0 calificaciones 0% encontró este documento útil (0 votos) 261 vistas 19 páginas Los Combates Por La Invención de Misiones (Cap. 1) - Jaquet PDF
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Guardar Los combates por la invención de Misiones (Cap. 1)... para más tarde Héctor Eduardo Jaquet
Los Combates por la invencién de
Misiones
EDICION ESPECIALEDITORIAL UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE MISIONES
San Luis 1870 - Posadas - Misiones -Tel-Fax (03752) 428601
Correos electrénicon
dunam-produccion@arnet.com.ar
‘dunam-ventsa@srnetcom.ar
 
 
 
‘Titulo Original: “Los combates por le invencién de Misiones. Un estudio
dle la partieipactén de los histariadores en Ja construccidn de una fdentidad
pera la provincia de Misiones, Argentina, 1940-950",
‘Tesis presentada al Programa de Postgrado en Antropologia Soctal-PPAS-
Secretaria de Investigacion y Postgrado de ls Facultad de Humanidades y
Ciencias Soctales de la Universidad Nacional de Misiones. Posedas, marta
0 1999,
 
Disefio de tapa ¢ Interiores: Sonia Navarro-Andrés Paredes
Correccién: Hedda Girsudo
 
‘Motive de la tapa: Vista panorémica del Parque Repiiblica del Paraguay y
el Musco Regional de Posadas en 1940 con detalles del monuments &
“Androrite” emplezada ei Ga ups, Mislones
  
Fotos: Panorimica del Parque Repiblica del Paraguay aparecida en "Misiones
OroVerde", Guillermo Kraft Lds,, 1945,
Monumento a Andrés Guacurarf por Sussna“China” Ferninde2,
 
“geet, Hector Edimrdo
Los combates por Ie invencién de Misiones: I pardoyficion de los histories em a
lsboraston de unadentdad pra la provincia de Misiones, Argentine, 1940 1950. Inet
+ Poradas:EJUNOM - $54.12 5 IS cm
ISBN 950.579.0384
1. Soctologts da Is Calta Tile
cop 306
 
 
 
 
ech de eatlogacibw 1270872005
Hecho el depésito de Ie ley 11.723,
;prezo en Argentina
ISHN: 950.579-038-4
 
Euitorial Universitaria
Universidad Nacional de Misiones, Posades, 2005
‘Todos los derechos reservados para Ia primera edicibn
Los Combates por la invencién de
Misiones
La participacién de los historiadores en la elaboracién de una
identidad para Ia provincia de Misiones, Argentina, 1940-1950
EDITORIAL UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL DE MISIONESHécter Eduardo Jaquet
se nos negaba trabajar. En complementaciéa con este relato
teniamos la confirmacién complaciente de la obtencién del
permiso por parte de nuestro compafiero “extranjero”: “A mf
me lo dieron. Yo no tuye ningiin problema”).
Sin la consulta a ese archivo la investigacion era imposible.
Los documentos de la institucién que estudiébamos eran
fundamentales para nuestro trabajo. Asumiendo nuestra condicién
de desterrado del campo, se nos impuso el debate ético, la
biiequeda de otros caminos y la tome de una decisién, Una noche
de sibado tormentoso, cuando el Parque Paraguayo se encontraba
desierto por ausencia de sus habituales transeiintes, nos dio la
oportunidad de resolver nuestro agudo dilema. Nos invadié la
extrafia sensacién de que violibamos la tumba de los préceres y
que algin fantasma se presentarfa para evitar el sacrilegio.
Pero Posadas es una sociedad bastante pequefia para
algunos menesteres y los historiadores de la Junta estin en todas
partes a través de sus parientes, de sus amigos o de sus fantasmas.
Desde esa noche nos lamentamos por nuestra suerte y
anduyimos en la ciudad durante mucho tiempo agobiados por la,
culpa y temerosos de algiin veredicto infamante de los
historiadores. Pero la encrucijada existe siempre. En esta pequefia
aldea que resulta ser la ciudad capital de la provincia, por mAs qule
tenga 300.000 habitantes, cualquier lugar (y cualquier persona)
puede convertirse subitamente en el sacrosanto custodio del
pasado. Quizés, inconscientemente, nos queda algo de ese temor
y de la necesidad de ocultarnos tras la utilizacién de la primera
persona del plural en la escritura del trabajo. En un acto de
reflexividad, ereemos que como una rémora de los
“condicionamientos del campo” esta opcién es mas que un estilo
literario, intentamos, aunque creemos infructuosamente,
invisibilizarnos en un “nosotros” genérico para evitar que el
fantasma de los muertos y la inquina de los vivos nos condenen a
un destierro definitivo.
10
Capitulo 1
Misiones, imaginarios y fronteras (8. XIX).
Un prélogo Iejano para la institucionalizacién
de Ia historiaEl objetivo de este Capitulo es mostrar cl conjunto de
representaciones que, sobre el territorio y Ia poblacién de
Misiones, gestaron idedlogos y administradores del Estado
nacional argentino a fines del siglo XIX.
Pretendemos determinar la génesis de un dispositivo
simbélico con el que, Hicita a explicitamente, dialogarén los
historiadores de la Junta de Estudios Histéricos de Misiones
casi un siglo después. Resultaria practicamente incomprensible
la dindmica que adquirié el campo historiogréfico misionero sin
la presencia de este lejano antecedente que constituye la base
sobre la que se asenté gran parte del impulso reivindicativo de
Jos juntistas misioneros.
En otro orden, este Capitulo nos permitiré situar mis
claramente los aspectos 0 cjes contrales que la problemitica de
nuestra investigacién intenta poner en diélogo: las valoractones 0
fepresentaciones, sus significados y el modo en que estas se
produjeron segim agentes y contextos especificos.
1- Misiones en el relato de los “viajeros”
Luego de la desestructuracién politico-territorial del
Virreinato del Rfo de la Plata, y tras un conflictivo proceso
7Héctor Eduardo Jaquet
histérico que se extendié alo largo de gran parte del siglo XIX,
el territorio de Misiones quedé integrado a Ja Nacién Argentina
y se convirtié en espacio fronterizo internacional’,
‘A mediados de ese siglo, Europa inicié un sorprendente
impulso tecnolégico a partir de la Segunda Revolucion Industrial
 
que cambié las relaciones de este continente con el resto del
mundo. Como respuesta, la mayor parte de los paises
latinoamericanos iniciaron un proceso de organizacién interna
para incorporarse a las nuevas condiciones del mercado mundial
Este nuevo ordenamiento politico y econémico dio lugar al
nacimiento de lo que se conoce como Estado-nacional,
replicando en América Latina un proceso semejante al que se
venia operando en Europa desde el siglo XVII. En Argentina, la
formacién del Estado-nacional se produjo a partir de 1862,
después de la batalla de Pavon, durante la presidencia de
Bartolomé Mitre, y se consolidé con la denominada Generacién
del ‘80.
‘Comiw cousteucto histérico, cl Estado-nacién implicé wn
tipo de Estado basado en una administracion burocritica y
centralizada en torno ala economia agro-exportadora del puerto
de Buenos Aires; controlado por una oligarquia liberal-
conservadora poseedora de extensos latifundios con salida al
mercado internacional; unificado a partir de la definicidn de la
soberania, lo que determind la fijacién de fronteras politico-
1- La provincia de Misiones se halla ubicada en la regi6n nordeste de la
Repliblica Argentina con la mayor parte de su terzitorio (90%) lindando
fronteras internacionales, con Paraguay al oeste y con Brasil al nordeste,
Durante el siglo XIX se produjo la disolucién de las Misiones Jesuiticas
(1609-1768), de las cuales el territorio actual de Misiones formabs el nécleo
central, cuando el proceso de formactén de los Estados nacionales de Brasil,
Paraguay, Argentina y Uruguay hizo que las fronteras entre estos Estados se
deslindaran con un criterio jurisdiecional de tipo “nacional”,
Misiones, imaginarios y fronteras (S. XIX)
territorfales con otros Estados; la implantacién comiim de una
legislacién, una moneda, un ejército y una educacién nacionales
para todo el territorio que contribuyé a eliminar las
particularidades regionales. Un rasgo saliente de este proceso fue
la reproduccién de modelos culturales europeos por parte de la
clase dirigente y su imposicién a las poblaciones del resto del pais
mediante la consolidacién de la Capital Federal como centro
econémico, politico y cultural. Mientras los hombres que asumfan
la conduccién del Estado Argentino Moderno se preocupaban por
poner fin al perfodo de las guérras civiles imponiendo la
denominada pacificacidn nacional y por estructurar-un orden
administrativo general para la Argentina, en el plano internacional
esta se convertia cn un enorme mercado para las manufacturas, la
inversién de capitales y la mano de obra europeas.
Se puede afirmar que, a partir de 1880, el Estado-
nacional argentino se hallaba consolidado definitivamente y hacia
sentir su influencia homogeneizadora penetrando en las
diversidades regtonales, En esta etapa, uno de los principales
aspectos que se asumieron con urgencia fue el ordenamiento
del territorio. que formaria parte de la nacién, por lo que el
Estado procedié a deslindar la jurisdiccién nacional de las
jurisdicciones provinciales, asi como a efectivizar la integracion
de todo el territorio definiendo las fronteras internacionales.
Se inscribié en el marco de estas alternativas, la implementacién
de “campafias" militares que incorporaron espacios ganados a los
indios, y los resultados derivados de los acuerdos diplomaticos
con los Estados vecinos de Paraguay y Brasil, luego de la Guerra
de la Triple Alianza (1865-1870). A. través de las medidas del
gobierno nacional tendientes a lograr la organizacion del pafs,
simulténeamente le idea de “Nacién: Argentina” fue tomando
cuerpo en el proceso de homogeneizacién cultural dirigido por
cl Estado que, a pésar de’sti pretensién, no’ estuvo exento de
conflictos
7Héctor Eduardo Jaquet
La repercusién politico-regional de este proceso se
tradujo en la creacién del Territorio Nacional de Misiones,
paralelamente a la constitucién de otros territories nacionales
(Chaco, Formosa, La Pampa, Neuquén, Rio Negro) que se
sumaron a las antiguas provincias como nuevos entes politicos
integrados a la geografia nacional, pero dependiendo
exclusivamente del Poder Ejecutivo Nacional. Hasta ese
momento, la provincia de Corrientes (el Estado provincial)
ejercta la soberanfa y el control del, por entonces, extensisimo
territorio de Misiones, desde la denominada “anexidn” de 1832.
La negativa del Estado correntino a la cesién y traspaso de
territorio a la jurisdiee:
 
 
mn de la nacién dio lugar a la “cuestion
jones”, que desperté el interés de la opinién publica y la
agitacién de la prensa, Finalmente, tras enconados ¢ intensos
debates en el Congreso Nacional, el territorio de Misiones
ingresd, a partir de 1881, en nina neva etapa histérica en virtnd
de la federalizacién, Se producirfa, sin embargo, en este proceso,
el cercenamiento de extensas 2onas de campo que pasarian a
control de Corrientes y, a partir de 1895, el Estado brasileio se
adjudicarie 30.000 Km? de territorio’ (Zouvi: 1991; Perié de
Schiavoni: 1992).
 
2- Inclufa aproximadamente la mitad del actual territaria del Estado de Santa
Catarina, Brasil,
3. Las disputas por definir la fronterae del territorio entre Brasil y Argentina
fueron sometidas al arbitraje del presidente norteamericano Grover
Cleveland quien dio su fallo (*Laudo Cleveland”) el 5 de febrero de 1895,
sienda favorable a Brasil, De acuerda con sus disposiciones, que te limitaban
 
a indicar Ia wbicacién de los rior que habrian de servir de limites entre los
dos paises, la Argentina perd{a. 1.200 leguas de territorio. La regién
‘adjudicada Brasil era la lamada “zona de los pinares", denominacién que
corresponeia alas extensas zonas de estancias y pueblos jesuiticos. Misiones
pasaria a poseer, desde entonces, una superficie de 29.822 Km? (Zowvi:1991;
Perié de Schisvoni;1993, Amable y Rojas:1993).
76
 
Mision
 
Imaginarios y fronteras (S. XIX)
Este contexto politico de fines del siglo XIX nos permite
establecer dos hitos importantes para la problemitica que nos
ocupa: Ia aparicién de las primeras “informaciones” sobre
Misiones recogidas por agentes del émbito nacional a través de
los relatos de los “viajeros” o “cronistas” que exploraron el
territorio, y la primera apelacién a Ja historia para resolver
cuestiones de limites, jurisdicciones y fronteras en el marco de
Ia organizacién del Estado-nacién a través de la postura de un
funcionario del gobierno centralt
En esta época cl Estado nacional financié expediciones
de reconocimiento de los territorios “alejados de la patria”
(Peyret, Hernéndez, Bourgoing, Carrasco, entre otros) con el
objeto de relevar informaciones sobre la geografia, Ia poblacién
y los recursos naturales posibles de ser explotados por la
industria y el comercio, Por otra parte, era fundamental para cl
Estado obtenor datos cobre los mites con loa pases vecinos,
sumamente difasos por el desconocimiento de la regién, y sobre
los obstaculos que sc podrian presentar para que esas zonas
“nuevas” iniciaran el camino del “desarrollo” y el “progreso”
integradas a la nacién argentina
Aunque muchas de estas obras de “exploradores” y
“viajeros” constitufan informes oficiales para el gobierno, algunas
trascendieron al gran pitblico a través de la prensa de Buenos
Aires, En ellas se destacan sentidos de “territorialidad”,
“argentinidad” y“civilizacién” que son significativos para percibir
4+ Cuando utilizamos Ie exprosién "gobierno central” lo hacemos para
designar a las autoridades nacionales residentes en Buenos Aires, capital de
Ja RepGblica Argentina, Cuando referimos “pais central” lo hacemos para
designar a los agentes y a las perspectivas surgidas en Buenos Aires y la
Capital Federal,
7Héctor Eduardo Jaquet
las primeras fronteras reales e imaginarias que se constituirin en
el sustrato de la reaccién historiografica local posterior’
Nuestro interés no esté centrado en las fronteras como
Lmites fisicos y/o juridico-politicos, sino en aquellas fronteras
culturalmente definidas por los actores principales que producen
estos relatos. Las fronteras que nos convocan son las que surgen
de las concepciones de los protagonistas de los viajes entendidas
como categorfas simbélicas definidas en el marco de la ideologia
“Aiberal”/ “progresista”/ “nacionalista” que permeaba cl proceso
de percepcién de la alteridad de los habitantes de la zona y de su
entorno natural.
Estas “crénicas” presentafon un mundo desconocido para
el pais central que se especificaba econémicamente en la regién
+ pampeana, culturalmente en Buenos Aires y politicamente en la
Capital Federal, Explicitan el proceso de organizacién nacional
a partir del eje basado en una nacién que avanza hacia la conquista
de territorios “salvajes” ¢ “incultos”, pero potencialmente
explotables’ por sus “inmensos recursos naturales”. En estos
trabajos, el pais sc lee desde un tinico centro de irradiacién que
¢s Buenos Aires y desde un nico punto de referencia que es la
civilizacién y el progreso.
La integracién de la nacién mediante la construccién de
una ideologia nacional basada en la homogeneidad cultural
implicé, primeramente, un reconocimiento de “los otros” y un
5- Sibien son numerosas las obras correspondientes alos “cronistas” (Peyres,
Bourgoing, Queirel, Carrasco, Herndndez, ete.) tomamos la obra de Rafsel
Hernandez, “Cartas Mustoneras. Kesena Historica, Cientition y Deseriptiva
{de las Misiones Argentinas" (1881) como representativa pars nuestro anslisis,
fen procurs de una'aproximacién a los imaginarlos que, en relacién con,
Misiones, se edificaron en las Giltimas décadas del siglo XIX, Por ello, aunque
usemos el plural “los cronistes", el material de estudio y las citas
corresponden a este autor, En estas iltimas respetamos Ia sintaxis del texto
original.
78
 
Misiones, imaginarios y fronteras (S. XIX)
fuerte impacto-frente a las diferencias, lo que alimentaba, a su
vez, el desco y cl convencimiento de climinarlas bajo el manto
uniforme de la argentinidad y el progreso. Por ello, estas diferencias
debian ser “depuradas” paséndolas por el amplio tamiz de la
nactonalidad y la ctvilizactén:
“La solidaridad nacional esté quebrantada por completo en
estas tierras. Ne puede decirse que el correntino del norte
misionero scan realmente argentino: (...) esto ex cuestién que
afecta a a organizacién nacional. Diferencia de idioma, guarani
{Y portugués donde no impera el castellano, implica diversidad de
costumbres y de tendencias soctales. La diferencia de idioma es
barrera més poderosa que el océono, por lo que nos es mds facil
estrecharnos con los europeos que con estas gentes. Aqui somos
mds extranjeros que el inglés en Buenos Aires...“(Hernandez: 32).
En estas obras se presenté una poblacién que contrastaba
notablemente con los hombres “civilizados”, Los habitantes de
estos lugares eran aprehendidos a partir de sus faltas*:
“...andan vestides con harapos, no conocen calzado, no conocen
asus padres, no tienen nombres ni apellides, viren ersantes...(...)
 
6- El antropélogo Frangols Laplantine, a quien seguiremos bisicamente para
desentrafar la légica de los imaginarios producidos en la época que nox
ocupa, ha sefialado quella aprehensién del otro.a partir de una falta constituye
una de las carat de Ia ideologia colonizadora (Ia otra In constituye la
fascinaciin por ly eatin, ume veremos dexpusy. Sostiene que esta
{deologia implica “el rechazo deo extrafo aprehendide a partir de una falta,
y cuyo corolario es la buena conciencia que tiene el visjero sobre el y att
sociedad..." traducida en la expresién “el mal salvaje y el buen elvilizado”,
Las dos varlantes de esta figura seri
 
 
la.condescendencia y la protecci
paternalista, o Ia exclusién y negacién de la condicién de humanidad del
otro, el diferente (Laplantine: 1993),
 
rtHéctor Eduardo Jaquat
La misera existencia que arrastran estos pobres indigenas para
el hombre civilizado es inconcebible (...) muy pocos son los que
comieron alguna vez carne, sino es de animales silvestres y en
cuanto a Ia sal es tal eu escaséz que muchos no la conocen (...)
Tos muchachos hasta muy grandes no se visten mds que con el
ropaje de eu propia inecencia, na canacen Ia filiacién de familia
(..) una mujer no pudo dar razén de sus antecesores ni del
padre de sus sets hijos (...) las familias viven en miserables
chozas donde duermen en comunidad con perros y chanchos,
linicos representantes de su riqueza pecuaria (...) los hombres
huyen de las trabas de Ja eivilizacién y de la ley y las mujeres
no conocen propiamente ninguna industria de provecho...”
(ibidem: 38).
Pero lo que mas preocupaba respecto de la poblacién
era la imposibilidad de identificar un tipo “puro” que pudiera
cequipararse al “argentino”:
“no tienen un tipo fizonémico por la mezcolanza de indios,
paraguayos, correntinot y brasileres..."(:74).
Luego, inevitablemente, se destacaba como fruto
irredento de esta mezcla racial, el carécter de las personas:
“son indolentes, apaticos, haraganes y desgrefiados...”. Ademés,
sila falta primaba en el conocimiento del otro, conforme a la
ideologia civilizatoria, también se dudaba de su propia
humanidad. Se sospechaba que algunos seres humanos del lugar
posefan “rabo” quien sabe por qué extrafia maldicién del paisaje
y quc ssuchos fucran, incluso, “entropéfagon™
Se abundaba en relatos dramAticos de nifios devorados
por las fieras, y de Iuchas frecuentes de los hombres con pumas
y yacarés. La perplejidad frente a lo extrafio imponia una
80
 
Misiones,imaginarios y fronteras (S. XIX)
traduccién ideoldgica de la zona mediante el contraste
sarmientino de civilizactén y barbarie:?
“Qué es ést0? Quign triunfa aqui? La civilizacién o la barbarle?
Entre el hombre y la fiera: cudl es el brute?” (:103).
La figura contrapuesta del “mal salvaje” y del “buen
civilizado” hacia parte de la percepcién de estos viajeros frente a
la primera confrontacién visual con Ia alteridad, Se ha sefialado
como constitutiva de la ideologia europea decimonénica, que
ejercla gran influencia sobre los hombres de Buenos Aires que
recorrieron el Alto Parand en esa época, “la actitud que consiste
en expulsar de la cultura, esto es, hacia la naturaleza a todos
aquellos que no participan de la porcion de humanidad a la cual
pertenecfan y con la cual se identificaban. ..”(Laplantine: 1993).
Esta ideologia, que consagrard los términos “primitivos”,
“naturales” y “salvajes” oponiendo asf a la animalidad la
humanidad, constituyé el prisma ideolégico a través del cual los
“exploradores” tradujeron el escenario regional?
 
7. *Civilizacién y Barbarie: vida de Juan Facunda Quiroga? fue el titulo original
‘dela obra escrita por Domingo Faustino Sarmiento publicads en 1845, dos décadas
antes de que este asumieralla presidencia de I Repiblica Argentina, Paral socibloga,
Maristella Svampa (1994), esa obra instal el contraste"cliliacién-barbarie” como
tuna imagen fondacional del dispositive simbélico de la ideologia liberal
correspondiente a amplios sectores de la clase dirigente del pats, y ha influido,
durante mis de un siglo en a vida pola y cultural dela Argentina, Este dicotornia,
hasido un modo wtlizado recurrentemente para explicar las contradicciones dela
sociedad argentina naturalizando la imagen de un pals “dividide”, Civilizaciin y
barbarte recorre y vertebra el campo politico, el terreno de Ia intelectuslidad y ia
cultura nacionales otorgindole tna persistencia innegable en los diferentes
contextos en que la sociedad argentina intentb ser conceptuslizada, Fue también,
un punto estructurador de un upo de relato en Is historiograffa nacional.
8. Ex un tema recurrente en Ia Antropologia examinar Ia manera por la cual las
nociones de “humanidad” y de “ser humano” determinaron, y fueron a sa vez
 
aHéctor Eduardo Jaquet
Era necesario, entonces, para transformar esta réistica
realidad, el avance de la civilizacién mediante el trabajo y el
esfuerzo de los hombres de Buenos Aires que se propusieran
convertir a la regién en polo de desarrollo. Esta era una tarea
indispensable y urgente porque en ello iba comprometida la propia
salud de los hombres civilizados:
“Quizds esa pesadez o la cabeza, mal estar y sobrexitacién
nerviosa que suftimos los portefios cuando soplan vientos del norce,
‘que llamamos jaqueca, reconoce por causa este foco J otros semejantes,
quizds eros desérdenes y hasta delitor que la estadistica acusa cuando
persisce por algunos dias esas brisas, se disminuirén cuandé el
Paraguay y Misiones hayan salubricado su suelo operando su
transformaciin por el trabajo” (:84).
Sélo el “trabajo” de Ia “civilizacibn” podria climinar dicho
foco “infeccioso” y convertir a la selva en productiva. Por ello,
alclamente a la agresividad del medio y al salvajismo de la gente,
Fabia, uc alimentar la esperanza mediante la contra-imagen bucélica
del paraiso y la promisién, Aqui se nota el proceso de conversion
romintica de la ruda agresividad del medio en un paradisiaco lugar
de ensuefios, aproximindonos a la otra cara de la ideologia del
progreso basada en la fascinacién “euyo corolario es la mala
conciencia que se tiene sobre sf y su sociedad” (Laplantine: 1993)”:
 
determinadas por las ideas acerca de los animales, El tema de los “hombre:
con cola", por ejemplo, aparece en el testimonio de numerosos cronistas en
distintas épocas cuando se percibe la aleeridad en la humanidad del otro.
‘Tim Ingold, demuestra como en la tradicin del pensamiento occidental,
los conceptos de humano y animal aparecen *llenos de asoctaciones, repletos
de ambigiedades y sobrecargados de preconceptos intelectuales y
emocionales” (Ingold: 1995)
9. Laplantine sostiene que este giro del “rechazo” a la “fascinacién” puede
darse incluro en la visién de un mismo autor. En el caso que nosotros
22
 
Misiones,"imaginarios y fronteras (8. XIX)
“No es necesario ser profeta para anunciar que eztas regiones
atracrén en los meses de invierno a toda esa aristocracia ociosa de
Buenos Aires, saciada de teatros y de bailes, en busca de un elima
primaveral para restaurar la salud daiiada por esa vida agitada
ante el cambio repentine @ una estacién vigorosa
[entonces] Golendrinas bonaerenses! yo os anuncio que en las
Misiones Argentines hallareis 1a primavera en agosto, que
aleanzareis a gustar uvas en julio (....) que hallareis paisajes
para construir moradas, aires puros, atmésferas perfamadas,
alimentos sanos,feutes exquisitos, baiios termales (...) flores nunca
vistas, ares canoras y arroyos que serpentean sobre piedras de
Jnfinitas cristalizaciones
 
) nuber de mariposas de todos los
colores... y drboles del bosque que asemejan a gigantescos resales
de un vaste jardin” (:109).
Inmediatamente se producfa el Mamado:
“Lal yublerues, eupresartos, ingenteros aqui eenels una tiersa
de promisiéa, gno habré entre vosotro: un énimo emprendedor
para fiunquearla?™*(:112).
analizamos advertimos que,
 
Fectivamente, el componente humano tomado
como “bestial” o “salvaje” y el“faco insalubre” que representaba el ambiente
natural de Mistones se convertian, contradictoriamente en muchos passjes
del relato de Hernindez, en hombres “valientes, “altivos", “solidarios" , en
mujeres "gréciles doncellas” y en paisajes de prédiga naturaleza,
10. La idea de “franquear” se une a otras expresiones como “romper”,
“transponer”, “penetrar” que nos hablan de Ia percepelén de'una Frontera
‘entre dos mundos distintos, separsdos por una barrera-absticulo que habia
que vencer para “derramae” por los rios interiores, en direccién contraria
“sls normal disposicién de Ia naturaleza” con ros cuyas aguas bajan de
norte a sur “y que no se interrumpa el flujo de civilizacién que venia del
atlintico” logrando asi la deflnitiva integracin de la Nacién (Sternk: 1990).
Pars algunos autores, Ja entrada de la eivilizacién por Ta puerta de Buenos
‘Aires implicé una lectura al revés de la geografia
 
aa
|Héctor Eduardo Jaquet
De esta manera, la ideologia civilizatoria, sin modificar
sustancialmente la rela¢
 
in frente a lo diferente, podia tornar
hacia la figura del “buen salvaje” y del “mal civilizado”
constituyendo lo “simétrico invertido” de la misma concepcién
ancertor! “La figura de una naturaleza mala en Ta cual vegeta un salvaje
embrutecida ex eminentemente susceptible de see transformada en su
opuestorel de Ja buena naturaleza dispensando sus beneficios a un salvaje
 
liz. Los términos de Ja atribucién permanecen (sin embargo)
rigurosamente idénticos, de la misma forma que el por constituide por
el sujeto del diseurso (cl civilizado) y su objeto (el natural)”
(Laplantine: 1993).
Esta reversién es propia de la dindmica ideolégica con
que opera el imaginario del viaje por regiones desconocidas",
otorgando la posibilidad del deseo de “hacer existir en un alld (fuera
de la sociedad del civilizado considerada ahora como viclosa y
corrompida ) un mundo de placer y de nostalgia, en suma, una
humanidad convivial cuyas virrudes se extendian a la magnificencia de
Ta fauna y de Ia flora” (fderm: 1993).
‘Sin embargo, a pesar del velo “idealista”, “universal” y
“romintico” de los discursos, quedaba claro para estos agentes,
de Ia modernidad que la base del desarrollo era el trabajo, un
poco de actividad material e intelectual para perfilar y convertir
11-Para algunos autores, existiria una ideologia eepecifics representada por
el “Imaginarfo de viajes" y que estarla formada por un repertorio de
valoraciones etnocéntricas dispuestas a ser usadas frente 2 las primeras
aproximaciones a una realidad percibida como diferente. Este imaginario
seria, ademés, eurocéntrice y hallaria su origen en la época del Renacimiento,
durante las exploraciones de territories producto de la expansién maricima
europea, En el decursa de su formacién habria hitos que permitirian
comprobar, por un Indo, Is continuidad de esa ideologfa, pasando por el
siglo XIX, hasta la actualidad y, por otro, su universalizacién ya consumada
cen sociedades no europeas (Fabian: 1996).
84
Misiones, maginarios y fronterae (S. XIX)
ese espacio en un territorio nacional. Asi, territorlo, nacién y
aivilizacién se entendfan como parte de una misma cosa:
“Teabajemos en Misiones, labremos sus tierras, explotemos
sus tesoros naturales y en donde hoy sélo existe (,..) una poblaciéa
arisca, gnorante y pobre (....) que cruza la selva desnuda a pid y
desprovista de todo elemento de sociabilidad, veremos elevarse pronto
ciudades florecientes, escucharemos el rechinar de las méquinas
on vez del alarido salvaje del montardz, el comercio operard sus
prodigiosos resultados, enriquectende al que compra y al que vende,
al que produce y al que consume y finalmente la luz de la
civilizacién alumbraré estas oscuraz comarcas, permitiéndonos
 
 
Jfiaternizar por la comunidad de aspiraciones, de costumbres,y
de idioma con nuestros mismos paisanos robusteciendo los vinculos
de solidaridad para el engrandecimiento de la patria’(Negritas
nuestras)(:124)
Del relatorio de los viajes se desprende, ademés, que las
trabas para el progreso de Misiones y para su completa integracién
ala “comunidad imaginada” nacional, eran: la falta de capital y de
brazos “que por ahora encuentran demasiado campo de accién en la
puertas de la Replica” (en clara alusién a la region pampeana), la
poderosa barrera represehtada por la dificultad de la navegabilidad
del Alto Parand y la posesién de las tierras mds fértiles por parte de
un reducido nimero de personas:“el progreso de esta rica comarca
esté encerrade dentro del interés de algunos sefiores feudales”. Estas
erras pertenecian a propietarios correntinos, en su mayoria
estancieros ausentistas, que en la lucha que llevaba a cabo el Gobierno
Nacional por la posesién de Misiones; fueron vistos como un factor
de atraso al progreso del pais:
“No pasan de diez 0 quince los propietarios que tienen
acaparadas todas estas comarcas (...) Desgraciadamente no ven
asHéctor Eduardo Jaquet
que se encierran en un efreulo de hierro, y que son imposibles el
progreso y la valorizacién de la tierra mientras la propiedad no
se subdivida entregandola a Ia explotacién particular (...) Por Io
dicho se ve que toda esta gran masa de propiedad ristica yace
inmébil, encerradas por decirlo asi en las cajas de hierro donde
duermen los titulos que sin ningtin provecho publica, enagens (sic)
al gobierno de Corrientes. Allf dormirén por muchos aiios, pues
aus duefios legitimos piden cientos de miles per cada legua” (:175).
En fin, lo que en estas obras se aprecia es que la
civilizacién se enfrentaba con un territorio desconocido en cuyo
seno las fronteras nacionales se hallaban totalmente indefinidas
y diluidas en un manto “oscuro” de selva virgen; por la circulacién
irrestricta de la poblaciéa “paraguaya”, “brasilefia” e “indigena”
que no parecia reconocer Frontera politica alguna; por la mixtura
indiferenciada de cbdigos culturales que debian ser fraccionados
ante el imperativo del Estado-nacién y por el “atraso” que
significaba la falea de industrias y de womercio. En este marco 2°
gustenté la idea de un espacio alejado de Ia “mano de dios” (del
Estado-nacibn), donde slo imperaba la clandestinidad proclive
al contrabando de yerba y ganado que beneficiaba a “paraguayos”
y “brasilefios". La falta de controles estatales determinaba la
existencia de una nacién que, en estas regiones, no alcanzaba su
realizacion completa. De todas maneras, al difuminarse las
fronteras por el desconocimiento de la zona, tampoco aparecian
demasiado claro los Estados vecinos como enemigos: se sabia de
Ia presencia de “paraguayos” y “brasilefios” que transitaban por
la regién y que, incluso, eran requeridos como guias por los
exploradores “portefios” dado su conocimiento del terreno; se
los toleraba como usuarios de un espacio que adn no era
totalmente argentino. Se tenfa la esperanza de que el progreso
asociado a la nacién eliminaria la clandestinidad que, hasta ese
momento, amparaba a “esa” gente que “cruza la selva desnuda y
36
Misiones, imaginarles y fronteras (S. XIX)
a pié”, precisando mis claramente las fronteras, La verdadera
frontera estaba marcada por la falta de civilizacién. El verdadero
enemigo era el atraso que impedia que la nacién argentina pudiera
dar respuestas a las exigencias del-mundo moderno en mejores
condiciones de competitividad.
A través de la obra de los “cronistas” podemos comprobar
que existfa un diélogo permanente con el mundo “global”
representado por la conformacién del mercado mundial y la
divisién internacional del trabajo liderades por Europa, que
operaba como “fuerza” impulsora externa para la organizacién
nacional, Subyace en esta “fuerza”, la idea de civilizacién y
progreso constituyéndose en el teln de fondo sobre el que se
lee el escenario regional. La permanente alusién en las crénicas
sobre la necesidad de industria y comereio y sobre los beneficios
“para el que compra y el que vende”, son muestras dél didlogo
que establecia la regién con ese mbito global por medio de estos
agentes de la civilizacién.
BI Estado nacional 2c presentaba como uria cntidad
nitida, poderosa, avasallante de las diversidades regionales, como
Ja cara interna del impulso de civilizacién y progreso,
Misiones se concebla como el escenario para el
despliegue de estas fuerzas, como un espacio difuso, inaccesible,
atrasado, fabulado, paradisiaco y salvaje donde no se pueden
precisar fronteras internas ni externas, como tampoco los
componentes que circulan ante la flexibilidad de un transito sin
controles. Las fronteras parecen subsumirse en la genérica y
maniquea dicotom{a sarmientina de eivilizacién 0 barbaric, Desde
estas dos categorfas opuestas y complementarias, los cronistas
contribuyeron para colocar a Misiones y sus habitantes en el
imaginario nacional. Pero para estos idedlogos del Estado-nacién,
el otro, lo diverso, lo desconocido, fueron s6lo pretextos para
expresar la concepcién de su propia sociedad y el ideal de mundo
civilizado que deseaban para la Argentina y para si mismos como
a7.Héctor Eduardo Jaquet
integrantes de ese mundo. El rechazo y la fascinacién en relacion
con el paisaje natural y humano de Misiones fueron como las
dos caras del mismo espejo invertido en el que los cronistas se
reflejaron a si mismos y a la sociedad a la cual pertenecian.
Transois Laplantine, el autor que nos ha ayudado a
develar la dindmica del imaginario producido por los viajes,
sostiene que “tales son las construcciones en presencia, (en las cuales
1a repulsién se transforma répidamente en fascinacibn) de esa alteridad
fantasmética que a0 tiene mucha relactén con Ia realidad. El otro (en
‘nuestro caso el habitante de Misiones)... es simplemente utilizado
como soporte de un imaginario cuyo lugar de reférencia nunca es (en
“nuestro caso el territorio de Misiones)... (ambos) son objetos-
pretextos que pueden ser morilizados con vistas ala explotacién econdmica,
@ Ia homogencizacién cultural ....0 la emocidn estética, Pero en todas
estas oportunidades, el otro no es considerado para sf mismo. Mal se To
‘mira para él. Se mira a si mismo en él”. En este caso, el fin era responder
alas condiciones del mercado mundial y edificar una comunidad
 
nacional homogénea cada vez mas adversa hacia las diferencias ©
importunada por la presencia de los “otros”, los atrasados...
Asi, al final de su travesia por estas “lejanas” tierras,
nuestro cronista Hernandez pudo expresar su nostalgia por la
“patria” cuyo espacio tenia atin fronteras estrechas. En Ia idea del
“regreso" percibimos que la“patria” se localizaba en Buenos Aires:
 
“Después de cinco meses de ausencia nos asaltan deseos
vehementistmos de regresar ol suelo de la patria, pués aunque nds
hallames bajo 1a dominacién argentina, nos consideramos como
extranyeros en esta parce de st cerriworio que tuduria vuseve de Tos
athagos (sic) de la vida culta y civilizada”(:193).
 
Esta expresién de deseo es una sintesis clocuente del cruce
de valoraciones que definié un estatus incompleto ¢ imperfecto
para Misiones en el imaginario nacional.
28.
Misiones, imag)
 
los y fronteras (S. XIX)
2- Misiones en la primera argumentacién histérica
Paralelamente al desarrollo de las obras de los cronistas
jue empiezan a inundar Ja prensa de los diarios porteiios por
thedlo de las denominsdas “cartes” de vlajcron, generamde y
difundiendo ese tmaginario especial en relacién con el territorio
misionero, surge el que podemos considerar como el primer
texto historiogréfico sobre Misiones. Se trata de la obra “El
Territorio Nacional de Misiones” (1881) de Mardoqueo
Navarro, que aparece para dar respuesta ala denominada
“cuestién Misiones”, Este libro es significative porque por
primera vez se apcla a la historia para resolver un conflicto
jurisdiccional entre un Estado provincial (Corrientes) y el
Gobierno Nacional en el proceso de organizacién de la nacién.
Constituye también un precedente en la sociogénesis del trabajo
hist6rico misionero, ya que mediante la utilizacin de la historia
se debatian intereses politicos personales y los principtos mas
generales de articulacién entre la nacidn y las provincias. Ademas,
nos presenta una perspectiva diferente a la de los cronistas para
entender las fronteras y cl lugar imaginado para Misiones por el
relato identitario nacional’?.
El bro permite vislumbrar las diversas aristas que
presenté el conilicto entre la nacién y la provincia de Corrientes
por la posesién de Misiones y su argumentacion esti estructurada
a partir de la plasmacién de varios tipos de fronteras, La obra
muestra que el proceso de organizacién nacional, problema
 
12: El texto de Mardoqueo Navarro aparccido en 1881 (aunque recoge una
polémica suscitada en 1876) presenta la particularidad de contar con dos
secciones claramente definidas alo largo de sus piginas. En la parte superior
ae Ins hojes se desarrolla la argumentacién histérica y, paralelamente, en la
parte inferior de las mismas, se puede seguir la polémica registrada en lox
Giarios de Buenos Aires entre el autor. y el Ministro de Goblerna de
Corrientes, Son como dos textos en uno. Ademas cuenta con un apéndice
29Héctor Eduardo Jaquet
fundamental de la época, se expresaba a través de las dispucas
que se establecian entre las jurisdicciones interprovinciales, el
limite entre la ingerencia del: Estado-nacional y la autonomia de
las provincias, la unjformidad de la nacién y la argentinizacién total
del territorio.
En este caso, la presencia de los paises vecinos y las
fronteras con ellos dependia exclusivamente de la resolucién de
Jas disputas internas. En la batalla politica entre los diputados
correntinos y-los funcionarios del Estado-nacién, se fue
especificando el lugar de Misiones en el seno de la Nacién
documental sumatnente rico que pretende ser probatorio de los argumentos
fue se esgrimen en e] libro. El texto referido, a pesar de su importancia
como hito fundante de la historia reciente sobre Misiones, ha pasado
desapercibide para los historiadores locales en Ia actualidad, Ni siquiera es
registrado como un texto historlogréfico. Sin embargo, creemos que su
relevancia puede ser ain mayor, puesto que por datos de campo de nusstra
investigacién inferimos que pudo haber sido la fuente bisiea de inspiracion
del principal historiadar de Ia Junca de Estudios Histbricus de Misiones,
‘Anibal Cambas. Los argumentos, la légica y el estilo de los discursos son
Idénticos a los de ls obra fundamental de este autor, "Historia Politica &
1s despues
del libro de Navarro, La busqueda de este texto me fue sugerida
 
 
Institucional de Misiones” editado en 1945, sesenta y cuatro af
Indirectamente por una historiadora local cuando sostuvo:*...yo lei hace
mucho tiempo el texto de Navarro, cuando era estudiante, no at dénde puede
testar, pero me parece incluso que Cambas lo conocia, lo siguté... © por Io
menos usd mucho sus datos", Lo interesante de sofalar es que ambos textos,
a pesar de sus diferencias cronoligicas, datos puntuales y de sus puntos de
vista mia especificos en los que no es posible establecer una equiparacion
lineal, ambos siguen la misma estructura argumentativa y se apoysn en las
‘miamaa evidencias como producto de dos momentos similares de intensas
disputas politicaa en las que se erela estaba comprometida la existencia de
Misiones como entidad politics, cultural y territorial dentro de Ia Nacién
‘Argentina: la federalizacién a comienzos de 1880 y la provineializacién en
Ja década de 1940-50. El nucleo de la enunciacién, sin duda, reconoce la
 
rlsma estructura y estilo, El texto de Navarro esti mencionado en el acépite
de “Consultas" bibliogréficas del libro de Cambas.
20
 
Misiones, imaginarios y fronteras (S. XIX)
‘Argentina. La historia constituyé el principal instrumento para
precisar las fronteras de un territorio que hasta ese momento
aparecia difuso. En ese intento, se especificaron los “otros” que
permitian la diferenciacién.
El texto de Mardoqueo Navarro, partidario de la
separacién de Misiones de la provinela de Corrientes, constituye
un relato trascendente en el sentido de especificar un espacio,
un territorio y una poblacién a través de Ia identificacién de
ciertos “enemigos” y la explicitacién de “fronteras” mediante el
uso de la historia. Asi, a partir del ncleo fundante del territorio
representado historicamente por las Misiones Jesuiticas (1609-
1768), el autor secciona geogrificamente las partes de est
experiencia histérica revelando, indirectamente, la
desintegracién del territorio en el proceso de conformacién de
los Estados-nacionales en el siglo XIX. Surgen asi los enemigos
y las fronteras a través de los cuales el relato historico reconace
a Misiones como parte del territorio nacional:
“Las misiones orientales abrazaban una dilatad{sima
extensién de terrenos (...) pero fueron tenazmente depredados y
detentados en gran parte por los portugueses que efercen actual
dominio sobre ellos y que. merced a nuestra inepcia diplomética
Hémese ésta argentina © espatiola, continuaréa sjerciendo
jimpunemente (...) No es de estos territorios, hey tan brasileros
como son inglesas nuestras Malvinas, que intencamos
‘ecuparnes, come tampeco tratamos de lax Misiones que, situadas
entre la ribera derecha del Parand y el Tebicuary, formaban
parte de los dominios nacionales y que ausstra: laxguesas
irreflexivas y desavisadas han dejada también para siempre en
poder de Paraguay” (Negritas nuestras).
Luego de dejar claro que esas partes hoy “disgregadas”
antes “estuvieron unidas”, especifica la zona a la que se refiere
oOHéctor Eduardo Jaquet
cuando habla de Misiones (a la comprendida entre los rios
Parana y Uruguay), sosteniendo:
“A esta fraccién de tierra Argentina, centro predilecto
del sistema jeswitico, objeto de las exploractones desordenadas
de los mandones que le sucedieron, de la voracidad
ratonezca y tenaz de los mamelucos después, y de as
persecuciones del dictador Francia en seguida, a esta
especie de Polonia Argentina, codiciada y depredada a
destajo por brasileros y orientales, por paraguayos y
correntinos y de todos abandonada, cuando explotada,
aniquilada, a esta sola fraccién de Misiones se limitard nuestra
investigacién porque a ella se circunscriben asimismo las
pretensiones de Corrientes y los términos del titulo en que
parece fundarla” (Negritas nuestras).
Asi comienza una argumentacién histérica que
presentara un territorio de Misiones permanentemente
“despojado", “invadido” y “vilipendiado” por la “rapifia” de los
vecinos. Por primera vez, aparece la idea de una “vecindad
peligrosa”. Paraguay y Brasil constituyen los marcos de
referencia sobre los que se dirimfan las fronteras al interior
del pais, entre las provincias y el Estado nacional. Los
cién de
 
derechos de cada parte pasaban por la con
argentinidad y esta se media por la contribucién que las
provincias involucradas habian realizado para contener las
“invasiones” fordneas: Cual de las dos habia brindado en el
pasado mayores servicios a la nacién, Corrientes 0
Misiones?"
13: La obra presenta a lo large de sus paginas, junto con las supuestas
comprobaciones de los “despojos” sufridos, una extensa enumeracién de Iss
contribuctones de Misiones pa
contraposicién a los “descuides” de Corrientes en ese sentido, En tanto que,
 
la constitucin definitiva de la“patris", en
92
 
 
Imaginarios y fronteras (S. XIX)
Lo que estaba en el centro del debate, y que
indirectamente estructuraba la argumentacion histérica, cvs Ia
legitimidad de los Estados provineiales para integrar la nacién
en el proceso de estructuracidn de la Argentina como Estado
nacional. Por ello, Misiones podia ser considerada un antemural
frente a los “bandeirante:
 
como Salta lo fue de los “realistas”
(espafioles de Ia época de la lucha por la independencia); podfa
ser considerada un desierto proclive ala invasién de “paraguayos”
y *brasilefios”, como la Patagonia lo era de los “chilenos*; podia
ser vista como un teatro de las correrfas de bandoleros
“correntinos”, como las campafias uruguayas lo fucron de las
“bandas” de Artigas. Esto quiere decir que, en la argumentacién
hist6rica, la apelacién a los paises vecinos servia para cohesionar
© desintegrar las reivindicaciones de los propios Estados
provinefales en el seno mismo de la “comunidad nacional” que
emperaha a perfilarse, De esta mancra, se iban destacandu las
fronteras que separaban a unos y a otros y, en esto, tanto
importaba separarse de los paises vecinos como diferenciarse
de las otras provincias,
Misiones fue ubicada, de esta manera, como “victima”,
objeto pasivo del “escarnio”, como epicentro de luchas “ajenas”,
como “corredor” econémico para beneficios forineos, como un
territorio de fronteras “flexibles” para “invasiones" destructivas
y siempre engafiada por caudillos locales o goblernos extranjeros,
como “pais” codiciado y despedazado por Estados poderosos al
igual que una “Polonia Argentina”. Considerando a Misiones
como “centro”, la condicién de extranjerfa podia afectar tanto a
los habitantes de un pais vecino como a los de cualquier provincia
argentina.
 
Gorante Ia polémics, lo correntinos tuvieron la oportunided de exponen,
ta contraio, lon innamerables servicios que Carrientes abla presteae park
el engrandecimiento de la Nacién, 7 =
93Héctor Eduardo Jaquet,
El Ultimo punto de la argumentacién especificamente
histérica que queremos destacar de la obra de Navarro, antes de
pasar a considerar algunos aspectos de interés para nuestro tema
que se desprenden del contexto conereto de la polémica, es aquel
que se deriva de la presentacién dramatica de la trayectoria de la
historia de Misiones, la que habria dejado trunco un destino de
grandeza. Misiones posefa, para este autor, un rol clave desde
Tos comienzos mismos de la nacionalidad y la emancipacién
“Por su postcién estratégice, mirese hacia el Brasil, al Pazoguay
@ Alco Pert, poblacién numerosa con hdbitos de orden (...)
subsistencia y medios de locomocién en abundancia, todo exto
significaba Misiones para el éxito de la revolucién en el nordeste,
no menos que Salta lo fue para el norte de Ia Repiblica. Todos
esos elementos fueron desoprovechades, conviertiéndose contra
ototras, supuesto que cayeron en manes de los enemigos, fueran
cxtor paraguayos o brasileros, 0 bion las hordas capleaneadas por
Jos eaidillos interiores"**,
Para el autor que seguimos, la no comprensién de este
rol estratégico de Misiones habria provocado la pérdida de la
provincia de Rio Grande do Sul y del Paraguay para la Argentina:
“| Cuantos miembros del cuerpo nacional trozados y divididos!”,
exclamaba Navarro en varios pasajes de su angustiosa denuncia.
Los elementos de “orden”, de buenos “habitos” y la
consiguiente pérdida de territorios a los que se aludian en su
14- Para los agentes del Estado-nacién, deseosos de olvidar Ia etapa de Ta
desorganizacién y las guerras civiles, los caudillos “interiores” 0 de las
provincias fueron considerados destructivos, al igual que las fuerzas
paraguayss o brasilefias, desestimando sus reivindicactones regionaliscas en
favor de la unidad nacional
94
Misiones, imaginarlos y fronter:
 
(s. xD
 
libro, provenian del pasado representado por las Misiones
Jesufticas y, de esta forma, comenzaria a perfilarse, muy
‘tempranamente, en un efirnulo inagotable de paginas desbordadas
de apasionamiento, la id iaten:
Bi bef tenis idad por sf misma
jias. Asi, frente a tantas evidencias de despojos
sufridos, era factible echar las bases de un relato histérico
marcado por el dolor y el pesimismo de una derrota. De esta
manera, los acontecimientos tragicos de la contienda nacional
dejaron como herencia en la obra de Navarro un factor muy
impbrtante para nuestro andlisis: “Los estimulos del
sentimiento local contra sus explotadores de todos los
tiempos”. Quedaba anunciado aqui, indirectamente, sin
proponérselo su autor, el |amado a una “reparacién” historica
que sera escuchado e interpretado como una “necesidad” por
los historiadores misioneros posteriormente. La reparacién
histérica seré buscaila por lus historiadores mistoneros en el
siglo siguiente,
Desde el punto de vista de lo que hemos denominado
intereses “personales”, creemos que la obra de Navarro, en el
marco de Ia “cuestién Misiones”, implica el primer intento de
tun autor de usar la historia para construir su propio espacio
 
politico y social. En esto también las circunstancias en que surge
el texto constituyen un antecedente importante para la
historiografia local, ya que los historiadores misioneros
encontraran igualmente, a través de encendidas polémicas,
semejantes a las inauguradas por Navarro con los diputados
correntinos, el modo de legitimar “su” lugar social, politico y
cultural. No nos interesa reconstruir ni el contexto politico ni
cl modo en que Navarro construyé su propio espacio social, sino
destacar algunos aspectos que consideramos clave para inferir
los sentidos de pertenencia que se debatian entre las
osHéctor Eduardo Jaquet
concepciones de nacién y de provincia con'las que operaban los
agentes de la polémica. Esto nos permitira percibir, desde otro
lugar, mis alld del contenido argumentativo, algunas fronteras y
clertos imaginarios en torno a Misiones.
Navarro era un funcionario piiblico, Administrador de
Aduanas del Gobierno Nacional, y habia recorrido, por expreso
mandato oficial, la zona del Alto Uruguay para relevar informes
sobre la “costa brasilefia” cuyos resultados no fueron publicados
y quedaron bajo reserva de las autoridades nacionales: “mis,
conocimientos sobre la costa brasilera me los reservo para
conocimiento oficial del gobierno”, lo que nos hace pensar que,
en esta actitud, se estaba construyendo una frontera clara ante
un vecino que se percibia “expansionista” y del que se debia tencr
Navarro fue acusado por el Ministro de Gobierno de
Corrientes, Severo Ferninder, a través de nn diario de Buenos
Aires, de“andar anarquizando a los pucblos de Misiones en contra
de la provincia de Corrientes”. E] debate entre Severo Fernindez
y Mardoqueo Navarro fue intenso y pblico. Ambos apelaron a
15- Aqui hay una diferencia entre las fronteras culturalmente “flexibles” que
ppodeios obser var en los cronistasy Is fronteraspolitcamente “surat” provententes
del informe de un agente directa de Ia Administracioa Nacional. En ambos casos
se advierte Is necesidad de establecer una renters como linea o espacio de
Glferenciacién, Es interesante este aspecto cuando que en Iaargumentacién historica
de Navarro es muy fuerte la presencia “usurpadora” de los brasilefios. Nos
reguntamos cuinto inluy® la argumentacién histSrica correspondiente al plano
an frontera con Brasil como objeto de
“reserva, 0 ex que las actividades econdmicas ‘clandestinas”delos brasileRos eran
 
#1 (lade lng erontetas) para severtir a
 
realmente tan importantes como para generar la precauicion del Estado en el plano
geopalitico. Lo clerto es que julioArgentino Roca habia manifestado en su discurso
pparlamentario al asuinir la presidencia del pafs, la prioridad dal Estado por las
‘cucstionesfronterizas ypara cl cato de Misiones, sehal6:*...Misiones een extremo
de nuestro territorio que [por su situacién de frontera] merece la doble atencin
del gabierno” J, A. Roca, Congreso Nacional, 1880),
96
 
Misiones, imaginarios y fronteras (S. XIX)
 
Ia historia para las defensas de sus posiciones y la polémica fue
registrada por ls iarios de Bucnoy Aires en sucess entreges,
El contexto en que se inscribia este conflicto personal
determinaba la factura politica de los acontecimientos: “Seguin
parece hemos entrado en campafia al mismo tiempo, él como
ministro y yo como inspector de aduanas” (Navarro, LaTribuna,
1876). El conflicto dié lugar a un despliegue intenso de
acusaciones mutuas donde se cruzaban alusiones sobre
“alsinistas”, “mitristas”, “sarmientistas”, propio del debate de
ideas politicas de la época (década de 1870)
Fernindez sostenia que el Gobierno Central debfa
“promover la unién nacional no la desmembracion de un pedazo
de territorio del cuerpo politico (provincial) al que pertenece”,
Esto demuestra que “la parte” (entendida como provincia) no
podia ser violentada por “el todo” (entendido como nacién). Si
bien Ia nacién estaba hecha de cus partes, sin embargo, la
argentinidad operaba como manto de unién:
“(...) somos correntinos, es verdad, pero para nosotros, Io que es
de Corrientes 0 Buenos Aires, de Catomarca 0 Jujuy, es de nuestra
patria, En la discusién de este grave asunto sobre Misiones en que
estén comprometidas Ja autonomia de las provincias y Ia
nacionalidad argentina, lo hacemos con dnimo despreocupado y
libre de todo sentimiento mezquino de localismo”.
Esté claro qué la nacién y la provincia eran consideradas
unidades politico-administrativas, lo mas préximo al “Estado”;
¥ tanto la argentinidad como el localismo eran entendidos como
lo mas semejante a diferentes niveles de:un sentimiento de
“colectividad”, “comunidad” y “hermandad”"*. Para Fernandez,
16- Advertimos en toda Ia polémica una contradiccién permanente que
creemos es demostrativa de la falta aiin de resolacién adecuada al problema
97Héctor Eduardo Jaquet
a segregacién de Misiones era alentada por “extranjeros
filibusteros y por traidores argentinos de otras provincias que
viven en Misiones”, Las gentes de otras provincias no podrian
intervenir en asuntos locales, violando el pacto de comunidad.
Destacaba despreciativamente la condicién catamarquefia de
Navarro que lo inbabilitarfa para opinar o intervenir en asuntos
del “litoral”. En estas declaraciones, que apelan al origen 0
condicién nativa de los ciudadanos,
 
ercibimos que siguen
operando las viejas estructuras de divisién politico-territorial
del ex-Virreinato en pleno proceso de la organizacién nacional
que daban sentidos de pertenencia y marcaban fronteras al
interior de un pais, atin en ciernes, que sélo podia imaginarse
como cohesionado mediante la insistente apelacién de
incorporacién bajo el colectivo “argentino”.
Este “sentimiento” de argentinidad que se pretendia
homogéneo, también ubicaba en un lugar determinado a los
paises vecinos contribuyendo a establecer fronteras: Chile,
Paraguay y Brasil eran puntos de referencia reiterados para medir
Ia lealtad de las personas y de los Estados provinciales entre los
de la articulacién entre la nactéa y las provincias. Por un lado, la simbiosis
centre el Estado y la Nacién no se habia consolidado de manera incuestionable
y la “comunidad imaginads” nacional encontraba en el derecho politico y
territorial de las provincias serios obstculos para su consumacién definitiva.
Los agentes politicos pedian argumentar acerca del derecho particular de
las provinetas como entidades politicas y territoriales auténomas contraris
ala pretenstén centralista del Estado a modo de una insoslayable condicion
para negociar con el Estado central ss "sentimiento” de provinctania integrada
una hermandai! genérica nactonal, Pero por otro lado, la apelacién a Ts
hermandad genérica podia operar con eficacia para definir la posicign
 
diferencia de las partes dentro del todo. Mas atin, cuando se entendia que
Inresponsabilidad por el destino de las partes correspondia al Estado Nacional
que, supuestamente, debia promover la integracién y no la des-unién,
98
 
Misiones, Imaginarios y frontaras (S. XIX)
servicios a la nacionalidad o la traicion a la patria, Navarro habia
sostenido durante la polémica que Corrientes nada “hizo” por
Misiones, abandonndola a su suerte frente a las invasiones de
“brasiletios” y “paraguayos”. En la respuesta del Ministro
correntino se especificaban fronteras y enemigos externos que
operaban como metiforas para debatir los sentidos de
pertenencia a través de los cuales se posicionaban los agentes de
la polémica, Los “chilenos”,“paraguayos” y “brasilefios” concurren
como convidados involuntarios al gran banquete de la contienda
nacional en el que se cuece la nacionalidad argentina":
“Ese seior Navarro debe ser de raza chilena por la habilided
en manipular decumentacidn en su beneficio(...) pero no tended
prosilitas en 1a Republica cuando reclama la separacién de un
tertitorio provincial argumentande que Corrientes no podia
axenderlo frente a las inrasiones siperiorss a sus fuerzas.(ows)
G
anyenl
) "Navarro debe ser uno de esos raros desgraciados
 
jes que uy saben umur usu patria, que sdlo stemen
cariio al pequefio pedazo de tierra de Mendoza 0 Catamarca
en que nacieron. Fortalecidos por esta idea no desesperamos de
Ja nacionalidad argentina a pesar desu mezquina propaganda
17- Bn esta época estaba presente en el imaginario nacional el candente
conflicto de limites con Chile de 1872 j 1874 en relacién con las pretensiones|
de ese pais gobre el estrecho de Magallanes y sobre la Patagonia hasta cl Rio
Negro. El episodio fue agitado por el canciller chileno invacando ciertos
articulos periodisticos escritos en el pasado (1842 y 1849) por Sarmiento,
presidente de ls Argentina, que justficarian dicha pretensién, Por otra parte,
cl recuerdo de In Guerra de la Triple Alianza y sus derivarinnes sahre Ia
cvestién de limites y lat desavenenciss sobre el destino del Paraguay entre
las potencias vencedoras, agudizaban la ides de un sentido solidario nacional
como proteccién frente a posibles agresiones externas de los paises vecinas,
Recordlemos que pocos afios después la candente situacién de fronteras 2
resolveria por via diplomética mediante el fallo Cleveland (1895),
99Héctor Eduardo Jaquet
(11) Corrientes, Entre Rios, Santa Fe correrian presurosas a
recuperar las tierra de Mendoza o Catamarca si el chileno
usurpador las ocupara (...) por es0 no es cierto que Corrientes
no haya hecho nada por recuperar su territorio de Misiones
invadide por braciloios y paraguayos" (Nagritas nuestras)
EI ltimo punto que se desprende de este debate y que
queremos destacar, es la gestacién de la idea de Misiones como
tuna insula dentro del pais, donde los “usurpadores, mediocres y
tipejos de toda laya como el sefior Navarro pueden alimentar la
fantasia de convertirse en gobernadores, diputados, procénsules
sin méritos propios y mediante el engafio”. El Ministro correntino
introducfa asi en el debate la sospecha de un supuesto deseo
personal del Administrador de Aduanas de enriquecimiento ficil
© pretensién de gobernar en Misiones a expensas de la voluntad
de la poblacién nativa. Este sera, también, un punto estructurante
del posicionamiento de los historiadores misioneros para encarar
cl trabajo historiogrifico como “defensores” del solar nativo frente
a las “espireas” intenciones de los “extrafios”,
En este momento de fines de siglo XIX, en pleno proceso
de homogeneizacién de la nacién argentina, los conflictos
interprovinciales y de las provincias con la nacién constituyeron
los ejes que definieron la constitucién de las fronteras y de los
espacios imaginados. Comprobamos, en la obra que analizamos,
que Misiones se incorpor% a la nacién a partir del relate histérico
y su especificacién dependid del recorte de ciertas fronteras con
los estados vecinos para resolver su legitimidad dentro del pais.
Seflalamos, al pasar, que lulu cn la obra de Navarro como en la
de los “Cronistas”, Misiones, Corrientes o la Nacién Argentina
aparecen y se comportan como sujetos histdricos. Se convierten
en sujetos con personalidad, pensamiento, naturaleza ¢ identidad
 
propias en la argumentacién de los autores: son estas entidades
las que hablan,
100
 
Misiones, Imaginarias y front
 
(s. xEx)
La incorporacién de Misiones al imaginario nacional se
desprende del didlogo permanente (y contradictorio) que
mantienen en la obra de Navarro, las partes con el todo. Aqui, el
todo, es la nacién argentina. Las partes, son las provincias. Aparece
tune nueva instancia, lo extiaujero, ly fordneo que se especifica como
cxtrafo dialogando con las partes y con el tado, Misiones gana un
espacio nacional como “victima” 0 “refugio” de dudosos personajes
en disputas en las que ain sus habitantes no tienen voz, porque su
territorio no tiene una entidad politica reconocida en el plano
nacional. Es un pedazo de tierra convertida en ntidad abstracta
sin representacién politica, En la obra de Navarro, Misiones es
sblo un argumento historico para resolver otras disputas.
El resultado politico de la “cuestién Misiones” fue,
finalmente, la separaciin del territorio misionero de la provincia
de Corrientes y la determinacién de su estatus como Territorio
Nacional dependiente del gobierno central (Federalizacién 1881).
Misiones encucntra un lugar en el escenario nacional, pero
otorgado y gestionado por los agentes del pais central. Asi, a pesar
de las diferencias entre la obra de los “cronistas” y la de Navarro
(estilos, objetivos, argumentos) se desprenden las siguientes
representaciones acerca de Misiones:
1-un territorio de dudosa pertenencia nacional, sin un
sitio seguro en el seno de Ia nacién;
2-habitado por seres “incultos” y “salvajes”;
3- de fronteras flexibles que provocan tanto el libre
trinsito favorecedor de la mezcla de “razas” y “costumbres” como
las “usurpaciones” extranjeras;
4-condenado al “atraso” y a la “postracion” por culpa de
“correntinos”, “brasilefios” y “paraguayos”.
S-proclive al abuso y expoliacién de aventureros
ambiciosos y/o de ignotos personajes.
Ademés de mostrar las representaciones que acerca de
Misiones integraron el dispositive simbolica nacional,Héctor Eduarde Jaquet
pretendimos dejar claro en este Capitulo dos cuestiones centrales
del debate en torno al cual se estructuraré el campo
historiogrifico misioncro: resolver la continuidad territorial
historica de Misiones a la Nacién Argentina y posibilitar, en ese
proceso, un espacio para la existencia de intelectuales locales
que se constituyan en la voz legitimadora de una reparacion
histérica. Esto implicaré un miltiple proceso de reversién,
reproduccién, reelaboracién e invencién de categorias identitarias
tendientes a producir una contraimagen del territorio. Para ello,
se constituiré un sector de historiadores que desde adentro del
territorio de Misiones iniciaré un proceso de construccién
identitaria provincial buscando, simulténeamente, su legitimacién
nacional.
Los textos que acabamos de analizar adquieren,
entonces,.relevancia para nuestro estudio ya que ellos fueron
las principales fuentes de que se nutrieron los encargados de
institucionalizar la historia en Misiones durante la década de
1940-1950. El isnaginario sobre Misiones producide por estas
obras constituyé el prélogo lejano, pero eficaz y necesario, para
impulsar el surgimiento de la historia local como una “reaccién”,
tuna “fuerza” que acompafé otra instancia politica, la representada
por la provincializacién.
Asi, la conformacién en 1939 de un nitcleo de
historiadores locales reunidos en la Junta de Estudios
Histéricos de Misiones, determiné el primer intento de
reservar un espacio local (asumido como propio) para el
despliegue de discursos y practicas a través de los cuales situar a
Misiones de manera diferente en la historia nacional. Por otra
parte, determiné la formulacién de un conjunto de “ficciones
orientadoras” sobre la provincia (més allé del campo
historiografico) para crear una identidad colectiva, un sentido
de comunidad misionera, postulando un imaginario distinto al
edificado hasta ese momento por el “legado” de la ideologia
 
imaginarios y fronteras (8. XIX)
nacionalizadora estatal, pero procurando integrar su repertorio.
Simulténcamente, brindé la posibilidad de encontrar un lugar
para estos historiadores como intelectuales reconacidos por las,
instituciones académicas nacionales"*.
Este doble proceso implicé el planteamiento de
contradictorias relaciones en un terreno ocupado por historias,
agentes ¢ instituciones ya consolidados. Por eso los actos por la
“fundacién” de la historia en Misiones estuvieron condicionados
por el desarrollo de la historiografia nacional, la que explica
algunas de las caracteristicas de la dinamica de produccién de la
Junta y los perfiles intelectuales que adquirieron algunos de sus
miembros. 7
 
En el Capitulo siguiente nos dedicaremos a la-materia
historiografica en particular, Brindaremos un panorama del
estado de la historiografia nacional para poder situar el lugar de
los historiadores locales y su proceso de conformacién como
intelectuales. Destacaremos las instituciones, las agencias, las
tendencias y las principales puluticas en torno a las cuales se
estructuraba el campo historiogrélico nacional, y que repercutian
directa o indirectamente en los historiadores de Misiones durante
las décadas de 1930 al “50
18. No desconocemos las obras histéricas aisladas excritas con anterioridad
alo que hemos denominado “institucionalizacién” de la Historia en la década
de 1940. Especialmente habria que mencionar los trabajos de Raimundo
Fernindez Ramos y Clotilde G. de Fernindez Ramos de las tres primeras
décadas del siglo XX, y que pueden ser considerador precursores de la
historiografia misionera contemporines, De todas maneras, nuestro enfoque
se centra en el proceso de produccidn historica que cristaliza, por primera
ver, en una institucién historlogrifica socialmente legitimada, en un"cuerpo
de intelecruales” con “un lugar social” especifica (de Certeau: 1993), come
parte de un vasto movimiento socio-cultural aséciado a la provincializactén
dde Misiones durante la década de 1940 y comienzos de la del 50, postbilitande
‘una base institucional para la historia, aunque tiene, sin embargo, profundas
proyecciones en el presente,
 
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