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Dios Obra de Adentro Hacia Afuera

El documento describe cómo Dios obra primero en el interior antes que en el exterior. Explica que cuando se construyó el tabernáculo, los utensilios se colocaron desde adentro hacia afuera, comenzando con el Arca de la Alianza en el Lugar Santísimo. De igual forma, Dios trabaja primero en el interior de las personas, sanando sus corazones heridos y quitando las raíces de amargura causadas por resentimientos, antes de transformar sus vidas externamente.
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Dios Obra de Adentro Hacia Afuera

El documento describe cómo Dios obra primero en el interior antes que en el exterior. Explica que cuando se construyó el tabernáculo, los utensilios se colocaron desde adentro hacia afuera, comenzando con el Arca de la Alianza en el Lugar Santísimo. De igual forma, Dios trabaja primero en el interior de las personas, sanando sus corazones heridos y quitando las raíces de amargura causadas por resentimientos, antes de transformar sus vidas externamente.
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DIOS OBRA DE ADENTRO HACIA AFUERA

EXODO 40:1-8

INTRODUCCIÓN:
Dios le dio a Moisés indicaciones muy claras y precisas sobre cómo tenía que edificar el tabernáculo de reunión, el lugar
donde su presencia habitaría en medio de su pueblo mientras andaban en el desierto camino a la tierra prometida.
La disposición del tabernáculo era primeramente la entrada, luego el atrio, luego el lugar Santo y por último el
lugar santísimo donde estaba el arca del pacto.
Cuando alguien entraba al tabernáculo primeramente llegaba al atrio, y ahí se encontraba el altar de bronce y la
fuente de bronce, luego entraban al lugar santísimo en donde se encontraba la mesa de los panes de la
proposición, el altar del incienso y el candelero de oro, y por último una vez al año el sumo sacerdote entraba al
lugar santísimo en donde únicamente estaba el arca del pacto de Dios con su pueblo, y dentro de ella estaban las
tablas de la ley.
Pero como podemos ver en los textos que hemos leído, cuando el tabernáculo se levantó por primera vez, las
indicaciones del Señor fueron comenzar poniendo los utensilios del tabernáculo de adentro hacia afuera,
primeramente tenían que poner el arca, que representaba la presencia de Dios, dentro de lugar santísimo, y
desde ahí poner los demás utensilios hasta llegar a la parte externa del tabernáculo.

Y eso nos enseña la forma de trabajar de Dios en nuestra vida, Él primeramente obra en NUESTRO INTERIOR,
desde ahí comienza, y después esa obra de Dios en nuestro interior, en nuestro corazón y nuestra mente, se ve
reflejada en nuestro exterior.
Pero normalmente nosotros como cristianos no lo comprendemos, y siempre queremos que nuestro Dios
primeramente trabaje nuestro exterior, nuestra salud, nuestras finanzas, nuestro matrimonio, la relación con
nuestros hijos, etc. Pero tenemos que comprender que el Señor conoce y sabe todo de nuestra vida y sabe que
muchas de las situaciones que estamos enfrentando son causadas por lo que hay en nuestro corazón y muchas
veces también los obstáculos que no permiten que los milagros del Señor sean una realidad en nuestra vida
están en nuestro interior.
Veamos hoy por medio de la palabra de Dios que es lo que nuestro Dios tiene que obrar primeramente en nuestro
interior para poder transformar nuestro exterior:

I. PRIMERAMENTE DIOS TIENE QUE SANAR LAS HERIDAS DE NUESTRO CORAZÓN Je 30:17
Muchas veces solamente queremos que el Señor trabaje con las enfermedades de nuestro cuerpo, pero
posiblemente lo que está más dañado en nuestra vida es nuestro corazón, y la palabra del Señor nos enseña que
si algo tenemos que cuidar es nuestro corazón, pues del estado de nuestro corazón depende nuestra vida.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida. Pr 4:23

Dios tiene que sanar primeramente nuestro corazón que está herido por el abandono, por las decepciones, por
los sueños rotos, por la indiferencia, por las pérdidas que hemos tenido en la vida. Porque esas heridas son las
que afectan nuestra vida, son las que nos llevan a una vida llena de tristeza y depresión, y lastimosamente
muchas personas creen que lo que necesitan es tener mejores salarios, un mejor empleo, etc. cuando en realidad
el verdadero problema está en sus corazones.
II. DIOS TIENE QUE QUITAR PRIMERAMENTE LAS RAÍCES DE AMARGURA CAUSADAS
POR LOS RESENTIMIENTOS Y RENCORES DE NUESTRO CORAZÓN HE 12:15
Cuando en nuestro corazón hay resentimientos y rencores porque no queremos perdonar a las personas que nos
han ofendido, que nos han dañado, ese rencor y resentimiento poco a poco se va enraizando en nuestro corazón
y se convierte en amargura.
Tenemos que comprender que esa amargura de nuestro corazón es un estorbo muy grande para que la gracia
del Señor se manifieste en nuestra vida obrando milagros
Nuestro Dios no quita las raíces de amargura, como muchas veces nosotros se lo pedimos, lo que él hace es
hacernos comprender que tenemos que PERDONAR de una forma incondicional a las personas que nos han
ofendido, que nos han fallado, que nos han traicionado o dañado , “soportándoos unos a otros, y perdonándoos
unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros” Col
3:13

Tenemos que saber que nuestro Dios tiene muchas formas para hacernos entender que TENEMOS QUE
PERDONAR, lo hace por medio de su palabra, por medio de un sermón, por medio del testimonio de algún
hermano, y hoy lo está haciendo por medio de este mensaje que está llegando a tu vida.

CONCLUSIÓN:
Para nuestro Dios no hay nada imposible, él puede transformar las situaciones que estamos enfrentando para
nuestro bien, pero él sabe que lo que verdaderamente necesitamos es que primero haya una transformación en
nuestro interior para que haya un cambio real en nuestra vida y por eso lo primero que transforma es nuestro
interior, nuestro corazón “Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón
de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne”. Ez 11:19

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