16th Century Proverbs Today
16th Century Proverbs Today
Edited by
Elke CASES BERBEL
\
Julia SEVILLA MUÑOZ
Edited by
Elke CASES BERBEL
“Proverbium”
in cooperation with the
Department of German and Russian
Volume 44
ISBN: 978-0-9846456-9-5
Manufactured in Spain
By Grupo Editor Visión Net S.L.
C/ San Ildefonso, 17 local
28012 Madrid (Spain)
A Julia MUÑOZ HUERTAS,
portadora de la sabiduría popular,
por todos los refranes que me enseñó
ÍNDICE
5
7.2. La puntuación ............................................................. 87
8. Paremias vigentes .............................................................. 88
Conclusiones ........................................................................... 94
Referencias bibliográficas ...................................................... 104
6
PROLOGUE
7
development of proverb variants that have become standardized
into common proverbs still known today. It is a well-known fact
that paremiographers have usually copied from each other while
at the same time also adding new materials to their collections.
All of these collections are of great value in establishing the
origin and history of individual proverbs in any given language.
Of course, for most of the European languages such collections
also help to establish when certain proverbs were translated from
one language to other languages. Proverbs like “Big fish eat little
fish” and “One hand washes another” found their way from
ancient Greek and Roman times in identical wording into dozens
of languages, and the same is true for such medieval Latin
proverbs as “Strike while the iron is hot” and “All that glitters is
not gold.” It might be added here that today it is English-
language proverbs like “The early bird catches the worm” and
“One picture is worth a thousand words” that are spread
worldwide by way of English as the lingua franca. One thing is
for certain, serious paremiographical scholarship is very much
still needed in order to discover and trace the origin and
dissemination of proverbs.
As far as the Spanish language is concerned, it can be stated
that there exists a truly impressive array of invaluable proverb
collections from the Middle Ages to today. In fact, one could
perhaps say that there is nothing new to discover as far as the
older paremiographical tradition is concerned. But that is not
necessarily the case, as this new book by Julia Sevilla Muñoz
makes perfectly clear. As the leading Spanish paremiographer
and paremiologist, who is the renowned founding editor of the
yearbook Paremia, she is in fact a philologist par excellence.
Based on an anonymous hand-written manuscript of the sixteenth
century with the title Adagios, proverbios e sentencias varias she
presents a detailed analysis of 395 paremias by listing their
recordings in such valuable collections as Marqués de
Santillana’s Refranes que dizen las viejas tras el fuego (15th
century), Juan de Valdés’s Diálogo de la lengua (1533), Mosén
Pedro Vallés’s Libro de refranes (1549), Hernán Núñez’s
Refranes o proverbios en romance (1555), Gonzalo Correas’s
Vocabulario de refranes y frases proverbiales (1627), and others.
8
It is especially noteworthy that Julia Sevilla also includes
references of the proverbs that appear in Miguel de Cervantes’s
Don Quijote de la Mancha (1605/15) that is known for its rich
proverbial language. By listing each proverbial text of the
manuscript followed by the variants as they appear in these
important collections, she presents a clear picture of the wording
in which the proverbs were recorded by different collectors.
What all of this shows is that proverbs in their early
developments are by no means absolutely standardized. Like all
orally transmitted folklore, proverbs at their beginning often
fluctuate in their precise wording. This is something that most
proverb collections and language dictionaries do not record due
to space limitations. The individual comparative groupings of the
395 proverbs and their variants are thus a unique philological
accomplishment by Julia Sevilla Muñoz. The informative
concordances also establish the validity of the paremias in that
they were not only recorded in collections and literary texts but
also were in fact in use orally and continue to a certain degree to
be known in written and oral communication today.
There is no doubt that Julia Sevilla Muñoz has provided an
impressive and invaluable service to Spanish paremiography by
way of her detailed comparative and historical analysis. Her new
book Refranes del siglo XVI en el siglo XXI is of major
importance in the study of traditional Spanish proverbs. Cultural
historians, folklorists, lexicographers, linguists, and others will
find it to be of much use in their own paremiological work. It is
yet another crowning scholarly accomplishment by Julia Sevilla
Muñoz. Fifteen years ago I had the honor as editor of the
Supplement Series of Proverbium: Yearbook of International
Proverb Scholarship to publish the book Refranes, otras
paremias y fraseologismos en “Don Quijote de la Mancha” that
she wrote together with Jesús Cantera Ortiz de Urbina and
Manuel Sevilla Muñoz. It appeared as volume 17 in 2005 with
her new book now arriving as volume 44. Since these volumes
are distributed free of charge to about 200 North American
libraries and another 200 subscribers of Proverbium, her book
will indeed be available to proverb scholars throughout the
world. I am certain that the international community of
9
paremiographers and paremiologists will be delighted to have
another magnum opus available to them from their much admired
and highly esteemed Spanish colleague and friend Julia Sevilla.
Wolfgang Mieder
PRÓLOGO
10
Pero por muy emocionantes que sean estos modernos avances
paremiográficos y paremiológicos, que ponen su foco en las
bases de datos e internet, todavía se puede aprender mucho si se
vuelve de vez en cuando a una investigación filológica seria
basada en un análisis comparativo de textos históricos. Aunque
los principales refraneros de siglos pasados ya se hayan
estudiado y reeditado en valiosas reediciones, aún quedan por
hacer nuevos descubrimientos que ayuden a establecer el
desarrollo histórico de las variantes de los refranes que se han
estandarizado en comunes, conocidos todavía hoy en día. Es un
hecho bien conocido que los paremiógrafos solían copiarse unos
a otros, al mismo tiempo que añadían material nuevo a sus
colecciones. Todas estas colecciones son de gran valor para
establecer el origen y la historia de los distintos refranes que se
dan en cualquier idioma. Por supuesto, para la mayoría de los
idiomas europeos estos repertorios también ayudan a establecer
cuándo se tradujeron ciertos refranes de un idioma a otros.
Refranes como «Big fish eat little fish» (El pez grande se come al
chico) o «One hand washes another» (Una mano lava la otra)
encontraron su camino desde los tiempos de los antiguos griegos
y romanos con idéntica redacción en docenas de idiomas, y lo
mismo ocurre con proverbios latinos medievales como «Strike
while the iron is hot» (Al hierro candente batirlo de repente) y
«All that glitters is not gold» (No es oro todo lo que reluce).
Podría añadirse aquí que actualmente los refranes ingleses como
«The early bird catches the worm» (A quien madruga, Dios le
ayuda) o «One picture is worth a thousand words» (Una imagen
vale más que mil palabras) se extienden por todo el mundo a
través de este idioma, que se ha convertido en lingua franca.
Pero una cosa es segura, todavía son necesarios muchos estudios
paremiográficos minuciosos para descubrir e indagar sobre el
origen y la divulgación de los refranes.
En lo que respecta a la lengua española, se puede afirmar que
existe un conjunto verdaderamente impresionante de
inestimables refraneros desde la Edad Media hasta hoy. De
hecho, en un principio incluso se podría creer que no hay nada
nuevo que descubrir respecto a la antigua tradición
paremiográfica. Pero no tiene por qué ser así, como deja
11
perfectamente claro este nuevo libro de Julia Sevilla Muñoz. De
hecho, Julia Sevilla Muñoz es la paremióloga y paremiógrafa
española más destacada, directora fundadora de la renombrada
revista Paremia y filóloga par excellence. Basándose en un
manuscrito anónimo del siglo XVI, publicado bajo el título
Adagios, proverbios e sentencias varias, presenta un análisis
detallado de 395 paremias y su relación con colecciones tan
valiosas como la del Marqués de Santillana Refranes que dizen
las viejas tras el fuego (siglo XV), El Diálogo de la lengua de
Juan de Valdés (1533), el Libro de refranes de Mosén Pedro
Vallés (1549), los Refranes o proverbios en romance de Hernán
Núñez (1555), el Vocabulario de refranes y frases proverbiales
de Gonzalo Correas (+1627), entre otros.
Cabe destacar que también incluye referencias de los refranes
que aparecen en Don Quijote de la Mancha (1605 y 1615) de
Miguel de Cervantes, conocido por su rico lenguaje proverbial.
Al elaborar una lista de cada uno de los textos proverbiales del
manuscrito, seguido de las variantes tal como aparecen en las
importantes colecciones anteriormente mencionadas, presenta
una imagen clara de los refranes registrados por diferentes
autores. Todo esto muestra de forma clara que al principio de su
desarrollo, los refranes no se encontraban para nada unificados.
Como todo el folclore transmitido oralmente, en sus comienzos
los refranes a menudo fluctúan en su formulación específica.
Esto es algo que la mayoría de los repertorios de refranes y
diccionarios de idiomas no registran debido a las limitaciones de
espacio. Las agrupaciones comparativas individuales de los 395
refranes y sus variantes son, por lo tanto, un logro filológico
único realizado por Julia Sevilla Muñoz. Las concordancias
también establecen la validez de las paremias en el sentido de
que no solo se registraron en colecciones y textos literarios, sino
que también se utilizaban de forma oral y aún hoy en día siguen
siendo conocidas en cierta medida en la comunicación escrita y
oral.
No hay duda de que, mediante su detallado análisis
comparativo e histórico, Julia Sevilla Muñoz ha prestado un
impresionante e inestimable servicio a la paremiografía española.
Además, su nuevo libro titulado Refranes del siglo XVI en el
12
siglo XXI es de una importancia vital para el estudio de los
refranes tradicionales españoles. Tanto historiadores culturales,
folcloristas, lexicógrafos, lingüistas como otros investigadores
encontrarán este trabajo paremiológico de gran utilidad para sus
propios fines. Se trata de un logro académico más de Julia Sevilla
Muñoz que la alza a lo más alto. Hace quince años, como
director de las colecciones complementarias de Proverbium:
Yearbook of International Proverb Scholarship, tuve el honor de
publicar el libro Refranes, otras paremias y fraseologismos en
«Don Quijote de la Mancha» que escribió junto a Jesús Cantera
Ortiz de Urbina y Manuel Sevilla Muñoz. Este se publicó en
2005 como volumen 17 y su nuevo libro, que llega ahora, se
recogerá en el volumen 44. Dado que estos volúmenes se
distribuyen gratuitamente a unas 200 bibliotecas de América del
Norte y a otros 200 suscriptores de Proverbium, su libro llegará a
académicos expertos en refranes de todo el mundo. No me cabe
duda de que la comunidad internacional de paremiólogos y
paremiógrafos estará encantada de disponer de otra magnum
opus de su admirada y muy apreciada colega y amiga española
Julia Sevilla Muñoz.
Wolfgang Mieder
13
El molino mientras anda gana
(foto de Manuel Sevilla Muñoz)
14
Resumen
En el siglo XVI se publican en España obras paremiográficas de
gran valor para el estudio de las paremias, en particular las
paremias de carácter popular como los refranes. Entre ellas,
destacan el Refranero (1527-1544), de Francisco Espinosa, el
Libro de los refranes (1949) de Pedro Vallés, los Refranes o
proverbios en romance (1555) de Hernán Núñez, la Philosophia
vulgar (1568) de Juan de Mal Lara. Pero no es la única vía para
estudiar las paremias en el siglo XVI, pues hay escritores que las
insertan en sus textos, como Juan de Valdés en su Diálogo de la
lengua. Además, las paremias figuran en obras lexicográficas, en
particular los tesauros o los diccionarios bilingües que tienen
como lenguas el latín y el castellano. Asimismo, hay obras que se
sitúan entre ambos grupos, al ser de índole paremiográfica y
bilingües (latín-castellano).
Este libro se centra en una de estas obras, una colección
manuscrita anónima de paremias de carácter culto y popular
fechada en el siglo XVI. El objetivo general de la investigación
consiste en presentar una muestra de la sabiduría popular
contenida en este tipo de obras paremiográficas poco estudiado
hasta la fecha. A tal fin, se persigue cumplir varios objetivos
específicos: aislar las paremias de carácter popular; localizar las
concordancias paremiológicas entre dicha colección anónima y
una selección de refraneros de los siglos XV, XVI y XVII,
incluido el refranero literario del Quijote; comprobar el grado de
vigencia de las paremias.
Palabras clave: Paremiología. Refrán. Español. Siglo XVI.
Abstract
In the 16th century, paremiographic works of great value for the
study of paremias were published in Spain, especially popular
paremias such as the proverbs. Among them, the Refranero
(1527-1544), by Francisco Espinosa, the Libro de los refranes
(1949) by Pedro Vallés, the Refranes o proverbios en romance
(1555) by Hernán Núñez, the Philosophia vulgar (1568) by Juan
15
de Mal Lara stand out. But this is not the only way to study
paremias in the 16th century, as some authors inserted them in
their texts, like Juan de Valdés in his Diálogo de la lengua.
Moreover, paremias are included in lexicographical works,
particularly thesauri or bilingual dictionaries whose languages
are Latin and Spanish. There are also works that fall between the
two groups, as they are paremiographic in nature but bilingual
(Latin-Spanish).
This book focuses on one of these works, an anonymous
handwritten collection of paremias of a cultured and popular
nature dating from the 16th century. The general objective of the
research is to present a sample of the popular wisdom contained
in this type of paremiographic works, which have been hardly
studied to date. To this end, several specific objectives are
pursued: to isolate the paremias of a popular nature; to locate the
paremiological concordance between this anonymous collection
and a selection of proverbs from the 15th, 16th and 17th centuries,
including the literary proverb collection of Don Quixote; to
verify the degree of validity of the paremias.
Keywords: Paremiology. Proverb. Spanish. 16th century.
16
INTRODUCCIÓN
17
el Ministerio español de Economía y Competitividad). Para su
publicación se ha contado con la ayuda de este Proyecto de
Investigación.
La introducción se cierra con unas palabras de agradecimiento
a Wolfgang Mieder, por ser un guía en las investigaciones
paremiológicas, y a los miembros y colaboradores del Grupo de
Investigación UCM 930235 Fraseología y paremiología
(PAREFRAS), en particular a M.ª I. Teresa Zurdo Ruiz-Ayúcar,
M.ª Teresa Barbadillo de la Fuente, Manuel Martí Sánchez y
Manuel Sevilla Muñoz, por su valiosa colaboración en consultas
puntuales.
18
I. ENSAYO PAREMIOLÓGICO
1
https://www.bvfe.es/directorio-bibliografico-diccionarios-
vocabularios-glosarios-tratados-y-obras-lexicografia/18758-adagios-
proverbios-o-sentencias-varias.html
19
Probablemente constituya un error la indicación de que la
obra está en letra del siglo XVII, ya que en el Inventario general
de manuscritos de la Biblioteca Nacional publicado en 1984, en
la página 379 se lee lo siguiente:
4502
Adagios. Proverbios o Sentencias varias. Primera columna:
en Romance. Segunda columna; en latín.- S. XVI. 114 pp. 205
x 155 mm., 2 cois.
La obra presenta una equivalencia entre giros o modismo
castellanos y latinos. En pp. 112-114 un vocabulario
castellano-latino de Nombres de varias frutas, hortalizas y
otras cosas". En la última hoja, con distinta letra: "Nombres de
metales", asimismo, en latín y castellano.
2
CA equivale a colección anónima, el refranero del siglo XVI objeto de
estudio de este libro.
20
despues» (CA p. 5 A61). Lo mismo sucede con ciertos
sustantivos, como se aprecia en el refrán «Quien bien quiere à
Beltran: bien quiere à su can» (CA p. 12 C38), agrupado en la
letra C («can») y no en la letra Q («querer») ni en la letra B
(«Beltrán»). En algunos casos, el recopilador opta por el verbo
relacionado con el sustantivo que figura en el refrán. Así, el
ejemplo «No ai atâjo, sin trabajo» (CA p. 5 A65) no se halla en la
entrada de «atajo» sino en la de «atajar». Otro ejemplo lo
constituye la entrada «bobear», la cual comprende seis formas
con el vocablo «bobo»:
22
Mas quiero vaca en paz: que pollos, con agrâz (CA p. 38 M40).
Mas cerca están mis dientes: que mis parientes (CA p. 38 M41).
Mas dias ai, que longanizas (CA p. 39 M42).
Mas vale saber: que habêr (CA p. 39 M47).
Mas vale tarde: que nunca (CA p. 39 M50).
23
Julio Cejador (1929, «popar») ilustrándolo precisamente con el
refrán «quien a su enemigo popa, a sus manos muere» recopilado
por Covarrubias en su Tesoro de la lengua española o castellana
(1611, «enemigo»).
3
Seudónimo del padre Frómista de San Agustín, nacido en Talavera de
la Reina (Toledo). Fue un reputado catedrático de gramática latina.
4
Se trata de la edición ampliada de la primera edición (Pamplona,
1590), hoy perdida.
5
Bartolomé Bravo publicó un elevado número de manuales para la
enseñanza del latín escrito y oral en las clases de Gramática,
Humanidades y Retórica.
24
jesuita, Pedro de Salas (1584-1664)6, quien «enriquece
notablemente la obra de Bravo introduciendo no solamente
nuevos vocablos, sino también numerosos enunciados entre los
que abundan locuciones verbales y adverbiales, enunciados
fraseológicos, proverbios, refranes, etc.» (Satorre, 2005: 1239).
Posteriormente, el tesauro de Bravo ampliado por Salas será a su
vez ampliado por el jesuita Valeriano Requejo (1621-1686)7.
Esta obra siguió obteniendo una gran difusión, a tenor de las más
de doscientas impresiones registradas hasta el siglo XIX (Pascual
Barea, 2010, y Olmos, 2011)8.
El tesauro de Bravo alcanzó una gran fortuna e influyó en la
elaboración de obras similares, entre otras, el Thesaurus
utriusque linguae hispaniae, et latinae, publicado en 1679 por
Baltasar Henríquez.
Como hemos sugerido, puede que el recopilador anónimo
consultara estos libros, a tenor del número de concordancias
paremiológicas existente. He aquí algunos ejemplos: la paremia
«Aventurô poca ganância, y mucho peligro» (CA p. 6 A69) está
documentada en el tesauro de Bravo (edición de 1599); la
paremia «Cada vno, con los suyos se entiende» (CA p. 11 C17)
figura también en la edición ampliada de Bravo, titulada el
Thesaurus hispano-latinus utriusque linguae verbis et phrasibus
abundans (1654). El enunciado «Beber en côrro, beba el cura, y
ande arrêo» (CA p. 7 B16) está registrado en el Thesaurus
utriusque linguae hispaniae, et latinae, publicado en 1679 por el
mencionado seguidor de Bravo, Baltasar Henríquez.
6
Hemos consultado la edición de 1688 y la de 1695.
7
Al igual que Bartolomé Bravo, la labor filológica de Requejo se centró
en la elaboración de gramáticas y diccionarios destinados al aprendizaje
de la lengua latina (Álvarez Curiel, 2002: 69). Su edición revisada y
ampliada del tesauro aparece en Salamanca, en 1729.
8
De 1838 data la segunda edición del Tesauro de Requejo, reformado y
nuevamente aumentado y corregido por Antonio Martín de Heredia,
profesor de latinidad y Humanidades. Se realiza en Madrid, en la
imprenta que fue de Fuentenebro, a cargo de Alejandro Gómez. La
primera edición es de 1828 (Madrid: Fuentenebro).
25
Otra fuente de consulta probablemente utilizada por el
recopilador serían los manuales de Retórica, pues uno de los
enunciados incluidos, «Ayudan mucho las letras, para bien vivir»
(CA p. 6 A73), es una traducción de un proverbio de Cicerón:
9
«Vase uno exercitando en la milicia espiritual, i va advirtiendo con
antencion las entradas i salidas del Demonio; con lo cual se aprende el
magisterio espiritual, para guiar almas: porque la experiencia, enseña
mucho. I de aí vino el proverbio: no ai mejor cirujano, que el bien
acuchillado» (1612: 368).
10
En la última edición del Diccionario de la lengua española (DLE) de
la Real Academia Española figura con la forma «No quedó piante ni
mamante» para significar que no quedó nadie en un lugar
[https://dle.rae.es/piante, junio de 2019].
11
Por «provincia de Castilla», se entiende el reino de Castilla
(Martínez, 1994: 122).
27
buscado» (CA p. 10 B58)12 deja intuir que la colección no es
fruto de un trabajo puntual sino de una concienzuda labor
paremiográfica.
La segunda presenta una observación a la forma del refrán
«Mal de muchos: consuelo de bobos», en la que el recopilador
opina que la segunda parte debería ser «consuelo de discretos»
(CA p. 36 M10).
En cuanto a la fecha de publicación de la colección, tampoco
figura en el texto. En la ficha bibliográfica del manuscrito se lee
el siglo XVI. En efecto, contiene algunos vocablos que figuran
por primera vez en obras del siglo XVI, como es el caso de
«barahúnda» («No me metais en barahûnda», CA p. 6 B7)13. Por
otra parte, el repertorio registra la expresión «Maza y Mona» (p,
36 M1), documentada, entre otras obras lexicográficas, en el
Tesoro de la lengua castellana o española (1611), de Sebastián
de Covarrubias Orozco, para referirse a dos personas que
habitualmente van juntas. Además, se observa que se ha
producido el cambio fonético de la /f/ inicial de palabra a /h/,
como se aprecia en el siguiente refrán, donde no aparece
«forado» sino «horado»: «Raton, que no sabe mas que vn
horado: presto lo coge el gato» (CA p. 54 R3). Una forma más
antigua de este refrán está incluida en los Glosarios latino-
12
Esta unidad fraseológica está recogida, entre otros recopiladores, por
Correas (en la parte de fórmulas y frases de su obra Vocabulario de
refranes y frases proverbiales: «Aunque fuera aguja»), por Valeriano
Requejo (Thesaurus hispano-latinus, edición de 1727: 233, «Aunque
fuera aguja, le halláras») por Pedro de Salas (Compendium latinum-
hispanum, ed. de 1779: 16, «Aunque fuera aguja, la hubieras hallado»).
13
Vocablo incluido por el gramático y lexicógrafo Richard Percyvall en
la Bibliotecae Hispanicae pars altera (Londres, 1591) con el sentido de
«tumulto». Esta obra contiene un diccionario en español, inglés y latín.
Está considerado el primer diccionario español-inglés. Entre sus
principales fuentes de consulta, cabe mencionar el Dictionarium latino-
hispanicum (1492) de Antonio de Nebrija, el Vocabulario de las dos
lenguas toscana y castellana (1570) de Cristóbal de las Casas. A su
vez, se convirtió en la fuente de los diccionarios bilingües español-
inglés hasta finales del siglo XVIII.
28
españoles14, elaborados en el siglo XIV o en el siglo XV: «El
mur que non sabe más de un forado, priado lo caza el gato».
El recopilador anónimo, por otra parte, escribe «vulpeja» en
vez de «gulpeja» o «gulpeja». El empleo de la palabra «vulpeja»,
sinónimo de «zorra» o «raposa» (DLE), en el refrán «Lobo, y la
vulpeja: ambos son de vna conseja» (CA p. 35 L25), permite
delimitar la fecha de elaboración de la colección. Procedente del
latín «vulpecŭla», diminutivo de «vulpes», el vocablo «vulpeja»
conoce otras grafías más antiguas («golpeja», «gulpeja»)15.
Todas ellas aparecen en refraneros medievales16 o en repertorios
de los siglos XVI y XVII:
14
Américo Castro los editó en Madrid en 1936. Eleanor S. O’Kane
consulta esta edición para elaborar su obra Refranes y frases
proverbiales españolas de la Edad Media (1959).
15
Cfr. el Vocabulario medieval castellano (1929=1968) de Julio
Cejador y Frauca.
16
Como especifica Eleanor S. 0’Kane en Refranes y frases proverbiales
de la Edad Media (1959: 144).
17
Espinosa (1527-1547) registra entre paréntesis el vocablo «gulpeja».
29
le ayuda, Correas C128) procede de una letrilla de Góngora
fechada en 1594 y titulada Cada uno estornuda como Dios le
ayuda. El mismo Góngora comenta en los primeros versos de la
letrilla que se trata de una sentencia de bachilleres: «Sentencia es
de bachilleres, / después que se han hecho piezas, / que cuantas
son las cabezas / tantos son los pareceres; / en materia de mujeres
/ se desboca esta sentencia, / que hay espuelas de licencia, / sin
haber freno de duda. Cada uno estornuda / como Dios le
ayuda»18. Sigue la letrilla con otras tres estrofas, las cuales se
cierran con el mencionado refrán. Por tanto, Góngora no crea el
refrán sino que, al citarlo, contribuye a su transmisión.
Estos datos parecen corroborar que la colección anónima se
elaboró en el siglo XVI.
3. Material recopilado
18
https://www.upf.edu/todogongora/poesia/letrillas/102/ [consulta:
marzo de 2019].
30
suele ser la letra más numerosa por comprender los refranes que
comienzan por «Quien…». Sin duda alguna, el hecho de utilizar
el criterio léxico para sistematizar las UF provoca la reducción de
UF en la letra Q.
3.2. Variantes
El repertorio registra igualmente variantes, muchas de las
cuales se encuentran diseminadas por la colección:
31
proverbial, recogida también en el repertorio: «No son todos
iguales; como los dedos de las manos» (CA p. 32 I/Y3). «No son
todos los dedos iguales» (CA p. 21 D18). Además de variantes
formales, se hallan sinónimos, a veces incluidos de forma
consciente, como el ejemplo siguiente, en el que la segunda
forma figura sin numerar y va unida a la paremia sinónima por la
conjunción copulativa «y»: «La Ocasión: haze al ladrôn, y en el
arca abierta: el justo peca» (CA p. 45 O3). La colección incluye,
igualmente, sinónimos sin indicación de su relación semántica: A
cada puerco: su san Martin (CA p. 2 A17). No ai plazo, que no se
llegue (CA p. 51 P61). Este caso en concreto de sinonimia figura
en el Vocabulario de refranes y frases proverbiales de Correas
(A71), quien, además de explicar su significado, sí señala la
relación semántica existente entre ambos refranes, lo hace en la
glosa del primero: «Castiga los que piensan que no les ha de
venir su día, y llegar al pagadero. Por San Martñin se matan los
puercos, y desto se toma la semejanza, y conforma con el otro
que dice “No hay plazo que no llegue”».
En alguna ocasión se observa que el recopilador escribe en la
misma entrada dos formas por el hecho de coincidir en la misma
palabra clave, cuando deberían estar en dos entradas distintas.
Así sucede con estas locuciones: «A pedir de bôca». «A boca de
costâl» (CA p. 8 B30).
Teniendo en cuenta estas observaciones, la cantidad total de
UF registradas, sin contar las formas repetidas ni las variantes
léxicas, asciende a unas 900. Como nuestro estudio pretende
centrarse en las paremias, deberemos localizar las UF que no son
paremias para excluirlas del estudio.
32
los proverbios de origen bíblico, del tipo «Muchos son los
llamados: y pocos, los escogidos» (CA p. 43 M95, San Mateo 20,
16; 22, 14) o «Quien al cielo escupe: en la cara le câe» (CA p. 25
E17, Eclesiástico 27, 28). Sin embargo, desde el inicio del
repertorio se descubre que, en la columna correspondiente al
castellano, figuran tipos muy diversos de unidades lingüísticas de
forma estable memorizadas en competencia y pertenecientes a la
lengua hablada: refranes, frases proverbiales, expresiones,…
Resulta curioso no leer en el título el vocablo refrán, cuando
otros recopiladores del siglo XVI sí lo mencionan. Así, de
principios de siglo (1509) es la colección anónima los Refranes
famosíssimos y provechosos glosados; en 1549, Pedro Vallés lo
emplea en su Libro de refranes compilado por el orden del ABC
(1549); por su parte, Juan de Mal Lara utiliza igualmente el
vocablo «refrán» en su Philosophia Vulgar (1568). Entre los
lexicógrafos, cabe citar el Dictionario de vocablos castellanos
(1587), cuyo autor, Alonso Sánchez de la Ballesta, señala en el
título la inclusión de una gran copia de refranes castellanos.
Es cierto que algunos paremiógrafos usan indistintamente
refrán y provebio, como se aprecia en el título de la recopilación
de Hernán Núñez publicada en 1555: Refranes o proverbios en
romance. Algunos autores identifican refrán, proverbio y adagio,
como Juan de Valdés en el Diálogo de la lengua (1533) o
Jerónimo Martín Caro y Cejudo en Refranes y modos de hablar
(1675: 5), para quien adagio o refrán todo es uno, siguiendo para
ello la definición aportada por Erasmus (Parœmia est celebre
dictum scita quapiam nouitate insigne). Lo mismo sucede con
muchas obras lexicográficas, como los diccionarios de la Real
Academia Española, en donde se ofrece una definición circular.
Así, en la actual definición de «proverbio» proporcionada por el
Diccionario de la lengua española, se equipara con «sentencia,
adagio o refrán»19.
Quizá resultara demasiado reiterativo para el recopilador
incluir en el título de la colección la voz «refrán», cuando ya
19
Véase https://dle.rae.es/proverbio?m=form [consulta: 15/4/2019].
33
había elegido «adagio», «proverbio» y «sentencia». Por otra
parte, si el recopilador pretendía elaborar una herramienta de
trabajo para la enseñanza-aprendizaje de la lengua latina o una
herramienta de consulta para la preparación de sermones u otro
tipo de discursos religiosos, puede que fuera más acertado no
usar el vocablo «refrán», ya que algunos autores de la época
estimaban que designaba enunciados sentenciosos castellanos de
origen popular, distinto de los enunciados sentenciosos latinos y
griegos:
20
La edición de los Adagiorum collectanea (1500) de Erasmo pasa a
llamarse Adagiorum chiliades en la edición de 1508. Los más de 800
adagios brevemente explicados de la primera edición se convirtieron en
4151 adagios glosados. De esta obra se hicieron más de 60 ediciones,
30 en vida del autor. El libro contiene los proverbios grecolatinos que
Erasmus recopilaba con el objeto de emplearlos en sus clases de
retórica.
35
Cabe precisar, sin embargo, que, en la primera parte, junto con
los refranes y la frases proverbiales, Correas recopila
comparaciones, como las siguientes: «Como el camaleón, que
todo lo que tiene trae a cuestas» (C707), «Como el corcho sobre
el agua» (C708). En el siglo XIX, José M.ª Sbarbi es uno de los
primeros en considerar «locuciones comparativas» (1873=1980:
11) las frases comparativas y ponderativas; por ejemplo: «andar
como la abeja de flor en flor» o «como si los dos hubiésemos
comido juntos en un bodegón»21. Según Sbarbi, se encuentran en
el grupo de los modismos, por lo que se diferencian de los
«refranes comparativos o ponderativos», del tipo «Más valen dos
bocados de vaca que siete de patata», «Más sabe el loco en su
casa que el cuerdo en la ajena»22. En la actualidad, no se incluyen
las comparaciones junto con los refranes en el grupo de las
paremias, como se aprecia en el estudio sobre las comparaciones
de Henri Ayala (1993)23 o en la recopilación de comparaciones
lingüísticas en francés y en español realizado por Jesús Cantera y
Julia Sevilla (1999).
Al igual que José M.ª Sbarbi, otros estudiosos distinguirán
los refranes de otras UF, entre otros Julio Cejador y Frauca,
quien publica el Refranero castellano (1928-1929) y la
Fraseología o estilística castellana (1921-1924) y Louis Combet,
autor de Español idiomático. Refranes españoles (1967) y
Español idiomático: frases y expresiones (1970).
21
La primera comparación se aplica a quien es inconstante en sus
determinaciones y la segunda se refiere a quien se toma más
familiaridad de la que debiera en el trato social (Sbarbi, 1873=1980: 15
y 235).
22
Para profundizar en los refranes y modismos comparativos y
ponderativos, véase el florilegio que elaboró José M.ª Sbarbi
(1873=1980) sobre ellos.
23
En este trabajo, Henri Ayala presenta las comparaciones simbólicas
o, como él las denomina, las «hipérboles populares» recogidas mediante
una fructífera labor de campo en España. Por ejemplo: «más zumbado
que una abeja en un calcetín», «más cursi que un cerdo con monóculo».
36
4.1. Expresiones registradas
Muchos recopiladores, sin embargo, no siguen este camino,
de modo que en sus repertorios es patente la convivencia no solo
entre paremias y expresiones sino también entre distintas
categorías paremiológicas, como veremos más adelante. Por eso,
en nuestro caso, una de las primeras tareas consiste en tratar de
agrupar las UF, con la finalidad de delimitar el material
paremiográfico de carácter popular para su posterior análisis.
Dicha tarea se inicia con la localización de las expresiones,
UF que comparten algunos rasgos definitorios con las paremias,
como la forma estable y repetitiva. Las diferencias entre las
expresiones o fraseologismos y las paremias son significativas,
ya que las primeras constituyen sintagmas o elementos
oracionales, mientras que las segundas son enunciados:
24
Uno de los primeros estudiosos en presentar una clasificación de las
locuciones desde el punto de vista morfológico y funcional fue Julio
Casares (1950: 170ss); la Real Academia Española la aplicará en el
Diccionario de la lengua española (DLE).
25
Para llevar a cabo dicha búsqueda, hemos consultado el DLE, así
como tesauros, muchos de ellos bilingües (español-latín), reimpresiones
o reediciones del siglo XVIII y XIX.
37
22,5 % de las UF recopiladas. De los diferentes tipos de
locuciones, sobresalen las locuciones verbales. He aquí una breve
selección: «ahogarse en poca agua» (CA p. 2 A24), «ajustarse
con lo que puede» (CA p. 2 A25), «andar à caza de gângas» (CA
p. 10 C8), «baylarle el agua delante» (CA p. 6 B4), «bañarse en
agua rosada» (CA p. 6 B6), «nadar con calabazas» (CA p. 44
N4), «tomar el râbano, por las hojas» (CA p. 61 T34).
De algunas formas, el recopilador aporta variantes: «no ha
menester Abuêla» (CA p. 45 N20), «no ha menester Abuêlo»
(CA p. 2 A14), «no he menester Padrino» (CA p. 47 P3). En
ocasiones, se observa una alteración sintáctica con respecto a las
formas empleadas actualmente («De un tîro, matar dos paxaros»,
CA p. 48 P26) o la supresión del verbo: [hacer algo] «sin ayuda
de vecinos» (p. 6 A74), [ir] «de rocin, à rûyn» (p. 55 R17)26.
No siempre resulta fácil separar las locuciones de los refranes.
El último ejemplo mencionado constituye una locución. Por eso,
Correas la registra en la segunda parte de su obra, la que está
dedicada a las fórmulas y frases. La considera una locución
verbal, ya que, como indica, equivale a «volver, tornar». Sin
embargo, otros paremiógrafos la incluyen junto a los refranes:
«de roçin a ruin» (Santillana 216), «de rocin : a ruyn» (Vallés
1182), «de rocín a ruyn» (H. Núñez 1959). Otro ejemplo de la
mencionada dificultad se halla en la forma «puêdele dar, quinze,
y falta» (CA p. 54 Q6), considerada locución en el DLE con el
significado «Excederle mucho en cualquier habilidad o mérito.
Se dice con alusión al juego de pelota», figura en la parte
dedicada a los refranes y frases proverbiales en la colección de
Correas para referirse a la ventaja que tiene el más fuerte y
diestro con respecto al que lo es menos. En el juego de pelota, la
primera mano vale quince y la segunda, otros quince.
Respecto a la unidad fraseológica «Hazeis la quenta, sin la
hûespeda» (CA p. 17 C126) citada también en el tesauro de
Bartolomé Bravo, fue una de las últimas en pasar al grupo de las
26
Sánchez de la Ballesta también la registra sin el verbo («De rocin, a
ruyn») e indica que es un adagio.
38
locuciones verbales por el hecho de figurar en el refranero de
Santillana con una forma similar (348: «Fazeys la cuenta sin la
huespeda»). Sin embargo, Vallés la recopila en infinitivo (1798:
«Hazer cuenta : sin la huespeda»), lo que llevó a buscarla no
como paremia sino como locución. El DLE especifica que se
trata de una locución verbal en desuso sinónima de la locución
«no contar con la huéspeda», cuyo significado es: «no prever los
inconvenientes que pueden obstaculizar, inesperadamente o por
error de cálculo, el curso de un negocio».
Alguna locución entraña cierta dificultad para confirmar su
categoría fraseológica, porque puede figurar con forma de refrán,
esto es, con estructura bimembre reforzada por la rima. Tal es el
caso de «Vno, dice cesta: otro, ballesta» (CA p. 21 D30),
registrada entre otros paremiógrafos por Espinosa («Uno dize
çesta y otro ballesta», «cesta»). Sin embargo, hay que pensar en
la locución verbal «Decir unas veces cesta y otras ballesta».
En cuanto a la UF «Aun no ha salido del cascarôn» (CA p. 14
C63), la primera opción fue suprimirla del estudio al estar
relacionada con la locución «salir del cascarón», pero la
búsqueda de concordancias paremiológicas sirvió para localizar
las siguientes formas con categoría de refrán: «Aun no soys
salido del cascaron : ya teneyes presuncion» (Vallés 372) y «Aún
no soys salido del caxcarón y ya tenéys presumpción» (H. Núñez
1010). Por eso, se optó por mantenerla en la relación de
paremias. El caso contrario sería «Buscas cinco pies al gato: y no
tiene sino quatro» (CA p. 10 B60), pues en la colección anónima
aparece registrado con forma de refrán, como también hace
Hernán Núñez («Buscáys cinco pies al gato y él no tiene sino
quatro», 1246) o Vallés, quien incluye, además, una réplica:
«Buscas cinco pies al gato : y el no tiene : sino quatro : no que
cinco son : con el rabo» (639). En obras paremiográficas, en
cambio, se encuentra con forma de locución verbal: «Buscar
cinco pies al gato» (Refranes glosados X 44), «Buscar cinco pies
al carnero» (Espinosa «pie», Sánchez de la Ballesta). Se observa,
pues, cómo la desaparición de una parte del refrán puede
convertirlo en locución.
39
En la colección hay también algunas locuciones nominales
(«Amigo de taza de vino», CA p. 3 A40, esto es, amigo por
interés o conveniencia, según explica el DLE) y locuciones
adverbiales, como «A pedir de bôca», «A boca de costâl» (p. 8
B30), registradas también por la Real Academia Española en la
última versión del Diccionario de la lengua española27.
Aparecen, igualmente, bastantes comparaciones: «como gato por
brâsas» (CA p. 9 B46), «no tienes mas corazon, que vn grillo»
(CA p. 18 C138), «salta como granizo en albarda» (CA p. 29
G33), «mas sano, que vna manzana» (CA p. 57 S11). Es escaso,
en cambio, el número de colocaciones registradas («Remuêrdele
la conciencia», CA p. 17 C119)28.
Conviene precisar que no todas las unidades lingüísticas
recogidas son UF, como «Repetis cien vezes esso» (CA p. 54
R8) o «Atormenta, la mala conciencia» (CA p. 17 C118),
«Chitón!» (fórmula conversacional, CA p. 15 C88). El
recopilador las incluye en el discurso repetido, pero carecen de
carácter fraseológico. A veces, el recopilador, como es
consciente de que se aleja de los refranes, señala entre paréntesis
el rasgo predominante de la unidad lingüística: «En sentándote à
La Messa: dexa la verguenza (picardía)» (CA p. 41 M68).
Una vez localizadas las locuciones, colocaciones y las meras
unidades lingüísticas, las UF restantes no llegan a 700. A
continuación, tratamos de encontrar los enunciados
fraseológicos, como «Vna, y no mas» (CA p. 64 V37)29 o «cepos
quedos» (CA p. 15 C79), que se utiliza para pedir a alguien que
se esté quieto o para «cortar una conversación que disgusta u
ofende», tal como se lee en el DLE. Si no se contabilizan los
27
En el DLE, se explica el significado: «A pedir de boca» equivale a
«tal como se deseaba, con toda propiedad, exactamente» y «A boca de
costal» corresponde a «sin medida, sin tasa».
28
Según el DLE, uno de los sentidos de remorder es «inquietar
interiormente a alguien» y se utiliza, entre otros sustantivos, con
«conciencia» y «culpa»: La conciencie me remuerde, la culpa te
remordía.
29
También se dice este enunciado de forma rimada: «Una y no más,
Santo Tomás».
40
enunciados fraseológicos, el repertorio se queda con 672 UF,
supuestamente las que deberían ser paremias.
30
Según la clasificación propuesta por Julia Sevilla en colaboración con
Carlos Crida (2013). Véase también el trabajo de ambos investigadores
sobre la problemática de la terminología paremiológica (Crida y
Sevilla, 2015) y el estudio en el que se basan los ensayos conjuntos (J.
Sevilla, 1993).
31
La precisión «por lo general anónimo» se refiere a la existencia de
paremias de origen conocido que pasan a ser empleadas comúnmente
por el pueblo de modo que, con el tiempo, muchos usarios olvidan su
origen. Por ejemplo: la frase proverbial «París si bien vale una misa»,
frase atribuida a Enrique IV de Francia.
41
en la columna correspondiente al latín el enunciado original:
Lucri bonus est odor: ex re qualibet y, al incluir la forma
castellana, trata de adaptarlo a las principales características
formales del refrán (estructura bimembre y rima). En su
Refranero latino, Jesús Cantera (2005, nos 839 y 841) señala
como correspondencias españolas las frases proverbiales «El
dinero no huele mal» y «El dinero no tiene olor». Estas formas,
las registran también otros paremiógrafos, como José M.ª Sbarbi
(1943), Jesús Gella Iturriaga (1982: 46; la segunda forma), pero
no paremiógrafos coétaneos al recopilador anónimo como
Hernán Núñez (1555) ni Gonzalo Correas (+ 1627). Puede que el
recopilador no recogiera esta forma porque no se empleaba en la
época.
No se trata del único caso de traducciones de paremias latinas
incluidas por el recopilador. Así, el proverbio latino «Necessitas
caret lege» (Cantera, 2005, n.º 1814) aparece en la parte
castellana de la colección con varias formas: «Necessidad, carêce
de ley» (CA p. 44 N5) y «Necessidad: tiene cara de Herêge» (CA
p. 44 N8). Está última forma está considerada por algunos
estudiosos una mala tradución, si bien es una «versión tan
acertada en el fondo, que muy luego la frase tomó carta de
naturaleza entre el vulgo y entre los eruditos. Así Góngora en una
de sus letrillas: ¡Que tiene cara de hereje/sin fe la necesidad’»
(Antequera, 2007: 82)32.
Una paremia de origen monástico que parece la traducción de
un proverbio latino («Celia sicut caelum») sería «No ai cosa mas
buena: que estarse vno en su celda» (CA p. 14 C76), la cual
pondera las ventajas de la soledad y el retiro (León Murciego,
1962: 361). Está registrada en obras paremiográficas, como las
de José M.ª Sbarbi (1943), Julio Cejador (1928) o Gabriel M.ª
32
Góngora cita esta frase en la letrilla titulada Dineros son calidad: «En
Valencia muy preñada, / Y muy doncella en Madrid, / Cebolla en
Valladolid, / Y en Toledo mermelada, / Puerta de Elvira en granada, / Y
en Sevilla doña Elvira, / Mentira. / Que tiene cara de hereje / Sin fe la
necesidad. / Que tiene cara de hereje, / Y aun mas, la necesidad. / Nos
jura que es como un hueso / Nos dice que es como un hueso» (Castro,
1857: 595).
42
Vergara Martín (1929: 118). Vergara la incluye en la obra
Cantares, refranes, adagios, proverbios, modismos, locuciones y
frases proverbiales: referentes a curas, frailes, monjas y
sacristanes, pero le atribuye otro significado, pues afirma que
esta paremia «recomienda que debe uno evitar el mezclarse en
asuntos o negocios de los demás».
Resulta manifiesta la relación entre los proverbios latinos y
algunas paremias de la colección, como se aprecia en la forma
«El amigo, hasta el altâr» (CA p. 4 A43), recopilada por Correas
(«Amigos hasta el altar, es amistad», A1692), quien indica su
similitud con el proverbio latino Amicus usque ad aras para
significar que «la amistad no ha de contradecir ni perturbar la
religión». Paradógicamente será un literato quien mencione dicha
vinculación, se trata de Miguel de Cervantes en el entremés Viejo
celoso (1615=1995: 1009):
x Refranes: 53,4 %
x Frases proverbiales: 3,9 %
x Locuciones proverbiales: 1,2 %
x Dialogismos: 0,5 %
43
El subgrupo mayoritario está integrado por los refranes
(«Burlas de manos: burlas de villânos», CA p. 9 B54. «Vn mal
ido: otro venido», CA p. 36 M12), seguido a gran distancia por
una veintena de frases proverbiales («Codicia, rompe el saco»,
CA p. 16 C102. «Habito no haze al Monge», CA p. 29 H1), seis
locuciones proverbiales («vino por lana: volvió trasquilâdo», CA
p. 9 B41; «meter aguja: y sacar reja», CA 41 M71; «nadâr nadâr:
y morir à la orilla», CA p. 44 N3) y tres dialogismos, a saber: «A
mi Padre, llamaron Hogâza: y yo, me muero de hambre» (CA p.
31 H26). «Hablô el buey: y dixo: mu» (CA p. 9 B47). «Dixo el
cazo à la sartên: quitate allâ nêgra» (CA p. 10 C9).
La categoría paremiológica más importante de la colección,
los refranes, se subdivide, a su vez, en refranes morales,
geográficos, metereológicos o del calendario, laborales, médicos.
Su grado de frecuencia es el siguiente:
33
Los refranes morales o filosóficos son «enunciados que conciernen
esencialmente a la vida afectiva y moral de los individuos en su
relación con los demás miembros de la sociedad, próximos o lejanos»
(Combet, 1996: 11).
44
de anchuelo», CA p. 57 S14). Correas registra la forma completa:
«El secreto de Anchuelo, que lo decía dando voces» (E1294),
pues «equivale a un secreto a voces», como apunta Vergara
Martín en su Diccionario geográfico popular (1923: 72): «se
aplica a lo que se nos dice con reserva y misterio encargando el
secreto, tratándose de una cosa que es pública y notoria».
Anchuelo, continúa Vergara, es un pueblo madrileño «situado en
un valle con dos cerros en sus extremos» y de uno a otro se
dijeron «un pastor y una zagala, ciertas cosas delas que se
encargaron el secreto después de oírlas todo el lugar».
Los refranes geográficos no son los únicos refranes que
apenas destacan en la colección. En lo que atañe a los refranes
metereológicos, destacan igualmente por su escasa presencia
(«En Abril, aguas mil», CA p. 2 A13), como sucede con los
refranes laborales «No por vn mal año: dexes de sembrar ogaño»,
CA p. 45 N15) o los refranes médicos («Al ojo: limpiarle con el
codo», CA p. 46 O8). Hay un grupo que no se halla en la
colección, los refranes supersticiosos. El motivo de esta escasa
presencia o de estas ausencias reside en la finalidad de la obra:
repertoriar paremias de índole moral.
Respecto a la estructura de los refranes, la mayoría de los
refranes poseen la estructura bimembre que los caracteriza, como
se aprecia en estos ejemplos: «Quien quita la Ocasion: quita el
pecado» (CA p. 46 O4). «Quien tiene oficio: tiene beneficio»
(CA p. 46 O8). «Quien todo lo quiere: todo lo pierde» (CA p. 61
T30). «Riñen las comadres, y dîcense las verdades» (CA p. 16
C108). Son pocos los que tienen estructura trimembre: «Salario
de Sacristan: cantando se viene; y cantando se vâ» (CA p. 56 S9).
Como se observa en estos ejemplos y en otros muchos, además
de la rima, la repetición léxica sirve para reforzar la estructura,
ya sea bimembre o trimembre: «quita… quita…», «tiene…
tiene…», «todo lo… todo lo…», «cantando… cantando…».
Idéntica función cumple la correlación «qual… tal…» («Qual es
Beltran: tal es, su can», CA p. 54 Q1. «Qual la madre: tal la
hija», CA p. 36 M4) o las oposiciones léxicas («Quien mucho
abârca, poco aprieta», CA p. 1 A12).
45
Un aspecto que cabe señalar es la ausencia de refranes con
réplica34 en la colección anónima. Del refrán «A quien se muda:
Dios le ayûda» (CA p. 43 M96), registrado en bastantes obras
paremiográficas35, existe una réplica. Vallés la cita: «Quien se
muda, Dios le ayuda, mas no todavía» (n.º 3468). El recopilador
anónimo tampoco incluye la réplica del refrán «Donde las dan:
las toman» (CA p. 20 D6), la cual sería «Donde las dan, las
toman, y callar es bueno». Se trata de un refrán presente en
bastantes repertorios, a veces con ligeras modificaciones, como
la inserción de un adverbio: «Donde las dan, ay las toman»
(Seniloquium 115), «Donde las dan, allí las toman» (Diálogo de
la lengua de Valdés, 77), «Adonde las dan, allí las toman»
(Vallés 47 y H. Núñez 2327; Espinosa «dar», «a do» en vez de
«adonde»), «Donde las dan, ahí las toman» (Correas D580). El
recopilador incluye la forma más frecuente: «Donde las dan, las
toman» (H. Núñez 2327; Quijote II, 65; Correas D580; DRAE).
Es cierto que ninguno de los paremiógrafos mencionados registra
la réplica. En cambio, Francisco Rodríguez Marín (1926: 138a)
sí la incluye en su refranero.
Otro aspecto digno de mención se refiere a la forma de
presentación, pues de algunos refranes solo se registra la primera
parte: «Bachiller de tibi quoque [no es raro que se equivoque]»
(CA p. 6 B1). «No ai plazo, que no se llegue [ni deuda que no se
pague]» (CA p. 51 P61). «Cada cosa, en su tiempo [y los nabos
34
Por «réplica» entendemos la respuesta de un interlocutor al refrán
proferido por su interlocutor. Así, del refrán «Quien tuvo, retuvo», la
réplica sería «y guardó para la vejez». Dicha respuesta se vuelve una
forma estable y permanece memorizada en la competencia lingüística
de la comunidad de hablantes.
35
Este refrán está documentado desde la Edad Media, pues aparece en
El Caballero Cifar (ca. 1300, en O’Kane, 1959), en Romancea
proverbiorum (ca. 1350, en O’Kane, 1959), el Seniloquium (438),
Refranes glosados (1509, VI, 265), el repertorio de Hernán Núñez
(1555, n.º 7024), la obra de Juan de Mal lara (1568, II 67), el refranero
de Espinosa (1527-1547, «mudarse»), el tesoro de Covarrubias (1611,
«mudar»).
46
en Adviento]» (CA p. 11 C14). Puede que se deba a que fueran
tan conocidos en la época estos refranes que era suficiente con
incluir la forma sobreentendida.
Un caso digno de mención consiste en presentar una paremia
como si fuera una sola paremia, cuando en realidad se trata de la
yuxtaposición de una paremia de carácter culto y una paremia de
carácter popular: «La verdad, descubre el tiempo; y aunque
adelgaza: no quiebra» (CA p. 63 V15). La primera paremia («La
verdad descubre el tiempo»), la cita, por ejemplo, Juan de Santa
María en la Chronica de la provincia de San Joseph de los
Descalços de la Orden de los Menores de nuestro Seraphico
Padre S. Francisco (1615: 672). La segunda paremia («La
verdad aunque adelgaza no quiebra») figura, entre otros, en el
refranero de Francisco de Espinosa o Gonzalo Correas, además
de estar citada en El Quijote36.
Otra peculiaridad de la colección anónima consiste en el
trocamiento léxico para lograr efectos rítmicos. Por ejemplo:
«No es todo oro, lo que reluce» (CA p. 45 N21), en vez de la
forma «No es oro todo lo que reluce», registrada por Hernán
Nuñez (5418) y Cervantes (Quijote II 33). Como explica Correas
(N599), la primera forma surge de trocar la segunda.
5. Concordancias paremiológicas
36
Véase esta paremia en la relación de adagios, proverbios y
sentencias.
47
que el manuscrito está datado en el siglo XVI, puede que el
establecimiento de las concordancias entre esta colección y otros
repertorios contribuya a hallar datos de interés al respecto. Las
obras paremiográficas seleccionadas datan del siglo XV y XVI.
Por orden cronológico, son las siguientes: Seniloquium (siglo
XV), Los Refranes que dizen las viejas tras el fuego del Marqués
de Santillana (1508) y los Refranes famossisimos y provechosos
glosados (1509)37, el refranero de Francisco de Espinosa (1527-
1547), los refranes citados por Juan de Valdés en el Diálogo de
la lengua (1533), Libro de refranes de Pedro Vallés (1549),
Refranes o proverbios en romance de Hernán Núñez (1555).
En esta selección no se ha incluido el trabajo de Juan de Mal
Lara, Philosophia vulgar (1568), dado que, al publicarse solo una
parte, lamentablemente se trata de una obra incompleta38. En
cambio, sí forma parte de la selección El Quijote, por el
considerable número de paremias que contiene, tanto de carácter
culto como popular.
Cabe añadir, asimismo, que en el esquema inicial de este libro
no estaba previsto consultar el Vocabulario de refranes y frases
proverbiales de Gonzalo Correas por varios motivos: por un
lado, seguramente el recopilador anónimo no conocía la obra de
Correas, porque el manuscrito de Correas no llegó a la imprenta
hasta el siglo XX gracias a Louis Combet; a principios del siglo
XX, se publicó el repertorio de Correas tomando como base una
copia del manuscrito. Por otro, este repertorio contiene refraneros
publicados en el siglo XVI como el de Pedro Vallés o el de
Hernán Núñez.
Durante el desarrollo de la investigación, sin embargo, y ante
la ausencia de concordancias entre algunas paremias de la
37
Tanto los Refranes que dizen las viejas tras el fuego del Marqués de
Santillana (1508) como los Refranes famossisimos y provechosos
glosados (1509) están considerados «post-incunables» porque están
impresos entre 1501 y 1520 (Reyes, 2005: 18-19).
38
Véase la copia digital de la Biblioteca Virtual de Andalucía.
http://www.bibliotecavirtualdeandalucia.es/catalogo/es/consulta/registr
o.cmd?id=6219.
48
colección anónima y las fuentes seleccionadas, se estimó
oportuno tratar de localizarlas también en la obra de Correas. La
puesta en práctica de esta idea fue acertada, porque se han
descubierto más concordancias. Así, en la colección anónima se
halla el refrán «A tal Abbad, tal monacillo» (CA p. 1 A9), con
una forma similar a la repertoriada por Correas («A tal abad, tal
monacillo» A769), pero no por los restantes repertorios
consultados. Otro ejemplo estaría en el refrán «Al Maestro
cuchillada» (CA p. 36 M9), registrado igualmente por Correas:
«Al maestro, cuchillada» (A1295). Del mismo modo, la consulta
de la obra de Correas ha servido para documentar algunos
refranes de la colección anónima conocidos en la actualidad, pero
no recopilados en las obras seleccionadas para la localización de
concordancias paremiológicas, como el siguiente ejemplo: «Mas
vale maña: que fuerza» (CA p. 37 M21). «Más vale maña que
fuerza» (Correas M576).
El desarrollo de la investigación llevó también a consultar
otras fuentes, como los Refranes y modos de hablar castellanos
con latinos (1675) de Jerónimo Martín Caro y Cejudo39. Su
consulta, por ejemplo, sirvió no solo para corroborar la existencia
de la forma «Mas vale salto de mata: que ruego de buenos» (CA
p. 32 H40) registrada también por Correas («Más vale salto de
mata que ruego de buenos; [o] de hombres buenos» M632) sino
también para señalar el predominio de esta variante frente a la
forma compilada por las fuentes seleccionadas («Mas vale salto
de mata que ruego de hombres buenos» (Seniloquium 255,
Santillana 456, Espinosa «salto», H. Núñez 4529, Quijote I 21 y
II 67). La consulta de la obra de Caro y Cejudo llevó a pensar en
la conveniencia de estudiar las concordancias paremiológicas
entre la colección anónima y una de las principales fuentes de
Caro y Cejudo para las paremias, el Dictionario de vocablos
castellanos de Sánchez de la Ballesta. Los resultados obtenidos
han sido sumamente interesantes.
39
Jerónimo Martín Caro y Cejudo (1630-1712) fue profesor de latín y
elocuencia en la localidad de Valdepeñas (Ciudad Real).
49
5.1. Concordancias paremiológicas con el Seniloquium
Se conoce con la denominación del Seniloquium una relación
manuscrita con menos de 500 refranes castellanos glosados en
latín y fechada en el siglo XV40. La lengua latina está presente
tanto en esta relación como en la colección anónima objeto de
nuestro estudio, si bien en el caso del Seniloquium solo se emplea
para las glosas, mientras que, en la colección anónima del siglo
XVI, la lengua latina figura como lengua de llegada y lengua de
partida, ya que se presentan las correspondencias latinas con los
refranes castellanos seleccionados y viceversa.
La comparación de las paremias castellanas registradas por el
Seniloquium y el refranero del siglo XVI lleva a encontrar más
de un centenar de concordancias, de las cuales 36 presentan una
coincidencia formal, lo que supone un total 27 % de
coincidencias y un 9 % de coincidencias formales; no se trata de
una cantidad significativa para poder afirmar que una de las
fuentes de la colección anónima haya sido el Seniloquium. He
aquí algunos ejemplos de coincidencias formales:
40
De las ediciones existentes, consultamos la elaborada en colaboración
con Jesús Cantera Ortiz de Urbina y publicada por el Centro Virtual
Cervantes (Instituto Cervantes) en la «Biblioteca fraseológica y
paremiológica», serie «Repertorios», n.º 1, 2016.
50
A cada puerco: su san Martin (CA p. 2 A17).
Para cada puerco ay su San Martin (Seniloquium 332).
41
Jacobo Cromberger fue un impresor alemán que se instaló en Sevilla
en torno a 1490 y fundó una dinastía de impresores. En 1472, otro
impresor alemán, Johannes Párix (Juan Párix) fue requerido por el
obispo de Segovia, Juan Arias Dávila, para poner en marcha en esta
ciudad la primera imprenta en España.
51
al Marqués de Santillana, Íñigo López de Mendoza42, nacido en
1398 en Carrión de los Condes (Palencia) y fallecido en
Guadalajara en 1458. No solo fue el I marqués de Santillana sino
también el I conde del Real de Manzanares, XI señor de
Mendoza, III señor de Hita y III señor de Buitrago de Lozoya.
Perteneciente a uno de los linajes más prolíficos y poderosos de
la historia de España, la casa de los Mendoza, fue uno de los
nobles más influyentes de su tiempo43, durante los reinados de
Juan II de Castilla y Enrique IV de Castilla, tanto desde el punto
de vista político y militar como literario. Poseedor de una
formación enciclopédica y de una importante biblioteca (Schiff,
1905), Santillana practicó el mecenazgo cultural y escribió tanto
poesía como prosa bajo dos tendencias: culta y popular. Destaca
por su obra poética44, en particular sus serranillas45.
El elevado número de reediciones del refranero de Santillama
en el siglo XVI46, en ocasiones por continuadores anónimos
42
En 1911, Urban Cronan, seudónimo de Foulché-Delbosc, cuestiona
su paternidad porque «considera que un aristócrata como Íñigo López
de Mendoza no sentiría inclinación alguna por la sabiduría popular
cristalizada en los refranes» (Cantera y J. Sevilla, 2018: 11). Otros
especialistas, como Rafael Lapesa (1957) o Francisco Sánchez y
Escribano (1942) discrepan con dicha afirmación. Ciertamente, no
parece un argumento de peso, habida cuenta de que no será el único
personaje culto que se dedique a recopilar refranes, como quedará
patente en el presente trabajo.
43
Cabeza de la casa ducal del Infantado, tuvo diez hijos, entre ellos
Diego Hurtado de Mendoza y de la Vega (I duque del Infantado) y
Pedro González de Mendoza, conocido como el cardenal Mendoza.
44
Su padre y su abuelo también fueron poetas. Los Mendoza
compaginaron las armas con la política y las bellas artes, al tiempo que
practicaban el mecenazgo cultural.
45
Poemas breves y populares en los que influye la tradición culta de la
pastorela provenzal para relatar el encuentro entre un caballero y una
campesina.
46
Entre otras, cabe mencionar las de 1508 y 1522 (Sevilla: Jacobo
Cromberger), 1541 (Valladolid: Fernán de Córdoba), 1542 (Sevilla:
Dominico de Robertis). Nosotros hemos consultado la edición de Jesús
Cantera y Julia Sevilla Muñoz (Madrid, 2018), por contener la forma
52
(Bizzari, 2010)47, lleva a pensar que pudiera conocerla el
recopilador anónimo de la obra que nos ocupa. Por otro lado, si
Santillana fue el recopilador de los Refranes que dizen las viejas
tras el fuego, estos refranes estaban presentes en el habla
castellana de mediados del siglo XIV, dato que se debe tener en
cuenta al compararlos con las paremias de la colección anónima.
El título de la obra de Santillana responde a lo que contiene,
esto es, refranes empleados por sus principales usuarios, los
mayores48. En efecto, la mayoría de las más de 700 paremias
recopiladas pertenecen a esta categoría: «Hombre apercibido,
medio combatido» (n.º 370). «No es por el hueuo, sino por el
fuero» (n.º 495). «Quien solo come su gallo, solo ensilla su
cauallo» (n.º 620). «Suelas y vino, andan camino» (n.º 669). Los
refranes de este repertorio conviven con otras paremias, cuyo
número es ciertamente muy reducido; se trata de frases
proverbiales («Dádivas quebrantan peñas», n.º 193) o
dialogismos («Ajonje, dijo Lucía al odre»49, n.º 65). Aún más
escaso resulta el número de UF, como las comparaciones
«Erguido como gallo de cortijo» (n.º 320) y «Achacoso como
judío en viernes» (n.º 57). Las unidades registradas muestran que
50
Cita extraída del artículo «Sonidos rurales. Las campanas», editado
en la página web del Ayuntamiento Valle de Arce-Artizbar
https://www.valledearce.com/cultura/sonidos-rurales-las-campanas/
[consulta: 20/1/2019].
54
En el caso de Toledo, algunos siglos más tarde del nacimiento
del refrán citado por Santillana, concretamente en 1755 se fundió
una de las campanas más grandes de la cristiandad, la que se
denomina la campana gorda de la catedral de Toledo (Alonso,
2011), mencionada en la siguiente copla de aquella época:
«Campana la de Toledo. / Iglesia la de León, / Reloj el de
Benavente, / Rollos los de Villalón».
La búsqueda de posibles concordancias entre este refranero y
la colección anónima ha permitido localizar 110 concordancias:
38 con coincidencia formal y el resto son variantes léxicas o
sintáticas; se alcanza, pues, el 27 % de coincidencias, de las
cuales un 9,5 % son coincidencias formales, como se aprecia en
los ejemplos siguientes:
Mas vale, à quien Dios ayuda: que quien mucho madruga (CA
p. 36 M6).
55
Mas vale á quien Dios ajuda, que quien mucho madruga
(Seniloquium 256).
Más vale a quien Dios ayuda que quien mucho madruga
(Santillana 449).
56
Donde pensais haber tocinos: no ai estâcas (CA p. 61 T29).
A do pensays que ay toçinos, no ay estacas (Santillana 18).
51
Burgos, Fadrique de Basilea, 1515; Burgos, Alonso de Melgar, 1524;
Burgos, Juan de Junta, 1527; Burgos, Juan de Junta, 1541; Toledo, Juan
de Varela de Salamanca, 1510; Barcelona, 1511; Sevilla, Jacobo
Cromberger, 1519. Para saber más, véanse Reyes (200: 524-31) y
García Moreno (1918).
57
De los trescientos refranes que comprenden esta obra
publicada a principios del siglo XVI, el 13,6 % presenta
coincidencias con las paremias de la colección anónima objeto de
nuestro estudio: el 2,7 % se refiere a una concidencia formal total
y el 10,8 % corresponde a variantes formales. Ciertamente no
constituye un elevado grado de coincidencia. Cabe señalar, sin
embargo, un dato curioso: se han hallado solo 6 concordancias
formales en las cuatro obras consultadas hasta ahora, como puede
observarse en el ejemplo siguiente:
52
Véanse los otros cinco casos en el capítulo que contiene las paremias
de la colección anómina: «Allâ van leyes, donde quieren Reyes» (CA p.
3 A30). «No es tan brabo el leon, como le pintan» (CA p. 34 L13).
«Mas vale vn tôma: que dos te darê» (CA p. 39 M44 y CA p. 61 T35).
«Piedra movediza: no la cubre mohô» (CA p. 50 P55). «Quien bien
quiere à Beltran: bien quiere à su can» (CA p. 12 C38).
58
5.4. Concordancias paremiológicas con el Refranero de
Francisco de Espinosa
Resulta interesante estudiar las concordancias paremiológicas
entre la colección anómima y el refranero de Francisco de
Espinosa53, ya que este último repertorio está elaborado en la
primera mitad del siglo XVI por un recopilador de formación
culta y con una rica biblioteca privada54. Nacido hacia 1475 en
Medina de Ríoseco, Francisco de Espinosa fue Doctor en
Derecho por la Universidad de Salamanca y Oidor de la Real
Chancillería de Valladolid55.
Como muchos renacentistas, Espinosa es conocedor y
admirador de la obra de Erasmo de Róterdam, entre otros
trabajos, los Adagia56 y los Apophtegmata, lo que sin duda
influyó en el inicio y desarrollo de su refranero, un refranero con
anotaciones. Se trata del primer refranero del Renacimiento con
«alguna extensión» (O’Kane, 1968: 28), más de 4000 refranes,
pero no llegaron a la imprenta estando en vida Espinosa. Por
fortuna, no se perdieron gracias a Eleanor S. O’Kane, pues
estudió los cuatro legajos que contienen refranes y los editó en
1968, cuatro siglos después de haberlos recopilado Espinosa.
En 1527, Espinosa inicia una recopilación sistemática de
refranes, empresa que se ve alterada unos años después, en torno
53
Hemos consultado la edición de Eleanor S. O’Kane (Madrid, 1968).
54
Integrada, como explica el propio Espinosa, por «[…] libros de
rromance i de latín i toscano, i entrambos derechos, i de teulogía, e de
filosofía, e istoria». Pese a la estima que sentía Espinosa por su
biblioteca y a su deseo de que permaneciera intacta, apenas quedan
unos legajos con la rúbrica de Espinosa ni libros de la época con
indicación de que fueran de dicha biblioteca (O’Kane, 1968: 24-259).
55
Para saber más sobre su biografía, véase la introducción al refranero
de Eleanor S. O’Kane (1968: 9-30).
56
«En el año 1500 apareció en París la primera edición de sus Adagios.
Se trata de una edición bastante corta. Habrá que esperar aún ocho años
para que aparezca, en 1508, la edición de su Adagiorum chiliades
quatuor, en la que ̶ como su mismo nombre indica ̶ se recogen cuatro
millares de adagios» (Cantera, 2003: 16).
59
a 1540. En una segunda etapa, figuran anotados sin
discriminación en los márgenes y en páginas tanto refranes como
anécdotas y observaciones personales. Quizá su avanzada edad
hiciera que se apresurara a terminar su obra.
Con este refranero, se muestra que «en la corte de Carlos V, el
refrán era una moneda que corría libremente» (O’Kane, 1968:
20) en el habla. Precisamente, el gran valor de este repertorio
reside en que los refranes registados por Espinosa no proceden de
una fuente escrita sino de su hablar cotidiano; se trata, pues, de
una colección elaborada por un usuario de refranes empleados en
Castilla, concretamente en la ciudad de Valladolid y su entorno.
La vinculación de Espinosa con esta ciudad queda patente en los
refranes geográficos incluidos en el repertorio: «Duero tiene la
fama y Pisuerga lleva el agua» («Pisuerga»), «Valladolid es para
buenos y para malos» («Valladolid»), «Villa por villa, Valladolid
en Castilla, Prato en Toscana, Monpeller [Montpellier] en
Francia» («Valladolid»). En la colección anónima, sin embargo,
los refranes geográficos mencionados («Quien es ruyn, en su
villa: es ruyn, en Castilla», CA p. 56 R28. «El secreto de
anchuelo», CA p. 57 S14 [que lo decía dando voces]. «Musico de
Arganda, dîez porque lo dexe: y quatro, porque taña», p. 43
M102), sitúan al recopilador en otra zona de Castilla,
concretamente cerca de Madrid, pero este dato no aporta la
certeza suficiente para afirmar su vinculación a ella.
Otra diferencia significativa entre ambas colecciones radica
en la ausencia de glosas en la colección anónima frente a los
abundantes comentarios de Espinosa, pero, en ocasiones, tanto él
como el recopilador coinciden en su método paremiográfico, al
recurrir a un refrán para explicar otro. Así, Espinosa escribe: «No
se ha de llegar el lobo hasta la mata, porque, El can con rravia a
su dueño traba» (O’Kane, 1968: 21) y el recopilador anónimo
incluye dos refranes enlazados por la conjunción «y»: «La
Ocasion: haze al ladrôn. Y en el arca abierta: el justo peca» (CA
p. 45 O2bis). En otras ocasiones también coinciden ambos
recopiladores, al discrepar con la enseñanza de determinados
refranes. Espinosa considera que «es mal dicho»: «La verdad es
verde, quien la trae nunca medre […] Es mal dicho» (O’Kane,
60
1968: 22). En cuanto al refrán, «Mal de muchos: consuelo de
bobos», el recopilador anónimo opina que la segunda parte
debería ser «consuelo de discretos» (CA p. 36 M10).
En la edición de O’Kane del material recopilado por
Espinosa, no solo hay refranes sino también todo tipo de UF, en
particular locuciones verbales, como hace el recopilador de la
colección anónima; se trata de algo habitual en la época. He aquí
algunos ejemplos recogidos por O’Kane junto a los refranes: «Es
un cascabel» («cascabel»). «Echole un cataplasmo»
(«cataplasmo»). «Púsose tan colorado como una brasa»
(«colorado»). «Escarmentar en cabeza agena» («escarmentar»).
«Es más flojo que madexa» («flojo»). Por eso, si bien O’Kane
afirma que hay 4000 refranes57, su número se reduce
considerablemente si solo se tiene en cuenta estas paremias de
carácter popular.
La búsqueda de concordancias paremiológicas entre ambos
repertorios lleva a localizar un 49,5 % de concordancias, ya sea
total (el 17 %) ya sea parcial (32,5 %). Del primer grupo, he aquí
algunos ejemplos:
57
«Además de los refranes en castellano, hay una nutrida colección de
proverbios latinos, sin duda muchos de Erasmo», especifica O’Kane
(1968: 29), quien los excluye de su edición.
61
En algunas concordancias parciales, se observa una alteración
sintáctica («Buenas son mangas, despues de Pasqua», CA p. 37
M23. «Después de Pascua, buenas son mangas», Espinosa
«manga») o alguna supresión léxica que afecta tanto a los
determinantes como a vocablos y oraciones:
62
«Becerra mansa: todas las vacas mâma» (CA p. 38 M33). «El
cordero manso mama a su madre y a la agena» (Espinosa
«cordero»).
Al igual que el recopilador de la colección anónima, Espinosa
aporta en ocasiones dos formas del mismo refrán: «Allá van
leyes, do quieren reyes». «Allá van leyes do quieren los juezes»,
«ley») o sinónimos de un refrán («Cada buhonero alaba sus
agujas, «buhonero». «Cada panadera alaba su pan», «pan»).
A veces, además de la variación, uno de los dos recopiladores
incluye una tercera parte del refrán o la réplica: «Del agua
mansa: me libre Dios» (CA p. 38 M32). «Del agua mansa me
guarde Dios, que de la brava (rezia) yo me guardaré» (Espinosa
«agua»).
En cuanto a las grafías y la escritura del repertorio anónimo y
el de Espinosa, se observan algunas diferencias. Espinosa emplea
el adverbio «do» en vez de «donde» y la preposición «so» en
lugar de «debajo de»:
64
interesó por las cuestiones lingüísticas tanto de las lenguas
clásicas como de las lenguas vulgares. «Su voluntad de poner de
manifiesto los valores de la lengua castellana y su deseo de
contribuir a su mejor conocimiento fueron motivos que le
impulsaron a escribir esta obra maestra de las letras españolas en
el siglo XVI» (Cantera y Sevilla, 2004: 6). En el Diálogo de la
lengua, escrito en 153358, Valdés aborda cuestiones gramaticales
sobre el castellano mediante el diálogo que mantienen cuatro
personajes: dos italianos, un soldado y el propio Valdés. A este
personajes se añade un escribiente que va escuchando la
conversación.
Un rasgo novedoso del Diálogo de la lengua consiste en que
su autor recurre a los refranes para discutir sobre cuestiones
lingüísticas de la lengua española del siglo XVI. Valdés
menciona 173 refranes, una cantidad lo suficientemente
importante para compararlos con los refranes de la colección
anónima, no para averiguar si el autor de la colección conocía el
Diálogo de la lengua, pues fue publicado por primera vez dos
siglos después (en 1737 por Mayans y Síscar en los Orígenes de
la lengua española), sino para saber el grado de concordancia
que presentan con respecto a refranes que pudieron ser de la
misma época.
De los 173 refranes citados por Valdés en el Diálogo de la
lengua, el 9 % presenta alguna coincidencia con los refranes de
la colección anónima, si bien cabe precisar que solo el 2 %
corresponde a concordancias totales:
58
Impreso por primera vez en 1737 en Madrid. Se puede consultar el
texto en la Biblioteca virtual Miguel de Cervantes,
www.cervantesvirtual.com
65
Qual la madre: tal la hija (CA p. 36 M4).
Qual la madre, tal la hija, y tal la manta que las cobija (Valdés
130).
66
aragonés que aparecen en ella, que así lo aseveran» (de Jaime y
de Jaime, 1997: 349). De formación humanística, Pedro Vallés
fue maestro en Artes y escritor de poesía latina, obras históricas y
el Libro de refranes copilados por el orden del A,B,C…
(Zaragoza, 1549)59. En el prólogo, Vallés aporta la primera
definición del refrán:
67
número posible de refranes más que a enseñar su lección moral.
Probablemente este afán recolector haya motivado la
recopilación, tanto en castellano como en otras lenguas (latín,
italiano, francés, catalán), no solo de todo tipo de paremias sino
también bastantes UF. De este modo, se asemeja a la actitud del
recopilador anónimo, quien recoje también una variedad
fraseológica y paremiológica. Sin embargo, en la obra de Vallés
se aprecia un mayor equilibrio entre las categorías de refranes.
Así, a diferencia de la colección anónima, en el repertorio de
Vallés, además de los refranes morales, figuran bastantes
refranes geográficos tanto de Aragón como de otras regiones, lo
que refleja la intensa búsqueda realizada por Vallés:
68
Año de neblinas / año de hazinas : tempranas / que no tardías
(Vallés 229).
Año de nieues / año de bienes (Vallés 254).
Agosto tiene la culpa : y Setiembre la pulpa (Vallés 420).
Abril y Mayo : la llaue de todo el año (Vallés 432).
A quinze de Março : da el sol en vmbria / y canta la golondrina
(Vallés 446).
Ceuada para março : leña para abril : trigo / para Mayo (Vallés
928).
Agosto madura : Setiembre vindimia (Vallés 65).
Agua de por san Juan : quita vino y no da pan (Vallés 68).
Clara luna es la de Agosto : si la de Enero (Vallés 794).
69
x Locuciones adverbiales: «a pedir de boca» (274), «a pie
juntillas» (327), «de cabo / a rabo» (1009).
70
A quien Dios bien quiere, la cassa le sabe CA p. 23 D54).
A quien Dios bien quiere : la casa le sabe : y a quien mal : la
casa : y el hogar» (Vallés 282).
61
Más de 1200 unidades lingüísticas del refranero de Vallés proceden
de otras fuentes, como especifican de Jaime y de Jaime (1997: 353):
720 refranes, de Santillana; 157, de los Refranes glosados; 120, de las
Cartas de refranes (1540) de Blasco de Garay; 90, del Seniloquium; 67
paremias sefardíes; 47, de La Celestina; 38, de los Adagios y fábulas
(1533) de Arceo Benaventano; 30, del Diálogo de la lengua, de Juan de
Valdés y 8, del Libro de Buen Amor, del Arcipreste de Hita.
71
del libro y, muy especialmente, la abundancia de referencias de
índole aragonesa, además de los localismos que se le escapan al
recopilador, confirman que la mayor parte del material
paremiológico viene de Aragón (de Jaime y de Jaime, 1997:
353).
La obra de Vallés alcanzará una gran fortuna, pues será muy
consultada por los autores posteriores, como Sebastián de
Horozco, quien enriqueció su repertorio con 345 refranes de
Vallés; Palmireno, con 67. Sin embargo, Gonzalo Correas llegó
mucho más lejos, al incorporar casi totalmente la obra de Vallés
en el Vocabulario de refranes y frases proverbiales. La
Academia la tuvo muy en cuenta para el Diccionario de la
lengua, como Juan de Iriarte en el siglo XVIII, José María
Sbaribi en el siglo XIX y otros paremiógrafos del siglo XX, entre
otros, Julio Cejador y Francisco Rodríguez Marín o Luis
Martínez Kleiser (de Jaime y de Jaime, 1997: 353).
72
gramático de la Universidad de Salamanca, Antonio de Nebrija
(1441-1522), fue preceptor en la Casa de Mendoza y estuvo
duranto muchos años al servicio del Conde de Tendilla en
Granada, donde aprendió árabe. Después el Cardenal Cisneros le
nombró censor de su imprenta en Alcalá de Henares. Obtuvo la
Cátedra de Retórica en la Universidad de Alcalá y unos años más
tarde, pasó a la Cátedra de Griego. Tras la muerte de Nebrija,
obtuvo la Cátedra de Griego en la Universidad de Salamanca,
donde estuvo veinticinco años.
En la última parte de su vida, elaboró un voluminoso
repertorio de refranes, que no pudo terminar porque la muerte se
lo impidió en 1553. El editor Alejandro de Cánova recibió el
manuscrito en 1549 y uno de sus discípulos, León de Castro,
redactó el prólogo después del fallecimiento de su maestro. Se
disculpa por escribirlo en lengua vulgar, pero «escrevirlo en latín
en obra de romance no quadrava» (Núñez, 2001: XXXIII).
Asismismo, justifica el contenido de la obra: los refranes,
afirmando que, como otros sabios en la vejez, su maestro se
dedicó a recopilar refranes (íb.: XXIX-XXX), porque «son más
que sciencia y pertenecen ya a la sabiduría y al entendimiento»,
de modo que el refrán «aquello que todos dizen y a todos
paresce» (íb.: XXXI).
La formación de Hernán Núñez le permitió confeccionar un
refranero en varias lenguas y dialectos (castellano, portugués,
gallego, asturiano, francés, italiano, catalán, aragonés, griego,
latín y vizcaíno). Se trata del primer refranero multilingüe
publicado en la historia de la paremiología española. Hernán
Núñez los recopila sin separarlos por lenguas ni relacionarlos62.
Su intención era glosarlos, mas no pudo finalizar esta empresa.
62
Por eso, cuatro investigadores (Louis Combet, Julia Sevilla, Germán
Conde y Josep Guia) estimaron oportuno elaborar una edición crítica
(2001) a partir de la primera edición siguiendo un criterio lingüístico,
con el objeto de agrupar las paremias por lenguas o dialectos.
73
Sin embargo, el texto posee breves comentarios sobre el léxico63,
el significado64, variantes65 o sinónimos66; en algunos de ellos
muestra su formación grecolatina:
63
«Perro cortón, no passa pontón. “Cortón” es perro que tiene cortada
la cola, y porque usa de la cola como de gobernalle, por carescer della
no puede llevar el cuerpo derecho» (H. Núñez 5910).
64
«Pensar muchas, y hazer una». «Pensar en muchas cosas, y escoger la
mejor» (H. Núñez 5880).
65
«Pan de ayer, carne de oy, y vino de antaño traen al hombre sano.
Otros dizen: salud para todo el año» (H. Núñez 5872).
66
«En tierra de señorío, mançano y guindo, y en tierra real, noguera y
moral. Los dos primeros árboles duran poco, los dos postreros mucho.
Y dize otro refrán: Del mal, lo menos» (H. Núñez 2953).
74
casa mudes, ni tu hijas cases, ni tu ropa tajes», 2914), laborales
(«En tiempo mojado, vende la lana y dexa el hilado», 2937),
geográficos («En las vegas de Muriel [cerca de Arévalo], a quien
le cabe la suerte, allí se la tien», 2939).
Núñez también incluye algunos refranes en su forma ampliada
y refranes con réplica, como: «A quien Dios quiere bien, la casa
le sabe, y a quien mal, la casa y el hogar» (820). «De la vaca, la
halda. Añaden algunos: De la gorda, no de la flaca» (2039). Sin
embargo, no son tantos refranes como los registrados por Vallés,
si se tiene en cuenta que el repertorio de paremias castellanas
elaborado por Hernán Múñez casi duplica en número al de
Vallés. En ocasiones, ambos coinciden en la ampliación de la
misma paremia, si bien con una forma diferente: «Una golondrina
/ no haze verano / ni vna virtud : bienauenturado» (Vallés 4164).
«Ni un dedo haze mano, ni una golondrina verano» (H. Núñez
5231).
La paremia «Una golondrina no hace verano» posee una larga
tradición, desde sus orígenes en griego antiguo (en la segunda
mitad del siglo V a. C.)67 hasta las lenguas modernas, gracias en
gran parte a las traducciones latinas de Aristóteles68, las
traducciones medievales de autores cristianos griegos y su
presencia en los Adagia de Erasmo (García Romero, 2008:131).
Con respecto a las concordancias paremiológicas entre la
colección anónima y el repetorio de Hernán Núñez, alcanzan un
57,3 %, del cual el 21,5 % corresponde a las concordancias que
presentan una coincidencia total; por ejemplo:
67
Con la forma «Una golondrina no hace primavera». Sobre la
aparición de la forma «Una golondrina no hace verano», véase García
Romero (2000).
68
Aristóles contribuyó a difundir esta paremia al citarla en sus obras,
pero ya estaba documentada en el siglo V a.C. en el género literario de
la comedia (García Romero, 2000: 132-133).
75
Con agua pasada: nò muele molino (CA p. 42 M82).
Con agua pasada, no muele molino (H. Núñez 1643).
69
Para saber más, véase el trabajo de Jesús Cantera, Julia Sevilla y
Manuel Sevilla (2005: 16).
77
Dado que esta obra cervantina inserta refranes del habla
popular del siglo XVI, principalmente de la zona
castellanomanchega, será interesante comprobar si presenta
concordancias con las paremias de la colección anónima. La
búsqueda de las concordancias lleva a localizar 22,5 %
concordancias, de las cuales 6,8 % corresponden a concordancias
totales y 15,7 %, a parciales. Aunque no se alcanza un alto grado
de concordancia, constituye una vía para corroborar la existencia
de algunos refranes.
En algunas ocasiones, el refrán citado en El Quijote es la
única concordancia total con respecto a las fuentes seleccionadas:
«Donde las dan: las toman» (CA p. 20 D6, Quijote II 65).
«Donde las dan, ay las toman» (Seniloquium 115). «A do las dan
allí las toman» (Espinosa «dar»). «Donde las dan, allí las toman»
(Valdés 64). «Adonde las dan / allí las toman» (Vallés 47). «A do
las dan, aý las toman» (H. Núñez 145). «Donde las dan, aý las
toman» (H. Núñez 2327), o la única concordancia con la
colección anómima, total como el ejemplo anterior o parcial
como los siguientes ejemplos: «Debajo de mala capa: ai vn buen
bebedor» (CA p. 13 C46). «Debajo de mala capa suele haber buen
bebedor» (Quijote II 33). «Dime con quien ândas : dirête quien
êres» (CA p. 4 A49). «Dime con quién andas, decirte he quién
eres» (Quijote II 10 y II 23).
Este hecho ha contribuido a solucionar algunas dudas surgidas
durante la investigación. Por ejemplo, dado que el refrán «Allâ se
lo hâya; con su pan se lo côma» (CA p. 3 A29) tal cual no
aparece en los refraneros seleccionados, llegamos a pensar si el
recopilador anónimo no lo había escrito bien, pues en Correas
figuran las formas «Allá se lo haya con sus pollos Marta» o «Allá
se lo haya marta con sus pollos» (Correas A1625); pero no era
este el caso, porque en El Quijote, además en dos ocasiones,
leemos: «Allá se lo hayan, con su pan se lo coman» (Quijote I
25) y «Con su pan se lo coma y allá se lo haya» (Quijote II).
Gracias a la obra cervantina, comprobamos que esta forma existe
en el mundo sapiencial.
78
En otras ocasiones, la coincidencia total se produce entre la
colección anónima, el refranero de Espinosa y El Quijote:
79
son los estudiantes universitarios de latín70; pretende facilitar al
lector el acceso a lo mejor del lenguaje de Cicerón y Terencio,
así como a lo más difícil de algunas de sus sentencias, al tiempo
que ofrece una herramienta para entender muchos refranes71,
tanto latinos como castellanos, además de los adagios
recopilados por Erasmo en sus Adagiorum Chiliades.
La obra de Sánchez de la Ballesta ayuda a comprender los tres
hechos que motivan la inclusión de las paremias en las obras
lexicográficas en el Renacimiento: «la elevación de las lenguas
vulgares a categoría literaria y científica», «el retorno al latín y a
los modelos clásicos» y la publicación de los Adagia de Erasmo
en 1500 (González, 1998-1999: 69).
El diccionario contiene 354 refranes castellanos con su
correspondencia latina, basada tanto en citas y paremias de
autores clásicos (Cicerón y Terencio) como en los adagios de
Erasmo. Esta obra se convirtió en el guía de los diccionarios
posteriores (bilingües y plurilingües e, incluso, monolingües), así
como de obras paremiográficas, entre las que se encuentran el
Vocabulario de refranes y frases proverbiales (+ 1627) de
Gonzalo Correas, quien fue el primero en desvelar la auténtica
identidad de Sánchez de la Ballesta, pues es el seudónimo del
padre Frómesta de San Agustín72. Parece que Cristóbal Frómista
70
«El diccionario de Sánchez de la Ballesta va destinado a los
estudiantes de la lengua latina para facilitar la correcta traducción del
español al latín de los textos clásicos» (Medina, 1993: 387).
71
En la tesis doctoral Estudio y edición del Dictionario de vocablos
castellanos, applicados a la propriedad latina de Alonso Sánchez de la
Ballesta, defendida en 2003 en la Universidad de la Coruña, Eva M.ª
González crea un índice con las paremias existentes en el diccionario y
clasificadas según la tipología fraseológica propuesta por Gloria Corpas
Pastor; además indica si aparecen en otras obras paremiográficas del
XVI y del XVII. Véase también el trabajo de la misma autora titulado
«Las expresiones paremiológicas en el Dictionario de Alonso Sánchez
de la Ballesta: propuesta de sistematización» (González, 1998-1999).
72
En la glosa a la paremia «Al facer, ni can», aporta este dato Correas:
«Decíase en Salamanca a propósito de los que son muy diligentes para
las cosas de su gusto, y muy negligentes para las de importancia […].
80
o Frómesta de San Agustín confeccionó esta obra en la madurez
y fue impresa en la vejez, como el propio autor señala en el
soneto previo a las entradas léxicas. Sin embargo, no se sabe a
ciencia cierta si realmente se publicó en vida del autor o de forma
póstuma, pues no se poseen datos biográficos concretos al
respecto.
La principal fuente consultada para las paremias castellanas es
el repertorio de Hernán Núñez, también publicado en Salamanca
(Medina, 2019), lo que no significa que coincidan en todas las
formas, como se puede observar en los ejemplos siguientes:
Muchos son los amigos, pocos los escogidos (H. Núñez 4952).
Muchos son los llamados y pocos los escogidos (Sánchez de la
Ballesta).
73
En este último ejemplo, discrepamos con el recopilador anónimo,
pues consideramos que no se tratan de refranes sinónimos porque no
coinciden en la idea clave: la calidad resume el significado del primer
refrán, mientras que la autoridad sintentiza el significado del segundo.
82
concordancias paremiológicas ha hecho aflorar la existencia de
paremias sinónimas, como se observa en estos ejemplos: «Al
buey por el cuerno: y al hombre, por la palabra» (CA p. 9 B48).
«La olla / en el sonar : el hombre / en el hablar» (Vallés 2068).
«Salario de Sacristan: cantando se viene; y cantando se vâ» (CA
p. 56 S9). «Los bienes del clerigo : entran por la puerta salen por el
humero» (Vallés 2314).
La proximidad formal existente entre algunas de ellas ha
suscitado más de una duda. Por ejemplo, del refrán «Al villano,
dândole el pie: se toma la mano» (CA p. 50 P54), existen
bastantes formas en las obras paremiográficas en las que resulta
difícil establecer la frontera entre las variantes y los sinónimos.
Dentro de las variantes, estarían: «Al villano, dadle el dedo, é
tomarse ha la mano» (Seniloquium 6). «Dalde el dedo, tomaros
ha la mano» (Espinosa «dedo»). «Al villano dadle el pie / y
demandar os ha la mano» (Vallés 437). «Al villano, dadle el pie,
tomará la mano» (H. Núñez 299). «Al villano, dadle el dedo y
tomaros ha la mano. Al villano, dadle el pie y tomaros ha la
mano. Al villano, danle el pie y toma la mano» (Correas A1478).
Dentro de los sinónimos, se encontrarían las formas
siguientes, que a su vez contienen variantes: «Al judío, dadle un
hueuo / y pediros ha el tochuelo» (Vallés 20). «Al judío dadle el
hueuo / y pediros ha el tochuelo» (Vallés 445). «Al ruyn dadle un
palmo : y tomara quatro» (Vallés 544). «Al judío, dadle un
palmo, tomará quatro» (H. Núñez 364). «Al judío, dadle un
huevo y pediros ha el toçuelo» (H. Núñez 420). «Al villano,
dadle el huevo, y pedirá la sal» (Correas A1479).
Otro ejemplo se halla en el refrán «Qual es Beltran: tal es, su
can» (CA p. 54 Q1), pues Núñez aporta el sinónimo «Cual es
María, tal hija cría» (H. Núñez 6324) recopilado también por
Correas (C1158), quien proporciona otro sinónimo («Cual es el
señor, tal casa pon», C1155). Sin embargo, existen otras formas
similares que suscitan dudas porque la semejanza no es la idea
clave sino la influencia, la influencia de alguien en la gestión de
una casa: «Qual es Yllana, tal casa para» (Seniloquium 404). «Qual
83
es Illana, tal casa manda» (Espinosa «Yllana»). «Qual es olallia :
tal casa manda» (Vallés 3231). «Cual es Olalla, tal casa manda»
(H. Núñez 6378, Correas C1159). «Cual es Constanza, tal casa
manda» (Correas C1149).
Como el objetivo de la investigación consiste en hallar
concordancias paremiológicas, no se han incluido las paremias
sinónimas de forma exhaustiva sino solo las que iban
apareciendo al tratar de localizar las concordancias. Lo mismo
sucede con las paremias antónimas, cuyo número es menor que
las sinónimas. Así, del mencionado refrán «Más vale Cola de
Besugo: que cabeza de sardina» (CA p. 38 M39), se han
encontrado tanto variantes («Mas vale / ser cola de leon : que
cabeça de raton», Vallés 2429) como antónimos: «Más vale
cabeza de gato que cola de león» (Espinosa «cabeza»). «Antes
cabeça de gato : que cola de leon» (Vallés 357). «Antes cabeça de
ratón, que cola de león» (H. Núñez 684).
Además de formas sinónimas y antónimas, la colección
contiene igualmente paremias hiperónimas o paremias genéricas
en cuanto a la forma al agrupar en torno a ella paremias con la
misma idea clave. Así, la paremia «Por feo que sea el hijo: es à
su madre, vna pêrla» (CA p. 49 P41) tiene como idea clave el
amor paterno y, por tanto, como paremias sinónimas, entre otras:
«El escarauajo que a sus hijos dize granos de oro» (Refranes
glosados XI 109, sinónimo). «El escarauajo / a sus hijos / dize
granos de oro» (Vallés 1614, sinónimo). «No hay padre ni madre
a quien sus hijos parezcan feos» (Quijote II 18, sinónimo). Estas
paremias se incluirían, a su vez, en un grupo mayor bajo el
epígrafe amor – fealdad: «Quien á feo ama, fermoso le paresçe»
(Seniloquium 389). «Quien feo ama hermoso le parece»
(Espinosa «feo»). «Quien feo ama : hermoso / le parece» (Vallés
3399). «Quien feo ama, hermoso le paresce» (H. Núñez 7014). El
hiperónimo de todas ellas lo aportan Vallés y Correas: «No ay amor
/ feo» (Vallés 2735). «No hay amor feo si es querido a deseo»
(Correas N67).
84
7. La acentuación y la puntuación
7.1. La acentuación
Por lo general, cuando se estudian paremias de carácter
popular, el interés recae en la morfosintaxis, el léxico, la
temática, la vigencia, los referentes culturales. Hay un aspecto
que despierta poco interés: la acentuación, debido en gran parte a
que puede estar inexistente o actualizada, si se trata de una
reedición. Sin embargo, en el caso de la colección anónima la
acentuación llamó nuestra atención desde el primer momento por
la fuerte presencia de acentos circunflejos, lo que contrastaba con
la ausencia de acentos en algunas palabras. Por eso, merece la
pena dedicarle un capítulo.
Tanto Valdés como el recopilador de la colección anónima se
preocupan por la acentuación, ya que suelen emplear el acento
agudo y el circunflejo, si bien no coinciden en el uso. Valdés
comenta que utiliza el acento circunflejo para marcar una elisión:
85
Otro sucederâ: que bueno me hará (CA p. 58 S33).
Malo verná que bueno me hará (Valdés 104).
7.2. La puntuación
Llama la atención el esmero con el que Pedro Vallés utiliza el
signo / para señalar la existencia de una pausa: «Cada oueja / con
su pareja» (768), «Dos vezes olla / amarga el caldo» (1132).
Asimismo, Vallés recurre a el comma para marcar el
bimembrismo de una paremia, generalmente cuando se trata de
un refrán: «Dios me de contienda : con quien me entienda»
(1095). En algunas formas pueden aparecer ambas indicaciones:
«Duelen llagas : y no tanto / vntadas» (1188), «Sanan llagas : y
no / malas palabras» (3726). Asimismo, en los Refranes glosados
«el comma es el signo de puntuación predominante, con función de
marca secuencial del bimembrismo formal del refrán». En cambio,
en el repertorio de Hernán Núñez, se observa una alternancia entre
el comma y la coma, con predominio de la coma (Llamas-Pombo,
2018: 470 y 472). En cuanto al recopilador anónimo, si bien no
recurre al signo / para mostrar las pausas, se asemeja a los Refranes
glosados y a Vallés en la frecuente utilización del comma: «Lo que
se vsa: nò se escûsa» (CA p. 25 E19), pero no siempre los sitúa
74
«Demas de las letras kon ke se eskriven las palabras, ái nezesidad de
ponerllas azento sobre la vokal, en ke se levanta la boz. Este sera una
virgula levantada nezima inklinada un poko adelante, el ke
komunmente llaman agudo desta manera á. Los otros dos grave i
zirkulfexo ke inventaron los Griegos, é imitaron en Latin, no son
menester en rromanze, ni aun allá tanpoko» (Correas, 1630: 87).
87
en el mismo sitio: «Allâ van leyes: donde quieren Reyes» (CA p.
35 L18). «Alla van leyes : do quieren los reyes» (Refranes
glosados VI 27). «Alla van leyes : do quieren Reyes» (Vallés
149). En ocasiones, incluso, el comma sustituye a la / empleada por
Vallés: «Del mal: el menos» (CA p. 36 M14). «Del mal / el
menos» (Vallés 988). En otros repertorios consultados, el comma
viene marcada por una coma:
8. Paremias vigentes
75
Véase la Ortografía de la lengua española (2010: 314, 334, 347).
[Edición en línea www.rae.es, consulta 20/5/2019].
88
aprieta» (CA p. 1 A12). «Quien calla otorga» (CA p. 12 C30).
«Quien canta sus males espanta» (CA p. 12 C43). «La letra con
sangre entra» (CA p. 34 L14). De ahí el título de este libro.
En aquel momento, nos preguntamos cuántas paremias
estarían presentes tanto en la competencia paremiológica de los
hablantes de la sociedad actual española. Ciertamente, resulta
complejo averiguar la vigencia de los refranes y la de otras
paremias de uso popular registradas en la colección anónima,
habida cuenta de la progresiva pérdida de la competencia
paremiológica desde hace ya bastantes decenios, provocada en
gran parte por el cambio de una sociedad eminentemente rural a
una sociedad tecnológica a lo largo del siglo XX76.
El método empleado para averiguar la vigencia de las
paremias de carácter popular ha estado marcado por la
complejidad, habida cuenta del arduo camino recorrido hasta
llegar al objetivo. Tras excluir las unidades lingüísticas no
estables y las UF que no son paremias, se han separado las
paremias de carácter culto y las de carácter popular, con el objeto
de buscar concordancias entre las paremias del segundo subgrupo
y una selección de obras de índole paremiográfica. Todo este
proceso ha llevado a resultados de gran interés, como el saber
que un 66% de las paremias de carácter popular registradas en la
colección anónima está en desuso. A continuación, se incluyen
algunas de ellas: «Pregôna vino: y vende vinàgre» (CA p. 62
V6). «La mala lengua: êlla se degüella» (CA p. 34 L11). «La
buena portada: honrra la casa» (CA p. 52 P74). «Esse es Rey:
que no vêe al Rey» (CA p. 55 R1).
Frente a ellas hay formas empleadas hoy día (competencia
activa) o presentes en la mente de los hablantes (competencia
pasiva), las cuales han llegado hasta nuestros días intactas: «En
Abril, aguas mil» (CA p. 2 A13). «Mas vale maña: que fuerza»
(CA p. 37 M21).
No resulta fácil distinguir entre las paremias de la
competencia activa y la pasiva, ya que la competencia
76
Véanse al respecto J. Sevilla Muñoz, 2010, 2015 y 2017.
89
paremiológica varía en función de la edad y el lugar de
residencia. Teniendo en cuenta una serie de trabajos al respecto77,
se podría afirmar que el 16 % de las paremias de carácter popular
recopiladas en la colección anónima se encuentran en la
competencia pasiva de los usuarios de los refranes o de un
número considerable de ellos78 («En tierra de los ciegos, el tuerto
es rey», CA p. 14 C74) y un 18 % en la competencia activa, con
formas vigentes hoy día («No es tan bravo el león como lo
pintan», CA p. 34 L13. «Nadie diga de esta agua no beberé», CA
p. 7 B17. «Más vale tarde que nunca», CA p. 59 T6) o variantes
cuya forma se aproxima bastante a las paremias vigentes hoy día:
77
Véase la sección «El refranero hoy» (1994, 1996, 1998, 2000, 2016,
2017, 2018).
78
La labor de campo llevada a cabo durante varios decenios lleva a
constatar que la última generación refranera nació antes de mediados
del siglo XX, concretamente en los años 20, 30 y principios de los 40.
Dicha generación reconocía que sus padres eran más refraneros. Sus
hijos, nacidos a finales de los años 50 y en los años 60, han reducido
bastante el uso de refranes (J. Sevilla, 2010; véase también el trabajo
sobre las variantes intergeneracionales de J. Sevilla, 2015).
90
que sucede con el refrán «Donde vna puerta se ciêrra: ôtra se
âbre» (CA p. 53 P93). Esta variante ha caído en desuso para dejar
paso a la forma «Donde vna puerta se cierra ciento se abren», ya
registrada, entre otros, por Caro y Cejudo.
En algunas ocasiones, es la colección anónima la que registra
la forma conocida hoy día: «Donde las dan: las toman» (CA p.
20 D6). «Cria cuervos, y te sacarân los ojos» (CA p. 19 C146).
«Mas vale maña: que fuerza» (CA p. 37 M21). En otras
ocasiones, la colección anónima se aleja de la mayoría de las
fuentes consultadas al coincidir con fuentes de finales del siglo
XVI o principios del siglo XVII en la forma conocida en la
actualidad: «Los duelos con pan son menos» (CA p. 47 P10,
Quijote II 13, Sánchez de la Ballesta). En otras ocasiones, causa
extrañeza no hallar en la colección anónima paremias que han
conocido una gran fortuna, como «A falta de pan, buenas son
tortas», «A buen entendedor, pocas palabras bastan», «Quien a
buen árbol, se arrima buena sombra el cobija».
En algunas paremias, se observa unanimidad en la forma
usada en todos o en la mayoría de los repertorios consultados:
«Quien canta: sus males espanta» (CA p. 12 C43). «Quien canta
sus males espanta» (Espinosa «cantar»). «Quien canta : sus males
espanta» (Vallés 3353). «Quien canta, sus males espanta» (H.
Núñez 6733). «Quien canta, sus males espanta» (Quijote I 22). En
cambio, otras presentan un amplio abanico de variantes y
sinónimos. Por ejemplo: «Dime con quien ândas (o fuêres):
dirête quien êres» (CA p. 4 A49). «Dime con quién estabas,
dezirte he lo que hablabas» (Espinosa «quien»). «Dime / con
quien andas y dezirte / lo que hablas» (Vallés 1089)79. «Dime
con quién vas, dezirte he qué mañas has» (H. Núñez 2218).
79
En el Seniloquium (94) aparece un refrán basado en la misma
estructura sintáctica: «Dime quales estauan é desirte he lo que
fa[b]lauan». Esta forma se aproxima a la recopilada por Santillana
(232): «Dime con quien andauas, y dezirte he que fablauas», como
sucede con el refrán registrado por Vallés: «Dime con quién andas y
dezirte lo que hablas». Ninguna de estas tres formas son variantes ni
sinónimos de la paremia recogida por la colección anónima.
91
«Dime con quién andas, decirte he quién eres» (Quijote II 10 y II
23).
Llegados a este punto y habida cuenta de que algunas formas
de la colección anónima no estaban registradas en las obras
seleccionadas o diferían de las paremias compiladas en ellas,
surgió la idea de avanzar en el tiempo. Por eso, consultamos, por
este orden, las obras de Correas, Caro y Cejudo y Requejo, lo
que facilitó el hallazgo de más concordancias, en especial
concordancias totales. Resultó muy productiva la consulta del
tesauro de Requejo, ya que se alcanza un 39,4 % de
concordancias (totales y parciales). Incluimos, a continuación
algunos ejemplos de concordancias totales:
92
(«Nadie tienda más la pierna de cuanto fuere larga la sábana», II
53). En cambio, Núñez opta por un refrán rimado que no recurre
a la modalidad imperativa negativa («Cada uno estienda la
pierna, como tiene la cubierta» 1312); la forma académica
tampoco opta por dicha modalidad sino que lo presenta como una
locución: «Extender la pierna hasta donde llega la sábana»
(Autoridades, 1737: «pierna»).
93
CONCLUSIONES
80
Desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX, ya que, por
sugerencia de Julio Casares, a partir de la edición decimonovena del
Diccionario de la lengua española los refranes no seguirían figurando
en él. Juan G. Campos y Ana Barella los compilarán en el Diccionario
de refranes (1993).
94
del recopilador por las manifestaciones sapienciales con
independencia de su origen o uso.
Dado que el manuscrito carece de portada y de prólogo,
ignoramos la intención exacta del autor, pero los tesauros y
compendios consultados poseen una clara finalidad docente; son
bilingües (castellano-latín) porque están dirigidos a los
estudiantes de la lengua latina para la enseñanza/ aprendizaje del
latín tanto escrito como oral. Del mismo modo, hemos
consultado libros cuyo objeto consiste en proporcionar «reglas de
construcción para facilitar a la juventud la más perfecta y pronta
inteligencia de la lengua latina», como explica Juan de Lama en
su Florilegium latinum (1793)81. Se trata de obras que han
conocido una gran fortuna durante siglos, a tenor de las
reimpresiones existentes; un ejemplo sería el tesauro de
Bartolomé Bravo con más de doscientas reimpresiones. El
manuscrito que hemos trabajado no ha tenido difusión durante
muchos siglos, debido probablemente a que estuvo en una
biblioteca privada. De ahí la importancia de darlo a conocer.
Aunque el recopilador no menciona las fuentes consultadas, el
hecho de encontrar un representativo número de concordancias
con las paremias citadas en determinados vocabularios bilingües
(latín-castellano) induce a pensar que pudiera haberlos
consultado, como el diccionario de Sánchez de la Ballesta o el
tesauro de Bartolomé Bravo, obras fundamentales para la
lexicografía del Siglo de Oro Español. Ciertamente son muchas
las paremias de la colección anónima citadas también en este tipo
de obras lexicográficas, pero puede que consultara también
gramáticas, manuales e, incluso, refraneros.
La intención del recopilador anónimo está implícita en el tipo
de paremias recopiladas, pues se caracterizan por contenido
moralizante. En efecto, con respecto a las paremias de origen y
uso popular, la colección apenas incluye refranes metereológicos
o laborales; los refranes supersticiosos están ausentes. El
81
Esta es la sexta impresión, la primera data de primeros del siglo
XVIII.
95
repertorio comprende, en su mayoría, refranes morales, los
cuales están acompañados por otras paremias de carácter popular
como frases proverbiales, dialogismos y locuciones proverbiales.
Al igual que en las primeras obras paremiográficas, en la
colección anónima las paremias conviven con todo tipo de UF,
pese a figurar en el título que se trata de adagios y proverbios.
Este hecho muestra que la paremiografía nace con un sentido
amplio, al acoger todo tipo de unidades lingüísticas estables, lo
que se identifica con el significado del vocablo griego παροιμία.
En aquella época, además, no existía un nítido establecimiento de
las fronteras terminológicas. Por ejemplo, la unidad lingüística
estable «Aquí los de la Carda» (CA p. 13 C48) está considerado
un refrán, entre otros, por Suárez de Figueroa en su obra El
passagero: aduertencias vtilissimas a la vida humana (1617).
Con el paso del tiempo, la labor paremiográfica se va
limitando a los enunciados sentenciosos, ya sean de uso y origen
culto o popular. En el siglo XVII, Gonzalo Correas es uno de los
primeros en distinguir entre refranes y frases proverbiales, por un
lado, y expresiones, por otro, como más adelante harán José M.ª
Sbarbi en el siglo XIX o Julio Cejador y Frauca en el siglo XX.
Por su parte, Julio Casares (1950) y Louis Combet (1971)
establecerán una clara barrera entre los dos grandes grupos de las
unidades lingüísticas estables (enunciados y expresiones).
Cabe elogiar la labor fraseográfica y paremiográfica realizada
por el recopilador anónimo del siglo XVI, no solo por el elevado
número de UF registradas sino por el criterio elegido para
sistematizarlas, un criterio preferentemente léxico. Elaborar esta
obra ha supuesto, sin duda alguna, muchas horas de trabajo en lo
que se refiere a la recogida del material, la ordenación y la
presentación del mismo. Todos estos detalles inducen a pensar
que se trata de una obra realizada en la madurez del recopilador,
al igual que Fernando de Espinosa o Hernán Núñez, pues todos
ellos hacen gala de una gran cultura, al tiempo que reconocen el
valor de la sabiduría popular.
96
Como el recopilador anónimo no glosa las UF con
comentarios referenciales, léxicos ni semánticos, en bastantes
casos resulta necesario consultar obras lexicográficas,
fraseográficas y paremiográficas para saber a qué se refieren. La
ausencia de este dato suele ser frecuente en este tipo de obras, lo
que dificulta o ralentiza la investigación. En cambio, resulta
valiosa la información que aporta para el estudio del uso de las
UF en una época concreta y su comparación con el uso actual.
La localización y estudio de las concordancias paremiológicas
ha permitido profundizar en la vida de las paremias. Mientras
algunas han mantenido prácticamente la misma forma desde su
nacimiento («Cantar mal y porfiar». «Dios me dé contienda con
quien me entienda». «No hay peor sordo que el que no quiere
oír». «Quien bien quiere a Beltran, bien quiere a su can». «Quien
canta sus males espanta». «Quien mucho abarca poco aprieta»),
otras hacen gala de una gran diversidad formal:
82
Citada no solo por la colección anónima (CA p. 38 M41) también por
Espinosa («diente»), Vallés (2403), H. Núñez (4579), Correas (M331),
Caro y Cejudo.
97
parientes» (Santillana 442). «Primero sean tus dientes: que tus
parientes» (Refranes glosados V 230).
La búsqueda de concordancias, por otra parte, ha servido para
decubrir bastantes sinónimos, algunos creados a partir de un
esquema similar. El refrán «Riñen las comadres, y dîcense las
verdades» (CA p. 16 C108), basado en la relación que se
establece entre las comadres y las verdades a partir de la acción
verbal (reñir-decir/descubrir), da pie a otro sinónimo, que
descansa en la relación ladrón-hurto a través de la acción
(reñir/pelear-descubrir): «Pelean los ladrones, y descubrense los
hurtos» (Santillana 549). «Riñen los ladros : y descubrense los
hurtos» (Vallés 3715). «Pelean los ladrones : y descubrense / los
hurtos» (Vallés 3017). «Pelean los ladrones, y descúbrense los
hurtos» (H. Núñez 5894). «Riñen los ladrones y descúbrense los
hurtos a voces» (Correas A145).
La diversidad reina en los resultados sobre las concordancias
paremiológicas entre la colección anónima y las obras
seleccionadas:
98
diminutivo inclina la balanza hacia la segunda posibilidad, pues,
mientras Vallés emplea el diminutivo –illo («Cedaçillo nueuo /
tres días en estaca», Vallés 776), el recopilador opta por –ico
(«Cedazîco nuevo, tres dias en estâca», CA p. 14 C72), un
diminutivo propio del castellano en Aragón (Nagore, 1989).
Además, un insigne paremiógrafo manchego, Jerónimo Martín
Caro y Cejudo, compila la forma de la colección anónima en su
repertorio, publicado en 1675: «Cedacico nuevo tres días en
estaca».
Se podría pensar también que el recopilador anónimo fuera
coetáneo de Vallés precisamente por coincidir en la compilación
de algunas paremias. Así, la forma «Mozo vergonzoso: el Diablo
llevô à Palacio» (CA p. 63 V16) es una variante de la paremia
recogida por Vallés: «Al hombre vergonçoso : el diablo lo traxo
a palatio» (94) y «Moço vergonçoso : el diablo lo traxo a palacio»
(2565). El refranero de Vallés se publicó en 1549, dieciséis años
antes, en 1533, sale a la luz en Salamanca los Adagios y fábulas de
Arceo Benaventano. Esta obra incluye la variante de la colección
anónima: «Mozo vergonzoso, el diablo le lleva a palacio»
(Quincuagena II, n.º 26). También figura en Tesoro de la lengua
castellana o española de Covarrubias publicado en 1611 («Al
mozo vergonzoso, el diablo le llevó a palacio («vergüenzas»). De
1533 a 1611 transcurre cerca de un siglo, pero no es errado pensar
que sean coetáneos dada la vida de la que gozan bastantes refranes.
En un aspecto, sin embargo, no coincide el recopilador anónimo
con Vallés: mientras el segundo compila muchos refranes con su
forma ampliada («No es oro : todo lo que reluze : ni harina : todo /
lo que blanquea» 2851), el primero tiende a no hacerlo («No es
todo oro, lo que reluce» CA p. 45 N21).
La comparación de una selección de obras paremiográficas ha
dejado al descubierto un núcleo común de paremias de carácter
popular frente a un grupo de paremias específicas de la zona
geográfica donde fueron recopiladas. Más tarde, la publicación y
difusión de repertorios globalizantes a partir del siglo XVII,
como el de Correas, amplía su uso al territorio español. No hay
que olvidar al respecto el papel desempeñado por los
vocabularios bilingües español-latín en la difusión de las
99
paremias, entre cuyos iniciadores se encuentran Sanchez de la
Ballesta y entre sus continuadores, Bravo, Caro y Cejudo, Salas,
Requejo,… Se observa, igualmente, que un caudal común de
paremias va fluyendo con el paso del tiempo de obra en obra.
En cuanto a las lenguas de estudio, el Seniloquium y el
refranero de Santillana se centra en una, el castellano; el
recopilador anónimo opta por dos (castellano y latín); Vallés
tiene como principal lengua de estudio el castellano, si bien
incluye algunas paremias extranjeras en latín, en italiano y en
catalán). «En cambio Espinosa, Mal Lara y sobre todo Hernán
Núñez, desbordan el entorno vernáculo y en su elenco paremial
utilizan abundantes adagios portugueses, catalanes, italianos y
franceses» (de Jaime y de Jaime, 1997: 352). Como acabamos de
señalar, el latín ocupa un lugar relevante durante siglos en la
elaboración de obras lexicográficas bilingües para facilitar su
enseñanza/aprendizaje.
El estudio de la colección anónima permite descubrir
bastantes variantes, tanto las aportadas por el recopilador
anónimo («Allegadôr de la ceniza: desperdiciadôr de la harîna»,
CA p. 3 A33. «Derramador de la harina, y allegador de la
ceniza», CA p. 30 H14), como las que surgen al buscar las
concordancias en otros obras paremiográficas. Por citar algunas
de ellas, hay dos variantes producidas por una alternancia
sintáctica, las cuales a su vez presentan variantes basadas en el
género: a. «Allegador de la zeniza y derramador de la farina»
(Seniloquium 53) y «Allegadora de la ceniza y desparramadora
de la harina» (Vallés 152). b. «Derramadora de la harina,
allegadora de la ceniza» (Santillana 226).
En algunas ocasiones, hemos comprobado que las formas de
la colección anónima presentan similitudes con respecto a las
paremias registradas por las obras paremiográficas seleccionadas,
en otras la colección anónima es la única que proporciona una
variante distinta. Tal es el caso de «A Dios, llamando: y con el
mazo dando» (CA p. 23 D51), la cual constituye una variante de
la paremia clásica «A Dios rogando y con el mazo dando»,
100
compilada de forma mayoritaria en las obras paremiográficas
consultadas para esta investigación. En ocasiones, parece que el
recopilador crea una paremia. De este modo, la estructura
bimembre y la rima del enunciado «A la de Padres ruynes, no la
pongas en Chapines» (CA p. 1 A3) podría llevar a considerarlo
un refrán; pero el no haberlo encontrado documentado y la
existencia de la locución «poner en chapines»83 despiertan más
de una duda sobre si se trata realmente de un refrán.
La colección anónima, por otra parte, aporta paremias no
registradas de forma mayoritaria en las obras paremiográficas o
apenas registradas. Así sucede con la frase proverbial «La noche,
es capa de pecadores» (CA p. 13 C45), citada por Celestina en la
Tragicomedia de Calixto y Melibea84 y presente tanto en el
Tesoro de Covarrubias («noche») como en el Vocabulario de
Correas (L675), pero no en las obras paremiográficas
seleccionadas. Además, aparece mencionada en un texto
religioso, concretamente en uno de los Discursos predicables
(1604: 701) del maestro Tapia de la Cámara, racionero y cura de
la Colegial de San Justo y Pastor de Alcalá. Otro ejemplo estaría
en el refrán «Al Maestro cuchillada» (CA p. 36 M9), compilado
por Correas (A1295) y mucho antes aparece en La pícara Justina
(1605), de Francisco López de Úbeda85
La consulta de la colección anónima resulta igualmente útil
para averiguar la vigencia de las paremias de carácter popular:
mientras unas han caído o van cayendo en desuso, otras paremias
83
Poner en chapines: «Es poner en estado à una mugér, casándola, y
dándola diferente nombre, ò empléo de mera doncella: y assi en lo
antiguo equivalía esta locucion à lo mismo que casarse» (Autoridades,
«chapín»).
84
«Assi se holgaua con la noche escura, como con el día claro; dezía
que aquella era capa de pecadores…» (1499=1917, acto VII).
85
«Señora Justina, ¿qué se le antojó decir que había tanta gente en el
meson del país de marras? ¿A media noche ve visiones? Yo le dije: ¡Ay
el mi buen Bertol, buen Bertol! Y aun por no ver yo una, dije que via
tantas. Diga, bambarria, al maestro cuhillada; con mesonera burlona,
quieres burlas en meson […] (1605=1847: 176)».
101
que han viajado desde el siglo XVI hasta el siglo XXI. El refrán
registrado en la colección anónima «No por vn mal año: dexes de
sembrar ogaño» (CA p. 45 N15) no se ha encontrado
documentado en fuentes contemporáneas. En cambio, varias
formas sinónimas perviven en tierras castellanas, ya sean
burgalesas o leonesas. La paremiógrafa María del Carmen Ugarte
(2014) recogió en Gumiel (Burgos) la forma «Aunque un mal
año venga mal, no dejes de sembrar»; unos amantes de la
sabiduría popular recopilaron en 2013 en Fresno de la Vega
(León) la forma «Aunque un año salga mal, no dejes de
sembrar»86. Ciertamente, se trata de un largo viaje, por lo que
algunas paremias se han quedado en el camino. Las que
continúan empleándose corresponden casi todos a refranes
morales y, en menor medida, a frases proverbiales y a alguna
locución proverbial.
No se trata de una colección muy citada por los estudiosos. Su
digitalización por la Biblioteca Nacional está contribuyendo a su
difusión, como se observa en el hecho de que ha sido
mencionada en los últimos años, concretamente en 2016 y en
2017, con motivo de la presencia de refranes en La Celestina.
En 2016, Fernando Cantalapiedra Erostarbe la menciona para
documentar el refrán «No tiene más corazón que un grillo». Un
año después, Enrique Fernández, recurrirá también al repertorio
anónimo para referirse al mismo refrán:
My opinion rests upon my belief that the model from which its
text was copied went much further than the end of the first Act.
It can be seen, for instance, in the passage “if she passes by the
dogs, they bark, when she walks, the crickets follow her” (si
pasa por los’ perros. Aquello suena sus ladrjdos […] quando
camjna los’ grillos’ la sigen) (f. 99r)
86
Véanse las páginas web http://gomelia.net/2014/07/22/refranes-
gomellanos-iv/ y
http://losamigosdefresno.blogspot.com/2013/05/siembra-perejil-en-
mayo-y-tendras-todo.html [consulta: mayo de 2019].
102
En la nota 13, escribe: «My translation. “No tiene más
corazón que un grillo”, says an old proverb, the anonymous
Adagios, proverbios o sentencias varias (en romance y en latín),
manuscript, c. 1501 and 1600, signatura mss. 4502, Biblioteca
Nacional de Madrid, f. 18».
Estamos, en efecto, ante una colección que está pasando
inadvertida para la investigación sobre las paremias. Sin
embargo, las peculiaridades y aportaciones de esta colección
anónima hacen de ella un tesoro paremiográfico digna de estudio,
como hemos tratado de mostrar con el presente libro. Asimismo,
cabe elogiar la labor realizada durante siglos por bastantes
eruditos ̶ en particular profesores de latín, elocuencia o retórica ̶
en favor de las paremias de carácter popular, pues, pese a que
fueron muchos quienes dijeron a la persona con formación en
letras «que era tiempo mal gastado el que gastava en escrivir
Adagios, por ser vna cosa tan baxa, vulgar, invtil, y indigna»,
siguió con esta empresa por considerarla una materia muy útil
para los que estudian las letras humanas y «porque el sabio no
deve ignorar lo que comunmente se dize». Es el caso de Caro y
Cejudo (1675: 4 y 5), quien siguió el camino marcado por los
humanistas con el objeto de exaltar lo popular y, por
consiguiente, valorar el «refrán en oposición a aquellos que
despreciaban el vulgo y lo vulgar» (González, 1998-1999: 69).
De este modo, en el siglo XVI las paremias tienen cabida tanto
en repertorios como en una variedad de textos, en particular los
literarios, además de la mencionada obra lexicográfica de
Sánchez de la Ballesta.
Gracias a su labor existe un abundante y bien conservado
material sobre la sabiduría popular, material que se une al que ha
ido transmitiendo el pueblo por tradición oral de generación en
generación. En modo alguno se ha de menospreciar este esfuerzo
por perservar una importante parcela de la lengua.
103
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112
II. ADÂGIOS, PROVÊRBIOS Ô SENTENCIAS
VARIAS EN ROMANCE
113
consultados o cuando Correas añade comentarios aclaratorios
sobre la forma o el significado. Hemos consultado la edición del
año 2000, efectuada por Louis Combet y revisada por Robert
Jammes y Maïté Mir-Andreu tomando como base la edición de
Combet de 1967 y el manuscrito de Correas87. Motivos similares
han llevado a consultar los Refranes y modos de hablar
castellanos con latinos (1675) de Jerónimo Caro y Cejudo.
El objetivo de documentar las paremias de la colección
anónima ha llevado a realizar consultar puntuales de otras, como
el Tesoro de la lengua castellana o española (1611) de Sebastián
de Covarrubias, el Doctrinal de Juan del Pueblo (1807 y 1912)
de Fermín Sacristán o la colección (1926-1941) de Francisco
Rodríguez Marín. Pese a todas estas consultas, no siempre ha
sido posible hallar concordancias para todas las paremias.
Además de las concordancias totales o parciales, se han
proporcionado paremias sinónimas, antónimas e hiperónimas en
bastantes casos, por contener vocablos similares a la paremia de
la colección anónima. Las aclaraciones de índole léxico se hallan
en nota a pie de página.
Para la presentación de las paremias numeradas de la
colección anónima, no se ha seguido el criterio léxico sino el
alfabético. Por eso, entre paréntesis se indica la página del
manuscrito junto con la letra en la que se encuentra la paremia en
cuestión, además del número adjudicado por el recopilador
anónimo. La numeración no siempre coincide con la existente en
el manuscrito, pues se han subsanado algunos errores cometidos
por el recopilador.
En cuanto a la grafía, se ha procurado ser fiel a la grafía del
manuscrito. De ahí que la relación se complemente con un índice
87
El manuscrito de Gonzalo Correas permaneció durante siglos inédito.
Se conoció su obra gracias a una copia realizada por la Real Academia
Española a principios del siglo XX. A mediados del siglo XX, el
hispanista francés Louis Combet consultó el manuscrito en la Biblioteca
Nacional y lo publicó en Francia en 1967 respetando el criterio fonético
seguido por Correas. Unos decenios después salió a la luz en España la
edición del año 2000 con la grafía actualizada.
114
alfabético de las paremias con la grafía actualizada seguida del
número que tiene en la relación y de su ubicación en el
manuscrito, además de la forma vigente o conocida hoy día en
cursiva.
88
Harriero: grafía antigua de arriero, la persona que tenía por oficio
trajinar o llevar mercancías de un lugar a otro utilizando para ello
bestias de carga, principalmente mulas. Por eso, también se dice
recuero, el «arriero a cuyo cargo está la recua», esto es «el conjunto de
animales decarga, que sirve para trajinar» (DLE).
89
Tocho: «tonto», «necio».
115
que han de perpetuarse ene sta vida, o en los contentos o dignidades
della : porque todo se acaba».
Su San Martín se le llegará como a cada puerco (Quijote II 62).
A cada puerco le viene su San Martín (Correas A71).
Este refrán recuerda que todos los plazos tienen su cumplimiento.
116
8. A la mala costumbre: quebralla las piernas (p. 19 C143).
Á la mala costumbre, quebrarle la pierna (Seniloquium, 46).
A la mala costumbre, quebralle la pierna (Espinosa «costumbre»).
A la mala costumbre, quebrarle la pierna (H. Núñez 388).
A la mala costumbre, quebrarla la pierna; o la cabeza (Correas A321).
Esta paremia recomienda abandonar las malas costumbres.
117
12. A mi Padre, llamaron Hogâza: y yo, me muero de hambre (p. 31
H26).
A mi padre llamaron fogaza y muerome de fanbre (Seniloquium 30).
A mi padre llaman trigo : y yo muerome de hambre (Vallés 560).
Mi padre / era hogaça : yo muerome de hambre (Vallés 2470).
A mi padre llamaron hogaça, y yo muérome de hambre (H. Núñez 615).
A mi padre llamaron hogaza, y yo muérome de hambre; o A mi padre
llaman trigo, y yo muérome de hambre (Correas A535). Según Correas,
se dice esta paremia «contra los que padeciendo graves necesidades,
tienen vanidad de no buscar la vida con su industria y manos, ni
someterse a otros, porque sus padres fueron algo».
13. A Moro muerto, gran lançada (p. 1 A2). A Moro muerto: gran
lanzâda (p. 42 M89).
A moro muerto, grand lançada (Seniloquium 23).
A moro muerto gran lançada (Espinosa «moro»).
A moro muerto / gran lançada (Vallés 213).
A moro muerto, gran lançada (H. Núñez 622).
A moro muerto gran lançada (Sánchez de la Ballesta).
A moro muerto, gran lanzada (Correas A545).
A moro muerto gran lanzada (Requejo).
Este refrán critica a quien presume de valor cuando ya ha pasado el
peligro.
118
A esotra puerta, que esta no se abre (Santillana 22).
A otra puerta, que esta no se abre (Espinosa «puerta»).
A essa otra puerta : que esta no se abre (Vallés 60).
A otra puerta, que ésta no se abre (Correas A584).
16. A otro perro, con ese huêsso (p. 5 A53). A otro perro, con esse
huesso (p. 50 P46).
A otro perro con ese hueso (Santillana 40, Espinosa «hueso», Quijote I,
32, Requejo).
A otro perro / con esse huesso (Vallés 259).
A otro perro con esse huesso (H. Núñez 718).
A otro perro con ese güeso, que éste ya está roído (Correas A586).
90
Tus tus, cuz cuz: onomatopeyas para llamr a los perros.
91
Chucho: se dice familiarmente del perro.
119
19. A quien dan: no escoge (p. 20 D12).
Quien pide non escoje (Seniloquium 364).
A quien dan, no escoje (Santillana 45).
A quien dan no escoje (Espinosa «dar»).
A quien / dan : no escoja (Vallés 284).
A quien dan, no escoge (H. Núñez 802, Sánchez de la Ballesta).
A quien dan, no escoge, y dábanle de palos. A quien dan, no escoge, y
eran cuchilladas (Correas A658). Correas registra la paremia con la
forma de un dialogismo.
Se recomienda mostrar satisfacción cuando se recibe algo.
92
Coincide en la primera parte este refrán con otro de significado
distinto, pues alude a quien inexplicalemente es afortunado: «A quien
Dios bien quiere, la perra le pare puercos; o lechones» (Correas A674).
120
A quien / duele la muela : que se la saque (Vallés 283).
A quien duele la muela, que la eche fuera (H. Núñez 810).
A quien le duele la muela, que ponga la lengua en ella (Espinosa
«muela»; sinónimo).
A quien duele la muela, que la eche fuera; o que se la saque (Correas
A677).
A quien le duele la muela, que se la eche fuera (Requejo).
93
Buelto: por vuelto; vuelto por revuelto.
121
A mal abad, mal monacillo (Correas A480). A mal capellán, mal
sacristán (Correas A481).
94
Monazillo: forma antigua de monaguillo.
95
Alevoso: pérfido. Se aplica a quien causa daño a la persona que confía
en él.
122
Al buen callar, llaman Sancho; al bueno bueno, Sancho Martínez (H.
Núñez 31).
Al buen callar, llaman Sancho; al bueno bueno, Sancho Martínez
(Correas A1148). Correas comenta que algunos nombres por
paronomasia se equiparan con algunos calificativos, como Sancho por
sano, bueno, modesto, sabio, sagaz, cauto y prudente.
Al buen callar llaman santo (Rodríguez Marín, tomo 1). Rodríguez
Marín explica que: «Santo y no Sancho, debió de decirse
originariamente y se lee en antiguas colecciones». Este refrán aconseja
discreción en el hablar, al tiempo que afirma que «callar es bueno, y el
más callar, muy bueno» (Correas A1148).
96
Saggio: vocablo italiano que equivale a «sabio».
123
Al enemigo si buelve la espalda, la puente de plata (H. Núñez 302).
Al enemigo que huye, hacerle la puente de plata (Quijote II 58).
Al enemigo, si vuelve la espalda, la puente de plata. Al enemigo, si
huye, la puente de plata. Al enemigo que huye, hacelle la puente de
plata (Correas A1216).
97
Piensa: de pensar, dar pienso.
98
Venir a la melena: someterse a alguien, ponerse a la disposición de
alguien, arrimarse. Como explica Covarrubias (1611=1995, «melena»),
«el boyero procura que la melena esté blanda y hueca, porque el buey
no se lastime con el yugo». Según Sánchez de la Ballesta, traelle a la
melena se utiliza «quando sujetamos y rendimos a nuestra voluntad y
parecer a alguno».
124
35. Al Maestro cuchillada (p. 36 M9).
Al maestro, cuchillada (Correas A1295). Según Correas: «Por metáfora
de la esgrima se aplica al que, de menos fuerza y opinión en algo, es
superior al que lo era suyo, y dícese con interrogación, cuando quiere
hacer suerte con el mayor».
Al Maestro cuchillada (Autoridades «cuchillada»).
99
Correas comenta el recurso, en este refrán, a la figura «paronomasia»:
«el nombre “uso” está puesto con dos sentidos: el primero […] es el uso
y costumbre; el segundo por el huso de la rueca, por la mucha
semejanza que tienen», que se diferencian solo por la h de huso, porque
procede de fuso, y el refrán comienza con el primer sentido para acabar
con el sentido de huso. Por eso, dice «quebrarle la güeca»
100
Hemos consultado la sexta impresión del Florilegium latinum. La
primera data de primeros del siglo XVIII.
125
Al ruyn dadle un palmo : y tomara quatro (Vallés 544, sinónimo).
Al villano, dadle el pie, tomará la mano (H. Núñez 299). Al judío, dadle
un palmo, tomará quatro (H. Núñez 364, sinónimo). Al judío, dadle un
huevo y pediros ha el toçuelo (H. Núñez 420, sinónimo).
Al villano dad le el pie, y tomará la mano (Sánchez de la Ballesta). A
quien no tiene verguença toda la villa es suya (Sánchez de la Ballesta,
sinónimo).
Al villano, dadle el dedo y tomaros ha la mano. Al villano, dadle el pie
y tomaros ha la mano. Al villano, danle el pie y toma la mano (Correas
A1478). Al villano, dadle el huevo, y pedirá la sal (Correas A1479,
sinónimo).
Esta paremia recomienda prudencia con la excesiva confianza que
toman algunas personas.
41. Allâ darâs rayo (p. 54 R4). Allâ darâs Rayo; en casa de Pelayo
(p. 3 A31).
Allá darás rayo, en casa de Anna Gómez (H. Núñez 313).
Allá darás rayo / en cas de Tamayo (Góngora, Letrillas, 1600)102.
Allá darás, reyo, en casa de Tamayo. Allás darás, rayo, en casa de Ana
Gómez. Allá darás, rayo, en casa de Ana Díaz (Correas A1609).
101
Tochuelo, toçuelo: tozuelo, cerviz gruesa, carnosa y grasa de un
animal.
102
https://www.upf.edu/todogongora/poesia/letrillas/122/ [abril de
2019].
126
Allá se lo hayan, con su pan se lo coman (Quijote I 25). Con su pan se
lo coma y allá se lo haya (Quijote II).
Allá se lo haya con sus pollos Marta. [o] Allá se lo haya Marta con sus
pollos (Correas A1625). Correas comenta que «el descuido vulgar
deshace la consonancia, habiendo de ser la postrera palabra “Marta”».
Con su pan se lo coma. Con su pan se lo coman (Correas C973).
Allá se las haya; con su pan se lo coma (Requejo).
43. Allâ van leyes, donde quieren Reyes (p. 3 A30). Allâ van leyes:
donde quieren Reyes (p. 35 L18).
Allá van leys do103 quieren Reys104 (Seniloquium, 19).
Alla van leyes do quieren reyes (Santillana 77, Valdés 22, Sánchez de
la Ballesta, Quijote II 37). Como explica Sánchez de la Ballesta,
«Qexase el refrna, de que las leyes mas se interpretan por la voluntad de
los que gouiernan, que por la voluntad justa con que se instituyeron».
Alla van leyes : do quieren los reyes (Refranes glosados VI 27).
Alla van leyes do quieren rreyes (Espinosa «ley»).
Allá van leyes do quieren los juezes (Espinosa «Ley»).
Alla van leyes : do quieren Reyes» (Vallés 149).
Allá van leyes, do quieren reyes (H. Núñez 365).
Allá van reyes do quiren leyes [sic] (Quijote II 5). En la segunda forma,
se observa una alteración intencionada por parte de Cervantes al
ponerlo en boca de Teresa Panza para lograr un efecto cómico.
Allá van leyes, do quieren reyes (Correas A1636). Según explica
Correas, este refrán nace con motivo de la imposición real de la liturgia
romana y, por consiguiente, la abolición de la mozárabe. El rey fue
Alfonso VI, quien estuvo influido por su esposa francesa Constanza,
dado que en Francia se usaba el rezadi romano.
Allá van leyes do quieren Reyes (Requejo).
Se refiere a la autoridad que quebranta la ley o la interpreta según
su voluntad.
103
Do: «donde».
104
Reys: forma sincopada por «reyes».
105
Allegador: se dice de quien se dedica a recoger algo.
127
Derramadora de la harina, allegadora de la çeniza (Santillana 226).
Allegador de la zeniza y derramador de la harina (Espinosa «ceniza»).
Allegadora de la ceniza y derramadora de la harina (Valdés 23).
Allegadora de la ceniza : y desparramadora de la harina (Vallés 152).
Derramar la harina y allegar la ceniza (H. Núñez 1927).
Allegadores de la ceniza, y desrramadores de la harina (Sánchez de la
Ballesta).
Allegador de la ceniza y derramador de la harina. Allegadora de la
ceniza, y desparramadora de la harina (Correas A1651). Derramador de
la harina y allegador de la ceniza (Correas A1651 y D195).
Derramadora de la harina y allegadora de la ceniza (Correas D195).
Derramador de la harina, y atrapador de la ceniza (Requejo).
Este refrán critica a quien administra la casa descuidando lo
importante para dedicarse a lo que carece de valor.
106
Cata: examina.
128
Antes que te cases, mira lo que haces, ca no es ñudo que ansí lo desates.
Antes que te cases, mira lo que haces, que no es ñudo que deshaces
(Correas A1982).
Antes que te cases, mira lo que haces (Requejo).
Este refrán aconseja no precipitarse en la toma de cualquier
decisión, en particular cuando se trata de contraer matrimonio.
107
Barda: cuabierta de ramas, paja, sarmientos, espinos,… asegurada
con tierra o piedras que se pone sobre las tapias de huertas y corrales
para protegerlos de la lluvia.
129
Aún no soys salido del caxcarón y ya tenéys presumpción (H. Núñez
1010).
Aún no ha salido del cascarón, y ya tiene espolón. Aún no ha salido del
cascarón, y ya tiene espigón. Aún no ha salido del cascarón, y ya tiene
presunción (Correas A2304).
130
56. Bien canta Marta, despues de hârta (p. 12 C41).
Bien canta Marta quando esta farta (Santillana 120).
Bien canta martha desoues de harta (Refranes glosados III 37).
Canta Martha después de harta (Espinosa «harto»).
Bien canta marta : despues de harta (Vallés 662). Canta marta : despues
de harta (Vallés 747).
Bien canta Marta, después de harta (H. Núñez 1135, Correas B156).
Bien canta Marta despues de harta (Sánchez de la Ballesta, Requejo).
131
Buen coraçon : quiebra mala ventura (Vallés 647). El buen esfuerço :
quebranta mala : ventura (Vallés 1406).
Buen coraçon quebranta mala ventura (Sánchez de la Ballesta).
Buen corazón quebranta mala ventura (Quijote II 10, Correas B334).
Un buen corazón quebranta mala ventura (Quijote II 35).
64. Buscas cinco pies al gato: y no tiene sino quatro (p. 10 B60).
Buscar cinco pies al gato (Refranes glosados X 44).
Buscar cinco pies al carnero (Espinosa «pie», Sánchez de la Ballesta).
Buscas cinco pies al gato : y el no tiene : sino quatro : no que cinco son:
con el rabo (Vallés 639).
Buscáys cinco pies al gato y él no tiene sino quatro (H. Núñez 1246).
Núñez explica su significado: «Que la demasiada diligencia muchas
veces empece, como dize Plinio».
Buscar siete (o cinco) pies al gato. Buscar cinco pies al carnero
(Correas B521). «Todo es uno, por: andar buscando ocasión de
pesadumbre, y su daño».
108
Además de otros significados, el vocablo manga tiene el de
«regalo», «obsequio» o «aguinaldo».
132
65. Cada bohonêro109 , alaba sus agûjas (p. 10 C10).
Cada buhón alaba á sus agujas (Seniloquium 85).
Cada buhonero alaba sus agujas (Espinosa «buhonero»).
Cada panadera alaba su pan (Espinosa «pan», sinónimo).
Cada bohonero : alaba sus agujas (Vallés 737). Cada ollero alaua sus
ollas : y mas / el que las tiene quebradas (Vallés 697, sinónimo).
Cada buhonero alaba sus cuchillos (H. Núñez 1352). Cada ollero su olla
alaba, y más el que la tiene quebrada (H. Núñez 1308, sinónimo).
Cada bohonero alaba sus agujas (Sánchez de la Ballesta).
Cada bohonero alaba sus cuchillos. Cada buhonero alaba sus cuhillos
(Correas C58). Correas escribe de su propia mano «buhonero» en la
segunda forma.
Cada ollero su olla alaba, y más el que la tiene quebrada. Cada ollero su
olla alaba, y más si la tiene quebrada. Cada ollero sus ollas alaba, y más
el que las tiene quebradas (Correas C97).
Se dice esta frase proverbial para criticar a quien que presume de
sus propios méritos.
67. Cada dia ôlla: amârga el caldo (p. 10 C11). Cada dia olla:
amarga el caldo (p. 46 O11).
Cada día pescado, amarga el caldo (Seniloquium 74).
Cada día olla, amargaría el caldo (Santillana 144).
Dos vezes olla / amarga el caldo (Vallés 1132).
Cada dia peces amarga el caldo (Vallés 695).
Cada día pescado, amargará el caldo (H. Núñez 1455).
Dos vezes cozina, amarga el caldo (Sánchez de la Ballesta).
Dos veces cocina, amarga el caldo (Correas D703). Dos veces olla,
amargará el caldo (Correas D705). Cada día peces, amarga el caldo.
109
Bohonero: forma en desuso de buhonero, quien vende buhonerías
(baratijas, botones, agujas, peines, cintas,…).
133
Cada día peces, amargará el caldo. Cada día pescado, amarga el caldo.
Cada día pescado, amargará el caldo (Correas C76).
Cada día olla, amarga el caldo (Requejo).
Causa hastío lo que se repite en demasía.
69. Cada loco, con su tema (p. 11 C13). Cada loco, con su tema (p.
35 L28).
Cada loco, con su tema (Seniloquium 63).
Cada loco, con su opinión (Espinosa «loco»).
Cada loco / con su tema (Vallés 736). Cada loco con su thema (Vallés
926).
Cada loco con su tema (H. Núñez 1377, Sánchez de la Ballesta,
Requejo).
Cada loco con su tema, y cada llaga con su postema (Correas C91).
Se dice de quien tiene obsesión por algo.
110
Muradal: «muladar».
134
Cada qual con su ygual (Sánchez de la Ballesta). Casar y compadrar,
cada qual con su ygual (Sánchez de la Ballesta, forma ampliada).
Cada uno case con su igual (Quijote II 18).
Cada cual quiere a su igual (Correas C72). Cada par con su par. Cada
par con su igual (Correas C99). Cada cual con su igual trate y se case
(Correas C68). Cada cual quiere a su igual, / la burra quiere el borrico, /
y por eso se uñen mal / un buey grande y otro chico (Correas C72).
Cada cual con su igual (Requejo).
En lo que respecta a amistades y muy en particular al matrimonio,
conviene mantenerse en lo que corresponde a su propia condición.
75. Cada vno estornuda: como Dios le ayûda (p. 25 E31). Cada vno,
estornûda como Dios le ayuda (p. 11 C23).
Cada uno esternuda como Dios le ayuda (Correas C128).
Cada uno estornuda como Dios le ayuda (Requejo).
135
Alude a la influencia que ejercen la educación y el entorno familiar
en el carácter de alguien y en su comportamiento.
111
Heria: «feria».
112
Raposo: «zorro».
113
Candil: utensilio para alumbrar, consistente en un recipiente de
aceite con mecha y asa.
136
Cantar mal y porfiar (en ello) (Espinosa «cantar», H. Núñez 1316;
Correas C271).
Cantar mal : y porfiar (Vallés 716).
Se critica a quien no para de molestar repitiendo siempre lo mismo.
137
La codiçia rronpe el saco (Espinosa «codicia).
Codicia mala / saco rompe (Vallés 821). La codicia / rompe el saco
(Vallés 2013).
Cobdicia mala, saco rompe (H. Núñez 1552).
La cobdicia rompe el saco (Sánchez de la Ballesta). Quien mucho
abarca poco aprieta (Sánchez de la Ballesta, sinónimo).
La codicia rompe el saco (Quijote I 20, II 13 y II 36; Requejo).
Codicia mala, saco rompe» (Correas C559). La codicia rompe el saco, o
quizá le romperá donde no está (Correas L130). Codicia desordenada,
trae pérdida doblada (Correas C557).
El exceso de ambición suele provocar la pérdida de lo que se tenía.
138
Cría el cuervo, sacarte ha el ojo (Santillana 179).
Cría el cuervo y sacarte ha el ojo (Espinosa «cuervo»).
Cría el cuervo y sacaráte el ojo (Valdés 47).
Cria cueruo / y sacarte ha el ojo (Vallés 888).
Cría corvo y sacarte ha el ojo (H. Núñez 1730).
Cria el cuervo, sacarte ha el ojo (Sánchez de la Ballesta). De fuera
vendra quien de casa nos echara. Meti el raton en mi cillero, y hizo se
me hijo heredero (Sánchez de la Balleta, sinónimos).
Cría el corvo, y sacarte ha el ojo (Correas C1125). Como explica
Correas (C1125), «solía decirse: “el corvo”, para guardar consonancia».
Se dice cuando se acoge en casa a alguien que nos hace notable
daño.
114
Artero: «astuto», «hábil».
139
Este refrán enseña a escarmentar en cabeza ajena, al recomendar
prudencia cuando alguien de la misma condición recibe un daño.
115
Virote: especie de saeta guarnecida en la cabeza de un casquillo.
140
De cossario116 a cossario, no se llevan sino los barriles (H. Núñez
1950).
De cossario a cossario no se pierden sino los barriles (Sánchez de la
Ballesta).
116
Cosario o cossario: pirata, quien roba por el mar. El ladrón recibe
muchos nombres, en función de su especialidad o del lugar donde
ejerce su actividad, ya sea en tierra (el bandolero), ya sea en el mar (el
pirata), si bien existen matizaciones, como el corsario. La colección no
cita al pirata sino al corsario, quien practica la guerra de corso, esto es,
quien posee una patente de corso concedida por un gobierno para
navegar en barcos armados de propiedad privada y así poder atacar
buques mercantes de un país enemigo y hundirlo, tras haber robado sus
mercancías (Armendáriz, 2019).
117
Cata: «observa».
141
99. De fuera vendrâ, quien de cassa nos echarâ (p. 21 D20). De
fuera vendrâ: quien de casa me echarâ (p. 62 V11).
De fuera verná, quien de casa nos echará (H. Núñez 2040).
De fuera verna, quien de casa nos echara (Sánchez de la Ballesta).
De fuera vendrá quien de casa nos escahrá (Caro y Cejudo).
De fuera vendrá, quien de casa nos echará (Requejo).
118
So: preposición considerada arcaica que permanece en pocas
expresiones fijas («so pena», «so pretexto», «so capa») y fue sustituida
por «bajo» o «debajo de».
142
So mala capa / yaze buen beuedor (Vallés 3839).
So mala capa, yaze buen bebedor (H. Núñez 7631).
Debaxo de mala capa esta buen beuedor (Sánchez de la Ballesta). Debaxo
de buen sayo esta el hombre malo (Sánchez de la Ballesta, sinónimo).
Debajo de mala capa suele haber buen bebedor (Quijote II 33).
Debajo de mala capa, hay buen bebedor» (Correas D167). Debajo de
una mala capa suele haber un buen vividor (Correas D167). «Por gracia
dicen algunos: “hay buen vividor”, por la semejanza de la palabra». So
mala capa yace buen bebedor (Correas S811).
Debajo de una mala capa hai un buen bebedor (Requejo).
Este refrán denota que en muchas ocasiones las apariencias
engañan.
119
Sayal: tela muy basta tejida de lana burda, que, por su bajo costo, se
empleaba desde el Medievo para confeccionar principalmente hábitos
religiosos, cortinas para proteger las puertas o mantos de viaje.
120
Ál: «otra cosa».
121
Presto: pronto.
143
Dios me guarde del agua mansa, que yo me guardaré de la brava
(Correas C386).
Del agua mansa nos libre Dios (Requejo).
144
112. Del pan de mi compadre: buen Çatico122 à mi ahijado (p. 14
C689. Del pan de mi compadre: buen zatico à mi ahijado (p.
47 P14).
De la fogaza123 de mi conpadre, buen zatico á mi afijado (Seniloquium
96).
Del pan de mi compadre / buen çatico a mi ahijado (Santillana 223;
Vallés 1020).
Del pan de mi compadre: buen pedazo a mi ahijado (Refranes glosados
VII 89).
Del pan de mi conpadre: buen pedazo a mi ahijado (Espinosa «pan»).
Del pan de mi compadre, buen çatico a mi ahijado (H. Núñez 1928).
Del pan de mi compadre buen çatico a mi ahijado (Sánchez de la
Ballesta).
Se critica a quien es muy generoso con los bienes que no son suyos
sino de otra persona.
114. Dime con quien ândas (o fuêres): dirête quien êres (p. 4 A49).
Dime con quién estabas, dezirte he lo que hablabas (Espinosa «quien»).
122
Çatico: forma en desuso para referirse al mendrugo o pedazo (de
pan).
123
Fogaza: forma antigua de hogaza, un tipo de pan de gran dimensión.
124
Cuêbano, cuévano, covanilla, covanillo: cesto grande, hondo, un
poco más ancho en la parte superior, tejido de miembres. Se emplea
para determinadas labores agrícolas, como la vendimia.
145
Dime / con quien andas y dezirte / lo que hablas (Vallés 1089)125.
Dime con quién vas, dezirte he qué mañas has (H. Núñez 2218,
sinónimo). Dime con quién pasces y dezirte he qué hazes (H. Núñez
2240, sinónimo).
Dime con quién andas, decirte he quién eres (Quijote II 10 y II 23).
Dime con quién vas, decirte he qué mañas has (Correas D320,
sinónimo). Dime con quién irás, decirte he lo que harás (Correas D320,
sinónimo).
Dime con quién andas y te diré quién eres (Requejo).
Este refrán denota que la conversación depende de la compañía que
se tenga.
125
En el Seniloquium (94) aparece un refrán basado en la misma
estructura sintáctica: «Dime quales estauan é desirte he lo que
fa[b]lauan». Esta forma se aproxima a la recopilada por Santillana
(232): «Dime con quien andauas, y dezirte he que fablauas», como
sucede con el refrán registrado por Vallés: «Dime con quién andas y
dezirte lo que hablas». Ninguna de estas tres formas son variantes ni
sinónimos de la paremia recogida por la colección anónima.
146
Dice la sartén a la caldera: Anda para allá, culnegra (Refranes glosados
VIII 93).
Dijo la olla a la cobertera (caldera), “Tirte allá cul negra (Espinosa
«olla»).
Dixo la sartén a la caldera: tira allá, culnegra (Valdés 61).
Dixo la sarten, a la caldera : quitate alla, culnegra (Vallés 1083).
Dixo la sartén a la caldera: “Tirte allá, culnegra” (H. Núñez 2222).
Dixo la sarten a la caldera, quítate alla negra (Sánchez de la Ballesta).
Dijo la sartén a la caldera: Quítate allá, ojinegra (Quijote II 67).
Dijo la sartén a la caldera: «Quítate allá, culnegra»; o «Tírate allá,
buznegra» (Correas D307).
Dixo la sarten á la caldera: Quítate allá negra (Caro y Cejudo).
147
«¿Adónde irá el buey que no are, sino al matadero?» (Rodríguez Marín,
tomo 1, réplica).
Esta paremia recomienda resignarse ante el trabajo, por muy duro
que sea.
148
123. Donde pensais haber tocinos: no ai estâcas126 (p. 61 T29).
Do piensa home que ay tosinos no ay estacas (Seniloquium 102).
A do pensays que ay toçinos, no ay estacas (Santillana 18).
Donde piensa onbre que ay tozinos no ay estacas (Espinosa «tocino»).
A do pensays que ay tocinos : no ay estacas (Vallés 55).
A do pensáys que ay tocinos, no ay estacas (H. Núñez 139). Do pensáys
que ay tocinos, no ay estacas (H. Núñez 2337).
Donde no hay tocino, no hay estaca (Quijote II 10). Adonde [sic] se
piensa que hay tocinos, no hay estacas (Quijote II 55). Muchos piensan
que hay tocinos, y no hay estacas (Quijote I 25). Muchas veces donde
hay estacas no hay tocinos (Quijote II 73). No siempre hay tocinos
donde hay estacas (Quijote II 659, sinónimo).
Do pensáis que hay tocinos, no hay estacas (Correas D494).
Donde pensays que ay tocino no hay estacas (Caro y Cejudo).
Este refrán censura a quienes piensan encontrar riquezas donde no
las hay ni medios para conseguirlas.
126
Explica Covarrubias en su Tesoro («estaca») que «en las aldeas
hincan en las paredes unas estacas, de las cuales cuelgan algunas cosas,
y particularmente los tocinos, de donde nació el proverbio: “Adonde
pensaís hallar tocinos, no hay más que estacas”; cuando tenemos a
alguno en posesión de muy rico y, ocurriendo necesidad de averiguarlo,
hallamos estar pobre».
149
126. Duro estâ el Alcacêr127, para Zampoñas128 (p. 3 A27).
Viejo es el alcaçer para fazer çampoñas (Santillana 714).
Duro es el alcacer para çampoñas (Valdés 68).
Duro esta el alcaçer : para çamproñas (Vallés 1119). Viejo es / el alcacer
/ para çamproñas (Vallés 4194).
Duro es el alcacer para çampoñas (H. Núñez 2372, Sánchez de la
Ballesta).
Está ya duro el alcacel para zampoñas (Quijote II 73).
Duro es el alcacel para zampoñas. Duro es ya… Ya está duro…
(Correas D740).
Ya está duro el alcacer para çampoñas (Caro y Cejudo).
Duro está el alcacel para zampoñas (Requejo).
Este refrán recomienda no dejar pasar el tiempo para conseguir algo
o solucionar un asunto, porque la vejez puede impedirlo.
127
Alcacer: cebada verde y en hierba, forraje (cebada, trigo o centeno)
para las caballerías.
128
Zampoña, çampoña, çamproña: flautilla pastoril de la caña del
alcacer.
150
El conejo ido el consejo venido (Espinosa «consejo»).
El conejo ydo / el consejo venido (Vallés 1618). Ido el conejo : viene el
consejo (Vallés 1983).
El conejo ydo, el consejo venido (H. Núñez 2581).
Después de ydo el conejo vino el consejo (Sánchez de la Ballesta).
El conejo ido y el consejo venido (Requejo).
129
Compaña: «compañía».
151
Este refrán critica la ingratitud de quien se aleja de su benefactor
una vez obtenido el provecho.
130
Se trata de popa: «menosprecia», «desprecia». Según Valdés
(1533=1976: 118, 13), «Popar, por despreciar, me parece usa un refrán
que dize: Quien su enemigo popa, a sus manos muere; agora ya no lo
usamos en ninguna significación».
152
136. El tiempo, enseña mucho (p. 60 T25).
El tiempo / aclara las cosas (Vallés 1654, sinónimo).
El tiempo enseña al que no tiene maestro (Rodríguez Marín, tomo 1,
sinónimo).
131
Madil: mandil o «delantal».
153
En achaque de trama está acá nuestrama (Espinosa «ama»).
En acheque de trama / esta aqua / nuestrama [sic] (Vallés 1474).
En achaque de trama, ¿vistes acá a nuestra ama? (H. Núñez 3100).
En achaque de trama stâca nuestrâma? (Valdés 77).
En achaque de trama, viste acá a nuestra ama (Correas E1444).
Este refrán critica al hipócrita, porque finge una cosa y hace otra
distinta.
132
Trama: engaño para perjudicar a alguien.
154
En cada tierra, su uso (H. Núñez 2978).
En cada tierra su uso, y con cada rueca133 su huso (Correas E1498). En
cada tierra su uso, y en cada rueca su huso (Correas E1498). En cada
tierra su uso, y en cada casa su costumbre (Rodríguez Marín, tomo 1,
forma ampliada).
Este refrán recomienda adaptarse a las costumbres de los demás.
133
Rueca: instrumento para hilar.
134
Mangorrero: tosco y mal forjado, deteriorado.
135
Badil: paleta de metal para mover y recoger la lumbre en la
chimenea y en el brasero.
136
Ruin: cobarde, malvado.
155
147. En el arca abierta: el justo peca (p. 45 O2bis).
Está unido a otro refrán por la relación semántica (sinonimia) existente
entre ambos: «La Ocasion: haze al ladrôn. Y en el arca abierta: el justo
peca».
En arca abierta / el justo peca (Vallés 1378).
En arca abierta, el justo peca (H. Núñez 3115, Correas E1466).
En el arca abierta el justo peca (Sánchez de la Ballesta, Requejo). La
ocasión haze el ladron (Sánchez de la Ballesta, sinónimo).
150. En manos estâ el pandêro, que le sabrâ bien tocar (p. 47 P17).
En manos esta el pandero de quien lo sabra tañer (Santillana 310).
En mano está el pandero que le sabrá tañer (Espinosa «pandero»).
En manos esta el pandero / que lo sabra : bien tañer (Vallés 1463).
En manos está el pandero, de quien lo sabrá tañer (H. Núñez 2979).
En manos está el pandero que le sabrán bien tañer (Quijote II 22,
Correas E1813).
En manos está el pandero de quien le sabrá tañer (Correas E1813).
En manos está el pandero de quien lo sabe tocar (Requejo).
155. Es el huesped como el pez: que à tres dias, hiêde (p. 32 H33).
El huésped / y el pece / a tres días / hiede (Vallés 1359).
El huésped y el pece, a tres día hiede (H. Núñez 2628).
157
157. Esse es Rey: que no vêe al Rey (p. 55 R1).
Este es rrey, el que no conoce el rrey (Espinosa «rey»).
Esse es rey, el que no vee rey (Valdés 84).
Esse es rey : que nunca / vido rey (Vallés 1505).
Ese es rey, que nunca vido rey (H. Núñez 3255).
Ese es rey, que nunca vido rey; o que nunca vio al rey (Correas E2277).
158
162. Hazme la barba, harête el copête (p. 7 B9).
Haz me la barba y hacerte he el copete (Espinosa «barba»).
Hazme la barua : y hazerte he el copete (Vallés 1805).
Hazme la barba, harete el copete (H. Núñez 3455).
Hazme la barba, y haréte el copete (Correas H315). Correas comenta que
se trata de una «elegante metáfora y alegoría: haz por mí y haré por ti».
Sin embargo, se usa por quienes «se encubren unos a otros sus maldades:
calla tú mis faltas, que yo callaré las tuyas. Con este sentido murmura el
vulgo de los que gobiernan y mandan en los pueblos y comunidades».
163. Hijo eres, y Padre serâs: qual hizieres, tal habrâs (p. 31 H24).
Fijo fuiste y padre serás, qual feçieres tal avrás (Seniloquium 185).
Fijo eres y padre seras : qual fizieres, tal avras (Santillana 368).
Padre seras: y assí te harán como me haras (Refranes glosados XII
217).
Hijo eres, padre serás; qual hiçieres tal abrás (Espinosa «hijo»).
Hijo / eres padre seras : qual hizieres : tal auras (Vallés 1858).
Hijo eres y padre serás; qual hizieres, tal avrás (H. Núñez 3558).
Hijo fuiste y padre serás; cual hicieres, tal habrás; o Hijo fuiste…
(Correas H434).
Este refrán advierte de que el padre será tratado conforme al
comportamiento que tiene o ha tenido con sus progenitores.
137
Apercebido, apercibido: «prevenido, precavido, preparado».
159
Hombre apercebido, medio combatido; hombre asaltado, medio perdido
(Rodríguez Marín, tomo 1). Rodríguez Marín puntualiza que este refrán
está incompleto en Correas.
138
Caya equivale a caiga.
160
Jura mala en piedra caya (Correas J84).
Iura mala en piedra caiga (Caro y Cejudo.
161
175. La mayor jornada, es hasta salir de cassa (p. 33 I/Y6).
Citado también en el tesauro de Bartolomé Bravo.
Hasta salir de casa / es la mayor jornada (Vallés 1834).
Hasta salir de casa, es la peor jornada (H. Núñez 3500).
La mayor jornada, es hasta salir de casa (Correas L412).
La mayor jornada es hasta salir de casa (Requejo).
139
Sobornal: «sobrecarga».
162
La sobrecarga la bestia mata (Correas L863, sinónimo parcial). La
sobrecarga mata la bestia (Correas L863). «El asno sufre la carga, pero
no la sobrecarga» (Correas E202, refrán relacionado sin ser sinónimo).
Conviene medir las fuerzas para evitar el esfuerzo excesivo.
163
182. La verdad(, descubre el tiempo; y)140 aunque adelgaza: no
quiebra (p. 63 V15).
La verdad adelgaça, y (mas) nunca quiebra (Espinosa «verdad»).
La verdad adelgaza y no quiebra (Quijote II 10).
La verdad adelgaza, mas no quiebra su hilaza (Correas L937).
La verdad tiene gran fuerza, porque no quiebra (Correas L947).
La verdad es verde (H. Núñez 4212, sinónimo). Según Núñez, «quiere
decir que no quiebra, como madero verde».
La verdad adelgaza pero no quiebra (Caro y Cejudo).
140
Los paréntesis son nuestros porque se trata de una paremia de
carácter culta («La verdad descubre el tiempo») seguida de otra de
carácter popular («La verdad aunque adelgaza : no quiebra»).
164
Marido : lleuad vos / el artesa : yo el çedaço : que pesa como el diablo
(Vallés 2608, forma ampliada).
Marido, lleva essa artesa, yo el cedaço, que pesa como el diablo (H. Húñez
4572, forma ampliada).
165
190. Lo que se quiere la mona, piñoncicos mondâdos (p. 42 M84).
Citado en el Compendium latino-hispanum de Pedro de Salas.
Lo / que se quiere : la mona / piñones mondados (Vallés 2202).
Lo que se quiere la mona, piñones mondados (H. Núñez 4370, Caro y
Cejudo).
Lo que se quiere la mona piñones mondados (Sánchez de la Ballesta). Lo
que se quiere la arda141, monte espesso y poca guarda (Sánchez de la
Ballesta, sinónimo).
Lo que se quiere la mona: piñones mondados (Correas L1406).
Este refrán indica que se debe dar a cada uno lo que pide su apetito.
141
Arda: ardilla.
142
Pena: castigo.
166
El loco, por la pena es cuerdo (H. Núñez 2737).
El necio por la pena es cuerdo (Sánchez de la Ballesta, Requejo).
El necio, por la pena es cuerdo (Correas E748).
195. Los duelos; con pan, son menos (p. 47 P10). Duelos, con pan,
son menos (p. 23 D62).
Todos los duelos con pan son buenos (Santillana 686, Refranes
glosados VI 284, Valdés 166).
Todos los duelos con pan son menos (Espinosa «duelo»).
Todos los duelos / con pan son buenos (Vallés 3975).
Todos los duelos, con pan son buenos (H. Núñez 7871 bis).
Los duelos con pan son buenos (Sánchez de la Ballesta).
Los duelos con pan son menos (Quijote II 13, Caro y Cejudo, Requejo).
Todos los duelos con pan son buenos (Quijote II 55).
Los duelos, con pan son buenos. Los duelos, con pan son menos. Los
duelos, con pan se sienten menos (Correas L1499).
En ocasiones el entretenimiento ayuda a sobrellevar los pesares.
197. Mal me quieren mis comadres: porque digo las verdades (p. 16
C107).
Mal me quieren mis comadres porque les digo las verdades
(Seniloquium 271, Santillana 433, H. Núñez 4528).
Reñen las comadres, descúbrense las poridades143 (Espinosa «reñir»,
sinónimo).
143
Poridades: «secretos».
167
Mal me quieren mis comadres / porque les digo las verdades : bien / me
quieren mis vezinas : porque les digo las mentiras (Vallés 2369, forma
ampliada).
Mal me quieren mis comadres porque las digo las verdades; bien me
quieren mis vecinas porque las digo las mentiras (Correas M106, forma
ampliada).
Decir la verdad no siempre acarrea un bien sino enemistad.
202. Mas cerca estân mis dientes: que mis parientes (p. 38 M41).
Mas cerca están mis dientes: que mis parientes (p. 22 D43).
Mas cerca son los dientes que los parientes (Seniloquium 241).
Más çerca tengo mis dientes que mis parientes (Santillana 442).
Primero sean tus dientes: que tus parientes (Refranes glosados V 230).
Más cerca están mis dientes que mis parientes (Espinosa «diente»).
Mas cerca estan / mis dientes : que mis parientes (Vallés 2403). Primero /
son mis dientes : que mis / parientes (Vallés 3203).
Más cerca están mis dientes que mis parientes (H. Núñez 4579, Sánchez
de la Ballesta, Correas M331, Caro y Cejudo).
168
Más cerca son dientes que parientes (Sánchez de la Ballesta). Como
explica Sánchez de la Ballesta, «deuemos antes socorrer a los más
cercanos».
204. Mas es el ruydo, que las nuezes (p. 45 N24). Mas es el ruydo:
que las nuêzes (p. 56 R27).
Mas es el ruydo / que las nuezes (Vallés 2371).
Mas es el ruydo que las nuezes (H. Núñez 4594).
Más es el ruido que las nueces (Correas M359, Requejo).
Mas es el ruido, que las nueces (Caro y Cejudo).
205. Mas quiero estar solo: que mal acompañado (p. 58 S30).
Mas vale estar solo, que mal acompañado (Seniloquium 257).
Más vale estar sola: que mal acompañada (Refranes glosados IIII 183).
Más vale solo que mal acompañado (Espinosa «solo», Correas M651).
Mas vale / solo : que mal acompañado (Vallés 2368).
Mas vale estar / sola : que mal / acompañada (Vallés 2611).
Mas quiero estar solo, que mal acompañado (Requejo)
Este refrán destaca lo importante que es una buena selección de las
compañías.
206. Mas quiero vaca en paz: que pollos, con agrâz (p. 38 M40).
Mas valen cardos en paz que pollos con agras (Seniloquium 248).
Más quiero cardos en paz que no salsa de agraz (Santillana 447).
Más vale sólo pan en paz que pan y pollos con agraz (Espinosa «paz»).
169
Mas quiero / vaca en paz : que pollos / con agraz (Vallés 2366). Mas
vale / cardos con paz : que pollos / con agraz (Vallés 2602).
Mas vale pedaços de pan / con amor : que gallina con dolor (Vallés
2586, sinónimo).
Más valen cardos en paz que pollos con agraz (H. Núñez 4532 bis,
Correas M702).
Más vale cardo en paz, que pollos con agraz (Caro y Cejudo). Más vale
vaca en paz, que pollos con agraz (Caro y Cejudo). Más vale pedaço de
pan con amor, que gallinas con dolor (Caro y Cejudo, sinónimo).
Este refrán alude a la conveniencia de tener poco en paz que mucho
en discordia.
170
Mas vale / ser cola de leon : que cabeça de raton (Vallés 2429).
Antes cabeça de gato : que cola de leon (Vallés 357, antónimo).
Antes cabeça de ratón, que cola de león (H. Núñez 684, antónimo).
Mas vale ser cabeça de raton, que cola de leon (Caro y Cejudo, antónimo).
Se dice, según Caro y Cejudo, «de los que quieren mas tener el primer
lugar, y ser estimados en mucho en orden, y estado inferior, que ser
despreciados, y abatidos en orden superior, teniendo el infimo lugar».
211. Mas vale pâxaro en mano: que Buytre volando (p. 48 P25).
Mas vale paxarillo en mano, que buytre volando (Seniloquium 252).
Más vale páxaro en mano que bueytre volando (Santillana 453).
Más vale paxaro en la mano que buitre volando (Refranes glosados X
184).
Más vale páxaro en mano que buitre bolando (Espinosa «pájaro»). Más
vale buytre volando que pájaro en mano (Espinosa «pájaro»).
Mas vale / paxaro en mano : que buytre bolando (Vallés 2374).
Más vale páxaro en mano que bueytre bolando (H. Núñez 4533).
Mas vale paxaro en mano que buytre bolando (Sánchez de la Ballesta).
Mas vale vn toma que dos te dare (Sánchez de la Ballesta, sinónimo).
Más vale pájaro en mano que buitre volando (Quijote I 31 y II 12).
[Más valía] el pájaro en la mano que el buitre volando (Quijote II 72).
Más vale pájaro en mano que buitre volando (Correas M589). Según
Correas, «parece que salió este refrán de la volatería, en que es mejor
tenerse el halcón en la mano que soltarle a un buitre y andarle volando,
que es mala ave y poderosa a matar el halcón». Más vale un pájaro en la
mano que dos volando (Correas M670).
144
Nudo gordiano: «nudo que ataba al yugo la lanza del carro de
Gordio, antiguo rey de Frigia, el cual dicen que estaba hecho con tal
artifico que no se podía descubrir ninguno de los dos cabos» (DLE).
171
Mas vale pajaro en mano, que buitre bolando (Caro y Cejudo).
Más vale pájaro en mano, que buitre volando (Requejo).
Este refrán aconseja quedarse con lo seguro aunque sea poco que
con lo dudoso aunque sea mucho.
212. Mas vale poco, y bueno: que mucho, y malo (p. 39 M51).
Más vale poco y bueno que mucho y malo (Correas M607).
214. Mas vale salto de mata: que ruego de buenos (p. 32 H40 y p. 39
M43).
Mas vale salto de mata, que ruego de homes buenos (Seniloquium 255).
Más vale salto de mata, que ruego de ombres buenos (Santillana 456).
Más vale salto de mata que rruego de onbres buenos (Espinosa «salto»).
Mas vale / salto de mata : que ruego / de buenos hombres (Vallés 2373).
Más vale salto de mata que ruego de hombres buenos (H. Núñez 4529,
Quijote I 21 y II 67)
Más vale salto de mata que ruego de buenos; [o] de hombres buenos
(Correas M632).
Mas vale salto de mata, que ruego de buenos (Caro y Cejudo).
Más vale salto de mata que ruego de buenos (Requejo).
145
Aver: forma antigua de haber («tener»).
172
Tomando como referente el mundo de la caza, esto es, el salto de la
liebre cuando es descubierta por el cazador, este refrán aconseja preferir
desaparecer que depende de la intercesión de personas buenas.
215. Mas vale tarde, que nûnca (p. 59 T6). Mas vale tarde: que
nunca (p. 39 M50).
Mas vale tarde : que nunca (Vallés 2375).
Más vale tarde que nunca (H. Núñez 4621, Correas M657, Requejo).
Mas vale tarde que nunca (Caro y Cejudo).
217. Mas vale vn testigo de vista: que ciento, de oŷdas (p. 60 T19).
Más vale un testigo de vista, que ciento de oídas (Correas M674).
146
Mancilla, manzilla: «mancha», «pena».
173
218. Mas vale vn tôma: que dos te darê (p. 39 M44 y p. 61 T35).
De faré, faré nunca me pagué, más vale vn toma que dos te daré
(Seniloquium 107, forma ampliada).
Fare, fare, mas vale vn toma que dos te dare (Santillana 359).
Más vale un toma: que dos te daré (Refranes glosados VII 188).
Mas vale tomar : que dar (Vallés 2571, sinónimo).
De 'haré, haré' nunca me pagué: más vale un toma que dos te daré (H.
Núñez 2019, forma ampliada). Más vale taque taque que Dios os salve
(H. Núñez 4546, sinónimo).
Mas vale vn toma que dos te dare (Sánchez de la Ballesta).
Más vale un toma que dos te daré (Quijote II 7 y II 35).
Faré, faré; más quiero un toma que dos te daré (Correas F11, forma
ampliada). Más vale un «toma» que dos «te daré»; [o] que no dos te
daré (Correas M675).
Mas vale vn toma, que vn dos te daré (Caro y Cejudo). Mas vale lo
cierto que lo dudoso (Caro y Cejudo, sinónimo).
Más vale un toma, que dos te daré (Requejo).
Este refrán recomienda preferir lo seguro a lo probable. Asimismo,
alude al valor relativo de las promesas.
219. Mas vale vna abeja: que mil moscas; ò Cola de Besugo: que
cabeza de sardina (p. 38 M39)147.
Mas vale / vna abeja sola : que mil moscas (Vallés 2400).
Más vale una abeja sola que mil moscas (Correas M677).
220. Mas vale, à quien Dios ayuda: que quien mucho madruga (p.
36 M6).
Mas vale á quien Dios ajuda, que quien mucho madruga (Seniloquium
256).
Más vale a quien Dios ayuda que quien mucho madruga (Santillana
449, Espinosa «Dios»).
Más vale / a quien dios ayuda : que quien mucho madruga (Vallés
2370).
147
A continuación de este refrán, el recopilador había incluido el refrán
«ò Cola de Besugo: que cabeza de sardina», al considerarlo sinónimo
del primero, pero, dado que ambas formas no coinciden en la idea
clave, tienen entradas diferentes en la presente relación.
174
Más vale a quien Dios ayuda que al que mucho madruga (H. Núñez
4509 bis).
Mas vale a quien Dios ayuda, que quien mucho madruga (Sánchez de la
Ballesta).
Más vale al que Dios ayuda que al que mucho madruga (Quijote II 34).
Más vale a quien Dios ayuda, que al que mucho madruga» (Correas
M478).
Este refrán recrimina a quien confía demasiado en sí mismo.
221. Mas vale, pecar por carta de mas (p. 39 M45). Por carta de
mas (p. 13 C55). Por carta de menos (p. 13 C56).
Pecar por carta de más o por carta de menos (Covarrubias «carta»).
Covarrubias explica que se emplea «cuando, o se excede, o no se llegó
al justo; es tomado del juego del quince o del ventiuno».
El juego también origina otras formas citadas, entre otros, por
Espinosa, Cervantes y Correas, quienes conservan los vocablos propios
del juego: «carta», «perder» e, incluso en la mayoría de los casos,
«juego»:
Perdió el juego por carta de más. No perderá el juego por carta de más
(Espinosa «carta»).
El vno pecca por carta demás, el otro por carta de menos (Sánchez de la
Ballesta).
Antes se ha de perder por carta de más que de menos (Quijote II 17). En
las cortesías antes se ha de perder por carta de más que de menos
(Quijote II 33). Tanto se pierde por carta de más como por carta de
menos (Quijote II 37). No pierdas por carta de más ni menos (Quijote II
71).
Por carta de más o por carta de menos, se pierden los juegos (Correas
P666).
Tanto se pierde por carta de mas, como por carta de menos (Caro y
Cejudo). Tanto se peca por carta de mas, como por carta de menos
(Caro y Cejudo). Tanto es pasar, como no llegar (Caro y Cejudo,
sinónimo). Tanto es lo demás, como lo de menos (Caro y Cejudo,
sinónimo).
175
Media vida es la candela; pan y vino, la otra media (Correas M776).
Media vida es la candela, y el vino la otra media (Correas M778).
Media vida es la candela; pan y vino, vida entera (Correas M777).
Media vida es la candela, pan y vino la otra media (Requejo).
223. Mensagero soys amigo: non tenêdes culpa, non (p. 40 M63).
Mensajero soys amigo, no mereceys pena no (Sánchez de la Ballesta).
Mensajero sois, amigo; no merecéis culpa, no (Correas M854).
Mesanjero sois amigo, no mereceis pena, no (Caro y Cejudo). Según
explica Caro y Cejudo, «por derecho de las gentes se concede a los
Embaxadores que con salvoconducto vayan con embaxada a los
enemigos, y les dexen volver sin hazerles ofensa alguna».
176
«Miedo guarda viña, que no viñadero» (Santillana 466, Espinosa
«miedo», H. Núñez 4715 bis).
Miedo guarda viña (Refranes glosados IIII 193).
Más guarda la viña el miedo que no el viñadero (H. Núñez 4715).
Miedo guarda viña, que no viñadero, niña (Correas M992). Correas
señala que «añaden “niña” por consonancia, y da buen aviso a las
mozas para su recato y honestidad». Viña guarda miedo, que no
viñador. Viña guarda miedo, que no viñadero (Correas M993).
Miedo guarda viña, que no viñadero (Caro y Cejudo). Mas guarda la
viña el miedo, que no el viñadero (Caro y Cejudo).
Viña guarda miedo, que no viñadero (Requejo).
La comisión de un delito puede evitarse por el temor al castigo.
229. Mucho sabe la Zorra: pero mas, quien la toma (p. 19 C144).
Mucho sabe el rato, pero más el gato (H. Núñez 4981, Correas M1231,
sinónimo).
148
Los albañiles llaman granzas «a unos terroncillos de yeso o cal que
quedan después de haberlo cernido, y son tan duros de moler que dan
más trabajo que hacer otra cosa del edificio» (Correas M1003).
177
Mucho sabe la raposa, pero mas quien la toma (Sánchez de la Ballesta).
Mucho sabe la zorra, pero más el que la toma (Correas M1232).
Correas especifican que «Añaden dos pullas: “cornudo vayas a Roma”,
o “cagajón en tu boca”. “Cornudo” por “hod[ido]”».
Mucho sabe la zorra, pero más sabe quien la toma (Requejo).
233. Muchos son los llamados: y pocos, los escogidos (p. 43 M95).
Muchos son los amigos, y pocos los escogidos (Santillana 473).
149
Componedor: Se dice de quien concierta o prepara algo.
150
Cohonden: echan a perder.
178
Muchos / son los amigos : y pocos los escogidos (Vallés 2557).
Muchos son los amigos, pocos los escogidos (H. Núñez 4952).
Muchos son los llamados y pocos los escogidos (Sánchez de la Ballesta).
Muchos son los amigos y pocos los escogidos (Correas M1272). Correas
explica tanto el motivo de la elección del vocablo «amigo» («porque
pocos salen buenos») como el hecho de que «en otro sentido alude a lo del
Evangelio151: “Muchos son los llamados, y pocos los escogidos y
acetos”».
Muchos son los llamados, y pocos los escogidos (Caro y Cejudo).
151
San Mateo 20, 16; 22, 14.
179
Nadar y nadar, y morir a la orilla; o y ahogar a la orilla (Correas N12).
Nadar, nadar, y a la orilla ahogar (Caro y Cejudo, Requejo). Según
Caro y Cejudo, se refiere a los que consiguen empezar algo y
continuarlo, pero no aciertan a terminarlo.
Alude a quienes desfallecen, tras haber realizado lo más peligroso y
estar a punto de lograr su intento.
243. No ai atâjo, sin trabâjo (p. 5 A65). No ai atâjo: sin trabajo (p.
61 T39).
No ay atajo sin trabajo (Santillana 502, Espinosa «atajo», H. Núñez
5297, Caro y Cejudo).
Atajo quita trabajo (Espinosa «atajo»).
No hay atajo sin trabajo, ni rodeo sin deseo (Correas N678, forma
ampliada).
No hay atajo sin trabajo (Requejo).
244. No ai mal, que por bien no venga (p. 37 M15). No ai mal, que
por bien no venga (p. 45 N14).
No ay mal que no venga bien (Espinosa «mal»).
No ay mal que no venga por bien (Sánchez de la Ballesta).
No hay mal que no venga por bien: catad para quién (Correas N753,
forma ampliada).
No ay mal que no venga por bien (Caro y Cejudo).
No hai mal que por bien no venga (Requejo).
181
No ay mejor çurujano que el bien acuchillado (Sánchez de la Ballesta).
De los escarmentados nacen los arteros (Sánchez de la Ballesta,
sinónimo).
No hay mejor cirujano que el que ha sido acuchillado (Correas N775).
No hay mejor cirujano que el bien acuchillado (Correas N775).
No ay mejor Cirujano, que el bien acuchillado (Caro y Cejudo).
182
No es de vero, lágrimas en la mujer, ni coxquear en el perro (Correas
N547, sinónimo).
183
La fortuna va y viene, por lo que un día pueden darse bien los
negocios y otro no tanto.
184
No es oro todo lo que reluce (Quijote II 33, Correas N599, Caro y Cejudo,
Requejo).
No es oro todo lo que reluce, ni harina lo que blanquea (Correas N580).
152
Capilla, capiello, capillo, capello: «capuchón» de fraile, «mantilla»
o «capucha» portada por las mujeres.
153
Capelo: «sombrero».
185
263. No mentéis la soga: en cassa del ahorcado (p. 41 M67).
En casa del ahorcado : no mientes154 la soga (Vallés 1447).
En casa del ahoracdo no se ha de mentar soga (Sánchez de la Ballesta).
No se ha de mentar la soga en casa del ahorcado (Quijote I 25).
¿Dónde hallaste ser bueno el nombrar la soga en casa del ahorcado?
(Quijote II 28, paremia relacionada temáticamente).
En casa del ahorcado, no se ha de nombrar la soga (Correas E1515). En
casa del ahorcado, ni mentar la soga (Correas E1515).
En casa del ahorcado no se mienta la soga (Requejo).
Ese refrán recomienda no ofender ni molestar a quien tiene alguna
falta notable trayéndola a la memoria.
264. No por mucho madrugar: amaneze mas aîna 155 (p. 36 M7).
Por mucho madrugar no amaneçe mas ayna (Seniloquium 324).
Por mucho madrugar : no amanece / mas ayna (Vallés 3107).
Por mucho madrugar, no amanece más aýna (H. Núñez 6113).
Por mucho madrugar no amanece mas ayna (Sánchez de la Ballesta).
No por mucho madrugar amanece más aína (Correas N1058, Requejo).
Con este refrán se recrimina la demasiada diligencia y el poco reposo
al hacer las cosas.
154
Mientes: de mentar («mencionar», «nombrar»).
155
Aína, aýna, ayna: «presto, aprisa».
156
Ogaño: en el año presente. Se trata de un significado poco usado en
la actualidad, igual que la grafía «ogaño». Hogaño se emplea hoy día
para referirse a la época actual.
157
Enjutas, enxutas: secas.
186
No se toman truchas a manos (bragas) enxutas (Espinosa «trucha»).
Espinosa añade la siguiente explicación: «Esta es muy grand sentençia
y demás de la común sentençia quiere dezir que el que toma truchas no
tiene la conçiençia sana».
No se toman truchas : a bragas enxutas (Vallés 2718).
No se toman truchas a bragas enxutas (H. Núñez 5303).
No se toman truchas} (Quijote II 71).
No se toman truchas a bragas enjutas (Correas N1196).
No se cogen truchas a bragas enjutas (Caro y Cejudo, Requejo).
Si se quiere lograr algo de valor, no queda más remedio que trabajar
y esforzarse por ello.
269. No son todos iguales; como los dedos de las manos (p. 32 I/Y3).
No son todos los dedos iguales (p. 21 D18).
No son todos los dedos de la mano iguales (Correas N1231).
Los dedos de la mano no son iguales (Caro y Cejudo). No son todos los
dedos iguales (Caro y Cejudo).
No son los dedos de la mano iguales (Requejo).
187
271. No son vnos, todos los días (p. 22 D34).
No son todos los días unos (Correas N1232).
188
276. Otro sucederâ: que bueno me hará (p. 58 S33).
Malo vendrá que bueno te hará (Santillana 437).
Malo verná que a mí bueno hará (Espinosa «malo»).
Malo verná que bueno me hará (Valdés 104).
Malo verna : que bueno te hara (Vallés 2601).
Otro verna : que a mi bueno hara (Vallés 2956).
Malo verná que bueno me hará (H. Núñez 4531).
Otro vendrá que a mí bueno hará. Otro vendrá que bueno me hará. Otro
vendrá que buena me hará (Correas O206).
Otro vendrà, que a mi bueno me hará (Caro y Cejudo).
189
281. Perro del hortelano, que ni come las berzas: ni las dexa comer
(p. 49 P43).
El perro del ortolano non come la fruta nin quiere que la coma otro
(Seniloquium 158).
El perro del ortelano, ni come las berças ni las dexa comer (Santillana
282).
El perro del ortelano / ni quiere comer las berças : i que otri coma dellas
(Vallés 1314).
El perro del hortelano, ni come las verças ni las dexa comer al estraño
(H. Núñez 2590, Sánchez de la Ballesta). El perro del hortelano, ni
hambriento ni harto (dexa de ladrar) (H. Núñez 2845, sinónimo).
El perro del hortolano, que ni come las berzas ni las deja comer al
estraño (Correas E1017). El perro del hortelano, que ni quiere las
manzanas para sí ni para el amo; o las berzas (Correas E1016,
sinónimo). El perro del hortolano, que no come las berzas ni quiere que
otro coma de ellas (Correas E1018, sinónimo).
El perro del hortelano, que ni come las verças ni las dexa comer al
estraño (Caro y Cejudo).
Se recrimina a quien ni se beneficia de algo ni deja que se
beneficien los demás.
190
sinónimo). Como explica Correas, «el pescador de caña, que aunque
alguna vez pesque algo de monta, no llega al menester y costa».
Pescador de caña, mas come que gana, si la dicha corre, mas gana que
come (Caro y Cejudo.
191
La pobreza no es vileza, mas es ramo de picardía (Correas L744, forma
ampliada).
La pobreza no es vileza sino ramo de picardía (Caro y Cejudo, forma
ampliada).
Pobreza no es vileza (Requejo).
Esta paremia advierte de que uno no debe avergonzarse por no
poseer bienes.
291. Por dinero, bayla el perro (p. 49 P44). Por el dinero: bayla el
perro (p. 22 D48).
Por el dinero bayla el perro (Seniloquium 340; Santillana 567, Espinosa
«dinero, H. Núñez 6055).
Por el dinero / vayla el perro (Vallés 3077).
Por el dinero baila el perro (H. Núñez 5129).
Por dinero bayla el perro (Sánchez de la Ballesta).
158
Hadas malas: «infortunios», «desgracias».
159
Copo: «mechón o porción de cáñamo, lana, lino o algodón u otra
materia que está en disposición de hilarse» (DLE.
192
Por dinero baila el perro, y por pan si se lo dan (Correas P695). Menea
la cola el can, no por ti, sino por el pan (Correas M838, sinónimo).
Por el dinero baila el perro (Caro y Cejudo).
Por dinero baila el perro (Requejo).
Este refrán critica a quien solo actúa por interés.
294. Por el hilo: se saca el ovillo (p. 31 H23). Por el hilo: se saca el
ovîllo (p. 46 O18).
Por el hilo se saca el ovillo (Espinosa «hilo», Requejo).
Por el hilo sacarás el ovillo, y por lo passado lo no venido (H. Núñez
6083, forma ampliada).
Por el hilo saca el ouillo (Sanchez de la Ballesta).
Por el hilo se saca el ovillo (Quijote I 49). Por el hilo sacaremos el
ovillo (Quijote II 12). Que por ese hilo que está ahí se saque el ovillo de
todo (Quijote I 23).
Por el hilo sacarás el ovillo, y por lo pasado lo no venido (Correas
P718, forma ampliada). Por el hilo se saca el ovillo, Dominguillo
(Correas P719). Por el hilo se saca el ovillo, y no quiero yo decillo
(Correas P720). Correas explica la imagen del refrán: «Suélese rodar un
ovillo debajo de arca u estrado, y por el hilo que deja rastrando se saca
donde está; y “no quiero yo decillo” es aviso recatado».
Por el hilo sacaràs el ovillo, y por lo pasado lo no venido (Caro y
Cejudo).
295. Por feo que sea el hijo: es à su madre, vna pêrla (p. 49 P41).
Quien á feo ama, fermoso le paresçe (Seniloquium 389, sinónimo).
El escarauajo que a sus hijos dize granos de oro (Refranes glosados XI
109, sinónimo).
Quien feo ama hermoso le parece (Espinosa «feo», sinónimo).
Quien feo ama : hermoso / le parece (Vallés 3399, sinónimo). No ay amor
/ feo (Vallés 2735, hiperónimo). El escarauajo / a sus hijos / dize granos
de oro (Vallés 1614, sinónimo).
193
Quien feo ama, hermoso le paresce (H. Núñez 7014, sinónimo).
No hay padre ni madre a quien sus hijos parezcan feos (Quijote II 18,
sinónimo).
Al escarabajo sus hijos le parecen granos de oro fino (Correas A1220,
sinónimo). No hay amor feo si es querido a deseo (Correas N677,
hiperónimo).
Este refrán alude al amor entre padres es hijos y, en general, al amor
auténtico.
296. Por mas que à la môna, la vistan de seda: môna se quêda (p. 42
M83).
Aunque vistan a la mona de seda, mona se queda (Guzmán de
Alfarache VII).
Aunque la mona se vista de seda, mona se queda (Correas A2328,
Requejo).
194
Porfía mata venado, que no luengo160 dardo (Correas P982).
Porfia mata venado, que no ballestero cansado (Caro y Cejudo).
Se aconseja ser constante e insistente ante las dificultades.
160
Luengo: «largo».
195
304. Qual mas, qual mênos: toda la lana, es pelos (p. 34 L4).
Qual mas qual menos, toda la lana es pelo (Seniloquium 418).
Qual más qual menos, toda la lana es pelos (Espinosa «lana»).
Poco / mas / o poco / menos : toda la lana / es pellos (Vallés 3091).
Qual más, qual menos, toda la lana es pelos (H. Núñez 6391).
Qual mal qual menos la lana es pelos (Sánchez de la Ballesta).
Cual más cual menos, toda la lana es pelo (Correas C1163).
Qual mas qual menos, toda la lana es pelos (Caro y Cejudo).
Este refrán indica lo absurdo que resulta elegir entre personas o
cosas iguales o con los mismos defectos.
Mi gozo en un pozo
(dibujo de Prado Fernández Sevilla)
196
305. Quando te dieren la baquilla: acude con la soguilla (p. 20
D10). Quando te dieren la baquilla: acûde con la soguilla (p.
58 S27).
Quando te dan la cochinilla, acorre con la soguilla (Seniloquium 370).
Cuando te dieren la vaquilla, acorre con la soguilla (Santillana 185).
Quando te dieren la gochinilla acorre le con la soguilla (Refranes
glosados XI 234).
Cuando te dieren la vaquilla acude con la soguilla (Espinosa «vaca»).
Quando te dieren la cochinilla acude con la soguilla (Espinosa
«cochinilla», Sánchez de la Ballesta, Caro y Cejudo).
Quando te dieren la vaquilla : corre con la soguilla (Vallés 3235). Quando
te dieren / la cochinilla : corre / con la soguilla (Vallés 3540).
Quando te dieren la cochinilla, acorre con la soguilla (H. Núñez 6305).
Quando te dieren el anillo, pon el dedillo (H. Núñez 6395, sinónimo).
Quando te dieren el buen dado, échale la mano (H. Núñez 6443,
sinónimo). Quando a tu hija le viniere su hado, no aguardes que venga
su padre del mercado (H. Núñez 6325, sinónimo).
Cuando te dieren la vaquilla, corre con la soguilla (Quijote II 4 y 50).
Cuando te dieren la vaquilla, acude con la soguilla (Quijote II 41,
Correas C1454). Si tal vez me sucede que me den la vaquilla, corro con
la soguilla (Quijote II 62).
Cuando te dieren la cochinilla, acorre con la soguilla (Correas C1452).
Cuando te dieren la baquilla, acude con la soguilla (Requejo).
Este refrán aconseja no dejar escapar las oportunidades por
negligencia.
161
https://www.upf.edu/todogongora/poesia/letrillas/102/ [consulta:
marzo de 2019].
162
Paremia de origen bíblico: Eclesiástico 27, 28.
197
Quien escupe : a cielo : en la cara le cae (Vallés 3539). Escopi al cielo /
y caer os ha en la cara (Vallés 1513).
Quien al cielo escupe, en la cara le cae (H. Núñez 6841).
Quien escupe al cielo en el rostro le cae (Sánchez de la Ballesta).
Escupí al cielo, y cayóme en la cara (Correas E2258, sinónimo).
Escupes al cielo y te cae en los ojos (Requejo).
Quien no respeta a los superiores seguramente recibirá un castigo.
308. Quien bien quiere à Beltran: bien quiere à su can (p. 12 C38).
Quien bien quiere á Beltran, bien quiere á su can (Seniloquium 383).
Quien bien quiere a Beltran, bien quiere a su can (Santillana 585, Caro
y Cejudo).
Quien bien quiere a beltrán: bien quiere a su can (Refranes glosados
VII 246).
Quien bien quiere a Beltrán, bien quiere a su can (Espinosa «Beltrán»,
Valdés 137, H. Núñez 6842, Correas Q206, Requejo).
Quien / bien quiere beltran : bien quiere / a su can (Vallés 3333).
Quien ama a alguien siente afecto por todo lo que está relacionado
con él.
198
puesto el cuidado en vna cosa antojárseles ser lo que desean todo lo que
encuentran».
Quien bueyes ha perdido, cencerros oye (Requejo).
Del mismo modo que quien piensa que ha localizado la res perdida
por haber oído un sonido parecido al cencerro, hay quien desea algo
tanto que se hace ilusiones injustificadas.
311. Quien calla, otôrga (p. 12 C30). Quien calla: otôrga (p. 46
O17).
Quien calla : otorga (Vallés 3352).
Quien calla otorga (Espinosa «callar», Caro y Cejudo, Requejo).
Quien calla, otorga (H. Núñez 7168, Correas Q250).
199
314. Quien come las maduras: côma las crudas (p. 23 D63).
Véase también «Con las duras, con las maduras» (p. 36 M8).
Quien coma las duras coma las maduras (Seniloquium 372).
Quien come las duras : come las maduras (Vallés 3355).
Quien come las duras, come las maduras (H. Núñez 6749). El que come
las duras, comerá las maduras (H. Núñez 2870).
El que come las duras, coma se las maduras (Sánchez de la Ballesta).
Quien come las duras coma las maduras (Sánchez de la Ballesta). Quien
solo se come su gallo solo se ensilla su cauallo (Sánchez de la Ballesta).
Quien come las duras, comerá las maduras. Quien come las duras, coma
las maduras (Correas Q283).
El que come las duras, coma las maduras. El que come las duras,
comerá las maduras (Correas E1098).
Quien come las duras coma las maduras (Caro y Cejudo). Quien come
la carne, que roa el huesso (Caro y Cejudo, sinónimo). Según Caro y
Cejudo, «el que participa de el trabajo, es justo que participe del
descanso, y provecho, y por el contrario».
Quien come las maduras, que coma las duras (Requejo).
Este refrán indica que se debe estar preparado tanto para lo bueno
como para lo malo, en particular para los disgustos.
200
¿Quién es tu enemigo (sino) onbre de tu ofiçio? (Espinosa «oficio»).
Esse / es tu enemigo : ques de tu officio (Vallés 1512). Quien es tu
enemigo : el hombre de tu officio (Vallés 3541).
¿Quién es tu enemigo? – Hombre de tu officio (H. Núñez 7010).
Quien es tu enemigo? el de tu oficio (Caro y Cejudo).
163
Cazcarrio, cazcarria, cascarria = «lodo o barro que se coge y seca en
la parte de la ropa que va cerca del suelo» (DLE).
201
Quien hace un cesto hará ciento, si tiene mimbres y tiempo, ita, padre
Coloma (Correas Q400, réplica). Quien hace un cesto hará ciento, y si
tiene mimbres y tiempo, un cuento (Correas Q400, réplica).
Quien haze un cesto hará ciento (Caro y Cejudo). Quien una vez hurta,
fiel nunca (Car y Cejudo, sinónimo).
Quien hace un cesto hará ciento (Requejo).
Quien hace algo, más bien algo perjudicial, es capaz de repetirlo
más de una vez o de pensar en hacer otros semejantes.
324. Quien malas mañas hâ: tarde, ô nunca, las perderâ (p. 37
M20).
Quien malas maña ha, tarde o nunca las perderá (Espinosa «maña»).
Quien malas mañas ha : tarde / o nunca las perderá (Vallés 3420).
Quien malas mañas ha, tarde o nunca las perderá (H. Núñez 6793bis,
Correas Q458, Requejo).
Quien malas mañas ha, tarde, ò nunca las perderà (Caro y Cejudo). Quien
malas mañas tiene en cuna, ò las pierdes tarde, ò nunca (Caro y Cejudo).
164
Cogonbro, cohombro, cogombro: variedad de pepino.
202
325. Quien miente: ha de tener gran memoria. = ô, el mentir: pide
gran cuenta (p. 40 M65)
El que miente ha menester mucha memoria y parar miente (Correas
E1154). El mentiroso ha de ser memorioso; o ha menester mucha
memoria (Correas E839).
203
331. Quien no se aventûra, no hâ ventura (p. 5 A68).
Quien no (se) aventura no prende (Espinosa «aventura»). Quien no se
aventura no medra (Espinosa «aventura»).
Quien no se auentura : no ha ventura (Vallés 3570).
Quien se aventura Dios le ayuda (Sánchez de la Ballesta).
Quien no se aventura, no ha ventura (Caro y Cejudo). Quien no se
aventura, no passa la mar (Caro y Cejudo, sinónimo).
204
Este refrán recomienda no despistarse porque pasan con mucha
rapidez las ocasiones para conseguir algo.
205
Quien tiene el tejado de vidrio, no tire piedras al de su vecino (Correas
Q784).
Quien tiene el tejado de vidrio no tire piedras al de su vecino (Requejo).
Es conveniente remediar las faltas propias antes que las ajenas.
206
344. Raton, que no sabe mas que vn horado165: presto lo coge el
gato (p. 54 R3).
Al mur166 que no sabe sino un agugero, presto lo toma el gato (Valdés
18).
Al raton / que sabe mas de vn horado / aquel atapado167 : presto le toma
el gato (Vallés 127).
Ratón que no sabe más de un horado, presto le toma el gato (H. Núñez
7188).
Ratón que sabe más de un horado, aquel tapado presto le toma el gato
(Correas R21).
Ratón que no sabe mas que vn horado, presto es caçado (Caro y
Cejudo). El mur que no sabe mas de vn horado, presto le toma el gato
(Caro y Cejudo).
165
Horado: «agujero».
166
Mur: «ratón».
167
Atapado: «tapado».
168
Poridad: «verdad».
207
346. Ruin sea el postrero (p. 52 P75).
Ruin sea el postrero (Caro y Cejudo; Requejo; Rodríguez Marín t. 1).
208
Quien no sabe orar : metase / en la mar (Vallés 3446).
Si quieres aprender a orar, entra en la mar (H. Núñez 7468).
209
358. Somos Griegos, ô nò nos entendemos? (p. 29 G29).
Somos gallegos, y no nos entendemos (H. Núñez 7668).
O somos gallegos, o no nos entendemos (Correas O42). O somos
griegos, o no nos entendemos (Correas 042).
359. Soñava el ciego que veîa: soñava lo que querîa (p. 14 C73).
Soñó el ciego que veýa, y soñava lo que quería (H. Núñez 7634).
Soñaua el ciego que via [sic], y soñaua lo que quería (Sánchez de la
Ballesta).
Soñaba el ciego que vía, y soñaba lo que quería (Correas S898).
169
Piache: «piaste», de «piar».
210
Se dice esta frase para indicar que se llega tarde, que se habla o se
reacciona cuando la ocasión ha pasado.
170
Nublo: nublado.
211
367. Toda es buena gente: mas mi capa, no parece (p. 13 C47).
Toda es buena gente, mas mi capa no parece (Correas T337, Requejo).
Todos son honrados, mas mi capa no parece (Correas T337). «Nota que
entre buenos, con faz de honrado hay alguno malo».
171
Rocín: caballo de escaso valor.
212
mandalde que baile (Correas C1060). Cornudo y apaleado, mandarle
bailar (Correas C1060).
213
377. Vino por lana: bolviô trasquilâdo (p. 9 B41). Vino por lana: y
volviô trasquilado (p. 34 L5).
Fué por lana y vino trasquilado (Seniloquium 194).
Ir por lana y venir trasquilado (Espinosa «lana»).
Ir por lana y bolver trasquilado (Valdés 94). Yendo por lana, avéis
tornado trasquilado (Valdés 94).
Venir por lana : y voluer tresquilado (Vallés 4096).
Iréis por lana y vendréis tresquilada (H. Núñez 3772).
Fue por lana y vino tresquilado (Sánchez de la Ballesta). Vays por lana y
vernys tresquilado (Sánchez de la Ballesta).
Muchos van por lana y vuelven tresquilados (Quijote I 7). Tal suele venir
por lana que sale trasquilado (Quijote II 14). Vendrán por lana y saldrán
trasquilados (Quijote II 43). No querría que fuese por lana y volviese
trasquilada (Quijote II 67).
Ir por lana y volver trasquilado (Correas I31). El carnero encantado, que
fue por lana y volvió trasquilado (Correas E335).
Fue por lana y vino tresquilado (Carlo y Cejudo). Según Caro y Cejudo,
«Tuvo origen el adagio de un ladron que queriendo quitar a otro la
comida fue despojado de la capa por el otro».
Vino por lana y volvió trasquilado (Requejo).
Esta locución proverbial se dice de alguien que ha salido
escarmentado o perjudicado al querer conseguir un beneficio para él.
172
Pepita: «tumor que las gallinas suelen tener en la lengua, y no las
deja cacarear» (DLE).
214
Vizcaíno necio, tarazón173 de en medio (Covarrubias «tarazón», Correas
V353).
173
Tarazón: «Trozo que se corta de lo que está entero, como del
pescado» o de la carne (Covarrubias «tarazón»). Covarrubias explica la
historia que originó esta paremia: «estaban los tres a una mesa y
concertáronse los castellanos de burlar al vizcaíno, y dijo el uno: “Yo
no como cabeza”, y el otro: “Yo tampoco como cola”; el vizcaíno tomó
la trucha y dividióla en tres tarazones, y dijo: “Tú, que no comes cola,
come cabeza, y tú, que no comes cabeza, come cola; vizcaíno necio,
juras a Dios, tarazón de en medio».
215
384. Vna Alma sola, ni canta, ni llôra (p. 3 A35).
Vna alma sola ni canta ni llora (Santillana 697).
Un alma / sola : ni canta : ni llora (Vallés 4163).
Un alma sola ni canta ni llora (Requejo).
216
Una golondrina no hace verano (H. Núñez 8158). Ni un dedo haze
mano, ni una golondrina verano (H. Núñez 5231, forma ampliada).
Una golondrina sola no hace verano (Quijote I 13).
Una golondrina no hace verano, ni una sola virtud bienaventurado
(Correas U103, forma ampliada).
Vna golondrina no haze Verano (Caro y Cejudo). Ni un dedo haze
mano, ni vna golondrina verano (Caro y Cejudo, forma ampliada).
Así como el hecho de que llegue una golondrina no significa el
inicio de la primavera, un hecho aislado no permite hacer una
afirmación con carácter general.
174
Vayo, bayo: caballo cuyo pelo es de color blanco amarillento.
217
392. Ya que no eres casto, porque no eres cauto? (p. 14 C64).
Si no eres casto, sé cauto (Correas S497).
Ya que no seas casto, sé cauto (Requejo).
218
RELACIÓN ALFABÉTICA
DE LAS PAREMIAS CASTELLANAS
EN SU FORMA ACTUALIZADA
Dado que la colección anónima data del siglo XVI, cierra este
libro una relación alfabética de las paremias castellanas de
carácter popular en su forma actualizada, teniendo en cuenta para
ello las indicaciones ortográficas de la Real Academia Española
(2010), como la supresión de la coma tras el sujeto existente en
muchos refranes.
En esta relación, se incluye también en cursiva la forma
vigente cuando difiere de la paremia registrada en la colección
anónima. Para averiguarla, nos hemos basado en la sección «El
refranero hoy» de la revista Paremia, el Refranero multilingüe
(Instituto Cervantes) y en encuestas realizadas a un número
representativo de informantes.
220
Aunque me cortaron las faldas, me quedaron las mangas (n.º 52, p. 37
M26).
Bachiller de tibi quoque (n.º 54, p. 6 B1).
Becerra mansa, todas las vacas mama (n.º 55, p. 38 M33).
Bien canta Marta, después de harta (n.º 56, p. 12 C41).
Bien no es conocido, hasta que es perdido (n.º 58, p. 7 B20).
Bien vengas mal, si vienes solo (n.º 57, p. 36 M13).
¿Bobo soy? Métame el dedo en la boca (n.º 59, p. 8 B26).
Buen corazón, quebranta mala ventura (n.º 60, p. 18 C135).
Buen hombre, pero mal sastre (n.º 61, p. 9 B53).
Buenas son mangas, después de Pascua (n.º 62, p. 37 M23).
Burlas de manos, burlas de villanos (n.º 63, p. 9 B54).
Buscas cinco pies al gato y no tiene sino cuatro (n.º 64, p. 19 B60).
Cada buhonero, alaba sus agujas (n.º 65, p. 10 C10).
Cada cosa, en su tiempo (n.º 66, p. 11 C14).
Cada día olla amarga el caldo (n.º 67, p. 10 C11).
Cada gallo canta en su gallinero (n.º 68, p. 10 C12).
Cada loco con su tema (n.º 69, p. 11 C13).
Cada uno con su igual (n.º 70, p. 32 I/Y2).
Cada uno en su arte (n.º 72, p. 11 C15).
Cada uno estornuda como Dios le ayuda (n.º 75, p. 25 E31 y p. 11 C23).
Cada uno habla como quien es (n.º 76, p. 11 C19).
Cada uno habla de la feria como le va en ella (n.º 77, p. 26 F4).
Cada uno vende con su tono (n.º 78, p. 62 V8).
Cada uno, con su pareja (n.º 71, p. 11 C16). Cada oveja con su pareja.
Cada uno, en su negocio, no es bobo (n.º 73, p. 11 C21).
Cada uno, es rey en su casa (n.º 74, p. 11 C22). Cada uno en su casa es
rey.
Caldo de zorra, que está frío y quema (n.º 79, p. 12 C29).
Candil sin mecha no aprovecha (n.º 80, p. 39 M52).
Cantar mal y porfiar (n.º 81, p. 12 C42).
Casarás y amansarás (n.º 82, p. 13 C61).
Cedacico nuevo tres días en estaca (n.º 83, p. 14 C72).
Cobra buena fama y échate a dormir (n.º 84, p. 23 D56).
Cochite hervite (n.º 85, p. 16 C101).
Codicia rompe el saco (n.º 86, p. 16 C102). La codicia rompe el saco.
Comido por servido (n.º 87, p. 57 S21). Lo comido por lo servido.
Con agua pasada no muele molino (n.º 88, p. 42 M82). Agua pasada no
mueve molino.
221
Con las duras, las maduras (n.º 89, p. 36 M8). Estar a las duras y a las
maduras.
Cría cuervos y te sacarán los ojos (n.º 90, p. 19 C146).
Cual es Beltrán, tal es su can (n.º 302, p. 54 Q1).
Cual la madre, tal la hija (n.º 303, p. 34 M4). Cual la madre, tal la hija
(y la manta que las cobija).
Cual más cual menos, toda la lana es pelos (n.º 304, p. 34 L4).
Cuando la barba de tu vecino vieres pelar, echa la tuya a remojar (n.º
91, p. 7 B10). Cuando las barbas de tu vecino veas pelar, pon las
tuyas a remojar. Las barbas de tu vecino.
Cuando te dieren la vaquilla, acude con la soguilla (n.º 305, p. 20 D10 y
p. 58 S27).
Cuantos hombres, tantos pareceres (n.º 306, p. 48 P20).
Dad el consejo y el vencejo (n.º 92, p. 62 V5).
Dádivas quebrantan peñas (n.º 93, p. 20 D15).
De cola de puerco, nunca buen virote (n.º 94, p. 64 V32).
De corsario a corsario, solo se llevan los barriles (n.º 95, p. 18 C140).
De do menos piensas, salta la liebre (n.º 96, p. 21 D19). Donde menos
se piensa salta la liebre.
De esos polvos, vienen estos lodos (n.º 97, p. 51 P70).
De este pelo, ni gato ni perro (n.º 98, p. 48 P31).
De fuera vendrá, quien de casa nos echará (n.º 99, p. 21 D20).
De lo contado, lleva el gato (n.º 100, p. 17 C123). De lo contado lleva
el lobo.
De los enemigos, los menos (n.º 101, p. 24 E5).
De mal, el menos (n.º. 110, p. 36 M14).
De manos a boca, se pierde la sopa (n.º 102, p. 38 M31).
De su sombra, se espanta (n.º 103, p. 25 E24).
Debajo de mala capa, hay un buen bebedor (n.º 104, p. 13 C46).
Debajo del sayal, ¿hay tal? (n.º 105, p. 57 S13).
Del agua mansa, me libre Dios (n.º 106, p. 38 M32). Del agua mansa
me libre Dios, que de la brava me libro yo.
Del cuero, salen las correas (n.º 107, p. 19 C155).
Del dicho al hecho, hay gran rato (n.º 108, p. 22 D40). Del dicho al
hecho hay gran trecho.
Del mal pagador, siquiera en paja (n.º 109, p. 47 P7).
Del monte sale, lo que al monte quema (n.º 111, p. 42 M85).
Del pan de mi compadre, buen zatico a mi ahijado (n.º. 112, p. 14 C68).
Derramador de la harina, y allegador de la ceniza (n.º 44bis, p. 30 H14).
Después de vendimias, cuévanos (n.º 113, p. 62 V9).
222
Dijo el cazo a la sartén, quítate allá negra (n.º 117, p. 10 C9). Dijo la
sartén al cazo: ―¡Quítate ¡Qué me tiznas!
Dime con quién andas (o fueres), direte quién eres (n.º 114, p. 4 A49).
Dime con quién andas y te diré quién eres.
Dios consiente, pero no para siempre (n.º 115, p. 23 D52).
Dios me dé contienda, con quien me entienda (n.º 116, p. 17 C127).
Do fuerza hay, derecho se pierde (n.º 118, p. 27 F18).
Donde hay gana, hay maña (n.º 119, p. 27 G6).
Donde las dan, las toman (n.º 121, p. 20 D6).
Donde no está el dueño, ahí está el duelo (n.º 122, p. 23 D61).
Donde pensáis haber [que hay] tocinos, no hay estacas (n.º 123, p. 61
T29).
Donde una puerta se cierra, otra se abre (n.º 124, p. 53 P93).
Dos veces da, quien presto da (n.º 125, p. 20 D9). Quien da primero da
dos veces.
Duro está el alcacer para zampoñas (n.º 126, p. 3 A27).
El amigo, hasta el altar (n.º 127, p. 4 A43).
El asno muerto, la cebada a la cola (o al rabo) (n.º 128, p. 5 A63). A
burro muerto, la cebada al rabo.
El conejo ido y el consejo venido (n.º 129, p. 17 C120).
El mentir pide gran cuenta (n.º 325bis p. 40 M65).
El ojo del amo engorda al criado (o al caballo) (n.º 130, p. 46 O10). El
ojo del amo engorda al caballo.
El pan comido y la compañía deshecha (n.º 131, p. 4 A45). El pan
comido, la compañía deshecha (n.º 131 bis, p. 47 p15).
El que a su enemigo popa, en sus manos muere (n.º 132, p. 24 E4).
El que dice la copla, ese la hace (n.º 134, p. 18 C134).
El que las sabe las tañe (n.º 133, p. 59 T4).
El secreto de Anchuelo (n.º 135, p. 57 S14).
El tiempo enseña mucho (n.º 136, p. 60 T25).
El tiempo lo cura todo (n.º 137, p. 60 T23). También se dice El tiempo
todo lo cura.
El tiempo lo dirá (n.º 138, p. 60 T24).
El tiempo y la razón todo lo curan (n.º137bis, p. 60 T23).
El vino bueno no ha menester pregonero (n.º 139, p. 64 V30).
En abril, aguas mil (n.º 140, p. 2 A13).
En achaque de trama, acá está mi ama (n.º 141, p. 61 T41).
En boca cerrada, no entra mosca (n.º 142, p. 8 B34). En boca cerrada
no entran moscas.
En burlas ni en veras, con tu amo no partas peras (n.º 143 p. 4 A46).
223
En cada tierra, su uso (n.º 144, p. 64 V42).
En casa del herrero, cuchillo de mangorrero (n.º 145, p. 31 H21). En
casa del herrero, cuchillo de palo.
En casa llena, presto se guisa la cena (n.º 146, p. 13 C57).
En el arca abierta, el justo peca (n.º 147, p. 45 O2bis).
En el cuerpo, el diablo y en la mano, el rosario (n.º 148, p. 31 H25).
En lo sembrado, no metas tu ganado (n.º 149, p. 57 S16).
En manos está el pandero, que le sabrá bien tocar (n.º 150, p. 47 P17).
En mentando al ruin de Roma, luego asoma (n.º 151, p. 40 M64).
Hablando del rey de Roma, por la puerta asoma.
En ruin ganado, poco hay que escoger (n.º 152, p. 24 E15).
En tiempo de higos, no hay amigos (n.º 153, p. 4 A41).
En tierra de los ciegos, el tuerto es rey (n.º 154, p. 14 C74). En el país
de los ciegos, el tuerto es rey.
Es el huésped como el pez, que a los tres días hiede (n.º 155, 32 H33).
El huésped y el pece, a los tres días hiede/huele.
Esas son otras quinientas (n.º 156, p. 54 Q7).
Ese es rey, que no ve al rey (n.º 157, p. 55 R1).
Hábito no hace al monge (n.º 158, p. 29 H1). El hábito no hace al
monge.
Hablen cartas y callen barbas (n.º 159, p. 7 B11).
Habló el buey y dijo mu (n.º 160, p. 9 B47).
Haceos miel y os comerán las moscas (n.º 161, p. 41 M76).
Haya buena cuenta y no parezca blanca (n.º 53, p. 17 C125).
Hazme la barba, harete el copete (n.º 162, p. 7 B9).
Hijo eres y padre serás, cual hicieres, tal habrás (n.º 163, p. 31 H24).
Hombre apercibido vale por dos (n.º 164, p. 5 A56). Hombre prevenido
/ precavido vale por dos.
Huyendo de las brasas, cayó en el fuego (n.º 165, p. 32 H41).
Ira de hermanos, ira de diablos (n.º 166, p. 33 I/Y5).
Irse han los huéspedes y comeremos el gallo (n.º 167, p. 27 G3).
Jura mala en mala piedra caiga (n.º 168, p. 33 I/Y12).
Justicia, pero no por mi casa (n.º 169, p. 33 I/Y 14).
La buena portada honra la casa (n.º 170, p. 52 P74).
La diligencia es madre de la buena ventura (n.º 171, p. 22 D47).
La letra con sangre entra (n.º 172, p. 34 L14).
La mala lengua, ella se degüella (n.º 173, p. 34 L11).
La más cuerda (mujer) de lana (n.º 174, p. 19 C154).
La mayor jornada es hasta salir de casa (n.º 175, p. 33 I/Y6).
La mucha conversación es causa de menosprecio (n.º 176, p. 18 C132).
224
La mujer y a la pera, la que calla es buena (n.º 177, p. 49, P38).
La noche es capa de pecadores (n.º 178, p. 13 C45).
La ocasión hace al ladrón (n.º 179, p. 45 O2).
La sobrecarga mata, que no la carga (n.º 180, p. 13 C51).
La soga quiebra por lo más delgado (n.º 181, p. 54 Q2).
La verdad aunque adelgaza no quiebra (n.º 182, p. 63 V15).
Las paredes tienen oídos (n.º 183, p. 48 P22).
Las virtudes consisten en el medio (n.º 184, p. 39 M54). En el medio
está la virtud.
Lleváos vos marido la artesa, que yo me llevaré el cedazo (n.º 185, p.
14 C71).
Lo mal ganado, se lo lleva el diablo (n.º 186, p. 27 G8).
Lo que ha de cantar el carro canta la carreta (n.º 187, p. 13 C54).
Lo que mal comienza mal acaba (n.º 188, p. 17 C114). Lo que mal
empieza mal acaba.
Lo que no es necesario de balde es caro (n.º 189, p. 44 N9). Lo barato
sale caro.
Lo que se quiere la mona piñoncicos mondados (n.º 190, p. 42 M84).
Lo que se usa no se excusa (n.º 191, p. 25 E19).
Lo que todos dicen es o quiere ser (n.º 192, p. 21 D28).
Lobo y la vulpeja, ambos son de una conseja (n.º 193, p. 35 L25).
Loco, por la pena, es cuerdo (n.º 194, p. 35 L27).
Los duelos, con pan, son menos (n.º 195, p. 47 P10). Duelos, con pan,
son menos (n.º 195bis, p. 23 D62).
Mal de muchos, consuelo de bobos (mejor dijera) consuelo de discretos
(n.º 196, p. 36 M10). Mal de muchos, consuelo de tontos.
Mal por mal, estese Pedro en casa (n.º 198, p. 37 M18).
Mal que quieren mis comadres, porque digo las verdades (n.º 197, p. 16
C107).
Mal trae los dedos para organista (n.º 199, p. 46 O15).
Mala noche y parir hija (n.º 200, p. 45 N22)
Más cerca está la camisa que el sayo (n.º 201, p. 12 C37).
Más cerca están mis dientes que mis parientes (n.º 202, p. 38 M41 y p.
22 D43).
Más días hay que longanizas (n.º 203 p. 22 D37 y p. 39 M42). Hay más
días que longanizas.
Mas es el ruido que las nueces (n.º 204, p. 45 N24). Más es / Es más el
ruido que las nueces.
Más quiero estar solo que mal acompañado (n.º 205, p. 58 S30). Mejor
estar solo que mal acompañado.
225
Mas quiero vaca en paz que pollos con agraz (n.º 206, p. 38 M40).
Más sabe el necio en su casa que el cuerdo en la agena (n.º 207, p. 39
M46).
Más vale a quien Dios ayuda que quien mucho madruga (n.º 220, p. 36
M6).
Más vale cola de besugo que cabeza de sardina (n.º 208, p. 38 M39bis).
Más vale cortar que desatar (n.º 209, p. 39 M49).
Más vale maña que fuerza (n.º 210, p. 37 M21).
Más vale pájaro en mano que buitre volando (n.º 211, p. 48 P25). Más
vale pájaro en mano que ciento volando.
Más vale pecar por carta de más (n.º 221, p. 39 M45). Más vale pecar
por carta de más que por carta de menos. Más vale pasarse que no
llegar.
Más vale poco y bueno que mucho y malo (n.º 212, p. 39 M51).
Más vale saber que haber (n.º 213 p. 39 M47).
Más vale salto de mata que ruego de buenos (n.º 214, p. 32 H40).
Más vale tarde que nunca (n.º 215 p. 59 T6).
Más vale un testigo de vista que ciento de oídas (n.º 217, p. 60 T19).
Más vale un toma que dos te daré (n.º 218, p. 39 M44 y p. 61 T53).
Más vale una abeja que mil moscas (n.º 219, p. 38 M39).
Más vale vergüenza en cara que mancilla en el corazón (n.º 216, p. 63
V17). Más vale ponerse una vez ‘colorao’ que ciento amarillo.
Media vida es la candela, pan y vino la otra media (n.º 222, p. 12 C40).
Mensajero, sois amigo, no tenéis culpa, no (n.º 223, p. 12 C40).
Meter aguja y sacar reja (n.º 224, p. 41 M71).
Mi gozo en el pozo (n.º 225, p. 28 G21). Mi (Nuestro) gozo en el pozo.
Miedo guarda la viña, que no el viñadero (n.º 226, p. 41 M74).
Mientras que descansas, májame esas granzas (n.º 227, p. 29 G27).
Mozo vergonzoso, el diablo llevó a palacio (n.º 228, p. 63 V16).
Mucho sabe la zorra, pero más quien la toma (n.º 229, p. 19 C144).
Mucho va de Pedro a Pedro (n.º 230, p. 43 M94 y p. 33 I10).
Muchos componedores descomponen la novia (n.º 231, p. 17 C116).
Muchos poquitos hacen un mucho (n.º 232, p. 43 M95).
Muchos son los amigos: y pocos, los escogidos (n.º 233, p. 43 M95)
Muera Marta y muera harta (n.º 234, p. 42 M87).
Músico de Arganda, diez porque lo deje y cuatro porque taña (n.º 235,
p. 43 M102).
Nadar nadar y morir a la orilla (n.º 236, p. 44 N3).
Nadie diga de esta agua no beberé (n.º 237, p. 7 B17).
Nadie preste porque o al amigo o el dinero pierde (n.º 238, p. 52 P80).
226
Nadie puede contentar a todos (n.º 239, p. 18 C190).
Nadie puede servir a dos señores (n.º 240, p. 57 S19).
Necesidad (La) hace a la vieja trotar (n.º 241, p. 44 N6).
Ni es carne ni pescado (n.º 242, p. 13 C53).
No dan morcilla a quien no mata puerco (n.º 252, p. 42 M86).
No diga la boca con que pague la coca (n.º 253, p. 8 B33).
No digáis ‘vieja fue y no se coció’ (n.º 254, p. 64 V27).
No es cada día santa María (n.º 255, p. 22 D36).
No es la miel para la boca del asno (n.º 256, p. 5 A62). No se hizo la
miel para la boca del asno.
No es por el huevo mas por el fuero (n.º 257, p. 27 F19). No lo hê por el
huevo: mas por el fuêro. (n.º 257bis, p. 32 H36).
No es tan bravo el león como lo pintan (n.º 258, p. 34 L13).
No es todo oro lo que reluce (n.º 259, p. 45 N21). No es oro todo lo que
reluce.
No extendáis la pierna más de hasta donde llega la sábana (n.º 260, p.
25 E29).
No hay atajo sin trabajo (n.º 243, p. 5 A65 y p. 61 T39).
No hay mal que por bien no venga (n.º 244, p. 37 M15 y p. 45 N14).
No hay mejor cirujano que el bien acuchillado (n.º 245, p. 2 A20).
No hay mula sin tacha (n.º 246, p. 43 M100).
No hay peor sordo que el que no quiere oír (n.º 247, p. 58 S32).
No hay plazo que no se llegue (n.º 248, p. 51 P61).
No hay que hacer caso de lágrimas de mujer (n.º 249, p. 34 L3).
No hay tal cosa como un buen amigo (n.º 250, p. 4 A44).
No hay tal haber como el saber (n.º 251, p. 56 S5).
No la hagas y no la temas (n.º 261, p. 30 H1).
No lo quiero, más echádmelo en la capilla (n.º 262, p. 54 Q5).
No mentéis la soga en casa del ahorcado (n.º 263, p. 41 M67).
No por mucho madrugar amanece más aîna (n.º 264, p. 36 M7). No por
mucho madrugar amanece más temprano.
No por un mal año dejes de sembrar hogaño (n.º 265, p. 45 N15).
No puede ser todo perfecto (n.º 266, p. 49 P40). No todo es perfecto.
Nada es perfecto.
No se cogen truchas a bragas enjutas (n.º 267, p. 62 47). No se toman
truchas a bragas enjutas (n.º 267bis, p. 9 B45). No se pescan/se
cogen truchas a bragas enjutas.
No se hace la boda de hongos (n.º 268, p. 8 B36). No se hace la fiesta
de hongos (n.º 268bis, p. 8 B36).
227
No son todos iguales, como los dedos de las manos (n.º 269bis, p. 32
I/Y3).
No son todos los dedos iguales (n.º 269, p. 21 D18).
No son todos los tiempos unos (n.º 270, p. 60 T21).
No son unos todos los días (n.º 271, p. 22 D34).
No tiene más memoria que de la primera camisa que se vistió (n.º 272,
p. 40 M60).
Nuevo cedazo nueva estaca pide (n.º 273, p. 45 N25).
Nunca más perro al molino (n.º 274, p. 50 P47).
Ojos que no ven corazón que no quebrantan (n.º 275, p. 46 O9). Ojos
que no ven corazón que no siente.
Otro sucederá que bueno me hará (n.º 276, p. 58 S33). Otro vendrá que
bueno me hará.
Palabras y plumas, el viento las lleva (n.º 277, p. 47 P8). Las palabras
se las lleva el viento.
Pan por pan y vino por vino (n.º 278, p. 47 P16).
Pensé que Anesque y Burreque eran primos hermanos (n.º 279, p. 49
P33).
Pereza nunca hizo cosa buena (n.º 280, p. 49 P39).
Perro del hortelano, que ni come las berzas ni las deja comer (n.º 281, p.
49 P43). El perro del hortelano… El perro del hortelano ni come ni
deja comer.
Perro ladrador pocas veces muerde (n.º 282, p. 49 P42). Perro ladrador
poco mordedor.
Perro que mucho ladra poco muerde (n.º 283, p. 34 L1).
Pescador de caña más come que gana (n.º 284, p. 50 P48).
Piedra movediza no la cubre moho (n.º 285, p. 50 P55). Piedra
movediza, moho no cobija.
Piensa el ladrón ser todos de su condición (n.º 286, p. 34 L2 y p. 49
P34). Piensa el ladrón que todos son de su condición.
Pobreza no es vileza, mas es ramo de picardía (n.º 287, p. 51 P65).
Pocas son las hadas malas (n.º 288, p. 30 H8).
Poco a poco hila la vieja el copo (n.º 289, p. 51 P66).
Pone uno la mano donde le duele (n.º 290, p. 38 M30).
Por carta de más (n.º 221bis, p. 13 C55).
Por carta de menos (n.º 221ter, p. 13 C56).
Por dinero, baila el perro (n.º 291, p. 49 P44 y p. 22 D48). Por el interés
te quiero Andrés.
Por do quiera hay un pedazo de mal camino (n.º 292, p. 12 C36).
228
Por do salta la cabra va el que la mama (n.º 293, p. 10 C5).
Por el hilo se saca el ovillo (n.º 294, p. 31 H23 y p. 46 O18).
Por feo que sea el hijo, es a su madre una perla (n.º 295, p. 49 P41).
Por más que a la mona la vistan de seda, mona se queda (n.º 296, p. 42
M83). Aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Por mucho pan, nunca mal año (n.º 297, p. 47 P11).
Porfía mata la caza (n.º 298, p. 10 C6).
Pregona vino y vende vinagre (n.º 299, p. 62 V6).
Principio quieren las cosas (n.º 300, p. 52 P85).
Puso un huevo y ese huero (n.º 301, p. 32 H37).
Quien al cielo escupe en la cara le cae (n.º 307, p. 25 E17).
Quien bien quiere a Beltrán bien quiere a su can (n.º 308, p. 12 C38).
Quien bueyes ha perdido cencerro se le antojan (n.º 309, p. 14 C77).
Quien busca halla (n.º 310, p. 10 B59).
Quien calla otorga (n.º 311, p. 12 C30).
Quien calla piedras apaña (n.º 312, p. 12 C31).
Quien canta sus males espanta (n.º 313, p. 12 C43).
Quien come las maduras coma las crudas (n.º 314, p. 23 D63). Estar a
las duras y a las maduras.
Quien da recibe (n.º 315, p. 20 D14).
Quien es ruin en su villa es ruin en Castilla (n.º 316, p. 56 R28).
¿Quién es tu enemigo? El de tu oficio (n.º 317, p. 24 E4)
Quien guarda halla (n.º 319, p. 30 H9).
Quien guarda la boca excusa la sangría (n.º 318, p. 8 B32).
Quien hace mal espere otro tal (n.º 320, p. 30 H15).
Quien hace un cesto hará ciento (n.º 321, p. 15 C85). Quien hace un
cesto hace ciento (si le dan mimbre y tiempo).
Quien hizo el cohombro que lo lleve al hombro (n.º 322, p. 16 C10).
Quien mal pleito tiene mételo a voces (n.º 323, p. 51 P64).
Quien malas mañas ha tarde o nunca las perderá (n.º 324, p. 37 M20).
Quien miente ha de tener gran memoria (n.º 325, p. 40 M65).
Quien mucho abarca poco aprieta (n.º 326, p. 1 A12).
Quien no cree a buena madre crea a mala madrastra (n.º 327, p. 36 M5).
Quien no entra y saca poco halla (n.º 328, p. 56 S8).
Quien no puede andar que corra (n.º 329, p. 4 A48).
Quien no sabe lo que es guerra, vaya a ella (n.º 330, p. 29 G30).
Quien no se aventura no ha ventura (n.º 331, p. 5 A68). Quien no se
aventura no pasa la mar.
Quien no te conoce te compre (n.º 332, p. 17 C121).
Quien pierde la vergüenza todo lo pierde (n.º 333, p. 63 V19).
229
Quien pierde punto pierde mucho (n.º 334, p. 53 P94).
Quien pregunta no yerra (n.º 335, p. 52 P77).
Quien quita la ocasión quita el pecado (n.º 336, p. 46 O3).
Quien se pica ajos ha comido (n.º 337, p. 50 P51). Quien se pica ajos
come.
Quien su carro unta sus bueyes ayuda (n.º 338, p. 9 B49).
Quien tiene el tejado de vidrio no tire piedras al de su vecino (n.º 339,
p. 59 T11).
Quien tiene lengua a Roma va (n.º 340, p. 34 L9).
Quien tiene oficio tiene beneficio (n.º 341, p. 46 O7).
Quien todo lo quiere todo lo pierde (n.º 342, p. 61 T30).
Rábanos y queso tienen la corte en peso (n.º 343, p. 54 R1).
Ratón que no sabe más que un horado presto lo coge el gato (n.º 344, p.
54 R3).
Riñen las comadres y dícense las verdades (n. 345, p. 16 C108).
Ruin sea el postrero (n.º 346, p. 52 P75).
Salario de Sacristán, cantando se viene y cantando se va (n.º 347, p. 56
S9). Los dineros del sacristán, cantando se vienen, cantando se van.
Si el cielo se cae, cogernos ha debajo (n.º 348, p. 15 C89).
Si lo hice, yo lo pagaré (n.º 349, p. 47 P4). Quien la hace, la paga.
Si no bebe en la taberna, huégale en ella (n.º 350, p. 7 B18).
Si quieres coger, siembra (n.º 351, p. 57 S15). El que siembra recoge.
Si quieres saber orar, entra en el mar (n.º 352, p. 38 M36).
Si te vi, burleme, si no te vi, calleme (n.º 353, p. 10 B57).
Siempre el año pasado fue mejor (n.º 354, p. 4 A52).
Siempre es mejor el trigo de mi vecino (n.º 355, p. 63 V21).
Sobre gustos no hay disputa (n.º 356, p. 29 G32). Sobre gustos, los
colores. Sobre gustos, no hay nada escrito.
Sobre un huevo pone la gallina (n.º 357, p. 29 G29).
¿Somos griegos o no nos entendemos? (n.º 358, p. 51 P72).
Soñaba el ciego que veía, soñaba lo que quería (n.º 359, p. 14 C73).
Tal para cual (n.º 360, p. 58 T1).
Tanto pan como queso (n.º 361, p. 47 P13).
Tarde piache (n.º 362, p. 50 T49).
Tarde, mal y nunca (n.º 363, p. 59 T8).
Tiempo tras tiempo viene (n.º 364, p. 60 T20).
Tiene su colerilla el niño (n.º 365, p. 16 C105).
Tira la piedra y esconde la mano (n.º 366, p. 50 P57).
Toda es buena gente, mas mi capa no parece (n.º 367, p. 13 C47).
Todo lo nuevo place (n.º 368, p. 45 N23). Todo lo nuevo agrada.
230
Todo saldrá en la colada (n.º 369, p. 55 R18).
Topóse Sancho con su rocín (n.º 370, p. 55 R18).
Tras sufrido (alias cornudo), apaleado (n.º 371, p. 61 T42). Tras
cornudo, apaleado.
Un alma sola ni canta ni llora (n.º 384, p. 3 A35).
Un clavo saca otro clavo (nº 380, p. 15 C94).
Un loco basta a (para) hacer ciento (n.º 381, p. 35 L29).
Un mal ido, otro venido (n.º 382, p. 36 M12).
Un pleito trae otro (n.º 383, p. 51 P63).
Una en el clavo y ciento en la herradura (n.º 385, p. 15 C95).
Una en el papo y otra en el saco (n.º 386, p. 48 P1).
Una golondrina no hace verano (n.º 387, p. 28 G22).
Uno en el saco y otro en el sobaco (n.º 386bis, p. 64 V38).
Uno levanta la caza, otro la mata (n.º 388, p. 10 C7).
Uno piensa el bayo y otro el que la ensilla (n.º 389, p. 49 P35).
Unos cardan la lana, otros llevan la fama (n.º 390 , p. 13 C49).
Vale más migaja de rey (n.º 372, p. 41 M77).
Venga enhorabuena, si trae la cena (n.º 373, p. 62 V10).
Ventura te dé Dios, hijo, que el saber poco te basta (n.º 374, p. 63 V13).
Ver y creer (n.º 375, p. 19 C145). Ver para creer.
Vientre lleno no cría buen ingenio (n.º 376, p. 64 V28).
Vino por lana, volvió trasquilado (n.º 377, p. 34 L5). Ir por lana y
volver trasquilado.
Viva la gallina, viva con su pepita (n.º 378, p. 64 V35).
Vizcaíno necio, tarazón de en medio (n.º 379, p. 15 C94).
Voz del pueblo, voz de Dios (n.º 391 , p. 64 V41).
Ya que no eres casto, ¿por qué no eres cauto? (n.º 392 , p. 14 C64).
Ya que no puedes lo que quieres, quiere lo que puedes (n.º 393 , p. 51
P67).
Yerba mala mucho crece (n.º 394 , p. 32 I/Y1). Hierba/Yerba mala
nunca muera.
Yo que no puedo andar llévame a cuestas (n.º 395 , p. 35 L22).
231
No son todos los dedos de la mano iguales
(dibujo de Prado Fernández Sevilla)
232
La lengua española posee una gran riqueza sapiencial desde sus inicios,
riqueza de la que se conserva una parte importante gracias a la tradición
oral. Además de la tradición oral, las paremias de carácter popular se
han transmitido por vía escrita, tanto a través de los refraneros, los
almanaques y los textos literarios, como gracias a las obras relacionadas
con la enseñanza/aprendizaje de la lengua latina elaboradas a partir del
siglo XVI, en especial los vocabularios bilingües enriquecidos con
colocaciones, locuciones, refranes y frases proverbiales. De este modo,
sus aportaciones paremiográficas son significativas, por lo que merecen
ser destacadas, como el material proporcionado por una colección
anónima de paremias castellanas y latinas, las cuales conviven con todo
tipo de unidades fraseológicas . Fechada en el siglo XVI, forma parte del
fondo de la Biblioteca Nacional española, en el que permanece sin
apenas haber sido consultada. El presente libro se centra en el estudio
de las parernias con carácter popular registradas en dicha colección
anónima. Por eso, ha sido necesario aislarlas primero para, posterior-
mente, localizar sus concordancias con obras paremiográficas, en
concreto con una selección de refraneros de los siglos XV, XVI y XVII,
incluido el refranero literario del Quijote. La comparación ha llevado a
resultados de interés, en particular en lo relativo a las variantes y a la
vigencia de las formas analizadas.
ISBN 978-0-9846456-9-5
9 780984 645695