EL LOBO Y EL PRESAGIO
Un lobo se levant muy de madrugada un da con muy buenos nimos, y se dijo para
s mismo: Esto de levantarse as es de muy buen presagio. Doy gracias a los cielos por
este da, pues hoy, me voy a hartar de comer a mi gusto. Pensando en eso, se fue muy
feliz a buscar aventuras. En el camino se encontr un bote con manteca de cerdo, que
se les haba cado a unos arrieros, la oli un par de veces, y le dijo a la manteca: Hoy
no voy a comer de ti, porque me descompones la panza, y estoy muy seguro que voy a
encontrar mejor comida, segn el presagio que tuve hoy por la maana.
El lobo sigui su camino en busca de la comida perfecta para l, y en un valle, se
encontr a una yegua con su hijo, se dijo: gracias al cielo, estaba seguro que hoy iba a
hartarme de buena comida, y dirigindose a la yegua, le dijo: estoy muy cansada, y
tengo mucha hambre, as que me vas a dar a tu hijo para que me lo coma.
La yegua le respondi al lobo: Haz lo que quieras, pero antes, quiero que me hagas un
favor, ayer caminando por el valle, se me clavo una espina en esta pata, te ruego que
por favor me la quites, y luego te podrs comer a mi hijo. El lobo creyendo la palabra
de la yegua, se agacho para sacarle la espina de la pata, y esta al verlo desprevenido,
le dio una patada en la frente, que lo tiro al suelo, as de esta manera la yegua se libr
del lobo y se fue con su hijo a la montaa.
Cuando el lobo recobro los sentidos se dijo: este pequeo contratiempo y mala suerte
no me detendr, ya que hoy, espero hartarme de buena comida, y contino su camino.
Solo haba caminado unos cuantos metros, cuando se encontr a unos carneros que
pacan en un prado, y dirigindose a los dos carneros les dijo: estn preparados, pues
me voy a comer a uno de ustedes. Uno de los carneros respondi: haz lo que quieras,
pero antes te suplicamos que nos ayudes en una cuestin legal, ya que tenemos un
pleito sobre este prado, que fue de nuestro padre y no sabemos cmo partirlo entre los
dos, y por eso peleamos todos los das.
El lobo respondi: Voy a hacer lo que me piden, pero antes, tienen que decirme, bajo
qu condiciones quieren que divida este prado entre ustedes. Muy bien que preguntas
eso, dijo el carnero, pero te digo que no queremos dividirlo, sino que, te pongas en medio
del prado, y nosotros nos iremos a ambos lado, y aquel que llegue primero a ti, se
quedara con todo el prado y al otro te lo comers.
Como quieran dijo el lobo, entonces los dos carneros se fueron cada uno a un extremo
y corriendo con gran velocidad al centro del prado donde estaba el lobo, le propinaron
ambos, un tremendo golpe al lobo, que le partieron las costillas y lo dejaron medio
muerto en el prado.
Cuando el lobo recobro la conciencia se dijo: ni con esto que me ha pasado voy a
detenerme en busca de mi buena comida, ya que hoy da tengo un buen presagio.
Sigui caminando y llego a la orilla de un rio, donde se encontr a una puerca con sus
hijos y se dijo: bendito sea el cielo y bendito este da, saba yo, que hoy me iba a hartar
de comida.
Se acerc a la puerca y la amenazo para que le entregue a sus hijos. Pero esta le dijo:
seor lobo, hare lo que quieras, pero antes mis hijos deben lavarse y limpiarse, esto es
por la costumbre que tenemos, pero como el destino te ha trado hasta aqu, debes
hacerlo t, y despus escoges cualquiera de ellos para comrtelo.
El lobo entonces tomo un lechn y se inclin en la orilla del rio para lavarlo en el agua,
pero la puerca se acerc por detrs y lo empujo al rio, la corriente arrastro al lobo hasta
un molino, de donde se recobr muy dolorido y lastimado.
Grande ha sido este infortunio, dijo el lobo, pero no hay que rendirse, ya que este da
ser afortunado. Sigui caminando y se lleg cerca de un lugar donde vio a unas cabras
que estn brincando muy alegres, se dirigi hacia ellas y les dijo que iba a escoger a
una de ellas para comrsela.
Estamos de acuerdo dijeron las cabras, pero antes tienes que ensearnos tu melodiosa
voz, el lobo, que era un poco vanidoso, comenz a aullar muy fuerte, los aldeanos
oyendo los aullidos del lobo fueron hacia el con los perros y armados con palos, y le
propinaron una paliza al lobo de muerte.
El lobo se libr de los aldeanos, pero estaba debilitado y muy herido, y se arrim a un
rbol a llorar sus penas, y se deca: Cuntos infortunios he tenido hoy? Pero yo soy el
culpable de todo esto; Quin me dijo que despreciara la manteca y la carne salada que
me encontr en el camino?
Pero yo no soy cirujano y me puse a intentar curar a la yegua, ni tampoco se de leyes y
quise arreglar el pleito de los carneros, y mucho menos soy lavandera y quise querer
lavar al lechn de la puerca.
Oh todopoderoso Jpiter, arroja sobre mi cabeza un rayo para que acabe con esta mala
suerte, suplicaba el lobo.
Un hombre que estaba encima de un rbol cortando las ramas, oy las palabras del lobo
y le tiro el hacha que tena en la mano, el hacha hiri al lobo en el espinazo, alzo la
cabeza el lobo y dijo: Jpiter, que rpido has odo mis suplicas.
Moraleja de la fbula: el lobo y el presagio
No hay que creer en presagios, ya que son vanas seales que siempre nos engaan.
Ni tampoco se debe confiar en los aduladores ya que estos nos engaaran y solo buscan
su beneficio.