Lmite
ISSN: 0718-1361
revlimite@uta.cl
Universidad de Tarapac
Chile
Martnez Mestre, Nicols
GRAMTICA DE LO INCONSCIENTE. PENSAR EL DESCUBRIMIENTO FREUDIANO COMO
SIGNO.
Lmite, vol. 9, nm. 29, 2014, pp. 79-91
Universidad de Tarapac
Arica, Chile
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=83636195004
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Volumen 9, N29, 2014, pp. 79-91
GRAMTICA DE LO INCONSCIENTE.
PENSAR EL DESCUBRIMIENTO FREUDIANO COMO SIGNO.1
GRAMMAR OF THE UNCONSCIOUSESS.
THINK THE FREUDIAN DISCOVERY AS A SIGN.
Nicols Martnez Mestre2
Hospital de San Carlos
Servicio de Salud uble****
RESUMEN
El ensayo aborda el problema de la relacin entre lingstica y psicoanlisis, a partir de sus respectivos objetos
discursivos: el lenguaje y el inconsciente. Considerando el lugar que ocupa el problema del lenguaje en la
reflexin del pensamiento contemporneo, se abordan algunas nociones histricas sobre cmo ha sido pensado
y concebido el lenguaje, en distintas pocas. En este marco se realiza una aproximacin a los principales
desarrollos de la semiologa y el psicoanlisis lacaniano. Finalmente, se propone una distincin entre dos
paradigmas para pensar el problema del inconsciente: phon y semeio, entre una retrica y una gramtica de las
formaciones del descubrimiento freudiano.
Palabras clave: lenguaje, inconsciente, psicoanlisis, semiologa, paradigma.
ABSTRACT
The paper addresses the problem of the relationship between linguistics and psychoanalysis, from their discursive objects: language
and the unconscious. Considering the place of the language problem in reflection of contemporary thought, some historical notions
about how it has been conceived and designed at different times it is addressed. In this framework, an approximation to the main
developments of semiotics and Lacanian psychoanalysis is performed. Finally, a distinction between two paradigms for thinking
about the problem of language in the unconscious is proposed: phon and semeio, between rhetoric and grammar of the formations of
the Freudian discovery.
Key words: language, unconscious, psychoanalysis, semiotics, paradigm.
Este trabajo constituye uno de los desarrollos de las clases impartidas como docente invitado en el Posttulo en Clnica
Psicoanaltica Lacaniana, impartido en la Universidad de Concepcin, durante el segundo semestre del ao 2012.
2
Psiclogo, Licenciado en Psicologa, Universidad de Tarapac. Candidato a Magster en Historia de Occidente,
Universidad del Bo-Bo. Gazmuri #448, San Carlos, Provincia de uble, Regin del Bo-Bo. Chile. Correo
electrnico: nicolas.martinezm@redsalud.gov.cl
historia de vida, surgen silencios, omisiones,
Preliminares.
El problema de investigacin que
articula el presente ensayo es la relacin que se
puede
establecer
entre
lo
inconsciente,
entendido como los fenmenos no voluntarios
de la conciencia del sujeto, y el lenguaje. Por
ende, esta reflexin escritural se ubica en un
camino intermedio entre dos disciplinas: el
psicoanlisis, en el desarrollo conceptual
seguido por Jacques Lacan, y la lingstica, en
el marco de la semiologa instituida por Charles
Sanders Peirce y Ferdinand de Saussure. De
modo tal que las preguntas que se intentan
contestar remiten a esos dos mbitos, en primer
lugar qu relaciones se pueden establecer entre
psicoanlisis y lingstica?; y, ms precisamente,
haciendo referencia a sus respectivos objetos
discursivos, qu vnculos se pueden plantear
entre los dominios del inconsciente y del
lenguaje?
los lmites del ejercicio discursivo. Mientras que
del lado del analista, esta experiencia se
enmarca en una prctica de escuchar el discurso
inconsciente del Otro, y desde ah puntualizar,
preguntar, sugerir o interpretar el material
psquico emergente del analizante que le
permita reconocer su deseo. De modo tal que,
la concepcin que ste tenga del lenguaje,
repercute necesariamente sobre la forma de
abordar la clnica y la analtica del sujeto.
Sigmund Freud desde los primeros
trabajos sobre el sueo, los lapsus y chistes,
inscribi el dominio del inconsciente en el
campo del lenguaje3. Punto de desarrollo de la
teora que se fue desdibujando por la
predominancia
que
adquiri
en
los
continuadores ingleses y americanos, las
topologas del aparto psquico: consciente,
Este problema de estudio constituye
uno de los desafos constantes del quehacer en
el dispositivo psicoanaltico.
como
el
analista,
subconsciente e inconsciente; y, yo, ello y
supery, respectivamente. El psicoanalista
francs Jacques Lacan desde la dcada del
cincuenta del siglo XX, y hasta comienzos de la
En ste, tanto el sujeto en anlisis
(analizante),
lapsus, cuestiones que remiten al problema de
se
ven
enfrentados regularmente a una experiencia en
el campo del lenguaje, de sus usos y lmites. De
parte del analizante, esto se manifiesta cuando
al poner en palabras sus sntomas, conflictos, e
dcada del setenta, retorn sobre esta va de
investigacin terica, volviendo en su lectura
de la obra freudiana a esos textos fundantes, La
interpretacin de los sueos, Psicopatologa de la vida
cotidiana, El chiste y su relacin con lo inconsciente,
conceptualizando los trminos freudianos en
los desarrollos de la lingstica, especficamente
en las nociones de significante y significado
mbito
acuadas por Saussure.
especficamente en la reflexin metafsica u
No obstante, el problema del lenguaje
de
ontolgica,
la
el
discusin
filsofo
filosfica,
alemn,
Martn
no ha ocupado un lugar predominante
Heidegger, postulara en la primera mitad del
nicamente en lo que respecta al campo del
siglo pasado, de forma metafrica que el
psicoanlisis. En la reflexin acadmica de la
lenguaje sera el lugar del ser: El lenguaje es la
filosofa y las ciencias humanas, el problema del
casa del ser. En su morada habita el hombre. Los
lenguaje ha ocupado un lugar central durante el
pensadores y poetas son los guardianes de esa morada.6
siglo XX, a tal punto ha llegado esta discusin,
Mientras que el lgico viens, Ludwig
que se ha postulado incluso que el pensamiento
Wittgenstein, equidistante de la posicin
contemporneo, estara caracterizado por un giro
heideggeriana, en su obra Tractatus logico-
lingstico
un
philosophicus, planteara que los problemas de la
descentramiento del lugar del cogito y del sujeto
filosofa constituyen pseudoproblemas, es
en la racionalidad moderna.4
decir,
el
cual
consistira
en
La lingista y
problemas
que
surgen
del
uso
psicoanalista, Julia Kristeva, compara este giro
equivocado del lenguaje.7 Los ejemplos,
del pensamiento de la poca contempornea
podran
con el desplazamiento cultural que dio origen
extenderse
otros
campos
disciplinas, pero lo que se pretende resaltar aqu
al Renacimiento en Europa, cuando el lugar
es
predominante que tena la nocin de Dios en
contemporneo, tanto desde un punto de la
las distintas esferas de la vida social y cultural,
argumentacin como del otro, se apela al
fue desplazado por una preocupacin central
recurso
por el Hombre. En nuestro tiempo, ese lugar
determinada tesis o idea.8
estara ocupado por el Lenguaje.5
que,
en
definitiva,
lingstico
para
en
el
sostener
debate
una
Entonces, en el marco de estas
En este sentido, a partir de distintas
disciplinas, se ha problematizado acerca de los
consideraciones, resulta pertinente preguntarse
cmo en la historicidad del saber occidental ha
sistemas humanos como sistemas semiticos o
sido concebido el lenguaje? Entendiendo que
sistemas lingsticos. Desde los fenmenos
este particular objeto de estudio ha asumido
sociales,
distintas configuraciones en la relacin con las
psicolgicos, todo estara atravesado por la
prcticas y saberes del Occidente, abordaremos
lgica del lenguaje como mediadora de la
algunas nociones histricas relevantes, tanto de
realidad humana, subjetiva. Por ejemplo, en el
la antigedad grecorromana, la modernidad
pasando
por
los
culturales
europea, y la Amrica colonial y republicana.
esencialismo, no reductible a la costumbre, ni a
Premisas
histrico-conceptuales
la naturaleza: Nada importa que sean unas u
fundamentales para el desarrollo posterior
otras las letras que expresan el mismo
sobre
significado; ni tampoco que se aada o suprima
los
vnculos
entre
semiologa
psicoanlisis.
una letra con tal que siga siendo dominante la
1. Algunas nociones en torno a la
historicidad del lenguaje.
a) Antigedad
esencia de la cosa que se manifieste en el
nombre.10
En este dilogo el filsofo ateniense
Oswald Ducrot y TzvetanTodorov en
plantea el problema del origen de las palabras,
su Diccionario enciclopdico de las ciencias del lenguaje
utilizando como mtodo la similitud fontica
sostienen que el primer texto de lingstica de
de stas. Aunque la mayor parte de las
cual se tiene conocimiento es la gramtica
etimologas ofrecidas por Platn han sido
sanscrita de Panini, correspondiente al siglo IV
refutadas por los investigadores, 11 el dilogo
a.C. En ese texto se postula una teora
resulta til para comprender el modo en que los
lingstica general de la que se desprenden las
intelectuales de la Grecia clsica (filsofos y
nociones de: a) sphota, entidad lingstica
sofistas) abordaban el problema del lenguaje.
abstracta, en oposicin a b) dhvani, realizacin
En el caso de la palabra soma (cuerpo), por
individual de esta entidad.9
ejemplo, el discpulo de Scrates comenta lo
No obstante, la primera reflexin
filosfica, deliberativa, en torno a este
problema, se encuentra en un texto clsico de
la filosofa del lenguaje, el dilogo Crtilo de
Platn, escrito tambin en el siglo IV a.C., en el
cul Scrates -personaje literario aqu- refuta las
concepciones, expresadas por Hermgenes y
Crtilo: aquella que concibe el lenguaje como
una convencin social, y la otra que sostiene
que la nombre constituye la esencia de la cosa,
parte de la naturaleza del objeto designado; el
lenguaje en tanto nmos o en tanto phsis
respectivamente. Platn postula aqu un tipo de
siguiente:
Hay quienes dicen que es la tumba
(sma) del alma, como si sta estuviera
enterrada en la actualidad. Y, dado que, a su
vez, el alma manifiesta lo que manifiesta a
travs de ste, tambin se la llama justamente
signo (sma).
Sin embargo, creo que fueron Orfeo y
los suyos quienes pusieron este nombre, sobre
todo en la idea de que el alma expa y de que
tiene al cuerpo como recinto en el que
resguardarse (sizetai) bajo la forma de
prisin. As pues, ste es el sma (prisin) del
alma, tal como se le nombra, mientras sta
expa sus culpas; y no hay que cambiar ni una
letra. 12
Como se puede apreciar en la cita,
existe en este escrito una predominancia del
aspecto fontico en la explicacin del origen de
otra. Estos primeros lingistas modernos
la palabra soma: cuerpo (sma), comparte el
concibieron un modelo de gramtica universal,
significante con prisin (sma), sonoridad que
una gramtica general, es decir, que no
remite a tumba (sma) y a signo (sma),
respondiera a ninguna lengua en particular. En
significados distintos con significante comn, y
el supuesto, idealista y racionalista, de que si un
finalmente a resguardarse (sizetai). El texto
mismo pensamiento es posible de ser
platnico es representativo del campo de
expresado a travs de distintos signos, la
significacin en el cual vivan los intelectuales
diversidad
helnicos, dominado por la phon, debido quiz
comunidades humanas, responderan a un
al lugar del logos en el gora y en la vida pblica
nmero determinado de pensamientos, posible
democrtica.13
de circunscribir en una gramtica de tipo
filosfica europea, iniciada en el siglo XVII por
el racionalismo cartesiano, entendido ste
como un sistema deductivo de verdades
necesarias, Antoine Arnauld y Claude Lancelot
publican en 1660 su obra Grammaire gnrale et
raisonne de Port-Royal.14 En ella definen la
el
arte
de
hablar,la
grammaireestl'art de parler,15 que consistira
fundamentalmente
en
de
las
distintas
c) Amrica
En el contexto de la modernidad
como
lenguas
general.
b) Modernidad
gramtica
de
explicar
los
pensamientos a travs de signos que responden
a una convencin social, parler, est expliquer ses
pennses par des signes que les homme sont invents  ce
dessein.16
El lenguaje en el racionalismo del siglo
En la Amrica colonial de los siglos
XVI, XVII y XVIII, el problema del lenguaje
adquiri una significacin poltica y cultural de
primer orden, debido a las dificultades que
implicaba la relacin con las comunidades
originarias, desde una mentalidad colonizadora
europea
cuyos
fines
consistan
fundamentalmente en la dominacin poltica,
explotacin econmica, y conversin cultural al
cristianismo. Este ltimo problema cultural
posibilitara el surgimiento de una extensa
produccin escrita, de distintas rdenes
religiosas, denominadas Arte de la lengua general,
cuyo fin era facilitar las tareas culturales de
XVII es representacin del pensamiento. En
conversin
este sentido lenguaje y pensamiento son
monrquico.
concebidos como entidades diferenciadas,
publicaba en el centro poltico de la
situando a una en funcin de representacin de la
instituidas
En
1765,
por
el
Andrs
rgimen
Febres,
administracin colonial, Lima, su obra Arte de
El perodo republicano marc una
la lengua general del Reyno de Chile.17 Texto escrito
ruptura con respecto a los estudios lingsticos,
desde las nociones de una mentalidad cristiana,
demarcndose ya no en funcin de la
donde el Otro era concebido como infiel,
dominacin del Otro, sino de la produccin y
difusin cultural del naciente Estado-Nacin.
Para el bien de estos Indios Chilenos,
he solicitado instruir  los nuevos Misioneros
con esta obrita: espero que con la pureza, y
calor de vuestra luz, disipareis las manchas, y
deshareis el hielo de mis frios caractres, para
que los Jesuitas mis Hermanos,  quienes
tocre la suerte, imponiendose en breve en esta
Lengua estraa, predique  los Indios vuestras
grandezas, y las de la misma Luz increada, de
que sois madre, con unas lenguas de Luz, y
Fuego, como las de los Apstoles. Y mucho
ms confio, que con esa misma Luz disipareis
las tinieblas de infidelidad, en que viven tantos
Indios hasta los fines de la tierra.18
En ese contexto se ubica la obra del intelectual
Como se desprende de la cita, los
lengua era el sanscrito, sealando que en la
estudios del clasicismo colonial sobre el
sociedad India -que retena hasta ese tiempo su
lenguaje del Otro se encontraban determinados
antigua forma en el Indostn- exista una
por una funcin de dominacin ideolgica-
divisin en clases sociales en la cual los
cultural de las comunidades originarias. Lo cual
brahmanes (sacerdotes) posean el dominio de
supona tambin una serie de dificultades
la escritura. En esa primera forma literaria,
prcticas, relativas a las sensibilidades culturales
ligada estrechamente a lo religioso, se comienza
de ambas comunidades en conflicto, como
por una genealoga de la divinidad.21
republicano Andrs Bello, insigne agente
cultural del perodo, quien escribira un texto
titulado Compendio de la historia de la literatura,20
redactado originalmente en 1850 para la
enseanza del Instituto Nacional. En ste, el
primer rector de la Universidad de Chile, nos
hace un recorrido por las distintas literaturas de
todas las pocas. De modo tal que al referirse a
los orgenes de la literatura nos remonta al
Indostn, cuna de la civilizacin antigua, cuya
seala el mismo Febres el quisiere hablar bien, y
con facilidad esta Lengua, despus de impuesto en la
terica de lla, se arroje, sin temor, miedo, ni reparo, 
hablar las palabras que sepa, y aunque las diga mal, y
se ran tal vez los Indios, no le de cuidado, que con este
denuedo en pocos meses ver la facilidad que
adquiere.
19
El texto Bello era el reflejo de un tipo
de
produccin
intelectual,
ampliamente
extendido en la Europa decimonnica, en el
que se abordaba el estudio de la literatura, a
partir de una forma de historia positivista, cuyo
objetivo era hacer un compendio lo ms
detallado y erudito posible. En su Introduction 
la potique, curso dictado por Paul Valry en el
pensamiento y su emocin pueden ser
Collge de France, durante 1937, el autor
entendidos como un signo.24
discute con este tipo de produccin cultural,
Saussure, por otra parte, comienza su
planteando que sta se encontrara organizada
reflexin a partir del concepto de lengua,
sobre el supuesto de que la literatura era
asignndole a la lingstica tres tareas: a)
concebida como una extensin y aplicacin de
describir en sincrona y diacrona todas las
ciertas propiedades del lenguaje, proponiendo
lenguas conocidas; b) deslindar las leyes
que la historia de la literatura podra escribirse
generales que actan en las lenguas; c)
sin mencionar un solo autor, La Historia de la
delimitarse y definirse a s misma. Este autor
Literatura dice Valry- no debera ser la
plantea la pregunta acerca del objeto concreto
historia de los autores y de los accidentes de su
de la lingstica, de donde distingue los
carrera o de la carrera de sus obras, sino la
trminos lenguaje y lengua:
Historia del Espritu como productor o
consumidor de literatura.22
2. Semiologa y psicoanlisis.
Hacia fines del siglo diecinueve dos
autores, distantes uno del otro sin contacto
entre s-, concibieron una ciencia de los signos,
Charles Sanders Peirce y Ferdinand de
Saussure. El primero denominara semeiotic 
concepto originalmente acuado por John
Locke- a la lgica en tanto ciencia de los signos,
considerando a sta como una ciencia del
lenguaje.
23
De este modo concibe como unidad de
anlisis la lengua, en tanto objeto unificado y
susceptible de clasificacin, la cul sera aquella
Peirce divide el signo en tres partes: a)
conos;
Tomado en su conjunto, el lenguaje es
multiforme y heterclito; a caballo en diferentes
dominios, a la vez fsico, fisiolgico y psquico,
pertenece adems al dominio individual y al
dominio social, no se deja clasificar en ninguna
de las categoras de los hechos humanos, porque
no se sabe cmo desembrollar su unidad.
La lengua, por el contrario, es una
totalidad en s y un principio de clasificacin.
En cuanto le damos el primer lugar entre los
hechos de lenguaje, introducimos un orden
natural en un conjunto que no se presta a
ninguna otra clasificacin.25
b)
indicios,
y;
c)
parte social del lenguaje. El concepto de lengua,
smbolos.
estara constituido por un sistema de signos en
Estableciendo, como diferencia entre signo y
el que lo esencial est dado por la unin de un
significado, el que un sistema de signos
sentido a una imagen acstica.26 Asimismo,
constituye la condicin de la significancia.
Saussure llama signo al total resultante de la
Concluye as, que el ser humano, su
asociacin de un significante (=imagen acstica) y de un
significado (=concepto).27 El papel del signo es
representar algo, sustituir una cosa evocndola.
mbito del lenguaje y la historia, es que redefine
Este autor propone un proyecto de ciencia que
ciertos conceptos. Inconsciente sera as una
estudie la vida de los signos en el seno de la vida
parte del discurso concreto que falta a la
social, a la cual da el nombre de semiologa.29
disposicin del sujeto.32 El sueo, formacin
En este sentido, concibe los sistemas
del inconsciente, tendra la estructura de una
semiticos compuestos por signos, en funcin de
frase, una escritura.33 El lapsus, as como el
significar, abrir campos de significacin.
acto fallido, seran un discurso logrado.34 El
Caracterizndose por: 1) el modo de operacin,
sntoma estructurado como un lenguaje, se
es decir, la manera como el sistema acta,
resolvera en un anlisis del lenguaje.35 En
especialmente el sentido (vista, odo, etc.) al que
sntesis, el trabajo intelectual de Lacan consisti
se dirige; 2) el dominio de validez, aquel donde
fundamentalmente en inscribir los desarrollos
se impone el sistema y debe ser reconocido u
del psicoanlisis en los aportes conceptuales de
obedecido; 3) la naturaleza y nmero de los
la lingstica.
signos,
funcin
de
las
condiciones
Estos
desarrollos
psicoanaltico,
relacin que une los signos y les otorga funcin
contemporneos de Lacan, a pensar esa
distintiva.30
relacin
Desde ese marco de referencia, en el
que inscribe los aportes del psicoanlisis en el
entre
lenguaje
los
campo
mencionadas; 4) el tipo de funcionamiento,
A mediados del siglo XX, el
psicoanalista francs Jacques Lacan, retoma los
conceptos freudianos y los inscribe en el campo
de la lingstica abierto por Saussure. En su
discurso de Roma, pronunciado en el Instituto
di Psicologia del la Universit di Roma, en el
marco del Congreso de los Psicoanalista de
Lengua Romance llevado a cabo entre el 26 y
27 de Septiembre de 1953, que lleva por ttulo
Funcin y campo de la palabra y del lenguaje en
psicoanlisis, sostiene respecto del psicoanlisis
que: sus medios son los de la palabra en cuanto que
confiere a las funciones del individuo un sentido; su
dominio es el del discurso concreto en cuanto campo de
la realidad transindividual del sujeto; sus operaciones
son las de la historia en cuanto que constituye la
emergencia de la verdad en lo real.31
llevaron
del
lingistas
inconsciente.
Benveniste, por ejemplo, escribe en un texto
sobre la funcin del lenguaje en el campo
psicoanaltico que:
El inconsciente emplea una verdadera
retrica que, como el estilo, tiene sus
figuras, y el viejo catlogo de los tropos,
brindara un inventario apropiado para los
dos registros de la expresin. Por una y otra
parte aparecen todos los procedimientos de
sustitucin engendrados por el tab: el
eufemismo, la alusin, la antfrasis, la
pretericin, la ltote. La naturaleza del
contenido har aparecer todas las variedades de
la metfora, pues es de una conversin
metafrica de la que los smbolos del
inconsciente extraen su sentido y su dificultad
a la vez. Emplean tambin lo que la vieja
retrica llama metonimia (continente por
contenido) y sincdoque (parte por el todo), y si
la sintaxis de los encadenamientos
simblicos recuerda algn procedimiento de
estilo entre todos, ser la elipsis.36
estableci entre psicoanlisis y lingstica. El
En
planteado
caracterizado por una predominancia de la
anteriormente se desprende que el modelo o
phon, que en trminos clnicos implicaba la
paradigma
fenmenos
escucha literal del significante sin alterar una sola
inconscientes fue el modelo de la lengua,
letra. Condicin de posibilidad o en trminos
entendido como signo compuesto por un
foucaultianos, un a priori epistmico- de una
significante
un
esa
retrica del inconsciente. El segundo, quiz
concepcin
se
ordenan
fenmenos,
menos elaborado por este, sera el de semeio, del
mecanismos y produccin de una retrica delo
signo en el inconsciente, posibilidad de una
inconsciente,
gramtica del inconsciente. Retrica y gramtica
definitiva,
para
de
pensar
lo
los
significado.
articulada
los
bajo
En
la
nocin
primer
modelo,
desde
Lacan,
estara
constituiran dos modelos para elaborar una
subyacente de phon.
3. Pensar lo inconsciente como
signo, texto y escritura.
relacin entre los objetos discursivos del
psicoanlisis y la lingstica: el inconsciente y el
lenguaje.
Martin Heidegger, en un opsculo
titulado La palabra. La significacin de las palabras,
distingue tres mbitos de la palabra: suena,
designa y significa. La dimensin fnica,
palabra que deriva del griego phon, sera aquella
dimensin del lenguaje correspondiente al
plano fsico de las palabras, mientras que la
significacin, estara vinculada al metafsico, en
el sentido de que no est en el plano sensible de
la realidad. La implicancia antropolgica que
plantea Heidegger sera que: El hombre tiene el
Es posible entender as el inconsciente
como un libro, un texto, compuesto de una
escritura de signos a descifrar. Tanto en Lacan
como en Freud se puede pesquisar esa
sugerencia
conceptual
metodolgica.
Planteamiento que remite, a aquellos lingistas
y filsofos de la segunda mitad del siglo XX,
como Umberto Eco, Roland Barthes, o Paul
Ricur, entre otros, quienes teorizaron sobre el
problema del texto y su hermenutica.
lenguaje, porque el lenguaje se origina en la palabra,
En esta perspectiva terica, mile
pero la palabra, como el Decir del Ser, tiene al hombre,
Benveniste plantea que en nuestra vida social,
es decir, lo afiata en su destinacin.
37
utilizamos varios sistemas de signos: signos del
lenguaje, signos de la escritura, signos de
As podramos distinguir dos modelos
o paradigmas en la relacin histrica que se
cortesa, de reconocimiento, de adhesin,
signos exteriores (de condiciones sociales),
semitica de encontrar un sentido, es el texto
signos monetarios, signos de los cultos, ritos,
mismo (el discurso del inconsciente, podramos
creencias, signos del arte. A tal punto, que
decir), y; c) la intentio lectoris, aquella estrategia
nuestra vida entera est presa en redes de signos que
semitica que utilizar el intrprete para la tarea
nos condicionan al punto de que no podra suprimirse
de descifrar un sentido (la teora del analista).43
una sola sin poner en peligro el equilibrio de la sociedad
En el plano del texto, Eco reconocer
y del individuo.
38
cuatro mbitos de posiciones subjetivas: a) del
Stphane Mallarm en el siglo XIX
haba planteado que del libro, siendo expansin
total de la letra -del signo, semeio-, se instituye
un juego que confiere a la ficcin.39 En este
sentido, el signo articula el campo de
significacin (imaginario) del sujeto. Roland
Barthes, apunta en la misma direccin
argumentativa que el signo es un disparador de lo
Imaginario.40 Continuando con Mallarm, ste
asimilar la lectura a un tcito concierto en cuya
sinfona el espritu retomar una sonoridad
menor, la significacin.41
autor, dos posiciones, un autor emprico, que sera
aquel que objetivamente produce la obra, y un
autor ideal, aquel que supone la obra en cuestin;
b) as mismo del lector, supondr un lector
emprico, o sea, aquel que concretamente lee la
obra, y un lector ideal, ese que supone el texto, el
gran Otro lugar de la palabra- hacia el cul se
dirige su discurso.44
El texto en esta concepcin sera
entonces un dispositivo concebido con el fin de
producir un lector modelo.45 Al lector o intrprete
se le plantea la tarea de reconocer la intentio
Escribir un texto, postula Barthes, es ya
42
organizar el mundo, es ya pensar.
operis que es, en definitiva, reconocer una
En este
estrategia semitica, una estrategia de sentido.
plano, de la escritura del signo, es donde el
A propsito de lo cual parece pertinente sealar
semilogo italiano Umberto Eco realiza una
que el sentido, de acuerdo Roland Barthes, nace
serie de distinciones con el objeto de delimitar
estructuralmente por diferencia y no por
el terreno de la interpretacin. Eco distingue
repeticin, de modo que un trmino raro, desde que
entonces tres intenciones: a) la intentio autoris,
est captado en un sistema de exclusiones y de relaciones,
del autor, la cual se encuentra perdida para el
significa tanto como un trmino frecuente.46
intrprete, el autor (as como el yo, as como el
sujeto) sera un recurso imaginario del interprete,
inalcanzable; b) la intentio operis, es aquella
accesible al interpretador, accesible a la tarea
4. Perspectivas.
En estas breves lneas hemos intentado
retomar el campo de investigacin abierto por
las
nociones,
conceptos
teoras
del
psicoanlisis y la lingstica, que iniciara Freud,
y continuara Lacan, cada uno de acuerdo al
estado de la ciencia y pensamiento de su poca.
Intentando aportar algunos conceptos a la
discusin analtica actual. E indicando vas de
desarrollo e investigacin, tericas y clnicas,
posibles de continuar en posteriores estudios.
La posibilidad de conceptualizar los
fenmenos de la experiencia analtica supone
de manera correlativa un esfuerzo situar, ese
plano de lo real, con el estado general de las
ciencias y las disciplinas ligadas al lenguaje. Es
una de las huellas que legaran, tanto Freud
como Lacan. En el entendido de que la
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sentido del psicoanlisis en nuestro mundo
Ducrot, O., Todorov, T. (1995). Diccionario
enciclopdico de las ciencias del lenguaje. Mxico:
Siglo XXI.
contemporneo, son posibles en la medida que
Eco,
interpretacin delo inconsciente, el estudio y
esta disciplina definida por una prctica y un
saber no habitual- es capaz de establecer un
dilogo con otras disciplinas, filosofa, literatura
e historia.
Hemos de aadir, a ese imperativo tico
y cientfico freudiano, una disciplina de nuestro
tiempo, la lingstica, en lo que puede aportar a
una retrica y gramtica de esa parte oculta de
nosotros mismos, el deseo el pathos humanoy facilitar as en los analistas su escucha y lectura.
U.
(1990/1997).
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y
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Cf. Foucault, M. (1966/2005). Las palabras y
las cosas. Una arqueologa de las ciencias humanas.
Donde el autor postula que el objeto discursivo
ser humano emerge como desplazamiento de
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Aires:
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Freud,
S.
(1901/1991). Psicopatologa de la vida cotidiana.
En: Op. cit., vol. VI; y Freud, S. (1905/1991). El
chiste y su relacin con lo inconsciente. En: Op. cit.,
vol. VIII.
4
.Cf. Rorty, R. (1967/1990). El giro lingstico.
.Kristeva, J. (1969/1988). El lenguaje, ese
desconocido. Introduccin a la lingstica. Sobre la
poca renacentista consultar Burckhardt, J.
(1860/2004). La cultura del Renacimiento en Italia.
6
Heidegger, M. (1946/2006). Carta sobre el
humanismo.
Diccionario enciclopdico de las ciencias del lenguaje.
10
.Platn (1992), Crtilo, 393d. Dilogos II, p.
382.
11.
Cf. Ibdem, Introduccin.
12
.Ibd., 400c, pp. 394-5.
13.
Cf. Vernant, J. P. (1962/1992). Los orgenes del
14
Cf. Freud, S. (1900/1991). La interpretacin de
Buenos
.Ducrot, O., Todorov, T. (1972/1995).
pensamiento griego.
NOTAS
3
moderna.
. Arnauld, A., Lancelot, C. (1660/1803).
Grammaire gnrale et raisonne de Port-Royal. Paris:
Limprimerie de Munier.
15.
Ibdem, p. 247.
16
.Ibd., p. 247.
17.
Febres, A. (1765).Arte de la lengua general del
Reyno de Chile.
18.
Op. cit., Dedicatoria, sin numeracin de pgina
19.
Op. cit., Prlogo al estudioso, sin numeracin de
pgina.
20.
Bello A. (1850/1883). Compendio de la historia
de la literatura. En: Obras Completas, tomo VI,
Opsculos literarios i crticos, vol. I.
21.
Op. cit., p. 4.
22.
Citado en Borges, J. L. (1938/2011). Textos
37.
Heidegger, M. (1944/1995). La palabra. La
cautivos, p. 273. En Obras completas, vol. 14.
significacin de las palabras, p. 5.
23.
Citado en: Benveniste, . (1974/1999).
38.
Op. cit.
Problemas de lingstica general, tomo II, cap. 3,
39.
Mallarm, S. (1895/1995). El libro, instrumento
Semiologa de la lengua.
espiritual y otras prosas, p. 4.
24.
Op. cit., p. 48.
40.
25
Op. cit., p. 50.
ctedra de semiologa lingstica del Collge de France,
26.
Kristeva, J. (1988). Op. cit., pp. 12-3.
pronunciada el 7 de enero de 1977, p. 144.
27.
Benveniste, . (1966/1999). Op. cit., tomo I,
41.
Op. cit., p. 4.
cap. 4, Naturaleza del signo lingstico, p. 49.
42.
Barthes, R. (1966/1994). Crtica y verdad, p.
28.
33.
Benveniste, . (1974/1999). Op. cit., tomo
Barthes, R. (1978/1998). Leccin inaugural de la
II, cap. 2, Comunicacin, apartado Semiologa de la
43.
lengua.
textos. En: Interpretacin y sobreinterpretacin, pp.
29.
56-79
Ibdem, p. 54.
Eco, U. (1990/1997). La sobreinterpretacin de
30.
Ibd., p. 55.
44.
31.
Lacan, J. (2002).Funcin y campo de la palabra y
En: Op. cit., pp. 80-103.
del lenguaje en psicoanlisis. En: Escritos, tomo I, p.
45.
247.
46.
32.
Ibdem, pp. 248-9. El mismo autor sealar
tiempo despus que el inconsciente se
encuentra estructurado como una cadena de
significantes que se repite e insiste en los cortes
del discurso consciente. Lacan, J. (2002).
Subversin del sujeto y dialctica del deseo en el
inconsciente freudiano. En: Escritos, tomo II, p. 779.
33.
Ibd., p. 257.
34.
Ibd., p. 258.
35.
Ibd., p. 258.
36.
Benveniste, . (1966/1999). Op. cit., tomo I,
cap. 8, Observaciones sobre la funcin del lenguaje en
el descubrimiento freudiano, p. 86.
Eco, U. (1990/1997). Entre el autor y el texto.
Ibd.
Barthes, R. (1966). Op. cit., pp. 68-9