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Gota Fría 57

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La gota fra del 57

Antonio Rivera Nebot Nota preliminar: El presente artculo constituye la introduccin y el apartado n 1 del trabajo original del autor: Riada en Valencia Octubre 1957, publicado en la pgina web de Tiempo Severo en Espaa ( www.tiemposevero.es). Se ha cambiado el orden de numeracin original de las figuras.

Introduccin
La riada que sufri la ciudad de Valencia en el mes de Octubre de 1957 es considerada por muchos valencianos como la riada a secas y con maysculas, a pesar de que a lo largo de la historia, el Turia, a su paso por la capital levantina, ha superado sus lmites naturales en diferentes ocasiones dejando a su paso daos tanto materiales como humanos. El porqu de esa importancia del episodio del 57, radica por un lado en el alcance que tuvo la noticia a nivel nacional, gracias a la gran difusin que iban comenzando a tener los medios de comunicacin escritos, y por otro lado, porque la riada del 57 cambi para siempre la ciudad de Valencia, al ejecutarse en los aos posteriores el denominado plan sur, que desvi el ro por fuera de la ciudad.

La gota fra del 57


En el presente artculo vamos a intentar explicar qu sucedi realmente en ese episodio concreto de lluvias torrenciales en la Comunidad Valenciana. Antes de empezar, hay que dejar claro que no debemos olvidar que estamos hablando del ao 1957, y que por tanto no podremos analizar como nos gustara mapas, imgenes de satlite, ni radares como los que tenemos hoy en da, y que slo disponemos de unos mapas del Servicio Meteorolgico de entonces, algunos datos del radiosondeo de Madrid de aquellos das, mapas de reanlisis de la situacin, y las cantidades de precipitacin aceptadas por la AEMET, que en algunos casos tambin son dudosas, debido a que la red de entonces estaba manejada por colaboradores no profesionales, y muchos datos de precipitacin se quedan en 200 litros por metro cuadrado redondos, por que esa era la capacidad mxima de los pluvimetros y muchos se desbordaron sin vaciarse previamente. Lo que s es cierto es que llovi mucho, y sobre todo en este caso fue de vital importancia dnde llovi. Para empezar, las mayores cantidades de precipitacin no se registraron en la capital, sino aguas arriba del Turia, en la comarca del Camp del Turia, en el interior. Este hecho pone de manifiesto un detalle importante, comn a la mayora de granes episodios catastrficos. Al igual que sucediera aos despus en el episodio de la pantan del ao 1982, cuando se concentran las lluvias en el interior, las cuencas de los grandes ros van recogiendo tal cantidad de agua de multitud de afluentes, barrancos y ramblas, que los daos causados cerca de la desembocadura superan con creces los producidos por las propias lluvias. Analizando la situacin atmosfrica de los das previos, vemos cmo a partir del 8 de octubre, la dinmica atmosfrica comienza a mostrar los efectos de una expansin de aire polar martimo sobre el Atlntico, que ser la causa ltima de las lluvias
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torrenciales en la provincia de Valencia de los das 13 y 14. Los mapas de los das 9 y 10, reflejan la progresiva aproximacin de la gota fra hacia el Suroeste de la pennsula Ibrica, apareciendo ubicada en este sector a partir del 11. La inestabilidad asociada a esta situacin atmosfrica se refleja en las primeras lluvias registradas en algunos observatorios de la fachada mediterrnea peninsular. stas se intensifican en la jornada siguiente, da 12, en la que confluyen un rgimen de vientos del primer cuadrante y aire fro en altitud- -10 C a 4.760 metros- No obstante, el estrato atmosfrico de higrolabilidad (entre 1.300 y 4.760 metros) que ofrece el radiosondeo de MadridBarajas no es favorable al desarrollo de potentes ncleos convectivos, de ah que las lluvias el da 12 no sobrepasen los 50 mm en la mayora de estaciones. Los datos de los radiosondeos de los das 13 y 14 de Octubre denotan ya un elevado grado de inestabilidad baroclina sobre la Pennsula Ibrica (-20 C a 6.280 metros, da 13, y 0 C a 3.060 metros el da 14) que se manifiesta en la gnesis de potentes ncleos convectivos. Una depresin fra ubicada, en altitud, al sur de la Pennsula Ibrica (Golfo de Cdiz y Mar de Alborn), campo de divergencia sobre la fachada mediterrnea peninsular y vientos del segundo cuadrante en superficie favorecen el desarrollo de estos sistemas nubosos en una atmsfera fuertemente baroclina. A continuacin vemos los mapas de reanlisis de aquella situacin y los mapas utilizados por Garca Miralles y Carrasco Andru para su estudio Lluvias de intensidad y extensin extraordinarias causantes de las inundaciones de los das 13 y 14 de Octubre de 1957 en las provincias de Valencia, Castelln y Alicante. Servicio Meteorolgico Nacional. Madrid 1958.

Figs. 1,2 y3: Reanlisis de la situacin de los das 13 de octubre de 1957 (12z) y del da 14 de octubre de 1957 (00z y 12z) Fuente: Wetterzentrale

Figs. 4 y5: Mapas del Servicio Meteorolgico Nacional de los das 14 y 15 de octubre de 1957

Se hace evidente, viendo los mapas anteriores, la existencia de un embolsamiento de aire muy fro sobre el Golfo de Cdiz, que lleg incluso a tener en algn momento un reflejo en superficie que ayud a aumentar la adveccin de aire clido martimo. Se observa cmo la Comunidad Valenciana estaba bajo la influencia de la parte ms activa del embolsamiento, al NE del mismo, afectada por una zona de divergencia en altura, mientras que en superficie llegaba a las costas levantinas aire de gran recorrido martimo y relativamente clido, como se observa en la topografa de 850 hPa. Como ya hemos comentado con anterioridad, para la zona Norte de la provincia de Valencia, parece que estas situaciones en las que el aire es relativamente clido y de procedencia africana, son las ms propicias para que se produzcan fuertes lluvias. Vemos como el viento en superficie es de direccin E-SE, que como tambin hemos comentado antes, favorece la entrada de dicho aire inestable a travs del valle del Turia, siendo tambin la situacin idnea para que se produzcan lluvias importantes en la zona de la Sierra Calderona, orientada NW-SE. El efecto orogrfico fue por tanto importante en esta situacin. Realmente, el episodio de lluvias habra que dividirlo en dos, ya que fueron diferentes las zonas ms afectadas cada uno de los dos das. Cuando la 1 riada lleg sobre la capital en la noche entre el 13 y el 14, apenas haban cado unas gotas sobre la misma, lo que contribuy a pillar desprevenidos a muchos valencianos. De hecho, entre las 7 de la maana del da 13 y las 7 de la maana del 14, se recogieron en la capital 2,8 l/m2, mientras que aguas arriba del Turia, no dej de diluviar durante todo el da. En puntos como Villar del Arzobispo la lluvia alcanz ndices importantes, con 235 l/m2. En Chelva se alcanzaron los 217 l/m2 y en Casinos se anotaron 200 l/m2. Ms arriba todava, ese da 13 de octubre de 1957 se recogieron en Ademz 110 l/m2, superndose por primera vez el registro de los 100 litros en un da en esta localidad. En definitiva, se aprecia un rea de precipitacin superior a los 200 l/m2, que abarca la cuenca media del Turia y las altas del Palencia y del Mijares, rodeada de otra ms extensa que comprende tambin la cuenca del Magro, con precipitaciones superiores a los 100 l/m2.

A medioda del da 14, y coincidiendo con la llegada de la 2 onda de la riada a la ciudad de Valencia, es cuando comenz a llover de forma torrencial sobre la ciudad, recogindose a lo largo del da 125,1 l/m2, 90 de ellos en apenas 40 minutos. Pero de nuevo, las mayores precipitaciones se registraron en el interior, en la Sierra Calderona en esta ocasin, entre las ramblas de la Escarihuela y la Castellarda. De hecho, el punto donde ms agua se recogi fue en Altura, en Castelln, donde se ha estimado que se superaron los 500 l/m2 ese da (la anotacin oficial se qued en 200 l/m2). Tambin hay un dato estimado, que no medido, que nos da idea de la magnitud del episodio y es el de 140 l/m2 en una hora en Bejs. No le van a la zaga otros registros histricos de aquel da como son los 300 l/m2 en Domeo, los 225 l/m2 en Lliria (al da siguiente hay anotados 221 ms, a pesar que en sitios prximos apenas llovi lo cual hace dudar de los datos y es posible que pertenezcan a un solo da) 169,4 l/m2 en Vinaroz, 211 l/m2 en Picassent, 150 l/m2 en Benaguacil, etc. Es tambin importante tener en cuenta que la zona donde mayores precipitaciones se dieron es una zona montaosa con pocas estaciones meteorolgicas, lo que nos da entender que las cantidades en algunos puntos debieron ser impresionantes. Ante semejante aportacin de los afluentes del Turia, y dado el ritmo vertiginoso en que se produjo, el cauce del ro madre no pudo resistir el alubin y qued desbordado por la situacin. No hay que olvidar que a lo largo del da 12 ya se haban producido precipitaciones importantes, lo que contribuy a aumentar los daos de las lluvias producidas los das posteriores, debido a que aumentaron la escorrenta de las mismas al encontrarse un terreno con suficiente contenido en agua como para no poder absorber sino la ms mnima parte del agua precipitada. Ese da 12 ya se recogieron, por ejemplo, en Catarroja 130 l/m2, 106,3 l/m2 en Silla, 95,2 l/m2 en Albal, y 55 l/m2 en Picanya, localidades todas ellas pertenecientes a la comarca de Lhorta sud, muy prxima al litoral y situada al sur de la ciudad de Valencia, donde por cierto tambin se recogieron 57,1 l/m2 y ya hubo algn problema de inundaciones. Recopilando los datos oficiales ms importantes del episodio que podramos considerar entre los das 11 y 15 de Octubre de 1957, tendramos la siguiente tabla (pgina siguiente): (las cifras con * corresponden a aquellas localidades donde se anotaron 200 litros por metro cuadrado algn da, ya que fcilmente esa cantidad corresponda a la mxima del pluvimetro que se desbord, con lo que los datos totales podran ser mayores).

localidad Altura* Lliria Picassent Benaguacil Alcublas Tuejar Bugarra Silla

l/m2 494,4* 457 349,5 312 302,4 299 295 244,4

localidad Jrica Manises Viver Casinos* Siete Aguas Aldaia Alaquas Valencia

l/m2 242,9 241,3 229 226* 221,5 207 203,5 195,1

En el siguiente mapa se puede apreciar el acumulado de lluvia y las zonas ms afectadas, que como se aprecia rodean la cuenca media y baja del Turia:

Fig. 6: Precipitacin acumulada, en l/m2, entre el 11 y el 15 de octubre de 1957. Fuente: Jos ngel Nez Climatologa de la ciudad de Valencia

Podramos resumir el episodio diciendo que iniciadas las precipitaciones ms intensas, el da 12, alcanzaron su mayor intensidad en dos ocasiones; por la tarde del da 13 en la parte media de la cuenca del Turia y en las altas del Palencia y del Mijares, y durante la
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maana y primeras horas de la tarde del da 14, en la cuenca baja del Turia y en la media del Palancia. Cada una de estas dos intensificaciones de las lluvias tuvieron como consecuencia los sendos desbordamientos ocurridos. Es una pena que en aquella poca no existieran an los radares meteorolgicos ni las imgenes de satlite, pero resulta evidente que debi formarse al menos un Sistema Convectivo de Mesoescala, cuando no varios, dadas por un lado las grandes cantidades de precipitacin recogidas, la extensin de la zona afectada y el carcter tormentoso que acompa las precipitaciones, y que dichos sistemas debieron de quedarse cuasi estacionarios durante bastantes horas, retenidos por las montaas y por los valles fluviales. De aquella poca en la que la Meteorologa estaba prcticamente en su prehistoria, nos ha llegado un estudio que bien podra considerarse a da de hoy una joya con un gran valor histrico. Se trata del trabajo que elaboraron los por entonces Jefe del Centro Meteorolgico de Levante, Vctor Garca Miralles, y el Jefe del Servicio de Climatologa de dicho Centro, Antonio Carrasco Andrs, bajo el ttulo: Lluvias de intensidad y extensin extraordinarias causantes de las inundaciones de los das 13 y 14 de octubre de 1957 en las provincias de Valencia, Castelln y Alicante. De este estudio rescatamos a continuacin algunos pasajes de forma textual: haba fuerte inestabilidad, capaz de salvar una dbil inversin a 5.650 meros, y el aire ascendente alcanz la temperatura de -20C a los 6.280 metros. Las precipitaciones deban ser, por tanto, muy intensas. ambos procesos, conveccin forzada, y mezcla al nivel brico de 500 mb. originaba fuerte condensacin, con la consiguiente liberacin de calor, que intensificaba el movimiento ascendente del aire, el cual al sobrepasar la isotermia de -20C, dio lugar a una creciente produccin de cristales de hielo, necesarios para la iniciacin de lluvias copiosas A las 0 horas de Domingo 13 de octubre estaba lloviendo en la cuenca alta del Palancia y en la media y baja del Turia, extendindose las precipitaciones en el transcurso del da a todo el territorio de dichas cuencas. En las primeras horas de la tarde se desencaden la subversin de la inestabilidad con enorme energa, establecindose un rgimen tormentoso que se prolong durante toda la noche, dando lugar a precipitaciones excepcionalmente intensas en la parte media de la cuenca del Turia y en la alta del Palancia Estas lluvias completaron la saturacin del terreno y su consiguiente reblandecimiento, manifestndose con tormentas e intensos aguaceros, las aguas corrieron ntegramente por barrancos y torrenteras, afluyendo a los cauces principales, cuyo caudal se vio considerablemente aumentado. Con ello y por el gran crecimiento de la velocidad de las corrientes, arrastraron en gran abundancia los productos trreos de la erosin. El da 14, a primeras horas, estaba lloviendo con carcter tormentoso en la mayor parte de la zona de estudio. La intensidad de las precipitaciones disminuy en el transcurso de la maana, salvo en la parte donde se inici o reprodujo el rgimen de tormentas entre las ocho y las dieciocho horas, con precipitaciones supriores a los 100 milmetros La cuenca del Turia recibi de orden de 826 millones de metros cbicos el da 13; si se descuenta un 25% como desaguada directamente al mar por los barrancos que no
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afluyen al Turia y otro 25% detenida en parte por los pantanos del Generalsimo y del Buseo y en parte esparcida por desbordamientos de los cauces afluyentes al ro principal, quedan 413 millones de metros cbicos a los que hubiera habido que dar salida el cauce del Turia al rimo medio de 4.780m3/seg. Siendo as que el mximo aforo de ste a su paso por la capital se estima en 3.700m3/seg., queda comprobado con creces (pues la reduccin que en este clculo se ha hecho del volumen total es a todas luces exagerada) que el desbordamiento habra de producirse, mxime si se tiene en cuenta que, por las variaciones de intensidad de las precipitaciones en las veinticuatro horas, el volumen de la avenida hubo de ser en algn momento superior a los 6.000m3/seg.

Fig. 7: Cantidades de precipitacin y caudales de los principales ros y ramblas durante los das 13, 14 y 15 de octubre de 1957. Fuente: Diario Levante.

Sirva como curiosidad la prediccin meteorolgica que el peridico Las Provincias public el 13 de Octubre de 1957, suministrada por la agencia oficial Cifra a toda la prensa espaola. EL TIEMPO. Madrid, 12. Informacin general. Con nubosidad abundante en casi toda la pennsula, se produjeron chubascos de cuanta irregular, especialmente al sur del Sistema Central e Ibrica, en muchos casos con carcter tormentoso y lluvias fuertes, como en Valencia, donde se registraron 60litros de agua por metro cuadrado, y 15 en Barajas. Tiempo probable: se extender la inestabilidad, sobre todo a partir de medioda, comprendiendo gran parte de la mitad sur de la pennsula, valle del Ebro, Pirineos,

Catalua, Balares y Regin del Bidasoa, con chubascos a veces tormentosos y de cuanta irregular. Neblinas en el Cantbrico. Pero octubre de 1957 no es solo conocido meteorolgicamente por las fuertes lluvias de los das 13 y 14, ya que a principio de mes, en los das 1,2 y 3, se produjo otra situacin de fortsimas lluvias que afect en esta ocasin sobre todo a la zona de La Marina y La Sabor, o sea, a la zona sur de la provincia de Valencia y la norte de Alicante. Para que nos hagamos una idea de la intensidad de dicho episodio basta con sealar los datos de lluvia acumulada a lo largo de estos rimeros 3 das del mes de octubre en algunos puntos de la zona: Javea registr durante esos tres das la espectacular cifra de 978 l/m2 (878 entre los das 1y 2), Denia registr 662 l/m2 entre el da 1 y el da 2, el Verger 487 l/m2, Pego 283,5 l/m2 y Sueca 245,8 l/m2. El agua que bajaba desde las montaas que bordean Javea se llevaba casas por delante y las prdidas econmicas fueron cuantiosas. La suma de ambos episodios dentro del mes de octubre de 1957 hizo que el acumulado de lluvia para dicho mes supusiera unos totales difciles de superar, y que han quedado en la historia de la meteorologa mediterrnea: (datos en l/m2)

localidad Javea Denia El Verger Domeo Pego Lliria Alzira Banaguacil Sueca Villar del arzobispo Alcublas Bugarra Siete Aguas Catarroja

octubre 57 1278,0 1104,9 901,5 608,0 606,0 578,0 484,5 453,8 431,7 429,5 409,0 403,0 399,5 391,0

localidad Silla Algemes Chelva Requena Viver Aldaia Manises Albal Jrica Pantano de Buseo Carlet Gandia Alaqus Valencia

octubre 57 374,8 363,3 361,1 358,7 355,0 353,0 349,9 346,8 344,5 343,5 343,0 342,3 328,6 306,3

Datos espectaculares, sobre todo el de Javea y esos 1278 l/m2, cantidad para un mes nicamente superada en Grazalema en una ocasin y en alguna localidad gallega desde que se tienen datos pluviomtricos en Espaa. Estas lluvias tambin fueron importantes porque la capacidad de infiltracin del terreno qued prcticamente cubierta, lo que influy decisivamente en el dao que ocasion el siguiente episodio de los das 13 y 14.

Ros y barrancos Desde tiempos inmemoriales, en los albores de la civilizacin, la humanidad siempre ha ido en busca del agua. Dentro de la evolucin que ha experimentado la humanidad a lo largo de la historia, es evidente que la aparicin de la agricultura supuso una gran revolucin, que permiti, por una parte, la posibilidad de domesticar los alimentos y, por otra, el establecimiento de los pueblos en sitios fijos. Fruto de esa necesidad por tener el agua cerca, aparecieron esos primeros embriones de lo que hoy son las ciudades y los pueblos en las inmediaciones de ros o del propio mar, que adems de proporcionar el agua necesaria para cubrir las necesidades vitales, constitua un medio a travs del cual moverse de un sitio a otro sin necesidad de caminar largas distancias. Es evidente que con el paso de los aos y los siglos, el hombre no perdi esa necesidad de tener agua cerca, en unos tiempos en los que, al contrario de lo que sucede ahora, el agua no se la llevaban hasta sus casas. La Comunidad Valenciana no es una excepcin, y los primeros asentamientos los descubrimos bien a orillas de Mediterrneo o al lado de ros o barrancos. Esos barrancos y esos ros, compaeros de la vida y la actividad de miles de valencianos, trajeron la desgracia, una vez ms, en Octubre de 1957. Es importante tambin tener en cuenta, que en estas situaciones de temporal de levante, el nivel del mar sube entre 1 y 2 metros, con lo que la evacuacin de las aguas de toda la llanura litoral es muy complicada. El Ro Magro: Bajaba hinchado desde Utiel y Requena y se hizo imparable despus del embalse de Foratana, cuando recibi las aguas que venan bravas por los barrancos y torrentes de Siete Aguas, Buol, Macastre, Alborache, Turs y Ytova. En Venta Mina, seis ocupantes de un vehculo murieron al ser arrastrados por las aguas en la carretera Madrid- Valencia. Lleg desbordado a Carlet, Guadassuar y Algemes, donde se rinde en el cauce del Jcar. Haba llovido a cntaros en las sierras de Cabrera, y de Marts, del Tejo y del Caballn. Ro Palancia: El pantano del Regajo fue rebasado por las aguas del ro Palancia. El Regajo, en el trmino de Navajas, recibi las tremendas lluvias, de ms de 200 l/m2, cadas en pocas horas en una cuenca de 450 km2 y acumul un caudal de 900m3/seg. El Palancia se convirti en un ro con ms del triple de agua que la que normalmente lleva el Ebro en Zaragoza. Desde Bejs y Tors, desde Teresa tambin, donde las lluvias daaban las huertas, las aguas bajaron revueltas. Las fortsimas lluvias que se registraron hasta el Ragudo y ms arriba, pasaron por Viver y Jrica hasta unirse en un caudal que se derramaba para invadir las huertas de Segorbe y daar cuanto encontrara a su paso hasta el mar. Geldo,
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Soneja y Sot de Ferrer, en la provincia de Castelln, y luego, ya en Valencia, Algar de Palancia, Alfara de Algimia, Algimia de Alfara, Torres-Torres, Estivella, Albalat dels Tarongers, Petrs y Sagunt. Huertas arrasadas, acequias daadas, arboledas enteras perdidas, caminos y carreteras borradas y puentes hundidos. El ro form un gran delta en su desembocadura que su uni al formado por el Carraixet al sur. En Segorbe, por poner un ejemplo, el agua arras cinco puentes en apenas cuatro kilmetros. Las carreteras y las lneas frreas que suben desde Sagunt hasta Aragn se vieron extraordinariamente daadas. Ro Mijares: Recibi una imparable riada gracias a las lluvias de su propia cuenca. El pantano de Sitjar recibi una avenida de 3000m3/seg. y dio salida por su aliviadero a unos 1.300 m3/seg. A pesar de laminar la riada, termin por inundar las huertas de Ribesalbes, situadas aguas arriba. Barranco de Catarroja o rambla de Poyo: Viene desde el Farrajn de Buol y va recibiendo otros barrancos antes de entrar en el trmino de Chiva. Es uno de los ms importantes y peligrosos barrancos de la provincia de Valencia. Cuando en Cheste recibi las aguas de otros cuatro cauces, el Barranquet, la Cueva Morica, el Grande y el Anquillo, se hinch peligrosamente como en cada gota fra. Va cambiando de nombre en cada pueblo: barranco de Chiva, rambla de Poyo, barranco de Torrent. Separa los trminos de Quart y Riba-Roja, pasa entre Picanya y Paiporta, entre Massanassa y Catarroja y vierte sus aguas en la Albufera. La Albufera ensanch sus aguas hasta unir las del Turia con las del Jcar. En Torrent, el 14 de octubre, dio tiempo de avisar a los chabolistas instalados tradicionalmente en el barranco. Gente humilde, entre ella muchas familias gitanas, lo perdi todo: 41 viviendas fueron arrasadas y 370 personas se quedaron con lo puesto, viendo cmo la furia de la corriente les dejaba en la ruina. La Rambleta derrib docenas de casas en Alaqus y sembr la destruccin en Aldaia. Ms de 400 viviendas se vieron afectadas y en poco ms de diez minutos el agua super el medio metro. La pequea industria manufacturera, singularmente la de juguetes y objetos de regalo, intentaba prosperar en empresas que se vieron golpeadas por una inundacin que destruy todas las existencias preparadas para la campaa de Reyes. Un total de 22 empresas de Alaqus integraron la lista de damnificadas. El barranco de Tramusser afect seriamente a Benifai, Almussafes y Sollana, convirtiendo algunas de sus calles en autnticos ros. Carraixet: El Barranco de Carraixet, siempre seco, alcanz en el momento culminante 1300 m3/seg, el caudal medio del Rdano. Las lluvias torrenciales sobre la Sierra Calderona, que se precipitan tan peligrosamente, como es costumbre, sobre los barrancos afluentes del Turia por la izquierda, en el curso medio, o sobre ese barranco de Carraixet que nace en las alturas de Gtova y Marines. El pueblo de Marines qued aplastado por la montaa sobre la que se haba apoyado durante siglos para crecer. Seis muertos, 28 casas destrozadas y 132 viviendas daadas, son las tremendas consecuencias de la catstrofe. Y la cosa poda haber sido peor ya que el derrumbamiento sucedi sobre las 12 de la maana del 14 de Octubre, cuando la mayora de las casas afectadas estaban desocupadas. El pueblo de Marines fue

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reconstruido en otro lugar, lejos de la montaa sobre la que se apoy para crecer y que un da decidi hacerle desaparecer. En Serra y Nquera vean su barranco convertido en un agreste torrente de montaa, y esos caudales son los que nutren siempre las crueles crecidas del Carraixet. En Btera ya iba de orilla a orilla. Despus Moncada, Vinalesa y Foios hasta llegar a Almssera, Massamagrell y Tabernes Blanques. En total, 120 casas fueron las vctimas del Barranco del Carraixet. La rambla del Palmar uni sus aguas a las del Carraixet y todas ellas se revolvieron con las del Turia para que, desde el aire, el mar se confundiera con los pueblos. Desde Sagunto hasta Cullera, la costa haba perdido su perfil y las aguas se adentraban en tierra varios Kilmetros. El Turia: Nace en la Muela de San Juan, a 1.680 metros de altitud, en el entorno de los Montes Universales, Sierra de Albarracin (Teruel), llamndose Guadalaviar en su primer tramo, hasta la confluencia con el ro Alfambra en la ciudad de Teruel. Desemboca en la ciudad de Valencia tras 280 km de recorrido y la superficie de su cuenca es de 6.393,6 km2 Desde Chelva hacia el Este, durante los ltimos 80 km de su curso, el Turia sembr la desolacin y la muerte. La fuerza de las aguas dio una potencia asesina a un ro que habitualmente circula hacia la desembocadura desangrado por las acequias de la huerta. La riada del Turia fue alimentada por las enormes tormentas sobre los pequeos ros y barrancos que le son tributarios. El ro Tuejar reuni las escorrentas producidas por aguaceros de ms de 200 litros/m2 en tierras de Tuejar, Chelva, Calles y Domeo. El ro, ya hinchado, baj hacia Loriguilla donde se estaba construyendo la presa y donde murieron el encargado del polvorn y su hija. Aguas abajo, el can de Chulilla esperaba al ro. Despus, el Turia se encuentra con el ro Chera. Las lluvias de las sierras del Negrete y del Tejo, que en la vertiente Sur haban ido al Magro, derramaban por la vertiente Norte hacia el Turia. En Villar del Olmo, origen del riachuelo, se midieron 148 l/m2. Cuando el tmido Chera lleg a la presa de Buseo, a media tarde del Domingo 13 de Octubre, llen el embalse y lo super por encima contra todas las previsiones tericas. Con ste, son tres los embalses superados por las aguas en 1957, Maria Cristina, Regajo y el de Buseo. El insignificante ro Sot aport una avenida de 800 m3/seg.; dos veces y media el caudal normal del Sena por Pars. El pantano tena una salida para slo 280 m3/ seg. Cuando el Turia lleg a Gestalgar pareca ya insuperable. Haba pasado de 15 a 300 metros de anchura. Lleg a Bugarra ms caudaloso que el Rin. La desgracia de Pedralba, sus trece muertos, fue la peor de cuantas ocurrieron fuera de la ciudad de Valencia. El Turia lleg a Pedralba de noche y a traicin, con ms caudal que el Danubio en Viena. Desde Pedralba, donde el Turia llevaba 5 metros sobre el nivel normal, partieron las llamadas de emergencia que alertaron, aguas abajo a los vecinos de Valencia. Gracias a Pedralba, durante al menos tres horas, serenos y guardias alertaron a docenas de valencianos que dorman en plantas bajas, lo que ahorr muchas vidas. Y por el aviso de la Guardia Civil y las autoridades de Pedralba se supo tambin, el 14 de Octubre, que una segunda inundacin iba a invadir la ciudad de Valencia por la tarde.
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Pero el ro, despus de Pedralba, an le quedaba por recibir, por la izquierda, las aguas de dos ramblas, la Castellarda y la Escarihuela, que son asesinas natas en la historia de las inundaciones del Turia. Siempre secas, extienden su cuenca hondamente en la sierra Calderona, hasta adentrarse incluso en la provincia de Castelln. La Castellarda tiene una cuenca de ms de 450 km2 y rene la rambla de Artaix o de Andilla, poblaciones situadas en las crestas de la Calderona, y la del Villar. Est estudiado que fueron las aportaciones de estas dos ramblas las que nutrieron la segunda riada del Turia, en la tarde del 14 de Octubre. Las precipitaciones fueron intenssimas en la Pobleta, Andilla, Artaj y Casinos, en Alcublas y la Masa del Carril. En Villar del Arzobispo llovi 30 horas seguidas. El barranco Hondo, carg a la rambla de Escarihuela, que ya vena muy crecida. Y el diluvio que cay sobre el trmino de Lliria hizo el resto. La segunda avenida queda reservada para el curso del Turia situado aguas debajo de Pedralba, que es la zona donde afluyen las dos grandes ramblas y donde con ms intensidad se dieron las tremendas precipitaciones que desencadenaron la nueva onda que inund Valencia desde el medioda hasta la tarde del 14 de Octubre. El puente de Villamarxant, a las 12:30 h del da 14, llevaba ya 3500 m3/ seg., cuando su caudal medio en este punto es de 14 m3/seg. En Benaguasil, en la orilla opuesta de Villamarxant, las lluvias llegaron a ser de 289 l/m2. Continu hacia Riba-roja y pas por encima del puente que comunica con LEliana, Pobla de Vallbona y Benaguasil y lo destruy. Desde ese punto, la Vallesa de Mandor, la Caada, la inundacin se fue extendiendo. En la presa de Manises, donde estn las instalaciones en las que se toma y potabiliza el agua para el consumo de Valencia, los daos fueron tremendos, lo que determin la falta de suministro durante varios das. Al ro le quedaba despus, arrasar el puente que comunica Paterna y Manises. Desde ese punto, Quart de Poblet y Mislata fueron los ltimos obstculos para tomar el tramo final de la ciudad asustada. Segn los datos de aforo de la Confederacin Hidrogrfica del Jcar, a la 1 de la madrugada del Lunes da 14 de Octubre el caudal del ro Turia a su paso por la ciudad de Valencia era de 165 m3/seg. A las 3 de la madrugada del lunes da 14, en el momento culminante de la 1 riada era de 2.700 m3/seg. y 12 horas ms tarde, en el pice de la 2 riada 3.700m3/seg. Hay estudios que dudan de estas cifras y proponen cifras mayores, basndose en que esa cifra de los 3.700 m3/seg. supone el mximo caudal que era capaz de llevar el viejo cauce del ro a su paso por la capital. Resulta evidente, que el caudal debi de ser mayor, ya que el ro se desbord de forma considerable en la ciudad. Segn los ltimos datos calculados por la Confederacin Hidrogrfica del Jcar, la segunda riada, debi de llevar a su paso por la capital entre 4.200 y 4.400 m3/seg. Incluso hay estudios que hablan de puntas de 6.000 m3/seg. Estos datos son ms importantes de lo que parece, ya que el nuevo cauce que se construy al desviar el ro por el sur de la ciudad se dise a partir de las cifras oficiales originales, y se le dio un caudal mximo de 5.000 m3/seg., un 35% mayor a los supuestos 3.700 m3/seg.

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Fig. 8: Grfica correspondiente a las alturas y caudales alanzados por el ro Turia a su paso por la ciudad de Valencia el da 14 de octubre de 1957.

Historia de una ciudad herida La Valencia del ao 57 era una Valencia en blanco y negro. Una ciudad de tamao medio, con aspiraciones medias. La economa no se mostraba alegre y una buena parte de la culpa la haba tenido la gran helada de la cosecha de ctricos de 1956, que si a Valencia le haba dejado sin una parte sustancial de sus recursos, a Espaa le haba secuestrado sus divisas. Los tranvas recorran unas calles sin apenas coches, donde slo treinta y cinco semforos regulaban el trfico en los cruces ms peligrosos. El viernes 11 de octubre, la Jefatura de Trfico concedi como ltima matricula del da la V45347. Los telfonos no llegaban a 50.000, los guardias municipales apenas pasaban de 500 y los recin salidos SEAT 600 se compraban mediante rigurosa lista de espera al precio de 65.000 pesetas, unos 20.000 euros de ahora. Haba an una docena larga de herreras en la ciudad, cientos de ultramarinos y no pocas vaqueras. No haba emisiones regulares de televisin y la radio era la duea suprema del entretenimiento familiar. En la lonja de pescado el bacalao se cotizaba de 8 a 14 ptas/kg., las cigalas entre 35 y 53 ptas/kg. y los langostinos, reservados para los ms privilegiados, entre 135 y 140 ptas/kg. Esa Valencia fue la que recibi entre los das 13 y 14 de octubre un mazazo en forma de riada, un duro golpe del que tard en reponerse, pero que sirvi de aldabonazo, de punto de partida hacia una Valencia moderna. Valencia aprovech la oportunidad y transform el dolor y la conmocin en energa creadora que impuls a la ciudad hacia una nueva poca.
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Aunque poca gente lo recuerde, el da 12, sbado, ya hubo inundaciones en la ciudad. De hecho, se recogieron 57,1 l/m2 y los bomberos tuvieron que intervenir en algunas zonas. El domingo 13 de octubre llovi poco sobre Valencia (2,8 l/m2) La ciudad vivi su da de fiesta con un aire de aburrida normalidad slo alterada por la gran cantidad de vecinos que pasaban en cama la epidemia de la gripe, llamada ese ao la asitica, que se caracterizaba por dar mucha fiebre y bastante malestar. A las tres y media de la tarde segua sin llover. Y se form una larga cola frente al cine Lys, donde se proyectaba por ltima vez, despus de 22 semanas de grandioso xito, El ltimo cupl, el gran reconocimiento popular de Sarita Montiel. En el Goya programaban ese da Sissi Emperatriz, en el Capitol Duelo en la jungla. La noticia estrella del mes era sin duda el lanzamiento del Sputnik, el primer satlite artificial de la Tierra, lanzado por la Unin Sovitica slo 10 das antes. La tarde en la ciudad trascurra calmada, aunque el cielo estaba muy cerrado. La gente no lo saba, pero en las tierras del interior diluviaba casi sin interrupcin durante todo el da. El imaginario polgono configurado por las ciudades de Lliria, Segorbe, Chelva, Requena y Buol haba recibido intenssimas precipitaciones. De modo que los ros Palancia y Mijares en Castelln, ms el barranco Carraixet y los ros Magro y Turia en Valencia, estaban creciendo de forma alarmante. Seor Gobernador: Llamo para informarle de que el ro viene muy fuerte. Se est saliendo sobre las huertas, llega a la poblacin y tiene una furia nunca vista. Esto es grave. En unas horas tendr en Valencia una gran riada Este mensaje lleg al filo de las 21h procedente de Pedralba. Don Francisco Calduch Navarro, trabajaba por aquel entonces en la Dynamis, una de las ms antiguas centrales hidroelctricas del Turia, a escasos kilmetros de Pedralba. Fue l, quien desde un telfono de campaa abandonado por las tropas de la Repblica tras la guerra, pudo ponerse en contacto con Lliria, donde an funcionaban las lneas y desde donde se pudo avisar al marqus de la Bastida Jos Puchol, quien finalmente avis al gobernador civil. Sobre las 22.40h se informaba de nuevo desde Pedralba que el ro llevaba 6 metros sobre su nivel habitual.

Fig. 9: Telfono desde el que se dio la voz de alarma desde Pedralba. Fuente: Especial 50 aniversario de la riada. Diario Levante.

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Sobre las 23h se decidi dar la alarma: guardias civiles y policas, serenos y vigilantes, avisaran a los vecinos en las zonas ms expuestas a la fuerte avenida que estaba por llegar: Campanar, Tendetes, Marchalenes, Sagunt, Zaida, Blanqueras, Alameda, Jacinto Benavente, Monteolivete y, por descontado, Nazaret y Cantarranas, el Grao, el Cabaal y Malvarrosa. A esa hora, las emisoras de radio valencianas, siguiendo instrucciones de las autoridades, interrumpieron sus programas habituales y emitieron mensajes de alerta ante la llegada de una fuerte inundacin. El gobernador civil y el alcalde, con sus respectivos secretarios y ayudantes, ms algunos concejales partieron hacia la Comandancia de Marina muy cerca de la desembocadura del Turia. No mucho despus, sobre las 23.30 horas, el caudal del Turia superaba sus lmites en la presa de Manises y se haca imparable en la Cassola de Quart de Poblet. Y en Valencia, misteriosamente, no llova. El agua suba y suba de nivel y entre las 24 h y la 1 de la madrugada creci ms de 2 metros y aument su furia. A la 1 y media de la madrugada el Turia llevaba 1000 m3/seg. A esa hora, el puente entre Quart y Paterna haba sido superado por las aguas, que en Mislata haban triplicado el ancho natural del ro y, al llegar a Campanar, rompa los borrosos mrgenes habituales. El Camino viejo de Xirivella, la calle Castn Tobeas, las inmediaciones de la crcel Modelo y el Paseo de la Pechina fueron las primeras zonas en sufrir la inundacin. Al llegar a la barrera del puente de Campanar, con la que se iba estampando ms y ms maleza, el agua pugnaba por continuar y lograba abrirse paso por la orilla izquierda y el Turia se derram con furia sobre la huerta inocente de la partida de Sant Pau, en Campanar, y ms all, hasta Tendetes. En la orilla derecha, el agua brava se meta en la crcel de mujeres, en el Matadero municipal y dejaba como una isla el edificio Ferca, de los agentes comerciales, donde mora la Gran Va de Fernando el Catlico. Fallaban los telfonos y las luces de las calles, el agua potable perdi presin, comenz a manar sucia y la electricidad falt en la mayora de los barrios. Los telfonos se colapsaron por falta de lneas y por exceso de demanda. Docenas y docenas de tapas del alcantarillado, pesadas como losas, fueron despedidas por los surtidores que desde el subsuelo comenzaron a vomitar agua sucia sobre las calles. El agua afect a gran cantidad de chavolas situadas en pleno dominio pblico hidrulico, a pesar de que el 1 de Octubre de 1949, tras la ltima crecida del ro, se prohibi la ocupacin del cauce frecuentemente seco y que haca perder la memoria de que por donde una vez pas el ro, seguramente lo volvera hacer. Muchos de los fallecidos vivan en estas chavolas. Valencia, en la madrugada, tena gritos de terror, crujidos de cristales reventados, de muebles que flotaban, y muchos valencianos, a ambas mrgenes del ro, se estaban ahogando en silencio. La Plaza de la Virgen no se moj. La calle del Micalet y la Plaza de la Reina quedaron secas. El Palacio Arzobispal estaba sin inundacin, como la subida del Palau. La Valencia romana qued intacta: la colina primera de la ciudad demostr que los fundadores eran sin duda gente muy inteligente que saba dnde tena que situarse.
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En cambio, el antiguo ramal del ro, que trascurra frente a la lonja, pasa por la Plaza del Ayuntamiento y la calle de las Barcas hasta llegar a la ciudadela volvi a ser ro. Este antiguo ramal era el que abrazaba por el Sur la isla original sobre la que se fund la ciudad de Valencia.

Fig. 10: El agua fue hacindose la duea de las calles cercanas al ro.

A las tres de la madrugada el Turia alcanzaba, en Manises, un nivel 8 metros superior a lo normal. La ciudad reciba en esos momentos 2.000 m3/seg. y el caudal segua creciendo. Despus del puente del Angel Custodio, tras socavar los cimientos del puente del tren a Barcelona, el ro dejaba atrs a la ciudad herida y se enseoreaba del espacio, camino del mar: Alquera de Tatay, Senda Carmona, Fray Galiana y Poeta Sanmart. Arrabales en la huerta, frente al camino de las Moreras. El cementerio del Grao fue destrozado y los atades salieron de los nichos. Nazaret, Cantarranas, Malvarrosa, el Grao, Cabaal, Canyameral.la tragedia se extenda y la riada haba comenzado a llegar al mar. La gente, consternada, haba dejado ya de or la radio porque faltaba la electricidad. Slo los dueos de los an escasos radios a trasmisores escuchaban los mensajes de alerta de Radio Nacional, de Radio Valencia, donde al final tambin falt la energa y todo se hizo silencio. El ro sigui creciendo. El que estaba seguro, intent cerrar los ojos y no pensar. Y aunque muchos miles durmieron a pierna suelta, sin enterarse siquiera que haba una riada, para otros miles fue una noche que jams olvidaron.
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El Turia, a las 4:30 h de la madrugada, alcanz su caudal mximo en esta primera riada, 2.700 m3/seg. A partir de esas horas, descendi lentamente el nivel de las aguas, que se fueron retirando de las calles de la ciudad a lo largo de las dos horas siguientes. En la presa de Manises el mximo sobre el caudal normal fue de 8 metros, y a las seis de la madrugada ya se haba reducido a 4 metros, cuando empezaba a amanecer. El ruido del agua se mezclaba con el silencio de la ciudad. No haba circulacin, no haba coches, ni claxons. La gente no hablaba tampoco. Se oa pasar un mar espeso de color chocolate. Pero el hombre callaba.

Fig. 11: El agua casi cubre un tranva sorprendido por la riada.

Las principales autoridades valencianas, alcalde y gobernador, pasaron la noche aislados en la Comandancia de Marina, incomunicados, rodeados por el agua y sin comunicacin con el exterior. Por tanto, el Gobierno Central, durante varias horas, estuvo cabalmente ignorante de lo que ocurra en Valencia; y las autoridades pasaron horas en la irritante situacin de contemplar la inundacin sin poder hacer otra cosa mejor. No fue hasta medioda del da 14 cuando mediante un camin grande, fueron rescatados de la Comandancia de Marina, convertida en una isla, las principales autoridades. Aislamiento e incomunicacin fueron las claves de las primeras horas entre las autoridades que haban de tomar las decisiones principales. A las 12 de la maana del da 14, cuando los acontecimientos parecan tender a serenarse y ya se pensaba en la recuperacin del susto, nadie poda suponer que lo peor estaba por venir.

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Fig. 12: Una calle de Valencia inundada en la maana del da 14. Se puede apreciar a un hombre en canoa

Cada casa, cada portal, una historia distinta, llena de angustias. Radios que enmudecen, temores que se confirman, sueo imposible y espera del ausente. La maana del 14 de Octubre, para miles de valencianos, fue la del estupor, la de preguntarse qu le haba sucedido a su ciudad.

Fig. 13: Imagen del puente de Campanar sobre el ro Turia la maana del 14 de Octubre. Al fondo Campanar. Foto: Francisco Prez Aparisi.

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Hacia la una de la tarde, en Gobierno Civil y en el Ayuntamiento, no haba duda alguna: la nueva inundacin, mayor que la primera, llamaba a la puerta. A partir de medioda la confirmaron todos los puntos de referencia situados en el cauce del ro, desde Pedralba hasta Villamarxant. En ste ltimo pueblo, poco despus de la una de la tarde, el ro iba mucho ms alto que en la noche anterior. El caudal era de 3.500m3/seg., superior al de la primera inundacin, y sta tard ms de 2 horas en recorrer los 30 km. finales hacia el mar. La segunda riada lleg sobre la capital sobre las 14:30 h. Curiosamente, en esos momentos una tormenta que llegaba a su vez desde el interior provoc el diluvio. El cielo y el ro se pusieron de acuerdo esta vez para apuntillar a la ya herida ciudad de Valencia. Ahora cedieron los cimientos, castigados ya durante muchas horas. Cayeron casas y puentes. El ro ampli sus marcas y se abri paso por una rambla que, segn los estudiosos, haba usado veinte siglos atrs: El Carmen, la Plaza de Sant Jaume, la Bolsera, el Mercado y la calle de las Barcas. Es, oscuramente, el curso secundario que terminaba de abrazar la isla donde se asentaron los fundadores romanos. La mayor parte de los muertos los caus la primera avenida, la que lleg de noche y a traicin, pero sta segunda hizo el dao mayor, tanto por la fuerza inusitada de las aguas, como por la altura que alcanz, metro y medio superior a la de la noche anterior. El informe del general Gmez-Guillamn calcul que la zona inundada, desde el azud de Rascanya al Mediterrneo era superior a 2.200 hectreas. Desde las calles ms seoriales hasta inslitos parajes rurales estaban bajo el agua; desde cementerios a Industrias Qumicas. Hubo angustia en los molinos y casas de riego donde nacan las viejas acequias que sangraban al Turia y la hubo ante los escaparates de las tiendas de mayor solera. La ancha franja riberea que se haba inundado en la noche anterior se ensanchaba ahora, generosamente, hasta cubrir prcticamente toda la ciudad antigua, excepcin echa una vez ms, de la colina fundacional que tiene su centro en las plazas de la Reina y de la Virgen. La ronda entera, las Grandes Vas y el Ensanche, hasta las puertas de Ruzafa, eran del agua. Despus se inund la huerta de Monteolivete, hasta Nazaret y la Punta, y en la orilla izquierda desde el Llano del Real y la Alameda hasta Alboraia.

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El periodista Jos Mara Cruz Romn es el que con ms pulcritud anot la altura de las aguas en los puntos clave:

Fig. 14: Altura que alcanzaron las aguas en diferentes calles de la ciudad de Valencia. Fuente: Jos Mara Cruz Romn.

Aadimos algunos datos ms: Calle de la Corona: 1,60 m Torres de Serranos: 1,20 m Calle Baja: 3 m Calle de las Barcas: 2,70 m Plaza Alfonso el Magnnimo: 2,80 m Alameda: 3 m

Todos los valencianos aprendieron aqul da que los puentes que resistieron sin inmutarse las dos grandes avenidas del Turia fueron los cinco clsicos: San Jos, Serranos, Trinidad, del Real y del Mar. Todos los dems puentes, sufrieron notables deterioros. Los puentes clsicos, los gticos, se comportaban de maravilla; el agua circulaba sin problemas aunque llevara residuos o troncos.

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Fig. 15: Pasarela de la exposicin, rota tras la segunda riada. Levantada en 1909, no resisti la fuerza del agua.

Sobre las 18:30 h las aguas fueron amainando. Haba un millar de calles y plazas convertidas en lagos de cieno y basura. Unas 10.000 personas haban visto violada la intimidad de su casa, inundada cuando no destruida, y muchos de ellos, sobre todo en la zona de Nazaret, esperaban sobre los tejados de las casas a ser rescatados. Cuando el agua fue desapareciendo, las calles de la ciudad afectadas formaban una mezcla de barro, ramas de rboles, muebles, neveras y cuerpos inertes. Hay miles de historias individuales que sirven para dar una idea de la magnitud de la tragedia. Muchos de los fallecidos encontraron la muerte mientras dorman en plantas bajas que se convirtieron en verdaderas trampas mortales. Otros pudieron ser avisados y subieron a los pisos ms altos viendo impotentes desde los balcones cmo el agua entraba en sus casas y acababa con todas sus pertenencias y recuerdos. Algunos tuvieron incluso que ser rescatados a travs del techo de sus casas cuando el agua les llegaba al cuello. Muchas iglesias sirvieron de refugio en aquellos barrios donde con ms saa se emple el agua. Tragedias como la de la desaparecida calle Pearrocha, donde tres pequeos fallecieron, dos hermanos y un primo de stos, mientras la madre les oa gritar desde la habitacin contigua donde haba ido a salvar a su otro hijo, e impotente no pudo hacer nada por salvar a los tres, sirven como ejemplo de la tragedia que vivi Valencia en una fecha que qued gravada en forma de lodo, agua y muerte en su historia. Quizs una de las zonas ms afectadas fue la zona de Nazaret, donde ms de 5.000 personas se quedaron sin hogar. En la terraza de una granja de gallinas se refugiaron entre 70 y 80 personas, y all estuvieron durante dos das y dos noches, sin nada de comida ni agua, viendo como un ro desbocado arrastraba vacas, caballos, pavos, gallinas y toda clase de animales ahogados. El miedo se convirti en espanto cuando
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empezaron a ver desfilar atades, probablemente del cementerio del Grao que qued arrasado por las aguas. Vemos en el siguiente plano las zonas que quedaron bajo el dominio de las aguas:

Fig. 16: Mapa donde se puede apreciar las zonas afectadas en la ciudad de Valencia por la riada el 57.

Espaa entera se volc en ayudar a Valencia. Una Valencia herida descubri la gran solidaridad que demostr todo el pueblo espaol, e incluso extranjero, a travs de envos de comida, medicamentos y dinero. Tambin se abri una suscripcin nacional a favor de Valencia. Se organizaron diversas subastas por toda Espaa para recaudar fondos. Famosa entre ellas fue la subasta de Radio Juventud de Murcia, que de la mano de un joven locutor de 19 aos, Adolfo Fernndez Aguilar, consigui que su programa, en principio local, tuviera una repercusin nacional, y donde se lleg a subastar el anillo pastoral del arzobispo de Valencia Don Marcelino Olaechea por ms de un milln de pesetas. Uno de los barrios que se construy en la ciudad para dar cabida a los damnificados recibi el nombre de la Fuensanta, en honor a los murcianos y a la forma en que se volcaron con Valencia. Datos oficiales de muertos Mucho se ha hablado de la cifra de muertos que dej tras de s la riada, y an a da de hoy no est muy claro cual fue la cifra real de fallecidos. El porqu de este misterio hay que buscarlo en dos factores principalmente. Por un lado, no hace falta recordar que nos encontrbamos en pleno rgimen franquista, donde tanto la censura como la manipulacin de cifras y datos estaban a la orden del da. Por otro lado, haba en
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aquellos momentos muchas personas indocumentadas que no existan en los papeles ni en los censos. Gente que viva en la pobreza o que incluso an se escondan o intentaban pasar desapercibidos desde la Guerra Civil. Muchos de ellos vivan en las chabolas que poblaban el cauce del ro Turia y muchos de ellos murieron y desaparecieron en manos de la corriente sin que nadie los reclamara. Se han manejado muchas cifras y parece ser que se superaron con creces el centenar de muertos. Como en casi todas las tragedias, la desgracia se ceb con los ms dbiles: el 63% de los fallecidos eran nios menores de 15 aos (27%) y personas de ms de 60 aos (36%). El ro, que muchas veces es smbolo de vida, esta vez fue sinnimo de muerte. Datos oficiales de muertos: RESTO PROVINCIA CIUDAD DE VALENCIA IDENTIFICADOS_________34 IDENTIFICADOS_________18 SIN IDENTIFICAR___________15 DESAPARECIDOS________3 TOTAL_________________52 TOTAL__________________29 DESAPARECIDOS________11

TOTAL GENERAL_________81 La Batalla del Barro El trmino Batalla del Barro lo acu Martn Domnguez en Las Provincias el 22 de Octubre. La Batalla del Barro se inici de inmediato. La actividad empez en cuanto las aguas se retiraron y los valencianos se dieron cuenta, con pavor, que la ciudad haba quedado cubierta por una capa de lodo mezclada con enseres, ramas, troncos y toda clase de basura embarrada. Mucha parte del limo vena de capas de cultivo sin nada plantado en esa poca del ao y por tanto desprovistas de proteccin. El ejrcito redujo la Batalla del Barro a unas 6 semanas cuando se tema que durara 6 meses. Cuando se quit el barro y se sec el suelo, lleg el polvo. Algo ms de 3.000 soldados y 200 vehculos de todo tipo retiraron 1.120.000 toneladas de barro, encontrando un promedio de 25 cm de barro en el suelo. Sirva un smil para hacerse a la idea de la cantidad de barro que estas cifras suponen: haran falta un total de 86.154 camiones baera de tres ejes de los que hoy en da se utilizan en los movimientos de tierra, cuya capacidad de carga es de 13.000 kg., para cargar toda esa cantidad de barro. Si se pusieran uno delante de otro estos vehculos, cuya longitud es de 8 metros, formaran una hilera de 689 km.

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Fig. 17: El ejrcito consigui rebajar el tiempo estimado en un principio para la retirada de las miles de toneladas de barro que cubrieron la ciudad. La quinta del barro en plena accin.

Balance de prdidas Como en todas las tragedias, se hicieron multitud de estudios para evaluar las prdidas y los datos que barajaban unos y otros fueron muy diferentes. Es evidente la dificultad de hacer una evaluacin en una situacin como sta, en la que la zona afectada fue tan grande y se vieron daadas empresas, casas, infraestructuras pblicas, campos agrcolas, etc. Podemos aceptar que las perdidas se situaron entre los 3.000 y los 5.000 millones de pesetas. La solucin Sur El impacto, los daos y las prdidas fueron tan grandes que pronto comenz a correr como la plvora entre la sociedad valenciana la idea del nunca ms, el convencimiento de que haba que hacer algo para que nunca volviera a repetirse una situacin como la vivida. La solucin de desviar el Turia por fuera de la ciudad ya se haba tratado con anterioridad. En 1946 el ingeniero de Caminos Eustaquio Berriochoa no haba visto otro modo de terminar con los casi 300 pasos a nivel que parecan sembrados a voleo por toda la ciudad, que desviar el Turia por el sur y meter las vas frreas en paralelo al cauce inventado, lo que en realidad supona redisear toda el rea metropolitana y establecer, por el sur, una doble barrera de vas y agua. El proyecto qued archivado, pero el impacto de la riada del 57 cre la atmsfera necesaria para desempolvar ideas poco antes consideradas lunticas y con presupuestos desproporcionados. El arquitecto Fernando Martnez Garca-Ordez y el ingeniero de caminos Claudio Gmez Perreta, dos jvenes que se haban conocido tiempo atrs y que estudiaban juntos la mejora de los pasos a nivel, comenzaron a estudiar soluciones para
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desviar el ro, bajo el apoyo del director general de urbanismo, Pedro Bidagor, en secreto, esperando el momento idneo, a sabiendas de que si no se actuaba con estrategia poltica todo fracasara. Haba dos opciones: desviar el ro por el norte o por el sur de la ciudad (se desestim una primera idea de acondicionar el cauce antiguo). Gmez Perreta y Garca-Ordez eran partidarios de la solucin sur, porque, aparte de que topogrficamente la ciudad es un plano inclinado hacia el sur, les pareca muy importante cortar el crecimiento hacia la albufera. El crecimiento de la ciudad queran orientarlo hacia el noroeste y el oeste, hacia la zona de secano, mas sana y ms barata, y defender as la huerta. Pronto se dieron cuenta de que los problemas de Valencia eran de tal calibre que adems haba que hablar de urbanismo, de alcantarillado nuevo, de una nueva red arterial y de un esquema de accesos de ferrocarril distinto. El 20 de Enero del ao 1958 el ministro Arrese conoce el proyecto, y cuatro das despus se crea la Comisin Tcnica Especial. El 6 de Marzo se desestim la solucin norte y tom la fuerza definitiva la solucin sur. En Junio de 1958 se produjo un nuevo temporal de lluvias que provocaron de nuevo inundaciones en las zonas del Martimo as como en otros barrios de la ciudad. Muchos de los colectores y acequias estaban an cegados por toneladas de barro reseco, lo que aument los destrozos. La paciencia de los valencianos lleg al lmite, tras varios meses esperando las ayudas prometidas por parte del Gobierno. Los 300 millones prometidos a Valencia como ayuda urgente para afrontar los graves destrozos no aparecan por ninguna parte. Esta situacin provoc que el entonces alcalde de la ciudad Toms Trenor, Segundo Marqus del Turia, pronunciara un discurso ante el pleno del ayuntamiento muy crtico contra la inoperancia del gobierno y el abandono de las ayudas a Valencia. La difusin del discurso fue prohibida, y slo el Ateneo Mercantil difundi copia del mismo entre sus socios, pero las repercusiones del mismo no se hicieron esperar: Al da siguiente se concedieron los primeros 100 millones a Valencia y un mes despus, el 22 de julio, el consejo de ministros aprob la solucin sur para la desviacin del ro Turia. Al alcalde su discurso le cost el puesto, algo que saba de antemano, pero que sacrific por que segn sus palabras lo haca por Valencia. Valencia tena ya fondos para las reparaciones y una obra grandiosa con perspectiva de futuro. Pero un proyecto de tal magnitud, valorado en unos 5.000 millones de pesetas, en una situacin econmica precaria como la que tena Espaa en aquellos momentos, con conflictos como el de Ifni, y el Plan de Estabilizacin Econmica de 1959, que congel las decisiones por falta de recursos, iba a tener an muchas dificultades y problemas por delante. An habra de esperar a finales de 1961 para convertirse en Ley aprobada por las Cortes Espaolas. En ese caso, sin embargo, ya iba acompaada de otras muchas soluciones: la Ley del Plan Sur contemplaba la necesidad de construir una nueva red de alcantarillado para la ciudad, la reordenacin de todos los accesos y enlaces de ferrocarril, tanto de va ancha como de va estrecha y una red de accesos por carretera completamente ampliada y reformada. Por aadidura, toda la red de acequias de riego de a huerta de Valencia se vea tambin modificada para dejar paso al nuevo ro. La Ley del Plan Sur, adems, estableca una nueva disposicin urbanstica con efectos no slo en el trmino municipal de Valencia sino sobre otras poblaciones de la comarca, que habran de verse
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afectadas, para empezar, por el trazado del nuevo y ancho cauce del ro. Nuevos polgonos urbansticos e industriales tendran cabida en el futuro plan general de ordenacin urbana que habra de adaptarse a la geografa nueva que se diseaba. Finalmente, el puerto de Valencia, privado de la servidumbre de la desembocadura del Turia, que se trasladaba ahora hacia el sur, tena un horizonte nuevo pues ya podra crecer definitivamente en esa direccin. A nivel del ro, supona la desviacin del Turia a su paso por la ciudad, construyendo un nuevo cauce con una longitud de 12.692 metros y 200 metros de anchura. El desvo se iniciara entre las poblaciones de Manises y Quart de Poblet, segua en lnea recta pasando junto a Xirivella para enlazar en curva de unos 2.000 metros de radio en direccin oeste-este, hasta la altura de el Castellar, donde girara ligeramente hacia el Sur, con objeto de permitir la expansin del puerto y desembocar finalmente entre Pinedo y el Saler. La capacidad de avenamiento sera de 5.000m3/seg., superior en un 35% a la onda de crecida mxima registrada en la riada de Octubre del 57.

Fig. 18: Imagen area donde se puede apreciar el lugar exacto en el que se desvi el ro tras la ejecucin del plan sur. Fuente: Diario Valencia Hui.

Finalmente, las obras de desviacin del ro no comenzaron hasta febrero de 1965 y el nuevo cauce del Turia fue inaugurado en el mes de diciembre de 1969, si bien la terminacin real de la solucin sur, con la red de puentes, los accesos ferroviarios y de carreteras y las vas marginales no se concluy hasta 1972. En cuanto a la financiacin de las obras, cuyo coste final ascendi a 6.067 millones de pesetas, el Estado corri a cargo del 75%, el Ayuntamiento el 20% y la Diputacin el 5% restante. La parte correspondiente al Ayuntamiento fue pagada a lo largo de ms de 20 aos con la aplicacin de impuestos especiales en la ciudad. El ms conocido es el recargo de 0,25 pesetas sobre los sellos de correos, pero hay que sumar el recargo de 0,50 sobre los telgrafos, el 25% sobre el consumo de alumbrado, el 100% sobre arbitrios extra, el 10% sobre el arbitrio de la riqueza urbana, el 15% sobre la rstica, el 40% sobre la licencia fiscal, el 3% sobre la estancia en hoteles, el 3% sobre la tarifa del servicio telefnico, el 10% sobre el impuesto de lujo y tasas especiales de aparcamiento y circulacin de vehculos.

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Pero como hemos visto, el Plan Sur englobaba muchas ms cosas y actuaciones, como el tema del alcantarillado y del urbanismo, y realmente tuvieron que pasar muchos aos ms hasta poder acabar con casi todos los proyectos. Y decimos casi, porque a da de hoy aun quedan cosas por hacer, no exentas de polmica, como es el caso de la presa de Villamarxant, que servira para laminar en caso de riada el caudal. 50 aos despus, la presa sigue sin ejecutarse. Otro aspecto preocupante es el hecho de que aunque en origen el nuevo cauce se hizo pensando que podra soportar un caudal de 5.000m3/seg., hoy en da es muy probable que apenas aguantara los 3.500-4.000, debido a la cantidad de puentes nuevos que se han construido sobre l, a la subida del nivel del terreno al ir acumulndose ms y ms sedimentos, y a la construccin de carreteras en sus costados. Por ejemplo el proyecto se dise con 11 puentes y ya tiene 16. Adems, una lluvia como la del 57, en primer lugar producira una avenida mayor que la del 57, porque se ha construido ms y la deforestacin es mayor, por lo que no toda cabra por la solucin sur. El cauce actual del plan sur desborda hacia el sur, hacia la albufera, por tanto la ciudad quedara protegida en un principio. Esperemos que se tomen medidas al respecto y que se lleven a cabo las actuaciones pertinentes para evitar que Valencia siga teniendo sobre ella una espada de Damocles, por que lo que s es cierto, es que tarde o temprano volvern las piezas del puzzle meteorolgico a situarse de la forma adecuada para que una situacin como la de hace 50 aos se vuelva a dar y el cauce del Turia tenga de nuevo que soportar caudales ms propios de los grandes ros europeos y mundiales. Esperemos que entonces no tengamos que lamentar el no haber hecho las cosas a su debido tiempo, pensando que las situaciones extraordinarias tardan demasiados aos en repetirse. La de 1957 no fue la primera riada de Valencia ni ser la ltima. Existen riadas documentadas desde el siglo XIV: en 1321, 1328, 1340, 1358, 1406, 1427, 1475, 1517, 1540, 1581, 1589, 1590, 1610, 1651, 1672, 1731, 1776, 1783, 1845, 1860, 1864, 1870, 1897 y finalmente la de 1957. Y segn un estudio realizado por el periodista Vicente Aup, hay constatadas al menos 75 riadas o avenidas en los ltimos siete siglos. Se calcul que unas lluvias como las del 57 tenan un periodo de retorno de unos 150 aos, aunque en los ltimos aos, desde la Confederacin Hidrogrfica del Jcar, se est alertando sobre el ms que posible acortamiento de dichos periodos de retorno. Lo que es evidente, es que el problema no est solucionado desde el punto de vista de las infraestructuras. Con estos antecedentes es seguro que en el futuro habr nuevas crecidas del ro Turia. Hoy, el viejo cauce luce como uno de los grandes iconos de la ciudad de Valencia, un ro convertido en jardines que, con sus 7 km de recorrido a travs de la ciudad, conforma un pulmn verde donde tienen cabida instalaciones deportivas, zonas de recreo y de paseo, museos y edificios tan emblemticos como la Ciudad de las Artes y de las Ciencias. Hoy, el viejo cauce, ese cauce a travs del cual lleg la muerte y la desolacin tantas veces en la historia de la ciudad, vuelve a ser smbolo de vida para una ciudad que vive atravesada de parte a parte por su verde ro.

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Fig. 19: Imagen actual del ro Turia a su paso por la ciudad de Valencia. Foto: Foro Skyscrapercity, forero: Mr Wolf

Bibliografa: Prez Puche, Francisco, 1997: Hasta aqu lleg la riada. Ayuntamiento de Valencia. VV.AA, 2007: 50 aos. La riada del Turia. Especial del Diario Levante el Mercantil Valenciano. VV.AA, 1958: Almanaque de Las Provincias para 1958.

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