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Cuatro Hipótesis Sobre La Crisis Educativa en El Perú

La crisis educativa en el Perú tiene múltiples causas, incluyendo la liberalización del sistema que ha llevado a un crecimiento descontrolado de instituciones privadas con poca calidad, la falta de formación en gestión que ha afectado la calidad de la educación, y la ausencia de mecanismos de control de calidad en el proceso educativo. El autor también menciona la ideologización del gremio de maestros como una posible causa.

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Cuatro Hipótesis Sobre La Crisis Educativa en El Perú

La crisis educativa en el Perú tiene múltiples causas, incluyendo la liberalización del sistema que ha llevado a un crecimiento descontrolado de instituciones privadas con poca calidad, la falta de formación en gestión que ha afectado la calidad de la educación, y la ausencia de mecanismos de control de calidad en el proceso educativo. El autor también menciona la ideologización del gremio de maestros como una posible causa.

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Cuatro hiptesis sobre la crisis educativa en el Per

Enviado por Otoniel Alvarado Oyarce

Partes: 1, 2
Liberalizacin del sistema educativo
Carencia de formacin en gestin
Ausencia de control de calidad en el proceso
La crisis educativa en nuestro pas se ha convertido en un tema y a la vez en un problema que
tiene mltiples y diversas vertientes de estudio y por ende de explicacin, posiblemente todas
ellas vlidas. Tal problemtica puede ser dimensionada de acuerdo a su naturaleza y complejidad
como estructural, por su alcance espacio-temporal como nacional e histrica, porque afecta a toda
la sociedad peruana y de manera sincrnica, epistmicamente tambien se constituye en un
problema semitico en razn a que resulta casi imposible arribar a una concepcin mas o menos
consensuada del trmino calidad, dada su reconocida multivocidad.
Es evidente que cada una de estas y otras dimensiones del problema pueden seguir siendo
estudiadas o analizadas de acuerdo al inters y dominio de los estudiosos y sobre todo de los
responsables de su atencin o solucin, de all que, en lo que a ttulo personal nos preocupa,
podamos centrar el anlisis - bastante somero - de esta problemtica planteando cuatro posibles
hiptesis, que a nuestro juicio han sido soslayados o tratados muy tangencialmente en otros
anlisis. Reiteramos que el problema es complejo y vasto, incluso demasiado polmico, porque de
por medio estn los enfoques ideolgicos utilizados para el anlisis.
Nuestras hiptesis son:
1 La liberalizacin del sistema educativo
2 La ideologizacin del gremio magisterial
3 La ausencia de formacin en gestin
4 La carencia de mecanismos de control de la calidad educativa en el proceso.
Sobre los cuales reflexionamos un poco ms en extenso y proponemos algunos lineamientos de
solucin en sendos siguientes artculos, complementarios al presente.
Liberalizacin del sistema educativo

De todo lo que hemos, ledo, analizado o escuchado hasta el momento podemos inferir que no
existe consenso acerca del momento, fenmeno o episodio en que la educacin comienza a entrar
en crisis y es que las opiniones son tan sui generis o divergentes que no permiten llegar a una
conclusin. Por el contrario con mucha frecuencia se escucha que antes (pero no se dice hasta
cuando) la educacin era mejor que la actual; sin embargo, tal aforismo se refuta con la reforma
de la dcada de los setenta (DL 19326) la cual se implant precisamente en respuesta a la
situacin crtica del sistema educativo de entonces.
Algunos analistas circunscriben la problemtica educativa a la calidad de las leyes, enfoque que
tambien puede ser refutado puesto que la ley de reforma fue derogada y modificada en la dcada
de los ochenta (Ley 23384) la misma que en la dcada del 2000 vuelve a modificarse (Ley 24088) y
muy a nuestro pesar la educacin no mejora.
En la dcada de los noventa bajo el nfasis pragmatista debido al rgimen liberal adoptado por el
gobierno de entonces, se postul y puso en prctica, por recomendacin de organismos
internacionales, despus de algunos intentos transitorios, la modificacin del sistema de gestin
educativa, asumiendo que la gestin estatal era ineficiente y por tanto causante de la baja calidad.
En nuestro modesto entender la crisis se agudiza aun ms a partir del reconocimiento oficial (DL
882) del servicio educativo como una "mercanca" ms, sujeto a las azarosas y librrimas leyes del
mercado y con el cual se oficializa y se autoriza el negocio educativo a ultranza, lo que es ms sin
lugar a control estatal alguno, que dada la naturaleza de ser considerado como un servicio pblico
debe ser un imperativo del estado, generando as una situacin dicotmica muy diferenciada
entre educacin pblica y educacin privada, de tal manera que hoy en da el estado abdica de
obligacin de cautelar la educacin estatal a favor indirecto de las entidades privadas, es decir a
menor calidad de la educacin pblica mayor cantidad de instituciones de educacin privada y en
la mayora de los casos de dudosa calidad. Afirmamos que es a partir de esta poltica aun vigente
que se acenta la crisis de la educacin, por los siguientes hechos evidentes, entre otros:
a) El crecimiento incesante de entidades educativas privadas, sobre todo las del nivel superior.
(tema de por s trascendente y complejo que rebasa los alcances del presente comentario), que no
nos exime de expresar nuestra preocupacin profesional por el desempeo deficitario y anrquico
de las universidades de reciente creacin. Bastara slo con indicar que resulta irracional que para
un pas de 28 millones de habitantes hayan 85 universidades, en tanto que para Francia con 60
millones tiene apenas 60 universidades y de mejor calidad..
b) El descuido en la formacin docente, tanto en lo cuantitativo y mas aun en lo cualitativo. No
sera acaso conveniente cerrar un buen nmero de Institutos Pedaggicos, e incluso recesar por
un par de aos algunas Facultades de Educacin para evitar seguir frustrando las justas
aspiraciones de los futuros maestros?. No es del caso citar cifras para demostrar lo perentorio de
esta medida, pues los casi 400 Institutos, las mas de 40 Facultades y los 120 mil profesores
desocupados as lo justifican.
Bajo este sistema, las instituciones educativas de carcter privado han sido intencional y
literalmente convertidas en propiedad privada, por tanto sujeto a los intereses mercantilistas de

sus propietarios (antes promotores). Al amparo de esta consideracin no es raro observar como se
compren las licencias de funcionamiento, se traspasen instituciones, se negocien franquicias, se
seudo acrediten instituciones sin mayores mritos justificatorios, etc. Como si eso no fuera
suficiente se siguen formando en especialidades tradicionales innecesarias, se desarrollan planes
curriculares demasiado dbiles de tal manera que hoy en da ya no se hable de educacin bsica
sino de educacin mnima, ms aun si ya no hay el rigor necesario tanto en los procesos de
admisin como en los de graduacin.
Si bien es importante destacar la participacin creciente del sector privado en el desarrollo
educativo, sta no puede quedar al libre albedro del voluntarismo econmico y menos aun
divorciada del modelo de sociedad democrtica, igualitaria, solidaria, justa, inclusiva, etc. porque a
este paso el sistema social se ir desequilibrando cada vez ms, pudiendo incluso llegar a la
fractura del orden social.
Sobre este acpite y con el fn de darle validez y utilidad a la poltica dispuesta a partir del
dispositivo legal mencionado, cabra preguntarnos:
En cuanto se increment el PBI con la inversin privada en educacin?
Cual es la tasa de incremento de la mano de obra en este rubro?
Cuanto es el beneficio tributario que realmente percibe el Estado?
Que innovaciones significativas han introducido estas nuevas entidades?
En que medida estas nuevas instituciones educativas estarn realmente coadyuvando al
desarrollo nacional?
Todas estas interrogantes se constituyen a nuestro modesto entender en posibles lneas de
investigacin que los expertos en el tema podran realizar para demostrar la eficacia de la poltica
neoliberal, en el campo educativo.

Leer ms: http://www.monografias.com/trabajos53/crisis-educativa-peruana/crisis-educativaperuana.shtml#ixzz2j7GA7MLV

Ideologizacin del gremio magisterial.


Estamos convencidos que nadie discute la importancia de un sindicato de maestros, por el
contrario somos de la conviccin que es necesario y positivo, siempre que exista una conduccin
coherente. Tampoco resulta inaceptable o inconveniente que todo maestro tenga una conviccin
y una posicin ideolgica o poltica definida, lo que s resulta preocupante es que el color poltico
de las personas que conducen el gremio se anteponga al servicio docente que se ofrece a los nios
del pas, en representacin o por encargo del Estado. El sindicato de maestros de nuestro pas
precisamente se caracteriza por la excesiva ideologizacin poltica de dirigentes y agremiados, que
es hegemonizada por el grupo poltico "Patria Roja", aunque no necesariamente por conviccin y
menos por afiliacin de todos los agremiados, si no fundamentalmente por la seguramente obligada filiacin de sus directivos, quienes, como es muy notorio, rotan en los cargos
indefinidamente con el fn de mantener el dominio del gremio.
De otro lado, es evidente que, casi siempre, el ejercicio de un cargo sindical conlleva una serie de
prebendas y que en el gremio magisterial tampoco es la excepcin, razn por la cual se observa la
presencia de dirigentes ya longevos, que muy bien podran disipar sus energas y experiencias en
otro tipo de actividades, como las de asesora, dejando paso al surgimiento de nuevos y jvenes
lderes, que tanta falta hacen en nuestro pas.
Pero aun pasando por alto estas irrefutables aseveraciones, lo que ms preocupa de esta evidente
ideologizacin de la cpula sindical es la actitud contestataria, manifestada en el constante - casi
mecnico rechazo a los cambios educativos que los respectivos gobiernos quieren implementar,
pues aun antes de someterlos a un anlisis serio y meditado esgrimen cualquier pretexto, como
presunto argumento, para oponerse a la medida en ciernes.
Esta es y ha sido una prctica sindical de todas las dirigencias, prcticamente desde los inicios del
funcionamiento del gremio, tal como se puede inferir a partir de las experiencias siguientes:
La reforma educativa de los setenta tuvo su fracaso reconocido por propios y extraos entre
otros factores, por la no participacin de los maestros en su aplicacin, llegndose incluso al
extremo de no reconocer su validez, pese a ser oportuna, coherente y legal. Los acuerdos
sindicales de base y las consignas dirigenciales, a la par del poco entusiasmo del magisterio,
tuvieron un rol preponderante para resistir su aplicacin en desmedro de su eficacia.
En la dcada de los ochenta, en un contexto democrtico de gobierno, se pretendi cautelar la
buena marcha de los centros educativos, sobre todo en las zonas rurales, donde el ndice de
inasistencias es demasiado elevado, mediante la participacin de las autoridades distritales o
municipales, medida que ni siquiera lleg a normarse debido al evidente y antelado rechazo del
gremio.
En la dcada de los noventa, si bien hubo cierta y obligada participacin de los maestros en los
programas de capacitacin docente, financiados con costosos crditos de los organismos

internacionales, en la prctica dicha capacitacin no ha tenido ninguna utilidad, ningun valor, pues
por versin de los mismos maestros ni el constructivismo ni los proyectos institucionales se
aplican, pese a la utilidad y validez de dichas innovaciones.
En lo que va de la presente dcada, y ms recientemente, hemos sido testigos del absurdo rechazo
a la evaluacin docente, felizmente llevada a cabo contra viento y marea por las actuales
autoridades educativas. Tal habr sido posiblemente el dogmatismo para oponerse, porque luego
de la recapacitacin sobre los resultados obtenidos los propios dirigentes han hecho su mea-culpa
al haberse visto rebasados por el apoyo mayoritario de toda la comunidad hacia dicha medida y
por ende al rechazo masivo a la actitud negativa del gremio.
Parece pues que en nuestro pas el principio cientfico de la causalidad, entre el ejercicio
magisterial y el desarrollo (calidad) educativo, no tiene ningun valor significativo, por el contrario
seguirn tendientes hacia valores negativos de mantenerse el divorcio entre estas dos categoras,
como si ambas no formaran parte de un mismo hecho, problema o proyecto, cuya solucin nos
corresponde a todos, sobre todo a los maestros en cuyas manos recae la responsabilidad de la
formacin cultural de la nacin. No deja de dar cierta envidia al constatar como en otros pases
(Argentina) son los gremios magisteriales los principales impulsores de reformas que llevan
adelante sus gobiernos.
Durante nuestra ya prolongada prctica docente con maestros, incluso con sindicalistas, llegamos
siempre a la conclusin y al convencimiento de la urgente reorientacin de la prctica sindical, por
que a estas alturas de la historia ya no es posible mantener posiciones sindicales dogmticas, ya
superados por la realidad y por la ciencia, tal el caso, por ejemplo de la estabilidad laboral absoluta
cuando ya est debidamente estudiado y comprobado que la rutina a la que conlleva la estabilidad
(en curso, aula, centro) ocasiona estrs laboral y otro tipo de patologas sicosomticas. Hace
algunos aos se lea en las plataformas de lucha la supresin del descuento para efecto de
pensiones, como si los maestros nunca se iban a jubilar, o que iban a vivir de sus "rentas"
posiblemente espirituales - en cualquiera de estos casos resulta evidente el terrible dao que se
hace a la persona del maestro y a la educacin de nuestros nios. Es hora pues de recapacitar y
enmendar rumbos por el bien de nuestro pas.
Pero paradjicamente, a la luz de las plataformas de lucha de los ltimos aos, no deja de llamar
nuestra atencin la gruesa incoherencia del gremio entre el discurso y la praxis en defensa de la
educacin pblica, pues ms parece una declaracin lrica e inconsistente por lo siguiente:
La directa o indirecta resistencia al cambio
El escaso compromiso con las innovaciones
La casi nula identificacin con las instituciones estatales
Ms y mejor trabajo en instituciones educativas privadas y no siempre con mejores salarios.

La irrelevante aplicacin del constructivismo despus de los programas del Plancad que tanto
cost.
La burocrtica elaboracin y escasa aplicacin de los PEIs.
A mas huelgas y mas insistencias en las entidades educativas estatales ms credibilidad de las
privadas.
Carencia de formacin en gestin.
Talvez uno de los problemas tan o ms gravitantes en la calidad educativa, por lo menos desde mi
perspectiva acadmico-profesional, radica en la deficiente, insuficiente y aun mediocre gestin
ejercida por un gran sector probablemente mayoritario de los directivos de las instituciones
educativas estatales y tambien no estatales, sobre lo cual poco se ha reparado, menos aun
estudiado y por tanto no existen aun propuestas racionales y coherentes que ayuden a superar
tales limitaciones.
En las instituciones educativas del Estado esta situacin se presenta porque no existe la
especialidad y ms aun una carrera de administracin de la educacin que implique la formacin,
seleccin, ejercicio, monitoreo y evaluacin que el Estado debera estar obligado a planificar y
ejecutar, por ser una de las reas especficas y estratgicas claves para el desarrollo educativo. Las
incipientes experiencias como la Escuela de Directores en un par de Regiones, auspiciadas por los
Gobiernos Regionales respectivos y la capacitacin a traves del programa del PLANGED resultan
insuficientes para satisfacer la demanda cuantitativa y cualitativa de gestores del sistema
educativo a nivel nacional.
En el sector privado la situacin se presenta motivada por la legislacin vigente, por cuanto al
amparo de dicha normatividad los promotores hacen y deshacen de sus instituciones como les
viene en gana, como cualquier entidad o actividad econmica comercial convencional. No es raro
ver como por ejemplo los directivos que contratan para conducir sus entidades tienen que adoptar
la condicin de un subalterno sumiso, sin capacidad discrecional, ni decisional, dando la impresin
que ms se tiene que poner al servicio del empleador y no de los objetivos trascendentes de la
institucin para lo cual fue contratado. Todo esto adems del enfoque mercantilista con el que
actan muchsimas entidades educativas privadas, hace pues que se privilegien los objetivos
econmicos de los dueos antes que los sociales o pedaggicos de los nios y las familias, que es
la razn de ser de toda entidad educativa.
La conduccin o gestin de entidades educativas requiere de una formacin sistemtica y
especializada, ms all y ms arriba de la formacin pedaggica inicial, que seguramente ya lo
tienen los directivos pero que no garantiza necesariamente el xito en la funcin directiva. Se
requiere de la formacin de un perfil especfico para el cargo, en el cual debe primar la formacin
de una mentalidad gerencial, emprendedora, innovadora, motivadora y que se traduzcan en
resultados concretos, que es precisamente lo que nos hace falta en la actualidad.

Los programas de maestra en gestin educativa, que tan profusamente vienen desarrollando la
mayora de las universidades del pas, se ejecutan ms con un criterio comercial y mercantilista,
antes que con un enfoque acadmico, racional y coherente con las demandas educativas de
nuestro pas. Es ms, la diversidad de modalidades, en la mayora de los casos de dudosa
credibilidad, en su ejecucin dejan mucho que desear para lograr una adecuada calidad formativa,
ms aun tratndose de un grado acadmico de tanta significacin y trascendencia, pues al paso
que vamos, y no es gratuito afirmar, pronto el grado acadmico se ver tan devaluado y
masificado, si es que ya no lo est, por lo que poco ser el aporte que ofrezca al desarrollo
personal, institucional y menos al desarrollo educativo nacional. No quisiera ser pesimista, porque
la realidad as lo indica, creo que aun es tiempo de tomar algunas medidas para enfrentar esta
situacin, a mi juicio, perniciosa.
Pero aun existen algunos desfases ms, como todos los programas de maestra en gestin son
autofinanciados las autoridades las autoridades educativas estatales se ven limitados para lograr
el aporte de los mejores egresados, que seguramente los hay y lo seguirn habiendo, porque stos
no se sienten obligados a servir al Estado porque tienen que recuperar la inversin ocasionada, en
otras reas o funciones y no precisamente en la direccin de entidades estatales, dada la
limitacin de estmulos que se ofrece.
Reiteramos pues nuestra conviccin profesional que aun teniendo presupuesto suficiente,
docentes capacitados y motivados, curriculos pertinentes, infraestructura adecuada, etc. nada o
poco de esto se podra aprovechar si es que no existe una buena capacidad de gestin; porque al
gestionar, dirigir, gerenciar, o como se le quiera llamar, mas que trabajar y lograr resultados con
recursos tangibles, se trabaja con conductas, valores, voluntades y potencialidades porque sin
ellos no es posible ningn logro y esta es precisamente la parte ms compleja, cuando no difcil, en
todo gestin institucional, ms aun cuando tenemos acendrada la cultura de la rutina, por ende de
la resistencia al cambio, de la mediocridad, de la ley del menor esfuerzo, del hacer a medias y del
aprovechamiento personal, con los cuales no se puede avanzar satisfactoriamente al logro de las
metas.
Por todo esto, nuestra reflexin y nuestra advertencia para de una vez por todas encarar este
vaco, ahora que existen recursos extras suficientes y procesos de descentralizacin en marcha,
que bien podran posibilitar la implementacin de una poltica coherente y sostenida orientada a
la formacin de cuadros directivos.
Ausencia de control de calidad en el proceso.
La teora y la tecnologa que conlleva el control de la calidad en las distintas actividades del
quehacer humano se han desarrollado tan vertiginosamente en los ltimos tiempos pero,
lamentablemente, es muy poco lo que se ha incorporado al quehacer educativo de nuestro pas,
pese a que los fenmenos de la globalizacin, la competitividad y la modernidad as lo obligan,
pero ms aun por la exigencia de salir de la crisis educativa en la que nos encontramos.

Nuestro pas es posiblemente el nico en Amrica Latina que no tiene institucionalizado algun
mecanismo que posibilite la cautela de la calidad educativa, lo que existe podemos catalogarlo
como previsiones de calidad a nivel de insumos (programacin, PEI, etc.) y tambien mecanismos
de medicin de la calidad, vale decir de los resultados, pero en el intervalo entre los insumos y los
productos, nada ni nadie cautela que el proceso sea llevado a cabo con calidad, con eficiencia y
eficacia. Este vacio podra ser asumido por algun mecanismo, como el de la Supervisin por
ejemplo, hoy mal llamado monitoreo, que lamentablemente ha sido dejado de lado, rezagado o
minimizado por el Ministerio de Educacin desde hace un buen tiempo, por lo menos hace tres
dcadas.
Consideramos que la Supervisin Educativa bien concebida, es decir debidamente planificada e
implementada y tcnicamente ejecutada y evaluada, podra posibilitar buenos resultados, pues
con esta funcin se podra cautelar o verificar y retroalimentar:
La correcta aplicacin de los planes educativos
El cumplimiento de la normatividad educativa vigente
El uso racional de los recursos asignados
La prctica de un clima institucional saludable y por ende favorable al proceso educativo
El real desempeo de los docentes en aula
El nivel real de logros en el aprendizaje de los alumnos
La correcta aplicacin de los procesos y polticas educativas
La promocin y seguimiento a las innovaciones como es el caso de la inminente municipalizacin
de la gestin educativa.
El mejoramiento de la calidad profesional y de la autoestima de los docentes, entre otros.
Es preciso pues reiterar que la Supervisin Educativa, pese a ser una funcin o actividad
trascendente y por lo mismo histrica, en nuestro pas ha perdido inters de parte de los
gobiernos, no se sabe si ser por la miopa gerencial o la incapacidad en su implementacin, a la
inversa de lo que continan haciendo otros pases de la regin, razn por la cual asumimos que
nos superan ampliamente en los resultados de las mediciones de calidad en los aprendizajes.
Felizmente todava estamos a tiempo para volver a potenciar ste o cualquier otro mecanismo que
nos permita cautelar que los procesos educativos sean de calidad para lograr resultados de
calidad.

Leer ms: http://www.monografias.com/trabajos53/crisis-educativa-peruana/crisis-educativaperuana2.shtml#ixzz2j7GjXFxG

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