El rebranding de Brad Pitt: sus estilismos audaces (y su sintonía con Inés de Ramón) disparan el interés en internet

El actor ha presentado oficialmente a su nueva pareja, y está haciendo una cuidada labor de relaciones públicas utilizando la moda como aliada.
Brad Pitt e Ins de Ramón
Brad Pitt e Inés de RamónJames Sutton - Formula 1/Getty Images

“Todos vamos a morir, así que atrevámonos”. Con esta declaración de intenciones realizada a pie de alfombra roja, Brad Pitt explicaba en 2022 el motivo que lo había llevado a ponerse una falda en Berlín durante la première de su película Bullet Train, foto que dio la vuelta al mundo. Claro que no era la primera vez que lucía una prenda históricamente femenina (Mark Seliger lo fotografió con un minivestido de lentejuelas en el desierto para la revista Rolling Stone en 1999) pero salvo contadísimas excepciones, Pitt ha anclado su imagen a colores neutros y prendas básicas. En esta gira, el actor escenificó el inicio de su nueva era y para ello también se atrevió con un traje de color verde hierba, o con otro en tono salmón, dejando claro que si hay alguien que pueda defender cualquier combinación, es él. Ya entonces el cambio era evidente: el actor, natural de Oklahoma (EE.UU.), estaba entrando en una nueva fase de su vida, al menos en materia de estilo.

BERLIN, GERMANY - JULY 19: Actor Brad Pitt attends the "Bullet Train" photocall at Akademie der Kuenste on July 19, 2022 in Berlin, Germany. (Photo by Sebastian Reuter/Getty Images for Sony Pictures)Sebastian Reuter/Getty Images
BERLIN, GERMANY - JULY 19: US actor Brad Pitt attends the "Bullet Train" premiere at Zoo Palast on July 19, 2022 in Berlin, Germany. (Photo by Tristar Media/WireImage)Tristar Media
LOS ANGELES, CALIFORNIA - AUGUST 01: Brad Pitt attends the Los Angeles Premiere of Columbia Pictures' "Bullet Train" at Regency Village Theatre on August 01, 2022 in Los Angeles, California. (Photo by Axelle/Bauer-Griffin/FilmMagic )Axelle/Bauer-Griffin

Según se supo después, lo hizo guiándose por su instinto y no gracias a ningún famosos estilista: para empezar su transformación, el propio actor recurrió al diseñador Haans Nicholas Mott, interesado por su enfoque sostenible y slow fashion. Juntos trabajaron en la creación de looks personalizados para la gira, abriendo un nuevo capítulo en el estilo del actor.

Hasta entonces, Pitt, que no suele dejarse fotografiar más allá de los eventos que exige la promoción de su carrera, había seguido siempre dos reglas a la hora de presentarse en público: o vestir discreto, impecable y un tanto clásico (lo que solía coincidir con sus apariciones en solitario o siendo soltero), o combinarse hasta mimetizarse con su pareja del momento (sucedió con Gwyneth Paltrow primero, con quien compartía corte de pelo, gafas de sol y look 90s; con Jennifer Aniston después, con quien conjuntaba sus pantalones cargo de día y sus trajes minimalistas de noche; y finalmente al lado de Angelina Jolie, con quien combinaba color de pelo y de atuendo en las alfombras rojas). Brad Pitt ha tenido una manera de vestir para cada una de sus etapas vitales y la última, junto a Inés de Ramón, escenifica que vive una nueva era.

En julio de 2024 la pareja se dejó ver en el F1 Gran premio de Gran Bretaña celebrado en el circuito Silverstone.

Kym Illman/Getty Images

Antes de llegar con su pareja al Lido se produjo el efecto George Clooney. El actor aterrizó en la Biennale a bordo de una lancha junto a su gran amigo y compañero de reparto en la saga Ocean's, creando una imagen cinematográfica que pronto corrió por las redes.

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Y entonces apareció Inés de Ramón. La primera vez que la pareja posó en público fue en la reciente alfombra roja del Festival de Venecia, en la presentación de la película Wolfs: ella, con un vestido blanco asimétrico; él, con un traje negro tan formal como inusual. Hecho a medida, era un traje de Louis Vuitton con una americana de solapas y pantalones satinados con bajo acampanado. Pitt no llevó camisa, tampoco le hizo falta una pajarita. Y aunque a estas alturas de la película ya estamos acostumbrados a ver ropa masculina poco convencional en este tipo de estrenos (por nombres como Timothée Chalamet, Harry Styles, Bad Bunny, Billy Porter o A$AP Rocky, los hombres no tienen miedo a la alfombra roja) que sea Pitt el que rompa con su perfecto e inalterable esmoquin clásico tiene un resultado del todo refrescante.

Brad Pitt e Inés de Ramón, en el Festival de Venecia 2024.

Daniele Venturelli

Brad Pitt, con su traje negro de Louis Vuitton en la alfombra roja.

Dominique Charriau

A su lado, Inés deslumbraba con un vestido asimétrico y drapeado, con ligero brillo, detalles que complementaban a la perfección ese halo años 70 en versión modernizada del actor, lo que ya auguraba la construcción de una nueva imagen pública: en pareja, Pitt y de Ramón se presentan coordinados como una pareja en sintonía y, a nivel en individual, el actor ha pegado un espaldarazo a su popularidad. En los últimos días, coincidiendo con su aparición en Venecia, las búsquedas sobre el actor se dispararon un 4.200% en Google.

Reaparecer en una alfombra roja cuando los titulares de los medios no son favorables a uno es un reto no menor. En los últimos meses el nombre de Pitt ha sonado en numerosas ocasiones cuando cuatro de sus seis hijos, que tuvo con Angelina Jolie, han decidido quitarse el apellido paterno por la mala o inexistente relación que tienen con él. Es el último gesto de su difícil separación. En 2022 la actriz lo acusó de comportamiento abusivo, aludiendo a un incidente en 2016, en medio de una disputa legal por un viñedo que aún continúa. El actor llevó un perfil más bajo en estos últimos años, pero parece estar cambiando. Ya ha presentado oficialmente a su nueva pareja, y está haciendo una cuidada labor de relaciones públicas utilizando la moda como aliada para reconstruir su imagen.

NEW YORK, NY - SEPTEMBER 09: Ines de Ramon and Brad Pitt are seen on September 09, 2024 in New York City. (Photo by METROPOLIS/Bauer-Griffin/GC Images)METROPOLIS/Bauer-Griffin

Después de oficializar su romance en Venecia, la pareja se está dejando ver de la mano por las calles de Nueva York: descendiendo del coche, saliendo a la calle, a las puertas de su hotel o volviendo a desaparecer tras una nube de fotógrafos.

Mientras Pitt no dice palabra, su ropa habla por él. Empecemos por su un traje de pantalón acampanado y camisa con bolsillos de plastrón, todo ribeteado, en color amarillo mantequilla. En el renovado estilo de Pitt el color juega un papel fundamental: es protagonista y salpica las prendas principales del estilismo, pero si consigue funcionar es gracias a que son siempre tonalidades discretas de colores llamativos y –detalle importante para la foto– empastan a la perfección con las tonalidades neutras que viste Inés de Ramón. Si él viste de amarillo de pies a cabeza, ella escoge un look en tono camel.

Inés de Ramón, conjuntada de negro; Brad Pitt, con pantalones estampados.

METROPOLIS/BAUER-GRIFFIN

De nuevo estampado de pata de gallo en los pantalones para Brad Pitt, y en esta ocasión Inés de Ramón vestida de blanco.

Gotham

La otra apuesta reciente de Pitt está en los estampados: se ha paseado por Manhattan unos pantalones anchos con estampado de pata de gallo en rojo y blanco combinados con zapatillas blancas, así como otros muy parecidos con el estampado en negro y combinados con un gorrito bucket. Otro de sus recientes conjuntos llamativos ha sido una camisa y pantalón cargo de efecto arrugado y en azul empolvado que dan la impresión de ser una única pieza.

Brad Pitt e Inés de Ramón, este septiembre en Nueva York: combinados en color azul, ambos con zapatillas y con “total looks".

Jose Perez/Bauer-Griffin

La ropa como herramienta

En la agencia de branding estadounidense Martin Hall analizan cómo las celebridades son maestras en el arte de rehacer su imagen: “El ‘rebranding’ ofrece un enfoque estratégico para adaptarse a las expectativas cambiantes de la audiencia, renovar la identidad de marca e impulsar el crecimiento. Una y otra vez, las celebridades han cambiado su apariencia y han logrado no solo seguir siendo relevantes, sino también volverse más populares”. Añaden que para que funcione, el rebranding no debe ser solo un cambio cosmético, sino un movimiento estratégico. Y aquí el poder de comunicación que tiene la moda es muy valioso.

Un buen ejemplo de una celebridad que ha logrado reconducir su imagen pública a través de la ropa es Victoria Beckham. Cuando en 2007 la exSpice desembarcó en Los Ángeles quería dejar claro su estatus de superestrella así que lo hizo adoptando el aspecto que se esperaba de una famosa millonaria: hiperbronceada, con el pelo rubio platino y una colección de bolsos de Hermès en los colores más chillones imaginables. Cuando Beckham tuvo claro que quería ganarse el respeto de la industria de la moda como diseñadora cambió radicalmente de imagen: los vestidos ajustados dieron paso a prendas de sastrería holgadas y todo en ella, del cabello al maquillaje o la ropa, se barnizó con una capa de elegancia en busca de transmitir credibilidad. Hoy, Beckham es considerada una de los pesos pesados de la moda.

Sobrevivir al personaje que les dio la fama es un objetivo que muchas celebridades buscan cuando necesitan avanzar a nuevos capítulos de su vida o profesión, y cambiar la manera de vestir es una táctica recurrente en el star system. Pamela Anderson, por ejemplo, ha dejado atrás su pasado como icono sexual y se ha reinventado como activista de las causas que le interesan (de la sostenibilidad a luchar contra el edadismo) al cambiar de un vestuario de lo más explícito a uno que le permitiera colocar la atención del público en otra cosa que no fuera su físico. Para ello estableció amistad con marcas como Proenza Schouler o The Row, dejó de maquillarse y se guió por su instinto: “No tengo estilista. Lo hago yo mismo. Nunca trabajo con un estilista. Cada vez que he trabajado con un estilista en el pasado, siempre ha sido un gran error”, contó en 2024 a la revista The Face.

La actriz Anne Hathaway también ha trabajado recientemente su imagen pública, ella con la ayuda de su estilista Erin Walsh. Considerada durante años un personaje muy poco popular, ha afrontado su crisis de imagen aportando audacia y modernidad a su guardarropa, con elecciones arriesgadas que muestran una faceta más divertida, más relajada y más atrevida de su personalidad.

Parece que en 2024 Brad Pitt está explorando las posibilidades de un nuevo estilo y un nuevo momento.

De los 90 hasta hoy

Se conoce como “twinning” o mimetismo estético la tendencia por la cual los dos miembros de una pareja combinan sus estilos hasta formar uno conjunto. Deliberado o no, es lo que ha sucedido a lo largo de la vida de Pitt, que ha fusionado prendas, estéticas y hasta estilos de pelo con sus parejas.

Con Gwyneth Paltrow (1994-1997)

A pesar de su estatus de icono, Brad Pitt nunca se ha considerado ningún referente en cuestiones de moda: “Si tengo algún estilo es que no tengo estilo”, declaró en una entrevista en Esquire en 2021. Aseguraba entonces que lo que guía sus “looks” es la comodidad y que le gusta fijarse en determinados detalles de las prendas que viste: una costura especial, por ejemplo.

Con Gwyneth Paltrow, vestidos en tonos pastel con las prendas más identificativas de los años 90.

Pitt y Paltrow mimetizaron corte de pelo e incluso echas rubias.

Con Jennifer Aniston (1998-2005)

Con Jennifer Aniston compartía gafas de sol, pantalones cargo y actitud despreocupada.

Bauer-Griffin

En la alfombra roja, Brad Pitt y Jennifer Aniston eran la imagen del minimalismo.

BORIS HORVAT/GETTY IMAGES
Con Angelina Jolie (2004-2016)

“Brangelina” combinaba sus estilismos en colores y estilos.

Juntos, Brad Pitt y Angelina Jolie desarrollaron un estilo glamouroso y en ocasiones oscuro.