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Derecho, Estado y Poder Aproximaciones teóricas y análisis de casos: México y América Latina Derecho, Estado y Poder Aproximaciones teóricas y análisis de casos: México y América Latina Juan Manuel Gatica Pierre Gaussens René Torres-Ruiz (coordinadores) Universidad Iberoamericana Juan Pablos Editor México, 2021 UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA CIUDAD DE MÉXICO. BIBLIOTECA FRANCISCO XAVIER CLAVIGERO [LC] KG 99 D47.2021 [Dewey] 340 D47.2021 Derecho, Estado y Poder. Aproximaciones teóricas y análisis de casos: México y América Latina / Juan Manuel Gatica, Pierre Gaussens, René Torres-Ruiz (coordinadores); [autores] Jorge Daniel González Hernández … [et al.]. – México: Universidad Iberoamericana Ciudad de México, 2021 – 270 pp. – 14 x 21 cm. – ISBN: 978-607-417-752-7 1. Derecho – México. 2. Derecho – América Latina. 3. Estado – México – Siglo XXI. 4. Estado – América Latina – Siglo XXI. 5. Derecho constitucional – México. 6. Sociedad Civil – América Latina. 7. Poder (Ciencias Sociales). I. Gatica Carmona, Juan Manuel. II. Gaussens, Pierre. III. Torres-Ruiz, René. IV. González Hernández, Jorge Daniel. V. Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Departamento de Ciencia Sociales y Políticas. VI. Juan Pablos Editor. Primera edición, 2021 D.R. © 2021, Universidad Iberoamericana Prol. Paseo de la Reforma 880 Col. Lomas de Santa Fe, Alcaldía Álvaro Obregón México, 01219, Ciudad de México <publica@ibero.mx> D.R. © 2021, Juan Pablos Editor, S.A. 2a. Cerrada de Belisario Domínguez 19 Col. del Carmen, Alcaldía de Coyoacán México, 04100, Ciudad de México <juanpabloseditor@gmail.com> ISBN: 978-607-417-752-7 Universidad Iberoamericana ISBN: 978-607-711-611-0 Juan Pablos Editor Todos los derechos reservados. Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin la autorización del editor. El infractor se hará acreedor a las san-ciones establecidas en las leyes sobre la materia. Si desea reproducir contenido de la presente obra, escriba a: <publica@ibero.mx>. Impreso en México/Reservados los derechos Índice Introducción Ivette Ayvar Acosta 7 PRIMERA PARTE DERECHO Y ESTADO Estado, derechos de ciudadanía y sociedad civil: una aproximación teórica Jorge Daniel González Hernández 19 El Derecho de representación política: la Constitución como asociación de dominación Juan Manuel Gatica 65 SEGUNDA PARTE DERECHO Y PODER Derecho y poder económico: repensar la empresa y el Derecho Mercantil desde la economía social y solidaria Ivette Ayvar Acosta Estado y corporativismo en México: continuidad y cambio Aldo Muñoz Armenta [5] 99 137 6 ÍNDICE TERCERA PARTE DERECHO, ESTADO Y PODER EN AMÉRICA LATINA Rutas y enclaves del debate liberal sobre Estado, democracia y ciudadanía. Algunas reflexiones sobre América Latina René Torres-Ruiz y Gerardo Covarrubias 161 Cambiar para conservar. Estado y revolución conservadora en América Latina: el caso ecuatoriano (2007-2013) Pierre Gaussens 197 Contrarreforma constitucional en Bolivia: del horizonte plurinacional a la restauración neocolonial del Estado nación Pabel C. López F. 229 Contrarreforma constitucional en Bolivia: del horizonte plurinacional a la restauración neocolonial del Estado nación Pabel C. López F.* IntroduccIón Si, por una parte, la región en la actualidad parece estar atravesando un momento que muestra claros signos de contraste o de retroceso en relación con el escenario sociopolítico que se había configurado en la década anterior y que permitió caracterizar­ la como un “cambio de época” para América Latina, que en algunos casos como Bolivia o Ecuador se tradujo en procesos constitu­ yentes que produjeron nuevas Constituciones que colocaban como su epicentro la plurinacionalidad en la transformación refundacio­ nal del Estado, hoy parece mostrar señales de reflujo en la energía social transformadora y de cambio. Así, el actual contexto regio­ nal se presenta como una clara reconfiguración política respecto al decenio precedente. En ese sentido, el actual escenario sociopolítico en la región, por un lado, estaría marcado por el reflujo de la movilización social o acción colectiva a gran escala, al menos con la fuerza y densidad con la que aconteció en la década pasada, que tuvo incluso la ca­ pacidad de cambiar gobernantes, modificar la relación de fuerzas o poner en crisis a sistemas políticos y/o abrir procesos de trans­ * Abogado boliviano; doctor en Sociología Política por la Escuela Normal Superior de la Universidad de Milano y maestro en Políticas Sociales por la Uni­ versidad de Boloña­Italia. Fue coordinador del grupo de trabajo “Territorialida­ des en disputa y re­existencia” del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSo). [229] 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 229 16/03/2021 01:11:32 p.m. 230 PABEL C. LóPEz F. formación o refundación estatal; por otro lado, se manifiesta un avance de fuerzas políticas conservadoras en la región, en unos ca­ sos representativas de los sectores más neoliberales, capitalistas y reaccionarios, como en Brasil y Argentina. Sin embargo, uno de los aspectos que más llama la atención dentro del contexto regio­ nal en evidente reconfiguración, son los procesos de regresión o retroceso que se manifiestan y se evidencian en los países que, precisamente, presentaban horizontes más claros (al menos en relación con el resto de la región) de transformación, democratiza­ ción, descolonización o emancipación generados a partir de la potencia de movimientos sociales, en particular de sujetos comu­ nitarios, como en los casos de Bolivia y Ecuador. En estos casos se trataría, acaso, de procesos de regresión y re­ troceso que paradójicamente se producen como resultado de las propias orientaciones y políticas desplegadas por los mismos deno­ minados “gobiernos progresistas radicales”, tal como fueron nom­ brados —entre otros denominativos que los diferenciaban del resto de “progresismos” en la región— los diversos gobiernos de Evo Morales en Bolivia. Dichos gobiernos, con casi una década y me­ dia al mando o control de las estructuras estatales (léase no sólo de gobierno) y más allá de los discursos que emiten y proyectan den­ tro y fuera de sus respectivos países, o más allá de las diferencias y particularidades entre ambos procesos, presentan caracterís­ ticas similares y rasgos comunes, no sólo en cuanto a las modali­ dades de las políticas económicas centradas en la expansión e intensificación extractivista o a las formas y el ejercicio de gobier­ no, con claras señales de excesiva concentración del poder políti­ co en el órgano ejecutivo y en particular en la figura presidencial (híperpresidencialismo), sino en relación con el alejamiento y, se­ gún el caso, a la vulneración o contradicción con los supuestos, mandatos y horizontes de los textos constitucionales en ambos paí­ ses, y los efectos de esta tendencia respecto a la relación entre el Estado y buena parte de sus sociedades, en particular a la relación con organizaciones sociales de base comunitaria que fueron quie­ nes, en gran medida, posibilitaron y apoyaron inicialmente a dichos gobiernos. 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 230 16/03/2021 01:11:32 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 231 En el caso particular de Bolivia, a partir del periodo que puede nombrarse como posconstituyente (despues de promulgarse la actual Constitución Política del Estado), se asiste a un sistemático proceso de promulgación e implementación de normas (leyes y decretos) por parte del partido gobernante del Movimiento al So­ cialismo (MAS) que, en gran medida, van a contramano del espí­ ritu transformador y, en algunos casos, de explícita contradicción a los mandatos del texto constitucional, lo que sugiere que se viene operando una des-constitucionalización desde el propio Estado y produciendo, por tanto, un evidente retroceso en el horizonte de transformación estatal en el país, lo que se traduciría en un cierre de las condiciones de posibilidad de construcción e implementa­ ción de un Estado plurinacional y, más aún, de su descolonización y democratización. En ese sentido, partiendo de un rápido repaso en perspectiva de la historia política reciente en Bolivia, en la década anterior asistimos a una época de articulación de un horizonte de trans­ formación y descolonización en la región que se expresó a partir de ciclos de movilización y procesos de rearticulación societal en países de la región, principalmente a través de sujetos comuni­ tarios indígenas que, a partir de reivindicaciones históricas y de­ mandas político­territoriales, activaron y combinaron la crítica al neoliberalismo y a la continuidad neocolonial con la crítica a las estructuras del Estado nación monocultural. Ese horizonte de trans­ formación, en el caso concreto de Bolivia, se expresó en la aper­ tura de un proceso constituyente (2003­2008) y la aprobación de una Constitución (2009) cuyo principal fundamento y mandato establece el tránsito hacia un Estado plurinacional y descoloniza­ do, lo que implicaba romper con el monopolio liberal­republicano (eurocéntrico) de la política presente en toda la historia estatal en Bolivia que reproducía esquemas de colonialidad, exclusión y do­ minación en sus estructuras y prácticas. Asimismo, este proceso implicó el reconocimiento y, en parte, la incorporación constitucional del carácter “multisocietal” (Tapia, 2002) y con una importante base comunitaria de este país, abriendo la reorganización de otra estatalidad que reflejara la pluralidad, 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 231 16/03/2021 01:11:32 p.m. 232 PABEL C. LóPEz F. diversidad y, precisamente, su plurinacionalidad. No obstante, en los últimos años se habría pasado de un momento constituyente generado por sujetos subalternizados, particularmente por mo­ vimientos campesino­indígenas, hacia un periodo en el que desde estructuras gubernativas se implementa una política de intensifi­ cación y expansión del modelo extractivista sobre territorios in­ dígenas, vulnerando derechos colectivos de pueblos, desplegando además una faceta monológica —con momentos de despliegue au­ toritario— del Estado. Esta tendencia gubernamental en la orientación y el manejo del Estado en Bolivia, en los últimos años ha implicado, por un lado, un proceso de desconstitucionalización o desplurinacionalización de los principales fundamentos, principios y mandatos de transformación y descolonización estatal, sobre todo de los más innovadores y transformadores, presentes en el texto constitucio­ nal, así como en el conjunto de normas posteriores, es decir, en la actualidad se haría evidente un proceso de contarreforma estatal desde el propio Estado. Por otro lado, se asiste, paradójicamente, a un retroceso en la posibilidad de desorganización/superación del Estado nación y, por el contrario, a un despliegue de modalida­ des de su restauración o recreación nacionalista y recolonizadora o neocolonial. Esto habría implicado que, en cierta medida, se fueron cerrando las condiciones materiales e históricas de construc­ ción de un Estado plurinacional desde las propias estructuras es­ tatales, haciéndose evidente una rearticulación de una condición mono­lógica que define la reorganización estatal en Bolivia. En las siguientes páginas, el propósito no es realizar una disec­ ción detallada y un análisis jurídico­politológico de lo que se ha denominado desconstitucionalización del texto constitucional bo­ liviano, que actualmente es parte de un trabajo más extenso, sino que se propone abordar de manera breve y desde una perspectiva crítica parte del actual contexto sociopolítico del país a partir de algunos efectos de las normas y políticas de los últimos gobiernos del MAS a la cabeza de Evo Morales, en relación con la orientación y los mandatos constitucionales que fundamentan la construc­ ción plurinacional del Estado en Bolivia, así como los efectos de 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 232 16/03/2021 01:11:32 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 233 dichas políticas en la relación entre el Estado y la sociedad, en par­ ticular con los movimientos y organizaciones indígenas y campe­ sino­indígenas y sus territorios. Si bien el análisis en este texto, escrito en 2017, se centra en los últimos gobiernos del MAS, es necesario señalar que, con la cri­ sis sociopolítica que se produjo en octubre y noviembre de 2019 en este país en torno a un polémico y cuestionado proceso elec­ toral y a la situación política resultante en un gobierno “transito­ rio”, con señales políticas y medidas gubernamentales también cuestionadas actualmente, la situación referida al proceso de con­ trarreforma constitucional o desconstitucionalidad y de conti­ nuidad neocolonial que se analiza, lejos de cambiar, sólo parece presentar características diferentes, acaso ahora con un perfil ya no “progresista” sino conservador, sobre lo que actualmente vengo escribiendo. La crIsIs deL estado nacIón: eL proceso constItuyente en BoLIvIa La ola neoliberal de las décadas de los ochenta y noventa significó en Bolivia una crisis del Estado nación estructurado por el na­ cionalismo de mediados de siglo y su rol centralista, monocultu­ ral y homogeneizante de la “identidad nacional”, como sucedió en gran parte de América Latina, a partir del ingreso del desmante­ lamiento material e ideológico del Estado mediante políticas de privatización, liberalización económica, flexibilización laboral, in­ greso de capitales extranjeros en áreas antes estratégicas, imposi­ ción de políticas multiculturalistas y un conjunto de reformas constitucionales. Por otra parte, es posible afirmar que, con base en lo que se ha denominado el ciclo de “movilizaciones antineo­ liberales”, desde el año 2000 en Bolivia se ha venido produciendo una ruptura y una reconfiguración radical del campo político que irá mucho más allá de una impugnación y rechazo al modelo neo­ liberal y al sistema político­partidario —aunque éstos serán los dis­ positivos convocantes, articuladores y movilizadores en un inicio 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 233 16/03/2021 01:11:32 p.m. 234 PABEL C. LóPEz F. y en parte importante de las consignas de los movimientos socia­ les de 2000 a 2005— y se caracterizará por la paulatina impug­ nación y crítica social a las estructuras y esquemas que sustentaban al propio Estado nación neoliberal y neocolonial. Esto se podría identificar, siguiendo a Luis Tapia (2008), como el paso de las for­ mas clásicas de movimientos sociales simplemente reivindica­ tivos o con demandas de tipo sectorial, siempre dentro de los esquemas y los parámetros del Estado, a formas de movilización y politización de la sociedad en su conjunto y a movimientos so­ ciales que cuestionan las estructuras mismas y los fundamentos de ese Estado, es decir, la manifestación de “movimientos socie­ tales”. De esa manera, como señala Tapia, […] en países multisocietales como Bolivia algunos procesos no se manifiestan solamente en movimientos sociales, es decir de movilización y acción política de algunas fuerzas con la finalidad de reformar algunas de sus estructuras, sino que también son movimiento de sociedades, en proceso de conflicto más o menos colonial y, en ese sentido movimientos societales, por eso, antico­ loniales (Tapia, 2008:45­47). Así, lo que se generó en Bolivia con particular intensidad y visibilidad desde la primera década de este siglo son formas de movilización societal, conformadas en su gran mayoría por mo­ vimientos indígenas y campesino­indígenas, que serán los prota­ gonistas de las reivindicaciones e impugnaciones al Estado, pero además de que son sujetos sociales y políticos portadores de las principales propuestas de transformación de las estructuras esta­ tales y de modificación de las relaciones entre el Estado y las so­ ciedades en este país y que conformarán las fuerzas sociales más importantes en la demanda de apertura de un proceso refundacio­ nal o “coyuntura fundante” (zavaleta, 2009). En ese marco, lo que hoy se denomina Estado plurinacional de Bolivia sería el resultado de un proceso de acumulación histórica de ciclos de crisis, resistencia, luchas y transformaciones sociales, políticas, culturales y territoriales ocurridos desde la época de la 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 234 16/03/2021 01:11:32 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 235 dominación colonial hasta nuestros días, donde los diversos mo­ mentos de la historia de este país presentan una inmensa cantidad y significaciones de hechos y procesos sociopolíticos que fueron conformando y transformando los imaginarios colectivos de una sociedad complejamente constituida o con una “conformación so­ cial abigarrada” (zavaleta, 2009), y de sus formas y entramados de relaciones entre ésta y el Estado, también reconformado como tal en sus distintas etapas históricas, por lo que es posible asumir la pertinencia de la categoría de “condición multisocietal” (Tapia, 2002) para pensar dicha complejidad sociocultural, económica y política de un país como Bolivia. En ese sentido, algunos de los procesos políticos generadas en el anterior decenio en América del Sur, en particular en países co­ mo Bolivia, se habrían planteado el desaf ío de transformar la es­ tructura estatal y sacudirla de su peso neocolonial y neoliberal, lo que implicaba a la vez su “refundación” (Santos, 2010) para reflejar y expresar la diversidad de pueblos, culturas, procesos históricos, así como de formas de concebir y ejercer el derecho, la autoridad, la autonomía, la política y la democracia. Esto implicaría esfuerzos realmente históricos, insurgentes y trascendentales no sólo para esos países, sino para toda América Latina, que en ese sentido vi­ vió cambios, innovaciones y rupturas históricas, […] las que señalan y perfilan nuevas formaciones, construccio­ nes y articulaciones sociopolíticas y epistémicas de Estado y de sociedad, y que son resultado y parte de las estrategias de acción y lucha de los movimientos ancestrales, de su insurgencia políti­ ca­epistémica que, sin duda, abrieron camino a la posibilidad de un nuevo horizonte (giro) de carácter des­colonial (Walsh, 2008). Así, estos procesos de transformación estatal con perfil “des­ colonial” plantearon, en el caso de Bolivia en particular, la premisa de la descolonización misma del Estado como condición para la construcción de un Estado Plurinacional, lo que no vendría sólo de algunos contenidos y enunciados del actual texto constitucio­ nal, sino de la potencia y resistencia de los imaginarios y memorias 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 235 16/03/2021 01:11:32 p.m. 236 PABEL C. LóPEz F. de los pueblos indígenas y originarios que estuvieron latentes du­ rante siglos de dominación colonial y que resurgieron de manera contundente en los ciclos de movilización social a finales del siglo xx e inicios del siglo xxI. En este sentido, el proceso constituyen­ te habría sido abierto de forma radical desde la “crisis” del Esta­ do nación (Tapia, 2011) que se manifiesta en el año 2000 en Bolivia y desde entonces ha venido removiendo las estructuras simbóli­ cas y materiales del campo político boliviano, desorganizando y desestructurando los supuestos e imaginarios sobre los que se es­ tructuraba un Estado nación neocolonial y que encontrará co­ mo clímax político la realización de una asamblea constituyente (2006­2007) y la consecuente aprobación de una nueva Constitu­ ción (2009), como síntesis, articulación y expresión de esa energía descolonizadora que se expresará fundamentalmente en el man­ dato de construcción de un “Estado Plurinacional Comunitario y Autonómico” (artículo 1, CPE, 2009). Asimismo, se podría afirmar que, dentro de los intensos proce­ sos sociopolíticos y paradigmáticos “procesos de cambio” estatal que se desarrollaron en la región andina del subcontinente, lo que se podría denominar un proceso “contrahegemónico” frente a la hegemonía del proyecto neoliberal en la región de la última década del siglo xx encontró uno de sus ejes de articulación, construc­ ción e irrupción en los procesos de organización, unificación, creci­ miento y despliegue de capacidad de proyecto político que se dio en el seno de las organizaciones indígenas durante la primera dé­ cada del presente siglo. Así, como veremos más adelante, en los últimos años se asistiría a otra época de rearticulación de horizon­ te contrahegemónico en el contexto posconstituyente boliviano, que se manifiesta a partir de procesos de movilización y, precisa­ mente, reemergencia “societal” desde movimientos comunitarios indígenas, los que parecen reactivar y combinar, a partir de la de­ fensa y lucha por sus derechos político­territoriales, lo anticolo­ nial y una crítica a la continuidad neocolonial, con la crítica a las estructuras del Estado y al capitalismo en clave neoextractivista. Así, uno de los elementos de ese horizonte contrahegemónico sería la disputa por hacer efectivo el Estado Plurinacional, y en par­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 236 16/03/2021 01:11:32 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 237 ticular la institución y el pleno ejercicio de los derechos colecti­ vos como pueblos dentro de sus territorios, lo que implica romper con el monopolio (y la pretensión del monopolio) de la política pre­ sente en toda la historia de los Estados modernos (Tapia, 2011), es­ to es, implicaría la instauración y el desarrollo de una pluralidad de espacios y formas de autogobierno. Los pueBLos Indígenas y La propuesta de estado pLurInacIonaL Dentro de las formas de unificación política de las organizacio­ nes indígenas y campesinas de Bolivia en los últimos tiempos, en 2004 tendrá lugar uno de los hitos más importantes en la historia de los movimientos sociales de carácter indígena y campesino de este país, ya que surgirá el Pacto de Unidad1 como un espacio/mo­ mento de articulación política de las distintas organizaciones de pueblos indígenas, naciones originarias y federaciones campesinas tanto de “tierras altas” como de “tierras bajas”. Esta unificación del movimiento indígena­campesino se expresará en un documento que tendrá como objetivo la convocatoria a la Asamblea Cons­ tituyente para refundar Bolivia y construir un nuevo Estado. En ese sentido, la expresión más acabada de proyecto político campesino­ indígena ha sido, sin duda, el Pacto de Unidad y las propuestas tanto de Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituye en 2004 y la propuesta de Constitución Política del Estado (CPE) en 2006, co­ mo una prueba elocuente de la apuesta realizada por importantes 1 Las organizaciones involucradas en tal propuesta fueron: la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB); Confedera­ ción de Pueblos Indígenas del oriente Boliviano (CIDoB); Confederación Sin­ dical de Colonizadores de Bolivia; Federación Nacional de Mujeres Campesinas de Bolivia­Bartolina Sisa (FNMC­BS); Consejo Nacional de Ayllus y Marcas del Qullasuyo; Coordinadora de Pueblos Étnicos de Santa Cruz; Movimiento Sin Tierra de Bolivia; Asamblea del Pueblo Guaraní; Confederación de Pueblos Étni­ cos Moxeños del Beni. 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 237 16/03/2021 01:11:32 p.m. 238 PABEL C. LóPEz F. organizaciones sociales, de carácter indígena y rural, respecto de los objetivos que originalmente planteaba la Asamblea Consti­ tuyente (Svampa, 2010). De esa manera, se podría señalar que el Pacto de Unidad, como proyecto político que unificaba a las prin­ cipales organizaciones sociales indígenas y campesinas, articulaba una alternativa de desmontaje del “colonialismo interno” (Gonzá­ lez Casanova, 1969; rivera, 2010), a la vez que sintetizaba la idea de “Estado plurinacional”. Así, como lo señala Tapia (2014), frente a la recomposición neoli­ beral del colonialismo interno y la recomposición del neocolo­ nialismo en el contexto mundial (con la globalización neoliberal), en Bolivia se desplegaría como una acumulación más o menos larga la reconstitución de varios sujetos sociales; entre las más impor­ tantes está el proceso de organización y unificación de los pueblos indígenas y culturas originarias de tierras bajas y tierras altas, que nunca antes habían experimentado tal grado de articulación. En ese sentido, el Pacto de Unidad será la forma de unidad entre orga­ nizaciones campesinas e indígenas que se convertirá en el núcleo de elaboración del proyecto político y ahí mismo se elaborará la propuesta de CPE que contiene la idea de Estado plurinacional. En otras palabras, se trataba de una propuesta que “constitucionali­ zara” lo que Bolivia es en realidad como país, lo cual, entre otros aspectos, implicaba el reconocimiento de la preexistencia de pue­ blos indígenas y naciones originarias, de derechos colectivos —ya reconocidos internacionalmente— y de las autonomías indíge­ nas. Ya en 1995, en las llamadas “tierras bajas”, la CIDoB (Con­ federación de Pueblos Indígenas del oriente Boliviano) propuso la realización de una asamblea constituyente. Asimismo, en rela­ ción propiamente con las autonomías indígenas —que en un princi­ pio fue una demanda que se fue gestando en las movilizaciones indígenas desde la década de los noventa—, entre 2000 y 2005 irá articulada a la idea de Estado plurinacional. Así, para el Pacto de Unidad: La autonomía indígena originaria y campesina es la condición y el principio de libertad de nuestros pueblos y naciones como cate­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 238 16/03/2021 01:11:32 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 239 goría fundamental de descolonización y autodeterminación; está basada en principios fundamentales y generadores que son los mo­ tores de la unidad y la articulación social, económica y política al interior de nuestros pueblos y naciones y con el conjunto de la sociedad. Se enmarca en la búsqueda incesante de la construc­ ción de la vida plena, bajo formas propias de representación, ad­ ministración y propiedad de nuestros territorios.2 En otro orden, el Pacto de Unidad contemplaba también un nuevo régimen de tierra y territorio sobre la base del “dominio originario” de los recursos no renovables en manos de las nacio­ nes originarias y pueblos indígenas y campesinos. Sin embargo, los acuerdos posteriores se orientaron hacia el reconocimiento de una propiedad compartida entre dichas naciones y pueblos indígenas y el Estado unitario plurinacional. Dicho régimen incluía no sólo la participación en las decisiones mediante consultas populares vinculantes, sino también otras demandas como la cogestión y la coadministración con el Estado plurinacional, vinculada a los recur­ sos naturales (Svampa, 2010). Así, el Pacto de Unidad, en tanto macroalianza estratégica y expresión de la articulación de las diferentes organizaciones socia­ les rurales, indígenas, campesino­indígenas y oNG, como propues­ ta sintetizaba por primera vez un proyecto político indígena en el cual se apuntaba a un cambio de las condiciones materiales (una transformación económico­social centrada en una reconducción de reforma agraria y la nacionalización de los hidrocarburos) y, al mismo tiempo, se avanzaba sobre aspectos considerados menos “tradicionales”, como la constitucionalización de la justicia comu­ nitaria, el reconocimiento de diferentes tipos de autonomía políti­ ca y la elección de representantes según “usos y costumbres”. Son estas cuestiones, asociadas al proceso de descolonización estatal, las que colocan el caso boliviano en un campo constitucional no­ 2 Conceptualización elaborada por la Asamblea del Pueblo Guaraní y enri­ quecida por las diferentes organizaciones participantes del proceso del Pacto de Unidad (6 de julio de 2006), en Svampa (2010). 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 239 16/03/2021 01:11:32 p.m. 240 PABEL C. LóPEz F. vedoso y plantean un reto al pensamiento jurídico­político con­ temporáneo (Santos, 2007). En resumen, se puede afirmar que, en su forma política más sólida y articulada, las propuestas de los movimientos y organi­ zaciones sociales indígenas estuvieron formuladas a partir de una crítica radical a lo que denominaron como “Estado colonial de ex­ clusión, discriminación y dominación” (zegada et al., 2011:100), vigente a lo largo del periodo republicano y orientado a la des­ articulación de las comunidades indígenas. De ese modo, estas estructuras coloniales, que en gran medida continuarían durante la constitución de Bolivia como república, habrían consolidado un “Estado homogeneizante, de corte liberal en manos de una ‘mi­ noría de herencia colonial’ que excluía la diversidad cultural de Bo­ livia” (Pacto de Unidad, 2006: 13). Es bajo esta visión crítica y de memoria colectiva histórica sobre la conformación del Estado en Bolivia, que las organizaciones indígenas y campesinas más representativas proponen la construcción de un Estado plurina­ cional, pluricultural y multilingüe, descentralizado y con autono­ mía territorial, como puede expresar su propuesta de 2006 (Pacto de Unidad 2006: 5). Así, una definición congruente a esta últi­ ma es la propuesta de un “Estado Plurinacional Comunitario”, que reconoce el pluralismo jurídico, político, cultural y lingüístico; descentralizado y con autonomías territoriales (Pacto de Unidad, 2006:2). De ese modo, el carácter “comunitario” del Estado o “Estado comunitario”, así como la demanda de autonomía territorial se­ rán, junto con la propuesta de “descolonización estatal”, ejes cen­ trales para entender el sentido de plurinacionalidad como núcleo que articularía en el periodo constituyente a la gran mayoría de las organizaciones indígenas y campesinas del país. En ese sentido, la demanda central de esta unificación de organizaciones indígenas y campesinas será constitucionalizar el Estado boliviano como “plu­ rinacional”; es decir, desarticular la vieja estructura del Estado mo­ nocultural y homogeneizante y conformar una estatalidad en torno al reconocimiento e integración efectiva de las diversas nacio­ nes e identidades que coexisten en el territorio boliviano. Así, en la 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 240 16/03/2021 01:11:32 p.m. 241 CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA propuesta colectiva del Pacto de Unidad se indica que la cons­ trucción de un Estado plurinacional debe trascender “el modelo de Estado liberal y monocultural cimentado en el ciudadano in­ dividual” para fundamentarse en los pueblos como “sujetos co­ lectivos” (Asamblea Nacional del Pacto de Unidad, 2006:4, citado en zegada et al., 2011:101). Este planteamiento, como se verá más adelante, será el núcleo de transformación estatal y se articulará con la discusión en la Asamblea Constituyente como el “momento fundante” de la primera década de este siglo en Bolivia. En ese escenario, una de las demandas centrales de gran par­ te de los sujetos sociales comunitarios, la descolonización, más allá de ser un término recurrente en la nomenclatura meramente declarativa del actual texto constitucional, o un componente dis­ cursivo en la retórica gubernamental, no parece haber encontra­ do ningún espacio de materialización o implementación, ni mucho menos formaría parte de las prioridades estatales o de las políticas gubernamentales. Por el contrario, como veremos en se­ guida, desde los años inmediatamente posteriores a la promulga­ ción de la actual constitución boliviana, resulta cada vez más innegable la tendencia y el proyecto oficialista de una recoloniza­ ción multidimensional de los sujetos colectivos que habían pro­ tagonizado el ciclo rebelde, junto con los espacios de la autonomía societal desde los cuales había surgido el proyecto mismo de una descolonización emancipadora (Makaran y López, 2018). La asamBLea constItuyente, La nueva constItucIón poLítIca deL estado (cpe) y eL estado pLurInacIonaL: ¿refundacIón o reforma deL estado? La Asamblea Constituyente (AC) en Bolivia, que se realizó en 2006­ 2008, será el resultado de ese proceso de acumulación histórica abierto por las luchas sociales, así como el escenario desde donde repensar, de manera plural, ese cambio y transformación estatal y societal. De esa manera, desde el primer año de gestión del gobier­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 241 16/03/2021 01:11:32 p.m. 242 PABEL C. LóPEz F. no de Evo Morales (2006), el escenario sociopolítico y el principal campo de conflicto girará en torno a la reforma del Estado a tra­ vés de la convocatoria a la AC como un eje central de la llamada “agenda de octubre”,3 resultado de las masivas e intensas movili­ zaciones sociales de los años precedentes. Así, la AC rápidamen­ te se convertirá en el epicentro de disputa política en el país y se constituirá en el escenario que reunirá a gran parte de las fuer­ zas políticas y sociales que entonces, conformaban el campo po­ lítico boliviano. Con todo, en un escenario por demás polémico y contradictorio en el que, más allá de las efectivas concesiones rea­ lizadas desde el texto originalmente aprobado por la AC en 2007 y “pactado” por una comisión parlamentaria en 2008, la nueva Cons­ titución Política del Estado (CPE) será aprobada por referéndum en enero de 2009 y promulgada luego por el Poder Ejecutivo, en­ trando en plena vigencia en febrero de 2009. El texto constitucional, a pesar del intrincado camino que de­ bió recorrer, representa un hecho histórico sin precedentes en la historia republicana de Bolivia, por el carácter estructuralmente transformador y refundacional que tiene y, en particular, por el pi­ lar de plurinacionalidad que instituye en las estructuras del Esta­ do, ya que conlleva, entre otros varios ejes transformadores, una ampliación de derechos políticos y sociales, e introduce una serie 3 Lo que se denominó “agenda de octubre” tuvo como ejes principales: la “nacionalización de los hidrocarburos”; una “nueva política económica” que de­ jará atrás el neoliberalismo, y la convocatoria a una “asamblea constituyente”. En 2005 el Movimiento al Socialismo (MAS) gana las elecciones y resulta electo pre­ sidente, con 54% de apoyo del electorado, Evo Morales Ayma como el primer presidente de origen indígena y dirigente de los campesinos­cocaleros, dando inicio al llamado “proceso de cambio” en Bolivia y teniendo como programa y misión central el cumplimiento de la “agenda de octubre”, promovida por los mo­ vimientos sociales populares y campesino­indígenas del país, en particular en torno a la “nacionalización de los hidrocarburos” y la convocatoria a una “asam­ blea constituyente”. La convocatoria y realización de la asamblea constituyente (2006­2007), como estandarte de los movimientos sociales bolivianos, implicará una articulación muy compleja y comprehensiva de los diferentes actores socia­ les en escena y se insertará en un escenario muy dinámico, polémico y conflicti­ vo (Svampa, 2010). 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 242 16/03/2021 01:11:32 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 243 de innovaciones que incluyen el carácter comunitario del Estado. Un aspecto importante que reconfiguraría y acentuaría el proce­ so de la AC es la contradictoria, conflictiva y asimétrica relación entre el gobierno/liderazgo de Evo Morales y las organizaciones sociales indígenas y campesino­indígenas, lo que marcará tanto el contexto constituyente como posconstituyente y que será par­ te fundamental de los escenarios todavía abiertos actualmente en este país. En este sentido, las históricas reivindicaciones y de­ mandas de los movimientos indígenas en Bolivia, particularmente de los pueblos y organizaciones de “tierras bajas”, si bien no serán recogidas en su totalidad y toda su dimensión en el nuevo texto constitucional, sí lograron ser incorporadas parcialmente en la CPE, representando una conquista histórica para los sectores socia­ les, particularmente los sujetos indígenas del país en relación con derechos sobre sus territorios, su autodeterminación y autogobier­ no, es decir, para la “autonomía indígena”. Así, parte del preámbu­ lo del texto constitucional vigente señala que: El pueblo boliviano, de composición plural, desde la profundidad de la historia, inspirado en las luchas del pasado, en la subleva­ ción indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas popu­ lares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del agua y de octubre, en las luchas por la tierra y territorio, construimos un nuevo Estado […] (CPE, 2009:2). El núcleo central de la transformación estatal, que instituye el nuevo marco constitucional, es el carácter de “Estado Plurinacio­ nal” que se reconoce en el país y que es la base y el horizonte de construcción de una nueva institucionalidad política, así como el referente que resume el nuevo “pacto social” que permitiría “refun­ dar el Estado” (Santos, 2010) en Bolivia. En ese sentido, el artículo 1 de la CPE establece que: Bolivia se constituye en un Estado unitario social de derecho plu­ rinacional comunitario, libre, independiente, soberano, democrá­ tico, intercultural, descentralizado y con autonomías. Bolivia se 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 243 16/03/2021 01:11:32 p.m. 244 PABEL C. LóPEz F. funda en la pluralidad y el pluralismo político, económico, jurídi­ co, cultural y lingüístico, dentro del proceso integrador del país (CPE, 2009:3). otros de los aspectos centrales que reconfiguran estructural­ mente el carácter de la nueva estatalidad boliviana, que está rela­ cionado con el sustento mismo del carácter de plurinacionalidad, tiene que ver con el reconocimiento de la preexistencia de los pueblos indígenas y naciones originarias. Así, el artículo 2 de la CPE señala: Dada la existencia precolonial de las naciones y pueblos indígenas originarios campesinos y su dominio ancestral sobre sus territo­ rios, se garantiza su libre determinación en el marco de la unidad del Estado, que consiste en su derecho a la autonomía, al autogo­ bierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales, conforme a esta Cons­ titución y la ley (CPE, 2009:3). En relación con el modelo de gobierno que se instituye con la actual Constitución, el artículo 11 establece lo siguiente: “La repú­ blica de Bolivia adopta para su gobierno la forma democrática participativa, representativa y comunitaria, con equivalencia de condiciones entre hombres y mujeres” (CPE, 2009:5). Este punto involucra no sólo el reconocimiento formal sino la organización y gestión política de la pluralidad sociocultural del país y un desa­ fío de mucha complejidad como modelo político y de gobierno, que es lo que permite, junto con los otros ejes y aspectos innovadores del texto constitucional, que se caracterice a la CPE de Bolivia co­ mo vanguardia del llamado “constitucionalismo transformador” (Santos, 2010). Asimismo, la organización y estructura territorial del Estado Plurinacional de Bolivia ha sido objeto de un importan­ te y trascendental cambio, al transitar de un tipo de Estado simple­ mente ‘unitario’ (aunque administrativamente descentralizado) hacia un Estado con una tipología compuesta y más compleja, ya que se define como “unitario” y “autonómico” a la vez, lo que invo­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 244 16/03/2021 01:11:32 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 245 lucra una redefinición político­territorial y una democratización del poder como estatalidad. En ese sentido, el artículo 269 de la CPE señala que: “Bolivia se organiza territorialmente en departamentos, provincias, munici­ pios y territorios indígena originario campesinos” (CPE, 2009:58). Además, la autonomía según el artículo 279 constitucional, “impli­ ca la elección directa de sus autoridades por las ciudadanas y los ciudadanos, la administración de sus recursos económicos, y el ejercicio de las facultades legislativa, reglamentaria, fiscalizadora y ejecutiva, por sus órganos del gobierno autónomo en el ámbito de su jurisdicción, competencias y atribuciones” (CPE, 2009: 59). Este tránsito a una tipología de “Estado con autonomías”, si bien no es nueva dentro de las modalidades de estatalidad en el nivel internacional, sí constituye una gran innovación por el reconoci­ miento de la Autonomía Indígena originaria Campesina (AIoC) en su estructura territorial. reconfIguracIón de La FORMA PRIMORDIAL en eL actuaL “estado pLurInacIonaL” A partir del hecho de haberse constitucionalizado la condición plurinacional de la realidad social, cultural, política y territorial de Bolivia, también se habría reconfigurado, al menos formalmen­ te, la modalidad de forma primordial (zavaleta)4 que caracteriza­ ba la conformación sociopolítica de este país, esto es, su condición estructural monocultural y mononacionalista. Así, con la redefi­ nición del carácter del Estado como “plurinacional”, también se operaría una recomposición de las relaciones entre las formas po­ 4 rené zavaleta Mercado [1982] (2009) propuso la noción de forma primordial para pensar en el modo o los modos en que históricamente se produce la articulación entre Estado y sociedad civil en cada formación social o en cada país. Es decir, “la forma primordial sería un modo de nombrar, de manera sinté­ tica, el esquema analítico que está presente en una buena parte de la historia del pensamiento político moderno, es decir, la distinción y articulación entre Esta­ do y sociedad civil” (Tapia, 2013). 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 245 16/03/2021 01:11:32 p.m. 246 PABEL C. LóPEz F. lítico­sociales modernas (occidentales) y el conjunto de las formas sociales, jurídicas y políticas de autogobierno de pueblos, cultu­ ras y territorialidades de matriz y base comunitaria, o con otras formas societales. Es decir, se asumiría el desaf ío de reflejar, al me­ nos declarativamente en el texto constitucional, la “condición mul­ tisocietal” de Bolivia (Tapia, 2002). En ese sentido, las modalidades de reconfiguración de la forma primordial se expresarían desde el primer artículo de la actual CPE, en la fórmula de “Estado unitario, plurinacional, comuni­ tario y con autonomías”, que complejiza y pluraliza la mayor parte de las estructuras del Estado y sus diferentes componentes jurídi­ cos, económicos, político­territoriales en relación con el conjun­ to de la(s) sociedad(es) en Bolivia. Es, además, desde este primer artículo del texto constitucional donde quedan evidenciadas las diversas vertientes o tradiciones político­constitucionales que, en rigor, permiten asumir la Constitución boliviana como de “transi­ ción” más que de “transformación”. Asimismo, algunos ejes transversales5 claves para entender el sentido y carácter transformador de la CPE boliviana están relacio­ nados, por un lado, con la noción de descolonización, que es presen­ tada como el núcleo estratégico que marca el sentido y alcance anticolonial que tendría el texto constitucional y que recogería la histórica reivindicación de los pueblos indígenas del país; por otro 5 Entre los aspectos importantes de destacar se puede mencionar que el nuevo texto constitucional establece transformaciones entre otras tantas inno­ vaciones donde se “transversaliza” el contenido de plurinacionalidad estatal en temáticas como: el tema de la “justicia”, que reconoce y vincula en un plano de igualdad a las “otras” jurisdicciones tradicionales existentes en el país con la justicia moderna­occidental, estableciendo la “Jurisdicción Indígena origina­ ria Campesina” dentro de los territorios reconocidos como indígenas; el tema de la “democracia” y el “régimen de gobierno”, en el que se reconocen tres ti­ pos de democracia: la democracia representativa, la democracia participativa y la democracia comunitaria; la temática del régimen económico, estableciendo el reconocimiento de la pluralidad de tipos de “economías” existentes en el país (como las economías comunitarias); entre otras novedades de la CPE, como la gran e innovadora ampliación del catálogo de derechos, incluyendo exhaustiva­ mente derechos sociales y culturales o la nueva estructura y organización terri­ torial del Estado con la organización de un régimen de autonomías. 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 246 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 247 lado, la noción del “vivir Bien” como un principio y filosof ía cons­ titucional, que aparece recurrentemente a lo largo del articulado de la Constitución y que está inspirado en ideas de matriz comuni­ taria como el suma qamaña (aymara), el sumak kausay (quechua) o el teko kavi (guaraní), entre otros, y que es asumido además como un horizonte alternativo a la idea de “desarrollo” convencio­ nal y que, bajo otros parámetros, superan el antropocentrismo de la “modernidad” occidental, en armonía con la naturaleza. Una de las principales innovaciones del actual texto constitu­ cional boliviano tiene que ver con el rediseño político­territorial que se instituye a partir del régimen de autonomías en la nueva es­ tructura y organización territorial del Estado Plurinacional, lo que, se pensaba, implicaría un proceso de desconcentración, democra­ tización y redistribución del poder político en el territorio, ya que se suponía que el Estado cambiaría sustancialmente su carácter y que su diseño involucraba diversos niveles de administración con base territorial. En ese escenario, la Constitución boliviana introdu­ jo la figura de autonomía indígena originaria campesina (AIoC) como nivel autonómico y entidad territorial específica, estable­ ciendo que la misma consiste en el autogobierno como ejercicio de la libre determinación de las naciones y pueblos indígenas, recono­ ciendo organización o instituciones jurídicas, políticas, sociales y económicas propias. De esta manera, el actual texto constitucio­ nal boliviano coloca como uno de sus núcleos de transformación político­territorial, que innovan y trastocan la estructura misma del Estado, a la temática de las autonomías indígenas. En rigor, estas últimas se convierten en uno de los principales ejes de reorga­ nización territorial del Estado y uno de los aspectos que más le imprimen a éste su condición “plurinacional”, ya que implican no sólo el reconocimiento de tipo cultural a la autonomía territorial, sino el desafío de descolonizar los históricos esquemas territoriales de poder. Estos componentes innovadores, nociones y categorías trans­ formadoras, principios y ejes transversales, por mencionar algu­ nos de los más novedosos, hacen seguramente de la Constitución boliviana un texto de vanguardia dentro del constitucionalismo 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 247 16/03/2021 01:11:33 p.m. 248 PABEL C. LóPEz F. en América Latina. Es así como la CPE plantea no sólo el desaf ío del desmontaje de las estructuras y esquemas del Estado nación en Bolivia (tanto en su versión nacionalista como en la neoliberal) y los esquemas histórico­crónicos de “colonialidad del poder” (Qui­ jano, 2000), a partir de su eje descolonizador y la construcción de una estatalidad que, en cierta medida, exprese, contenga y orga­ nice la pluralidad y la diversidad de culturas y sociedades presen­ tes en el país (Tapia, 2002), sino que también abre un horizonte estatal que con principios como el vivir Bien desaf ía las visiones que ponían en el centro de la “razón del Estado” al “desarrollo” co­ mo una finalidad a partir de ideas de “progreso”, “calidad de vida”, “desarrollo humano”, etcétera. Sin embargo, a pesar de todas estas innovaciones y transfor­ maciones del texto constitucional boliviano, sigue manteniendo en buena medida un carácter de inspiración liberal­occidental con base en un republicanismo cívico (García, 2010), ya que, en rigor, la nueva Carta Magna está lejos de romper la tradición y el paradig­ ma constitucional modernos, pues el Estado sigue manteniendo en varias dimensiones una organización, estructura, principios y paradigmas del constitucionalismo de inspiración europea. En ese sentido, como lo señala Prada (2010), se trataría de una Consti­ tución de transición que no deja de ser liberal, aunque en su ver­ sión más bien pluralista es a la vez una Constitución indígena y popular al ser de tipo plurinacional. Así, a pesar de la transforma­ ción constitucional boliviana, que abre un horizonte para pensar la democracia intercultural (varias formas de democracia), el centro de la política moderna dentro y fuera del país no registra cambios cualitativos en la idea básica de oposición que gesta la política moderna: esto es, un nacionalismo cívico, libertades individuales y principios de igualdad de derecho como elementos base para construir o definir el interés común; interés distante de expresio­ nes particulares que se desencadenan en la identidad cultural, y el reclamo de trato diferenciado para grupos específicos. Por otra parte, retomando algunas ideas planteadas por el his­ toriador indio Partha Chatterjee (2008) sobre la temática de la hete­ rogeneidad para pensar la nación, ergo el Estado, hay elementos 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 248 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 249 valiosos para desmovilizar la raíz conceptual del Estado y la nación convencional, y abrir verdaderamente espacios políticos para la li­ bre determinación de los pueblos. La identificación de cuál es el interés común en un Estado plurinacional supone poner en en­ tredicho la generalización de “unos intereses” que son definidos desde un locus de enunciación ligado al poder estatal. Ello implica que la construcción de lo general, de “lo común” en una sociedad plurinacional, requiere de una condición fundamental: el recono­ cimiento de la existencia de subjetividades heterogéneas con in­ tereses heterogéneos que están pugnando y luchando por definir algunos factores comunes para, a su vez, definir intereses comunes (Paz, 2012). Ciertamente, esto plantea la necesidad de una delibe­ ración democrática que se rige no sólo con criterios “cívicos uni­ versales”, sino también con criterios y factores de los pueblos que demandan autodeterminación. El supuesto es entonces que aquellos factores cívico­univer­ sales, que han sido el campo privilegiado para la definición de lo común, hoy día sean reconocidos como factores que han estan­ darizado la construcción de lo común. Empero, una estandariza­ ción saturada de dominación y poder. En este caso, el concepto de “tiempo heterogéneo de la nación” como una manera de con­ trastar con las nociones de tiempo homogéneo del Estado y la na­ ción (Chatterjee, 2008) nos ayuda a pensar, en cierta medida, por qué la dimensión plurinacional no es una dimensión abstracta de la política y del Estado, no es una dimensión a la que definimos desde ningún lugar, es decir, no es una definición abstracta de “unos intereses”, más al contrario, obliga a pensar el contexto de la construcción de intereses comunes en el marco de intereses es­ pecíficos de una pluralidad de pueblos. En ese sentido, el “tiempo heterogéneo” es disparejamente denso y la construcción de intere­ ses en las diversas subjetividades se muestra con distintos ritmos y distintos alcances. De ese modo, una raíz conceptual como lo “plurinacional” abre la posibilidad de trastocar y trascender con­ ceptos de Estado y nación (ergo de Estado nación) convenciona­ les y la posibilidad de deliberar los criterios de interés común más allá del locus del poder estatal (Paz, 2012). 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 249 16/03/2021 01:11:33 p.m. 250 PABEL C. LóPEz F. En ese sentido, es posible pensar en el marco de un complejo proceso de reconfiguración de las relaciones entre Estado y buena parte de la sociedad boliviana. Esto, a partir de dar cuenta de los cambios producidos en lo que zavaleta (2009) propuso pensar co­ mo forma primordial, como aquel modo en que se relacionan Estado y sociedad civil, como un proceso de construcción histó­ rica sujeta a cambios y transformaciones, así como el conjunto de mediaciones a través de las cuales se produce esa articulación. Es decir, pensar la dimensión intra­estatal bajo el eje del tipo de ar­ ticulación Estado­sociedad, que permite analizar los procesos de democratización en el seno del “Estado moderno” (Tapia, 2013). En ese sentido, en un espacio como Bolivia, uno de los límites a la pretensión del monopolio legítimo de la fuerza consiste precisamen­ te en la existencia de una diversidad de sociedades, por lo general de carácter comunitario, que son una diversidad de 36 diferentes pueblos y culturas en estos territorios. La existencia de esas estructuras de autoridad no significa que en estos territorios nunca tenga presencia el Estado boliviano, sino que cuando lo hace, por lo general es de manera discontinua en el tiempo, apareciendo como una estructura paralela y sobrepuesta de carácter más o menos colonial. De ese modo, este tipo de “abi­ garramiento” (zavaleta, 2009) implicaría que el Estado boliviano tuviera una presencia discontinua en el país, tanto en términos espa­ ciales como temporales. Sobre todo en aquellos territorios donde existen otras estructuras de autoridad y autogobierno, la presencia del Estado ha sido y es más o menos aún colonial, es decir, “una for­ ma de dominación externa, que en algunos casos se articula a formas de desigualdad y jerarquización interna” (Tapia, 2002:106). Así, desde la perspectiva histórica, las estructuras de poder polí­ tico poscoloniales que empiezan a proclamarse como “Estado bo­ liviano” se caracterizaron sistemáticamente por desconocer las estructuras políticas, de autoridad y autogobierno de los pueblos y culturas que seguían bajo una condición de subordinación colo­ nial en el seno del Estado. Esto no significa que efectivamente se haya eliminado este conjunto de estructuras comunitarias en es­ tos territorios, por el contrario, ésta sería una de las causas por 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 250 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 251 las que en Bolivia se configuró lo que zavaleta (2009) llama un Estado aparente. Con estos elementos, en el contexto boliviano actual sería po­ sible distinguir fuerzas y procesos en la reconstitución de la forma de dominación o del conjunto de relaciones que configuran la base de la forma de dominación denominada “colonialismo inter­ no” (González Casanova, 1969). Por una parte, un conjunto de prácticas políticas y de despliegue de fuerzas y estructuras de domi­ nación que son recientes —posconstituyentes—, aunque recicla­ rían relaciones y formas previas de dominación. Habría, además, un proceso de largo/mediano plazo, que es posible asumir como proceso de acumulación histórica (Tapia, 2014). En Bolivia, el componente abigarrado de la sociedad hizo posible que algunos movimientos sociales irrumpieron como un “flujo subterráneo de procesos sociales desarticuladores del orden estatal y económico nacional” (Tapia, 2008:53) en la escena política, en este caso, a par­ tir de formas de acción y de (auto)gobierno ancladas en esas otras sociedades que existen de manera yuxtapuesta y subordinada a la sociedad criolla/mestiza hegemónica del Estado nación boliviano. El desaf ío de la construcción de un Estado Plurinacional, enton­ ces, también consiste en el reto de creación de una nueva insti­ tucionalidad que dé cuenta de esas “otras sociedades y culturas”, así como de las formas alternativas de habitar y practicar los terri­ torios y de los modos de relacionamiento con la naturaleza, co­ mo aspectos que constituyen algunos de los principales nudos de conflicto y motivos de disputa que viene marcando el contexto so­ ciopolítico boliviano en los últimos años y que puso en evidencia las fisuras, contradicciones, rupturas y retrocesos que atraviesa el denominado “proceso de cambio” en Bolivia. eL goBIerno deL mas y eL “proceso de camBIo” en eL “estado pLurInacIonaL” La idea de “proceso de cambio” en el decenio anterior se ha natu­ ralizado en el discurso gubernamental como un sinónimo del go­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 251 16/03/2021 01:11:33 p.m. 252 PABEL C. LóPEz F. bierno del MAS, particularmente personificado en la figura del presidente Evo Morales, la cual, desde el primer gobierno en el pe­ riodo 2006­2010 es presentada como parte de la retórica oficialista para tratar de marcar una diferencia radical y una clara ruptu­ ra con la época neoliberal y el sistema de partidos del que es co­ rrelato. resulta fundamental, por tanto, recordar que la noción y denominación de “proceso de cambio” en Bolivia (también nom­ brado “proceso de transformación”) surge como resultado del nue­ vo escenario sociopolítico que se abre en Bolivia a partir del ciclo de protestas sociales a inicios de este siglo, dentro de la atmósfe­ ra que generan las movilizaciones, rebeliones sociales y populares desde el año 2000 como la “Guerra del agua”, luego de la “Guerra del gas” en octubre de 2003, la huida del último presidente de la cama­ da neoliberal y, sobre todo, desde la agenda sociopolítica que dejan estos intensos acontecimientos sociopolíticos. Todo ello confi­ gura el contexto en el cual comienza a transformarse radicalmen­ te la correlación de fuerzas en el país y a reconfigurarse el campo político, lo cual se condensa en la llamada “agenda de octubre” y conduce en 2005 a Evo Morales a la presidencia de Bolivia, cuyo gobierno tiene como principal mandato cumplir dicha agenda. No obstante, a partir del 2006 la “agenda de octubre” co­ mienza a mostrar señales de un cumplimiento parcial, ya que la convocatoria a la Asamblea Constituyente resulta desde su inicio encadenada a los parámetros y prácticas del viejo sistema políti­ co­partidario,6 sin dejar de mencionar el control que durante su funcionamiento ejerce el poder constituido (concretamente, el go­ bierno) sobre los asambleístas en tanto poder constituyente. Esta situación se traduce en un conjunto de imposiciones desde el go­ bierno del MAS, que resulta en una permanente dinámica de di­ reccionamiento vertical de aquello que se discute en el cónclave, 6 Desde la misma Ley de Convocatoria a la Asamblea Constituyente, que sólo habilitaba a los representantes de los principales partidos políticos, incluido el oficialista, y excluía a otras fuerzas políticas, en particular aquellas que repre­ sentaban a organizaciones sociales, muchas de las cuales habían exigido la rea­ lización misma de una Asamblea Constituyente, tales como la Coordinadora de Defensa del Agua y algunas organizaciones indígenas. 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 252 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 253 todo hacia la validación de las “líneas oficiales” que son bajadas desde el palacio de gobierno. Sin embargo, el aspecto que puede identificarse como una “traición” o retroceso de las aspiraciones de transformación y descolonización estructural del Estado que provenían de las organizaciones y movimientos sociales, parti­ cularmente indígenas y campesinos en torno al Pacto de Unidad, tiene que ver con las “negociaciones” y “acuerdos” entre actores políticos del poder constituido (entre el gobierno del MAS y, pri­ mero, las fuerzas cívicas regionales conservadoras y, después, la derecha política parlamentaria) para modificar la propuesta ori­ ginal de nueva Constitución surgida de la Asamblea Constituyente. Como resultado de estas negociaciones entre el gobierno del MAS y la entonces “derecha políticamente derrotada” en Bolivia, se dan grandes retrocesos en temas fundamentales donde, entre otros aspectos, se evita afectar los privilegios de los sectores his­ tóricamente dominantes del país, como en el tema de la tierra, el control sobre los recursos naturales y las competencias en el nuevo régimen autonómico. Pero a pesar de este hecho, la mayoría de los bolivianos aprueban el nuevo texto constitucional en 2009, el cual expresa o representa una suerte de base para la transforma­ ción del Estado. Ahora bien, lo que desde entonces viene sucediendo con la CPE boliviana poco tiene que ver con el tan evocado “proceso de cambio”, más allá de la insistente elocuencia en un discurso guber­ namental que difunde dentro y fuera del país esa idea. Igualmente, tampoco tiene mucho que ver con el “proceso de cambio” el Plan de Desarrollo del gobierno de Evo Morales, que comienza a ser implementado desde 2010 y que va claramente a contramano de los principales principios constitucionales más transformadores, mostrando y consolidando una clara orientación económica ex­ tractivista, que actualmente queda explicitada en la llamada Agenda Patriótica 2025 presentada al país por el partido gobernante. En­ tonces, la idea de plurinacionalidad, con el alejamiento creciente del Pacto de Unidad respecto de la línea del MAS, es más simbólica y discursiva, aunque el carácter de “Estado plurinacional y comu­ nitario” que está consagrado en el actual texto constitucional si­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 253 16/03/2021 01:11:33 p.m. 254 PABEL C. LóPEz F. gue representando una conquista de los sujetos sociales indígenas y campesino­indígenas al lograr influir en el proceso constituyen­ te y marcar un horizonte de transformación estatal. Luego de aprobada la actual Constitución boliviana, su imple­ mentación en la materialidad institucional, jurídica y territorial del Estado va adquiriendo un sentido más bien declarativo, presen­ te dentro de casi toda la normatividad posterior (leyes de desarro­ llo constitucional) y de las políticas gubernamentales, las cuales, en cambio, están orientadas a hacer efectivos los proyectos extrac­ tivistas del gobierno del MAS. En ese sentido, la plurinacionali­ dad como el núcleo principal del nuevo texto constitucional para la construcción de otro Estado, como nuevo “pacto social” que deje atrás al Estado nación neocolonial, monocultural, racista y excluyente, si bien es recurrente en la normatividad posconstitu­ yente y en la retórica gubernamental, no parece encontrar aún una efectiva realización en el ámbito de la transformación efectiva y descolonizadora del Estado. Esto parece evidente a la hora de considerar los componen­ tes centrales donde cobra densidad y materialidad la construcción de un Estado plurinacional y comunitario, como con el tema de las autonomías indígenas. En efecto, a pesar de las experiencias de municipios indígenas que iniciaron —y en unos casos inclusive concluyeron— los procesos de constitución o conversión en au­ tonomías indígenas tuvieron que retroceder o someter mucho de su potencial de autodeterminación y alcance de autogobierno, con base en sus usos y formas propias, ante la imposición de limites por parte del Estado monopolizado por el MAS. Igualmente con el tema de la justicia comunitaria, que en la práctica y según las nor­ mas posconstitucionales continúa siendo subordinada a la justicia ordinaria moderno­liberal­occidental. Esto, para no mencionar lo que sucede en el caso de la tan evocada descolonización, que cier­ tamente no se produce en la realidad del aparato y gestión pública estatal, más allá de un folclorizado discurso por parte del gobierno. Asimismo, mucho menos se puede afirmar que el Estado plu­ rinacional tiene sentido en un esquema político donde la mayoría de las “nacionalidades” del Estado no están representadas, o lo es­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 254 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 255 tán de forma irrisoria dentro del órgano legislativo, que poco tie­ ne de “descolonizado” y “plurinacional”. Por otra parte, buena parte de esas naciones que componen y justifican la plurinacionalidad, actualmente son objeto de políticas de despojo territorial, de des­ trucción de territorialidades comunitarias o de vulneración de sus derechos más básicos como pueblos por parte de un gobierno que dice representarlos y que se asume como encarnación del Es­ tado plurinacional, sin dejar en la práctica de recrear una versión mono­lógica del Estado nación. La idea de un “Estado plurinacional”, como una forma de desor­ ganización/re­organización y superación de los supuestos, prin­ cipios y esquemas del Estado nación republicano, monocultural, excluyente y neocolonial surgió y se proyectaba como una moda­ lidad con la que habría un nuevo horizonte de transformación en Bolivia. Al contrario, hoy este último no sólo ha dejado de dar se­ ñales concretas de hacerse efectivo, sino que sus posibilidades co­ mo una alternativa político­estatal y societal parecen alejarse cada vez más. En consecuencia, muy poco de “cambio” es posible en­ contrar en las sucesivas leyes y normas posconstitucionales7 ges­ tadas y aprobadas por el segundo gobierno del MAS (2010­2014), que en su contenidos y alcances apuntan a des-constitucionalizar (Prada, 2012; Exéni, 2015) más que a cumplir la actual CPE “plu­ rinacional”. Asimismo, mucho menos tiene que ver con una transformación descolonizadora del Estado, las políticas represivas, antiindígenas y neocoloniales que en los últimos años despliega el gobierno del MAS en los territorios comunitarios, en particular en las “tierras bajas” del país, afectando directamente poblaciones locales, vulne­ rando formas de vida ancestrales y destruyendo irreversiblemente ecosistemas naturales a través de un extractivismo salvaje y en 7 En referencia a una serie de leyes de “desarrollo constitucional” que, en su contenido y orientación, terminan cercenando el espíritu transformador del texto constitucional (“Ley Marco de Autonomías y Descentralización”, 2010), con­ tradiciendo los principios constitucionales (“Ley Marco de la Madre Tierra y Desarrollo Integral para vivir Bien”, 2012) o vulnerando y torciendo sus manda­ tos (“Ley de Minería y Metalurgia”, 2014). 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 255 16/03/2021 01:11:33 p.m. 256 PABEL C. LóPEz F. nombre de las tan anheladas aspiraciones de “desarrollo”, “moder­ nización” y “progreso” que postula el régimen político­económico del MAS. pLurInacIonaLIdad o La faceta autorItarIa deL estado nacIón en BoLIvIa La ola expansiva del horizonte contrahegemónico que se abrió en la “coyuntura fundante” (zavaleta, 2009) boliviana a inicios del siglo xxI y produjo una Asamblea Constituyente y reformas es­ tructurales del Estado, en la actualidad estaría volviendo a reple­ garse a los núcleos de resistencia indígena (Tapia, 2011). Lo que se habría puesto en evidencia con los conflictos socioterritoriales entre el gobierno de Evo Morales y varios pueblos y organizacio­ nes indígenas (como el conflicto del TIPNIS, entre otros más re­ cientes),8 representan lógicas y formas de negación y bloqueo del sentido profundo de los derechos colectivos internacionalmente reconocidos, así como del carácter mismo de la autonomía indí­ gena establecida en la actual CPE, la cual recoge el convenio 169 de la organización Internacional del Trabajo (oIT) y la Declara­ ción de las Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas que recono­ cen el derecho fundamental de los pueblos y naciones originarias a su autodeterminación. Este principio, en los casos de resistencia, movilización y defensa indígena en los últimos años en Bolivia, es el que se ha vulnerado. Por un lado, al no haberse realizado un ver­ dadero proceso de Consulta Previa (libre, informada y de buena fe), 8 El conflicto sociopolítico y territorial en los años 2011 y 2012 en torno al TIPNIS (Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Secure), donde el gobier­ no del MAS dispuso la construcción de una carretera, hizo visible las contradic­ ciones y disputas en torno al Estado Plurinacional y al paradigma/proyecto de matriz comunitaria denominado vivir Bien, frente a un gobierno que retóricamen­ te plantea la aplicación de principios económico­políticos plurales, los cuales en realidad quedan contrariados por un modelo de desarrollo extractivista predo­ minante en las políticas estatales. Este conflicto político­territorial puso de relie­ ve las tensiones entre el gobierno del MAS y el movimiento indígena en Bolivia. 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 256 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 257 tal como lo establecen las normas nacionales e internacionales; por otro lado, desconociendo las organizaciones históricas y re­ presentativas de los pueblos indígenas y sus procesos y formas de autoridad propia; y finalmente, vulnerando derechos colectivos fun­ damentales y desplegando acciones represivas y autoritarias para la imposición de políticas gubernamentales extractivistas. Así, el actual carácter de “plurinacionalidad” del Estado en Bo­ livia ha sido desmentido por la normas y políticas emanadas desde estructuras gubernativas del actual “Estado Plurinacional”, don­ de parecen predominar visiones y políticas económicas basadas en modelos de “desarrollo” neoextractivistas, las que estarían con­ tradiciendo el sentido y alcance de las autonomías político­terri­ toriales de los pueblos indígenas establecidas en el actual texto constitucional, afectando de esa manera territorios y comunidades indígenas, lo que a su vez está generando e intensificando con­ flictos socioambientales (Martínez, 2004) y movimientos sociote­ rritoriales (Mançano Fernandes, 2005) para impugnar y disputar los sentidos de la “plurinacionalidad’ como nuevo horizonte polí­ tico de transformación estatal. En este escenario, separaciones, paradojas y retrocesos marcan con particular tensión la coyuntura posconstituyente del llamado “proceso de cambio” en Bolivia, evidenciando los contradictorios terrenos en los que se disputa la transformación del Estado y su construcción plurinacional. De ese modo, algunas de las duali­ dades que el jurista portugués Boaventura de Sousa Santos (2010) advertía en los procesos que se perfilaban como refundacionales en la región, como en Bolivia (¿recursos naturales o Pachamama?, ¿desarrollo o vivir Bien?, ¿tierra para reforma agraria o territorio de dignidad e identidad?, ¿Estado nación o Estado plurinacional?, ¿descentralización o autogobierno indígena?), encuentran en los últimos años una apuesta clara desde las orientaciones, políticas y acciones gubernamentales, donde se impone de forma autorita­ ria una inclinación por las opciones más conservadoras de dichas dualidades y se va relegando, desechando e instrumentalizando retóricamente los principios y contenidos más transformadores del Estado. Además de dichas dualidades, en el periodo posconstitu­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 257 16/03/2021 01:11:33 p.m. 258 PABEL C. LóPEz F. yente boliviano se habría pasado a una fase de “separaciones” (Ta­ pia, 2011) que ocurrieron en un momento de despliegue de unas políticas cada vez más represivas por parte de la nueva burocra­ cia estatal, la cual paradójicamente llegó al poder producto de las olas de movilización indígena. El actual escenario que presenta parte del contexto sociopolí­ tico en Bolivia, además de ilustrar el desenlace estatal de las men­ cionadas dualidades que en su momento advertía Santos (2010) y de marcada acentuación de separaciones entre organizaciones indígenas y el gobierno (Tapia, 2014), también se caracteriza por grandes paradojas que tienen que ver con las formas en que se de­ sarrollan las disputas por los sentidos y la condición de posibilidad de la plurinacionalidad del Estado boliviano. Una de esas paradojas, tal vez la más contrastante, es la que tiene que ver con la expan­ sión y consolidación del modelo extractivista de despojo en el país impulsado por el gobierno, desechando principios como el vivir Bien, la autonomía, la descolonización y la construcción misma del Estado plurinacional. En ese sentido, estaríamos asistiendo a un contexto de retroceso y a la vez de disputa por el ejercicio de la au­ tonomía indígena y de la plurinacionalidad estatal en Bolivia, don­ de la exigencia de respeto a los supuestos y principios básicos de la plurinacionalidad, establecidos en el texto constitucional, pro­ vienen de sujetos indígenas que son los que la promovieron y de­ fendieron en el proceso constituyente de la década pasada y son los que aún hoy, desde espacios de resistencia, defensa o construc­ ción socioterritorial, invocan la CPE ante la imposición unilateral y autoritaria de una modalidad estatal mono­lógica, extractivista y antiindígena. Asimismo, esas paradojas actualmente se estarían configurando y desplegando en un contexto que, por un lado, presenta un escena­ rio que se podría calificar de “desplurinacionalización unilateral del Estado” por parte del propio Estado y del gobierno del MAS, que expresa una visión y accionar mono­lógico bajo esquemas que caracterizaron históricamente al Estado nación y desde donde se realiza tan sólo un uso retórico e instrumental de la plurinacio­ nalidad, mientras que en la práctica se despliega una dinámica de 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 258 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 259 recentralización estado­céntrica de la política, de la economía y de control del territorio. Por otro lado, empero, se estarían tam­ bién configurando escenarios que podríamos denominar de “replu­ rinacionalización (societal) del Estado”, que se manifiestan a partir de las movilizaciones, reivindicaciones, resistencias y disputas por parte de movimientos sociales territorializados, principalmente indígenas, hacia (frente) el Estado para la demanda de cumplimien­ to de la Constitución, la exigencia del respeto a las autonomías indígenas y los derechos colectivos internacional y constitucio­ nalmente establecidos. En fin, la exigencia de una real y efectiva transformación plurinacional del Estado. ¿descoLonIzacIón o recoLonIzacIón deL estado? Aquí hay otro de los temas que han adquirido centralidad en buena parte de los imaginarios colectivos en Bolivia y se ha posicionado con gran fuerza durante el proceso constituyente de la década pa­ sada, sobre todo luego de aprobada la actual Constitución. En efecto, la reivindicación en torno a la descolonización del Estado es nuevamente reactivada desde principios del siglo xxI en Boli­ via, ya no sólo en el discurso teórico­político sino en la práctica de las movilizaciones sociales y la acción colectiva de los sujetos sub­ alternos, y estará de alguna forma presente en algunas de las mo­ vilizaciones sociales y rebeliones populares (en particular, en las consignas de las luchas indígenas desde el 2000) y la misma se reavi­ vará en el proceso constituyente a partir de las propuestas de desco­ lonización del Estado que defienden los representantes del Pacto de Unidad. Es más, fue precisamente gracias a las propuestas del Pacto de Unidad y a la defensa de las reivindicaciones de los pue­ blos indígenas y originarios que se logró incorporar el tema de la descolonización en el actual texto constitucional, donde aparece este término declarativamente en varios de sus artículos. No obstante, al igual que en el caso del vivir Bien, la categoría constitucionalizada de “descolonización”, pese a ser un concepto novedoso e innovadoramente provocador en el nuevo horizonte 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 259 16/03/2021 01:11:33 p.m. 260 PABEL C. LóPEz F. estatal, parece haber quedado en un simple término declarativo dentro del texto constitucional, como uno de los aportes de mayor radicalidad dentro del llamado “constitucionalismo transforma­ dor” (Santos, 2010) de los que se produjeron en la región andina en la década anterior. Así, es por demás evidente que más allá de su evocación retórica en el cuerpo constitucional y de su repeti­ tiva enunciación en algunas normas posconstitucionales y, desde luego, más allá de los rimbombantes discursos políticos oficialis­ tas, este concepto no encuentra hasta ahora una materialización efectiva en la realidad estatal, política, económica y territorial del país. Tanto en la estructura organizativa del Estado, su gestión pú­ blica, su estructura y funcionamiento territorial, como en el di­ seño de la composición de la representación política (legislativa) o en las formas de entender, organizar y practicar la política y de ejercer el gobierno, la simple incorporación de la categoría de “des­ colonización” no termina cambiando, afectando y mucho menos rompiendo con esquemas y mecanismos neocoloniales y de colo­ nialidad aún vigentes en las estructuras, lógicas y prácticas de dominación y exclusión del Estado nación monocultural y en va­ rias otras dimensiones del actual “Estado Plurinacional”, en el cual tampoco se habría dado señales claras y efectivas de sacudirse de su “sustrato colonial” (rivera, 2010), al contrario, se lo sigue re­ creando y reproduciendo. Asimismo, este tema ha sido argumentado y analizado en va­ rios trabajos y análisis9 en relación con interrogantes que ponen en cuestión lo que viene sucediendo en Bolivia después de aprobada la Constitución, que lejos de expresar un proceso de descoloniza­ ción estatal/societal, más bien representa una secuencia de retro­ cesos en esta perspectiva. Así, resulta fundamental precisar que esta categoría se ha convertido en los últimos años en otro de los instrumentos discursivos del que el Estado y el gobierno del MAS echan mano para encubrir las modalidades con las que desplie­ gan procesos más bien neocoloniales, sobre todo en los niveles po­ 9 Silvia rivera (2010, 2014); raúl Prada (2010, 2012); Juan José Bautista (2014); Fernando Garcés (2013), entre otros. 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 260 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 261 lítico y territorial o, como señala Tapia (2014), dinámicas y formas de recreación del colonialismo interno en Bolivia impulsados por el actual partido gobernante. De esa manera pueden nombrarse las modalidades y tonalidades que han adquirido las acciones y dis­ cursos gubernamentales de desorganización y negación de otras formas políticas en la sociedad, que se expresan con la interven­ ción y división de organizaciones sociales comunitarias indígenas como la CoNAMAQ o la CIDoB, donde la “visión” absolutista y señorial del poder del Estado, concentrado en el gobierno y en la figura presidencial, parecen desconocer y neutralizar cualquier otra forma de expresión política que no se someta a su voluntad. Di­ cho de otro modo, hoy se asiste con frecuencia a manifestaciones políticas de neocolonialidad anticomunitaria que se ejercita como una forma de monopolio político desde el gobierno del MAS. Empero, donde se expresa más claramente no sólo un retroce­ so en relación con un horizonte de descolonización sino moda­ lidades de reproducción de esquemas coloniales, está en una di­ mensión económica y territorial en la que, como se ha señalado anteriormente, se consolida y expande un modelo capitalista en la política del Estado con un núcleo extractivista (por tanto, neoco­ lonial) de despojo de los bienes comunes naturales, en algunos casos, bienes vitales para las poblaciones locales, con el fin de ga­ rantizar la acumulación capitalista desde el Estado. Este carácter de extractivismo neocolonial es justificado desde el gobierno como un “mal necesario” para el bienestar del país, es decir, un proceso de intensificación y expansión del capitalismo extractivista que se con­ vierte en un modo de excusa y descargo por parte del discurso gubernamental para ocultar o disimular las actuales modalida­ des de recolonización económica y territorial, ya que la mayoría de los territorios donde se expande e intensifica la extracción y el despojo socioambiental son, precisamente, los más ricos en “re­ cursos naturales”, pero también donde habitan pueblos y formas de vida comunitaria ancestrales, objetos históricos de este neoco­ lonialismo estatal. Esto es lo que revelaron en buena medida los conflictos del TIPNIS (2011­2012) y de Takovo Mora (2015), aún vi­ gentes en las tierras bajas de Bolivia: comunidades, organizacio­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 261 16/03/2021 01:11:33 p.m. 262 PABEL C. LóPEz F. nes y pueblos indígenas se resisten a que se recolonicen sus terri­ torios y se destruyan sus formas de vida ancestral, y para que se respeten sus derechos colectivos como pueblos, como a ser con­ sultados por el Estado sobre las políticas y proyectos que afec­ ten sus territorialidades y formas de vida. El horizonte de posibilidad de un proceso de descolonización y democratización plural del Estado, que ha sido abierto de forma radical desde la “crisis” del Estado nación (Tapia, 2011) desde el año 2000 en Bolivia, ha venido removiendo las estructuras simbó­ licas del campo político boliviano, desorganizando y desestruc­ turando los supuestos e imaginarios sobre los que se estructuraba un Estado nación de matriz colonial, republicana y nacionalista, encuentra como clímax político el proceso constituyente, la reali­ zación de una asamblea constituyente y la consecuente aprobación de una nueva Constitución en la década pasada. Este momento constituyente fue el resultado de la movilización y acción política de movimientos sociales y sujetos políticos que también fueron movimientos de sociedades en proceso de conflicto más o menos colonial, en ese sentido, movimientos societales (Tapia, 2002) y, por eso mismo, anticoloniales. Movimientos anticoloniales, en tanto se asume una matriz neocolonial con formas de colonialismo interno en Bolivia. Hoy día, este tipo de movimientos societales anticoloniales vuelve a emerger y a reactivarse en el país a partir principalmente de movimientos indígenas y de resistencias comunitarias en defen­ sa, precisamente, de territorios y derechos colectivos ante el des­ pliegue de políticas extractivistas de despojo impulsadas desde el gobierno, con virulencia desde el periodo posconstituyente boli­ viano y que a partir del conflicto del TIPNIS muestran un carácter abiertamente antiindígena. Así, es posible evidenciar que en estas resistencias territoriales está implicada una lógica de poder don­ de emerge el elemento de cierta “neocolonialidad” estatal (rivera, 2014) en la forma de entender el territorio, ya sea como esquema histórico sobre el que se impone el Estado nación territorial, hacia otros imaginarios y construcciones societales comunitarias, y con una actual política extractivista sobre el territorio. En ese senti­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 262 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 263 do, estos movimientos societales y de resistencia indígena en las tierras bajas de Bolivia impugnan una lógica histórica de carácter colonial sobre territorios ancestrales, que en la actualidad se pre­ sentan bajo modalidades recolonizadoras de “territorialidad ex­ tractiva” y de “territorialidad de la dominación” (Ceceña, 2001). En consecuencia, las contradicciones que se expresan entre el texto constitucional boliviano, el discurso oficial del gobierno y las políticas realmente desplegadas por éste, ponen en evidencia el predominio de una visión gubernamental y estatal que recrea for­ mas de neocolonialismo político­territorial en la Bolivia de hoy. Así, si por un lado, la nueva Constitución reconoce una diversi­ dad de pueblos y culturas en su primeros artículos y principios, por el otro, en las normas de desarrollo posteriores y en las “políticas de Estado” se desconoce y niega la posibilidad de que estos pue­ blos puedan decidir sobre sus territorios. De ese modo, por una parte, la CPE reconoce la ‘territorialidad’ indígena y por otra, la política gubernamental la niega y despliega políticas y emprendi­ mientos que afectan o destruyen esa territorialidad, negando así a los pueblos y culturas su derecho a ser consultados. La negación del derecho a la codecisión o a la consulta reve­ la un claro componente del colonialismo interno aún vigente en la forma de entender y asumir la política en este país. En este senti­ do, es posible señalar que se viene produciendo una recreación de formas de colonialismo interno similares a las que se organizaron y produjeron desde la fundación de Bolivia y se reprodujeron a lo largo de la historia republicana, liberal y nacionalista del país, los mismos que curiosamente hoy se continúan manifestando en un Estado que se asume constitucionalmente como plurinacional y descolonizado (o descolonial). De ese modo, lo que estaría ocu­ rriendo en Bolivia no es un proceso de cuestionamiento, nega­ ción o superación del colonialismo sino, a decir de Tapia (2014), un proceso de recreación en torno principalmente a la recreación del momento constitutivo colonial, que es la conversión, a través de la conquista, de pueblos agrarios en pueblos extractivos, de cam­ pesinos en mineros, de culturas libres en sociedades mutiladas por el colonialismo. Esto en Bolivia se ha reproducido de manera his­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 263 16/03/2021 01:11:33 p.m. 264 PABEL C. LóPEz F. tórica durante la república, el Estado nación y hoy está siendo reproducido por el actual gobierno del MAS. concLusIón: contrarreforma y desconstItucIonaLIzacIón estataL en BoLIvIa En estos últimos años en Bolivia, en particular en el segundo dece­ nio de este siglo, hemos pasado de un proceso constituyente genera­ do por movimientos indígenas a un periodo en que el gobierno del MAS expande e intensifica el despliegue de políticas extractivis­ tas sobre territorios indígenas, ignorando o vulnerando los dere­ chos colectivos de los pueblos indígenas, en particular el derecho internacional y constitucionalmente reconocido de Consulta Pre­ via, afectando directamente territorios y territorialidades comuni­ tarias que, en la mayoría de los casos, son de carácter y propiedad colectiva, también reconocidos constitucionalmente. De esa ma­ nera, hemos transitado a un momento en el que, por ejemplo, se ha roto la alianza campesino­indígena en Bolivia, lo cual implicaría acabar con las condiciones materiales e históricas para la cons­ trucción de un Estado plurinacional y, después de varias décadas de despliegue de un horizonte contrahegemónico en la región, re­ tornar a la articulación de una condición neocolonial que define la reorganización estatal (Tapia, 2011). Sin embargo, este horizonte contrahegemónico en Bolivia mos­ tró estar rearticulándose, básicamente, a partir de las manifesta­ ciones de resistencias comunitarias contra la expansión del modelo neoextractivista. Dichas resistencias socioterritoriales se están expresando en la defensa de derechos colectivos, de autodetermi­ nación y autogobierno, con base en la reafirmación y defensa de autonomías indígenas y los derechos colectivos. En ese sentido, la ola de expansión del horizonte contrahegemónico que consiguió abrir una “coyuntura fundante” e instalar una asamblea constitu­ yente y producir un nuevo texto constitucional en Bolivia, en la actualidad estaría volviendo a replegarse a los núcleos de resisten­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 264 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 265 cia indígena frente a una tendencia de potenciamiento y avance del neoextractivismo como una modalidad del capitalismo que, paradójicamente, viene siendo impulsado desde las propias es­ tructuras de un Estado constitucionalmente declarado como “plu­ rinacional” y por un gobierno identificado, en un inicio, como “gobierno de los movimientos sociales”. Por tanto, es posible afirmar que desde el periodo posconstitu­ yente (que aquí identificamos, para fines analíticos, desde la apro­ bación de la Constitución en 2009 hasta el momento más tenso del conflicto del TIPNIS entre 2011 y 2012), en lo posterior y has­ ta la actualidad se han ido haciendo cada vez más evidentes y frecuentes modalidades de desconstitucionalización sistemática de los contenidos más transformadores de la CPE, o las más radica­ les (Tapia, 2011) del potencial carácter plurinacional, tanto en la orientación como en el cuerpo de las normas posteriores al texto constitucional (y demás normativa reglamentaria). Esto comienza a ser evidente desde la promulgación de la “Ley Marco de Auto­ nomías y Descentralización” (2010) y su posterior norma regla­ mentaria, pero también en un conjunto de otras normas centrales, como la “Ley Marco de la Madre Tierra y de Desarrollo Integral para vivir Bien” (2012), la “Ley de Minería y Metalurgia” (2014), el Decreto Supremo Nº 2366 (2015) sobre el aprovechamiento de recursos hidrocarburíferos en áreas protegidas, hasta llegar a una situación de innegable ecocidio con los descomunales incendios forestales de mediados de 2019, provocados por normas del go­ bierno del MAS que habilitan la expansión de la frontera agrope­ cuaria en las tierras bajas de Bolivia (Fundación Tierra, 2019), sólo por mencionar algunas. De esta forma, resulta innegable y por demás explicita la con­ cepción y el núcleo extractivista del gobierno del MAS que, más allá de alguna consideración meramente económica de su carác­ ter y orientación claramente alejado y a contramano del espí­ ritu plurinacional en relación con el mandato constitucional de “economía plural”, está teniendo impactos socioterritoriales con evidentes señales autoritarias desde el Estado. Es justamente este aspecto el que muestra de forma más contundente una clara ten­ 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 265 16/03/2021 01:11:33 p.m. 266 PABEL C. LóPEz F. dencia antiplurinacional por parte del gobierno del MAS en los últimos años, lo que a su vez estaría mostrando una tendencia po­ lítico­jurídica gubernamental de ir en contra de las principales reformas e innovaciones incorporadas y establecidas en el actual texto constitucional boliviano. Por tanto, se asiste a un escenario, que ya lleva algunos años, en el que tiene lugar una suerte de con­ trarreforma por parte de un “extractivismo progresista” en contra de los componentes más transformadores de la actual Constitu­ ción boliviana. Diez años han pasado desde que Evo Morales llegó a la presi­ dencia de Bolivia, y hoy transita en su tercer mandato. Como lo señala Svampa (2010), son pocos los gobiernos latinoamericanos que han estado caracterizados por fuertes rupturas político­sim­ bólicas y por conflictos sociales como este gobierno. Así, los de­ saf íos de materializar la construcción de un “Estado Plurinacional” entra en contradicción en los últimos años, entre otras cosas, con la necesidad por parte del gobierno del MAS de ejercer un mono­ polio de la política mediante un “Estado nacionalista”, a partir del despliegue de un núcleo de economía extractivista y de una cla­ ra política de reconcentración y monopolio del poder político en el gobierno y en torno a la figura del presidente. Este vasto proceso marca un conflictivo entramado sociopolítico. En él, la reemer­ gencia de movimientos sociales/societales de base comunitaria, que todavía siguen disputando el sentido y necesidad de cumplir con la Constitución, mantiene abierta la posibilidad de hacer rea­ lidad y efectivo un Estado Plurinacional en Bolivia en contra de “su” gobierno. En la actualidad las condiciones del contexto boliviano se han reconfigurado, luego de la intensa crisis sociopolítica que atrave­ só a fines del 2019, marcada por un proceso electoral fraudulento, una rebelión ciudadana y una conflictividad social e incertidum­ bre política general, que entre otros efectos resultara en la renuncia de Evo Morales junto a varias autoridades de su gobierno y del Parlamento, así como en la instalación de un gobierno de carácter transitorio por sucesión constitucional. Precisamente el actual go­ bierno, que lleva varios meses en ejercicio, parece haber rebasado 07 DERECHO Contrarreforma OK.indd 266 16/03/2021 01:11:33 p.m. CoNTrArrEForMA CoNSTITUCIoNAL EN BoLIvIA 267 su carácter transitorio, ha generado muchas críticas por las atribu­ ciones que se arroga y por el perfil conservador y los rasgos auto­ ritarios del manejo estatal que despliega, por lo que es innegable que el escenario sociopolítico ha cambiado y se ha desplazado bas­ tante desde el momento en que se escribió este texto. Sin embar­ go, el actual contexto político por el que atraviesa Bolivia en 2019, complejizado con la actual situación de la pandemia del Covid­19, por razones obvias no son analizados o problematizados aquí, lo que sin duda resultaría más que necesario y pertinente en el caso de Bolivia y del escenario regional. BIBLIografía Asamblea Legislativa Plurinacional (2010), “Ley Marco de Autono­ mías y Descentralización”, La Paz, Bolivia, 17 de julio. 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