LOS INTRATERRESTRES-EL MISTERIO DE LAS CUEVAS DE LOS TAYOS
La existencia de otra humanidad, tecnolgica y espiritualmente ms avanzada que la nuestra viviendo en el interior de la Tierra ha apasionado a buscadores, como Juan Moricz. El descubrimiento de una biblioteca de placas metlicas en la Cueva de los Tayos, en Ecuador, podra, de confirmarse, cambiar el rumbo de la historia Pablo Villarrubia Mauso, Buenos Aires, mayo de 2001, acababa de dar una charla en una librera de la gran metrpoli cuando, conversando con mi amigo el editor Alfonso Barredo, se nos acerc uno de los libreros. "He odo que busca a Julio Goyen Aguado. Siento decirle que fue uno de los ms grandes espelelogos de Sudamrica y que ha muerto hace casi dos aos", me dijo el joven. Llevaba algn tiempo buscando a Aguado para entrevistarle. Ni el correo desde Madrid ni mi nmero de telfono obtuvieron respuesta. Me interesaba conocerle porque haba participado en algunas expediciones a uno de los lugares ms enigmticos de la Tierra: la Cueva de los Tayos, en la Amazona ecuatoriana. De este laberinto subterrneo se ha hablado mucho, tambin escrito, pero poco se sabe sobre los misterios que oculta. Eric von Dniken, el clebre escritor suizo, fue quien ms hizo por divulgar la existencia de estas cuevas a partir de un personaje hermtico y de vida azarosa: el hngaro nacionalizado argentino Juan Moricz. ste afirmaba que all, bajo la selva, exista una verdadera biblioteca de placas metlicas repletas de intrigantes inscripciones jeroglficas o ideogrficas. Cada una contena una parte de la historia de la Humanidad que sera capaz de revolucionar todos los conocimientos sobre nuestros orgenes y futuro.
La existencia de tales placas estaba rodeada de confusas y nada aclaradoras
informaciones. Por un lado el hngaro-argentino mantena bajo siete llaves y nunca mejor dicho como veremos ms adelante la localizacin exacta de un recinto subterrneo denominado "La Biblioteca", y por otro se hablaba de la existencia de una raza de humanoides habitando aquel "mundo intraterrestre" como sola decir Moricz, una raza aliengena que milenios atrs lleg a nuestro planeta. La persona en cuestin era Javier Stagnaro. Apenas tuve su telfono le llam y nos reunimos al da siguiente en casa del uflogo Claudio Mizkas, en Buenos Aires. Stagnaro trajo una gruesa carpeta con recortes, documentos y fotos. Su voz pausada y razonamiento lgico me indicaba que estaba ante una persona de fiar. "Aguado era una persona extraordinaria, un hombre con una gran fuerza de voluntad, un verdadero explorador de espacios recnditos. l y Moricz eran muy amigos, mantenan un pacto de silencio sobre los secretos en torno a esta cueva y a los habitantes de los mundos subterrneos", coment Stagnaro. "Entonces, Aguado tambin crea que exista una humanidad bajo la tierra?", pregunt. "S, as es. Pensaba que bajo toda Amrica haba un gran complejo de tneles artificiales, construidos por una civilizacin avanzada muy antigua, que en determinados puntos continentales podran seguir viva". Sobre este asunto se ha especulado mucho. Se ha dicho que los grandes conocimientos de orfebrera de los antiguos ecuatorianos podran proceder de una civilizacin ms avanzada, an desconocida por los arquelogos, o no identificada, y que algunas piezas arqueolgicas muestran hombres con extraos cascos que parecen escafandras. Simples casualidades? Expediciones a los Tayos
En agosto de 1976 di inicio la mayor expedicin conocida a la Cueva de los Tayos. Vale la pena echar un vistazo a la historia oficial para, despus, de la mano de Javier Stagnaro y otros entrevistados, conocer ciertos detalles de la expedicin.
El grupo estaba formado por 65 personas, entre las que se encontraban 35 britnicos
del ejrcito, 20 militares ecuatorianos, diez expertos mdicos, bilogos, arquelogos y el astronauta Neil Armstrong. La expedicin permaneci casi dos semanas en la selva. Durante ese tiempo fueron abastecidos por va area. La labor se vi dificultada por la meteorologa, con constante llovizna y niebla. Instalaron un equipo electrgeno en superficie y luego bajaron cables con las lmparas de iluminacin. Una vez se adentraban en las entraas de la tierra, slo salan al llegar el ocaso cargados con el material recogido bsicamente minerales y ciertos insectos y animales.
Los soldados britnicos levantaron una plataforma en la boca de la cueva. Desde ella 50 metros de cada les conducan al inicio del laberntico subsuelo. Luego alcanzaron los 200 metros de profundidad. La Cueva de los Tayos est a unos 1.000 metros sobre el nivel del mar. La expedicin anglo-ecuatoriana se dividi en dos grupos y hall un gran lago con peces ciegos y una gran poblacin de araas gigantes, ratas y vboras. Hallaron tambin arcos de piedra y moles de andesita el mismo material empleado en la construccin de Tiahuanaco, en Bolivia de 50 metros de alto por 300 de largo, sin que nadie supiera explicar cmo pudieron cincelarse. Asimismo, all, en las tinieblas, habitan los pjaros tayos, que revoletean asustados alrededor de los expedicionarios. Estas extraas aves pueden ser consideradas verdaderos fsiles vivientes, una especie que ha subsistido as durante millones de aos. De hecho los cientficos los consideran una suerte de ave-murcilago al disponer de un emisor de ultrasonidos que les guia en la oscuridad. Los gritos de los tayos tienen la particularidad de ser muy agudos y fuertes, como un llanto de nio. Los indios shuar o jbaros creen que sus dioses moran all dentro. Una vez al ao organizan una gran cacera en las cuevas para obtener aceite. Stagnaro narr que en 1969 Moricz organiz una expedicin que se llamaba Talto Soc Parlanga, que en magiar o hngaro antiguo significa Caverna de los Tayos. Los Talto Soc son en la mitologa hngara los vampiros, que Moricz identifica con los Tayos de Ecuador. Y el Talto es el pjaro, ya extinguido en Europa, que aparece en el escudo de la familia Moricz. Era como si fuera algo krmico en la vida de Moricz, apuntaba Stagnaro.
Mormones y los Tayos
Saba que Aguado haba participado en la famosa expedicin a los Tayos de 1976, junto con Neil Armstrong, pero no que haba visitado las cuevas con Moricz mucho antes, y varias veces, entre 1965 y 1969.
Eran expediciones privadas, de las que Julio tena filmaciones en Super-8 que llegu a ver. En 1976 Aguado volvi a los Tayos. A travs de Juan Moricz contact con el ingeniero y espelelogo escocs Stanley Hall. Segn Aguado la cosa fue as. En 1974 Stanley Hall escribi a Juan Moricz para que fuera el gua de la expedicin. El hngaro no acept porque quera ser jefe del grupo y con ciertas condiciones como, por ejemplo, no sacar ninguna pieza o placa, de oro o plata, de las cuevas. Stanley Hall no quiso ceder a la jefatura de la expedicin y ofreci compartirla, pero Juan Moricz fue intransigente en eso y decidi no participar. De todas formas, decidi llamar a su buen amigo Aguado para guiar al grupo, pero por un pacto con el hngaro nunca llevara al escocs y su gente a la sala de la misteriosa biblioteca, detall el discpulo de Aguado.
Y por qu Neil Armstrong particip en la expedicin como padrino? Segn lo que Aguado coment a Stagnaro, sera porque el primer hombre en pisar la Luna era de origen escocs, al igual que Stanley Hall, pero es posible que hubiera otras intenciones. Aguado estaba convencido de que Hall era miembro de los servicios de inteligencia britnicos y de la masonera inglesa, la cual tena intereses en los Tayos. Pero all hubo otra nota de color. Para organizar esa expedicin, Hall cont con el apoyo de una entidad estadounidense, de la que Aguado en vida nunca hizo mencin, slo deca que haba una empresa que aportaba el capital, y de hecho eran los mormones. La revelacin de Stagnaro fue importante y sigui dando detalles. Tengo un amigo uflogo, un argentino que vive en Chile, Juan Guillermo Aguilera, que perteneci a los mormones. Trabaj en el archivo de microfilms, donde conoci a un elder (misionero mormn) que se llama Wells. ste parece ser que era quien haba organizado la expedicin. Por qu los mormones tendran inters en los Tayos?, pregunt a Stagnaro. El principal motivo era buscar el libro de las lminas de oro que el profeta Josep Smith tuvo en sus manos y que tradujo, las mismas que le haba enseado el ngel Moroni. Hay una leyenda segn la cual tales placas estaran escondidas en algn lugar de la cordillera de los Andes. Curiosamente, la zona donde est la Cueva de los Tayos se llama Morona casi parecido a Moroni, el ngel. A Neil Armstrong le acompaaron por cuatro mormones americanos que le consideran un prcer viviente. Armstrong permaneci tres das visitando las cuevas y coment a la prensa que si fu el primero en pisar la Luna, quiero tambin ser uno de los primeros en poner los pies en sitios subterrneos que no han sido hallados por el hombre o sta otra perla: Es un gran paso de la humanidad en el conocimiento del mundo subterrneo. Los ingleses dijeron que no encontraron nada en especial, es eso cierto?, pregunt. Creo que s. Entre los ingleses iban muchos miembros de la inteligencia y tambin militares ecuatorianos y el fallecido padre Porras, de la Universidad Catlica. Durante la expedicin Goyen Aguado me cont que encontraron algo que les enfrent y a
punto estuvo de hacerles matarse a tiros unos a otros. Cremos que uno de los soldados ecuatorianos haba hallado las lminas de oro. Sin embargo, no era nada importante. Era el padre Porras quien guardaba los elementos importantes aunque no valiosos, pese a tener entre 2.700 y 3.000 aos. Qu dijo Stanley Hall de todo eso?. En 1997 el escocs an estaba en Guayaquil, en Ecuador, y en apariencia se qued a vivir all. Un da afirm haber contactado con un indgena que conoca la verdadera entrada a la cueva. Hall buscaba financiacin para otra expedicin internacional y pensaba como Moricz, que las cuevas y sus tesoros eran patrimonio de la humanidad, opinin que en 1976 el propio Hall no aceptaba. Sin embargo, tras la muerte de Moricz, l asumi el papel que el hngaro ejerci como defensor del tesoro. Hall dijo que la entrada era subacutica, que no se poda entrar por tierra. Sin embargo en Ecuador hay ms de 400 cavernas de los Tayos y dar con la biblioteca es como hallar la clebre aguja del pajar.
El misterioso Moricz En So Paulo visit a Gabriel D'Annunzio Baraldi, un italo-argentino que es uno de los mayores expertos en misterios americanos. Una compleja teora suya aluda a que los atlantes haban ocupado parte de Brasil y que haban dejado sus huellas jeroglficas en la piedra de Ing, en el estado de Paraba. En uno de sus viajes a Ecuador se entrevist con Moricz .Lo conoc en Guayaquil. Viva en un hotel y no tena casa fija. Que Moricz era una persona adinerada era sabido. Haba gastado toda su herencia familiar en investigar y pudo continuar sus trabajos gracias a los minerales que fue encontrando. A m me ofreci una participacin en la minera, dijo Baraldi. Segn el italo-argentino, Moricz crea que despus del diluvio universal los supervivientes se refugiaron en las cumbres, en la cordillera de los Andes, donde permanecieron hasta que bajaron las aguas. Durante aquel tiempo horadaron las montaas y las convirtieron en morada y refugio. Moricz era como un nuevo ameghino, continuaba contando Baraldi. Crea que el hombre tuvo sus orgenes en Amrica y que la cordillera de los Andes est plagada de grutas que van desde Venezuela y Colombia hasta Bolivia, pasando bajo Ecuador y Per, y que esas mismas cavernas llegan a Tierra del Fuego. Tales cuevas, as como las de los Tayos, fueron, en su opinin, horadadas por mquinas de seres superiores que quisieron, en su tiempo, ofrecer proteccin a la humanidad. Moricz public un rarsimo libro titulado El origen americano de los pueblos europeos, en cuyas pginas sostena la teora de que en los albores de la civilizacin no se encontraban en Asia Menor, sino en Amrica. Basaba sus teoras en el anlisis comparativo de antiguas lenguas como el vasco y el hngaro, cuyas races ms
profundas podran ser sudamericanas. Moricz mantuvo contacto con los indios Colorados de Ecuador, una tribu que habita al norte de la regin Morona-Santiago. Me dijo que se comunicaba con ellos en magiar, el antiguo hngaro, y que se entendan pese a algunas diferencias, recordaba el estudioso. Otro investigador con quien habl en So Paulo, el lingista Luis Caldas Tibiri, asegura que palabras del antiguo magiar se emplean en varios pueblos de Amrica. En su Dicionrio de Termos Asiticos e Amerndios (So Paulo, 2000) establece una lista de casi 11 pginas donde aparecen tales trminos de forma comparativa. Tibiri las identific entre los idiomas quechua, aimara, maya-guatemalteco, zapoteca y los idiomas indgenas brasileos, como el tup, pano-kaxinau, xavante-xerente, kaigang, iat, botocudo, cariri, bororo, mak con clara predominancia entre el maya y el quechua. Por ejemplo la palabra pra, que en magiar significa roco, tiene una equivalente en el quechua, para, que significa lluvia, o sanc, que en magiar significa foso, agujero, tiene relacin con la palabra quechua sankh'a, que significa abismo.
Los intraterrestres En una entrevista realizada en los aos 70 para un canal ecuatoriano, Moricz expresaba sus ms frreos objetivos: Despus de la Segunda Guerra Mundial me he dedicado a rastrear el origen de la humanidad, para saber porqu estamos en esta Tierra, para saber qu hemos de hacer y dnde habremos de llegar. En El Universo, un peridico de Guayaquil, con fecha viernes 6 de agosto de 1976, Moricz respondi a algunas preguntas que extraan la esencia de su pensamiento. sta es una parte de la entrevista, importante para comprender el misterio de los Tayos: "Pueden tildarme de loco, pero hay seres superiores bajo la tierra (deca Moricz). El Universo: Cree que hay hombres all abajo?. Moricz: S, con un dios inmortal. El Universo: Pero cmo los concibe fsicamente?. Moricz: De carne y hueso, pero genticamente superiores. El Universo: Ha estado Vd. con ellos?. Moricz: Por eso puedo darle detalles del asunto. El Universo: Y qu hacen en ese mundo subterrneo?. Moricz: Hay talleres de tecnologa avanzada. El Universo: Los platillos voladores sern aparatos salidos del centro de la Tierra?. Moricz: Quin sabe.
El Universo: Los shuaras habrn visto estos seres?. Moricz: Es posible, son sus dioses. El Universo: Si aceptasen sus condiciones, Vd. conducira a sus acompaantes a ese lugar?. Moricz: Primero tendra que seleccionar a los expedicionarios. El Universo: Y con esto basta?. Moricz: No. Tengo que establecer contacto y ver la posibilidad de ser recibidos. El Universo: Repare que para muchos esta versin asoma increble. Moricz: As es. Hace cierto tiempo me tildaron de loco; nadie crey ni siquiera en la existencia de las cuevas. Ahora dicen que son una maravilla. Pues bien, imagino que con lo que le he contado volvern a considerarme un chiflado. Sin embargo, el mundo subterrneo existe y los seres de que le hablo estn abajo. No les podemos ver, pero ellos s a nosotros. Dos franceses, Marie-Threse Guinchard y Pierre Paolantoni, publicaron un libro en 1978 titulado Los intraterrestres donde recogan varias entrevistas con Moricz. ste aseguraba haber hallado en uno de los salones subterrneos de los Tayos una mesa sobre la que vio varios libros abiertos de hojas doradas. Vio tambin cuatro siluetas humanas de baja estatura, vestidas con capas metlicas, rostro ovalado, ojos oscuros y almendrados y una banda en el pelo con una esmeralda. Los seres contaron a Moricz que dominaban la fuerza del Sol y de la Tierra y que los libros que haba visto eran indestructibles. Ufolgicamente podemos calificarlos como grises, aadi Javier Stagnaro. El investigador tambin coment que haba hablado con el hngaro-argentino durante una de sus visitas a Buenos Aires. Fue en 1977. Estaba hospedado en un hotel de la Avenida de Mayo. Se haba registrado en siete hoteles diferentes, de caros a baratos, pero se alojaba en este ltimo tipo. Me dijo Aguado que le haban intentando secuestrar y matar varias veces. Moricz tena la representacin en Ecuador de 90 empresas mineras y se cree que era una de las mayores fortunas del planeta. Cuando vena siempre traa una bolsita de esmeraldas, y la ms barata costaba 50.000 dlares. Era un hombre muy secuestrable. Tena cajas fuertes en bancos de todo el mundo y puede que en algunas estn las placas de metal, aunque en teora no debi sacar ninguna. El diario argentino El Clarn con fecha 31 de marzo de 1991 anunciaba la muerte de Juan Moricz, pero un boletn del CEFAE de Buenos Aires pona en duda el bito. Sea cierto o no lo que s sigue vivo es el mito de la Cueva de los Tayos.
http://www.youtube.com/watch?v=0ZgAgfPrik8&feature=player_embedded
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=iDx-mmZKBSk Carlos Crespi
Segn otros investigadores, quien
verdaderamente descubri los inmensos tesoros arqueolgicos de la Cueva de los Tayos no fue el hngaro Moricz, sino ms bien el sacerdote salesiano Carlos Crespi (1891-1982), nativo de Miln. Crespi habra indicado a Moricz cmo entrar en la caverna y cmo encontrar el camino correcto en el laberinto sin fondo que se encuentra en sus profundidades. Carlos Crespi, quien lleg a la selva amaznica ecuatoriana en el lejano 1927, supo ganarse pronto la confianza de los autctonos Jbaro e hizo que le entregaran, en el curso de los decenios, cientos de fabulosos pedazos arqueolgicos que se remontan a una poca desconocida, muchos de ellos de oro o laminados en oro, por lo general magistralmente tallados con arcaicos jeroglficos que nadie ha sabido descifrar hasta hoy. A partir de 1960, Crespi obtuvo del Vaticano la autorizacin de abrir un museo en la ciudad de Cuenca, donde estaba ubicada su misin salesiana. En 1962 hubo un incendio y parte de los hallazgos se perdieron para siempre. Crespi estaba convencido de que las lminas y las placas de oro que l encontr y estudi sealaban sin lugar a dudas que el mundo antiguo medioriental anterior al diluvio universal estaba en contacto con las civilizaciones que se haban desarrollado en el Nuevo Mundo a partir de hace sesenta milenios. (mira mi intrevista a la arqueologa Niede Guidon). Segn el Padre Crespi, los arcaicos signos jeroglficos incisos o grabados quiz con moldes, no eran otra cosa que la lengua madre de la humanidad, idioma que se hablaba antes del diluvio (ver mi artculo sobre el idioma nostrtico). Las conclusiones de Crespi eran extraamente similares a las de otros investigadores del mismo perodo, como el esotrico peruano Daniel Ruzo (estudioso de Marcahuasi), el mdium estadounidense G. H. Williamson, el arquelogo italiano Constantino Cattoi o el investigador italo-brasilero Gabriel DAnnunzio Baraldi (quien document a fondo la Pedra do Ing). A fines de los aos 70 del siglo pasado, Gabriel DAnnunzio Baraldi visit frecuentemente Cuenca, donde conoci tanto a Carlo Crespi como a Juan Moricz. En aquella ocasin, Carlo Crespi le revel al italo-brasilero que la Cueva de los Tayos no tena fondo y que las miles de ramificaciones subterrneas no eran naturales, sino construidas por el hombre en el pasado. Segn Crespi, la mayora de los hallazgos que los indgenas le daban provenan de una gran pirmide subterrnea, situada en una localidad secreta. El religioso italiano confes luego a Baraldi que, por miedo a futuros saqueos, orden a los indgenas cubrir totalmente de tierra dicha pirmide, de manera que nadie pudiera encontrarla nunca ms. Segn Baraldi, los arcaicos jeroglficos incisos en las lminas de oro de la Cueva de los Tayos recordaban el antiguo alfabeto de los Hititas, que segn l haban viajado y
colonizado parcialmente a Suramrica dieciocho siglos antes de Cristo. Baraldi not que en muchas placas y lminas de oro haba varios signos recurrentes: el sol, la pirmide, la serpiente, el elefante. Particularmente, Baraldi interpret la placa donde estaba incisa una pirmide con un sol en su cima como una gigantesca erupcin volcnica que ocurri en pocas remotas. Cuando Carlo Crespi falleci, en enero de 1980, su fantasmagrica coleccin de arte antediluviana fue sellada para siempre, y nadie pudo admirarla nunca ms. Hay muchos rumores sobre la suerte de los valiossimos hallazgos recogidos pacientemente durante largos decenios por el religioso milans. Hay quienes dicen que simplemente fueron enviados en secreto a Roma y que yacen todava en algn rincn del Vaticano. Otras fuentes pretenden probar que el Banco Central del Ecuador compr, el 9 de julio de 1980, por la suma de 10.667.210 $, aproximadamente 5000 piezas arqueolgicas de oro y plata. El responsable del museo del Banco Central del Ecuador, Ernesto Dvila Trujillo, desminti categricamente que la entidad del Estado haya comprado la coleccin privada del Padre Crespi. Prescindiendo de la localizacin fsica actual de los hallazgos arqueolgicos del Padre Crespi, quedan las fotografas y los numerosos testimonios de muchos estudiosos que prueban su veracidad. Casi parece que alguien quiso ocultar las fantsticas piezas arqueolgicas coleccionadas y estudiadas por el religioso milans. Por qu? Con seguridad, la prueba de que pueblos antediluvianos y otros sucesivos al diluvio, pero netamente mediorientales, hayan visitado la cuenca del Ro Amazonas en tiempos tan remotos y que hayan dejado una tal cantidad de maravillosos hallazgos es una verdad que podra ser incmoda. Muchos historiadores convencionales han descrito al Padre Crespi como un impostor o simplemente un visionario que mostr como autnticas lminas de oro que eran sencillamente falsificaciones o copias de otras creaciones artsticas mediorientales. Mi opinin sobre los enormes tesoros de la Cueva de los Tayos es que son autnticos y que provienen del Medio Oriente. Sin embargo, hay que distinguir entre algunos hallazgos en los que fueron tallados aparentes jeroglficos y otros que son representaciones de arte sumerio, asirio, egipcio e hitita. Estoy convencido de que antes del diluvio, los pueblos que vivan en la tierra firme correspondiente a la actual plataforma continental del continente africano (posteriormente sumergida) tenan frecuentes intercambios con los pueblos que, ya desde haca sesenta milenios antes de Cristo, vivan en el actual Brasil. La Pedra do Ing, estudiada a fondo por Baraldi y descrita por m en enero del 2010, testimonia que pueblos antiqusimos describieron un evento para ellos muy importante (quiz el diluvio universal?) utilizando
un arcaico mtodo de escritura (una forma de escritura nostrtica?) despus de haber llegado al actual Brasil a causa de un acontecimiento fortuito. Adems, es til recordar tambin el arcaico alfabeto inciso en la estatuilla (proveniente del interior del Brasil), de basalto negro que le dio el escritor Rider Haggard al explorador Percy Fawcett. Dicho alfabeto es muy similar a los signos incisos en las lminas de oro de la Cueva de los Tayos. En este sentido se pueden reconocer y describir algunas inscripciones arcaicas de los hallazgos de la Cueva de los Tayos como pertenecientes al idioma nostrtico. En cuanto a los otros hallazgos, de clara procedencia medio-oriental post-diluviana, me parece correcto considerarlos como restos de varias expediciones ocasionales que fueron llevadas a cabo a partir del tercer milenio antes de Cristo por los sumerios y sucesivamente por los egipcios, fenicios y cartagineses. Estas conclusiones mas no estn solamente apoyadas en el hecho de que se hayan encontrado restos de hoja de coca en las momias egipcias, sino sobre todo en los recientes descubrimientos en el altiplano andino, como la Fuente Magna y el monolito de Pokotia. Queda el misterio de por qu todo aquel inmenso tesoro fue reunido en la Cueva de los Tayos y en los laberintos que se encuentran en sus profundidades. En mi opinin, es posible que restringidos grupos de antediluvianos, sobrevivientes de la gigantesca catstrofe, una vez que desembarcaron en Suramrica, hayan querido salvar sus preciossimas reliquias escondindolas luego en una gruta que consideraron segura. En lo que concierne, por otro lado, a los pueblos medio-orientales post-diluvianos, refirindome particularmente a los sumerios, egipcios, fenicios y cartagineses, es posible que todo grupo viajara con especiales insignias de su estirpe y origen, que en el curso de los aos se perdieron en los Andes (como es el caso de la Fuente Magna). A continuacin, los antepasados de los indgenas Suhar aglomeraron esas reliquias en la Cueva de los Tayos, considerndolas objetos sagrados que deban ser reunidos obligatoriamente en un lugar considerado mgico por su tradicin.