Señor. Pídale que le dé un corazón nuevo y el deseo de conocerle
Jeremias 24.7.

Y les daré corazón para que me conozcan que yo soy Jehová; y me


serán por pueblo, y yo les seré a ellos por Dios; porque se volverán a
mí de todo su corazón.

Recuerde que Él se especializa en hacer nuevas todas las cosas

2 Corintios 5.17

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

¿QUÉ ES LO QUE DIOS DESEA HACER CON NOSOTROS?


¿PASARÁ POR ALTO TU DOLOR?

SALMOS 22: 24

“Pues no ha pasado por alto ni ha tenido en menos el sufrimiento de


los más necesitados; no le dio la espalda, sino que ha escuchado sus
gritos de auxilio”

En todo el recorrido de nuestra vida, con el pasar de los años siempre solemos recordar
algunas circunstancias tristes y otras felices, diferentes momentos como falta de perdón,
pérdidas de seres queridos, relaciones que fracasaron, sentimientos de cólera, rechazo,
maltrato, abandono en nuestra niñez, falta de aceptación o baja autoestima en nuestra
adolescencia.
Estas y muchas otras situaciones hacen que nuestra vida necesitemos el toque de Dios, pero
no todas las personas buscan de Dios para sanar las heridas del corazón, solo mis pocas tienen
el anhelo de conocerlo y tener sed de él.
Una persona que tiene un corazón herido, nunca podrá tener una relación íntima con Dios.
Cuando el enemigo tiene tu corazón, también tendrá autoridad en casi toda otra área de tu
vida incluyendo finanzas, familia, relaciones y aun trabajo.
Pero cuando Dios tiene control de tu corazón, Él toma control de toda circunstancia en tu
vida y puedes entrar en él lugar de descanso y libertad,
Si hay áreas en tu vida o en tu corazón, que todavía están heridas por causa de traumas del
pasado, o situaciones difíciles.
El señor vino para sanar y vendar las heridas de nuestros corazones rotos
Eclesiastés 3:3

“… tiempo para sanar”.

No podemos dejar que el tiempo pase con heridas que sigan doliendo.

La sanidad que Jesús quiere darte no es superficial sino desde adentro. Si tienes una herida
que necesita su atención, entonces conversa con Dios sobre esa herida, deja que Dios la
vende y la cura ya que Dios está muy interesado en curar esas heridas él no las ignora.
Dios sabe lo difícil que es para nosotros vivir así y por eso nos ofrece su sanidad.

ÁREAS O NECESIDADES QUE DEBEMOS PULIR PARA


TENER UN CORAZÓN SANO, CONFORME AL CORAZÓN DE
DIOS
FALTA DE PERDÓN:
La falta de perdón ha saqueado el
mundo. Es la causa de guerras,
asesinatos y divorcios.
El ingreso emocional de falta de
perdonar es fatiga nerviosa (tensión),
enojo, odio y celos.
La falta de perdón expone nuestro
corazón a heridas emocionales y
espirituales. Eventualmente, la falta de
perdón provoca en el cuerpo físico
enfermedades, incluso hacia la muerte.
Ciertamente, el más gran asesino de
tierra no es cáncer, enfermedades del
corazón o alguna otra enfermedad física.

El más gran asesino de tierra es la falta de perdón y amargura del corazón.


La palabra del Señor tiene bastante que decir sobre el perdón y la falta de perdón. Quizá la
más conocida de las enseñanzas sobre la falta de perdón es la parábola de Jesús acerca del
siervo despiadado, registrada en Mateo 18:21-35.
En la parábola, un rey perdona una deuda sumamente grande (básicamente una que nunca
podría ser reembolsada) de uno de sus siervos. Sin embargo, más tarde ese mismo siervo se
niega a perdonar una pequeña deuda de otro hombre. El rey escucha acerca de esto y revoca
el perdón que había otorgado.
Jesús concluye diciendo: "ASÍ TAMBIÉN MI PADRE CELESTIAL HARÁ CON
VOSOTROS SI NO PERDONÁIS DE TODO CORAZÓN CADA UNO A SU
HERMANO SUS OFENSAS"
Otros pasajes nos dicen que seremos perdonados cuando perdonemos, por ejemplo:
Mateo 6:14
Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a
ustedes su Padre celestial.
Mateo 7:2
Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a
otros, se les medirá a ustedes.
No debemos confundirnos aquí; el perdón de Dios no se basa en nuestras obras.
El perdón y la salvación se basan totalmente en la persona de Dios y por la obra redentora de
Jesús en la cruz. Sin embargo, nuestras acciones demuestran nuestra fe y la medida en la que
entendemos la gracia de Dios.
Lucas 7:47
Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le
han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poca ama.
Somos completamente indignos, aun así, Jesús escogió pagar el precio por nuestros pecados
y darnos el perdón.
Cuando verdaderamente entendamos la grandeza del don de Dios para nosotros, vamos a
transmitirlo a otros. Hemos recibido la gracia, y a cambio deberíamos extender la gracia a
otros. En la parábola, estamos indignados por el siervo que no perdonaría una deuda menor
después de haber sido perdonado por una deuda impagable. Sin embargo, cuando no
perdonamos, estamos actuando como el siervo de la parábola.

La falta de perdón también nos priva de la vida plena que Dios quiere para nosotros. En
lugar de promover la justicia, nuestra falta de perdón empeora y termina en amargura.
Hebreos 12:14-15 advierte, "Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al
Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que, brotando
alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados".
Asimismo, 2 Corintios 2:5-11 advierte que la falta de perdón puede ser una apertura para
que Satanás nos haga desviar.

También sabemos que aquellos que han pecado contra nosotros, a quienes talvez no
queramos perdonar, son responsables ante Dios .Es importante reconocer que perdonar no
es restar importancia a algo malo que nos hayan hecho o necesariamente reconciliar.
Cuando elegimos perdonar, liberamos a una persona de su deuda para con nosotros.
Renunciamos al derecho de buscar venganza personal.
Decidimos que no vamos a mantener su transgresión contra él. No obstante, no podemos
permitir que esa persona necesariamente vuelva a ganar nuestra confianza o incluso liberar
totalmente a esa persona de las consecuencias de su pecado.
Se nos dice que "la paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23).
Mientras que el perdón de Dios nos libera de la muerte eterna, no siempre puede librarnos
de las consecuencias del pecado parecidas a las de la muerte (como una relación rota o el
castigo dado por el sistema de justicia).
El perdón no significa que actuamos como si no se hubiera hecho ningún mal; significa que
reconocemos que la abundancia de la gracia nos has sido dada y que no tenemos derecho a
mantener la maldad de alguien sobre su cabeza.

Una y otra vez, la escritura nos llama a perdonar a los demás.


Efesios 4:32
"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos
unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo".
Mucho hemos recibido en cuanto al perdón, y de la misma manera se
espera que respondamos con los demás. Aunque el perdón por lo
general es difícil, el no perdonar es desobedecer a Dios y
menospreciar la grandeza de su don.
Con la guía del Espíritu Santo hemos visto a personas ser sanadas de estas enfermedades
durante la ministración de liberación.
Muchas enfermedades comienzan a manifestarse en las personas a medida que comienzan a
envejecer. Durante el curso de sus vidas no han perdonado, han guardado rencores, no han
soltado a personas, se han aferrado a la ira y no han sido libres.
Algunos creen que no pueden perdonar porque no sienten hacerlo. La realidad es que hay
muchas cosas que deberá hacerlas por fe. Usted no puede actuar solo de acuerdo a lo que
siente, porque puede tener ganas de darle puñetazos a una persona. El perdón no siempre será
un acto de fe, sino que también se requiere de un acto de su voluntad. Puede encontrarse con
que tiene que actuar y pedir perdón, y con la fortaleza de Dios, podrá realmente hacerlo. El
poder perdonar le traerá sanidad a su cuerpo, mente y espíritu.
CONFIESALE A DIOS TU DOLOR:

“El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de


espíritu abatido”

(Salmo 34:18 NVI).

Cada uno de nosotros experimentará pérdidas en la vida, así que, ¿Cómo sana Dios un
corazón quebrantado?
No evitando el dolor. No puedes pasar por debajo; no puedes rodearlo. Tienes que
atravesarlo. Y si estás asustado para expresar tus emociones y rechazas pasar por estos, ahí
es donde te estancas.
Pero ¿Cómo te desatoras? Dejas que Dios te ayude. Aquí hay seis formas en las que Dios
bendice un corazón quebrantado.

1. DIOS TE ACERCA A SÍ MISMO.

Salmo 34:18 dice, “El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de
espíritu abatido” (NVI). Cuanto tienes duelo, puedes sentir que Dios está a un millón de
kilómetros de distancia. Pero lo que sientes y la realidad no siempre son la misma cosa. Dios
no está a millones de kilómetros de distancia. De hecho, Él nunca había estado más cerca.

2. DIOS SE DUELE CONTIGO.

La Biblia nos dice que Jesús fue “hombre de dolores, conocedor del dolor más
profundo” (Isaías 53:3 NTV). Cuando vienes a Jesús con tu dolor, Él sabe de lo que estás
hablando, y entiende tu dolor. Dios es compasivo. Él no está lejos. Él no es apático. Él no
está detrás de la barrera. Él se duele contigo.
3. DIOS TE DA UNA FAMILIA EN LA IGLESIA COMO APOYO.

Fuimos hechos para dolernos en comunidad. Sanar es mejor en grupos. Sanar sucede en la
iglesia. Sanar viene en la comunión. ¡Somos mejores juntos!

“también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en


Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás … Ámense unos a
otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente…
Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran”

(Romanos 12:5, 10, 15)

4. DIOS USA EL DUELO PARA AYUDARTE A CRECER.

Dios usa el duelo e incluso el dolor para ayudarte a ser más como Cristo, y lo hace de tres
maneras: Dios usa el dolor para obtener tu atención (Proverbios 20:30), Él saca lo bueno de
lo malo (Romanos 8:28), y Él te prepara para la Eternidad (2 Corintios 4:17-18).

5. DIOS TE DA LA ESPERANZA DEL CIELO.

Hay muchas personas que se duelen sin esperanza. Tu vida en esta tierra es corta, pero si
crees en Jesucristo y confías en Él para tu salvación, entonces tienes la esperanza de pasar la
eternidad en el cielo con Dios, y esa esperanza te sustentará durante tiempos de pérdida. La
Biblia dice en

1 Tesalonicenses 4:13

“Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya


han muerto, para que no se entristezcan como esos otros que no tienen
esperanza” (NVI).

6. DIOS USA TU DOLOR PARA AYUDAR A OTROS.

Es llamado el dolor redentor; este es el mejor uso que le puedes dar al dolor que estás
pasando. Dios no quiere que desperdicies una herida.

“Él nos consuela en todas nuestras dificultades para que nosotros


podamos consolar a otros. Cuando otros pasen por dificultades,
podremos ofrecerles el mismo consuelo que Dios nos ha dado a
nosotros”

(2 Corintios 1:4 NTV).


SUELTA EL PASADO

¿CÓMO OLVIDAR EL PASADO?


Si, aunque los humanos somos capaces de
hacer cosas bastante tontas, Dios nos ayuda
a olvidar lo que nos daña y no nos trae paz.
Si miramos hacia atrás, probablemente
podamos ver algunas cosas de las que nos
avergonzamos y que desearíamos no haber
hecho nunca. O tal vez no es lo que hemos
hecho, sino lo que alguien nos ha hecho lo
que nos ha dejado sintiéndonos mal con
nosotros mismos.

Pero la Palabra de Dios nos dice que si alguien está en Cristo, él es una nueva creación;
las cosas viejas han pasado; he aquí, todas las cosas han llegado a ser nuevas (2 Corintios
5:17).
Eso significa que no somos la persona que solíamos ser antes de la salvación. Podemos vivir
en los mismos cuerpos, y NUESTRAS MENTES NECESITAN SER RENOVADAS DÍA
A DÍA. Pero nuestros espíritus han sido recreados en Cristo Jesús. Y Su sangre nos ha lavado
más blancos que la nieve. Así que ahora tenemos un nuevo comienzo.

¿POR QUÉ MIRAMOS HACIA ATRÁS Y NOS IDENTIFICAMOS CON NUESTROS


ERRORES Y FRACASOS PASADOS?

Si no nos estamos castigando a nosotros mismos, otras personas nos están recordando nuestro
pasado. Y si la gente no nos lo recuerda, el acusador de los hermanos constantemente nos
susurra que no somos buenos. Pero, ¿qué ha dicho Dios de nosotros?

Eso es todo lo que realmente importa. A través de las Escrituras se nos recuerda que
debemos olvidar el pasado. Y si alguna vez planeamos cumplir el propósito que Dios nos
ha dado, debemos dejar de mirar hacia atrás, porque el pasado realmente no tiene nada que
ver con; dónde Dios quiere llevarnos.

Génesis 12:1-2

Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y


de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré.
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu
nombre, y serás bendición.

El Señor le dijo a Abram que saliera de su país, lejos de su familia y de la casa de su padre,
y que fuera a una tierra que le mostraría. Dios quería que Abram mirara hacia adelante a la
nueva vida que le esperaba. La bendición estaba esperando en el nuevo lugar al que Dios lo
estaba llamando. Es por eso que Satanás lucha para mantenernos atados a nuestro pasado. Él
sabe que nunca seremos quienes estamos destinados a ser, y nunca haremos lo que nos
proponemos hacer si vivimos en el pasado.

El apóstol Pablo entendió la importancia de caminar en la novedad de la vida en


Cristo. Tenía unos antecedentes bastante extensos, pero no dejó que eso lo disuadiera de su
destino. Si hubiera continuado asociándose con sus errores pasados, nunca habría podido
escribir bajo la inspiración del Espíritu Santo, y no habríamos sido bendecidos por la mayor
parte del Nuevo Testamento que fue escrito por él. En su carta a la iglesia de Filipos escribió
esto:

Filipenses 3:13

“Hermanos, no me considero a mí mismo aprehendido; pero una cosa


hago, olvidando las cosas que están detrás y extendiéndome a las que
están delante. Presiono hacia la meta por el premio de la llamada de
Dios en Cristo Jesús.”

Olvidarnos del pasado y alcanzar lo que está por venir es vital para nuestro futuro. Si alguna
vez esperamos brillar para Dios y tocar el mundo con nuestros dones, talentos y
habilidades, tenemos que estar decididos a tomar nuestro destino por la fuerza.
ORACIÓN PARA SANAR HERIDAS DEL CORAZÓN

Con sinceridad, proclamo que Jesús es mi Dios, Señor, Rey y Salvador. Sólo Tú Señor mío,
tienes palabras de vida eterna, sólo Tú puedes sanar mi interior, solo Tú puedes redimirme
y salvarme.

Señor mío, me pongo en tus manos. Por sobre todas las cosas, quiero y necesito aprender a
expresarte mi amor, mis sentimientos y todo lo que hay en mi ser. Te digo con todo mi
corazón que te amo y deseo conocerte cada día más y más.

Señor mío Jesucristo, sabes que todos los vacíos de mi ser sólo pueden ser llenados por tu
gracia y tu presencia. Mis miedos, mis preocupaciones, mis dolores, mis confusiones, sólo
pueden encontrar soluciones y sanación en Ti.

Abre los ojos de mi mente y de mi corazón para que pueda escucharte. Fui creado por Ti y
para Ti, quiero unirme a tu pueblo en una sola alabanza y adoración. Abre mis labios para
que hable solo verdad, para que cante tu amor, para que exprese lo que has puesto en mí

Deseo y necesito sentirme amado por Ti, porque quiero corresponder a tu amor, que a la
vez me sana y me levanta. Enséñame a vivir en tu presencia, quiero compartir mi vida
contigo, quiero estrechar lazos de amistad fiel contigo.

Dios mío, aunque me duela, quita de mi interior todas aquellas malas inclinaciones, falsas
pasiones, deseos mundanos que quieren separarme de tu amor, aleja de mí todo lo que
entorpece mi unión y relación contigo. Saca de mi corazón todo lo que no proviene de Ti,
porque quiero ser grato a tus ojos.

Te suplico que seas el escudo que no permita que los malos deseos, las palabras
destructivas y las acciones de aquellos que no me quieren, me hagan daño y me hagan
sufrir.

Cuento con tu presencia que me protege siempre y que me brinda fortalezas para la
realización de tantos sueños que tengo y quiero ver realizados.

Gracias, porque sé que siempre estarás conmigo y me ayudarás a que todo me salga bien y
harás que todas las dificultades y todos los problemas sean auténticos trampolines que me
impulsen a la consecución de los objetivos que tengo en mi vida.. Amén.

Arranca de mi corazón todo sentimiento de miedo frente al futuro, dale tu seguridad y paz.
Límpialo de todo
sentimiento negativo y de toda emoción destructiva. Envíame la abundancia de tu luz, para
que pueda verme libre de toda equivocación. Quiero ser valiente, sin miedos y con ganas de
seguir luchando.

Señor mío, deseo hacer tu voluntad porque deseo vivir de ahora en adelante para agradarte.
Llena mi corazón de alegría y ánimo para poder seguir adelante. Te confío toda mi vida.

Amén

¡No dejes de creer! Dios es capaz de sanarlo todo, Él puede obrar cosas sorprendentes en tu
vida si de verdad lo crees ¡Ten fe!, es lo único que nos pide

"Cuando pidan algo en la oración, crean que ya lo tienen y lo


conseguirán". (Marcos 11,24)

Entonces, para sanar tu corazón debes:

1. Perdona a quien te ofendió y no juzgues. Colosenses 3:13


2. Confiésale a Dios tu dolor, ira, deseos de venganza y pídele que sane tu corazón.
Proverbios 28:13
3. Suelta el pasado: perdónense unos a otros.

El Señor no quiere que estés recordando el dolor. Si has perdonado a quien te ha dañado y
le has confesado tus experiencias (a Dios), ya no te dañara el pasado. Isaías 43: 18 – 19,
Ezequiel 16: 60

4. Da testimonio: si tu corazón ha sanado, ayuda a otros a través de tu testimonio


para que sanen. “Las experiencias vividas servirán para hablarles a otros del
poder de Dios para restaurar”.
5. Nunca olvides que Dios es fuente de vida y a El debemos recurrir continuamente

(Jeremías 2:13).

Esfuérzate, es un camino a recorrer, si caes, levántate y continua


esforzándote, entrégale a Dios lo que tu no puedes cargar y poco a
poco irás sanando tu corazón.
“Imagina una nueva historia en tu vida, ponle toda la fuerza de tu corazón, una actitud
positiva y será tu historia”.

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