Brigadas Asturiana y Santanderina
Brigadas Asturiana y Santanderina
Recep.: 16.05.2008
Acep.: 09.10.2012
Este artculo se centra en la historia de las unidades militares asturianas y santanderinas que
actuaron en Euzkadi durante la pasada Guerra Civil. Las Brigadas de Asturias y Santander participaron de forma destacada en la defensa del territorio vasco frente al ejrcito franquista. La reconstruccin de dicha intervencin contribuye al conocimiento ms profundo de la historia de la guerra
en el frente Norte.
Palabras Clave: Guerra Civil Espaola. Ejrcito republicano del Norte. Cuerpo de Ejrcito Vasco.
Cuerpo de Ejrcito de Asturias. Cuerpo de Ejrcito de Santander.
Artikulu honek Euskadin Gerra Zibilean jardun zuten Asturias eta Santanderreko unitate militarretan jartzen du arreta. Asturias eta Santanderreko Brigadak era nabarmenean parte hartu zuten
euskal lurraldearen defentsan armada frankistaren aurrean. Parte hartze horren berreraiketak laguntzen du Ipar fronteko gerraren historia sakonago ezagutzen.
Giltza-Hitzak: Espainiako Gerra Zibila. Iparraldeko armada errepublikanoa. Euskal Gudarostea.
Asturiasko Armada Gorputza. Santanderreko Armada Gorputza.
Cet article est ax sur l'histoire des units militaires des Asturies et de Santander qui intervinrent
en Euzkadi durant la Guerre Civile. Les Brigades des Asturies et de Santander participrent de faon
notable la dfense du territoire basque face l'arme franquiste. La reconstruction de cette intervention contribue une connaissance plus profonde de l'histoire de la guerre sur le front Nord.
Mots-Cls : Guerre Civile Espagnole. Arme rpublicaine du Nord. Corps d'Arme Basque. Corps
des Asturies. Corps d'Arme de Santander.
* Este trabajo ha contado con una ayuda a la investigacin del ao 1997 de Eusko Ikaskuntza.
867
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
nista, llev a una crisis de gobierno el 23 de diciembre. Esta qued saldada con
la salida de Ambou del Departamento, pasando a detentar la cartera de Instruccin Pblica, y quedando la de Guerra en manos del propio Gobernador y Presidente del Consejo, Belarmino Toms1.
El teniente Francisco Ciutat de Miguel lleg al Norte como Jefe de Operaciones designado por el Estado Mayor. A partir de entonces se transformaron las
columnas milicianas en batallones, establecindose una normativa disciplinaria
y de eleccin de mandos. En definitiva, a partir de septiembre las milicias asturianas se organizaron constituyendo una parte del Ejrcito Popular republicano
en el Norte. La asturiana fue una fuerza militar que, como pronto veremos, intervendra de un modo notorio en tierra vasca2.
En Santander, el poder qued fragmentado en multitud de entes locales, los
comits establecidos a nivel municipal. Sin embargo, en torno al Gobierno Civil
se gest el organismo centralizador de la dispersin a la que hemos aludido.
Este fue el Consejo Regional de Santander-Burgos-Palencia, reconocido, como
el asturiano, por el Gobierno central por el ya citado decreto de 23 de diciembre
de 1936. El Consejo lleg a contar con 19 carteras, de las que los socialistas
coparon ocho, incluidas las ms importantes, como la de Presidencia y Guerra,
detentada por Ruiz Olazarn, Presidente del Consejo y delegado del Gobierno
central en la provincia3.
En Santander las fuerzas del Ejrcito y de Orden Pblico permanecieron leales a la Repblica gracias a la labor de las autoridades civiles, y al comandante
Garca Vayas. Este y el diputado socialista Bruno Alonso, que qued como jefe
del Departamento de Defensa establecido hasta su sustitucin por Olazarn,
coordinaron la accin de las pequeas columnas milicianas que establecieron
las lneas de lo que iban a ser los Frentes de Burgos y Palencia. Con la movilizacin de reemplazos comenz la expansin de las fuerzas santanderinas. Estas,
llegaran a constituir el II Cuerpo del Ejrcito republicano del Norte, -denominado
ms tarde XV Cuerpo-, reuniendo ya entrado 1937 algo ms de 40 batallones
en cuatro Divisiones. Sin embargo, a finales de 1936, cuando las fuerzas de
Santander emprendieron su primera operacin ofensiva de peso, el II Cuerpo,
mandado por Garca Vayas, se reduca a 16 batallones, equipados con 26 caones, otros tantos morteros, cinco blindados, y 173 ametralladoras. Aparte de en
Asturias, las fuerzas santanderinas tuvieron sus principales frentes de operaciones en Palencia y Burgos, donde los santanderinos participaron en numerosas
1. AMBOU, Juan. Los comunistas en la resistencia nacional republicana (La guerra en Asturias,
el Pas Vasco y Santander), Madrid: Editorial Hispamerca, 1978; pp. 74-92, y GARCA MIRANDA,
J.C.. La crisis de diciembre. En: VV.AA.. La Guerra Civil en Asturias, Tomo I, Madrid: Ediciones Jcar,
1986; pp. 203-204.
2. VV.AA. La Guerra Civil en Asturias, op. cit., Tomo I, pp. 41, y 156-160; Para la guerra en el
Norte: IBRRURI, Dolores (Dir.). Guerra y Revolucin en Espaa 1936-1939, 4 Vols., Mosc: Editorial Progreso, 1967-1977; Vol. I, pp. 155-163; Vol. II, pp. 69-98; Vol. III, pp. 115-144 y 239-261.
3. PALACIO, Solano. La tragedia del Norte (Asturias mrtir), Barcelona: Ediciones Tierra y Libertad, 1938; pp. 183-193.
869
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
acciones. En noviembre-diciembre atacaron en buena parte de su frente burgals, desde las Loras hasta Mena. Frente a Espinosa de los Monteros las fuerzas
atacantes las formaban los ocho batallones de la columna santanderina nmero
1, llamada de Bercedo-Villasante, reforzados durante varios das por un batalln comunista vasco, el n 26 Karl Liebknecht4.
A principios de 1937 los batallones de Santander y Asturias se integraban
en Brigadas y Divisiones, estructura militar que permiti un mejor control de las
unidades, y que en el caso vasco no se logr imponer hasta abril de ese ao, por
la oposicin de los nacionalistas vascos a la autoridad del general jefe del Ejrcito del Norte, Llano de la Encomienda. A pesar de estos problemas de ndole
poltica, el Ejrcito del Norte trat de sacar partido a la nueva organizacin, aunque el xito fue muy limitado, dada la carencia de medios. En enero, el Cuerpo
santanderino emprendi pequeos ataques en el frente palentino, y en las zonas
de Noceco y Las Loras, en Burgos.
Un captulo importante de las relaciones entre las diferentes entidades del
Norte republicano fue el del armamento. El evidente cantonalismo impidi un
aprovechamiento racional de los recursos, incluida la industria de armamento
existente. Asturias y Santander contaban con fbricas, las de Trubia y Reinosa,
capaces de fabricar armamento pesado, mientras Euzkadi poda acometer la
fabricacin de armas de fuego, morteros y vehculos blindados. Sin embargo, en
conjunto se realiz menos de lo esperado, y el mayor aporte procedi de la
importacin de armamento desde el exterior, por va martima y siempre ante el
peligro de la superioridad naval adversaria que bloqueaba el acceso a la costa
leal. Varios factores contribuyeron a que el esfuerzo industrial blico del Norte
fuese escaso comparado con su potencial: la desorganizacin inicial de la zona
republicana, la difcil adaptacin a una economa de guerra y aqu debe apuntarse la importante merma que para la produccin supona la movilizacin de las
masas proletarias. Decenas de miles de trabajadores, muchos de ellos especialistas, se sumaron a las unidades combatientes privando a la industria de un
potencial humano fundamental. A esto se uni que tanto Trubia como Reinosa
trabajaron a un ritmo pobre. Ambas quedaron demasiado cercanas a la lnea de
frente, y sufrieron las consecuencias de ello. Trubia fue atacada repetidas veces,
y las instalaciones de la Naval de Reinosa sufrieron importantes daos por un
bombardeo areo el 20 de diciembre de 1936. En Trubia se sum, igualmente,
la labor retardadora sino saboteadora del coronel Franco, responsable de la misma. Eso no evitara su posterior ejecucin por los franquistas triunfadores. Y
cuando Reinosa estaba a punto de entregar su primer gran pedido de artillera,
en agosto de 1937, cay ante la ofensiva adversaria sobre Santander. En Euzkadi, el esfuerzo movilizador, la evacuacin y los traslados de maquinara, y la
870
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
adaptacin de nuevos espacios industriales, fruto de los tiempos blicos, impidieron igualmente desarrollar una produccin a gran escala. El recurso a las
importaciones fue, por tanto, un hecho incuestionable. Y dio lugar a las naturales suspicacias de regin a regin al procederse al reparto entre Asturias, Euzkadi y Santander.
A principios de 1937 el problema del armamento era fundamental en el Norte republicano. No haba suficientes armas individuales para todos los combatientes. Muchas, dado el deficiente estado en que haban llegado desde el exterior, se haban inutilizado en las ofensivas lanzadas por los tres Cuerpos de
Ejrcito a finales de 1936. El material importado se reparta proporcionalmente
entre los tres Cuerpos del Ejrcito republicano del Norte, y a pesar de que las
cifras de material llegado parezcan confundir a algunos historiadores militares, los Salas o Martnez Bande, cantidad no equivala a calidad. La Repblica
compraba lo que poda a precios desorbitados, ya que la poltica de No Intervencin de las democracias (Francia e Inglaterra) le haba vetado la compra libre y
transparente en los mercados mundiales. Los mismos mandos rebeldes del frente Norte reconocan que el armamento republicano no era el mejor. El general
Aranda, refirindose al capturado en los combates anteriores deca "ametralladoras, fusiles ametralladoras, morteros, fusiles de multitud de marcas, chatarra
[]" y un comunicado de su Cuartel General aada5:
[] siendo de notar el empleo de ametralladoras y fusiles de modelo ms anticuado,
tales como Remington, Gras y Level, en uso hasta hace treinta o cuarenta aos, y
ametralladoras Colt, viejsima chatarra con la que se engaa a los hombres reclutados [].
871
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
ligero perdido lo fue por el desgaste que presentaba, vejez o mala conservacin.
De hecho, los rebeldes slo reclamaron la captura de 32 ametralladoras, unos
500 fusiles, dos morteros y ocho blindados, aparte de municiones y granadas.
Entre enero y marzo llegaron al Norte varios barcos, con armamento de
importacin. Este hecho permiti reponer el consumido en las ofensivas de finales de 1936, emprender la ofensiva sobre Oviedo y, por ltimo, sostener la ofensiva franquista sobre Vizcaya, iniciada el 31 de marzo de 1937. Para entonces,
los tres Cuerpos de Ejrcito republicanos en el rea cantbrica disponan de un
potencial importante, aunque muy por debajo de lo defendido por Ramn Salas
en sus estudios, y claramente insuficiente para arrostrar las consecuencias de
una ofensiva enemiga manifiestamente superior en los planos artillero y areo. A
partir de enero los envos fueron fundamentalmente a Santander, pasando prcticamente todo el material a nutrir al II Cuerpo de Ejrcito y, sobre todo, al III de
Asturias, donde a finales de febrero se iba a lanzar una ofensiva contra Oviedo y
su pasillo. De ese modo, a principios de febrero, da 5, el armamento de que
disponan las fuerzas vascas era, segn las sumas totales que constan al final de
un documento de poca, de: 21.944 fusiles, 502 ametralladoras y fusiles ametralladores, 157 morteros, 4.521 pistolas y revlveres. El despliegue artillero
consista en 81 caones de campaa de todos los calibres, cinco contra-carros
y ocho lanzaminas6.
A finales de marzo de 1937 el Cuerpo de Ejrcito Vasco, I del Norte, contaba con ms de 55.000 hombres en la primera lnea y en la retaguardia. De ellos,
unos 5.000 haban combatido en Asturias, -sufriendo ms de mil bajas en
accin-, y en su mayor parte no estaban disponibles para defender Euzkadi, a
fecha 31 de marzo, por estar en trnsito de Asturias a Euzkadi o permanecer en
aquel territorio. El Cuerpo dispona de 55 batallones completos y ocho en organizacin repartidos en los 13 Sectores en que se subdividan los tres Frentes
diferenciados en Euzkadi (Guipzcoa, lava y Burgos). Haba adems tres regimientos y un grupo independiente de artillera, unos 11 batallones de ingenieros
completos y en organizacin, un pequeo batalln de carros orugas, un escuadrn de Caballera, y fuerzas de Intendencia, Sanidad y Transportes. De los algo
ms de 55.000 hombres, casi 15.000 realizaban funciones de retaguardia
(organizacin, intendencia, sanidad, transportes, etc). El armamento de las
unidades de combate, unos 65 batallones por entonces, ascenda a 26.327
fusiles, 5.662 pistolas y revlveres, 508 ametralladoras y fusiles ametralladores,
unas 90 piezas de artillera, y 240 morteros. Al armamento individual citado
habra que aadir el de las fuerzas de la Marina Auxiliar, Orden Pblico, Ertzaa
o Polica Motorizada, lo que aadira varios miles ms de armas largas y cortas.
En todo caso una cifra global muy por debajo de los clculos de Salas. ste,
basndose en la plantilla de armamento terica por batalln, de 432 fusiles,
ocho ametralladoras, 12 fusiles ametralladores, 12 morteros de 50 mm. y cuatro de 81 mm, pretenda que slo los 65 batallones existentes disponan de
872
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
28.080 fusiles, 1.300 armas automticas (520 ametralladoras y 780 ametralladores) y 1.040 morteros (780 de 50 mm y 260 de 81 mm). Comparado con
lo existente no queda ms remedio que apuntar que Ramn Salas nunca comprendi que una plantilla "ideal" no tiene que reflejar, necesariamente, la realidad7.
Un problema aadido en el Cuerpo Vasco es que el mismo eludi cumplir la
estructuracin de sus fuerzas en Divisiones y Brigadas, tal como orden al conjunto de las fuerzas del Norte el general Llano y su Estado Mayor. Efectivamente,
desde principios de 1937 los batallones de Santander y Asturias se fueron integrando en el nuevo sistema de Brigadas y Divisiones, organizacin militar que
permita un mejor control de las unidades, y que en el caso vasco no se logr
imponer hasta abril de ese ao, por la oposicin de los nacionalistas vascos a la
autoridad del general jefe del Ejrcito del Norte.
El 28 de marzo las fuerzas presentes en la Asturias republicana, sin contar
los batallones vascos y santanderinos todava en aquellos frentes, ascendan a
72 batallones (69 de infantera, -de ellos 19 acabando su organizacin-, dos de
ametralladoras y uno de morteros y mquinas de acompaamiento). La artillera
se evaluaba en 29 bateras (de ellas 11 agregadas del Ejrcito del Norte), ms
dos bateras de morteros independientes (una de pesados y otra de ligeros), y
cinco piezas contracarro (no las 20 que citan Martnez Bande y los Salas). Con
ello la artillera disponible en Asturias lleg hasta 138 piezas (incluidos seis morteros pesados). El mando republicano en el Norte dispona de ms de un 30%
de artillera en la batalla defensiva que libr en marzo contra los contraataques
de Aranda que cuando lanz la ofensiva contra Oviedo y su pasillo. El resto de
fuerzas asturianas se componan cuatro batallones de Zapadores, una compaa
de pontoneros, una de dinamiteros, cuatro de intendencia, cuatro de camilleros,
una de ambulancias, dos secciones de artolas, un batalln de automovilismo y
un escuadrn de caballera en formacin. El Cuerpo de Ejrcito asturiano se
implic, en definitiva, en terminar su estructuracin tras el fracaso de la ofensiva sobre Oviedo y su pasillo, empleando la amplia recluta de reservistas y reemplazos emprendida no slo en cubrir bajas, sino en acabar de organizar o empezar el encuadramiento de 19 batallones de infantera que le faltaban hasta los
69 previstos; pero los miles de hombres instruyndose o en unidades de retaguardia o sin organizar y por tanto no disponibles para su inmediata entrada en
combate no pueden ser computados, tal como hacen Martnez Bande y los
Salas cuando hablan de los 70.000 hombres disponibles por los gubernamentales en Asturias hacia finales de marzo, cifra a todas luces sobrestimada. En la
misma medida deberan incluirse en el despliegue rebelde las decenas de uni-
7. AGUIRRE Jos Antonio. El Informe del Presidente Aguirre al Gobierno de la Repblica sobre
los hechos que determinaron el derrumbamiento del Frente Norte (1937), Bilbao: Editorial La Gran
Enciclopedia Vasca, 1978; 344-345; SALAS, Jess. Guerra Area 1936/39. La Campaa del Norte,
Madrid: IHCA. Instituto de Historia y Cultura Aeronuticas, 1998; Vol. II, pg. 332; SALAS, Ramn.
Historia del Ejrcito Popular de la Repblica, Volumen II, Madrid: Editora Nacional, 1973; pp. 1.4161.417.
873
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
874
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
rea); los fusiles ametralladores llegaban a 138, de los que 25 haban llegado
hacia poco "estando en construccin las cintas"; y de los 70 morteros 35 estaban sin municin y otros 20 con muy escasa municin. La artillera montaesa
tena 40 piezas repartidas entre ocho bateras y dos secciones, ms las piezas
contracarro. Su nmero ascendera bastante entre enero y marzo gracias a la
llegada por mar de nuevas remesas, con lo que a finales de marzo contaba el II
Cuerpo en sus frentes con 75 piezas10.
No slo no se cubra la plantilla terica de las unidades, sino que a ello se
sum la superioridad enemiga en los planos areo y naval. En el primero, el despliegue areo franquista concentr inicialmente 152 aviones, mientras el Norte
republicano dispona de apenas 40 aparatos, segn Jess Salas. En realidad el
nmero de aviones gubernamentales en condiciones de vuelo era de unos 35. El
factor areo, y la clara inferioridad global republicana en artillera y reservas, iban
a ser decisivas en la evolucin de la campaa en los frentes del Norte. El Ejrcito republicano slo pudo contrarrestar su inferioridad material aportando el
mximo de recursos humanos. Y estos eran igualmente limitados al reducirse a
tres regiones aisladas del resto del territorio de la Repblica. La suerte de la zona
cantbrica en manos gubernamentales dependa de que la zona principal republicana reaccionase, paralizando primero la accin enemiga en el Norte y lanzando operaciones decisivas que cambiasen el curso de la guerra. Al fracasarse
en esos objetivos el Norte cay, no sin combatir duramente, y la Repblica inici
su larga marcha hacia la derrota final.
2. ASTURIANOS Y SANTANDERINOS EN EUZKADI EN 1936
Las primeras fuerzas Asturianas que participaron en Euzkadi lo hicieron en el
verano de 1936, cuando acudieron a la lucha en el frente guipuzcoano decenas
de combatientes que actuaron de dinamiteros en los frentes de Irn y San
Sebastin, dirigidos por futuros destacados comandantes asturianos, como
Celestino Fernndez "Celesto", Julio Garca Roza, y Enrique Garca Vitorero. Tambin pas a las fuerzas vascas el capitn del ejrcito Flix Casero Menndez, que
llegara a mandar uno de los batallones vascos de las JSU, el 5 de Euzkadi o
UHP, y que morira ms tarde en Vizcaya.
Los asturianos que participaron en la defensa de Guipzcoa en agosto y septiembre formaban parte de los siguientes contingentes: el llamado "Grupo de
10. AGUIRRE, op.cit., pp. 337-345; MARTINEZ BANDE, Nueve meses, op.cit., pg. 183, cifra
en 76 las piezas santanderinas; El Informe citado AGMA, Leg. 855, Carpeta 5, no tiene fecha, aunque el contexto general nos permite fecharlo a finales de enero o en febrero de 1937. Martnez Bande cifraba el armamento santanderino para el anterior mes de diciembre en 147 ametralladoras, 87
fusiles ametralladores, 47 morteros y 31 caones. En el Informe sin fecha, excepto el nmero de
ametralladoras todos los dems apartados han crecido significativamente. Adems, en el mismo
alguien corrigi a mano en el original cifras de efectivos humanos y materiales, y junto a la partida de
10.499 fusiles aadi el apunte "llegados el da 20 de marzo "; BELDARRAIN, Pablo. Historia Crtica
de la Guerra en Euskadi (1936-1937), 1 ed. Bilbao: Ed. del autor, 1992; pp. 99-102 y 108;
ROMAA, Jos Miguel. Historia de la Guerra Naval en Euskadi, 6 Vols., Bilbao: Ed. Amigos del Libro
Vasco, 1984; Vol. V, pp. 1.182-1.183 .
875
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
11. Un ejemplo de los cados astures en Guipzcoa lo ofrece el diario La Prensa (Gijn), N
4.684 (6-9-1936), pg. 4, En el Frente de San Sebastin.
876
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Los contactos con sus correligionarios de Santander por parte de frentepopulistas y cenetistas de Euzkadi fueron fluidos desde el principio. Por ejemplo, en
los primeros das del conflicto el Comit de guerra de Torrelavega mantuvo
comunicacin continua con Bilbao y San Sebastin mediante coches que actuaban de enlace llevando partes verbales y escritos. Adems, dos grupos de milicianos de dicha localidad cntabra, cada uno formado por una treintena de
hombres, acudieron a Donostia a finales de julio, participando en el aplastamiento de la insurreccin. A continuacin regresaron a su base, controlando un
amago de sublevacin en el llamado cuartel de Alta, de la capital montaesa, y,
tras actuar despus en los frentes de Barruelo y Asturias, algunos de ellos retornaron a Guipzcoa. Aqu, actuaron a partir del 10 de agosto en la defensa de
Tolosa, que cay el 11, y por ltimo se sumaron a la defensa de Irn, combatiendo en Puntza y San Marcial. Tras la cada de la localidad fronteriza, el grupo
actuante retorn a Torrelavega, con un balance de 15 bajas (cuatro muertos y
11 heridos)13.
Otro ejemplo de la relacin Santander-Euzkadi fue la visita girada al frente
vasco, a principios de septiembre, por el Presidente del Sindicato Minero de Vioo, Lorenzo Villaverde, saldada con tan mala fortuna que el citado falleci en
Durango a causa de un accidente de automvil. Su entierro en Castro Urdiales
congreg a las autoridades santanderinas. El mismo mes de septiembre, ante el
avance rebelde en Guipzcoa, llegaron fuerzas santanderinas a colaborar en la
detencin de la ofensiva enemiga sobre Vizcaya. Un batalln santanderino actu
primero en la zona costera, cerca de Motrico, pasando a los pocos das al frente
eibarrs. Se trataba de uno de los batallones organizado en base a las fuerzas
regulares del regimiento Valencia y contingentes milicianos. Miguel de Amilibia
describe la llegada de la unidad santanderina a Eibar el 28 de septiembre14:
[] el batalln en camino era uno de las fuerzas regulares, en las que la oficialidad,
comprometida, sin duda, en la sublevacin militar, haba sido sustituida por sargen-
12. Joven Guardia (Bilbao), n 36 (9-6-37), pg. 4 "Hroes modestos. El sargento asturiano".
13. MATARRANZ GONZLEZ, Felipe. Camaradas, op.cit., pp. 51-57.
14. El Comercio (Gijn), N 18.084 (5-9-1936), pg. 4, Noticias de Santander, y AMILIBIA,
Miguel de. Los batallones de Euskadi, San Sebastin: Editorial Txertoa, 1978; pp. 86-94.
877
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
878
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Revilla Cebrecos, en su obra sobre el Tercio de requets de Lcar, que guarneca la zona de Kalamua-Arrate el 29 de septiembre, eleva las bajas del Lcar
a ocho muertos y 35 heridos. Afirma que en el "duro combate" en que se pele
"cuerpo a cuerpo", se hicieron numerosas bajas republicanas, pasndose a los
requets 12 Guardias Civiles, y hacindose 18 milicianos prisioneros. Eso s, se
equivoca al afirmar que el ataque republicano lo llev a efecto " un batalln rojo
de Garellano, en que la mayor parte eran Guardias Civiles y de Asalto ". Revilla,
que no se incorpor al Lcar hasta febrero de 1938, basa sin duda la etapa
anterior de su unidad en documentos y testimonios, y los ltimos confundieron,
sin duda, la uniformidad del batalln santanderino con la del nico batalln del
Ejrcito regular presente en Vizcaya al estallar la guerra, el Garellano. Arstegui
evala las bajas de Lcar en las cifras citadas, pero apunta para ese combate
"contraataques nacionalistas vascos ", lo cual es inexacto y se repite para otras
acciones que cita de la campaa vasca y en las que las unidades nacionalistas
vascas no participaron o no llevaron el peso de la accin, caso de la del 29 de
septiembre. En dicha accin de Arrate, tras el ataque inicial santanderino guiado
por hombres del Amuategui, fueron compaas del 1 de la UGT las que actuaron. Por otro lado, Revilla seala poco despus lo siguiente16:
[] tena Lcar frente a sus posiciones un batalln que se denominaban "los dinamiteros de Castro Urdiales", gente muy alegre que siempre estaban cantando, pero
que no les iban a la zaga los navarros de Lcar, donde haba varios que destacaban
cantando jotas navarras, entre ellos uno que lleg a ser conocido por los "dinamiteros", que por las noches le llamaban por su nombre para que cantase jotas.
Francisco Ciutat, por entonces Jefe de Estado Mayor del Ejrcito de la Repblica en el Norte, destac que el batalln, formado en base al regimiento de
infantera de guarnicin en Santander y Santoa, lleg a Vizcaya hacia el 22 de
septiembre, participando en los contraataques del Kalamua, cerca de Eibar.
Otras fuentes nos permiten saber que el batalln no march de Eibar a Santander, sino que permaneci en Euzkadi. El batalln santanderino era el llamado
Malumbres, y a principios de Octubre pas a operar a la zona de Ondarroa.
Como agregado llevaba al alfrez instructor del batalln vizcano Baracaldo, Jos
16. REVILLA CEBRECOS, C.. Tercio de Lcar, Madrid: G. del Toro, 1975; pp. 71-78, y AROSTEGUI, Julio. Los combatientes carlistas en la guerra civil espaola 1936-1939, Tomo I, Madrid: Aportes XIX, 1991; pg. 129.
879
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Gonzlez Lpez. El testimonio de ste aporta datos sobre la actuacin del batalln en los primeros das de octubre17:
El da tres, con siete soldados y un sargento, pertenecientes al Batalln "Malumbres" de Santander, realiz una incursin en el campo enemigo, entre Saturrarn y el
puente de Motrico, pudiendo observar las fuerzas que el enemigo posea en aquel
sector. Tambin, con motivo de la incursin, practic dos detenciones [] consistan
en un sacerdote y un seminarista, ambos portadores de una bandera monrquica, el
primero, con el itinerario de todos los movimientos nuestros y un salvo-conducto
para circular libremente por el territorio faccioso []. Acto seguido y con los objetos
que quedan dichos, los entreg en la Comandancia Militar de Lequeitio, sindole
ordenada la conduccin de los presos citados, hasta el pueblo de Zaldivar, a disposicin del Comandante San Juan.
El da cuatro, intervino en la retirada de Ondrroa con el referido batalln de
Santander, quedndose slo en el pueblo. All, con intencin de prolongar e interrumpir la entrada del enemigo en el mencionado pueblo, quedose al objeto de abrir
la pasarela giratoria, lo que consigui. Ms tarde fue nombrado Jefe-Posicin en el
Monte llamado "Urquiaga-Mendi".
Aparte de los cados santanderinos recogidos por el enemigo el 29 de septiembre, sobre media docena segn combatientes del Amuategui que tambin
perdieron a compaeros, al menos otros cuatro santanderinos cayeron en sta
su primera intervencin en tierra vasca. Dos, Antonio Gonzlez Gonzlez y Eloy
Ruiz Blanco, muertos el 25 y 30 de septiembre, fueron enterrados en Durango.
Otro, Julin Dez Lpez, falleci el 29 de dicho mes, siendo enterrado en Eibar.
Por ltimo, Pedro Daz Fernndez muri el 4 de noviembre y fue enterrado en su
localidad de origen, Santoa. Probablemente, ese mismo mes regres la unidad
montaesa a Santander, porque en diciembre, durante la batalla de Villarreal,
tambin hubo numerosas acciones en el frente guipuzcoano, con vctimas en la
zona donde despleg el batalln montas, y no aparece ya ningn cado de ese
origen; pero s de otras unidades18.
Como en el caso asturiano, tambin hubo santanderinos integrados en unidades vascas, aunque en nmero ms apreciable. Muchos de ellos eran inmigrantes con residencia en Bilbao y la zona industrial del Nervin; pero tambin
hubo un contingente de residentes en la provincia de Santander enrolados en
batallones frentepopulistas vascos, y en ellos nos centraremos. La causa de su
integracin en unidades vascas fue, sin duda, la cercana geogrfica que determin una vinculacin poltico-sindical y laboral vizcana de los miembros de
dicho contingente. En lo que respecta a las fuerzas frentepopulistas, el contingente ms numeroso de santanderinos estuvo en los batallones del PCE de Euzkadi. El personal de los mismos cont, segn nuestras ltimas investigaciones,
con un 3,66% de vecinos de la provincia de Santander, lo que equivale a algo
17. CIUTAT, Francisco. Relatos y reflexiones sobre la guerra de Espaa, Madrid: Forma Ediciones, 1978; pp. 23-24.
18. Sobre dichas bajas mortales y para porcentajes de combatientes por lugar de naturaleza
vanse las fichas de defuncin en: Archivo Histrico Provincial de Vizcaya (AHPV), Registro de Fallecidos en campaa, letras A-Z.
880
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
881
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
19. Sobre la pugna entre el nacionalismo vasco y el general Llano, y el papel del general Gmir:
VARGAS, Francisco M. Mariano Gmir Ulibarri. General de Brigada, y MUOZ BOLAO, Roberto.
Francisco Llano de la Encomienda. General de Divisin. En: GARCA FERNNDEZ, Javier (coord..).
25 militares de la Repblica, Madrid: Ministerio de Defensa, 2011; pp. 393-418 y 543-585, y VARGAS ALONSO, Francisco Manuel. La actuacin de la Infantera (Marzo-junio de 1937). En: URGOITIA BADIOLA, Jos Antonio (Dir.). Crnica de la guerra civil de 1936-1937, en la Euzkadi peninsular.
La batalla de Bilbao y el final de la Guerra en el Norte, Tomo V, Oihartzun (Gipuzkoa): Sendoa, 2003;
pp. 149-189; testimonio de Gmir en: GMIR ULIBARRI, Mariano. De mis Memorias. Guerra de
Espaa 1936-1939. Campaa del Norte-Comisin Internacional, Pars: Ediciones Estrella, 1939;
140 p .
20. Avance (Gijn), (1-4-1937), pg. 3, El director general de comunicaciones de Euzkadi se
entrevist ayer con el Consejero de Asturias y Len; sobre la participacin de unidades asturianas
en el frente vasco durante las batallas de finales de abril y el mes de mayo: VARGAS ALONSO, Francisco Manuel. Bermeo y la Guerra Civil. La batalla del Sollube, Donostia: Eusko Ikaskuntza, 2007;
pp. 171, 179, 193-194, 213-214, 230, 280-379, y 451-454, y VARGAS ALONSO, Francisco
Manuel. La Agrupacin de Milicianos Socialistas. Grupo Vizcaya. Los batallones Socialistas de Euzkadi en la Guerra Civil, Bilbao: PSE-PSOE. La Agrupacin de Milicianos Socialistas. Grupo Vizcaya,
2008; pp. 89-91.
882
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Aunque no vamos a profundizar en su estudio. Junto a las fuerzas de Infantera procedentes de Asturias llegaron contingentes artilleros. Jess Salas evalu
su potencial en 16 piezas de artillera, equivalentes a una batera por cada Brigada de Infantera remitida. Sin embargo, las bateras republicanas solan constar de tres piezas, y no de cuatro, lo que reducira los caones de las bateras
expedicionarias a una docena. La actuacin de dicho material en la campaa de
Vizcaya conoci un recorrido geogrfico parejo al que vamos a explicar para las
diferentes Brigadas llegadas en esta primera fase de la intervencin asturiana. A
fecha 3 de mayo de 1937 el total de bateras asturianas y santanderinas que
actuaban en el frente vasco ascenda a ocho, cinco de calibre ligero (de 75 y 77
mm) y tres medio (de 105 mm)21.
3.1. La Primera Brigada Expedicionaria Asturiana
La llamada Primera Brigada Expedicionaria asturiana (en origen 2 Brigada
asturiana) fue mandada primero por Ramn Garsaball Lpez, y luego por el
Mayor (Comandante) Jos Rodrguez Fernndez. El primero era un antiguo suboficial de ingenieros que desde el primer da de lucha se incorpor a las Milicias
Populares. En plena campaa vasca Garsaball regres a Asturias para tomar el
mando de la 7 Divisin Asturiana, siendo reemplazado en el frente vasco por el
citado Jos Rodrguez. Esta Brigada Expedicionaria lleg a Euzkadi a primeros de
abril de 1937. El 12 de ese mes contraatac en el Macizo de Altn, quedando
en el frente alavs, donde tras la reorganizacin del Cuerpo de Ejrcito Vasco de
finales de mes qued agregada a la Tercera Divisin Vasca, de Ibarrola, combatiendo en esos das en la zona de Durango y ms tarde en las proximidades de
Rigoitia. Su actuacin en la zona de Rigoitia le vali una felicitacin del jefe de
Estado Mayor del Ejrcito del Norte, Ciutat. A finales de mayo pas al frente de
la Primera Vasca, tomando posiciones en el Cinturn de Hierro y en las estribaciones del monte Bizcargui. El 11 de junio result muy castigada durante el asalto rebelde contra Urcullu, operacin preliminar de la definitiva ruptura del Cinturn de Hierro, efectuada al da siguiente, jornada en que, como en las
siguientes, la Brigada result diezmada y desarticulada por los combates22.
El 15 de junio la Brigada, tras ser retirada del frente, permaneci acuartelada en el cuartel de Garellano, sufriendo con otras unidades un bombardeo de
aviacin que caus tres muertos y dos heridos, aunque slo uno de estos ltimos perteneca a la Brigada. Para el 16 de junio la Brigada dispona de 1.191
hombres (419 en el batalln 223, 380 en el 228, y 392 en el 234), equipados
con 1.107 fusiles de diferente tipo, hasta el punto de que dos de los batallones
21. SALAS, Jess. Guerra Area., op.cit., Vol. II, pg. 332; Sobre los contingentes asturianos
y santanderinos en Euzkadi: MARTNEZ BANDE, Jos Manuel. Vizcaya. Monografas de la Guerra de
Espaa. Nmero 6, Madrid: Librera Editorial San Martn, 1971; pp. 131, 154-156, 159-160 y
200-201.
22. BLAS, Juan Antonio de. El frente de Len. Asturianos en Euzkadi. En: VV.AA.. La Guerra
Civil en Asturias, op.cit., Tomo 2, pp. 257-269; ENGEL, Carlos. Historia de las Brigadas Mixtas del
Ejrcito Popular de la Repblica, Madrid: Ediciones Almena, 1999; pp. 165-166.
883
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
los tenan de dos tipos diferentes, y el tercero de tres. Slo el batalln 234 dispona de morteros, -tres-, y las tres unidades se repartan un total de 27 armas
automticas de diferente tipo y calibre. En total, sus bajas en Vizcaya entre
muertos, heridos, enfermos, y desaparecidos, ascendan a cerca de un tercio de
los efectivos llegados. La unidad acab desapareciendo en la campaa final
asturiana.
3.1.1. Batalln 23 de Asturias
El primer batalln de la Brigada era el 23 de Asturias, luego 223 al asignarse a los batallones del Cuerpo asturiano la numeracin superior al 200, mientras
el santanderino quedaba con la comprendida entre el 101 y 200, aunque no lleg a completar ni la mitad de la secuencia que se le asign, mientras para el
Cuerpo Vasco, I del Norte, se le dejaba la numeracin del 1 al 100. Este batalln 23 de Asturias era el antiguo Juanelo de Laviana, mandado por el socialista
Fermn Lpez Naves. Este batalln actu en Euzkadi en Dima, situando su
Comandancia en Cenuri. Ms tarde actu por Durango, Rigoitia, y fue desarticulado por el ataque franquista en Urrusti-Gaztelumendi, durante la ruptura del
Cinturn de Hierro los das 12 y 13 de junio. En la tarde del da 13, tras recibir
rdenes del jefe de la Segunda Brigada, se repleg sobre Lezama, con bastante
desorden dada la desorganizacin creada por el ataque enemigo y las bajas. La
desmoralizacin llev a algunos de los milicianos a iniciar por su cuenta la retirada a Asturias, resultando al menos cuatro de ellos detenidos el 15 en Carranza, siendo remitidos como detenidos al batalln Disciplinario de Euzkadi. Posteriormente qued diezmado en la campaa santanderina, de modo que el 1 de
septiembre de 1937 contabilizaba 135 muertos y desaparecidos desde su creacin, y el da 7 de ese mes le quedaban tan slo 152 hombres en armas. La
batalla final por Asturias supuso su desaparicin definitiva23.
3.1.2. Batalln 28 de Asturias
El batalln 28 228, antiguo Mateotti, era socialista, y estaba mandado por
Jos Torre Antua. En Euzkadi se distingui en los combates librados en las proximidades de Rigoitia. Como las otras dos unidades de la Brigada result muy
castigado durante los combates por el Cinturn de Hierro. El 13 de junio la unidad tuvo que replegarse ante el intenso ataque enemigo, sufriendo numerosas
bajas. Todo el material que se esperaba ese da para reforzar la potencia de fuego de la unidad fue destruido con la camioneta que lo trasladaba por un bombardeo areo en Erleches, perdindose 67 fusiles ingleses, una ametralladora
Colt, tres carabinas automticas Suomi, 16.500 cartuchos, 200 bombas defensivas, y 40 antitanques. El da 15, el 228 estaba reducido a 380 hombres y
apartado de primera lnea. Con ello su contribucin a la guerra vasca ces. La
23. Para el batalln 223 vanse las memorias de su comandante en Euzkadi, ejecutado ms
tarde por los franquistas: ROJO PREZ, Carlos (Ed.). Memorias de Fermn Lpez Naves (Comandante del Ejrcito republicano), Oviedo: KRK ediciones, 2011; 112 p.
884
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
885
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
886
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
887
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
esperara a que llegara su turno, pero sin embargo otros repetan los vasos de continuo y a ellos no les atenda, sacando entonces la pistola y pegndole un tiro. Que no
tiene ms que decir, sino que guard el revolver sin oponer ninguna resistencia en el
momento de su detencin.
Era el 243 el menos fogueado de los batallones de la Segunda Expedicionaria, debido a su ms tarda creacin. Tras la retirada del frente vasco, en julio del
37 contabilizaba slo 19 muertos y 18 desaparecidos, la mayor parte cados en
la campaa vasca. Como sus compaeros de Brigada acabara desapareciendo
pocos meses despus, a la cada del Norte republicano.
3.3. Tercera Brigada Expedicionaria Asturiana
Esta Tercera Brigada (3 de Asturias en el III Cuerpo de Ejrcito) sali hacia
el frente vasco el 27 de abril, entrando en fuego en la zona de Durango el da
30. La mandaba el Comandante Joaqun Burgos Riestra, y fue asignada a la
Segunda Divisin Vasca, mandada por Vidal. Dos de sus batallones fueron asignados a la zona de Amorebieta, y un tercero a la de Miravalles. Sus unidades
combatieron por Ajurias, Zugastieta, Mungua, Lemona, y en la lucha que precedi la cada de Bilbao. Desapareci en la campaa final del Frente Norte.
3.3.1. Batalln 13 de Asturias
El batalln 13, luego 213, era el antiguo batalln Juventudes Libertarias. Lo
mandaba el cenetista Jess Garca Escaln. La unidad haba destacado con
anterioridad en Asturias, y su actuacin en Vizcaya se sald con numerosas vctimas, tras combatir en las proximidades de Guernica y Lemona. Hasta el 1 de
agosto haba sufrido desde su constitucin 108 muertos y desaparecidos en
campaa, muchos de ellos en Euzkadi.
Algunos testimonios negativos recogidos en el Pas Vasco presentan a los
asturianos, y en general a todas las unidades izquierdistas, como unidades plagadas de mozalbetes que slo buscaban la paga diaria de miliciano. Indudablemente, en toda guerra y bando hay soldados que se alistan por la paga, pero en
el caso asturiano la precariedad en el cobro no avala precisamente la versin
apuntada. A mediados de abril, algunos heridos y los familiares de cados y
desaparecidos en los combates de febrero todava no haban cobrado sus haberes. En otros batallones de la Brigada se daban, como veremos, situaciones
parecidas, tal como puede seguirse en diarios de poca como el gijons Avance.
Como otras unidades, los hombres del batalln deban recurrir a la ayuda familiar para recibir ropa y abastecimiento extraordinario durante su estancia en Euzkadi. El 28 de mayo se haca en la prensa un llamamiento a los familiares que lo
deseasen para que acudieran a la oficina del batalln, en Gijn, con el fin de
remitir ropas y otros objetos al batalln31.
31. Avance (Gijn), n 145 (28-5-1937), pg. 5 Noticias Militares.
888
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
32. VV.AA., La guerra civil en Asturias, op.cit., Tomo II, pg. 358.
33. Avance (Gijn) , n 107 (17-4-1937), pg. 5 Noticias Militares.
889
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
34. Sobre la represin en Asturias, con millares de casos en que consta la suerte de los combatientes all juzgados tras la derrota republicana: LARUELO ROA, Marcelino. La Libertad es un bien
muy preciado. Consejos de Guerra celebrados en Gijn y Camposancos por el ejrcito nacionalista al
ocupar Asturias en 1937. Testimonios y condenas, Gijn: En la estela de Aldebarn, 1999; p.
478+CD de Consejos de Guerra con p. 603.
890
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
891
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
siva republicana de febrero del 37. En Vizcaya el batalln brill en los combates
del Sollube, donde recuper una cota al asalto, a los gritos de "Arriba Asturias!
Viva la F.A.I.!". Hasta ser relevado, el batalln se mantuvo en sus posiciones, llegando a capturar varios prisioneros marroques. Ms tarde, en junio, luch en la
zona del monte Banderas, cayendo el 17 de junio su comandante, Mario Cuesta. Steer viene a apuntar que Mario cay asesinado por uno de sus hombres en
Deusto, al reagrupar a los hombres para contraatacar, "orden a los asturianos
volver a la lnea en el puente. Un hombre sali de las filas y lo mat". Pero Steer, aunque lo cuenta no parece que estaba presente, y ninguna de las fuentes
asturianas consultadas cita ese episodio.
Mario Cuesta fue reemplazado en el 212 por Emeterio Daz Huerta, quien
dirigi la unidad durante la retirada posterior. Hasta el 1 de julio el batalln
sufri 81 muertos y 11 desaparecidos. De acuerdo con los datos que tenemos
casi la mitad de ellos haban cado en Euzkadi. El batalln qued despus como
batalln I de la 194 Brigada, nueva numeracin de la 4. En la campaa final
por Asturias actu por Piedrafita, retirndose por Bayo y Moreda, hasta Gijn,
donde sus hombres intentaron la salida por mar, resultando capturados muchos
de ellos36.
3.4.2. Batalln 31 de Asturias
El batalln 31 de Asturias o 231, antiguo Mximo Gorki n 3 organizado por
el PCE, lo mandaba Manuel Santos. De esta unidad, veterana de los combates
de Oviedo, puede decirse que destac por su tesn en la ofensiva asturiana de
febrero, en la que sufri 162 bajas, incluidos 41 muertos y desaparecidos. Para
su intervencin en Euzkadi no hemos encontrado testimonios adversos o favorables, al contrario de lo que acontece con sus compaeros de Brigada. Puede
decirse que el batalln cumpli con su deber, combatiendo en las zonas de Morga y Sollube, y en la batalla que sigui a la ruptura del cinturn. Hasta principios
de julio sufri, desde su constitucin, 121 muertos y desaparecidos, al menos la
tercera parte fueron baja en Euzkadi. Transformado en III batalln de la 194 Brigada, qued bajo el mando de Toms Dez, quien al parecer fue degradado
perdiendo el mando de la Brigada y siendo relegado al rango inferior de jefe de
batalln. Al derrumbarse el frente asturiano el batalln estaba incorporado al
semicerco mantenido por los republicanos en torno a Oviedo.
3.4.3. Batalln 52 de Asturias
El batalln 52 252 de Asturias se form en base al batalln Puerto de Tarna, conocido tambin como Mjico/Mxico (no confundir con el n 63 de Euzkadi Mjico del PSOE-UGT). Lo mandaba el socialista Luis Gonzlez Rodrguez, y
era una unidad con escasa experiencia blica, destacada en el frente leons, en
892
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
el Puerto de Tarna que le daba nombre. El 20 de abril fue relevada all por el
batalln 267, incorporndose a continuacin a la Cuarta Brigada Expedicionaria
con destino a Euzkadi. Su entrada en combate en el Sollube result desafortunada, al verse sorprendida por los moros de un experimentado Tabor de Regulares rebelde.
Steer, que pareca regodearse en el fracaso de los no vascos, sin analizar
seriamente las causas, apunt que en la noche del 6 de mayo un batalln asturiano tom el relevo de la posicin del Sollube, y que entre las 6 y 7 de la maana del da 7, segn los propios asturianos, se vieron sorprendidos por la aparicin de los moros, lo que les oblig a escapar ladera abajo. Naturalmente, Steer
aprovecha para exagerar diciendo que los asturianos "decidieron abandonar la
posicin al amanecer, sin tan siquiera tener la excusa de un ataque por sorpresa". Sin embargo, el periodista franquista Ruiz Albniz, confirm en sus crnicas
que un enlace vasco desorientado condujo por error a los moros a espaldas del
batalln astur. Tampoco hemos encontrado confirmacin documental que avale
la versin de Steer de que algunos de los asturianos fuesen fusilados a causa
del desastre. El 252 sigui luchando en Euzkadi hasta junio, sufriendo duras
bajas los das de la ruptura del Cinturn de defensa de Bilbao. Hasta el 1 de
agosto del 37 la unidad sufri 53 muertos y desaparecidos, de los que una parte sustancial lo fueron en Euzkadi. De regreso a Asturias el batalln pas a la
17 Brigada, que cambi su numeracin a 188 Brigada, comandada por el
famoso Manuel Snchez Noriega, alias El Coritu. El 252 desapareci como
consecuencia del derrumbe final del frente asturiano37.
3.5. La Compaa Mixta de Sanidad nmero 11
Adems de las cuatro Brigadas Expedicionarias citadas, la ayuda asturiana a
Euzkadi anterior a la ruptura del Cinturn de Hierro incluy una serie de pequeas unidades de Sanidad o Servicios. La nica de relieve identificada, fue la
"Compaa Mixta de Sanidad Militar nmero 11". De su contribucin nos ocuparemos a continuacin.
Esta compaa sanitaria asturiana sali de Gijn, con destino a Euzkadi, el
12 de mayo de 1937, donde lleg el da 13 para apoyar a la Primera Brigada
expedicionaria. La mandaba el teniente Julin Pelayo Martn, de 40 aos. La
polmica actuacin de la unidad fue sancionada con una instruccin sumarial
contra la misma. El 14 de mayo la compaa fue sorprendida en Amorebieta por
el bombardeo de la aviacin rebelde, que le ocasion seis heridos. Dos das despus, durante la gran ofensiva rebelde que llev al abandono de la localidad, la
compaa se neg a subir al monte, alegando sus miembros que el 90% de ellos
estaban enfermos y que la unidad estaba formada por gente slo apta para servicios auxiliares segn el dictamen del Tribunal mdico de Asturias.
37. STEER, op. cit., pg. 286; EL TEBIB ARRUMI (Ruiz Albniz, Vctor). La conquista de Vizcaya,
Valladolid: Librera Santarn, 1938; pp. 92-94.
893
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
895
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
con el pretexto de que no les inspiran confianza o creen que se piensan pasar al enemigo, dedicndose al merodeo y expoliando a las familias campesinas, habiendo llegado a fusilar a unos pastores por negarse a dejarse robar unas ovejas; recurriendo a
los ms indignos procedimientos para hacerse con coches y camiones, incluso a la
ejecucin de chferes con la alegre excusa de que saboteaban la causa, etc, etc.
896
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
897
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
898
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
sublevacin que se trat de atajar por los mandos. Un informe del responsable
de Educacin Militar del batalln, Jos Bernab, nos ilustra la situacin de la tropa44:
Despus les habla el Comisario y el Comandante, quien termina su discurso con
estas palabras: "Ya sabemos que en Vizcaya hay muchos traidores y por eso os queris marchar a Asturias. Yo creo que nos debemos quedar, compaeros, pero si no
queris, lo que vosotros queris compaeros". Despus pregunta: "Queris quedaros?". Muchos callan. Unos cuantos contestan que "No!".
Tan desastrosa intervencin me obliga a hacer de nuevo uso de la palabra y rojo
de vergenza recordar a la tropa la lucha epopyica de Archanda y otros lugares,
lucha que haba que imitar para vengar a los hermanos cados; que este era el deber
de todos y no huir cobardemente a Asturias, y termin: "Ahora meditad lo que
hacis!". Inmediatamente nos reunimos la Oficialidad con el Comandante y Comisario del Batalln. El Comandante, completamente desmoralizado toma la palabra y
dice que lo que procede y va a poner en prctica es ver la forma de encontrar camiones y marchar para Asturias a algn punto donde la tropa pueda descansar bien y alimentarse- los milicianos y todos estamos hambrientos, es verdad- ello es una de las
principales causas de la insurreccin, por no decir la nica.
Yo sostengo que se haga lo que se quiera o se acuerde. La disciplina hay que
restablecerla, por la persuasin primero cuantas veces sea preciso, y si as no se
puede por la fuerza. El capitn Celestino Cangas dice que lo ltimo es absurdo, porque si nosotros llevamos pistola ellos tienen fusil y bien fcil les es "limpiarnos". Tan
medrosa como desmoralizada opinin prende en todos y sin quedar en nada concreto y con mi advertencia de que as nos vemos como nos vemos y que la guerra de
seguir as se pierde irremisiblemente.
899
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
estuvo a punto de ser cercado, aunque consigui replegarse casi sin prdidas, al
contrario que el 222, que sufri 68 muertos y heridos en dicha posicin.
En definitiva, de la actuacin del batalln 256 se desprende que su comandante Marcelino Surez Daz, se vio superado por los acontecimientos. Independientemente de la veracidad de las acusaciones, la historia del batalln 256 en
Euzkadi, es el paradigma de la intervencin asturiana en territorio vasco en
junio-julio del 37. Las unidades llegaron mermadas de armamento, se vieron
discriminadas en el avituallamiento, e inmersos en una lucha desigual en un
terreno desconocido, recelando de los nacionalistas vascos, y desorientados por
las rdenes contradictorias, probablemente urdidas por los desafectos del Estado Mayor, y viendo mientras se retiraban que muchos civiles permanecan en sus
hogares, esperando la llegada del vencedor. No es difcil imaginar el estado
moral deprimido de los asturianos. Mal o bien, en la segunda mitad de junio llevaron el peso de los combates, aunque su propio particularismo les haca, como
les sucedi en Asturias a los nacionalistas vascos en los anteriores meses de
febrero-marzo, ver de modo diferente la lucha en Euzkadi y en Asturias.
4.3. Las ltimas Brigadas Asturianas (nmeros 10, 3 y 15)
Las tres ltimas Brigadas asturianas tuvieron un peso menor en los combates por Euzkadi. La 10 Brigada lleg a Euzkadi mandada por Luis Brzana, antiguo jefe de batalln. Se la denomin tambin Tercera Brigada Expedicionaria
aunque para evitar errores la denominaremos con su numeracin asturiana,
para diferenciarla de la Tercera Expedicionaria llegada en abril. La componan los
batallones 237, 242, y 265. Los dos primeros estaban controlados por los
comunistas, y el tercero por los socialistas. El 12 de julio una operacin sobre
Castro-Aln, con el batalln 233 (de la 8 Asturiana) reforzado por dos compaas vascas, fracas al no sumarse el 265 al ataque.
La 3 Brigada Asturiana dispona de dos batallones de mayora anarquista,
los 211 y 219 Galicia, y uno socialista, el 258. Llegada a principios de julio, sus
batallones apenas participaron en accin, limitndose a mantener sus posiciones. El Puesto de Mando se estableci en Las Muecas, el 23 de junio la Brigada, junto a la 5 Vasca, y con la 4 de Asturias como reserva, formaba parte de
una improvisada Divisin "A", que trataba de contener al enemigo entre el mar y
Galdames.
El batalln 258 tuvo una escasa participacin en los combates. Hasta el 11
de julio sus bajas se limitaban a 12 heridos, pero para el 16 el mando de la Brigada inform al Jefe del Cuerpo de Ejrcito III (Asturiano), de la existencia de 40
desaparecidos, a los que se consideraba desertores, informando Brzana que
"interrogado el jefe de dicha unidad, me dice que tiene la certeza absoluta que
todos ellos han desaparecido para la retaguardia, encontrndose probablemente en sus respectivos domicilios y pueblos"45.
45. CDMH, P.S. Santander, Serie "M", Leg. 16.
900
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Desertores
ArrestaEnfermos
dos
Total
de
bajas
Quedaban
en activo
211 Tino
6 CNT
409
219 Galicia
258
0
0
0
0
0
12
0
0
0
0
0
0
0
0
572
417
227
Martires de
Carbayn
>4
(sin datos
>400)
247 Sangre
de Octubre
16
19
(sin datos
>400)
259
(sin datos
>400)
237 (4 del
Regimiento
Muz)
>100
cifra
global
320
242 Jos
Guerra
Pando
16
126
145
336
265
42
44
86
482
224
Ladreda
40
45
120
23
234
390
233 (1
Rto. Muz)/
Barzana
40
63
41
151
368
16
66
61
44
191
325
81
42
143
(sin datos
>300)
256
12
33
103
10
23
187
(sin datos
>300)
266
15
31
97
42
191
(sin datos
>300)
Totales
85
219
>656
16
128
259
236
Vorochiloff
/Alfredo
222 I.R.A.
(Instituto
Reforma
Agraria 3
Cazadores
Montaa)
>1463 (>5.500)
901
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
902
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
defensiva vasca. De los asturianos hemos hecho mencin, en cuanto a los santanderinos, procedan de la divisin mandada a Asturias para tomar parte en una
ofensiva sobre Len que el curso de los acontecimientos frustr. La divisin la
mandaba el coronel Llarch, y constaba de tres brigadas. Dos de ellas fueron
remitidas al frente vasco. Las mandadas por Barba, (batallones 106, 116, 138,
y 139), y Fervenza (batallones 101, 102, y 122).
Adems de las batallones de infantera se desplazaron a Euzkadi varias bateras artilleras de Santander. Jess Salas seala que a tierra vasca llegaron al
menos ocho piezas, defendiendo, sin duda, la presencia de dos bateras de a
cuatro piezas. Una de ellas fue la 12 batera ligera del Regimiento Mixto de Artillera de Santander. En junio, dicho Regimiento sufri bajas numerosas, entre las
que se contaron 11 muertos (tres cabos y ocho artilleros), probablemente cados en el frente vasco, donde estaban desplazadas varias bateras bajo el acoso
constante de la aviacin adversaria y de una artillera mucho ms potente. Tambin llegaron de Santander, donde tena su base, fuerzas del Batalln de Carros
de Combate, si bien era una fuerza dependiente del nivel de Ejrcito, y no del
Cuerpo santanderino. En principio lleg una compaa de carros, formada por
varios Renault 17, del modelo empleado en la Gran Guerra. Esta fuerza blindada
se distingui a finales de abril y principios de mayo, y ms tarde en la batalla
final por Bilbao. Entre sus hombres figuraban varios voluntarios internacionales,
checos y yugoslavos, alguno de los cuales, caso de Carlos Dembonezik, haba
perecido antes del mes de mayo de 1937 (hasta abril la nmina del batalln
inclua nueve muertos). Igualmente actuaron durante la retirada por las Encartaciones48.
5.1. La Primera Brigada Expedicionaria Santanderina
La Primera Brigada Expedicionaria santanderina, o Primera Brigada Mvil de
Santander, tambin conocida como 6 Montaesa, la mandaba el mayor
Manuel Barba. Era una unidad que una tres batallones con cierta veterana, los
106,116, y 139, y uno bisoo, el 138. Su actuacin result por tanto desequilibrada. La Brigada, apenas llegada al frente vasco despleg por Ibrruri, con
avanzadas en Otxotia y San Marcos de Unda, enlazando con una Brigada vasca
con base en Dudagoitia49.
5.1.1. Batalln 106 de Santander
Organizado a finales de 1936, a principios del ao siguiente el batalln estaba destinado en la zona de San Martn de Elines, en un frente estabilizado, con
48. SKOUTELSKY, Rmi. Novedad en el frente. Las Brigadas Internacionales en la guerra civil,
Madrid: Ediciones Temas de Hoy, 2006; pg. 297.
49. CDMH, P.S. Santander, Serie L, Leg. 2; ENGEL, op.cit., pg. 163, la designa como Segunda Mvil cuando era la Primera Mvil. Este autor da muy pocos datos sobre las Brigadas y Batallones
Asturianos y Montaeses (pp. 162-170).
903
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
escasa actividad blica. A finales de marzo el 106 qued incorporado a la operacin ofensiva lanzada por el general Llano en La Lora, en la que la unidad atac junto a otras fuerzas Sargentes, el 4 de abril, en un duro combate que se sald con numerosas bajas para la unidad, incluidos 17 muertos. Al da siguiente
tuvo otras dos bajas mortales. Tras un corto periodo de calma el frente de Sargentes entr de nuevo en actividad a mediados de mes, con frecuentes tiroteos
y bombardeos entre las posiciones de ambos bandos. Entre el 14 y el 30 de abril
la unidad registr nuevas bajas, incluidos cuatro muertos. Casi de inmediato el
batalln, convertido en una unidad fogueada, march hacia el frente vasco.
A principios de mayo el 106 empez a combatir en Euzkadi, destacando en
la lucha en el frente de Euba entre los das 3 a 5 de mayo. La unidad sufri
pocas bajas, pero entre ellas se cont el comisario poltico, Purtolas, muerto
mientras encabezaba un contraataque entonando "La Internacional". Posteriormente, fue remitido a la zona de Mungua, donde sufri un duro golpe el 19 de
mayo, durante los combates por el monte Jata. Perdi una compaa casi completa entre muertos y desaparecidos (ocho de los primeros y 94 de los segundos) ante la ofensiva de fuerzas bajo mando italiano (Brigada Flechas Negras y
Agrupacin XXIII de Marzo). La accin fue de extrema dureza, llegndose al cuerpo a cuerpo con arma blanca. El batalln 1 de Flechas pas a ostentar el nombre de Monte Jata, y el parte franquista aludi a tres oficiales y 135 soldados
enemigos muertos, y a dos ametralladoras y 153 fusiles capturados. Steer, mal
informado afirm que dicho combate no existi, y cit equivocadamente al batalln como el 105 de Santander, que nunca actu en Euzkadi50.
Retirado del frente y reorganizado, el batalln volvi a primera lnea tras la
cada de Bilbao. A finales de junio el mando republicano destac su actuacin
en la zona del pico Ubieta. Aqu, el da 29 de junio, su fuerza fue la ltima en
retirarse tras romper el enemigo la lnea de los batallones asturianos, santanderinos, y vascos, que colindaban con la unidad. Numerado luego como batalln I
de la 176 Brigada, hasta el 1 de septiembre de 1937 sus bajas incluan 43
muertos y 105 desaparecidos (16 y 95 correspondan a la lucha en Euzkadi). El
batalln desapareci en el curso de la campaa final asturiana51.
50. Joven Guardia (Bilbao), n 26 (5-5-1937), -por error tipogrfico en el original pone 5 de
junio de 1937-, La muerte del Comisario poltico del batalln 106, por Luis Berdasco; Bajas del
batalln 106 en CDMH, P.S. Gijn, Serie "F", Leg. 50; combates en Gondra-Jata en MESA, Jos Luis.
El regreso de las Legiones (Voluntarios italianos en la Guerra Civil Espaola), Granada: Editorial Garca Hispan, 1994; pp.87-88, e ISPIZUA, Tiburcio de. Odisea del clero vasco exiliado. Apasionante
relato de un sacerdote vasco en el exilio desde 1937 a 1974, Bilbao: Ed. del autor, 1986: pp. 1118. ste ltimo autor, capelln del batalln Zergaitik Ez, del "Jagi-Jagi" o Euzkadi-Mendigoxale-Batza,
presenta a su batalln en Jata "en una serie de combates largos y sangrientos, sufriendo numerosas
bajas (...) hasta que nuestro batalln fue reemplazado por un batalln santanderino, el cual abandon la posicin al primer ataque enemigo ". El testimonio es una muestra del escaso aprecio hacia
las unidades forneas por parte del nacionalismo vasco.
51. CDMH, P.S. Santander, Serie "C", Leg. 54.
904
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Como seala el diario del batalln, los enlaces con el "Arana Goiri" se perdieron poco despus de comenzar la lucha. El batalln vasco se repleg hacia la
falda del monte, y no se logr enlazar con l, "a pesar de la insistencia con que
se destacaron enlaces". Lo ms probable, a la luz de la fuente que utilizamos, es
que el "Arana Goiri" se replegase pensando que el monte era del adversario, ya
que los santanderinos, para evitar el bombardeo de la artillera enemiga, "colo-
905
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
La corta y accidentada campaa en Euzkadi provoc numerosas desavenencias dentro de la unidad. El capitn de la 4 compaa, -en cuadro tras los combates-, Aurelio Miranda, se quej agriamente a sus superiores, el 22 de mayo,
de la situacin en que se encontraba su unidad, al tiempo que les reprochaba no
acercarse a primera lnea para ver la realidad de cerca54:
Habiendo dado queja correspondiente de los abusos que se vienen cometiendo
con nosotros, ya que se da el caso de que los cincuenta hombres que tengo en la
compaa que yo mando se hallan en los montes sin ropas y sin refugios donde
meternos [] estoy dispuesto como capitn a abandonar la gente y marcharme a
casa, aunque tengan que pegarme cuatro tiros, porque esto es vergonzoso, lo que se
est haciendo en Vizcaya con el batalln 138, ya que es un batalln de nueva creacin y no est preparada la gente para meterla en primera lnea de fuego.
Los mandos del batalln, elevaron a su vez sus quejas al Comisario General
de Guerra en Santander, denunciando a su vez la actitud de Miranda, de quien
decan que
[] Por otra parte, el referido Capitn, no puede aportar muchos datos, como testigo presencial, sobre la situacin del personal [] porque a los ocho diez das de
encontrarse el batalln en el campo, se dio de baja por enfermo y en esta situacin
ha permanecido durante diez das, ms cinco que indebidamente ha estado en Bilbao, [], precisamente en los que ms riesgo se ha corrido y cuando ms necesaria era su presencia y sus servicios como tal al frente de su unidad.
La verdad es como siempre meridiana, el batalln, novato, no estaba suficientemente instruido, y sus mandos no eran una maravilla. El capitn Miranda
probablemente tuvo bastante con asistir a la desastrosa operacin del 29 de
abril, saldada con 42 muertos y desaparecidos y numerosos heridos; pero las
desavenencias internas y lo acontecido llevaron en junio a la orden del Alto Mando de disolver el batalln. ste, sin embargo, sigui existiendo, formando junto a
los batallones 124 y 130 la 1 Brigada de Santander, luego denominada 166
Brigada, con base en Villasana de Mena. El 138 desaparecera junto a sus compaeros en la ofensiva de agosto sobre Santander55.
5.1.4. Batalln 139 de Santander
El Batalln 139 retras su llegada al frente vasco, sufriendo a su arribo al
sector designado, el 14 de mayo de 1937, un bombardeo areo en la estacin
ferroviaria de Lezama, saldado con dos muertos y varios heridos entre las filas
del batalln. En los posteriores combates en Vizcaya sufri numerosas bajas. El
19 de mayo, en las inmediaciones de Mungua, su 4 compaa fue la ms castigada, pereciendo entre otros el sargento Carlos Pea. El capitn de la misma,
54. CDMH, P.S. Santander, Serie "L", Leg. 385.
55. GMIR, op.cit., pg. 108, presenta al batalln 138 como unidad de la 1 Brigada montaesa, integrada en la 52 Divisin, con Cuartel General en Lanestosa, al iniciarse la batalla final por
Santander.
907
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Jess Rodrguez, fue hecho prisionero, pero escap durante el traslado a Vitoria,
consiguiendo regresar a las filas leales ocho das despus. En el combate del da
19 los rebeldes informaron de la captura de un grupo de al menos 79 santanderinos, y posiblemente algunos fueran del 139, aunque los otros batallones de
su Brigada tambin los sufrieron, aparte de otras bajas. Testimonios de las fuerzas de Santander declararon que "nos han asado a bombas". En los das siguientes se consolid la defensa en torno a Mungua, poblacin que qued muy castigada por los ataques rebeldes. Al menos seis de los heridos del 139 fallecieron
en los hospitales vascos entre el 19 y el 29 de mayo. Tras un pequeo descanso y reorganizarse el batalln retorn al frente a finales de junio, distinguindose
en la lucha por el pico Ubieta y cotas adyacentes los das 28 y 29. Cumpli con
exactitud las rdenes de contraataque y repliegue, lo que le vali la felicitacin
de los mandos del sector. Posteriormente form junto al batalln 106 de su Brigada, y al recin llegado 143, la 15 brigada de Santander56.
5.2. La Segunda Brigada Expedicionaria de Santander
La Brigada mandada por Fervenza, 12 de Santander, tambin denominada
en Vizcaya Segunda Expedicionaria o Segunda Mvil de Santander, contaba con
tres batallones veteranos (los 101, 102, y 122). Eran unidades fogueadas,
como demuestra que previamente formaron, junto al batalln 109, la Brigada
santanderina que combati en Asturias en el curso de la gran ofensiva sobre
Oviedo de febrero-marzo de ese ao. Las bajas de la Brigada hasta el 6 de marzo ascendieron a 475, de las que 335 las padecieron los tres batallones llegados a tierra vasca. El jefe de Brigada, mayor de milicias Francisco Fervenza, era
uno de los destacados "autodidactas" blicos surgidos en el fragor de los combates. ste anarquista lograra salir del Frente Norte, pasando a la zona CentroSur, donde detent el mando de una Divisin en Levante. El ncleo ms veterano de la Brigada proceda de la columna que el 20 de julio del 36 haba partido
de Santander para combatir en Asturias57.
A su llegada al frente vasco a finales de abril, la Brigada qued dependiendo
del llamado Frente Central, "de Amorebieta", comandado por el coronel Vidal
Muarriz y transformado casi de inmediato en 2 Divisin Vasca. Sin embargo, la
unidad qued descolgada del despliegue en primera lnea del Frente Central,
apareciendo posicionada en Sollube, segn la Orden del Cuerpo Vasco del 29 de
abril. Su misin era consolidar una especie de segunda lnea al Oeste de la ra
de Guernica y de la propia Villa foral. El curso de los acontecimientos llev a su
integracin en el despliegue de la 1 Divisin Vasca. Un oficial nacionalista vas-
56. Sobre la evasin del capitn Rodrguez: Euzkadi Roja (Bilbao), n 213 (29-5-37), pg. 1,
Resistimos estoicos. Atacamos enrgicos, y n 214 (30-5-37), pg. 1. Datos rebeldes sobre prisioneros santanderinos el 19-5 en Diario de Burgos (20-5-37), pg. 2, De Vizcaya. A quinientos
metros de Mungua.
57. SALAS, Ramn. Historia, op.cit., Vol. II, pg. 1.374.
908
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
co, Jess de Olabarri, del batalln Mungia, presenta as su encuentro con las
fuerzas de Fervenza en esa rea58:
Despus de permanecer algunos das en las inmediaciones de Guernica se nos
orden subir al Sollube donde haramos contacto con fuerzas adictas que ya se
encontraban all. Cuando nos aproximbamos el grupo de cabeza a la cumbre del
Sollube se nos ech una niebla bastante tupida. Faltando ya muy poco para llegar a
lo alto pudimos observar como unas sombras se movan en la misma cumbre entre
la niebla; pero que desaparecieron con prontitud en direccin contraria a la que
nosotros llevbamos. Seguimos detrs de ellas para averiguar quines eran y a poco,
al bajar, quedamos libres de la niebla y vimos cerca de nosotros un pinar de unos
diez aos poblado de maleza. Dimos voces diciendo quines ramos porque sin duda
se encontraran all dentro los que huan de nosotros. En efecto, al poco rato sali del
pinar un oficial de un batalln santanderino quien a su vez, despus de saludarnos,
invit a voces a que salieran, como as lo hicieron, las fuerzas a sus rdenes. En
armas y ropas no estaban muy mal presentadas.
909
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
escalonado de la 9 Brigada Vasca, quedando al da siguiente integrando el despliegue de la nueva 5 Divisin Vasca. El 19 se perda Jata ante una nueva ofensiva enemiga, siendo a continuacin retirada del frente la unidad de Fervenza. A
continuacin, pas a formar parte de la llamada Divisin de Enlace, desplegando en el rea de Villasana de Mena a principios de junio de 1937. El 23 de ese
mes la Brigada, junto a la recin llegada 1 de Santander, y con la 8 Vasca
como refuerzo, formaron la improvisada Divisin "B", desplegada entre Galdames
y el Cadagua para contener el avance enemigo, mientras se proceda a iniciar la
reorganizacin de las fuerzas vascas. Casi inmediatamente se le asign la 8 Brigada asturiana. Tras actuar en varias acciones retardatorias del avance enemigo
por las Encartaciones, en julio pas a constituir la llamada 5 Divisin Expedicionaria, junto a las Brigadas 8 y 16 de Asturias. La Brigada, que perdi al 122
batalln, sustituido por el 103, acab numerndose como 177, desapareciendo
en el desastre de agosto que acab con la prdida de Cantabria59.
5.2.1. Batalln 101 de Santander
El batalln 101 se organiz en base al Regimiento de Infantera n 21, presente en Santander antes de estallar la guerra. La unidad se integr en la denominada 1 Columna, participando en los ataques contra Espinosa de los Monteros de diciembre del 1936, saldados en un sangriento fracaso. A principios de
1937 su comandante era Julio Congil Pongin, siendo poco despus seleccionado el batalln para integrarse en la Brigada santanderina destinada a participar
en la gran ofensiva sobre Oviedo y su pasillo de comunicaciones. En esta operacin, iniciada en febrero, el batalln sufri un balance de 115 bajas.
A finales de abril el batalln fue destinado a Vizcaya, quedando desplegado
en Sollube, y participando en los combates de principios de mayo para detener
la progresin de las fuerzas adversarias con base en Guernica. A partir del 9 de
mayo hubo de replegarse del rea sur del macizo de Sollube. Estas acciones,
libradas entre el 1 y el 10 de mayo, se saldaron con algunas bajas, incluidas vctimas mortales en la unidad. En la zona de Mungua acab integrado en el despliegue de la nueva 5 Divisin Vasca, pasando al frente de Jata, del que hubo
de replegarse el 19 de mayo.
Retirado junto a su Brigada de la primera lnea, pas a formar parte de la llamada Divisin de Enlace. Con ella el batalln actu a finales de junio en la zona
de pico Ubieta, sobre Galdames, retirndose ante el fuerte ataque enemigo del
da 28. Al menos dos de sus heridos fallecieron en los hospitales vascos durante su actuacin en Euzkadi. Desapareci junto a la 12 Brigada en agosto, ante
la potente ofensiva adversaria sobre Santander60.
910
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
A partir del da 9 el batalln hubo de replegarse con su Brigada y otras fuerzas ante la renovada ofensiva enemiga. Posteriormente pas a la zona de Mun-
61. Avance (Gijn), n 122 (4-5-1937), pg. 6, y Euzkadi Roja (Bilbao), n 191 (4-5-1937),
pg. 3.
62. Joven Guardia (Bilbao), n 26 (5-5-1937), pg. 4.
911
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
gua, donde participara en la lucha por Jata. Retirado a la zona del valle de
Mena para formar parte de la Divisin de Enlace, participara en la contencin
del avance rebelde por las Encartaciones, sufriendo varias bajas, entre ellas cuatro muertos, entre el 27 de junio y el 9 de julio. La remozada 12 Brigada de
Santander contaba con el 102, y con los 101 y 103 batallones, tomando la
numeracin de 177 Brigada y desapareciendo en el curso de los combates de
agosto en Santander.
5.2.3. Batalln 122 de Santander
El batalln santanderino 122, como sus compaeros de Brigada, contaba
con una destacada experiencia blica a su llegada al frente vasco. Lo organizaron la CNT y la FAI de Santander, y lo comandaba Manuel Garca Fernndez. La
unidad combati primero en la zona de Noceco, en diciembre de 1936 y enero
de 1937, participando despus en la ofensiva republicana de Asturias de febrero-marzo, donde sufri 104 bajas (15 muertos, 10 desaparecidos, y 79 heridos). Para esas fechas haba perdido desde el inicio de la guerra una parte sustancial de sus mejores combatientes, los voluntarios de primera hora. En
Euzkadi se incorpor al frente a finales de abril, empezando a actuar el 1 de
mayo en Saracoeches, pasando en los das siguientes a Rigoitia.
A principios de mayo se bati contra los intentos de avance enemigos desde
Guernica, junto a su Brigada y la 1 Expedicionaria de Asturias (o 2 Brigada de
Asturias). Sufri varias bajas, entre ellas cinco vctimas mortales entre los das 1
y 2 de ese mes63.
A pesar de contenerse los esfuerzos del enemigo durante varios das, el 9 de
mayo se reanud el asalto enemigo sobre la zona sur del macizo del Sollube y el
terreno aledao al oeste de la misma. El 122 se repleg con bajas abundantes,
entre ellas dos muertos y 13 desaparecidos. Otro combatiente de la unidad
desapareci dos jornadas despus. Ese mismo da 11 un balance de las prdidas de la unidad apuntaba que hasta entonces su intervencin en Euzkadi le
haba costado siete muertos y 16 desaparecidos, aparte de varias decenas de
heridos64.
La 2 Expedicionaria de Santander pas a continuacin a la zona de Mungua, relevando a la 9 Vasca en Jata, posicin que cay el 19 de mayo ante el
ataque de fuerzas bajo mando italiano. Relevada y agregada ms tarde a la Divisin de Enlace, la Brigada volvi al combate frente a las puntas de ataque franquistas que avanzaban por las Encartaciones. En la tarde del da 27 de junio un
fuerte ataque enemigo arrebat al batalln el pico de Ubieta. El 28 el 122 contraatac, logrando recuperar la cota mediada la tarde, para perderla de nuevo al
912
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
913
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
avance rebelde penetr igualmente en la zona oriental del valle de Mena. Los
das 15 y 16 de ese mes la unidad sufri un bombardeo areo, con el resultado
de dos muertos y tres desaparecidos. El 28 el batalln se distingui en la lucha
por el monte Picotabla, sufriendo bastantes bajas, incluido un muerto y 20 desaparecidos. El 30 una nueva vctima mortal se produca en sus filas. El 124 era
una unidad cenetista anteriormente titulada Libertad, -nombre que tambin
ostent el 126 de igual origen-, e inclua efectivos relevantes de los Partidos
republicanos, ya que fuerzas del batalln Pi y Margall se haban integrado en el
mismo. La 1 Brigada (luego 166) la formaban adems del 124, los 130 y 138
batallones, ste ltimo ya estudiado. Fue felicitada por Ibarrola por la resistencia
desplegada en Sodupe66.
El batalln santanderino 133 lleg a Vizcaya el 1 de julio, situndose en las
proximidades de Valmaseda. Con la situacin prcticamente estabilizada, la unidad apenas tuvo que combatir durante su estancia en Euzkadi. Su segundo
comandante, el capitn Nicasio Fernndez Arce, era un maestro nacional de
veinticinco aos natural de Sestao. ste, inici la campaa integrado en la
columna de Ochandiano, desde donde pas al frente de Irn-San Sebastin. En
diciembre de 1936 se incorpor al batalln Olabarri, de ANV, pasando despus
a la Escuela Popular de Guerra del Ejrcito del Norte. De sta egres de capitn,
siendo destinado al Cuerpo de Ejrcito de Santander, primero al batalln 143, y
luego, el 8 de mayo de 1937, al 133, con el que intervino en la ofensiva sobre
Barruelo de Santulln. Este batalln, tras actuar en julio en el frente vasco, pas
a la zona de Cabezn de la Sal, donde combati durante la ofensiva rebelde
sobre Santander. El capitn Fernndez y los escasos supervivientes que eludieron el cerco enemigo se integraron a las fuerzas defensoras de Asturias67.
Otras unidades participantes en la lucha final por Vizcaya fueron el batalln
128, que proceda de la 6 Brigada santanderina (luego 171), y que combati
con dureza durante la retirada por el occidente vizcano, de tal modo que el 1
de julio sus muertos llegaban a 20, y el 6 batalln de Ingenieros de Santander.
Este realiz junto a sus homlogos vascos numerosas tareas de fortificacin en
el occidente vizcano, tratando de dar solidez a la primera lnea al estabilizarse el
frente. Esta labor no se realiz sin bajas, falleciendo el 30 de junio uno de los
zapadores montaeses68.
6. EPLOGO. UN BALANCE TRGICO
En general la intervencin de las fuerzas asturianas y montaesas en Euzkadi motiv un juicio negativo por parte del nacionalismo vasco. Un Informe de
914
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
Comisarios nacionalistas del Estado Mayor, apunt que los santanderinos "con
las fuerzas asturianas fueron los responsables de las prdidas de las mejores
posiciones, sin echar un tiro", o "nuestros batallones tomaron a broma lo de Ejrcito regular y mando nico, y al ponerles por ejemplo el de Santander solan contestar que si el ejrcito de Santander era regular, el de Euzkadi era superior".
Frente a ello, un estudio objetivo slo puede concluir que en el Norte republicano se dieron, de forma pareja, las virtudes y defectos que acompaan a unas
fuerzas militares que, en realidad, procedan de la estructura miliciana de la primera etapa69.
En total, unos 20.000 asturianos y santanderinos combatieron en la campaa por Vizcaya, siendo sus bajas en combate de cerca del 20% de esa cifra.
No menos del 20% de esas bajas fueron muertos. Al menos 27 batallones asturianos y cerca de una quincena de santanderinos pelearon en Euzkadi. Algunos,
caso de los seis asturianos llegados al final de la lucha por Vizcaya, apenas llegaron a combatir, pero los 12 batallones asturianos de las cuatro Brigadas expedicionarias iniciales monopolizaron casi el 50% de las bajas citadas70.
La cifra de muertos santanderinos en accin creemos super los 2.500, en
un Cuerpo de Ejrcito que era la mitad de nutrido que sus vecinos. El nmero de
muertos por la represin fue, como mnimo, equivalente, aunque una parte sustancial del fenmeno se ha logrado cuantificar gracias a las investigaciones de
Antonio Ontan. La cifra ms moderada de combatientes asturianos muertos
en accin los sita en cerca de 8.000, y la verdadera parece situarse entre esa
cifra y 10.000. Si tenemos en cuenta la dureza de la represin franquista y la
lucha guerrillera desarrollada en Asturias, no cabe duda que dicha regin fue la
ms castigada en el Norte por el conflicto, considerando incluso la represin
ejercida por los vencedores en tierra vasca y santanderina71.
Las fuerzas expedicionarias de Asturias y Santander fueron, adems, un smbolo del esfuerzo movilizador de los partidos y sindicatos del Frente Popular y de
las organizaciones anarquistas de dichas regiones. Evidenciaron no slo ese
aspecto, quizs el ms notable de unas fuerzas pro-gubernamentales que mostraron su faceta ms eficaz, la de crear, casi de la nada, un ejrcito que hiciera
frente a la rebelin militar. Por el contrario, tambin ofrecen en negativo la visin
de un Ejrcito en que las diferentes organizaciones trataban de controlar el mximo nmero de unidades posible. Y ah el proselitismo comunista fue caracterstico. El ejemplo de los 27 batallones llegados de Asturias a Euzkadi es paradig-
915
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
mtico. De ellos 13 estaban controlados por el PCE, siete por el PSOE-UGT, seis
por la CNT-JJ.LL, y uno por los republicanos. Esa pugna por controlar unidades
seria lesiva no slo en el Norte, sino en toda la zona republicana, creando las
condiciones que condujeron al enfrentamiento interno que puso la victoria en
manos franquistas. Curiosamente esto ltimo coincidi cuando los militares profesionales del bando republicano tenan los principales resortes militares en su
poder72.
A pesar de las diatribas cruzadas por las diferentes fuerzas presentes en el
Norte republicano, las deudas de sangre de unos y otros quedaron en cierto
modo pagadas durante la guerra. Entre octubre de 1936 y abril de 1937 un total
de 11 batallones y unas cinco compaas vascas combatieron en tierra asturiana. Otros tres batallones de primera lnea vascos, aparte de otras unidades ingenieros y auxiliares, participaron en la campaa final asturiana. Sus prdidas se
cifran en cerca de 2.000 bajas, incluidas unas 500 vctimas mortales (500
bajas, incluidos 150 muertos, pertenecientes a batallones nacionalistas vascos). Igualmente, en la lucha por Santander, en agosto de 1937, varias unidades vascas, -y asturianas-, combatieron, sufriendo algunas muchas vctimas.
Fue la moneda de cambio de una colaboracin que encontr mltiples trabas a
nivel poltico, impuestas por una fragmentada visin de la realidad, especialmente entre los nacionalistas vascos. El Norte leal a la Repblica no poda ganar
la guerra, pero del final de su resistencia conjunta dependi el momento a partir
del cual el adversario poda ganarla.
7. BIBLIOGRAFA
AGUIRRE, Jos A. El Informe del Presidente Aguirre al Gobierno de la Repblica sobre los
hechos que determinaron el derrumbamiento del Frente Norte (1937). Bilbao:
Editorial La Gran Enciclopedia Vasca, 1978.
AMILIBIA, Miguel de. Los Batallones de Euskadi. San Sebastin: Editorial Txertoa, 1978.
ARSTEGUI, Julio. Los Combatientes Carlistas en la Guerra Civil Espaola 1936-1939, 2
Vols. Madrid: Editorial Aportes, 1991.
BELDARRAIN, Pablo. Historia Crtica de la Guerra en Euskadi (1936-1937). Bilbao: Ed.
del autor, 1992.
CIUTAT DE MIGUEL, Francisco. Relatos y reflexiones de la Guerra de Espaa. Madrid:
Ediciones Forma, 1978.
EL TEBIB ARRUMI (Ruiz Albniz, Vctor). La conquista de Vizcaya. Valladolid: Librera
Santarn, 1938.
72. Los batallones asturianos llegados a Euzkadi que estaban bajo control comunista eran los
numerados 224, 225, 227, 230, 231, 233, 234, 236, 237, 242, 243, 247, y 256; bajo control
socialista los nmeros: 216, 223, 228, 252, 258, 259, y 265; bajo el de los anarquistas, los 208,
211, 212, 213, 219, y 266; republicano el 222. Vase al respecto: VV.AA., op.cit., Vol. I, pg. 237,
y Vol. II, pp. 356-364; De los ms de 15 batallones santanderinos es ms difcil hacer un balance,
dado que no existe un estudio en profundidad.
916
Vargas Alonso, Francisco M.: Euzkadi y el Norte republicano. Las Brigadas Asturianas y...
ENGEL, Carlos. Historia de las Brigadas Mixtas del Ejrcito Popular de la Repblica.
Madrid: Ediciones Almena, 1999.
ERICE, Francisco (Coord.). Los comunistas en Asturias 1920-1982. Gijn: Ediciones Trea,
1996.
GMIR ULIBARRI, Mariano. De mis Memorias. Guerra de Espaa 1936-1939. Campaa
del Norte-Comisin Internacional. Pars: Ediciones Estrella, 1939.
GARCA FERNNDEZ, Javier (Coord.). 25 militares de la Repblica. Madrid: Ministerio de
Defensa, 2011.
HERRERA, Emilio. Los mil das del Tercio Navarra. Madrid: Editora Nacional, 1974.
IBRRURI, Dolores (Dir.). Guerra y Revolucin en Espaa 1936-1939, 4 Vols. Mosc:
Editorial Progreso, 1967-1977.
ISPIZUA, Tiburcio. Odisea del Clero Vasco Exiliado. Apasionante relato de un sacerdote
vasco en el exilio desde 1937 a 1974. Bilbao: Ed. del Autor, 1986.
LARUELO ROA, Marcelino. La Libertad es un bien muy preciado. Consejos de Guerra celebrados en Gijn y Camposancos por el ejrcito nacionalista al ocupar Asturias en
1937. Testimonios y condenas, Gijn: En la estela de Aldebarn, 1999; (incluye p.
478+CD de Consejos de Guerra con p. 603).
MARTNEZ BANDE, Jos M. Nueve meses de guerra en el Norte. Monografas de la
Guerra de Espaa. Nmero 4, 2 ed. Madrid: Editorial San Martn, 1980.
. Vizcaya. Monografas de la Guerra de Espaa. Nmero 6. Madrid: Librera Editorial
San Martn, 1971.
MESA, Jos L. El regreso de las Legiones (Voluntarios italianos en la Guerra Civil
Espaola). Granada: Editorial Garca Hispan, 1994.
ONTAN, Antonio. Rescatados del olvido. Fosas comunes del cementerio civil de
Santander. Santander: Ed. del autor, 2003.
SALAS LARRAZABAL, Ramn. Historia del Ejrcito Popular de la Repblica, 4 Vols.
Madrid: Editora Nacional, 1973.
. Prdidas de la guerra. Barcelona: Editorial Planeta, 1977.
SKOUTELSKY, Rmi. Novedad en el frente. Las Brigadas Internacionales en la guerra civil.
Madrid: Ediciones Temas de Hoy, 2006.
SOLANO PALACIO, Fernando. La tragedia del Norte. Asturias Mrtir. Barcelona: Tierra y
Libertad, 1938.
STEER, George L. El rbol de Guernica. Madrid: Editorial Felmar, 1978.
TALN, Vicente. Memoria de la Guerra de Euzkadi de 1936, 3 Vols. Esplugues de
Llobregat (Barcelona): Plaza&Janes, 1988.
VARGAS ALONSO, Francisco M. Bermeo y la Guerra Civil. La batalla del Sollube. Donostia:
Eusko Ikaskuntza, 2007.
. La Agrupacin de Milicianos Socialistas. Grupo Vizcaya. Los batallones Socialistas de
Euzkadi en la Guerra Civil. Bilbao: PSE-PSOE. La Agrupacin de Milicianos
Socialistas. Grupo Vizcaya, 2008.
VV.AA. La Guerra Civil en Asturias, 2 Vols. Madrid: Ediciones Jcar, 1986.
917