¿Cuáles son los principales propiedades del
rábano?
    Las propiedades del rábano negro o rojo, Raphanus sativus, están
    descritas en los libros antiguos por sus probados beneficios sobre el
    organismo.
   1   Raphanus sativus o rábano
   2   Información nutricional del rábano
   3   Propiedades del rábano o Raphanus sativus
   4   Otras indicaciones
   5   Contraindicaciones del rábano
   6   Nuestro consejo…
    Raphanus sativus o rábano
    Se utiliza los bulbos e, incluso, las hojas para hacer caldos. Esta especie salvaje
    es conocida (tanto en cocina como en botica) desde el antiguo Imperio Egipcio
    y es descrita en las Historias naturales de Plinio. En el paladar es fresco y se
    caracteriza por su sabor picante.
    Existen distintos tipos, que no variedades. Las más conocidas en Occidente son
    el de piel roja con carne blanca y el negro. Este es muy apreciado en
    farmacopea, ya que se muele, previamente sometido a criogenia, y se pueden
    aprovechar todos sus beneficios a través de cápsulas.
    El rábano japonés o daikon es favorito en la cocina asiática y, aunque con un
    regusto peculiar, tiene las mismas propiedades que sus hermanos occidentales.
    Información nutricional del rábano
    Se aprovechan los bulbos frescos ricos en micronutrientes, vitaminas y
    minerales. En general, por cada 100 gramos de este vegetal encontramos:
   Casi 40 mg de calcio.
   1,3 mg de hierro, aproximadamente el 10% de la cantidad necesaria a
    diario.
   16 mg de yodo.
   11 mg de magnesio.
   0,13 mg de zinc.
   Trazas y cantidades significativas de todas las vitaminas del grupo B.
   20 mg de vitamina C.
   Solo 14 calorías y está libre de colesterol.
   Es rico en fibra.
    Propiedades del rábano o Raphanus sativus
    Tanto el negro, muy buscado en los últimos años por los amantes de la
    fitoterapia y la salud a través de las plantas, como el rojo común tienen las
    mismas propiedades medicinales. Apunta que son:
   Es expectorante. Esto es, ayuda a disolver y eliminar las flemas y
    mucosidades.
   Aliviar las dolencias de garganta es otra de las propiedades del rábano.
   Sus compuestos azufrados, que le confieren su particular sabor, favorecen
    el trabajo del hígado. Es, por tanto, una ayuda a la hora de eliminar
    cualquier residuo tóxico del organismo.
   Como tentempié, facilita la labor del estómago en los atracones y
    comilonas. Ayuda a digerir las comidas grasas.
   Contribuye a reducir la aerofagia.
   También resulta apropiado como coadyuvante en los cambios de dieta
    estacionales, por viajes o por circunstancias diversas.
   El rábano es colerético. Es decir, contribuye a una mayor segregación biliar,
    imprescindible a la hora de “romper”; los nutrientes y hacer, por tanto,
    digestiones adecuadas. Ideal cuando comes fritos o alimentos muy pesados.
   Otra de las propiedades del rábano es que está indicado tanto para el
    estreñimiento como para la diarrea de carácter crónico o puntual.
    Otras indicaciones
   Por sus poquísimas calorías y contenido en fibra es idóneo para controlar el
    peso. De todos modos, hay que ser moderados con su consumo, ya que su
    sabor picante actúa abriendo el apetito.
   Las cápsulas se utilizan para la insuficiencia hepática, las alergias digestivas
    e, incluso, para las migrañas de origen biliar o por malas digestiones.
   Por vía tópica es antibacteriano y el jugo realizado con sus hojas y bulbos
    sirve para la artritis y el reuma.
   Es un efectivo desodorante natural. Un cocimiento de la verdura sirve como
    agua de lavado para las zonas más delicadas del cuerpo.
   Junto con el ajo, la cebolla o el puerro se están haciendo numerosos
    estudios médicos encaminados a la prevención del cáncer. Incluso ya se
    comercializa con sus semillas un té especial específico para el cáncer de
    colon.
    Contraindicaciones del rábano
El indometilglucosinolato, presente en esta verdura, ejerce una acción
hipotirodea. Por eso no deben consumirlo en abundancia las personas con baja
actividad en el bocio (hipotiroidismo)
También hay que restringir su consumo cuando hay úlceras gástricas o
problemas graves de hígado o vesícula.