Luis Barragan y Marruecos TFG - Enero22 - Di - Maso - Nicola
Luis Barragan y Marruecos TFG - Enero22 - Di - Maso - Nicola
BARRAGÁN
en
Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
BARRAGÁN en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
Estudiante
Nicola Di Maso
Tutor
Enrique Colomés Montañés
Departamento de Proyectos Arquitectónicos
Enero 2022
Resumen
| Abstract
0.0
0.
Abstract
At the age of fifty, Luis Barragán embarked on his third journey after his first
ones to Europe, when, at the age of twenty-four and twenty-seven respec-
tively, he was surprised by the Alhambra gardens and intrigued by the rationalist
architecture of the "old continent".
Influenced both by the texts, drawings and trips to Europe, Asia and Africa of
his friend and humanist Miguel Covarrubias, and by the experience of the be-
loved artist Mathias Goeritz, who lived in Tetouan at the end of the 1930s, the
Mexican architect, certainly wiser than his first European visits, decided to end
his third trip with a final stage: he set sail from Spain for Morocco in December
1952 and then returned to Mexico in January 1953. The journey through the land
of the Atlas Mountains turned out to be the consequence of an intrinsic voca-
tion towards its vernacular architecture of Barragán and many architects who
travelled there in the mid-twentieth century as well. They all wanted to find in
that architecture deeply linked to the landscape a new way of interpreting the
memory of the place.
The ornamental details of doors and windows, as well as the pergolas, jars and
varied interior furnishings employed by Barragán in his first works were a rein-
terpretation of Spanish-Mexican craftsmanship and Mediterranean style, which,
in a more austere form, he would find in Morocco. Those elements seem to evol-
ve, after that journey, into a labyrinthine spatial language with an interior cha-
racter, formed by pure, abstract volumes and new places permeated by the me-
mory of Mexico and the astonishing land of the Atlas. What did Luis Barragán
see in North Africa to make him say that the trip to Morocco was the one that
most impressed him in his life?
Key words
journey | Barragán | architecture without architects | Morocco | Mexico | fortress
«¡Los ojos! Por los ojos el Bien y el Mal nos llegan.
La luz del alma en ellos nos da luces que ciegan.
Ojos que nada ven, almas que nada entregan.»1
|Carlos Pellicer. Recinto y otras imágenes. 1941. Epígrafe dedicada a Luis Barragán|
Resumen
Influenciado tanto por los textos, dibujos y viajes a Europa, Asia y África del ami-
go y humanista Miguel Covarrubias, como por la experiencia del querido artista
Mathias Goeritz, que había vivido en Tetuán a finales de los años ’30, el arquitec-
to tapatío, ya maduro respecto a las primeras visitas europeas, decide terminar
su tercer viaje con una última etapa: zarpó desde España rumbo a Marruecos
en diciembre de 1952 para luego regresar a México en enero de 1953. El trayecto
por la tierra de la cordillera del Atlas resulta ser consecuencia de una vocación
intrínseca de conocer su arquitectura vernácula no solamente del propio Barra-
gán, sino también de muchos arquitectos que viajaron allí a la mitad del siglo
XX, para encontrar en aquella arquitectura profundamente ligada al paisaje una
nueva manera de interpretar la memoria del lugar.
Los detalles ornamentales de puertas y ventanas, así como las pérgolas, tina-
jas y un variado mobiliario interior, reinterpretación de la artesanía y medite-
rraneidad hispanomexicana, que, de forma más austera, Barragán encontraría
también en Marruecos, parecen evolucionar, después de aquella travesía, en un
lenguaje espacial laberíntico y de carácter interior, formado por volúmenes pu-
ros y abstractos y nuevos lugares permeados de la memoria del México natío y de
la asombrosa tierra del Atlas. ¿Qué vio Luis Barragán en el norte de África para
decir que el viaje a Marruecos fue el que más lo impresionó en su vida?
5. CASA LABORATORIO
7. FUENTES
ANEXO
1.
1. INTRODUCCIÓN
1.3 Metodología
1.1 Motivación, objeto y objetivos:
mi propio viaje
1.1
1.2
1| Introducción
la.
1.0 Luis Barragán en Chapa-
Mucho se ha hablado sobre el tema, todavía poco sobre lo que vio Barragán en
la odisea por las tierras del Atlas y que desencadenó la epifanía emocional de
su obra. ¿Qué lección vislumbró el jalisciense en aquella arquitectura de tierra?
¿Por qué fue motivo de curiosidad también para arquitectos de generaciones di-
ferentes como Le Corbusier, Utzon o Fehn?
2
1.2 Estado de la cuestión:
lo que inspiró a Barragán
1.4
1.3
1.6
1.5
1| Introducción
[1.5] Alfonso Alfaro en Voces de tinta dormida. Itinerarios espirituales de Luis Barra-
gán proporciona una descripción clara y meticulosa de los escritos, fotografías y
libros conservados por Barragán. Entre los fondos encontrados yace la herencia
bibliográfica de Miguel y Rosa Covarrubias. Sin duda una de las referencias más
importantes y que empujó el interés de Barragán hacia nuevos horizontes como
4
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
1.8
1.7
1| Introducción
1.7 Portada de bibliografía: España, África, hasta Indonesia y Asia. Entre las pertenencias del arquitecto ta-
Torre Balbas, Leopoldo; Terrasse,
Henri. Ciudades Hispano-mu-
patío se encuentran escritos de cultura árabe, persa y bereber, además de unos
sulmanas. volúmenes sobre las villas de Túnez y ciudades como Fez, Mequínez y los valles
1.8 Portada de bibliografía: pre-saharianos, demostración de las preocupaciones de gran parte de su vida
Soriano Alfaro, Vicent. Arquitec-
tura de tierra en el sur de Marrue- hacia la arquitectura árabe y mediterránea y preludio de sus viajes a España y
cos. El oasis de Skoura. Marruecos.
Finalmente, en el ensayo Luis Barragán: ¿Cuándo, dónde, qué, cómo, por qué?
recopilado en el texto Luis Barragán. Historia de un debate de Enrique X. De
Anda, Federica Zanco acusa un enfoque superficial acerca de los viajes, debido al
desconocimiento de los detalles como etapas y objetivos de los mismos. Queda
por demostrar cuanto y como las travesías de Barragán hayan efectivamente in-
fluenciado su obra. Sobre todo, queda por averiguar si la arquitectura vernácula
del norte de África haya originado el momento Barragán, es decir la adquisi-
ción de una consciencia holística sobre asuntos ligados al paisaje, construcción e
identidad dentro del marco contemporáneo.
6
1.3 Metodología
1| Introducción
Se pasará, por ende, a investigar el trayecto por las tierras del Atlas, hipotetizan-
do las etapas mediante recorridos similares de otros arquitectos que viajaron allí.
Sigue la descripción de lo que vio Barragán en Marruecos, arrancando por una
visión subjetiva y borrosa de su arquitectura, desde el exterior hacia el interior.
A medida que el jalisciense siga en el recorrido aparecen elementos singulares
que definen tanto la arquitectura como la cultura local, y que se analizan en una
comparación constante con sus raíces mexicanas. El viaje a Marruecos, por lo
tanto, adquiere los rasgos de un viaje pasado, presente y futuro. La Casa Barra-
gán, finalmente, se escogerá como caso de estudio paradigmático de una obra en
evolución y que encarna la adquisición por parte de Barragán y después del viaje
al norte de África, de una consciencia holística que plasmará su obra madura.
Las conclusiones del trabajo aclararán la existencia del momento Barragán y si-
tuarán el jalisciense en el ámbito nacional, ofreciendo una mirada sobre la acti-
tud de los arquitectos mexicanos coetáneos por reivindicar el espíritu nacionlis-
ta mediante posicionamientos ideológicos diferentes. Además, se hará hincapié
sobre el interés de los arquitectos internacionales del siglo XX hacia el mundo
mediterráneo y la relación entre arquitectura y paisaje, inquietudes que han pre-
cedido la consciencia actual hacia un futuro sostenible y el respeto del lugar.
El anexo final constituirá una mirada personal de las tierras del Atlas, intentando
ver lo que Barragán vio, y siendo el prólogo de un un viaje por hacer.
8
Sobre los viajes
2.0
2.
2. SOBRE LOS VIAJES
«Antes del amanecer, el ruido de los cascos de los caballos recién ensillados llenaba el patio
de la casa, invadida todavía por las sombras que poco a poco perdían densidad mientras el
día, imperceptible, apuntaba. Desde mucho antes, en la cocina, el fogón encendido, las mu-
jeres afanándose en las primeras labores, renovaban el ritmo pausado con que la vida recu-
peraba su curso, emergiendo de la noche campesina. Los olores de la leche recién ordeñada,
de las tortillas y del café se mezclaban con el relente que el aliento de la caballada esparcía
junto al corredor. Sin mayores preámbulos, la comitiva montaba y emprendía la marcha.»1
do».
2.0 Luis Barragán «cabalgan-
14
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
2.2
2| Sobre los viajes
2.2 El primer viaje de Barra- [2.2] La topografía, que presentaba un declive cada vez más acentuado hacia la lagu-
gán. Ruta desde la hacienda Los
Corrales a Chapala. |Elabora-
na, ayudaba la marcha de los corceles. Los jinetes llegaban hasta el pueblo de
ción propia. Tuxcueca y de ahí se cruzaba el lago, fondeando cerca de un muelle frente a la
Catedral de Chapala. La luz del sol, en varias horas del día, rebotaba en el agua
produciendo destellos abigarrados que desprendían de su superficie colorean-
do los blancos edificios del pueblo. La atmósfera era mística. El aspecto de la
laguna, sus colores y sus texturas parecían cambiar del alba al atardecer, confor-
mando un paisaje mudable. Los pueblos de la laguna parecían acomodarse a la
topografía caprichosa de la Sierra del Tigre.4
16
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
2.3
2.4
2| Sobre los viajes
2.3 Mapa ilustrado de la 50 años y separado de México por 8000 Km de océano. Allí la Cordillera del Atlas,
geografía del estado de México.
|Elaboración propia.
al igual que la Sierra mexicana conforma contrastes topográficos y climáticos aún
2.4 Mapa ilustrado de la geo- más evidentes, separando el norte más fértil del sureste más áspero. El geólogo
grafía del estado de Marruecos. Manuel Julivert en El Sáhara explica como todo el norte del Magreb está formado
|Elaboración propia.
por tres grandes unidades montañosas: el Rif y el Atlas de Tell, ubicadas en la
costa mediterránea; el Atlas Medio y Gran Atlas, que alcanza alturas de 4000 m
y que cruza de norte a sur Marruecos; el Antiatlas, que surge en el extremo sur.5
18
2.2 El trayecto de Barragán hacia
Europa: nuevas perspectivas
2.5
2.6
2| Sobre los viajes
El
2.6 Fontaine de Nausicaa. trayecto que solía recorrer durante los veranos desde la hacienda de Los
Les Colombières. Autor: Ferdi-
nand Bac, 1925.
Corrales a Guadalajara, pasando por Chapala, lo hizo una vez más en mayo
de 1924 después de su licenciatura. Barragán, con tan solo veintitrés años, con-
tinuó aquel recorrido cogiendo un tren rumbo a Ciudad de México antes, y Ve-
racruz después, para embarcarse finalmente hacia Europa, donde visitaría París,
ciudades del sur de Francia, Londres y Granada.6
A
ña. Colección Arquia/tesis nº 26. principio de 1931 emprendió su segunda travesía hacia Europa, con Nueva
2008. Páginas 26-27.
7. Ibidem. York como primera etapa: allí, gracias a su amigo Miguel Covarrubias, co-
20
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
2.8
2.7
2.10
2.9
2| Sobre los viajes
2.7 Croquis del valle M’Zab, noció el artista mexicano José Clemente Orozco, los arquitectos Richard Neutra
Argelia. Autor: Le Corbusier, 1931.
2.8 Croquis de casa Peyris-
y Frederick Kiesler, y Alfred Lawrence Kocher, editor de Architectural Record8,
sac, Argelia. Autor: Le Corbusier, personajes que ampliaron la mirada del arquitecto tapatío, aunque inicialmente,
1942. tanto Neutra como Kiesler, representaban un ideal de arquitectura que todavía
2.9 Ático para Carlos de Beis-
tegui. Autor: Le Corbusier, 1929- no era acorde a las ideas maduradas por Barragán hasta entonces.
1931.
2.10 Azotea de Casa Barra- En junio de ese mismo año desembarcó en la costa francesa y, dos meses después,
gán. Autor: Luis Barragán, 1948.
se encontró con Ferdinand Bac en persona. Barragán tuvo la ocasión de visitar
Le Colombrières, una villa diseñada por él, y arquetipo de jardín según la mirada
del joven arquitecto tapatío. Su viaje continuó hacia Italia, en Roma, y, proba-
blemente gracias a su devoción religiosa, visitó la ciudad de Assisi, cuna de San
Francisco.
[2.9] No obstante, las visitas a las obras de Le Corbusier, villa Savoye y el ático para
Charles de Beistegui entre todas, cambiaron la percepción de Barragán hacia el
movimiento moderno y las vanguardias europeas de la primera mitad del siglo
XX. Quedó fascinado por la sencillez de los volúmenes y la cualidad escultórica
de la arquitectura lecorbusierana. Como él mismo confesó en una de sus notas,
en aquel momento se encontraba combatido entre el clasicismo romántico pero
8. Cronología de Barragán.
Recorrido de su segundo viaje.
obsoleto de Bac9 y la arquitectura máquina de Le Corbusier. De uno escogería el
Página web: https://www.barra- ideal de la belleza del pasado y el misterio de los jardines, mientras que del otro
gan-foundation.org/luis-barra- el espíritu internacional de una arquitectura proyectada hacia el futuro e inter-
gan/chronology. Consultada el
24/12/2021.
pretación del progreso tecnológico de la construcción.
9. Riggen Martínez, An-
tonio. Luis Barragán: escritos Otra exégesis de la fascinación por las obras de Le Corbusier reside en la geome-
y conversaciones. Madrid: El
Croquis Editorial, 2000. Página tría de las formas, tan puras, tan abstractas, tan representativas de una arquitec-
18. En el texto autógrafo de 1932 [2.7] tura sin tiempo: en 1931 y 1933 el arquitecto suizo viajó al norte de África en los va-
“Sobre Ferdinand Bac y Guada- [2.8] lles bereberes de Argelia, donde pudo conocer aquella arquitectura vernácula de
lajara” Barragán habla del miedo
de Bac hacia los tiempos nuevos, materiales pobres y de formas potentes que espabilaría, años después, el mismo
encontrando refugio en la belleza Barragán. En otras palabras, se podría decir que la pureza de la obra lecorbusie-
del pasado. L.B. Afirma que no es rana le impresionó por estar oculta y sutilmente arraigada a un mundo ancestral
la solución. «Bac hizo cosas muy
bellas pero in armonía con el es- que el arquitecto jalisciense conocía solo en los libros. La arquitectura abstracta
píritu de hoy». del maestro suizo parecía ser un noble expresión de la condición popular univer-
22
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
2.11
2.12
2| Sobre los viajes
2.11 Torres de San Gimigna- sal encontrada en el norte de África. Barragán regresó a México en mayo de 1932
no.
2.12 Torres de Ciudad Satéli-
inaugurando la etapa racionalista de su obra.
te. Autores: Luis Barragán y Ma-
thias Goeritz, 1957.
2.2.3|Tercer viaje. 1952-1953
A la edad de 50 años, con una nueva consciencia respecto a sus primeros via-
jes, Barragán emprendió la tercera travesía junto con el arquitecto Juan So-
riano y el historiador Justino Fernández. El periplo duró año y medio y arrancó
en verano de 1952, cuando participó al Congreso Internacional de Jardinería y
Paisaje en Estocolmo.10 Aquello fue el pretexto para visitar gran parte del norte
de Europa, incluyendo Países Bajos, Noruega, Suecia, Dinamarca, Bélgica e In-
glaterra. En aquellos países el jalisciense quedó fascinado por las obras de Alvar
Aalto, Jørn Utzon, o Erik Gunnar Asplund. Los tres habían viajado al norte de
África, al igual que Le Corbusier, aunque en períodos diferentes. La arquitectura
vernácula de aquellas tierras fue inspiración para muchos. Los arquitectos del
norte de Europa vislumbraron en el duro paisaje norteafricano y en su arquitec-
tura de tierra, una manera de enfrentarse a un clima rígido, aunque opuesto al
del desierto. Recuperar el carácter identitario del lugar de pertenencia a través
de la utilización de materiales autóctonos y de una actitud de respeto hacia el
paisaje fue el reto de esos arquitectos que, por lo tanto, contribuyeron a forjar la
mirada de Barragán, la cual, entonces, conjugaba la huella de la arquitectura po-
pular mexicana, la de la arquitectura racionalista desarrollada en Ciudad de Mé-
xico y la belleza del jardín como oasis privado de aislamiento y contemplación.
[2.11] El viaje siguió hacia Grecia y, sobre todo, Italia. Es allí, en la ciudad de San Gi-
[2.12] mignano, que se enamoró de los torreones medievales que lo inspiraron para
el diseño de las torres de Ciudad Satélite, proyecto de la discordia entre él y su
amigo Mathias Goeritz. Si, por un lado, la arquitectura de las costas griegas e
italianas presentan los mismos rasgos mediterráneos de España y sur de Francia,
10. Ruiz Barbarín, Antonio.
Luis Barragán frente al espejo. La por otro, los pueblos italianos del Appennino encarnan el carácter de fortaleza
otra mirada. Tesis doctoral. Espa- que ya había encontrado en la Alhambra de Granada y que vislumbraría también
ña. Colección Arquia/tesis nº 26. en la arquitectura bereber de Marruecos.
2008. Página 63.
24
Prólogo de un viaje
anunciado
3.0
3.
3. PRÓLOGO DE UN VIAJE ANUNCIADO
3.2
3| Prólogo de un viaje anunciado
¿Para qué hizo este viaje? ¿Por qué al umbral de los 50 años? Tal vez sentiría la
necesidad de encontrar en Marruecos un respaldo real a los inputs sobre lo ver-
náculo procedentes de dibujos y obras de unos de sus mejores amigos: Miguel
[3.1] y Rosa Covarrubias, él antropólogo, dibujante y viajero; ella bailarina y amante
[3.2] del arte. O, quizás, para compartir la visión de un personaje que ya había vivido,
tanto en España, como en Marruecos y conocía la belleza y pureza de la arqui-
tectura morisca y mediterránea personalmente: Mathias Goeritz, conocido por
Barragán pocos años antes del periplo.
Está claro como Barragán, a pesar de sus momentos de intimidad, nunca vivió
solo, sino que se circundó de ojos y miradas diferentes que plasmaron y reforza-
ron su proprio punto de vista, tanto de poder preguntarnos: ¿qué vio el arquitec-
to tapatío en el norte de África para decir que fue el viaje que más lo impresionó
en su vida? ¿Con qué mirada descubrió e interiorizó el paisaje durante dicho
recorrido?
30
3.1 La herencia de Miguel Covarrubias
«Este personaje excepcional – antropólogo en las islas del Pacífico e ilustrador en Nueva
York, fallecido antes de cumplir los 54 años, amigo dilecto – es un hombre a quien quizá
deberíamos incluir entre las referencias fundamentales para hablar de Barragán, al lado de
Reyes Ferreira, por ejemplo»1
32
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
Fig. xxx
3.6
3.5
3.4
3| Prólogo de un viaje anunciado
3.4 Mujer a lápiz. Autor: Mi- Además de la fascinación hacia las lineas sensuales de las mujeres, danza y esce-
guel Covarrubias.
3.5 Mujer y niño en el merca-
nografía eran otros de los intereses que congregaban a los dos mexicanos. Cova-
do. Autor: Miguel Covarrubias, rrubias, de hecho, solía frecuentar el ambiente frenético y teatral de Broadway.
1940. En ciertos aspectos también la arquitectura de Barragán resulta teatral, esceno-
3.6 Mujer balinesa. Autor:
Miguel Covarrubias, 1935. gráfica. Mucho se ha debatido sobre la mitificación de la obra del jalisciense a
través de la fotografía y de una continua puesta en escena quizás exagerada. El
diseño llegaba a cambiar en base al resultado de la experimentación fotográfica
que se tomaba in situ.3 Emblemático es el caso de la capilla de las Capuchinas:
durante los horarios de visita, en base a las recomendaciones del proprio Barra-
gán, las monjas tenían que aparecer con un ropaje lo más sencillo y estético posi-
ble para recrear las escenas que siempre aparecen en las fotografías de Armando
Salas Portugal. El gesto de fotografiar la obra parecía un acto teatral en sí mismo.
Barragán avisaba las monjas con semanas de antelación para concertar visitas
con los turistas y preparar el escenario.
34
3.2 La visión de Mathias Goeritz
36
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
3.8
3| Prólogo de un viaje anunciado
3.8 Mocoso Marroquí. pezaron a colaborar en varias obras artísticas y arquitectónicas, intercambiando
ideas y visiones. La amistad de Barragán y Goeritz fue tan fuerte que unos años
después el arquitecto tapatío apadrinaría el hijo del pintor alemán. No es difícil
imaginar que Mathias Goeritz haya contado y descrito al amigo jalisciense sus
recuerdos de Tetuán, incluso enseñándole aquel niño marroquí fotografiado por
Nicolás Muller. ¿Puede la fotografía de un niño con rasgos africanos volver a ser
un recuerdo compartido de un país todavía por descubrir? ¿Puede que Barra-
gán haya atisbado en el rostro elegante, delicado e inocente de aquel niño otro
retrato étnico de su amigo Miguel Covarrubias, además que el contraste con la
arquitectura de tierra del sur de Marruecos potente y abrumadora?
El camino por las tierras del norte de África, por ende, adquiere los rasgos de
un ritual, surgido por la influencia de Covarrubias, los recuerdos de Goeritz de
aquel mocoso marroquí y la curiosidad del proprio Barragán de sentir, tocar, ver
y oír un paisaje conocido solamente en los libros y dibujos. Lo que el arquitecto
jalisciense vio durante la travesía a Marruecos lo marcó definitivamente. No es
casual que en 1953, cuando Barragán regresó a México, Goeritz empezó a redac-
tar el manifiesto de la arquitectura emocional, proyecto teórico que se convirtió
en el mantra de la obra de los dos. Ese año fue crucial para ambos, representan-
do el final de un ritual y el comienzo de otro: en septiembre Goeritz abrió las
puertas del museo experimental el Eco, mientras que en ese mismo año empe-
zaron las obras de renovación de la Capilla de las Capuchinas Sacramentarias en
Tlalpan, inaugurada solo en 1960. Las dos obras arquitectónicas no solamente
demuestran la influencia recíproca entre el jalisciense y el alemán, sino que re-
sultan ser la primera epifanía de la arquitectura emocional que desarrollarían de
ese momento en adelante.
38
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
3.10
3.9
3| Prólogo de un viaje anunciado
3.9 Quilla de la Capilla de las dilatarse. La idea de laberinto presente en las qasabat del norte de África y en los
Capuchinas Sacramentarias. Au-
tor: Luis Barragán.
jardines árabes está aquí presente. El museo, de por sí muy pequeño, alcanza un
3.10 Museo experimental el espacio más amplio. La única abertura era la que da al patio: un gran ventanal de
Eco. Umbral de acceso. Autor: suelo a techo dividido por montantes en forma de cruz, la misma que usó Barra-
Mathias Goeritz.
gán en su Casa Estudio y que usaría de nuevo en Casa Gálvez.
En la capilla de Tlalpan, aparte del zaguán que fungía de umbral, es decir espacio
[3.10] de transición sin tiempo y límite presente también en el Eco, Barragán introdujo
un nuevo elemento en su vocabulario arquitectónico, hasta entonces más con-
vencional y hecho por líneas rectas: la quilla, rematada por el vitral que el mismo
[3.9] Goeritz realizó. La pared oblicua modifica la manera en que la luz tiñe el espacio;
el empleo del color de una forma más elocuente y jamás vista hasta aquel mo-
mento en las obras anteriores, fruto de la asesoría de Chucho Reyes, logró crear
una esquina potente, mágica y sacra a la vez, donde la cruz de madera no se ma-
nifiesta físicamente delante del creyente sino a través de su sombra proyectada
en la pared del altar.
40
3.3 La visión de Barragán: recorrido
por el México colonial
3.11
3.12
3| Prólogo de un viaje anunciado
3.11 Capilla Del Señor Del El México de la infancia barraganiana jugó un papel importante para forjar la
Calvario en Xochitlán, Puebla.
3.12 Capilla de la Trinidad en
visión del arquitecto tapatío a la hora de enfrentarse a la travesía por Marruecos.
Querétaro. Colonizado a partir del siglo XVI por los españoles, que convirtieron la mayoría
de los habitantes indígenas al cristianismo, el país mexicano fue tierra fértil para
la construcción de muchos monasterios e iglesias cristianas que fueron plasman-
[3.11] do sus rasgos arquitectónicos.6 A partir de libros y revistas como Tonantzintla de
[3.12] 1956 o Artes de México: Conventos del siglo XVI de 1966, pasando por Catálogo de
construcciones religiosas del estado de Yucatán de 1945, hasta Churches of Mexi-
co de 1963, todos guardados en su biblioteca, emerge el interés del jalisciense
hacia aquella arquitectura religiosa hecha por muros pesados blanquecinos y la
austeridad formal que vislumbraría también en al-Ándalus y Marruecos. Barra-
gán, siendo profundamente religioso, visitaba a menudo las iglesias de los pue-
blos mexicanos como San Cristóbal de las Casas, San Miguel Allende o Puebla,
donde se ubicaba la iglesia de Tonantzintla que enseñaría también a su amigo
Philip Johnson.7
42
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
3.15
3.13
3.16
3.14
3| Prólogo de un viaje anunciado
3.13 Hacienda La Loma en de México de 1956.9 Como demuestran las fuentes documentales encontradas en
Durango.
3.14 Pequeño pueblo en las
su biblioteca antes y después del periplo del 1952, la memoria de la tierra natía
cercanías del qsur Ait Ben Had- pareció estar siempre presente y en continua tensión con la arquitectura verná-
dou. cula norteafricana. Barragán, con la madurez de los 50 años y una maleta de viaje
3.15 Acueducto de la Ex-ha-
cienda de Juriquilla en Queréta- cargada con la experiencia personal y de sus amigos, emprendería el camino por
ro. las tierras del Atlas sabiendo lo que encontraría, pero desconociendo las secuelas
3.16 Calle cubierta en el qsar emotivas que lo afectarían durante el resto de su vida.
El Khorbat.
44
Periplo por las
tierras del Atlas
4.0
4.
4. PERIPLO POR LAS TIERRAS DEL ATLAS
«Desde que uno atraviesa los pasos del Atlas se encuentra la entrada de un país nuevo. Allá
termina el mundo mediterráneo y ya empieza el mundo sahariano.»1
4.0 Página anterior. Luis Ba- [4.1] En la frontera del desierto la forma está sujeta a las leyes que impone la natu-
rragán in Majahua, 1950. raleza. Investigar la tradición significa recuperar lo natural, lo permanente, lo
4.1 Cordillera del Alto Atlas
en Marruecos. sustancial, aquello que está liberado de cualquier especulación estética. Buscar lo
elemental en la llanura pre sahariana, donde la dureza no permite lo innecesario
y donde la síntesis y lo esencial se convierte en la clave de la supervivencia, Es
introducir lo racional en el paisaje. Es hacer arquitectura.2
Sin embargo, durante la prehistoria, cuando las primeras poblaciones del norte
de África eran los capsianos provenientes de oriente, el Atlas y el desierto del
Sahara eran en gran parte cubiertos por vegetación y fauna: la cordillera mon-
tañosa se asemejaba más a la Mesa Central mexicana y aquella Sierra del Tigre,
cuna de Luis Barragán. Después del Neolítico el cambio climático llevó a la de-
1. Casa árabe, «La arquitec-
tura de tierra en Marruecos: la sertificación gradual de la región, cada vez más perturbada por el cálido viento
preservación de un rico patrimo- sahariano, en árabe chergui.3
nio». Charla del arquitecto y res-
taurador Faissal Cherradi Akbil
sobre la arquitectura de Marrue-
[4.2] Los oasis, descritos por viajeros como Ibn Battuta en el siglo XIV o Henri Terrasse
cos. Youtube. en el siglo XX como verdaderos remansos paradisíacos en el desierto, volvieron
2. Ibidem. a ser oportunidades para conseguir recursos naturales y riqueza, favoreciendo
3. Soriano Alfaro, Vicent.
Arquitectura de tierra en el sur los asentamientos de las poblaciones bereberes. El clima y naturaleza del pai-
de Marruecos. El oasis de Skou- saje del Atlas, junto con la necesidad de proteger los bienes de la tierra, dieron
ra. Barcelona. Fundación Caja
lugar a una arquitectura potente, masiva, que emerge del suelo, acomodándose
de Arquitectos. 2006. Página 28.
Descripción de clima y geografía en su silueta y ocupando los cauces de ríos y palmerales. El qsar, típica ciudad
e historia de las poblaciones del fortificada bereber, representa el arquetipo de arquitectura sin pedigrí, inmu-
norte de África.
50
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.2
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.2 Ibn Battuta, reconocido table, inmejorable, identificada con el paisaje y que cumple perfectamente con
como el más grande viajero de la
historia, y el mapa de sus viajes.
las necesidades de quien la habita.4 Y quien habitó aquellas ciudades de tierra
fueron, a partir del siglo VII y con la llegada del islam, la dinastía idrís, seguida
por los almorávides entre el siglo XI y XII y los almohades durante el siglo XII.
Estas últimas gobernaron no solo en Marruecos sino también en España del sur,
mejor dicho, al-Ándalus.
Si la costa norte de África presenta rasgos más mediterráneos, en las entrañas del
Atlas brotan aquellas fortalezas de tierra que tanto asombrarían a Barragán: las
qasabat, lugares despojados de lo innecesario que visitaría con ojos y mente más
sabios y una bien fornida mochila de viaje.
52
4.2 Etapas del viaje: explorador
Barragán
4.3
4| Periplo por las tierras del Atlas
T ras visitar el norte de Europa e Italia entre junio y diciembre de 1952, el pintor
Juan Soriano y el historiador Justino Fernández, compañeros de viaje de Ba-
rragán durante aquella travesía, regresaron a México. Sin embargo, el arquitecto
jalisciense decidió ir a España y zarpar hacia la costa del norte de África, proba-
5. Del viaje en concreto se
ha hablado poco. Aún menos blemente a solas, aventurándose en un camino que duró alrededor de un mes,
de quién y si alguien lo acompa- desde diciembre 1952 hasta enero 19535.
ñó. En Luis Barragán frente al
espejo: la otra mirada, de Ruíz
Barbarín, Antonio, se subraya ¿Qué equipaje llevó Barragán durante el trayecto por Marruecos? Considerando
como Barragán hizo este viaje a que durante todo el viaje del ’52 nunca regresó a México, se podría deducir que
solas. Otras fuentes apenas citan
la travesía al norte de África. Sin
no iría muy cargado, sobre todo si se piensa a Barragán como un hombre con
embargo, la cantidad de libros tendencia a lo esencial. Seguramente llevaba una mochila con un cuaderno de
sobre la arquitectura africana y, croquis para grabar instantáneamente lo que veía. Además, tenía la costumbre
en concreto, los textos de René
Euloge comprados poco antes y de comprar libros y revistas no solo para sí mismo sino también para obsequiar a
durante el trayecto a Marruecos, sus amigos. Sin lugar a dudas tenía que ser una mochila espaciosa.
amparan la hipótesis de que di-
chas publicaciones apoyaron Ba-
rragán durante el camino por las Ahora bien, hay otra mochila que se llevó Barragán a Marruecos: los libros y
tierras del Atlas. textos acerca del norte de África comprados pocos años antes del viaje y al prin-
6. Curiel Gámez, Fernando. cipio del mismo. En su biblioteca de la Casa Estudio, aparte de los textos sobre la
«Arquitecturas sin arquitectos:
la mirada de Luis Barragán por escuela de Casablanca y las villas de Túnez, se han encontrado numerosas publi-
las arquitecturas del norte de caciones que pudieron ayudar el jalisciense a enfrentarse a un lugar que aún no
África y Asia Menor.» Catalunya.
había visitado. Títulos como Maroc de Ricard Prosper, datado 1950, Le Maroc de
Universidad Politécnica de Cata-
lunya. Revista ACE (Architectu- Jean-Louis Miege de 1952, o la revista sobre el modernismo L’architecture d’au-
re, City and Environment) nº31. jourd’hui de 1951, ocuparon la estantería de Barragán poco antes de partir hacia
2016. Página 54. Se trata de una
investigación in situ en la biblio-
Europa. Tal vez la parada en Marruecos fue programada uno o dos años antes del
teca de la Casa Estudio, donde tercer viaje a modo de ritual preparatorio. Otro catálogo a destacar fue Au sud de
el autor del artículo, con un en- l’Atlas vers le pays des casbahs, escrito y publicado por Didier Madras en 1950,
foque hacia los viajes de Barra-
gán, habla de los libros que han
entre cuyas páginas Barragán guardó un librito nombrado Les Villes Imperiales
podido apoyar sus viajes, entre nº2, más bien un guía turístico sobre las ciudades Imperiales de Marruecos: Fez,
los cuales se encuentran las pu- Marrakech, Rabat, Mequinez.6 Aún más importantes fueron unos textos nom-
blicaciones sobre Marruecos con
los apuntes del proprio Barragán. brados Maroc. Villes de la cote de 1951, de la Oficina de Turismo Marroquí, cuyas
54
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.4
4.5
4.6
4.7
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.4 Portada del libro «Maroc. fotografías hacen referencia a las ciudades de Rabat, Mazgan, Fez y Marrakech.
Villes de la cote» Autor: oficina
de turismo marroquí.
En uno de estos textos aparece una dedicatoria de René Euloge, autor de otro
4.5 Portada del libro «Ceux escrito que guardaba Barragán en su biblioteca: Cimes et Hautes Vallès du Grand
des hautes valles» Autor: Renè Atlas. La dedicatoria es del 12 de enero 1953 y recita:
Euloge.
4.6 Fotografías del libro «Ci-
mes es Hautes Vallès du Grand Para el Señor Arquitecto Luis Barragán. Gran viajero que ha sido seducido por la
Atlas». Autor: Renè Euloge. región del Sur de Marruecos y por los singulares kasbahs que son dignos de dar
4.7 Fotografías del libro «Ci- a soñar en la Arquitectura. Yo ofrezco esta invitación a viajar a través de la mon-
mes es Hautes Vallès du Grand
Atlas». Autor: Renè Euloge. taña berbère como testimonio de la grata experiencia y el recuerdo de un viejo
vagabundo de Cimes et Hautes Vallès du Grand Atlas.7
A partir de dicha dedicatoria se puede intuir que Barragán compraría los textos
[4.4] Maroc. Villes de la cote directamente en Marrakech, tal vez conociendo perso-
nalmente René Euloge: un dato importante considerando que el escritor francés
fue uno de los primeros exploradores de las tierras del Atlas durante la década de
los años ’20, aprendiendo mucho sobre la cultura y vida cotidiana de Marruecos
y pudiéndolo contar directamente o indirectamente al proprio Barragán. Desde
luego estos escritos, junto con la nota de Euloge, constituyen una base documen-
tal importante para poder establecer las probables etapas del recorrido barraga-
niano por el Atlas. No obstante, a parte de la mochila de viaje de Barragán, para
completar este intricado puzzle hace falta tener en cuenta las rutas caravaneras
en el norte África que se desarrollaron partir del siglo VIII, así como los trayectos
comerciales y de exploración de los siglos XIX y XX.
56
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.8
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.8 Mapa de las principales cruzar el desierto. Oro, marfil, plumas de avestruz, kola, tejidos y esclavos eran
rutas caravaneras hasta el siglo
XVI. |Elaboración propia.
los bienes de intercambio del comercio caravanero que remonta a la época de
los primeros asentamientos bereberes8: los productos pasaban por los pueblos
fortificados a lo largo de ríos y palmerales, mientras que los nómadas cobraban
[4.8] el paso entre fronteras. Las primeras rutas caravaneras fueron documentadas
por escritores y viajeros árabes desde el siglo VIII y fueron utilizadas como guía
para cruzar el desierto. Dichas rutas cambiaron a lo largo del tiempo, debido a la
decadencia de algunas ciudades y crecimiento de otras. De hecho, hasta el siglo
XVI el primer foco del trayecto caravanero era la ciudad marroquí de Sijilmassa,
desde la cual arrancaban las caravanas para llegar a Fez, Marrakech y Tlemcen.
Otro foco del comercio fue la ciudad líbica de Ghadamés que conectaba Trípoli y
Kairouan. Por último, desde la ciudad de Kumbi Saleh, en el África subsahariana,
se podía ir, o bien hacia Toumbouctou, o bien hacia Sijilmassa, pasando por Ou-
lata y Oudane. Las rutas empezaron a sufrir cambios tras la caída de Sijilmassa,
a partir del siglo XIV, por manos de la dinastía bereber meriní antes, y de las
incursiones beduinas después, hasta despoblarse por completo.9
Por lo que respecta la historia reciente, desde finales del siglo XIX hasta la mi-
tad del siglo XX, la situación política que veía España y sobre todo las colonias
francesas de establecer sus posesiones en el territorio marroquí y argelino, mo-
dificó las rutas y fomentó el deseo de exploración de aquellas tierras por parte de
8. Soriano Alfaro, Vicent. escritores y viajeros europeos, desde el inglés William George Browne hasta el
Arquitectura de tierra en el sur
de Marruecos. El oasis de Skou-
pintor francés Eugene Delacroix, pasando por Henri Terrasse y Èdouard Blanc,
ra. Barcelona. Fundación Caja que redactó un mapa detallado de los recorridos por el norte de África del siglo
de Arquitectos. 2006. Página 33. XIX. Destaca también Charles de Foucauld, padre y explorador francés que viajó
Descripción del comercio y rutas
caravaneras de África del norte.
a Marruecos entre 1883 y 1884. Alfonso Alfaro lo describió como un «solitario an-
9. Ibidem. sioso de eternidad»10, un hombre en el medio del desierto en constante búsqueda
10. Alfaro, Alfonso. Voces espiritual. Su recorrido por Marruecos arrancó por el camino de Fez, pasando
de tinta dormida. Itinerarios espi-
rituales de Luis Barragán. Méxi- por la ciudad de Taza y llegando a Mequínez. Era el trayecto antes de aventurarse
co, Artes de México, Consejo Na- en el corazón del Atlas. Allí cruzó el paso de Tizi n’Telouet enfrentándose a ries-
cional para la Cultura y las Artes. gos y accidentes. Lo que más lo fascinó fue la belleza de los paisajes y la piedad
1996, Página 47. Alfonso Alfaro
sobre Charles de Foucauld y las musulmana, tanto como para convertirse al islam pocos años después. Barragán
similitudes con Luis Barragán. poseía un libro de Foucauld en su biblioteca. Es probable que conociera las em-
58
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.9
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.9 Mapa de la probable ruta presas del explorador y padre francés y vislumbrara cierta semejanza en cuanto
de Barragán en Marruecos.
|Elaboración propia.
a personalidad y devoción a la religión.11 Ahora bien, al contrario de personajes
como Foucauld, impresionados por lo que iban descubriendo en sus viajes al
punto de mutar sus propia piel e identidad, el arquitecto tapatío siempre supo
mantener vivas sus raíces, descubriendo lugares nuevos pero con ojos lúcidos. Se
deduce, por lo tanto, que Barragán pudo tener en cuenta el recorrido del padre
de Foucauld por el Altas a la hora de planificar el suyo.
[4.10] El cuadro se va delineando, hasta completarse con los lugares de norte de África
visitados primero por Le Corbusier y Erik Gunnas Asplund, y después, a media-
dos del siglo XX, por los llamados arquitectos de la tercera generación: desde
Jørn Utzon en 1947, hasta Alvar Aalto y Sverre Fehn en 1951. La ruta típica duraba
alrededor de mes y medio, arrancaba de Rabat y procedía en sentido anti horario
hacia Agadir, recorriendo la cuenca del río Draa y entrando en contacto con el
áspero paisaje del Anti Atlas dominado por la arquitectura de la qasba. A con-
tinuación, tras visitar Marrakech, el trayecto continuaba rumbo al qsar Ait Ben
Haddou y al oasis de Skoura. La última etapa del viaje era Fez, antes de regresar a
Rabat y despedirse del país marroquí.
60
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.10
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.10 Mapa de la ruta de Ba- sitó el oasis de Skoura y el qsar Ait Ben Haddou, etapas recurrentes durante los
rragán por Marruecos, super-
puesta a la ruta de Sverre Fehn,
trayectos de otros arquitectos y viajeros. Además, considerando el recorrido de
basada en las indicaciones de su Foucauld conocido por Barragán, es probable que haya cruzado el Atlas por el
amigo Jørn Utzon. |Elabora- paso de Tizi n’Telouet para llegar a Marrakech. Fue allí donde compró los textos
ción propia.
Maroc. Villes de la cote. El recorrido siguió verosímilmente hacia Tánger por la
costa occidental, pasando por Casablanca y Rabat. Por fin, zarpó de Tánger para
regresar a México al final de enero o comienzo de febrero 195312 consciente de que
aquel viaje fue el que más lo impresionó en su vida.
62
4.3 Las palabras de Barragán sobre
Marruecos
64
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.12
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.12 Ilustración de una riyad en las provincias nosotros, no tanto ahora como antes, la vida que se hace todavía
en Marrakech. |Elaboración en Guadalajara o Zapotlán […].14
propia.
Cada una de las palabras utilizada por Barragán para describir lo que vio en Ma-
[4.14] rruecos tiene un peso específico. Lo que primero impresionó el mexicano fue la
integración entre arquitectura y paisaje, con luz y sombras a plasmar los volúme-
nes de tierras llevándolos a un nivel de abstracción y plasticidad que el mismo ar-
quitecto tapatío alcanzaría en sus últimas obras. Conceptos estos, vislumbrados
también por el arquitecto noruego Sverre Fehn, que había viajado a Marruecos
14. Riggen Martínez, Luis en 1951.
Barragán... Página 73. Entrevista
de Alejandro Ramírez Ugarte rea-
lizada en México DF en 1962.
Ya que el material es sólo uno (el adobe) la arquitectura no tiene otra cosa con
15. Ibidem. Página 87. que trabajar más que con la eterna variación de luz y sombra. Los colores de las
66
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.13
4.14
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.13 Croquis de las qasbas de villas son los mismos que los de la tierra. Lo único que nos permite advertir las
Marruecos. Autor: Luis Barragán casas es que reflejan la luz del sol con un ángulo diferente al de la superficie de
en Marruecos, 1953.
4.14 Croquis de las qasbas de la que surgen.16
Marruecos. Autor: Sverre Fehn,
1951. |Sverre Fehn. Apuntes sobre Marruecos.|
Por un lado Fehn quedó seducido por la presencia constructiva del adobe, único
material de una arquitectura que trabaja con variaciones de luz y sombra. Por
otra parte, se sintió aturdido por el caos y ruido de la vida en ciudades como Ma-
rrakech y Fez17, al contrario de Barragán que veía en aquel enjambre de danzas,
bodas y mercados marroquíes la misma cotidianidad y los valores familiares y re-
ligiosos inculcados por sus padres durante su infancia en Jalisco. Evidentemente
el lugar de origen entendido como pasado, la fría Noruega de Fehn y el colorido
México barraganiano, influyó e incluso cambió la manera de ambos arquitectos
de ver el presente de aquel viaje.
68
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.17
4.15
4.16
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.15 El baile del Jarabe tapa- Barragán concebía la arquitectura como una apéndice del proprio paisaje, cuya
tío.
4.16 Mercado mexicano.
abstracción funge de elemento condicionante para el diseño. Su interpretación
Tienda «El Antiguo Valiente». del paisaje de El Pedregal, donde en 1947 empezó a diseñar el homónimo frac-
4.17 Arquitectura ligada al cionamiento, remonta a la imagen del Atlas marroquí que visitaría cinco años
suelo. Croquis. |Elaboración
propia.
después, y aquella arquitectura de tierra de los qsur pre-saharianos.
[4.17] En esa misma respuesta L.B., ya profundamente marcado por el periplo marro-
quí empezó a recorrer su proprio viaje en palabras, a partir de Italia y España,
países mediterráneos visitados unos meses antes de llegar a la costa africana.
Describió aquella arquitectura blanca, bellísima, fuerte: se trata de las casas pin-
tadas de cal, de los higos proyectando su sombra en las paredes , reminiscencias
de un joven Barragán sentado por debajo de un porche de columnas blancas con
19. Riggen Martínez, Luis un paisaje mexicano y mediterráneo a la vez a completar la escena. Asimismo,
Barragán... Página 109.
70
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.18
4.20
4.19
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.18 Luis Barragán en Cha- [4.19] el destello del blanco de las casas vistas en al-Ándalus, Tánger o Tetuán, es decir
pala.
4.19 Tetuán, Marruecos.
el presente del trayecto, se traduce en el muro blanco de 15 metros de altura que
4.20 Fuente del bebedero. remata la fuente del bebedero, construida entre 1958 y 1961 en el fraccionamiento
Fracciónamiento de las Arbole- [4.20] de las Arboledas: Barragán, al realizarlo, generó un soporte llevado al límite de la
das. Autor: Luis Barragán, 1958-
1961. abstracción, donde el blanco recibe de golpe las sombras de los pinos silvestres.
[4.18] Es un muro pero también un reflejo del pasado juvenil de L.B. y de su presente
como viajero, reinterpretando los rasgos de la arquitectura mediterránea a través
de los fotogramas del paisaje del Atlas: pasado y presente dan lugar al futuro.
72
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.21
4.22
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.21 La fuerza del muro en construir, como la propia naturaleza.»21 Se deduce, por lo tanto, que el carácter
el paisaje del Alto Atlas. Croquis
|Elaboración propia.
atemporal de aquellos edificios de tierra fue uno de los rastros que sacudió el
4.22 Muros lisos en el paisaje alma de los arquitectos que visitaron el norte de África marcando permanente-
del Alto Atlas. Croquis |Elabo- mente sus manera futura de construir.
ración propia.
74
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.23
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.23 Plasticidad del paisaje rruecos pasa continuamente de lo abstracto a lo físico, de lo intangible a lo táctil
del Alto Atlas. Croquis |Elabo-
ración propia.
y se graba en su memoria a lo largo de la vejez, mutando en la forma pero no en
la esencia. En esta última entrevista las palabras sobre Marruecos se redujeron
a lo esencial, acumulando aún más significado. Son palabras de un hombre de
casi 80 años aparentando llevar aún su mochila de viaje llena de libros, croquis,
dibujos y, sobre todo, imágenes de un viaje pasado, presente y futuro.
76
4.4 Marruecos: fortalezas de tierra
|Luis Barragán. Consejo que dio a unos estudiantes que visitaban su casa de Tacubaya|
4.24
4.25
4| Periplo por las tierras del Atlas
[4.25] Por un lado, la palabra árabe qsar identifica la ciudad fortaleza, cuya morfología
puede ser geométrica u orgánica. Por otro lado, la qasba que solía citar Barragán
es una tipología residencial fortificada habitada por familias de poder: en caso
de familias adineradas solía adquirir la conformación de un palacio urbano. Una
23. Soriano Alfaro, Vicent. tercera tipología es la tighremt, término bereber referido a la vivienda familiar
Arquitectura de tierra en el sur
de Marruecos. El oasis de Skou- fortificada comúnmente de planta cuadrada, que puede encontrarse tanto en el
ra. Barcelona. Fundación Caja interior del qsar, como aislada en el paisaje áspero del Atlas.24 Analizando sus
de Arquitectos. 2006. Página 95.
rasgos arquitectónicos, se podría confundir fácilmente con una qasba, basándo-
Ambigüedad de la terminología
usada para describir las tipolo- se la diferencia entre las dos tipologías más bien en el desarrollo de la vida inte-
gías arquitectónicas bereberes. rior y en la clase social de cada familia respecto a la forma exterior. Es probable,
24. Ibidem. Página 93.
78
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.26
4.28
4.27
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.26 Bou Taghrar. por ende, que Barragán usó el término casbah como palabra identificativa para
4.27 Reconstrucción de un
antiguo acueducto mexicano se-
referirse a todas las tipologías arquitectónicas impresas en sus ojos de viajero:
gún la descripción de Barragán. que se tratara de qsur o de qasabat, la relación de aquella arquitectura de tierra
|Elaboración propia. con el paisaje era esencialmente la misma.
4.28 Vista aerea de una jeta-
ra.
Qsur
[4.26] Ubicados en la vertiente sur de la cordillera del Atlas, en las orillas de ríos y en
aquellos lugares donde el nivel freático permite el abastecimiento de agua, los
qsur constituyen los asentamientos bereberes fortificados. Sus orígenes resultan
todavía inciertos, ya que pocos han sido los estudios arqueológicos sobre dichas
construcciones. Algunos historiadores las sitúan a partir del tercer siglo d.C.
80
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
«Estoy realmente en un país muy curioso. Mi salud, aquí, es buena, sólo temo un poco por
mis ojos. Aunque el sol no es todavía muy fuerte, el resplandor y la reverberación de las
casas, que están todas pintadas de blanco, me fatiga excesivamente. […]»26
4.30
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.29 Mapa detallado de la océano y otros tantos años de historia, pero cuya técnica tenía mucho a que ver
ruta de Barragán por los princi-
pales qsur. |Elaboración pro-
con las posibilidades que ofrecía el propio lugar.
pia.
4.30 Paisaje plástico. Ilustra- Paisaje cristalizado
ción de algunas de las arquitectu-
ras de tierra del recorrido desde
una mirada abstracta. |Elabora- ¿Con que mirada Barragán se acercó a los qsur del Alto Atlas? ¿Cómo cambiaba
ción propia. en sus ojos la esencia de aquella arquitectura de lo intangible a lo físico?
82
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
«El color se apodera de mí. No tengo que perseguirlo. Se apoderará de mí de todas maneras.
[…] El color y yo somos uno. Soy pintor.»
4.34
4.32
4.33
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.31 Ilustración del qsar Ait pidos con lineamentos abstractos y geométricos, fue inspiración para muchos de
Ben Haddou. |Elaboración
propia.
los artistas de las vanguardias del principio del siglo XX y hasta pintores mexi-
4.32 Hammamet con su mez- canos como Miguel Covarrubias, por otra parte, la cualidad de la luz y la conti-
quita. Autor: Paul Klee, 1914. nuidad material del paisaje del norte de África inspiraron otros artistas como los
4.33 Mexican Pueblo. Autor:
José Clemente Orozco, 1929.
[4.32] alemanes Paul Klee y August Macke, y el suizo Louis Moilliet. A mediados de
4.34 El paisaje cristalizado 1914 los tres viajaron juntos por la costa de Túnez hasta llegar a Egipto. Tal vez lo
del Alto Atlas. Croquis. |Elabo- que vieron fue el mismo paisaje cristalizado que vislumbró Barragán. Un paisaje
ración propia.
donde los volúmenes se visualizaban como un continuum entre positivo-nega-
tivo, luz-sombra, día-noche. El color de la tierra y de los edificios, que en el caso
de las fortalezas pre-sahariana llega a ser la misma cosa, ya que la materialidad
de los qsur es la declinación antrópica de la topografía del paisaje circundante,
hace que la luz asuma matices diferentes a lo largo del día, modificando la inten-
sidad de las sombras. Para aquellos pintores vanguardistas el paisaje se tradujo
en manchas de color que reinterpretaban su abstracción, en una operación de
descomposición y recomposición.
[4.33] Quiero que observen esta litografía de Orozco. Él pintó las sombras donde va la
luz y la luz donde van las sombras, esto es algo que va más allá de lo que nosotros
vemos, es algo mágico. Por eso el pintor nos lo describe, porque él puede ir más
84
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.35
4.36
4.37
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.35 Piazza d’Italia. Litogra- allá de las limitaciones físicas y enseñarnos lo que nosotros no podemos ver. Hay
fía. Autor: Giorgio De Chirico, una gran lección de arquitectura que debemos aprender de ello.29
1969.
4.36 Propuesta para el patio
del Salk Institute. Autor: Luis Ba- |Luis Barragán sobre la litografía «Pueblo Mexicano» de José Clemente Orozco|
rragán, 1966.
4.37 Propuesta para la plaza [4.34]
del Zócalo, ciudad de México.
Tal vez el arquitecto jalisciense haya conseguido ver el paisaje norte-africano con
Autor: Luis Barragán, 1953. los ojos de un pintor.
86
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.39
4.38
4.40
4.41
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.38 Umbral de la Puerta de Lato sensu, en el caso de los qsur la plaza es el espacio que antecede el recinto
la Justicia, Alhambra, visitada
por Barragán en 1925.
amurallado y al mismo tiempo el paisaje que se puede observar desde el interior
4.39 Umbral de acceso al qsar de la fortaleza. La plaza es el áspero desierto del Sahara, es la propia cordillera
Tissergat. del Atlas, es aquel lugar que surge como plano horizontal y dotado de un conti-
4.40 Representación de um-
bral en el paisaje del Alto Atlas. nuum material que Barragán no tardó en incorporar en sus proyectos posteriores
Croquis. |Elaboración propia. al viaje, como en el caso de la propuesta para la plaza del Zócalo en Ciudad de
4.41 Umbral de Casa Egers- [4.37] México, realizado justo en 1953. El Zócalo fue diseñado como una superficie lisa
trom. Autores: Luis Barragán y
Andrés Casillas de Alba, 1964. y continua, con una pavimentación de piedra natural y exento de vegetación:
un espacio severo, donde el horizonte esta vez queda definido por la línea de las
construcciones existentes y la catedral, imponente y espectacular, al igual que la
qasba norteafricana. El arquitecto tapatío caminaba entre sueño y realidad hacia
la entrada de la ciudad, en un viaje paralelo desde lo intangible a lo físico.
En los qsur visitados por Barragán como Ait ali Oulhssan, de planta cuadrada,
o Tissergat, de planta poligonal, hasta llegar a Ait Ben Haddou, formado por
un trazado irregular que se acomoda a la tortuosa topografía del lugar, el límite
[4.39] entre exterior e interior, paisaje y ciudad, es marcado por altas murallas, donde
[4.40] se ubican de uno a tres accesos. A la vista de un arquitecto con mucha imagi-
nación aquellos umbrales se asemejaban a unas grutas: aparecían más vividas
gracias a la oposición de la oscuridad interior frente al resplandor del exterior
de la muralla bajo el sol. El jalisciense, a la hora de cruzar aquellas cuevas, ad-
[4.38] virtió la misma sensación de misterio y descubrimiento que sintió atravesando
la Puerta de la Justicia de la Alhambra: el acceso como sendero tortuoso con
unos bancos para reuniones ocasionales y, por el otro lado del umbral, el mismo
brillo del sol pre-sahariano, esta vez a iluminar el espacio público interior. La
idea de laberinto, tanto de las ciudades hispanomusulmanas como de los qsur
bereberes, ya subyace en sus accesos y se traduce en el elemento del zaguán que
introduce Barragán en obras como la capilla de Tlalpan, es decir, un espacio de
transición sensorial capaz de detener el tiempo y que termina en un vestíbulo o
estancia. En la capilla de las Capuchinas Sacramentarias el zaguán está inunda-
do por la luz filtrada por la celosía amarilla, debajo de la cual se sitúa un banco
88
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.43
4.42
4.44
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.42 Calle de Ait Ben Had- para las monjas. En la casa Gilardi el corredor de acceso al evocativo espacio de
dou.
4.43 Alcaicería o fundaq de
salón-comedor con la alberca es un auténtico lugar atemporal, físico y abstracto
Granada. |Elaboración propia. a la vez, irradiado por la luz que penetra por las estrechas aberturas rectangula-
4.44 Danzas árabes. res que dan al patio y que tiñe la atmósfera de un color amarillo capaz de dilatar
el espacio.
90
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.45
4.46
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.45 Un suq en Rissani. estas cosas y de los paisajes que son también nuevos para mí. Me imagino que
4.46 Tenería Shouara, Fez. este rincón del mundo está igual que hace mil años. […] 34
El paralelismo entre las tradiciones de lugares diferentes, pero con una fuerte
identidad popular es cristalino. Por una parte, la palabra rincón hace referencia
a un remanso del planeta escondido, que suscitó el interés de muchos historia-
dores, viajeros y arquitectos por su cualidad atemporal, entre otras. Por otra, el
rincón es el conjunto enredado de callejones y plazoletas árabes donde la gente
desarrollaba su día a día, en un entorno de vida y alegría, en el cual el jalisciense
vislumbraba los valores de familia y religión. Al igual que Aldo Rossi, Barragán
veía la ciudad árabe como un lugar de acontecimientos, donde la arquitectura
estaba forjada por el conjunto de personas y sus tradiciones.
[4.45]
En las ciudades del sur del Atlas Barragán pudo empaparse de la atmósfera abi-
garrada de los aswaq (suq en singular), palabra árabe con su correspondiente en
el castellano «zoco» y que identifica el mercado permanente o temporal que se
desarrolla tanto en las plazas como en las calles, y que encuentra sus variantes
en el fundaq, mercado que solía desarrollarse en un edificio cerca de la mezquita
y de propiedad del monarca. Los asqwaq se formaban, al igual que el mercado
34. Terragni, Emilia. «El de provincia mexicano, en un día de la semana, acogiendo una gran cantidad
arte en la arquitectura». Página de gente proveniente de pueblos más o menos cercanos. En el texto Sobre el
242. Carta de Barragán a Chucho
Reyes Ferreira. Extraído de Zan-
pintor Jesús «Chucho» Reyes, redactado en 1951, un año antes del tercer periplo,
co, Federica. Luis Barragán. La Luis Barragán describió un día cualquiera en un mercado mexicano a partir de
revolución callada. Milán. Skira la plaza soleada, grande y polvorosa donde llegaban los grupos de indígenas con
Editorial. 2001.
35. Riggen Martínez, An-
«blancos vestidos de manta y policromías tropicales. Magenta, solferino, azul,
tonio. Luis Barragán: escritos y rosa, amarillo, verde, rojos, violetas.»35 Son los colores de las telas, alfombras y
conversaciones. Madrid. El Cro- hasta animales que se vendían en aquellos días. Tonalidades que emergen a me-
quis Editorial. 2000. Extracto del
texto «Sobre el pintor Jesús Chu- nudo en los cuadros de Chucho Reyes Ferreira. Para el arquitecto mexicano el
cho Reyes» de Luis Barragán y suq era sinónimo de frenesí, lugar de olores y colores. Alfombras, sedas y artí-
Alfonso Pallares, 1951. Página 33. culos de joyería eran también los objetos que vio, como si de un de déjà vu se
Descripción de los colores y obje-
tos del mercado mexicano. tratara, en los zocos de las ciudades marroquí.
92
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.47
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.47 Ilustración de la vista El arquitecto jalisciense admitió que la paleta de colores tan vivos que se encuen-
aérea de la Tenería Chouara en
Fez. |Elaboración propia.
tran en su obra madura se inspiraba a los cuadros de Chucho Reyes. De hecho,
a partir del convento de las Capuchinas Sacramentarias en Tlalpan, fue quien
colaboró con él, junto a Mathias Goeritz. No obstante, es indudable que el uso
de un color cada vez más elocuente asienta también en la reminiscencia de las
tonalidades que pudo observar tanto en los aswaq como en las tradiciones ances-
[4.46] trales de las ciudades marroquí. Paradigmaticas en este sentido, son las tenerías
[4.47] de Fez, verdaderas plazas insertadas entre los edificios blanco cal, repletas de
pozas circulares con tintes de varios colores y que se usaban para la transfor-
mación del cuero. Los curtidores se sumergían en las pozas hasta las rodillas,
apisonando y enjuagando las pieles durante el proceso del curado.36 El jalisciense
quedó abrumado por aquella cualidad artesanal, capaz, como la arquitectura de
los qsur, de perdurar en el tiempo. Dicha cualidad se atisba también en su obra,
desde los detalles de las carpinterías hasta el diseño del mobiliario. A los ojos
de Barragán la severidad y abstracción exterior de aquellas fortalezas fungía de
contraltare a la vitalidad interior y las cosas físicas de la gente con sus recónditas
tradiciones, en una experiencia que agudizó los sentidos durante su recorrido
por las angostas callejuelas.
La calle y el laberinto
Las calles de las ciudades árabes siguen una trama irregular que nace espontá-
36. Lara ruiz, Manuel de;
neamente como espacio residual entre los edificios. Sin una planificación que la
Morell Sixto, Alberto; Pérez ordena, es más bien un caos aparente que refleja el murmullo de la vida colecti-
Gómez, Eduardo. Marruecos. va. Resulta antitético el concepto de calle y espacio público en la arquitectura de
Madrid: arcadia mediática. 2004.
Página 31. Proceso de transforma- Barragán, respecto al de los qsur y ciudades de matriz hispanomusulmana. Por
ción del cuero en las pozas circu- lo que respecta la ciudad árabe, su trama urbana se desentraña en una red de
lares en las plazas de Fez. vías principales a las cuales se abren las callejuelas o darb, con unas puertas que
37. Torre Balbas, Leopol-
do; Terrasse, Henri. Ciudades las cierran durante toda la noche para garantizar seguridad a los vecinos. Cier-
Hispanomusulmanas. Madrid. tamente el tema de la protección afectaba el qsar tanto desde el exterior como
Dirección General de Relacio- [4.48] en su interior. Las viviendas suelen construirse adosadas e incluso sobrevolando
nes Culturales del Ministerio de
Asuntos Exteriores. 1985. Página las vías y creando verdaderos túneles donde la luz penetra cenitalmente. Entre
281. Concepto islámico de calle. los vecinos había quien se ocupaba de vigilar la calle o un tramo de ella, siendo
94
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
«La atracción que ejercen los laberintos y las habitaciones secretas, los tenebrosos pasadi-
zos y los tramos de escaleras vertiginosos se trasmite aquí íntegramente en una expresión
arquitectónica a la vez compleja y cristalina. Ni casa ni pueblo, sino síntesis de ambos, estas
construcciones las concibieron personas que edificaban según inspiración e imaginación.»38
4.49
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.48 Calle cubierta en el qsar [4.49] muchos los robos y asesinatos. Los durub dan acceso a pequeños pasadizos sin
El Khorbat Oujidid.
4.49 Típica red urbana de un
salida o zuqaq donde se asoman las puertas de las viviendas.37 Tanto el darb como
qsar. Qsar D’Ouargla. |Elabora- el zuqaq, por lo tanto, asumen la connotación de elemento urbano de vigilancia
ción propia. y protección de la domesticidad de la población, haciendo del qsar un recinto
capaz de amparar espacios repletos de vida y luz como las plazas y el suq, y, al
mismo tiempo, una densa red de recovecos y rincones oscuros. Las puertas de ac-
ceso a las casas son los únicos huecos en fachada abiertos hacia la calle. Durante
el día se solían dejar abiertas y, por esta razón, las puertas de los frentes opues-
tos de los edificios siguen una disposición en tresbolillo: la preocupación por la
seguridad no impedía el normal desarrollo del día a día. De hecho, una de las
características de la cultura árabe es la compaginación de la vida colectiva junto
con la privacidad, prerrogativa esta, sobre todo para la protección de las mujeres.
A raíz de esto, cabe destacar la función de la mashrabiya, celosía árabe de madera
presente también en la obra de Barragán. En la arquitectura árabe adquiere la
función de ocultar las mujeres de los ojos indiscretos de los hombres en la calle.
Luis Barragán, al recorrer aquellas vías angostas, percibía una condición espacial
laberíntica y aquel carácter de fortaleza ya encontrado muchos años antes en
los conventos hispanomexicanos del siglo XVI y en la Alhambra. Los patios y
los jardines del conjunto monumental granadino, conectados por oscuros y tor-
38. Rudofsky, Bernard. Ar- tuosos pasadizos habían esculpido sus primeras convicciones arquitectónicas.
chitecture Without Architects. Desde la idea de laberinto, pasando por la cualidad de protección del muro como
1964. Traducción de Alda, Enri-
que. Arquitectura sin arquitec-
límite entre exterior e interior, hasta la celosía y la ventana como elementos de
tos. Logroño. Pepitas ediciones. no-relación entre calle y hogar, son muchos los rasgos de aquella arquitectura
2020. Página 59. Descripción de de tierra que Barragán reprodujo en sus jardines y casas con una declinación
las ciudades fortalezas en el de-
sierto de Marruecos. diferente. La calle para L.B. era la alegoría de la mudable y fugaz vida moderna,
39. Riggen Martínez, An- un mero espacio de transición que no deja lugar a la paz del individuo y al placer
tonio. Luis Barragán: escritos y del instante. Un lugar tal vez peligroso del cual protegerse mediante el muro.
conversaciones. Madrid. El Cro-
quis Editorial. 2000. Página 38. En el fraccionamiento del Pedregal el diseño del arquitecto tapatío preveía la
Conferencia sobre los jardines de trasformación de las vías en verdaderos jardines verticales, con hileras de árboles
El Pedregal, realizada en Califor- y fuentes, de forma que cada vivienda pudiese tener su trozo de jardín también
nia en 1951, donde Barragán habla
sobre su idea de calle dentro del en el exterior del recinto, mitigando la transición entre espacio público y priva-
fraccionamiento. do.39 Se deduce, entonces, que Barragán trasladó la idea del laberinto del espacio
96
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.50
4.52
4.51
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.50 Fachada de la qasba público bereber no tanto a la calle de sus fraccionamientos, sino al interior de
Boulmalne de Dades.
4.51 Fachada en el qsar
sus casas, generando recintos concatenados40 en un proceso de descubrimiento
Taourirt. continuo del interior.
4.52 Fachada de la Casa Estu-
dio de Luis Barragán.
[4.50] ¿Cómo cambió el diálogo calle-fachada-entrada en la arquitectura de L.B. antes y
[4.51] después del viaje? Desde las primeras obras su aptitud respecto a la calle resultó
ser la de aislarse de ella. En la casa González Luna de 1929 o en la Casa Cristo, rea-
lizada un año más tarde, el jardín, inspirado por los patios de la Alhambra y por
el legado de Ferdinand Bac, funge de elemento de transición entre calle y acceso
a la casa: un pequeño paraíso placentero donde la fuente produce un sonido ca-
paz de escandir el tiempo. La fachada de acceso, a menudo dominada por arcos
de matriz musulmana, dialoga con el jardín, presentando un carácter más per-
meable. Permeabilidad hacia el espacio público que desapareció en obras como
[4.52] la Casa Estudio, que Barragán empezó a construir en 1948, la casa Egerstrom en
la Cuadra San Cristóbal de 1968 o la Casa Gilardi, terminada en 1977. La fachada
adquiere la misma connotación de los frentes casi ciegos de las casas de los qsur
marroquíes, con sus carácter de protección e intimidad. L.B. trasladó el jardín al
lado trasero de la casa recreando el paisaje de los oasis que pudo ver durante su
periplo por las tierras del Atlas. La dureza exterior de las qasabat se contrapone
a la riqueza interior del hogar en una relación dicotómica que acompañaría la
madurez de la obra del arquitecto tapatío.
98
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.54
4.53
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.53 Bou Taghrar. El carácter autóctono de la arquitectura vernácula norteafricana gravita alrede-
4.54 Axonometría y explica-
ción del sistema constructivo del
dor de la técnica constructiva utilizada para levantarla. Por encima del estrato
tapial. |Elaboración propia. [4.53] rocoso de cimentación se sitúan los tapiales, es decir los encofrados de madera
[4.54] donde se vierte la tierra amasada y apisonada por los albañiles.41 Los travesaños
de sustentación del encofrado denominados agujas, al quitarlos dejan sus marcas
en las paredes, contribuyendo a caracterizar la identidad de aquellas construc-
ciones: liberadas de cualquier tipo de esmero hacia la forma, es el proprio mé-
todo constructivo a generar su imagen final y, retomando las palabras de Faissal
Cherradi Akbil, «la dureza no permite lo innecesario». El viento del chergui sopla
incesantemente erosionando las aristas de aquellas edificaciones, reconstruidas
visualmente gracias a la omnipresente dicotomía entre luz y sombra. Tanto tapia
como piedra y madera se arrancaban a menudo de edificios en ruina, limitando
el consumo de recursos, a demostración de cómo una arquitectura de hace siglos
haya anticipado la preocupación contemporánea hacia el medioambiente.
41. Soriano Alfaro, Vicent. La fuerza que Barragán atisbaba en las qasabat consistía en la imagen de aquellos
Arquitectura de tierra en el sur de muros lisos de tapia o adobe que podían alcanzar noventa centímetros de espe-
Marruecos. El oasis de Skoura.
Barcelona. Fundación Caja de Ar- sor, configurándose como cascara natural contra las intemperies. Ciertamente
quitectos. 2006. Página 73. Mate- el entorno urbano de Ciudad de México o Guadalajara no era tan adverso, es
riales y técnicas de construcción. decir la fuerza del muro barraganiano no asienta tanto en su capacidad de pro-
42. Aníbal Figueroa Castre-
jón es profesor de la Universidad tección frente a los agentes atmosféricos, sino a la cualidad intrínseca de abrigar
Autónoma Metropolitana de Mé- la casa, el hogar. En una anécdota que el arquitecto tapatío contó en una charla
xico . En 1989 pública la prime-
con Aníbal Figueroa Castrejón42 habló de una visita a la casa de un amigo nor-
ra edición de «El arte de ver con
inocencia. Pláticas con Luis Ba- teamericano en Connecticut. Se trataba probablemente de la Glass House de
rragán». Se trata de una recopi- Philip Johnson, un rectángulo de vidrio totalmente abierto a la naturaleza y con
lación de las palabras del propio
Barragán durante una entrevista
un cilindro central para servicios. A pesar del aislamiento del emplazamiento, el
hecha por Castrejón. vidrio, según L.B. no garantizaba la intimidad que tiene que tener un hogar: al
43. Figueroa Castrejón, preguntar a los demás invitados cual fuera el lugar de la casa donde se sentirían
Aníbal. El arte de ver con inocen-
cia. Pláticas con Luis Barragán.
mejor casi todos indicaron el baño o el vestidor.43 En aquella misma entrevista
México. Universidad Autónoma Barragán definió el muro como un abrigo físico pero también emocional. Es más,
Metropolitana. 2002. Página 88. en la poética barraganiana del muro queda patente su cualidad de misterio: el
Luis Barragán habla de su visita a
la casa de Philip Johnson y de la muro es aquella muralla en la que abre huecos de vario tamaño, una cortina
cualidad del muro como abrigo. opaca que esconde lo que hay detrás, dejando que sea la propia imaginación a
100
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.56
4.55
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.55 Qasa en Tazroute. intuirlo, la ensoñación del descubrimiento que el jalisciense tuvo al recorrer los
4.56 El hueco en las qasabat
y tighremt ‘n de Skoura y Ouarza-
túneles y patios de la Alhambra antes y de Marruecos después.
zate. |Elaboración propia.
Metamorfosis del hueco
[4.56] El trayecto por Marruecos propició un cambio evidente en la epifanía del hueco
en la obra de Barragán: en su único boceto del viaje al norte de África publica-
do, las ventanas de las qasabat aparecen dibujadas casi como garabatos: la im-
perfección del dibujo refleja la de aquellas aberturas casi escavadas en la pared
y que otorgan a los palacios bereberes la apariencia de los castillos de la Edad
Media. Las que emergen en las paredes lisas y torres de qasabat y tighremat’n
son pequeñas, siendo muchas veces troneras de control defensivo ubicadas en
la parte superior de las atalayas. Las tighremat’n suelen tener huecos más gran-
44. Soriano Alfaro, Vicent.
des con ventanas enrejadas, ya que, con la mejora de la seguridad, disminuyó
Arquitectura de tierra en el sur de el uso de las troneras.44 Cabe destacar que el hueco en los qsur y qasabat más
Marruecos. El oasis de Skoura. antiguas es una herramienta defensiva y también climática: los muros gruesos
Barcelona. Fundación Caja de
Arquitectos. 2006. Página 109. perforados con aberturas de pequeño tamaño reducen las pérdidas de energía
Descripción de la materialidad y térmica manteniendo en el interior una temperatura constante y protegiéndolo
de los huecos en fachada de una del clima extremo del desierto. Un principio similar adoptado en el siglo XX por
tighremt.
45. Moreno Moreno, Maria el egipcio Hassan Fathy, reconocido como arquitecto de los pobres. Oponiéndose
Pura. «El discurso arquitectónico al estilo internacional de aquel entonces, Fathy puso al centro de su dialéctica ar-
de Hassan Fathy Lo vernáculo quitectónica la construcción, realizando obras de adobe con celosía de madera y
desde una perspectiva moder-
na.» Cuaderno de Notas; Núm. 19 techos abovedados capaz de adaptarse al árido paisaje egipciano y conforme con
2018. Páginas 57-68. las antiguas y sin embargo modernas técnicas bioclimáticas de la arquitectura
102
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.57
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.57 Evolución del hueco en autóctona, como la ventilación cruzada y la reducción de las pérdidas de energía
la obra de Luis Barragán. |Elabo-
ración propia.
térmica a través de la cascara constructiva.45
104
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.58
4.60
4.59
4.61
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.58 Casa Fathy en Shore Sidi travesía por Marruecos, ya que en la mayoría de las obras posteriores el instinto
Krier. Autor: Hassan Fathy, 1971.
4.59 Remodelación de casa
de protección y de cuidado del hogar se traduce en una actitud de indiferencia
en Chapala. Autor: Luis Barra- respecto a la calle y de abertura hacia el interior: cualidades que Barragán había
gán, 1930. vislumbrado en las qasabat y tighremat’n del paisaje pre-sahariano.
4.60 Ventana en Casa Cristo.
Autor: Luis Barragán, 1929.
4.61 Mashrabiya en qasba [4.60] Al cruzar las puertas de aquellos palacios fortificados el arquitecto tapatío co-
Amridil, Skoura. [4.61] noció la penumbra. Las habitaciones interiores votadas a lo esencial se teñían
de una atmósfera ascética. Ventanas enrejadas y mashrabiyas filtraban la luz,
que, al entrar, se incorporaba a las sombras. La cualidad austera del interior de
las qasabat y la huella del entorno religioso donde Barragán había crecido con-
vergen en la síntesis del hogar barraganiano, lugar interior donde la luz se filtra
o bien por vidrios pintados de amarillo y contraventanas blancas, que, al abrirse,
delineaban una cruz, o bien a través de celosías de mampostería que constituyen
una reinterpretación de la mashrabiya árabe, si bien con un significado diferen-
te: no tanto mirado a velar lo que hay detrás, sino a potenciar y teñir el interior
mediante la luz tamizada. El espacio adquiere el resabio de una escenografía
melancólica y sacra a la vez. La puesta en escena de la devoción de Barragán
hacia San Francisco de Asís y la evocación de la atmósfera de la arquitectura del
sur del Atlas.
Espacio doméstico
106
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.62
4.63
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.62 Patio en la qasba Amri- vacidad. En todo tipo de vivienda árabe la organización funcional es similar: la
dil, Skoura.
4.63 Patio del Convento de
planta baja se reserva para animales y almacenaje, el piso superior para la cocina,
las Capuchinas Sacramentarias normalmente ubicada en el lado del patio, y los dormitorios, los cuales se pue-
en Tlalpan. Autor: Luis Barragán, den ubicar también en una segunda planta, separando los usos.46
1953-1963.
Finalmente, la terraza es quizá el espacio que más aúna la obra madura de Ba-
rragán con la vivienda bereber, siendo una verdadera habitación exterior del
edificio. En el hábitat pre-sahariano que pudo visitar L.B., el clima afectaba el
desarrollo de la vida colectiva, tanto que, en los días perturbados por el cálido
soplo del chergui, la terraza fungía de lugar de ocio y relajación para las mujeres,
además que como lugar abierto al firmamento donde dormir por la noche. En las
primeras viviendas del jalisciense la azotea no tenía una función específica. Sin
embargo, pareció adquirir importancia después del viaje, en obras como su casa
108
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
4.64
4.65
4| Periplo por las tierras del Atlas
4.64 Azotea en el qsar El [4.65] en Calle General Francisco Ramírez 14 y en Casa Gilardi, donde levanta los mu-
Khorbat Oujdid.
4.65 Azotea de Casa Gilardi.
ros emblemáticos que conforman un espacio cerrado y abierto al mismo tiempo
Autor: Luis Barragán, 1975-1977. y de origen mestizo asimilable a un patio más de la casa. La azotea de Barragán,
de hecho, brota a partir de dos mundos aparentemente en los antípodas: por un
lado la reminiscencia del espacio metafísico del lecorbusierano ático para Char-
les de Beistegui y creado como un escenario capaz de apropiarse de la ciudad,
donde los monumentos parisinos se convierten en objetos surrealistas;47 por otra
parte, las terrazas de aquella arquitectura sin pedigrí del Alto Atlas construidas
[4.64] por exigencias climáticas y de defensa. La azotea del arquitecto tapatío trae ins-
piración de ambos mundos y añade una tercera interpretación, su propia inter-
pretación: la terraza como una habitación exterior con altos muros asimilables
a las murallas de los qsur y capaces de aislar completamente el dentro del fuera,
siendo el dentro una nueva forma de entender el espacio exterior, donde el techo
no es más que el cielo en todos sus matices. Se trata de un auténtico lugar de
rito y contemplación que representa la última etapa de un recorrido ascensional
desde el mundo terreno a una dimensión honírica.
110
Casa laboratorio
5.0
5.
5. CASA LABORATORIO
5.2
5.1
5| Casa laboratorio
[5.1] Ubicada en calle Francisco Ramírez 14 y 12, en un solar entre medianeras al prin-
cipio vacío, y diseñada a partir de 1947 para la Señora Luz Escandón Valenzuela1 ,
la Casa Estudio volvió a tener como cliente su mismo arquitecto un año después.
Barragán la consideró como un laboratorio personal que fuese capaz de «crear
un ambiente moderno, ubicado en y como parte de México, y de utilizar mate-
riales básicos y rústicos requeridos para el confort moderno».2 Es una obra, por
ende, que sufrió de transformaciones más o menos evidentes a caballo del viaje
del 1952 y hasta su muerte en 1988.
[5.2] La fachada, que en un plano fechado en enero 1948 sigue los cánones de la ar-
quitectura moderna, con una ventana longitudinal de huella lecorbusierana que
1. Zanco, Federica. Luis Ba- ponía en relación la terraza de la planta superior con la calle, en un diseño alter-
rragán. La revolución callada. nativo vuelve a tener huecos de tamaño reducido: la azotea de la planta primera
Milán. Skira Editorial. 2001. Pági- se ciega por completo, mientras que dos ventanas cuadradas se abren para ilu-
na 92. Texto sobre la casa en calle
Francisco Ramírez 14, Ciudad de minar los servicios. El último diseño se ve modificado gracias al adición de los
México. dormitorios y el vestidor, apodado como cuarto del Cristo, en la primera planta,
2. Ibidem. Página 93. Decla- [5.3] asumiendo la composición hodierna. Particular atención merece la ventana de
ración de Barragán a la periodista
estadounidense Esther McCoy la biblioteca, originariamente diseñada con proporción rectangular pero realiza-
sobre su casa en Tacubaya. da en forma cuadrada. Sobresaliendo del plano de la fachada hacia el exterior,
3. Torre Balbas, Leopol-
do; Terrasse, Henri. Ciudades
[5.4] asume la connotación del ajimez3 árabe, otra reminiscencia del norte de África.
Hispanomusulmanas. Madrid.
Dirección General de Relacio- Los huecos abiertos a la calle, que desde el exterior aparecen como sustracción
nes Culturales del Ministerio de
Asuntos Exteriores. 1985. Página
de la masa del muro, de forma similar a las qasabat de Marruecos, en el interior
406. El ajimez es un balcón vo- [5.5] adquieren otras peculiaridades: paneles de vidrio traslúcido blanco y, a veces,
lado cerrado por celosías (mas- [5.6] amarillo, como ocurre también en Casa Gilardi, hacen que el hueco vuelva a ser
hrabiyas), típico de las ciudades
hispanomusulmanas y de Ma- un artefacto que ilumine el interior y que oculte el exterior. La ventana de la
rruecos. biblioteca, por ejemplo, es amplia y permite que la luz penetre copiosamente, lo
116
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5.4
5.3
5| Casa laboratorio
5.3 Casa Estudio, ventana de cual se traduce en el cumplimiento de la necesidad de leer y, al mismo tiempo,
la biblioteca. Autor: Luis Barra-
gán, 1947-1948.
crear una atmósfera íntima y de aislamiento respecto a la ciudad. En otras cir-
5.4 Ventana de una qasba en cunstancias la ventana presenta una doble capa: vidrio por fuera y contraventana
Ouarzazate. por dentro. Esta última siempre queda dividida en cuatro partes rectangulares y
[5.8] cuadradas, de manera que, al abrirse, la luz penetra delineando una cruz inicial.
Si en la Iglesia de la luz Tadao Ando crea la cruz tallando la pared, en la Casa
Estudio Barragán la obtiene mediante la acción de abrir la contraventana y, dada
su religiosidad, es verosímil que fuese un gesto voluntario.
118
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5.7
5.5
5.6
5.8
5| Casa laboratorio
120
5.2 Casa de recintos
5.10
5.9
5| Casa laboratorio
El
5.10 Recovecos y zaguanes en contraltare de la austeridad de la fachada reside en la complejidad interior
la Casa Barragán. |Elaboración
propia.
de la casa. En el texto «La arquitectura de Luis Barragán: una arquitectura
de recintos», Xavier Monteys Roig, catedrático de la Universidad de Catalunya,
hace hincapié en el carácter laberíntico de la arquitectura de Barragán, a partir
de la Casa Estudio. En esta obra, en particular, parecen concentrarse las reminis-
cencias de los pueblos mexicanos y de la arquitectura del norte de África, aco-
munados por someter la apariencia exterior a la fuerza del paisaje, y, en cambio,
el espacio interior a la domesticidad de la familia.4
[5.10] Al entrar en la casa por el zaguán de acceso son los muros los auténticos prota-
gonistas de la epifanía laberíntica del espacio de la casa: primero se ensanchan,
luego se doblan y se estrechan para enmarcar el quicio de las puertas. En este
4. Monteys Roig, Xavier. ademán vuelve a estar presente la Puerta de la Justicia de la Alhambra con su
«La arquitectura de Luis Barra- planta en s y los recuerdos de los paseos por las callejuelas de los qsur del Atlas:
gán: una arquitectura de recin-
tos». Texto extraído de De Anda
en un primer momento, de hecho, la biblioteca y el salón fueron diseñados como
Alanís, Enrique Xavier. Luis Ba- un único espacio a doble altura5, salvo, poco después, añadir una mampara para
rragán. 1990. Historia de un deba- dividir los usos y llevar el viajero hacia una nueva estancia que se desvela poco a
te. México. Universidad Nacional
Autónoma de México. 2016. Pági- poco, como al girar la esquina de un darb o un zuqaq.⁶
na 108.
5. Zanco, Federica. Luis Ba- El elogio barraganiano al descubrimiento permea los corredores, que dan paso
rragán. La revolución callada.
Milán. Skira Editorial. 2001. Pági- a estancias de altura cambiante. La casa se transforma en una de las ciudades
na 94. Dibujo de una versión del fortaleza de Marruecos, donde los muros aparecen como entidades abstractas
proyecto cuando el cliente volvió y físicas al mismo tiempo, dentro de una operación de doblamiento continuo
a ser el mismo Barragán.
6. Gallotti, Jean. Le jardín capaz de crear rincones y recovecos. Unas puertas que no llegan al techo sirven
et la maison árabes au Maroc. para separar estancias contiguas, cegando la visual y fomentando la curiosidad
Francia: Actes Sud. 2008. Extraí-
de cruzar el umbral. La fuerza del muro genera así el hogar barraganiano: múl-
do de Torre Balbás, Leopol-
do; Terrasse, Henri. Ciudades tiples recintos concatenados e individuales a la vez. A la rotura de la caja neo-
Hispanomusulmanas. Madrid. plasticista, Barragán contrapone su reconstrucción. Al espacio fluido de Mies
Dirección General de Relacio-
nes Culturales del Ministerio de
Van der Rohe se opone el espacio concadenado del arquitecto tapatío: el primero
Asuntos Exteriores. 1985. Página nace para ser subdividido posteriormente, el segundo se genera mediante un
406.
122
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5.12
5.11
5.14
5.13
5| Casa laboratorio
124
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5.15
5.16
5| Casa laboratorio
5.15 Continuidad del techo. cuidaban de él. Concebida inicialmente como un espacio que se aislaba de la
Vista desde el mezzanine. |Ela-
boración propia.
calle y se abría hacia el jardín del lado trasero, la azotea es otro elemento emble-
5.16 Casa Estudio, vista de la [5.12] mático de la obra de L.B: la barandilla de madera que asoma al jardín desaparece
biblioteca. Autor: Luis Barragán, años después para dejar espacio a un alto muro que la encierra totalmente. Este
1947-1948.
lugar de la casa asume la connotación de una habitación exterior, un lugar me-
tafísico donde sueño y realidad se confunden. ¿Para qué Barragán quiso ocultar
la vista al jardín? Tal vez necesitaba un lugar cuanto más cercano a la presencia
divina y que trascendiera el mundo terreno. Quizás constituía una dimensión es-
pejo capaz de reflejar su alma. Verosímilmente pudo ser otro espacio de su taller,
donde tantear composiciones de colores diferentes que suscitaran emociones y
recuerdos.
Otra consideración es la que merecen los espacios de transición: para los suelos
de zaguanes y escaleras, así como de las zonas exteriores de patio y jardín, es el
empleo de la piedra volcánica, que exprime fuerza y pertenencia a la tierra, a en-
fatizar la transición exterior-interior, representando aquella fusión entre paisaje
y arquitectura en el norte de África, de la cual habló Barragán durante su entre-
vista con Elena Poniatowska.
126
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5.18
5.17
5.20
5.19
5| Casa laboratorio
5.17 Casa Estudio, escalera de de la tierra. Hassan Fathy, cuyos principios constructivos están vinculados a los
la biblioteca. Autor: Luis Barra-
gán, 1947-1948.
materiales autóctonos, emplea la escalera como elemento armónico dentro del
5.18 Casa Estudio, escalera conjunto plástico del edificio. Análogamente, las escaleras de Barragán emergen
del vestíbulo. Autor: Luis Barra- [5.18] del suelo y acompañan el recorrido ascensional manteniendo la sensación de
gán, 1947-1948.
5.19 Casa Ortega escalera del gravedad que es capaz de otorgar una entidad ligada al mundo terreno. La piedra
vestíbulo. Autor: Luis Barragán, volcánica vuelve a ser una alfombra que conduce el viajero del exterior hacia el
1941-1943. interior, y que lo hace ascender hacia la «estancia más privada abierta al cielo»9:
5.20 Escalera en la ciudad de
Chefchaouen en Marruecos. la azotea.
[5.17] Ahora bien, a la escalera estereotómica que emplea en los accesos y corredores,
Barragán contrapone una tectónica, que parece flotar hacia el techo: los escalo-
nes de madera de la biblioteca constituyen un espejo doblado que lo refleja, ge-
nerando una composición metafísica. ¿Se trata de una abstracción de la escalera
de la arquitectura vernácula marroquí llevada al límite? Anteriormente, en Casa
[5.19] Ortega, Luis Barragán había experimentado el recorrido ascensional diseñando
una escalera de hormigón liviana apoyada en la pared exterior y que subía hasta
la azotea. Madera y hormigón son los materiales que califican la variante tectó-
nica de la escalera barraganiana: el hormigón hace que la escalera, a pesar de su
ligereza, siga en armonía con el resto del edificio adquiriendo un carácter escul-
tórico con la ambición de ascender al cielo; la madera, por el contrario, potencia
la calidez del hogar, creando un espacio piranesiano y un recorrido que conecta
los innumerables recintos de la casa.
128
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
Barragán
5.23
5.21
México
Marruecos
5.24
5.22
Barragán
5| Casa laboratorio
5.21 Sillón de la hacienda obras. El mobiliario, dibujado por el mismo arquitecto tapatío en colaboración
mexicana Esperanza, Sinaloa.
5.22 Butaca del estudio de
[5.22] con la diseñadora Clara Porset, de hecho, es la reinterpretación en clave mo-
Casa Barragán. Autora: Clara [5.21] derna de la tradición artesanal mexicana. Las butacas, los sillones, las mesas de
Porset. dibujo son objetos realizados con madera del lugar, piel, fibras vegetales y lanas.
5.23 Patio de las ollas, Casa
Barragán.
5.24 Tinajas en la qasba Sin embargo, distanciándose de la actitud mexicana de los años ’40 de retomar lo
Amridil, Skoura. popular a través de una excesiva ornamentación objetual que recordara la atmós-
fera de las haciendas, Barragán reutiliza aquella tradición en el seno de un estilo
clásico y universal a la vez.10 Los maniquís de pintores, o las figuras de Miguel
Ángel, junto a un bronce de un caballo renacentista pertenecen al mundo clásico
y son paradigmáticos de la puesta en escena por Barragán de su propia arqui-
tectura, tal y como pasa con las esculturas que pueblan sus jardines. El carácter
popular universal, por otra parte, se vislumbra en una elección cuidadosa y res-
tringida de elementos procedentes del mundo vernáculo: el Marruecos visitado
[5.24] a caballo entre 1952 y 1953 pasa a formar parte de la casa en Tacubaya mediante
objetos ceremoniales tribales y las tinajas presentes en el patio junto al jardín,
testigos por una parte de una arquitectura atemporal y escenográfica, y por otra,
identificadoras de una cualidad háptica, además que la visual: la textura que las
[5.23] ollas adquieren con el paso del tiempo hace que vuelvan a ser esculturas con vida
propia y, por ende, capaces de envejecer.11
Si el viaje por las tierras del Atlas pudo haber sido un camino iniciático de adqui-
sición de una nueva consciencia por parte de L.B., hay otro ritual visible en los
10. Zanco, Federica. Luis Ba- objetos religiosos como crucifijos y estatuas de la Virgen, que, o bien se esconden
rragán. La revolución callada. Mi- en los rincones de los intricados recintos de la casa como testigo de la voluntad
lán. Skira Editorial. 2001. Página
94. Barragán elige las imágenes de Barragán de aislamiento y privacidad, o bien quedan a la vista como una pieza
de la casa capaces de describirla. escenográfica más permeada por una huella familiar. En los conventos españo-
Se trata de unos pocos detalles
les del siglo XVI visitados en México por el jalisciense, la presencia de cruces
cuidadosamente elegidos y que
forma parte de la estética con la en sitios imprevisibles como en rellanos de escaleras dotaba a estos lugares de
cual presentaba sus obras. sorpresa y daba sentido a su silencio y desnudez.
11. Casa luis Barragán. Página
web: http://www.casaluisbarra-
gan.org/lacasa/estancia.html, La casa vuelve a ser un museo, donde cada objeto forma parte de una composición
consultada el 20/12/2021. sobria y elegante, representativa del estilo del arquitecto tapatío. Sin embargo,
130
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5.25
5.26
5.27
5| Casa laboratorio
5.25 Vista del corredor desde no todo objeto tenía una única función: a partir de la Casa Estudio, aparecen las
la biblioteca hacia el vestíbulo de
escaleras, tal y como se encuentra
esferas reflectantes, un elemento emblemático más dentro del mundo barraga-
en 1951. [5.25] niano. En una foto tomada en 1951 por la fotógrafa Elizabeth Timberman12 apare-
5.26 Vista del corredor desde ce una estatua de la Virgen en el pasillo entre biblioteca y vestíbulo de escaleras,
la biblioteca hacia el vestíbulo de
escaleras, tal y como se encuentra que, años después se sustituye por una tabla de madera con una esfera encima.
actualmente. Las esferas, además de amplificar un lugar ya de por sí atemporal, coadyuvaban
5.27 Esfera reflectante en la necesidad de vigilancia de todo lo que pasara en la casa, pudiendo actuar como
Casa Barragán.
un espejo capaz de reflectar, a los ojos del arquitecto, las personas que llegaban
[5.26] de un pasillo o estancia sin molestarlo en sus momentos de tranquilidad. Lógi-
[5.27] camente, a menudo se encuentran cerca de los corredores o zaguanes de acceso.13
La inteligencia de Barragán reside en hacer que una pieza estética que forma
parte del mantra arquitectónico de su etapa madura tenga una utilidad real, ha-
ciendo que a la belleza le corresponda la funcionalidad.
132
5.3 Oasis Barragán
5.28
5.30
5.29
5| Casa laboratorio
134
5.4 Color: entre Ferreira y la tierra
marroquí
«[…] Entonces visito el lugar constantemente, a diferentes horas del día, y comienzo a
imaginar el color, a imaginar los colores, desde los más locos e increíbles. […]».15
da.
5.31 Vista de la azotea pinta-
136
Conclusiones
6.0
6.
6. CONCLUSIONES
142
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
6.3
6.4
6| Conclusiones
6.3 Casa Aguilar, Guadalaja- tiempo y que forman una constante en toda la obra barraganiana.
ra. Autor: Luis Barragán, 1928.
6.4 Cuadra San Cristóbal,
Los Clubes, Atizapán de Zarago- [6.3] Otros elementos más figurativos, sin embargo, como pérgolas y aleros, típicos de
za, México. Autor: Luis Barragán, las haciendas hispanomexicanas, así como los detalles decorativos de las puer-
1966-1968.
tas y fuentes que remontan a los escenarios encantados de Ferdinand Bac, van
desapareciendo casi repentinamente desde la etapa racionalista. La depuración
formal que se encuentra por ejemplo en Casa Villaseñor de 1937, obra del período
funcionalista, constituye solamente la punta del iceberg de un sutil y profundo
proceso de transformación que se manifestará por completo después de la trave-
sía a Marruecos. Ésta llega más allá de la simple incorporación de formas plásti-
cas y elementos geométricos como las ventanas triangulares. A partir de la Casa
[6.4] Estudio Barragán propone la morada como fortaleza, en la que la austeridad de
las haciendas mexicanas se une a la pureza de las qasabat marroquíes, hacien-
do del muro una muralla que ampara el interior del ruido de la ciudad. De esta
manera, el espacio vuelve a ser un laberinto de recintos más o menos privados.
El riguroso uso de los materiales, como la calida madera o la cruda piedra volcá-
nica otorga una cualidad táctil, además que visual, convirtiendo el hogar en un
espacio sensorial. Los objetos, por otra parte, restituyen aquel carácter ascético
presente también en los qsur que visitó a los cincuenta años. El color, la luz y las
sombras asumen el mismo papel que en el paisaje pre-sahariano, confiriendo a
su arquitectura la misma abstracción y exaltando la penumbra donde necesario.
144
6.2 Peregrinaje pasado, presente y
futuro al norte de África
6.6
6.5
6| Conclusiones
146
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
6.7 Estudio fotográfico de momento histórico de cambio, haciendo que su obra resulte de difícil posiciona-
Jørn Utzon Marruecos, 1947.
6.8 Ibidem.
miento ideológico.
Habiendo nacido en 1902 Luis Barragán pertenece a la que Josep Maria Montaner
denomina segunda generación del movimiento moderno, en compañía de Terrag-
ni, Aalto, Niemeyer o Johnson.4 Sin embargo, fueron muchos los arquitectos in-
ternacionales de generaciones diferentes a quedar fascinados por las tradiciones
ancestrales y la comunión entre arquitectura y paisaje tanto del mundo medite-
rráneo, como del áspero mundo vernáculo norteafricano. La arquitectura popu-
lar empujó arquitectos como Le Corbusier y Asplund antes, Utzon y Aalto des-
pués, seguidos por Barragán y Fehn, entre otros, a viajar por el norte de África.
Todos regresaron con una consciencia diferente. Viejas y nuevas inquietudes to-
marían posesión de las ideas arquitectónicas de estos personajes.
El
extraido de De Anda Alanís, En-
rique Xavier. Luis Barragán. 1990.
territorio que Luis Barragán encontró en Marruecos, si bien sujeto a cam-
Historia de un debate. México. bios políticos debidos a la independización frente a la colonización france-
Universidad Nacional Autóno- sa, resultaba ser un lugar aún virgen: entre la ruina y el desgaste natural, aquella
ma de México. 2016. Página 102.
Josep Maria Montaner es escritor, arquitectura de tierra seguía manteniendo una atmosfera singular generada por
doctor y catedrático en la Univer- la cotidianidad de la gente que la vivía. Posiblemente el jalisciense tuvo contacto
sidad Politécnica de Cataluña. con descendientes de familias bereberes que habían traído consigo aquellas tra-
148
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
6.10
6.9
6.11
6| Conclusiones
6.9 New Baris Village, Khar- diciones locales ligadas por un hilo invisible a las que vio en México de joven. Al
ga, Egipto. Autor: Hassan Fathy,
1967.
mismo tiempo hay que preguntarse cuanto de aquella cultura haya permanecido
6.10 Casas para enseñantes, hoy en día.
Gando, Burkina Faso. Autor; Dié-
bédo Francis Kéré, 2010.
6.11 Dano High School. Bur- El turismo de masas ha, por un lado, incentivado la restauración del patrimo-
kina Faso. Autor: Diébédo Fran- nio arquitectónico bereber financiando los recursos y, por el otro, trasformado
cis Kéré, 2008. multitudes de qasabat o tighremat’n con sus ambientes despojados de lo inne-
cesario, en hoteles de lujo aptos para protagonizar folletos de viaje. En parte, por
ende, se ha perdido la esencia de aquellos lugares visitados por viajeros y arqui-
tectos en el siglo pasado. Algunos de los qsur que pudo visitar Barragán o bien
han desaparecido, o bien han sido englobados en nuevos tejidos urbanos sin
ninguna planificación. No obstante, sigue en pie una genuina labor de recupera-
ción de la arquitectura y las tradiciones autóctonas llevada a cabo por arquitectos
como Faissal Cherradi Akbil y Carmen Moreno Adán, expertos en restauración
arquitectónica. El planteamiento que proponen se basa en una recuperación de
la arquitectura de tierra marroquí utilizando las técnicas tradicionales de cons-
trucción como el tapial, e involucrando la propia población en las obras de res-
tauración dando continuidad a la tradición artesanal de aquellos pueblos.5
150
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
6.12
6| Conclusiones
6.12 Dibujos de caballos. Au- un determinado lugar impiden la desaparición de las tradiciones locales y de una
tor: Luis Barragán.
manera de construir sostenible y en completo respeto del paisaje. La sociedad
moderna sigue refugiándose en aquel mundo ancestral para reencontrar la co-
munión con la naturaleza. Luis Barragán se refugió en la arquitectura del norte
de África llevándose a México la pureza e intemporalidad de los qsur de los valles
del Atlas y consiguiendo unir la identidad local con la universal. De hecho, el
mismo L. Kahn definió la arquitectura de Barragán como sin tiempo, capaz de
pertenecer a una época tanto pasada como futura.
Aquel viaje de aprendizaje que hizo Barragán hay que recorrerlo intentando
ver lo que él vio e incluso dibujando lo que él dibujó. El anexo a continuación
se intitula Mirada borrosa de un viaje futuro y representa la conclusión de esta
investigación: un recorrido personal nacido de mi propia mano, vislumbrando
el Marruecos, ya desvanecedor, que visitó Luis Barragán.
152
Fuentes
7.0
7.
7. FUENTES
7.1 Bibliografía
7.1.1| Libros
7.1.2| Artículos
7.1.3| Documentos académicos
7.1.1| Libros
1| Primarios
Buendía Júlbez, José; Palomar Verea, Juan; Eguarte, Guillermo. Luis Barra-
gán. México. Reverte ediciones. 1966.
Los textos recogidos en este libro abarcan diferentes temas de la arquitectura de Barragán se-
gún sus etapas de desarrollo. Además, ayudan a conocer el jalisciense desde su entorno más ín-
timo. En este sentido, destaca el texto de Palomar Verea «Bajando a la laguna: descubrimientos
y revelaciones. Mañana en Corrales», un cuento de la rutina de un joven jinete Barragán en los
veranos transcurridos con su familia.
De Anda Alanís, Enrique Xavier. Luis Barragán. Clásico del silencio. Bogotá.
Universidad de Los Andes de Colombia, Escala ltda. 1989.
Comparación del recorrido profesional de Luis Barragán con los compañeros Ignacio Díaz Mo-
rales y Rafael Urzúa. Se pone énfasis en la etapa racionalista del jalisciense como una de las
aportaciones más importantes para la madurez de su obra. Finalmente, destacan entrevistas y
anécdotas contadas por Ignacio Díaz Morales y Francisco Gilardi.
7.0 Luis Barragán (izquierda) Recopilación de las ponencias sobre Luis Barragán. La introducción hecha por Zanco y De
durante una carrera de caballos Anda permite entender el estado de la cuestión respecto al arquitecto tapatío, además de cri-
en Las Arboledas, 1960. ticar la actitud de mitificación de su legado. Destacan las ponencias de Xavier Monteys Roig
y Josep Maria Montaner: el primero habla de la obra de Barragán como una arquitectura de
recintos concadenados; el segundo coloca el jalisciense en el marco internacional y en compa-
ración con la búsqueda de armonía con el paisaje de los arquitectos de la tercera generación.
De Lara Ruiz, Manuel; Morell Sixto, Alberto; Pérez Gómez, Eduardo. Ma-
rruecos. Madrid. Arcadia Medíatica; Serie 14 Km, Cuadernos de investiga-
ción in situ de la arquitectura. 2014.
Investigación in situ en Marruecos. El cuaderno consta de una descripción de los lugares pú-
blicos más importantes de ciudades como Fez y Marrakech complementada por dibujos y fo-
tografías, resultando útil a la hora de trazar un posible recorrido de Barragán por Marruecos y
conocer la arquitectura bereber según una mirada contemporánea.
Figueroa Castrejón, Aníbal. El arte de ver con inocencia. Pláticas con Luis Ba-
rragán. México. Universidad Autónoma Metropolitana. 2002.
Interesante charla del autor con Luis Barragán sobre los temas que más llaman su atención
como magia, belleza, jardines, fuentes y color. Destaca la idea de privacidad y de cómo ha
cambiado la vida en la modernidad.
Futugawa, Yukio. Luis Barragán: Barragán House, México City, México 1947-48.
Tokio. A.D.A. Edita. 2009.
Recorrido por la Casa Estudio de Luis Barragán hecho mediante las fotografías del mismo
autor.
Mimó, Roger. Cinco miradas cruzadas en el Valle del Mgoun: Alto Atlas, Marrue-
cos: [exposición]. Málaga: Eam’coopera. 2013.
Recorrido fotográfico y descriptivo por la arquitectura bereber del Valle del Mgoun, en Marrue-
cos. La descripción se plantea desde el cuento de cinco personas diferentes viviendo en aquellas
tierras. Las fotografías del autor son ejemplificadoras no solamente de la integración de aquella
arquitectura con el paisaje, sino también de tradiciones artesanales ligadas a la construcción.
Molina y Vedia, Juan. Luis Barragán: paraísos = paradises. Buenos Aires. Klic-
zkowski. 2001.
Exposición sobre la obra del arquitecto Luis Barragán a partir de un enfoque biunívoco: la obra
158
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
del jalisciense desde el punto de vista íntimo y subjetivo, capaz de estimular los sentidos con
sus atmósferas mágicas; en segundo lugar, los acontecimientos que han podido influir en su
arquitectura.
Rispa, Raúl; Barragán, Luis; Toca, Antonio; Buendía Júlbez, José María. Luis
Barragán. Obra Completa. Ciudad De México. Tanais Ediciones S.A. 1995.
Recopilación meticulosa de todas las obras públicas y privadas realizadas por Luis Barragán u
atribuidas a él. La descripción de los proyectos se complementa con planos y fotografías que
ayudan la comprensión. Además, el libro consta de los ensayos de Álvaro Siza y Antonio Toca
Fernández sobre el personaje de Barragán y la interpretación de su obra, a veces errónea.
Ruiz Barbarín, Antonio. Luis Barragán frente al espejo. La otra mirada. España.
Colección Arquia/tesis nº 26. 2008.
El autor pone Barragán frente a un espejo: por un lado, se obtiene una visión objetiva y alejada
del propio arquitecto sobre cual fueron sus influencias y el marco internacional en el cual ope-
ró; por otro lado, se examinan más detenidamente algunas obras de Barragán desde una visión
íntima y poética, intentando ver lo que él vio a lo largo de su vida.
La arquitectura bereber de los valles del Atlas queda aquí explicada detalladamente desde la
construcción hasta el programa, mediante representaciones de plantas y alzados acompañadas
por las fotografías del propio autor. Este libro constituye sin duda alguna un verdadero vocabu-
lario del lenguaje vernáculo bereber.
2| Secundarios
Ambasz, Emilio. The architecture of Luis Barragán. New York. Exhibition Cata-
logue, Museum Of Modern Art. 1976.
Delacroix, Eugene. Viaje a Marruecos y Andalucía. Barcelona. José de la Ola-
ñeta Editor. 2012.
Eggener, Keith. Luis Barragán. Gardens of El Pedregal. New York. Princeton
architectural press. 2001.
Ferrera, Raúl; Salas Portugal, Armando; Barragán, Luis. Luis Barragán.
Capilla en Tlalpan Ciudad de México - 1952. México. Sirio Editores. 1980.
Gili I Roig, Gustavo. Barragán: fotografías de la arquitectura de Luis Barragán
160
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
7.1.2| Artículos
Aldrete -Haas, José Antonio. «El legado de Luis Barragán y la renovación de
la cultura». Anales del instituto de investigaciones estéticas nº17. Revistas
Universidad Autónoma México. 1995.
Amado Lorenzo, Antonio. «Kahn y Barragán. Convergencias en la plaza del
Instituto Salk.» Ega Expresión Gráfica Arquitectónica, S.L., nº19, páginas.
126-135. Marzo 2012.
Arnuncio Pastor, Juan Carlos. «Los sueños de Luis Barragán.» Anales de ar-
quitectura. Madrid. Etsa, Universidad De Madrid. 1966.
Barragán, Luis. «En el mundo de Luis Barragán». 2ª ed. México df. Artes de
México, Reproducciones fotomecánicas S.A. Revista Artes de México nº23.
1994.
Curiel Gámez, Fernando. «Arquitecturas sin arquitectos: la mirada de Luis Ba-
rragan por las arquitecturas del Norte de África y Medio Oriente». Univer-
7| Fuentes
162
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
Alva Días, Juan Francisco; González Redondo, Mercedes (tutor de tesis). Luz
y color. La emoción del interior en la obra de Barragán y Ando. Tesis final de
grado. Universidad Politécnica de Madrid. 2020.
Caban Jiménez, John Miguel; García Grinda, José Luis (tutor de tesis). Arqui-
tectura vernácula en la obra de Luis Barragán. Tesis final de grado. Madrid.
Universidad Politécnica de Madrid, 2017.
Ruiz Botello, Patricia. Arquitectura de las haciendas coloniales de México. Te-
sis final de grado. Universidad Politécnica de Cataluña. 2011.
7| Fuentes
Los artículos web consultados han ayudado de forma directa e indirecta la com-
prensión del tema. Se comprobó la dirección url de todas la documentación el
20/12/2021.
7.2.1| Artículos
Biagi, Aida. «El espacio esférico. Sobre la obra de Luis Barragán». Fundación
Paisajes Culturales. 2014.
Página web: https://paisajesculturales.mx/2014/08/15/el-espacio-esferico-so-
bre-la-obra-de-luis-barragan/
164
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
7.2.2| Videos
Casa Árabe. La arquitectura de tierra en Marruecos: la preservación de un rico
patrimonio. Charla de Faissal Cherradi Akbil y Carmen Moreno Adán; Aso-
ciación Terrachidia. 2017.
Página web: https://www.youtube.com/watch?v=C-8yD1OMZ2A
Estudio Rizoma. Luis Barragán. Canal Once; Instituto Nacional de Bellas Ar-
tes; Estudio Rizoma S.A. 2015.
Página web: https://www.youtube.com/watch?v=ZU76DVOYVgY&t=1320s
0| Resumen
1| Introducción
166
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
2.2 El primer viaje de Barragán. Ruta desde la hacienda Los Corrales a Chapala.
Elaboración propia.
168
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
3.14 Pequeño pueblo en las cercanías del qsar Ait Ben Haddou.
Fotografía: Tjetjep Rustandi Photography.
4.2 Ibn Battuta, reconocido como el más grande viajero de la historia, y el mapa
de sus viajes.
Ilustración: Hanna Balicka-Fribes. Tomada de https://www.traveler.es/viajeros/articulos/
ibn-battuta-historia-peregrino-marco-polo-a-traves-del-islam/18260
170
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
Fotografía: Pedro Ignacio García Sáez. Tomada de «Cinco miradas cruzadas en el valle del
Mgoun: Alto Atlas, Marruecos» de Roger Mimó. Página 99.
172
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
tps://www.barragan-foundation.org/luis-barragan/chronology
174
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5| Casa laboratorio
Autor: Luis Barragán, 1947-1948. Fuente: «Barragán House. México City,México, 1947-1948»
de Yukiko Futugawa. Página 48.
5.12 Ibidem.
5.13 Vista de la azotea. Después.
Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente: «Luis Barragán: obra completa». Pág. 123.
5.14 Ibidem.
5.15 Continuidad del techo. Vista desde el mezzanine.
Elaboración propia.
176
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
5.25 Vista del corredor desde la biblioteca hacia el vestíbulo de escaleras, tal y
como se encuentra en 1951.
Fotografía: Elizabeth Timberman, 1951. Fuente. The Avery Review, no. 48. For Arts & Archi-
tecture, vol. 68, no. 8. Smithsonian Archives of American Art.
5.26 Vista del corredor desde la biblioteca hacia el vestíbulo de escaleras, tal y
como se encuentra actualmente.
Tomada de https://www.instagram.com/casaluisbarragan/
5.29 Muro del jardín del daar Paru en M’Hamid, valle del Draa.
Fotografía: Richard Mosse. Fuente: «In Search of Ancient Morocco». The New York Times
Style Magazine. Tomada de https://www.nytimes.com/2019/05/15/t-magazine/morocco-tra-
vel-draa-valley.html
6| Conclusiones
178
Barragán en Marruecos
Un viaje pasado, presente y futuro
6.8 Ibidem.
110_Morocco_2.3_4-209. Fotografía: Jørn Utzon. Fuente: Utzon Archives; Aalborg University
& Utzon Center. Tomada de https://utzon-archives.aau.dk/photography/Travel_studies/Mo-
rocco%2C_1947/110_Morocco_2.3_4-209.jpg.html
7| Fuentes
7.0 Luis Barragán (izquierda) durante una carrera de caballos en Las Arboledas,
1960.
Fotografía: Armando Salas Portugal. Fuente: Barragán Foundation. Tomada de https://www.
barragan-foundation.org/luis-barragan/chronology
180
Anexo
| Mirada borrosa de un viaje futuro