MARIANO FDEZ.
ENGUITA
  la escuela
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la escuela
a
examen
(Un análisis sociológico para educadores
y otras personas interesadas)
MARIANO FDEZ. ENGUITA
Profesor de Sociología
de la Universidad Complutense
                EUDEMA
l. La Educación como proceso
   de socialización
    Los profesionales de la enseñanza no pueden evitar
la sensación de que la escuela se halla sometida a un
fuego cruzado, degradado su prestigio y criticada por
todos. No les falta razón, pues parece que no existe
nada más cómodo para una sociedad que culpar de sus
males a la escuela -exculpando así, de paso, a otras
instituciones como las empresas y el Estado- y tratar
de encontrar soluciones mágicas a través de su perma-
nente reforma -lo que sirve para distraer la atención
de lo que verdaderamente necesitaría ser reformado,
dentro y fuera de la institución escolar-.
    Sin embargo, esta vulnerabilidad sólo toca a aspec-
tos superficiales de la institución. Se clama y se brama
sobre el contenido de los programas, la ausencia de tal
o cual materia, la formación del profesorado, etc. pero
ramente se llega al fondo de la cuestión. Lo esencial de
la escuela parece beneficiarse de una especie de
estado de gracia permanente que surge de la convic-
ción generalizada de que la cultura y la técnica avan-
zan, el acceso a ellas es siempre deseable y la escuela
es el mejor instrumento para lograrlo. Además, tanto la
apología como la crítica de la escuela suelen estar fuer-
temente impregnadas de un idealismo que reduce
siempre el problema a la vertiente comunicativa, a la
discusión sobre el contenido.
    Se supone que la educación es sobre todo el de-
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sarrollo de las facultades interiores de la persona, naci-   envuelve, lo expresa y lo sustenta: la sociedad no puede
das de no se sabe dónde, o su incorporación a la cul-        estar construyendo desde cero, en todo momento ni a
tura, la única. Ello lleva a no poner en cuestión            cada generación, sus instituciones, sino que tiende a
posibilidades simplemente ignoradas, como que la ctil-       perpetuarlas a través del tiempo, aunque la mayoría de
tura escolar no sea la cultura a secas, con artículo         las sociedades que la historia ha conocido contenían y
determinado, sino simplemente una cultura entre otras        contienen relaciones conflictivas que llevan a la perma-
posibles, o que más importante que lo que se enseña          nente puesta en cuestión de todas o algunas de sus ins-
-el contenido- pueda resultar ser la forma en que se         tituciones y, en ocasiones, a su sustitución por otras
enseña -el marco institucional y relacional y el             nuevas.
método-.                                                          Este tercer tipo o aspecto de la reproducción, que
    La sociología, para la cual las instituciones -sea       podemos llamar reproducción <<social» o <<cultural»
ésta o cualquier otra- sólo pueden ser entendidas en         -tomando la palabra <<cultura» en su sentido antropo-
sus relaciones con otras instituciones y en su insersión     lógico, lo que equivale a decir que abarca todo aquello
en la sociedad global, interpreta la educación desde         que no es mera naturaleza- desempeña un papel
una perspectiva distinta.                                    esencial en el análisis y la comprensión de la educa-
                                                             ción. Para perpeturarse, la sociedad y las instituciones
                                                             que la componen tratan de alentar en sus miembros los
I.l. IA REPRODUCCIÓN DE IA SOCIEDAD                          valores, conocimientos, representaciones, formas de
                                                             comportamiento, rasgos caracteriales, etc. que sirven a
     Toda sociedad, cualesquiera que sean sus caracte-       tal fin y de desalentar los que se oponen al mismo. Los
rísticas, necesita la contribución de sus miembros para      procesos por los cuales se trata de introducir, generar o
su reproducción. El término <<reproducción» tiene un         estimular tales rasgos en la personalidad de los indivi-
significado múltiple. En primer lugar, alude a la repro-     duos se designan genéricamente con el nombre de
ducción biológica: para sostenerse, seguir existiendo y,     socialización. Los mecanismos mediante los que se
en su caso, crecer la sociedad precisa de una tasa de        desestimulan o penalizan los rasgos contrarios y, sobre
nacimientos que depende de otras variables regulares         todo, sus manifestaciones en la conducta, suelen agru-
como la esperanza de vida, la mortalidad infantil, etc., u   parse bajo el epígrafe de control social. La socialización
ocasionales como las guerras, las catástrofes naturales o    y el control social son fenómenos inherentes a la exis-
las migraciones. En segundo lugar, comprende la              tencia misma de la sociedad e independientes, por
reproducción económica: para subsistir y no desapare-        tanto, de cuál sea la estructura precisa de ésta o del
cer ni degradarse, la sociedad debe producir al menos        juicio que nos merezca. En aras de la simplicidad,
lo que consume improductiva y productivamente -es            podemos referirnos a ambos con el único término
decir, tanto lo que consumen directamente sus miem-          genérico de socialización.
bros como lo que necesitan para volver a iniciar un              Hay muchas maneras de conceptualizar la socializa-
ciclo productivo-, y más si desea aumentar su bienes-        ción, aunque todas tienen bastante en común. Una for-
tar y/o crece su población; finalmente, la reproducción      mulación clásica es la que plantea que la sociedad está
lo es también del orden social y de la cultura que lo        compuesta por diferentes instituciones como pueden
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ser el Estado, la familia, las empresas, los clubs :te ~út   papeles: el de hijo y el de padre, el propio y el que
bol o los bailes de sociedad. Cada una de estas mstltu-       tiene enfrente, el que desempeña hoy y el que desem-
ciones comprende una serie de r.ole~ ? papele~ qu~            peñará mañana. Todas las instituciones cuentan con
deben ser desempeñados por los md1v1duos. As1, por            unos u otros recursos para asegurar los rasgos adecua-
ejemplo, en una familia pueden distinguirse .los papeles      dos en sus miembros, sean éstos leyes o normas, meca-
de padre e hijo, adulto o no adulto, masculmo y feme-         nismos formales pero sin carácter normativo o las sim-
nino, niño y joven, etc. A cada uno de esto.s papeles         ples muestras personales de aprobación o rechazo: aquí
corresponde un patrón de comportamiento dlferen.te, !'        entran desde los códigos militares o las reglas monásti-
la familia se reproduce socialmente forzando a los mdl-       cas hasta la murmuración, pasando por las deontologías
viduos a ajustarse más o menos a tal patrón. El recono-       profesionales, las calificaciones escolares, las prisiones,
cimiento de la existencia de papeles estables y patrones      las distinciones honoríficas y un interminable etcétera.
de conducta no significa que éstos sean invariables en            Pero el objetivo de la socialización es sustituir los
el tiempo y en el espacio: no es lo mismo ser p~dre           mecanismos de control externo de la conducta por
entre los manus de Nueva Guinea que en Europa, nr en          resortes de control interno; en otras palabras, que los
Italia que en Suecia, ni en la España del siglo XIII que      individuos hagan lo que tienen que hacer y no hagan
 en la de hoy, ni en un medio obrero que entre profe-         lo que no deben hacer sin necesidad de que nadie
 sionales liberales, e incluso, permaneciendo el resto de     venga a recordárselo. Por eso, el resultado de la socia-
 las cosas iguales, distintas personas imprimen distintos     lización debe ser un proceso de interiorización de las
 matices a papeles nominalmente id~nticos.        _           normas sociales, el proceso por el que el individuo
     Sin embargo, en este momento mteresa mas pres~ar         convierte la cultura que le rodea, o sus aspectos fun-
 atención a la enorme importancia que los papeles SOCia-      damentales, en algo propio. Da igual cómo denomi-
 les desempeñan cotidianamente y sin que c~igamos en          nemos a esto: interiorización o internalización de una
 la cuenta de su relevancia y omnipresencia. Nuestra          cultura previamente objetivada o exteriorizada (Berger
 relación con los papeles sociales es similar a la de Mo~    y Luckmann), asunción de o ajuste a papeles preesta-
 sieur Jourdain con la prosa, que habla~a .e;1 ella sm        blecidos, específicos y universalistas (Parsons), conver-
 saberlo. Cualquiera de nosotros se res1stma a :rerse         sión del ••otro generalizado» en el ••mí,, (Mead) plas-
 reducido al desempeño de un papel o de un conJunt?           mación de la cultura en el ••superyo» o ••superego»
 de ellos, pero constantemente nos ple.gamos a sus exi-       (Freud), formación de la ••persona» como combinación
 gencias. Asumimos que hay una sene de pautas de              de la estructura caracterial propia y la socialización en
 comportamiento que derivan no.del hecho general de           papeles institucionales ( Gerth y Milis) o de cualquier
 ser persona, sino del hecho particular de ser ca~~do o       otra forma.
  soltero, padre o madre, profesor o alun;.n.o, m1htar o          La socialización es a la vez general y específica, fun-
  civil, mayordomo o banquero, joven o VIeJO, etc. Ad~       ción de la sociedad global y del lugar que cada cual
  más, los patrones de comportamiento s~~len ser reci-        ocupa, prevemos que va a ocupar o queremos que
  procas: cuando un padre le dice a su hiJO que ••debe        ocupe en ella. Nuestra sociedad considera, por ejemplo,
  hacerle caso porque es su padre», está aspirando a que      que todo el mundo debe saber leer y escribir y ser
  aquél identifique y reconozca simultáneamente ambos         capaz de adaptarse a normas de convivencia tales como
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no agredir a los demás o esperar su turno en una cola,        aspectos que convierten a la escuela en algo no tan
pero también que los militares deben ser disciplinados,       secundario.
los artistas creativos, los cuadros empresariales em-             En cualquier momento de la vida de un individuo
prendedores, los artesanos meticulosos, los pobres            pueden localizarse diversos procesos de socialización
resignados, los estudiantes aplicados, los aristócratas       que discurren en paralelo, pero no todos tienen la
elegantes, etc. Por consiguiente, la socialización de cada    misma importancia ni eficacia. Una fuente de éstas es
persona presenta elementos comunes a la de los demás          por supuesto, su autoridad. Si nos atenemos al caso d~
junto con elementos específicos relacionados con su           los niños, éstos se mueven simultáneamente, al menos,
lugar en la sociedad, presente o previsto.                    entre las influencias de la familia, la escuela, los
    La socialización de la generación joven por la gene-      medios de comunicación y los grupos de iguales. Otras
ración adulta es lo que llamamos educación (Dur-              instituciones, como las religiosas, económicas o políti-
kheim), lo que no implica necesariamente la presencia         cas, sólo entran en contacto con ellos a través de las
             e
de escuelas en cuyo caso es más adecuado llamarla             antes citadas o de manera marginal. Entre las institu-
educación formal o escolarización; pese a lo cual, por        ciones relevantes, los medios de comunicación social
mor de la brevedad, en lo sucesivo emplearemos el             pueden resultar especialmente atractivos o los grupos
término «educación» para designar la que tiene lugar          de iguales singularmente gratificantes, pero sólo la
en las escuelas).                                             familia y la escuela cuentan con una autoridad estable-
                                                             cida sobre niños y jóvenes. La autoridad de la familia se
                                                             basa en las relaciones de afecto y dependencia y es
I.2. lA EFICACIA DE lA SOCIALIZACIÓN ESCOlAR                 reforzada por la sociedad misma, que sostiene el poder
                                                             de los adultos sobre los que no lo son con todos los
    La socialización es un proceso o conjunto de proce-      medios a su alcance. La autoridad de la escuela pro-
sos que dura toda la vida, pero no siempre con la            viene directamente de una delegación de la sociedad,
misma eficacia. Lógicamente, ésta es mayor cuanto            pero se legitima adicionalmente presentando sus actos
menos formados y maduros están el carácter, los cono-        como derivados de la lógica del saber.
cimientos, la inteligencia, las actitudes, etc. de la per-       Sin embargo, no cabe negar el debilitamiento de la
sona. Ello hace que la escuela, que acoge a los indivi-      posición de la escuela ante los jóvenes debido a la
duos prácticamente desde que despegan de la vida             explosión de los medios de comunicación de masas. La
vegetativa hasta que se incorporan a papeles adultos,        autoridad se basa a menudo en su capacidad de definir
sea particularmente poderosa. También lo es, por             la realidad de aquellos sobre quienes se ejerce. Las
supuesto, la familia de origen, que los recoge en el         iglesias, por ejemplo, deben en gran parte su poder a
punto de partida, los envuelve con vínculos afectivos y      su capacidad de hacer creer a los fieles que la realidad
de dependencia material hasta que son capaces de             no se limita a la vida en la tierra, o incluso que ésta
organizar su propia vida y nunca rompe sus lazos con         carece de importancia frente a la vida ultraterrena. La
ellos. Por eso suele designarse a la educación escolar       escuela se ha beneficiado durante mucho tiempo de
como «socialización secundaria», frente a la «primaria»      esta capacidad, pues para la inmensa mayoría de su
que tiene lugar en la familia. Sin embargo, hay otros        público no existían otras realidades que la de su
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       entorno inmediato y la definida por la escuela misma.        pequeña explotación campesina o el taller artesanal,
       Los medios de comunicación debilitan la posición de          que en gran parte estaban calcados sobre ella, pero
       la escuela desde el momento en que, dada la gran can-        difícilmente podría ofrecer algo adecuado para el
       tidad de información que aquéllos expanden, ésta no          Estado actual o la gran empresa. La escuela no es sólo
       puede ya seguir dando por sentado que la realidad que        la segunda institución a la que acude el niño, sino
       define es la única conocida o imaginable, por sí o           también la primera que puede guardar alguna seme-
       superpuesta a la del entorno inmediato, sino que tiene       jan:;:~ con aquéllas; en definitiva, es la primera organi-
       que mostrar a cada momento que se ocupa de aquello           zaoon formal y burocrática a la que accede. Esta es otra
       de lo que vale la pena ocuparse o forzar a los alumnos       fuente de ventajas, siempre en términos de eficacia
       a comportarse como si así lo creyeran.                       socializadora, frente a la familia.
            La escuela saca su fuerza de otra peculiaridad, a
       saber: no sólo transmite información, conocimientos,
       ideas, sino que también es un poderoso organizador           1.3. lA PERSPECTIVA DE lA SOCIOLOGÍA
       de la experiencia de los alumnos. Un medio de comu-               DE lA EDUCACIÓN
       nicación carece de recursos para mantenernos atado a
       él, como no sean los de la seducción. La escuela, por el         La sociología analiza la educación como un entra-
       contrario, cuenta con la fuerza legal -y, en su caso,        mado institucional y un conjunto de procesos y rela-
       material- necesaria para hacerlo durante muchas              ciones insertos en la sociedad global y dotados ellos
       horas al día, muchos días al año y muchos años de            mismos de una organización social interna. Hablando
       nuestra vida. No sólo retiene forzosamente a los jóve-       con propiedad, no existe una sociología de la educa-
       nes, sino que organiza, además de su actividad intelec-      ción como rama desgajada de la sociología general,
       tual, y con mayor eficacia que ésta, su actividad mate-      sino una sociología general aplicada a la educación.
       rial, obligándolos a callar o a hablar, a moverse o a        Esta no podría ser comprendida en sí misma, haciendo
       estar sentados, a entrar en las aulas o abandonarlas, etc.   abstracción de la sociedad global y de sus principales
       Ya decía Kant que la primera cosa importante que se          instituciones. Al igual que cualquier otro fenómeno
       aprende en las aulas es a permanecer sentados. Esta          social concreto, debe ser enfocada no como hecho abs-
       capacidad de organizar la experiencia personal es la         tracto sino como cristalización de un conjunto de
       gran ventaja, desde el punto de vista de la eficacia en la   determinaciones, como parte de una totalidad social.
       socialización, que posee la escuela sobre los medios         Por consiguiente, todo análisis sociológico de la edu-
       de comunicación.                                             cación implica -no importa que lo haga explícito o
            Por último, hay que tener en cuenta que las dimen-      no- un análisis general de la sociedad y, en particular,
       siones y las relaciones sociales de las modernas orga-       de sus instituciones más importantes; concretamente,
       nizaciones económicas y políticas se han alejado ya          cuando menos, la economía -y, en especial, el
       mucho de las de la familia. La familia podía ser muy         trabajo-, el Estado y la familia.
       eficaz para preparar a las personas para la aceptación           Se entenderá mejor el alcance de lo dicho si lo
       de las reglas de la organización política de la tribu o      formulamos de una manera negativa, en contraposición
       los vínculos feudales y la organización económica de la      a algunas ideas comunes en el campo de la educación.
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En primer lugar, la educación no es lo que es porque       socialización implica también, de manera necesaria, la
se derive así de ninguna presunta naturaleza humana.       historización del análisis de ésta. No cabe imaginarla
No tiene nada de desarrollo de algo que se halla en        como algo invariable, ni siquiera como algo cuya única
germen en la persona, tal como nos sugiere la manida       evolución sea un proceso de universalización, perfec-
metáfora que compara al maestro con el jardinero y al      cionamiento metodológico y técnico, actualización,
alumno con la planta, que aquél se limitaría a regar. No   etc. Ni cabe, tampoco, considerar las formas anteriores
es una operación de dentro a fuera, sino de fuera a        de educación, o las propias de otras culturas, como
dentro (Lerena). No es un proceso de autoproducción        constructos artificiales u opciones erradas mientras no-
del individuo sino de producción de éste y reproduc-       sotros, afortunados, habríamos dado con la verdadera
ción de la sociedad.                                       educación, la única. Distintas sociedades organizan su
    En segundo lugar, no se reduce a un mero pro-          educación de forma diferente precisamente por eso,
blema técnico, por complejo que éste pueda ser. La         porque son distintas; porque no existe, no ha existido
problemática de la educación no consiste en encontrar      ni existirá nunca una fórmula de educación válida para
los medios más adecuados -el método pedagógico-            todo tiempo y lugar. Por ello mismo, se debe huir del
para lograr unos fines que, por su parte, se dan por.      error de pensar que las cosas no han cambiado -a
sentados o quedan fuera de la discusión. De hecho,         pesar de que la escuela sea especialmente indicada
éste es un planteamiento relativamente reciente, na-       para los chistes al respecto-: a medida que cambia
cido de la obsesión de la profesión pedagógica por         globalmente o lo hacen sus principales instituciones, la
enclaustrarse en el mundo de los medios, que presun-       sociedad induce también cambios en las formas de
tamente constituiría un terreno objetivo para una prác-    educación.
tica científica, y alejarse del mundo de los fines, que         Para la sociología, en fin, carece de sentido conver-
pertenecerían al campo de lo normativo, opinable y,        tir al alumno en la única variable, de cuyo lado caería
por tanto, no científico.                                  toda la responsabilidad del resultado de su paso por la
    El carácter social de la educación no se reduce a su   escuela. No son las diferencias entre los alumnos, ni
inserción en la sociedad global, sino que alcanza tam-     siquiera sumándoles toda la parafernalia relativa al
bién, como ya se ha indicado, al interior de la institu-   origen social y cultural, las que determinan sus distin-
ción y el proceso. El sistema educativo, los centros       tas realizaciones en la escuela. Las diferencias que
escolares y las aulas no son un simple escenario de        cuentan no son las que se sitúan fuera por entero de la
procesos técnicos, sino espacios surcados por relacio-     institución escolar, sino las que están en el centro de la
nes de poder, grupos con intereses diferenciados, rela-    articulación entre ésta y la sociedad global o sus prin-
ciones sociales estables, normas de conducta, valores,     cipales instituciones. Está fuera de lugar, por consi-
ideologías, etc. Si el único nexo entre profesores y       guiente, ocultar la responsabilidad de la escuela bajo la
estudiantes fuera que los primeros saben algo que los      aureola de su presunta cientificidad mientras se clasi-
segundos no, las aulas habrían estado siempre vacías;      fica a los alumnos como <<normales», <<niños-proble-
y, en el poco probable caso de llenarse, no funciona-      ma», etc. o se rebautiza su exclusión como «fracaso» y
rían como lo hacen.                                        su rechazo como «inadaptación>>.
    El enfoque de la educación como un proceso de               No existe mucho acuerdo, sin embargo, a la hora de
 26                             MARIANO FERNÁNDEZ ENGUITA
   incorporar al análisis de la escuela -o de la sociedad
   en ~eneral- la idea de conflicto. Una muy poderosa
   comente del pensamiento sociológico, la funcionalista
   la excluye ca~~ por entero. Otras, como los enfoques d~
   1~ reproducc1on y la correspondencia o el credencia-
   hsta, la ponen en el centro del análisis. Esta es la alter-
   nativa aquí adoptada: reconocer y analizar los conflictos     11. Las funciones sociales de la Escuela
  Y contr~dicciones que surcan el espacio social global, el
  escenano escolar y la articulación entre ambos. Este
  reconocimiento debe servir para matizar de antemano
  un análisis que va a estar predominantemente centrado
  en la dinámica reproductiva de la escuela en su contri-            La escuela es una institución multifuncional que
  bución a la reproducción de la sociedad:' se trata de la       desempeña distintos cometidos en relación al sistema
  :ep1:od~':ción de una sociedad contradictoria, por una         social global o sus subsistemas más relevantes. Carece
  mst1tuc1on contradictoria y en una relación contradicto-       de sentido explicar su existencia, sus características o
  ria. Para más detalles sobre esto hay que llegar al capí-      sus cambios en virtud de su sola dinámica interna o
  tulo VII.                                                      recurriendo a explicaciones causales unilaterales. En
    . Finalmente, hay que señalar que el análisis socioló-       este capítulo vamos a detenernos en las que considera-
 gico no debe reducir a los sujetos a la condición de            mos sus funciones más importantes, que se desarrollan
 objetos pasivos de las instituciones, que la atención a         en relación con las esferas del Estado, la economía, el
 la estructura social debe combinarse con la atención a          resto de la sociedad civil y la formación de consenso
 la acción social. Las instituciones constituyen una             social en torno al orden global.
 1~ealidad sui generi:, distinta de los individuos que las           Esta selección, que creemos justificada, no debe
 componen, pero solo cobran vida a través de éstos, lo           ocultar, no obstante, otras funciones menos rimbom-
que les ofrece la o;:asión de mediar los propósitos y            bantes pero no menos dignas de ser tenidas en cuenta.
 1,?~ ef~ctos de aqu_ella_s. _La. escuela no es una excep-       Por ejemplo, la función de custodia que, en el contexto
CIOn: y ene su prop1a dmam1ca, sus propias reglas y una          de una sociedad urbanizada y una familia nuclearizada
dens1dad estructural que constriñe a sus agentes                 sirve para permitir a las madres salir de los hogare_s y
-:-profesores, alumnos, etc.-, pero éstos cuentan                para sacar a los jóvenes de las calles. O la función, de
Sl~mpt~e. con un e_sl?~cio propio para la acción personal        nueva planta, consistente en mitigar u ocultar el de-
Y colectiva. El anahs1s estructural no niega la actividad        sempleo por el sencillo procedimiento de retrasar la
!1umar:a: trata simplemente de explicar lo que sería             incorporación de los jóvenes a la vida activa -en
1m~os1ble desde la perspectiva de la agregación de               realidad no es una función tan nueva, pues ya era bien
acCiones individuales aisladas y consideradas mera-              conocida de los gremios artesanales, que forzaban a un
mente en sí mismas.                                              larguísimo aprendizaje para mantener controlado el
                                                                 número de oficiales y .maestros-. O la de conformar
                                                                 una conciencia nacional, tanto si pensamos en los Esta-