ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TECNICO PROFESIONAL PNP HUANCAYO
SYLLABUS DESARROLLADO DE LA ASIGNATURA DE:
“USO DE LA FUERZA”
HUANCAYO-2018
SEMANA 1
DECRETO LEGISLATIVO N° 1186, QUE REGULA EL
USO DE LA FUERZA POR PARTE DE LA
POLICIA NACIONAL DEL PERU
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
CAPÍTULO I
OBJETO Y ALCANCE
ARTÍCULO 1.- OBJETO
EL PRESENTE DECRETO LEGISLATIVO ESTABLECE EL MARCO LEGAL QUE REGULA EL USO DE
LA FUERZA POR PARTE DEL PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ EN
CUMPLIMIENTO DE SU FINALIDAD CONSTITUCIONAL.
ARTÍCULO 2.- ALCANCE DEL DECRETO LEGISLATIVO
LAS DISPOSICIONES DEL PRESENTE DECRETO LEGISLATIVO ALCANZAN A TODO EL
PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ EN SITUACIÓN DE ACTIVIDAD QUE USA LA
FUERZA EN DEFENSA DE LA PERSONA, LA SOCIEDAD Y EL ESTADO.
CAPÍTULO II
DEFINICIONES, PRINCIPIOS E INTERPRETACIÓN
ARTÍCULO 3.- DEFINICIONES:
PARA LOS EFECTOS DEL PRESENTE DECRETO LEGISLATIVO SE DEBE TENER EN CUENTA LAS
SIGUIENTES DEFINICIONES:
A. FUERZA.- ES EL MEDIO QUE EN SUS DIFERENTES NIVELES USA EL PERSONAL DE LA
POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ, DENTRO DEL MARCO DE LA LEY, PARA LOGRAR EL CONTROL
DE UNA SITUACIÓN QUE CONSTITUYE UNA AMENAZA O ATENTA CONTRA LA SEGURIDAD, EL
ORDEN PÚBLICO, LA INTEGRIDAD O LA VIDA DE LAS PERSONAS.
B. USO PROGRESIVO Y DIFERENCIADO DE LA FUERZA.- ES LA GRADUACIÓN Y ADECUACIÓN,
POR PARTE DEL PERSONAL POLICIAL, DE LOS MEDIOS Y MÉTODOS A EMPLEAR TENIENDO EN
CUENTA EL NIVEL DE COOPERACIÓN, RESISTENCIA O AGRESIÓN QUE REPRESENTE LA
PERSONA A INTERVENIR O LA SITUACIÓN A CONTROLAR.
C. MEDIOS DE POLICÍA.- SON LAS ARMAS, EQUIPO, ACCESORIOS Y OTROS ELEMENTOS DE
APOYO, AUTORIZADOS O PROPORCIONADOS POR EL ESTADO, QUE EMPLEA EL PERSONAL
POLICIAL PARA ENFRENTAR UNA AMENAZA O ATENTADO CONTRA LA SEGURIDAD, EL ORDEN
PÚBLICO, LA INTEGRIDAD O LA VIDA DE LAS PERSONAS.
D. CUMPLIMIENTO DEL DEBER.- ES LA OBLIGACIÓN DEL PERSONAL POLICIAL EN EL EJERCICIO
DE LA AUTORIDAD QUE REPRESENTA, DE GARANTIZAR EL ORDEN Y LA SEGURIDAD
SIRVIENDO A LA COMUNIDAD Y PROTEGIENDO A LAS PERSONAS EN EL MARCO DE SUS
COMPETENCIAS, FUNCIONES Y ATRIBUCIONES LEGALMENTE ESTABLECIDAS.
ARTÍCULO 4.- PRINCIPIOS
4.1. EL USO DE LA FUERZA POR EL PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL SE SUSTENTA EN EL
RESPETO DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y EN LA CONCURRENCIA DE LOS SIGUIENTES
PRINCIPIOS:
A. LEGALIDAD.- EL USO DE LA FUERZA DEBE ORIENTARSE AL LOGRO DE UN OBJETIVO LEGAL.
LOS MEDIOS Y MÉTODOS UTILIZADOS EN CUMPLIMIENTO DEL DEBER DEBEN ESTAR
AMPARADOS EN EL MARCO DEL DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS,
LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ, Y DEMÁS NORMAS NACIONALES SOBRE LA MATERIA.
B. NECESIDAD.- EL USO DE LA FUERZA EN EL CUMPLIMIENTO DEL DEBER ES NECESARIO,
CUANDO OTROS MEDIOS RESULTEN INEFICACES O NO GARANTICEN DE NINGUNA MANERA
EL LOGRO DEL OBJETIVO LEGAL BUSCADO. PARA DETERMINAR EL NIVEL DE FUERZA A USAR,
DE MANERA DIFERENCIADA Y PROGRESIVA, SE DEBE CONSIDERAR, RAZONABLEMENTE,
ENTRE OTRAS CIRCUNSTANCIAS, EL NIVEL DE COOPERACIÓN, RESISTENCIA O AGRESIÓN DE
LA PERSONA INTERVENIDA Y LAS CONDICIONES DEL ENTORNO.
C. PROPORCIONALIDAD.- EL USO DE LA FUERZA ES PROPORCIONAL CUANDO EL NIVEL DE
FUERZA EMPLEADO PARA ALCANZAR EL OBJETIVO LEGAL BUSCADO CORRESPONDE A LA
RESISTENCIA OFRECIDA Y AL PELIGRO REPRESENTADO POR LA PERSONA A INTERVENIR O
LA SITUACIÓN A CONTROLAR.
4.2. EL PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ EN EL PLANEAMIENTO, CONDUCCIÓN
Y EJECUCIÓN DE OPERACIONES EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES, OBSERVARÁ Y SE
SUJETARÁ A LOS PRINCIPIOS CONTEMPLADOS EN EL PRESENTE DECRETO LEGISLATIVO.
ARTÍCULO 5.- INTERPRETACIÓN
LAS DISPOSICIONES DEL PRESENTE DECRETO LEGISLATIVO SE INTERPRETAN CONFORME A
LO ESTABLECIDO EN LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DEL PERÚ, LAS NORMAS DEL DERECHO
INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS RECONOCIDAS POR EL ESTADO PERUANO,
LAS DECISIONES DE ORGANISMOS SUPRANACIONALES; LOS PRINCIPIOS BÁSICOS SOBRE EL
EMPLEO DE LA FUERZA Y DE ARMAS DE FUEGO POR LOS FUNCIONARIOS ENCARGADOS DE
HACER CUMPLIR LA LEY Y EL CÓDIGO DE CONDUCTA PARA FUNCIONARIOS ENCARGADOS DE
HACER CUMPLIR LA LEY.
TÍTULO II
DEL USO DE LA FUERZA EN EL EJERCICIO
DE LA FUNCIÓN POLICIAL
CAPÍTULO I
REGLAS GENERALES PARA
EL USO DE LA FUERZA
ARTÍCULO 6.- USO DE LA FUERZA
LA FUERZA DEBE USARSE DE MANERA PROGRESIVA Y DIFERENCIADA, DE CONFORMIDAD
CON LOS PRINCIPIOS Y LOS NIVELES ESTABLECIDOS EN EL PRESENTE DECRETO
LEGISLATIVO.
ARTÍCULO 7.- NIVELES DEL USO DE LA FUERZA
7.1. LOS NIVELES DE COOPERACIÓN, RESISTENCIA O AGRESIVIDAD DEL CIUDADANO A
INTERVENIR, SON LOS SIGUIENTES:
A. RESISTENCIA PASIVA
1. RIESGO LATENTE. ES LA AMENAZA PERMANENTE NO VISIBLE PRESENTE EN TODA
INTERVENCIÓN POLICIAL.
2. COOPERADOR. ACATA TODAS LAS INDICACIONES DEL EFECTIVO POLICIAL SIN
RESISTENCIA MANIFIESTA DURANTE LA INTERVENCIÓN.
3. NO COOPERADOR. NO ACATA LAS INDICACIONES. NO REACCIONA NI AGREDE.
B. RESISTENCIA ACTIVA
1. RESISTENCIA FÍSICA. SE OPONE A SU REDUCCIÓN, INMOVILIZACIÓN Y/O CONDUCCIÓN,
LLEGANDO A UN NIVEL DE DESAFÍO FÍSICO.
2. AGRESIÓN NO LETAL. AGRESIÓN FÍSICA AL PERSONAL POLICIAL O PERSONAS
INVOLUCRADAS EN LA INTERVENCIÓN, PUDIENDO UTILIZAR OBJETOS QUE ATENTEN CONTRA
LA INTEGRIDAD FÍSICA.
3. AGRESIÓN LETAL. ACCIÓN QUE PONE EN PELIGRO INMINENTE DE MUERTE O LESIONES
GRAVES AL EFECTIVO POLICIAL O A PERSONAS INVOLUCRADAS EN LA INTERVENCIÓN.
7.2. LOS NIVELES DE USO DE LA FUERZA POR EL PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL SON
LOS SIGUIENTES:
A. NIVELES PREVENTIVOS
1. PRESENCIA POLICIAL.- ENTENDIDA COMO DEMOSTRACIÓN DE AUTORIDAD DEL PERSONAL
DE LA POLICÍA NACIONAL UNIFORMADO, EQUIPADO, EN ACTITUD DE ALERTA Y REALIZANDO
UN CONTROL VISUAL, QUE PREVIENE Y DISUADE LA COMISIÓN DE UNA INFRACCIÓN O UN
DELITO.
2. VERBALIZACIÓN.- ES EL USO DE LA COMUNICACIÓN ORAL CON LA ENERGÍA NECESARIA Y
EL USO DE TÉRMINOS ADECUADOS QUE SEAN FÁCILMENTE ENTENDIDOS Y COMPRENDIDOS
POR LAS PERSONAS A INTERVENIR, FACILITANDO SU CONTROL INDIVIDUAL O GRUPAL.
3. CONTROL DE CONTACTO.- ES EL USO DE TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN, NEGOCIACIÓN Y
PROCEDIMIENTOS DESTINADOS A GUIAR, CONTENER LA ACCIÓN O ACTITUD DE LA PERSONA
O GRUPOS A SER INTERVENIDOS.
B. NIVELES REACTIVOS
1. CONTROL FÍSICO.- ES EL USO DE LAS TÉCNICAS POLICIALES QUE PERMITEN CONTROLAR,
REDUCIR, INMOVILIZAR Y CONDUCIR A LA PERSONA INTERVENIDA, EVITANDO EN LO POSIBLE
CAUSAR LESIONES.
2. TÁCTICAS DEFENSIVAS NO LETALES.- ES EL USO DE MEDIOS DE POLICÍA NO LETALES PARA
CONTRARRESTAR Y/O SUPERAR EL NIVEL DE AGRESIÓN O RESISTENCIA.
3. FUERZA LETAL.- ES EL USO DE ARMAS DE FUEGO POR EL PERSONAL DE LA POLICÍA
NACIONAL, CONTRA QUIÉN REALIZA UNA ACCIÓN QUE REPRESENTA UN PELIGRO REAL E
INMINENTE DE MUERTE O LESIONES GRAVES, CON EL OBJETIVO DE CONTROLARLO Y
DEFENDER LA VIDA PROPIA O DE OTRAS PERSONAS.
CAPÍTULO II
CIRCUNSTANCIAS Y CONDUCTA EN
EL USO DE LA FUERZA
ARTÍCULO 8.- CIRCUNSTANCIAS Y REGLAS DE CONDUCTA EN EL USO DE LA FUERZA
8.1. EL PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ, OBSERVANDO LO PRESCRITO EN LOS
ARTÍCULOS 4, 6 Y EL NUMERAL 7.2, SE IDENTIFICA COMO TAL, INDIVIDUALIZA A LA PERSONA
O PERSONAS A INTERVENIR Y DA UNA CLARA ADVERTENCIA DE SU INTENCIÓN DE USAR LA
FUERZA, CON TIEMPO SUFICIENTE PARA QUE SE TOME EN CUENTA, SALVO QUE ESA
ADVERTENCIA LO PONGA EN PELIGRO O CREARA UN GRAVE RIESGO DE MUERTE O DE
LESIONES GRAVES A OTRAS PERSONAS, O CUANDO LA ADVERTENCIA RESULTARA
EVIDENTEMENTE INADECUADA DADAS LAS CIRCUNSTANCIAS DEL CASO.
8.2. EL PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ PUEDE USAR LA FUERZA, DE
CONFORMIDAD CON LOS ARTÍCULOS 4, 6 Y EL NUMERAL 7.2, EN LAS SIGUIENTES
CIRCUNSTANCIAS:
A. DETENER EN FLAGRANTE DELITO O POR MANDATO JUDICIAL CONFORME A LEY.
B. CUMPLIR UN DEBER U ÓRDENES LÍCITAS DICTADAS POR LAS AUTORIDADES
COMPETENTES.
C. PREVENIR LA COMISIÓN DE DELITOS Y FALTAS.
D. PROTEGER O DEFENDER BIENES JURÍDICOS TUTELADOS.
E. CONTROLAR A QUIEN OPONGA RESISTENCIA A LA AUTORIDAD.
8.3. REGLAS DE CONDUCTA EN EL USO EXCEPCIONAL DE LA FUERZA LETAL
EL PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ, EXCEPCIONALMENTE, PODRÁ USAR EL
ARMA DE FUEGO CUANDO SEA ESTRICTAMENTE NECESARIO, Y SÓLO CUANDO MEDIDAS
MENOS EXTREMAS RESULTEN INSUFICIENTES O SEAN INADECUADAS, EN LAS SIGUIENTES
SITUACIONES:
A. EN DEFENSA PROPIA O DE OTRAS PERSONAS EN CASO DE PELIGRO REAL E INMINENTE DE
MUERTE O LESIONES GRAVES.
B. CUANDO SE PRODUZCA UNA SITUACIÓN QUE IMPLIQUE UNA SERIA AMENAZA PARA LA VIDA
DURANTE LA COMISIÓN DE UN DELITO PARTICULARMENTE GRAVE.
C. CUANDO SE GENERE UN PELIGRO REAL E INMINENTE DE MUERTE O LESIONES GRAVES
COMO CONSECUENCIA DE LA RESISTENCIA OFRECIDA POR LA PERSONA QUE VAYA A SER
DETENIDA.
D. CUANDO LA VIDA DE UNA PERSONA ES PUESTA EN RIESGO REAL, INMINENTE Y ACTUAL
POR QUIEN SE ESTÁ FUGANDO.
E. CUANDO SE GENERE UN PELIGRO REAL O INMINENTE DE MUERTE DEL PERSONAL POLICIAL
U OTRA PERSONA, POR LA ACCIÓN DE QUIEN PARTICIPA DE UNA REUNIÓN TUMULTUARIA
VIOLENTA.
ARTÍCULO 9.- ACCIONES POSTERIORES AL USO DE LA FUERZA.
CON POSTERIORIDAD AL USO DE LA FUERZA EL PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL DEBERÁ
REALIZAR LAS SIGUIENTES ACCIONES:
A. ADOPTAR LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA QUE SE BRINDE ASISTENCIA Y SERVICIOS
MÉDICOS A LAS PERSONAS HERIDAS O AFECTADAS, SALVO QUE EXISTAN CIRCUNSTANCIAS
QUE IMPIDAN SU REALIZACIÓN.
B. ADOPTAR LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA COMUNICAR LO SUCEDIDO A LOS FAMILIARES
DE LAS PERSONAS FALLECIDAS, HERIDAS O AFECTADAS O A AQUELLAS QUE ESTAS ÚLTIMAS
INDIQUEN, SALVO QUE EXISTAN CIRCUNSTANCIAS QUE IMPIDAN SU REALIZACIÓN.
C. PRESENTAR UN INFORME A LA UNIDAD POLICIAL CORRESPONDIENTE, INDICANDO LAS
CIRCUNSTANCIAS, LOS MEDIOS EMPLEADOS, EL PERSONAL INTERVINIENTE, EL TIPO DE
ARMAS Y LAS MUNICIONES UTILIZADAS, EL NÚMERO E IDENTIDAD DE LOS AFECTADOS, LAS
ASISTENCIAS Y EVACUACIONES REALIZADAS.
TÍTULO III
DERECHOS Y RESPONSABILIDADES
CAPÍTULO ÚNICO
DERECHOS Y RESPONSABILIDADES
ARTÍCULO 10.- DERECHOS
EN EL EJERCICIO DE SU FUNCIÓN RELACIONADA AL USO DE LA FUERZA, EL PERSONAL DE LA
POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ TIENE LOS SIGUIENTES DERECHOS:
A. A LA PROTECCIÓN Y RESPETO DE SU VIDA, INTEGRIDAD PERSONAL, DIGNIDAD Y A LAS
CONSIDERACIONES QUE SU AUTORIDAD LE OTORGA.
B. NO ACATAR DISPOSICIONES U ÓRDENES SUPERIORES PARA EL USO DE LA FUERZA
CUANDO ÉSTAS SEAN MANIFIESTAMENTE ILÍCITAS O ARBITRARIAS
C. RECIBIR FORMACIÓN, CAPACITACIÓN Y ENTRENAMIENTO PERMANENTE SOBRE EL USO DE
LA FUERZA EN TODOS LOS NIVELES EDUCATIVOS CONFORME A LOS ESTÁNDARES
NACIONALES E INTERNACIONALES EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS.
D. LA ASIGNACIÓN DE ARMAMENTO, VESTUARIO Y EQUIPO QUE GARANTICEN EL USO
ADECUADO DE LA FUERZA.
E. RECIBIR TRATAMIENTO Y ASISTENCIA MÉDICA, POR CUENTA DEL ESTADO CUANDO
RESULTE AFECTADO EN CUMPLIMIENTO DE SU DEBER.
F. RECIBIR ORIENTACIÓN PSICOLÓGICA POR CUENTA DEL ESTADO PARA SOBRELLEVAR LAS
TENSIONES GENERADAS POR EL USO DE LA FUERZA QUE AFECTEN LA VIDA O INTEGRIDAD
FÍSICA DE OTRAS PERSONAS.
G. RECIBIR ASESORAMIENTO Y DEFENSA LEGAL POR CUENTA DEL ESTADO, CUANDO SE
HAYA USADO LA FUERZA EN EL CONTEXTO DEL PRESENTE DECRETO LEGISLATIVO EN EL
EJERCICIO REGULAR DE SUS FUNCIONES.
ARTÍCULO 11.- RESPONSABILIDADES
11.1. TODA OCURRENCIA RELACIONADA AL USO DE LA FUERZA O DE ARMA DE FUEGO SE
INFORMA AL COMANDO POLICIAL.
11.2. CUANDO AL USAR LA FUERZA SE OCASIONARA LESIONES O MUERTE, SE DISPONE LA
INVESTIGACIÓN ADMINISTRATIVA CORRESPONDIENTE Y SE DA INMEDIATA CUENTA DE LOS
HECHOS A LAS AUTORIDADES COMPETENTES PARA LOS FINES CONSIGUIENTES.
11.3. CUANDO SE USEN LAS ARMAS DE FUEGO, EL PERSONAL DE LA POLICÍA NACIONAL NO
PUEDE ALEGAR OBEDIENCIA A ÓRDENES SUPERIORES SI TENÍA CONOCIMIENTO QUE EL USO
DE ÉSTA ERA MANIFIESTAMENTE ILÍCITA. EN CASO DE HABERSE EJECUTADO, TAMBIÉN
SERÁN RESPONSABLES LOS SUPERIORES QUE DIERON DICHAS ÓRDENES.
11.4. LOS SUPERIORES JERÁRQUICOS INCURREN EN RESPONSABILIDAD CUANDO CONOZCAN
O DEBIENDO CONOCER DEL USO ILÍCITO DE LA FUERZA POR EL PERSONAL POLICIAL A SUS
ÓRDENES, NO ADOPTEN LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA IMPEDIR O NEUTRALIZAR DICHO
USO O NO DENUNCIARON EL HECHO OPORTUNAMENTE.
11.5. EL USO DE LA FUERZA QUE CONTRAVENGA EL PRESENTE DECRETO LEGISLATIVO
GENERA RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA DISCIPLINARIA, PENAL Y CIVIL.
SEMANA 2
DECRETO SUPREMO N° 012-2016-IN, REGLAMENTO DEL DECRETO LEGISLATIVO N° 1186,
DECRETO LEGISLATIVO QUE REGULA EL USO DE LA FUERZA POR PARTE DE LA POLICÍA
NACIONAL DEL PERÚ
TÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
CAPÍTULO I
OBJETO Y ALCANCE
Artículo 1.- Objeto
El presente reglamento tiene por objeto desarrollar y establecer los procedimientos, las reglas y las
normas para la aplicación de Decreto Legislativo N° 1186, Decreto Legislativo que regula el uso de la
fuerza por parte del personal de la Policía Nacional del Perú, que en adelante, para los efectos del
presente Reglamento, es denominado Decreto Legislativo, en el ejercicio de sus competencias,
funciones y atribuciones establecidas por ley.
Artículo 2.- Ámbito de aplicación
Las disposiciones del presente reglamento alcanzan a todo el personal de la Policía Nacional del Perú
en situación de actividad en cuadros, que comprende al personal de franco, vacaciones, permiso u otros,
cuando hagan uso de la fuerza en defensa de la persona, la sociedad y el Estado en cumplimiento de
sus funciones, deberes u orden superior.
CAPÍTULO II
DEFINICIÓN DE TÉRMINOS
Artículo 3.- Definiciones:
Para los efectos de la aplicación del presente Reglamento, sin perjuicio de las definiciones contenidas
en el Decreto Legislativo, complementariamente se tendrán en cuenta las siguientes definiciones:
a. Alcance de control: Es la capacidad del superior jerárquico para ejercer comando y control de
manera eficaz, a un número limitado de unidades y efectivos policiales. Existen tres factores que limitan
el alcance de control: la naturaleza de las tareas, la distancia y el tiempo.
b. Arresto: Es el acto de autoridad que permite aprehender a una persona con fines de identificación,
retención, procedimiento administrativo e incluso por la supuesta comisión de un delito, pudiendo recurrir
de manera compulsiva a ejercer control sobre ésta empleando los medios de policía. Debe estar basado
en motivos legales y realizarse de manera profesional, competente y eficaz, sin afectar otros derechos
fundamentales.
c. Intervención policial: Es el acto inherente del personal policial en el ámbito de sus funciones,
atribuciones y competencias, así como la materialización de las tareas establecidas en un plan de
operaciones con la finalidad de controlar un incidente, emergencia o crisis.
d. Línea de comando: Es la estructura de la cadena de mando que permite establecer la subordinación
de cada efectivo policial a su superior jerárquico y, a su vez, quiénes dependen de él, en razón de la
categoría, jerarquía, grado, antigüedad y cargo.
e. Operaciones policiales: Son actividades debidamente planificadas y ejecutadas por el personal de
las unidades operativas de la Policía Nacional del Perú para el cumplimiento de su finalidad fundamental.
f. Orden manifiestamente ilícita: Es la disposición o mandato emitidos por un superior jerárquico que,
de manera notoria y evidente, contraviene el ordenamiento jurídico o se dirige a afectar de manera
arbitraria los derechos fundamentales de las personas.
g. Peligro real e inminente: Es el acto evidente, manifiesto e inmediato, generado por quien empleando
violencia con objetos o armas, puede causar lesiones graves o muerte.
h. Retención: Es la limitación temporal en el desplazamiento de una persona, cuando resulte necesario
el control de identidad e identificación plena, la práctica de una pesquisa o acto de investigación,
pudiendo conducirse o no al intervenido a la dependencia policial más cercana, sin afectar otros derechos
fundamentales.
i. Reunión tumultuaria: Es la multitud de personas que confluyen en un lugar por un determinado
motivo. Puede ser violenta o no.
j. Uso arbitrario de la fuerza: Es todo uso de la fuerza no justificado, con incumplimiento de los
principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad, y que afecta derechos fundamentales.
TÍTULO II
CONSIDERACIONES, CIRCUNSTANCIAS, CONDUCTA Y REGLAS GENERALES PARA
EL USO DE LA FUERZA
CAPÍTULO I
INTERVENCIONES Y OPERACIONES POLICIALES
Artículo 4.- Intervenciones policiales
4.1. El uso de la fuerza en las intervenciones policiales se sustenta en las funciones, instrucciones y
responsabilidades de los planes de operaciones, generales o específicos, correspondientes a la unidad
policial en la que presta servicios el efectivo policial, tanto en el ámbito preventivo, como en el de
investigación o de seguridad.
4.2. Las intervenciones policiales no previstas en los planes de operaciones, generales o específicos, se
fundamentan en el cumplimiento del deber y se sustentan en las atribuciones, funciones y competencias
que le otorga la ley al efectivo policial, conforme a los procedimientos operativos policiales.
Artículo 5.- Operaciones Policiales
a. Planeamiento
El planeamiento de las operaciones policiales es obligatorio, sean éstas de carácter permanente o
eventual, general o específico. Se debe sustentar en la apreciación de inteligencia actualizada que
permita evaluar la magnitud del evento (percepción del riesgo).
Los planes deben establecer claramente la línea de comando, así como las responsabilidades y tareas
específicas de nivel estratégico, de dirección de las operaciones, el nivel operacional de la conducción
de las operaciones y el nivel táctico de ejecución de tareas, así como la responsabilidad en el uso de la
fuerza y armas de fuego.
b. Dirección
La dirección de las operaciones está a cargo de los diferentes niveles de comando, Alto mando, Dirección
Nacional de Operaciones, Direcciones Ejecutivas, Direcciones, Jefes de Región, Frentes Policiales y
Divisiones, que asumen la responsabilidad institucional de supervisión y control de acuerdo a los
objetivos, estrategias y políticas del sector.
c. Conducción
La conducción de las operaciones están relacionadas a la orientación permanente de adecuar el uso de
la fuerza a los principios de necesidad, legalidad y proporcionalidad en concordancia con los medios que
se dispongan y los métodos que se planifiquen emplear y serán responsabilidad de los comandos
operativos a cargo de las misiones asignadas.
d. Ejecución
La ejecución de las operaciones conlleva responsabilidades en los superiores inmediatos que tengan a
cargo tareas específicas, y se desempeñen como jefes operativos, independientemente de la
antigüedad, grado o jerarquía. Los responsables de estas tareas tienen comando directo en la ejecución
de las operaciones y pueden, si el caso lo amerita, disponer el uso de la fuerza e incluso del arma de
fuego, de acuerdo a los niveles de resistencia, agresividad o violencia que se enfrente.
CAPÍTULO II
CONSIDERACIONES PARA LA APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS DE LEGALIDAD, NECESIDAD
Y PROPORCIONALIDAD
Artículo 6.- Consideraciones
Para la aplicación e interpretación de los principios de uso de la fuerza contenidos en el artículo 4 del
Decreto Legislativo, deberá tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:
6.1. Para el principio de legalidad:
a. La legalidad implica la sujeción de la fuerza pública al mandato de la ley. La atribución de emplear la
fuerza contra las personas tiene límites, condiciones y protocolos, explícitos y previamente establecidos,
para el ejercicio legítimo de este recurso.
b. El objetivo legal es la finalidad a la que se dirige el uso de la fuerza. El uso de la fuerza debe estar
amparado en normas jurídicas constitucionales, legales, reglamentarias, administrativas o directivas,
dentro de las facultades atribuidas a la Policía y de acuerdo con los fines para que les fueron conferidas.
c. Los medios de policía son las armas, equipos, accesorios y otros elementos de apoyo, proporcionados
o autorizados por el Estado, que emplea el personal policial, en el cumplimiento de su deber y de acuerdo
con su especialidad funcional, para enfrentar una amenaza o atentado contra la seguridad, el orden
público, la integridad o la vida de las personas.
d. Los métodos constituyen la forma de actuación policial en el cumplimiento del deber, establecidos en
los manuales de procedimientos operativos, directivas o protocolos, compatibles con la normatividad
interna e internacional que obliga al Estado en materia de derechos humanos.
6.2. Para el principio de necesidad:
a. El nivel de cooperación, resistencia activa o pasiva, agresión o grado de oposición, que realiza un
presunto infractor frente a una intervención de la autoridad policial, tomando en cuenta la peligrosidad
de su accionar, los elementos que emplee, la intensidad de la agresión y las condiciones del entorno en
que se desarrolla.
b. La condición del entorno es la situación específica relacionada al espacio geográfico, configuración
urbana o rural y la situación social que rodea la intervención policial. Es un factor que puede incidir en el
nivel de resistencia y el uso de la fuerza.
6.3. Para el principio de proporcionalidad:
a. En la aplicación del principio de proporcionalidad, el nivel de fuerza y los medios empleados para
alcanzar el objetivo legal buscado deben ser concordantes y proporcionales a la resistencia ofrecida, la
intensidad de la agresión o amenaza, la forma de proceder y el peligro que representa la persona a
intervenir o la situación por controlar.
b. La proporcionalidad se establecerá entre los bienes jurídicos que se defiendan, los bienes jurídicos
por afectar y los medios que se disponen para tal defensa, excluyéndose el criterio de igualdad de
medios.
CAPÍTULO III
REGLAS GENERALES PARA EL USO DE LA FUERZA
Artículo 7.- Uso de la fuerza
El uso progresivo y diferenciado de la fuerza es la graduación y adecuación, por parte del personal
policial, de los medios y métodos a emplear teniendo en cuenta el nivel de cooperación, resistencia o
agresión que represente la persona a intervenir o la situación a controlar.
Artículo 8.- Niveles de resistencia
8.1 La aplicación de la fuerza en el control de presuntos infractores de la ley implica siempre oposición
de parte de éstos, lo que se manifiesta en diferentes niveles de resistencia pasiva o activa.
8.2 El personal policial al intervenir a una o varias personas en el cumplimiento de sus funciones, deberá
hacer un uso diferenciado y progresivo de la fuerza considerando los siguientes niveles de resistencia:
a. Resistencia pasiva:
1. Riesgo latente. Es la amenaza permanente no visible presente en toda intervención policial. Está
relacionada con la condición y configuración geográfica, entorno social, económico y actividad delictiva
permanente o eventual y que determina el nivel de respuesta policial.
2. Cooperador. Acata todas las indicaciones del efectivo policial sin resistencia manifiesta durante la
intervención. Debe entenderse como el ciudadano, presunto infractor de la ley, que mantiene respeto
hacia el acto de autoridad cumpliendo las indicaciones que el efectivo policial le da para garantizar el
orden e incluso efectuar un arresto
3. No cooperador. No acata las indicaciones. No reacciona ni agrede. Es la actuación del ciudadano,
presunto infractor de la ley, que se evidencia en una desobediencia manifiesta hacia el acto de autoridad,
sin llegar a la agresión física y que puede expresarse verbalmente.
b. Resistencia activa:
1. Resistencia física. Se opone a su reducción, inmovilización y/o conducción, llegando a un nivel de
desafío físico. Es la conducta del ciudadano presunto infractor de la ley que se expresa en la oposición
física, en la sujeción a elementos materiales que evitan su traslado o en el empleo de cualquier medio
para impedir la acción policial de control físico.
2. Agresión no letal. Se agrede físicamente al personal policial o a personas involucradas en la
intervención mediante el empleo de la fuerza corporal u objeto que atenta contra la integridad física, sin
generar un peligro real e inminente de muerte o lesiones graves.
3. Agresión letal. Acción que pone en peligro real e inminente de muerte o lesiones graves al efectivo
policial o a personas involucradas en la intervención. Es la conducta del ciudadano presunto infractor de
la ley que mediante cualquier acción pone en peligro real e inminente de muerte o lesiones graves al
efectivo policial o a personas involucradas en la intervención.
Artículo 9.- Niveles del uso de la fuerza
Los niveles de uso de la fuerza aplicados por el personal de la Policía Nacional del Perú deben ser
proporcionales a los niveles de resistencia activa o pasiva del infractor o intervenido:
a. Niveles Preventivos:
1. Presencia policial. Entendida como demostración de autoridad del personal de la Policía Nacional
del Perú uniformado, o debidamente identificado con dispositivos con la palabra policía, su placa insignia
y carnet de identidad, debidamente equipado, en actitud de alerta y realizando un control visual, que
previene y disuade la comisión de una infracción o un delito.
2. Verbalización. Es el uso de la comunicación oral con la energía necesaria y el uso de términos
adecuados que sean fácilmente entendidos y comprendidos por las personas a intervenir, facilitando su
control individual o grupal. La verbalización debe ser utilizada en todos los niveles de uso de la fuerza.
3. Control de Contacto. Es el uso de técnicas de comunicación, negociación y procedimientos
destinados a guiar, contener la acción o actitud de la persona o grupos a ser intervenidos sin llegar al
control físico.
b. Niveles reactivos
1. Control físico. Es el uso de las técnicas policiales que permiten controlar, reducir, inmovilizar y
conducir a la persona intervenida, evitando en lo posible causar lesiones.
2. Tácticas defensivas no letales. Es el uso de medios de policía no letales para contrarrestar y/o
superar el nivel de agresión o resistencia.
3. Fuerza letal. Es el uso de armas de fuego por el personal de la Policía Nacional del Perú, contra quién
realiza una acción que representa un peligro real e inminente de muerte o lesiones graves, con el objetivo
de controlarlo y defender la vida propia o de otras personas.
CAPÍTULO IV
CIRCUNSTANCIAS Y CONDUCTA
EN EL USO DE LA FUERZA
Artículo 10.- Circunstancias y Reglas de Conducta en el uso de la fuerza
10.1. En caso de ausencia de peligro real e inminente de muerte o lesiones graves, el personal de la
Policía Nacional del Perú, observando lo prescrito en los artículos 4, 6 y el numeral 7.2 del Decreto
Legislativo, seguirá el siguiente procedimiento:
a. Identificarse como policía, aun estando uniformado o con elementos de identificación acorde a su
especialidad funcional.
b. Individualizar a la persona o personas a intervenir teniendo en cuenta el nivel de resistencia.
c. Dar una clara advertencia de su intención de usar la fuerza, con tiempo suficiente para que ésta se
tome en cuenta.
10.2. Este procedimiento no se observará cuando esta advertencia resultara evidentemente inadecuada,
dadas las circunstancias o el tipo de intervención obligue al uso de la fuerza, de forma inmediata, en los
niveles de control físico y tácticas defensivas no letales.
10.3. El personal de la Policía Nacional del Perú puede usar la fuerza, de conformidad con los artículos
4, 6 y el numeral 7.2 del Decreto Legislativo, en las siguientes circunstancias:
a. En flagrante delito o por mandato judicial conforme a ley. El mandato judicial debe encontrarse vigente
con información obtenida del sistema informático de requisitorias en caso de no disponerse del oficio
correspondiente.
b. En cumplimiento de los mandatos escritos y debidamente motivados emitidos por el Poder Judicial, el
Tribunal Constitucional, el Jurado Nacional de Elecciones, el Ministerio Público, la Oficina Nacional de
Procesos Electorales así como en la atención de las solicitudes de las autoridades regionales, locales y
administrativas, efectuadas en el ejercicio de sus funciones.
c. Para prevenir la comisión de delitos y faltas cuando se realice una intervención, retención o arresto al
presunto infractor, así como para el control de identidad, realizar una pesquisa o un acto de investigación.
d. Para proteger o defender bienes jurídicos tutelados, especialmente en las operaciones de
mantenimiento y restablecimiento del orden público.
e. Para controlar a quien impida a una autoridad, funcionario o servidor público ejercer sus funciones.
Articulo 11.- Reglas de conducta en el uso excepcional de la fuerza letal
11.1. En caso de resistencia activa del infractor de la ley que represente un peligro real e inminente de
muerte o lesiones graves, el personal de la Policía Nacional del Perú, observando lo prescrito en los
artículos 4, 6 y el numeral 7.2 del Decreto Legislativo, excepcionalmente, podrá usar el arma de fuego
cuando sea estrictamente necesario, y solo cuando medidas menos extremas resulten insuficientes o
sean inadecuadas, en las siguientes situaciones:
a. En defensa propia o de otras personas en caso de peligro real e inminente de muerte o lesiones
graves.
b. Cuando se produzca una situación que implique una seria amenaza para la vida durante la comisión
de un delito particularmente grave.
c. Cuando se genere un peligro real e inminente de muerte o lesiones graves como consecuencia de la
resistencia ofrecida por la persona que vaya a ser detenida.
d. Cuando la vida de una persona es puesta en riesgo real, inminente y actual por quien se está fugando.
En esta situación solo se justifica el uso de la fuerza letal ante quien en su huida, genere un riesgo
evidente, manifiesto e inmediato capaz de causar lesiones graves o muerte.
En ningún caso se usará la fuerza letal contra quien encontrándose intervenido, detenido, retenido o
recluido evade la acción de la autoridad, siempre que esta acción no represente un riesgo letal para otras
personas.
e. Cuando se genere un peligro real o inminente de muerte del personal policial u otra persona, por la
acción de quien participa de una reunión tumultuaria violenta. El uso de la fuerza letal en esta situación
solo se justifica ante un acto evidente, manifiesto e inmediato, generado por quien empleando violencia
con objetos o armas, puede causar lesiones graves o muerte.
1.2. En estas circunstancias el procedimiento a seguir es el siguiente:
a. Desenfundar su arma, empuñándola preventivamente y simultáneamente procederá a identificarse
conforme al siguiente párrafo.
b. Identificarse como policía aun estando uniformado o con elementos de identificación acorde a su
especialidad funcional.
c. Dar al presunto infractor una clara advertencia de la intención de emplear su arma de fuego, dándole
tiempo suficiente para que lo entienda y tome una decisión.
d. Si el presunto infractor depusiera su actitud, el efectivo policial procederá a su control, inmovilización
y conducción de conformidad a los procedimientos vigentes.
e. En caso que el presunto infractor mantuviera su actitud violenta y el riesgo letal es inminente, empleará
el arma de fuego y, si las condiciones lo permiten deberá realizar el disparo selectivo en determinada
zona del cuerpo, con la finalidad de neutralizar la acción letal del presunto infractor de la ley.
11.3. Este procedimiento no se ejecutará, si su práctica creara un riesgo de muerte o lesiones graves
para los efectivos policiales u otras personas, o la advertencia resultara evidentemente inadecuada o
inútil, en cuyo caso se empleará el arma de fuego directamente.
TÍTULO III
RESPONSABILIDADES
CAPÍTULO ÚNICO
RESPONSABILIDADES
Artículo 12.- Comunicación
12.1. Toda actuación policial en defensa de la persona, la sociedad o el Estado que conlleve el uso de
la fuerza, y en particular el arma de fuego, deberá comunicarse al superior jerárquico o jefe inmediato,
mediante parte, acta, informe o el documento según corresponda.
12.2. Dicho documento contendrá la fecha, hora, lugar, circunstancias y fundamentos de legalidad,
necesidad y proporcionalidad que motivaron el uso de la fuerza, precisando el plan u orden de
operaciones, la disposición administrativa, la disposición fiscal, el mandato judicial o el hecho ilícito
flagrante que originó la actuación policial, la duración de la intervención, la identificación plena del
personal policial interviniente, el armamento, el material y el equipo empleados, la cantidad de munición
y material lacrimógeno utilizados, así como las consecuencias ocasionadas y la posible asistencia
brindada.
Articulo 13.- Tratamiento en caso de heridos o muertos
Toda intervención policial con uso de la fuerza que tenga como resultado heridos o muertos, será
informada de inmediato y por escrito a la comisaría de la jurisdicción o dependencia con funciones de
investigación, la cual, además de realizar los actos de investigación respectivos, con conocimiento del
Ministerio Público, dará cuenta a la Inspectoría General de la Policía Nacional del Perú, u órgano
dependiente de ésta, para el inicio de la investigación administrativa correspondiente. Asimismo, se
comunicará a la Dirección de Defensa Legal de la Policía Nacional del Perú para la actuación en el marco
de su competencia.
Artículo 14.- Órdenes manifiestamente ilícitas
14.1. El personal de la Policía Nacional del Perú no puede alegar obediencia a órdenes superiores,
cuando dichas órdenes para el uso de la fuerza, y en particular del arma de fuego, son manifiestamente
ilícitas. En caso de haberse ejecutado, también serán responsables los superiores que dieron dichas
órdenes ilícitas.
14.2. Las órdenes deben ser lícitas, lógicas, oportunas, claras, coherentes y precisas. Está exento de
responsabilidad el efectivo policial que no acate órdenes manifiestamente ilícitas.
Artículo 15.- Superior jerárquico inmediato
15.1. El superior jerárquico inmediato de quien emplee arbitrariamente la fuerza, incurre en
responsabilidad cuando conozca de este hecho y:
a. No disponga las acciones para evitarlo, o
b. No adopte las medidas inmediatas para el cese o control del mismo, u
c. Omita comunicar a los órganos de investigación penal y órganos disciplinarios.
15.2. Para establecer que el superior jerárquico inmediato debió conocer del uso arbitrario de la fuerza
por el personal policial a sus órdenes, se debe determinar objetivamente que tuvo información que le
permitiera concluir que se estaba preparando o haciendo un uso ilícito de la fuerza o, cuando habiéndose
ésta consumado, no haya adoptado las acciones para comunicar este uso arbitrario a los órganos de
investigación penal y órganos disciplinarios.
15.3. En la ejecución de las operaciones, principalmente aquellas de gran magnitud, en las que la
ubicación, comunicación y desplazamiento de los comandos operativos y jefes operativos no permitan
alcance de control permanente, el superior, por grado o antigüedad, en cada espacio geográfico y
responsable de una tarea específica, incurrirá en responsabilidad solo en el caso que la fuerza y armas
de fuego se usarán arbitrariamente, individual o colectivamente, y éste no haya adoptado las medidas
para evitar o controlar esta situación.
SEMANA 3, 4, 5 y 6
Manual de Derechos Humanos Aplicados a la Función
Policial (RESOLUCIÓN MINISTERIAL Nº 952-2018-IN
Generalidades
A. FINALIDAD
Facilitar información sobre los aspectos doctrinarios y normativos de los derechos humanos que
guardan relación con la función de la Policía Nacional del Perú. Asimismo, establecer
procedimientos y técnicas que permitan minimizar los riesgos hacia la integridad o la vida de los
participantes en una intervención policial haciendo énfasis en el uso diferenciado y proporcional
de la fuerza.
B. CONTENIDO
El presente manual está estructurado en dos (02) partes: la primera relacionada con los conceptos
fundamentales, marco normativo y mecanismos de protección nacional e internacional
relacionada a los derechos humanos; aspectos básicos de la labor policial, víctimas y grupos
vulnerables, conducta ética, investigación policial y privación de la libertad.
La segunda parte contiene temas sobre instrucción básica: uso de la fuerza, detención, técnicas
de intervención policial, mantenimiento del orden público y manejo de crisis. Todos estos
actualizados con los procedimientos operativos policiales establecidos en los manuales y las
directivas correspondientes. También se incluyen anexos con la definición de términos y técnicas
de control físico.
C. ALCANCE
A todo el personal de la Policía Nacional del Perú.
D. BASE LEGAL
Base Legal Internacional:
a) Declaración Universal de los Derechos Humanos.
b) Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
c) Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
d) Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
e) Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes.
f) Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes.
g) Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
h) Convención Americana sobre Derechos Humanos.
i) Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales.
j) Convención interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer.
k) Código de Conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
l) Directrices para la Aplicación Efectiva del Código de Conducta para Funcionarios Encargados de
Hacer Cumplir la Ley.
m) Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados
de Hacer Cumplir la Ley (Adoptados por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención
del Delito y Tratamiento del Delincuente.
n) Conjunto de Principios para la protección de todas las personas sometidas a cualquier forma de
detención o prisión.
o) Reglas mínimas de las Naciones Unidas para la administración de la justicia de menores.
p) Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y del abuso
de poder.
q) Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y
proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos.
Base Legal Nacional:
a) Constitución Política del Perú
b) Código Procesal Constitucional.
c) Código de Procedimientos Penales.
d) Código Procesal Penal.
e) Código Penal.
f) Código del Niño y Adolescente.
g) Ley Nº 24949, del 06 de diciembre de 1988, Ley de creación de la Policía Nacional del Perú.
h) Ley Nº 29685, Ley que establece medidas especiales en casos de desaparición de niños, niñas,
adolescentes, personas adultas mayores y personas con discapacidad mental, física o sensorial.
i) Ley Nº 29973, Ley General de la Persona con Discapacidad.
j) Ley Nº 30364, Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer y los integrantes
del grupo familiar.
k) Decreto Legislativo para la protección de niñas, niños y adolescentes sin cuidados parentales o en
riesgo de perderlos.
l) Ley Nº 30466, Ley que establece parámetros y garantías procesales para la consideración primordial
del interés superior del niño.
m) Ley Nº 30490, Ley del Adulto Mayor.
n) Ley 30394, Ley que amplía las funciones de la Defensoría del Pueblo como órgano encargado del
Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o
degradantes.
o) Decreto Legislativo Nº 1186 que regula el uso de la fuerza por parte de la PNP.
p) Decreto Legislativo Nº 1267 Ley de la Policía Nacional del Perú.
q) Decreto Supremo Nº 012-2016-IN Reglamento del Decreto Legislativo Nº 1186)
Capítulo I
Conceptos fundamentales
A. CULTURA DE PAZ
Es el conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida basados en 1:
a) El respeto a la vida, el fin de la violencia y la promoción y la práctica de la no violencia por medio de
la educación, el diálogo y la cooperación.
b) El respeto pleno de los principios de soberanía, integridad territorial e independencia política de los
Estados y de no injerencia en los asuntos que son esencialmente jurisdicción interna de los Estados,
de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
c) El respeto pleno y la promoción de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.
d) El compromiso con el arreglo pacífico de los conflictos.
e) Los esfuerzos para satisfacer las necesidades de desarrollo y protección del medio ambiente de las
generaciones presentes y futuras.
f) El respeto y la promoción del derecho al desarrollo.
g) El respeto y el fomento de la igualdad de derechos y oportunidades de mujeres y hombres.
h) El respeto y el fomento del derecho de todas las personas a la libertad de expresión, opinión e
información.
El policía debe concebirse a sí mismo como un constructor y promotor de una cultura de paz, en
tanto, es parte de la comunidad y está al servicio de ésta.
La Policía es promotora de la paz
B. DERECHOS HUMANOS
Aunque no existe una sola definición de derechos humanos, sí hay consenso sobre sus elementos
esenciales: la dignidad inherente a cada persona humana y las obligaciones que tienen los
Estados de respetarlos y protegerlos.
En atención a los fines del presente Manual, entenderemos por derechos humanos al “conjunto
de prerrogativas y principios, de aceptación universal, jurídicamente reconocidos y garantizados,
que aseguran al ser humano su dignidad, y que las personas tienen frente al Estado y a sus
instituciones para impedir que este interfiera, limite, y/o viole el ejercicio de sus derechos”. 2
Asimismo, de acuerdo a los elementos esenciales señalados, los derechos humanos pueden ser
también entendidos como “las libertades o derechos inherentes a todas las personas, sin distinción
alguna que, jurídicamente reconocidos, deben ser respetados y protegidos por el Estado y sus
agentes para garantizar las condiciones necesarias para una vida digna”.
Al respecto, cabe señalar que el artículo 1º de la Constitución Política del Perú señala que “la
defensa de la persona humana y el respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del
Estado”. En el mismo sentido, la Declaración Universal de los Derechos Humanos indica en su
preámbulo que “todos los hombres nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
Por otro lado, la Ley de la Policía Nacional del Perú establece que ésta tiene entre sus funciones el
“garantizar los derechos de las personas y la protección de sus bienes, privilegiando de manera especial a la
población en riesgo, vulnerabilidad y abandono, incorporando los enfoques de derechos humanos, género
e interculturalidad en sus intervenciones”.3
En ese sentido, se puede afirmar que la Policía es la primera línea de defensa de los derechos
humanos dado que los policías son los encargados de hacer cumplir la ley, lo que incluye las
normas y decisiones jurisdiccionales, nacionales e internacionales, sobre derechos humanos.
Más importante que conceptualizar los derechos humanos es entenderlos, asimilarlos y
"vivirlos" día a día como condiciones elementales para que todas las personas logren
desarrollarse como tales, independientemente de sus preferencias, necesidades y
circunstancias particulares.
1. Características
Para una mejor comprensión de sus alcances, es necesario tener en cuenta que los
derechos humanos son:
Todas las personas son titulares de todos los
Universales derechos humanos sin distinción de edad, sexo, raza,
idioma, nacionalidad, religión, condición económica o
social, ideas políticas, preferencia sexual,
impedimento físico, enfermedad o cualquier otra
condición.
Carácter consustancial e indesligable respecto de
Inherentes todo ser humano. Todo ser humano por el hecho de
serlo es titular de derechos que el Estado no puede
arrebatarle arbitrariamente.
Interdependi Los derechos humanos están vinculados entre sí, por
lo que el gozar y ejercer un derecho está vinculado a
entes e
que se garantice el resto de derechos. Asimismo, la
indivisibles violación de un derecho pone también en riesgo otros
derechos.
Irrenunciables, Las personas no pueden renunciar a los derechos
Inalienables y humanos, ni tampoco negociar con ellos, aunque sea
por propia voluntad. Asimismo, las obligaciones
no sometibles a internacionales de los Estados impiden que los
plebiscito. derechos humanos sean sometidos a cualquier tipo
de consulta o referéndum.
Una vez reconocidos quedan integrados al catálogo
Irreversibilidad pre-existente y no pueden ser suprimidos
posteriormente.
Al adquirirse mayor conciencia de la necesidad de
Progresividad vivir con dignidad, puede ampliarse el contenido o el
reconocimiento de derechos humanos.
La responsabilidad penal de las violaciones graves a
Imprescriptibilida los derechos humanos (crimen de genocidio y los
d crímenes de lesa humanidad) no prescribe. Por tanto,
son perseguibles y sancionables sin importar el plazo
transcurrido desde la fecha de comisión del delito.
2. Clasificación
En atención al momento de su reconocimiento histórico, incluso para facilitar su enseñanza,
se han clasificado de los derechos humanos en categorías, por razón de su sujeto o titular
(individuales, colectivos); por la naturaleza de la materia que regulan (civiles, económicos,
políticos, sociales, etc.) o por el momento histórico en que fueron reconocidos (1ª generación,
2ª generación, etc.).
Estas clasificaciones no significan que unos derechos sean más exigibles o importantes que
otros, por lo que cualquiera que sea la clasificación que se adopte, debe entenderse que
todos tienen la misma fuerza vinculante para ser respetados y protegidos.
Civiles y Económicos, Derechos de
Políticos Sociales y Solidaridad
(1ra Culturales (3ra
Generación (2da Generación)
) Generación)
Son los primeros Son aquellos que También conocidos
derechos que fueron importan como Derechos de
consagrados en los acciones estatales Solidaridad o de los
ordenamientos para satisfacer las Pueblos, porque
jurídicos nacionales e necesidades de las surgen como
internacionales. personas. La respuesta a la
Pertenecen a la prestación que el necesidad de
persona entendida Estado realizará cooperación entre las
como individuo, siendo beneficiará y se naciones y los
esencialmente de dirigirá no a uno sino distintos grupos que
ejercicio personal. a muchos sujetos. las integran. Hacen
La vida Son exigibles, en referencia a tres tipos
• La integridad general, en función de de bienes: paz,
• La libertad personal las condiciones y desarrollo y medio
• La libertad de religión posibilidades reales ambiente.
• La libertad de opinión de cada Estado. • La
• La libertad de La propiedad privada autodeterminación
expresión • El trabajo de los pueblos
• La libertad de • La salud • El medio ambiente
circulación y • La educación sano
residencia • La sindicalización • El desarrollo
• La libertad de • La seguridad social, • La paz
reunión y de • El disfrute y acceso • La protección del
asociación al arte y la cultura. patrimonio común de
• Participación en los • La identidad cultural, la humanidad, etc.
asuntos públicos el idioma, etc.
• Igualdad ante la ley
• El debido proceso,
La investigación
etc. policial permite
esclarecer delitos y
sancionar a los
C. FUNCIÓN POLICIAL Y RESPETO A LOS DERECHOS HUMANOS
responsables.
En sentido amplio, la función policial es la actividad del Estado que regula y mantiene el equilibrio
entre la existencia individual y el bien común.
La Policía Nacional del Perú es una institución del Estado, creada para garantizar el orden interno,
el libre ejercicio de los derechos fundamentales de las personas y el normal desarrollo de las
actividades ciudadanas.
Su finalidad fundamental se encuentra establecida en el artículo 166 de la Constitución Política
del Perú, mientras que sus funciones son detalladas en el Decreto Legislativo Nº 1267, en su
reglamento y en otras leyes especiales.
Los miembros de la Policía ocupan una posición especial en una sociedad democrática puesto
que el Estado les confiere la atribución de utilizar la fuerza cuando es necesaria para garantizar
el respeto de los derechos y libertades de los demás, y para poder garantizar la seguridad, el orden
público y el bienestar general en la sociedad.
Es por ello que, en determinadas circunstancias, la Policía legítimamente restringe o limitar los
derechos humanos debido a que la libertad y los derechos de una persona acaban donde
comienza la libertad y los derechos de los demás.
La policía presta
auxilio a las
personas y a la
comunidad.
Violaciones de derechos humanos
Los derechos humanos obligan a los Estados a respetar y proteger los
derechos humanos de las personas. Los Estados están obligados a
abstenerse de restringir de forma indebida los derechos humanos (obligación
de respetar) y a actuar para garantizar su goce o ejercicio (obligación de
proteger).
Se produce una violación de los derechos humanos cuando el Estado
incumple con su obligación de respeto o protección de los derechos
humanos, a través de una acción u omisión que afecta un derecho humano
de manera no justificada.
La característica principal de las violaciones de los derechos humanos es
que éstas se realizan por agentes del Estado o por quienes actúan por orden
o con conocimiento de éste.
En la función policial, el fin no justifica los medios.
Hay una diferencia entre una restricción y una violación de los derechos
humanos. La policía puede restringir los derechos humanos de los autores
de delitos a fin de proteger a las víctimas. Por ello, no toda restricción o
limitación de un derecho humano significa que se está violando dicho
derecho.
La policía puede restringir o limitar los derechos humanos de los autores de
delitos debido a que la libertad y los derechos de una persona no son
absolutos, sino que terminan donde empieza la libertad y los derechos de
otras personas.
Esta restricción no debe ir más allá de lo estrictamente necesario para lograr
el resultado buscado verificando el respeto de ciertas condiciones y límites.
La posibilidad de limitar o restringir los derechos humanos, está contemplada
en varios de los instrumentos internacionales de derechos humanos como la
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José de
Costa Rica) que establece en su artículo 32 que “2. Los derechos de cada
persona están limitados por los derechos de los demás, por la seguridad de
todos y por las justas exigencias del bien común, en una sociedad
democrática”.
La primacía de la persona humana y sus derechos fundamentales4
Es uno de los principios institucionales que orienta el ejercicio de las funciones
y atribuciones de la Policía Nacional. De acuerdo a este principio, la defensa
y protección de la persona humana, el respeto a su dignidad y a las garantías
para el pleno ejercicio de sus derechos fundamentales tienen preeminencia
en el ejercicio de la función policial.
Para llevar a la práctica este principio se debe considerar los enfoques de
derechos humanos, género e interculturalidad.
- Enfoque de derechos: La aplicación de este enfoque implica que la actuación
policial debe tener como objetivo principal el respeto y protección a la dignidad
de toda persona, en especial de la víctima. Es inadmisible en la función policial
un trato distinto por razón de sexo, raza, etnia, edad, condición social,
discapacidad, lugar de residencia, orientación sexual, preferencia política o
creencia religiosa.
- Enfoque de género: La aplicación de este enfoque implica abstenerse de actuar
en función de prejuicios, estereotipos o los roles tradicionalmente asignados a
hombres y mujeres, con base a las diferencias de género, para así evitar
discriminar, revictimizar, o dar un trato desigual y discriminatorio que afecte la
dignidad de las mujeres. Esto es especialmente relevante, en los casos de las
víctimas de violencia sexual (incluye el acoso, el hostigamiento, la violación
sexual), violencia familiar y trata de personas5.
- Enfoque de interculturalidad: La aplicación de este enfoque permite el trato
respetuoso entre personas de culturas diferentes, y relaciones basadas en el
respeto y la tolerancia frente a otros. Ello no significa aceptar prácticas
culturales que vulneren los derechos humanos o prácticas discriminatorias o que
impiden el goce de derechos. También supone una atención diferenciada según
los usos y costumbres, por ejemplo, a través del uso de intérpretes o de material
impreso en diferentes lenguas.
Consideraciones para garantizar el respeto y protección de los derechos humanos
En el ejercicio de la función policial, es necesario que el personal policial
tenga en cuenta lo siguiente:
• En el cumplimiento de las funciones asignadas, la Policía Nacional ejerce el
poder coercitivo del Estado, respetando, promoviendo y garantizando los
derechos humanos.
• Los integrantes de la Policía Nacional del Perú, tienen la obligación de agotar
todos los medios que estén a su alcance, para impedir toda transgresión de la
ley y oponerse firmemente a ser partícipes de tal violación.
• El personal policial que tenga motivos para creer que se ha producido o se
producirá una violación informarán a sus superiores y, si fuera necesario, a
cualquier otra autoridad u organismo apropiado que tenga atribuciones de
control o correctivas6.
• El personal policial no puede ser sancionado si se niega a ejecutar una orden
manifiestamente ilícita para emplear la fuerza o armas de fuego o denuncia
ese empleo por otros policías7.
• Los superiores jerárquicos incurren en responsabilidad cuando conozcan o
debiendo conocer sobre el uso ilícito de la fuerza por el personal policial a sus
órdenes, no adopten las medidas necesarias para impedir o neutralizar dicho
uso o no denuncien el hecho oportunamente8.
• Para establecer que el superior jerárquico inmediato debió conocer del uso
arbitrario de la fuerza por el personal policial a sus órdenes, se debe determinar
objetivamente que tuvo información que le permitiera concluir que se estaba
preparando o haciendo uso ilícito de la fuerza o, cuando habiéndose ésta
consumado, no haya adoptado las acciones para comunicar este uso arbitrario
a los órganos de investigación penal y órganos disciplinarios9.
• Finalmente, el personal de la Policía Nacional del Perú no puede alegar
obediencia a órdenes superiores, cuando dichas órdenes para el uso de la
fuerza, y en particular del arma de fuego, son manifiestamente ilícitas. En caso
de haberse ejecutado, también serán responsables los superiores que dieron
dichas órdenes ilícitas.10
Graves violaciones de derechos
humanos Genocidio11
Actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un
grupo nacional, étnico, social o religioso, tales como:
1) Matanza de miembros del grupo.
2) Lesión grave a la integridad física o mental a los miembros del grupo.
3) Sometimiento del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su
destrucción física de manera total o parcial.
4) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo.
5) Transferencia forzada de niños a otro grupo.
Tortura12
Es el acto perpetrado por el funcionario o servidor público, o por cualquier
persona con el consentimiento o aquiescencia de aquel, mediante infligir
dolores o sufrimientos graves, físicos o mentales, a otra persona o a través
de someterla a cualquier método tendente a menoscabar su personalidad o
disminuir su capacidad mental o física.
Discriminación e incitación a la discriminación13
Son los actos de distinción, exclusión, restricción o preferencia que anulan o
menoscaban el reconocimiento, goce o ejercicio de cualquier derecho de una
persona o grupo de personas reconocido en la ley, la Constitución o en los
tratados de derechos humanos de los cuales el Perú es parte, basados en
motivos raciales, religiosos, nacionalidad, edad, sexo, orientación sexual,
identidad de género, idioma, identidad étnica o cultural, opinión, nivel socio
económico, condición migratoria, discapacidad, condición de salud, factor
genético, filiación, o cualquier otro motivo.
Desaparición forzada de personas14
Es el acto cometido por el funcionario o servidor público, o cualquier persona
con el consentimiento o aquiescencia de aquel, por el que, de cualquier
forma, se priva a otro de su libertad y se niega el reconocimiento de dicha
privación de libertad o el dar información cierta sobre el destino o el paradero
de la víctima.
Capítulo II
Marco normativo del Derecho Internacional de los Derechos Humanos
A. FUENTES PRINCIPALES
1. Tratados o convenios internacionales.
Son acuerdos internacionales celebrados por escrito y regidos por el
derecho internacional.
2. La costumbre internacional
También llamada Derecho Internacional Consuetudinario. Es el
procedimiento de elaboración de derecho internacional a partir de una
práctica general y constante en las relaciones entre Estados, la cual se
acepta como derecho.
La existencia de los derechos humanos va más allá del hecho que se
encuentren o no efectivamente recogidos en un tratado, ya que puede ser
suficiente su reconocimiento por la comunidad internacional.
3. Las normas de soft law15.
Son instrumentos internacionales que no obstante no ser vinculantes
tienen relevancia jurídica. Incluyen declaraciones, reglas mínimas,
principios básicos, recomendaciones, o códigos de conducta que
independientemente de su valor jurídico producen ciertos efectos que
repercuten de diferentes formas en la formación, desarrollo,
interpretación, aplicación y cumplimiento del derecho internacional, tanto
en el ámbito interno de los Estados como en el propio seno del derecho
internacional.
Además, existen otras fuentes de derecho, que son relevantes en el
desarrollo e interpretación del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, tales como los principios de derecho, la jurisprudencia
internacional y la doctrina.
B. PRINCIPALES INSTRUMENTOS INTERNACIONALES DE LOS DERECHOS HUMANOS.
INSTRUMENTOS
GENERALES
Sistema Universal Sistema Interamericano
Carta de las Naciones Unidas Carta de la Organización de los
Estados Americanos
Declaración Americana de los
Declaración Universal de los Derechos y Deberes del Hombre
Derechos Humanos
Pacto Internacional de Derechos Convención Americana sobre
Civiles y Políticos Derechos Humanos
Protocolo Adicional a la Convención
Pacto de Derec Económi Americana sobre Derechos
Internacional hos cos, Humanos en materia de Derechos
Sociales y Económicos, Sociales y Culturales
Culturales
Primer Protocolo Facultativo del Protocolo a la convención
Pacto Internacional de Derechos americana sobre derechos
Civiles y Políticos humanos relativo a la abolición de
la pena de muerte
INSTRUMENTOS ESPECIALIZADOS
Sistema Sistema Interamericano
Universal
Convención para la Prevención y Convención Interamericana contra
Sanción del Delito de Genocidio toda forma de discriminación e
intolerancia
Convención internacional para la Convención Interamericana sobre
protección de todas las personas desaparición forzada de personas
contra las desapariciones forzadas
Convención Internacional sobre la Convención Interamericana contra
Eliminación de todas las formas de el racismo, la discriminación racial y
Discriminación Racial formas conexas de intolerancia
Convención sobre la Eliminación de Convención Interamericana para
todas las formas de Discriminación prevenir, sancionar y erradicar la
contra la Mujer violencia contra la mujer
Convención sobre el Estatuto de
Refugiados o Convención de Convención Interamericana sobre
Ginebra y Protocolo sobre el concesión de los derechos civiles a
Estatuto de Refugiados la mujer
Convención Internacional sobre la
protección de los derechos de todos Convención Interamericana sobre
los trabajadores migratorios y de extradición
sus familiares
Convención contra la Tortura y Convención Interamericana para
otros Tratos o Penas Crueles, prevenir y sancionar la tortura
Inhumanas o Degradantes.
Protocolo Facultativo de la
Convención contra la Tortura y otros Convención Interamericana contra
tratos o penas crueles, inhumanos o el terrorismo
degradantes
Convención
Convención sobre los Derechos del Interamericana sobre
Niño tráfico internacional de
menores
Convención Interamericana para la
Protocolo Facultativo de la eliminación de todas las formas de
Convención de derechos de las discriminación contra las personas
personas con discapacidad con discapacidad
Declaración sobre la protección de Convención Interamericana sobre la
todas las personas contra las protección de los derechos
desapariciones forzadas humanos de las personas mayores
Declaración sobre los principios
fundamentales de justicia para las Convención Interamericana contra
víctimas de delitos y del abuso de la corrupción
poder
Directrices de las Naciones Unidas Convención
para la prevención de la Interamericana sobre
delincuencia juvenil restitución internacional
de menores
Convención Interamericana sobre
Principios Básicos para el transparencia en las adquisiciones
tratamiento de los reclusos de armas convencionales
Convención Interamericana contra
Principios Básicos sobre el empleo la fabricación y el tráfico ilícitos de
de la fuerza y de armas de fuego armas de fuego, municiones,
explosivos y otros materiales
relacionados
Código de Conducta para Convención Interamericana sobre
funcionarios encargados de hacer conflictos de leyes en materia de
cumplir la Ley adopción de menores
Reglas mínimas de Naciones Convención Interamericana para el
Unidas para el tratamiento de cumplimiento de condenas penales
reclusos en el extranjero
C. MECANISMOS DE PROTECCIÓN INTERNACIONAL DE
DERECHOS HUMANOS Sistema Universal de Protección de
Derechos Humanos
Con la finalidad de supervisar el accionar de los Estados miembros, la
Organización de las Naciones Unidas cuenta con un Sistema Universal de
Derechos Humanos que tiene dos mecanismos de protección:
a. Mecanismos convencionales
A través de comités creados en virtud de los propios tratados, a los que
también se les conoce como “órganos de vigilancia de los tratados”, que
supervisan periódicamente el cumplimiento de las obligaciones asumidas
por los Estados al momento de adherirse a estos instrumentos
internacionales.
La función principal de los Comités es supervisar la aplicación de los
respectivos tratados examinando los informes que presentan los Estados
en cumplimiento de lo dispuesto en los tratados.
Asimismo, tienen entre sus funciones:
• Recibir, examinar y adoptar Observaciones Finales sobre los informes de los
Estados
• Adoptar Observaciones Generales
• Examinar las comunicaciones individuales
• Examinar las denuncias entre Estados
• Realizar investigaciones disposición
Son nueve los tratados más importantes que cuentan con un Comité
establecido. De los nueve comités, son solo cuatro los que aceptan
denuncias de particulares sobre la violación de derechos humanos por
los Estados Partes (el Comité de Derechos Humanos, el Comité contra
la Tortura, el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial y el
Comité contra las Desapariciones Forzadas).
Los Comités suelen tener competencia para viabilizar los mecanismos de
protección internacional de los derechos consagrados en el texto de su
respectivo tratado. Entre estos mecanismos, se encuentran:
(1) Los mecanismos de carácter no contencioso (Emiten informes periódicos,
investigaciones de oficio a Estados en caso de violaciones masivas y
sistemáticas); y
(2) Los mecanismos de carácter contencioso (Reciben quejas individuales y
quejas de Estados contra otros Estados)
Trata Comité (Órgano de
do Vigilancia)
Pacto Internacional de
Derechos Civiles y Políticos Comité de Derechos Humanos
(CCPR).*
Pacto Internacional de Comité de Derechos
Derechos Económicos, Económicos, Sociales y
Sociales y Culturales Culturales (CESCR).
Convención Internacional Comité para la Eliminación de
para la Eliminación de todas la Discriminación Racial
las formas de Discriminación (CERD).*
Racial
Convención contra la Tortura y Comité contra la Tortura (CAT)*
Otros Tratos o Penas Crueles Subcomité para la prevención
Inhumanos o Degradantes de la Tortura.
Convención sobre los Comité de los Derechos del
Derechos del Niño Niño (CRC).
Convención Internacional
sobre la protección de los Comité sobre Trabajadores
Derechos de todos los Migratorios (CMW).
Trabajadores Migratorios y de
sus Familiares
Convención sobre los Comité de los Derechos de
Derechos de las las Personas con
Personas con Discapacidad (CRPD).
Discapacidad
Convención sobre la Comité para la Eliminación
Eliminación de todas las de Todas las Formas de
formas de Discriminación Discriminación contra la
contra la Mujer Mujer (CEDAW)
Convención Internacional
para la protección de todas Comité contra la
las Personas contra las Desaparición Forzada de
Desapariciones Forzadas Personas (CED).*
* Recibe denuncias individuales
b. Mecanismos extraconvencionales
Los mecanismos extra convencionales de protección de los derechos
humanos, se desarrollan simultáneamente con los mecanismos
convencionales.
(1) Resolución Nº 1235
Documento que permite que la Comisión de Derechos Humanos de
las Naciones Unidas pueda examinar ciertas violaciones graves de
derechos humanos, siendo de procedimiento público.
(2) Resolución Nº 1503
Documento con características similares a la anterior,
diferenciándose por su carácter privado.
(3) Investigaciones y procedimientos públicos especiales
Confiado a grupos de trabajo compuestos por expertos que actúan a
título personal o bien a particulares independientes denominados
ponentes, representantes o expertos independientes especiales.
Tienen la finalidad de examinar y supervisar la situación de los
derechos humanos en países o territorios específicos o fenómenos
importantes de violación de derechos humanos en el nivel mundial. No
tienen carácter confidencial.
(4) Visitas in loco
Son mecanismos de visita por parte de los órganos de investigación
cuando se producen invitaciones de los Estados con respecto a la
existencia de denuncias de violaciones de derechos humanos que
son objetos de estudio.
(5) Acciones urgentes
Ante una inminente comisión de una grave violación de los derechos
humanos se solicita al Estado infractor aclaraciones al respecto y se
formula un llamamiento a fin de que se adopten las medidas
necesarias para garantizar el derecho de las víctimas.
(6) Examen Periódico Universal (EPU)
Es un mecanismo del Consejo de Derechos Humanos de Naciones
Unidas mediante el cual éste vigila regularmente el cumplimiento por
cada uno de los 193 Estados miembros de la ONU de sus
obligaciones y compromisos en materia de derechos humanos. El
EPU es un proceso de revisión interestatal destinado a mejorar la
situación de los derechos humanos sobre el terreno.
Sistema Interamericano de Protección de Derechos Humanos16
El Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) es un sistema
regional de promoción y protección de los derechos humanos que ha sido
creado por los Estados Miembros de la Organización de los Estados
Americanos (OEA), sobre la base de una serie de instrumentos
internacionales que consagran estos derechos y definen las obligaciones de
los Estados para su respeto y garantía.
El sistema interamericano cuenta con dos órganos destinados a velar por el
cumplimiento de las obligaciones de los Estados: la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.
El principal tratado de derechos humanos en el ámbito del Sistema
Interamericano, aunque no el único, es la Convención Americana sobre
Derechos Humanos.
a. Comisión Interamericana de Derechos Humanos
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos es un órgano
principal y autónomo de la OEA creado en 1959, cuyo mandato surge de
la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos. La Comisión está integrada por siete miembros/as
independientes, expertos/as en derechos humanos, que no representan
a ningún país y son elegidos/as por la Asamblea General de la OEA.
Tiene su sede en Washington D.C., Estados Unidos.
La función de la Comisión es promover la observancia y la defensa de los
derechos humanos en las Américas. La Comisión ejerce esta función a
través de la realización de visitas a los países, actividades o iniciativas
temáticas, la preparación de informes sobre la situación de derechos
humanos en un país o sobre una temática particular, la adopción de
medidas cautelares o solicitud de medidas provisionales a la Corte
Interamericana, y el procesamiento y análisis de peticiones individuales
con el objetivo de determinar la responsabilidad internacional de los
Estados por violaciones a los derechos humanos y emitir las
recomendaciones que considere necesarias.
b. Corte Interamericana de Derechos Humanos
La Corte Interamericana de Derechos Humanos, instalada en 1979, es
un órgano judicial autónomo de la OEA, cuyo mandato surge de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.
La Corte IDH tiene su sede en la ciudad de San José, Costa Rica y está
compuesta por siete jueces/zas elegido/as a título personal, provenientes
de los Estados miembros de la OEA.
La Corte IDH tiene como objetivo interpretar y aplicar la Convención
Americana y otros tratados interamericanos de derechos humanos que le
otorguen dicha competencia, en particular, a través de la emisión de
sentencias sobre casos y opiniones consultivas.
Los órganos del SIDH (Comisión y Corte Interamericanas de Derechos
Humanos) no tienen competencia para atribuir responsabilidad individual,
es decir, no pueden determinar si una persona es o no culpable de la
violación de un derecho humano.
Estos órganos solamente pueden analizar y determinar la responsabilidad
internacional de un Estado miembro de la OEA.
Cualquier persona o grupo de personas pueden presentar una petición
para denunciar una presunta violación a los derechos humanos en contra
del Estado peruano.
De hecho, se trata de un derecho que se encuentra reconocido por el
artículo 205 de la Constitución de 1993, que establece: “Agotada la
jurisdicción interna, quien se considere lesionado en los derechos que
la Constitución reconoce puede recurrir a los tribunales u organismos
internacionales constituidos según tratados o convenios de los que el
Perú es parte”.
Capítulo III
Labor policial en la sociedad
La labor policial es cumplida por la Policía Nacional. En ese sentido, la actividad
que realizan sus miembros se denomina servicio policial, que consiste en la labor
policial de servir a la sociedad y proteger a los ciudadanos.
La labor de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley constituye un
servicio social de gran importancia. En consecuencia, es preciso mantener y,
siempre que sea necesario, mejorar las condiciones de trabajo y la situación de
estos funcionarios.
La amenaza a la vida y la seguridad de los funcionarios encargados de hacer
cumplir la ley debe considerarse como una amenaza a la estabilidad de toda la
sociedad.
Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley desempeñan un papel
fundamental en la protección del derecho a la vida, la libertad y la seguridad de
las personas.
(Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de
Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley)
A. LABOR POLICIAL Y DEMOCRACIA
Para que las personas puedan disfrutar de sus derechos, establecidos
constitucionalmente, la Policía debe mantener el orden social, además de
garantizar el libre ejercicio de éstos.
La democracia se vincula al Estado de Derecho y a la promoción y protección
de los derechos humanos, ya que estos garantizan su pleno desarrollo,
cumpliendo la policía un papel fundamental en esta labor. Por ello, su
preparación, competencia y actuación deberán reflejarse en una actitud de
respeto a las personas y a sus derechos fundamentales.
B. DERECHOS FUNDAMENTALES Y LABOR POLICIAL
Para que la Policía Nacional del Perú cumpla sus funciones se le ha conferido
determinadas facultades, siendo las más importantes, entre otras, el arresto,
la detención y el uso de la fuerza.
Las acciones que ejecuten los policías en el desarrollo de su función deberán
subordinarse y adecuarse al respeto de los derechos humanos para
garantizar la legalidad y legitimidad de sus actuaciones, alcanzando la
finalidad del servicio policial.
C. GARANTÍAS CONSTITUCIONALES Y LABOR POLICIAL
La Constitución establece las garantías para que los derechos
fundamentales sean respetados. Esta tutela se ejercita a través de los
procesos constitucionales a los que todo ciudadano puede recurrir. En estos
se determinan e imponen las consecuencias jurídicas derivadas de las
acciones u omisiones que atenten contra los derechos constitucionales.
La extralimitación en las acciones realizadas por los miembros de la Policía
Nacional durante el servicio policial, o su omisión, además de cuestionar la
labor policial puede traer como consecuencia la vulneración de algún derecho
fundamental de la persona. Por lo tanto, existe la posibilidad de iniciar un
proceso constitucional (hábeas corpus y amparo).17
D. LABOR POLICIAL EN LOS REGÍMENES DE EXCEPCIÓN
La Constitución Política del Perú contempla dos situaciones de excepción en
los que el Presidente de la República, con acuerdo del Consejo de Ministros,
puede decretar por plazo determinado en todo el territorio nacional o en parte
de él, y dando cuenta al Congreso o a la Comisión Permanente, los estados
de excepción siguientes:
1. Estado de emergencia
En caso de perturbación de la paz o del orden interno, de catástrofe o de
graves circunstancias que afecten la vida de la Nación. Puede restringirse
o suspenderse el ejercicio de los derechos constitucionales relativos a la
libertad y a la seguridad personales, la inviolabilidad del domicilio y la
libertad de reunión y de tránsito en el territorio. En ninguna circunstancia
se puede desterrar a nadie.
El plazo del estado de emergencia no excede de sesenta (60) días, el
mismo que debe ser motivado y declarado mediante Decreto Supremo.
Su prórroga requiere un nuevo decreto. Los derechos descritos en el
párrafo precedente, sólo son suspendidos si así lo establece el referido
decreto y de conformidad con las causas que generaron el estado de
emergencia.
En estado de emergencia las Fuerzas Armadas asumen el control del
orden interno si así lo dispone el Presidente de la República.
2. Estado de sitio
En caso de invasión, guerra exterior, guerra civil o peligro inminente de
que se produzcan, con mención de los derechos fundamentales cuyo
ejercicio no se restringe o suspende. El plazo correspondiente no excede
de cuarenta y cinco (45) días. Al decretarse el estado de sitio, el
Congreso se reúne de pleno derecho. La prórroga requiere aprobación
del Congreso.
Asimismo, se tiene que tener en cuenta que las normas relativas a los
derechos y libertades que la Constitución reconoce se interpretan de
conformidad con la Declaración Universal de Derechos Humanos y con
los tratados y acuerdos internacionales sobre las mismas materias
ratificados por el Perú.18
Es necesario advertir que no se podrán invocar ninguna de estas
circunstancias excepcionales para justificar el quebrantamiento de los
principios básicos sobre el empleo de la fuerza y armas de fuego
desarrollados en este manual19.
De igual forma, la Convención Americana sobre Derechos Humanos
dispone en su artículo 27º una cláusula de salvaguardia, la cual establece
que los Estados Parte en las disposiciones que adopten en caso de
guerra, de peligro público o de otra emergencia (en el caso peruano estas
disposiciones están contenidas en los regímenes de excepción) no
deberán suspender, entre otros, el principio de legalidad y el derecho a
la integridad personal; debiendo interpretarse que ambos aspectos no
están incluidos en la suspensión o restricción a la libertad y a la seguridad
personales. Por lo que, en ningún caso podrá invocarse circunstancias
excepcionales tales como estado de guerra, inestabilidad política interna
o cualquier otra emergencia pública como justificación de la tortura20.
La suspensión de los derechos constitucionales tendrá vigencia y alcance
únicamente en los ámbitos geográficos especificados en el decreto que
declara el régimen de excepción (ref. Art. 23º Código Procesal
Constitucional).
Otro aspecto importante que se establece en el Código Procesal
Constitucional es que los procesos constitucionales no se suspenden
durante la vigencia de los regímenes de excepción.
Capítulo IV
Víctimas y grupos en situación de vulnerabilidad
Los miembros de la Policía Nacional del Perú, en su formación profesional y
práctica diaria, centran su atención y recursos prioritariamente en labores
preventivas, disuasivas y de represión de la actividad criminal. Por ello, también
es necesario que se desarrollen directivas adecuadas para garantizar la atención
de quienes han visto vulnerados sus derechos.
Asimismo, existen grupos sociales que por sus características ven limitado el
ejercicio pleno de sus derechos. Por lo cual es necesario también fortalecer la
actuación policial en este aspecto, orientándola a la protección de estos grupos
para evitar así las violaciones de sus derechos.
Los miembros de la Policía Nacional en su primer contacto con las víctimas de
delitos, deberán velar que estas reciban la asistencia y cuidados apropiados.
Este contacto inicial puede describirse como la etapa de “primeros auxilios” de
la situación de la víctima. En la práctica de la aplicación de la ley suelen primar
esencialmente los progresos y resultados de los procesos de investigación.
Es importante que el personal policial de máxima prioridad a la protección física
y psicológica de la víctima. El delito cometido es irreversible, pero la asistencia
oportuna a las víctimas contribuye decisivamente a limitar las consecuencias
negativas ocasionados por el ilícito cometido.
A. VÍCTIMAS
1. Víctimas del delito
Personas que, individual o colectivamente, han sufrido daños, lesiones
físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o
menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales como
consecuencia de acciones u omisiones que vulneren la legislación penal
vigente en los Estados Miembros de la ONU, incluida la que proscribe el
abuso de poder21.
2. Víctimas del abuso de poder
Las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños,
inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida
financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales,
como consecuencia de acciones u omisiones que no lleguen a constituir
violaciones del derecho penal nacional, pero afectan normas
internacionales reconocidas y relativas a los derechos humanos.
Considerando la calidad del perpetrador solamente constituye abuso de
poder cuando la infracción es cometida por un funcionario del Estado en
el ejercicio de sus funciones.
3. Víctimas y su trato por la Policía Nacional
Todas las personas, particularmente las víctimas de delitos y del abuso
de poder, deben recibir atención de la Policía Nacional del Perú teniendo
en consideración lo siguiente:
a. Las víctimas tienen derecho a ser tratadas con respeto y consideración por
su dignidad.
b. Las víctimas tienen derecho a beneficiarse de los mecanismos de la justicia
y a obtener una pronta reparación en caso correspondiese.
c. Las víctimas deben ser informadas de la marcha de las actuaciones y de la
decisión de sus causas. Especialmente, cuando se trate de delitos graves y
se haya solicitado esa información.
d. Las víctimas pueden necesitar asistencia para proteger su intimidad y para
garantizar su seguridad y la de sus familiares contra la intimidación y las
represalias.
e. Las víctimas deben recibir la asistencia material, médica, psicológica y social
que sea necesaria.
f. La Policía requiere la cooperación de la víctima para aportar información
que permita esclarecer la comisión de un delito.
B. GRUPOS EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
La expresión “grupos en situación de vulnerabilidad” suele utilizarse para
designar a aquellos grupos de personas o sectores de la población que por
razones relacionadas a su edad, género, estado físico o mental, o por
circunstancias sociales, económicas, étnicas y/o culturales; y por acción u
omisión de los organismos del Estado; se ven privados del pleno goce y
ejercicio de sus derechos fundamentales y de la atención y satisfacción de
sus necesidades específicas.
1. Menores de edad
Las niñas, niños y adolescentes22 (NNA) por su situación de desarrollo
y dependencia tienen derechos adicionales a las de cualquier otra
persona. Por ello, se ha establecido una especial protección a sus
derechos que se encuentra desarrollada principalmente en la Convención
sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas y, a nivel nacional, en
la Constitución Política del Estado y el Código de los Niños y
Adolescentes.
En toda intervención policial, se debe garantizar una atención
especializada y prioritaria sobre esta población, estén en calidad de
víctimas o de infractores a la ley penal. Para ello debe tenerse en cuenta
las siguientes premisas básicas:
a. Aplicación del interés superior de la niña, niño o adolescente (Ley 30466). En
todas las medidas que los afecten directa o indirectamente se debe valorar y
aplicar que es lo que más les favorece para garantizar la protección y
ejercicio de sus derechos.
b. Reserva, confidencialidad y derecho a la privacidad. Está prohibida la difusión
de la imagen y/o identidad de los NNA cuando se encuentren involucrados
como víctimas, autores, partícipes o testigos de una infracción, falta o
delito.
c. Participación y Autodeterminación Progresiva. Toda NNA tiene derecho a
ser informado del motivo de su intervención y del proceso a seguir,
tomándose en cuenta su opinión en función a su edad, grado de madurez y
su interés superior.
Es preciso que los miembros de la Policía Nacional del Perú en todas sus
dependencias permanezcan atentos y adopten las medidas requeridas
para proteger a esta población contra cualquier acción que ponga en
riesgo o vulnere sus derechos fundamentales, coordinando con las
instituciones públicas o privadas que contribuyan a este objetivo como el
Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, la Fiscalía de Familia,
el Poder Judicial, la Defensorías del Niño y del Adolescente, entre otros.
La Constitución Política señala en el artículo 4º que la comunidad y el
Estado protegen especialmente al niño y al adolescente. El Código del
Niño y el Adolescente reconoce sus derechos y establece los
mecanismos para su protección. Asimismo, otros instrumentos
internacionales protegen los derechos del menor como la Convención
sobre los Derechos del Niño.
Es también especialmente relevante considerar el interés superior del
niño que es un derecho, un principio y una norma de procedimiento que
otorga al niño el derecho a que se considere de manera primordial su
interés superior en todas las medidas que afecten directa o
indirectamente a los niños y adolescentes, garantizando sus derechos
humanos23.
2. Mujeres en situación de vulnerabilidad
La existencia de condiciones sociales de desigualdad y violencia colocan
a algunas mujeres en una situación de vulnerabilidad que amerita se les
brinde una especial protección. Esa condición se ve agravada cuando
confluyen factores que profundizan la desigualdad o violencia contra las
mujeres, como la edad (niñas o mujeres adultas mayores), el origen
étnico, la discapacidad, entre otros.
Tomando en cuenta las desigualdades estructurales que afectan
principalmente a las mujeres, la Ley Nº 30364 (Ley para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los integrantes del
grupo familiar) reconoce su condición de sujetos de protección de la Ley
“durante todo su ciclo de vida: niña, adolescente, joven, adulta y adulta
mayor”.
La violencia es uno de los factores que mayor vulnerabilidad produce.
Así, el feminicidio, la violación sexual, el maltrato físico o psicológico, la
trata de personas, el acoso sexual en espacios públicos son expresiones
de violencia donde el mayor porcentaje de víctimas son mujeres adultas,
niñas y adolescentes. Frente a ello, la atención del personal policial debe
orientarse a:
- No revictimizar a las víctimas de violencia. Ello implica brindar un trato
respetuoso de sus derechos y de su dignidad, sin emitir opiniones sobre su
aspecto o conducta que la hagan que se sienta víctima de la experiencia
vivida y a la vez culpable de ella.
- Atender diligentemente las denuncias por violencia, realizando una
efectiva coordinación con las autoridades competentes para brindar
protección a las víctimas.
Los aspectos relacionados al arresto, registro y detención de la mujer
están considerados en el capítulo sobre detención.
3. Personas adultas mayores
La Ley Nº30490, Ley de la persona adulta mayor, establece que se
considera como tales, a las personas que tienen 60 años de edad a más.
La referida norma, reconoce la protección social de las personas adultas
mayores (PAM) en situación de riesgo, cuando éstas se encuentran en:
- Pobreza o pobreza extrema
- Dependencia o fragilidad, o sufra trastorno físico o deterioro cognitivo que
la incapacite o que haga que ponga en riesgo a otras personas.
- Víctimas de cualquier tipo de violencia.
Frente a ello, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables dicta
medidas de protección temporal a favor de las PAM, coordinando con la
PNP, el Ministerio Público, el Ministerio de Salud, el Poder Judicial, entre
otros.
La policía deberá tratar a estas personas con especial cuidado en función
a su edad.
4. Personas con discapacidad
Las personas con alguna clase de discapacidad24 deben gozar de sus
derechos sin discriminación de ningún tipo. Los miembros de la Policía
Nacional deben tratar a estas personas con dignidad y promover en la
sociedad el respeto de sus derechos humanos.
La Ley General de la Persona con Discapacidad, Ley Nº 29973, establece
el régimen legal de protección, atención a la seguridad social y
prevención para que estas personas alcancen su desarrollo e integración
social, económica y cultural conforme a lo previsto en el artículo 7º de la
Constitución Política del Estado.
La Policía Nacional deberá adecuar progresivamente sus instalaciones a
fin de que las personas con discapacidad tengan fácil acceso a sus áreas
y ambientes con señalizaciones y corredores de circulación apropiados
para que puedan ejercer sus derechos de acceso a los servicios que
brinda la PNP.
5. Comunidades nativas, campesinas y étnicas25
El Perú es un País multicultural y pluriétnico. Los pueblos indígenas son
potencialmente más indefensos social, política, económica y
jurídicamente.
La Constitución Política del Perú establece que las comunidades
campesinas y las nativas tienen existencia legal y son personas jurídicas.
Son autónomas en su organización, en el trabajo comunal y en el uso y la
libre disposición de sus tierras, así como en lo económico y
administrativo, dentro del marco que la ley establece. La propiedad de
sus tierras es imprescriptible, salvo en el caso de abandono. El Estado
debe promover el respeto de la identidad cultural de las comunidades
campesinas y nativas.
Para promover los derechos de las poblaciones indígenas en el mundo,
la Organización de las Naciones Unidas ha aprobado además del
Convenio sobre pueblos indígenas y tribales (Convenio 169), la
Declaración sobre los Derechos de las Poblaciones Indígenas; y la
Organización de Estados Americanos la Declaración Americana sobre
los Derechos de los Pueblos Indígenas.
En nuestro país, las comunidades nativas y campesinas constituyen
grupos de familias que, por razones de ubicación geográfica, vínculos
familiares o culturales radican mayoritariamente en la sierra y selva
peruanas. La configuración geográfica de los terrenos que ocupan y su
difícil acceso los convierte en círculos cerrados a la influencia cultural
externa, manteniendo tradiciones y valores propios.
La Policía Nacional, por su condición de institución tutelar del Estado y
por su presencia física en todos los lugares de la patria, tiene acceso y
contacto con poblaciones indígenas y comunidades campesinas. Su
función principal en relación con estas consiste en respetar sus derechos
individuales y colectivos. Asimismo, deberá reconocer y proteger sus
valores y costumbres sociales, culturales, religiosas y espirituales
debiendo actuar con un enfoque de interculturalidad, promoviendo la
prestación de un servicio policial bilingüe, en la lengua oficial y en la
lengua predominante en la zona, y/o asegurando el derecho de las
personas a ser interrogadas en su lengua.
Es importante señalar que, si bien las comunidades nativas y campesinas
tienen la autoridad para ejercer su propio sistema de justicia comunal,
ésta facultad tiene como límite la vulneración de los derechos humanos,
particularmente el derecho a la vida y la integridad personal, por lo que
no puede permitirse la tortura o los tratos crueles, inhumanos o
degradantes como forma de sanción.
6. Personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersex (LGBTI)26
Son personas que, debido a los prejuicios, estereotipos y estigmas sobre
su orientación sexual o identidad de género, suelen ser discriminadas en
diversos ámbitos de nuestra sociedad, como el laboral, político, cultural y
hasta el familiar.
Esta situación las y los convierte en un grupo vulnerable y proclive a sufrir
agresiones y ataques contra su vida e integridad, discriminación, insultos,
exclusión y negación de derechos, no solo de parte de las autoridades o
terceras personas sino incluso de su propia familia y entorno.
La policía además de tratar a estas personas con el mismo respeto que
se brinda a cualquier otro ciudadano, deberá tener siempre presente lo
siguiente:
• Evitar todo acto discriminatorio, cruel, humillante o degradante, de
carácter sexual o no, que constituya un agravio a la dignidad o intimidad
de la persona27.
• Garantizar y respetar el derecho al libre disfrute del espacio público que
comprende el ingreso y permanencia a lugares públicos o el derecho a
reunirse pacíficamente.
• Garantizar y reconocer el derecho a la libre expresión, asociación y reunión.
• Prestar auxilio inmediatamente cuando son víctimas de agresiones, así
como también registrar adecuada y oportunamente sus denuncias.
7. Personas que viven con VIH/SIDA y otras enfermedades infecto contagiosas
La Organización de las Naciones Unidas mantiene la prioridad de que las
personas con VIH/SIDA cuenten con el pleno respeto a sus derechos
humanos. Especialmente, lo relativo al acceso equitativo a servicios de
salud, maternidad y planificación familiar. La discriminación a los
individuos con VIH/SIDA es un problema que también deteriora la
prevención del VIH y pone en peligro a la comunidad.
La Policía deberá brindar una atención especial a su salud,
principalmente cuando son detenidos en locales policiales, o en el
traslado para diligencias. Asimismo, no se debe hacer mención a la
situación de salud de la persona, salvo en los casos previstos por ley.
En ese sentido, las pruebas de VIH u otras enfermedades es voluntaria y
sus resultados confidenciales, estando absolutamente prohibido que sea
requerida en los exámenes médico legales.
8. Personas trabajadoras sexuales
La legislación peruana no criminaliza el ejercicio de la prostitución como
medio de subsistencia elegido libremente por las personas. Por el
contrario, sí sanciona a aquellas personas que favorecen o promueven
la prostitución, porque ello implica un aprovechamiento económico o
sexual, mediante la explotación de la persona que ejerce la
prostitución28.
Las personas que ejercen la prostitución, por lo general, se encuentran
expuestas a la estigmatización social por la actividad que realizan, al
vincularlas con la delincuencia, las drogas, etc. Esto las coloca en una
especial situación de vulnerabilidad de sufrir tratos humillantes,
degradantes y discriminatorios que vulneran sus derechos, como por
ejemplo los maltratos verbales, el abuso sexual, la extorsión, la violencia
física, etc.
La intervención del personal policial, debe ceñirse a respetar los
derechos fundamentales de las y los trabajadores sexuales, estando
prohibido su persecución y arresto por ejercer dicha labor,
diferenciándolas de las y los explotadores y demás personas que
obtienen ventajas ilícitas de esta actividad.
Cuando tengan la condición de víctimas se debe garantizar la recepción y
atención adecuada de sus denuncias respecto de los delitos cometidos en
su contra, garantizando el derecho a la igualdad en el acceso a la justicia
y evitando la revictimización.
9. Desplazados internos
Son las personas o un grupo de personas que se ven forzadas u
obligadas a abandonar su hogar o lugar de residencia habitual, como
resultado o para evitar los efectos de un conflicto armado, situaciones de
violencia generalizada, violaciones de los derechos humanos y agentes
imprevistos, desastres naturales o provocados por el ser humano y que
no ha dado lugar al cruce de una frontera estatal internacionalmente
reconocida29.
A la Policía Nacional del Perú le corresponde apoyar las acciones
estatales integrales orientadas a promover la superación de los factores
de riesgo de afectación de los derechos y su restitución en casos de
vulneración por causa del desplazamiento, con el pleno respeto a la
dignidad, identidad y cultura de las personas, familias y comunidades
afectadas por el desplazamiento.
Capítulo V
Conducta ética en la aplicación de la ley
La función de la policía tiene como principal objetivo el servicio a la comunidad y
la protección a las personas. En este contexto, es imprescindible una actitud
ética: honesta, solidaria, proactiva, comprometida, justa y respetuosa. Actuar en
este marco facilita y legitima el cumplimiento de la misión, fortaleciendo la
relación entre el personal policial y el ciudadano.
Es necesario que la Policía Nacional del Perú, en su condición de órgano
encargado de velar por el cumplimiento de la ley, desarrolle actitudes y conductas
personales en sus integrantes que favorezcan un trabajo colectivo y así un
eficiente desempeño de su función.
Por el contrario, no actuar éticamente genera desprestigio institucional, falta de
credibilidad y legitimidad, desconfianza, temor y, en consecuencia, el alejamiento
institucional de la comunidad.
Una conducta ética revalora a las y los policías, elevando su autoestima y
confianza, lo cual le permite proyectar a su familia, compañeros de trabajo y a la
comunidad en general su calidad personal y profesional.
Las bases de la conducta policial ética son el respeto de la dignidad humana y
de la ley y, a través de estos, el respeto de los derechos humanos30.
A. NECESIDAD DE UNA CONDUCTA ÉTICA EN LA FUNCIÓN POLICIAL
Se ha planteado equivocadamente que una institución policial, para ser
eficiente y eficaz en el desarrollo de sus actividades debe basarse solamente
en una sólida educación y contar con los recursos necesarios. Sin embargo,
la experiencia y realidad han demostrado que la ética constituye la base
fundamental de esta labor, pues la sola presencia de los dos factores antes
aludidos no garantiza por sí mismos el cabal cumplimiento de la función
policial.
En efecto, la conducta ética asegura que la función policial se lleve a cabo
utilizando correcta y razonablemente los poderes y las facultades que la ley
les confiere: sin discriminación, con justicia y sin atentar contra la dignidad
de las personas. En síntesis, respetando los derechos humanos31.
Más aún, es justamente ese parámetro ético de actuación lo que distingue a
los que hacen cumplir la ley de los que la incumplen. Si los policías recurrieran
a prácticas contrarias a la ley o que sobrepasen los poderes y las facultades
legales, no habría distinción entre ambos. Las consecuencias sobre la
seguridad y protección públicas podrían ser devastadoras.
1. Ética personal
Son los valores y las convicciones morales de una persona. Es la ética
personal de cada policía que fija, en primer lugar, la línea de conducta
que seguirá en su condición de persona, ciudadano y servidor público. La
experiencia, educación y formación pueden influir positiva o
negativamente en la ética personal.
2. Ética grupal
La ética de grupo es el conjunto de convicciones sobre lo que está bien
o mal para un grupo de personas. El personal policial trabaja
frecuentemente en circunstancias difíciles e incluso peligrosas. Dado que
en gran medida unos dependen de otros en esas situaciones, es natural
que se cree una estructura de grupo con normas y valores particulares,
en los que todos se apoyan. Esto puede ser un gran elemento moral y de
gran soporte para una actividad correcta y sacrificada.
Sin embargo, cuando esa regla de comportamiento se desvirtúa; y en
lugar de protegerse mutuamente se “cubren” unos a otros, y se adquieren
costumbres incompatibles con el servicio policial como el “mantener en
silencio” ante los actos de corrupción, las violaciones de derechos
humanos y otros hechos negativos; entonces el cuerpo policial se
deslegitima ante la sociedad.
3. Ética profesional
La ética profesional es el conjunto de deberes profesionales que orientan
la actuación del personal policial en los diferentes ámbitos en los que se
ejerce la función policial.
Los principios y valores inspiran la ética profesional han sido
desarrollados en normas nacionales e internacionales, principalmente,
en el Código de Ética de la Policía Nacional del Perú y en el Código de
conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, aprobado
por las Naciones Unidas.
En el ejercicio de la función policial, es necesario que se examinen
siempre las cuestiones éticas relacionadas con el uso de la fuerza y
armas de fuego32.
B. INVESTIGACIÓN POLICIAL
Teniendo como fundamento doctrinario el empleo del método general de la
investigación policial, cuando se realiza una investigación por un hecho
delictivo se ejecuta una serie de procedimientos policiales, que el personal
responsable debe desarrollar respetando la Constitución y demás normas
nacionales e internacionales.
La investigación policial debe realizarse de modo ético, especialmente en el
acopio de los elementos de prueba, en el desarrollo de las pericias y en el
examen de los implicados. Debe evitarse todo sesgo de género o criterios
subjetivos que afecten o entorpezcan el fin perseguido.
En toda investigación policial, las personas detenidas o en libertad deben ser
consideradas inocentes mientras no se haya declarado judicialmente su
responsabilidad.
El derecho al honor y a la buena reputación, a la intimidad personal y familiar
está protegido constitucionalmente y tienen una evidente repercusión para la
investigación policial, especialmente, en los procedimientos de registros de
personas, domicilios o vehículos.
Asimismo, la interceptación de correspondencia, mensajes telefónicos u
otras comunicaciones debe ser lícita. La información que se obtenga debe
estar necesariamente relacionada con los fines de la investigación policial.
La protección de la intimidad se encuentra en el artículo 4º del Código de
conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
Es necesario precisar que la falta de capacidad técnica, disponibilidad de
recursos u otras carencias no justifican las violaciones de derechos
humanos.
C. EL INTERROGATORIO
Es una técnica utilizada por la Policía Nacional para obtener información de
una o más personas en base a preguntas planeadas y hábilmente planteadas
que conduzcan al esclarecimiento de un hecho delictuoso en el contexto de
una investigación policial.
El interrogatorio exige conocimientos técnicos particulares que son tratados
en otros textos policiales, pero para los fines de este manual es importante
considerar que toda persona interrogada tiene derecho a no ser obligada ni
compelida a declarar o reconocer culpabilidad contra sí mismo. Por lo tanto,
no se puede ejercer ningún tipo de presión, sea esta física o mental, con el
fin de obtener una confesión o información. Se debe tener en cuenta que el
objetivo de un interrogatorio es obtener información de manera lícita que
permita esclarecer o llegar a la verdad sobre un hecho delictivo y no
necesariamente encontrar un culpable.
El personal policial debe usar técnicas de entrevistas que sean compatibles
con los derechos de la persona sometida a interrogatorio, prohibiéndose
preguntas asociadas a cuestionar, burlarse o condenar el aspecto físico,
forma de vida, conducta, etc.
D. EL CONTROL DE IDENTIDAD
Consiste en el requerimiento de identificación personal realizado por el
personal policial en la vía pública o en cualquier otro lugar donde se realice
la solicitud, cuando resulte necesario para prevenir un delito u obtener
información útil para averiguación de un hecho punible. Para tal efecto el
personal policial podrá realizar las comprobaciones pertinentes.33 El
intervenido tiene derecho a exigir al Policía le proporcione su identidad y la
dependencia a la que está asignado.34
La identificación se realizará en el lugar en que la persona se encontrare, por
medio del correspondiente documento de identidad. Se deberá proporcionar
al intervenido las facilidades necesarias para encontrarlo y exhibirlo.
Si existiere fundado motivo que el intervenido pueda estar vinculado a la
comisión de un hecho delictuoso, la Policía podrá registrarle sus vestimentas;
equipaje o vehículo.
En caso no sea posible la exhibición del documento de identidad, se
conducirá al intervenido a la Dependencia Policial más cercana para
exclusivos fines de identificación.
Se podrá tomar las huellas digitales del intervenido y constatar si registra
alguna requisitoria. Este procedimiento, contado desde el momento de la
intervención policial, no puede exceder de cuatro horas, luego de las cuales
se le permitirá retirarse.
La Policía deberá llevar, para estos casos, un Libro-Registro en el que se
harán constar las diligencias de identificación realizadas en las personas, así
como los motivos y duración de las mismas.
E. LA PRIVACIÓN DE LA LIBERTAD
La libertad es un derecho humano, la detención es una excepción a este. Por
lo cual el Estado dentro de su actividad punitiva puede privar de la libertad a
una persona en el marco de las consideraciones establecidas en la ley.
La Constitución Política determina que sólo las autoridades policiales pueden
ejercer la potestad de detener bajo los preceptos de delito flagrante o
mandato escrito y motivado de juez competente. De igual forma, la ley de la
Policía Nacional del Perú establece la facultad de sus integrantes para
asumir esta responsabilidad a nombre del Estado.
1. Arresto
Acto de autoridad que permite aprehender a una persona con fines de
identificación, retención, procedimiento administrativo e incluso por la
supuesta comisión de un delito, pudiendo recurrir de manera compulsiva
a ejercer control sobre ésta empleando los medios de policía. Este acto
policial debe estar basado en motivos legales y realizarse de manera
profesional, competente y eficaz, sin afectar otros derechos
fundamentales35.
En ningún caso faculta a la privación indebida de la libertad ni menos al
sometimiento a tortura ni a tratos inhumanos, crueles o degradantes al
intervenido.
Particularmente se debe tener en cuenta:
a. Arresto a persona sospechosa (presunto infractor de la ley)
Debemos entender como persona sospechosa a aquella cuya
conducta o circunstancias hacen presumibles que ha cometido o va a
cometer un acto ilícito, en donde su identidad está por comprobarse o
por determinarse su participación en el ilícito.
b. Arresto a mujeres
Debe ser efectuado, en lo posible, con participación de personal
policial femenino. En el caso del registro personal y de prendas, éste
debe ser efectuado por una mujer con la finalidad de evitar vulnerar
sus derechos.
c. Arresto a menores de edad
Los menores de edad deberán ser separados de los adultos durante
las intervenciones, de preferencia y en directa relación a su edad y
conducta, debiendo estar al cuidado de personal especialmente
asignado para esta labor.
2. Detención policial
En sentido amplio, es toda forma de privación de la libertad referida al libre
tránsito o movimiento de una persona. Es un acto excepcional que está
regulado por la ley.
La privación de la libertad se encuentra regulada en el artículo 2º, inciso
24, literal f de la Constitución Política:
“Nadie puede ser detenido sino por mandamiento escrito y motivado del juez o
por las autoridades policiales en caso de flagrante delito. La detención no durará
más del tiempo estrictamente necesario para la realización de las investigaciones
y, en todo caso, el detenido debe ser puesto a disposición del juzgado
correspondiente, dentro del plazo máximo de cuarenta y ocho horas o en el
término de la distancia” 36
En sentido estricto la detención policial es la privación excepcional de la
libertad como competencia funcional de la Policía Nacional, que
únicamente es justificada tras la comisión de un delito flagrante o por
mandato judicial escrito y motivado.
Tiene como objetivos más comunes los siguientes:
• Impedir que la persona cometa o siga cometiendo un acto ilegal.
• Permitir la realización de investigaciones en relación con un acto delictivo,
en el cual se haya sorprendido en flagrancia.
• Llevar a una persona ante la autoridad competente para que ésta desarrolle
el proceso jurisdiccional.
a. Presupuestos:
- Mandato escrito y motivado de juez competente
Se exige mandato escrito (resolución judicial: auto o sentencia)
para que quede constancia. Además, para que el interesado
pueda ser informado de este documento en el momento de ser
arrestado. Mandamiento motivado porque la libertad no puede ser
conculcada sin motivo (artículo 139º, inciso 5 de la Constitución).
- Flagrante delito37
Existe flagrancia cuando:
(1) El agente es descubierto en la realización del hecho punible.
(2) El agente acaba de cometer el hecho punible y es descubierto.
(3) El agente ha huido y ha sido identificado durante o inmediatamente
después de la perpetración del hecho punible, sea por el agraviado o
por otra persona que haya presenciado el hecho, o por medio
audiovisual, dispositivos o equipos con cuya tecnología se haya
registrado su imagen y es encontrado dentro de las veinticuatro (24)
horas de producido el hecho punible.
(4) El agente es encontrado dentro de las veinticuatro (24) horas después
de la perpetración del delito con efectos o instrumentos procedentes
de aquel o que hubieren sido empleados para cometerlo o con
señales en sí mismo o en su vestido que indiquen su probable autoría
o participación en el hecho delictuoso.
La regla general es que solo el Juez puede ordenar la detención
de una persona, la excepción es que las autoridades policiales
pueden detener únicamente en el caso de flagrante delito.
Es importante señalar que el Código Procesal Penal también
menciona que toda persona podrá proceder al arresto en estado
de flagrancia delictiva (arresto ciudadano). En tal caso el
ciudadano debe entregar inmediatamente al arrestado y las cosas
que constituyan el cuerpo del delito a la dependencia policial más
cercana o al policía que se halle por inmediaciones del lugar. En
ningún caso el arresto autoriza a encerrar o mantener privada de
su libertad en un lugar público o privado hasta su entrega a la
autoridad policial38.
El personal policial tiene la obligación de redactar un acta donde
se haga constar la entrega del presunto infractor a la ley, debiendo
consignar la integridad física, la fecha y hora de aprehensión, la
hora en que inicia la diligencia, la identificación de la persona o
personas que procedieron al arresto ciudadano, la identificación de
los agraviados, los elementos que constituyan el cuerpo del delito
y las demás circunstancias de la intervención.
Cuando se trata de una persona que ha sido intervenida en
flagrancia delictiva es necesario que el policía haga una valoración
de la situación que está apreciando, a través de la incautación o
decomiso de objetos producto del ilícito penal, armas, la presencia
de sangre en la ropa, heridas, etc. Lo cual requiere una actuación
cuidadosa en la conservación de la prueba, recolección de la
información proporcionada por los testigos y en la elaboración del
acta o informe.
b. Derechos del detenido
- Solicitar la identificación del miembro policial al ser detenido.
- Ser anotado en el registro de detenidos en forma inmediata.
- Que sus pertenencias sean registradas y devueltas en la misma forma.
- Ser informado por escrito sobre la causa o el motivo de su detención.
- Comunicarse con algún familiar o amistad.
- Entrevistarse inmediatamente a la detención con un representante del
Ministerio Público o Consulado.
- A un abogado de su elección o a solicitar la presencia de un defensor o
defensora pública,
- A la prohibición de medios violentos en las declaraciones.
- Al reconocimiento médico.
- A la no autoinculpación.
- A la presunción de inocencia.
- A expresarse en su propio idioma y de ser necesario a un traductor.
- A ser puesto a disposición de la autoridad en el término de ley.
- A recibir abrigo y alimentación.
- A no ser incomunicado, salvo casos previsto por ley.
3. Consideraciones especiales
El arresto y la custodia de las personas detenidas policialmente son un
aspecto importante de la labor policial. A pesar de que el trato de los
detenidos se encuentra regulado, tanto con arreglo al derecho
internacional como a las leyes de nuestro país, aisladamente se cometen
arbitrariedades y abusos, muchas veces por desconocimiento, omisión y
en otras intencionalmente.
El trato humano y digno a la persona detenida es una obligación de todo
policía y no requiere de complejos conocimientos de técnicas policiales.
Exige respetar la dignidad inherente a la persona humana y el
cumplimiento de ciertas normas básicas de conducta. No obstante, es
indispensable que la capacitación en este campo esté basada en sólidos
conceptos teóricos y en las mejores prácticas actuales, éticas y morales
que conduzcan a la profesionalización policial39.
El personal policial en su relación con las personas bajo su custodia o
detenidos no emplearán la fuerza salvo cuando sea estrictamente
necesaria para mantener la seguridad y el orden en los establecimientos
o cuando corra grave peligro la integridad física de las personas. No
emplearán armas de fuego, salvo en defensa propia o en defensa de
terceros “cuando la vida de una persona es puesta en riesgo real,
inminente y actual por quien se está fugando”40. En consecuencia, no se
podrá utilizar armas de fuego con el único propósito de impedir la fuga de
una persona sometida a custodia o detención41.
Existen pautas a tener en consideración por el personal de la Policía
Nacional cuando tenga que cumplir con su facultad de detención y
aunque estas son de carácter general, en los casos siguientes se debe
tener en cuenta:
a. Mujeres detenidas
La condición especial de la mujer está reconocida y protegida en dos
tipos de disposiciones: unas que exigen que las detenidas estén
separadas de los hombres y otras relativas a la no discriminación. Es
importante asignar la custodia y el registro personal de mujeres
detenidas a personal femenino (Convención sobre los Derechos
Políticos de la Mujer y la Declaración sobre la Eliminación de la
Discriminación contra la Mujer y la Convención sobre la Eliminación de
todas las formas de Discriminación contra la Mujer).
b. Menores de edad detenidos
Cada vez que un adolescente sea detenido se notificará
inmediatamente a sus padres o tutor; las circunstancias y el lugar de
detención serán comunicados al término de la distancia al Fiscal y
Juez competentes. Todo menor privado de su libertad deberá ser
tratado con humanidad y con el respeto que merece la dignidad
inherente a su condición de persona humana, de manera que se tenga
en cuenta las necesidades propias de las personas de su edad, para
ello deberá estar obligatoriamente separado de los adultos y tendrá
derecho a mantener contacto con su familia.
La prescripción taxativa contenida en el Código de los Niños y
Adolescentes dice:
“El niño y el adolescente tienen derecho a la libertad. Ningún niño o
adolescente será detenido o privado de su libertad. Se excluyen los
casos de detención por mandato judicial o de flagrante infracción a la
ley penal”.
Asimismo, el Decreto Legislativo Nº 1348 en su artículo I del Título
Preliminar señala que el adolescente entre catorce (14) y menos de
dieciocho (18) años de edad es sujeto de derechos y obligaciones,
responde por la comisión de una infracción en virtud de una
responsabilidad penal especial, considerándose para ello su edad y
características personales.
Todos los hechos en que participen menores de edad son
confidenciales. En todo momento debe respetarse el derecho a la
imagen e identidad del niño o del adolescente42.
SEMANA 7
PRIMER EXAMEN PARCIAL
SEMANA 8, 9, 10 Y 11
Capítulo I
Instrucción básica
La Policía Nacional del Perú es una institución protectora de los derechos
humanos. Por ello es imprescindible que la preparación de los y las policías
constituya un proceso permanente de capacitación y entrenamiento que debe
permitirles desempeñarse adecuadamente ante los diversos requerimientos que
el contexto social presenta durante el cumplimiento de su misión.
Los planes y programas del sistema educativo policial deben garantizar una alta
profesionalización, individual y colectiva, incidiendo en aspectos importantes
para el desarrollo de la función policial como son:
• Uso de la fuerza
• Armas de fuego
• Técnicas de intervención policial
• Tácticas defensivas no letales
• Control físico de intervenidos
• Ética en la función policial
Esta instrucción se debe mantener en los diferentes niveles educativos.
También se debe garantizar una evaluación real sostenida que permita apreciar
la calificación de la aptitud y actitud para cumplir con la función policial.
La estandarización de los procedimientos y técnicas básicas de intervención
policial en todos los funcionarios policiales permitirá un trabajo uniforme y
unificado en todo el territorio nacional. De este modo, se logrará que el policía en
cualquier lugar donde se encuentre (norte o sur, este u oeste del territorio
nacional) pueda practicar y realizar su trabajo de igual forma.
Es importante que la capacitación y el entrenamiento no sean solo un
condicionamiento de calificación, pues el requerimiento de aptitud y competencia
son necesidades básicas para prestar un servicio eficiente y seguro. Por lo tanto,
debe motivarse que ésta se realice principalmente por el interés personal de cada
policía y no como una obligación43.
La instrucción policial debe ser profesional, lógica y realista. Con ella se adquiere
habilidad y destreza, permitiendo que el policía pueda enfrentar las tareas con
menor riesgo para su integridad física y su vida, asegurándole cumplir con su
función de servir a la comunidad y proteger a las personas en el marco, del
respeto a los derechos humanos.
A. PREPARACIÓN PSICOLÓGICA
La seguridad del personal policial está directamente relacionada con su
preparación o estado mental. Esto le permitirá visualizar y ensayar sus
acciones, de modo que se tenga una respuesta en razón a la forma de actuar
de los presuntos infractores de la ley. Por estas mismas razones, el personal
policial debe recibir orientación psicológica por cuenta del Estado para
sobrellevar las tensiones generadas por el uso de la fuerza que afecten la
vida o integridad física de otras personas44.
Para actuar en la vida real, el policía tiene que entrenar lo máximo posible.
Debe tener presente que todas las situaciones que son posibles de ser
simuladas con realismo durante los entrenamientos. Debe realizarlo
mentalmente. Si el policía no se prepara mentalmente para las situaciones o
lo que resulte de ellas, muy probablemente tendrá un desempeño no
deseado, pudiendo incluso quedarse paralizado y ser víctima de los
acontecimientos. El policía debe discutir, intercambiar ideas, realizar
simulaciones solo o con su equipo, aprovechando los reportajes
periodísticos, boletines de ocurrencia, testimonios de sus compañeros y todo
lo que sea necesario.
Contrario a lo que se puede pensar, el condicionamiento físico y el arma que
el policía tiene no es lo más relevante para su seguridad. El principio básico
es su preparación mental que proporciona la base para todas sus decisiones.
B. CONTROL DE EMOCIONES E INTELIGENCIA EMOCIONAL
1. LAS EMOCIONES
Las emociones como la cólera, la ira, la compasión, el miedo, entre otras,
son estados de ánimo que influyen directamente en el accionar del
personal policial. El dominio de estas emociones permitirá mantener un
comportamiento adecuado y realizar las operaciones policiales de
manera apropiada. De igual forma, el equilibrio emocional permite
mantener la serenidad ante el peligro y el valor suficiente para enfrentar
situaciones de riesgo, garantizando el éxito de la intervención policial y
haciendo prevalecer el sentido de justicia.
Ignorar el riesgo no es la mejor manera de vencerlo. Reconocer una
situación de peligro requiere de una capacidad de respuesta basada en
el carácter y en una decisión inteligente.
2. INTELIGENCIA EMOCIONAL
La entendemos como la capacidad de percibir los sentimientos propios y
los de los demás, distinguir entre éstos y servirse de esa información para
guiar el pensamiento y la conducta de uno mismo.
Durante el servicio policial, e incluso en su vida diaria, los y las policías
deben direccionar sus talentos y capacidades organizados en los
siguientes aspectos:
• Capacidad para controlar las propias emociones (Autocontrol, disciplina).
• Capacidad para comprender las propias emociones y las de los demás
(empatía).
• Capacidad para percibir las emociones de forma precisa (percepción).
• Capacidad de aplicar las emociones para facilitar el pensamiento y el
razonamiento.
Estas habilidades pueden ser aprendidas con el tiempo y la práctica.
C. PENSAMIENTO TÁCTICO
Está en relación directa con el estado de alerta del policía. Éste, con un buen
pensamiento táctico, podrá analizar y controlar la situación al momento de
intervenir: evaluar peligros potenciales, identificar amenazas y adoptar las
medidas necesarias para superarlas. Por ello se debe delimitar
objetivamente las dos áreas siguientes:
1. Área de seguridad
Es el área donde el policía tiene el dominio de la situación después de
una acción de control que le permite minimizar cualquier riesgo para su
integridad física y la de sus compañeros.
2. Área de riesgo
Es el área sobre la cual el policía no tiene dominio de la situación, de la
que puede surgir una amenaza que no sea evidente o latente. Ante ello es
importante ubicar o detectar a una persona (por ejemplo, se debe priorizar
la atención en las manos), un objeto, una edificación o parte de ella,
ventanas y accesos, calles, vehículos, animales, campos abiertos,
excavaciones, escaleras, corredores, etc. Debe ubicar los puntos de
riesgo. Toda área de riesgo ya dominada se convierte en área de
seguridad.
D. NIVELES DE ALERTA
Al atender una ocurrencia o aproximarse a lo que puede ser una situación
de crisis, el policía estará en un cierto nivel de alerta, que dependerá de su
capacidad de anticipación al peligro.
Cuanto mejor preparado se encuentre mentalmente, mejor condición tendrá
para operar en el nivel apropiado de alerta y con la rapidez que la situación
exija. Es necesario detectar señales de riesgo y amenazas y pasar
rápidamente a un nivel superior de alerta de acuerdo con la evolución de la
ocurrencia.
El estado de alerta puede ser identificado a través de los siguientes niveles:
1. Nivel de distracción
Se distrae con lo que está sucediendo a su alrededor, lo que puede ser
ocasionado por el cansancio o la creencia de que no hay posibilidad de
problemas. Su estado mental no está preparado para un eventual
enfrentamiento, aumentando su propia inseguridad y también la de su
equipo durante el servicio policial.
2. Nivel de atención
Es el nivel de alerta que el personal policial debe tener en todo momento
cuando está patrullando, dando prioridad a la búsqueda de una amenaza
potencial. Con frecuencia, el personal policial es afectado o lesionado
cuando no anticipa, no responde o no está mentalmente preparado para
enfrentar una situación riesgosa o peligrosa.
El estado de atención no es una garantía de protección, pero nos dará
mejores condiciones para detectar un peligro y, de ser el caso, pasar a
un estado o nivel de reacción.
3. Nivel de seguridad
Hay conciencia de la existencia de un peligro. Sin embargo, el
entrenamiento, experiencia, educación y buen sentido le permiten
efectuar un planeamiento táctico a seguir. Éste incluye el pedido de
cobertura de otros policías, el uso de abrigos, la identificación de alguien
que pueda representar una amenaza y el uso de la fuerza si fuese
necesario. El nivel de seguridad disminuye los riesgos del policía y su
equipo. Si son sorprendidos se encontrarán listos para dar las respuestas
que la situación exija.
4. Nivel de reacción
a. Positiva. - El riesgo es real y la reacción debe ser instantánea. Se debe
focalizar la amenaza y tener en mente una acción necesaria para controlarla,
de acuerdo a las circunstancias. La preparación mental y el entrenamiento
colocan al personal policial en condiciones plenas para realizar su defensa y
la de terceros.
b. Negativa. - Cuando el peligro se mantiene por un tiempo prolongado o el
personal policial enfrenta un peligro para el cual no está preparado, el
organismo entra en un proceso de sobrecarga. Por lo tanto, no consigue dar
respuestas compatibles y funcionar adecuadamente. De este modo,
podrían producirse fallas en la percepción de la situación en la que se
encuentra. Esto caracteriza al estado de pánico.
En este estado el policía puede ver la amenaza, pero su mente no
estará preparada para suministrar las respuestas correctas de
reacción. En esas circunstancias, el personal policial puede realizar
actos impensados como herir, patear, atracarse torpemente, disparar
agresiva e instintivamente, incluso voltearse y correr desesperado.
E. VERBALIZACIÓN
Es la herramienta o recurso más utilizado en una intervención policial,
mediante el que se trata de mantener o restablecer el principio de autoridad
a través del empleo de la expresión oral, con la firmeza y energía adecuada
a cada situación particular.
En situaciones en las que no hay resistencia manifiesta sino cooperación, se
debe actuar con la cortesía y deferencia correspondiente. En cambio, cuando
hay resistencia a la intervención policial o se está frente a un presunto
infractor, la firmeza y energía del lenguaje empleado serán las necesarias
para persuadir y convencer al infractor que deponga su actitud ilícita, sobre
todo cuando se le prive de su libertad. Correctamente utilizada, minimiza los
riesgos y maximiza los resultados de la intervención.
El entrenamiento en técnicas de expresión verbal, para comunicarse con
respeto, seguridad y firmeza, es tan importante como saber disparar o tener
una buena condición física.
Con un buen pensamiento táctico,
podrá analizar y controlar la situación
al momento de intervenir
Al iniciar el contacto verbal, el/la policía se debe de identificar; luego, de forma
clara y precisa, debe hacer conocer el motivo de la intervención y señalar
cada una de las acciones que el intervenido debe realizar. Se debe tratar con
dignidad y respeto a toda persona, utilizando un lenguaje adecuado, evitando
improperios y términos peyorativos45.
Las indicaciones deben ser firmes. Una orden enérgica puede evitar una
tragedia y hacer innecesario el uso de la fuerza física o letal. Si la persona
intervenida sigue las instrucciones, su integridad y la del personal policial
estarán aseguradas. En consecuencia, la intervención se realizará sin
necesidad de elevar el nivel de fuerza.
Un presunto infractor puede obedecer la orden inmediatamente, huir o
reaccionar de manera violenta ante la intervención. Cualquiera que fuera el
nivel de reacción, el momento será tenso, crítico y riesgoso. Al intervenir
verbalmente a una persona en actitud sospechosa, el policía debe estar
siempre preparado para cualquier eventualidad.
No se debe amenazar al intervenido ni decir algo que no pueda cumplir. Por
ejemplo: “Se lo diré por última vez…”. Si el individuo decide ignorar la
advertencia, el policía perderá la credibilidad. Por otro lado, si el intervenido
obedece, el policía debe estar preparado, no descuidar su seguridad, no
debe confiarse, puesto que puede ser el momento más peligroso de la
intervención.
La posición en la que el policía sostiene su arma también ayuda en la
verbalización. El policía puede o no apuntar el arma en función de la
percepción del riesgo y la reacción del intervenido. Esto es, de acuerdo a
cómo se desarrollen los hechos se “[…] debe considerar, razonablemente,
entre otras circunstancias, el nivel de cooperación, resistencia o agresión de
la persona intervenida y las condiciones del entorno”46 tratando siempre de
usar el nivel mínimo de fuerza, subiéndolo o reduciéndolo gradualmente,
conforme convenga47.
¡SEA FIRME! ¡SEA JUSTO! ¡SEA CORTÉS!
F. MEDIOS DE POLICÍA
Son las armas, equipo, accesorios y otros elementos de apoyo, autorizados
o proporcionados por el Estado, que emplea el personal policial para
enfrentar una amenaza o atentado contra la seguridad, el orden público, la
integridad o la vida de las personas.48
Para el cumplimiento de su servicio, el personal policial debe contar con un
equipamiento básico, conformado principalmente por:
• Bastones policiales.
• Grilletes policiales
• Chaleco balístico
• Arma de fuego y munición reglamentaria.
• Cinto policial.
Para su empleo, es necesario que se conozcan cabalmente su uso y manejo,
así como el modo correcto de portarlos. Solo así se asegura que puedan
utilizarse eficazmente durante una intervención sin perder de vista el riesgo
que pueda enfrentarse.
Dependiendo de la particularidad del servicio policial, podría haber otros
medios de policía que se consideren parte del equipamiento básico.
El entrenamiento permanente no es solo una
necesidad, sino una obligación para un uso
adecuado de los medios de policía.
1. Bastones Policiales
Los bastones policiales son aquellos medios defensivos no letales
utilizados por el personal policial debidamente entrenado y según la
función que desempeñe en el ejercicio de su labor policial. Nunca deben
utilizarse como elementos de castigo ni como medios ofensivos o de
intimidación. Al hacer uso de ellos se debe reducir al mínimo las posibles
lesiones innecesarias. Sin embargo, de presentarse alguna situación
involuntaria, deberá brindarse la asistencia médica inmediata 49.
Los bastones policiales que usa la Policía Nacional del Perú son la
defensa de goma, el bastón Tonfa (PR-24) y el bastón extensible.
El uso de los bastones policiales es excepcional. Sin embargo, si es
inevitable usarlos para defenderse ante la agresión, deberá restringirse
su uso al mínimo necesario. En esa circunstancia el personal policial
preferentemente hará contacto sobre las partes de mayor volumen
muscular (piernas, brazos), evitando impactar en la cabeza, cuello, tórax
o genitales.
En estas circunstancias, al emplear los bastones policiales se deberá
tener en cuenta lo siguiente:
• Zonas prohibidas.- Son las que pueden causar la muerte o lesiones graves en
el individuo, por lo tanto, es imperioso evitar impactar con los bastones
policiales en estas zonas.
• Zonas incapacitantes.- Son las que causa efectos temporales o
permanentes, el impacto de los bastones hacia estas zonas no debe ser
reiterativo.
• Zonas momentáneas.- Son las que se inmoviliza por segundos, minutos u
horas al individuo con recuperación total a corto plazo, el impacto de los
bastones hacia estas zonas debe ser el estrictamente necesario.
a) Defensa de goma.
Es un excelente medio defensivo que permite establecer un área de
seguridad mayor al de la protección alcanzada con brazos y pies.
(1) Descripción
La defensa de goma es parte del equipo básico empleado por el
personal policial. Está hecha de goma, revestida de cuero, tiene 3
cm de diámetro, y una extensión no menor de 50 cm ni mayor de
60 cm de largo.
El revestimiento de cuero tiene un doblez que sirve como costura,
desde la punta hasta la base de unión en la parte posterior, que
es rematado en un anillo de cuero de aproximadamente 4 cm de
diámetro, el cual a la vez sirve de tope al empuñarla. A
aproximadamente 15 centímetros del extremo superior de la vara
se encuentra una presilla de cuero, sujeta por cuatro remaches,
por donde se deberá pasar la mano y que debe ser regulada de
acuerdo a la necesidad de cada policía.
1. Presilla de cuero
2. Remaches
3. Costura
4. Punta
5. Bastón
6. Tope o anilla
revestida de cuero.
5
4
(2) Empuñamiento
Para adaptar la presilla de cuero a la mano de cada policía es
necesario medir la extensión de la misma y anudarla en la parte
superior de acuerdo a la dimensión requerida, tal como se detalla
a continuación:
- Se pasa por encima del pulgar a través del dorso de la mano con el
bastón colgando hacia abajo.
- Con el pasador sobre el pulgar y sobre la parte exterior de la mano,
con el bastón colgando libremente hacia abajo, se voltea la mano
por debajo y se le cierra para sujetar el bastón.
- El pulgar debe extenderse paralelo al bastón. Esto es de mucha
importancia porque permite mayor facilidad de acción y mejor
dirección en su uso cuando se extiende el brazo.
- Esta forma de empuñar la defensa de goma permite utilizarla con
mayor energía y, sobre todo, facilita su soltura inmediata si fuera
necesario.
Es importante asegurarse que el doblez de la costura del forro de
cuero quede siempre hacia la palma de la mano, evitando
lesiones innecesarias.
La defensa de goma es un medio indispensable en el equipo
policial.
Empuñamiento adecuado de
la defensa de goma.
El empuñamiento puede ser de dos formas:
(a) Toma corta. Se sujeta la defensa de goma por la parte media del
bastón, siempre con el doblez de la costura hacia la palma de la mano
y el pulgar extendido a lo largo de ésta, permitiendo mayor control
de la defensa de goma sobre todo en situaciones en que se enfrente
a personas a corta distancia, con poco espacio para utilizarla en
extensión del brazo.
(b) Toma larga. Se sujeta la defensa de goma lo más cerca del extremo
superior donde está el revestimiento final del cuero en mayor
diámetro. La posición de la mano que sujeta la defensa de goma no
varía.
(3) Posiciones
(a) Preventiva: En toma larga, la otra mano sujeta la defensa de goma a
unos 10 cm de la punta. Ésta debe encontrarse a la altura del bajo
abdomen con los brazos relajados pegados ligeramente al cuerpo.
(b) Defensiva: En toma larga se coloca el brazo que sujeta la defensa de
goma pegado al cuerpo flexionado hacia arriba, descansando el
bastón entre el cuello y el hombro. El brazo, antebrazo y el bastón
deben encontrarse lo más cerca del cuerpo. El brazo contrario está
totalmente estirado con la palma dando frente a la amenaza, los
dedos juntos y hacia arriba. El cuerpo está ligeramente inclinado, la
pierna contraria a la mano que empuña la defensa de goma debe
encontrarse hacia adelante con las puntas de los pies en la misma
dirección que la mano que se encuentra extendida, ambas piernas
están ligeramente flexionadas.
(4) Técnicas de uso
(a) Partiendo de la posición preventiva:
Se puede empujar haciendo retroceder a un tumulto de gente o
manteniéndola alzada para evitar que se acerque un grupo que
no se muestre agresivo.
En toma corta, con la punta del bastón “hincando” en el
abdomen, y bajo del vientre permitiendo así alejar a las
personas que obstaculicen el desplazamiento o intenten
ingresar a una zona restringida.
(b) Partiendo de la posición defensiva:
Si la agresión fuera decidida e inevitable, se advierte al agresor
la intención de utilizar la defensa de goma, retrocediendo dos
pasos para luego avanzar con la pierna del mismo lado de la
mano que empuña la defensa de goma, haciendo contacto de
manera cruzada, de arriba hacia abajo, retornando a la posición
defensiva.
Se debe hacer contacto sobre las partes de mayor volumen
muscular (piernas, glúteos, brazos), evitando hacerlo en la
cabeza, cuello o tórax.
Al ceder en su actitud, se debe evitar el uso de la defensa de
goma nuevamente. Es necesario recordar que se está
disuadiendo al ciudadano de atacar al policía, no se le está
agrediendo ni mucho menos atacando para dominarlo.
En todo momento es importante verbalizar para controlar la
situación, se debe buscar la persuasión antes de pasar al control
físico.
b) TONFA (PR-24).
Es un medio de uso múltiple de defensa, cuyas características y
versatilidad permiten graduar el menor daño posible. Su uso debe
realizarse de acuerdo a las circunstancias que primen para controlar
una resistencia o disuadir un potencial infractor.
El PR-24 es muy versátil por cuanto puede utilizarse tanto como en
toma corta o toma larga debido a que la empuñadura (mango) no está
completamente centrado, lo que permite disponer de dos longitudes
distintas para realizar movimientos según los requiera el personal
policial.
(1) Descripción
El PR-24 permite realizar varias técnicas de defensa. Su forma y
sujeción durante su empleo protegen el antebrazo con gran
eficacia y permiten controlar ataques de patada, puño o con objetos
contundentes. Tiene las siguientes partes:
1. Tope de empuñadura.
2. Empuñadura.
3. Bastón
4. Tramo largo.
5. Tramo corto
6. Punta del extremo
largo.
7. Punta del extremo
corto.
(2) Características:
Su peso oscila entre 400 a 500 gramos, dependiendo del modelo
de fabricación. Su composición es de policarbonato de alta
resistencia, en algunos casos con aluminio en su parte interna, lo
que le hace de altísima resistencia. Mide 60 cm de longitud y 33
mm de diámetro. Destaca su resistencia a los agentes climáticos
como el frio, el calor y también a diferentes tipos de químicos
corrosivos.
(3) Portabilidad
Como parte del equipamiento básico, el bastón policial PR24 se
lleva en el porta tonfa que es una argolla de metal o plástico que
va sujeta al cinto policial y que deberá colocarse al lado contrario
de la mano de contacto del policía (lado contrario del arma de
fuego).
Para extraer el bastón policial tonfa del cinto policial, la mano de
apoyo debe tomar la punta larga del bastón, inclinándolo en unos
45 grados. Posteriormente se toma por la empuñadura con la
mano de contacto y se extrae el bastón con un movimiento rápido
y enérgico.
(4) Posiciones
(a) Posición preventiva
Con la mano de contacto se sujeta la empuñadura de la tonfa,
con el brazo estirado, se apoya firmemente sobre el antebrazo
el sector largo del bastón. La mano de apoyo sobre la hebilla
del correaje o ligeramente por encima de ella, y la punta de los
pies alineados con los hombros.
(b) Posición defensiva
Se adopta una posición de equilibrio, con la pierna
correspondiente a la mano de contacto hacia atrás y el brazo
que empuña el bastón policial formando una L, con la punta
corta hacia adelante, mientras que el otro brazo se estira hacia
adelante con la palma de la mano hacia la misma dirección. El
bastón se eleva a una altura media y se coloca la mano de
apoyo (abierta) a la altura del mango o empuñadura.
(5) Técnicas de uso
(a) Partiendo de la posición preventiva:
Se utiliza manteniéndolo alzado con el brazo dominante en
forma de L, para empujar a un grupo de personas que ejercen
resistencia física, haciéndolos retroceder, evitando que
ingresen u ocupen una zona restringida.
(b) Partiendo de la posición defensiva:
En esta posición, se podrá utilizar la tonfa con la punta del
extremo largo, apoyándolo con la mano de apoyo, “hincando”
en la zona abdominal para alejar a las personas que, ejerciendo
resistencia física, obstaculizan el desplazamiento o intentan
ingresar a una zona restringida.
(6) Técnicas de bloqueo
(a) Bloqueo alto:
- Asuma una posición defensiva (manteniendo un buen balance) es
importante no dejar que la empuñadura gire en su mano.
- Levante la mano dominante frente de usted hasta que el tope de
la empuñadura apunte hacia su hombro débil.
- Mantenga su antebrazo dominante al menos a un puño de distancia
de su frente.
- La mano de apoyo toma la muñeca del brazo dominante.
- Asegúrese que la superficie de bloqueo del bastón esté
completamente expuesta a la línea de riesgo y ligeramente
inclinada para ayudar a deslizar el objeto que golpea.
(b) Bloqueo medio (derecha)
- Asuma la posición defensiva.
- Ponga el bastón PR-24 hacia su lado derecho con su brazo
dominante perpendicular al piso y su antebrazo ligeramente
flexionado a éste.
- El bastón deberá quedar expuesto completamente a la línea de
riesgo.
- El tope de la empuñadura no deberá estar apuntando hacia su
cabeza.
En cualquier variación de esta técnica la empuñadura siempre deberá
permanecer fuera de contacto del cuerpo del efectivo policial.
(c) Bloqueo medio (izquierda)
- Asuma la posición defensiva.
- Flexione ligeramente las rodillas mientras su torso realiza un giro
hacia su lado débil.
- El brazo de su lado fuerte debe estar paralelo al piso y el antebrazo de
manera perpendicular.
- El bastón deberá quedar expuesto completamente a la línea de
riesgo.
Bloqueo bajo:
Asuma la posición defensiva.
Flexione las rodillas y dirija el bastón hacia sus muslos o
rodillas, haciendo un barrido, de manera que la el bastón quede
perpendicular al piso.
La superficie de bloqueo del bastón debe estar
completamente expuesta a la línea de riesgo. El área genital
deberá estar completamente protegida.
Si la persona mantiene la actitud agresiva, se avanza con la
pierna del mismo lado de la mano que empuña el PR-24,
efectuando contacto de manera cruzada, de afuera hacia
adentro.
Al ceder en su actitud agresiva o violenta, se debe interrumpir
el uso de la tonfa. Recuerde que usted está protegiéndose y
disuadiendo al intervenido, no lo está atacando, agrediendo o
castigando. Durante toda la intervención policial,
independientemente de qué nivel de fuerza se utilice, es
importante seguir verbalizando para controlar la situación.
Un balance adecuado del cuerpo, hará tener una reacción más segura
ante la agresión inminente del presunto infractor.
c) BASTÓN POLICIAL EXTENSIBLE
Es un medio de policía no letal y se adecua perfectamente a los
principios establecidos en la normativa nacional sobre uso de la
fuerza por la policía, constituye un medio auxiliar del personal policial
que cumple funciones especializadas, tanto de civil como en
operaciones tácticas, para lograr el control de los infractores a la ley
y puede ser empleado en diferentes momentos de la operatividad
policial como medio para llevar a cabo rescates, romper puertas,
ventanas, cristales, etc.
(1) Descripción
Es un bastón policial compuesto de tres tramos que una vez
extendido queda perfectamente rígido para ser usado como
defensa policial. Se extiende por inercia y queda bloqueado por
fricción, para cerrarlo basta aplicar el bastón perpendicular al
suelo. En el extremo dispone de una punta sin ángulos cortantes
o punzantes, y no presenta cantos ni ángulos vivos que puedan
producir una lesión. Un muelle interior permite ajustar la fuerza de
extensión.
1. Punta.
2. Tramo final.
3. Tramo medio
4. Empuñadura
5. Talón
(a) Modo cerrado; Forma discreta que no representa ninguna actitud
coercitiva, y puede confundirse fácilmente con una linterna de mano.
(b) Modo extendido. Su apertura produce un gran impacto psicológico,
gran poder de disuasión, aumenta considerablemente la distancia
con el agresor y proporciona seguridad al personal policial.
(2) Posiciones y técnicas de uso.
Las posiciones y técnicas de uso a utilizar con el bastón extensible
son las mismas que se detallan para la defensa de goma.
2. AEROSOL PIMIENTA
Es un elemento químico que provoca una profunda irritación, sensación
de picazón muy molesta y un ardor generalizado sobre todo en las vías
respiratorias. Su uso, como medio policial no letal, ofrece una ventaja
momentánea ante la agresión de un infractor de la ley.
a. Descripción
El gas pimienta en aerosol se utiliza para controlar infractores de la
ley de manera individual o grupal. El alcance máximo de este medio
puede variar en un rango de 4 a 5 metros, siendo el alcance efectivo
entre 2 a 3 metros aproximadamente.50
El aerosol pimienta viene en envases especiales que al momento de
emplearse emiten un ritmo fijo de dispersión, y que presentan un
seguro para accionar el aspersor de chorro. La composición química
de este gas no debe ser inflamable.
b. Empleo
Ante una agresión no letal por parte de un infractor de la ley, el
personal policial, de acuerdo al criterio de uso progresivo y
diferenciado de la fuerza, podrá controlar la agresión mediante el
aerosol pimienta (paralelo al control físico) debiendo para ello accionar
dos veces el aspersor de chorro en forma sucesiva.
Los efectos son inmediatos, provocan intenso ardor en la piel y en los
ojos, dificulta la respiración, los ojos se cierran involuntariamente
cegando al atacante temporalmente.
c. Recomendaciones
- Evitar el uso en espacios cerrados, sobre todo en el interior de vehículos
públicos o privados.
- No usar a una distancia menor de 50 cm aproximadamente, por cuanto
la fuerza de impacto generada por la dispersión del chorro podría
generar lesiones oculares.
- Debe portarse siempre en una funda, con el seguro del aspersor
accionado.
- Por ningún motivo se expondrá al presunto infractor al gas pimienta en
forma prolongada a zona.
3. GAS LACRIMÓGENO
El gas lacrimógeno es un término general para cualquier compuesto
químico que se utilice para incapacitar temporalmente mediante la
irritación de los ojos y/o del sistema respiratorio.
El empleo y las técnicas de uso de este medio de policía se sujetan a las
normas y disposiciones establecidas en el Manual de Mantenimiento y
Restablecimiento del Orden Público de la Policía Nacional del Perú,
siendo éste de observancia obligatoria para todo el personal policial que
participa en operaciones de esta naturaleza.
a. Descripción
El gas lacrimógeno es un compuesto químico que hace que los ojos
se irriten y lagrimeen. En general cualquier compuesto químico que
produzca estos efectos se puede llamar lacrimógeno, pero agente de
control antidisturbios o gas lacrimógeno implica un producto químico
lacrimógeno escogido por su baja toxicidad y por no ser letal.
b. Recomendaciones
Evitar el empleo de material lacrimógeno a inmediaciones de
edificaciones donde se congreguen personas con mayor riesgo de
sufrir las consecuencias de los agentes químicos, tales como
establecimientos cerrados, hospitales, asilos, colegios, otros
establecimientos públicos.
No debe emplearse de manera indiscriminada para evitar efectos
colaterales como asfixia u otros. Su uso debe cesar cuando el motivo
que lo justificó desaparece.
Nunca se lanzará material lacrimógeno al cuerpo de las personas.
Cumplir con sus especificaciones técnicas para alcanzar los efectos
deseados sin excesos, incluyendo el transporte, para lo cual el
personal policial deberá portar el gas lacrimógeno en su respectiva
bolsa porta granadas.
Tener en cuenta que el riesgo de un efecto letal o de graves lesiones
sigue existiendo, dependiendo del tipo de gas empleado, tiempo de
exposición y la concentración de los gases, así como de la capacidad
física de las personas afectadas (edad, contextura, salud debilitada,
otros).
4. FORNITURA POLICIAL
La fornitura es un tipo de correa utilizada como accesorio con la finalidad
de transportar el equipamiento básico policial de una manera más
efectiva, ya que permite tener un acceso rápido y fácil a los medios de
policía, además de que también permite tener las manos libres.
Su uso es indispensable para realizar las actividades propias del servicio
policial. Está conformada principalmente por una correa de color negro,
con funda para arma de fuego, porta cacerinas, porta grilletes de
seguridad y porta bastón.
El éxito de una actuación se basa además del entrenamiento, en poseer el
equipo adecuado que evite correr riesgos innecesarios, así como el de
graduar el empleo de la fuerza.
La fornitura policial debe poseer como mínimo estos medios de policía:
• Bastón policial.
• Grillete Policial.
• Arma de fuego.
• Cacerina y/o munición de recarga.
Los medios de policía deben ser portados en sus respectivos accesorios,
para permitir un control de seguridad y su empleo inmediato. Además,
puede llevarse linterna, gas pimienta, navaja multiuso, silbato, radio.
5. Grilletes Policiales
Los grilletes policiales constituyen un elemento muy útil e imprescindible
del equipo básico del policía. No sólo permiten controlar la acción
agresiva del infractor de la ley, sino también la sujeción momentánea de
éste, para su aseguramiento o traslado ante la autoridad competente.
Es un medio de policía que limita el uso de la fuerza y el empleo de las
armas de fuego51, por lo que:
- Controlan el accionar violento de la persona intervenida y evitan que ésta se
autolesione.
- Reducen las posibilidades de la persona intervenida de agredir al personal
policial, garantizando su integridad física y la de sus compañeros.
- Reducen las posibilidades de la persona intervenida de agredir a terceras
personas.
Toda persona que presumiblemente haya cometido un delito, deberá
ser engrilletada para su inmovilización, registro, conducción y traslado
ante la autoridad competente.
También deberán ser engrilletadas las personas intervenidas que se
La conducción de un
sospechoso debe ser
siempre segura.
encuentren bajo el efecto de drogas, alcohol o cualquier estado emocional
alterado que represente peligrosidad para sí mismo o para otros.
Una vez colocados los grilletes, no se usará contra la persona intervenida
ningún otro medio de coerción ni fuerza física alguna que atente contra
su integridad física o dignidad52.
Los grilletes se manipularán exclusivamente para su colocación, nunca
como medio de intimidación o humillación. Antes de salir al servicio se
debe de verificar que los grilletes se encuentren listos para usarse y
contar con su respectiva llave o dispositivo de apertura.
Los grilletes policiales que usa el personal de la Policía Nacional del Perú
para el cumplimiento de sus funciones son los grilletes de seguridad,
grilletes de lazo y los grilletes desechables.
a) Los grilletes de seguridad.
Son el tipo de grilletes más seguros empleados en el servicio policial,
su porte es obligatorio en especial para el personal policial que
cumple funciones de patrullaje. Por el material empleado en su
fabricación, el uso de los grilletes de seguridad puede originar
lesiones si son mal empleados. Por ello, el personal policial deberá
posibilitar la atención médica necesaria en caso de que estas
lesiones se hayan producido53. Deben estar siempre preparados
antes de salir al servicio con tres o cuatro dientes sobresalidos de la
anilla doble.
Los grilletes
listos facilitan
su uso.
(1) Descripción
Punta de gancho con su
parte dentada
Anilla simple.
Remache
Anilla doble.
Canaleta.
Cajón de mecanismos.
Cerrojo.
Seguro
Eslabón sin fin u ojo
giratorio.
Eslabones o cadena.
Llave de grilletes.
(2) Técnicas de uso
(a) Directa
- La persona intervenida debe encontrarse de espaldas a el/la
policía interviniente. Se le debe indicar que coloque sus manos en
la espalda a la altura de la cintura, con las manos juntas, las palmas
hacia afuera y los pulgares hacia arriba.
- Los grilletes se sujetan con la mano de contacto, quedando la
cadena y los eslabones fijos dentro de la palma; las anillas simples
hacia abajo, y las cerraduras hacia el lado de el/la policía
interviniente.
La mano de
contacto sujeta
firmemente los
grilletes
- El policía sujeta los pulgares del intervenido llevándolos hacia sí,
alejando la unión de las manos de la espalda del intervenido para
que permita el ingreso de los grilletes, empujando éstos sobre las
muñecas en un solo movimiento de arriba hacia abajo; luego se
colocan los seguros.
(b) Indirecta
- Con la mano de contacto se cogen los grilletes por la parte media
(eslabones), el dedo índice y pulgar sujetan los grilletes,
presionando la anilla simple sobre la muñeca hasta lograr el
engrilletamiento.
Se hace girar el brazo engrilletado llevándolo hacia la parte
posterior de la cintura, mediante la toma del grillete con el pulgar e
índice hacia el lado opuesto de la toma inicial.
las
del
intervenido.
el
- Con la otra mano se sujetan los dedos de la mano libre del
intervenido, llevándola hacia atrás, junto a la otra, para colocarle
los grilletes y los seguros.
b) Grilletes de Lazo
Son tiras de cuerda hechas de nylon trenzado y un mecanismo de
bloqueo. Su uso es excepcional, ya que resulta ventajoso en
situaciones en las que se debe detener a una gran cantidad de
personas en un periodo de tiempo relativamente corto. Para la
liberación de las personas, generalmente, el personal policial corta
el lazo de cuerda. La parte más importante de los grilletes de lazo
es el mecanismo de bloqueo (candado), que debe ser colocado
correctamente a fin de soportar el esfuerzo de la persona
intervenida para liberarse de los lazos que rodean sus muñecas.
(1) Descripción:
Tope de cuerda
Candado
Lazo de cuerda
Ajuste de cuerda
Cortadora
(2) Técnicas de Uso
Las manos se esposan con la persona intervenida dando la
espalda al policía o la policía interviniente. Así se previene la
posible huida o el ataque del infractor esposado.
Para facilitar el empleo de estos grilletes se coloca uno de los
lazos de cuerda sobre la propia muñeca tomando con la misma
mano los dedos de la persona intervenida, mientras que con la otra
mano se muda el lazo de su mano a la mano del infractor.
El mismo procedimiento se repetirá también con la otra mano.
Después se deberá sujetar el cabo corto (tope de cuerda) de los
grilletes y se ajustará trasladando el candado hasta que las
muñecas del intervenido queden bien sujetas por el grillete.
Otra técnica consiste en ajustar el lazo sobre la primera muñeca
rápidamente después de sujetar la mano de la persona
intervenida, de modo que se evite que se libere del lazo mientras
se coloca el lazo en la segunda muñeca.
Después de sujetar la segunda muñeca se ajustará el lazo hasta
que ambas manos queden juntas y bien sujetas. Los grilletes
deben ajustarse lo suficiente para evitar que la persona
intervenida pueda utilizar sus manos o intentar huir (si el lazo
queda algo suelto) o para evitar que se cause una lesión física (si
el lazo queda muy ajustado).
c) Grilletes desechables
Son tiras de plástico de alta resistencia, de fácil portabilidad,
sumamente ligeras y de un solo uso. Una vez colocados deben de
ser cortados con una cuchilla especial para la liberación de la persona
arrestada. Estos grilletes pueden ser empleados por personal policial
según su especialidad funcional.
(1) Descripción
(2) Técnicas de uso
Para el uso de los grilletes desechables se debe de observar lo
descrito en las técnicas de uso de los grilletes de lazo con la única
variante de realizar el ajuste del candado jalando las bridas hacia
arriba.
6. Arma de fuego
Las armas de fuego y municiones54 empleadas en el servicio policial son
entre otras:
• Revólver calibre 38” SPL
• Pistolas calibre 9 mm Pb
• Armas de largo alcance calibres 5.56x45 mm, 7.62x39 mm y 7.62x51mm
Solo se emplearán para el
servicio policial las armas de
fuego autorizadas o
proporcionadas por el Estado.
(art. 3.c del DL. 1186).
a. Aspectos a tener en cuenta para el uso del arma de fuego
(1) Objetivo del disparo
Cuando el policía dispara su arma no lo hace para asustar, herir o
desarmar. El disparo puede resultar letal, pues lo hace para
impedir y controlar la agresión o amenaza que atente contra su vida
o la de otra persona. El objetivo es lograr que el agresor cese su
ataque ilegal de manera inmediata.
“Para utilizar adecuadamente un arma de fuego, con seguridad y
precisión, los efectivos policiales deben estar familiarizados con las
normas de seguridad, fundamentos y posiciones básicas, practicar los
aspectos fundamentales de tiro y los ejercicios que mejoren su manejo.
Las directivas institucionales específicas establecen el control de su
tenencia y afectación”.55
(2) Nociones generales para el uso y manejo del arma de fuego:
Es importante que el personal policial conozca sus destrezas y
habilidades, como son:
- Mano de contacto, mano de apoyo
La mano de contacto es la de mayor dominio o habilidad.
Mientras que la mano de apoyo es la otra, la menos hábil.
- Ojo dominante
Es aquel que trasmite mayor imagen al cerebro, aun cuando se
mantenga los dos ojos abiertos. La manera práctica de
reconocerlo es fijando la vista a un punto a través del dedo
pulgar estirado, cerrando alternadamente los ojos. El ojo
dominante será aquel que permita visualizar el pulgar y el punto
en una sola línea.
Otro aspecto importante son las disposiciones vigentes relativas
al uso de las armas de fuego en la Policía Nacional56, siendo
necesario resaltar lo siguiente:
- Internamiento – almacenamiento
Con la finalidad de evitar incidentes de tiro, el personal policial
entregará y recibirá las armas de fuego desabastecidas. En el
caso de las pistolas, con el cerrojo abierto o la corredera hacia
atrás, lo que permite apreciar la recamara vacía; en el caso de
los revólveres, con el tambor abierto.
- Aprestamiento para el servicio
Al momento de recibir el arma, el personal policial deberá
efectuar un control físico-visual de la recámara o tambor para
asegurarse de que se encuentre desabastecida.
- Cargar y descargar
Este procedimiento deberá realizarse sujetando el arma con la
mano de contacto y las acciones complementarias con la mano
de apoyo (abastecer, desabastecer, cargar, etc.); teniendo
presente que deberá efectuarse en un lugar seguro, que no
represente riesgo alguno para el policía o terceros. Asimismo,
se deberá tener mucha concentración al momento de verificar
visual y manualmente los puntos de despeje de un arma.
(3) Reglas Básicas de Seguridad
- Debe considerarse que toda arma de fuego siempre está cargada.
Trate toda arma de fuego como si estuviera cargada y lista para
disparar, no confié en la palabra de otra persona que le diga
que un arma esta descargada.
- Nunca apunte su arma en forma innecesaria a una persona.
No apunte a algo a lo que no le va a disparar, ni siquiera lo haga
con el arma descargada.
- No coloque el dedo en el disparador.
Si no ha resuelto efectuar el disparo cuando se está apuntando
a un objetivo, el dedo índice de la mano de contacto irá
totalmente estirado paralelo al armazón, sin hacer contacto con
el disparador.
- No manipule sin motivo justificado el armamento.
No se justifica la extracción, manipulación o exposición
indebida e innecesaria del arma, fuera del permitido en las
normas y reglamentos.
El arma de fuego no debe utilizarse como un objeto
contundente
(4) Fundamentos básicos de tiro
- Posición del cuerpo
El cuerpo debe estar en una posición adecuada (para todas las
posiciones) que permita estar equilibrado y con soporte
necesario para que el disparo no interrumpa la continuidad de la
acción.
- Empuñamiento
Es la forma en que se sujeta el arma. La mano de contacto
forma una “V” con el pulgar y el índice, la empuñadura del arma
descansa en la palma de la mano con la “V” colocada lo más
alto posible en la espiga (base alta de la empuñadura de la
pistola o revólver).
El dedo índice descansa a lo largo del armazón, por encima del
guardamonte y por debajo de la corredera (conjunto móvil o
tambor). Los tres dedos restantes de la mano de contacto
rodean firmemente la empuñadura.
El pulgar de la mano de contacto yace a lo largo del armazón
por encima de la empuñadura y por debajo de la corredera. La
mano de apoyo envuelve con firmeza los dedos de la mano de
contacto, paralelamente a tierra.
El pulgar de la mano de apoyo descansa paralelamente y por
debajo del pulgar de la mano de contacto, con la base del pulgar
(palma) firmemente en contacto con la empuñadura.
- Alineación de las miras
Es la proyección visual de la mira frontal (guion) y la mira posterior
(alza).
- Imagen de tiro
Es la proyección visual entre la alineación de miras y el blanco.
- Respiración
El control de la inspiración - expiración es fundamental. Se debe
evitar la fatiga o los disparos cuando no se tenga control sobre
ella.
- Control del dedo en el disparador
Es importante el contacto suave y en progresión leve de fuerza
para efectuar el disparo con una proyección de adelante hacia
atrás, en forma recta, evitando así que se jale el arma hacia los
lados por la mala presión del dedo sobre el disparador. Es
recomendable hacerlo con la primera falange.
- Recuperación (seguimiento)
Efectuado el disparo, si se tiene una posición adecuada y un
empuñamiento correcto, se debe mantener la imagen de tiro que
permita asegurar los impactos, evitando movimientos bruscos del
arma.
(5) Posiciones de tiro
La posición ideal para disparar no existe, pues en una situación
real deberá acondicionarse al terreno, a la situación particular o a
las características especiales de la intervención: proximidad del
riesgo, elemento contra el que se dispara, obstáculos,
luminosidad, etc.
Sin embargo, para asegurar el disparo de pie, puede adoptarse la
siguiente posición:
- Los pies deben estar separados a la distancia de los hombros,
aproximadamente, las puntas orientadas hacia el blanco y uno más
adelantado que el otro.
- Las rodillas deben estar ligeramente flexionadas, pero sin agacharse.
- El peso se distribuye equitativamente equilibrándolo sobre ambos
pies y éstos deben estar colocados de plano contra el suelo.
- El dorso ligeramente inclinado hacia delante (esta inclinación es
necesaria para controlar el retroceso propio del disparo, reduciendo
el tiempo de recuperación para continuar con los mismos).
- Ambos brazos extendidos hacia el blanco, bien rectos o ligeramente
doblados en los codos, con las manos adoptando una empuñadura
normal.
- La mano de apoyo aplica presión hacia atrás sobre la mano de
contacto. Esta presión debe ser controlada para evitar los naturales
temblores de una excesiva presión o el movimiento por su ausencia.
- La cabeza debe estar recta dando frente al blanco, no inclinada hacia
delante ni desviada hacia los lados, lo que permitirá una visión
completa y despejada.
- Ambos ojos deben permanecer abiertos, en la medida de lo posible;
- Si no se acostumbra a hacer imagen de tiro adecuadamente, utilice
un ojo por periodos cortos, sólo para efectuar la imagen de tiro,
abriéndolos al terminar el disparo.
• Posiciones básicas
- Posición de entrevista
Adoptando una posición normal, es aquella en la que el
personal policial se encuentra con el arma enfundada,
manteniendo las manos en forma pasiva y no amenazadora en
frente del abdomen, lo que le permitirá acceder rápidamente al
equipamiento que porta.
- Posición de contacto (Posición 1)
La mano de apoyo sobre la hebilla del correaje o ligeramente
por encima de ella. La mano de contacto en la empuñadura de
la pistola, el pulgar abre el botón del seguro de la funda, el
índice extendido a lo largo de la parte exterior de la funda, los
dedos restantes alrededor de la empuñadura de la pistola o
revólver.
- Posición preventiva (Posición 2)
La mano de contacto desenfunda el arma empuñándola
correctamente y llevándola a la altura del abdomen, pudiendo
adoptar la posición expuesta o cubierta, dependiendo de la
evaluación del riesgo existente.
- Posición de alerta (Posición 3)
Ante la inminencia de una amenaza, pero desconociendo su
proximidad, se adopta la siguiente posición:
- Posición de potencial disparo (Posición 4)
Se desenfunda el arma extendiendo los brazos hacia el
objetivo, apuntando directamente al centro de la masa corporal.
La evaluación de la amenaza a la vida o a la integridad
determinará si existe la necesidad de disparar. Después de
disparar, el personal policial deberá verificar que no existan
otras amenazas y adoptará la posición de alerta (3), evaluando
la zona bajo su responsabilidad ante posibles amenazas
adicionales.
La posición que debe adoptar el efectivo policial responde a la
evolución del riesgo que se enfrente, no necesariamente debe
seguir la secuencia descrita.
Asimismo, el arma nunca se enfunda sin hacer una verificación
primero en la posición preventiva, con la finalidad de comprobar
que el arma esté asegurada (puede ser al seguro o despejando
munición de la recámara); esto también refuerza la evaluación
de la situación que se enfrenta antes de enfundar
definitivamente el arma.
No basta que el policía sepa disparar, sino también tiene que
saber cuándo y cómo hacerlo, porque muchas veces son los
procedimientos policiales correctos y no los disparos los que
preservan la vida y solucionan los problemas.
b. Procedimientos para el uso del arma de fuego
El personal policial, antes de disparar su arma de fuego, seguirá el
siguiente procedimiento:
(1) Identificarse plenamente como policía aun cuando esté uniformado.
¡ALTO POLICÍA! o ¡ES LA POLICÍA!
(2) Dar al presunto infractor una clara advertencia de su intención de
disparar su arma de fuego, dándole tiempo suficiente para que lo
entienda y tome una decisión.
¡ARROJE EL ARMA! o
¡SUELTE EL ARMA! o
¡NO SE MUEVA! o
¡NO INTENTE REACCIONAR, ESTAMOS ARMADOS PODEMOS
DISPARAR!
El uso del
arma es
excepcional.
Se utiliza
solamente en
defensa de la
vida.
Este procedimiento no se ejecutará, si su práctica creara un riesgo
de muerte o lesiones graves para el personal policial u otras
personas. En caso la advertencia resultase evidentemente
inadecuada o inútil dadas las circunstancias del caso, se empleará
el arma de fuego directamente57.
El personal de la Policía Nacional del Perú, excepcionalmente,
podrá usar el arma de fuego cuando sea estrictamente necesario
y solo cuando otras medidas menos extremas resulten
insuficientes o sean inadecuadas58, en las siguientes situaciones:
− En defensa propia o de otras personas en caso de peligro real e
inminente de muerte o lesiones graves.
− Cuando se produzca una situación que implique una seria amenaza
para la vida durante la comisión de un delito particularmente grave.
− Cuando se genere un peligro real e inminente de muerte o lesiones
graves como consecuencia de la resistencia ofrecida por la persona
que vaya a ser detenida.
− Cuando la vida de una persona es puesta en riesgo real, inminente y
actual por quien se está fugando.
− Cuando se genere un peligro real o inminente de muerte del
personal policial u otra persona, por la acción de quien participa de
una reunión tumultuaria violenta.
58
“En caso que el presunto infractor mantuviera su actitud violenta y
el riesgo letal es inminente, empleará el arma de fuego y, si las
condiciones lo permiten deberá realizar el disparo selectivo en
determinada zona del cuerpo, con la finalidad de controlar la
acción letal del presunto infractor de la ley59 (…) teniendo en
cuenta la intensidad de la agresión o amenaza, la forma de
proceder y el peligro que representa la persona a intervenir o la
situación por controlar”60, así como el objetivo legítimo que se
persigue61.
Cuando se hayan producido heridos como consecuencia del
disparo de armas de fuego, se procederá al auxilio inmediato y,
de ser necesario, “adoptar las medidas necesarias para que se
brinde asistencia y servicios médicos a las personas heridas o
afectadas, salvo que existan circunstancias que impidan su
realización”62.
El personal policial, o la unidad a la que pertenece, deberá
“adoptar las medidas necesarias para comunicar lo sucedido a los
familiares de las personas fallecidas, heridas o a aquellas que
estas últimas indiquen, salvo que existan circunstancias que
impidan su realización”63.
El personal policial que hace uso del arma de fuego contra
personas, deberá comunicarse verbal e inmediatamente con sus
superiores y deberá “presentar un informe a la unidad policial
correspondiente, indicando las circunstancias, los medios
empleados, el personal PNP interviniente, el tipo de armas y las
municiones utilizadas, el número e identidad de los afectados, las
asistencias y evacuaciones realizadas64.
El personal de la Policía Nacional del Perú no puede alegar
obediencia a órdenes superiores para el uso de la fuerza y, en
particular, del arma de fuego, cuando dichas órdenes son
manifiestamente ilícitas. En caso de haberse ejecutado, también
serán responsables los superiores que dieron las órdenes
ilícitas65. Estos últimos “(…) incurren en responsabilidad cuando
conozcan o debiendo conocer del uso ilícito de la fuerza por el
personal policial a sus órdenes no adopten las medidas
necesarias para impedir o neutralizar dicho uso o no denunciaron
el hecho oportunamente”66.
En el ejercicio de su función relacionada al uso de la fuerza, el
personal de la Policía Nacional del Perú tiene derecho a “no acatar
disposiciones u órdenes superiores para el uso de la fuerza cuando
éstas sean manifiestamente ilícitas o arbitrarias”67. El personal
policial no será objeto de ninguna sanción penal o administrativo
disciplinaria, cuando en cumplimiento del artículo 11.3 del Decreto
Legislativo Nº 1186, que regula el uso de la fuerza por la Policía
Nacional del Perú así como del Código de conducta y los
Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y de las armas de
fuego, se nieguen a ejecutar una orden ilegal de empleo de la
fuerza o armas de fuego o denuncien ese empleo ilegal por otros
policías68.
No podemos dejar de mencionar que según la especialidad
funcional hay Unidades Policiales que deben contar con otros
medios disponibles menos lesivos para tutelar la vida e integridad
de la persona o situación que se pretende proteger69; tales como:
- Casco protector.
- Máscara antigás.
- Protectores corporales.
- Escudos.
- Escopetas lanza gas
- Escopetas de caza.
Capítulo II
Uso de la fuerza
Es necesario tener un concepto claro y objetivo de lo que significa “fuerza”. Suele
entenderse como vigor, energía, acción de contacto físico, entre otros, inclusive
la consideramos como un acto de violencia. Sin embargo, la definición de fuerza
en el accionar policial debe entenderse como:
“Es el medio que en sus diferentes niveles usa el personal de la Policía Nacional del Perú,
dentro del marco de la ley, para lograr el control de una situación que constituye una
amenaza o atenta contra la seguridad, el orden público, la integridad o la vida de las
personas”70
La fuerza debe aplicarse mediante un acto discrecional, legal, legítimo y
profesional, debe tener consideraciones especiales cuando se trata mujeres,
niñas, niños y adolescentes, personas adultas mayores y personas con
discapacidad, brindándosele un trato humano y digno que debe ser obligación
de todo policía.
No obstante, debemos tomar conciencia que todo empleo excesivo de la fuerza
se convierte en violencia y es visto como un acto arbitrario, ilegal, ilegítimo y no
profesional71. Por ello, los y las policías deben tener presente siempre que:
“FUERZA NO ES VIOLENCIA”.
La Ley de la Policía Nacional del Perú establece como una de sus atribuciones: “Hacer
uso de la fuerza, de acuerdo a la normatividad vigente, código de conducta para
funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley, y principios básicos sobre el empleo de
la fuerza y de armas de fuego, en el marco de los acuerdos adoptados por las Naciones
Unidas”72.
La facultad de recurrir al empleo de la fuerza en determinadas circunstancias
cuando otros medios resultan ineficaces73, lleva consigo la gran responsabilidad
de velar para que ésta se ejerza lícita y eficazmente, ya que su uso excesivo
afecta directamente los derechos humanos. Es esencial, por consiguiente,
adoptar medidas que impidan su uso excesivo o indebido. Esto se logrará a
través de la capacitación del personal policial en temas referidos a solución
pacífica de conflictos, estudio del comportamiento de multitudes, así como
técnicas de persuasión, negociación y mediación74. De presentarse excesos en
el uso de la fuerza, se dispondrán las investigaciones y sanciones
correspondientes75.
A. PRINCIPIOS DEL USO DE LA FUERZA
De acuerdo a los estándares internacionales sobre derechos humanos
aplicables a la función policial, que se sustentan en instrumentos
internacionales (Principios Básicos sobre sobre el empleo de la fuerza y de
armas de fuego por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y el
Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley) y
recomendaciones y decisiones de organismos internacionales de derechos
humanos (órganos de Naciones Unidas y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos), los principios que rigen el uso de la fuerza son:
1. Legalidad
La legalidad implica la sujeción de la fuerza pública al mandato de la ley.
Por ello el uso de la fuerza debe orientarse al logro de un objetivo legal.
Asimismo, los medios y métodos utilizados en cumplimiento del deber76
deben estar amparados en el marco del derecho internacional de los
derechos humanos, la Constitución Política del Perú y demás normas
nacionales sobre la materia.
El uso de la fuerza está limitado y condicionada por los protocolos,
explícitos y previamente establecidos, para el ejercicio legítimo de esta
atribución.
2. Necesidad
El uso de la fuerza en el cumplimiento del deber es necesario cuando
otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el
logro del objetivo legal buscado. En otras palabras, cuando el objetivo de
una acción de aplicación de la ley puede alcanzarse sin recurrir al ejercicio
de la fuerza, los policías no harán uso de esa facultad. Más aún, cuando
sea necesario ejercer dicha facultad, la medida en la que se emplea no
debe superar lo necesario para alcanzar el objetivo.
Respetar el principio de necesidad implica, asimismo, dejar de ejercer la
fuerza tan pronto como se haya logrado el objetivo (por ejemplo, en
cuanto la persona en cuestión haya cesado de ofrecer resistencia o se
haya encontrado el objeto buscado).
3. Proporcionalidad
El uso de la fuerza es proporcional cuando el nivel de fuerza empleado
para alcanzar el objetivo legal buscado corresponde a la resistencia
ofrecida y al peligro representado por la persona a intervenir o la situación
a controlar.
En el marco de este principio, el uso de la fuerza se aplica con un criterio
diferenciado y progresivo, determinado por el nivel de cooperación,
resistencia (activa o pasiva) o la agresión de la persona o personas a
quienes se interviene y considerando la intensidad, peligrosidad de la
amenaza, condiciones del entorno y los medios que disponga el personal
policial para controlar una situación específica77.
Estos deben ser puestos en práctica con un alto grado de racionalidad y
sustentados en una conducta ética.
B. USO DIFERENCIADO Y PROGRESIVO DE LA FUERZA
Es la graduación y adecuación, por parte del personal policial, de los medios
y métodos a emplear teniendo en cuenta el nivel de cooperación, resistencia
o agresión que represente la persona a intervenir o la situación a controlar.
Al intervenir a personas en el cumplimiento de su función, el personal policial
encontrará como respuesta una serie de conductas clasificadas en niveles
de resistencia, ante lo cual el policía deberá hacer un uso diferenciado y
progresivo de la fuerza, teniendo en consideración los niveles del uso de la
fuerza:
1. Niveles de Resistencia
a. Resistencia pasiva
(1) Riesgo latente.
Es la amenaza permanente no visible presente en toda
intervención policial. Está relacionada con la condición y
configuración geográfica, entorno social, económico y actividad
delictiva permanente o eventual y que determina el nivel de
respuesta policial.
(2) Cooperador.
El intervenido acata todas las indicaciones del personal policial sin
resistencia manifiesta durante la intervención. El ciudadano,
presunto infractor de la ley, mantiene respeto hacia el acto de
autoridad cumpliendo las indicaciones que se le da para garantizar
el orden e incluso efectuar un arresto.
(3) No cooperador.
El intervenido no acata las indicaciones. No reacciona ni agrede.
El ciudadano, presunto infractor de la ley, evidencia una
desobediencia manifiesta hacia el acto de autoridad, sin llegar a la
agresión física, que puede expresarse verbalmente.
b. Resistencia activa
(1) Resistencia física
El intervenido se opone a su reducción, inmovilización y/o
conducción, llegando a un nivel de desafío físico. El ciudadano
presunto infractor de la ley expresa oposición física, sujeción a
elementos materiales que evitan su traslado o empleo de cualquier
medio para impedir la acción policial de control físico.
(2) Agresión no letal
El intervenido agrede físicamente al personal policial o a personas
involucradas en la intervención mediante el empleo de la fuerza
corporal u objeto que atenta contra la integridad física, sin generar
un peligro real e inminente de muerte o lesiones graves.
(3) Agresión letal
Es la acción y conducta del ciudadano presunto infractor de la ley
que mediante cualquier acción pone en peligro real e inminente de
muerte o lesiones graves al personal policial o a personas
involucradas en la intervención.
2. Niveles del uso de la fuerza:
a. Niveles Preventivos
(1) Presencia policial
Entendida como demostración de autoridad del personal de la
Policía Nacional del Perú uniformado78 o debidamente identificado
con dispositivos con la palabra “Policía”, su placa insignia y carnet
de identidad, debidamente equipado, en actitud de alerta y
realizando un control visual, que previene y disuade la comisión
de una infracción o un delito.
(2) Verbalización
Es el uso de la comunicación oral con la energía necesaria y el
uso de términos adecuados que sean fácilmente entendidos y
comprendidos por las personas a intervenir, facilitando su control
individual o grupal. La verbalización debe ser utilizada en todos
los niveles del uso de la fuerza.
(3) Control de contacto
Es el uso de técnicas de comunicación, negociación y
procedimientos destinados a guiar, contener la acción o actitud de
la persona o grupos a ser intervenidos sin llegar al control físico.
b. Niveles reactivos
(1) Control físico
Es el uso de las técnicas policiales que permiten controlar, reducir,
inmovilizar y conducir a la persona intervenida, evitando en lo
posible causar lesiones.
Entiéndase como el resultado obtenido de reducir,
Controlar inmovilizar y conducir al intervenido.
Minimizar la resistencia física de una persona
Reducir mediante la aplicación de técnicas o recursos de
manipulación.
Inhabilitar temporalmente la movilidad mecánica
Inmoviliz corporal del intervenido con el empleo de los
ar grilletes de seguridad.
Trasladar en forma segura al intervenido desde el
Conducir lugar de la intervención hasta una dependencia
policial previo registro preliminar por medidas de
seguridad.
El registro previo a la conducción es la acción de revisión
corporal al intervenido, con la finalidad de buscar armas,
objetos, drogas o cualquier cosa oculta, que puedan ser
utilizados para causarse daños a sí mismo o a terceros; así
como también algún indicio o evidencia de un hecho delictuoso.
(2) Tácticas defensivas no letales
Es el uso de medios de policía no letales, proporcionados o
autorizados por el Estado, para contrarrestar y/o superar el nivel
de agresión o resistencia.
(3) Fuerza letal
Es el uso de armas de fuego por el personal de la Policía Nacional
del Perú contra quien realiza una acción que representa un peligro
real e inminente de muerte o lesiones graves, con el objetivo de
controlarlo y defender la vida propia o de otras personas.
Este nivel se tiene que entender como potencialmente letal, toda
vez que su uso no se orienta a causar necesariamente la
privación de una vida, sino a cesar el peligro que representa una
agresión letal, debiendo el personal policial prestar los auxilios
correspondientes una vez controlada la situación de riesgo.
C. CIRCUNSTANCIAS EN EL USO DE LA FUERZA79
El personal policial puede usar la fuerza de manera progresiva y
diferenciada, de conformidad con los principios de legalidad necesidad y
proporcionalidad y los niveles de uso de la fuerza en las siguientes
circunstancias:
- Detener en flagrante delito o por mandato judicial conforme a ley.
- Cumplir un deber u órdenes lícitas dictadas por las autoridades competentes.
- Prevenir la comisión de delitos y faltas.
- Proteger o defender bienes jurídicos tutelados.
- Controlar a quien oponga resistencia a la autoridad.
Capítulo III
Técnicas de intervención policial
A. GENERALIDADES
Las técnicas básicas sugeridas en este capítulo deberán ser empleadas
exclusivamente para controlar o minimizar toda posibilidad de riesgo que
atente contra la integridad de los participantes en la intervención policial
(público o víctima, policía e inclusive el infractor).
Para tal efecto, es necesario que el policía esté preparado profesionalmente
y motivado para el desarrollo adecuado de actitudes, habilidades, confianza,
espíritu de equipo positivo, liderazgo eficaz y la ejecución de tácticas
operacionales; aspectos que deben formar parte de su instrucción y
entrenamiento. El Estado para tal fin debe afectar con armamentos,
vestuarios y equipo que garanticen al personal policial cumplir con sus
funciones y obligaciones que la Constitución y la Ley le otorgan.
A través del uso correcto de las tácticas y técnicas adecuadas, el personal
policial podrá minimizar los factores adversos y obtener grandes ventajas.
También podrá prevenir agresiones y establecer perímetros de seguridad. Es
necesario proyectar el procedimiento policial a emplear en base a la
apreciación inicial del riesgo o la amenaza, esto disminuirá la posibilidad de
ser sorprendido por él o los intervenidos.
El personal policial debe trazar siempre una línea imaginaria que divida el
área de la intervención, estableciendo la zona de seguridad (dominada por
ellos) y la zona de riesgo (no controlada por ellos), en donde se presuma o
se tenga la certeza de la presencia del intervenido o presunto infractor.
Los procedimientos de la intervención policial propiamente dicha
(identificación, reducción, inmovilización, control y registro) deberán
efectuarse siempre en la zona de seguridad. El o la policía jamás ingresará
a la zona de riesgo, si es que ésta no ha sido debidamente controlada.
Los medios de policía afectados para el servicio policial deben ser
utilizados en defensa y protección de las personas y la sociedad,
empleándolos solamente ante una acción violenta de parte de los infractores
o intervenidos y no como una demostración de fuerza excesiva en su
intervención. Para ello se debe establecer necesariamente prioridades de
seguridad en cuanto a la protección de la integridad física y la vida, teniendo
como prioridad a la víctima o público, la seguridad del propio policía, la de
sus compañeros e inclusive la del propio intervenido.
Se debe tener siempre presente que no existen dos intervenciones iguales.
Por lo tanto, se hace imposible diseñar una “situación modelo” para cada una
de ellas. Sin embargo, los principios básicos que deben regir a estas hacen
posible su adaptación a cada situación particular.
B. TÉCNICAS DE INTERVENCIÓN
Toda intervención policial, por lo general, debe ser efectuada como mínimo
por dos policías, debiendo ser planificada apenas se tenga conocimiento de
ella (no necesariamente en un documento), definiendo los roles que le
corresponda cumplir a cada uno de los policías. P1 será el que se encargue
de efectuar el contacto con la persona a intervenir; P2 prestará la seguridad
respectiva.
En caso que la intervención sea ejecutada por dos policías a pie, éstos deben
formar en lo posible un triángulo de seguridad, en cuya base deben
ubicarse los policías interventores y el intervenido en el vértice o punto medio
proyectado del triángulo.
Intervenido
P1 P2
Policía Policía
1. Aspectos importantes a tener en cuenta:
a. Actitud de la persona a ser intervenida
El personal policial debe tener en cuenta el comportamiento de la
persona a intervenir, que puede ser de colaboración, resistencia
pasiva o activa, llegando inclusive a la agresión letal.
b. Percepción del riesgo
Este aspecto va más allá de la persona a intervenir. Se debe
considerar las características del lugar de la intervención (ubicación,
estructuras desconocidas, callejones, edificaciones, iluminación,
entre otros) que puedan representar un riesgo para la integridad del
personal policial o de terceros, así como el posible apoyo de otras
personas al infractor. El personal policial deberá valerse de barreras
naturales o artificiales que le brinden verdadero abrigo.
c. Nivel de fuerza a emplear
Luego de una apreciación de la situación y las circunstancias que se
presentan en la intervención, el personal policial empleará la fuerza
de acuerdo al nivel de resistencia de la persona a intervenir.
2. Intervención a personas en la vía por policías a pie
Se han considerado dos situaciones que se presentan en forma cotidiana
en el servicio policial: la primera, con fines de identificación, y la segunda,
cuando se trate de un presunto infractor. Sin embargo, una no es
excluyente de la otra.
a. Intervención con fines de identificación
Es conveniente tener en consideración los siguientes aspectos:
- Formar el triángulo de seguridad, tomando una distancia aproximada de
dos brazos extendidos, que impida al intervenido atentar contra la
integridad física de cualquiera de los dos policías intervinientes. De
existir una pared (inmueble), el o la policía que da la seguridad debe
ubicarse de espaldas a ésta.
- Individualizar claramente a la persona a intervenir (vestimenta,
características físicas, sexo, etc.)
- Identificarse (saludo, grado, apellidos, unidad en la que presta
servicio), haciéndole conocer el motivo de la intervención.
- Solicitarle sus documentos de identificación personal, permaneciendo
siempre en una actitud vigilante, sin descuidar el contacto visual.
- Recibir los documentos con la mano que no porte el arma de fuego; esto
para permitir que ante una eventual reacción pueda usarla con libertad
de acción.
- Al verificar los documentos, hacerlo en una posición que no obstaculice
el dominio visual, principalmente de las manos del intervenido.
Siempre debemos estar atentos a una
posible reacción del intervenido.
Efectuar preguntas relacionadas a los datos consignados en el
documento de identidad con la finalidad de contrastarlos o
formular preguntas modificando algunos datos que permitan
establecer la titularidad de los mismos. Por ejemplo, mencionarle
como su segundo nombre uno que no le corresponde.
- Culminada la intervención sin novedad, el policía de contacto (P1)
agradecerá su cooperación, desplazándose luego hacia la ubicación del
policía de seguridad (P2), para que el ciudadano reinicie su camino
acompañándolo con la mirada hasta cierta distancia.
b. Intervención a un presunto infractor
Estas intervenciones son las que representan un mayor nivel de riesgo
para el personal policial. Pueden presentarse durante el patrullaje o a
mérito de una comunicación radial o telefónica de la unidad policial.
En ese sentido, es de suma importancia que la información que
recabe el personal policial que va a intervenir sea detallada con la
finalidad de tomar conocimiento de la situación.
Esta intervención se debe iniciar con la verbalización, teniendo en
cuenta los siguientes pasos:
- El policía debe identificarse como tal expresando en voz alta:
¡ALTO POLICÍA!
¡Levante las manos, míreme!
- Hacerle saber el motivo de la intervención, por ejemplo:
“Es usted
sospechoso de…” o
“ha cometido el
delito de…”
- Indicarle que se le va a identificar y registrar, para que así pueda
colaborar con la intervención. De ser necesario, ordenar que adopte una
posición apropiada para la inmovilización temporal (colocándole los
grilletes) y realizar el registro preliminar. Para ello se deben utilizar
términos que sean fáciles de entender como:
¡PONGA LAS MANOS SOBRE LA CABEZA!
Despacio, despacio, tranquilo.
¡ENTRELACE SUS DEDOS! o
¡CRUCE LOS DEDOS SOBRE LA CABEZA!
¡GIRE! o
¡DESE VUELTA, DE ESPALDAS A MÍ!
¡MANTENGA LA CALMA!
…ESTE ES UN PROCEDIMIENTO POLICIAL, EN LA
MEDIDA QUE USTED COOPERE, LO REALIZAREMOS DE
MANERA RÁPIDA Y SEGURA, NO OFREZCA
RESISTENCIA…
¡ES LA POLICÍA!
¡PÉGUESE A LA PARED! o
¡ARRODÍLLESE! o
¡TIÉNDASE EN EL SUELO!
Se debe tener especial cuidado de mantener control sobre las manos
del intervenido, puesto que lo más probable es que suceda una
agresión. No permita que mueva las manos ni desvíe la mirada sin su
autorización. Procure que el infractor mantenga las manos lo más
lejos posible del cuerpo o de un posible lugar donde pueda tener
oculta un arma.
Las indicaciones impartidas por el personal policial al presunto
infractor deben ser simples, concisas y objetivas; trasmitidas con
claridad y dejando que transcurra un tiempo prudencial para que el
infractor oiga, entienda y cumpla.
Una acción que ayudará a minimizar los riesgos es efectuar un
registro visual del intervenido. Ello nos permitirá ubicar cualquier tipo
de amenaza (arma u objeto). Esta acción se efectúa en el momento
que el intervenido se encuentra frente al policía que realiza el contacto
verbal, desde la línea imaginaria que divide la zona de seguridad y la
de riesgo.
Controlada la situación, el personal policial deberá identificarse
señalando su grado, apellidos y unidad a la que pertenece, así como
los derechos que asisten al intervenido y los procedimientos a
realizarse con motivo de su detención. Por ejemplo: “Usted va a ser
conducido a (dependencia policial), desde donde podrá comunicarse
con un familiar y solicitar la presencia de un abogado”.
Para efectuar el arresto, el personal policial puede utilizar
básicamente tres posiciones:
De pie:
- Esta posición es recomendable cuando en el lugar de la intervención
existe un muro, pared, etc. donde el infractor se pueda apoyarse.
- Efectuado el contacto visual e iniciada la verbalización, se ubica al
intervenido frente a los policías, a una distancia prudencial que les
permita formar el triángulo de seguridad y dominar la situación,
indicándole que levante los brazos, con las manos totalmente alejadas
una de otra y los dedos separados.
- Hacerlo girar lentamente hasta dar frente a la pared.
- Indicar al infractor que avance hacia la pared, juntando el cuerpo a ésta,
bajando los brazos hasta la altura de los hombros en forma paralela al
piso, girando las palmas de las manos hacia los policías, manteniendo los
pies juntos por los talones, separando las puntas hasta que estén lo más
pegados a la pared, logrando así disminuir su resistencia.
Es necesario colocar al Controlar al intervenido
sospechoso en sujetándolo fuertemente.
desequilibrio.
Mantener al intervenido
contra la pared, limita una
reacción violenta. El registro debe ser
minucioso.
- Una vez que el infractor está en esa posición, el/la policía 2 (P2) se
desplaza en forma paralela a la pared en línea perpendicular a su
compañero, desarrollando una abertura del triángulo (ubicación en L
invertida) que le permita mejorar el contacto visual con el intervenido,
por lo que el/la policía 1 (P1) deberá indicarle que gire la cabeza en esa
dirección.
- El/la policía de seguridad (P2) en esta posición debe verbalizar para
recabar información y no permitir que el intervenido se concentre en
planificar una respuesta violenta contra la acción de el/ la policía de
contacto (P1).
- El/la policía de contacto (P1) adopta la posición de seguridad y se
desplaza hacia el intervenido, haciendo contacto con éste de la siguiente
manera:
- En forma simultánea, coloca el antebrazo contrario a su mano de
contacto, ubicando el codo y puño sobre la espalda del intervenido, a la
altura de los omóplatos, ejerciendo una ligera presión, al mismo tiempo
debe presionar con la parte externa del pie, contrario al lado que se lleva
el arma, ambos talones del infractor, después enfunda su arma, toma
sus grilletes procediendo a colocárselos.
- Luego de colocarle los grilletes (ver acápite Técnicas de engrilletamiento)
se procede a efectuar un registro minucioso del infractor de arriba hacia
abajo y de derecha a izquierda o viceversa.
- La conducción del infractor se puede efectuar cogiéndolo del brazo
derecho (siempre contrario al lado donde se lleva el arma) por encima
del codo, ejerciendo si fuera necesario una ligera presión; o de ambos
brazos cuando sean dos policías los que lo conducen, indicándole la
dirección que se va a tomar. Asimismo, por ningún motivo el policía
sujetará los grilletes para conducir al intervenido.
De rodillas:
- Es recomendable emplear esta técnica cuando el infractor se encuentra
en un ambiente abierto.
Sujetar los dedos del
intervenido.
Colocar los pies entre los del
infractor.
- Efectuado el contacto visual e iniciada la verbalización, se ordenará al
intervenido colocarse frente a los policías, a una distancia que permita
dominar la situación, formando el triángulo de seguridad. Se le indica
que levante los brazos, con las manos totalmente alejadas una de otra y
los dedos separados.
- Que gire lentamente hasta quedar de espaldas a los policías
intervinientes.
- Que el infractor se arrodille, manteniendo los brazos levantados.
- Una vez arrodillado, ordenarle entrelazar los dedos de una mano con la
otra y que las coloque encima de la cabeza; luego que cruce una pierna
sobre la otra, siempre y cuando su contextura física lo permita, caso
contrario que junte los pies principalmente las puntas y hacerlas estirar.
- Una vez que el infractor está en esa posición, el/la policía de seguridad se
colocará perpendicularmente a la línea formada por los hombros del
intervenido y su compañero, desarrollando una abertura del triángulo
(ubicación en “L” invertida), que le permita mejorar el contacto visual
con el intervenido, por lo que el/la policía de contacto (P1) deberá
indicarle que gire la cabeza en esa dirección.
- El/la policía de seguridad (P2) en esta posición debe verbalizar para
recabar información y no permitir que el intervenido se concentre en
planificar una respuesta violenta en contra del accionar del o de la policía
de contacto.
- El/la policía de contacto (P1) después de enfundar su arma, cogerá sus
grilletes y se aproximará al infractor, adoptando una posición diagonal,
permitiendo que el lado donde lleva su arma no esté al alcance del
infractor.
- Tomar los dedos medio y anular de la mano izquierda del intervenido
(esto puede variar por la forma en que las haya entrelazado el infractor),
juntándolos levemente y ejerciendo una presión sobre la cabeza para
impedir que se suelte.
- Al mismo tiempo se coloca el pie izquierdo entre los pies del infractor, en
el caso de estar cruzados. También se ejerce presión sobre las puntas de
los pies en caso de estar estirados, con lo cual minimizará la posibilidad
de reacción, procediendo a colocarle los grilletes.
- Luego se procede a efectuar un registro minucioso del infractor.
Posteriormente, se le ayudará a levantarse tomándolo por los codos.
- La conducción del infractor se hará bajo las recomendaciones hechas en
el párrafo de intervención de pie.
Tendido o echado:
- Esta posición es la más segura, representa menos riesgo o posibilidad de
reacción del infractor. Es la más recomendable cuando exista más de un
intervenido.
- Utilizando la verbalización se ordenará al intervenido ubicarse frente a los
efectivos policiales, a una distancia que les permita dominar la situación
y formar el triángulo de seguridad, indicándole que levante los brazos,
con las manos totalmente alejadas una de otra y los dedos separados.
- Que gire lentamente hasta quedar de espaldas a los policías que lo
intervienen.
- Que se arrodille, manteniendo los brazos estirados, para luego tenderse
de cubito ventral, apoyándose en sus manos, las cuales no deberán estar
por debajo de su cuerpo (no olvidarse del control visual de las manos),
sino separadas y lo más lejos del cuerpo.
- Indicarle que extienda los brazos a la altura de los hombros (en forma
de cruz) colocando el dorso de las manos al piso con las palmas hacia
arriba y que cruce un pie sobre el otro, flexionando ambas piernas hacia
sus glúteos.
- Una vez que el infractor está en esa posición, el policía de seguridad se
desplazará desarrollando una abertura del triángulo, que le permitirá
efectuar un contacto visual con el intervenido en línea con la ubicación
de su cabeza, para lo cual el/la policía de contacto deberá indicarle que
gire la cabeza en esa dirección.
- El/la policía de seguridad en esta posición debe verbalizar para obtener
información y no permitir que el intervenido se concentre en planificar
una respuesta violenta contra la acción de el/la policía de contacto.
- El/la policía de contacto adopta la posición de seguridad y se desplaza
hacia el infractor, adoptando una posición segura, cómoda y flexible,
permitiendo que el lado donde lleva su arma no esté al alcance del
infractor. Luego coloca su pie izquierdo entre las rodillas del infractor y
con su rodilla ejerce leve presión sobre los pies del infractor,
minimizando la posibilidad de reacción, después enfunda su arma y
procede a colocarle los grilletes.
- Colocados los grilletes se procederá al registro minucioso del infractor.
- Para levantar al infractor, se le indicará previamente que se procederá a
sentarlo con nuestra ayuda, para ello cruzará una pierna sobre la otra y
cogiéndolo de los hombros lo ayudamos a sentarse.
La persona engrilletada debe ser ayudada para ponerse de
pie, asegurando la protección de su integridad.
- Luego se le indica que recoja ambas piernas hacia adelante,
flexionándolas y cruzándolas. La/el policía separa sus piernas colocando
su hombro y brazo izquierdo en contacto con la espalda del intervenido,
seguidamente tomándolo por los codos y en una sola acción se le apoya
e impulsa para levantarlo.
- La conducción del infractor se hará de acuerdo a los lineamientos
establecidos en las otras posiciones.
- Si durante estos procedimientos el intervenido se torna violento, el
policía de contacto se alejará rápidamente de él, retornando a su área
de seguridad empuñando su arma y reiniciando la verbalización para
retomar el procedimiento.
3. Intervención policial a personas en vehículo desde un vehículo policial
La intervención a vehículos se realiza principalmente en dos situaciones:
por infracción al Reglamento Nacional de Tránsito; y por prevención de
delitos y faltas. En cualquiera de estas situaciones, el procedimiento que
se debe emplear depende del potencial riesgo de la intervención. Sin
embargo siempre deberá hacer de conocimiento a la central sobre la
ubicación de la intervención, la placa y características del vehículo a
intervenir:
a. Identificación de un conductor - RNT
Es importante que el personal conozca esta modalidad, teniendo en
cuenta que existe un considerable número de policías que durante
una intervención a un vehículo han sido atropellados por otras
unidades vehiculares.
Es imprescindible que el vehículo a intervenir esté detenido y con el
motor apagado.
Posición del vehículo policial (patrullero)
- Ubicar el vehículo policial detrás del vehículo a intervenir a unos cinco
metros aproximadamente, pero en la misma orientación.
- Vértice anterior derecho en proyección a la parte media posterior del
vehículo intervenido.
- Esta posición permite que el personal policial cuente con un carril de
seguridad brindado por la estructura del vehículo policial, con lo cual
minimiza el riesgo de ser embestido por otro vehículo.
El vehículo policial
siempre debe estar
detrás del vehículo
intervenido.
Posición de los efectivos policiales
- Luego de solicitarle al conductor del vehículo a intervenir que se estacione
y habiendo obtenido de la central información con relación al mismo,
descienden ambos policías. El/la conductor policial (P1) se desplaza por el
carril de seguridad, manteniendo el contacto visual del vehículo e inclusive
valiéndose del espejo retrovisor izquierdo del vehículo a intervenir hasta
llegar a la posición señalada.
- El/la conductor/a (P1) se ubicará en la parte posterior de la puerta del
conductor del vehículo intervenido, de tal forma que le permita tener un
control visual del conductor. De este modo, si en caso el intervenido quisiera
emplear su puerta para atacarnos e intentar una fuga no podría
impactarnos.
- El/la operador/a (P2) desplazándose por el otro lado se ubicará a la
altura de la puerta posterior derecha del vehículo intervenido,
brindando las medidas de seguridad.
- Estas posiciones evitarán un cruce de fuego entre los policías ante
cualquier intento de reacción del conductor del vehículo intervenido que
amerite el empleo de las armas.
Intervención
- El/la policía de contacto procede a identificarse y precisa el motivo de la
intervención.
- Solicita los documentos personales y del vehículo, indicándole que
mantenga las manos sobre el timón o el tablero del vehículo,
permaneciendo siempre en una actitud vigilante, sin descuidar el
contacto visual.
- Recibir los documentos con la mano que no utiliza para manipular el
armamento, permitiendo que ante una reacción que requiera el empleo
del arma, se tenga libertad de acción.
- Al verificar los documentos, hacerlo en una posición que no obstaculice
nuestro dominio visual, principalmente, de las manos del intervenido.
- En la intervención policial debe tratarse al ciudadano con firmeza y con
educación. Si fuera el caso, cuando se termine la intervención debe
reiniciarse la circulación segura del vehículo intervenido, haciendo las
señales pertinentes.
- Terminada la intervención, habiendo decidido que continúe con su
desplazamiento, regresar a nuestro vehículo luego de que el intervenido
reinicie su marcha.
Posición del vehículo policial (motocicleta).
- Ubicar las dos motocicletas policiales detrás del vehículo o motocicleta
a intervenir a unos cinco metros aproximadamente, en la misma
orientación.
Una de las motocicletas policiales deberá ser ubicada de tal forma que
permita contar con el corredor de seguridad para el desplazamiento
de el/la policía.
Posición de los/las policías.
- Las que se describen en las intervenciones de un patrullero.
b. Intervención a vehículo con presuntos infractores desde un
vehículo policial Posición del vehículo policial (patrullero)
- Ubicar el vehículo policial detrás del vehículo a intervenir, a unos cinco
metros aproximadamente.
- En diagonal (45º aprox.), vértice anterior derecho en proyección al
vértice posterior izquierdo del vehículo intervenido.
- Las llantas giradas hacia la izquierda de tal manera que queden paralelas
al vehículo intervenido.
- Esta posición permite que el motor y las llantas sirvan de cubierta a los
policías intervinientes.
- Se adoptará esta posición cuando el vehículo intervenido se estacione
al lado derecho de la vía, será lo opuesto cuando se encuentre a la
izquierda y opcional en un campo abierto.
Los vehículos policiales deben
proveer seguridad a los
policías que intervienen.
Posición de los efectivos policiales
- POSICIÓN 1.- El/la conductor/a (P1) se ubicará a la altura de la llanta
delantera izquierda del vehículo policial, de tal forma que le permita
tener un control visual de la puerta del conductor del vehículo
intervenido (POSICIÓN 2).
Se debe
mantener
control visual
del vehículo
intervenido y
sus
ocupantes.
- POSICIÓN 2.- El/la operador/a (P2) se ubicará detrás del vértice
posterior derecho del patrullero, controlando el lado opuesto del
vehículo intervenido (POSICIÓN 1).
- POSICIÓN 3.- Si hubiera un tercer policía (en el asiento posterior)
descenderá por la puerta posterior izquierda (derecha) y se ubicará
detrás de la posición 1 con la misma orientación. Otra opción es que se
ubique detrás del patrullero orientado hacia la retaguardia, brindando la
seguridad respectiva.
Esta distribución del personal policial se dará cuando el vehículo
intervenido se encuentre estacionado al lado derecho de la vía, si lo
hiciera a la izquierda se adoptarán las posiciones señaladas entre
paréntesis.
Intervención
- El policía que adopta la posición 1 debe ser preferentemente quien
verbalice con el (los) ocupante
(s) del vehículo intervenido, debiendo efectuar las siguientes acciones:
• Identificarse como policía: “El (los) ocupante (s) del vehículo (indicar
las características, marca, color, placa, etc.) es la Policía”.
• Hacer conocer el motivo de la intervención, por ejemplo: “Su vehículo
presenta una orden de captura por haber sido empleado en un robo”.
• Qué es lo que se requiere del ocupante (conductor). Por ejemplo:
“Necesitamos identificarlo, obedezca las siguientes indicaciones” (ser
imperativo y repetitivo, actuar con energía).
• Indicar:
(a) “Saque ambos brazos por la ventana de su vehículo, estírelos
hacia arriba de tal manera que me permita ver las manos”.
(b) “Con la mano izquierda coloque la llave de contacto sobre el techo
de su vehículo”.
(c) “Con la misma mano desabróchese el cinturón de seguridad”.
(d) “Con la mano derecha y por la parte externa abra su puerta”.
(e) “Descienda lentamente permaneciendo con las manos en alto,
dirija su mirada hacia mi persona”.
(f) “Avance hacia mi ubicación”.
• Cuando el intervenido se encuentre entre ambos vehículos, se le
ordena que se detenga y que gire hasta dar la espalda, efectuando un
registro ocular del intervenido; este movimiento debe hacerlo
lentamente.
• Una vez logrado ello, ambos policías (posiciones 1 y 3) retroceden a
una distancia prudente, manteniéndose en el área de seguridad
(protección del vehículo), para luego hacer girar al intervenido a la
orientación inicial y que avance hacia la llanta posterior izquierda.
• El intervenido debe ser colocado cerca del vehículo, facilitando su
control y permitiendo brindar cobertura. Se coloca al intervenido en
la posición más adecuada (rodilla o tendido) y se procede al
engrilletamiento, registro e interrogatorio para obtener información
sobre la posibilidad de la presencia de otras personas en el vehículo.
• Recabada dicha información, el operador procede por su lado a
realizar su desplazamiento hacia el vehículo intervenido para verificar
la situación de seguridad del mismo.
• El desplazamiento se hará en el sentido contrario al reloj. Al llegar a
la altura de la puerta del conductor, cogerá la llave de contacto y
retornará hasta la altura de la maletera, donde desde un costado
efectuará un contacto visual con su compañero y procederá a abrirla,
permitiendo la observación del interior por su compañero. Si no
hubiera nadie, se puede emplear la voz: “limpio”, “despejado”, etc.
En caso contrario, la que corresponda: “rehén”, “infractor”, “arma” o
la que se presente.
• La intervención continuará de acuerdo a ley.
Para hacer descender a otro ocupante
- Una vez que ya ha reducido, engrilletado y obtenido información del
conductor, se adopta el siguiente procedimiento: El policía que se
encuentre en la posición 2, procede a realizar las mismas indicaciones
que efectuó su compañero con el conductor, ubicando al intervenido en
la parte posterior del vehículo.
Ante la presencia de un tercero o más ocupantes
- Se les indicará que saquen las manos por la ventana del lado derecho.
- Es recomendable hacer descender, luego de haber intervenido al
conductor, al (los) ocupante(s) del asiento trasero por la puerta
posterior izquierda (detrás de la del conductor) para minimizar la
posibilidad de una toma de rehén por el(los) otro(s) infractor(s).
- Ante esta situación, se debe contar de preferencia con el apoyo
de otra unidad policial. (NOTA: Tener cuidado, el descenso debe
efectuarse uno por uno).
Posición del vehículo policial (motocicleta)
- Ubicar las motocicletas detrás del vehículo a intervenir, a unos cinco
metros aproximadamente, en posición diagonal (45º aprox.), una
paralela a la otra; debiendo quedar la llanta delantera de la M2 a la
altura de la parte media de la M1 (la más próxima al vehículo
intervenido).
- La llanta delantera en proyección al lado del vértice posterior izquierdo
del vehículo intervenido, giradas hacia la izquierda de tal manera que
queden paralelas al vehículo intervenido.
- El motor, el tanque de gasolina y las llantas servirán de cubierta a los
policías.
Posición de los efectivos policiales
- MOTOCICLETA 1.- El conductor se protege con el motor y el tanque de
la motocicleta policial, tendrá un control visual de la puerta del
conductor del vehículo intervenido.
- MOTOCICLETA 2.- El conductor se ubicará protegiéndose con la llanta
posterior, controlando el lado opuesto del vehículo intervenido.
Intervención a presuntos infractores en motocicleta desde vehículo policial.
En ambos casos (patrullero-motocicletas) se presenta la siguiente
variación:
Si tiene un pasajero será al primero que debe hacerse descender. El
(P2) le indicará que descienda lentamente por el lado izquierdo de la
motocicleta sin bajar las manos, haciendo que se desplace hasta su
ubicación (zona segura).
Intervención nocturna
Posición del vehículo (patrullero):
- Ubicar el vehículo policial detrás del vehículo a intervenir, a unos cinco
metros aproximadamente, en la misma orientación.
- Vértice anterior derecho en proyección a la parte media posterior del
vehículo intervenido.
- Circulina, luces de peligro y altas encendidas.
Posición de los efectivos policiales:
- Ambos se ubicarán en la parte posterior del patrullero, manteniendo
cada uno el control visual del lado correspondiente.
- Si hubiera un tercer efectivo policial (asiento posterior), descenderá por
la puerta posterior izquierda y se ubicará detrás del patrullero orientado
hacia la retaguardia, brindando la seguridad respectiva.
- En esta situación, se hace imprescindible el empleo de linternas.
Intervención:
- Se procede igual que en la intervención diurna, pero con la siguiente
variación: Efectuado el registro visual, se le indica al intervenido que se
dirija hacia el patrullero; una vez que está por traspasar el campo
luminoso de los faros, procederá a alumbrar con su linterna o faro hacia
la cara y manos del intervenido hasta llevarlo a la parte posterior del
patrullero.
Posición del vehículo (motocicleta)
- Ubicar ambas motocicletas detrás del vehículo a intervenir a unos cinco
metros aproximadamente.
- Estacionadas de manera diagonal orientadas hacia el vértice posterior
derecho del vehículo a intervenir.
- Circulina, luces de peligro y altas encendidas
Las
intervenciones
nocturnas
requieren empleo
de linternas.
Posición de los efectivos policiales
- Ambos se ubicarán en la parte posterior de sus motocicletas,
manteniendo cada uno el control visual del lado correspondiente.
4. Intervención en inmuebles
Procede en las siguientes circunstancias:
- Con la autorización del propietario o poseedor del inmueble.
- Flagrante delito.
- Orden motivada y escrita de un juez.
- Grave peligro de perpetración de un delito.
- Estado de necesidad (por ejemplo: incendio, salubridad, entre otros).
a. Reconocimiento
Se debe tener siempre presente que por más información que se
obtenga del inmueble, los ambientes interiores constituyen zonas de
riesgo permanente. Estas zonas son controladas y convertidas en
áreas seguras una por una. Otro aspecto a considerar es el diseño y
material empleados en su construcción, ello conlleva un trabajo
profesional altamente coordinado, donde prime la seguridad como
norma básica y se la ejecute con sigilo, dinamismo, destreza y control
emocional.
Antes de planificar la intervención es conveniente obtener y verificar
en el lugar la información con relación al inmueble y a las personas
que se puedan encontrar en su interior, teniendo en consideración los
siguientes aspectos:
- Lugar que estén ocupando posiblemente los sospechosos si estuvieran en
el interior.
- Nivel de riesgo de la estructura.
- Presencia de otras personas en el interior (familiares, inquilinos, etc.).
- Tipo de muebles u objetos que puedan servir de ocultamiento o
eventualmente de parapeto.
- Ubicación de las puertas y ventanas que dan hacia el exterior.
- Accesos a las puertas y ventanas.
- Cerco perimétrico exterior.
- Otros puntos de entrada o salida:
• Desagües.
• Sistemas de ventilación.
• Puerta falsa.
• Áreas de encubrimiento y cobertura a inmediaciones del inmueble.
- Existencia de materiales peligrosos.
- Existencia de mascotas.
Luego de realizar la apreciación del inmueble es importante superar el
mayor problema de la intervención: los puntos de entrada o ingreso.
Para ello se debe considerar que, en caso de haber infractores de la
ley en el interior, éstos saben que el ingreso de los policías o
propietarios deberá hacerse por las puertas y tomarán medidas para
impedirlo o neutralizarlo.
El cuerpo no debe pasar
el nivel de la pared o
puerta y la observación
debe ser rápida.
b. Ingreso
Debe ser realizado por dos policías como mínimo o un grupo de
policías que deberán dividirse en parejas para poder hacer la
intervención ambiente por ambiente. Es importante considerar
previamente:
- Antes de entrar, debe detenerse, oler y oír.
- Los ingresos tienen puertas y éstas pueden estar cerradas o abiertas.
- Es importante verificar si la puerta está asegurada, exponiéndose lo
menos posible.
- Para la toma de la cerradura, por ningún motivo el policía se colocará
frente a la puerta, deberá hacerlo a un lado, de preferencia agachado
lo más posible.
- Si es necesario comunicarse con el sospechoso, la conversación debe
realizarla el policía que se encuentre más lejos de la puerta.
- Una vez abierta, el personal debe cubrirse ya que pueden haber
colocado objetos cerca o apoyados contra la puerta.
- Si la puerta abre hacia adentro, dejar que ésta golpee la pared para
asegurarse de que no haya un presunto infractor escondido detrás de
la misma. Use un espejo de inspección si lo tuviera.
(1) Ingreso dinámico
Previa a la ejecución debe efectuarse una observación del área
por ingresar (final de una pared, límite de una puerta, ingreso de
pasillo u otro similar) para lo cual realizará la siguiente técnica:
Mantener el control y la
coordinación del grupo
es fundamental para la
seguridad de todos.
• Mirada rápida.
• Aproximarse gradualmente al nivel final del abrigo.
• Evitar que alguna parte de su cuerpo sobrepase ese nivel.
• Colocarse en una posición que permita hacer un movimiento rápido de
cabeza fuera del abrigo.
• Mirada hacia el objetivo, pudiendo hacerla de pie, en cuclillas o
tendido.
• Es recomendable emplear dos de estas formas, una vez cada una.
• Esta mirada permitirá reconocer el ambiente, detectando áreas de
riesgo y posibles amenazas.
(2) Ingreso en X
• El personal policial interviniente se debe ubicar a ambos lados de la
puerta, orientando sus armas hacia ésta.
• El más caracterizado señala cuándo hay que moverse. Se debe
recordar:
− El que ingrese primero deberá cubrir la parte de la habitación que
generalmente está del lado de las bisagras.
− Una vez dada la señal, ambos ingresan a la habitación haciendo un
barrido visual y posicionándose en las respectivas esquinas,
siempre lejos del marco de la puerta.
− Las zonas de responsabilidad empiezan desde la esquina opuesta
hasta el centro de la habitación, respectivamente, al ingresar a la
habitación.
− El policía que tenga mayor amplitud de cobertura proporcionará
seguridad, mientras que el otro realizará el registro.
− Para el registro se puede utilizar cualquier técnica (registro
circular, lineal, seccional, por cuadrante, etc.). Lo más importante
es planificar, usar los métodos sistemáticos y las técnicas de
seguridad total.
(3) Ingreso en J
• Los policías deberán encontrarse a ambos lados de la puerta.
• El más caracterizado da la señal para ingresar.
• Los dos se mueven al mismo tiempo.
• Las áreas de responsabilidad empiezan con el embudo que marca el
umbral de la puerta imaginariamente hacia adentro de la habitación.
La zona se establece de forma circular hasta la esquina de cada uno y
vuelve al centro.
• Para el registro se toma la esquina más segura para dar cobertura y
el otro policía realiza el registro.
(4) Ingreso por el lado largo
• Se entiende por lado largo, la mayor extensión de pared en la que está
la puerta.
• Los/las dos policías están en el mismo lado de la pared.
• El/la policía que va delante debe asegurarse que la puerta no esté
cerrada o trancada.
• Antes de ingresar, los/las policías deben empuñar el arma y apuntar
hacia el ingreso si el espacio lo permitiera. En caso contrario, el/la
policía que va en segundo lugar apuntará con su arma a otro punto
de riesgo o adoptará la posición de alerta, nunca hacia su colega.
• Ambos entran a la vez.
• Quien va primero cubre la esquina opuesta hasta el centro. El/la
policía que sigue cubre hacia el lado largo y regresa al centro.
(5) Ingreso por el lado corto
Se entiende por lado corto, la menor extensión de pared en la que
está la puerta.
• Ambos policías deben ubicarse en el lado corto.
• Los procedimientos de entrada son similares al anterior.
(6) Ingreso por barrida o ganada de ángulo (corte de pastel)
• Ubicados a un solo lado de la puerta o nivel de la pared.
• Es necesario adoptar una posición cómoda y segura, pues se está
presumiendo que al detectar una amenaza se tendrá que emplear el
arma de fuego para controlarla.
• Ambos policías deberán alejarse de los niveles del marco central o
pared, para evitar que una persona escondida detrás de ellos les
pueda arrebatar el arma.
• Se inicia el avance controlado en observación con imagen de tiro (a
través de los órganos de puntería).
• El arma acompaña la observación, el dedo índice debe mantenerse
fuera del gatillo, recto y paralelo al guardamonte.
• El movimiento es lento y coordinado, primero avanza la cabeza y
parte del tórax, lo necesario para ir ganando ángulo de visión hacia el
interior, desplazando el pie del lado hacia el cual nos movemos hasta
la misma altura del cuerpo; los pies no tienen por qué cruzarse ni
adelantarse.
• Este movimiento se realiza haciendo un círculo que tiene como eje el
marco de la puerta o nivel de la pared.
• La observación debe ser pausada, meticulosa y profunda,
permitiendo identificar riesgos y amenazas.
c. Desplazamientos
Al ser comunicado de una intervención en inmuebles o en otros
lugares que ameriten desplazarse por una zona no reconocida e
insegura, se debe utilizar los principios del pensamiento táctico para
evaluar las posibles áreas de riesgo. Se deben anticipar las
situaciones peligrosas y mantenerse listos para defenderse,
considerando los siguientes aspectos:
- Desplazarse a través de la ruta más segura y corta, buscando la
protección de abrigos (parapetos) sucesivos y evitando exponerse a
riesgos innecesarios, especialmente, en áreas libres.
- Planear siempre los pequeños movimientos a realizar, considerando las
posibles amenazas que se pueda encontrar.
- Escoger la técnica más adecuada para desplazarse (corriendo,
caminando, de rodillas, arrastrándose, etc.).
- Cuando se tenga que desplazar rápidamente o superar obstáculos, se
debe empuñar correctamente el arma, manteniendo el dedo fuera del
gatillo o asegurando el arma en la funda para evitar incidentes.
- No mover los muebles, estos pueden contener algún dispositivo de
activación de explosivo improvisado o distraer su atención revelando su
ubicación, para ello deberá desplazarse bordeándolos.
- Si durante el desplazamiento el/la policía es sorpresivamente objeto de
disparos de arma de fuego, deberá seguir los siguientes procedimientos:
• Buscar rápidamente una cobertura (parapeto). Considerar
firmemente la posibilidad de efectuar una retirada estratégica, si
fuera el caso.
• En caso de efectuar una retirada estratégica, salir rápidamente con
la respectiva cobertura, iniciando la retirada por puntos diferentes
con la finalidad de confundir al posible agresor.
• Si la intervención la ejecuta un grupo de policías se debe evitar que
éstos estén juntos, pues constituyen un blanco mayor y dificultan la
capacidad de respuesta.
• Mantener el arma disponible lista para su uso para su empleo
inmediato. El arma no debe estar descargada porque cuando vaya a
utilizarse no habrá tiempo para cargarla.
• Apuntar el arma orientada sólo hacia el objetivo por inmovilizar o
controlar. En caso de no existir riesgo potencial, evitar apuntar
indiscriminadamente.
- En caso de ubicar al presunto infractor u otra persona en el interior del
inmueble, y no ofrecen resistencia ni constituyen amenaza, no habrá
necesidad de apuntar el arma en su dirección, siendo recomendable
adoptar la posición preventiva manteniendo el control verbal80.
- Cuando exista absoluta certeza de una agresión, se debe actuar
identificando el nivel de ésta, confirmando que realmente existe la
amenaza, lo que permite decidir el nivel de respuesta y actuar en el
marco de los Principios básicos del uso de la fuerza y armas de fuego81.
- Jamás se debe colocar el dedo sobre el gatillo del arma, si no se tiene la
intención de disparar. El tiempo necesario para que el dedo se deslice
de la posición de seguridad hasta el gatillo es mínimo.
- Uno de los mayores problemas durante los desplazamientos en los
operativos es el riesgo de ser alcanzado por los disparos de los propios
compañeros. La coordinación previa y el planeamiento de la
intervención serán fundamentales para el incremento de la seguridad,
en la medida que facilitará el conocimiento de la ubicación de los
compañeros y dificultará la ocurrencia de fuego cruzado.
Los policías deben ubicarse sin cruzar sus líneas
de tiro
- Es importante resaltar que dentro de los edificios o en locales cerrados y
en situaciones con elevado estrés, las medidas de seguridad deben ser
redobladas, tomándose en cuenta el aumento de los riesgos que se da
en estas circunstancias.
- Si durante el desplazamiento otro policía cruza su línea de tiro, adoptar
la posición preventiva, reubicándose en un nuevo sitio de manera que
los dos no estén en la misma línea de tiro y puedan disparar sus armas
sin inconvenientes si fuera necesario.
- Es recomendable que la/el policía se desplace únicamente cuando el
compañero se encuentre en la posición de seguridad o cobertura, esto
permite que siempre exista alguien preparado a defender al equipo.
- Si durante el desplazamiento la/el policía es atacado con arma de fuego,
aquel que estuviera en su cobertura debe identificar y controlar el
ataque disparando contra el sospechoso.
- Al pasar por una ventana, el primer efectivo policial debe pasar
realizando una toma de ángulo hasta llegar al otro lado de la ventana.
Cuando esto ocurre, el segundo policía debe ayudar en la seguridad.
Cuando el primer policía ya haya pasado, éste debe mantener la
seguridad y el segundo policía pasará por debajo del nivel de la ventana.
d. Pasadizos
Son considerados áreas de riesgo. Pueden ser usados para dos
fines:
(1) Desplazarse hacia un lugar específico
• Se realiza por ambos lados del pasadizo.
• Cuando es individual, uno avanza y el otro lo cubre, debiendo
efectuarlo en forma alternada. Si es simultáneo, deben hacerlo en
forma paralela, diferenciando sus áreas de responsabilidad.
• Toda ventana, puerta, tragaluz o cualquier otro acceso existente son
puntos de riesgo, debiendo ser controlados permanentemente.
• Se debe poner atención principalmente en puertas abiertas o
entreabiertas.
• Se debe planear una ruta segura de retirada táctica, retornando al
área de seguridad más cercana.
• Esta técnica aumenta la posibilidad de defensa.
(2) Posicionarse en el pasadizo cuando se va a realizar el ingreso a una
habitación.
• Ubicado el personal policial en el pasadizo, procederán de acuerdo a lo
descrito en las técnicas de ingreso.
e. Escaleras
Dentro de un inmueble el control de una escalera es una acción de
gran riesgo y peligro. La coordinación, comunicación y cooperación
son absolutamente necesarias. La técnica a emplearse se deberá
acondicionar al tipo, estructura y ubicación específica de la escalera,
teniendo especial cuidado en los descansos. Si se tiene herramientas
de observación deberán ser empleadas.
Es necesario que las/los policías estén protegidos y preparados para
defenderse ante un eventual ataque. Las precauciones referentes a
la seguridad en los desplazamientos deben ser intensificadas en la
escalera, desde la aproximación con definición previa de los puntos de
observación para cada policía.
(1) Hacia arriba
Existe mayor riesgo en controlar una escalera hacia arriba. Por lo
tanto, es necesario que, en su desplazamiento, los policías
observen las siguientes reglas:
- Ambos policías deberán apuntar sus armas hacia el espacio superior
de la escalera, con la
finalidad de tener un control visual de la misma.
- La/el policía que va delante se parapeta y controla el espacio entre
el ingreso y el primer descanso.
- La/el policía que va detrás se pone en posición de disparo, recostado
a uno de los lados de la escalera y dirige su arma hacia la parte
superior o final de la misma, iniciando así su desplazamiento.
- Si hubiera un tercer policía, adopta la misma posición pero recostado
en la pared.
- Se sube lentamente relevándose en cada ubicación que haya sido
controlada y dando cobertura al que se encuentra adelante.
(2) Hacia abajo
- Un/una policía cubre panorámicamente hacia el final de la escalera,
mientras que el otro se desplaza apuntando hacia abajo para llegar al
primer descanso.
- Una vez en el descanso, inspecciona por mirada rápida, ganada de
ángulo o por medio de un equipo especial: espejo o similares, el otro
lado de la baranda o zona de observación contraria, quedándose
parapetado en ella y cubriendo la próxima zona de riesgo.
- El/la policía que da seguridad desde la parte superior, se desplaza
hasta el descanso y apunta hacia abajo, cubriendo todas las áreas de
peligro que representen una amenaza o riesgo a la integridad de los
intervinientes.
Hacia abajo, la escalera
requiere cobertura
panorámica.
Para cada descanso se utiliza el mismo método. Es importante
mantener en observación y vigilancia en cada área crítica.
f. Intervención en equipos
Cuando la situación lo amerite y se evalúe la realización de una
intervención de mayor envergadura, lo ideal es que sea ejecutada por
el equipo táctico de la unidad especializada.
Sin embargo, al no existir una disponibilidad inmediata de estas
unidades, ésta deberá ser realizada por el personal policial presente
en el lugar. Por ello, es importante conocer la conformación de un
equipo.
- El número de policías de un equipo de intervención requerido es de 3 o
4 como mínimo, mientras que en las más complejas el número tendrá
que ser mayor.
- Se divide en dos grupos: el de reconocimiento (R), encargado de iniciar
el ingreso y registro; y otro de soporte (S), que se encargará de la
seguridad de los intervinientes, la custodia de los intervenidos y las
comunicaciones.
- Inclusive cuando sólo hay dos policías, debe aplicarse la misma
organización táctica (un policía de reconocimiento y otro de soporte).
- En ambos casos, los grupos tendrán que ser estructurados y
organizados con los criterios de disciplina táctica.
- Este procedimiento debe ser utilizado sobre todo cuando lleguen los
refuerzos, los que deben ser organizados bajo estos criterios tácticos.
g. Conformación de los equipos
- R1 Reconocimiento uno:
El/La policía que cuenta con mayor experiencia y destreza.
- R2 Reconocimiento dos:
El/la policía escogido por el R1 debido a la necesidad de un
perfecto entendimiento y confianza entre ellos. Debe preocuparse
especialmente por la seguridad del R1.
- S1 Soporte uno:
Es la ubicación recomendable para el responsable del equipo
policial, facilitándole adoptar las medidas operacionales y
administrativas para el éxito de la misión, debiendo siempre
mantenerse en condiciones de controlar las acciones dentro y
fuera del local de la intervención.
- S2/ S3 /S4 Soporte dos, tres, cuatro…:
Se encargarán de la cobertura de las áreas revisadas, estarán
atentos a la seguridad de los policías que están al frente, tomando
el control de los intervenidos y procediendo a su inmovilización,
registro y traslado inicial, así como a la protección de la
retaguardia. Atenderán directamente las orientaciones del S1.
h. Comunicación
Cuando se actúe tácticamente, teniendo conciencia del proceso
mental del sospechoso agresivo, se debe tener el máximo cuidado
para no ser localizado. En ese sentido, la comunicación entre policías
debe ser cuidadosa. En situaciones de riesgo, en caso se utilice la voz
para comunicarse con su equipo, deben hacerse susurrando. El
volumen de la radio debe estar lo más bajo posible. De ser posible se
debe utilizar un auricular en el oído. Todo debe hacerse para mantener
la ventaja táctica de la sorpresa. El radio puede estar separado.
Una buena alternativa son las señales de mano, porque permiten una
comunicación eficiente entre el equipo, favoreciendo la sorpresa. Las
señales de mano deben ser simples y estar bien entrenadas para que
no haya problemas. Al efectuar una señal asegúrese de que su
compañero recibió y entendió la comunicación sin haber desviado su
atención de los puntos de observación.
SEÑALES DE MANO
ALTO OBSERVE
ATENTO CUBIERTA
SOSPECHOSO LIMPIO
i. Uso de espejo
Existen en la actualidad equipamientos policiales basados en el
empleo de espejos (periscopio, plancha de identificación, espejo
táctico, entre otros). Su uso brinda mayor seguridad al personal
policial, pues evita exponer parte del cuerpo para realizar la
observación, facilitando su mantenimiento en la zona de abrigo o
parapeto.
Es importante tener presente estas recomendaciones generales en
todos los casos:
- Si se encuentran con muchas áreas de peligro es importante esperar el
apoyo.
- Al escuchar un disparo, se debe efectuar una retirada táctica hasta la
zona que se tenga asegurada o controlada.
- Nunca se debe asumir que un lugar no representa riesgo o peligro, si
éste no ha sido revisado previamente.
- El desplazamiento no debe efectuarse por el centro de las escaleras.
- Es importante que el equipo que se lleve esté debidamente asegurado
para evitar el ruido innecesario que delate nuestra posición.
“LOCALIZADO UN SOSPECHOSO, DOMINE EL FUERTE
IMPULSO PARA SALIR AL ENCUENTRO DE ÉL, CÚBRASE
INMEDIATAMENTE Y, ESTANDO PROTEGIDO, UTILICE LA
VERBALIZACIÓN PARA CONTROLARLO”.
SEMANA 12
SEGUNDO EXAMEN PARCIAL
SEMANA 13 Y 14
Capítulo IV
Mantenimiento del orden público
Desde el punto de vista normativo, se entiende por orden público la vigencia
de las leyes y del principio de autoridad. Desde el punto de vista fáctico, orden
público es el estado relativo de tranquilidad y seguridad que reina en los
espacios públicos y demás lugares de convivencia humana, en observancia
de las leyes y el respeto a la autoridad. La Policía Nacional es responsable
de garantizarlo, mantenerlo y restablecerlo.
El derecho de reunión, manifestación y protesta son derechos humanos que
la Constitución Política y los instrumentos internacionales de derechos
humanos reconocen82.
La Policía Nacional debe manejar las reuniones públicas de conformidad con
los principios de legalidad, necesidad y, proporcionalidad. Las restricciones
que se impongan a las reuniones han de basarse en las normas del derecho
nacional y no deben ir más allá de lo necesario para garantizar la paz y el
orden. Asimismo, no deben afectar en forma desproporcionada los derechos
de las personas que participan en la reunión. El respeto y la protección del
derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de las personas revisten
particular importancia en este sentido. Esto incluye el deber de proteger
las reuniones pacíficas contra actos violentos cometidos por otros, por
ejemplo en el caso de contramanifestaciones contrarias violentas.
La Policía debe abstenerse de emprender acciones de fuerza contra
manifestaciones pacíficas.
En las situaciones relacionadas con el orden público, se debe dar prioridad a
las técnicas de comunicación, negociación y reducción de conflictos. Con este
fin, los policías deben recibir capacitación sobre el modo de comunicarse
apropiadamente con los organizadores y los manifestantes, contar con
equipos de comunicación adecuados y saber cómo emplearlos.
En este sentido, también es sumamente importante elegir correctamente el
equipamiento y las armas. El aspecto físico de los agentes del orden no debe
ser amenazante ni contribuir de otro modo a crear una atmósfera hostil. Esta
consideración también se aplica al uso de armas de fuego en situaciones de
violencia. En la mayoría de los casos, el empleo de armas de fuego no
contribuye a restablecer la paz y el orden e incluso puede empeorar una
situación ya caótica. Por lo tanto, para las situaciones de orden público, las
armas de fuego no deben considerarse una herramienta táctica, sino un
último recurso de uso excepcional en respuesta a situaciones individuales
que amenazan con causar muertes o heridas graves y deben utilizarse
exclusivamente cuando todos los otros recursos resultaron ineficaces.
OPERACIONES DE ORDEN PÚBLICO
La Policía Nacional del Perú tiene como función mantener y restablecer el
orden público, siendo necesaria una actuación profesional y sustentada en
los derechos humanos aplicados a la función policial, garantizando la defensa
de la persona, la sociedad y el Estado.
Para cumplir esta función, la actuación policial debe basarse en una
adecuada dirección, organización y ejecución de las operaciones policiales.
Es necesario contar con el potencial humano suficiente, debidamente
capacitado, entrenado y equipado, permitiéndole el uso de la fuerza a través
de los medios de Policía, de manera legal, necesaria y progresiva.
A. DIRECCIÓN DE LAS OPERACIONES
1. Está a cargo de los diferentes niveles de comando (Alta Dirección, Dirección
Ejecutiva de Operaciones, Direcciones Especializadas, Direcciones
Territoriales y Jefaturas de Región) que asumen la responsabilidad
institucional de supervisión y control de acuerdo a los objetivos, estrategias
y políticas del sector.
2. Disponen la formulación de los PP/OO, los mismos que deberán tener como
sustento la Apreciación de Inteligencia actualizada. Lo que permitirá evaluar
la magnitud del evento a través de la percepción del riesgo y así podrá
disponer del potencial humano que se encuentre en buenas condiciones
físicas y mentales, capacitado, entrenado y equipado para este fin.
3. Supervisan que el accionar policial se base en la normatividad vigente para
garantizar el respeto de los derechos fundamentales de las personas. Se
tomará referencia el Manual de Derechos Humanos aplicados a la función
policial (RM Nº 1452-2006-IN del 31 de mayo de 2006).
4. Controlan que en el cumplimiento de la misión, el uso de la fuerza, el
empleo del potencial humano y de los recursos logísticos se ajusten a las
directivas y planes establecidos.
B. ORGANIZACIÓN DE LAS OPERACIONES
Se encarga de los Comandos Operativos que reciben la misión
específica de garantizar, mantener y restablecer el Orden Público.
1. PLANIFICACIÓN DE LAS OPERACIONES
a. Efectuar el análisis objetivo de la Apreciación de Inteligencia y actualizar
permanentemente la información.
b. Planificar, coordinar, integrar y orientar las informaciones y recursos para
el desarrollo de las operaciones.
c. Realizar un estudio previo de la zona de operación que permita
establecer el nivel de riesgo y puntos críticos a fin de disponer la
asignación del personal suficiente para el control de las masas.
d. Establecer la línea de comando en la ejecución de operaciones,
designando un negociador principal con su equipo de soporte así como
los grupos especiales de arresto y de respuesta con armas de fuego.
e. Asegurar el empleo del potencial humano en cantidad suficiente para
fortalecer los principios de prevención y disuasión.
f. Determinar las vías de aproximación, puntos de concentración, rutas y
zonas de repliegue del personal policial, los lugares de detención de las
personas a ser intervenidas así como los corredores humanitarios de
acceso de socorristas intervinientes.
2. COORDINACIÓN EN LAS OPERACIONES POLICIALES.
a. Coordinar permanentemente con las autoridades reconocidas, líderes,
representantes y dirigentes de los gremios en conflicto, con la
participación de los Comandos de las unidades de refuerzo o apoyo
comprometidas con la finalidad de evitar las expresiones de violencia.
b. Determinar conjuntamente los itinerarios, horarios y acciones a
realizar, haciéndoles conocer los derechos que les asisten, las
restricciones de estos y sus obligaciones en relación con los derechos
de los demás.
c. Efectuar las coordinaciones con el Ministerio Público con la finalidad de
asegurar, de acuerdo a las circunstancias, la participación de sus
representantes en la intervención policial.
3. CAPACITACIÓN Y ENTRENAMIENTO DEL PERSONAL.
a. Los Órganos de Instrucción ejecutarán permanentemente la
capacitación y entrenamiento del personal PNP en los aspectos físico y
psicológico, haciendo énfasis en el control de emociones.
b. En la capacitación y entrenamiento se desarrollarán técnicas y tácticas
relacionadas a formaciones de control de multitudes, empleo del
equipo, uso de armas especiales (escopetas lanza gas y escopeta de caza
con perdigones de goma) y agentes químicos (balones lanza gas,
granadas y cartuchos lacrimógenos y otras sustancias químicas
utilizadas para controlar a las personas).
c. La instrucción debe considerar, entre otros, los contenidos de los
Principios básicos sobre el empleo de la fuerza y armas de fuego y el
Código de conducta para funcionarios encargados de hacer cumplir la
ley.
d. Los Órganos de Instrucción de las unidades especializadas en
mantenimiento y restablecimiento del orden público, desarrollarán
cursos dirigido al personal PNP de otras unidades que pueda ser
empleado en estas tareas.
4. CONTROL, SUPERVISIÓN Y EVALUACIÓN PERMANENTE DEL DESARROLLO DE
LAS OPERACIONES.
a. Antes, durante y después del desarrollo de las operaciones se efectuará
su control, con la finalidad de observar y velar por el estricto
cumplimiento del diseño de la operación, estando en condiciones de
poder efectuar modificaciones si el caso lo amerita.
b. Supervisar el desarrollo de las operaciones para la toma de decisiones
oportunas que permitan el cumplimiento de la misión.
c. Acceder, recopilar y centralizar el material audiovisual obtenido de la
ejecución de las operaciones policiales para su posterior análisis y
evaluación.
C. EJECUCIÓN DE LAS OPERACIONES
Es asumida por todo el personal policial que participa directa o
indirectamente en las operaciones de mantenimiento del orden público,
debiendo necesariamente cumplir con las siguientes disposiciones:
1. ANTES
a. Informar al personal policial el tipo de operación a realizarse, la línea de
Comando, el lugar donde se efectuará y la percepción del nivel de riesgo
de la misma.
b. Verificar que el personal esté adecuadamente equipado.
c. Prever el empleo de equipos de filmación que permitan perennizar los
hechos fortaleciendo la evidencia de la investigación.
d. Instruir al personal policial que el equipo que porta (grilletes, defensa
de goma, cascos, escudos, traje antimotín, agentes químicos o armas
especiales) es de DEFENSA y no de ataque y será empleado
únicamente cuando las circunstancias lo requieran o se disponga por
la Línea de Comando.
e. Reiterar las disposiciones con relación al uso diferenciado y
proporcional de la fuerza basada en los principios de legalidad,
necesidad y proporcionalidad.
2. DURANTE
a. No asumir el desarrollo de la operación policial como problema
personal con el fin de evitar reacciones violentas.
b. Evaluar el comportamiento de los manifestantes con la finalidad de
establecer la posibilidad de emplear el Equipo de Negociación.
c. Priorizar el nivel preventivo del empleo de la fuerza cuando se dispersen
reuniones no violentas.
d. Evaluar la participación de mujeres, niños, ancianos, personas con
discapacidad u otros grupos vulnerables dentro de la manifestación con
la finalidad de adoptar los medios de disuasión, protección y/o control
más adecuados.
e. Advertir verbalmente de la intención de usar la fuerza con tiempo
suficiente para que ésta sea tomada en cuenta, teniendo en
consideración que, en la mayoría de los casos, la advertencia del uso de
la fuerza no basta para dispersar a la multitud.
f. Emplear las técnicas y tácticas de mantenimiento del orden público, así
como el empleo de la fuerza de manera proporcional, cuando la actitud
violenta de los manifestantes generen grave alteración del orden, daños
a la propiedad o agresión a las personas (civiles o policías).
g. Evitar el empleo de material lacrimógeno en inmediaciones de
edificaciones donde se congreguen personas con mayor riesgo de sufrir
las consecuencias de los agentes químicos, tales como hospitales, asilos,
colegios, etc.
h. El empleo de las escopetas de perdigones de goma y lanza gas debe ser
efectuado por personal debidamente capacitado
i. y entrenado para tal fin de conformidad con las directivas vigentes.
j. Para disolver a la multitud es recomendable proceder por el lado menos
compacto o que ofrezca menor resistencia, adoptando formaciones de
control de multitudes. De esta manera se podrá dividirla y dispersarla
en el sentido o dirección de la vía que se haya previsto.
k. Mantener la disciplina en las formaciones así como en el empleo del
equipo y material, demostrando un alto grado de preparación.
l. No arrebatar banderolas o pancartas utilizadas por los manifestantes
para no exacerbar los ánimos, limitándose al decomiso de objetos
contundentes o punzo cortantes que puedan ser utilizados contra las
personas (civiles o policías).
m. Emplear la fuerza únicamente contra los individuos identificados que
ofrezcan resistencia física y/o agredan al personal policial con la
finalidad de lograr su reducción y conducción a la dependencia policial,
respetando su dignidad.
n. No hacer uso de la fuerza contra las personas que huyen o caen mientras
corren y que no participan en hechos violentos.
o. No arrojar contra los manifestantes objetos contundentes (piedras,
palos, fierros, etc.) que estén al alcance o que sean lanzados al personal
policial, manteniendo las formaciones tácticas y empleando
adecuadamente los equipos de protección.
p. Sólo en circunstancias extremas, cuando peligra de modo inminente su
vida o la de terceros, será legítimo el uso de cualquier medio a su
alcance para protegerlas.
q. Dejar de utilizar la fuerza inmediatamente al cese de la resistencia o
violencia, adoptando las correspondientes medidas de seguridad.
r. Al emplear la fuerza (uso de la defensa de goma, agentes químicos y
armas especiales) se dará cuenta de su intervención mediante el parte
correspondiente y, de ser el caso, de la existencia de detenidos, heridos
o muertos, así como del deterioro del equipo policial.
s. Procurar asistencia a las personas que resulten lesionadas y evacuar a
los heridos a los centros de atención médica más próximos, además de
garantizar la existencia de corredores humanitarios y el acceso de
socorristas.
t. Si se presentasen hechos o situaciones no previstas, los Jefes Operativos
actuarán en base a sus conocimientos y experiencia, disponiendo las
medidas necesarias con la finalidad de superarlos.
3. DESPUÉS
a. En caso de haber detenidos, éstos deben ser trasladados
inmediatamente a los lugares establecidos de acuerdo a los
procedimientos operativos vigentes.
b. De existir detenidos, lesionados o muertos, comunicar de inmediato a
sus familiares.
c. En ninguna circunstancia las personas arrestadas o detenidas serán
objeto de tortura ni de tratos crueles, inhumanos o degradantes.
d. El Jefe Operativo formulará el parte y/o informe dando cuenta del
empleo de la fuerza (uso de la defensa de goma, agentes químicos y
armas especiales) haciendo constar, de ser el caso, la existencia de
heridos o muertos y las medidas tomadas.
e. Se realizará una evaluación final de cada intervención policial
destacando las fortalezas y debilidades.
Capítulo V
Manejo de
crisis
A. CRISIS
Es la alteración grave del orden público, previsible o imprevisible,
ocasionada por acción humana o de la naturaleza que puede afectar la
vida e integridad de las personas, la propiedad pública o privada, las
relaciones internacionales del Estado o la seguridad nacional,
demandando una respuesta especial de la Policía y, en algunos casos, la
intervención de las más altas autoridades del gobierno.
La respuesta a la crisis se dará en atención del derecho internacional de
los derechos humanos, las normas nacionales y otras normas relativas a
la función policial, como los Principios básicos sobre el empleo de la
fuerza y de armas de fuego. Bajo ninguna circunstancia o situación
pública de emergencia podrán quebrantarse dichos principios83.
B. NIVELES DE RESPUESTA
1. Alto riesgo
Puede ser resuelta por las fuerzas propias de la comisaría del sector
u otra unidad policial.
2. Altísimo riesgo
En estas situaciones se requiere la intervención directa de unidades
especializadas de la Policía. Puede comprometer la intervención de
las más altas autoridades del sector.
3. Riesgo extraordinario
Es necesaria la participación de otros sectores y organismos del
Estado, pudiendo comprometer la intervención de las más altas
autoridades del gobierno.
4. Riesgo excepcional
Situación que compromete la seguridad nacional o afecta las
relaciones internacionales del Estado. Por tanto, la respuesta a este
nivel de crisis siempre comprometerá la intervención de las más altas
autoridades del gobierno en coordinación con organizaciones
internacionales u otros estados.
Los niveles de respuesta de la Policía se enmarcan en los principios del
uso de la fuerza desarrollados en este manual y están en relación
directa al grado de amenaza84.
C. DISTRIBUCIÓN TÁCTICA
1. Cordón interior: Evita las fugas, contiene a los sospechosos e inmoviliza.
2. Cordón exterior: Crea un área despejada, sin personas ni tráfico.
3. Punto de control anterior: Jefe Operativo 1.
4. Punto de encuentro: Donde ingresan o salen las personas involucradas 2.
5. Equipo necesario.
6. Negociadores.
7. Equipo de intervención.
8. Equipo de investigación.
9. Equipo de seguridad.
10. Equipo de francotiradores.
11. Perros.
12. Ambulancias.
13. Bomberos.
D. PROCEDIMIENTO PARA EL MANEJO DE CRISIS
No obstante que toda crisis requiere una respuesta especial de la Policía,
se debe tener en cuenta que aquellos efectivos policiales que intervienen
inicialmente deben adoptar los siguientes pasos:
1. Contener
Adoptando las medidas necesarias para determinar el espacio
geográfico que está comprometido y que constituye la zona de riesgo,
evitando su expansión y evacuando al público.
2. Aislar
Estableciendo un perímetro de seguridad que permita controlar las
comunicaciones, ubicación del puesto de comando, servicios de
salud, bomberos, etc. se impedirá el acceso de personas ajenas al
evento, facilitando la salida y evacuación de la zona de riesgo.
3. Negociar
Es el conjunto de acciones planificadas y ordenadas que permiten
intervenir dentro del marco de la ley con el propósito de persuadir a
un presunto infractor, a fin de garantizar la vida e integridad de las
personas y resolver con éxito la crisis.
IMPORTANTE: las negociaciones deben estar a cargo de un
NEGOCIADOR PROFESIONAL DE LA POLICÍA. A falta de éste, asume
la responsabilidad el efectivo policial que reúna condiciones para
desempeñarse como tal. Nunca debe asumir este rol el responsable del
grupo. Se deben considerar las pautas que a continuación se indican para
actuar como negociadores no entrenados.
E. GUÍA PARA NEGOCIADORES NO ENTRENADOS
1. Tipo de causante
a. Delincuente común.
b. Delincuente “profesional”.
c. Persona con discapacidad mental.
d. Terrorista.
2. Situaciones de toma de rehenes.
a. Político.
b. Social.
c. Criminal.
d. Psicológico.
e. Terrorista.
3. Seguridad del negociador
a. No exponerse.
b. Usar chalecos balísticos.
4. Equipo
a. Teléfonos (convencionales y/o celulares).
b. Megáfonos (portátiles o del vehículo patrullero).
5. Lo que se debe hacer
a. Nombrar a un segundo negociador.
b. Procurar negociar a través de una línea telefónica.
c. Tomar nota de todo lo sucedido.
d. Establecer una relación para luego comenzar a trabajar en la solución.
e. Identificarse con su nombre, sin grado.
f. Siempre conversar usando el término “NOSOTROS”.
g. Reaccionar con sensibilidad ante las emociones del causante.
h. Transmitir con la voz sentimientos de comprensión, amistad, calidez y
respeto.
i. Distraer al causante cuando esté por cumplirse un plazo de tiempo
fijado.
j. Siempre intentar ganar tiempo.
k. Sugerir periódicamente que debe detener o acabar con esta situación.
l. Planificar la entrega de alimentos, medicinas, ropa, etc.
m. El negociador no debe entregar las cosas, sino otra persona.
n. Elaborar el plan de contingencia ante una posible rendición.
6. Lo que no se debe hacer con el causante
a. Ignorar el contacto (siempre responderle).
b. Discutir.
c. Enojarse.
d. Preguntar por sus exigencias.
e. Aceptar exigencias sin hacer cuestionamientos.
f. Prometer algo que no se pueda cumplir.
g. Establecer un tiempo límite.
h. Presentarse como el que va a tomar las decisiones.
i. Usar las palabras “sí” o “no” (siempre emplee “tal vez, “quizás”, “es
difícil”).
j. Aceptar violencia o amenazas contra los causantes.
k. Darle droga, alcohol, armas.
l. Intercambiar personas.
ANEXOS
ANEXO I: TÉCNICAS BÁSICAS DE CONTROL FÍSICO
Es de vital importancia tener presente que toda intervención policial se realiza
con un mínimo de dos (02) efectivos policiales y en el control físico no hay
excepción de esta regla.
Ambos efectivos policiales deberán realizar el control visual del intervenido
en especial las manos, manteniendo la línea imaginaria que les permite
distinguir la zona de riesgo y la zona segura.
Solamente cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen de
ninguna manera el logro del resultado previsto y el nivel de resistencia
ofrecida por el infractor se torna en una resistencia física; es decir, en un
desafío físico que busca impedir su reducción, inmovilización y/o conducción;
se procederá a técnicas de control físico.
1. Control de Brazos
Esta técnica permite transformar la zona de riesgo en zona segura para
el personal policial.
La/el policía de contacto (P1) y la/el policía de seguridad (P2) se colocarán
en ambas diagonales frente al intervenido. Si P1 se encuentra en diagonal
derecha del intervenido con su mano derecha va a sujetar la muñeca
derecha del intervenido y P2 sujetará con la mano izquierda la muñeca
izquierda del intervenido.
El personal policial, simultáneamente, colocará el brazo libre, a manera
de enganche, por debajo del brazo del intervenido a la altura de la zona
axilar, buscando dejar el brazo extendido del intervenido en posición
diagonal hacia abajo pegada al tórax del policía y la palma de la mano
del intervenido hacia afuera.
• Flexión de muñeca
Partiendo de la técnica de control de brazos, cuando el intervenido
eleva la resistencia pegando sus brazos hacia su pecho, uno o ambos
policías colocarán los codos del intervenido a la altura de su zona
axilar para sujetarlos entre el brazo y la parte lateral del su tórax
(altura de las costillas). Simultáneamente, la/ el policía que realizó la
maniobra, con la palma de la mano del brazo de enganche, realizará
la presión sobre el dorso de la mano (altura de los nudillos) del
intervenido en un tiempo de tres (03) a (04) segundos como máximo
hacia abajo.
• Torsión de muñeca
Si los brazos del intervenido están rígidos y sus codos no se flexionan,
uno o ambos policías deberán realizar presión, con su brazo de
enganche, a la altura del bíceps del intervenido con la intención de
evitar que libere la extremidad.
Seguidamente, el policía que realizó la maniobra o ambos cambiarán
el agarre de la muñeca a una toma indirecta, sujetando la mano del
intervenido por la parte externa (dorso), juntando sus dedos,
quedando la mano de P1 a la altura de los nudillos. P2 va a sujetar el
brazo sin soltarlo en ningún momento.
P1 desliza la mano de enganche por encima del antebrazo del
intervenido, para sujetarse por debajo de su propio antebrazo.
P1, teniendo el control de la extremidad superior del intervenido,
iniciará la torsión de muñeca en un tiempo de tres (03) a (04)
segundos como máximo, llevando los dedos en dirección del hombro
de él mismo.
• Aspectos importantes a tomar en cuenta durante el control físico
En las tres técnicas, una vez que el intervenido se encuentre
controlado, el P2 llevará a favor de la articulación el brazo del
intervenido hacia la altura de la cintura, controlando el antebrazo y la
muñeca, procediendo a colocar el grillete en el brazo controlado y
esperará a P1 que lleve el otro brazo del intervenido hacia atrás para
culminar el engrilletamiento.
La/el policía que aplica la técnica no debe olvidar que la verbalización
durante todo el procedimiento es de suma importancia dado que
en todo momento debe comunicar lo que el intervenido debe hacer.
Esto contribuirá a que el personal policial pueda graduar disminuir la
intensidad de la técnica o elevarla hasta que la persona deponga su
actitud.
El contacto con la persona intervenida eleva el riesgo hacia el
personal policial, por lo que se debe ser sumamente cuidadoso en el
control de las manos del intervenido ya que con estas puede agredirlo
físicamente.
Siempre se debe tener presente que una técnica mal empleada puede
causar lesiones de consideración en la persona intervenida, por lo que
es de suma importancia el entrenamiento constante de las técnicas a
emplear en estas situaciones.
ANEXO II: DEFINICIÓN DE TÉRMINOS
1. Abrigo: Cualquier obra de fortificación accidente natural o artificial que protege
del fuego.
2. Alcance de control: Es la capacidad del superior jerárquico para ejercer
comando y control de manera eficaz a un número limitado de unidades y
efectivos policiales. Existen tres factores que limitan el alcance de control: la
naturaleza de las tareas, la distancia y el tiempo.
3. Bisexualidad85: Hace referencia a la capacidad de una persona de sentir
atracción emocional, afectiva y sexual por personas de un sexo diferente al suyo
o también de su mismo sexo, así como a la capacidad de mantener relaciones
afectivas y sexuales con estas personas.
4. Cubierta: Todo aquello que protege contra la observación, ya sea impidiéndola,
limitándola o deformándola.
5. Cumplimiento del deber: Es la obligación del personal policial en el ejercicio de
la autoridad que representa de garantizar el orden y la seguridad sirviendo a la
comunidad y protegiendo a las personas en el marco de sus competencias,
funciones y atribuciones legalmente establecidas.
6. Gay86: Se utiliza a menudo para describir a un hombre que es atraído física,
emocional y sexualmente de manera perdurable por otros hombres. Sin
embargo, el término gay también se puede utilizar para describir tanto a
hombres gays como a mujeres (lesbianas).
7. Intersexual87: Se refiere a una condición en la que un individuo nace con una
anatomía reproductiva o sexual y/o patrones de cromosomas que no parecen
ajustarse con las típicas nociones biológicas de hombre o mujer.
8. Intervención policial: Es el acto inherente del personal policial en el ámbito de
sus funciones, atribuciones y competencias. Así como la materialización de las
tareas establecidas en un plan de operaciones con la finalidad de controlar un
incidente, emergencia o crisis.
9. LGBTI88: Acrónimo que representa a las personas lesbianas, gays, trans,
bisexuales e intersexuales.
10. Lesbiana89: Es una mujer que es atraída física, afectiva y/o sexualmente de
manera perdurable por otras mujeres.
11. Línea de comando: Es la estructura de la cadena de mando que permite
establecer la subordinación de cada efectivo policial a su superior jerárquico y,
a su vez, a quienes dependen de él en razón de la categoría, jerarquía, grado,
antigüedad y cargo.
12. Medios de policía: Son las armas, equipo, accesorios y otros elementos de
apoyo, autorizados o proporcionados por el Estado, que emplea el personal
policial para enfrentar una amenaza o atentado contra la seguridad, el orden
público, la integridad o la vida de las personas.
13. Operaciones policiales: Son actividades debidamente planificadas y ejecutadas
por el personal de las unidades operativas de la Policía Nacional del Perú para
el cumplimiento de su finalidad fundamental.
14. Orden manifiestamente ilícita: Es la disposición o mandato emitidos por un
superior jerárquico que, de manera notoria y evidente, contraviene el
ordenamiento jurídico o se dirige a afectar de manera arbitraria los derechos
fundamentales de las personas.
15. Mando: Es la facultad que tiene el superior en situación de actividad para
dirigirse a un subordinado, en razón de su categoría, jerarquía, grado y
antigüedad e impartir órdenes de carácter general pese a no estar bajo su
comando, siempre que estas no afecten la misión ni función policial que
desarrolla el subordinado.
16. Comando: Es la facultad que tiene el superior para impartir órdenes y
disposiciones a un subordinado en el ejercicio del cargo asignado por
nombramiento expreso. Debido a la naturaleza de la función o misión policial, el
comando de las unidades y dependencias policiales debe ser asumido por
personal de Servicios de mayor grado o antigüedad.
17. Peligro real e inminente: Es el acto evidente, manifiesto e inmediato generado
por quien empleando violencia con objetos o armas puede causar lesiones
graves o muerte.
18. Retención: Es la limitación temporal en el desplazamiento de una persona
cuando es necesario el control de identidad e identificación plena, la práctica de
una pesquisa o acto de investigación, pudiendo conducirse o no al intervenido
a la dependencia policial más cercana, sin afectar otros derechos
fundamentales.
19. Reunión tumultuaria: Es la multitud de personas que confluyen en un lugar por
un determinado motivo. Puede ser violenta o no.
20. Trans90: Término utilizado para agrupar y denominar al conjunto de persona
transexual, transgénero y travestis.
21. Uso progresivo y diferenciado de la fuerza: Es la graduación y adecuación, por
parte del personal policial, de los medios y métodos a emplear teniendo en
cuenta el nivel de cooperación, resistencia o agresión que represente la persona
a intervenir o la situación a controlar.
22. Uso arbitrario de la fuerza: Es todo uso de la fuerza no justificado con
incumplimiento de los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad y
que afecta derechos fundamentales.
SEMANA 15
EXAMEN FINAL