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Luis Barragan y Marruecos TFG - Enero22 - Di - Maso - Nicola

This document discusses Luis Barragán's 1952 trip to Morocco at the age of 50, which was influenced by his friend Miguel Covarrubias and artist Mathias Goeritz who lived in Morocco. Barragán was seeking to understand the vernacular architecture of Morocco which was deeply connected to the landscape, and he found elements like doors, windows and interior furnishings that seemed to inspire the spatial language in his later works with pure abstract volumes and places permeated by memories of Mexico. The trip had a profound impact on Barragán's work and he said it was the most impressive trip of his life.

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Luis Barragan y Marruecos TFG - Enero22 - Di - Maso - Nicola

This document discusses Luis Barragán's 1952 trip to Morocco at the age of 50, which was influenced by his friend Miguel Covarrubias and artist Mathias Goeritz who lived in Morocco. Barragán was seeking to understand the vernacular architecture of Morocco which was deeply connected to the landscape, and he found elements like doors, windows and interior furnishings that seemed to inspire the spatial language in his later works with pure abstract volumes and places permeated by memories of Mexico. The trip had a profound impact on Barragán's work and he said it was the most impressive trip of his life.

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Nicola Di Maso

BARRAGÁN
en

Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
BARRAGÁN en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

Estudiante
Nicola Di Maso

Tutor
Enrique Colomés Montañés
Departamento de Proyectos Arquitectónicos

Aula TFG 3| Otoño 2021


Antonio Juárez Chicote, coordinador
Isabel De Cárdenas Maestre, adjunta

Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid


Universidad Politécnica de Madrid

Enero 2022
Resumen
| Abstract
0.0

0.
Abstract

At the age of fifty, Luis Barragán embarked on his third journey after his first
ones to Europe, when, at the age of twenty-four and twenty-seven respec-
tively, he was surprised by the Alhambra gardens and intrigued by the rationalist
architecture of the "old continent".

Influenced both by the texts, drawings and trips to Europe, Asia and Africa of
his friend and humanist Miguel Covarrubias, and by the experience of the be-
loved artist Mathias Goeritz, who lived in Tetouan at the end of the 1930s, the
Mexican architect, certainly wiser than his first European visits, decided to end
his third trip with a final stage: he set sail from Spain for Morocco in December
1952 and then returned to Mexico in January 1953. The journey through the land
of the Atlas Mountains turned out to be the consequence of an intrinsic voca-
tion towards its vernacular architecture of Barragán and many architects who
travelled there in the mid-twentieth century as well. They all wanted to find in
that architecture deeply linked to the landscape a new way of interpreting the
memory of the place.

The ornamental details of doors and windows, as well as the pergolas, jars and
varied interior furnishings employed by Barragán in his first works were a rein-
terpretation of Spanish-Mexican craftsmanship and Mediterranean style, which,
in a more austere form, he would find in Morocco. Those elements seem to evol-
ve, after that journey, into a labyrinthine spatial language with an interior cha-
racter, formed by pure, abstract volumes and new places permeated by the me-
mory of Mexico and the astonishing land of the Atlas. What did Luis Barragán
see in North Africa to make him say that the trip to Morocco was the one that
most impressed him in his life?

Key words
journey | Barragán | architecture without architects | Morocco | Mexico | fortress
«¡Los ojos! Por los ojos el Bien y el Mal nos llegan.
La luz del alma en ellos nos da luces que ciegan.
Ojos que nada ven, almas que nada entregan.»1

|Carlos Pellicer. Recinto y otras imágenes. 1941. Epígrafe dedicada a Luis Barragán|
Resumen

0.0 Luis Barragán en su estu-


dio, 1960.
A la edad de cincuenta años Luis Barragán emprende su tercer viaje después
de las primeras travesías a Europa, cuando, con tan solo veinticuatro y vein-
tisiete años respectivamente, quedó abrumado por los jardines de la Alhambra e
intrigado frente a arquitectura racionalista del viejo continente.

Influenciado tanto por los textos, dibujos y viajes a Europa, Asia y África del ami-
go y humanista Miguel Covarrubias, como por la experiencia del querido artista
Mathias Goeritz, que había vivido en Tetuán a finales de los años ’30, el arquitec-
to tapatío, ya maduro respecto a las primeras visitas europeas, decide terminar
su tercer viaje con una última etapa: zarpó desde España rumbo a Marruecos
en diciembre de 1952 para luego regresar a México en enero de 1953. El trayecto
por la tierra de la cordillera del Atlas resulta ser consecuencia de una vocación
intrínseca de conocer su arquitectura vernácula no solamente del propio Barra-
gán, sino también de muchos arquitectos que viajaron allí a la mitad del siglo
XX, para encontrar en aquella arquitectura profundamente ligada al paisaje una
nueva manera de interpretar la memoria del lugar.

Los detalles ornamentales de puertas y ventanas, así como las pérgolas, tina-
jas y un variado mobiliario interior, reinterpretación de la artesanía y medite-
rraneidad hispanomexicana, que, de forma más austera, Barragán encontraría
también en Marruecos, parecen evolucionar, después de aquella travesía, en un
lenguaje espacial laberíntico y de carácter interior, formado por volúmenes pu-
ros y abstractos y nuevos lugares permeados de la memoria del México natío y de
la asombrosa tierra del Atlas. ¿Qué vio Luis Barragán en el norte de África para
decir que el viaje a Marruecos fue el que más lo impresionó en su vida?

1. Riggen Martínez, An-


tonio. Luis Barragán: escritos y
conversaciones. Madrid. El Cro-
quis Editorial. 2000. Pág. 61. Dis-
curso de aceptación del Pritzker Palabras clave
en 1980. viaje | Barragán | arquitectura sin arquitectos | Marruecos | México | fortaleza
Índice
1. INTRODUCCIÓN

1.1 Motivación, objeto y objetivos: mi propio viaje 1


1.2 Estado de la cuestión: lo que inspiró a Barragán 3
1.3 Metodología 7

2. SOBRE LOS VIAJES

2.1 El entorno donde creció: de México a Marruecos 13


2.2 El trayecto de Barragán hacia Europa: nuevas perspectivas 19

3. PRÓLOGO DE UN VIAJE ANUNCIADO

3.1 La herencia de Miguel Covarrubias 29


3.2 La visión de Mathias Goeritz 35
3.3 La visión de Barragán: recorrido por el México colonial 41

4. PERIPLO POR LAS TIERRAS DEL ATLAS

4.1 Entrada a Marruecos 49


4.2 Etapas del viaje: explorador Barragán 53
4.3 Las palabras de Barragán sobre Marruecos 63
4.4 Marruecos: fortalezas de tierra 77

5. CASA LABORATORIO

5.1 Casa Estudio: fortaleza en evolución 115


5.2 Casa de recintos 121
5.3 Oasis Barragán 133
5.4 Color: entre Ferreira y la tierra marroquí 135
6. CONCLUSIONES

6.1 Momento Barragán: el antes y después 141


6.2 Peregrinaje pasado, presente y futuro al norte de África 145

7. FUENTES

7.1 Bibliografía 157


7.2 Recursos web 164
7.3 Procedencia de las imágenes 166

ANEXO

Mirada borrosa de un viaje futuro


Introducción
1.0

1.
1. INTRODUCCIÓN

1.1 Motivación, objeto y objetivos: mi propio viaje

1.2 Estado de la cuestión: lo que inspiró a Barragán

1.3 Metodología
1.1 Motivación, objeto y objetivos:
mi propio viaje
1.1

1.2
1| Introducción

la.
1.0 Luis Barragán en Chapa-

1.1 Trulli en Alberobello,


Apulia, Italia.
El viaje a Marruecos de Luis Barragán es en realidad el comienzo de mi odisea
en el mundo de la arquitectura. Un viaje de sólo ida, con destino imprevi-
sible. Un camino empezado por el tacón de Italia, allí donde el azul de la costa
1.2 Calle de Noyoo y capilla [1.1] adriática y el destello del blanco cal de los trulli de Alberobello bajo la luz del
de Jesus Maria en Oaxaca, Mé-
xico. cálido sol de verano tiñen mis recuerdos. Un recorrido por la tierra árida de Car-
tagena, respirando el aire del Mediterráneo y fotografiando los surreales cerros
dominados por atalayas y chimeneas ya no humeantes de viejas minas. Hasta lle-
gar al corazón de España, en la ciudad del oso y madroño, con un bagaje cultural
que ha paulatinamente plasmado mis inquietudes: paisaje e identidad.

Y, durante el presente de mi trayecto, aflora el pasado del viaje de Luis Barragán


Morfín, maestro comprendido o emulado, quien, a través del amor por su propia
tierra, de las travesías y de los personajes conocidos durante su vida, dio a la luz
una arquitectura íntima y universal a la vez, respetuosa del paisaje, expresión de
[1.2] la identidad mexicana y manifiesto de un lenguaje arquitectónico atemporal y,
por lo tanto, todavía actual.

Mucho se ha hablado sobre el tema, todavía poco sobre lo que vio Barragán en
la odisea por las tierras del Atlas y que desencadenó la epifanía emocional de
su obra. ¿Qué lección vislumbró el jalisciense en aquella arquitectura de tierra?
¿Por qué fue motivo de curiosidad también para arquitectos de generaciones di-
ferentes como Le Corbusier, Utzon o Fehn?

El presente trabajo pretende ofrecer una mirada sesgada de la evolución de la


obra de Luis Barragán a partir, según sus textuales palabras, del viaje «más im-
presionante» que hizo en toda su vida: el recorrido por Marruecos. Se quiere de-
mostrar la relación entre la arquitectura popular mexicana y marroquí dentro del
legado barraganiano a partir de lo que vio en aquel viaje y qué cambios, interiores
y exteriores, supuso en la obra del arquitecto jalisciense. Finalmente, a través del
personaje de Barragán, se pretende investigar el papel que hoy en día juega una
arquitectura aparentemente del pasado en relación a una nueva sensibilidad ha-
cia el lugar y una manera de construir volcada hacia un futuro sostenible.

2
1.2 Estado de la cuestión:
lo que inspiró a Barragán
1.4
1.3

1.6
1.5
1| Introducción

1.3 Portada de bibliografía:


Zanco, Federica. «Luis Barragán.
La revolución callada».
1.4 Portada de bibliografía:
L a narrativa de la obra de Barragán abarca multitudes de líneas de investiga-
ción que han sido ahondadas a lo largo del tiempo, también gracias a la ex-
haustiva labor de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán, presidida
Riggen Martínez, Antonio. «Luis por Federica Zanco, que se encargó de la recopilación del archivo y de la custodia
Barragán. Escritos y conversacio-
nes». de la biblioteca, antes heredada por el socio de Barragán, Raúl Ferrera.
1.5 Portada de bibliografía:
Alfaro, Alfonso. «Voces de tinta En muchas publicaciones los viajes de Barragán han marcado sus etapas profe-
dormida».
1.6 Portada de bibliografía: sionales. Sin embargo, resultan escasos los datos de los lugares que visitó. Aún
Buendía, José María; Palomar menor es la información sobre su tercer viaje, realizado entre 1952 y 1953. Respec-
Verea, Juan; Eguiarte, Gulliermo. to a dicha travesía, la Fundación Luis Barragán habla de un recorrido por el norte
«Luis Barragán».
de Europa, incluyendo Inglaterra, Noruega y Países Bajos. También se incluyen
Francia, Portugal, Grecia e Italia. Su última etapa antes de regresar a México fue
Marruecos. Se desconocen tanto las finalidades como las ciudades que visitó, pu-
diendo intuirlas a partir del marco social del arquitecto tapatío, ya que varios de
sus amigos ya habían viajado al norte de África, y del contexto arquitectónico de
la mitad del siglo XX, que veía muchos arquitectos emprender un recorrido po-
siblemente similar al del jalisciense para conocer aquella arquitectura vernácula.

El mismo Barragán, en una entrevista de Alejandro Ramírez Ugarte de noviem-


bre 1962, habla del viaje que hizo al norte de África como el que más lo impresio-
nó en su vida. Una frase esta, que elabora en forma diferente en las entrevistas
sucesivas con Elena Poniatowska de noviembre de 1976 y con Jorge Salvat de 1981.
Dichas conversaciones han sido recopiladas solo a partir del año 2000 por Anto-
[1.4] nio Riggen Martínez en Luis Barragán: escritos y conversaciones, confirmación
de que mucho de lo que se ha hablado sobre el tema ha sido en el presente siglo y
se basa nada menos que en las palabras e inquietudes del proprio Barragán. Las
mismas que emergen de su biblioteca.

[1.5] Alfonso Alfaro en Voces de tinta dormida. Itinerarios espirituales de Luis Barra-
gán proporciona una descripción clara y meticulosa de los escritos, fotografías y
libros conservados por Barragán. Entre los fondos encontrados yace la herencia
bibliográfica de Miguel y Rosa Covarrubias. Sin duda una de las referencias más
importantes y que empujó el interés de Barragán hacia nuevos horizontes como

4
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

1.8
1.7
1| Introducción

1.7 Portada de bibliografía: España, África, hasta Indonesia y Asia. Entre las pertenencias del arquitecto ta-
Torre Balbas, Leopoldo; Terrasse,
Henri. Ciudades Hispano-mu-
patío se encuentran escritos de cultura árabe, persa y bereber, además de unos
sulmanas. volúmenes sobre las villas de Túnez y ciudades como Fez, Mequínez y los valles
1.8 Portada de bibliografía: pre-saharianos, demostración de las preocupaciones de gran parte de su vida
Soriano Alfaro, Vicent. Arquitec-
tura de tierra en el sur de Marrue- hacia la arquitectura árabe y mediterránea y preludio de sus viajes a España y
cos. El oasis de Skoura. Marruecos.

Finalmente, en el ensayo Luis Barragán: ¿Cuándo, dónde, qué, cómo, por qué?
recopilado en el texto Luis Barragán. Historia de un debate de Enrique X. De
Anda, Federica Zanco acusa un enfoque superficial acerca de los viajes, debido al
desconocimiento de los detalles como etapas y objetivos de los mismos. Queda
por demostrar cuanto y como las travesías de Barragán hayan efectivamente in-
fluenciado su obra. Sobre todo, queda por averiguar si la arquitectura vernácula
del norte de África haya originado el momento Barragán, es decir la adquisi-
ción de una consciencia holística sobre asuntos ligados al paisaje, construcción e
identidad dentro del marco contemporáneo.

6
1.3 Metodología
1| Introducción

La investigación constará de una visión general de los primeros viajes de Luis


Barragán, a partir de los lugares donde transcurrió la infancia y analizan-
do la formación arquitectónica que tuvo a través de las travesías a Europa, cuan-
do desde joven entraría en contacto con la arquitectura morisca de la Alhambra y
el racionalismo de Le Corbusier, y, a un edad madura, conocería la obra de Alvar
Aalto y Asplund en el norte de Europa, y los pueblos mediterráneos de Grecia
e Italia. Sucesivamente se indagarán las influencias que hayan podido tener las
amistades de personajes como Miguel Covarrubias y Mathias Goeritz y la me-
moria de la propia tierra, y que constituirán uno de los desencadenantes de la
decisión de emprender el recorrido por Marruecos.

Se pasará, por ende, a investigar el trayecto por las tierras del Atlas, hipotetizan-
do las etapas mediante recorridos similares de otros arquitectos que viajaron allí.
Sigue la descripción de lo que vio Barragán en Marruecos, arrancando por una
visión subjetiva y borrosa de su arquitectura, desde el exterior hacia el interior.
A medida que el jalisciense siga en el recorrido aparecen elementos singulares
que definen tanto la arquitectura como la cultura local, y que se analizan en una
comparación constante con sus raíces mexicanas. El viaje a Marruecos, por lo
tanto, adquiere los rasgos de un viaje pasado, presente y futuro. La Casa Barra-
gán, finalmente, se escogerá como caso de estudio paradigmático de una obra en
evolución y que encarna la adquisición por parte de Barragán y después del viaje
al norte de África, de una consciencia holística que plasmará su obra madura.

Las conclusiones del trabajo aclararán la existencia del momento Barragán y si-
tuarán el jalisciense en el ámbito nacional, ofreciendo una mirada sobre la acti-
tud de los arquitectos mexicanos coetáneos por reivindicar el espíritu nacionlis-
ta mediante posicionamientos ideológicos diferentes. Además, se hará hincapié
sobre el interés de los arquitectos internacionales del siglo XX hacia el mundo
mediterráneo y la relación entre arquitectura y paisaje, inquietudes que han pre-
cedido la consciencia actual hacia un futuro sostenible y el respeto del lugar.

El anexo final constituirá una mirada personal de las tierras del Atlas, intentando
ver lo que Barragán vio, y siendo el prólogo de un un viaje por hacer.

8
Sobre los viajes
2.0

2.
2. SOBRE LOS VIAJES

2.1 El entorno donde creció: de México a Marruecos


2.1.1| Verano en la laguna de Chapala
2.1.2| Geografía y clima a 8000 Km de océano

2.2 El trayecto de Barragán hacia Europa:


nuevas perspectivas
2.2.1| Primer viaje. 1924-1925
2.2.2| Segundo viaje. 1931-1932
2.2.3| Tercer viaje. 1952-1953
2.1 El entorno donde creció:
de México a Marruecos
2.1

«Antes del amanecer, el ruido de los cascos de los caballos recién ensillados llenaba el patio
de la casa, invadida todavía por las sombras que poco a poco perdían densidad mientras el
día, imperceptible, apuntaba. Desde mucho antes, en la cocina, el fogón encendido, las mu-
jeres afanándose en las primeras labores, renovaban el ritmo pausado con que la vida recu-
peraba su curso, emergiendo de la noche campesina. Los olores de la leche recién ordeñada,
de las tortillas y del café se mezclaban con el relente que el aliento de la caballada esparcía
junto al corredor. Sin mayores preámbulos, la comitiva montaba y emprendía la marcha.»1

|Juan Palomar Verea, 1966|


2| Sobre los viajes

do».
2.0 Luis Barragán «cabalgan-

2.1 Lago de Chapala. México.


J inete de juventud, ingeniero de licenciatura, arquitecto de vocación, amante
de la belleza y de lo sensual, solitario por elección, «religioso en cuanto peca-
dor»2.

Durante toda su vida consiguió trasladar el significado de palabras como magia,


soledad, embrujo, belleza, emoción, a una arquitectura que va más allá de lo
construido. Una obra que él mismo definió autobiográfica y fraguada por los re-
cuerdos de su infancia en la tierra de México, y aquel lapso de tiempo sentado en
un sillón contemplando el silencio, la naturaleza, la vida. Luis Barragán Morfín,
nacido al amanecer del siglo XX en Guadalajara, dejó su huella en la arquitectura
mexicana, así como los lugares que visitó a lo largo de su vida marcaron su re-
corrido profesional e interior. El resultado fue una obra en constante evolución,
fruto del proceso intuitivo que llevó a cabo y, por lo tanto, no reproducible.
1. Palomar Verea, Juan.
«Bajando a la laguna: descubri-
mientos y revelaciones. Mañana
2.1.1| Verano en la laguna de Chapala
en Corrales.» Texto extraído de

L uis Barragán Morfín nació en el barrio de Santa Mónica en Guadalajara, Ja-


Buendía Júlbez, José; Palomar [2.1]
Verea, Juan; Eguarte, Guiller-
mo. Luis Barragán, México, Re-
lisco, en un entorno familiar estrictamente católico, adinerado y, en ciertos
verte Ediciones S.A. 1996. Página aspectos, frenético, ya que tuvo seis hermanos. Transcurrió gran parte de su in-
43. fancia en la hacienda de Corrales, ubicada en las proximidades de Mazamitla,
2. Documental Canal Once,
Luis Barragán: retrato íntimo. El corazón de la Sierra del Tigre, y de propiedad de su familia. Allí solía transcurrir
arquitecto Andrés Casillas, dis- los veranos, paseando por debajo de los inmensos aleros de los tejados3 y desper-
cípulo de Barragán, cuenta una tando con el olor del fuego encendido y del café recién hecho combinado con el
anécdota respecto a la relación
entre Barragán, las mujeres y la aliento de los caballos listos para la marcha.
religión: «Yo pertenezco a la igle-
sia en cuanto pecador», decía el Barragán era un jinete prometedor. Las mañanas en el rancho de familia eran
mismo Barragán.
3. Riggen Martinez, Anto- un verdadero ritual. Tal vez, el primer viaje del joven jinete Barragán: los caba-
nio. Luis barragán: escritos y con- llos arrancaban del rancho de Corrales para llegar, a través de un camino que
versaciones. Madrid. El Croquis
flanqueaba una acequia y saturado por el olor de los eucaliptos, al pueblo de
Editorial. 2000. Conversación de
Luis Barragán con Emilio Am- Tuxcueca, en la costa de la homónima laguna. En la orilla opuesta se ubicaba el
basz, 1976. Página 103. Luis Ba- pueblo de Chapala, allí donde su familia tenía una casa que reformaría unos años
rragán describe el pueblo donde
transcurrió su infancia.
después.

14
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
2.2
2| Sobre los viajes

2.2 El primer viaje de Barra- [2.2] La topografía, que presentaba un declive cada vez más acentuado hacia la lagu-
gán. Ruta desde la hacienda Los
Corrales a Chapala. |Elabora-
na, ayudaba la marcha de los corceles. Los jinetes llegaban hasta el pueblo de
ción propia. Tuxcueca y de ahí se cruzaba el lago, fondeando cerca de un muelle frente a la
Catedral de Chapala. La luz del sol, en varias horas del día, rebotaba en el agua
produciendo destellos abigarrados que desprendían de su superficie colorean-
do los blancos edificios del pueblo. La atmósfera era mística. El aspecto de la
laguna, sus colores y sus texturas parecían cambiar del alba al atardecer, confor-
mando un paisaje mudable. Los pueblos de la laguna parecían acomodarse a la
topografía caprichosa de la Sierra del Tigre.4

Fue precisamente este el entorno descrito tanto en entrevistas, como en el dis-


curso de aceptación del premio Pritzker de 1980 por parte de Luis Barragán: un
paisaje lleno de contrastes, donde la tierra, al mojarse con las frecuentes lluvias,
aparecía rojiza. La lluvia, además, producía un sonido placentero al abatirse en
los tejados. El acueducto hecho por troncos de madera huecos cruzaba todo el
pueblo, alcanzando los patios de las haciendas y conduciendo el agua hasta la
fuente normalmente ubicada en el centro. Una imagen esta, que resultaría re-
dundante a lo largo de los siguientes viajes del arquitecto tapatío.

2.1.2|Geografía y clima a 8000 Km de océano


[2.3]
L os contrastes de la Sierra del Tigre, que ocupa el Eje Neo-volcánico, aparecen
a mayor escala en la totalidad de México, encontrándose climas y geografía
diferentes entre sí. Si bien las Sierras y Llanuras del Norte, la Sierra Madre orien-
tal y, en parte, la Sierra Madre Occidental presentan un paisaje desértico y un
4. Palomar Verea, Juan. clima muy seco, la Mesa Central y la Sierra Madre del Sur sufren de constantes
«Bajando a la laguna: descubri-
mientos y revelaciones. Mañana
precipitaciones debidas a la humedad. En cambio, tanto la costa Oriental como
en Corrales.» Texto extraído de la Occidental, resultan más cálidas. Dichas características hacen que México sea
Buendía Júlbez, José; Palomar uno de los países del mundo más heterogéneo en cuanto a topografía y clima.
Verea, Juan; Eguarte, Guiller-
mo. Luis Barragán, México, Re-
verte Ediciones S.A. 1996. Página [2.4] Los fotogramas del cambiante paisaje mexicano que Barragán capturó a lo largo
45. Descripción de la laguna de de su vida encuentran cierta sintonía con el paisaje de Marruecos, visitado a los
Chapala.

16
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
2.3
2.4
2| Sobre los viajes

2.3 Mapa ilustrado de la 50 años y separado de México por 8000 Km de océano. Allí la Cordillera del Atlas,
geografía del estado de México.
|Elaboración propia.
al igual que la Sierra mexicana conforma contrastes topográficos y climáticos aún
2.4 Mapa ilustrado de la geo- más evidentes, separando el norte más fértil del sureste más áspero. El geólogo
grafía del estado de Marruecos. Manuel Julivert en El Sáhara explica como todo el norte del Magreb está formado
|Elaboración propia.
por tres grandes unidades montañosas: el Rif y el Atlas de Tell, ubicadas en la
costa mediterránea; el Atlas Medio y Gran Atlas, que alcanza alturas de 4000 m
y que cruza de norte a sur Marruecos; el Antiatlas, que surge en el extremo sur.5

En conclusión, si México y Marruecos fueran las extremidades de un hilo de


8000 Km de longitud, en sus diversidad y contrastes subyacería el fundamento
de la comprensión acerca del paisaje que tuvo Barragán en sus últimos años de
vida y que dieron lugar a la síntesis de su arquitectura.

5. Soriano Alfaro, Vicent.


Arquitectura de tierra en el sur
de Marruecos: el oasis de Skou-
ra. Barcelona. Fundación Caja
de Arquitectos. 2006. Página 23.
Descripción de la geografía de
Marruecos.

18
2.2 El trayecto de Barragán hacia
Europa: nuevas perspectivas
2.5
2.6
2| Sobre los viajes

2.5 Luis Barragán, croquis


con notas de Les Colombières,
2.2.1|Primer viaje. 1924-1925
1931.

El
2.6 Fontaine de Nausicaa. trayecto que solía recorrer durante los veranos desde la hacienda de Los
Les Colombières. Autor: Ferdi-
nand Bac, 1925.
Corrales a Guadalajara, pasando por Chapala, lo hizo una vez más en mayo
de 1924 después de su licenciatura. Barragán, con tan solo veintitrés años, con-
tinuó aquel recorrido cogiendo un tren rumbo a Ciudad de México antes, y Ve-
racruz después, para embarcarse finalmente hacia Europa, donde visitaría París,
ciudades del sur de Francia, Londres y Granada.6

Sin ninguna preparación ni experiencia previa se encontró en un mundo ajeno a


su entorno mexicano. En París visitó la Exposición Universal de las Artes Deco-
rativas de 1925 donde el pot-pourri de movimientos artísticos y arquitectónicos
que estaban brotando en aquel período, desde el art-nouveau a las ideas del fun-
cionalismo representadas por Kiesler y Le Corbusier, pareció espantar al joven
Barragán, no reconociéndose en nada de lo que había visto, aunque decidió com-
prar libros y revistas sobre las nuevas corrientes. Sin embargo, en aquel enjambre
de nuevas ideas volcadas hacia un futuro demasiado lejano para él, reconoció
[2.5] la belleza y sus recónditas inquietudes en el clasicismo del literato y paisajista
[2.6] Ferdinand Bac.7 Sus dibujos de jardines encantados y paisajes procedentes de
un mundo de cuento de hadas ejercieron una fuerte influencia que fraguó las
primeras facetas de Barragán arquitecto y que se reforzó al visitar la arquitectura
mediterránea de las ciudades del sur de Francia y España. De gran relevancia fue
el recorrido a través de las murallas de la Alhambra, en Granada, donde las vo-
caciones del arquitecto tapatío hacia el misterio y la belleza del descubrimiento
permeaban los jardines y los patios de aquella fortaleza laberíntica. En otoño de
1925 Barragán volvería a Guadalajara con una huella de partida bien definida y
que marcaría su primera etapa arquitectónica.

6. Ruiz Barbarín, Antonio.


Luis Barragán frente al espejo. La
2.2.2|Segundo viaje. 1931-1932
otra mirada. Tesis doctoral. Espa-

A
ña. Colección Arquia/tesis nº 26. principio de 1931 emprendió su segunda travesía hacia Europa, con Nueva
2008. Páginas 26-27.
7. Ibidem. York como primera etapa: allí, gracias a su amigo Miguel Covarrubias, co-

20
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

2.8
2.7

2.10
2.9
2| Sobre los viajes

2.7 Croquis del valle M’Zab, noció el artista mexicano José Clemente Orozco, los arquitectos Richard Neutra
Argelia. Autor: Le Corbusier, 1931.
2.8 Croquis de casa Peyris-
y Frederick Kiesler, y Alfred Lawrence Kocher, editor de Architectural Record8,
sac, Argelia. Autor: Le Corbusier, personajes que ampliaron la mirada del arquitecto tapatío, aunque inicialmente,
1942. tanto Neutra como Kiesler, representaban un ideal de arquitectura que todavía
2.9 Ático para Carlos de Beis-
tegui. Autor: Le Corbusier, 1929- no era acorde a las ideas maduradas por Barragán hasta entonces.
1931.
2.10 Azotea de Casa Barra- En junio de ese mismo año desembarcó en la costa francesa y, dos meses después,
gán. Autor: Luis Barragán, 1948.
se encontró con Ferdinand Bac en persona. Barragán tuvo la ocasión de visitar
Le Colombrières, una villa diseñada por él, y arquetipo de jardín según la mirada
del joven arquitecto tapatío. Su viaje continuó hacia Italia, en Roma, y, proba-
blemente gracias a su devoción religiosa, visitó la ciudad de Assisi, cuna de San
Francisco.

[2.9] No obstante, las visitas a las obras de Le Corbusier, villa Savoye y el ático para
Charles de Beistegui entre todas, cambiaron la percepción de Barragán hacia el
movimiento moderno y las vanguardias europeas de la primera mitad del siglo
XX. Quedó fascinado por la sencillez de los volúmenes y la cualidad escultórica
de la arquitectura lecorbusierana. Como él mismo confesó en una de sus notas,
en aquel momento se encontraba combatido entre el clasicismo romántico pero
8. Cronología de Barragán.
Recorrido de su segundo viaje.
obsoleto de Bac9 y la arquitectura máquina de Le Corbusier. De uno escogería el
Página web: https://www.barra- ideal de la belleza del pasado y el misterio de los jardines, mientras que del otro
gan-foundation.org/luis-barra- el espíritu internacional de una arquitectura proyectada hacia el futuro e inter-
gan/chronology. Consultada el
24/12/2021.
pretación del progreso tecnológico de la construcción.
9. Riggen Martínez, An-
tonio. Luis Barragán: escritos Otra exégesis de la fascinación por las obras de Le Corbusier reside en la geome-
y conversaciones. Madrid: El
Croquis Editorial, 2000. Página tría de las formas, tan puras, tan abstractas, tan representativas de una arquitec-
18. En el texto autógrafo de 1932 [2.7] tura sin tiempo: en 1931 y 1933 el arquitecto suizo viajó al norte de África en los va-
“Sobre Ferdinand Bac y Guada- [2.8] lles bereberes de Argelia, donde pudo conocer aquella arquitectura vernácula de
lajara” Barragán habla del miedo
de Bac hacia los tiempos nuevos, materiales pobres y de formas potentes que espabilaría, años después, el mismo
encontrando refugio en la belleza Barragán. En otras palabras, se podría decir que la pureza de la obra lecorbusie-
del pasado. L.B. Afirma que no es rana le impresionó por estar oculta y sutilmente arraigada a un mundo ancestral
la solución. «Bac hizo cosas muy
bellas pero in armonía con el es- que el arquitecto jalisciense conocía solo en los libros. La arquitectura abstracta
píritu de hoy». del maestro suizo parecía ser un noble expresión de la condición popular univer-

22
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
2.11

2.12
2| Sobre los viajes

2.11 Torres de San Gimigna- sal encontrada en el norte de África. Barragán regresó a México en mayo de 1932
no.
2.12 Torres de Ciudad Satéli-
inaugurando la etapa racionalista de su obra.
te. Autores: Luis Barragán y Ma-
thias Goeritz, 1957.
2.2.3|Tercer viaje. 1952-1953

A la edad de 50 años, con una nueva consciencia respecto a sus primeros via-
jes, Barragán emprendió la tercera travesía junto con el arquitecto Juan So-
riano y el historiador Justino Fernández. El periplo duró año y medio y arrancó
en verano de 1952, cuando participó al Congreso Internacional de Jardinería y
Paisaje en Estocolmo.10 Aquello fue el pretexto para visitar gran parte del norte
de Europa, incluyendo Países Bajos, Noruega, Suecia, Dinamarca, Bélgica e In-
glaterra. En aquellos países el jalisciense quedó fascinado por las obras de Alvar
Aalto, Jørn Utzon, o Erik Gunnar Asplund. Los tres habían viajado al norte de
África, al igual que Le Corbusier, aunque en períodos diferentes. La arquitectura
vernácula de aquellas tierras fue inspiración para muchos. Los arquitectos del
norte de Europa vislumbraron en el duro paisaje norteafricano y en su arquitec-
tura de tierra, una manera de enfrentarse a un clima rígido, aunque opuesto al
del desierto. Recuperar el carácter identitario del lugar de pertenencia a través
de la utilización de materiales autóctonos y de una actitud de respeto hacia el
paisaje fue el reto de esos arquitectos que, por lo tanto, contribuyeron a forjar la
mirada de Barragán, la cual, entonces, conjugaba la huella de la arquitectura po-
pular mexicana, la de la arquitectura racionalista desarrollada en Ciudad de Mé-
xico y la belleza del jardín como oasis privado de aislamiento y contemplación.

[2.11] El viaje siguió hacia Grecia y, sobre todo, Italia. Es allí, en la ciudad de San Gi-
[2.12] mignano, que se enamoró de los torreones medievales que lo inspiraron para
el diseño de las torres de Ciudad Satélite, proyecto de la discordia entre él y su
amigo Mathias Goeritz. Si, por un lado, la arquitectura de las costas griegas e
italianas presentan los mismos rasgos mediterráneos de España y sur de Francia,
10. Ruiz Barbarín, Antonio.
Luis Barragán frente al espejo. La por otro, los pueblos italianos del Appennino encarnan el carácter de fortaleza
otra mirada. Tesis doctoral. Espa- que ya había encontrado en la Alhambra de Granada y que vislumbraría también
ña. Colección Arquia/tesis nº 26. en la arquitectura bereber de Marruecos.
2008. Página 63.

24
Prólogo de un viaje
anunciado
3.0

3.
3. PRÓLOGO DE UN VIAJE ANUNCIADO

3.1 La herencia de Miguel Covarrubias

3.2 La visión de Mathias Goeritz

3.3 La visión de Barragán: recorrido por el México colonial


Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
3.1

3.2
3| Prólogo de un viaje anunciado

3.0 Luis Barragán y Chucho


Reyes durante una cena.
3.1 Luis Barragán y Rosa Co-
varrubias en el jardín de su casa
E ntre diciembre 1952 y enero 1953 se desarrolló la última etapa del tercer viaje
de Barragán: desde España desembarcaría en la costa de Marruecos. El re-
corrido por la tierra marroquí aparenta ser el culmen del viaje interior que hizo
di Tizapán. Barragán hacia una forma de hacer arquitectura más enraizada en las tradiciones
3.2 Rosa y Miguel Covarru-
bias con Luis Barragán. autóctonas que en la frialdad de la arquitectura maquina europea de las primeras
décadas de los ’90, frente a la cual, sin embargo, nunca se ha cerrado por com-
pleto.

¿Para qué hizo este viaje? ¿Por qué al umbral de los 50 años? Tal vez sentiría la
necesidad de encontrar en Marruecos un respaldo real a los inputs sobre lo ver-
náculo procedentes de dibujos y obras de unos de sus mejores amigos: Miguel
[3.1] y Rosa Covarrubias, él antropólogo, dibujante y viajero; ella bailarina y amante
[3.2] del arte. O, quizás, para compartir la visión de un personaje que ya había vivido,
tanto en España, como en Marruecos y conocía la belleza y pureza de la arqui-
tectura morisca y mediterránea personalmente: Mathias Goeritz, conocido por
Barragán pocos años antes del periplo.

Está claro como Barragán, a pesar de sus momentos de intimidad, nunca vivió
solo, sino que se circundó de ojos y miradas diferentes que plasmaron y reforza-
ron su proprio punto de vista, tanto de poder preguntarnos: ¿qué vio el arquitec-
to tapatío en el norte de África para decir que fue el viaje que más lo impresionó
en su vida? ¿Con qué mirada descubrió e interiorizó el paisaje durante dicho
recorrido?

30
3.1 La herencia de Miguel Covarrubias

«Este personaje excepcional – antropólogo en las islas del Pacífico e ilustrador en Nueva
York, fallecido antes de cumplir los 54 años, amigo dilecto – es un hombre a quien quizá
deberíamos incluir entre las referencias fundamentales para hablar de Barragán, al lado de
Reyes Ferreira, por ejemplo»1

|Alfonso Alfaro, 1996|


3.3
3| Prólogo de un viaje anunciado

3.3 Tanah Bali, 1937. Autor:


Miguel Covarrubias.
La fascinación de Barragán por la arquitectura morisca y de huella popular
deriva, además que de sus primeros viajes a Europa, de la influencia de sus
amigos Miguel y Rosa Covarrubias y sus extravagante fondo bibliotecario.

El arquitecto Fernando Gonzáles Gortázar y el pintor Alfonso Neuvillate-Ortíz


coinciden sobre la profunda amistad que ligaba el arquitecto jalisciense y los
Covarrubias. Personaje eclético, políglota y antropólogo, Miguel, conocido como
El Chamaco y casi coetáneo de Barragán, era también dibujante, caricaturista,
pintor, e ilustrador en Nueva York. Fue en la ciudad americana donde conoció
a Rosa, bailarina de carácter impetuoso y también con vocación para el dibujo y
la pintura. Los dos se casaron, aunque a los 50 años el amor de Miguel fue para
otra bailarina diez años más joven. Un amor que no tuvo tiempo de vivir, ya que
murió unos años después, a los 54.2 La biblioteca de Miguel pasó a su mujer Rosa,
de la cual no se divorció. Sin embargo, tras su muerte poco después, el legado
de los Covarrubias llegó a las manos del amigo más cercano: Luis Barragán. De
pronto la biblioteca del arquitecto jalisciense se enriqueció con una vasta canti-
[3.3] dad de ilustraciones de colores abigarrados, mapas cartográficos, dibujos a lápiz
de mujeres de rasgos africanos y orientales y una colección de cuadros de la que
conservó solamente 38 piezas.

Las ilustraciones y desnudos de Miguel Covarrubias tenían una fuerte huella


popular, fraguada por el clima nacionalista del México posrevolucionario y al
mismo tiempo por la vocación hacia la arquitectura vernácula y las culturas in-
1. Alfaro, Alfonso. Voces de
tinta dormida. Itinerarios espiri- dígenas de los lugares que visitó durante sus viajes, como la luna de miel con
tuales de Luis Barragán. México, Rosa a Bali y sus travesías a Asia y África del norte, lugares que inspiraron sus
Artes de México, Consejo Nacio- mapas ilustrados y que otorgaron un carácter popular universal a sus dibujos.
nal para la Cultura y las Artes.
1996. Página 19. Alfonso Alfaro [3.4] Las líneas eran de trazo rápido. Los colores elocuentes. La figura de la mujer con
sobre Miguel Covarrubias y su [3.5] piel de diferentes matices protagonizaba sus lienzos. Mujer en el mercado, mujer
relación con Luis Barragán.
[3.6] con niño, mujeres balinesas. Tal vez Barragán quedaría impresionado por los
2. Caballero Lazzeri, Car-
los; Seguí de La Riva, Javier; desnudos de Covarrubias, tanto como para guardar, años más tarde en su Casa
Noelle, Louise. Una lectura de Estudio, una colección de fotografías de desnudos de Edward Weston, además
la obra de Barragán. Tesis docto-
ral. Madrid. Universidad Politéc-
de los desnudos más abstractos de Pablo Picasso.
nica de Madrid, 1999. Página 436.

32
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

Fig. xxx
3.6
3.5
3.4
3| Prólogo de un viaje anunciado

3.4 Mujer a lápiz. Autor: Mi- Además de la fascinación hacia las lineas sensuales de las mujeres, danza y esce-
guel Covarrubias.
3.5 Mujer y niño en el merca-
nografía eran otros de los intereses que congregaban a los dos mexicanos. Cova-
do. Autor: Miguel Covarrubias, rrubias, de hecho, solía frecuentar el ambiente frenético y teatral de Broadway.
1940. En ciertos aspectos también la arquitectura de Barragán resulta teatral, esceno-
3.6 Mujer balinesa. Autor:
Miguel Covarrubias, 1935. gráfica. Mucho se ha debatido sobre la mitificación de la obra del jalisciense a
través de la fotografía y de una continua puesta en escena quizás exagerada. El
diseño llegaba a cambiar en base al resultado de la experimentación fotográfica
que se tomaba in situ.3 Emblemático es el caso de la capilla de las Capuchinas:
durante los horarios de visita, en base a las recomendaciones del proprio Barra-
gán, las monjas tenían que aparecer con un ropaje lo más sencillo y estético posi-
ble para recrear las escenas que siempre aparecen en las fotografías de Armando
Salas Portugal. El gesto de fotografiar la obra parecía un acto teatral en sí mismo.
Barragán avisaba las monjas con semanas de antelación para concertar visitas
con los turistas y preparar el escenario.

También, L.B. conoció a muchas de las personalidades que forjaron su mirada,


entre las cuales Diego Rivera, Luis Cuevas, José Clemente Orozco y Jesús Reyes
Ferreira gracias a su amistad con Covarrubias. ¿Constituyó dicha amistad el pró-
logo de su travesía a Marruecos? Desde luego, los viajes de El Chamaco pudieron
haber empujado Barragán a explorar aquellos territorios misteriosos presentes
en libros y dibujos, para empaparse con los cinco sentidos en la atmósfera, cultu-
ra, paisaje y construcción de las ciudades del norte de África.

3. Eggener, Keith. «La ar-


quitectura fotográfica de Barra-
gán: imagen, publicidad y me-
moria.» Texto extraído de Zanco,
Federica. Luis Barragán. La revo-
lución callada. Milán. Skira Edi-
torial. 2001. Página 180.

34
3.2 La visión de Mathias Goeritz

«[...] me siento como andando a través de un pasado remoto, en un extraño ambien-


te bíblico y no sé cómo coordinar esta nueva realidad con aquella otra de la que
estoy huyendo»4.

|Mathias Goeritz, 1941|


3.7
3| Prólogo de un viaje anunciado

3.7 Mathias Goeritz en Teoti- [3.7]


huacán, México, 1957.
N acido en 1915 en Danzig y mexicano de adopción, el pintor y escultor Ma-
thias Goeritz fue amigo y colaborador de Barragán hasta finales de los años
’60 cuando, por una disputa debida a la autoría de las Torres de Ciudad Satélite,
la amistad se interrumpió bruscamente.

Al igual que Barragán, Goeritz transcurrió su infancia en su país natal, en la


ciudad de Berlín. Durante su juventud realizó estudios de pintura, filosofía y
medicina. Sin embargo, la guerra y el régimen nazista le obligó a abandonar Ale-
mania en 1936 y encontrar refugio en el norte de África antes y España después.
Precisamente se trasladó a Tetuán, en el protectorado español de Marruecos que
también amparaba una vasta comunidad de judíos. Transcurrió allí unos años,
antes de mudarse a Granada en 1945.

Para el escultor y pintor alemán Marruecos fue tierra de descubrimientos y nue-


vas amistades. Por un lado, fue allí donde conoció a su futura esposa Marianne
Gast. Por otra parte, descubrió a Nicolás Muller, fotógrafo documental del pe-
riodo entreguerras. El primer encuentro fue casual y forzado a la vez: Goeritz
quedó tan impresionado por una fotografía comprada en una tienda de Tánger
[3.8] intitulada Mocoso Marroquí y tomada por el mismo Nicolás Muller, que quiso
4. Molina y Vedia, Juan.
Luis Barragán: paraísos = para-
conocer su autor, aunque no tuvo éxito.5 Los dos se encontraron nuevamente en
dises. Buenos Aires. Kliczkowski. 1948 en Madrid como si hubieran sido amigos desde siempre. A partir de enton-
2001. Página 54. Lo que escribió ces emprendieron una intensa relación epistolar que duró hasta la muerte del
Mathias Goeritz durante su pri-
mera instancia a Marruecos a su mismo Goeritz. En una de aquellas cartas el alemán confesó a Muller que todavía
madre. conservaba la fotografía de aquel mocoso marroquí. Fotografía que encarnó el
5. Archivos de la comunidad recuerdo de los años vividos en Marruecos y que, probablemente, compartió con
de Madrid. Cartas de Mathias
Goeritz a Nicolás Muller. Una in- Luis Barragán.
teresante selección de la corres-
pondencia privada que los artistas Es lógico pensar el paralelismo que subyace entre la amistad epistolar que man-
mantuvieron entre el 1948 y 1989.
Página web: http://www.madrid. tuvieron Goeritz y Muller y la relación de Barragán con El Chamaco. Tanto Mu-
org/archivos/index.php/com- ller, como Covarrubias, propiciaron el interés de Goeritz y Barragán hacia Ma-
ponent/content/article/61-noti-
rruecos. El pintor alemán conoció el arquitecto tapatío y Chucho Reyes en 1949,
cias/244-cartas-de-mathias-goe-
ritz-a-nicolas-muller, consultada cuando se trasladó a México bajo invitación del neo fundador de la Escuela de
el 20/11/2021. Arquitectura de Guadalajara Ignacio Díaz Morales. Desde entonces los tres em-

36
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
3.8
3| Prólogo de un viaje anunciado

3.8 Mocoso Marroquí. pezaron a colaborar en varias obras artísticas y arquitectónicas, intercambiando
ideas y visiones. La amistad de Barragán y Goeritz fue tan fuerte que unos años
después el arquitecto tapatío apadrinaría el hijo del pintor alemán. No es difícil
imaginar que Mathias Goeritz haya contado y descrito al amigo jalisciense sus
recuerdos de Tetuán, incluso enseñándole aquel niño marroquí fotografiado por
Nicolás Muller. ¿Puede la fotografía de un niño con rasgos africanos volver a ser
un recuerdo compartido de un país todavía por descubrir? ¿Puede que Barra-
gán haya atisbado en el rostro elegante, delicado e inocente de aquel niño otro
retrato étnico de su amigo Miguel Covarrubias, además que el contraste con la
arquitectura de tierra del sur de Marruecos potente y abrumadora?

El camino por las tierras del norte de África, por ende, adquiere los rasgos de
un ritual, surgido por la influencia de Covarrubias, los recuerdos de Goeritz de
aquel mocoso marroquí y la curiosidad del proprio Barragán de sentir, tocar, ver
y oír un paisaje conocido solamente en los libros y dibujos. Lo que el arquitecto
jalisciense vio durante la travesía a Marruecos lo marcó definitivamente. No es
casual que en 1953, cuando Barragán regresó a México, Goeritz empezó a redac-
tar el manifiesto de la arquitectura emocional, proyecto teórico que se convirtió
en el mantra de la obra de los dos. Ese año fue crucial para ambos, representan-
do el final de un ritual y el comienzo de otro: en septiembre Goeritz abrió las
puertas del museo experimental el Eco, mientras que en ese mismo año empe-
zaron las obras de renovación de la Capilla de las Capuchinas Sacramentarias en
Tlalpan, inaugurada solo en 1960. Las dos obras arquitectónicas no solamente
demuestran la influencia recíproca entre el jalisciense y el alemán, sino que re-
sultan ser la primera epifanía de la arquitectura emocional que desarrollarían de
ese momento en adelante.

El museo experimental el Eco fue el resultado de la libertad de diseño que su


patrocinador Daniel Mont otorgó a Goeritz: la obra fue diseñada casi in situ. El
artista decidía donde y como poner los tabiques dependiendo del espacio que
quisiera obtener. Las paredes oblicuas del umbral de acceso se iban estrechando
a medida que se avanzaba, distorsionando el espacio y sacando partido de la
atmósfera generadas por las sombras. Al final de este túnel el espacio volvía a

38
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

3.10
3.9
3| Prólogo de un viaje anunciado

3.9 Quilla de la Capilla de las dilatarse. La idea de laberinto presente en las qasabat del norte de África y en los
Capuchinas Sacramentarias. Au-
tor: Luis Barragán.
jardines árabes está aquí presente. El museo, de por sí muy pequeño, alcanza un
3.10 Museo experimental el espacio más amplio. La única abertura era la que da al patio: un gran ventanal de
Eco. Umbral de acceso. Autor: suelo a techo dividido por montantes en forma de cruz, la misma que usó Barra-
Mathias Goeritz.
gán en su Casa Estudio y que usaría de nuevo en Casa Gálvez.

En la capilla de Tlalpan, aparte del zaguán que fungía de umbral, es decir espacio
[3.10] de transición sin tiempo y límite presente también en el Eco, Barragán introdujo
un nuevo elemento en su vocabulario arquitectónico, hasta entonces más con-
vencional y hecho por líneas rectas: la quilla, rematada por el vitral que el mismo
[3.9] Goeritz realizó. La pared oblicua modifica la manera en que la luz tiñe el espacio;
el empleo del color de una forma más elocuente y jamás vista hasta aquel mo-
mento en las obras anteriores, fruto de la asesoría de Chucho Reyes, logró crear
una esquina potente, mágica y sacra a la vez, donde la cruz de madera no se ma-
nifiesta físicamente delante del creyente sino a través de su sombra proyectada
en la pared del altar.

Goeritz y Barragán compartieron visiones similares en circunstancias diferentes.


El alemán creció en la cuna de las vanguardias de los años ‘20 y, sucesivamente,
entró en contacto con la arquitectura mediterránea del Marruecos español y de
la propia España. Al contrario de Barragán que, tras descubrir primero los jar-
dins enchantès de Ferdinand Bac, experimentó en los años ’30 la arquitectura
funcionalista europea, antes de aventurarse en el viaje de 1952.

40
3.3 La visión de Barragán: recorrido
por el México colonial
3.11

3.12
3| Prólogo de un viaje anunciado

3.11 Capilla Del Señor Del El México de la infancia barraganiana jugó un papel importante para forjar la
Calvario en Xochitlán, Puebla.
3.12 Capilla de la Trinidad en
visión del arquitecto tapatío a la hora de enfrentarse a la travesía por Marruecos.
Querétaro. Colonizado a partir del siglo XVI por los españoles, que convirtieron la mayoría
de los habitantes indígenas al cristianismo, el país mexicano fue tierra fértil para
la construcción de muchos monasterios e iglesias cristianas que fueron plasman-
[3.11] do sus rasgos arquitectónicos.6 A partir de libros y revistas como Tonantzintla de
[3.12] 1956 o Artes de México: Conventos del siglo XVI de 1966, pasando por Catálogo de
construcciones religiosas del estado de Yucatán de 1945, hasta Churches of Mexi-
co de 1963, todos guardados en su biblioteca, emerge el interés del jalisciense
hacia aquella arquitectura religiosa hecha por muros pesados blanquecinos y la
austeridad formal que vislumbraría también en al-Ándalus y Marruecos. Barra-
gán, siendo profundamente religioso, visitaba a menudo las iglesias de los pue-
blos mexicanos como San Cristóbal de las Casas, San Miguel Allende o Puebla,
donde se ubicaba la iglesia de Tonantzintla que enseñaría también a su amigo
Philip Johnson.7

[3.13] Paralelamente, la colonización española llevó a México el sistema feudal de las


haciendas. Se trataba de pequeñas ciudadelas basadas en actividades agrícolas
y construidas en tierras otorgadas a cambio de servicios militares. Así como los
6. Ruiz Botello, Patricia. [3.14] qsur del Atlas marroquí que visitaría Barragán, eran ciudades autosuficientes
Arquitectura de las haciendas
coloniales de México. Tesis final protegidas de los ataques de los bandidos. Normalmente dentro de sus recintos
de grado. Catalunya. Universidad acogían una casa principal con un gran patio central repleto de vegetación y una
Politécnica de Catalunya. 2011. fuente. El patio estaba rodeado por columnatas y la casa circundada a su vez por
Página 4.
7. Curiel Gámez, Fernando. un jardín amurallado. Tal y como las demás viviendas, se construía con muros de
«Arquitecturas sin arquitectos: piedra o ladrillo y techo de vigas de madera.8
la mirada de Luis Barragán por
las arquitecturas del norte de
África y Asia Menor.» Catalunya. Barragán había transcurrido su infancia en el entorno de la arquitectura hispa-
Universidad Politécnica de Cata- nomexicana y, por ende, también de huella morisca; en particular el entorno de
lunya. Revista ACE (Architectu-
re, City and Environment) nº31.
las haciendas, que desaparecerían con la revolución mexicana de los años veinte.
2016. Páginas 50-51. El sonido de las fuentes, el verde de la vegetación, la atmósfera alegre y elocuen-
8. Ruiz Botello, «Arquitec- te de aquella arquitectura volcada hacia el interior acompañarían el jalisciense
tura...» Página 5.
9. Curiel Gámez, «Arqui-
no solo durante el viaje a Marruecos sino también después, a través de textos
tecturas...» Páginas 50-51. sobre los pueblos del estado de Michoacán o libros como Antiguas Haciendas

42
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

3.15
3.13

3.16
3.14
3| Prólogo de un viaje anunciado

3.13 Hacienda La Loma en de México de 1956.9 Como demuestran las fuentes documentales encontradas en
Durango.
3.14 Pequeño pueblo en las
su biblioteca antes y después del periplo del 1952, la memoria de la tierra natía
cercanías del qsur Ait Ben Had- pareció estar siempre presente y en continua tensión con la arquitectura verná-
dou. cula norteafricana. Barragán, con la madurez de los 50 años y una maleta de viaje
3.15 Acueducto de la Ex-ha-
cienda de Juriquilla en Queréta- cargada con la experiencia personal y de sus amigos, emprendería el camino por
ro. las tierras del Atlas sabiendo lo que encontraría, pero desconociendo las secuelas
3.16 Calle cubierta en el qsar emotivas que lo afectarían durante el resto de su vida.
El Khorbat.

44
Periplo por las
tierras del Atlas
4.0

4.
4. PERIPLO POR LAS TIERRAS DEL ATLAS

4.1 Entrada a Marruecos

4.2 Etapas del viaje: explorador Barragán


4.2.1| La mochila de Luis Barragán
4.2.2|Las etapas del viaje a partir de las rutas caravaneras

4.3 Las palabras de Barragán sobre Marruecos


4.3.1| Entrevista de Alejandro Ramírez Ugarte, 1962
4.3.2| Entrevista de Elena Poniatowska, 1976
4.3.3| Entrevista de Jorge Salvat, 1981

4.4 Marruecos: fortalezas de tierra


4.4.1| Ciudad fortaleza
Terminología | Qsur | Paisaje cristalizado | De un lado a otro del umbral |
Día soleado en el suq
4.4.2| A través de la ventana: hogar
Muros lisos por la ruta de Tizi-n-Tichka | Metamorfosis del hueco | Espacio
doméstico
4.1 Entrada a Marruecos

«Desde que uno atraviesa los pasos del Atlas se encuentra la entrada de un país nuevo. Allá
termina el mundo mediterráneo y ya empieza el mundo sahariano.»1

|Henri Terrasse, 1938|


4.1
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.0 Página anterior. Luis Ba- [4.1] En la frontera del desierto la forma está sujeta a las leyes que impone la natu-
rragán in Majahua, 1950. raleza. Investigar la tradición significa recuperar lo natural, lo permanente, lo
4.1 Cordillera del Alto Atlas
en Marruecos. sustancial, aquello que está liberado de cualquier especulación estética. Buscar lo
elemental en la llanura pre sahariana, donde la dureza no permite lo innecesario
y donde la síntesis y lo esencial se convierte en la clave de la supervivencia, Es
introducir lo racional en el paisaje. Es hacer arquitectura.2

|Faissal Cherradi Akbil, octubre 2017|

F aissal Cherradi Akbil, arquitecto y especialista en arquitectura de tierra de


Marruecos, además de restaurador y consejero del Ministerio de Cultura y
Comunicación del Reino de Marruecos, describe el paisaje marroquí como un
territorio donde la arquitectura y el modo de vivir están vinculados a las leyes de
la naturaleza: la cordillera del Atlas constituye la frontera de este paisaje muta-
ble, estableciendo contrastes geográficos aún más evidentes del México barra-
ganiano.

Sin embargo, durante la prehistoria, cuando las primeras poblaciones del norte
de África eran los capsianos provenientes de oriente, el Atlas y el desierto del
Sahara eran en gran parte cubiertos por vegetación y fauna: la cordillera mon-
tañosa se asemejaba más a la Mesa Central mexicana y aquella Sierra del Tigre,
cuna de Luis Barragán. Después del Neolítico el cambio climático llevó a la de-
1. Casa árabe, «La arquitec-
tura de tierra en Marruecos: la sertificación gradual de la región, cada vez más perturbada por el cálido viento
preservación de un rico patrimo- sahariano, en árabe chergui.3
nio». Charla del arquitecto y res-
taurador Faissal Cherradi Akbil
sobre la arquitectura de Marrue-
[4.2] Los oasis, descritos por viajeros como Ibn Battuta en el siglo XIV o Henri Terrasse
cos. Youtube. en el siglo XX como verdaderos remansos paradisíacos en el desierto, volvieron
2. Ibidem. a ser oportunidades para conseguir recursos naturales y riqueza, favoreciendo
3. Soriano Alfaro, Vicent.
Arquitectura de tierra en el sur los asentamientos de las poblaciones bereberes. El clima y naturaleza del pai-
de Marruecos. El oasis de Skou- saje del Atlas, junto con la necesidad de proteger los bienes de la tierra, dieron
ra. Barcelona. Fundación Caja
lugar a una arquitectura potente, masiva, que emerge del suelo, acomodándose
de Arquitectos. 2006. Página 28.
Descripción de clima y geografía en su silueta y ocupando los cauces de ríos y palmerales. El qsar, típica ciudad
e historia de las poblaciones del fortificada bereber, representa el arquetipo de arquitectura sin pedigrí, inmu-
norte de África.

50
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.2
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.2 Ibn Battuta, reconocido table, inmejorable, identificada con el paisaje y que cumple perfectamente con
como el más grande viajero de la
historia, y el mapa de sus viajes.
las necesidades de quien la habita.4 Y quien habitó aquellas ciudades de tierra
fueron, a partir del siglo VII y con la llegada del islam, la dinastía idrís, seguida
por los almorávides entre el siglo XI y XII y los almohades durante el siglo XII.
Estas últimas gobernaron no solo en Marruecos sino también en España del sur,
mejor dicho, al-Ándalus.

A partir de 1910 y hasta 1953 Marruecos perdió su independencia: la costa me-


diterránea pasó a ser protectorado de España, mientras que el resto de la región
estuvo sujeto al control de Francia. La condición política reforzó el vínculo entre
la arquitectura de matriz árabe y mediterránea del al-Ándalus y las ciudades de
Marruecos. Claro ejemplo de esta relación biunívoca es la ciudad de Tetuán, ca-
pital del protectorado español, hogar y refugio de Mathias Goeritz.

Si la costa norte de África presenta rasgos más mediterráneos, en las entrañas del
Atlas brotan aquellas fortalezas de tierra que tanto asombrarían a Barragán: las
qasabat, lugares despojados de lo innecesario que visitaría con ojos y mente más
sabios y una bien fornida mochila de viaje.

4. Rudofsky, Bernard. Ar-


chitecture Without Architects.
1964. Traducción de Alda, Enri-
que. Arquitectura sin arquitectos.
Logroño. Pepitas ediciones. 2020.
Página 12.

52
4.2 Etapas del viaje: explorador
Barragán
4.3
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.3 Mujeres en Marruecos.


Gran Atlas.
4.2.1| La mochila de Luis Barragán

T ras visitar el norte de Europa e Italia entre junio y diciembre de 1952, el pintor
Juan Soriano y el historiador Justino Fernández, compañeros de viaje de Ba-
rragán durante aquella travesía, regresaron a México. Sin embargo, el arquitecto
jalisciense decidió ir a España y zarpar hacia la costa del norte de África, proba-
5. Del viaje en concreto se
ha hablado poco. Aún menos blemente a solas, aventurándose en un camino que duró alrededor de un mes,
de quién y si alguien lo acompa- desde diciembre 1952 hasta enero 19535.
ñó. En Luis Barragán frente al
espejo: la otra mirada, de Ruíz
Barbarín, Antonio, se subraya ¿Qué equipaje llevó Barragán durante el trayecto por Marruecos? Considerando
como Barragán hizo este viaje a que durante todo el viaje del ’52 nunca regresó a México, se podría deducir que
solas. Otras fuentes apenas citan
la travesía al norte de África. Sin
no iría muy cargado, sobre todo si se piensa a Barragán como un hombre con
embargo, la cantidad de libros tendencia a lo esencial. Seguramente llevaba una mochila con un cuaderno de
sobre la arquitectura africana y, croquis para grabar instantáneamente lo que veía. Además, tenía la costumbre
en concreto, los textos de René
Euloge comprados poco antes y de comprar libros y revistas no solo para sí mismo sino también para obsequiar a
durante el trayecto a Marruecos, sus amigos. Sin lugar a dudas tenía que ser una mochila espaciosa.
amparan la hipótesis de que di-
chas publicaciones apoyaron Ba-
rragán durante el camino por las Ahora bien, hay otra mochila que se llevó Barragán a Marruecos: los libros y
tierras del Atlas. textos acerca del norte de África comprados pocos años antes del viaje y al prin-
6. Curiel Gámez, Fernando. cipio del mismo. En su biblioteca de la Casa Estudio, aparte de los textos sobre la
«Arquitecturas sin arquitectos:
la mirada de Luis Barragán por escuela de Casablanca y las villas de Túnez, se han encontrado numerosas publi-
las arquitecturas del norte de caciones que pudieron ayudar el jalisciense a enfrentarse a un lugar que aún no
África y Asia Menor.» Catalunya.
había visitado. Títulos como Maroc de Ricard Prosper, datado 1950, Le Maroc de
Universidad Politécnica de Cata-
lunya. Revista ACE (Architectu- Jean-Louis Miege de 1952, o la revista sobre el modernismo L’architecture d’au-
re, City and Environment) nº31. jourd’hui de 1951, ocuparon la estantería de Barragán poco antes de partir hacia
2016. Página 54. Se trata de una
investigación in situ en la biblio-
Europa. Tal vez la parada en Marruecos fue programada uno o dos años antes del
teca de la Casa Estudio, donde tercer viaje a modo de ritual preparatorio. Otro catálogo a destacar fue Au sud de
el autor del artículo, con un en- l’Atlas vers le pays des casbahs, escrito y publicado por Didier Madras en 1950,
foque hacia los viajes de Barra-
gán, habla de los libros que han
entre cuyas páginas Barragán guardó un librito nombrado Les Villes Imperiales
podido apoyar sus viajes, entre nº2, más bien un guía turístico sobre las ciudades Imperiales de Marruecos: Fez,
los cuales se encuentran las pu- Marrakech, Rabat, Mequinez.6 Aún más importantes fueron unos textos nom-
blicaciones sobre Marruecos con
los apuntes del proprio Barragán. brados Maroc. Villes de la cote de 1951, de la Oficina de Turismo Marroquí, cuyas

54
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.4

4.5
4.6

4.7
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.4 Portada del libro «Maroc. fotografías hacen referencia a las ciudades de Rabat, Mazgan, Fez y Marrakech.
Villes de la cote» Autor: oficina
de turismo marroquí.
En uno de estos textos aparece una dedicatoria de René Euloge, autor de otro
4.5 Portada del libro «Ceux escrito que guardaba Barragán en su biblioteca: Cimes et Hautes Vallès du Grand
des hautes valles» Autor: Renè Atlas. La dedicatoria es del 12 de enero 1953 y recita:
Euloge.
4.6 Fotografías del libro «Ci-
mes es Hautes Vallès du Grand Para el Señor Arquitecto Luis Barragán. Gran viajero que ha sido seducido por la
Atlas». Autor: Renè Euloge. región del Sur de Marruecos y por los singulares kasbahs que son dignos de dar
4.7 Fotografías del libro «Ci- a soñar en la Arquitectura. Yo ofrezco esta invitación a viajar a través de la mon-
mes es Hautes Vallès du Grand
Atlas». Autor: Renè Euloge. taña berbère como testimonio de la grata experiencia y el recuerdo de un viejo
vagabundo de Cimes et Hautes Vallès du Grand Atlas.7

|René Euloge, Marrakech, 12 enero de 1953|

A partir de dicha dedicatoria se puede intuir que Barragán compraría los textos
[4.4] Maroc. Villes de la cote directamente en Marrakech, tal vez conociendo perso-
nalmente René Euloge: un dato importante considerando que el escritor francés
fue uno de los primeros exploradores de las tierras del Atlas durante la década de
los años ’20, aprendiendo mucho sobre la cultura y vida cotidiana de Marruecos
y pudiéndolo contar directamente o indirectamente al proprio Barragán. Desde
luego estos escritos, junto con la nota de Euloge, constituyen una base documen-
tal importante para poder establecer las probables etapas del recorrido barraga-
niano por el Atlas. No obstante, a parte de la mochila de viaje de Barragán, para
completar este intricado puzzle hace falta tener en cuenta las rutas caravaneras
en el norte África que se desarrollaron partir del siglo VIII, así como los trayectos
comerciales y de exploración de los siglos XIX y XX.

4.2.2|Las etapas del viaje a partir de las rutas


caravaneras

7. Curiel Gámez, «Arquitec-


A finales de 500 antes de Cristo el camello, traído a Egipto por los persas, sus-
tituyó paulatinamente al caballo, animal hasta aquel momento utilizado en
Mauritania y Marruecos por las tribus nómadas para remolcar las caravanas y
turas...» Página 54.

56
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.8
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.8 Mapa de las principales cruzar el desierto. Oro, marfil, plumas de avestruz, kola, tejidos y esclavos eran
rutas caravaneras hasta el siglo
XVI. |Elaboración propia.
los bienes de intercambio del comercio caravanero que remonta a la época de
los primeros asentamientos bereberes8: los productos pasaban por los pueblos
fortificados a lo largo de ríos y palmerales, mientras que los nómadas cobraban
[4.8] el paso entre fronteras. Las primeras rutas caravaneras fueron documentadas
por escritores y viajeros árabes desde el siglo VIII y fueron utilizadas como guía
para cruzar el desierto. Dichas rutas cambiaron a lo largo del tiempo, debido a la
decadencia de algunas ciudades y crecimiento de otras. De hecho, hasta el siglo
XVI el primer foco del trayecto caravanero era la ciudad marroquí de Sijilmassa,
desde la cual arrancaban las caravanas para llegar a Fez, Marrakech y Tlemcen.
Otro foco del comercio fue la ciudad líbica de Ghadamés que conectaba Trípoli y
Kairouan. Por último, desde la ciudad de Kumbi Saleh, en el África subsahariana,
se podía ir, o bien hacia Toumbouctou, o bien hacia Sijilmassa, pasando por Ou-
lata y Oudane. Las rutas empezaron a sufrir cambios tras la caída de Sijilmassa,
a partir del siglo XIV, por manos de la dinastía bereber meriní antes, y de las
incursiones beduinas después, hasta despoblarse por completo.9

Por lo que respecta la historia reciente, desde finales del siglo XIX hasta la mi-
tad del siglo XX, la situación política que veía España y sobre todo las colonias
francesas de establecer sus posesiones en el territorio marroquí y argelino, mo-
dificó las rutas y fomentó el deseo de exploración de aquellas tierras por parte de
8. Soriano Alfaro, Vicent. escritores y viajeros europeos, desde el inglés William George Browne hasta el
Arquitectura de tierra en el sur
de Marruecos. El oasis de Skou-
pintor francés Eugene Delacroix, pasando por Henri Terrasse y Èdouard Blanc,
ra. Barcelona. Fundación Caja que redactó un mapa detallado de los recorridos por el norte de África del siglo
de Arquitectos. 2006. Página 33. XIX. Destaca también Charles de Foucauld, padre y explorador francés que viajó
Descripción del comercio y rutas
caravaneras de África del norte.
a Marruecos entre 1883 y 1884. Alfonso Alfaro lo describió como un «solitario an-
9. Ibidem. sioso de eternidad»10, un hombre en el medio del desierto en constante búsqueda
10. Alfaro, Alfonso. Voces espiritual. Su recorrido por Marruecos arrancó por el camino de Fez, pasando
de tinta dormida. Itinerarios espi-
rituales de Luis Barragán. Méxi- por la ciudad de Taza y llegando a Mequínez. Era el trayecto antes de aventurarse
co, Artes de México, Consejo Na- en el corazón del Atlas. Allí cruzó el paso de Tizi n’Telouet enfrentándose a ries-
cional para la Cultura y las Artes. gos y accidentes. Lo que más lo fascinó fue la belleza de los paisajes y la piedad
1996, Página 47. Alfonso Alfaro
sobre Charles de Foucauld y las musulmana, tanto como para convertirse al islam pocos años después. Barragán
similitudes con Luis Barragán. poseía un libro de Foucauld en su biblioteca. Es probable que conociera las em-

58
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.9
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.9 Mapa de la probable ruta presas del explorador y padre francés y vislumbrara cierta semejanza en cuanto
de Barragán en Marruecos.
|Elaboración propia.
a personalidad y devoción a la religión.11 Ahora bien, al contrario de personajes
como Foucauld, impresionados por lo que iban descubriendo en sus viajes al
punto de mutar sus propia piel e identidad, el arquitecto tapatío siempre supo
mantener vivas sus raíces, descubriendo lugares nuevos pero con ojos lúcidos. Se
deduce, por lo tanto, que Barragán pudo tener en cuenta el recorrido del padre
de Foucauld por el Altas a la hora de planificar el suyo.

[4.10] El cuadro se va delineando, hasta completarse con los lugares de norte de África
visitados primero por Le Corbusier y Erik Gunnas Asplund, y después, a media-
dos del siglo XX, por los llamados arquitectos de la tercera generación: desde
Jørn Utzon en 1947, hasta Alvar Aalto y Sverre Fehn en 1951. La ruta típica duraba
alrededor de mes y medio, arrancaba de Rabat y procedía en sentido anti horario
hacia Agadir, recorriendo la cuenca del río Draa y entrando en contacto con el
áspero paisaje del Anti Atlas dominado por la arquitectura de la qasba. A con-
tinuación, tras visitar Marrakech, el trayecto continuaba rumbo al qsar Ait Ben
Haddou y al oasis de Skoura. La última etapa del viaje era Fez, antes de regresar a
Rabat y despedirse del país marroquí.

[4.9] Finalmente, tras husmear en la mochila de Luis Barragán y analizar el recorrido


de las rutas caravaneras, de viajeros como Charles de Foucauld y de los arqui-
tectos de la tercera generación, se puede intuir el trayecto del arquitecto tapatío
por Marruecos. Posiblemente el viaje arrancó en diciembre 1952 desde el puerto
español de Algeciras, desembarcando en la costa de Tánger, allí donde Mathias
Goeritz había comprado la foto Mocoso marroquí de Nicolás Muller. Es verosímil
que el pintor alemán hubiese aconsejado Barragán de pasar por Tetuán, ciudad
de amparo de Goeritz entre 1940 y 1944, para ver con sus ojos el paisaje todavía
mediterráneo de la ciudad blanca. El trayecto siguió hacia Fez, pasando por Me-
quínez, ciudades descritas en los libros comprados de apoyo al viaje y también
visitadas por personajes como el pintor Delacroix un siglo antes. La ciudad de
11. Alfaro, Voces... Página Fez abrió las puertas del desierto: de allí Barragán se adentró en el valle del río
47. Alfonso Alfaro sobre Charles
de Focauld y las similitudes con Ziz, visitando Er Rachidia y Rissani, donde se encuentran las ruinas de Sijilmas-
Luis Barragán. sa. Cruzando el valle de Ougnat, en el vertiente sur-oriental del Gran Atlas, vi-

60
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.10
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.10 Mapa de la ruta de Ba- sitó el oasis de Skoura y el qsar Ait Ben Haddou, etapas recurrentes durante los
rragán por Marruecos, super-
puesta a la ruta de Sverre Fehn,
trayectos de otros arquitectos y viajeros. Además, considerando el recorrido de
basada en las indicaciones de su Foucauld conocido por Barragán, es probable que haya cruzado el Atlas por el
amigo Jørn Utzon. |Elabora- paso de Tizi n’Telouet para llegar a Marrakech. Fue allí donde compró los textos
ción propia.
Maroc. Villes de la cote. El recorrido siguió verosímilmente hacia Tánger por la
costa occidental, pasando por Casablanca y Rabat. Por fin, zarpó de Tánger para
regresar a México al final de enero o comienzo de febrero 195312 consciente de que
aquel viaje fue el que más lo impresionó en su vida.

12. Federica Zanco, directora


de la Fundación Barragán, afirma
que el viaje a Marruecos se desa-
rrolló en enero 1953. Era común
visitar Marruecos durante el pe-
riodo invernal para poder aguan-
tar las extremas temperaturas del
desierto. Además, la duración
típica de un recorrido completo
era de uno o dos meses. Es proba-
ble, por ende, que Barragán haya
viajado por allí entre diciembre y
enero.

62
4.3 Las palabras de Barragán sobre
Marruecos

«Mi apellido es ciertamente árabe, por los moros, desde luego»13

|Luis Barragán, 1958|


4.11
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.11 Casa Estudio. Autor: Luis


Barragán, 1948.
Un viaje no existe en un instante específico. Es más bien una recta unida por
infinitos puntos, momentos, imágenes. Un recuerdo perpetuo en deve-
nir, diluido en un pasado, presente y futuro. Desde la búsqueda de un destino,
hacia lecturas sobre la supervivencia en lugares ignotos: el viaje fue. Durante el
recorrido, donde los sentidos se empapan de una cultura, olores, paisajes dife-
rentes: el viaje es. Hasta las secuelas emotivas de aquella travesía traducidas en
cicatrices que matizan su recuerdo a medida que pase el tiempo: el viaje será.
Por último, aquel viaje jamás hecho, grabado en la imaginación de un hombre
curioso y ávido de lecturas, como el viaje incumplido de Jules Verne a África, es-
cenario de Cinco semanas en globo y nunca visitado, sino con la fantasía: el viaje
que podría haber sido.

4.3.1|Entrevista de Alejandro Ramírez Ugarte,


1962

El pasado del viaje a Marruecos de Luis Barragán se vislumbra desde su precoz


curiosidad hacia la arquitectura del norte de África. De las pocas entre-
vistas de Barragán la primera en que citó el continente africano es la de Alejan-
dro Ramírez Ugarte, realizada en 1962, casi diez años después de la travesía en
Marruecos. En dicha conversación Luis Barragán habló primero sobre la casa
patio del norte de África describiendo como la alegría interior contrastaba con
[4.12] el señorío exterior. Tal vez se refería a la riyad árabe, típica casa marroquí con un
patio central repleto de vegetación y una fuente: arquitectura esta, no demasiado
distante de la hacienda mexicana de siglo XIX y aún más cercana a la mediterra-
neidad de España y los jardines encantados de la Alhambra, una de las primeras
inspiraciones de Luis Barragán.

[…] Al independizarme por lo menos llevaba una preparación interesante, que


13. Riggen Martínez, An-
tonio. Luis Barragán: escritos y fue el haber comprado muchos libros en Europa, libros sobre arquitectura que
conversaciones. Madrid: El Cro- fueron los que más me interesaban. Compré libros sobre la casa del Norte de
quis Editorial, 2000. Página 69. África, que es una casa a base de patios y de enorme alegría, de alegría en el inte-
Entrevista de Selden Rodman
rior y de señorío en el exterior; patios para hacer una vida como la hemos hecho
realizada en 1958.

64
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.12
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.12 Ilustración de una riyad en las provincias nosotros, no tanto ahora como antes, la vida que se hace todavía
en Marrakech. |Elaboración en Guadalajara o Zapotlán […].14
propia.

|Luis Barragán. Entrevista de Alejandro Ramírez Ugarte. 1962|

Es interesante notar como Barragán, que en aquel entonces estaba interiorizan-


do la experiencia del trayecto por Marruecos, habló de unas fuentes documen-
tales compradas mucho antes del periplo. Pasado, presente y futuro del viaje se
mezclan. El arquitecto jalisciense describió la atmósfera de aquella arquitectura
de patios con una consciencia que no habría tenido sin visitarlas personalmen-
te. Es más, a la pregunta de Alejandro Ramírez Ugarte a Barragán respecto a si
pudiera hablar sobre algo más concreto y que había vivido, el jalisciense abrió la
caja de Pandora:

Un viaje que hice al África ha sido el viaje que más me ha impresionado en mi


vida; es donde vi las construcciones que se llaman «casbahs», en el norte del
desierto del Sahara, al sur de Marruecos. Es lo que encontré plásticamente más
ligado al paisaje, más ligado a la gente que lo vive, a su ropa, al ambiente de la
atmósfera, inclusive más ligado a sus propias danzas, a su familia; es decir encon-
tré ahí la integración perfecta de su religión con todo el ambiente en que viven y
las cosas físicas que tocan.15

|Luis Barragán. Entrevista de Alejandro Ramírez Ugarte. 1962|

Cada una de las palabras utilizada por Barragán para describir lo que vio en Ma-
[4.14] rruecos tiene un peso específico. Lo que primero impresionó el mexicano fue la
integración entre arquitectura y paisaje, con luz y sombras a plasmar los volúme-
nes de tierras llevándolos a un nivel de abstracción y plasticidad que el mismo ar-
quitecto tapatío alcanzaría en sus últimas obras. Conceptos estos, vislumbrados
también por el arquitecto noruego Sverre Fehn, que había viajado a Marruecos
14. Riggen Martínez, Luis en 1951.
Barragán... Página 73. Entrevista
de Alejandro Ramírez Ugarte rea-
lizada en México DF en 1962.
Ya que el material es sólo uno (el adobe) la arquitectura no tiene otra cosa con
15. Ibidem. Página 87. que trabajar más que con la eterna variación de luz y sombra. Los colores de las

66
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.13
4.14
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.13 Croquis de las qasbas de villas son los mismos que los de la tierra. Lo único que nos permite advertir las
Marruecos. Autor: Luis Barragán casas es que reflejan la luz del sol con un ángulo diferente al de la superficie de
en Marruecos, 1953.
4.14 Croquis de las qasbas de la que surgen.16
Marruecos. Autor: Sverre Fehn,
1951. |Sverre Fehn. Apuntes sobre Marruecos.|

Por un lado Fehn quedó seducido por la presencia constructiva del adobe, único
material de una arquitectura que trabaja con variaciones de luz y sombra. Por
otra parte, se sintió aturdido por el caos y ruido de la vida en ciudades como Ma-
rrakech y Fez17, al contrario de Barragán que veía en aquel enjambre de danzas,
bodas y mercados marroquíes la misma cotidianidad y los valores familiares y re-
ligiosos inculcados por sus padres durante su infancia en Jalisco. Evidentemente
el lugar de origen entendido como pasado, la fría Noruega de Fehn y el colorido
México barraganiano, influyó e incluso cambió la manera de ambos arquitectos
de ver el presente de aquel viaje.

4.3.2|Entrevista de Elena Poniatowska, 1976

16. López Cotelo, Borja;


A los 74 años Barragán volvió a hablar de sus recónditas inspiraciones con su
amiga Elena Poniatowska. Una pregunta que le hizo Elenita fue sobre cómo
se sentiría entre los demás arquitectos. La respuesta arrancó por un análisis sobre
Amado, Lorenzo (director de te- la actitud de muchos por imponer su propia obra, casi despreciando el paisaje.
sis). Sverre Fehn desde el dibujo.
Tesis doctoral. A Coruña: depar- Desde luego, la inquietud sobre el respeto del lugar espabiló varios arquitectos
tamento de representación e teo- de la segunda mitad del siglo XX: en 1964 se publicó la primera edición de Ar-
ría arquitectónica. 2012. Página chitecture without Architects de Bernard Rudofsky, donde queda patente aquella
130. Extraido de «La Arquitectura
primitiva de Marruecos» de Nor- arquitectura sin pedigrí hasta entonces poco documentada.
berg-Shulz, Christian y G. Pos-
tiglione. […] Desgraciadamente en el Pedregal han ido borrándose mucho las rocas por
17. Ibidem. Página 128.
18. Riggen Martínez, An-
la arquitectura que otros han hecho y que a mi modo de ver no corresponde al
tonio. Luis Barragán: escritos y paisaje maravilloso. […] Siempre pensé en un paisaje abstracto, y por lo tanto en
conversaciones. Madrid: El Cro- una casa abstracta, de líneas abstractas que no echaran a perder el paisaje […].18
quis Editorial, 2000. Página 109.
Entrevista de Elena Poniatowska
realizada en México DF en 1976. |Luis Barragán. Entrevista de Elena Poniatowska, 1976|

68
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

4.17
4.15
4.16
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.15 El baile del Jarabe tapa- Barragán concebía la arquitectura como una apéndice del proprio paisaje, cuya
tío.
4.16 Mercado mexicano.
abstracción funge de elemento condicionante para el diseño. Su interpretación
Tienda «El Antiguo Valiente». del paisaje de El Pedregal, donde en 1947 empezó a diseñar el homónimo frac-
4.17 Arquitectura ligada al cionamiento, remonta a la imagen del Atlas marroquí que visitaría cinco años
suelo. Croquis. |Elaboración
propia.
después, y aquella arquitectura de tierra de los qsur pre-saharianos.

Para mí lo bello es la unidad entre el paisaje y la expresión estética, la de la


arquitectura. ¿Sabes qué influyó en mí particularmente, además de los pueblos
mexicanos de mi infancia, los pueblos de Jalisco de los cuales ya te he platicado?:
la arquitectura mediterránea, toda blanca, bellísima, fuerte. Yo me sentí bien en
el sur de España, en el norte de África, en Argel, en Marruecos. Toda esa arquitec-
tura la sentí profundamente ligada al suelo. En las casas, en Marruecos, no sabe
uno dónde termina el pedazo de desierto, cuándo comienzan los constructores a
sobre elevarlas, cómo emergen del proprio suelo y de los muros de roca. Lo mis-
mo podría decirte de la arquitectura popular mexicana; es parte de la tierra, nada
de ella es falso y, saber, otra cosa de la arquitectura popular es que puede decirse
que no tiene época. Me imagino yo que esas casas de los pueblos del norte de
África, o esas casas blancas de las islas griegas, lo mismo pueden haberse hecho
hace mil o dos mil años que hoy. Los palacios árabes también, pueden tener qui-
nientos, seiscientos años, su arquitectura no tiene época; no puede clasificarse,
no puede etiquetarse y esto es lo que me interesa muchísimo, que la arquitectura
pierda su época para hacerte vivir, que no te sitúe ni te encajone, que no quedes
confinado al momento que estás viviendo, sino que vivas también el pasado, y en
esos dos tiempos puedas también vivir el futuro.19

|Luis Barragán. Entrevista de Elena Poniatowska, 1976|

[4.17] En esa misma respuesta L.B., ya profundamente marcado por el periplo marro-
quí empezó a recorrer su proprio viaje en palabras, a partir de Italia y España,
países mediterráneos visitados unos meses antes de llegar a la costa africana.
Describió aquella arquitectura blanca, bellísima, fuerte: se trata de las casas pin-
tadas de cal, de los higos proyectando su sombra en las paredes , reminiscencias
de un joven Barragán sentado por debajo de un porche de columnas blancas con
19. Riggen Martínez, Luis un paisaje mexicano y mediterráneo a la vez a completar la escena. Asimismo,
Barragán... Página 109.

70
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.18

4.20
4.19
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.18 Luis Barragán en Cha- [4.19] el destello del blanco de las casas vistas en al-Ándalus, Tánger o Tetuán, es decir
pala.
4.19 Tetuán, Marruecos.
el presente del trayecto, se traduce en el muro blanco de 15 metros de altura que
4.20 Fuente del bebedero. remata la fuente del bebedero, construida entre 1958 y 1961 en el fraccionamiento
Fracciónamiento de las Arbole- [4.20] de las Arboledas: Barragán, al realizarlo, generó un soporte llevado al límite de la
das. Autor: Luis Barragán, 1958-
1961. abstracción, donde el blanco recibe de golpe las sombras de los pinos silvestres.
[4.18] Es un muro pero también un reflejo del pasado juvenil de L.B. y de su presente
como viajero, reinterpretando los rasgos de la arquitectura mediterránea a través
de los fotogramas del paisaje del Atlas: pasado y presente dan lugar al futuro.

Cabe destacar como el concepto de fuerza en sentido de lo masivo, lo potente,


lo resistente, recurre en las palabras del arquitecto jalisciense para describir la
arquitectura vernácula del qsar, ciudad bereber construida con tierra y agua: esta
última la sentía profundamente ligada al suelo. La qasba es una prolongación del
paisaje áspero pre-sahariano. Una fortaleza que emerge de la tierra en respuesta
a las necesidades defensivas de sus habitantes, y cuya abstracción deriva de la
propia construcción: sus paredes ya no son blancas sino que asumen el color de
la tierra que a su vez cambia con el paso del día. Los materiales y la construcción
de las moradas bereberes son aspectos subrayados también por el arquitecto da-
nés Jørn Utzon al hablar de su travesía por Marruecos en 1947.

Hice una excursión de quinientos kilómetros por Marruecos -¿fueron quinien-


tos? Probablemente me equivoque, pero fue una larga caminata- desde Ouarza-
zate hacia la ladera sur de la cordillera del Atlas, donde experimenté una tradi-
ción constructiva en completa armonía con el lugar y los materiales.20

|Jørn Utzon sobre Marruecos|

Utzon marcó la importancia de tradición constructiva, capaz de conseguir cierta


20. López Cotelo, Borja;
Amado Antonio, Lorenzo. Sve- armonía con el lugar casi como si el arte de construir la qasba formara parte de
rre Fehn desde el dibujo. Tesis la propia cultura bereber. Por tanto, el hecho de utilizar la propia tierra como
doctoral. A Coruña: departa-
mento de representación e teoría
material para construir genera, según Barragán, una arquitectura sincera, que
arquitectónica. 2012. Página 306. no tiene época, tal y como la de México. En las palabras de Sverre Fehn subyace
Conversación de Utzon con P. E. el concepto de Utzon: «lo primitivo se muestra simple y lógico en su manera de
Tøjner en 2004.

72
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.21

4.22
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.21 La fuerza del muro en construir, como la propia naturaleza.»21 Se deduce, por lo tanto, que el carácter
el paisaje del Alto Atlas. Croquis
|Elaboración propia.
atemporal de aquellos edificios de tierra fue uno de los rastros que sacudió el
4.22 Muros lisos en el paisaje alma de los arquitectos que visitaron el norte de África marcando permanente-
del Alto Atlas. Croquis |Elabo- mente sus manera futura de construir.
ración propia.

4.3.3|Entrevista de Jorge Salvat, 1981

La entrevista de Jorge Salvat a Barragán de 1981 es la última que se ha recopi-


lado donde describió Marruecos.

Exceptuando París, España me interesa más que cualquier otro lugar. Me ha


impresionado mucho la Alhambra de Granada, con sus espacios, sus fuentes y
acequias. (como las de Chapala, durante el recorrido hacia la laguna). En el caso
de Marruecos, la casbah. Sus muros lisos expresan una gran armonía de vida
interior. Es muy interesante la fusión entre este género de arquitectura y el pai-
saje. Es difícil decir dónde termina la casbah y dónde comienza el paisaje, ya que
ambos están perfectamente integrados.22

|Luis Barragán. Entrevista de Jorge Salvat, 1981|

[4.21] La expresión muros lisos evidencia el carácter de abstracción de aquella arqui-


[4.22] tectura: el muro se convierte en espejo, un plano capaz de reflejar la luz y acoger
las sombras. La variación de la luz a lo largo del día, junto con la materialidad
de barro de las qasabat, hacen que aquellos volúmenes cobren vida y color. Las
tonalidades evocadoras de la Casa Estudio o Casa Gilardi vienen directamente de
los mercados mexicanos y de los cuadros de Chucho Reyes, como el mismo Ba-
21. López Cotelo; Amado rragán afirmó. Sin embargo, constituyen también una interpretación de la plas-
Antonio, Sverre Fehn... Página ticidad de la arquitectura vernácula marroquí y de los colores plasmados por el
306. encuentro entre luz y tierra. Otra exégesis de la expresión muro liso estriba en el
22. Riggen Martínez, An-
tonio. Luis Barragán: escritos y oxímoron entre la palabra muro y el adjetivo liso: la primera expresa la fuerza de
conversaciones. Madrid: El Cro- la construcción y su cualidad de protección intrínseca, mientras que el adjetivo
quis Editorial, 2000. Página 131.
liso sugiere una experiencia táctil junto a la visual, de ligereza y armonía, tanto
Entrevista de Jorge Salvat realiza-
da en México DF en 1976. con el paisaje como con la vida interior de la casa. La visión de Barragán de Ma-

74
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.23
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.23 Plasticidad del paisaje rruecos pasa continuamente de lo abstracto a lo físico, de lo intangible a lo táctil
del Alto Atlas. Croquis |Elabo-
ración propia.
y se graba en su memoria a lo largo de la vejez, mutando en la forma pero no en
la esencia. En esta última entrevista las palabras sobre Marruecos se redujeron
a lo esencial, acumulando aún más significado. Son palabras de un hombre de
casi 80 años aparentando llevar aún su mochila de viaje llena de libros, croquis,
dibujos y, sobre todo, imágenes de un viaje pasado, presente y futuro.

76
4.4 Marruecos: fortalezas de tierra

«Ya no se preocupen tanto por ver lo que Barragán hizo.


Intenten mejor ver lo que Barragán vio.»

|Luis Barragán. Consejo que dio a unos estudiantes que visitaban su casa de Tacubaya|
4.24

4.25
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.24 Tipologías de qsur.


|Elaboración propia.
4.4.1| Ciudad fortaleza
4.25 Ejemplo tipológico de
qasba y tighremt. |Elaboración Terminología
propia.

L as casas blancas y bellísimas de Tánger y Tetuán fueron lo primero que se


grabó en la retina de Luis Barragán pocos días después de su desembarco en
Marruecos. El trayecto siguió hacia Mequínez y Fez, ciudades de huella medi-
terránea pero con una estructura urbana laberíntica similar a la de los qsur, las
[4.24] fortalezas que asombraron muchos viajeros al cruzar los pasos del Atlas. La he-
terogeneidad y complejidad de Marruecos estriba también en la diferente termi-
nología usada para definir los asentamientos bereberes y sus tipologías arquitec-
tónicas. ¿A qué se refería exactamente Luis Barragán cuando describía el fascino
de las qasabat o Casbahs? Su biblioteca contenía los escritos sobre Marruecos
de autores como Foucauld y Madras: mientras que el primero distinguía los qsur
de las qasabat, el segundo usaba el término casbah en relación a cualquier tipo
de arquitectura residencial bereber. Por lo general, fueron muchos los escritores
del siglo XX, desde Robert Montagne a Henri Terrasse, que en los títulos de tex-
tos sobre Marruecos utilizaban el termino kasbah, pese a que en el cuerpo del
libro solían diferenciar las tipologías domésticas.23 Lo cierto es que existe una
diferenciación terminológica de los edificios residenciales bereberes, aunque, en
algunos casos, aparenta ser muy sutil.

[4.25] Por un lado, la palabra árabe qsar identifica la ciudad fortaleza, cuya morfología
puede ser geométrica u orgánica. Por otro lado, la qasba que solía citar Barragán
es una tipología residencial fortificada habitada por familias de poder: en caso
de familias adineradas solía adquirir la conformación de un palacio urbano. Una
23. Soriano Alfaro, Vicent. tercera tipología es la tighremt, término bereber referido a la vivienda familiar
Arquitectura de tierra en el sur
de Marruecos. El oasis de Skou- fortificada comúnmente de planta cuadrada, que puede encontrarse tanto en el
ra. Barcelona. Fundación Caja interior del qsar, como aislada en el paisaje áspero del Atlas.24 Analizando sus
de Arquitectos. 2006. Página 95.
rasgos arquitectónicos, se podría confundir fácilmente con una qasba, basándo-
Ambigüedad de la terminología
usada para describir las tipolo- se la diferencia entre las dos tipologías más bien en el desarrollo de la vida inte-
gías arquitectónicas bereberes. rior y en la clase social de cada familia respecto a la forma exterior. Es probable,
24. Ibidem. Página 93.

78
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.26

4.28
4.27
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.26 Bou Taghrar. por ende, que Barragán usó el término casbah como palabra identificativa para
4.27 Reconstrucción de un
antiguo acueducto mexicano se-
referirse a todas las tipologías arquitectónicas impresas en sus ojos de viajero:
gún la descripción de Barragán. que se tratara de qsur o de qasabat, la relación de aquella arquitectura de tierra
|Elaboración propia. con el paisaje era esencialmente la misma.
4.28 Vista aerea de una jeta-
ra.
Qsur

[4.26] Ubicados en la vertiente sur de la cordillera del Atlas, en las orillas de ríos y en
aquellos lugares donde el nivel freático permite el abastecimiento de agua, los
qsur constituyen los asentamientos bereberes fortificados. Sus orígenes resultan
todavía inciertos, ya que pocos han sido los estudios arqueológicos sobre dichas
construcciones. Algunos historiadores las sitúan a partir del tercer siglo d.C.

Se podría entender la arquitectura de los qsur a partir de la mirada introspectiva


de Barragán al descubrirlos. Tras despedirse de Fez, se aventuró en los tortuosos
senderos del Atlas y, cruzando sus cañones, pudo vislumbrar unas construccio-
nes de tierra que acompañaban la línea de los ríos. En aquel momento se dio
cuenta que ya no eran fotos de libros, sino edificios reales, altos, asombrosos,
potentes¸ tal vez inasequibles: aquellos poblados no eran para turistas y viaje-
ros, sino que brotaban del suelo con sus espesas murallas de barro y atalayas de
defensa para acoger la vida interior de su población. Lo que Barragán entendió
desde el principio era que aquellas fortalezas eran nada más que la translitera-
ción de su concepto de hogar a la escala de ciudad. Hogar como lugar de protec-
ción, no solamente de sus habitantes, sino también de los escasos bienes que
se encontraban en los oasis y orillas de ríos, como agua y cultivos. En aquella
tierra la lucha entre los bereberes y los grupos nómadas por la supervivencia era
eterna. Si bien en los poblados mexicanos barraganianos el agua se conseguía
25. Soriano Alfaro, Vicent. [4.27] aprovechando la lluvia y conduciéndola a través de arquerías o troncos huecos,
Arquitectura de tierra en el sur
de Marruecos. El oasis de Skou-
imagen arquetípica de la infancia de Barragán, en la tierra pre-sahariana se reco-
ra. Barcelona. Fundación Caja [4.28] gía mediante las jetaras o qanats.25 Se trata de una técnica de origen iraní y que
de Arquitectos. 2006. Página 59. consiste en una galería subterránea que recogía el agua del freático y conectada
Sistema de recogida y distribu-
ción de agua en las tierras pre-sa- por profundos pozos alineados entre sí. Dicho en otras palabras, dos tipos de
harianas. aprovisionamiento de recursos naturales diferentes separados por 8000 km de

80
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

«Estoy realmente en un país muy curioso. Mi salud, aquí, es buena, sólo temo un poco por
mis ojos. Aunque el sol no es todavía muy fuerte, el resplandor y la reverberación de las
casas, que están todas pintadas de blanco, me fatiga excesivamente. […]»26

|Eugene Delacroix. Carta desde Tánger, 8 febrero de 1832|


4.29

4.30
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.29 Mapa detallado de la océano y otros tantos años de historia, pero cuya técnica tenía mucho a que ver
ruta de Barragán por los princi-
pales qsur. |Elaboración pro-
con las posibilidades que ofrecía el propio lugar.
pia.
4.30 Paisaje plástico. Ilustra- Paisaje cristalizado
ción de algunas de las arquitectu-
ras de tierra del recorrido desde
una mirada abstracta. |Elabora- ¿Con que mirada Barragán se acercó a los qsur del Alto Atlas? ¿Cómo cambiaba
ción propia. en sus ojos la esencia de aquella arquitectura de lo intangible a lo físico?

El jalisciense, al recorrer los valles del Atlas, iba descubriendo paulatinamente


una arquitectura casi inmaterial que surgía a partir de los contrastes violentos
entre la luz del sol pre-sahariano y las sombras como su antítesis. Cualquier via-
jero que entraba por primera vez a Marruecos quedaba casi cegado por el des-
tello de la luz chocando en las superficies lisas, tanto de los blancos edificios
mediterráneos de la costa norte de África, como de los volúmenes de tierra que
se levantaban en la vertiente sur de la cordillera montañosa. Aquel paisaje no se
podía entender instantáneamente, sino que se manifestaba como una presencia
divina, trascendiendo la mera visión objetiva e imprimiendo en la mente del
visitante multitudes de fotogramas, casi a componer el puzle de un paisaje cris-
talizado. Desde la laguna de Chapala hasta al-Ándalus, Luis Barragán ya había
[4.30] experimentado aquel destello. Sin embargo, para personajes como Sverre Fehn
provenientes del norte de Europa, allí donde la inclinación solar hacía que la luz,
26. Delacroix, Eugene. Via- al entrar en contacto con los edificios, casi no generase contrastes27, la dicotomía
je a Marruecos y Andalucía. Bar-
luz-sombra tanto del África mediterránea como de la pre-sahariana sugería una
celona: José de la Olañeta Editor,
2012. Página 36. Primeras impre- nueva manera de percibir el lenguaje vernáculo marroquí desde una mirada ex-
siones de la ciudad de Tánger por terior basada en la abstracción de sus formas.
parte de Delacroix, en una carta
a su amigo Jean-Baptiste Pierret.
27. Rincón Borrego, Iván [4.31] En África, las sombras son fuertes y le dan al paisaje contornos muy marcados.
Israel. «Sverre Fehn and the pri- En el norte, cosa que se distingue de forma muy clara, el sol no produce tales
mitive architecture of Morocco». contrastes, el mundo es más peligroso y oscuro, casi sin sombras.28
VLC arquitectura, Vol. 6, Issue 1.
April 2019. Página 111. Descrip-
ción del paisaje marroquí de Sve- |Sverre Fehn tras su viaje a Marruecos|
rre Fehn a partir de la incidencia
luminosa.
Si, por un lado, el arte primitivo africano, que incluye máscaras y rostros escul-
28. Ibidem.

82
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

«El color se apodera de mí. No tengo que perseguirlo. Se apoderará de mí de todas maneras.
[…] El color y yo somos uno. Soy pintor.»

|Paul Klee poco después de llegar a Túnez|


4.31

4.34
4.32

4.33
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.31 Ilustración del qsar Ait pidos con lineamentos abstractos y geométricos, fue inspiración para muchos de
Ben Haddou. |Elaboración
propia.
los artistas de las vanguardias del principio del siglo XX y hasta pintores mexi-
4.32 Hammamet con su mez- canos como Miguel Covarrubias, por otra parte, la cualidad de la luz y la conti-
quita. Autor: Paul Klee, 1914. nuidad material del paisaje del norte de África inspiraron otros artistas como los
4.33 Mexican Pueblo. Autor:
José Clemente Orozco, 1929.
[4.32] alemanes Paul Klee y August Macke, y el suizo Louis Moilliet. A mediados de
4.34 El paisaje cristalizado 1914 los tres viajaron juntos por la costa de Túnez hasta llegar a Egipto. Tal vez lo
del Alto Atlas. Croquis. |Elabo- que vieron fue el mismo paisaje cristalizado que vislumbró Barragán. Un paisaje
ración propia.
donde los volúmenes se visualizaban como un continuum entre positivo-nega-
tivo, luz-sombra, día-noche. El color de la tierra y de los edificios, que en el caso
de las fortalezas pre-sahariana llega a ser la misma cosa, ya que la materialidad
de los qsur es la declinación antrópica de la topografía del paisaje circundante,
hace que la luz asuma matices diferentes a lo largo del día, modificando la inten-
sidad de las sombras. Para aquellos pintores vanguardistas el paisaje se tradujo
en manchas de color que reinterpretaban su abstracción, en una operación de
descomposición y recomposición.

Luis Barragán reinterpretó a su manera la plasticidad del paisaje marroquí levan-


tando volúmenes compactos cuyos planos chocan entre sí con colores diferentes,
convirtiendo la arista en un punto de encuentro donde una geometría bidimen-
sional pasa a ser tridimensional. Luz, materialidad y color son los elementos
generadores del espacio, tanto en los qsur del Atlas como en la obra posterior al
viaje del arquitecto tapatío. La cualidad plástica del paisaje marroquí está pre-
sente también en la obra del pintor y litógrafo mexicano José Clemente Orozco,
que, junto a David Alfaro Siqueiros y Diego Rivera, formó parte de los muralistas
y pintores de principio de siglo XX. Los primeros trabajos de Orozco se basaban
en la cultura indígena. El claroscuro y los contrastes fuertes siempre caracteriza-
ron su obra. Barragán admiraba particularmente el muralista mexicano, como se
deduce a partir de las palabras que usó para describir la litografía Pueblo Mexi-
cano de 1929:

[4.33] Quiero que observen esta litografía de Orozco. Él pintó las sombras donde va la
luz y la luz donde van las sombras, esto es algo que va más allá de lo que nosotros
vemos, es algo mágico. Por eso el pintor nos lo describe, porque él puede ir más

84
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.35

4.36
4.37
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.35 Piazza d’Italia. Litogra- allá de las limitaciones físicas y enseñarnos lo que nosotros no podemos ver. Hay
fía. Autor: Giorgio De Chirico, una gran lección de arquitectura que debemos aprender de ello.29
1969.
4.36 Propuesta para el patio
del Salk Institute. Autor: Luis Ba- |Luis Barragán sobre la litografía «Pueblo Mexicano» de José Clemente Orozco|
rragán, 1966.
4.37 Propuesta para la plaza [4.34]
del Zócalo, ciudad de México.
Tal vez el arquitecto jalisciense haya conseguido ver el paisaje norte-africano con
Autor: Luis Barragán, 1953. los ojos de un pintor.

La marcha de Barragán seguía hacia la ciudad fortaleza. Entre el polvo de la tie-


rra rojiza levantado por el viento del chergui ya podía atisbar las formas de la
arquitectura bereber. Eran líneas sencillas que aparentaban tocar el horizonte:
así las dibujó. De la misma forma en la cual Sverre Fehn vislumbraba en las qa-
sabat unos cubos sencillos con una puerta y unas pocas ventanas.30 Formas tan
simples como potentes brotaban como elementos puntuales en la superficie del
desierto, conformando un escenario metafísico, el mismo que el arquitecto tapa-
tío encontraría en las pinturas de Giorgio De Chirico, donde luz y sombras pro-
[4.35] tagonizan lugares tanto reales como improbables. En los oleos de Piazza D’Italia
la arquitectura aparece como un conjunto de objetos capaces de arrojar sombras
29. Terragni, Emilia. «El elocuentes que se derraman en el suelo acechando a uno o dos personajes mani-
arte en la arquitectura». Página quís. Dichos objetos delimitan el espacio sacando a la luz el límite del horizonte:
238. Barragán sobre José Cle-
mente Orozco. Texto extraido de
se trata de la misma operación que hizo L.B. a la hora de diseñar el patio del Salk
Zanco, Federica. Luis Barragán. [4.36] Institute en una asesoría para Luis Kahn en 1966. Barragán propuso un espacio
La revolución callada. Milán. Ski- totalmente exento de vegetación, una plaza de piedra, donde las dos alas del Salk
ra Editorial. 2001.
30. Rincón Borrego, Iván Institute enmarcan el océano y el límite de la plaza pasa a ser el proprio hori-
Israel. «Sverre Fehn and the pri- zonte. El mármol travertino otorga cierta continuidad material con el hormigón
mitive architecture of Morocco». del resto de la obra. De nuevo, la continuidad material del suelo del patio del
VLC arquitectura, Vol. 6, Issue
1. April 2019. Página 113. Sverre Instituto californiano resuena como eco de lo que el arquitecto jalisciense vio en
Fehn sobre la forma de los edifi- los valles del Atlas.
cios del norte de África.
31. Amado Lorenzo, Anto-
nio. «Kahn y Barragán. conver-
«Una plaza unirá los dos edificios, y al final, Ud. verá la línea del mar.»31
gencias en la plaza del instituto
salk.» Ega expresión gráfica ar- |Luis Barragán sobre la plaza del Salk Insitute|
quitectónica, n. 19, mar. 2012.
issn 2254-6103. Páginas 126-135

86
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

4.39
4.38
4.40

4.41
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.38 Umbral de la Puerta de Lato sensu, en el caso de los qsur la plaza es el espacio que antecede el recinto
la Justicia, Alhambra, visitada
por Barragán en 1925.
amurallado y al mismo tiempo el paisaje que se puede observar desde el interior
4.39 Umbral de acceso al qsar de la fortaleza. La plaza es el áspero desierto del Sahara, es la propia cordillera
Tissergat. del Atlas, es aquel lugar que surge como plano horizontal y dotado de un conti-
4.40 Representación de um-
bral en el paisaje del Alto Atlas. nuum material que Barragán no tardó en incorporar en sus proyectos posteriores
Croquis. |Elaboración propia. al viaje, como en el caso de la propuesta para la plaza del Zócalo en Ciudad de
4.41 Umbral de Casa Egers- [4.37] México, realizado justo en 1953. El Zócalo fue diseñado como una superficie lisa
trom. Autores: Luis Barragán y
Andrés Casillas de Alba, 1964. y continua, con una pavimentación de piedra natural y exento de vegetación:
un espacio severo, donde el horizonte esta vez queda definido por la línea de las
construcciones existentes y la catedral, imponente y espectacular, al igual que la
qasba norteafricana. El arquitecto tapatío caminaba entre sueño y realidad hacia
la entrada de la ciudad, en un viaje paralelo desde lo intangible a lo físico.

De un lado a otro del umbral

En los qsur visitados por Barragán como Ait ali Oulhssan, de planta cuadrada,
o Tissergat, de planta poligonal, hasta llegar a Ait Ben Haddou, formado por
un trazado irregular que se acomoda a la tortuosa topografía del lugar, el límite
[4.39] entre exterior e interior, paisaje y ciudad, es marcado por altas murallas, donde
[4.40] se ubican de uno a tres accesos. A la vista de un arquitecto con mucha imagi-
nación aquellos umbrales se asemejaban a unas grutas: aparecían más vividas
gracias a la oposición de la oscuridad interior frente al resplandor del exterior
de la muralla bajo el sol. El jalisciense, a la hora de cruzar aquellas cuevas, ad-
[4.38] virtió la misma sensación de misterio y descubrimiento que sintió atravesando
la Puerta de la Justicia de la Alhambra: el acceso como sendero tortuoso con
unos bancos para reuniones ocasionales y, por el otro lado del umbral, el mismo
brillo del sol pre-sahariano, esta vez a iluminar el espacio público interior. La
idea de laberinto, tanto de las ciudades hispanomusulmanas como de los qsur
bereberes, ya subyace en sus accesos y se traduce en el elemento del zaguán que
introduce Barragán en obras como la capilla de Tlalpan, es decir, un espacio de
transición sensorial capaz de detener el tiempo y que termina en un vestíbulo o
estancia. En la capilla de las Capuchinas Sacramentarias el zaguán está inunda-
do por la luz filtrada por la celosía amarilla, debajo de la cual se sitúa un banco

88
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

4.43
4.42

4.44
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.42 Calle de Ait Ben Had- para las monjas. En la casa Gilardi el corredor de acceso al evocativo espacio de
dou.
4.43 Alcaicería o fundaq de
salón-comedor con la alberca es un auténtico lugar atemporal, físico y abstracto
Granada. |Elaboración propia. a la vez, irradiado por la luz que penetra por las estrechas aberturas rectangula-
4.44 Danzas árabes. res que dan al patio y que tiñe la atmósfera de un color amarillo capaz de dilatar
el espacio.

Día soleado en el suq

Cruzando la muralla L.B. pudo empezar a conocer la ciudad fortaleza a partir


del desarrollo de la vida en los lugares públicos. El hecho de que las mismas di-
nastías bereberes gobernaron tanto en Marruecos, como en al-Ándalus se refleja
en los rasgos comunes de las ciudades hispanomusulmanas y del norte de África,
como la presencia de una pequeña plaza cerca del acceso y edificios públicos ane-
[4.43] xos como la mezquita, en árabe yamá, el baño público hammam, la escuela corá-
nica o madrasa, la fonda o funduq, el cementerio, en árabe yebania, los establos
y las fuentes.32 Todos elementos que encuentran diferentes declinaciones entre
los qsur, ciudades marroquí como Marrakech y poblados hispanomusulmanes
de España meridional como Málaga, Jaén y Toledo hasta llegar a la Alhambra
de Granada. Matices que el arquitecto tapatío había conocido en sus primeros
viajes a Europa.
[4.42]
El espacio público de las ciudades árabes es ambiguo: las plazas suelen ser pe-
32. Soriano Alfaro, Vicent.
Arquitectura de tierra en el sur de
queñas respecto a las ciudades cristianas, conformándose más bien como espa-
Marruecos. El oasis de Skoura. cio residual dentro de la intricada y densa malla urbana. Las calles se pueden en-
Barcelona. Fundación Caja de Ar- sanchar formando pequeñas plazoletas, que se alternan a plazas más grandes.33
quitectos. 2006. Página 100. Lu-
gares públicos dentro del recinto
[4.44] La vida colectiva, por ende, se desarrollaba tanto en la calle como en la plaza, en
de los qsur. un enjambre de ruido, fiestas, danzas y bodas. Si, por un lado, para Sverre Fehn
33. Torre Balbas, Leopol- el ruido de la frenética vida de Marrakech era molesto, por el otro, para Barragán
do; Terrasse, Henri. Ciudades
Hispanomusulmanas. Madrid. resultaba ser un eco del folclor mexicano de los pueblos de su infancia. En una
Dirección General de Relacio- carta a Chucho Reyes durante su tercer viaje escribió:
nes Culturales del Ministerio de
Asuntos Exteriores. 1985. Página
295. Plazas, zocos y tiendas de las […] los mercados son verdaderamente teatros al aire libre con muchos grupos
ciudades hispanomusulmanas. de danzas (negras y bereberes) llenos de animación y de color, ya te platicaré de

90
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.45

4.46
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.45 Un suq en Rissani. estas cosas y de los paisajes que son también nuevos para mí. Me imagino que
4.46 Tenería Shouara, Fez. este rincón del mundo está igual que hace mil años. […] 34

|Luis Barragán, 1952|

El paralelismo entre las tradiciones de lugares diferentes, pero con una fuerte
identidad popular es cristalino. Por una parte, la palabra rincón hace referencia
a un remanso del planeta escondido, que suscitó el interés de muchos historia-
dores, viajeros y arquitectos por su cualidad atemporal, entre otras. Por otra, el
rincón es el conjunto enredado de callejones y plazoletas árabes donde la gente
desarrollaba su día a día, en un entorno de vida y alegría, en el cual el jalisciense
vislumbraba los valores de familia y religión. Al igual que Aldo Rossi, Barragán
veía la ciudad árabe como un lugar de acontecimientos, donde la arquitectura
estaba forjada por el conjunto de personas y sus tradiciones.
[4.45]
En las ciudades del sur del Atlas Barragán pudo empaparse de la atmósfera abi-
garrada de los aswaq (suq en singular), palabra árabe con su correspondiente en
el castellano «zoco» y que identifica el mercado permanente o temporal que se
desarrolla tanto en las plazas como en las calles, y que encuentra sus variantes
en el fundaq, mercado que solía desarrollarse en un edificio cerca de la mezquita
y de propiedad del monarca. Los asqwaq se formaban, al igual que el mercado
34. Terragni, Emilia. «El de provincia mexicano, en un día de la semana, acogiendo una gran cantidad
arte en la arquitectura». Página de gente proveniente de pueblos más o menos cercanos. En el texto Sobre el
242. Carta de Barragán a Chucho
Reyes Ferreira. Extraído de Zan-
pintor Jesús «Chucho» Reyes, redactado en 1951, un año antes del tercer periplo,
co, Federica. Luis Barragán. La Luis Barragán describió un día cualquiera en un mercado mexicano a partir de
revolución callada. Milán. Skira la plaza soleada, grande y polvorosa donde llegaban los grupos de indígenas con
Editorial. 2001.
35. Riggen Martínez, An-
«blancos vestidos de manta y policromías tropicales. Magenta, solferino, azul,
tonio. Luis Barragán: escritos y rosa, amarillo, verde, rojos, violetas.»35 Son los colores de las telas, alfombras y
conversaciones. Madrid. El Cro- hasta animales que se vendían en aquellos días. Tonalidades que emergen a me-
quis Editorial. 2000. Extracto del
texto «Sobre el pintor Jesús Chu- nudo en los cuadros de Chucho Reyes Ferreira. Para el arquitecto mexicano el
cho Reyes» de Luis Barragán y suq era sinónimo de frenesí, lugar de olores y colores. Alfombras, sedas y artí-
Alfonso Pallares, 1951. Página 33. culos de joyería eran también los objetos que vio, como si de un de déjà vu se
Descripción de los colores y obje-
tos del mercado mexicano. tratara, en los zocos de las ciudades marroquí.

92
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.47
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.47 Ilustración de la vista El arquitecto jalisciense admitió que la paleta de colores tan vivos que se encuen-
aérea de la Tenería Chouara en
Fez. |Elaboración propia.
tran en su obra madura se inspiraba a los cuadros de Chucho Reyes. De hecho,
a partir del convento de las Capuchinas Sacramentarias en Tlalpan, fue quien
colaboró con él, junto a Mathias Goeritz. No obstante, es indudable que el uso
de un color cada vez más elocuente asienta también en la reminiscencia de las
tonalidades que pudo observar tanto en los aswaq como en las tradiciones ances-
[4.46] trales de las ciudades marroquí. Paradigmaticas en este sentido, son las tenerías
[4.47] de Fez, verdaderas plazas insertadas entre los edificios blanco cal, repletas de
pozas circulares con tintes de varios colores y que se usaban para la transfor-
mación del cuero. Los curtidores se sumergían en las pozas hasta las rodillas,
apisonando y enjuagando las pieles durante el proceso del curado.36 El jalisciense
quedó abrumado por aquella cualidad artesanal, capaz, como la arquitectura de
los qsur, de perdurar en el tiempo. Dicha cualidad se atisba también en su obra,
desde los detalles de las carpinterías hasta el diseño del mobiliario. A los ojos
de Barragán la severidad y abstracción exterior de aquellas fortalezas fungía de
contraltare a la vitalidad interior y las cosas físicas de la gente con sus recónditas
tradiciones, en una experiencia que agudizó los sentidos durante su recorrido
por las angostas callejuelas.

La calle y el laberinto

Las calles de las ciudades árabes siguen una trama irregular que nace espontá-
36. Lara ruiz, Manuel de;
neamente como espacio residual entre los edificios. Sin una planificación que la
Morell Sixto, Alberto; Pérez ordena, es más bien un caos aparente que refleja el murmullo de la vida colecti-
Gómez, Eduardo. Marruecos. va. Resulta antitético el concepto de calle y espacio público en la arquitectura de
Madrid: arcadia mediática. 2004.
Página 31. Proceso de transforma- Barragán, respecto al de los qsur y ciudades de matriz hispanomusulmana. Por
ción del cuero en las pozas circu- lo que respecta la ciudad árabe, su trama urbana se desentraña en una red de
lares en las plazas de Fez. vías principales a las cuales se abren las callejuelas o darb, con unas puertas que
37. Torre Balbas, Leopol-
do; Terrasse, Henri. Ciudades las cierran durante toda la noche para garantizar seguridad a los vecinos. Cier-
Hispanomusulmanas. Madrid. tamente el tema de la protección afectaba el qsar tanto desde el exterior como
Dirección General de Relacio- [4.48] en su interior. Las viviendas suelen construirse adosadas e incluso sobrevolando
nes Culturales del Ministerio de
Asuntos Exteriores. 1985. Página las vías y creando verdaderos túneles donde la luz penetra cenitalmente. Entre
281. Concepto islámico de calle. los vecinos había quien se ocupaba de vigilar la calle o un tramo de ella, siendo

94
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

«La atracción que ejercen los laberintos y las habitaciones secretas, los tenebrosos pasadi-
zos y los tramos de escaleras vertiginosos se trasmite aquí íntegramente en una expresión
arquitectónica a la vez compleja y cristalina. Ni casa ni pueblo, sino síntesis de ambos, estas
construcciones las concibieron personas que edificaban según inspiración e imaginación.»38

|Bernard Rudofsky. Architecture without architects|


4.48

4.49
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.48 Calle cubierta en el qsar [4.49] muchos los robos y asesinatos. Los durub dan acceso a pequeños pasadizos sin
El Khorbat Oujidid.
4.49 Típica red urbana de un
salida o zuqaq donde se asoman las puertas de las viviendas.37 Tanto el darb como
qsar. Qsar D’Ouargla. |Elabora- el zuqaq, por lo tanto, asumen la connotación de elemento urbano de vigilancia
ción propia. y protección de la domesticidad de la población, haciendo del qsar un recinto
capaz de amparar espacios repletos de vida y luz como las plazas y el suq, y, al
mismo tiempo, una densa red de recovecos y rincones oscuros. Las puertas de ac-
ceso a las casas son los únicos huecos en fachada abiertos hacia la calle. Durante
el día se solían dejar abiertas y, por esta razón, las puertas de los frentes opues-
tos de los edificios siguen una disposición en tresbolillo: la preocupación por la
seguridad no impedía el normal desarrollo del día a día. De hecho, una de las
características de la cultura árabe es la compaginación de la vida colectiva junto
con la privacidad, prerrogativa esta, sobre todo para la protección de las mujeres.
A raíz de esto, cabe destacar la función de la mashrabiya, celosía árabe de madera
presente también en la obra de Barragán. En la arquitectura árabe adquiere la
función de ocultar las mujeres de los ojos indiscretos de los hombres en la calle.

Luis Barragán, al recorrer aquellas vías angostas, percibía una condición espacial
laberíntica y aquel carácter de fortaleza ya encontrado muchos años antes en
los conventos hispanomexicanos del siglo XVI y en la Alhambra. Los patios y
los jardines del conjunto monumental granadino, conectados por oscuros y tor-
38. Rudofsky, Bernard. Ar- tuosos pasadizos habían esculpido sus primeras convicciones arquitectónicas.
chitecture Without Architects. Desde la idea de laberinto, pasando por la cualidad de protección del muro como
1964. Traducción de Alda, Enri-
que. Arquitectura sin arquitec-
límite entre exterior e interior, hasta la celosía y la ventana como elementos de
tos. Logroño. Pepitas ediciones. no-relación entre calle y hogar, son muchos los rasgos de aquella arquitectura
2020. Página 59. Descripción de de tierra que Barragán reprodujo en sus jardines y casas con una declinación
las ciudades fortalezas en el de-
sierto de Marruecos. diferente. La calle para L.B. era la alegoría de la mudable y fugaz vida moderna,
39. Riggen Martínez, An- un mero espacio de transición que no deja lugar a la paz del individuo y al placer
tonio. Luis Barragán: escritos y del instante. Un lugar tal vez peligroso del cual protegerse mediante el muro.
conversaciones. Madrid. El Cro-
quis Editorial. 2000. Página 38. En el fraccionamiento del Pedregal el diseño del arquitecto tapatío preveía la
Conferencia sobre los jardines de trasformación de las vías en verdaderos jardines verticales, con hileras de árboles
El Pedregal, realizada en Califor- y fuentes, de forma que cada vivienda pudiese tener su trozo de jardín también
nia en 1951, donde Barragán habla
sobre su idea de calle dentro del en el exterior del recinto, mitigando la transición entre espacio público y priva-
fraccionamiento. do.39 Se deduce, entonces, que Barragán trasladó la idea del laberinto del espacio

96
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.50

4.52
4.51
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.50 Fachada de la qasba público bereber no tanto a la calle de sus fraccionamientos, sino al interior de
Boulmalne de Dades.
4.51 Fachada en el qsar
sus casas, generando recintos concatenados40 en un proceso de descubrimiento
Taourirt. continuo del interior.
4.52 Fachada de la Casa Estu-
dio de Luis Barragán.
[4.50] ¿Cómo cambió el diálogo calle-fachada-entrada en la arquitectura de L.B. antes y
[4.51] después del viaje? Desde las primeras obras su aptitud respecto a la calle resultó
ser la de aislarse de ella. En la casa González Luna de 1929 o en la Casa Cristo, rea-
lizada un año más tarde, el jardín, inspirado por los patios de la Alhambra y por
el legado de Ferdinand Bac, funge de elemento de transición entre calle y acceso
a la casa: un pequeño paraíso placentero donde la fuente produce un sonido ca-
paz de escandir el tiempo. La fachada de acceso, a menudo dominada por arcos
de matriz musulmana, dialoga con el jardín, presentando un carácter más per-
meable. Permeabilidad hacia el espacio público que desapareció en obras como
[4.52] la Casa Estudio, que Barragán empezó a construir en 1948, la casa Egerstrom en
la Cuadra San Cristóbal de 1968 o la Casa Gilardi, terminada en 1977. La fachada
adquiere la misma connotación de los frentes casi ciegos de las casas de los qsur
marroquíes, con sus carácter de protección e intimidad. L.B. trasladó el jardín al
lado trasero de la casa recreando el paisaje de los oasis que pudo ver durante su
periplo por las tierras del Atlas. La dureza exterior de las qasabat se contrapone
a la riqueza interior del hogar en una relación dicotómica que acompañaría la
madurez de la obra del arquitecto tapatío.

4.4.2| A través de la ventana: hogar


Muros lisos por la ruta de Tizi-n-Tichka

40. Xavier Monteys Roig,


B arragán, tras cruzar el valle del Todrha y visitar las ciudadelas de Skoura y Ait
Ben Haddou, se aventuró por la ruta de Tizi-n-Tichka en las proximidades de
Teulet, lugar ciertamente visitado por el padre Charles de Foucauld, pudiendo
arquitecto por la escuela de Bar-
celona, define los espacios de apreciar elementos puntuales que emergían del suelo: probablemente se trataba
Barragán como recintos conca-
de las tighremat’n o de las qasabat, los palacios bereberes que surgieron a partir
tenados, en contraposición con
la rotura de la caja del neoplas- del siglo XIX.
ticismo.

98
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

4.54
4.53
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.53 Bou Taghrar. El carácter autóctono de la arquitectura vernácula norteafricana gravita alrede-
4.54 Axonometría y explica-
ción del sistema constructivo del
dor de la técnica constructiva utilizada para levantarla. Por encima del estrato
tapial. |Elaboración propia. [4.53] rocoso de cimentación se sitúan los tapiales, es decir los encofrados de madera
[4.54] donde se vierte la tierra amasada y apisonada por los albañiles.41 Los travesaños
de sustentación del encofrado denominados agujas, al quitarlos dejan sus marcas
en las paredes, contribuyendo a caracterizar la identidad de aquellas construc-
ciones: liberadas de cualquier tipo de esmero hacia la forma, es el proprio mé-
todo constructivo a generar su imagen final y, retomando las palabras de Faissal
Cherradi Akbil, «la dureza no permite lo innecesario». El viento del chergui sopla
incesantemente erosionando las aristas de aquellas edificaciones, reconstruidas
visualmente gracias a la omnipresente dicotomía entre luz y sombra. Tanto tapia
como piedra y madera se arrancaban a menudo de edificios en ruina, limitando
el consumo de recursos, a demostración de cómo una arquitectura de hace siglos
haya anticipado la preocupación contemporánea hacia el medioambiente.

41. Soriano Alfaro, Vicent. La fuerza que Barragán atisbaba en las qasabat consistía en la imagen de aquellos
Arquitectura de tierra en el sur de muros lisos de tapia o adobe que podían alcanzar noventa centímetros de espe-
Marruecos. El oasis de Skoura.
Barcelona. Fundación Caja de Ar- sor, configurándose como cascara natural contra las intemperies. Ciertamente
quitectos. 2006. Página 73. Mate- el entorno urbano de Ciudad de México o Guadalajara no era tan adverso, es
riales y técnicas de construcción. decir la fuerza del muro barraganiano no asienta tanto en su capacidad de pro-
42. Aníbal Figueroa Castre-
jón es profesor de la Universidad tección frente a los agentes atmosféricos, sino a la cualidad intrínseca de abrigar
Autónoma Metropolitana de Mé- la casa, el hogar. En una anécdota que el arquitecto tapatío contó en una charla
xico . En 1989 pública la prime-
con Aníbal Figueroa Castrejón42 habló de una visita a la casa de un amigo nor-
ra edición de «El arte de ver con
inocencia. Pláticas con Luis Ba- teamericano en Connecticut. Se trataba probablemente de la Glass House de
rragán». Se trata de una recopi- Philip Johnson, un rectángulo de vidrio totalmente abierto a la naturaleza y con
lación de las palabras del propio
Barragán durante una entrevista
un cilindro central para servicios. A pesar del aislamiento del emplazamiento, el
hecha por Castrejón. vidrio, según L.B. no garantizaba la intimidad que tiene que tener un hogar: al
43. Figueroa Castrejón, preguntar a los demás invitados cual fuera el lugar de la casa donde se sentirían
Aníbal. El arte de ver con inocen-
cia. Pláticas con Luis Barragán.
mejor casi todos indicaron el baño o el vestidor.43 En aquella misma entrevista
México. Universidad Autónoma Barragán definió el muro como un abrigo físico pero también emocional. Es más,
Metropolitana. 2002. Página 88. en la poética barraganiana del muro queda patente su cualidad de misterio: el
Luis Barragán habla de su visita a
la casa de Philip Johnson y de la muro es aquella muralla en la que abre huecos de vario tamaño, una cortina
cualidad del muro como abrigo. opaca que esconde lo que hay detrás, dejando que sea la propia imaginación a

100
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

4.56
4.55
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.55 Qasa en Tazroute. intuirlo, la ensoñación del descubrimiento que el jalisciense tuvo al recorrer los
4.56 El hueco en las qasabat
y tighremt ‘n de Skoura y Ouarza-
túneles y patios de la Alhambra antes y de Marruecos después.
zate. |Elaboración propia.
Metamorfosis del hueco

La ventana o, más genéricamente el hueco, es el elemento arquitectónico que


pone en relación exterior e interior, penetrando la capa protectora del muro. En
la arquitectura moderna la cortina de vidrio volvió a ser un pretexto para elimi-
nar la barrera entre entorno y hogar: la Glass House de Johnson es el paradigma
de dicha actitud. No obstante, Barragán nunca utilizó exageradamente el vidrio.
Los huecos de sus casas, más que una forma de dialogo con la calle, constituyen
una manera de dejar respirar el hogar hacia el jardín, favoreciendo la entrada de
luz e intensificando la atmósfera interior.

[4.56] El trayecto por Marruecos propició un cambio evidente en la epifanía del hueco
en la obra de Barragán: en su único boceto del viaje al norte de África publica-
do, las ventanas de las qasabat aparecen dibujadas casi como garabatos: la im-
perfección del dibujo refleja la de aquellas aberturas casi escavadas en la pared
y que otorgan a los palacios bereberes la apariencia de los castillos de la Edad
Media. Las que emergen en las paredes lisas y torres de qasabat y tighremat’n
son pequeñas, siendo muchas veces troneras de control defensivo ubicadas en
la parte superior de las atalayas. Las tighremat’n suelen tener huecos más gran-
44. Soriano Alfaro, Vicent.
des con ventanas enrejadas, ya que, con la mejora de la seguridad, disminuyó
Arquitectura de tierra en el sur de el uso de las troneras.44 Cabe destacar que el hueco en los qsur y qasabat más
Marruecos. El oasis de Skoura. antiguas es una herramienta defensiva y también climática: los muros gruesos
Barcelona. Fundación Caja de
Arquitectos. 2006. Página 109. perforados con aberturas de pequeño tamaño reducen las pérdidas de energía
Descripción de la materialidad y térmica manteniendo en el interior una temperatura constante y protegiéndolo
de los huecos en fachada de una del clima extremo del desierto. Un principio similar adoptado en el siglo XX por
tighremt.
45. Moreno Moreno, Maria el egipcio Hassan Fathy, reconocido como arquitecto de los pobres. Oponiéndose
Pura. «El discurso arquitectónico al estilo internacional de aquel entonces, Fathy puso al centro de su dialéctica ar-
de Hassan Fathy Lo vernáculo quitectónica la construcción, realizando obras de adobe con celosía de madera y
desde una perspectiva moder-
na.» Cuaderno de Notas; Núm. 19 techos abovedados capaz de adaptarse al árido paisaje egipciano y conforme con
2018. Páginas 57-68. las antiguas y sin embargo modernas técnicas bioclimáticas de la arquitectura

102
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.57
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.57 Evolución del hueco en autóctona, como la ventilación cruzada y la reducción de las pérdidas de energía
la obra de Luis Barragán. |Elabo-
ración propia.
térmica a través de la cascara constructiva.45

[4.57] Contextualizando el hueco en la arquitectura de Barragán es fácil deducir que no


tiene la misma función que en las qasabat, aunque, desde sus primeras obras en
Guadalajara, siempre ha sido un espejo hacia el interior y el jardín, cambiando
en forma y proporciones. A partir de la Casa Robles Castillo de 1927, siguiendo
por Casa González Luna y Casa Cristo de 1929-1930, porches con arcos de huella
mediterránea y ventanas arabescas se abren hacia el lado de la calle, aunque es
el jardín a fungir de elemento separador, resultando ser espacio mitigador de
acceso a la casa. En las obras realizadas aproximadamente entre el ’36 y ‘40, al
contrario, siguiendo la corriente racionalista de Le Corbusier y Kiesler, grandes
ventanales dominan las fachadas y relacionan el espacio público con el privado.
Esta etapa no representa una crisis existencial para Barragán: los ventanales se-
guirían presentes también en la Casa Estudio, Casa Gálvez, o Casa Gilardi, pero,
esta vez, orientados hacia el interior y el patio, casi a querer difuminar el límite
entre hogar y jardín.

En la Casa Estudio, realizada a partir de 1948 y que sufrió cambios posteriores al


viaje en Marruecos, la calle es considerada como un simple espacio de acceso al
cual se asoman unas pocas ventanas de proporción cuadrada o rectangular que
no sirven tanto como otra mirada más de la casa, sino como punto de ilumina-
ción interior. Así que, si por el lado de la calle una ventana cuadrada ilumina la
biblioteca, en el lado opuesto un gran ventanal con carpintería en forma de cruz
griega y también de proporción cuadrada, separa y une a la vez el jardín con el
salón comedor, permitiendo una continuidad visual entre el oasis barraganiano
y el hogar. Operación esta, que repite en Casa Gálvez de 1955 y Casa Gilardi de
1976 con una variante: en la primera el muro cortina se asoma a un patio domina-
do por el sonido de una fuente, en la segunda el ventanal establece una relación
directa entre jardín y salón comedor, mientras que la fachada que da a la calle
se configura con un solo hueco rectangular, alcanzando la máxima abstracción.

La metamorfosis del hueco barraganiano, por tanto, se ve pautada en 1953 con la

104
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.58

4.60
4.59

4.61
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.58 Casa Fathy en Shore Sidi travesía por Marruecos, ya que en la mayoría de las obras posteriores el instinto
Krier. Autor: Hassan Fathy, 1971.
4.59 Remodelación de casa
de protección y de cuidado del hogar se traduce en una actitud de indiferencia
en Chapala. Autor: Luis Barra- respecto a la calle y de abertura hacia el interior: cualidades que Barragán había
gán, 1930. vislumbrado en las qasabat y tighremat’n del paisaje pre-sahariano.
4.60 Ventana en Casa Cristo.
Autor: Luis Barragán, 1929.
4.61 Mashrabiya en qasba [4.60] Al cruzar las puertas de aquellos palacios fortificados el arquitecto tapatío co-
Amridil, Skoura. [4.61] noció la penumbra. Las habitaciones interiores votadas a lo esencial se teñían
de una atmósfera ascética. Ventanas enrejadas y mashrabiyas filtraban la luz,
que, al entrar, se incorporaba a las sombras. La cualidad austera del interior de
las qasabat y la huella del entorno religioso donde Barragán había crecido con-
vergen en la síntesis del hogar barraganiano, lugar interior donde la luz se filtra
o bien por vidrios pintados de amarillo y contraventanas blancas, que, al abrirse,
delineaban una cruz, o bien a través de celosías de mampostería que constituyen
una reinterpretación de la mashrabiya árabe, si bien con un significado diferen-
te: no tanto mirado a velar lo que hay detrás, sino a potenciar y teñir el interior
mediante la luz tamizada. El espacio adquiere el resabio de una escenografía
melancólica y sacra a la vez. La puesta en escena de la devoción de Barragán
hacia San Francisco de Asís y la evocación de la atmósfera de la arquitectura del
sur del Atlas.

Espacio doméstico

La palabra tighremt identifica la típica casa bereber que pertenecía inicialmente


al recinto del qsar al igual que el daar, tipología habitacional más pequeña con
o sin patio y perteneciente a familias de rangos sociales inferiores. Con el paso
del tiempo y una mayor seguridad frente a los posibles ataques de beduinos la
tighremt se aisló progresivamente del qsar, encontrándose como construcción
aislada con posibilidades de expansión, o bien mediante un edificio similar ane-
46. Soriano Alfaro, Vicent.
Arquitectura de tierra en el sur de xo flanqueado por torreones de menor altura, o bien mediante un edificio tipo
Marruecos. El oasis de Skoura. riyad, es decir con un patio central. La qasba, por otra parte, es el palacio de los
Barcelona. Fundación Caja de
Arquitectos. 2006. Página 147.
jefes bereberes y por esta razón suele ser más grande que la tighremt, siendo la
Descripción de la organización mayoría de las veces su propia expansión, con una estructura urbana de recintos
funcional de la tighremt. amurallados concéntricos y patios rodeados por estancias con más o menos pri-

106
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.62

4.63
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.62 Patio en la qasba Amri- vacidad. En todo tipo de vivienda árabe la organización funcional es similar: la
dil, Skoura.
4.63 Patio del Convento de
planta baja se reserva para animales y almacenaje, el piso superior para la cocina,
las Capuchinas Sacramentarias normalmente ubicada en el lado del patio, y los dormitorios, los cuales se pue-
en Tlalpan. Autor: Luis Barragán, den ubicar también en una segunda planta, separando los usos.46
1953-1963.

El patio es el elemento central de la vivienda árabe, un remanso de paz que se


contrapone a la dureza exterior. En la típica riyad de Fez o Marrakech es un lu-
gar rico de motivos decorativos arabescos y vegetación, con una fuente central a
completar el conjunto. El mismo término árabe riyad, de hecho, significa «jar-
dín» y se configura como lugar de alegría, tal y como lo describe Barragán en
[4.62] sus entrevistas. El patio árabe resuena también como recuerdo de la hacienda
[4.63] mexicana con sus fuentes, elementos que acompañarían la experiencia sensorial
del diseño espacial barraganiano. El de las tighremat’n y qasabat, por el contra-
rio, aun manteniendo la fuente central, suele ser más austero. En las viviendas
de L.B. de los primeros años ‘30 el jardín se configura como límite entre casa y
ciudad, mientras que en la etapa madura forma parte del patio, ubicado en el
corazón del solar. Configurándose a través de rincones dominados por el sonido
de una fuente, totalmente cerrado por muros laterales pintados de blanco cal, o
como azotea que fue y que ya no sería, el patio del Barragán posviaje es la tran-
sustanciación del jardín árabe en un lugar permeado por la misma atmósfera
sosegada y, a la vez, caracterizado por la dureza y abstracción de la arquitectura
de tierra marroquí. La dicotomía interior-exterior, fuerza-ligereza, que queda
patente en la qasba, vuelve entonces a estar presente en este lugar de la casa
barraganiana: el patio.

Finalmente, la terraza es quizá el espacio que más aúna la obra madura de Ba-
rragán con la vivienda bereber, siendo una verdadera habitación exterior del
edificio. En el hábitat pre-sahariano que pudo visitar L.B., el clima afectaba el
desarrollo de la vida colectiva, tanto que, en los días perturbados por el cálido
soplo del chergui, la terraza fungía de lugar de ocio y relajación para las mujeres,
además que como lugar abierto al firmamento donde dormir por la noche. En las
primeras viviendas del jalisciense la azotea no tenía una función específica. Sin
embargo, pareció adquirir importancia después del viaje, en obras como su casa

108
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.64

4.65
4| Periplo por las tierras del Atlas

4.64 Azotea en el qsar El [4.65] en Calle General Francisco Ramírez 14 y en Casa Gilardi, donde levanta los mu-
Khorbat Oujdid.
4.65 Azotea de Casa Gilardi.
ros emblemáticos que conforman un espacio cerrado y abierto al mismo tiempo
Autor: Luis Barragán, 1975-1977. y de origen mestizo asimilable a un patio más de la casa. La azotea de Barragán,
de hecho, brota a partir de dos mundos aparentemente en los antípodas: por un
lado la reminiscencia del espacio metafísico del lecorbusierano ático para Char-
les de Beistegui y creado como un escenario capaz de apropiarse de la ciudad,
donde los monumentos parisinos se convierten en objetos surrealistas;47 por otra
parte, las terrazas de aquella arquitectura sin pedigrí del Alto Atlas construidas
[4.64] por exigencias climáticas y de defensa. La azotea del arquitecto tapatío trae ins-
piración de ambos mundos y añade una tercera interpretación, su propia inter-
pretación: la terraza como una habitación exterior con altos muros asimilables
a las murallas de los qsur y capaces de aislar completamente el dentro del fuera,
siendo el dentro una nueva forma de entender el espacio exterior, donde el techo
no es más que el cielo en todos sus matices. Se trata de un auténtico lugar de
rito y contemplación que representa la última etapa de un recorrido ascensional
desde el mundo terreno a una dimensión honírica.

Antes, mientras y al cabo de la travesía por Marruecos, Barragán incorporó a su


vocabulario arquitectónico elementos pertenecientes a la arquitectura vernácula
norteafricana, de lo abstracto a lo físico. Algunos han estado siempre presentes,
mientras que otros han aparecido después, en una epifanía espacial y emocional
que enriquecería su madurez.

47. Ruiz Barbarín, Antonio.


Luis Barragán frente al espejo. La
otra mirada. Tesis doctoral. Espa-
ña. Colección Arquia/tesis nº 26.
2008. Página 115.

110
Casa laboratorio
5.0

5.
5. CASA LABORATORIO

5.1 Casa Estudio: fortaleza en evolución

5.2 Casa de recintos


5.2.1| Recovecos en la fortaleza Barragán
5.2.2| Escaleras entre planos horizontales
5.2.3| Objetos: artesanía, escenografía y necesidad

5.3 Oasis Barragán

5.4 Color: entre Ferreira y la tierra marroquí


5.1 Casa Estudio: fortaleza en
evolución

5.2
5.1
5| Casa laboratorio

5.0 Luis Barragán en su casa


estudio.
5.1 Casa Estudio.
5.2 Casa Estudio. Autor: Luis
La dimensión atemporal en la cual aparecía flotar la arquitectura pre-saha-
riana fue incorporada por Barragán en su obra madura, a partir de su casa
en Tacubaya. Si aquel viaje tuvo verosímilmente un pasado, presente y futuro,
Barragán, 1947-1948. Evolución dicha obra, pese a las multitudes de influencias que haya tenido, ofrece una clave
de los huecos de fachada.
de lectura capaz de interpretarlos.

[5.1] Ubicada en calle Francisco Ramírez 14 y 12, en un solar entre medianeras al prin-
cipio vacío, y diseñada a partir de 1947 para la Señora Luz Escandón Valenzuela1 ,
la Casa Estudio volvió a tener como cliente su mismo arquitecto un año después.
Barragán la consideró como un laboratorio personal que fuese capaz de «crear
un ambiente moderno, ubicado en y como parte de México, y de utilizar mate-
riales básicos y rústicos requeridos para el confort moderno».2 Es una obra, por
ende, que sufrió de transformaciones más o menos evidentes a caballo del viaje
del 1952 y hasta su muerte en 1988.

[5.2] La fachada, que en un plano fechado en enero 1948 sigue los cánones de la ar-
quitectura moderna, con una ventana longitudinal de huella lecorbusierana que
1. Zanco, Federica. Luis Ba- ponía en relación la terraza de la planta superior con la calle, en un diseño alter-
rragán. La revolución callada. nativo vuelve a tener huecos de tamaño reducido: la azotea de la planta primera
Milán. Skira Editorial. 2001. Pági- se ciega por completo, mientras que dos ventanas cuadradas se abren para ilu-
na 92. Texto sobre la casa en calle
Francisco Ramírez 14, Ciudad de minar los servicios. El último diseño se ve modificado gracias al adición de los
México. dormitorios y el vestidor, apodado como cuarto del Cristo, en la primera planta,
2. Ibidem. Página 93. Decla- [5.3] asumiendo la composición hodierna. Particular atención merece la ventana de
ración de Barragán a la periodista
estadounidense Esther McCoy la biblioteca, originariamente diseñada con proporción rectangular pero realiza-
sobre su casa en Tacubaya. da en forma cuadrada. Sobresaliendo del plano de la fachada hacia el exterior,
3. Torre Balbas, Leopol-
do; Terrasse, Henri. Ciudades
[5.4] asume la connotación del ajimez3 árabe, otra reminiscencia del norte de África.
Hispanomusulmanas. Madrid.
Dirección General de Relacio- Los huecos abiertos a la calle, que desde el exterior aparecen como sustracción
nes Culturales del Ministerio de
Asuntos Exteriores. 1985. Página
de la masa del muro, de forma similar a las qasabat de Marruecos, en el interior
406. El ajimez es un balcón vo- [5.5] adquieren otras peculiaridades: paneles de vidrio traslúcido blanco y, a veces,
lado cerrado por celosías (mas- [5.6] amarillo, como ocurre también en Casa Gilardi, hacen que el hueco vuelva a ser
hrabiyas), típico de las ciudades
hispanomusulmanas y de Ma- un artefacto que ilumine el interior y que oculte el exterior. La ventana de la
rruecos. biblioteca, por ejemplo, es amplia y permite que la luz penetre copiosamente, lo

116
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

5.4
5.3
5| Casa laboratorio

5.3 Casa Estudio, ventana de cual se traduce en el cumplimiento de la necesidad de leer y, al mismo tiempo,
la biblioteca. Autor: Luis Barra-
gán, 1947-1948.
crear una atmósfera íntima y de aislamiento respecto a la ciudad. En otras cir-
5.4 Ventana de una qasba en cunstancias la ventana presenta una doble capa: vidrio por fuera y contraventana
Ouarzazate. por dentro. Esta última siempre queda dividida en cuatro partes rectangulares y
[5.8] cuadradas, de manera que, al abrirse, la luz penetra delineando una cruz inicial.
Si en la Iglesia de la luz Tadao Ando crea la cruz tallando la pared, en la Casa
Estudio Barragán la obtiene mediante la acción de abrir la contraventana y, dada
su religiosidad, es verosímil que fuese un gesto voluntario.

Se desconocen las fechas exactas en que se produjeron los cambios de la casa.


Además, se trató de una metamorfosis paulatina, desarrollada a lo largo de va-
rios años debido al compromiso de Barragán, en aquel entonces, con el proyecto
de El Pedregal. En su versión definitiva la casa, ubicada en su contexto, parece
perder de identidad, y, no obstante, justamente por esta razón se integra per-
fectamente con el entorno próximo. Al igual que las qasabat de Marruecos, la
vivienda, si bien volcada hacia el interior, se armoniza con el paisaje. La pared
exterior, pintada de un blanco neutro, adquiere la dureza y desnudez de las mu-
rallas de los qsur y la apariencia del Marruecos mediterráneo. La relación con la
calle, entonces, es antitética, siendo de indiferencia, y al mismo tiempo repre-
sentando el anhelo de Barragán de realizar una obra que re-interprete lo popular
mexicano en clave moderna, insertándola en el solar como si fuera una pieza más
entre otras, una de las arquitecturas sin arquitectos decantadas por Rudofsky.

118
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

5.7
5.5
5.6

5.8
5| Casa laboratorio

5.5 Casa Estudio, ventana de


la biblioteca. Autor: Luis Barra-
gán, 1947-1948.
5.6 Desde el interior de la
qasba. Ventana decorada de la
qasba Asslim, en Agdz, ciudad
del valle del Draa, Alto Atlas de
Marruecos.
5.7 Iglesia de la luz. Autor:
Tadao Ando, 1989.
5.8 Casa Estudio, ventana del
mezzanine. Autor: Luis Barra-
gán, 1947-1948.

120
5.2 Casa de recintos

5.10
5.9
5| Casa laboratorio

5.9 Recintos concatenados.


Axonometría. |Elaboración
5.2.1| Recovecos en la fortaleza Barragán
propia.

El
5.10 Recovecos y zaguanes en contraltare de la austeridad de la fachada reside en la complejidad interior
la Casa Barragán. |Elaboración
propia.
de la casa. En el texto «La arquitectura de Luis Barragán: una arquitectura
de recintos», Xavier Monteys Roig, catedrático de la Universidad de Catalunya,
hace hincapié en el carácter laberíntico de la arquitectura de Barragán, a partir
de la Casa Estudio. En esta obra, en particular, parecen concentrarse las reminis-
cencias de los pueblos mexicanos y de la arquitectura del norte de África, aco-
munados por someter la apariencia exterior a la fuerza del paisaje, y, en cambio,
el espacio interior a la domesticidad de la familia.4

[5.10] Al entrar en la casa por el zaguán de acceso son los muros los auténticos prota-
gonistas de la epifanía laberíntica del espacio de la casa: primero se ensanchan,
luego se doblan y se estrechan para enmarcar el quicio de las puertas. En este
4. Monteys Roig, Xavier. ademán vuelve a estar presente la Puerta de la Justicia de la Alhambra con su
«La arquitectura de Luis Barra- planta en s y los recuerdos de los paseos por las callejuelas de los qsur del Atlas:
gán: una arquitectura de recin-
tos». Texto extraído de De Anda
en un primer momento, de hecho, la biblioteca y el salón fueron diseñados como
Alanís, Enrique Xavier. Luis Ba- un único espacio a doble altura5, salvo, poco después, añadir una mampara para
rragán. 1990. Historia de un deba- dividir los usos y llevar el viajero hacia una nueva estancia que se desvela poco a
te. México. Universidad Nacional
Autónoma de México. 2016. Pági- poco, como al girar la esquina de un darb o un zuqaq.⁶
na 108.
5. Zanco, Federica. Luis Ba- El elogio barraganiano al descubrimiento permea los corredores, que dan paso
rragán. La revolución callada.
Milán. Skira Editorial. 2001. Pági- a estancias de altura cambiante. La casa se transforma en una de las ciudades
na 94. Dibujo de una versión del fortaleza de Marruecos, donde los muros aparecen como entidades abstractas
proyecto cuando el cliente volvió y físicas al mismo tiempo, dentro de una operación de doblamiento continuo
a ser el mismo Barragán.
6. Gallotti, Jean. Le jardín capaz de crear rincones y recovecos. Unas puertas que no llegan al techo sirven
et la maison árabes au Maroc. para separar estancias contiguas, cegando la visual y fomentando la curiosidad
Francia: Actes Sud. 2008. Extraí-
de cruzar el umbral. La fuerza del muro genera así el hogar barraganiano: múl-
do de Torre Balbás, Leopol-
do; Terrasse, Henri. Ciudades tiples recintos concatenados e individuales a la vez. A la rotura de la caja neo-
Hispanomusulmanas. Madrid. plasticista, Barragán contrapone su reconstrucción. Al espacio fluido de Mies
Dirección General de Relacio-
nes Culturales del Ministerio de
Van der Rohe se opone el espacio concadenado del arquitecto tapatío: el primero
Asuntos Exteriores. 1985. Página nace para ser subdividido posteriormente, el segundo se genera mediante un
406.

122
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

5.12
5.11

5.14
5.13
5| Casa laboratorio

5.11 Vista de la azotea. Antes. proceso de adición.7


5.12 Ibidem.
5.13 Vista de la azotea. Des-
pués. Ahora bien, la compartimentación del espacio barraganiano nace también de la
5.14 Ibidem. dúplice necesidad de privacidad y control del arquitecto tapatío. Primero, cabe
destacar que la casa fue originariamente diseñada para dos personas. En segun-
do lugar, Barragán no vivía solo: había un manípulo de sirvientas que se ocupa-
ban de los deberes domésticos. Por esta razón los espacios servidores quedan
separados visualmente y físicamente de las zonas privadas donde el arquitecto
solía transcurrir su tiempo. Tanto la cocina, como las zonas de lavado y secado, se
encuentran respectivamente en la planta baja y última planta y se interconectan
con una escalera de caracol a la cual no se puede acceder desde la planta interme-
dia. Esta disposición añade aún más complejidad al recorrido espacial de la casa.
En planta baja, además, las zonas ocupadas por las sirvientas tienen un acceso
independiente a la calle desde el garaje.8

Dicha configuración programática encuentra sus similares en las haciendas


mexicanas y, de forma más sencilla, en las qasabat del norte de África, cuya dis-
posición es tal que espacios servidores y servidos se encuentren en plantas se-
paradas. También el uso de la terraza es similar: en su casa Barragán separa el
espacio privado de la azotea de otro más pequeño que funge de extensión de los
7. Monteys Roig, Xavier. locales de lavado y donde poder secar la ropa, tal y como pasaba en las haciendas
«La arquitectura de Luis Barra- y en las casas marroquíes. L.B. diseñó su casa, al igual que la capilla en Tlalpan,
gán: una arquitectura de recin-
tos». Texto extraído de De Anda pensando no solo en sí mismo, sino también en quien más iba a vivir aquellos
Alanís, Enrique Xavier. Luis Ba- espacios, garantizándole todas las comodidades. En definitiva, el pot-pourri de
rragán. 1990. Historia de un deba- elementos que conforman el espacio laberíntico barraganiano como zaguanes,
te. México. Universidad Nacional
Autónoma de México. 2016. Pá- escaleras ocultas, armarios empotrados, muros que se levantan para esconder lo
gina 114. Comparación entre el que hay detrás, vestíbulos y cuartos como espacios residuales, genera una arqui-
espacio fluido de Mies van der tectura de recintos que surge de las necesidades y visiones íntimas de su propio
Rohe y el espacio concadenado
de Barragán. cliente.
8. Quiñones, Francisco. «Mi
casa es mi refugio: At the Service [5.14]
La azotea constituye la última estancia de la fortaleza de Barragán, siendo otra
of Mexican Modernism in Casa
Barragán» The Avery Review. planta más de la casa, donde el mundo onírico y privado del arquitecto tapatío
nº48. Junio 2020. queda separado del mundo real y cotidiano al cual pertenecen las mujeres que

124
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5.15
5.16
5| Casa laboratorio

5.15 Continuidad del techo. cuidaban de él. Concebida inicialmente como un espacio que se aislaba de la
Vista desde el mezzanine. |Ela-
boración propia.
calle y se abría hacia el jardín del lado trasero, la azotea es otro elemento emble-
5.16 Casa Estudio, vista de la [5.12] mático de la obra de L.B: la barandilla de madera que asoma al jardín desaparece
biblioteca. Autor: Luis Barragán, años después para dejar espacio a un alto muro que la encierra totalmente. Este
1947-1948.
lugar de la casa asume la connotación de una habitación exterior, un lugar me-
tafísico donde sueño y realidad se confunden. ¿Para qué Barragán quiso ocultar
la vista al jardín? Tal vez necesitaba un lugar cuanto más cercano a la presencia
divina y que trascendiera el mundo terreno. Quizás constituía una dimensión es-
pejo capaz de reflejar su alma. Verosímilmente pudo ser otro espacio de su taller,
donde tantear composiciones de colores diferentes que suscitaran emociones y
recuerdos.

5.2.2| Escaleras entre planos horizontales

Si por un lado las estancias de la Casa Estudio aparecen fragmentadas en mun-


dos individuales, por el otro, el plano horizontal del suelo y del techo otorga
al conjunto unidad visiva y material. Al suelo de madera se opone el techo, for-
mado por vigas también de madera, solución esta, presente en Casa Prieto López
[5.15] y, en forma más tosca, en las qasabat de Marruecos y en los ranchos mexicanos.
Tanto en los espacios de doble altura como en el mezzanine, la continuidad del
[5.16] techo une los recintos de la casa para crear un espacio global.

Otra consideración es la que merecen los espacios de transición: para los suelos
de zaguanes y escaleras, así como de las zonas exteriores de patio y jardín, es el
empleo de la piedra volcánica, que exprime fuerza y pertenencia a la tierra, a en-
fatizar la transición exterior-interior, representando aquella fusión entre paisaje
y arquitectura en el norte de África, de la cual habló Barragán durante su entre-
vista con Elena Poniatowska.

Entre cielo y tierra se colocan las escaleras. En la arquitectura vernácula de las


[5.20] qasabat son elementos escultóricos que emergen de la pared y arrancan del suelo
como su propio apéndice. Las aristas de los peldaños siguen las imperfecciones

126
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

5.18
5.17

5.20
5.19
5| Casa laboratorio

5.17 Casa Estudio, escalera de de la tierra. Hassan Fathy, cuyos principios constructivos están vinculados a los
la biblioteca. Autor: Luis Barra-
gán, 1947-1948.
materiales autóctonos, emplea la escalera como elemento armónico dentro del
5.18 Casa Estudio, escalera conjunto plástico del edificio. Análogamente, las escaleras de Barragán emergen
del vestíbulo. Autor: Luis Barra- [5.18] del suelo y acompañan el recorrido ascensional manteniendo la sensación de
gán, 1947-1948.
5.19 Casa Ortega escalera del gravedad que es capaz de otorgar una entidad ligada al mundo terreno. La piedra
vestíbulo. Autor: Luis Barragán, volcánica vuelve a ser una alfombra que conduce el viajero del exterior hacia el
1941-1943. interior, y que lo hace ascender hacia la «estancia más privada abierta al cielo»9:
5.20 Escalera en la ciudad de
Chefchaouen en Marruecos. la azotea.

[5.17] Ahora bien, a la escalera estereotómica que emplea en los accesos y corredores,
Barragán contrapone una tectónica, que parece flotar hacia el techo: los escalo-
nes de madera de la biblioteca constituyen un espejo doblado que lo refleja, ge-
nerando una composición metafísica. ¿Se trata de una abstracción de la escalera
de la arquitectura vernácula marroquí llevada al límite? Anteriormente, en Casa
[5.19] Ortega, Luis Barragán había experimentado el recorrido ascensional diseñando
una escalera de hormigón liviana apoyada en la pared exterior y que subía hasta
la azotea. Madera y hormigón son los materiales que califican la variante tectó-
nica de la escalera barraganiana: el hormigón hace que la escalera, a pesar de su
ligereza, siga en armonía con el resto del edificio adquiriendo un carácter escul-
tórico con la ambición de ascender al cielo; la madera, por el contrario, potencia
la calidez del hogar, creando un espacio piranesiano y un recorrido que conecta
los innumerables recintos de la casa.

5.2.3| Objetos: artesanía, escenografía y


necesidad

9. Ruiz Barbarín, Antonio.


La cualidad artesanal de los objetos, tanto de trabajo como de mobiliario,
acomuna el entorno popular de México al mundo vernáculo de los qsur
del Atlas. Se trata de un repertorio capaz de representar, aún más que la propia
Luis Barragán frente al espejo. La
otra mirada. España. Colección arquitectura, la identidad de una cultura. La utilización de materiales autócto-
Arquia/tesis nº 26. 2008. Página nos es una característica heredada por L.B. y llevada a los interiores de todas sus
121.

128
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

Barragán
5.23
5.21
México

Marruecos
5.24
5.22
Barragán
5| Casa laboratorio

5.21 Sillón de la hacienda obras. El mobiliario, dibujado por el mismo arquitecto tapatío en colaboración
mexicana Esperanza, Sinaloa.
5.22 Butaca del estudio de
[5.22] con la diseñadora Clara Porset, de hecho, es la reinterpretación en clave mo-
Casa Barragán. Autora: Clara [5.21] derna de la tradición artesanal mexicana. Las butacas, los sillones, las mesas de
Porset. dibujo son objetos realizados con madera del lugar, piel, fibras vegetales y lanas.
5.23 Patio de las ollas, Casa
Barragán.
5.24 Tinajas en la qasba Sin embargo, distanciándose de la actitud mexicana de los años ’40 de retomar lo
Amridil, Skoura. popular a través de una excesiva ornamentación objetual que recordara la atmós-
fera de las haciendas, Barragán reutiliza aquella tradición en el seno de un estilo
clásico y universal a la vez.10 Los maniquís de pintores, o las figuras de Miguel
Ángel, junto a un bronce de un caballo renacentista pertenecen al mundo clásico
y son paradigmáticos de la puesta en escena por Barragán de su propia arqui-
tectura, tal y como pasa con las esculturas que pueblan sus jardines. El carácter
popular universal, por otra parte, se vislumbra en una elección cuidadosa y res-
tringida de elementos procedentes del mundo vernáculo: el Marruecos visitado
[5.24] a caballo entre 1952 y 1953 pasa a formar parte de la casa en Tacubaya mediante
objetos ceremoniales tribales y las tinajas presentes en el patio junto al jardín,
testigos por una parte de una arquitectura atemporal y escenográfica, y por otra,
identificadoras de una cualidad háptica, además que la visual: la textura que las
[5.23] ollas adquieren con el paso del tiempo hace que vuelvan a ser esculturas con vida
propia y, por ende, capaces de envejecer.11

Si el viaje por las tierras del Atlas pudo haber sido un camino iniciático de adqui-
sición de una nueva consciencia por parte de L.B., hay otro ritual visible en los
10. Zanco, Federica. Luis Ba- objetos religiosos como crucifijos y estatuas de la Virgen, que, o bien se esconden
rragán. La revolución callada. Mi- en los rincones de los intricados recintos de la casa como testigo de la voluntad
lán. Skira Editorial. 2001. Página
94. Barragán elige las imágenes de Barragán de aislamiento y privacidad, o bien quedan a la vista como una pieza
de la casa capaces de describirla. escenográfica más permeada por una huella familiar. En los conventos españo-
Se trata de unos pocos detalles
les del siglo XVI visitados en México por el jalisciense, la presencia de cruces
cuidadosamente elegidos y que
forma parte de la estética con la en sitios imprevisibles como en rellanos de escaleras dotaba a estos lugares de
cual presentaba sus obras. sorpresa y daba sentido a su silencio y desnudez.
11. Casa luis Barragán. Página
web: http://www.casaluisbarra-
gan.org/lacasa/estancia.html, La casa vuelve a ser un museo, donde cada objeto forma parte de una composición
consultada el 20/12/2021. sobria y elegante, representativa del estilo del arquitecto tapatío. Sin embargo,

130
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5.25

5.26
5.27
5| Casa laboratorio

5.25 Vista del corredor desde no todo objeto tenía una única función: a partir de la Casa Estudio, aparecen las
la biblioteca hacia el vestíbulo de
escaleras, tal y como se encuentra
esferas reflectantes, un elemento emblemático más dentro del mundo barraga-
en 1951. [5.25] niano. En una foto tomada en 1951 por la fotógrafa Elizabeth Timberman12 apare-
5.26 Vista del corredor desde ce una estatua de la Virgen en el pasillo entre biblioteca y vestíbulo de escaleras,
la biblioteca hacia el vestíbulo de
escaleras, tal y como se encuentra que, años después se sustituye por una tabla de madera con una esfera encima.
actualmente. Las esferas, además de amplificar un lugar ya de por sí atemporal, coadyuvaban
5.27 Esfera reflectante en la necesidad de vigilancia de todo lo que pasara en la casa, pudiendo actuar como
Casa Barragán.
un espejo capaz de reflectar, a los ojos del arquitecto, las personas que llegaban
[5.26] de un pasillo o estancia sin molestarlo en sus momentos de tranquilidad. Lógi-
[5.27] camente, a menudo se encuentran cerca de los corredores o zaguanes de acceso.13
La inteligencia de Barragán reside en hacer que una pieza estética que forma
parte del mantra arquitectónico de su etapa madura tenga una utilidad real, ha-
ciendo que a la belleza le corresponda la funcionalidad.

12. Quiñones, Francisco.


«Mi casa es mi refugio: At the
Service of Mexican Modernism
in Casa Barragán» The Avery Re-
view. nº48. Junio 2020. Elizabeth
Timberman, junto a la periodista
Esther McCoy, visitó la Casa Ba-
rragán pudiendo tomar algunas
fotografías bajo permiso del mis-
mo propietario.
13. Ibidem.

132
5.3 Oasis Barragán
5.28

5.30
5.29
5| Casa laboratorio

5.28 Casa Estudio, hueco de


acceso al patio de las ollas. Autor:
Luis Barragán, 1947-1948.
5.29 Muro del jardín del daar
La austeridad del frente de la calle se contrapone a la porosidad de la facha-
da oeste que se abre al jardín. Desde el salón un gran ventanal cuadrado
establece el límite entre interior y exterior, difuminado por la continuidad del
Paru en M’Hamid, valle del Draa. suelo entre el fuera y el dentro, situados a la misma cota. Continuidad marcada
5.30 Muro de los jardines en
la calzada Madereros, Ciudad de también por los muros laterales del salón que se prolongan hacia el jardín. Ope-
México. Autor: Luis Barragán, ración esta, realizada hacia la mitad de los años ‘5o y que genera un marco visual
1941-1943. potente14, además que un espacio de transición donde la piedra lávica marca la
dicotomía material con la madera interior, volviendo a evidenciar el límite entre
oasis y hogar. El ventanal cuadrado, utilizado también en El Eco por Mathias
Goeritz y en Casa Gálvez de 1955, no permite el paso físico hacia el jardín, sino
más bien adquiere la entidad de escaparate hacia un mundo de sosiego que re-
monta a los jardins enchantès y al misterio de los patios de la Alhambra, un mun-
do de recuerdos que solo se puede mirar. La puerta para salir hacia aquel lugar,
de hecho, se encuentra medio escondida en lado izquierdo del salón, sugiriendo
como Barragán solo quisiera contemplar y no actuar.

Dotado inicialmente de un césped más amplio y un carácter más domesticado, el


[5.28] jardín, con el paso del tiempo se dejó crecer de manera casi salvaje: la vegetación
volvió a cubrir los muros perimetrales que separaban la casa desde las moradas
adyacentes. Aquel lugar pasó a ser el oasis de Skoura en el medio del desierto de
[5.29] Ciudad de México. Los muros absuelven la función de la muralla norte africana.
El verde de las plantas selváticas añade una capa de color que Barragán nunca
utiliza en los interiores. La vegetación deja solo entrever la pequeña abertura
[5.30] que conduce al patio de las ollas, como si del umbral de la muralla de un qsar se
tratara. A diferencia de los jardines de El Cabrío, donde la naturaleza, acompa-
14. Zanco, Federica. Luis ñada por las esculturas melancólicas, formaba parte del proceso escenográfico
Barragán. La revolución calla-
da. Milán. Skira Editorial. 2001. barraganiano, el oasis al que L.B. da vida en Calle Francisco Ramírez 14 es un
Página 96. Después del viaje a lugar de reflexión y sujeto al paso del tiempo. En el crecimiento incontrolado de
Marruecos Barragán parece uti-
la vegetación, Barragán veía el desgaste de aquellos muros lisos de las qasabat,
lizar el muro, además que por su
cualidad masiva, como directriz sometidas a la fuerza del chergui y a la inexorabilidad del tiempo. La casa era
capaz de organizar los espacios el lugar atemporal de ensoñación y espiritualidad. El jardín, por el contrario,
y la mirada hacia determinados
objetos o lugares, como pasa con
representaba el devenir de las cosas, el lento envejecer entre los recuerdos de un
el jardín de su casa en Tacubaya. viaje pasado.

134
5.4 Color: entre Ferreira y la tierra
marroquí

«[…] Entonces visito el lugar constantemente, a diferentes horas del día, y comienzo a
imaginar el color, a imaginar los colores, desde los más locos e increíbles. […]».15

|Luis Barragán, 1980|


5.32
5.31
5| Casa laboratorio

da.
5.31 Vista de la azotea pinta-

5.32 Qsar Ait Ben Haddou en


Ouarzazate, Marruecos.
En una de las últimas entrevistas que hizo, Barragán habló del color defi-
niéndolo como un medio para modificar la percepción espacial y añadir
el toque de magia que había estado buscando desde las primeras obras16 ,en las
cuales, no obstante, solo aparecía en elementos puntuales como barandillas o
puertas. Resulta claro que, a parte de la memoria de los abigarrados mercados
mexicanos, cuyas tonalidades Barragán encontraría también en los zocos ma-
rroquíes, las referencias más directas que tuvo sobre el color fueron las de los
pintores: De Chirico, Magritte, Delvaux y Chucho Reyes entre todos.

El color barraganiano es fruto de una insistida experimentación compositiva rea-


lizada in situ con la ayuda de artistas como el mexicano Jesús Reyes Ferreira. La
primera obra en la cual los dos colaboraron fue El Pedregal, más de cincos años
antes del periplo al norte de África y, sin embargo, el color adquirió elocuencia
solo después de aquel viaje y, por esta razón, encuentra su recóndita esencia en la
tonalidad de la arquitectura de tierra del Atlas que mutaba con el paso del día. La
luz hacía que la tierra asumiese un color marrón, luego naranjado, hasta rojizo,
muy parecido, en la mente del arquitecto tapatío, al de los pueblos de Jalisco que
se asomaban a la laguna de Chapala. La infancia mexicana se funde con la per-
cepción de la arquitectura vernácula marroquí y los matices de su paisaje. Barra-
gán pareció extraer de aquella semejanza una de las claves para sus obras futuras.

[5.31] La Casa Estudio es paradigmática del cambio en la manera de utilizar el color


por parte de Barragán. A parte de la tonalidad ofrecida por los propios materia-
les, como la madera del techo en contraposición con el blanco de las paredes,
es en la azotea donde parece experimentar la aplicación del color de forma más
potente: originariamente blanco, después de la mitad de los años cincuenta el
muro levantado para separar visualmente la azotea del jardín vuelve a pintarse
15. Riggen Martínez, An- de lila y una columna blanca lo separa de otra pared roja. ¿En qué se relaciona la
tonio. Luis Barragán: escritos y
conversaciones. Madrid: El Cro-
policromía barraganiana respecto a la monocromía de los qsur pre-saharianos?
quis Editorial, 2000. Página 126. [5.32] La adquisición de la consciencia cromática por parte de L.B. se debe al paisaje
Entrevista de Mario Schjetnan marroquí en la forma en que el destello de la luz contra aquellas paredes lisas
Garduño realizada en México DF
en 1980. acentúe el color de su material, otorgándole una cualidad onírica y sugiriendo
16. Ibidem. una conexión emotiva con el paisaje del México vernáculo.

136
Conclusiones
6.0

6.
6. CONCLUSIONES

6.1 Momento Barragán: el antes y después

6.2 Peregrinaje pasado, presente y futuro al norte de África


6.2.1| Actitud común hacia lo vernáculo
6.2.2| Reinterpretación del pasado para un futuro sostenible
6.1 Momento Barragán: el antes y
después
6.1
6.2
6| Conclusiones

6.0 Luis Barragán y su caba-


llo Arjala en 1969.
6.1 Arquitectura vernácula
en Los Corrales, el rancho de la
¿C uáles fueron las secuelas que el periplo a Marruecos dejó en Luis Barra-
gán? ¿Fue este viaje el verdadero punto de quiebro que dio comienzo a la
etapa madura de su obra?
familia Barragán en la Sierra del
Tigre.
6.2 Detalle de una qasba en Durante el periodo funcionalista el ingeniero Barragán había construido un cier-
Ouarzazate. to tipo de vivienda cómoda y contemporánea para una clientela cada vez menos
atada a ella, y que él mismo criticaría en los años ’40. En este sentido, advertía
la necesidad de crear lugares dentro de la morada donde pudieran converger las
enseñanzas y experiencias de todos sus viajes, desde la infancia transcurrida a
[6.1] caballo por los pueblos mexicanos, sintiendo el olor de la tierra rojiza humede-
cida por la lluvia, pasando por la fortaleza de la Alhambra, cuando descubrió
el placer del misterio y los jardines, hasta llegar, en plena madurez, al norte de
África, lugar que le permitió alcanzar un entendimiento holístico de aquella ar-
quitectura sin arquitectos tan ligada al paisaje como para difuminar sus límites
con ello. En las edificaciones bereberes Barragán vio el duro contraste entre luz
y sombras coexistir con la delicadeza en la que emergían de la tierra, casi sin
[6.2] interrumpir la línea del horizonte. Aquellos fotogramas del norte de África le
sirvieron para plasmar algunas de las obras que dejarían un profundo sello en el
México contemporáneo y, de hecho, en su casa en Tacubaya pudo experimentar
nuevas inquietudes surgidas de aquel viaje, alterando la idea genérica de hogar.

El entorno del México prerrevolucionario, cuyo carácter popular deriva no sola-


mente de la arquitectura sino también de un enjambre de costumbres y valores
sociales y religiosos, genera una paradoja: por un lado, constituye el manifiesto
1. Arnuncio Pastor, Juan de la idiosincrasia del lugar que fue cuna de Barragán, por otro lado, encarna
Carlos. «Los sueños de Luis Ba- un espíritu universal que forma parte de un determinado contexto cultural que
rragán.» Anales de arquitectu-
ra. Madrid. ETSA, universidad puede estar presente en países lejos miles de kilómetros1, y que el jalisciense
de Madrid. 1966. Juan Carlos vislumbró en los poblados mediterráneos de España, Italia, Grecia y Marruecos.
Arnuncio ofrece otra clave de
De hecho, esta universalidad de la arquitectura vernácula se manifiesta de modo
lectura respecto a la palabra ver-
náculo, insertando la huella po- claro en la obra del jalisciense, en la gran cantidad de objetos artesanales como
pular de cada cultura dentro de mobiliario o utensilios procedentes de la tradición mexicana y que, sin embargo,
un marco universal basado en el
respeto de las costumbres del lu-
pueden encontrarse también en el repertorio popular del al-Ándalus y Marrue-
gar de pertenencia. cos. Así como las tinajas, elementos de adorno de los jardines sujetos al paso del

142
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
6.3

6.4
6| Conclusiones

6.3 Casa Aguilar, Guadalaja- tiempo y que forman una constante en toda la obra barraganiana.
ra. Autor: Luis Barragán, 1928.
6.4 Cuadra San Cristóbal,
Los Clubes, Atizapán de Zarago- [6.3] Otros elementos más figurativos, sin embargo, como pérgolas y aleros, típicos de
za, México. Autor: Luis Barragán, las haciendas hispanomexicanas, así como los detalles decorativos de las puer-
1966-1968.
tas y fuentes que remontan a los escenarios encantados de Ferdinand Bac, van
desapareciendo casi repentinamente desde la etapa racionalista. La depuración
formal que se encuentra por ejemplo en Casa Villaseñor de 1937, obra del período
funcionalista, constituye solamente la punta del iceberg de un sutil y profundo
proceso de transformación que se manifestará por completo después de la trave-
sía a Marruecos. Ésta llega más allá de la simple incorporación de formas plásti-
cas y elementos geométricos como las ventanas triangulares. A partir de la Casa
[6.4] Estudio Barragán propone la morada como fortaleza, en la que la austeridad de
las haciendas mexicanas se une a la pureza de las qasabat marroquíes, hacien-
do del muro una muralla que ampara el interior del ruido de la ciudad. De esta
manera, el espacio vuelve a ser un laberinto de recintos más o menos privados.
El riguroso uso de los materiales, como la calida madera o la cruda piedra volcá-
nica otorga una cualidad táctil, además que visual, convirtiendo el hogar en un
espacio sensorial. Los objetos, por otra parte, restituyen aquel carácter ascético
presente también en los qsur que visitó a los cincuenta años. El color, la luz y las
sombras asumen el mismo papel que en el paisaje pre-sahariano, confiriendo a
su arquitectura la misma abstracción y exaltando la penumbra donde necesario.

Analizando individualmente la obra de Barragán se podría entender que sea fru-


to de un proceso temporal fraguado por los viajes, las visiones de sus amigos y
sus propias inquietudes. Dentro de este proceso el viaje a Marruecos le permitió
adquirir una nueva consciencia sobre todo lo que lo rodeaba. El periplo desenca-
denó la traslación de una arquitectura más visual como la de la etapa racionalista
hacia la emocional de su madurez, cargada de los recuerdos de su pasado y de los
fotogramas de las tierras del Atlas, originando un antes y después: el momento
Barragán.

144
6.2 Peregrinaje pasado, presente y
futuro al norte de África

6.6
6.5
6| Conclusiones

6.5 Mural de la biblioteca


central de la Universidad Au-
6.2.1| Actitud común hacia lo vernáculo
tónoma de México. Autor: Juan
O'Gorman, 1949-1952.
6.6 Centro de Artes Visuales,
Santa Fe. Autor: Ricardo Lego-
rreta, Lloyd and Tryk Architects
T ras la revolución mexicana de la década de los veinte brotó paulatinamente
un sentimiento que reivindicaba la identidad nacional después del dominio
español y francés. La escuela mexicana postrevolucionaria juntaba bajo dicho
1999.
objetivo artistas como Diego Rivera, Miguel Covarrubias o Clemente Orozco y, a
partir de los años ’50, también arquitectos como Pérez Palacios, Juan O‘Gorman
o Ricardo Legorreta, personalidades que, mediante distintas líneas de pensa-
miento, empezaron a rechazar los dictámenes del modernismo en favor de la
búsqueda de aquellos valores nacionales perdidos.2 O’Gorman, influenciado por
[6.5] Rivera y Covarrubias, lo hizo mediante la recuperación del ornamento y de la
simbología, orientando su lenguaje hacia un indigenismo barroco propio de la
cultura mexicana.

Barragán, al contrario, siguió un recorrido aparentemente individualista empa-


pándose de las novedades que traía el modernismo como las grandes luces y
cierta pureza formal. Al mismo tiempo supo conservar sus raíces y, después del
viaje a Marruecos, llegó a una síntesis entre lo popular y lo moderno que se tra-
duce en una obra no solo íntima y autobiográfica, sino también manifiesto de la
nueva identidad mexicana, en la que los cánones formales que caracterizan sus
[6.6] últimas obras, así como, a una escala más amplia, las de Legorreta, se basan tanto
en la abstracción de las formas y en los vivos colores mexicanos, como en la cua-
lidad constructiva y espacial, configurando una propuesta de vanguardia. Dicha
actitud vanguardista, según la crítica colombiana Silvia Arango, alinea Barragán
junto con Niemeyer, Testa y Salmona, arquitectos que, si bien no rechazaban los
dictámenes del racionalismo, supieron trascender el mero concepto de arqui-
tectura como contenedor de un programa, introduciendo formas tan sensuales
2. López Rangel, Rafael. como potentes.3
«Luis Barragán y la identidad ar-
quitectónica latinoamericana.»
Anales de Arquitectura nº5. Uni- Pese a que Barragán siempre predicó la belleza como causa motriz tanto para
versidad Politécnica de Cataluña. la arquitectura como para la vida en sí misma, no fue completamente rebelde
1991. Página 58.
3. Ibidem. Página 61.
respecto al modernismo, sino más bien tuvo una comprensión de vivir en un

146
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

Utzon, Marruecos 1947


6.8
6.7
6| Conclusiones

6.7 Estudio fotográfico de momento histórico de cambio, haciendo que su obra resulte de difícil posiciona-
Jørn Utzon Marruecos, 1947.
6.8 Ibidem.
miento ideológico.

Habiendo nacido en 1902 Luis Barragán pertenece a la que Josep Maria Montaner
denomina segunda generación del movimiento moderno, en compañía de Terrag-
ni, Aalto, Niemeyer o Johnson.4 Sin embargo, fueron muchos los arquitectos in-
ternacionales de generaciones diferentes a quedar fascinados por las tradiciones
ancestrales y la comunión entre arquitectura y paisaje tanto del mundo medite-
rráneo, como del áspero mundo vernáculo norteafricano. La arquitectura popu-
lar empujó arquitectos como Le Corbusier y Asplund antes, Utzon y Aalto des-
pués, seguidos por Barragán y Fehn, entre otros, a viajar por el norte de África.
Todos regresaron con una consciencia diferente. Viejas y nuevas inquietudes to-
marían posesión de las ideas arquitectónicas de estos personajes.

El visitar la arquitectura vernácula pre-sahariana ha significado para algunos re-


conciliarse con los recuerdos de la infancia y los valores populares: de la misma
[6.7] manera en que Barragán creó una obra moderna pero sensiblemente ligada al
[6.8] contexto jalisciense, Jørn Utzon, que viajó a Marruecos en 1947, por ejemplo,
transfirió la experiencia juvenil pasada dibujando barcos con su padre a su ar-
quitectura nórdica. El renovado interés de estos arquitectos hacia el paisaje y las
tradiciones locales forma parte de lo que Frampton denomina Regionalismo Crí-
tico y que apunta a la relación entre lugar y cultura, costumbres y arquitectura.

6.2.2| Reinterpretación del pasado para un


4. Maria Montaner, Josep.
«La arquitectura de Barragán en futuro sostenible
el contexto internacional».Texto

El
extraido de De Anda Alanís, En-
rique Xavier. Luis Barragán. 1990.
territorio que Luis Barragán encontró en Marruecos, si bien sujeto a cam-
Historia de un debate. México. bios políticos debidos a la independización frente a la colonización france-
Universidad Nacional Autóno- sa, resultaba ser un lugar aún virgen: entre la ruina y el desgaste natural, aquella
ma de México. 2016. Página 102.
Josep Maria Montaner es escritor, arquitectura de tierra seguía manteniendo una atmosfera singular generada por
doctor y catedrático en la Univer- la cotidianidad de la gente que la vivía. Posiblemente el jalisciense tuvo contacto
sidad Politécnica de Cataluña. con descendientes de familias bereberes que habían traído consigo aquellas tra-

148
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

6.10
6.9

6.11
6| Conclusiones

6.9 New Baris Village, Khar- diciones locales ligadas por un hilo invisible a las que vio en México de joven. Al
ga, Egipto. Autor: Hassan Fathy,
1967.
mismo tiempo hay que preguntarse cuanto de aquella cultura haya permanecido
6.10 Casas para enseñantes, hoy en día.
Gando, Burkina Faso. Autor; Dié-
bédo Francis Kéré, 2010.
6.11 Dano High School. Bur- El turismo de masas ha, por un lado, incentivado la restauración del patrimo-
kina Faso. Autor: Diébédo Fran- nio arquitectónico bereber financiando los recursos y, por el otro, trasformado
cis Kéré, 2008. multitudes de qasabat o tighremat’n con sus ambientes despojados de lo inne-
cesario, en hoteles de lujo aptos para protagonizar folletos de viaje. En parte, por
ende, se ha perdido la esencia de aquellos lugares visitados por viajeros y arqui-
tectos en el siglo pasado. Algunos de los qsur que pudo visitar Barragán o bien
han desaparecido, o bien han sido englobados en nuevos tejidos urbanos sin
ninguna planificación. No obstante, sigue en pie una genuina labor de recupera-
ción de la arquitectura y las tradiciones autóctonas llevada a cabo por arquitectos
como Faissal Cherradi Akbil y Carmen Moreno Adán, expertos en restauración
arquitectónica. El planteamiento que proponen se basa en una recuperación de
la arquitectura de tierra marroquí utilizando las técnicas tradicionales de cons-
trucción como el tapial, e involucrando la propia población en las obras de res-
tauración dando continuidad a la tradición artesanal de aquellos pueblos.5

El fuerte vínculo que se puede vislumbrar entre el arquitecto y su tierra natal,


como en el caso de Barragán y México, se encuentra en personajes del siglo XX
[6.9] como Hassan Fathy, arquitecto egipciano cuya obra era abordada en el seno de
una total asequibilidad económica e inclusión social, y a partir de las técnicas
tradicionales, de sostenibilidad e integración con el paisaje. Este arraigo al pro-
pio contexto social y cultural se vislumbra, al día de hoy, en arquitectos como
5. Casa Árabe. La arqui-
[6.10] Diébédo Francis Kéré. Nacido en Burkina Faso y trasladándose a Alemania para
tectura de tierra en Marruecos: [6.11] completar sus estudios de arquitectura, el burkinés sigue involucrado en un
la preservación de un rico pa- compromiso social con su comunidad africana. Tal compromiso se traduce en
trimonio. Charla del arquitecto
y restaurador Faissal Cherradi multitudes de obras, entre escuelas y casas, construidas utilizando exclusiva-
Akbil sobre la arquitectura de mente recursos autóctonos, en el seno de sostenibilidad y asequibilidad.
Marruecos. Página web: https://
w w w. yo u t u b e . co m / wa tc h ? -
v=C-8yD1OMZ2A, consultada el La arquitectura vernácula es testigo de un pasado ya lejano, y, no obstante, no
20/12/2021. parece padecer el paso del tiempo: los condicionantes ambientales y sociales de

150
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
6.12
6| Conclusiones

6.12 Dibujos de caballos. Au- un determinado lugar impiden la desaparición de las tradiciones locales y de una
tor: Luis Barragán.
manera de construir sostenible y en completo respeto del paisaje. La sociedad
moderna sigue refugiándose en aquel mundo ancestral para reencontrar la co-
munión con la naturaleza. Luis Barragán se refugió en la arquitectura del norte
de África llevándose a México la pureza e intemporalidad de los qsur de los valles
del Atlas y consiguiendo unir la identidad local con la universal. De hecho, el
mismo L. Kahn definió la arquitectura de Barragán como sin tiempo, capaz de
pertenecer a una época tanto pasada como futura.

Finalmente, cabe destacar la actitud de viajero firme y objetivo de Barragán a la


hora de visitar Marruecos. A pesar de que quedó impresionado por lo que vio,
supo atravesar aquellas tierras aprendiendo lo máximo posible de ella e incor-
porando aquel conocimiento a la memoria de su México. No es casual que todas
sus obras se encuentren alrededor de Jalisco y Michoacán. De forma diferente
a personajes como el padre Charles de Foucauld, que después de viajar al norte
de África hasta se convirtió al islam, o Hassan Fathy que construyó en la tierra
donde había nacido, para el jalisciense hubo una vuelta: el viaje fue un recorri-
do de aprendizaje que le permitió llegar a la plena madurez artística y personal,
[6.12] en México. La infancia transcurrida a caballo siempre estaría presente, como
demuestran sus numerosos dibujos de caballos, pueblos mexicanos o jardines.
La abundancia de la documentación sobre México resalta la escasez de bocetos
y croquis sobre Marruecos publicados al día de hoy.

Aquel viaje de aprendizaje que hizo Barragán hay que recorrerlo intentando
ver lo que él vio e incluso dibujando lo que él dibujó. El anexo a continuación
se intitula Mirada borrosa de un viaje futuro y representa la conclusión de esta
investigación: un recorrido personal nacido de mi propia mano, vislumbrando
el Marruecos, ya desvanecedor, que visitó Luis Barragán.

152
Fuentes
7.0

7.
7. FUENTES

7.1 Bibliografía
7.1.1| Libros
7.1.2| Artículos
7.1.3| Documentos académicos

7.2 Recursos web


7.2.1| Artículos
7.2.2| Videos

7.3 Procedencia de las imágenes


7.1 Bibliografía

7.1.1| Libros
1| Primarios

Alfaro, Alfonso. Voces de tinta dormida. Itinerarios espirituales de Luis Barra-


gán. México. Artes De México, Consejo nacional para la cultura y las artes.
1996.
Recorrido por los fondos bibliotecarios de Luis Barragán. El estudio cuidadoso efectuado por
Alfonso Alfaro restituye un Barragán poliédrico, cuyos intereses varían desde la filosofía de
Baudelaire a la antropología de Miguel Covarrubias, pasando por numerosas revistas de arqui-
tectura moderna, libros de historia y cultura indígena africana. No se trata de colecciones sino
más bien de una elección escrupulosa de los temas de interés.

Buendía Júlbez, José; Palomar Verea, Juan; Eguarte, Guillermo. Luis Barra-
gán. México. Reverte ediciones. 1966.
Los textos recogidos en este libro abarcan diferentes temas de la arquitectura de Barragán se-
gún sus etapas de desarrollo. Además, ayudan a conocer el jalisciense desde su entorno más ín-
timo. En este sentido, destaca el texto de Palomar Verea «Bajando a la laguna: descubrimientos
y revelaciones. Mañana en Corrales», un cuento de la rutina de un joven jinete Barragán en los
veranos transcurridos con su familia.

De Anda Alanís, Enrique Xavier. Luis Barragán. Clásico del silencio. Bogotá.
Universidad de Los Andes de Colombia, Escala ltda. 1989.
Comparación del recorrido profesional de Luis Barragán con los compañeros Ignacio Díaz Mo-
rales y Rafael Urzúa. Se pone énfasis en la etapa racionalista del jalisciense como una de las
aportaciones más importantes para la madurez de su obra. Finalmente, destacan entrevistas y
anécdotas contadas por Ignacio Díaz Morales y Francisco Gilardi.

___ Luis Barragán. 1990. Historia De Un Debate. México. Universidad Nacional


Autónoma de México. 2016.
7| Fuentes

7.0 Luis Barragán (izquierda) Recopilación de las ponencias sobre Luis Barragán. La introducción hecha por Zanco y De
durante una carrera de caballos Anda permite entender el estado de la cuestión respecto al arquitecto tapatío, además de cri-
en Las Arboledas, 1960. ticar la actitud de mitificación de su legado. Destacan las ponencias de Xavier Monteys Roig
y Josep Maria Montaner: el primero habla de la obra de Barragán como una arquitectura de
recintos concadenados; el segundo coloca el jalisciense en el marco internacional y en compa-
ración con la búsqueda de armonía con el paisaje de los arquitectos de la tercera generación.

De Lara Ruiz, Manuel; Morell Sixto, Alberto; Pérez Gómez, Eduardo. Ma-
rruecos. Madrid. Arcadia Medíatica; Serie 14 Km, Cuadernos de investiga-
ción in situ de la arquitectura. 2014.
Investigación in situ en Marruecos. El cuaderno consta de una descripción de los lugares pú-
blicos más importantes de ciudades como Fez y Marrakech complementada por dibujos y fo-
tografías, resultando útil a la hora de trazar un posible recorrido de Barragán por Marruecos y
conocer la arquitectura bereber según una mirada contemporánea.

Figueroa Castrejón, Aníbal. El arte de ver con inocencia. Pláticas con Luis Ba-
rragán. México. Universidad Autónoma Metropolitana. 2002.
Interesante charla del autor con Luis Barragán sobre los temas que más llaman su atención
como magia, belleza, jardines, fuentes y color. Destaca la idea de privacidad y de cómo ha
cambiado la vida en la modernidad.

Futugawa, Yukio. Luis Barragán: Barragán House, México City, México 1947-48.
Tokio. A.D.A. Edita. 2009.
Recorrido por la Casa Estudio de Luis Barragán hecho mediante las fotografías del mismo
autor.

Mimó, Roger. Cinco miradas cruzadas en el Valle del Mgoun: Alto Atlas, Marrue-
cos: [exposición]. Málaga: Eam’coopera. 2013.
Recorrido fotográfico y descriptivo por la arquitectura bereber del Valle del Mgoun, en Marrue-
cos. La descripción se plantea desde el cuento de cinco personas diferentes viviendo en aquellas
tierras. Las fotografías del autor son ejemplificadoras no solamente de la integración de aquella
arquitectura con el paisaje, sino también de tradiciones artesanales ligadas a la construcción.

Molina y Vedia, Juan. Luis Barragán: paraísos = paradises. Buenos Aires. Klic-
zkowski. 2001.
Exposición sobre la obra del arquitecto Luis Barragán a partir de un enfoque biunívoco: la obra

158
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

del jalisciense desde el punto de vista íntimo y subjetivo, capaz de estimular los sentidos con
sus atmósferas mágicas; en segundo lugar, los acontecimientos que han podido influir en su
arquitectura.

Riggen Martínez, Antonio. Luis Barragán: escritos y conversaciones. Madrid.


El croquis editorial. 2000.
Además de los textos autobiográficos de Barragán, el autor recopila las principales entrevistas
hechas por el arquitecto tapatío a lo largo de su vida. Respecto al viaje a Marruecos destacan
las entrevistas de Alejandro Ramirez Ugarte, Elena Poniatowska y Jorge Salvat, donde habla
de lo que más lo impresionó en su vida y de sus principales influencias artísticas. Finalmente,
el libro permite vislumbrar las principales ideas de Barragán sobre la arquitectura y su propio
proceso creativo.

___ Luis Barragán. 25 trasparencias inéditas. Barcelona. Fundación Caja De Ar-


quitectos. 2008.
Se trata de 25 fotografías hechas por el propio Barragán. La parte final del libro hace hincapié
en la biblioteca del arquitecto tapatío y en sus colecciones, entre las cuales se encuentran los
desnudos de Edward Weston y Pablo Picasso.

Rispa, Raúl; Barragán, Luis; Toca, Antonio; Buendía Júlbez, José María. Luis
Barragán. Obra Completa. Ciudad De México. Tanais Ediciones S.A. 1995.
Recopilación meticulosa de todas las obras públicas y privadas realizadas por Luis Barragán u
atribuidas a él. La descripción de los proyectos se complementa con planos y fotografías que
ayudan la comprensión. Además, el libro consta de los ensayos de Álvaro Siza y Antonio Toca
Fernández sobre el personaje de Barragán y la interpretación de su obra, a veces errónea.

Ruiz Barbarín, Antonio. Luis Barragán frente al espejo. La otra mirada. España.
Colección Arquia/tesis nº 26. 2008.
El autor pone Barragán frente a un espejo: por un lado, se obtiene una visión objetiva y alejada
del propio arquitecto sobre cual fueron sus influencias y el marco internacional en el cual ope-
ró; por otro lado, se examinan más detenidamente algunas obras de Barragán desde una visión
íntima y poética, intentando ver lo que él vio a lo largo de su vida.

Soriano Alfaro, Vicent. Arquitectura de tierra en el sur de Marruecos: el oasis


de Skoura. Barcelona. Barcelona Fundación Caja de arquitectos. 2006.
Recorrido por la arquitectura de tierra del Sur de Marruecos y, en particular, el oasis de Skoura.
7| Fuentes

La arquitectura bereber de los valles del Atlas queda aquí explicada detalladamente desde la
construcción hasta el programa, mediante representaciones de plantas y alzados acompañadas
por las fotografías del propio autor. Este libro constituye sin duda alguna un verdadero vocabu-
lario del lenguaje vernáculo bereber.

Torres Balbás, Leopoldo; Terrasse, Henri. Ciudades Hispanomusulmanas.


Madrid. Dirección general de relaciones culturales del Ministerio de asun-
tos exteriores. 1985.
El historiador francés Henri Terrasse introduce y completa la obra de Torres Balbás acerca de la
arquitectura y estilo de vida hispanoárabe. Debido a la influencia árabe en España, las ciudades
hispanomusulmanas resultan ejemplificadoras de la arquitectura árabe de Marruecos, aunque
con matices. En este libro se desglosa dicha arquitectura en base al espacio público de la calle,
con sus mercados, y privado de la vivienda.

Zanco, Federica. Luis Barragán. La revolución callada. Milán. Skira Editorial.


2001.
La autora del libro y directora de la Barragan Foundation Federica Zanco recopila textos de
varios autores en una obra literaria detallada y que abarca la mayoría de los aspectos de Luis Ba-
rragán, como su cronología, las influencias recibidas por artistas y amigos, los viajes a Europa y
la arquitectura tanto pública como privada. Destacan imágenes y dibujos del mismo arquitecto
tapatío y que ayudan a entender su manera de pensar.

2| Secundarios

Ambasz, Emilio. The architecture of Luis Barragán. New York. Exhibition Cata-
logue, Museum Of Modern Art. 1976.
Delacroix, Eugene. Viaje a Marruecos y Andalucía. Barcelona. José de la Ola-
ñeta Editor. 2012.
Eggener, Keith. Luis Barragán. Gardens of El Pedregal. New York. Princeton
architectural press. 2001.
Ferrera, Raúl; Salas Portugal, Armando; Barragán, Luis. Luis Barragán.
Capilla en Tlalpan Ciudad de México - 1952. México. Sirio Editores. 1980.
Gili I Roig, Gustavo. Barragán: fotografías de la arquitectura de Luis Barragán

160
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

por Armando Salas Portugal. Barcelona. Editorial Gustavo Gili. Rizzoli.


1992.
Isac, Angel, Chueca Goitia, Fernándo, Fundación Rodríguez Acosta. Manifies-
to de la alhambra. [nueva ed.]. Granada. Colegio Oficial de Arquitectos de
Andalucía Oriental. 1993.
Jacques-Meunié, Djinn; Terrasse, Henri. Cités anciennes de Mauritanie: pro-
vinces du Tagannt Et Du Hodh. Paris. Librarie C. Klincksciek. 1961.
Noelle, Louise. Luis Barragán. Búsqueda y creatividad. México. Universidad
Nacional Autónoma de México. 2004.
Rudofsky, Bernard. Arquitectura sin arquitectos: una breve introducción a la
arquitectura Sin Pedigrí. Logroño. Traducción Por Delgado Alda, Enrique.
Editorial Pepitas De Calabaza. 2020.

7.1.2| Artículos
Aldrete -Haas, José Antonio. «El legado de Luis Barragán y la renovación de
la cultura». Anales del instituto de investigaciones estéticas nº17. Revistas
Universidad Autónoma México. 1995.
Amado Lorenzo, Antonio. «Kahn y Barragán. Convergencias en la plaza del
Instituto Salk.» Ega Expresión Gráfica Arquitectónica, S.L., nº19, páginas.
126-135. Marzo 2012.
Arnuncio Pastor, Juan Carlos. «Los sueños de Luis Barragán.» Anales de ar-
quitectura. Madrid. Etsa, Universidad De Madrid. 1966.
Barragán, Luis. «En el mundo de Luis Barragán». 2ª ed. México df. Artes de
México, Reproducciones fotomecánicas S.A. Revista Artes de México nº23.
1994.
Curiel Gámez, Fernando. «Arquitecturas sin arquitectos: la mirada de Luis Ba-
rragan por las arquitecturas del Norte de África y Medio Oriente». Univer-
7| Fuentes

sidad Politécnica de Cataluña. Ace: Architecture, City and Environment =


Arquitectura, Ciudad y Entrno. 2016.
Curtis, William. «Towards an authentic regionalism». Singapore. Edición
Kahn, Hasan-Uddin. 1986.
___ «Laberintos intemporales. La obra de Luis Barragán». Madrid. Ministerio de
obras públicas, transportes y medio ambiente. Fundación tapatía de Guada-
lajara. Colegio de arquitectos de Ciudad De México. 1988.
De Molina Rodríguez, Santiago. «La nostalgia del lugar. Sobre las relaciones
de la arquitectura con el lugar contemporáneo». Madrid. Universidad Poli-
técnica de Madrid. 2012.
López Rangel, Rafael. «Luis Barragán y la identidad arquitectónica latinoame-
ricana». Anales de arquitectura nº5. Universidad Politécnica de Cataluña.
1991.
Ramírez Bernal, Mónica. «La cultura como dinámica: el arte cartográfico de
Miguel Covarrubias». Ciudad de México. Anales del Instituto de Investiga-
ciones Estéticas. 2018.
Rincón Borrego, Iván Israel. «Sverre Fehn and the primitive architecture of
Morocco». Vlc arquitectura Vol. 6, Issue 1. Abril 2019.
Santa Ana Lozada, Lucía. «Luis Barragán Morfín: ¿Regionalist architecture?».
México df. Universidad Nacional Autónoma de México. 2016.

7.1.3| Documentos académicos


1| Tesis doctoral

Caballero Lazzeri, Carlos; Seguí de la Riva, Javier (director de tesis); Noelle


de Mereles Gras, Louise (codirector). Una lectura de la obra de Barragán.
Madrid. Tesis doctoral, Universidad Politécnica de Madrid, 1999.

162
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

Gil Piqueras, María Teresa; Rodríguez-Navarro, Pablo (director de tesis);


Juan Vidal, Francisco (codirector). Arquitectura de tierra en el Alto Atlas.
Del Oasis de Madgra al valle del Outat. Tesis doctoral. Valencia. Universidad
Politécnica de Valencia. 2014.
López Cotelo, Borja; Amado Lorenzo, Antonio (director de tesis). Sverre Fehn
desde el dibujo. Tesis doctoral. A Coruña. Universidade Da Coruña. 2012.
Moreno Mansilla, Luis; Ruiz Cabrero, Gabriel. Apuntes de viajes al interior
del tiempo. Tesis doctoral. Universidad Politécnica de Madrid. Barcelona.
Fundación Caja De Arquitectos. 2002.
Pérez Linares, Juan Manuel; González Amezqueta, Adolfo (director de tesis).
La arquitectura de Luis Barragán: una opción en la arquitectura contempo-
ránea. Tesis doctoral. Universidad Politécnica de Madrid. 1997.

2| Tesis final de grado

Alva Días, Juan Francisco; González Redondo, Mercedes (tutor de tesis). Luz
y color. La emoción del interior en la obra de Barragán y Ando. Tesis final de
grado. Universidad Politécnica de Madrid. 2020.
Caban Jiménez, John Miguel; García Grinda, José Luis (tutor de tesis). Arqui-
tectura vernácula en la obra de Luis Barragán. Tesis final de grado. Madrid.
Universidad Politécnica de Madrid, 2017.
Ruiz Botello, Patricia. Arquitectura de las haciendas coloniales de México. Te-
sis final de grado. Universidad Politécnica de Cataluña. 2011.
7| Fuentes

7.2 Recursos web

Los artículos web consultados han ayudado de forma directa e indirecta la com-
prensión del tema. Se comprobó la dirección url de todas la documentación el
20/12/2021.

7.2.1| Artículos
Biagi, Aida. «El espacio esférico. Sobre la obra de Luis Barragán». Fundación
Paisajes Culturales. 2014.
Página web: https://paisajesculturales.mx/2014/08/15/el-espacio-esferico-so-
bre-la-obra-de-luis-barragan/

Comunidad de Madrid. «Cartas de Mathias Goeritz a Nicolás Muller». Archi-


vos de la comunidad de Madrid.
Página web: http://www.madrid.org/archivos/index.php/actividades/61-noticias/244-car-
tas-de-mathias-goeritz-a-nicolas-muller

Fernández-Galiano, Luis. «Barragán en blanco y negro». El País; Arquitectura


Viva. 2003.
Página web: https://arquitecturaviva.com/articulos/barragan-en-blanco-y-negro

Godínez, Julio. «Luis Barragán, el maestro del modernismo». AD Magazine.


2020.
Página web: https://www.admagazine.com/arquitectura/luis-barragan-arquitecto-mexica-
no-quien-es-20200330-6651-articulos

Hernández Gálvez, Alejandro. «Olvidar a Barragán». Arquine. 2018.


Página web: https://www.arquine.com/olvidar-a-barragan/

Quioñes, Francisco. «Mi casa es mi refugio: At the Service of Mexican Moder-


nism in Casa Barragán”. Avery Review 48. Junio 2020.
Página web: http://averyreview.com/issues/48/mi-casa

164
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

Palapa Quijas, Fabiola. «Barragán fetichista, muestra que mezcla religión y


sensualidad». La Jornada; Estancia Femsa, Casa Luis Barragán. 2016.
Página web: https://www.jornada.com.mx/2016/01/28/cultura/a03n1cul#

7.2.2| Videos
Casa Árabe. La arquitectura de tierra en Marruecos: la preservación de un rico
patrimonio. Charla de Faissal Cherradi Akbil y Carmen Moreno Adán; Aso-
ciación Terrachidia. 2017.
Página web: https://www.youtube.com/watch?v=C-8yD1OMZ2A

Estudio Rizoma. Luis Barragán. Canal Once; Instituto Nacional de Bellas Ar-
tes; Estudio Rizoma S.A. 2015.
Página web: https://www.youtube.com/watch?v=ZU76DVOYVgY&t=1320s

Unas, Patricia (productora general). Luis Barragán: retrato íntimo. Documental


Canal Once México. 2014.
Página web: https://www.youtube.com/watch?v=m6VHLXvqGCE&t=1676s
7| Fuentes

7.3 Procedencia de las imágenes

De acuerdo a la representación gráfica del presente trabajo la mayoría de las imá-


genes ha sido de saturada y apenas modificada en los contrastes para un mejor
entendimiento de las mismas. Todas las imágenes procedentes de direcciones
url se comprobaron el 20/12/2021.

0| Resumen

0.0 Luis Barragán en su estudio, 1960.


Fotografía: Elizabeth Timberman. Fuente: Esther McCoy Papers; Smithsonian Archives of
American Art. Tomada de https://inperfecto.com.mx/2021/01/10/premio-pritzker-los-galar-
donados-parte-3-1980-luis-barragan/

1| Introducción

1.0 Luis Barragán en Chapala.


Tomada del Archivo de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán.

1.1 Trulli en Alberobello, Apulia, Italia.


Tomada de https://curiosando708090.altervista.org/luoghi-misteriosi-ditalia-trulli-di-albe-
robello/

1.2 Calle de Noyoo y capilla de Jesus Maria en Oaxaca, México.


Tomada de https://www.mexicoenfotos.com/antiguas/anonimas/anonimas/calle-de-noyoo-
y-capilla-de-jesus-maria-MX15570077088632/2

2| Sobre los viajes

2.0 Luis Barragán «cabalgando».


Fotografía del Archivo Casa Estudio. Tomada de https://www.excelsior.com.mx/expresio-
nes/2014/07/02/968556#

166
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

2.1 Lago de Chapala.


Del libro «México en el Centenario de su Independencia», editado por Eugenio Espino Barros
(1º edición, 1910). Lámina No. 264. 1910. Tomada de https://www.mexicoenfotos.com/anti-
guas/jalisco/chapala/lago-de-chapala-MX14831051490225

2.2 El primer viaje de Barragán. Ruta desde la hacienda Los Corrales a Chapala.
Elaboración propia.

2.3 Mapa ilustrado de la geografía del estado de México.


Fuente: Inegi. Elaboración propia.

2.4 Mapa ilustrado de la geografía del estado de Marruecos.


Fuentes: www.topographicmap.com; Vicent Soriano Alfaro. Elaboración propia.

2.5 Luis Barragán, croquis con notas de Les Colombières, 1931.


Tomada de https://www.barragan-foundation.org/luis-barragan/chronology.

2.6 Fontaine de Nausicaa. Les Colombières.


Autor: Ferdinand Bac, 1925. Tomada de https://www.iconichouses.org/foto/specials/colom-
bieres/ferdinand-bac/05La-fontaine-de-nausicaa.jpg

2.7 Croquis del valle M’Zab, Argelia.


Autor: Le Corbusier, 1931. Fuente: Fondation Le Corbusier. Tomada de http://www.fondation-
lecorbusier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysId=13&IrisObjectId=6758&sysLanguage=en-en&i-
temPos=119&itemCount=300&sysParentId=15

2.8 Croquis de casa Peyrissac, Argelia.


Autor: Le Corbusier, 1942. Fuente: Fondation Le Corbusier. Tomada de http://fondationlecor-
busier.fr/corbuweb/morpheus.aspx?sysId=13&IrisObjectId=6182&sysLanguage=fr-fr&item-
Pos=156&itemSort=fr-fr_sort_string1%20&itemCount=216&sysParentName=&sysParentId=65

2.9 Ático para Carlos de Beistegui.


Autor: Le Corbusier, 1929-1931. Fuente: stocks-studio.com. Tomada de https://www.pinterest.
it/pin/679480662502794822/

2.10 Azotea de Casa Barragán.


Autor: Luis Barragán, 1948. Tomada de «Luis Barragán. Obra completa», página 123.

2.11 Torres de San Gimignano.


Fuente: Getty Images. Condé Nast Traveler, “San Gimignano: torres y viñedos en el corazón de
7| Fuentes

la Toscana”. Tomada de https://www.traveler.es/viajes-urbanos/articulos/san-gimignano-tos-


cana-italia-que-ver-que-hacer/19749

2.12 Torres de Ciudad Satélite.


Autores: Luis Barragán y Mathias Goeritz, 1957. Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente:
Barragan Foundation. Tomada de https://www.barragan-foundation.org/works/list/to-
rres-de-satelite

3| Prólogo de un viaje anunciado

3.0 Luis Barragán y Chucho Reyes durante una cena.


Fuente: Laurent Beaudoin, «Luis Barragán et Chucho Reyes». Tomada de www.Culturacolec-
tiva.com

3.1 Luis Barragán y Rosa Covarrubias en el jardín de su casa di Tizapán.


Tomada de Archivo Miguel Covarrubias.

3.2 Rosa y Miguel Covarrubias con Luis Barragán.


Autorretrato Rosa Covarrubias. Tomada de fondo Miguel y Rosa Covarrubias Fundación de
Arquitectura Tapatía Luis Barragán A.C.

3.3 Tanah Bali, 1937.


Autor: Miguel Covarrubias. Impresión y fotografía del archivo de la biblioteca del Congreso
de Washington, D.C. Fuente: RAMIREZ BERNAL, Mónica, La cultura como dinámica: el arte
cartográfico de Miguel Covarrubias.

3.4 Mujer a lápiz.


Autor: Miguel Covarrubias. Tomada de «Revista Arte de México». Página 61.

3.5 Mujer y niño en el mercado.


Autor: Miguel Covarrubias, 1940. Tomada de http://www.artnet.com/artists/miguel-covarru-
bias/16

3.6 Mujer Balinesa.


Autor: Miguel Covarrubias, 1935. Tomada de http://www.artnet.com/artists/miguel-covarru-
bias/16

3.7 Mathias Goeritz en Teotihuacán, México, 1957.


Fotografía Z. Sharkey. Tomada de fondo Mathias Goeritz. https://static4.museoreinasofia.es/
sites/default/files/descargas/mathias_goeritz_en_teotihuacan_1957_0.jpg

168
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

3.8 Mocoso Marroquí.


Fotografía: Nicolás Muller, 1942. Tomada de archivos de la comunidad de Madrid. Cartas de
Mathias Goeritz a Nicolás Muller. http://www.madrid.org/archivos/index.php/component/
content/article/61-noticias/244-cartas-de-mathias-goeritz-a-nicolas-muller

3.9 Quilla de la Capilla de las Capuchinas Sacramentarias.


Autor: Luis Barragán. Fotografía: Armando Salas Portugal. Tomada de Barragán Foundation.
https://www.barragan-foundation.org/works/list/capuchin-convent-chapel

3.10 Museo experimental el Eco. Umbral de acceso.


Autor: Mathias Goeritz. Fuente: CENIDIAP, Fondo Mathias Goeritz; Tomada de «Luis Barra-
gán. La revolución callada». Página 223.

3.11 Capilla Del Señor Del Calvario en Xochitlán, Puebla.


Fotografía: Armando Salas Portugal. Tomada de Archivo de la Fundación de Arquitectura
Tapatía Luis Barragán, adquisición por Luis Barragán.

3.12 Capilla de la Trinidad en Querétaro.


Tomada de https://www.mexicoenfotos.com/antiguas/queretaro/queretaro/capilla-de-la-tri-
nidad-circulada-el-14-de-julio-de-MX15797297155287

3.13 Hacienda La Loma en Durango.


Fotografía: Mapio.net. Tomada de https://blog.xcaret.com/es/10-haciendas-mexica-
nas-que-debes-conocer/

3.14 Pequeño pueblo en las cercanías del qsar Ait Ben Haddou.
Fotografía: Tjetjep Rustandi Photography.

3.15 Acueducto de la Ex-hacienda de Juriquilla en Querétaro.


Tomada dehttps://www.mexicoenfotos.com/estados/queretaro/juriquilla/el-acueducto-de-
la-exhacienda-de-juriquilla-qro-si-MX13190771406576

3.16 Calle cubierta en el qsar El Khorbat.


Fotografía: Donna Carter.

4| Periplo por las tierras del Atlas

4.0 Luis Barragán in Majahua, 1950.


Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente: Barragán Foundation. Tomada de https://www.
barragan-foundation.org/luis-barragan/life
7| Fuentes

4.1 Cordillera del Alto Atlas en Marruecos.


Tomada de https://peakvisor.com/range/atlas-mountains.html

4.2 Ibn Battuta, reconocido como el más grande viajero de la historia, y el mapa
de sus viajes.
Ilustración: Hanna Balicka-Fribes. Tomada de https://www.traveler.es/viajeros/articulos/
ibn-battuta-historia-peregrino-marco-polo-a-traves-del-islam/18260

4.3 Mujeres en Marruecos. Gran Atlas.


Fotografía: René Euloge, 1949. Tomada de «Megadaz, la Manhattan del Alto Atlas» http://
viajaorevienta.es/megdaz-la-manhattan-del-alto-atlas-marruecos/

4.7 Fotografías del libro «Cimes es Hautes Vallès du Grand Atlas».


Autor: Renè Euloge. Tomada de Fernando Curiel Gámez, Biblioteca personal de Luis Barra-
gán.

4.8 Mapa de las principales rutas caravaneras hasta el siglo XVI.


Fuente: «Arquitectura de tierra en el sur de Marruecos: el oasis de Skoura», de Soriano Alfaro,
Vicent. Página 32. Elaboración propia.

4.9 Mapa de la probable ruta de Barragán en Marruecos.


Elaboración propia.

4.10 Mapa de la ruta de Barragán por Marruecos, superpuesta a la ruta de Sve-


rre Fehn, basada en las indicaciones del amigo Jørn Utzon.
Fuente: «Sverre Fehn y la arquitectura primitiva de Marruecos» de RINCÓN BORREGO, Iván
Israel. ELABORACIÓN PROPIA.

4.11 Casa Estudio. Autor: Luis Barragán, 1948.


Fotografía: Elizabeth Timberman, 1952. Fuente: Esther McCoy papers, Archives of Ameri-
can Art, Smithsonian Institution Washington. Tomada de https://edan.si.edu/slideshow/
viewer/?damspath=/CollectionsOnline/mccoesth/Box_0033/Folder_035

4.12 Ilustración de una riyad en Marrakech.


Fuente: Patronato de la Alhambra. Elaboración propia.

4.13 Croquis de las qasbas de Marruecos.


Autor: Luis Barragán en Marruecos, 1953. Fuente: Barragán Foundation. Tomada de https://
www.barragan-foundation.org/luis-barragan/chronology

170
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

4.14 Croquis de las qasbas de Marruecos.


Autor: Sverre Fehn, 1951 Tomada de Nasjonalmuseet Digital Archive. NMK.2008.0734.124.029.

4.15 El baile del Jarabe tapatío.


Tomada de https://www.mexicoenfotos.com/antiguas/tipos-y-costumbres/bailes-y-danzas/
el-jarabe-tapatio-MX16357391020184/1

4.16 Mercado mexicano. Tienda «El Antiguo Valiente».


Tomada de https://www.mexicoenfotos.com/MX16075762813798

4.17 Arquitectura ligada al suelo. Croquis.


Elaboración propia.

4.18 Luis Barragán en Chapala.


Tomada del Archivo de la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán.

4.19 Tetuán, Marruecos.


Fotografía: Tiberio Frascari, diciembre 2018.

4.20 Fuente del bebedero. Fracciónamiento de las Arboledas, 1958-1961.


Autor: Luis Barragán. Fuente: «Icono AD: Luis Barragán», AD magazine. Barragán Funda-
tion. Tomada de https://www.revistaad.es/diseno/iconos/galerias/luis-barragan-icono/10662

4.21 La fuerza del muro en el paisaje del Alto Atlas.


Croquis. Elaboración propia.

4.22 Muros lisos en el paisaje del Alto Atlas.


Croquis. Elaboración propia.

4.23 Plasticidad del paisaje del Alto Atlas.


Croquis. Elaboración propia.

4.24 Tipologías de qsur.


Fuente: «Tradition and Sustainability in Vernacular Architecture of Southeast Morocco» de
Teresa Gil-Piqueras y Pablo Rodríguez- Navarro. Elaboración propia.

4.25 Ejemplo tipológico de qasba y tighremt.


Fuente: «Arquitectura de tierra en el sur de Marruecos. El oasis de Skoura», de Vicent Soriano
Alfaro. Elaboración propia.

4.26 Bou Taghrar.


7| Fuentes

Fotografía: Pedro Ignacio García Sáez. Tomada de «Cinco miradas cruzadas en el valle del
Mgoun: Alto Atlas, Marruecos» de Roger Mimó. Página 99.

4.27 Reconstrucción de un antiguo acueducto mexicano según la descripción de


Barragán.
Elaboración propia.

4.28 Vista aerea de una jetara.


Tomada de https://lavozdelmuro.net/sabes-que-son-estos-agujeros-que-hacian-los-persas-
en-mitad-del-desierto/

4.29 Mapa detallado de la ruta de Barragán por los principales qsur.


Fuente: «Ciudades y arquitectura de tierra en el sur de Marruecos» de Antonio Naval Más;
«Maroc-Guide de tourisme», 1988. Elaboración propia.

4.30 Paisaje plástico. Ilustración de algunas de las arquitecturas de tierra del


recorrido desde una mirada abstracta.
Elaboración propia.

4.31 Ilustración del qsar Ait Ben Haddou.


Elaboración propia.

4.32 Hammamet con su mezquita.


Autor: Paul Klee, 1914. Fotografía: Wikimedia commons cc0 1.0. Tomada de https://mymo-
dernmet.com/es/paul-klee-pinturas/

4.33 Mexican Pueblo.


Autor: José Clemente Orozco, 1929. Fuente: MOMA; Artists Rights Society (ARS), New York;
SOMAAP, Mexico. Tomada de https://www.moma.org/media/W1siZiIsIjIxOTc2MiJdLFsicCI-
sImNvbnZlcnQiLCItcXVhbGl0eSA5MCAtcmVzaXplIDIwMDB4MTQ0MFx1MDAzZSJdXQ.
jpg?sha=9b7aa59de35ea62e

4.34 El paisaje cristalizado del Alto Atlas. Croquis.


Elaboración propia.

4.35 Piazza d’Italia.


Litografía. Autor: Giorgio De Chirico, 1969. Basado en las homónimas pinturas del 1965.
Tomada de https://it.amorosart.com/opera-de_chirico-il_riposo_di_arianna-95074.html

4.36 Propuesta para el patio del Salk Institute.


Autor: Luis Barragán, 1966. Fuente: Barragán Foundation; ARS, New York. Tomada de ht-

172
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

tps://www.barragan-foundation.org/luis-barragan/chronology

4.37 Propuesta para la plaza del Zócalo, ciudad de México.


Autor: Luis Barragán, 1953. Fuente: «Luis Barragán. La revolución callada» de Zanco, Federi-
ca; Barragan Foundation. Página 152.

4.38 Umbral de la Puerta de la Justicia, Alhambra, visitada por Barragán en 1925.


Foto de 1854. Tomada de https://www.pinterest.es/pin/462181980504964947/

4.39 Umbral de acceso al qsar Tissergat.


Fotografía: Vicent Soriano Alfaro. Fuente: «Arquitectura de tierra en el sur de Marruecos. El
oasis de Skoura» de Vicent Soriano Alfaro. Página 98.

4.40 Representación de umbral en el paisaje del Alto Atlas.


Croquis. Elaboración propia.

4.41 Umbral de Casa Egerstrom.


Autores: Luis Barragán y Andrés Casillas de Alba, 1964. Fotografía: Rodrigo Flores. Tomada de
https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-65458/clasicos-de-arquitectura-los-clubes-cua-
dra-san-cristobal-y-fuente-de-los-amantes-luis-barragan/5bf4464b08a5e5091100029d-clasi-
cos-de-arquitectura-los-clubes-cuadra-san-cristobal-y-fuente-de-los-amantes-luis-barragan-
foto?next_project=no

4.42 Calle de Ait Ben Haddou.


Fotografía: Debbie Aspin.

4.43 Alcaicería o fundaq de Granada.


Fuente: Patronato de la Alhambra. Elaboración Propia.

4.44 Danzas árabes.


Fotografía: Johan Gerrits.

4.45 Un suq en Rissani.


Tomada de https://turismomarruecos.net/blog/estos-son-los-mejores-zocos-de-marruecos/

4.46 Tenería Shouara, Fez.


Fotografía: Johan Gerrits.

4.47 Ilustración de la vista aérea de la Tenería Chouara en Fez.


Elaboración propia.

4.48 Calle cubierta en el qsar El Khorbat Oujidid.


7| Fuentes

Fotografía: Johan Gerrits.

4.49 Típica red urbana de un qsar. Qsar D’Ouargla.


Elaboración propia.

4.50 Fachada de la qasba Boulmalne de Dades.


Fotografía: Wally Nelemans.

4.51 Fachada en el qsar Taourirt.


Tomada de https://www.elmundoconella.com/marruecos/curiosidades-los-ksour-y-las-kas-
bahs/

4.52 Fachada de la Casa Estudio de Luis Barragán.


Tomada de https://loquepuedeser.wordpress.com/

4.53 Bou Taghrar.


Fotografía: Manuel Mateo Lajarín. Fuente: «Cinco miradas cruzadas en el valle del Mgoun:
Alto Atlas, Marruecos» de Mimó, Roger. Página 88.

4.54 Axonometría y explicación del sistema constructivo del tapial.


Elaboración propia.

4.55 Qasa en Tazroute.


Fotografía: Pedro Ignacio Garcñia Sáez. Fuente: «Cinco miradas cruzadas en el valle del
Mgoun: Alto Atlas, Marruecos», de Mimó, Roger. Página 105.

4.56 El hueco en las qasabat y tighremt ‘n de Skoura y Ouarzazate.


Elaboración propia.

4.57 Evolución del hueco en la obra de Luis Barragán.


Elaboración propia.

4.58 Casa Fathy en Shore Sidi Krier.


Autor: Hassan Fathy, 1971. Fotografía: Matjaz Kacicnik. Fuente: Aga Khan Trust for Culture;
Casa Árabe.

4.59 Remodelación de casa en Chapala.


Autor: Luis Barragán, 1930. Fotografía: Alberto Gómez Barbosa. Fuente: «Fotógrafos de la
arquitectura moderna tapatía», de Rueda Velazquez, Claudia; Bitacora arquitectura. Universi-
dad Autónoma de México, nº41.

4.60 Ventana en Casa Cristo.

174
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

Autor: Luis Barragán, 1929. Fuente: Casa Luis Barragán.

4.61 Mashrabiya en qasba Amridil, Skoura.


Fotografía: Wally Nelemans.

4.62 Patio en la qasba Amridil, Skoura.


Fotografía: Wally Nelemans.

4.63 Patio del Convento de las Capuchinas Sacramentarias en Tlalpan.


Autor: Luis Barragán, 1953-1963. Tomada de http://images.adsttc.com/media/ima-
ges/55c1/3c85/e58e/cefd/9200/0032/large_jpg/efb6318e5b34b9dd9d8de3ac4cbaf466.
jpg?1438727299=

4.64 Azotea en el qsar El Khorbat Oujdid.


Fotografía: Johan Gerrits.

4.65 Azotea de Casa Gilardi.


Autor: Luis Barragán, 1975-1977. Tomada de Tv Unam, «Luis Barragán. Todas las ventanas dan
al cielo». Youtube.

5| Casa laboratorio

5.0 Luis Barragán en su casa estudio.


Fotografía: René Burri. Fuente: Barragán Fundation.

5.1 Casa Estudio.


Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Axonometría egipcia. Elaboración propia.

5.2 Casa Estudio.


Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Evolución de los huecos de fachada.
Fuente: «Luis Barragán: la revolución callada» de Zanco, Federica. Elaboración propia.

5.3 Casa Estudio, ventana de la biblioteca.


Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Fotografía: Yukiko Futugawa. Fuente: «Barragán House.
México City,México, 1947-1948» de Yukiko Futugawa. Página 49.

5.4 Ventana de una qasba en Ouarzazate.


Fotografía: Martyn E. Jones. Tomada de https://www.rgbstock.es/photo/mju7aKA/Venta-
na+kasbah+Ouarzate

5.5 Casa Estudio, ventana de la biblioteca.


7| Fuentes

Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Fuente: «Barragán House. México City,México, 1947-1948»
de Yukiko Futugawa. Página 48.

5.6 Desde el interior de la qasba. Ventana decorada de la qasba Asslim, en Agdz,


ciudad del valle del Draa, Alto Atlas de Marruecos.
Fotografía: Maeritz, Kay. Tomada de https://www.lookphotos.com/en/images/70365557-Ador-
ned-window-in-the-Kasbah-Asslim-in-Agdz-Draa-South-of-the-High-Atlas-Morocco-Africa

5.7 Iglesia de la luz.


Autor: Tadao Ando, 1989. Tomada de http://1.bp.blogspot.com/-liJ1FMGK5FQ/TZm1xkiC1RI/
AAAAAAAAFsM/oYBOzFQPhOk/s1600/P1080071.jpg

5.8 Casa Estudio, ventana del mezzanine.


Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Fuente: «Barragán House. México City,México, 1947-1948»
de Yukiko Futugawa. Página 53.

5.9 Recintos concatenados. Axonometría.


Elaboración propia.

5.10 Recovecos y zaguanes en la Casa Barragán.


Elaboración propia.

5.11 Vista de la azotea. Antes.


Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente: «Luis Barragán: obra completa». Pág. 122.

5.12 Ibidem.
5.13 Vista de la azotea. Después.
Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente: «Luis Barragán: obra completa». Pág. 123.

5.14 Ibidem.
5.15 Continuidad del techo. Vista desde el mezzanine.
Elaboración propia.

5.16 Casa Estudio, vista de la biblioteca.


Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Fuente: «Barragán House. México City,México, 1947-1948»
de Yukiko Futugawa. Página 40.

5.17 Casa Estudio, escalera de la biblioteca.


Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Fuente: «Barragán House. México City,México, 1947-1948»
de Yukiko Futugawa. Página 50.

176
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

5.18 Casa Estudio, escalera del vestíbulo.


Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Fuente: «Barragán House. México City,México, 1947-1948»
Yukiko Futugawa. Página 51.

5.19 Casa Ortega escalera del vestíbulo.


Autor: Luis Barragán, 1941-1943. Fotografía: Ignacio Días Morales. Fuente: “Luis Barragán. La
revolución callada” de Zanco, Federica. Página 66.

5.20 Escalera en la ciudad de Chefchaouen en Marruecos.


Fotografía: Tjetjep Rustandi Photography.

5.21 Sillón de la hacienda mexicana Esperanza, Sinaloa.


Tomada de https://www.turimexico.com/estados-de-la-republica-mexicana/sinaloa-mexico/
monumentos-historicos-en-sinaloa/antigua-hacienda-de-la-esperanza-sinaloa/

5.22 Butaca del estudio de Casa Barragán.


Autora: Clara Porset. Fotografía: Elizabeth Timberman, 1952. Fuente: Esther McCoy papers,
Archives of American Art, Smithsonian Institution Washington. Tomada de https://edan.
si.edu/slideshow/viewer/?damspath=/CollectionsOnline/mccoesth/Box_0033/Folder_035

5.23 Patio de las ollas, Casa Barragán.


Fotografía: Slowfuse photography. Tomada de https://images.squarespace-cdn.com/content/
v1/5b0d7d9ab10598e5120e27fc/1590115993885-3MPWPHUOHL0BK6T7WKG1/Casa-Luis-Ba-
rragan-Jars-Pots.jpg

5.24 Tinajas en la qasba Amridil, Skoura.


Fotografía. Wally Nelemans. Tomada de https://www.flickr.com/photos/wally_nele-
mans/12010356645/in/photostream/

5.25 Vista del corredor desde la biblioteca hacia el vestíbulo de escaleras, tal y
como se encuentra en 1951.
Fotografía: Elizabeth Timberman, 1951. Fuente. The Avery Review, no. 48. For Arts & Archi-
tecture, vol. 68, no. 8. Smithsonian Archives of American Art.

5.26 Vista del corredor desde la biblioteca hacia el vestíbulo de escaleras, tal y
como se encuentra actualmente.
Tomada de https://www.instagram.com/casaluisbarragan/

5.27 Esfera reflectante en Casa Barragán.


Fotografía: López Tome, Victor Hugo. Tomada de https://www.flickr.com/photos/arqvhlo-
pezt/6386467153/
7| Fuentes

5.28 Casa Estudio, hueco de acceso al patio de las ollas.


Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Fuente: «Barragán House. México City,México, 1947-1948»
de Yukiko Futugawa. Página 86.

5.29 Muro del jardín del daar Paru en M’Hamid, valle del Draa.
Fotografía: Richard Mosse. Fuente: «In Search of Ancient Morocco». The New York Times
Style Magazine. Tomada de https://www.nytimes.com/2019/05/15/t-magazine/morocco-tra-
vel-draa-valley.html

5.30 Muro de los jardines en la calzada Madereros, Ciudad de México.


Autor: Luis Barragán, 1941-1943. Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente: «Luis Barragán.
La revolución callada» de Zanco, Federica. Página 74.

5.31 Vista de la azotea pintada.


Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente: «Luis Barragán: obra completa». Página 123.

5.32 Qsar Ait Ben Haddou en Ouarzazate, Marruecos.


Fotografía: Debbie Aspin.

6| Conclusiones

6.0 Luis Barragán y su caballo Arjala en 1969.


Fotografía: René Burri. Fuente: Barragan Fundation. Tomada de https://www.barragan-foun-
dation.org/luis-barragan/life

6.1 Arquitectura vernácula en Los Corrales, el rancho de la familia Barragán en


la Sierra del Tigre.
Tomada de https://www.barragan-foundation.org/luis-barragan/chronology

6.2 Detalle de una qasba en Ouarzazate.


Fotografía: Claude05. Tomada de www.flikr.com

6.3 Casa Aguilar, Guadalajara.


Autor: Luis Barragán, 1928. Fuente: Barragán Fundation. Tomada de https://www.barra-
gan-foundation.org/works/list/aguilar-house

6.4 Cuadra San Cristóbal, Los Clubes, Atizapán de Zaragoza, México.


Autor: Luis Barragán, 1966-1968. Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente: Barragán
Foundation. Tomada de https://www.barragan-foundation.org/media/pages/works/list/cua-
dra-san-cristobal/2c72c04079-1613661844/barragan-pho04825-2000x1000.jpg

178
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro

6.5 Mural de la biblioteca central de la Universidad Autónoma de México.


Autor: Juan O'Gorman, 1949-1952. Tomada de https://www.caminandoplaciudad.
xyz/2021/04/Arquitectura-de-la-Biblioteca-Central-UNAM%20.html

6.6 Centro de Artes Visuales, Santa Fe.


Autor: Ricardo Legorreta, Lloyd and Tryk Architects 1999. Fotografía: Inessa Binembaum.
Tomada de https://www.inessabinenbaum.com/legorreta/mz3ys17jg4r65uwgxnoiv9jk4kl-
jev-3jjra-722gy

6.7 Estudio fotográfico.


Marruecos. 110_Morocco_2.3_28-209. Fotografía: Jørn Utzon. Fuente: Utzon Archives ;
Aalborg University & Utzon Center. Tomada de https://utzonarchives.aau.dk/photography/
Travel_studies/Morocco%2C_1947/110_Morocco_2.3_28-209.jpg.html

6.8 Ibidem.
110_Morocco_2.3_4-209. Fotografía: Jørn Utzon. Fuente: Utzon Archives; Aalborg University
& Utzon Center. Tomada de https://utzon-archives.aau.dk/photography/Travel_studies/Mo-
rocco%2C_1947/110_Morocco_2.3_4-209.jpg.html

6.9 New Baris Village, Kharga, Egipto.


Autor: Hassan Fathy, 1967. Fotografía: Viola Bertini. Fuente: Senseatlas, «Hassan Fathy, Buil-
ding in the Desert in New Baris». Tomada de https://www.sensesatlas.com/territory/hassan-
fathy-building-in-the-desert-in-new-baris/

6.10 Casas para enseñantes, Gando, Burkina Faso.


Autor; Diébédo Francis Kéré, 2010. Fotografía: Erik-Jan Ouwerkerk. Fuente: Divisare; Kéré Ar-
chitecture. Tomada de https://divisareres.cloudinary.com/images/c_limit,f_auto,h_2000,q_
auto,w_3000/v1/project_images/4134062/2009-03-02_13335/kere-architecture-teachers-hou-
sing.jpg

6.11 Dano High School. Burkina Faso.


Autor: Diébédo Francis Kéré, 2008. Fotografía: Kéré Architecture. Fuente: Divisare; Kéré
Architecture. Tomada de https://divisare.com/projects/83616-kere-architecture-dano-highs-
chool#lg=1&slide=0

6.12 Dibujos de caballos.


Autor: Luis Barragán. Fuente: «Luis Barragán: la revolución callada» de Zanco Federica;
Barragan Foundation.
7| Fuentes

7| Fuentes

7.0 Luis Barragán (izquierda) durante una carrera de caballos en Las Arboledas,
1960.
Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente: Barragán Foundation. Tomada de https://www.
barragan-foundation.org/luis-barragan/chronology

180
Anexo
| Mirada borrosa de un viaje futuro

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