JOSE ANDRES TANCHEZ SANDOVAL
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DIFICIL DE CREER - JOHN MACARTHUR
No existe un evangelio fácil para el usuario y sensible al indagador, solo existe la
verdad. Los pastores y maestros que diluyen el evangelio de Cristo para hacerlo
más popular y atrayente son responsables de conducir a su público amante de la
diversión por el camino que lleva al castigo eterno.
Este libro es el tratado resuelto y sin miramientos de John Macarthur sobre la
tendencia moderna de alterar el mensaje verdadero del cristianismo con el fin de
complacer los caprichos y deseos de una cultura que espera recibir mensajes sin
confrontación, respuestas fáciles y compromisos superficiales.
Demasiadas personas quieren a un Jesús especialista en publicidad y
mercadotecnia que se encargue de hacerlos saludables, felices y prósperos. Pero
Jesucristo no es el genio en la botella de nadie. El es el Salvador que murió en
agonía para satisfacer la ira de un Dios santo y perdonar los pecados de la
humanidad. La fe en El demanda una disposición a hacer cualquier sacrificio que
El pida. La dura verdad del cristianismo es que el costo es muy alto, pero las
recompensas son inestimables: Vida eterna y abundante que solo viene como
resultado de seguir fielmente a Cristo.
niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígalo. ¿Oye esto en el evangelio
contemporáneo? ¿Alguna vez oye esto en el mensaje que da algún predicador por
televisión o algún evangelista? ¿Oye alguna vez que alguien se levanta de entre la
multitud y dice lo siguiente?: “Si quiere usted convertirse en creyente, !renuncie a
la vida! Rehúse asociarse con usted mismo, rechace todas las cosas que su ego
anhela, quiere y espera. Esté dispuesto a morir por amor a Cristo, si es necesario,
y mientras vive como un esclavo, sométase en obediencia a Jesucristo” !Eso no
vende! No es un brillante mercadeo
siempre oigo que alcanzar la salvación es fácil. “!Simplemente llene esta tarjeta!”
“!Tan solo levante la mano!” “!Simplemente pase al frente mientras el coro entona
una estrofa más!” “Solo repita esta oración”. “Simplemente pídale a Jesús que
entre en su corazón”. Suena tan sencillo. El único problema es que ninguna de
esas acciones tiene nada que ver con la salvación verdadera ni con pasar por la
puerta estrecha…”