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Brigadas Asturiana y Santanderina

Este documento analiza la historia de las unidades militares asturianas y santanderinas que participaron en la defensa del territorio vasco durante la Guerra Civil Española. Las Brigadas de Asturias y Santander jugaron un papel destacado en la defensa frente al ejército franquista. El autor describe el potencial militar de Asturias y Santander en el frente norte, incluyendo la organización de sus fuerzas y su participación en acciones de combate tanto en el frente vasco como en Palencia y Burgos. El estudio de su intervención contribuye a un mejor
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Brigadas Asturiana y Santanderina

Este documento analiza la historia de las unidades militares asturianas y santanderinas que participaron en la defensa del territorio vasco durante la Guerra Civil Española. Las Brigadas de Asturias y Santander jugaron un papel destacado en la defensa frente al ejército franquista. El autor describe el potencial militar de Asturias y Santander en el frente norte, incluyendo la organización de sus fuerzas y su participación en acciones de combate tanto en el frente vasco como en Palencia y Burgos. El estudio de su intervención contribuye a un mejor
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Euzkadi y el Norte republicano.

Las Brigadas Asturianas y


Santanderinas en el frente vasco*
(Euzkadi and the Northern Republican Spain. Asturias
and Santander Brigades on the Basque Front)
Vargas Alonso, Francisco M.
Centro de Educacin de Adultos (C.E.A.) Real Aquende. Dpto. de
Ciencias Sociales. C/ Arboleda n 6. 09200 Miranda de Ebro
franciscomanuel.vargasalonso@gmail.com
BIBLID [1136-6834 (2012), 38; 867-917]

Recep.: 16.05.2008
Acep.: 09.10.2012

Este artculo se centra en la historia de las unidades militares asturianas y santanderinas que
actuaron en Euzkadi durante la pasada Guerra Civil. Las Brigadas de Asturias y Santander participaron de forma destacada en la defensa del territorio vasco frente al ejrcito franquista. La reconstruccin de dicha intervencin contribuye al conocimiento ms profundo de la historia de la guerra
en el frente Norte.
Palabras Clave: Guerra Civil Espaola. Ejrcito republicano del Norte. Cuerpo de Ejrcito Vasco.
Cuerpo de Ejrcito de Asturias. Cuerpo de Ejrcito de Santander.
Artikulu honek Euskadin Gerra Zibilean jardun zuten Asturias eta Santanderreko unitate militarretan jartzen du arreta. Asturias eta Santanderreko Brigadak era nabarmenean parte hartu zuten
euskal lurraldearen defentsan armada frankistaren aurrean. Parte hartze horren berreraiketak laguntzen du Ipar fronteko gerraren historia sakonago ezagutzen.
Giltza-Hitzak: Espainiako Gerra Zibila. Iparraldeko armada errepublikanoa. Euskal Gudarostea.
Asturiasko Armada Gorputza. Santanderreko Armada Gorputza.
Cet article est ax sur l'histoire des units militaires des Asturies et de Santander qui intervinrent
en Euzkadi durant la Guerre Civile. Les Brigades des Asturies et de Santander participrent de faon
notable la dfense du territoire basque face l'arme franquiste. La reconstruction de cette intervention contribue une connaissance plus profonde de l'histoire de la guerre sur le front Nord.
Mots-Cls : Guerre Civile Espagnole. Arme rpublicaine du Nord. Corps d'Arme Basque. Corps
des Asturies. Corps d'Arme de Santander.

* Este trabajo ha contado con una ayuda a la investigacin del ao 1997 de Eusko Ikaskuntza.

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En este artculo estudiamos la historia de las unidades militares asturianas y


santanderinas que participaron en la campaa vasca durante la pasada Guerra
Civil. Las Brigadas de Asturias y Santander actuaron de forma destacada, y discutida, en la defensa de la Euzkadi autnoma frente al Ejrcito franquista. La
reconstruccin de dicha intervencin contribuye al conocimiento de la historia de
la guerra de forma ms completa, aclarando la actuacin de los batallones de
origen forneo, hasta ahora estudiada de forma parcial, lo que ha favorecido una
visin fragmentaria de los acontecimientos. Las dimensiones de este estudio
nos obligan a obviar las relaciones poltico-econmicas entre las diferentes
zonas leales a la Repblica en el frente Norte, en este caso la Historia de las
Relaciones Euzkadi-Asturias-Santander, para centrarnos en la colaboracin militar de Asturias y Santander en defensa del frente vasco.
1. EL POTENCIAL MILITAR DE ASTURIAS Y SANTANDER EN EL FRENTE NORTE
En el Norte republicano surgieron tres entidades de gobierno autnomo
durante la guerra civil. En el Pas Vasco la revolucin proletaria que se dio en
zona leal al iniciarse el conflicto qued pronto paralizada, debido al peso del
nacionalismo vasco, reformista moderado en el tema social y contrario a un proceso revolucionario. En las otras dos regiones del Norte el poder, pese a la legitimacin de la legalidad estatal republicana, se transform ante la presin de los
trabajadores y sus representantes, los partidos y sindicatos de corte marxista y
anarquista.
En Asturias el poder qued inicialmente fragmentado con la constitucin de
Comits municipales. Entre ellos destac el de Sama, sede del poderoso Sindicato Minero Asturiano, que se autodenomin Comit Provincial del Frente Popular bajo la direccin del dirigente socialista Belarmino Toms, uno de los lderes
de la revolucin de octubre del 34. El Comit de Sama, monopolizado por los
socialistas de la UGT, se marc el objetivo de conseguir la unificacin de las fuerzas proletarias antifascistas, vinculando a una accin de gobierno efectiva a la
poderosa organizacin anarquista asturiana, con sede en Gijn. En septiembre
de 1936 se form en Asturias el llamado Consejo Regional, -o Interprovincial-,
de Asturias-Len, con participacin de los partidos y organizaciones frentepopulistas y de la CNT. Con sede en Gijn, el Consejo se convirti en la autoridad
mxima asturiana, medida que refrend finalmente el Gobierno central el 23 de
diciembre de 1936, quedando el citado Belarmino como presidente del Consejo
y delegado general en Asturias del Gobierno central.
El Departamento de Guerra, bajo la autoridad del comunista Ambou, se apoy en la labor de un militar profesional, el comandante Gllego, jefe de la plaza
de Gijn, de quien se haba servido ya el anterior Comit de guerra gijons. El 10
de septiembre el Comit Provincial del Frente Popular acord la militarizacin de
las Milicias defendida por Ambou y los militares leales, pese a la oposicin anarquista. A partir de entonces se seguiran en Asturias las directrices emanadas
del Estado Mayor del Ministerio de la Guerra del Gobierno central. Sin embargo,
el recelo anarquista a la detentacin de la Consejera de Defensa por un comu868

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nista, llev a una crisis de gobierno el 23 de diciembre. Esta qued saldada con
la salida de Ambou del Departamento, pasando a detentar la cartera de Instruccin Pblica, y quedando la de Guerra en manos del propio Gobernador y Presidente del Consejo, Belarmino Toms1.
El teniente Francisco Ciutat de Miguel lleg al Norte como Jefe de Operaciones designado por el Estado Mayor. A partir de entonces se transformaron las
columnas milicianas en batallones, establecindose una normativa disciplinaria
y de eleccin de mandos. En definitiva, a partir de septiembre las milicias asturianas se organizaron constituyendo una parte del Ejrcito Popular republicano
en el Norte. La asturiana fue una fuerza militar que, como pronto veremos, intervendra de un modo notorio en tierra vasca2.
En Santander, el poder qued fragmentado en multitud de entes locales, los
comits establecidos a nivel municipal. Sin embargo, en torno al Gobierno Civil
se gest el organismo centralizador de la dispersin a la que hemos aludido.
Este fue el Consejo Regional de Santander-Burgos-Palencia, reconocido, como
el asturiano, por el Gobierno central por el ya citado decreto de 23 de diciembre
de 1936. El Consejo lleg a contar con 19 carteras, de las que los socialistas
coparon ocho, incluidas las ms importantes, como la de Presidencia y Guerra,
detentada por Ruiz Olazarn, Presidente del Consejo y delegado del Gobierno
central en la provincia3.
En Santander las fuerzas del Ejrcito y de Orden Pblico permanecieron leales a la Repblica gracias a la labor de las autoridades civiles, y al comandante
Garca Vayas. Este y el diputado socialista Bruno Alonso, que qued como jefe
del Departamento de Defensa establecido hasta su sustitucin por Olazarn,
coordinaron la accin de las pequeas columnas milicianas que establecieron
las lneas de lo que iban a ser los Frentes de Burgos y Palencia. Con la movilizacin de reemplazos comenz la expansin de las fuerzas santanderinas. Estas,
llegaran a constituir el II Cuerpo del Ejrcito republicano del Norte, -denominado
ms tarde XV Cuerpo-, reuniendo ya entrado 1937 algo ms de 40 batallones
en cuatro Divisiones. Sin embargo, a finales de 1936, cuando las fuerzas de
Santander emprendieron su primera operacin ofensiva de peso, el II Cuerpo,
mandado por Garca Vayas, se reduca a 16 batallones, equipados con 26 caones, otros tantos morteros, cinco blindados, y 173 ametralladoras. Aparte de en
Asturias, las fuerzas santanderinas tuvieron sus principales frentes de operaciones en Palencia y Burgos, donde los santanderinos participaron en numerosas

1. AMBOU, Juan. Los comunistas en la resistencia nacional republicana (La guerra en Asturias,
el Pas Vasco y Santander), Madrid: Editorial Hispamerca, 1978; pp. 74-92, y GARCA MIRANDA,
J.C.. La crisis de diciembre. En: VV.AA.. La Guerra Civil en Asturias, Tomo I, Madrid: Ediciones Jcar,
1986; pp. 203-204.
2. VV.AA. La Guerra Civil en Asturias, op. cit., Tomo I, pp. 41, y 156-160; Para la guerra en el
Norte: IBRRURI, Dolores (Dir.). Guerra y Revolucin en Espaa 1936-1939, 4 Vols., Mosc: Editorial Progreso, 1967-1977; Vol. I, pp. 155-163; Vol. II, pp. 69-98; Vol. III, pp. 115-144 y 239-261.
3. PALACIO, Solano. La tragedia del Norte (Asturias mrtir), Barcelona: Ediciones Tierra y Libertad, 1938; pp. 183-193.

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acciones. En noviembre-diciembre atacaron en buena parte de su frente burgals, desde las Loras hasta Mena. Frente a Espinosa de los Monteros las fuerzas
atacantes las formaban los ocho batallones de la columna santanderina nmero
1, llamada de Bercedo-Villasante, reforzados durante varios das por un batalln comunista vasco, el n 26 Karl Liebknecht4.
A principios de 1937 los batallones de Santander y Asturias se integraban
en Brigadas y Divisiones, estructura militar que permiti un mejor control de las
unidades, y que en el caso vasco no se logr imponer hasta abril de ese ao, por
la oposicin de los nacionalistas vascos a la autoridad del general jefe del Ejrcito del Norte, Llano de la Encomienda. A pesar de estos problemas de ndole
poltica, el Ejrcito del Norte trat de sacar partido a la nueva organizacin, aunque el xito fue muy limitado, dada la carencia de medios. En enero, el Cuerpo
santanderino emprendi pequeos ataques en el frente palentino, y en las zonas
de Noceco y Las Loras, en Burgos.
Un captulo importante de las relaciones entre las diferentes entidades del
Norte republicano fue el del armamento. El evidente cantonalismo impidi un
aprovechamiento racional de los recursos, incluida la industria de armamento
existente. Asturias y Santander contaban con fbricas, las de Trubia y Reinosa,
capaces de fabricar armamento pesado, mientras Euzkadi poda acometer la
fabricacin de armas de fuego, morteros y vehculos blindados. Sin embargo, en
conjunto se realiz menos de lo esperado, y el mayor aporte procedi de la
importacin de armamento desde el exterior, por va martima y siempre ante el
peligro de la superioridad naval adversaria que bloqueaba el acceso a la costa
leal. Varios factores contribuyeron a que el esfuerzo industrial blico del Norte
fuese escaso comparado con su potencial: la desorganizacin inicial de la zona
republicana, la difcil adaptacin a una economa de guerra y aqu debe apuntarse la importante merma que para la produccin supona la movilizacin de las
masas proletarias. Decenas de miles de trabajadores, muchos de ellos especialistas, se sumaron a las unidades combatientes privando a la industria de un
potencial humano fundamental. A esto se uni que tanto Trubia como Reinosa
trabajaron a un ritmo pobre. Ambas quedaron demasiado cercanas a la lnea de
frente, y sufrieron las consecuencias de ello. Trubia fue atacada repetidas veces,
y las instalaciones de la Naval de Reinosa sufrieron importantes daos por un
bombardeo areo el 20 de diciembre de 1936. En Trubia se sum, igualmente,
la labor retardadora sino saboteadora del coronel Franco, responsable de la misma. Eso no evitara su posterior ejecucin por los franquistas triunfadores. Y
cuando Reinosa estaba a punto de entregar su primer gran pedido de artillera,
en agosto de 1937, cay ante la ofensiva adversaria sobre Santander. En Euzkadi, el esfuerzo movilizador, la evacuacin y los traslados de maquinara, y la

4. MARTNEZ BANDE, Jos Manuel. Nueve meses de guerra en el Norte. Monografas de la


Guerra de Espaa. Nmero 4, 2 ed. Madrid: Editorial San Martn, 1980; pp. 205-206, 209, 213,
215, y 221; un testimonio santanderino de la lucha en el frente de Espinosa en: MATARRANZ GONZLEZ, Felipe. Camaradas Viva la Repblica! (Memorias de Felipe Matarranz Lobo, miliciano, combatiente en la resistencia y enlace general de la VI brigada guerrillera del Norte o brigada Machado,
Carraceledo (Len): Asamblea 1023, 2005; pp. 58-79.

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adaptacin de nuevos espacios industriales, fruto de los tiempos blicos, impidieron igualmente desarrollar una produccin a gran escala. El recurso a las
importaciones fue, por tanto, un hecho incuestionable. Y dio lugar a las naturales suspicacias de regin a regin al procederse al reparto entre Asturias, Euzkadi y Santander.
A principios de 1937 el problema del armamento era fundamental en el Norte republicano. No haba suficientes armas individuales para todos los combatientes. Muchas, dado el deficiente estado en que haban llegado desde el exterior, se haban inutilizado en las ofensivas lanzadas por los tres Cuerpos de
Ejrcito a finales de 1936. El material importado se reparta proporcionalmente
entre los tres Cuerpos del Ejrcito republicano del Norte, y a pesar de que las
cifras de material llegado parezcan confundir a algunos historiadores militares, los Salas o Martnez Bande, cantidad no equivala a calidad. La Repblica
compraba lo que poda a precios desorbitados, ya que la poltica de No Intervencin de las democracias (Francia e Inglaterra) le haba vetado la compra libre y
transparente en los mercados mundiales. Los mismos mandos rebeldes del frente Norte reconocan que el armamento republicano no era el mejor. El general
Aranda, refirindose al capturado en los combates anteriores deca "ametralladoras, fusiles ametralladoras, morteros, fusiles de multitud de marcas, chatarra
[]" y un comunicado de su Cuartel General aada5:
[] siendo de notar el empleo de ametralladoras y fusiles de modelo ms anticuado,
tales como Remington, Gras y Level, en uso hasta hace treinta o cuarenta aos, y
ametralladoras Colt, viejsima chatarra con la que se engaa a los hombres reclutados [].

Durante el ao 1936, hasta el 23 de noviembre, poco antes de iniciarse la


ofensiva de Villarreal, llegaron a Euzkadi, y segn las cifras manejadas por los
hermanos Salas, un total de 97 caones, 181 morteros, 632 ametralladoras,
658 fusiles ametralladores y 50.946 fusiles. De ellos, 26 caones, 125 morteros, 380 ametralladoras, 220 fusiles ametralladores y 32.969 fusiles estaban a
fecha 23 de noviembre en manos del I Cuerpo de Ejrcito del Norte (el propiamente Vasco), mientras que 42 caones, 56 morteros, 250 ametralladoras,
103 fusiles ametralladores y 14.149 fusiles se haban remitido a los Cuerpos de
Ejrcito de Asturias y Santander. Estos, naturalmente, haban recibido previamente otros envos de material que fueron totalmente absorbidos por sus respectivas fuerzas. El resto del material citado llegado a Euzkadi estaba como
remanente a la espera de su reparto. Con el material citado y el remanente de lo
que haba en julio o lo que se fabric localmente, aparte de algunos blindados y
aviones igualmente importados, las fuerzas vascas afrontaron su ofensiva sobre
Araba. Durante la misma las prdidas de material fueron cuantiosas, con la prdida de millares de fusiles, decenas de ametralladores, ametralladoras y morteros, siete caones reventados por desgaste, nueve blindados destruidos o inutilizados, y varios aviones derribados o averiados. La mayor parte del material

5. Regin (Oviedo), n 4.119 (28-11-1936), pg. 1, y n 4.120 (29-11-1936), pg. 1.

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ligero perdido lo fue por el desgaste que presentaba, vejez o mala conservacin.
De hecho, los rebeldes slo reclamaron la captura de 32 ametralladoras, unos
500 fusiles, dos morteros y ocho blindados, aparte de municiones y granadas.
Entre enero y marzo llegaron al Norte varios barcos, con armamento de
importacin. Este hecho permiti reponer el consumido en las ofensivas de finales de 1936, emprender la ofensiva sobre Oviedo y, por ltimo, sostener la ofensiva franquista sobre Vizcaya, iniciada el 31 de marzo de 1937. Para entonces,
los tres Cuerpos de Ejrcito republicanos en el rea cantbrica disponan de un
potencial importante, aunque muy por debajo de lo defendido por Ramn Salas
en sus estudios, y claramente insuficiente para arrostrar las consecuencias de
una ofensiva enemiga manifiestamente superior en los planos artillero y areo. A
partir de enero los envos fueron fundamentalmente a Santander, pasando prcticamente todo el material a nutrir al II Cuerpo de Ejrcito y, sobre todo, al III de
Asturias, donde a finales de febrero se iba a lanzar una ofensiva contra Oviedo y
su pasillo. De ese modo, a principios de febrero, da 5, el armamento de que
disponan las fuerzas vascas era, segn las sumas totales que constan al final de
un documento de poca, de: 21.944 fusiles, 502 ametralladoras y fusiles ametralladores, 157 morteros, 4.521 pistolas y revlveres. El despliegue artillero
consista en 81 caones de campaa de todos los calibres, cinco contra-carros
y ocho lanzaminas6.
A finales de marzo de 1937 el Cuerpo de Ejrcito Vasco, I del Norte, contaba con ms de 55.000 hombres en la primera lnea y en la retaguardia. De ellos,
unos 5.000 haban combatido en Asturias, -sufriendo ms de mil bajas en
accin-, y en su mayor parte no estaban disponibles para defender Euzkadi, a
fecha 31 de marzo, por estar en trnsito de Asturias a Euzkadi o permanecer en
aquel territorio. El Cuerpo dispona de 55 batallones completos y ocho en organizacin repartidos en los 13 Sectores en que se subdividan los tres Frentes
diferenciados en Euzkadi (Guipzcoa, lava y Burgos). Haba adems tres regimientos y un grupo independiente de artillera, unos 11 batallones de ingenieros
completos y en organizacin, un pequeo batalln de carros orugas, un escuadrn de Caballera, y fuerzas de Intendencia, Sanidad y Transportes. De los algo
ms de 55.000 hombres, casi 15.000 realizaban funciones de retaguardia
(organizacin, intendencia, sanidad, transportes, etc). El armamento de las
unidades de combate, unos 65 batallones por entonces, ascenda a 26.327
fusiles, 5.662 pistolas y revlveres, 508 ametralladoras y fusiles ametralladores,
unas 90 piezas de artillera, y 240 morteros. Al armamento individual citado
habra que aadir el de las fuerzas de la Marina Auxiliar, Orden Pblico, Ertzaa
o Polica Motorizada, lo que aadira varios miles ms de armas largas y cortas.
En todo caso una cifra global muy por debajo de los clculos de Salas. ste,
basndose en la plantilla de armamento terica por batalln, de 432 fusiles,
ocho ametralladoras, 12 fusiles ametralladores, 12 morteros de 50 mm. y cuatro de 81 mm, pretenda que slo los 65 batallones existentes disponan de

6. CDMH, P.S. Bilbao, Leg. 156, Expte. 15.

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28.080 fusiles, 1.300 armas automticas (520 ametralladoras y 780 ametralladores) y 1.040 morteros (780 de 50 mm y 260 de 81 mm). Comparado con
lo existente no queda ms remedio que apuntar que Ramn Salas nunca comprendi que una plantilla "ideal" no tiene que reflejar, necesariamente, la realidad7.
Un problema aadido en el Cuerpo Vasco es que el mismo eludi cumplir la
estructuracin de sus fuerzas en Divisiones y Brigadas, tal como orden al conjunto de las fuerzas del Norte el general Llano y su Estado Mayor. Efectivamente,
desde principios de 1937 los batallones de Santander y Asturias se fueron integrando en el nuevo sistema de Brigadas y Divisiones, organizacin militar que
permita un mejor control de las unidades, y que en el caso vasco no se logr
imponer hasta abril de ese ao, por la oposicin de los nacionalistas vascos a la
autoridad del general jefe del Ejrcito del Norte.
El 28 de marzo las fuerzas presentes en la Asturias republicana, sin contar
los batallones vascos y santanderinos todava en aquellos frentes, ascendan a
72 batallones (69 de infantera, -de ellos 19 acabando su organizacin-, dos de
ametralladoras y uno de morteros y mquinas de acompaamiento). La artillera
se evaluaba en 29 bateras (de ellas 11 agregadas del Ejrcito del Norte), ms
dos bateras de morteros independientes (una de pesados y otra de ligeros), y
cinco piezas contracarro (no las 20 que citan Martnez Bande y los Salas). Con
ello la artillera disponible en Asturias lleg hasta 138 piezas (incluidos seis morteros pesados). El mando republicano en el Norte dispona de ms de un 30%
de artillera en la batalla defensiva que libr en marzo contra los contraataques
de Aranda que cuando lanz la ofensiva contra Oviedo y su pasillo. El resto de
fuerzas asturianas se componan cuatro batallones de Zapadores, una compaa
de pontoneros, una de dinamiteros, cuatro de intendencia, cuatro de camilleros,
una de ambulancias, dos secciones de artolas, un batalln de automovilismo y
un escuadrn de caballera en formacin. El Cuerpo de Ejrcito asturiano se
implic, en definitiva, en terminar su estructuracin tras el fracaso de la ofensiva sobre Oviedo y su pasillo, empleando la amplia recluta de reservistas y reemplazos emprendida no slo en cubrir bajas, sino en acabar de organizar o empezar el encuadramiento de 19 batallones de infantera que le faltaban hasta los
69 previstos; pero los miles de hombres instruyndose o en unidades de retaguardia o sin organizar y por tanto no disponibles para su inmediata entrada en
combate no pueden ser computados, tal como hacen Martnez Bande y los
Salas cuando hablan de los 70.000 hombres disponibles por los gubernamentales en Asturias hacia finales de marzo, cifra a todas luces sobrestimada. En la
misma medida deberan incluirse en el despliegue rebelde las decenas de uni-

7. AGUIRRE Jos Antonio. El Informe del Presidente Aguirre al Gobierno de la Repblica sobre
los hechos que determinaron el derrumbamiento del Frente Norte (1937), Bilbao: Editorial La Gran
Enciclopedia Vasca, 1978; 344-345; SALAS, Jess. Guerra Area 1936/39. La Campaa del Norte,
Madrid: IHCA. Instituto de Historia y Cultura Aeronuticas, 1998; Vol. II, pg. 332; SALAS, Ramn.
Historia del Ejrcito Popular de la Repblica, Volumen II, Madrid: Editora Nacional, 1973; pp. 1.4161.417.

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dades en formacin o en instruccin, con decenas de miles de hombres, en las


zonas cercanas a Asturias (Galicia, Len, Palencia, Zamora, etc...)8.
En cuanto a las fuerzas de Santander, el II Cuerpo del Ejrcito del Norte
republicano era el ms dbil y el menos fogueado de los del Cantbrico leal. En
realidad, sus mayores combates los haba librado en el frente a su cargo a partir
de finales de noviembre de 1936, y antes de esa fecha, aparte de escaramuzas
y pequeos combates en los frentes de Burgos y Palencia, sus mayores acciones
las libraron Columnas y batallones remitidos a Asturias, y tambin actu en el
frente vasco un batalln santanderino entre finales de septiembre y las primeras
semanas de octubre. A principios de 1937 el Cuerpo santanderino haba
comenzado a cumplimentar la orden de estructuracin en Divisiones y Brigadas.
Por entonces dispona de 27 batallones de infantera, de los que tres estaban en
Asturias y 16 colocados en primera lnea en los frentes de Palencia y Burgos, en las cuatro antiguas Columnas que estaban ya organizadas como Brigadas-.
Haba adems 10 compaas de Zapadores, Pontoneros y Ferrocarriles, un batalln de Transmisiones, dos batallones de Transporte, ms fuerzas de Sanidad,
Intendencia y Municionamiento. En total, el Cuerpo santanderino deca contar,
en el Informe que seguimos, con unos 30.000 hombres en sus fuerzas plenamente organizadas, y adems, para adelantar la organizacin en Divisiones y Brigadas se haba iniciado la formacin de 15 batallones con las ltimas llamadas
a filas. Esto significaba que al menos otros 9.000 hombres estaban iniciando su
integracin en la estructura militar montaesa. El mismo Informe aada que
con la movilizacin forzosa que se preparaba de todos los varones de entre 20 y
45 aos se esperaba alcanzar los 60.000 movilizados desde el inicio de la guerra. Sin embargo, lo importante es considerar los efectivos que cubran las fuerzas de primera lnea montaesas en los frentes palentino y burgals. A finales de
marzo pueden cifrarse en el equivalente a una veintena de batallones con los
servicios correspondientes. Esto equivala a un mximo de 15.000 hombres,
adems de 2.000 que estaban actuando en Asturias. El resto de las soldados
santanderinos permaneca en retaguardia, bien adscritos a servicios, o a nuevos
batallones que terminaban su instruccin o se equipaban con las armas llegadas
el 20 de marzo9.
El grave problema del Cuerpo santanderino era el del armamento, apenas
contaba con 15.000 fusiles, y la prioridad dada a otras zonas del Norte hizo que
hasta el 20 de marzo no se le asignarn 10.499 fusiles recin llegados (Level de
8 mm.) con lo que los fusiles a disposicin del Cuerpo llegaron hasta los
23.439. Las ametralladoras eran al menos 133 (13 dedicadas a defensa antia8. Centro Documental de la Memoria Histrica, de Salamanca (CDMH), Poltico-Social (P.S.)
Gijn, Serie "I", Legajo 82. No se da un clculo de efectivos humanos asturianos; pero la cifra total a
finales de marzo no sera inferior a los 55.000 del Cuerpo Vasco. Segn Martnez Bande, al iniciarse
la ofensiva de febrero de 1937 sobre Oviedo y su pasillo haba unos 50.000 hombres en Asturias,
incluidos los refuerzos vascos y santanderinos, y 60 batallones, adems de una masa artillera de
unas 200 piezas. Los efectivos ascendieron despus a 70.000: MARTNEZ BANDE, Nueve meses,
op.cit., pg. 240.
9. Informe contenido en Archivo General Militar de vila (AGMA), Legajo 855, Carpeta 5, Armario 63.

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rea); los fusiles ametralladores llegaban a 138, de los que 25 haban llegado
hacia poco "estando en construccin las cintas"; y de los 70 morteros 35 estaban sin municin y otros 20 con muy escasa municin. La artillera montaesa
tena 40 piezas repartidas entre ocho bateras y dos secciones, ms las piezas
contracarro. Su nmero ascendera bastante entre enero y marzo gracias a la
llegada por mar de nuevas remesas, con lo que a finales de marzo contaba el II
Cuerpo en sus frentes con 75 piezas10.
No slo no se cubra la plantilla terica de las unidades, sino que a ello se
sum la superioridad enemiga en los planos areo y naval. En el primero, el despliegue areo franquista concentr inicialmente 152 aviones, mientras el Norte
republicano dispona de apenas 40 aparatos, segn Jess Salas. En realidad el
nmero de aviones gubernamentales en condiciones de vuelo era de unos 35. El
factor areo, y la clara inferioridad global republicana en artillera y reservas, iban
a ser decisivas en la evolucin de la campaa en los frentes del Norte. El Ejrcito republicano slo pudo contrarrestar su inferioridad material aportando el
mximo de recursos humanos. Y estos eran igualmente limitados al reducirse a
tres regiones aisladas del resto del territorio de la Repblica. La suerte de la zona
cantbrica en manos gubernamentales dependa de que la zona principal republicana reaccionase, paralizando primero la accin enemiga en el Norte y lanzando operaciones decisivas que cambiasen el curso de la guerra. Al fracasarse
en esos objetivos el Norte cay, no sin combatir duramente, y la Repblica inici
su larga marcha hacia la derrota final.
2. ASTURIANOS Y SANTANDERINOS EN EUZKADI EN 1936
Las primeras fuerzas Asturianas que participaron en Euzkadi lo hicieron en el
verano de 1936, cuando acudieron a la lucha en el frente guipuzcoano decenas
de combatientes que actuaron de dinamiteros en los frentes de Irn y San
Sebastin, dirigidos por futuros destacados comandantes asturianos, como
Celestino Fernndez "Celesto", Julio Garca Roza, y Enrique Garca Vitorero. Tambin pas a las fuerzas vascas el capitn del ejrcito Flix Casero Menndez, que
llegara a mandar uno de los batallones vascos de las JSU, el 5 de Euzkadi o
UHP, y que morira ms tarde en Vizcaya.
Los asturianos que participaron en la defensa de Guipzcoa en agosto y septiembre formaban parte de los siguientes contingentes: el llamado "Grupo de
10. AGUIRRE, op.cit., pp. 337-345; MARTINEZ BANDE, Nueve meses, op.cit., pg. 183, cifra
en 76 las piezas santanderinas; El Informe citado AGMA, Leg. 855, Carpeta 5, no tiene fecha, aunque el contexto general nos permite fecharlo a finales de enero o en febrero de 1937. Martnez Bande cifraba el armamento santanderino para el anterior mes de diciembre en 147 ametralladoras, 87
fusiles ametralladores, 47 morteros y 31 caones. En el Informe sin fecha, excepto el nmero de
ametralladoras todos los dems apartados han crecido significativamente. Adems, en el mismo
alguien corrigi a mano en el original cifras de efectivos humanos y materiales, y junto a la partida de
10.499 fusiles aadi el apunte "llegados el da 20 de marzo "; BELDARRAIN, Pablo. Historia Crtica
de la Guerra en Euskadi (1936-1937), 1 ed. Bilbao: Ed. del autor, 1992; pp. 99-102 y 108;
ROMAA, Jos Miguel. Historia de la Guerra Naval en Euskadi, 6 Vols., Bilbao: Ed. Amigos del Libro
Vasco, 1984; Vol. V, pp. 1.182-1.183 .

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Dinamiteros de Asturias", formado por cuatro hombres y mandado por Gregorio


Velasco; "Grupo Dinamitero de Ciao", con 12 combatientes comandados por
Nicasio Gonzlez Antua; los "Dinamiteros de Sograndio", 17 hombres en total,
con Jos Ordiz como Jefe de Grupo; los llamados "Mineros de Mieres" eran un
grupo de 18 milicianos dirigidos por Estanislao Estevez, Jefe de Grupo; la "Compaa de Dinamiteros de Lada", en realidad un grupo de cuatro hombres mandado por el sin duda autotitulado capitn Silvino Pandiella; el "Grupo de Caseros de
Sama", el ms numeroso, con 22 hombres mandados por Arturo Corral, Jefe del
mismo; los "Dinamiteros de Sotondrio", grupo formado por un total de 19 milicianos mineros encabezados por el capitn Ricardo Garca.
Los asturianos tuvieron al mismo tiempo, durante su primera actuacin en
Euzkadi, no menos de siete grupos, que en la documentacin consultada contaban con 96 hombres, aunque la cifra original era mayor, debido a que para las
fechas de los recuentos ya haban sufrido varias vctimas mortales y heridos en
la lucha. En octubre, quedaba todava en tierra vasca el "Grupo de Dinamiteros
de Ciao". ste, el 10 de dicho mes, segua mandado por Gonzlez Antua,
estando situado ahora en Eibar. Diez de los hombres seguan activos, incluido el
chfer, y otros dos estaban de baja por heridas11.
La difcil situacin en Asturias en septiembre-octubre, con el implacable
avance de las Columnas Gallegas para romper el cerco a Oviedo oblig al regreso de la mayora de los contingentes asturianos en Euzkadi. Aqu slo quedaron
algunos hombres a ttulo individual, caso del citado capitn Casero, o de su Ayudante en el batalln UHP de la JSU vasca, Fructuoso San Martn Zapico. Este
morira el 10 de mayo del 37 en el frente de Euba, y su superior en junio, en
Santo Domingo. Al menos tres milicianos naturales y residentes en Asturias
moriran entre diciembre del 36 y mayo del 37, tras haberse integrado en el
batalln comunista Larraaga. Aparte de Casero y San Martn, otros dos lo haran en el lapso temporal diciembre del 36-abril el 37 en dos batallones de la JSU
de Euzkadi, los Rusia y Octubre. En total, los batallones vascos integraron un
total de entre 150 y 200 vecinos de Asturias en sus filas. La mayor parte en
batallones comunistas, de las JSU, y republicanos, seguidos a distancia por los
socialistas. Los citados combatientes parece que se integraron en batallones de
Euzkadi durante la estancia de los mismos en Asturias. Nos referimos siempre a
residentes en Asturias, porque en el plano de naturales asturianos afincados en
el Pas Vasco destacaba el 7 batalln de la UGT, Asturias, que como indica su
nombre fue un potencial bandern de enganche para los asturianos residentes
en Euzkadi.
Un ejemplo destacado de esa integracin de asturianos en batallones de
Euzkadi fue el del sargento Jos Mara Garca Cepedal, de la compaa de ametralladoras del batalln Dragones, de la JSU de Euzkadi. Cepedal era un soldado
asturiano de cuota que se haba pasado del bando nacional a las filas vascas a

11. Un ejemplo de los cados astures en Guipzcoa lo ofrece el diario La Prensa (Gijn), N
4.684 (6-9-1936), pg. 4, En el Frente de San Sebastin.

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mediados de octubre de 1936, en Campanzar. Veterano de las luchas libradas


por el Dragones desde entonces, falleci en Pea Lemona el 5 de junio de
1937, cuando su seccin de ametralladoras se encarg de proteger el repliegue
de los defensores. Eustasio de Amilibia, comisario delegado de la 1 Divisin
Vasca, describi su actuacin en Joven Guardia, rgano de la JSU de Euzkadi12:
[] una granada ha enterrado una ametralladora, quedando otra sin servidores. No
hay quien pueda bajarla [] slo, [] sube al puesto destrozado y baja jubiloso con
su mquina [] la retirada hecha [] hay que bajar las mquinas. Quin proteger el repliegue? El sargento no duda. Coge un fusil y, slo, parapetado tras una pea,
hace frente al enemigo, mientras se salvan armas y servidores. All mismo [] le
alcanz el plomo enemigo []. Su cadver no pudo ser recogido.

Los contactos con sus correligionarios de Santander por parte de frentepopulistas y cenetistas de Euzkadi fueron fluidos desde el principio. Por ejemplo, en
los primeros das del conflicto el Comit de guerra de Torrelavega mantuvo
comunicacin continua con Bilbao y San Sebastin mediante coches que actuaban de enlace llevando partes verbales y escritos. Adems, dos grupos de milicianos de dicha localidad cntabra, cada uno formado por una treintena de
hombres, acudieron a Donostia a finales de julio, participando en el aplastamiento de la insurreccin. A continuacin regresaron a su base, controlando un
amago de sublevacin en el llamado cuartel de Alta, de la capital montaesa, y,
tras actuar despus en los frentes de Barruelo y Asturias, algunos de ellos retornaron a Guipzcoa. Aqu, actuaron a partir del 10 de agosto en la defensa de
Tolosa, que cay el 11, y por ltimo se sumaron a la defensa de Irn, combatiendo en Puntza y San Marcial. Tras la cada de la localidad fronteriza, el grupo
actuante retorn a Torrelavega, con un balance de 15 bajas (cuatro muertos y
11 heridos)13.
Otro ejemplo de la relacin Santander-Euzkadi fue la visita girada al frente
vasco, a principios de septiembre, por el Presidente del Sindicato Minero de Vioo, Lorenzo Villaverde, saldada con tan mala fortuna que el citado falleci en
Durango a causa de un accidente de automvil. Su entierro en Castro Urdiales
congreg a las autoridades santanderinas. El mismo mes de septiembre, ante el
avance rebelde en Guipzcoa, llegaron fuerzas santanderinas a colaborar en la
detencin de la ofensiva enemiga sobre Vizcaya. Un batalln santanderino actu
primero en la zona costera, cerca de Motrico, pasando a los pocos das al frente
eibarrs. Se trataba de uno de los batallones organizado en base a las fuerzas
regulares del regimiento Valencia y contingentes milicianos. Miguel de Amilibia
describe la llegada de la unidad santanderina a Eibar el 28 de septiembre14:
[] el batalln en camino era uno de las fuerzas regulares, en las que la oficialidad,
comprometida, sin duda, en la sublevacin militar, haba sido sustituida por sargen-

12. Joven Guardia (Bilbao), n 36 (9-6-37), pg. 4 "Hroes modestos. El sargento asturiano".
13. MATARRANZ GONZLEZ, Felipe. Camaradas, op.cit., pp. 51-57.
14. El Comercio (Gijn), N 18.084 (5-9-1936), pg. 4, Noticias de Santander, y AMILIBIA,
Miguel de. Los batallones de Euskadi, San Sebastin: Editorial Txertoa, 1978; pp. 86-94.

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tos y cabos ascendidos a capitanes y tenientes de la noche a la maana []. Los


santanderinos bajaron de sus camiones, se agruparon en secciones y compaas y,
bien uniformados, con las mantas en bandolera, atendan disciplinadamente las
rdenes de su improvisada oficialidad y, comparados con nuestros milicianos, parecan tropas de verdad. Pero Cristbal Errandonea [] nos ech encima, no unas
gotas, sino todo un jarro de agua fra.
-Qu tropa!-exclam-. Los soldados son simples reclutas sin ningn entusiasmo
ni la menor idea de lo que es la guerra. Y los oficiales son sargentos y cabos muy
satisfechos de sus estrellas, pero sin la menor autoridad []. Yo ya he dicho a mis
hombres que recojan maana todos los fusiles y mantas que encuentren tirados en
el campo.
[] el suboficial convertido en comandante del batalln santanderino -nos pareci un necio presuntuoso, sin idea de lo que tena entre manos- y los sargentos que
actuaban de capitanes de las compaas. Todos muy pulcros, con flamantes uniformes. Se les dijo que, dotados ya de nuevos elementos podamos intentar la reconquista de Arrate. El batalln cenara y luego, encuadrado por guas eibarreses, se
pondra en lnea para emprender la operacin sin prdida de tiempo, a ser posible de
noche o, por lo menos, con las primeras luces del alba. El suboficial-comandante,
ms hecho a la obediencia que al mando, acept la tarea sin rechistar [].
Se habl a la improvisada oficialidad. El pregonero eibarrs interrumpi sus despropsitos y cedi la instalacin para que aquellas vagas autoridades dirigieran palabras de aliento a los soldados []. Los vtores a la Repblica con que terminaban las
arengas fueron contestados con muy escaso entusiasmo [] al filo de la medianoche, las compaas comenzaron a desfilar en silencio con sus guas eibarreses y,
siempre bajo la lluvia, se fueron perdiendo en la oscuridad. [] Antes de muchas
horas, tendremos a todos estos hombres de nuevo en la plaza sin sus fusiles y sin
sus mantos [].
El tiroteo era muy intenso y estaba surcado por el tableteo de las ametralladoras
y punteado por los caonazos. En la plaza -las previsiones de Cristbal Errandonea se
haban cumplido-, los desbandados reclutas santanderinos suban a los camiones
que deban alejarlos de una guerra para la que no estaban preparados.

El testimonio de Amilibia es, sin embargo, sesgado, l no particip en la


accin, y no vio lo que pas en primera lnea. Los combatientes del batalln vasco Amuategui que sirvieron de guas reconocen que se lleg hasta las posiciones
adversarias, aparentemente por sorpresa; pero se encontraron con una defensa
alertada que les oblig a retirarse precipitadamente, abandonando bajas propias
y santanderinas. El parte rebelde del 29 de septiembre, perteneciente al Grupo
Dez de Rivera, de la columna Los Arcos, presenta los hechos de forma ms
exacta, y no denigra, como Amilibia, a los atacantes. Fue un combate costoso
para ambos bandos15:
15. AGMA, Legajo 458, Carpeta 20 A, Armario 10; Archivo Sancho de Beurko, Biblioteca Central de la Universidad del Pas Vasco (ASB), Fondo ngel Mendoza, "Notas..."., segn el testimonio de
este gudari del Amuategui: "A la tarde llegaron refuerzos de Santander (...) a la noche subimos (...)
estaba amaneciendo (creo que les hubiramos barrido a todos) pero en aquel momento por la parte de Kalamua vena una compaa de requets, salimos al encuentro y gritaron Viva la Repblica y
nosotros contestamos con todo jbilo Viva!, nos hicieron una descarga que cayeron muchos (...)
total que fue una emboscada". Las bajas las cifra Mendoza en tres eibarreses y tres santanderinos
muertos, ms unos diez heridos.

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[] Grupo Dez de Rivera.-Creyendo, sin duda, que nuestras fuerzas no ocupaban


todava Arrate, a las tres y cuarto de la madrugada se aproxim numeroso enemigo
hasta pocos metros de la posicin, sosteniendo un vivo tiroteo y dejando en el campo siete muertos, cuatro prisioneros y gran cantidad de fusiles mosquetones y municiones; durando varias horas el ataque, pero sin dejar de hostilizar durante todo el
da. A las seis y media se present una fuerte columna que atac por el flanco
izquierdo, despus de una dura resistencia en la que sufri catorce muertos y veinte
heridos, se retir el enemigo, despus de ser batido por la batera de montaa y ser
bombardeado Eibar por nuestros aviones. Entre los heridos estn el capitn Arocena
y el Alfrez Larrnaga.

Revilla Cebrecos, en su obra sobre el Tercio de requets de Lcar, que guarneca la zona de Kalamua-Arrate el 29 de septiembre, eleva las bajas del Lcar
a ocho muertos y 35 heridos. Afirma que en el "duro combate" en que se pele
"cuerpo a cuerpo", se hicieron numerosas bajas republicanas, pasndose a los
requets 12 Guardias Civiles, y hacindose 18 milicianos prisioneros. Eso s, se
equivoca al afirmar que el ataque republicano lo llev a efecto " un batalln rojo
de Garellano, en que la mayor parte eran Guardias Civiles y de Asalto ". Revilla,
que no se incorpor al Lcar hasta febrero de 1938, basa sin duda la etapa
anterior de su unidad en documentos y testimonios, y los ltimos confundieron,
sin duda, la uniformidad del batalln santanderino con la del nico batalln del
Ejrcito regular presente en Vizcaya al estallar la guerra, el Garellano. Arstegui
evala las bajas de Lcar en las cifras citadas, pero apunta para ese combate
"contraataques nacionalistas vascos ", lo cual es inexacto y se repite para otras
acciones que cita de la campaa vasca y en las que las unidades nacionalistas
vascas no participaron o no llevaron el peso de la accin, caso de la del 29 de
septiembre. En dicha accin de Arrate, tras el ataque inicial santanderino guiado
por hombres del Amuategui, fueron compaas del 1 de la UGT las que actuaron. Por otro lado, Revilla seala poco despus lo siguiente16:
[] tena Lcar frente a sus posiciones un batalln que se denominaban "los dinamiteros de Castro Urdiales", gente muy alegre que siempre estaban cantando, pero
que no les iban a la zaga los navarros de Lcar, donde haba varios que destacaban
cantando jotas navarras, entre ellos uno que lleg a ser conocido por los "dinamiteros", que por las noches le llamaban por su nombre para que cantase jotas.

Francisco Ciutat, por entonces Jefe de Estado Mayor del Ejrcito de la Repblica en el Norte, destac que el batalln, formado en base al regimiento de
infantera de guarnicin en Santander y Santoa, lleg a Vizcaya hacia el 22 de
septiembre, participando en los contraataques del Kalamua, cerca de Eibar.
Otras fuentes nos permiten saber que el batalln no march de Eibar a Santander, sino que permaneci en Euzkadi. El batalln santanderino era el llamado
Malumbres, y a principios de Octubre pas a operar a la zona de Ondarroa.
Como agregado llevaba al alfrez instructor del batalln vizcano Baracaldo, Jos

16. REVILLA CEBRECOS, C.. Tercio de Lcar, Madrid: G. del Toro, 1975; pp. 71-78, y AROSTEGUI, Julio. Los combatientes carlistas en la guerra civil espaola 1936-1939, Tomo I, Madrid: Aportes XIX, 1991; pg. 129.

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Gonzlez Lpez. El testimonio de ste aporta datos sobre la actuacin del batalln en los primeros das de octubre17:
El da tres, con siete soldados y un sargento, pertenecientes al Batalln "Malumbres" de Santander, realiz una incursin en el campo enemigo, entre Saturrarn y el
puente de Motrico, pudiendo observar las fuerzas que el enemigo posea en aquel
sector. Tambin, con motivo de la incursin, practic dos detenciones [] consistan
en un sacerdote y un seminarista, ambos portadores de una bandera monrquica, el
primero, con el itinerario de todos los movimientos nuestros y un salvo-conducto
para circular libremente por el territorio faccioso []. Acto seguido y con los objetos
que quedan dichos, los entreg en la Comandancia Militar de Lequeitio, sindole
ordenada la conduccin de los presos citados, hasta el pueblo de Zaldivar, a disposicin del Comandante San Juan.
El da cuatro, intervino en la retirada de Ondrroa con el referido batalln de
Santander, quedndose slo en el pueblo. All, con intencin de prolongar e interrumpir la entrada del enemigo en el mencionado pueblo, quedose al objeto de abrir
la pasarela giratoria, lo que consigui. Ms tarde fue nombrado Jefe-Posicin en el
Monte llamado "Urquiaga-Mendi".

Aparte de los cados santanderinos recogidos por el enemigo el 29 de septiembre, sobre media docena segn combatientes del Amuategui que tambin
perdieron a compaeros, al menos otros cuatro santanderinos cayeron en sta
su primera intervencin en tierra vasca. Dos, Antonio Gonzlez Gonzlez y Eloy
Ruiz Blanco, muertos el 25 y 30 de septiembre, fueron enterrados en Durango.
Otro, Julin Dez Lpez, falleci el 29 de dicho mes, siendo enterrado en Eibar.
Por ltimo, Pedro Daz Fernndez muri el 4 de noviembre y fue enterrado en su
localidad de origen, Santoa. Probablemente, ese mismo mes regres la unidad
montaesa a Santander, porque en diciembre, durante la batalla de Villarreal,
tambin hubo numerosas acciones en el frente guipuzcoano, con vctimas en la
zona donde despleg el batalln montas, y no aparece ya ningn cado de ese
origen; pero s de otras unidades18.
Como en el caso asturiano, tambin hubo santanderinos integrados en unidades vascas, aunque en nmero ms apreciable. Muchos de ellos eran inmigrantes con residencia en Bilbao y la zona industrial del Nervin; pero tambin
hubo un contingente de residentes en la provincia de Santander enrolados en
batallones frentepopulistas vascos, y en ellos nos centraremos. La causa de su
integracin en unidades vascas fue, sin duda, la cercana geogrfica que determin una vinculacin poltico-sindical y laboral vizcana de los miembros de
dicho contingente. En lo que respecta a las fuerzas frentepopulistas, el contingente ms numeroso de santanderinos estuvo en los batallones del PCE de Euzkadi. El personal de los mismos cont, segn nuestras ltimas investigaciones,
con un 3,66% de vecinos de la provincia de Santander, lo que equivale a algo
17. CIUTAT, Francisco. Relatos y reflexiones sobre la guerra de Espaa, Madrid: Forma Ediciones, 1978; pp. 23-24.
18. Sobre dichas bajas mortales y para porcentajes de combatientes por lugar de naturaleza
vanse las fichas de defuncin en: Archivo Histrico Provincial de Vizcaya (AHPV), Registro de Fallecidos en campaa, letras A-Z.

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menos de 300 combatientes. Casi el 60% de ellos militaron en el batalln Karl


Liebknecht. El resto se repartan en los Perezagua, Larraaga, y Leandro Carro.
La mayora procedan de los militantes y simpatizantes comunistas de localidades como Ontn, Mioo, Laredo, Castro Urdiales, Smano, La Cavada, Guriezo,
Villaverde de Trucios. Tambin haba algn residente en Santander.
Las JSU vascas tuvieron cerca de un 2,6% de vecinos de la Montaa en sus
unidades, lo que equivale a unos 200 hombres repartidos en siete batallones.
Procedan de las JSU de Castro Urdiales, Solares, Noja, Guriezo, Cicero, Mataporquera, Hoz de Anero, y Los Corrales de Buelna. En cuanto a socialistas y republicanos diremos que los batallones de los primeros contaron con algo menos del
1,2% de vecinos montaeses en sus filas, lo que hace poco ms de un centenar
de combatientes, repartidos en tres batallones. La mayor parte eran de Castro
Urdiales, Laredo, y Otaes. Por ltimo, los republicanos contaron con alrededor
de medio centenar de residentes en Santander (menos del 1,5% de sus efectivos), la mayora integrados en el Azaa-Vizcaya de Izquierda Republicana.
Los anarquistas de Euzkadi contaron con unos 200 combatientes montaeses. La mayor parte integrados en los batallones Isaac Puente, -45% del total-,
y Sacco Vanzetti, y en menor grado en los Durruti, Bakunin, y Malatesta. La
mayora eran de la zona de Castro Urdiales y Laredo, habiendo alguno de Santander. En definitiva, aportado el dato del contingente montas cenetista,
podemos concluir que los efectivos santanderinos integrados en batallones vascos, excluidos los naturales residentes ya en Euzkadi, equivalan algo ms de un
batalln, -cerca de 850 hombres-, que sumados a los asturianos nos dan un
contingente de alrededor de un millar de combatientes.
La ayuda asturiana y santanderina de 1936 fue ampliamente correspondida
desde Euzkadi, fundamentalmente por frentepopulistas y cenetistas. Entre octubre y diciembre de 1936 desfilaron por Asturias los batallones vascos Larraaga
(PCE), Largo Caballero-1 de Meabe (JSU), Rusia (JSU), y Malatesta (CNT).
Todos ellos tenan ms de 2.500 hombres, y sufrieron ms de 300 bajas, incluidos un centenar de muertos. En febrero-abril de 1937 fueron a la ofensiva sobre
Oviedo y su pasillo un grupo ms nutrido de unidades: el ya citado batalln
Rusia, el Perezagua (PCE), el Indalecio Prieto-2 UGT (PSOE-UGT), el Isaac
Puente (CNT), el Fermn Galn (UR), el Euzko Indarra (ANV), el Amayur (PNV),
una compaa del Olabarri (ANV), y otra del Ariztimuo (PNV). Esta segunda
intervencin afect en total a ms de 4.500 hombres que, esta vez, sufrieron
ms de 1.000 bajas en accin, incluyendo alrededor de 300 muertos.
El fracaso de la ofensiva republicana sobre Oviedo tuvo como consecuencia
el que el nacionalismo vasco, a travs de Jos Antonio Aguirre, jefe del gobierno
autnomo y consejero de Defensa del mismo, llevase a la prctica una separacin absoluta de las tropas de Euzkadi respecto a las del resto del Norte y al
general jefe republicano, Francisco Llano de la Encomienda. El Cuerpo Vasco, o
I del Norte, acab haciendo caso omiso de las ordenes emanadas de la jefatura
militar del Norte, viendo Llano como sus competencias no eran reconocidas por
Aguirre y el PNV, que apostaron por relacionarse con el Ejrcito del Norte de igual
a igual, y no como una parte subordinada. A pesar de que las relaciones neceVasconia. 38, 2012, 867-917

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sariamente se mantuvieron, dada la necesidad de refuerzos del resto de la zona


Norte que Euzkadi hubo de recibir para contrarrestar la ofensiva enemiga iniciada el 31 de marzo, hasta principios de junio de 1937 la Repblica no logr que
Aguirre admitiera para el Cuerpo de Ejrcito de Euzkadi (Ejrcito Vasco desde el
punto de vista nacionalista) un general en jefe designado por el poder central,
Mariano Gmir; pero actuando no bajo las rdenes de Llano, sino con mando
independiente y exclusivo sobre el Cuerpo Vasco. La dualidad fue sin duda un
error, subsanado cuando el propio Gmir tom el mando de todas las fuerzas
republicanas en el Cantbrico a finales del citado mes de junio. Para entonces
Bilbao, y buena parte de Vizcaya, haba cado19.
3. LAS PRIMERAS BRIGADAS EXPEDICIONARIAS ASTURIANAS EN EUZKADI
La Historia de la actuacin de las unidades asturianas y santanderinas en
tierra vasca constituye uno de los captulos ms controvertidos de la guerra civil
en el Frente Norte. El nacionalismo vasco, y admiradores como George L. Steer,
un periodista britnico que simpatiz abiertamente con el nacionalismo, se ceb
con los batallones llegados de Asturias y Santander para colaborar en la resistencia vasca, cargndoles a ellos, y a los frentepopulistas y anarquistas locales,
la responsabilidad de las derrotas.
La ofensiva franquista sobre Vizcaya, iniciada el 31 de marzo, oblig al mando republicano en el Norte a remitir refuerzos. A lo largo del mes de abril se
enviaron a Euzkadi las primeras fuerzas, cuatro Brigadas Asturianas y dos Montaesas. Vamos a ver la actuacin de las primeras. Por otro lado, el da del inicio
de la ofensiva facciosa, el director general de Comunicaciones del Gobierno de
Euzkadi, Collen, se entrevist con el Consejero del ramo asturiano, el ugetista
Aquilino Fernndez Roces. No trascendi a la prensa el contenido exacto de la
reunin, pero es evidente que se trataba de coordinar la llegada de los primeros
refuerzos asturianos al Pas Vasco, efectuada a partir del 4 de abril20.

19. Sobre la pugna entre el nacionalismo vasco y el general Llano, y el papel del general Gmir:
VARGAS, Francisco M. Mariano Gmir Ulibarri. General de Brigada, y MUOZ BOLAO, Roberto.
Francisco Llano de la Encomienda. General de Divisin. En: GARCA FERNNDEZ, Javier (coord..).
25 militares de la Repblica, Madrid: Ministerio de Defensa, 2011; pp. 393-418 y 543-585, y VARGAS ALONSO, Francisco Manuel. La actuacin de la Infantera (Marzo-junio de 1937). En: URGOITIA BADIOLA, Jos Antonio (Dir.). Crnica de la guerra civil de 1936-1937, en la Euzkadi peninsular.
La batalla de Bilbao y el final de la Guerra en el Norte, Tomo V, Oihartzun (Gipuzkoa): Sendoa, 2003;
pp. 149-189; testimonio de Gmir en: GMIR ULIBARRI, Mariano. De mis Memorias. Guerra de
Espaa 1936-1939. Campaa del Norte-Comisin Internacional, Pars: Ediciones Estrella, 1939;
140 p .
20. Avance (Gijn), (1-4-1937), pg. 3, El director general de comunicaciones de Euzkadi se
entrevist ayer con el Consejero de Asturias y Len; sobre la participacin de unidades asturianas
en el frente vasco durante las batallas de finales de abril y el mes de mayo: VARGAS ALONSO, Francisco Manuel. Bermeo y la Guerra Civil. La batalla del Sollube, Donostia: Eusko Ikaskuntza, 2007;
pp. 171, 179, 193-194, 213-214, 230, 280-379, y 451-454, y VARGAS ALONSO, Francisco
Manuel. La Agrupacin de Milicianos Socialistas. Grupo Vizcaya. Los batallones Socialistas de Euzkadi en la Guerra Civil, Bilbao: PSE-PSOE. La Agrupacin de Milicianos Socialistas. Grupo Vizcaya,
2008; pp. 89-91.

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Aunque no vamos a profundizar en su estudio. Junto a las fuerzas de Infantera procedentes de Asturias llegaron contingentes artilleros. Jess Salas evalu
su potencial en 16 piezas de artillera, equivalentes a una batera por cada Brigada de Infantera remitida. Sin embargo, las bateras republicanas solan constar de tres piezas, y no de cuatro, lo que reducira los caones de las bateras
expedicionarias a una docena. La actuacin de dicho material en la campaa de
Vizcaya conoci un recorrido geogrfico parejo al que vamos a explicar para las
diferentes Brigadas llegadas en esta primera fase de la intervencin asturiana. A
fecha 3 de mayo de 1937 el total de bateras asturianas y santanderinas que
actuaban en el frente vasco ascenda a ocho, cinco de calibre ligero (de 75 y 77
mm) y tres medio (de 105 mm)21.
3.1. La Primera Brigada Expedicionaria Asturiana
La llamada Primera Brigada Expedicionaria asturiana (en origen 2 Brigada
asturiana) fue mandada primero por Ramn Garsaball Lpez, y luego por el
Mayor (Comandante) Jos Rodrguez Fernndez. El primero era un antiguo suboficial de ingenieros que desde el primer da de lucha se incorpor a las Milicias
Populares. En plena campaa vasca Garsaball regres a Asturias para tomar el
mando de la 7 Divisin Asturiana, siendo reemplazado en el frente vasco por el
citado Jos Rodrguez. Esta Brigada Expedicionaria lleg a Euzkadi a primeros de
abril de 1937. El 12 de ese mes contraatac en el Macizo de Altn, quedando
en el frente alavs, donde tras la reorganizacin del Cuerpo de Ejrcito Vasco de
finales de mes qued agregada a la Tercera Divisin Vasca, de Ibarrola, combatiendo en esos das en la zona de Durango y ms tarde en las proximidades de
Rigoitia. Su actuacin en la zona de Rigoitia le vali una felicitacin del jefe de
Estado Mayor del Ejrcito del Norte, Ciutat. A finales de mayo pas al frente de
la Primera Vasca, tomando posiciones en el Cinturn de Hierro y en las estribaciones del monte Bizcargui. El 11 de junio result muy castigada durante el asalto rebelde contra Urcullu, operacin preliminar de la definitiva ruptura del Cinturn de Hierro, efectuada al da siguiente, jornada en que, como en las
siguientes, la Brigada result diezmada y desarticulada por los combates22.
El 15 de junio la Brigada, tras ser retirada del frente, permaneci acuartelada en el cuartel de Garellano, sufriendo con otras unidades un bombardeo de
aviacin que caus tres muertos y dos heridos, aunque slo uno de estos ltimos perteneca a la Brigada. Para el 16 de junio la Brigada dispona de 1.191
hombres (419 en el batalln 223, 380 en el 228, y 392 en el 234), equipados
con 1.107 fusiles de diferente tipo, hasta el punto de que dos de los batallones

21. SALAS, Jess. Guerra Area., op.cit., Vol. II, pg. 332; Sobre los contingentes asturianos
y santanderinos en Euzkadi: MARTNEZ BANDE, Jos Manuel. Vizcaya. Monografas de la Guerra de
Espaa. Nmero 6, Madrid: Librera Editorial San Martn, 1971; pp. 131, 154-156, 159-160 y
200-201.
22. BLAS, Juan Antonio de. El frente de Len. Asturianos en Euzkadi. En: VV.AA.. La Guerra
Civil en Asturias, op.cit., Tomo 2, pp. 257-269; ENGEL, Carlos. Historia de las Brigadas Mixtas del
Ejrcito Popular de la Repblica, Madrid: Ediciones Almena, 1999; pp. 165-166.

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los tenan de dos tipos diferentes, y el tercero de tres. Slo el batalln 234 dispona de morteros, -tres-, y las tres unidades se repartan un total de 27 armas
automticas de diferente tipo y calibre. En total, sus bajas en Vizcaya entre
muertos, heridos, enfermos, y desaparecidos, ascendan a cerca de un tercio de
los efectivos llegados. La unidad acab desapareciendo en la campaa final
asturiana.
3.1.1. Batalln 23 de Asturias
El primer batalln de la Brigada era el 23 de Asturias, luego 223 al asignarse a los batallones del Cuerpo asturiano la numeracin superior al 200, mientras
el santanderino quedaba con la comprendida entre el 101 y 200, aunque no lleg a completar ni la mitad de la secuencia que se le asign, mientras para el
Cuerpo Vasco, I del Norte, se le dejaba la numeracin del 1 al 100. Este batalln 23 de Asturias era el antiguo Juanelo de Laviana, mandado por el socialista
Fermn Lpez Naves. Este batalln actu en Euzkadi en Dima, situando su
Comandancia en Cenuri. Ms tarde actu por Durango, Rigoitia, y fue desarticulado por el ataque franquista en Urrusti-Gaztelumendi, durante la ruptura del
Cinturn de Hierro los das 12 y 13 de junio. En la tarde del da 13, tras recibir
rdenes del jefe de la Segunda Brigada, se repleg sobre Lezama, con bastante
desorden dada la desorganizacin creada por el ataque enemigo y las bajas. La
desmoralizacin llev a algunos de los milicianos a iniciar por su cuenta la retirada a Asturias, resultando al menos cuatro de ellos detenidos el 15 en Carranza, siendo remitidos como detenidos al batalln Disciplinario de Euzkadi. Posteriormente qued diezmado en la campaa santanderina, de modo que el 1 de
septiembre de 1937 contabilizaba 135 muertos y desaparecidos desde su creacin, y el da 7 de ese mes le quedaban tan slo 152 hombres en armas. La
batalla final por Asturias supuso su desaparicin definitiva23.
3.1.2. Batalln 28 de Asturias
El batalln 28 228, antiguo Mateotti, era socialista, y estaba mandado por
Jos Torre Antua. En Euzkadi se distingui en los combates librados en las proximidades de Rigoitia. Como las otras dos unidades de la Brigada result muy
castigado durante los combates por el Cinturn de Hierro. El 13 de junio la unidad tuvo que replegarse ante el intenso ataque enemigo, sufriendo numerosas
bajas. Todo el material que se esperaba ese da para reforzar la potencia de fuego de la unidad fue destruido con la camioneta que lo trasladaba por un bombardeo areo en Erleches, perdindose 67 fusiles ingleses, una ametralladora
Colt, tres carabinas automticas Suomi, 16.500 cartuchos, 200 bombas defensivas, y 40 antitanques. El da 15, el 228 estaba reducido a 380 hombres y
apartado de primera lnea. Con ello su contribucin a la guerra vasca ces. La
23. Para el batalln 223 vanse las memorias de su comandante en Euzkadi, ejecutado ms
tarde por los franquistas: ROJO PREZ, Carlos (Ed.). Memorias de Fermn Lpez Naves (Comandante del Ejrcito republicano), Oviedo: KRK ediciones, 2011; 112 p.

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unidad destacara en luchas posteriores, como anteriormente a su llegada al


Pas Vasco lo hizo en Asturias. De hecho, desde su fundacin hasta el 1 de
agosto de 1937 llevaba 149 muertos entre sus filas, y el 7 de septiembre, tras
el desastre santanderino el batalln slo contaba con 170 supervivientes en
lnea, desapareciendo poco despus en el curso de la batalla por Asturias24.
3.1.3. Batalln 34 de Asturias
El batalln 34 de Asturias, luego 234, era conocido como Somoza por su
primer jefe, el comunista Jos Rodrguez Somoza, que fue comandante de la
unidad durante su estancia en Bilbao. En Vizcaya el batalln combati entre el
13 y el 16 de abril en la zona de Urquiola-Sabigain, sufriendo numerosas bajas.
En mayo pele en Mgica y Bizcargui, y entre sus vctimas mortales, el da 9 en
el primer trmino citado, se cont la miliciana Cesrea lvarez. Esta presencia
de elemento femenino en los batallones asturianos result negativa y escandalosa para las autoridades vascas, fundamentalmente para las nacionalistas, que
ya haban tomado medidas para erradicar dicha presencia entre las unidades
izquierdistas y anarquistas de su propio territorio. El batalln fue igualmente muy
castigado en la ruptura del Cinturn de Hierro. El Somoza fue un batalln diezmado por los avatares blicos. Desde su aparicin hasta el 1 de septiembre de
1937 sufri la impresionante cifra de 343 muertos y desaparecidos. En Santander qued en cuadro, con slo 182 supervivientes a fecha 7 de septiembre.
Continuaron la lucha en Asturias hasta el amargo final.
3.2. La Segunda Brigada Expedicionaria Asturiana
Esta Brigada (1 de Asturias en origen) sali hacia el frente vasco, junto a la
Primera Expedicionaria, el 4 de abril. La mandaba el capitn de infantera Mateo
Antoanzas Gutirrez, entrando en combate sus avanzadas en la tarde del da 5,
distinguindose a partir de entonces. Esta Segunda Brigada protagoniz el victorioso contraataque sobre el Sabigain el 12 de abril, y antes, en la tarde del 5 de
abril, sus hombres capturaron un coche enemigo con tres oficiales de la Legin
Cndor. Sus tres batallones eran veteranos de la lucha en Asturias, aunque
muchos de los voluntarios de primera hora haban desaparecido en los combates desarrollados entre octubre de 1936 y marzo del siguiente ao. En Euzkadi,
tras operar al Norte de Ochandiano, por Durango, y en Pea Lemona, la Brigada
pas a Valmaseda a primeros de junio, para formar parte de la llamada Divisin
de Enlace entre Santander y Euzkadi durante unos das, retornando al frente casi
de inmediato y operando como Reserva del Cinturn de Hierro, aunque la
Segunda Brigada Expedicionaria se libr del castigo sufrido en el mismo por
otras unidades asturianas. Al final de la guerra en el Norte estaba en el frente
ovetense25.

24. CDMH, de Salamanca, P.S. Bilbao, Legajo 23.


25. CDMH, P.S. Santander, Serie "A", Legajo 210; ENGEL, op.cit., pg. 165.

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3.2.1. Batalln 8 de Asturias


El primer batalln de la Segunda Brigada Expedicionaria era el numerado inicialmente como 8 de Asturias, luego renumerado 208, antiguo batalln Vctor,
organizado por el anarquista Vctor lvarez. Posea una notable experiencia blica fruto de los combates en torno a Oviedo de octubre-noviembre de 1936, y en
la gran ofensiva sobre Oviedo de febrero de 1937. La unidad lleg a Euzkadi
mandada por el Mayor Jos Montero Riego. El 12 de abril destac en el contraataque que recuper el monte Sabigain, capturando armamento y prisioneros de
un batalln del Regimiento San Marcial. El da 20 el batalln, como los del resto de su Brigada, fue visitado por Belarmino Toms, llegado a Bilbao para felicitar a los combatientes asturianos por la captura de varios oficiales de la Cndor
y numeroso armamento enemigo (cuatro ametralladoras, incluidas dos antiareas, y 34 fusiles)26.
Una ancdota que muestra que los batallones forneos dependan en Euzkadi de s mismos para cuestiones como el abastecimiento de productos bsicos, como comida y ropa, nos lo ofrece el que el 15 de abril, el Secretariado de
Milicias de la CNT informaba a los parientes de los milicianos del batalln que
depositasen en las oficinas de la Secretara (edificio del Comit Regional de la
CNT) los efectos que quisieran remitir a la unidad, ya que el sbado 17 de abril
sala hacia Euzkadi el enlace de la CNT asturiana, con el fin de ponerse al da
sobre la situacin del 8 batalln en aquel frente. Idntica misin de enlace se
efectu el 6 de mayo. Esto explica, sin duda, la mala fama que el nacionalismo
vasco atribuy a estas unidades que procedan a saquear su zona de despliegue27.
Tras actuar en la zona de Urquiola el 8 batalln pas, junto al resto de la
Brigada, a Durango, en cuyas inmediaciones combati a principios de mayo, tras
la cada de la localidad en manos del adversario. Despus actu por la zona de
Amorebieta, participando a principios de junio en la lucha por la Pea Lemona.
Steer, crtico hacia la unidad, dice que en el contraataque sobre la citada Pea
el 2 de junio, al batalln 208 le toc avanzar por el flanco derecho hacia la cota
365, pero su avance fue detenido al pie del risco por granadas y fuego cruzado
26. CDMH, P.S. Santander, Serie "A", Legajo 210; STEER, George L.. El rbol de Guernica,
Madrid: Ed. Felmar, 1978; pg. 176, atribuye la captura de los oficiales de la Cndor a los "vascos",
y BELDARRAIN, Pablo. Historia Crtica de la Guerra en Euskadi (1936-1937), 1 ed. Bilbao: Ed. del
autor, 1992; pg. 134, dice de la primera recuperacin del Sabigain que "no se cual o cuales fuerzas participaron en esa accin ". VARGAS ALONSO, Francisco Manuel. Los batallones vascos y la
primera fase de la ofensiva del general Mola sobre Bizkaya (31 de marzo-19 de abril de 1936). En:
URGOITIA BADIOLA, Jos Antonio. Crnica de la guerra civil, de 1936-1937, en la Euzkadi peninsular. La ofensiva del general Mola sobre Bizkaya (del 31 de marzo al 10 de junio de 1937), Tomo IV,
Oihartzun (Gipuzkoa): Sendoa, 2002; pp. 163-190, que utilizaba informacin de la primera versin
de esta investigacin, desarrollada como Ayuda a la Investigacin de Eusko Ikaskuntza a mediados
de los aos noventa del pasado siglo, ya indicaba la presencia de fuerzas asturianas en los combates del Sabigain (en la actualidad Saibigain), estudiada en profundidad ms tarde en: LEZAMIZ, Julen
/ TABERNILLA, Guillermo. Saibigain. El monte de la sangre, 2 ed. Bilbao: Beta III Milenio, 2010;
288 p.
27. Avance (Gijn), n 105 (15-4-1937), y n 121 (2-5-1937), pg. 5 Noticias Militares.

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de ametralladora. El batalln no volvera a entrar en accin hasta los momentos


finales de la campaa vasca. El 24 de junio combati en San Pedro de Galdames junto a uno de los batallones recin llegados de Asturias, el 233 de la 8
Brigada, sufriendo entre ambas unidades unas 70 bajas. Con posterioridad, el
208 sigui combatiendo en el Frente Norte, constando que desde su creacin
como tal batalln, hasta el 1 de septiembre del 37 llevaba 163 muertos en
campaa. Desapareci en la batalla final asturiana28.
3.2.2. Batalln 25 de Asturias
El segundo batalln de la Brigada era el 25, luego numerado 225 y antiguo
batalln de milicias Taboada o Lenin, organizado por el comunista Jos Lpez
Taboada. Llegado a Vizcaya el 5 de abril, destac en las mismas acciones iniciales del 208, recibiendo igualmente, el 20 de abril, la felicitacin personal de
Belarmino Toms. A finales de mayo y principios de junio combati en Pea
Lemona. Sobre su actuacin Steer se mostr igualmente muy crtico, viniendo a
acusar a la unidad de no hacer nada durante los contraataques de los das 30,
y 31 de mayo, y 2 de junio, pese a que en su obra se deja ver igualmente el
peso de la aviacin rebelde para desbaratar la accin asturiana en las citadas
acciones blicas. Acab desapareciendo fruto del desastre en que acab la
campaa del Norte para las fuerzas republicanas29.
3.2.3. Batalln 43 de Asturias
El batalln 43, luego 243, era conocido tambin por sus nombres de la etapa miliciana. Estos eran Crspulo, por su comandante, el comunista Crspulo
Gutirrez, y Sotrondio, por formarlo voluntarios de esa zona asturiana, muchos
de ellos mineros. Lleg a Vizcaya el 5 de abril, y su trayectoria combativa vasca
corri pareja a la de sus compaeros de Brigada. El 29 de abril sufri un bombardeo areo en Erleches, y en la primera mitad de mayo combati en la zona
entre el Bizcargui y Amorebieta. Sus hombres fueron pronto conscientes de la
escasa simpata que despertaban entre la poblacin y la parte del Cuerpo de
Ejrcito Vasco que militaba con el nacionalismo. En la tarde del 31 de mayo, uno
de sus milicianos, estando en Bilbao de baja y encontrndose en el bar Adrada,
ante la tardanza con que le serva un camarero del local, sac un revlver y dispar sobre el empleado, hirindole de gravedad. El minero asturiano, trasladado
al Batalln Disciplinario de Euzkadi tras ser detenido declar30:
Esta tarde en compaa de un miliciano estuvieron en el bar Adrada con el fin de
tomar unos bos de cerveza, pero que (como) el camarero tardara mucho en servirle
y el viera que a otros les servan sigui protestando por la tardanza, diciendo a ver si
los asturianos no tenan derecho a beber nada, respondindole el camarero que
28. STEER, op.cit., pp. 302-303).
29. STEER, Idem.
30. CDMH, P.S. Bilbao, Legajo 16.

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esperara a que llegara su turno, pero sin embargo otros repetan los vasos de continuo y a ellos no les atenda, sacando entonces la pistola y pegndole un tiro. Que no
tiene ms que decir, sino que guard el revolver sin oponer ninguna resistencia en el
momento de su detencin.

Era el 243 el menos fogueado de los batallones de la Segunda Expedicionaria, debido a su ms tarda creacin. Tras la retirada del frente vasco, en julio del
37 contabilizaba slo 19 muertos y 18 desaparecidos, la mayor parte cados en
la campaa vasca. Como sus compaeros de Brigada acabara desapareciendo
pocos meses despus, a la cada del Norte republicano.
3.3. Tercera Brigada Expedicionaria Asturiana
Esta Tercera Brigada (3 de Asturias en el III Cuerpo de Ejrcito) sali hacia
el frente vasco el 27 de abril, entrando en fuego en la zona de Durango el da
30. La mandaba el Comandante Joaqun Burgos Riestra, y fue asignada a la
Segunda Divisin Vasca, mandada por Vidal. Dos de sus batallones fueron asignados a la zona de Amorebieta, y un tercero a la de Miravalles. Sus unidades
combatieron por Ajurias, Zugastieta, Mungua, Lemona, y en la lucha que precedi la cada de Bilbao. Desapareci en la campaa final del Frente Norte.
3.3.1. Batalln 13 de Asturias
El batalln 13, luego 213, era el antiguo batalln Juventudes Libertarias. Lo
mandaba el cenetista Jess Garca Escaln. La unidad haba destacado con
anterioridad en Asturias, y su actuacin en Vizcaya se sald con numerosas vctimas, tras combatir en las proximidades de Guernica y Lemona. Hasta el 1 de
agosto haba sufrido desde su constitucin 108 muertos y desaparecidos en
campaa, muchos de ellos en Euzkadi.
Algunos testimonios negativos recogidos en el Pas Vasco presentan a los
asturianos, y en general a todas las unidades izquierdistas, como unidades plagadas de mozalbetes que slo buscaban la paga diaria de miliciano. Indudablemente, en toda guerra y bando hay soldados que se alistan por la paga, pero en
el caso asturiano la precariedad en el cobro no avala precisamente la versin
apuntada. A mediados de abril, algunos heridos y los familiares de cados y
desaparecidos en los combates de febrero todava no haban cobrado sus haberes. En otros batallones de la Brigada se daban, como veremos, situaciones
parecidas, tal como puede seguirse en diarios de poca como el gijons Avance.
Como otras unidades, los hombres del batalln deban recurrir a la ayuda familiar para recibir ropa y abastecimiento extraordinario durante su estancia en Euzkadi. El 28 de mayo se haca en la prensa un llamamiento a los familiares que lo
deseasen para que acudieran a la oficina del batalln, en Gijn, con el fin de
remitir ropas y otros objetos al batalln31.
31. Avance (Gijn), n 145 (28-5-1937), pg. 5 Noticias Militares.

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La unidad, tras acabar su intervencin en Euzkadi, sigui con su Brigada,


actuando en la ltima ofensiva asturiana, lanzada el 1 de agosto sobre el pasillo
ovetense y saldada con un sangriento fracaso. La Brigada cambi la numeracin
a 204, que sigui comandando Joaqun Burgos. Acab su intervencin en el
Norte durante el desastre de la cada de Asturias, tras actuar por Panes, Llanes,
Celorio y Arriondas32.
3.3.2. Batalln 16 de Asturias
El batalln 16 216, era el antiguo batalln de milicias Dutor n 1 u Otero.
Mandado por el socialista Aniceto Rodrguez lvarez, se distingui en Euzkadi en
la zona de Zugastieta en los primeros das de mayo. A mediados de abril, con la
unidad batallando en Euzkadi, todava haba hombres a los que se adeudaba la
paga de los ltimos diecisis das de Diciembre del 36, y las de Enero y Febrero
del 37. Llevaba 55 muertos hasta el 1 de agosto de 1937, y precisamente en
ese da particip en un fracasado ataque al monte Cimero, durante la ltima
operacin republicana contra el pasillo ovetense. En esta ocasin perdi al ms
conocido de sus hroes, el sargento Victoriano Puerto, quien encabez los tres
asaltos de la unidad sobre Cimero, cayendo muerto en el ltimo intento. Acab
la campaa del Norte como II batalln de la 204 Brigada. Qued destacado en
la zona de Belmonte, y luego en Trubia. Varios de sus hombres fueron capturados, junto a otros combatientes de su Brigada originaria y de otras unidades,
cuando intentaban huir del Norte por va martima, durante los ltimos das de
resistencia33.
3.3.3. Batalln 30 de Asturias
El batalln asturiano nmero 30, luego 230, era el antiguo batalln Mximo
Gorki n 2, y lleg a Euzkadi con su organizador al frente, el comunista Joaqun
Burgos. Durante la precedente ofensiva republicana sobre Oviedo perdi, el 25
de febrero, a su primer comandante, el famoso Horacio Argelles. El batalln,
junto a los de su Brigada, entr en combate en Euzkadi a finales de abril de
1937, sufriendo sus primeros cados el da 30, en el frente de Durango. El 6 de
mayo dispona de 567 hombres en Vizcaya, y desde su fundacin haba sufrido
50 muertos, 35 desaparecidos, y 146 heridos. Hasta entonces, slo un pequeo porcentaje de esas bajas se produjo en el frente vasco, -incluidos unos 15
muertos-, dado el escaso tiempo que llevaba incorporado al mismo. Destac en
la lucha por Ajurias y Zugastieta a principios de mayo, y ms tarde en los combates por Lemona.
Steer descalifica totalmente a esta unidad con motivo de los combates por

32. VV.AA., La guerra civil en Asturias, op.cit., Tomo II, pg. 358.
33. Avance (Gijn) , n 107 (17-4-1937), pg. 5 Noticias Militares.

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Pea Lemona. El 30 de mayo sealaba que a las ocho horas de la maana


[] se poda ver a los hombres del nmero 230 con sus kepis marrones que les
cubra toda la cabeza, el uniforme asturiano, avanzar en gran desorden a travs del
monte bajo. Un avin enemigo, alertado por nuestra artillera, hizo un rpido pase sin
hacer nada. El terror se apoder del batalln 230 que rompi a correr en desbandada colina abajo. No vimos a ningn oficial que tratar de detenerlos: todos corran y
se escondan. Unos cinco minutos ms tarde llegaron cuatro aviones de caza ms
que ametrallaron el monte desde una altura de 1.200 a 1.500 pies. El pnico del
230 continu. No sufrieron bajas. A las ocho y veinte, los aviones se haban ido, pero
como el 230 no estaba listo para el ataque, el comandante Gorritxu envi una orden
a aquel hombre con gorro asturiano, barba negra y mal aspecto, que comandaba el
batalln, para que estableciera contacto con el batalln 225.

La accin del da 30 se frustr, pues el 230 no fue capaz de restablecer el


contacto con el 225, y el mismo 230 estaba disperso, apareciendo, segn Steer, "con muchos de sus hombres durmiendo entre los pinos, muy lejos de la lnea
de fuego, mientras otros se dedicaban a devorar pedazos de cordero asado". El
siguiente contraataque, el da 31, fracas igualmente. Segn Steer ni el 225 ni
el 230 hicieron el ms mnimo movimiento. Sin embargo, las apreciaciones de
Steer contrastan con el crecido nmero de bajas que el 230 sufri durante su
actuacin en Euzkadi, extremo este que dicho autor desconoca totalmente,
seguramente porque no estaba siempre tan en primera lnea como presume
constantemente en sus relatos. Todo indica que los batallones asturianos no se
limitaban a correr ante la aviacin enemigo, algo que en realidad tambin hacan los hombres de los batallones vascos para no ofrecerse en campo abierto a
un tiro al blanco que slo contribua a un intil nmero de bajas.
Como indican la documentacin consultada, en mayo y junio las bajas del
230 se incrementaron considerablemente. El 1 de agosto sus bajas ascendan
ya a 85 muertos, 94 desaparecidos, y 245 heridos. Dado que desde finales de
junio haba pasado a reorganizarse, sus bajas en combate en el frente vasco
entre el 6 de mayo y finales de junio fueron 193 (35 muertos, 59 desaparecidos, y 99 heridos), que pueden elevarse a unas 250 si sumamos las sufridas
entre finales de abril y el citado 6 de mayo. Algo que no contribuye precisamente a mantener la negativa visin que diese Steer sobre este batalln. Posteriormente sigui la suerte de sus compaeros de Brigada. En la fase final de la guerra en el Norte lo comand Jos Santos Rodrguez, antiguo capitn ayudante de
la unidad. El mismo fue capturado al intentar salir de Asturias en un vapor, siendo condenado a muerte, pena que le fue conmutada tras acabar la guerra34.

34. Sobre la represin en Asturias, con millares de casos en que consta la suerte de los combatientes all juzgados tras la derrota republicana: LARUELO ROA, Marcelino. La Libertad es un bien
muy preciado. Consejos de Guerra celebrados en Gijn y Camposancos por el ejrcito nacionalista al
ocupar Asturias en 1937. Testimonios y condenas, Gijn: En la estela de Aldebarn, 1999; p.
478+CD de Consejos de Guerra con p. 603.

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3.4. Cuarta Brigada Expedicionaria Asturiana


Esta Brigada fue la ltima asturiana enviada al frente vasco en abril de
1937, partiendo de Asturias el da 30 de ese mes. Su comandante era el capitn profesional Toms Dez Ipiens. Llegada al frente vasco, la Brigada particip
en la batalla por el Sollube, destacando el batalln 212 por su combatividad,
mientras el bisoo 252 fracasaba al perder la cumbre tras ser sorprendido por
tropas moras de la V Brigada de Navarra.
Tras los combates del Sollube la Brigada qued reducida a dos tercios de
sus efectivos originales. El 3 de junio se situaba en el Cinturn, reuniendo sus
tres batallones 1.100 hombres. El 212, el ms castigado por la lucha, slo contaba con 316 combatientes. La brigada estaba muy mal armada, ya que sus tres
batallones tenan fusiles diferentes, lo que complicaba el municionamiento de la
Brigada. La mayora del armamento automtico y pesado (ametralladoras y morteros) estaba en poder del 212, (3 fusiles ametralladores y 2 morteros), contando el 252 con un nico mortero. El batalln 231 careca de armamento pesado.
La Brigada, para compensar su escaso nmero de armas de apoyo, recibi el
refuerzo de una compaa de ametralladoras del batalln Saseta, nacionalista
vasco, equipada con 12 mquinas. Curiosamente, tambin tena adjunta una
compaa de la Polica Ertzaa, sin duda por el temor nacionalista a los "revolucionarios" asturianos, y a sus posibles actos de "pillaje" en la zona del frente.
Algo lo ltimo que era muchas veces obligado, dada la discriminacin que la
Intendencia vasca tuvo con los asturianos.
La Brigada result muy afectada el 11 de junio, en la operacin del monte
Urcullu, un espoln del Bizcargui que fue atacado ese da tras un brutal bombardeo, y cuya ocupacin precedi la ruptura, en la jornada siguiente, del Cinturn
de Hierro. La unidad fue retirndose hasta la zona del monte Banderas, donde
libr un ltimo combate en defensa de Bilbao. Como siempre, Steer presenta a
la unidad en negativo, retirndose de Banderas en la tarde del jueves 17 de
junio. Primero afirma que los asturianos, hacia las 20,10 de la tarde haban
abandonado. Luego, a las 20,30 los presenta combatiendo junto a las tropas
vascas que van a contraatacar, y ms tarde dice que "todava se estaban retirando". Una muestra ms de los prejuicios de dicho autor, y de la escasa consistencia de unas crticas teidas siempre de subjetividad. Tras la campaa vasca
la Brigada acab tomando el nmero 194, comandada por Felipe Avilleira
Rojo35.
3.4.1. Batalln 12 de Asturias
El batalln asturiano 212, antiguo batalln CNT n 6, tambin llamado
Mario, por su jefe, el cenetista Mario Cuesta, de Avils, era una unidad veterana
de los sangrientos combates librados en torno a Oviedo, destacando en la ofen-

35. STEER, op.cit., pp. 378-379.

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siva republicana de febrero del 37. En Vizcaya el batalln brill en los combates
del Sollube, donde recuper una cota al asalto, a los gritos de "Arriba Asturias!
Viva la F.A.I.!". Hasta ser relevado, el batalln se mantuvo en sus posiciones, llegando a capturar varios prisioneros marroques. Ms tarde, en junio, luch en la
zona del monte Banderas, cayendo el 17 de junio su comandante, Mario Cuesta. Steer viene a apuntar que Mario cay asesinado por uno de sus hombres en
Deusto, al reagrupar a los hombres para contraatacar, "orden a los asturianos
volver a la lnea en el puente. Un hombre sali de las filas y lo mat". Pero Steer, aunque lo cuenta no parece que estaba presente, y ninguna de las fuentes
asturianas consultadas cita ese episodio.
Mario Cuesta fue reemplazado en el 212 por Emeterio Daz Huerta, quien
dirigi la unidad durante la retirada posterior. Hasta el 1 de julio el batalln
sufri 81 muertos y 11 desaparecidos. De acuerdo con los datos que tenemos
casi la mitad de ellos haban cado en Euzkadi. El batalln qued despus como
batalln I de la 194 Brigada, nueva numeracin de la 4. En la campaa final
por Asturias actu por Piedrafita, retirndose por Bayo y Moreda, hasta Gijn,
donde sus hombres intentaron la salida por mar, resultando capturados muchos
de ellos36.
3.4.2. Batalln 31 de Asturias
El batalln 31 de Asturias o 231, antiguo Mximo Gorki n 3 organizado por
el PCE, lo mandaba Manuel Santos. De esta unidad, veterana de los combates
de Oviedo, puede decirse que destac por su tesn en la ofensiva asturiana de
febrero, en la que sufri 162 bajas, incluidos 41 muertos y desaparecidos. Para
su intervencin en Euzkadi no hemos encontrado testimonios adversos o favorables, al contrario de lo que acontece con sus compaeros de Brigada. Puede
decirse que el batalln cumpli con su deber, combatiendo en las zonas de Morga y Sollube, y en la batalla que sigui a la ruptura del cinturn. Hasta principios
de julio sufri, desde su constitucin, 121 muertos y desaparecidos, al menos la
tercera parte fueron baja en Euzkadi. Transformado en III batalln de la 194 Brigada, qued bajo el mando de Toms Dez, quien al parecer fue degradado
perdiendo el mando de la Brigada y siendo relegado al rango inferior de jefe de
batalln. Al derrumbarse el frente asturiano el batalln estaba incorporado al
semicerco mantenido por los republicanos en torno a Oviedo.
3.4.3. Batalln 52 de Asturias
El batalln 52 252 de Asturias se form en base al batalln Puerto de Tarna, conocido tambin como Mjico/Mxico (no confundir con el n 63 de Euzkadi Mjico del PSOE-UGT). Lo mandaba el socialista Luis Gonzlez Rodrguez, y
era una unidad con escasa experiencia blica, destacada en el frente leons, en

36. PALACIO, op.cit., pp. 158-160; STEER, op.cit., pg. 378.

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el Puerto de Tarna que le daba nombre. El 20 de abril fue relevada all por el
batalln 267, incorporndose a continuacin a la Cuarta Brigada Expedicionaria
con destino a Euzkadi. Su entrada en combate en el Sollube result desafortunada, al verse sorprendida por los moros de un experimentado Tabor de Regulares rebelde.
Steer, que pareca regodearse en el fracaso de los no vascos, sin analizar
seriamente las causas, apunt que en la noche del 6 de mayo un batalln asturiano tom el relevo de la posicin del Sollube, y que entre las 6 y 7 de la maana del da 7, segn los propios asturianos, se vieron sorprendidos por la aparicin de los moros, lo que les oblig a escapar ladera abajo. Naturalmente, Steer
aprovecha para exagerar diciendo que los asturianos "decidieron abandonar la
posicin al amanecer, sin tan siquiera tener la excusa de un ataque por sorpresa". Sin embargo, el periodista franquista Ruiz Albniz, confirm en sus crnicas
que un enlace vasco desorientado condujo por error a los moros a espaldas del
batalln astur. Tampoco hemos encontrado confirmacin documental que avale
la versin de Steer de que algunos de los asturianos fuesen fusilados a causa
del desastre. El 252 sigui luchando en Euzkadi hasta junio, sufriendo duras
bajas los das de la ruptura del Cinturn de defensa de Bilbao. Hasta el 1 de
agosto del 37 la unidad sufri 53 muertos y desaparecidos, de los que una parte sustancial lo fueron en Euzkadi. De regreso a Asturias el batalln pas a la
17 Brigada, que cambi su numeracin a 188 Brigada, comandada por el
famoso Manuel Snchez Noriega, alias El Coritu. El 252 desapareci como
consecuencia del derrumbe final del frente asturiano37.
3.5. La Compaa Mixta de Sanidad nmero 11
Adems de las cuatro Brigadas Expedicionarias citadas, la ayuda asturiana a
Euzkadi anterior a la ruptura del Cinturn de Hierro incluy una serie de pequeas unidades de Sanidad o Servicios. La nica de relieve identificada, fue la
"Compaa Mixta de Sanidad Militar nmero 11". De su contribucin nos ocuparemos a continuacin.
Esta compaa sanitaria asturiana sali de Gijn, con destino a Euzkadi, el
12 de mayo de 1937, donde lleg el da 13 para apoyar a la Primera Brigada
expedicionaria. La mandaba el teniente Julin Pelayo Martn, de 40 aos. La
polmica actuacin de la unidad fue sancionada con una instruccin sumarial
contra la misma. El 14 de mayo la compaa fue sorprendida en Amorebieta por
el bombardeo de la aviacin rebelde, que le ocasion seis heridos. Dos das despus, durante la gran ofensiva rebelde que llev al abandono de la localidad, la
compaa se neg a subir al monte, alegando sus miembros que el 90% de ellos
estaban enfermos y que la unidad estaba formada por gente slo apta para servicios auxiliares segn el dictamen del Tribunal mdico de Asturias.

37. STEER, op. cit., pg. 286; EL TEBIB ARRUMI (Ruiz Albniz, Vctor). La conquista de Vizcaya,
Valladolid: Librera Santarn, 1938; pp. 92-94.

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El 18 de mayo la compaa tena trabajando a 20 hombres en la localidad


de Lemona. Al da siguiente una seccin de camilleros particip en el auxilio de
las vctimas del bombardeo sufrido en Galdcano, donde el hundimiento de un
refugio provoc 13 muertos. Sin embargo, ese mismo da, al consultrsele al
personal la prestacin de servicios en los frentes, "los camilleros se niegan por
alegar que poseen enfermedades que se lo impiden, y para ello exponen un certificado, del Tribunal Mdico". Esto llev al Inspector mdico de la Sanidad Militar asturiana a arrestar al teniente al mando, por ineptitud en el desempeo de
su cargo al no implantar la disciplina, pasando el mando al sargento ms antiguo. Pese a ello el teniente Pelayo sigui desempeando el mando. Entre los
das 21 y el 22 de mayo la unidad regres a Asturias, con un total de 143 hombres, a excepcin de ocho heridos y enfermos hospitalizados en Bilbao, seis chferes y ayudantes con sus correspondientes coches, y los servicios de artolas de
la seccin de montaa de la compaa.
El 28 de mayo los miembros de la compaa remitieron al Comandante de
las tropas de Sanidad Militar en Asturias un escrito, exonerando a Pelayo de toda
culpa, y justificando lo acontecido en base a que "habiendo sido destinados al
Frente de Vizcaya, Sector Amorebieta, e integrada en su mayora con un 95% de
gente intil para los servicios a que iba encomendada, no pudo desarrollar su
cometido, vindose el teniente que iba al mando de ella forzado a reclamar relevo de la misma".
La investigacin determin que la mayora del personal se neg "a subir al
monte" para apoyar sanitariamente a las fuerzas de primera lnea, alegando que
slo eran aptos para servicios auxiliares" por padecer cojeras, varices, anquilosis,
y otros impedimentos. Adems, existan testimonios sobre que "en los bombardeos de la aviacin enemiga la fuerza sali con decisin y valenta a recoger
muertos y heridos, an en los momentos en que la aviacin arrojaba bombas y
tiraba con ametralladora". Tambin se constat que el 14 de mayo, durante uno
de los bombardeos areos sufridos en Amorebieta, dos sargentos de la unidad,
al parecer embriagados, dispararon contra la aviacin al mismo tiempo que
muchas otras personas, incluidos guardias de orden pblico.
El 10 de julio, la Fiscala Jurdico Militar de Asturias se inhiba del expediente instruido ya que "habindose realizado los hechos a que se refiere en territorio jurisdiccional del primer Cuerpo de Ejrcito, no es competente la jurisdiccin
de Guerra de este Cuerpo para conocer de ellos". Se determinaba que eran las
Autoridades judiciales del Cuerpo de Ejrcito Vasco las que deban hacerse cargo del asunto, en virtud de lo dispuesto en el Cdigo de Justicia Militar; pero a
aquellas alturas, el I Cuerpo de Ejrcito del Norte republicano, el Vasco, tena
suficiente con atender a su reorganizacin tras la cada de Bilbao. De hecho acabara denominndose XIV Cuerpo de Ejrcito. As se cerraba un captulo controvertido, pero desconocido, de la actuacin asturiana en Euzkadi. Sin embargo, lo
ms importante es que la documentacin consultada demuestra la veracidad del
bombardeo areo de Amorebieta, cuando todava hoy se cita la existencia del
incendio intencionado de la localidad al ser evacuada por las tropas republicanas.
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4. LAS NUEVAS BRIGADAS ASTURIANAS EN EUZKADI (JUNIO-JULIO DE


1937)
Ante el cariz que tomaban los acontecimientos en Vizcaya, y las apremiantes
peticiones de refuerzos por parte del jefe del Cuerpo de Ejrcito Vasco, general
Gmir, el general Llano de la Encomienda envi a Euzkadi nuevas Brigadas expedicionarias. Entre el 10 y el 20 de junio seis Brigadas llegaron a territorio vizcano. Se trataba de cinco Brigadas asturianas, que por orden de llegada fueron las
16, 10, 8, 3, y 15. La Brigada santanderina fue la nmero 15, pero como
ya sealaremos era producto de la fusin de parte de las dos Expedicionarias
santanderinas remitidas en abril. Slo las tres primeras de las asturianas llegaron a tiempo de combatir antes de la cada de Bilbao. En julio, las Brigadas 8 y
16 asturianas, ms la 12 santanderina (Segunda Expedicionaria o Mvil), formaron una improvisada 5 Divisin Expedicionaria, mandada por el internacional
De Pablo, un extrao hngaro del que debieran recuperarse sus memorias. A su
vez, las 3, 10, y 15 asturianas formaron la 6 Divisin Expedicionaria, mandada
por Brzana38.
Con las nuevas unidades la polmica de la actuacin asturiana en Euzkadi
lleg al mximo grado, por ciertas actitudes que indispusieron an ms a los
vascos, no slo a los nacionalistas, con los refuerzos recin llegados. El Comisariado de la 1 Divisin Vasca, Eustaquio de Amilibia, alias Tatxo, deca el 22 de
junio:
El Comisariado General de Euskadi debe hacer una gestin inmediata cerca del
de Asturias y del Cuerpo de Ejrcito de Asturias respecto del modo de enviarse a Euzkadi las Brigadas Expedicionarias de Asturias. [] antes de salir de sus puntos de
origen estas Brigadas, se les priva de todas sus armas automticas, de sus camiones, de sus coches, de sus servicios de Sanidad, etc. De modo que al llegar aqu,
como condicin previa para subir al monte exigen se les entregue todo aquello que
les falta, cosa imposible pues carecemos de ellas y mucho ms en estos momentos
de desorganizacin. En vista de ello, las Brigadas asturianas se dedican a hacerse
por cualquier medio de lo que les falta, lo que trae como consecuencia choques y
discusiones que no vienen sino a complicar ms la difcil situacin que atravesamos,
creando una discrepancia entre nuestras fuerzas y las asturianas cuya gravedad no
se os puede ocultar.
En esta situacin, es preciso que a estas Brigadas dote al instante su respectivo
Cuerpo de Ejrcito de todo aquello que se les quit al salir, porque es muy cmodo
mandar a esas fuerzas para hacerse con armamento y material a costa de nuestro
destrozado Ejrcito, amn de las vacas, ovejas, objetos, etc. que se llevan a su paso
por pueblos y ciudades [].

El 26 de junio se apuntaba, con respecto a la 8 Brigada asturiana, y por la


misma fuente:
[] no sabemos con qu atribuciones, se abrogan facultades de orden pblico,
deteniendo continuamente a paisanos y milicianos y oficiales de Batallones vascos,
38. SALAS LARRAZABAL, Ramn. Historia del Ejrcito,op.cit., Volumen II, pp. 1.401-1.402.

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con el pretexto de que no les inspiran confianza o creen que se piensan pasar al enemigo, dedicndose al merodeo y expoliando a las familias campesinas, habiendo llegado a fusilar a unos pastores por negarse a dejarse robar unas ovejas; recurriendo a
los ms indignos procedimientos para hacerse con coches y camiones, incluso a la
ejecucin de chferes con la alegre excusa de que saboteaban la causa, etc, etc.

Beldarrain insiste en dicha actuacin negativa ya que "con los milicianos de


Asturias y Santander nos habamos llevado ms mal que bien, porque aparte de
importarles menos que a nosotros la guerra en Euskadi, haban pasado con
pocos miramientos por caseros y aldeas de retaguardia y ahora nos tocaba
replegar hacia su tierra". Sin embargo, aqu debe apuntarse que algunas de las
unidades recin llegadas procedan del frente leons, y en algunos casos tenan
fuerte representacin de personal de la zona de Len bajo control republicano y
de la montaa asturiana. Al llegar a Euzkadi continuaron una prctica, tipo razzia, que ya haban practicado en la zona montaosa astur-leonesa donde
muchos haban actuado, y donde la tctica consista en no dejar nada para el
enemigo, fuese en el terreno propio o en el contrario39.
4.1. La 8 Brigada Asturiana
La 8 Brigada, mandada por Baldomero Fernndez, la componan los batallones 224 Ladreda, 233 Brzana, y 236 Alfredo. Los tres eran de mayora
comunista. La Brigada entr en lnea el 14 de junio, en el Pagasarri y en las alturas del barrio de la Pea. El da 17 se inici el ataque rebelde, y la Brigada, sin
fortificaciones fiables se retir de sus posiciones. El 18 de junio la Brigada asturiana estaba junto a la Quinta Vasca, tres batallones de refuerzo de la Segunda
Divisin vasca, y una compaa de morteros, en el sector de Pagasarri. Junto a
las fuerzas situadas al Este de la carretera Bilbao-Valmaseda. Ese conjunto heterogneo de unidades qued al mando del mayor De Pablo, voluntario internacional. Sin embargo, la amalgama de fuerzas del Sector comandado por el citado
jefe result improvisada. Las tropas, tras sufrir bombardeos areos y artilleros,
se desbandaron en la maana del 19. En la tarde de dicho da las tropas rebeldes entraban en Bilbao40.
El 22 de junio la Octava ocupaba el macizo Gastern-Gramern, ordenndose a uno de sus batallones un avance hacia el pico Ereza (cota 871) para tratar
de contactar con la Segunda Divisin Vasca, y a otro un avance hacia el Burzaco para rechazar a las avanzadillas enemigas de Mendivil. Sin embargo, la
misin resultara difcil, ya que como reconoca el Comisariado Vasco, la "Brigada no tiene ninguna arma automtica y ser conveniente dotarle de fusiles ametralladores"41.

39. BELDARRAIN, op.cit., pg. 400.


40. CDMH, P.S. Santander, Serie "M", Leg. 6.
41. CDMH, P.S. Santander, Serie "M", Leg. 15.

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Sin embargo, ese mismo da empeoraba la situacin del frente, cuando un


batalln de la Brigada, el 224, junto a los restos de los batallones vascos Perezagua y Prieto, se retiraba de sus posiciones, amenazadas por el avance enemigo. El contraataque tambin fracas, y las bajas fueron crecidas. Muchos desaparecidos eran cados que quedaron en el campo, tal como indica el testimonio
enemigo del Tercio de Navarra, una de las unidades implicadas en la lucha por el
Gastern42:
[] se inicia la marcha hacia la campa de Castern (sic), monte situado sobre el
pueblo de Galdames, en la que se establece el tercio en posicin []. Al llegar a un
bosque de pinos ya el tiroteo es ms denso. Empieza a echarse una niebla que espesa rpidamente [] se oye fuerte tiroteo a la derecha, y la segunda compaa marcha a apoyar a la primera que est siendo violentamente atacada por un batalln
enemigo que, rudamente rechazado por los requets a golpe de granadas de mano,
se retira dejando ante las posiciones de la primera compaa treinta y dos muertos
que son encontrados en la descubierta que se lleva a cabo al amanecer.

El 23 de junio, como ya dijimos, dos batallones de la 1 Brigada asturiana


reforzaron a la 8. Esta formaba parte ahora de la llamada Divisin "B". Otra
improvisada unidad que apenas sirvi de cohesin a unas fuerzas que se desconocan mutuamente. El 25 de junio, a la tarde, la 8 perda sus posiciones en
Pico Moro y Alto de Garay. Esta vez el alto mando tom cartas en el asunto, dispuesto a castigar el errtico comportamiento blico de la unidad.
En la 8 Brigada se arrest a 120 hombres del 224 batalln por negarse a
cumplir las rdenes. En realidad, esta actitud reflejaba el descontento de una
unidad diezmada poco antes de su llegada al frente vasco durante los combates
desarrollados en el frente leons, en torno a Pea Ubia y el Puerto de San Isidro, entre el 24 de mayo y primeros das de junio. En ellos el comandante del
batalln, Carcaba, y muchos de sus hombres resultaron muertos al ser copados
tras un profundo y errneo avance. El descontento por la falta de descanso y la
inmediata salida a otro frente de combate se tradujo en la desobediencia en bloque de una de las compaas durante los combates por el occidente vizcano. El
elevado nmero de desaparecidos en Vizcaya, -40-, incluy sin duda un contingente de combatientes que por su cuenta regresaron a Asturias sin permiso del
mando. Aun as, la unidad sufri 51 muertos y heridos en su estancia vasca,
destacando ms tarde en los combates de agosto por el puerto de El Escudo, y
en los del Mazuco asturiano.
La actuacin de la 8 asturiana en el frente vasco no acab con el episodio
anterior. En la tarde del 12 de julio el batalln 233 y fuerzas de la 9 Brigada
Vasca, -una compaa del Perezagua, y otra del 2 Meabe/Stalin- trataron de
avanzar desde "Mina Federico" sobre Castro-Aln, protegidos por el bombardeo
artillero y areo propio; pero al no avanzar por la izquierda el batalln 265 (de la
10 Brigada asturiana), el comandante del batalln 233 tuvo que ordenar el
repliegue.
42. HERRERA, Emilio. Los mil das del Tercio Navarra, Madrid: Editora Nacional, 1974; pp.
119-120.

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4.2. La 16 Brigada Asturiana


La Brigada 16, mandada por Daro Gonzlez Castro, la formaban tres batallones de procedencia diversa. El 222 era un batalln de Izquierda Republicana,
el 256 era comunista, y el 266 era cenetista. Esta Brigada lleg en la noche del
14 al 15 de junio a Bilbao, pernoctando en Basurto, y quedando incorporada a
la 1 Divisin Vasca. El plan del Estado Mayor Vasco era que al amanecer los
tres batallones pasasen a posiciones de retaguardia del centro-derecha de la
Primera Divisin Vasca, para ser empleados en caso necesario como relevo de
las fuerzas de primera lnea agotadas. Uno de los batallones se posicionara en
Bolueta, otro en Santuchu, y el tercero en Las Calzadas de Mallona43.
El 15 de junio la Brigada, pese a lo establecido con anterioridad, era destinada a la posicin de las Peas de Ollargan, en segunda lnea. La tarde del
siguiente da el enemigo ocup las alturas de las Peas, quedando la Brigada en
los montes inmediatos, desde donde en las primeras horas del 17 contraatac.
El batalln 256 recuper parte del terreno, quedando en vanguardia su primera
compaa, que sufri numerosas bajas durante la jornada ante el continuo duelo de fusilera existente.
Un informe del Comisario de la Primera Divisin Vasca seala que en la
maana del 18 de junio el mando del batalln 222 orden una retirada injustificada que provoc a su vez el repliegue del 266 ante el peligro de copo, volando este ltimo batalln el llamado Puente Nuevo. La documentacin sobre el
suceso referida al batalln 256 resulta ms detallada. Tras no ser relevada la
primera compaa por la segunda, -"no se obedece al Comandante ni ste se
hace obedecer ", dir un informe-, la primera rechaza a las dos de la madrugada un golpe de mano enemigo, aunque una seccin de la cuarta compaa se
desbanda, mientras en el flanco izquierdo una seccin del batalln 233 (Octava Brigada asturiana) huye, arrastrando a la tercera compaa del 256. Esta
compaa "se despea y sufre de 40 a 50 bajas entre muertos y magullados".
La primera compaa del 256 rechaza a las 4 un ataque ms dbil, pero a las
5 horas se retira el batalln 222, y a las 8 el 266, lo que obliga a su vez la retirada del 256 a las nueve y media. La retirada la hace el batalln 256 a Alonstegui, donde llega a las cinco de la tarde. Este batalln 256 incumpli, al
parecer, la orden que tena de tomar posicin en el flanco izquierdo del Pagasarri, pero el comandante se dej influenciar por el capitn Cangas y otros oficiales, prosiguiendo la retirada.
A las 6 de la maana del 19 se orden al batalln 256 retirarse a Valmaseda, por lo que salen hacia dicha poblacin los vehculos de la unidad. Esta recibe sin embargo una contraorden y se posiciona el 20, junto al resto de la Brigada en la zona entre Zalla y Gees. En el batalln 256 se da un conato de

43. CDMH, P.S. Santander, Serie "M", Leg. 6.

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sublevacin que se trat de atajar por los mandos. Un informe del responsable
de Educacin Militar del batalln, Jos Bernab, nos ilustra la situacin de la tropa44:
Despus les habla el Comisario y el Comandante, quien termina su discurso con
estas palabras: "Ya sabemos que en Vizcaya hay muchos traidores y por eso os queris marchar a Asturias. Yo creo que nos debemos quedar, compaeros, pero si no
queris, lo que vosotros queris compaeros". Despus pregunta: "Queris quedaros?". Muchos callan. Unos cuantos contestan que "No!".
Tan desastrosa intervencin me obliga a hacer de nuevo uso de la palabra y rojo
de vergenza recordar a la tropa la lucha epopyica de Archanda y otros lugares,
lucha que haba que imitar para vengar a los hermanos cados; que este era el deber
de todos y no huir cobardemente a Asturias, y termin: "Ahora meditad lo que
hacis!". Inmediatamente nos reunimos la Oficialidad con el Comandante y Comisario del Batalln. El Comandante, completamente desmoralizado toma la palabra y
dice que lo que procede y va a poner en prctica es ver la forma de encontrar camiones y marchar para Asturias a algn punto donde la tropa pueda descansar bien y alimentarse- los milicianos y todos estamos hambrientos, es verdad- ello es una de las
principales causas de la insurreccin, por no decir la nica.
Yo sostengo que se haga lo que se quiera o se acuerde. La disciplina hay que
restablecerla, por la persuasin primero cuantas veces sea preciso, y si as no se
puede por la fuerza. El capitn Celestino Cangas dice que lo ltimo es absurdo, porque si nosotros llevamos pistola ellos tienen fusil y bien fcil les es "limpiarnos". Tan
medrosa como desmoralizada opinin prende en todos y sin quedar en nada concreto y con mi advertencia de que as nos vemos como nos vemos y que la guerra de
seguir as se pierde irremisiblemente.

El comisario del batalln, Segismundo Muiz, el ayudante del batalln, y


Bernab, se mezclaron con la tropa tratando de elevar la moral. La impresin es
la consecucin del objetivo. Sin embargo, en las primeras horas de la noche,
"varios soldados, entre ellos algunos desertores, desvalijaron las maletas y
mochilas de oficiales y soldados depositadas en la Comandancia, entre ellas, a
sabiendas, las de los muertos y heridos en la lucha". En la maana siguiente, el
21, Bernab propuso al Comandante registrar los equipajes de los soldados,
castigando a los culpables, pero el jefe prefiri no actuar.
El 22 de junio la Brigada tom posiciones en Ortuella. Los asturianos seguan tan mal avituallados como a su llegada a Euzkadi. Esto motiv ese da el viaje del comandante a Castro Urdiales para tratar de resolver el problema del
suministro. Hasta el 1 de julio la Brigada va retrocediendo, situndose en ese
da en las proximidades de Arcentales. Hasta ese da la actuacin de la Brigada
no ha sido afortunada, pero se ha saldado con un apreciable nmero de bajas,
377 (26 muertos, 73 desaparecidos, -muchos de ellos muertos no recogidos
por estar en retirada-, 210 heridos, 46 enfermos, 12 desertores, -8 del batalln
256, y 10 rebajados). En los das siguientes se combate en Castro-Aln, que
cae el 5 de julio tras retirarse el batalln 222. A consecuencia de ello el 256

44. CDMH, P.S. Santander, Serie "E", Leg. 33.

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estuvo a punto de ser cercado, aunque consigui replegarse casi sin prdidas, al
contrario que el 222, que sufri 68 muertos y heridos en dicha posicin.
En definitiva, de la actuacin del batalln 256 se desprende que su comandante Marcelino Surez Daz, se vio superado por los acontecimientos. Independientemente de la veracidad de las acusaciones, la historia del batalln 256 en
Euzkadi, es el paradigma de la intervencin asturiana en territorio vasco en
junio-julio del 37. Las unidades llegaron mermadas de armamento, se vieron
discriminadas en el avituallamiento, e inmersos en una lucha desigual en un
terreno desconocido, recelando de los nacionalistas vascos, y desorientados por
las rdenes contradictorias, probablemente urdidas por los desafectos del Estado Mayor, y viendo mientras se retiraban que muchos civiles permanecan en sus
hogares, esperando la llegada del vencedor. No es difcil imaginar el estado
moral deprimido de los asturianos. Mal o bien, en la segunda mitad de junio llevaron el peso de los combates, aunque su propio particularismo les haca, como
les sucedi en Asturias a los nacionalistas vascos en los anteriores meses de
febrero-marzo, ver de modo diferente la lucha en Euzkadi y en Asturias.
4.3. Las ltimas Brigadas Asturianas (nmeros 10, 3 y 15)
Las tres ltimas Brigadas asturianas tuvieron un peso menor en los combates por Euzkadi. La 10 Brigada lleg a Euzkadi mandada por Luis Brzana, antiguo jefe de batalln. Se la denomin tambin Tercera Brigada Expedicionaria
aunque para evitar errores la denominaremos con su numeracin asturiana,
para diferenciarla de la Tercera Expedicionaria llegada en abril. La componan los
batallones 237, 242, y 265. Los dos primeros estaban controlados por los
comunistas, y el tercero por los socialistas. El 12 de julio una operacin sobre
Castro-Aln, con el batalln 233 (de la 8 Asturiana) reforzado por dos compaas vascas, fracas al no sumarse el 265 al ataque.
La 3 Brigada Asturiana dispona de dos batallones de mayora anarquista,
los 211 y 219 Galicia, y uno socialista, el 258. Llegada a principios de julio, sus
batallones apenas participaron en accin, limitndose a mantener sus posiciones. El Puesto de Mando se estableci en Las Muecas, el 23 de junio la Brigada, junto a la 5 Vasca, y con la 4 de Asturias como reserva, formaba parte de
una improvisada Divisin "A", que trataba de contener al enemigo entre el mar y
Galdames.
El batalln 258 tuvo una escasa participacin en los combates. Hasta el 11
de julio sus bajas se limitaban a 12 heridos, pero para el 16 el mando de la Brigada inform al Jefe del Cuerpo de Ejrcito III (Asturiano), de la existencia de 40
desaparecidos, a los que se consideraba desertores, informando Brzana que
"interrogado el jefe de dicha unidad, me dice que tiene la certeza absoluta que
todos ellos han desaparecido para la retaguardia, encontrndose probablemente en sus respectivos domicilios y pueblos"45.
45. CDMH, P.S. Santander, Serie "M", Leg. 16.

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Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...

Bajas de los batallones asturianos llegados a Vizcaya


en junio y julio de 1937 (a fecha 11-7-1937)
N Batalln
DesapaMuertos
Heridos
y nombre
recidos

Desertores

ArrestaEnfermos
dos

Total
de
bajas

Quedaban
en activo

211 Tino
6 CNT

409

219 Galicia
258

0
0

0
0

0
12

0
0

0
0

0
0

0
0

572
417

227
Martires de
Carbayn

>4

(sin datos
>400)

247 Sangre
de Octubre

16

19

(sin datos
>400)

259

(sin datos
>400)

237 (4 del
Regimiento
Muz)

>100
cifra
global

320

242 Jos
Guerra
Pando

16

126

145

336

265

42

44

86

482

224
Ladreda

40

45

120

23

234

390

233 (1
Rto. Muz)/
Barzana

40

63

41

151

368

16

66

61

44

191

325

81

42

143

(sin datos
>300)

256

12

33

103

10

23

187

(sin datos
>300)

266

15

31

97

42

191

(sin datos
>300)

Totales

85

219

>656

16

128

259

236
Vorochiloff
/Alfredo
222 I.R.A.
(Instituto
Reforma
Agraria 3
Cazadores
Montaa)

>1463 (>5.500)

Fuente: Centro Documental de la Memoria Histrica, de Salamanca (CDMH). Poltico-Social (P.S.)


Gijn, Serie I, Legajo 82.

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La ltima Brigada Asturiana fue la 15. La formaban los batallones 227,


247, y 259, los dos primeros controlados por mandos del PCE, y el tercero por
los socialistas. Su participacin en la campaa vasca fue escasa, y la mayora de
sus bajas, una veintena de heridos, se produjeron en un accidente ferroviario de
uno de los convoyes en los que lleg a Vizcaya.
A pesar de las situaciones descritas, las cinco brigadas asturianas llegadas,
con sus 15 batallones, protagonizaron una parte importante de los combates
desarrollados tras la cada de Bilbao, durante el avance adversario por el occidente vizcano. Es cierto que en franco retroceso, pero deben recordarse de nuevo la superioridad material enemiga y la carencia casi absoluta de fortificaciones. De hecho, la nica lnea defensiva existente en las Encartaciones, que
perteneca al Cinturn de Hierro, estaba inacabada y destinada a hacer frente a
un agresor que llegara desde el oeste, desde Santander, y no desde el este, que
era de donde vena la ofensiva franquista tras la cada de Bilbao.
4.4. Segunda Compaa del Batalln de Transporte Automvil
Esta compaa del Cuerpo de Ejrcito asturiano envi al frente vasco una
seccin de camiones mandada por el teniente Jos Garca Villazn. La unidad,
que sali de Asturias el 15 de junio, lleg con la misin de evacuar material de
Bilbao ante su inminente cada en manos de los rebeldes. En la maana del 19
de junio, da de la prdida de la capital vizcana, uno de sus camiones consigui
sacar 3.000 bombas de mano, y poco despus, en Basurto, se evacuaron 70
toneladas de municin. Ocasin esa en que segn el testimonio de un chfer de
la unidad, el mismo y el jefe de la unidad pusieron orden entre los hombres:
"motivado a la desmoralizacin los chferes se negaban, y pretendan huir, no
queriendo cargar lo que se les ordenaba, [] nos impusimos, y usando la pistola obligamos a que todo el mundo acatase"46.
Tras su intervencin durante la evacuacin de Bilbao, la seccin regres a
Asturias donde el teniente Garca tom el mando de la Compaa. En realidad,
su intervencin, dado lo reducido de su contingente, poco poda aportar a la
evacuacin global de material, mal diseada, cuando no saboteada, en su ejecucin47.
5. LAS BRIGADAS EXPEDICIONARIAS SANTANDERINAS
Las primeras fuerzas santanderinas en acudir al frente vasco lo hicieron,
como ya vimos, en septiembre de 1936. En abril de 1937, ante la progresin
rebelde por Vizcaya, el mando del Ejrcito del Norte resolvi enviar Brigadas
expedicionarias asturianas y santanderinas para reforzar la tambaleante lnea

46. CDMH, P.S. Gijn, Serie "I", Leg. 56.


47. AGUIRRE, op.cit., pp. 481-482, 521.

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defensiva vasca. De los asturianos hemos hecho mencin, en cuanto a los santanderinos, procedan de la divisin mandada a Asturias para tomar parte en una
ofensiva sobre Len que el curso de los acontecimientos frustr. La divisin la
mandaba el coronel Llarch, y constaba de tres brigadas. Dos de ellas fueron
remitidas al frente vasco. Las mandadas por Barba, (batallones 106, 116, 138,
y 139), y Fervenza (batallones 101, 102, y 122).
Adems de las batallones de infantera se desplazaron a Euzkadi varias bateras artilleras de Santander. Jess Salas seala que a tierra vasca llegaron al
menos ocho piezas, defendiendo, sin duda, la presencia de dos bateras de a
cuatro piezas. Una de ellas fue la 12 batera ligera del Regimiento Mixto de Artillera de Santander. En junio, dicho Regimiento sufri bajas numerosas, entre las
que se contaron 11 muertos (tres cabos y ocho artilleros), probablemente cados en el frente vasco, donde estaban desplazadas varias bateras bajo el acoso
constante de la aviacin adversaria y de una artillera mucho ms potente. Tambin llegaron de Santander, donde tena su base, fuerzas del Batalln de Carros
de Combate, si bien era una fuerza dependiente del nivel de Ejrcito, y no del
Cuerpo santanderino. En principio lleg una compaa de carros, formada por
varios Renault 17, del modelo empleado en la Gran Guerra. Esta fuerza blindada
se distingui a finales de abril y principios de mayo, y ms tarde en la batalla
final por Bilbao. Entre sus hombres figuraban varios voluntarios internacionales,
checos y yugoslavos, alguno de los cuales, caso de Carlos Dembonezik, haba
perecido antes del mes de mayo de 1937 (hasta abril la nmina del batalln
inclua nueve muertos). Igualmente actuaron durante la retirada por las Encartaciones48.
5.1. La Primera Brigada Expedicionaria Santanderina
La Primera Brigada Expedicionaria santanderina, o Primera Brigada Mvil de
Santander, tambin conocida como 6 Montaesa, la mandaba el mayor
Manuel Barba. Era una unidad que una tres batallones con cierta veterana, los
106,116, y 139, y uno bisoo, el 138. Su actuacin result por tanto desequilibrada. La Brigada, apenas llegada al frente vasco despleg por Ibrruri, con
avanzadas en Otxotia y San Marcos de Unda, enlazando con una Brigada vasca
con base en Dudagoitia49.
5.1.1. Batalln 106 de Santander
Organizado a finales de 1936, a principios del ao siguiente el batalln estaba destinado en la zona de San Martn de Elines, en un frente estabilizado, con
48. SKOUTELSKY, Rmi. Novedad en el frente. Las Brigadas Internacionales en la guerra civil,
Madrid: Ediciones Temas de Hoy, 2006; pg. 297.
49. CDMH, P.S. Santander, Serie L, Leg. 2; ENGEL, op.cit., pg. 163, la designa como Segunda Mvil cuando era la Primera Mvil. Este autor da muy pocos datos sobre las Brigadas y Batallones
Asturianos y Montaeses (pp. 162-170).

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escasa actividad blica. A finales de marzo el 106 qued incorporado a la operacin ofensiva lanzada por el general Llano en La Lora, en la que la unidad atac junto a otras fuerzas Sargentes, el 4 de abril, en un duro combate que se sald con numerosas bajas para la unidad, incluidos 17 muertos. Al da siguiente
tuvo otras dos bajas mortales. Tras un corto periodo de calma el frente de Sargentes entr de nuevo en actividad a mediados de mes, con frecuentes tiroteos
y bombardeos entre las posiciones de ambos bandos. Entre el 14 y el 30 de abril
la unidad registr nuevas bajas, incluidos cuatro muertos. Casi de inmediato el
batalln, convertido en una unidad fogueada, march hacia el frente vasco.
A principios de mayo el 106 empez a combatir en Euzkadi, destacando en
la lucha en el frente de Euba entre los das 3 a 5 de mayo. La unidad sufri
pocas bajas, pero entre ellas se cont el comisario poltico, Purtolas, muerto
mientras encabezaba un contraataque entonando "La Internacional". Posteriormente, fue remitido a la zona de Mungua, donde sufri un duro golpe el 19 de
mayo, durante los combates por el monte Jata. Perdi una compaa casi completa entre muertos y desaparecidos (ocho de los primeros y 94 de los segundos) ante la ofensiva de fuerzas bajo mando italiano (Brigada Flechas Negras y
Agrupacin XXIII de Marzo). La accin fue de extrema dureza, llegndose al cuerpo a cuerpo con arma blanca. El batalln 1 de Flechas pas a ostentar el nombre de Monte Jata, y el parte franquista aludi a tres oficiales y 135 soldados
enemigos muertos, y a dos ametralladoras y 153 fusiles capturados. Steer, mal
informado afirm que dicho combate no existi, y cit equivocadamente al batalln como el 105 de Santander, que nunca actu en Euzkadi50.
Retirado del frente y reorganizado, el batalln volvi a primera lnea tras la
cada de Bilbao. A finales de junio el mando republicano destac su actuacin
en la zona del pico Ubieta. Aqu, el da 29 de junio, su fuerza fue la ltima en
retirarse tras romper el enemigo la lnea de los batallones asturianos, santanderinos, y vascos, que colindaban con la unidad. Numerado luego como batalln I
de la 176 Brigada, hasta el 1 de septiembre de 1937 sus bajas incluan 43
muertos y 105 desaparecidos (16 y 95 correspondan a la lucha en Euzkadi). El
batalln desapareci en el curso de la campaa final asturiana51.

50. Joven Guardia (Bilbao), n 26 (5-5-1937), -por error tipogrfico en el original pone 5 de
junio de 1937-, La muerte del Comisario poltico del batalln 106, por Luis Berdasco; Bajas del
batalln 106 en CDMH, P.S. Gijn, Serie "F", Leg. 50; combates en Gondra-Jata en MESA, Jos Luis.
El regreso de las Legiones (Voluntarios italianos en la Guerra Civil Espaola), Granada: Editorial Garca Hispan, 1994; pp.87-88, e ISPIZUA, Tiburcio de. Odisea del clero vasco exiliado. Apasionante
relato de un sacerdote vasco en el exilio desde 1937 a 1974, Bilbao: Ed. del autor, 1986: pp. 1118. ste ltimo autor, capelln del batalln Zergaitik Ez, del "Jagi-Jagi" o Euzkadi-Mendigoxale-Batza,
presenta a su batalln en Jata "en una serie de combates largos y sangrientos, sufriendo numerosas
bajas (...) hasta que nuestro batalln fue reemplazado por un batalln santanderino, el cual abandon la posicin al primer ataque enemigo ". El testimonio es una muestra del escaso aprecio hacia
las unidades forneas por parte del nacionalismo vasco.
51. CDMH, P.S. Santander, Serie "C", Leg. 54.

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5.1.2. Batalln 116 de Santander


El Batalln 116 de Santander era una unidad veterana de los duros combates desarrollados en la comarca burgalesa de La Lora en abril de 1937. De su
estancia en Euzkadi nos ha quedado un interesante "Diario de Operaciones", por
desgracia incompleto. El 23 de ese mes el jefe de la Brigada, Barba, orden la
salida hacia Bilbao, donde se lleg esa misma noche. El 24, por la tarde, el
comandante Ocina, del Estado Mayor, comunic a toda la oficialidad del batalln
la necesidad de resistir a cualquier precio. En la noche de ese da parta el batalln hacia Cenarruza. El 30 de abril se bati con firmeza en la zona del Urrimendi, sufriendo sus fuerzas de vanguardia, -la 1 compaa-, un 60% de bajas, lo
que oblig al batalln a replegarse. A pesar de esto, Steer se refiere a la actuacin de la unidad con unas despectivas palabras: "los facciosos haban conseguido ocupar solamente una colina sin importancia, el Urrimendi, al este de
Amorebieta, donde los santanderinos, en la forma encantadora, caracterstica
de ellos, echaron a correr. La explicacin que trat de justificar su cobarda fue
realmente original. "Estos vascos son fascistas, como los del otro lado", dijeron"52.
El diario del batalln 116, cuyo fin era de consumo interno y no de propaganda, aunque con pginas perdidas, permite reconstruir lo acontecido aquel 30
abril. Antes de las 12 horas la 1 compaa del batalln, situada en vanguardia,
fue atacada y consigui rechazar el asalto rebelde a costa de muchas bajas,
incluido el teniente Fernndez, que result muerto. Poco despus de las 12 se
repiti el asalto enemigo53:
Son rechazados nuevamente, logrando capturarles una bandera que intentaban
colocar en la cima, y dando muerte el capitn de la compaa al oficial enemigo que
lo intentaba, recogindosele la documentacin que obra en nuestro poder.
Las fuerzas del "Arana Goiri" sobre las que nos apoyamos por el lado izquierdo,
proceden a batirse en retirada, aprovechando los enemigos la confusin para infiltrarse, desbordando nuestra lnea y cogiendo a nuestra fuerza por la espalda.
Se hace necesario un repliegue que se efecta de forma ordenada, sobre la
segunda compaa, que guarnece la Ermita de San Pedro [] El nmero de bajas
por nuestra parte, asciende casi al 60%, despus de abandonar el batalln "Arana
Goiri".

Como seala el diario del batalln, los enlaces con el "Arana Goiri" se perdieron poco despus de comenzar la lucha. El batalln vasco se repleg hacia la
falda del monte, y no se logr enlazar con l, "a pesar de la insistencia con que
se destacaron enlaces". Lo ms probable, a la luz de la fuente que utilizamos, es
que el "Arana Goiri" se replegase pensando que el monte era del adversario, ya
que los santanderinos, para evitar el bombardeo de la artillera enemiga, "colo-

52. STEER, op.cit., pg. 277.


53. CDMH, P.S. Santander, Serie "M", Leg. 10.

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caron en la cumbre la bandera arrebatada a los facciosos". De todos modos, el


adverso final llev a santanderinos y nacionalistas vascos a recelar los unos de
los otros, y nadie, trat de aclarar el episodio. Al da siguiente el Arana Goiri destacara en un contraataque sobre una cima cercana, Zamalloamendi, que recuper a costa de unas 40 bajas. Del 116, el teniente Rufino Fernndez muri en
la posicin, y al menos cinco de sus hombres fallecieron en los hospitales vascos a causa del combate, pero otros hombres murieron o desaparecieron en la
accin.
Tras el episodio del Urrimendi, el 116 pas con su Brigada a la zona del Bizcargui, donde se mantiene en reserva sin intervenir en la lucha, aunque prest
dos de sus ametralladoras a la 12 Brigada Vasca, situada en Zugastieta. Ms
tarde, el 17 de mayo la unidad fue transportada por ferrocarril desde Zamudio a
Mungua, donde los batallones 106 y 139 de la Brigada haban relevado a la
diezmada Cuarta Brigada asturiana. El 116 lleg a Mungua cuando la localidad
sufra el ataque artillero enemigo, precedido antes por el bombardeo areo. Esa
noche result herido accidentalmente el capitn ayudante del batalln, provisionalmente al mando del mismo, sustituyndole en el mando el capitn Alfonso
Elizagara. El 116 pas de inmediato a ocupar posiciones en Santa Mara de
Gatica, desde donde se extendi hasta el kilmetro 19 de la carretera de Mungua a Plencia. A la izquierda enlaz con el batalln vasco Octubre, de las JSU, y
a la derecha con el 139 de su Brigada. Despus, particip en la retirada gradual
hacia Santander, y acab desapareciendo en la ofensiva franquista de agosto,
que hizo caer Cantabria.
5.1.3. Batalln 138 de Santander
El Batalln 138 se incorpor a la lucha por Vizcaya, con los de su Brigada, a
finales de abril. Entre los batallones llegados de refuerzo a Vizcaya era uno de los
que menos experiencia blica acreditaba. Lo mandaba el comandante Jos Garca Rescalvo, siendo su Comisario Manuel Mesonero. El da 29 de abril entr en
combate en la zona de Guernica, sufriendo numerosas bajas. El batalln se retir hacia Mungua tras sufrir cinco muertos y 37 desaparecidos. El 6 de mayo,
otro nuevo combate le cost un muerto y cuatro desaparecidos, y las posteriores
luchas en la zona de Arrieta, desde el da 13 hasta el 19, le causaron otros nueve muertos y 18 desaparecidos. La mayora el da 14 (seis cados y 18 desaparecidos). Todava tuvo alguna vctima ms en el frente vasco, pero a mediados
de junio estaba situado el batalln en el burgals valle de Mena, formando parte, junto a los batallones 124 y 130, de la Primera brigada montaesa, adscrita
a la llamada Divisin de Enlace que serva de nexo entre el Cuerpo de Ejrcito
Vasco y el Santanderino. Esta divisin, con puesto de mando en Valmaseda, y
mandada por el mayor Hernndez del Castillo, contaba adems con una Brigada
vasca, la 2, y otra asturiana, la 2 Expedicionaria. En su nuevo destino el 138
sufri algunos bombardeos areos, como el del 16 de junio en Nava de Mena,
que se sald con dos vctimas mortales. Oficialmente, el batalln estaba disuelto desde el 13 de junio; pero en realidad estaba a la espera de cumplimentar
dicha orden.
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La corta y accidentada campaa en Euzkadi provoc numerosas desavenencias dentro de la unidad. El capitn de la 4 compaa, -en cuadro tras los combates-, Aurelio Miranda, se quej agriamente a sus superiores, el 22 de mayo,
de la situacin en que se encontraba su unidad, al tiempo que les reprochaba no
acercarse a primera lnea para ver la realidad de cerca54:
Habiendo dado queja correspondiente de los abusos que se vienen cometiendo
con nosotros, ya que se da el caso de que los cincuenta hombres que tengo en la
compaa que yo mando se hallan en los montes sin ropas y sin refugios donde
meternos [] estoy dispuesto como capitn a abandonar la gente y marcharme a
casa, aunque tengan que pegarme cuatro tiros, porque esto es vergonzoso, lo que se
est haciendo en Vizcaya con el batalln 138, ya que es un batalln de nueva creacin y no est preparada la gente para meterla en primera lnea de fuego.

Los mandos del batalln, elevaron a su vez sus quejas al Comisario General
de Guerra en Santander, denunciando a su vez la actitud de Miranda, de quien
decan que
[] Por otra parte, el referido Capitn, no puede aportar muchos datos, como testigo presencial, sobre la situacin del personal [] porque a los ocho diez das de
encontrarse el batalln en el campo, se dio de baja por enfermo y en esta situacin
ha permanecido durante diez das, ms cinco que indebidamente ha estado en Bilbao, [], precisamente en los que ms riesgo se ha corrido y cuando ms necesaria era su presencia y sus servicios como tal al frente de su unidad.

La verdad es como siempre meridiana, el batalln, novato, no estaba suficientemente instruido, y sus mandos no eran una maravilla. El capitn Miranda
probablemente tuvo bastante con asistir a la desastrosa operacin del 29 de
abril, saldada con 42 muertos y desaparecidos y numerosos heridos; pero las
desavenencias internas y lo acontecido llevaron en junio a la orden del Alto Mando de disolver el batalln. ste, sin embargo, sigui existiendo, formando junto a
los batallones 124 y 130 la 1 Brigada de Santander, luego denominada 166
Brigada, con base en Villasana de Mena. El 138 desaparecera junto a sus compaeros en la ofensiva de agosto sobre Santander55.
5.1.4. Batalln 139 de Santander
El Batalln 139 retras su llegada al frente vasco, sufriendo a su arribo al
sector designado, el 14 de mayo de 1937, un bombardeo areo en la estacin
ferroviaria de Lezama, saldado con dos muertos y varios heridos entre las filas
del batalln. En los posteriores combates en Vizcaya sufri numerosas bajas. El
19 de mayo, en las inmediaciones de Mungua, su 4 compaa fue la ms castigada, pereciendo entre otros el sargento Carlos Pea. El capitn de la misma,
54. CDMH, P.S. Santander, Serie "L", Leg. 385.
55. GMIR, op.cit., pg. 108, presenta al batalln 138 como unidad de la 1 Brigada montaesa, integrada en la 52 Divisin, con Cuartel General en Lanestosa, al iniciarse la batalla final por
Santander.

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Jess Rodrguez, fue hecho prisionero, pero escap durante el traslado a Vitoria,
consiguiendo regresar a las filas leales ocho das despus. En el combate del da
19 los rebeldes informaron de la captura de un grupo de al menos 79 santanderinos, y posiblemente algunos fueran del 139, aunque los otros batallones de
su Brigada tambin los sufrieron, aparte de otras bajas. Testimonios de las fuerzas de Santander declararon que "nos han asado a bombas". En los das siguientes se consolid la defensa en torno a Mungua, poblacin que qued muy castigada por los ataques rebeldes. Al menos seis de los heridos del 139 fallecieron
en los hospitales vascos entre el 19 y el 29 de mayo. Tras un pequeo descanso y reorganizarse el batalln retorn al frente a finales de junio, distinguindose
en la lucha por el pico Ubieta y cotas adyacentes los das 28 y 29. Cumpli con
exactitud las rdenes de contraataque y repliegue, lo que le vali la felicitacin
de los mandos del sector. Posteriormente form junto al batalln 106 de su Brigada, y al recin llegado 143, la 15 brigada de Santander56.
5.2. La Segunda Brigada Expedicionaria de Santander
La Brigada mandada por Fervenza, 12 de Santander, tambin denominada
en Vizcaya Segunda Expedicionaria o Segunda Mvil de Santander, contaba con
tres batallones veteranos (los 101, 102, y 122). Eran unidades fogueadas,
como demuestra que previamente formaron, junto al batalln 109, la Brigada
santanderina que combati en Asturias en el curso de la gran ofensiva sobre
Oviedo de febrero-marzo de ese ao. Las bajas de la Brigada hasta el 6 de marzo ascendieron a 475, de las que 335 las padecieron los tres batallones llegados a tierra vasca. El jefe de Brigada, mayor de milicias Francisco Fervenza, era
uno de los destacados "autodidactas" blicos surgidos en el fragor de los combates. ste anarquista lograra salir del Frente Norte, pasando a la zona CentroSur, donde detent el mando de una Divisin en Levante. El ncleo ms veterano de la Brigada proceda de la columna que el 20 de julio del 36 haba partido
de Santander para combatir en Asturias57.
A su llegada al frente vasco a finales de abril, la Brigada qued dependiendo
del llamado Frente Central, "de Amorebieta", comandado por el coronel Vidal
Muarriz y transformado casi de inmediato en 2 Divisin Vasca. Sin embargo, la
unidad qued descolgada del despliegue en primera lnea del Frente Central,
apareciendo posicionada en Sollube, segn la Orden del Cuerpo Vasco del 29 de
abril. Su misin era consolidar una especie de segunda lnea al Oeste de la ra
de Guernica y de la propia Villa foral. El curso de los acontecimientos llev a su
integracin en el despliegue de la 1 Divisin Vasca. Un oficial nacionalista vas-

56. Sobre la evasin del capitn Rodrguez: Euzkadi Roja (Bilbao), n 213 (29-5-37), pg. 1,
Resistimos estoicos. Atacamos enrgicos, y n 214 (30-5-37), pg. 1. Datos rebeldes sobre prisioneros santanderinos el 19-5 en Diario de Burgos (20-5-37), pg. 2, De Vizcaya. A quinientos
metros de Mungua.
57. SALAS, Ramn. Historia, op.cit., Vol. II, pg. 1.374.

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co, Jess de Olabarri, del batalln Mungia, presenta as su encuentro con las
fuerzas de Fervenza en esa rea58:
Despus de permanecer algunos das en las inmediaciones de Guernica se nos
orden subir al Sollube donde haramos contacto con fuerzas adictas que ya se
encontraban all. Cuando nos aproximbamos el grupo de cabeza a la cumbre del
Sollube se nos ech una niebla bastante tupida. Faltando ya muy poco para llegar a
lo alto pudimos observar como unas sombras se movan en la misma cumbre entre
la niebla; pero que desaparecieron con prontitud en direccin contraria a la que
nosotros llevbamos. Seguimos detrs de ellas para averiguar quines eran y a poco,
al bajar, quedamos libres de la niebla y vimos cerca de nosotros un pinar de unos
diez aos poblado de maleza. Dimos voces diciendo quines ramos porque sin duda
se encontraran all dentro los que huan de nosotros. En efecto, al poco rato sali del
pinar un oficial de un batalln santanderino quien a su vez, despus de saludarnos,
invit a voces a que salieran, como as lo hicieron, las fuerzas a sus rdenes. En
armas y ropas no estaban muy mal presentadas.

A principios de mayo la Brigada particip en los combates que frenaron los


intentos de progresin adversarios desde Guernica. El 7 de mayo sus exploradores dieron parte de una extraa concentracin de fuerzas enemigas en una zona
desde la que se amenazaban las cotas ms altas del Sollube, precisamente
donde, de maana, la 4 asturiana haba relevado a fuerzas vascas. Por desgracia, un errneo contra-informe del jefe de la 4 asturiana dio por valido lo observado por una de sus unidades, el batalln 252. La consecuencia fue que da
siguiente se perdi el Sollube. Tatxo Amilibia cont de este modo las incidencias
citadas:
En Mungua la tranquilidad no es completa. Un parte del jefe de la 12 Brigada
de Santander, que cubre el frente entre el Sollube y Rigoitia, anuncia que parte de
las fuerzas rabes han quedado ocultas cerca de la cumbre del Sollube. Se habla
con el jefe de la Brigada asturiana, que ordena diversos reconocimientos. Estos son
difciles. El monte arde y el humo viene sobre nuestras lneas. No se observa nada
anormal. Se trata, indudablemente, de una confusin del mayor Fervenza que, sin
embargo, insiste en lo dicho []. El jefe montas tena razn. En las primeras horas
de la madrugada, un golpe de mano de los moros desaloja de sus posiciones al batalln 252 de Asturias que guarneca la cumbre del Sollube. Hemos perdido la llave de
la lnea. El enemigo lo aprovecha bien. Apoyado en ella, reanuda el ataque con ms
intensidad, si cabe, que la vspera. Escuadra, artillera y aviacin, le van preparando
el terreno. Van cayendo nuestras posiciones. Se pierde Truende y Mauas. Hemos de
abandonar Machichaco. Y nuestras fuerzas se repliegan sobre Baquio, buscando el
apoyo del Jata.

La Brigada de Fervenza qued en Arrieta y alrededores, a la expectativa de


los combates emprendidos por otras fuerzas para recuperar el Sollube, y
cubriendo la zona entre el Sur de Ikasta y el Mendigane, junto a unidades de la
5 Brigada Vasca recin llegadas al rea o en camino, caso de los batallones
Araba y Leandro Carro. Posteriormente, el 16 de mayo, inici en Jata el relevo

58. ASB, Fondo Olabarri, Carpeta 44, Expediente 1.

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escalonado de la 9 Brigada Vasca, quedando al da siguiente integrando el despliegue de la nueva 5 Divisin Vasca. El 19 se perda Jata ante una nueva ofensiva enemiga, siendo a continuacin retirada del frente la unidad de Fervenza. A
continuacin, pas a formar parte de la llamada Divisin de Enlace, desplegando en el rea de Villasana de Mena a principios de junio de 1937. El 23 de ese
mes la Brigada, junto a la recin llegada 1 de Santander, y con la 8 Vasca
como refuerzo, formaron la improvisada Divisin "B", desplegada entre Galdames
y el Cadagua para contener el avance enemigo, mientras se proceda a iniciar la
reorganizacin de las fuerzas vascas. Casi inmediatamente se le asign la 8 Brigada asturiana. Tras actuar en varias acciones retardatorias del avance enemigo
por las Encartaciones, en julio pas a constituir la llamada 5 Divisin Expedicionaria, junto a las Brigadas 8 y 16 de Asturias. La Brigada, que perdi al 122
batalln, sustituido por el 103, acab numerndose como 177, desapareciendo
en el desastre de agosto que acab con la prdida de Cantabria59.
5.2.1. Batalln 101 de Santander
El batalln 101 se organiz en base al Regimiento de Infantera n 21, presente en Santander antes de estallar la guerra. La unidad se integr en la denominada 1 Columna, participando en los ataques contra Espinosa de los Monteros de diciembre del 1936, saldados en un sangriento fracaso. A principios de
1937 su comandante era Julio Congil Pongin, siendo poco despus seleccionado el batalln para integrarse en la Brigada santanderina destinada a participar
en la gran ofensiva sobre Oviedo y su pasillo de comunicaciones. En esta operacin, iniciada en febrero, el batalln sufri un balance de 115 bajas.
A finales de abril el batalln fue destinado a Vizcaya, quedando desplegado
en Sollube, y participando en los combates de principios de mayo para detener
la progresin de las fuerzas adversarias con base en Guernica. A partir del 9 de
mayo hubo de replegarse del rea sur del macizo de Sollube. Estas acciones,
libradas entre el 1 y el 10 de mayo, se saldaron con algunas bajas, incluidas vctimas mortales en la unidad. En la zona de Mungua acab integrado en el despliegue de la nueva 5 Divisin Vasca, pasando al frente de Jata, del que hubo
de replegarse el 19 de mayo.
Retirado junto a su Brigada de la primera lnea, pas a formar parte de la llamada Divisin de Enlace. Con ella el batalln actu a finales de junio en la zona
de pico Ubieta, sobre Galdames, retirndose ante el fuerte ataque enemigo del
da 28. Al menos dos de sus heridos fallecieron en los hospitales vascos durante su actuacin en Euzkadi. Desapareci junto a la 12 Brigada en agosto, ante
la potente ofensiva adversaria sobre Santander60.

59. GMIR, op.cit., pg. 110.


60. CDMH, P.S. Santander, Serie "L", Leg. 7.

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5.2.2. Batalln 102 de Santander


El batalln 102 se form en 1936 con efectivos de la antigua Columna de la
Sa, que guarneci el puerto de montaa del mismo nombre. Su ncleo primigenio lo formaban soldados del Regimiento de Infantera Valencia n 21, de guarnicin en Santander al estallar la guerra, y contingentes milicianos. Todos ellos
formaron en la llamada Columna Villaras, comandada por el diputado cntabro
de ese apellido. De hecho, la documentacin presenta al 102 como 2 batalln
surgido del citado Regimiento n 21. Este batalln particip en diciembre de
1936 y enero de 1937 en los combates de la zona de Villasante y mirador de
Espinosa, y actu en Asturias en febrero-marzo del siguiente ao. En todas las
operaciones sufri abundantes bajas. Era por tanto, al ser destinado al frente
vasco, una unidad veterana con ms que suficiente experiencia blica.
A finales de abril pas con su Brigada a Euzkadi, quedando posicionado al
sur del macizo de Sollube, en las alturas que hacan frente a la amenaza adversaria radicada en Guernica, localidad en ruinas tras el bombardeo de la Cndor
del 26 de abril que los franquistas transformaron en base de operaciones tras su
captura el 29 del mismo mes. El batalln destac junto a su Brigada al rechazar
varios ataques enemigos a principios de mayo, llegando a contraatacar. El parte
vasco elogi a la Brigada santanderina situada frente a la Villa foral, por su
actuacin en los combates del da 3, jornada en el que lleg a actuar ofensivamente. Las informaciones oficiales de Bilbao afirmaban que en la zona de Rigoitia las tropas enemigas tuvieron ms de cien bajas vistas, dando algunos detalles ms precisos61:
En el sector de Guernica, las fuerzas de Santander atacaron con gran bro algunas posiciones enemigas y lograron apoderarse de un mortero y un fusil ametrallador,
as como bombas de mano, caretas contra gas, cajas con bombas y algunos vveres.
Nuestras tropas, que infligieron duro castigo a los facciosos regresaron a sus
posiciones despus de haber enterrado siete cadveres enemigos, entre ellos el de
un oficial. Otros muchos cadveres facciosos quedaron abandonados en el terreno
de la lucha.

De esos das, Joven Guardia, rgano de las JSU de Euzkadi, public el 5 de


mayo el reportaje Por los Frentes Vascos. Impresiones de las ltimas jornadas
en el sector de Sollube, en el que cit a las fuerzas del batalln62:
El da 2 de mayo pensamos estar en Bilbao, nos dice un pobre requet que viene conducido, en unin de otros varios, entre los fusiles del batalln 102.

A partir del da 9 el batalln hubo de replegarse con su Brigada y otras fuerzas ante la renovada ofensiva enemiga. Posteriormente pas a la zona de Mun-

61. Avance (Gijn), n 122 (4-5-1937), pg. 6, y Euzkadi Roja (Bilbao), n 191 (4-5-1937),
pg. 3.
62. Joven Guardia (Bilbao), n 26 (5-5-1937), pg. 4.

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gua, donde participara en la lucha por Jata. Retirado a la zona del valle de
Mena para formar parte de la Divisin de Enlace, participara en la contencin
del avance rebelde por las Encartaciones, sufriendo varias bajas, entre ellas cuatro muertos, entre el 27 de junio y el 9 de julio. La remozada 12 Brigada de
Santander contaba con el 102, y con los 101 y 103 batallones, tomando la
numeracin de 177 Brigada y desapareciendo en el curso de los combates de
agosto en Santander.
5.2.3. Batalln 122 de Santander
El batalln santanderino 122, como sus compaeros de Brigada, contaba
con una destacada experiencia blica a su llegada al frente vasco. Lo organizaron la CNT y la FAI de Santander, y lo comandaba Manuel Garca Fernndez. La
unidad combati primero en la zona de Noceco, en diciembre de 1936 y enero
de 1937, participando despus en la ofensiva republicana de Asturias de febrero-marzo, donde sufri 104 bajas (15 muertos, 10 desaparecidos, y 79 heridos). Para esas fechas haba perdido desde el inicio de la guerra una parte sustancial de sus mejores combatientes, los voluntarios de primera hora. En
Euzkadi se incorpor al frente a finales de abril, empezando a actuar el 1 de
mayo en Saracoeches, pasando en los das siguientes a Rigoitia.
A principios de mayo se bati contra los intentos de avance enemigos desde
Guernica, junto a su Brigada y la 1 Expedicionaria de Asturias (o 2 Brigada de
Asturias). Sufri varias bajas, entre ellas cinco vctimas mortales entre los das 1
y 2 de ese mes63.
A pesar de contenerse los esfuerzos del enemigo durante varios das, el 9 de
mayo se reanud el asalto enemigo sobre la zona sur del macizo del Sollube y el
terreno aledao al oeste de la misma. El 122 se repleg con bajas abundantes,
entre ellas dos muertos y 13 desaparecidos. Otro combatiente de la unidad
desapareci dos jornadas despus. Ese mismo da 11 un balance de las prdidas de la unidad apuntaba que hasta entonces su intervencin en Euzkadi le
haba costado siete muertos y 16 desaparecidos, aparte de varias decenas de
heridos64.
La 2 Expedicionaria de Santander pas a continuacin a la zona de Mungua, relevando a la 9 Vasca en Jata, posicin que cay el 19 de mayo ante el
ataque de fuerzas bajo mando italiano. Relevada y agregada ms tarde a la Divisin de Enlace, la Brigada volvi al combate frente a las puntas de ataque franquistas que avanzaban por las Encartaciones. En la tarde del da 27 de junio un
fuerte ataque enemigo arrebat al batalln el pico de Ubieta. El 28 el 122 contraatac, logrando recuperar la cota mediada la tarde, para perderla de nuevo al

63. CDMH, PS Santander, Serie L, Leg. 70.


64. CDMH, Idem.

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retroceder las fuerzas situadas a su derecha (batalln 101 de su Brigada y varias


unidades vascas). El batalln fue felicitado por Ibarrola, jefe de la 3 Divisin
vasca, que contaba entre sus fuerzas con la 12 de Santander y la recin llegada 1 brigada montaesa (no confundirla con la 1 Mvil). De nuevo, su actuacin se sald con decenas de bajas. De hecho, hasta finales de junio, slo en
los hospitales fallecieron nueve de sus heridos. El batalln fue apartado de la
Brigada sustituyndole otro. Acab desapareciendo en el desastre de agosto,
aunque algunos de sus hombres consiguieron llegar a Asturias para proseguir
una lucha sin esperanza.
5.3. Los ltimos refuerzos santanderinos
El mando del Norte envi en junio a la 15 Brigada santanderina como refuerzo al frente vasco. La misma proceda de la fusin de fuerzas de las dos Brigadas
Mviles ya destacadas en Euzkadi en abril-mayo, y cuyo historial acabamos de
repasar. Varios batallones ya citados se incorporaron a la lucha de nuevo, participando en la fase final de la lucha por Vizcaya, ocupando posiciones en la lnea
en que se detuvo el avance enemigo. El Batalln 143 se incorpor a la 15 Brigada santanderina en Euzkadi, y sta qued reestructurada en base al mismo,
mantenido de Reserva en Ramales, y a los 106 y 139 que hemos estudiado. El
138 desapareci de la Brigada, tras decidirse su disolucin, pero acab integrado en la 1 Brigada de Santander y, por tanto, no fue disuelto.
La Brigada 14 de Santander se incorpor al frente vasco a finales de junio.
Junto a las Brigadas asturianas 3 y 15 contraatac infructuosamente sobre
Lagarbea, San Roque y Burgueo, a primeros de julio, en una operacin que
control el II Cuerpo de Ejrcito de Santander, y que anticip la igualmente fracasada ofensiva vasca de finales de ese mes sobre las mismas posiciones. Entre
sus batallones se cont el 120, Bruno Alonso, organizado en Castro Urdiales y
comandado por Pablo Careaga y con Anastasio Solrzano como comisario. El
batalln era considerado una unidad de choque, y por ello actuaba all donde la
situacin era comprometida, especialmente en el frente burgals, al sur de Cantabria. En su actuacin en Euzkadi sufri abundantes bajas en sus ataques a la
ermita de San Roque. Tras los combates, los franquistas apilaron en el monte
Burgueo los cados republicanos abandonados quemndolos65.
El Batalln 124 de Santander, perteneciente a la 1 brigada santanderina
(no confundir con la 1 Mvil), y destacado en el valle de Mena, se vio implicado en la lucha por Vizcaya durante la segunda mitad del mes de junio, cuando el

65. Para la participacin de la 14 de Santander, del 120 batalln, y las consecuencias de su


actuacin: ETXEBARRIA MIRONES, Jess/ ETXEBARRIA MIRONES, Txomin. Balmaseda 1936-1938:
Preguerra, Guerra. Toma de Balmaseda y Represin, Bilbao: Ed. de los autores, 1993; 219-220;
ONTAON, op.cit., pp. 370-379; MATARRANZ, op.cit., pp. 80-81; Hay cierta confusin sobre las
unidades que formaban la 14: ENGEL, op.cit., pg. 164 y GRATE CRDOBA, Jos Mara. Mil das
de fuego. Memorias documentadas de la guerra del treinta y seis, Barcelona: Luis de Caralt, 1972;
pp. 236-237.

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avance rebelde penetr igualmente en la zona oriental del valle de Mena. Los
das 15 y 16 de ese mes la unidad sufri un bombardeo areo, con el resultado
de dos muertos y tres desaparecidos. El 28 el batalln se distingui en la lucha
por el monte Picotabla, sufriendo bastantes bajas, incluido un muerto y 20 desaparecidos. El 30 una nueva vctima mortal se produca en sus filas. El 124 era
una unidad cenetista anteriormente titulada Libertad, -nombre que tambin
ostent el 126 de igual origen-, e inclua efectivos relevantes de los Partidos
republicanos, ya que fuerzas del batalln Pi y Margall se haban integrado en el
mismo. La 1 Brigada (luego 166) la formaban adems del 124, los 130 y 138
batallones, ste ltimo ya estudiado. Fue felicitada por Ibarrola por la resistencia
desplegada en Sodupe66.
El batalln santanderino 133 lleg a Vizcaya el 1 de julio, situndose en las
proximidades de Valmaseda. Con la situacin prcticamente estabilizada, la unidad apenas tuvo que combatir durante su estancia en Euzkadi. Su segundo
comandante, el capitn Nicasio Fernndez Arce, era un maestro nacional de
veinticinco aos natural de Sestao. ste, inici la campaa integrado en la
columna de Ochandiano, desde donde pas al frente de Irn-San Sebastin. En
diciembre de 1936 se incorpor al batalln Olabarri, de ANV, pasando despus
a la Escuela Popular de Guerra del Ejrcito del Norte. De sta egres de capitn,
siendo destinado al Cuerpo de Ejrcito de Santander, primero al batalln 143, y
luego, el 8 de mayo de 1937, al 133, con el que intervino en la ofensiva sobre
Barruelo de Santulln. Este batalln, tras actuar en julio en el frente vasco, pas
a la zona de Cabezn de la Sal, donde combati durante la ofensiva rebelde
sobre Santander. El capitn Fernndez y los escasos supervivientes que eludieron el cerco enemigo se integraron a las fuerzas defensoras de Asturias67.
Otras unidades participantes en la lucha final por Vizcaya fueron el batalln
128, que proceda de la 6 Brigada santanderina (luego 171), y que combati
con dureza durante la retirada por el occidente vizcano, de tal modo que el 1
de julio sus muertos llegaban a 20, y el 6 batalln de Ingenieros de Santander.
Este realiz junto a sus homlogos vascos numerosas tareas de fortificacin en
el occidente vizcano, tratando de dar solidez a la primera lnea al estabilizarse el
frente. Esta labor no se realiz sin bajas, falleciendo el 30 de junio uno de los
zapadores montaeses68.
6. EPLOGO. UN BALANCE TRGICO
En general la intervencin de las fuerzas asturianas y montaesas en Euzkadi motiv un juicio negativo por parte del nacionalismo vasco. Un Informe de

66. GMIR, op.cit., pp. 108-109.


67. Sobre la ofensiva de Barruelo, lanzada el 22 y 23 de junio para aliviar la situacin de los
defensores de Vizcaya tras la cada de Bilbao, y sus consecuencias: GRATE CRDOBA, op. cit., pp.
268-294.
68. CDMH, P.S. Santander, Serie "L", Legajo 70.

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Comisarios nacionalistas del Estado Mayor, apunt que los santanderinos "con
las fuerzas asturianas fueron los responsables de las prdidas de las mejores
posiciones, sin echar un tiro", o "nuestros batallones tomaron a broma lo de Ejrcito regular y mando nico, y al ponerles por ejemplo el de Santander solan contestar que si el ejrcito de Santander era regular, el de Euzkadi era superior".
Frente a ello, un estudio objetivo slo puede concluir que en el Norte republicano se dieron, de forma pareja, las virtudes y defectos que acompaan a unas
fuerzas militares que, en realidad, procedan de la estructura miliciana de la primera etapa69.
En total, unos 20.000 asturianos y santanderinos combatieron en la campaa por Vizcaya, siendo sus bajas en combate de cerca del 20% de esa cifra.
No menos del 20% de esas bajas fueron muertos. Al menos 27 batallones asturianos y cerca de una quincena de santanderinos pelearon en Euzkadi. Algunos,
caso de los seis asturianos llegados al final de la lucha por Vizcaya, apenas llegaron a combatir, pero los 12 batallones asturianos de las cuatro Brigadas expedicionarias iniciales monopolizaron casi el 50% de las bajas citadas70.
La cifra de muertos santanderinos en accin creemos super los 2.500, en
un Cuerpo de Ejrcito que era la mitad de nutrido que sus vecinos. El nmero de
muertos por la represin fue, como mnimo, equivalente, aunque una parte sustancial del fenmeno se ha logrado cuantificar gracias a las investigaciones de
Antonio Ontan. La cifra ms moderada de combatientes asturianos muertos
en accin los sita en cerca de 8.000, y la verdadera parece situarse entre esa
cifra y 10.000. Si tenemos en cuenta la dureza de la represin franquista y la
lucha guerrillera desarrollada en Asturias, no cabe duda que dicha regin fue la
ms castigada en el Norte por el conflicto, considerando incluso la represin
ejercida por los vencedores en tierra vasca y santanderina71.
Las fuerzas expedicionarias de Asturias y Santander fueron, adems, un smbolo del esfuerzo movilizador de los partidos y sindicatos del Frente Popular y de
las organizaciones anarquistas de dichas regiones. Evidenciaron no slo ese
aspecto, quizs el ms notable de unas fuerzas pro-gubernamentales que mostraron su faceta ms eficaz, la de crear, casi de la nada, un ejrcito que hiciera
frente a la rebelin militar. Por el contrario, tambin ofrecen en negativo la visin
de un Ejrcito en que las diferentes organizaciones trataban de controlar el mximo nmero de unidades posible. Y ah el proselitismo comunista fue caracterstico. El ejemplo de los 27 batallones llegados de Asturias a Euzkadi es paradig-

69. AGUIRRE, op.cit., pp. 519-521; BELDARRAIN, op.cit., pg. 134.


70. VV.AA., op.cit., Tomo II, pp. 292-293.
71. AGUIRRE, op.cit., pp. 285-286; Sobre las prdidas humanas en Asturias: VV.AA.,
op.cit.,Tomo II, pp. 515-518; ERICE, Francisco (Coord. ). Los comunistas en Asturias 1920-1982,
Gijn: Ediciones Trea, 1996; pp. 126-145. Sobre las prdidas en el Norte republicano: SALAS,
Ramn: Prdidas de la guerra, Barcelona: Editorial Planeta, 1977; pp. 164-166, 211-213, 240245, 254-256, 276-280, aunque en este caso sus cifras son muy discutibles; ONTAN, Antonio.
Rescatados del olvido. Fosas comunes del cementerio civil de Santander, Santander: Ed. del autor,
2003; pp. 247-286.

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mtico. De ellos 13 estaban controlados por el PCE, siete por el PSOE-UGT, seis
por la CNT-JJ.LL, y uno por los republicanos. Esa pugna por controlar unidades
seria lesiva no slo en el Norte, sino en toda la zona republicana, creando las
condiciones que condujeron al enfrentamiento interno que puso la victoria en
manos franquistas. Curiosamente esto ltimo coincidi cuando los militares profesionales del bando republicano tenan los principales resortes militares en su
poder72.
A pesar de las diatribas cruzadas por las diferentes fuerzas presentes en el
Norte republicano, las deudas de sangre de unos y otros quedaron en cierto
modo pagadas durante la guerra. Entre octubre de 1936 y abril de 1937 un total
de 11 batallones y unas cinco compaas vascas combatieron en tierra asturiana. Otros tres batallones de primera lnea vascos, aparte de otras unidades ingenieros y auxiliares, participaron en la campaa final asturiana. Sus prdidas se
cifran en cerca de 2.000 bajas, incluidas unas 500 vctimas mortales (500
bajas, incluidos 150 muertos, pertenecientes a batallones nacionalistas vascos). Igualmente, en la lucha por Santander, en agosto de 1937, varias unidades vascas, -y asturianas-, combatieron, sufriendo algunas muchas vctimas.
Fue la moneda de cambio de una colaboracin que encontr mltiples trabas a
nivel poltico, impuestas por una fragmentada visin de la realidad, especialmente entre los nacionalistas vascos. El Norte leal a la Repblica no poda ganar
la guerra, pero del final de su resistencia conjunta dependi el momento a partir
del cual el adversario poda ganarla.
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EL TEBIB ARRUMI (Ruiz Albniz, Vctor). La conquista de Vizcaya. Valladolid: Librera
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72. Los batallones asturianos llegados a Euzkadi que estaban bajo control comunista eran los
numerados 224, 225, 227, 230, 231, 233, 234, 236, 237, 242, 243, 247, y 256; bajo control
socialista los nmeros: 216, 223, 228, 252, 258, 259, y 265; bajo el de los anarquistas, los 208,
211, 212, 213, 219, y 266; republicano el 222. Vase al respecto: VV.AA., op.cit., Vol. I, pg. 237,
y Vol. II, pp. 356-364; De los ms de 15 batallones santanderinos es ms difcil hacer un balance,
dado que no existe un estudio en profundidad.

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