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CEHA - Boletín Nº1 CEHA - Boletín Nº1 Imagen de tapa Plaque with pharaonic figures flanking a sacred tree. Nº 62.269.3 The Metropolitan Museum of Art CEHA - Boletín Nº1 Miembros del C.E.H.A. Ω Coordinador: Martín Cifuentes (ISP JVG ­ ISFDyT nº 46 ­ UNLu) Ω Co­coordinadora: Susana Fioretti (ISP JVG ­ UNLu) Ω Coordinador de proyecto de investigación: Pablo Jaruf ­ (ISP JVG - UBA) Ω Yamil Somma (ISP JVG) Ω Paola Bevilacqua (ISP JVG) Ω Ignacio Trotta (ISP JVG) Ω Marina Colman (ISP JVG - UNICEN) Ω Daniel Tuzio (ISFDyT nº 46) Ω Sergio Cubilla (ISP JVG - IP SG) Ω Noelia Vacaflor (ISP JVG) Ω Fernando Lamas (ISP JVG - UNICEN) Ω Ariel Vera (ISP JVG) Ω Nicolás Onorato (ISFDyT nº 46) CEHA - Boletín Nº1 ÍNDICE CEHA - Boletín Nº1 CEHA - Boletín Nº1 Nota Editorial El Centro de Estudios de Historia Antigua (CEHA), es un centro de formación y capacitación docente, integrado por profesores, graduados y estudiantes del Instituto Superior del Profesorado “Dr. Joaquín V. González”, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y del Instituto Superior de formación Docente y Técnica Nº 46 “2 de abril de 1982”, del Partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires. En el Centro desarrollamos actividades de distinto tipo, por ejemplo, proyectos de investigación sobre Historia Antigua, dictado de conferencias dedicadas a la divulgación y actualización bibliográfica sobre temas específicos, y organización de jornadas de formación y capacitación docente. Esta tarea, a su vez, procuramos llevarla delante mediante el establecimiento de vinculaciones con otras instituciones terciarias y universitarias. La publicación del primer número de este boletín representa el resultado del trabajo realizado en el CEHA durante los últimos dos años. Asimismo, consiste en la primera difusión de nuestras actividades a los/as estudiantes y docentes interesados/as en las temáticas relativas a la Historia Antigua y la investigación histórica. En este boletín pueden encontrar los resúmenes de los trabajos de investigación que formaron parte de una mesa temática presentada en las V Jornadas “Los Terciaros hacen Historia”, del ISP “Dr. Joaquín V. González”. En el marco de este evento también organizamos una mesa de debate con diferentes docentes, dedicada a discutir el lugar que ocupa la Historia Antigua según las nuevas reformas de los planes de estudio en los terciarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la Provincia de Buenos Aires y la Provincia de Santa Fe. De especial relevancia, resulta la inclusión de las ponencias completas que formaron parte de la Primera Jornada de Historia Antigua, en homenaje a Abraham Rosenvasser, en octubre del 2014. Esta actividad implicó el reconocimiento a un importante profesor del ISP “Dr. Joaquín V. González”, quien fuera fundador de la Historia Antigua Oriental en nuestro país. Queremos agradecer en especial la generosa colaboración de los Dres. Bernardo Gandulla, Marcelo Campagno y Emanuel Pfoh, quienes nos permitieron publicar sus respectivas exposiciones. La posibilidad de pensarnos como docentes que buscan formarse en el campo de la Historia Antigua no es una cuestión superflua. Por el contrario, busca ser un aporte desde un campo específico para revalorizar y enriquecer la tarea docente más allá de los estereotipos tradicionales. La Historia Antigua, lejos de ser un terreno inmóvil, es un ámbito de discusión y renovación permanente en el campo de la disciplina histórica. Por lo tanto, es necesario construir espacios donde los/as docentes en formación podamos participar e informarnos sobre su actualización. En los complejos tiempos que nos toca transitar, poder ofrecer un espacio con estas características implica un humilde aporte para fortalecer la tarea docente y revalorizar el papel que tiene la formación y la educación en un país que busque ser soberano. Los invitamos a leer estas páginas con avidez y curiosidad propia del/la historiador/a, invitándolos a participar en los eventos futuros que hemos de recorrer. Martín Cifuentes 5 CEHA - Boletín Nº1 Actividades realizadas durante el 2014 y el 2015 Conferencias: Ω “Lenguas y escrituras del Próximo Oriente antiguo”, Mg. Luciano Monti (Università degli Studi di Udine, Italia), martes 26 de agosto del 2014. Ω “Masacre en Gaza: razones históricas y solidaridad”, Prof. Gabriel López (Universidad de Buenos Aires) y Prof. Martín Martinelli (Universidad Nacional de Luján), jueves 25 de septiembre del 2014. Ω “Las grandes revueltas de esclavos del mundo antiguo: Problemas historiográficos y debates en torno a ‘la lucha de clases’ en la República romana”, Mg. Fernando Piantanida(Université de Franche-Comté, Francia), jueves 14 de mayo de 2015. Jornadas: Ω Primera Jornada de Historia Antigua “Homenaje a Abraham Rosenvasser”, Dr. Bernardo Gandulla (Universidad de Buenos Aires), Dr. Marcelo Campagno (Universidad de Buenos Aires) y Dr. Emanuel Pfoh (Universidad Nacional de La Plata), viernes 24 de octubre del 2014. Ω Panel de debate: “La Historia Antigua bajo el proceso de reformas en el nivel Medio y Superior”, en las V Jornadas “Los terciarios hacen Historia” (ISP Dr. “Joaquín V. González”), martes 1 de septiembre del 2015. Ω Mesa nº5: “Las fuentes en la enseñanza de las sociedades antiguas en el nivel superior: revisando nuestros métodos de análisis”, en las V Jornadas “Los terciarios hacen Historia” (ISP Dr. “Joaquín V. González”), jueves 3 de septiembre del 2015. Ω Primera Jornada de Docencia e Investigación en Historia Antigua “El Código de Hammurabi y la justicia en la Mesopotamia Antigua”, Prof. Martín Cifuentes, Prof. Pablo Jaruf, Profa. Noelia Vacaflor, Sr. Yamil Somma, Sr. Nicolás Onorato y Sr. Daniel Favieri, lunes 5 de octubre del 2015. 6 CEHA - Boletín Nº1 Primera Jornada de Historia Antigua del ISP Dr. Joaquín V. González “Homenaje a Abraham Rosenvasser” (1896-1983) Panelistas: Ω “Evaluación crítica del aporte de A. Rosenvasser al estudio de los pueblos de Canaán” Presentación: Prof. Martín Cifuentes (ISP JVG – ISFDyT N° 46) Coordinación de la mesa: Dr. Bernardo Gandulla (UBA – UNLu) Ω “A. Rosenvasser y la historiografía reciente sobre Prof. Pablo Jaruf (UBA – ISP JVG) Israel en la Antigüedad oriental” Dr. Emanuel Pfoh (UNLP – CONICET) Ω “A. Rosenvasser y la literatura egipcia: lecturas sobre la contienda entre Horus y Seth” Dr. Marcelo Campagno (UBA – CONICET) La trayectoria del profesor Abraham Rosenvasser(1896-1983) Abraham Rosenvasser se destacó por ser uno de los pioneros, en nuestro país, de los estudios bíblicos y del Egipto antiguo. Doctor en Leyes, egresó como Profesor de Historia en el Instituto Nacional del Profesorado Secundario (actual Joaquín V. González), en el cual ocupó luego el cargo de profesor titular y la dirección del departamento de Historia. Posteriormente, ocupó los cargos de profesor del Colegio Nacional de la Universidad Nacional de La Plata (1923-1942), profesor de la Facultad de Humanidades de La Plata (1939-1946, 1956-1963), decano de la misma institución (1957-1958), y profesor de Historia Antigua I (Oriente) en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. En el inicio de su extensa carrera académica, que consta de un gran número de publicaciones, el profesor Rosenvasser se destacó por la localización y traducción de un papiro que se encontraba en el Museo de Historia Natural Bernardino Rivadavia. Así, en la década del ’30, siendo aun profesor del Instituto Nacional del Profesorado Secundario, participó en el “descubrimiento” del conocido “Papiro Buenos Aires (Sinuhe 251-6)”, que cuenta las aventuras de Sinuhe. Actualmente, se reconoce a esta copia como la versión más antigua del famoso cuento egipcio. Luego de este hito para los primeros pasos de la egiptología en nuestro país, el profesor Rosenvasser desarrolló un importante número de artículos y publicaciones entre los cuales se puede citar Escritura, Escribas y Literatura del Antiguo Egipto (1930), Torneos de Acertijos en la Literatura del Antiguo Egipto (1947), Fundamentación Histórica del Código de la Alianza (1947), Jeremías y su Época (1953), entre otros. Entre 1961 y 1963, ante un pedido de la UNESCO, dirigió, junto al egiptólogo Jean Vercoutter, una misión arqueológica franco-argentina para excavar el sitio de Aksha, Sudán. Este sitio correspondía a la época del Reino Nuevo, donde se hallaban los restos de un templo de Ramsés II, que iban a ser inundados por la nueva represa de Asuán. De esta manera, Argentina se convirtió en el primer país sudamericano en enviar una misión arqueoló­ gica al área que comprendía el antiguo Egipto. Como resultado de estas excavaciones, se lograron traer piezas arqueológicas de Nubia del siglo XIII antes de Cristo, restos que actualmente se exhiben en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata. Asimismo creó, en 1963, el Centro de Estudios Orientales de la Universidad de Buenos Aires, del cual fue designado Director. Dos años después, el centro cobró el estatus de Instituto, pasando luego a denominarse Instituto de Historia Antigua Oriental. Bajo su dirección comenzó a publicarse la primera revista científica, en nuestro país, dedicada a la historia de Egipto y del Cercano Oriente antiguo. 7 Bernardo Gandulla CEHA - Boletín Nº1 Evaluación crítica del aporte de A. Rosenvasser al estudio de los pueblos de Canaán Dr. Bernardo Gandulla (Universidad de Buenos Aires – Universidad Nacional de Luján) Desgrabación: Lic. Augusto Gayubas y Prof. Pablo Federico Jaruf No es fácil para mí hacer un resumen de mis relaciones con Rosenvasser. Calculen que lo conocí en el año 1962, y que fui su discípulo y amigo hasta el año 1983. El Doctor era un hombre formado a la antigua. Formado a la antigua quiere decir formado como yo estoy formado, porque nosotros nos formamos junto a él, de la misma manera que él era. Rosenvasser era un humanista fuera de serie, un hombre muy brillante, muy inteligente. Tan inteligente que, habiendo estudiado jeroglíficos egipcios solo –porque en la Argentina no había ninguna clase de profesor–, traduce el famoso papiro Buenos Aires, realizando una labor filológica de alta jerarquía. El Doctor era un hombre que tenía una bastísima cultura clásica. Leía el griego, el latín, el alemán, el francés y el italiano. A mi me resulta importante decir todo esto porque, en realidad, en este concierto de gente, vengo a ser el último discípulo vivo y activo. Discípulos vivos todavía hay algunos más, pero no están activos. Yo, tal vez siguiendo sus propias enseñanzas, pienso hacer como él, que hasta el año 1983 siguió yendo al Instituto de Historia Antigua Oriental, que hoy lleva su nombre. Sin lugar a dudas, uno de sus aportes más importantes fue la creación de espacios de formación e investigación en estudios orientales. A comienzos de la década del ´60, Rosenvasser convence al decano de entonces de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, que si no me equivoco era el Profesor Luis Aznar, y se crea el Centro de Estudios de Historia Antigua Oriental, en una oficina que daba sobre la calle Florida, en el edificio de Florida 656, que lo alquilaba la facultad. Ahí el Doctor dictaba la cátedra de Historia Antigua de Oriente. En el Centro él daba clases de jeroglíficos egipcios. No había otra actividad. Y aquel que le gustaba el asunto, el tema, se acercaba a estudiar. Yo nunca me olvido. Recuerdo que era una mesa larga, toda de roble, preciosa. En esa mesa estábamos todos los alumnos sentados. Porque en esa época la cátedra tenía una inscripción de diez o quince personas. Allá por el año 1961, 1962, la carrera de Historia, en todos los años, tenía la suma de ciento cincuenta perso­ nas, por eso nos conocíamos todos. Eso era toda la carrera de Historia. Por eso los cursos eran tan chiquitos. Con el correr del tiempo nos sacaron de ahí, porque no alquilaron más el edificio. Como no había lugar para poner a Rosenvasser, con su corte de cuatro o cinco personas, nos pusieron en un lugar de la biblioteca, todos juntos en una mesita. Después nos volvieron a sacar, y nos mandaron al edificio de Viamonte, en un aula que estaba en el sótano, y que estaba llena de muebles. Estuvimos ahí un tiempo, hasta que decidieron utilizar el edificio de 25 de Mayo 215, que en realidad no es de la facultad, sino de presidencia de la Nación. Yo fui el primero en entrar a ese edificio, cuando todavía no había nadie. Estaban solamente los obreros. Tuve la sensación que entraba en un palacio real abandonado, porque se 8 Bernardo Gandulla CEHA - Boletín Nº1 caían los techos, estaba colgando el cielo raso. Pero era todo magnífico, porque tenía un vitral impresionante, unas columnas. Le dije al Doctor que si lo restauraban estaba bien, tenía buena disposición, buena sala, entonces accedió a mudarse ahí. En el año 1965, el Centro pasó a convertirse, por autorización de José Luis Romero, decano de la Facultad de Filosofía y Letras de aquel entonces, en el Instituto de Historia Antigua Oriental. Al día de hoy es el único Instituto dedicado a la Historia del Antiguo Oriente en la Argentina. Rosenvasser asistió al mismo, incluso, hasta el día de su muerte. La importancia de Rosenvasser en los estudios orientales es muy significativa, sobretodo porque incorpora a los estudios una bastísima erudición. Esta erudición está presente, por supuesto, en los estudios sobre Egipto. Pero destaca en especial en los estudios bíblicos, que aborda con gran seriedad, incorporando una importante cantidad de conocimientos, más allá de las actitudes –tengo que decirlo aunque sea duro– de la colectividad judía. Rosenvasser, en ese sentido, se sentía muy argentino. Es decir, lo fundamental de su aporte era una incorporación seria, no teológica, no de un punto de vista ortodoxo del judaísmo, sino de un historiador serio, fuera de toda relación confesional. Yo podría decir que actuó siempre con una gran prudencia. En realidad, no hizo, y lo digo con el mayor respeto y seriedad, un aporte novedoso desde el punto de vista de plantear una nueva hipótesis o una nueva conclusión sobre los estudios bíblicos. En realidad, si lo hizo, pero no por escrito. El problema de los estudios sobre la Biblia es que, en realidad –y esto lo sé no solo por él, sino también por otro gran amigo mío, que fue el Dr. André Finet–, son estudios que se realizan sobre una obra tabú, sobre una obra tabuada, y no siempre los grandes especialistas, como Rosenvasser, como Finet, o incluso como Jean Bottéro, lograron plasmar sus ideas por escrito, porque implicaba un compromiso más allá de su propia voluntad. Sin embargo, en la relación personal que yo he tenido con Rosenvasser, él nos planteaba de manera abierta sus distintas ideas. El Doctor fue el primero que a mí, y a Ana María Fund Patrón, que es otra discípula viva pero no activa, me planteó en una conversación que no sabía, no tenía la menor idea, no estaba tan seguro de que David y Salomón hayan existido alguna vez. Eso nunca estuvo escrito, pero sin embargo estaba presente. Nosotros de ahí tomamos muchas ideas. Lo fundamental que Rosenvasser enseñaba con su actitud disciplinada, porque era muy disciplinado. Tan disciplinado –y esto lo voy a contar porque lo he visto– que decía “para estudiar y para investigar no hay que estar cómodo, porque uno se duerme”. Entonces, tenía en el escritorio una silla de paja sin respaldo, porque me decía “así uno está inclinado hacia delante, y ahí tiene que trabajar, sino se recuesta y se duerme”. Y tenía razón, porque yo tengo un magnífico sillón con respaldo, y no se imaginan como duermo. Hablando en serio, debo resaltar que Rosenvasser fue un hombre que me enseñó a trabajar solo. Era un hombre que tenía una capacidad psicológica impresionante, es decir, sabía como era cada uno, y según fuera cada uno, él actuaba. Si uno era un alumno que tenía poca creatividad, o él se daba cuenta que no tenía mucha capacidad de crear cosas, le daba de todo, le daba hasta escrito el trabajo, se lo escribía él. Pero si él veía que uno tenía creatividad y 9 Bernardo Gandulla CEHA - Boletín Nº1 tenacidad, no le daba nada. Y venía y le exigía “¿Qué descubrió?”, y uno le decía “no descubrí nada”, entonces él repetía: “No importa, el problema está ahí, búsquelo”. Esa fue mi experiencia personal. Y aprendí a trabajar solo. El día que él ya no estuvo yo pude seguir trabajando, porque sabía como trabajar. Rosenvasser escribió muchas cosas, pero la obra cumbre es una que yo, en mi libro Los Hebreos del Gran Canaán, puse que es injustamente poco divulgada. La obra, fundamental para mi, es la Fundamentación Histórica del Código de la Alianza. Porque en esa obra él hace, en el año 1947, un trabajo comparativo entre El Código de la Alianza, la legislación clásica, y sobre todo una comparación con El Código de Hammurabi. Se adelantó en el tiempo, porque yo acabo de recibir, como libro electrónico, una publicación del año 2009, de un señor que se llama David Wright, que titula su obra “Inventando las leyes de Dios”. ¿Qué dice este autor en su texto? Que las leyes del libro de Éxodo 20 a 22, que forman El Código de la Alianza, en realidad están tomadas, incluso con la estructura y el orden, de El Código de Hammurabi. Eso Rosenvasser ya lo había dicho en el año 1947. Pero esa obra se agotó y desapareció. Uno de los deseos míos, que yo tuve en una época, y después se frustró, porque no hubo posibilidad –incluso hablé con el hijo de Rosenvasser, con Héctor, del cual yo soy muy amigo–, era hacer una edición de las obras completas de Rosenvasser, compilarlas todas. Yo me ofrecí a reunir todas las obras y hacer uno o dos volúmenes. Es decir, sería el homenaje real a su memoria. No porque vaya a aportar cosas nuevas, porque como hombre de su tiempo, el análisis que él hace, por ejemplo, del mundo bíblico, se basa en autores como Noth y Alt, sino porque analiza los diferentes temas de una manera muy particular. Por ejemplo, el otro día, volviendo a leerlo, me encontré con algunas cosas originales que me permitieron la reinterpretación de determinadas cuestiones. Ojalá hubiera muchos Rosenvasser todavía en la Argentina. Y aprovecho esta ocasión para dejar una cosa en claro. La excavación que él realizó en Aksha fue expuesta en el Museo de La Plata después de 25 años de estar sepultada en los sótanos por celos internos entre colegas. Eso lo sé porque lo viví. Él trajo todos los materiales en cajones, y hubo una estela que se perdió, se pulverizó por falta de conservación, porque en La Plata el asunto era que él era un antiperonista furioso. Si analizamos su vida, y el contexto de su vida, tal vez estaba justificado. No olviden ustedes que con el golpe del año ’43, lo echan de la Universidad. El Gral. Perón lo había citado en una reunión privada –que el Doctor me contó con gran detalle–, y le había propuesto que organizara el gremio de profesores en La Plata, y como el viejo Rosenvasser era socialista, le dijo que eso no lo iba a hacer. Cuando llegó a su casa, al día siguiente, estaba expulsado de la 10 Bernardo Gandulla CEHA - Boletín Nº1 Universidad. Error cometido, no sé si por Perón o por algún funcionario intermedio, para lo que vulgarmente se llama “chupar la media”. No creo que Perón se haya tomado ese trabajo, pero Rosenvasser tenía muchos motivos para no ser peronista. Yo les cuento esto para que lo tengan en claro y se den cuenta que las luchas políticas de la Argentina muchas veces han perjudicado seriamente la actividad científica. Así, esas piezas vinieron de Egipto, donadas a la Argentina, fueron a parar a un sótano, y estuvieron 25 años enterradas, hasta que alguien un día alguien las encontró. Cuando yo les diga quién fue y cómo se enteró, van a decir ¡qué horror! Si, es ¡qué horror!, pero Rosenvasser no tenía nada que ver con eso. El que se entera que las piezas estaban sepultadas en el Museo de La Plata es el Almirante Massera. El Almirante Massera, cuando era un niño, en la escuela secundaria, había sido alumno de Rosenvasser. Entonces decide, no por una cuestión política, sino por un tema personal, homenajear a su antiguo maestro, determinando que se expongan las piezas en el Museo de La Plata. Esa es toda la verdad. En la Facultad de Filosofía y Letras se inventó toda una historia diciendo que él era amigo de Massera, que era amigo de Lambruschini. Yo puedo decir que no es así, porque yo viví esas circunstancias. Rosenvasser era un demócrata y una excelentísima persona. No se le puede endilgar cosas que no le correspondían. Espero haber hecho una semblanza lo mejor posible. No me resulta fácil. Algunas cosas no las puedo contar, ya que me embarga la emoción, porque yo también estoy viejo. Muchas gracias. Para seguir leyendo: • Gandulla, Bernardo (2005). Los Hebreos en el Gran Canaán. Buenos Aires: Editorial Canaán. • Rosenvasser, Abraham (1947). Fundamentación Histórica del Código de la Alianza. MAIA, Círculo de Profesores de Historia, Biblioteca de Estudios III. Buenos Aires. 11 Emanuel Pfoh CEHA - Boletín Nº1 A. Rosenvasser y la historiografía reciente sobre Israel en la Antigüedad oriental Dr. Emanuel Pfoh (Universidad Nacional de La Plata – CONICET) Desgrabación: Sra. Paola Irene Bevilacqua Revisión: Prof. Pablo Federico Jaruf La idea mía de hoy es, no tanto tratar a Rosenvasser como biblista, sino más bien hacer una especie de semblanza, pero esta vez historiográfica, de la actualidad de los estudios bíblicos, no tanto a nivel de la Argentina, sino a nivel mundial; básicamente, nivel a occidental, que es donde se cuecen las habas de los estudios bíblicos, en Europa y en Estados Unidos. La idea también es contextualizar a Rosenvasser como biblista a partir de esta semblanza. Yo creo que tenemos que comenzar indagando los modos en los que entendemos y leemos la Biblia. El modo actual de interpretar la Biblia es básicamente un modo moderno. Es un modo de lectura, un modo de interpretar la realidad, que aparece con la ilustración europea. Es allí donde empieza a jugar el concepto de historicidad de los eventos del pasado, y es a partir de ese prisma que se empieza a leer la Biblia como algo realmente acontecido. La idea es que se tenga en mente que con la aparición de la ilustración existe un modo racionalista de leer la Biblia, de decidir qué es verdadero, qué no es verdadero, qué es histórico y qué no es histórico. En ese sentido, en el siglo XIX en Europa se empieza a desarrollar, especialmente en la facultades de teología, lo que es llamado la Hipótesis Documental, es decir, una interpretación de la formación de los textos bíblicos a partir de determinados extractos literarios, que van a denotar la antigüedad de ciertos pasajes o de ciertas historias, y que en el texto bíblico se presentan todas de manera sincrónica. Se va a desarrollar lo que se llama después el método histórico -crítico. Es una estrategia o metodología o herramienta de análisis para indagar qué textos o qué partes de la Biblia fueron producidos primero, cuáles fueron producidos después, determinar las ideologías detrás del texto bíblico. A la par del desarrollo de los estudios histórico-críticos, van a aparecer y desarrollarse en el siglo XX, especialmente entre la década del ´20 y mediados de la década del ´70, tres grandes corrientes historiográficas. Las primeras dos son contemporáneas; la tercera es la más tardía. La primera de ellas es la llamada hipótesis de la infiltración pacífica de los nómades, de la escuela de Albert Alt y Martin Noth, de la cual hablaba hoy el profesor Gandulla con respecto a Rosenvasser. Esta escuela depende en grande parte de la escuela alemana del método histórico-crítico. La otra escuela que se va a desarrollar un poco después, en paralelo, va a ser una escuela norteamericana, que es la escuela de William Albright. Es una escuela mayormente 12 Emanuel Pfoh CEHA - Boletín Nº1 historicista de la lectura de la Biblia. Uno podría decir que si la escuela alemana de interpretación bíblica consideraba que gran parte del Génesis era un relato mítico que no había acontecido, a partir del relato de Abraham se consideraba que existía un núcleo de realidad histórica en lo que hace a la historia de Palestina con respecto al pueblo de Israel, que luego, posteriormente fue embellecido o aumentado por escribas posteriores y demás, pero se pensaba o se tenía la fe metodológica de que uno analizando el texto bíblico podía “pelar” literalmente el texto bíblico, capa por capa, hasta llegar a un núcleo de realidad histórica. Básicamente esta idea sobrevive hoy en día en gran parte de las universidades donde se realizan estudios bíblicos. La tercera de las escuelas es también norteamericana y es la escuela de la rebelión campesina o de la revuelta popular. No es casualidad que haya nacido en la década del ´60, y que sea desarrollada especialmente en la década ´70 después de la guerra en Vietnam. Esta escuela es la que ha tenido menor duración de todas porque en los ´80, básicamente en los fines de los ´80, va a desaparecer, refutada por los investigadores bíblicos. Sin embargo, es en esta perspectiva que avanza la idea de que la aparición de Israel como nación obedece a un fenómeno endógeno a Palestina, y no a un fenómeno exterior, como otras lecturas dependientes de la Biblia postulaban. Yo creo que a Rosenvasser se lo puede ubicar --no sé qué va a pensar el profesor Gandulla--, básicamente en el medio, entre las escuelas alemanas de Noth y Alt, y la escuela bíblica de Albright de los Estados Unidos. —————————————————————————————————————————— INTERVENCIÓN DE BERNARDO GANDULLA: [Tenía Rosenvasser] una posición más bien ecléctica. No era de una ni de la otra, sino que tomaba de una y tomaba de otra para contribuir a los estudios bíblicos. Básicamente con esto quiero decir que más allá del criterio crítico, valga la redundancia, que sostenía Rosenvasser, él era hijo de sus tiempos. Rosenvasser había nacido a fines siglo XIX y falleció en el ’83. Vamos a decir que vivió toda la época de esplendor de la escuela alemana de los estudios bíblicos y también la disputa con las escuelas norteamericanas, y lo relevante de esto, más allá de encontrar aciertos u opiniones encontradas entre estas dos escuelas, es que la idea de una historicidad básica detrás del texto bíblico era mantenida, más allá de que pudieran encontrarse ciertos elementos que dijeran, bueno, estos son ficciones tardías, textos embellecidos y demás, existía la idea totalmente modernista que detrás del texto bíblico había una cierta historicidad efectiva. —————————————————————————————————————————— 13 Emanuel Pfoh CEHA - Boletín Nº1 Estos paradigmas van a estar vigentes hasta mediados de los ´70 o hasta principios de los años ´80. Los paradigmas en los estudios bíblicos van a tardar en dar paso uno al otro, vale a decir, tienen fases de solapamiento, y marco la mitad de los años ´70 porque es justamente a mediados de los años ´70 que van a aparecer dos obras en Estados Unidos que van a empezar a dar vuelta, van a propiciar un cambio de paradigma interpretativo. Estas dos obras fueron escritas, por separado, por dos investigadores que se conocían entre sí, en congresos, pero que nunca escribieron juntos. Uno es el norteamericano Thomas Thompson, educado en Alemania bajo el paradigma de Alt y Noth, y el otro es el canadiense John Van Seters, que fue educado en el paradigma norteamericano de Albright. Estas dos obras van a dar por tierra con la historicidad de las narrativas patriarcales, las narrativas de Abraham, Isaac y Jacob, y si bien estas obras fueron contestadas en los años ´70, especialmente la de Thompson, realmente hacia mediados de los años ´80 el péndulo historiográfico comienza a cambiar hacia una idea de que las narrativas patriarcales parecen no ser históricas. Ahí se desata lo que podríamos llamar una especie de efecto de bola de nieve, porque si los patriarcas bíblicos dejan de estar, dejan de pertenecer a la esfera de la historicidad mínima de la historia de Palestina en lo que respecta al pueblo de Israel, ¿de dónde sale el pueblo de Israel? Ahí es donde empieza a ganar momento, y a partir de una desviación de lo que podríamos llamar la hipótesis de una revuelta campesina. La hipótesis de la revuelta campesina de los años ´60 es la primera en decir que el pueblo de Israel no viene de ningún lado, sino que es nativo de la región de Palestina, pero en el contexto de la revuelta campesina. Por otro lado el paradigma de Alt y Noth sostenía que Israel aparece no conquistando la tierra de Canaán, como dice la Biblia, sino a través de la hipótesis de una infiltración semi nomádica. Es un proceso pacífico pero que dura generaciones. Entonces, en los ´80, y especialmente a partir de una serie de relevamientos arqueológicos de superficies que se comienzan a producir en Israel luego de la guerra del ´67, se empieza a potenciar una idea de que Israel como pueblo va a aparecer en la historia de Cisjordania, en las tierras altas de Canaán a partir de una derivación de los que sería la hipótesis de Alt y Noth. El arqueólogo Israel Finkelstein retoma la idea de Alt de la infiltración pacífica retocándola un poco, pero básicamente va a decir que lo que tenemos en la tierras altas de Canaán o de Palestina hacia el siglo XI van a ser una especie de proto-israelitas, no son todavía israelitas, se originan en el movimiento demográfico de Palestina que puede rastrearse hasta los comienzos de la Edad del Bronce a fines del IV milenio a.C. Volviendo un poco a la cuestión de los paradigmas y demás, el cambio de paradigma que 14 Emanuel Pfoh CEHA - Boletín Nº1 se va a dar, esencialmente, en la primera mitad de los años ´90, y especialmente en Europa, va a producir que luego de la historicidad de los patriarcas bíblicos fuera refutada, se van a comenzar a refutar progresivamente los periodos posteriores de la historia bíblica. Si no hay patriarcas bíblicos, esto quiere decir que tampoco existe un éxodo de Egipto de los antiguos israelitas, porque los antiguos israelitas, en primer lugar, nunca se fueron en masa a Egipto, nunca se desarrollaron en Egipto como pueblo o como centro. Hubo semitas en Egipto yendo y viniendo por la zona del Delta desde el segundo milenio antes de Cristo. Sin embargo, no hay modo de saber quiénes eran esos semitas en un sentido étnico --mucho menos nacional, término que no se tendría que usar en periodos pre-modernos--. No existen patriarcas bíblicos, no va a haber evidencia de un éxodo de Egipto, no va a haber evidencia tampoco (esto esencialmente en los ´80 queda demostrado) de una conquista militar de la tierra prometida como narra el libro de Josué en sus primeros capítulos, y lo que va a hacer Thompson a principio de los ´90 (el mismo que había publicado un libro refutando la historicidad de los patriarcas), va a ser seguir con este hilo de deconstrucción historiográfica, diciendo que del reino de David y Salomón en realidad no tenemos ninguna evidencia arqueológica, por ende, que no tenemos que seguir escribiendo historias de Israel que comiencen con la monarquía del reino de David y Salomón. Solamente tenemos evidencia de estos dos reinos, el reino del norte, el de Israel, y el reino del sur, el reino de Judá. Esta hipótesis va a ser confirmada arqueológicamente luego por Finkelstein en los años ´90 que va a decir que, efectivamente, en lo que hace a la arqueología, solo tenemos evidencia de que hacia el siglo IX, y no hacia el siglo X, en donde se solía ubicar a la monarquía unida de David y Salomón, tenemos evidencia de cierto reino que es conocido a partir de las fuentes epigráficas, especialmente asirias, como “Israel”. Ahora bien, este reino está separado del reino del sur, del reino de Judá con capital en Jerusalén. Son dos reinos paralelos. Con la caída de la historicidad de la monarquía unida también viene a cuestionarse la idea que hubo exilios, deportaciones en masa de población del reino de Judá, especialmente, no tanto del reino del norte, pues la invasión asiria a fines del siglo VIIIº está comprobada en varias fuentes, sino de la deportación de los israelitas de Jerusalén en masa hacia Babilonia. Y luego el retorno, la construcción del segundo templo también va a ser puesta en seria duda en lo que hace a la historicidad. No es que se borre toda la historia como habían dicho algunos críticos, que se ha intentado borrar la historia de los antiguos israelitas, sino que se empieza a reconsiderar y a revaluar qué tipo de historiografía podemos escribir. Aquí, para volver un poco a la cuestión de Rosenvasser, tengan en cuenta que Rosenva15 Emanuel Pfoh CEHA - Boletín Nº1 sser muere, fallece, en 1983, o sea que no va a ver nunca este tipo de desarrollos. Si bien no sé si Rosenvasser habrá conocido los libros de Thompson y Van Seters, yo creo que seguía operando en este paradigma más tradicional que consideraba mayormente la historicidad de los textos bíblicos en un sentido nuclear de la historiografía de Israel. Como sea, lo que va a traer aparejado, también en los años ´90, es un debate que alcanzó una cierta violencia verbal inapropiada para un debate académico. Es la puesta en escena de algo que antes nunca se había considerado seriamente en los estudios bíblicos, y que son las consideraciones ideológicas que tiene la historiografía, sea una historiografía más tradicionalista, sea una historiografía más deconstructiva o radical, o como quiera llamarse. Aunque parezca raro, hasta mediados de los ´90, nadie vinculado a los estudios bíblicos en Europa o en los Estados Unidos había hecho explícita la relación que existe entre los estudios bíblicos y, llamémosle, la ideología sionista y la creación del Estado de Israel, y como existe una interacción entre el desarrollo de los estudios bíblicos y la legitimación de ciertas políticas en el Estado de Israel y, de manera dialéctica, como estas políticas en Israel van a generar nuevas avenidas de estudios bíblicos, o de estudios arqueológicos, que están legitimando, por así decirlo, ciertas políticas o visiones del pasado, de Palestina especialmente, como lo que va a ser el conflicto palestino-israelí. Esto se va a hacer evidente en los ´90, al menos en el ámbito académico de los estudios bíblicos. Otro punto que a va a desarrollar a fines de los ´90, si bien no va a ser mayoritario ni hegemónica esta idea, es que los historiadores van a empezar a hablar de la necesidad de normalizar la historia de Israel ¿Qué quiere decir esto? De dejar de considerar al antiguo Israel como una especie de milagro oriental que produjo la Biblia, que es un pueblo que no se lo puede comparar a ningún otro de los pueblos contemporáneos, va a haber un llamado cada vez más alto (no sé cómo decirlo), un llamado cada vez más evidente, a normalizar la historia de Israel, vale a decir tomar a Israel como un pueblo más de la antigüedad oriental, estudiar a Israel a partir de los mismos criterios metodológicos con los que se estudia a los arameos, fenicios y demás y dejar de considerar al antiguo Israel --la idea del “antiguo Israel” es, en rigor, un término problemático--, o dejar de considerar a los elementos israelitas en la historia antigua de Palestina, como algo imposible de ser comparado con otras realidades antiguo-orientales. En ese sentido, la idea de que la Biblia es una fuente privilegiada también va a ser puesta en consideración. Los paradigmas tradicionales consideraban que la Biblia había sido escrita del modo demostrado por la Hipótesis Documentaria entre el siglo X, vale a decir en la corte del rey David y entre el retorno de Babilonia a fines siglo VI. Lo que va a suceder a partir de los ´70, 16 Emanuel Pfoh CEHA - Boletín Nº1 y especialmente en los ´90, es que el lapso que se consideraba de escritura del texto bíblico se va a ir achicando y se va a ir retrasando. Si no existe una monarquía unida de David y Salomón no puede haber una corte real en un sentido amplio como aparece en los textos. Entonces ¿de dónde aparecen estos textos? En el reino del norte no se ha encontrado mayor actividad escribal fuera de ciertos datos epigráficos, pero no hay archivos reales ni nada por el estilo. Tampoco se han encontrado archivos reales en Jerusalén en el siglo VI. Entonces, ¿dónde se han escrito los textos bíblicos? Finkelstein, últimamente, ha popularizado una idea de que la Biblia ha sido escrita en los reinos de Josías y Ezequías en el siglo VII a.C. Sin embargo, Finkelstein no pudo probarlo. En ese sentido, la idea de Finkelstein, de una redacción deutoronomista del siglo VII, tiene la misma deficiencia que la idea de G. von Rad que escribía en los años ´50 diciendo que la Biblia comenzó a ser escrita en la corte del rey David. No puede ser probado esto. No hay evidencia de esto. Puede ser especulado, puede ser hipotetizado, pero no puede ser probado. Ha ganado en los ´90, la idea de que la Biblia es una producción tardía en la historia de Israel, que comienza en el periodo persa, en la época del supuesto retorno de Babilonia, y especialmente en el período helenístico en Palestina. El mayor soporte que se tenía para generar una producción de larga duración de la Biblia durante varios siglos era el análisis filológico del hebreo. Se distinguía entre un hebrero antiguo, un protohebreo, un hebreo clásico y un hebreo tardío. Sin embargo, han aparecido últimamente estudios que dicen que estas diferencias en la lengua hebrea antigua, no es diacrónica sino que es sincrónica, son estilos sincrónicos de escritura, son estilos tardíos. Entonces, nada de esto es conclusivo, son nuevas hipótesis que empiezan a aparecer que hablan en favor de que la vieja idea de que podemos escribir una historia del antiguo Israel que comienza con la monarquía unida, que comienza en la transición de la Edad del Bronce y que termina, ya sea con el exilio de Babilonia, o si lo extendemos más, con la deportación romana o la destrucción del templo en el ´70, no quiero decir que sea imposible, pero tiene muchas deficiencia para seguir escribiéndola de esa manera. En ese sentido, y para terminar, me parece que la mejor manera de enfocar la cuestión del antiguo Israel como un problema historiográfico es tratar la historia de esta región como la historia de la antigua Palestina, dentro de la cual se pueden encontrar evidencias históricas de algo llamado Israel, que no es un pueblo unido, no es una entidad homogénea a través del tiempo, sino que el termino “Israel” es polisémico, significa una cosa en la Estela de Merneptah, significa otra cosa durante la invasión Asiria en el Levante, significa otra cosa en el siglo babilónico, va a significar otra cosa para los judíos rabínicos del siglo II después de Cristo. No se puede 17 Emanuel Pfoh CEHA - Boletín Nº1 leer la historia del antiguo Israel de una manera “sionista”, por así decirlo, que Israel existe desde Merenptah hasta la fundación del Estado de Israel y demás. No es así. Esa es una visión nacionalista de la historia antigua, hay que verlo en un sentido deconstructivo de la evidencia, hay que deconstruir la historiografía moderna y ver que la evidencia que tenemos de Israel es sumamente problemática, hace referencia a diferentes fenómenos históricos y creo que hay que tener en cuenta eso. Para seguir leyendo: Pfoh, Emanuel (2015). “¿Cuándo comienza la historia de Israel en la antigua Palestina? Apuntes para una discusión”. Historiae 12, 1-13. Finkelstein, Israel & Silberman, Neil A. (2003). La Biblia Desenterrada. Una Nueva Visión Arqueológica del Antiguo Israel y de los Orígenes de sus Textos Sagrados. Madrid: Siglo XXI. Thompson, Thomas L. (2007). “La arqueología y la Biblia reconsideradas. Un artículo de reseña”. Revista del Instituto de Historia Antigua Oriental “Dr. Abraham Rosenvasser” 14, 179-216. 18 Marcelo Campagno CEHA - Boletín Nº1 A. Rosenvasser y la literatura egipcia: lecturas sobre la contienda de Horus y Seth Dr. Marcelo Campagno (Universidad de Buenos Aires – CONICET) Desgrabación: Prof. Marina Colman Gómez y Prof. Fernando Lamas. Revisión: Prof. Pablo Federico Jaruf Ante todo, quiero agradecer a Martín, a Pablo, y en general a los colegas y amigos del Instituto Joaquín V. González por haber tenido la iniciativa de este homenaje a Abraham Rosenvasser, a treinta años de su muerte. Este es el lugar donde Rosenvasser empezó, y es muy bueno que este lugar lo recuerde, por lo que dio aquí y también por lo que dio más allá, en la Universidad de Buenos Aires, en la de La Plata, y en el ámbito de la comunidad científica internacional. Yo formo parte de la primera generación que no conoció personalmente a Rosenvasser. Eso no me tiene del todo exento de algún tipo de afecto porque es el afecto que me transmitió Bernardo y Ana Fund Patrón, a quien Bernardo mencionaba hace un rato, que fueron las personas que me han dirigido en los primeros años de mi carrera y que muy frecuentemente hablaban de él. Entonces, en algún sentido, está también en mis recuerdos. Pero tengo la ventaja, en algún sentido historiográfica, de no tener una vinculación directa con la vida de Rosenvasser. Por lo tanto, mi lectura se asemeja más a la que, de mi generación en adelante, cualquiera podrá hacer respecto de la obra de un investigador al que no está ligado por un lazo emotivo. Como apuntaba especialmente Martín, si bien el énfasis de los estudios de Rosenvasser estaba puesto en los estudios bíblicos, y de hecho, como mencionaba Bernardo, seguramente la Fundamentación Histórica del Código de la Alianza sea su aporte más original y más decisivo a la historiografía sobre esa cuestión, Rosenvasser es más conocido en el ámbito internacional por las dos cosas que mencionaba Martín, por la publicación del papiro Buenos Aires y por su participación en las campañas de rescate arqueológico con motivo de la realización de la represa de Aswan, que se realizó en los años ‘60 en Sudán. Esto es lo que le valió, por así decir, el reconocimiento del mainstream egiptológico de la época. Pero, respecto del Antiguo Egipto, los intereses principales de Rosenvasser se centraron en aquello que él identificaba como literatura egipcia, de manera general. Lo cual es comprensible porque, como también apuntaba Bernardo hace un rato, Rosenvasser más allá de su condición de autodidacta en su formación como historiador, y más específicamente como historiador de la antigüedad, era un humanista y tenía esa perspectiva que, para la época en la que Rosenvasser empieza a pensar, es, uno diría, la posición más activa del pensamiento sobre la Historia, de lo social en general, de lo cultural en 19 Marcelo Campagno CEHA - Boletín Nº1 general. Y yo creo −lo digo, insisto, desde una generación que ya no tuvo contacto directo con Rosenvasser−, que la reflexión que Rosenvasser comienza a hacer, tanto del mundo bíblico como del Antiguo Egipto, es, en algún sentido, y no me parece raro en un hijo de inmigrantes judíos que se habían ido a vivir al campo en la provincia de Buenos Aires, un pensamiento sobre el origen, sobre el origen del hombre, en ese sentido más general del humanismo, y de la cultura occidental en un sentido más acotado, respecto de la cual claramente Rosenvasser pensaba en ese mundo del Antiguo Oriente como ámbito fundacional. Uno hoy podría, décadas después, discutir algunas cuestiones, pero está claro que el sesgo que Rosenvasser le daba a la cuestión pasaba especialmente por pensar el origen como un humanista lo hacía. Y en particular, cuando Rosenvasser se dirige al antiguo Egipto, rescata, en un conjunto amplio de trabajos que tiene sobre estos temas, la cuestión de la literatura, de los textos. Cuando Rosenvasser escribe acerca de la literatura egipcia, había un consenso bastante grande respecto de llamar “literatura egipcia” a un conjunto de textos no del todo definido, pero que en general se acoplaban relativamente bien al canon de literatura que se tenía desde el mundo occidental. Entonces, ustedes verán textos en los que Rosenvasser se refiere a cuestiones de prosa y poesía, a cuestiones relacionadas con la epopeya, con la épica, con los cuentos más en general, donde claramente partía de la idea de que había comunicabilidad entre los textos del antiguo Egipto y los de la cultura occidental en general. Hay un texto de Rosenvasser, que a mí me interesa particularmente porque habla de la contienda entre Horus y Seth, que se llama Torneos de Acertijos en la Literatura del Antiguo Egipto (1947), en el que, refiriéndose a una serie de “enigmas” que él encontraba en diversos textos egipcios, dice de todos ellos: “el tema dominante es el filosófico, el religioso o el político. De tal índole son los asuntos de la payada del Negro en el Martín fierro, las preguntas del rey Ptolomeo a los sabios de Jerusalén en la carta de Aristeas, o las cuestiones que se debaten en el banquete de los siete sabios de Plutarco”. Claramente, Rosenvasser plantea que lo que él ve en unos textos del Antiguo Egipto tienen ecos que llegan al Martín Fierro, no porque creyera que hay alguna continuación directa, sino porque hay un modo de pensamiento literario, por así decir, que procede de aquella cuna y que llega hasta el presente. Esa mirada, insisto, que es la mirada de Rosenvasser, es también la mirada genérica que para la época en que Rosenvasser escribe el grueso de sus textos egiptológicos, operaba como profesión de fe en egiptología. Uno diría, de hecho, que el primer texto medianamente significativo reconocido por egiptólogos posteriores, es donde se empieza a tematizar esa situación, es de mediados de la década del ‘70. Rosenvasser estaba aún activo en esa época, porque, como decía Bernardo, estuvo activo has20 Marcelo Campagno CEHA - Boletín Nº1 ta el último día de su vida, pero ya no hay textos suyos de esta época sobre el Antiguo Egipto, excepto el importante artículo publicado en la RIHAO (Revista del instituto de Historia Antigua Oriental), que es del año 1976, llamado “Introducción a la Literatura Egipcia”. Pero ya para ese entonces, digamos, Rosenvasser ya tenía su cosmovisión armada. Para esta época, decía, hay un texto de Jan Assmann, un autor alemán, más o menos de la generación de Bernardo, que por primera vez plantea la necesidad de empezar a pensar el estatus específico de algo a lo que podría llamarse “literario” en el Antiguo Egipto. Pero, en realidad, el debate que plantea Assmann a mediados de los ’70 recién se lanza de manera profunda en los años ’90, es decir, con Rosenvasser muerto hacía ya muchos años, de manera que Rosenvasser no participó de toda una serie de discusiones más contemporáneas en las que se ha ido discutiendo a qué llamar literatura, qué reconocer como texto literario en el Antiguo Egipto, literario respecto de qué. Y aquí hay toda una serie muy rica de discusiones, en las que fue predominando la propuesta de pensar en un estatus específico de lo literario en el Antiguo Egipto, especialmente centrado en cierta idea de textos no utilitarios, en el sentido de que hay textos, por ejemplo un himno a un monarca o un conjuro mágico, que tienen una finalidad práctica medianamente visible, mientras que otros textos –a los que se proponía llamar literarios− no la tendrían. Luego, esta misma discusión acarreó otras miradas más críticas, principalmente porque en realidad no es fácil de establecer una distinción muy clara entre utilitario y no utilitario: por ejemplo, si al referir a un texto práctico pensamos en un conjuro, y sabemos que un texto llamado literario estaba destinado a ser leído en la corte para el ascenso de un monarca, se pierde bastante la diferencia entre la idea de qué tendría utilidad directa y qué no la tendría. En el debate de los años ‘90, la cuestión de lo literario tiene un punto interesante en la intervención de un egiptólogo de los más renombrados, también actualmente, que de hecho visitó Argentina hace unos años atrás: Antonio Loprieno. Loprieno propuso tres criterios para hablar de textos que pudieran lícitamente ser llamados literarios. En primer lugar, está el criterio que él denomina ficcionalidad, que implica que hay cierto consenso entre, digámoslo así, los redacto­ res y los lectores de ciertos textos, de que algo de lo escrito no corresponde al mundo real, al mundo real vivido por ambas partes. En segundo lugar, un criterio al que llama intertextualidad, que es el hecho de la referencia recíproca que un texto puede tener en otros textos, un texto que retoma lo escrito en otro y que influye sobre ese u otros escritos, una trama de textos por llamarlo de una manera. Y el tercer criterio que aporta Loprieno, es el que llama recepción, que es el hecho de que un texto puede ser retransmitido, de generación en generación, de manera que pueda haber una serie de apropiaciones de largo plazo de lo escrito en un primer momento. 21 Marcelo Campagno CEHA - Boletín Nº1 No voy a profundizar en esta discusión, pero lo que me importa subrayar es que a partir de los años ’90 se ha dado un amplio debate en torno de la posibilidad de pensar el carácter específico de ciertos textos a los que en general llamamos textos literarios del Antiguo Egipto. Y ese debate me parece importante en este punto, porque sí uno se refiere a los textos relativos a Horus y Seth −que son aquellos en los que quería centrarme, dado que en su momento fueron considerados por Rosenvasser−, esta distinción que apunta a tratar de delimitar el carácter de lo literario en el Antiguo Egipto toca de lleno a tales textos, porque existe una enorme variedad de formas de referir a estos dioses y sus conflictos, en muy diversas claves. Por ejemplo, menciones a Horus y Seth en textos de reflexión específicamente teológica, como la Teología menfita, o textos ligados a los procedimientos ascensionales del rey, como los Textos de las Pirámides. Pero hay también una serie de textos en los que estos dioses aparecen plasmados en un tipo de narrativa diferenciada, que a veces se denomina “literatura mitológica”, en el sentido de que se trata de relatos centrados en una serie de narraciones sagradas acerca de estas divinidades, pero tematizados de maneras muy específicas, de maneras que podríamos llamar “miméticas”, es decir, que contienen escenas lejanas al núcleo de las significaciones que el mito plantea de manera central. Se trata de tematizaciones del mito en una clave incluso ficcional, en el sentido de que estos textos agregan un tipo de reflexiones que no procede de los núcleos centrales de los mitos, tal como esos mitos son medianamente replicados a lo largo del tiempo. Me parece que, entonces, existe un grupo de textos acerca de Horus y Seth que podemos encuadrar dentro de esta idea de literatura mitológica, y son los textos sobre estos dioses a los que Rosenvasser prestó más atención. Me voy a concentrar ahora en un texto en particular, el relato de La Contienda entre Horus y Seth −un texto al que yo le he dedicado hace algún tiempo una consideración un poco más sistemática (2004)−, que quedó incluido en un conjunto de papiros de la Dinastía XX, reunidos en la colección Chester Beatty. Ante todo, hago un brevísimo resumen del texto. Básicamente, La contienda entre Horus y Seth se centra en el problema de la continuidad de la realeza en Egipto cuando Osiris ha sido asesinado por su hermano Seth. Se plantea, entonces, una situación de contienda entre el fratricida que pretende hacerse del cargo del trono, y el hijo de Osiris, Horus, que reclama su derecho por la vía de la herencia. Este es el nudo central del mito de Osiris, Horus y Seth, que aquí aparece tematizado como contienda judicial. Entonces, los dioses comparecen frente a un conjunto de divinidades que hacen las veces de jurado, presidido por una divinidad en particular, Ra-Atum. Y en esa contienda, se produce todo tipo de peripecias respecto de cómo decidir quién debe ser el sucesor de Osiris: si debe ser el hermano Seth, 22 Marcelo Campagno CEHA - Boletín Nº1 fratricida pero fuerte, o el hijo Horus, tal vez demasiado joven, pero legítimo desde el punto de vista de la continuidad en la sucesión que va de padre a hijo. Las peripecias son realmente muchas, es un texto muy divertido de leer. Pero lo cierto es que el texto se escapa muchísimo de la contienda “clásica”, que es básicamente una lucha cuerpo a cuerpo entre los dioses, tal como refieren los Textos de las Pirámides. Rosenvasser consideraba que este relato de La Contienda entre Horus y Seth, claramente pertenecía al campo de lo literario. De hecho, refiere a los textos como “Las aventuras de Horus y Seth”, y menciona que “en 1931, Gardiner encontró entre los papiros de la colección Chester Beatty una narración épico-satírica, ‘Las aventuras de Horus y Seth’, sobre un tema de leyenda heroica que arranca en los comienzos mismos de la nación egipcia”. Acá Rosenvasser claramente veía, en este tipo de textos, elementos de lo que para el estándar de su época era claramente asociable a la literatura en un sentido general, formas comparables, épicas, satíricas, leyenda, aventura, como núcleo del cuento por excelencia. De hecho, en este mismo trabajo, Rosenvasser refiere luego a “Las aventuras de Sinuhé”, dándole así el mismo encuadre literario que al texto sobre Horus y Seth. Entonces, se ve que, para la época de Rosenvasser, claramente se interpretaba que éste era un texto literario. Ahora bien, si consideramos el estatus de un texto como el de La Contienda entre Horus y Seth a la luz de las discusiones posteriores a Rosenvasser, aparece una serie de cuestiones sobre las que quisiera detenerme un poco. Un primer problema corresponde al por qué de la escritura de este texto, cuál era su finalidad. Sobre esta cuestión fueron surgiendo opiniones de las más diversas, desde la época de la publicación del texto. En tiempos de Rosenvasser −y de hecho, ésta es la lectura que hacía el propio Rosenvasser−, se consideraba que el texto, por su índole literaria, debía ser un texto escrito para el entretenimiento. Básicamente, a partir de Gardiner, se aducía que este texto debía tener una finalidad de “pasatiempo”, porque se escapaba del canon más restricto respecto de las divinidades, dado que en el texto aparece una serie de situaciones de alto contenido erótico, por llamarlo de alguna manera, y otras situaciones bastante difíciles de cuadrar en una narrativa sagrada, en el sentido en que la mirada occidental de tiempos de Rosenvasser suponía respecto de lo sagrado. Para ese arco de especialistas, en los años que Rosenvasser analiza este tipo de textos, se suponía que esto debía constituir algo así como una broma, para divertirse un rato, para burlarse un poco de aquello que por otra parte se adoraba en términos de sacralidad. En tiempos más recientes, y por supuesto posteriores a la muerte de Rosenvasser, surgieron interpretaciones muy diferentes acerca de las razones para escribir este texto, que correla23 Marcelo Campagno CEHA - Boletín Nº1 cionan el contenido específico de esta narración con otros textos y el contexto político de la Dinastía XX. En este sentido, hay una autora alemana, Ursula Verhoeven, que en los años ‘90 hizo un análisis muy profundo co-relacionando este texto con otros textos que, de hecho, están en los mismos papiros donde aparece La Contienda entre Horus y Seth. Y ese análisis permite interpretar que el texto fue leído en ocasión del ascenso al trono del rey Ramsés V, que asume muy joven, al morir su padre Ramsés IV, y que muy prontamente muere y es sucedido por el hermano de Ramsés IV, que pasa a ser Ramsés VI. Esa situación, de un rey que muere, un hijo muy joven y un hermano que definitivamente se termina quedando con el trono, y que luego vuelve a replicarse dos generaciones después, a finales la dinastía XX, es destacado por Verhoeven, en el sentido de que muy probablemente el texto haya sido leído en el momento de ascenso del rey joven, sucediendo al padre muerto, porque muy probablemente haya existido en la corte del rey dos facciones, una apoyando los derechos del hijo joven y otra apoyando al hermano mayor de edad. En algún sentido la lectura de un texto como éste, en el ascenso de Ramsés V al trono, es por así decir el modo de hacer política en el Antiguo Egipto, pero no en un sentido instrumental sino en el sentido de que la forma de comunicar la legitimidad de Ramsés V se fortalece en la medida en que se haga pública, explícita, la forma justa de la sucesión entre los dioses. En este punto, puede apreciarse una razón muy diferente a la del entretenimiento para la redacción y lectura de este texto. Ahora, más allá de esta cuestión, otras discusiones acerca de La contienda se centraron no ya respecto de la cuestión del sentido de escribir el texto sino respecto del sentido estructurante del texto, es decir, qué fuerzas expresa un texto de esta índole. Muchos autores contemporáneos de Rosenvasser, él mismo tangencialmente incluido, hacían del texto de La contienda, como de cualquier otro texto relacionado con el mito de Horus y Seth, una lectura que se suele denominar evhemerista. La lectura evhemerista es la que trata de leer el mito en clave de memoria de una historia fáctica. En algún sentido, como mencionaba Emanuel más temprano respecto de la cuestión de la Biblia, es una lectura que implica un procedimiento comparable al que los autores de principios del siglo XX vertían sobre La Biblia, y que todavía repercute tan fuertemente en el discurso político actual, acerca de la intención de inferir historia a partir de un relato mítico. Así, se propuso que Horus y Seth representaban dos partes de Egipto, y entonces, leer más o menos en clave historicista esos conflictos daba información de cómo había sido el proceso histórico con anterioridad a la unificación política y a la constitución de una monarquía unida en el antiguo Egipto. Esta lectura, que partía del supuesto de que el mito es un modo de procesar datos históricos, ha perdido mucho terreno ya en la especialidad, de la mis24 Marcelo Campagno CEHA - Boletín Nº1 ma manera que lo ha perdido, si no fuera por el sesgo político, en el campo de los estudios bíblicos. En tiempos más recientes, fueron siendo propuestos otros sentidos estructurantes para el relato de Horus y Seth. Seré breve acerca de estas miradas, aun cuando se trata de un conjunto bastante abigarrado de posibilidades. Hay autores que en los años ’70-‘80, en el marco del influjo fuerte del estructuralismo, pensaban en la existencia de una estructura subyacente que determinaba roles dentro del relato, y por lo tanto trataban de hacer una lectura en clave de semántica estructuralista. Algún otro autor, más recientemente, ha propuesto una lectura en clave de fenómenos inconscientes, de modo que lo que expresaría el relato es la plasmación de ciertas fantasías inconscientes de la sociedad egipcia, especialmente tomando muy en consideración todas las escenas con connotaciones sexuales que aparecen en el texto. Otras lecturas apuntan más a determinar la cuestión de la dinámica central del texto en clave de un eje narrativo, relacionado con las calificaciones que determinan la legitimidad para el acceso al trono y que se manifiestan en el camino que atraviesa Horus, que en el comienzo del relato aparece como un niño y que crecientemente va acumulando capas de legitimidad que sobre el final del relato lo transforman en el sucesor justo de Osiris. Por mi parte, cuando yo estudié este texto, me llamó fuertemente la atención una situación en principio paradójica, que era la de que, a pesar de que el procedimiento tenía la apariencia de un juicio en clave estatal, a lo largo del relato se manifiestan los fracasos permanentes de la corte para establecer un veredicto. La corte en general tiende a inclinarse hacia los argumentos de Horus, pero cada vez que está por sancionar el derecho de Horus a la monarquía, Seth exige que el juicio continúe. Se trata, como puede advertirse, de una corte bastante inusual, que pretende establecer un veredicto y no puede porque uno de los contendientes no está conforme. Y esto sucede a lo largo del 90% de un texto significativamente largo para los cánones de la producción de textos literarios en el Antiguo Egipto. Por lo tanto, hay distintas idas y venidas, todo tipo de trampas entre los dioses, se mienten unos a otros respecto de lo que hay que hacer, se burlan, se atacan, se insultan. Isis, la madre de Horus, es sumamente activa en vulnerar todo tipo de acuerdos respecto de lo que se presenta como modos de resolver el conflicto, vía desafíos a la manera de duelos. Esta cuestión es, de hecho, la que Rosenvasser había considerado centralmente en su análisis sobre este relato, que enmarca junto a otros textos bajo el nombre de “torneos de acertijos”. Finalmente, en el final del relato, el que escribe es Osiris, el dios muerto, desde el inframundo. Envía una carta a la Enéada y a Ra-Atum, que la preside, diciéndole que si no ponen a 25 Marcelo Campagno CEHA - Boletín Nº1 Horus en el cargo él va a mandar a sus terribles mensajeros que arrancan los corazones de aquellos que no obedecen. E inmediatamente se produce un viraje absoluto, la problemática vira 180 grados, y toda esa corte impotente para poder establecer justicia, toda esa dimensión permanentemente dubitativa de los dioses, toda esa capacidad de Seth de romper los acuerdos a los que la propia corte había llegado, desaparece. Ra-Atum, en tanto presidente de la corte, pide que traigan a Seth encadenado como prisionero. Comparece Seth, se le dice que la realeza le corresponde a Horus y se termina el problema. Ahí Seth acepta perfectamente que la realeza le corresponde a Horus, y termina el cuento. La escena parece tomada de otro relato, realmente no se deduce de la lógica que venía desplegando la narración. Observando un poco la situación más en general, la primera idea que podría aparecer es que la corte está presentada como una corte torpe. Ahora, más que una corte torpe, cuando uno observa la importancia que tiene la lógica del parentesco a lo largo de la mayor parte del relato, en los modos en que los dioses se relacionan unos con otros, en las formas en que se expresan las vinculaciones parentales, etc., y se correlaciona eso con los modos de hacer justicia en sociedades donde domina el parentesco, donde por tanto no existe el monopolio de la coerción, y por tanto el juez no tiene la capacidad de imponer coactivamente sus fallos, uno observa que la dinámica de resolución de conflictos lleva muchísimo tiempo, porque sí no hay acuerdo entre las partes no hay modo de implementar los fallos. Muchas veces hay que volver a reunirse días y días hasta que el fallo se establece, especialmente cuando la parte que tiene que ceder, se resigna a aceptarlo. Por supuesto, una sociedad como la del Antiguo Egipto en tiempos de la elaboración de este relato, obviamente conocía la mecánica estatal, muy afianzada desde el punto de vista judicial, y eso es en algún sentido lo que, a mi modo de ver, marca el final del relato. Pero a mí me parece que, así como en el campo de las dinámicas sociales del Antiguo Egipto, la lógica estatal coexiste con la lógica del parentesco, esa coexistencia deja huellas en este tipo de relato. Deja huellas en el sentido de que el modelo para pensar este tipo de dinámica judicial que no produce resultados inmediatos es necesariamente el modelo de la justicia parental, que demora en la resolución. Y el modelo de la resolución coactiva, que es el que se instala en el final del relato, corresponde a la justicia propiamente estatal. Y me parece entonces, para ir cerrando, que hay un modo de encontrar sentido en este tipo de textos que no corresponde ni al evhemerismo que intentaba encontrar allí una historia recubierta de mito, ni a las distintas modas que ha habido en ciertas épocas respecto de pensar todo desde la estructura o todo desde el inconsciente. Creo que hay una posibilidad de pensar cómo estos relatos míticos expresan las lógicas que organizaban la vida de las sociedades que los producían. Y 26 Marcelo Campagno CEHA - Boletín Nº1 que eso, a su vez, nos permite comprender su historia, no buscando el supuesto referente histórico de cada dato sino el contenido social que esos relatos dejan ver. Y en este punto hay un comentario de Rosenvasser que quisiera leerles y que tiene una primera lectura que podría tener que ver con cierta condescendencia, pero que, en una segunda lectura, tiene un lado bastante más interesante. Respecto de La contienda entre Horus y Seth, Rosenvasser, dice en cierto momento: “Los dioses de ‘Las aventuras de Horus y Seth’ están equipados con los vicios y las virtudes de los hombres y con su espíritu festivo, su propensión a lo erótico y lo lúbrico y sus aflojados resortes de obediencia y mando, forman una comunidad que reproduce la corte decadente de los ramésidas”. Bernardo hablaba hace un rato del carácter severo de Rosenvasser que aquí, con una mirada casi victoriana, dictamina que estos dioses hacen todo tipo de barbaridades porque están expresando una corte decadente, que es la que expresa el final de la dinastía XX, que es el final del Reino Nuevo, que es el colapso de esa experiencia política. Todo esto se podría discutir, y se podría mirar también con alguna indulgencia, respecto de esa mirada de un hombre de su tiempo. No hay que olvidarse que este texto está publicado en los años ‘40 y, por tanto, hay que remitir a ese contexto cultural y moral antes de hacerle una imputación demasiado grave a Rosenvasser desde el 2014. Pero más allá de esta cuestión, lo que me parece interesante de una reflexión como esta, es que cuando Rosenvasser dice que los dioses de La contienda entre Horus y Seth están equi­ pados con los vicios y las virtudes de los hombres, me parece que lo que está diciendo es que los dioses de este tipo de relatos hacen cosas que hacen los hombres. Hacen el hacer de su sociedad. Y, en algún sentido, me parece que lo más activo para pensar este tipo de relatos, para hacer historia en contextos de literatura mitológica, está allí, en la posibilidad de pensar qué sociedad evocan estos textos. No que acontecimientos políticos enmascaran sino qué tipo de sociedad los produjo y qué tipo de huella deja este tipo de sociedad en los textos que escribe y que leemos tres mil años después, como lo hacía Rosenvasser y seguimos haciendo nosotros. Muchas gracias. Para seguir leyendo: Campagno, Marcelo (2004). Una Lectura de “La Contienda entre Horus y Seth”. Buenos Aires: Universidad de Buenos Aires – Ediciones del Signo. Rosenvasser, Abraham (1947). Torneos de Acertijos en la Literatura del Antiguo Egipto. MAIA, Círculo de Profesores de Historia, Biblioteca de Estudios II. Buenos Aires. 27 CEHA - Boletín Nº1 V Jornadas “Los Terciarios hacen Historia”, ISP Dr. Joaquín V. González Panel de debate: “La Historia Antigua bajo el proceso de reformas en el nivel medio y superior” Coordinación: Prof. Martín Cifuentes Fundamentación: La Historia Antigua en general y en particular la concerniente al Cercano Oriente se encuentra amenazada, en diverso grado, desde las políticas gubernamentales en las propuestas de reformas curriculares que se vienen desarrollando en el nivel medio y superior en distintas jurisdicciones del país. Estas orientaciones a primera vista parecen remitir a Terciarios participantes: propuestas pedagógicas de avanzada, ya que parecen ISP JVG, CABA mostrar un carácter “renovador” que pone en discusión IES Alicia Moreau de Justo, CABA tópicos tradicionales. Contrariamente a esto, el espíritu Instituto Superior Olga Cossettini, Rosario de las mismas busca disolver las especificidades disci- Instituto Superior, Villa Constitución plinares atentando contra la estabilidad laboral docente ISFD y T Nº46, Ramos Mejía, La Matanza y amputando un gran caudal de contenidos históricos para los estudiantes del nivel medio y superior sobre la Historia Antigua y su relación con el presente. Por ello, a través de panel que se presenta intentaremos poner en discusión como se viene desarrollando este proceso en CABA, y en las provincias de Buenos Aires y de Santa Fe a través de los invitados de institutos terciarios que forman parte de esta mesa. Buscando acordar estrategias de articulación e intervención para estas y futuras reformas. 28 CEHA - Boletín Nº1 V Jornadas “Los Terciarios hacen Historia”, ISP Dr Joaquín V. González Mesa 5: “Las fuentes en la enseñanza de las sociedades antiguas en el nivel superior: revisando nuestros métodos de análisis” Coordinadores: Prof. Noelia Vacaflor Prof. Sergio Cubilla Prof. Pablo Jaruf Fundamentación y objetivos: En la enseñanza del nivel superior se emplean con frecuencia diferentes tipos de fuentes para el análisis de las sociedades antiguas del Cercano Oriente, Egipto, Grecia y Roma. Además de los tradicionales documentos escritos, se considera con igual importancia tanto a la iconografía como a los diferentes tipos de artefactos y estructuras arquitectónicas. Sin embargo, no siempre resulta fácil lograr vincular de manera satisfactoria esta diversidad. A esto último se suman, por un lado, las dificultades propias de un área que aborda largos períodos de tiempo y amplias extensiones de territorios, y por el otro, la permanente actualización de nuestros conocimientos debido a los nuevos hallazgos arqueológicos. Las características de este contexto nos obligan, por tanto, a revisar constantemente los métodos que utilizamos en clase para el análisis de las fuentes. La presente mesa temática propone, en consecuencia, problematizar el uso de las mismas a partir de abordajes con marcos teórico-conceptuales explícitos. Buscamos, de esta manera, que el intercambio y el diálogo entre las diversas áreas de la Historia Antigua contribuyan a repensar el rol de las fuentes en el ámbito de la formación docente. 29 CEHA - Boletín Nº1 Resúmenes - Mesa 5 “Los Terciarios hacen Historia” Identidad e imperialismo en el Ion de Eurípides Prácticas políticas de contacto durante el reinado de Aje- Prof. Lorena Abramovich (ISP JVG) natón, Imperio Nuevo (1353-1336 a.C.) Prof. Marina Judith Colman Gómez (ISP JVG-CEHA) El Ion resulta una obra complejísima que ha suscitado numero­ mari.colman@hotmail.com sas controversias en cuanto a su interpretación; desde una lectura lineal como propaganda del imperialismo hasta su interpreta- La historiografía tradicional estableció que, durante el reinado ción como una obra crítica y llena de alusiones irónicas al poder- de Ajenatón (1340-1330 a.C.), las prácticas imperialistas con la ío ateniense, aquello que Kitto dio en llamar tragicomedias. zona del Levante –Siria-Palestina– eran endebles debido a las Esta complejidad de la obra la convierte en campo fértil para problemáticas religiosas que se desarrollaban dentro del Estado indagar la forma en que se delinean fuertemente los límites de Egipcio. Posteriormente, Gestoso Singer (1992) y Van Dijk pertenencia y exclusión dentro del selecto círculo de ciudadanos (2000) han establecido que la intervención política, militar y atenienses mediante la construcción de mitos legitimadores de la económica de Egipto sobre el Levante no estaba en duda, con- arkhé. En el recorrido que transita Ion hasta que le sea descu- cluyendo que el poder imperial egipcio sobre la región era os- bierta su identidad personal se configuran distintos aspectos de tensible. la identidad social de la comunidad política, democrática e impe- Teniendo en cuenta estos aportes, el propósito de este artículo rialista de Atenas, pero también se revelan sus grietas. es romper con el binarismo de imperio “débil” o “fuerte” para dicho periodo, ya que consideramos que las prácticas políticas Revisando al bárbaro en Los Persas de Esquilo: la máscara adoptadas por el Estado Egipcio hacia la región no fueron aná- discursiva del imperialismo ateniense logas entre sí. Las mismas se encontraban sujetas al contexto Prof. Martín Cifuentes (UNLu-ISP JVG-CEHA-ISFDyT Nº46) local al que se enfrentaba y a las relaciones tradicionales de martincifuentes73@gmail.com contacto que había tenido en la zona del Levante como estrategia fundamental para mantener el status imperial. Para alcanzar El presente trabajo busca discutir en Los Persas de Esquilo la este objetivo se analizarán las misivas entre Ajenatón y los fun- construcción de la dupla “bárbaro/tirano” como una categoría cionarios Abdu-Heba de Jerusalén y Rib-Adda de Biblos. política fundada en el teatro trágico, que se proyecta críticamente sobre el accionar político de Atenas en el 472 a.C. Para dicho análisis trabajaremos con los aportes de Edith Hall, Tomas Harrison y Pericles Georges en torno a la construcción del bárbaro. Teniendo en cuenta que esta categoría se construye en el contexto de los inicios del teatro trágico en el siglo V a.C. buscaremos articular la postura que trabaja el teatro desde sus mecanismos de representación y recepción (Goldhill, Sommerstein, Zeitlin), con aquella otra línea (Vernant, Vidal Naquet, Loraux) que trabaja desde los aspectos de la reproducción ideológica. A través de esta articulación buscamos pensar la construcción del discurso cívico teatral como un discurso político de recepción polifónica para el conjunto de los ciudadanos. En el marco de esas ambigüedades discursivas que la representación política del teatro construye, entendemos que Los Persas de Esquilo funda una matriz capaz de encubrir el accionar de la propia tiranía ateniense en curso. 30 CEHA - Boletín Nº1 Resúmenes - Mesa 5 “Los Terciarios hacen Historia” Realeza, templos y poderes provinciales a fines del Reino da por el soberano tanto en el prólogo como en el epílogo, y Antiguo y el Primer Periodo Intermedio. Un análisis a partir las desigualdades jurídicas y sociales que se vislumbran des- de los decretos de exención y las inscripciones de los no- de el análisis del articulado normativo, a partir de la posición marcas social que ocupa cada individuo –awilum, muskenum o war- Prof. Sergio Daniel Cubilla (UNLu-ISP JVG-CEHA-I.P. Sagrado dum- y a las distinciones género. Corazón) De acuerdo a lo expuesto, el aporte principal del trabajo será ser_cuby@hotmail.com el de profundizar sobre las diferencias sociales existentes du- El presente trabajo tiene como objetivo abordar analíticamente la relación entre la realeza, los templos y los poderes provinciales a fines del Reino Antiguo (2600-2160 a.C.) y el Primer Período In­ termedio (2160-2040 a.C.). A nuestro entender, la administración de los templos locales constituyó un factor de gran importancia en la administración de los recursos de la corona a nivel provincial durante el Reino Antiguo. Por ello, el análisis de la relación realeza/templos locales puede permitirnos comprender mejor las ba- rante el reinado de Hammurabi, latentes en el compendio de sentencias que conforma el Código. Fuentes históricas en la escuela primaria Cynthia Elías (IES N° 1“Dra. Alicia Moreau de Justo”- Escuela Normal Superior N° 1 en Lenguas Vivas “Pte. Roque Sáenz Peña”, Profesora de Enseñanza Primaria a cargo de 6° grado) eliascynthia44@gmail.com ses de poder de algunas familias provinciales durante ambas El presente trabajo se propone demostrar cómo es posible etapas. trabajar los contenidos referidos a la historia de las sociedades Nuestro supuesto de investigación consiste en que dicha relación antiguas con los alumnos del nivel primario mediante la inter- se vio trastocada durante el Primer Periodo Intermedio favore- pretación de fuentes. ciendo la identificación de los potentados de provincia con los Se basa en las experiencias con alumnos de 6º grado de la dioses locales cuyos templos administraban y representaban una Escuela Normal Superior N° 1 en Lenguas Vivas “Pte. Roque fuente de poder político y simbólico. Para argumentar nuestra Sáenz Peña”, realizadas no sólo con el objeto de conocer esas posición realizaremos un análisis de los decretos de exención sociedades, sino también con el propósito de acercarlos a la impositiva de fines del Reino Antiguo (Dashur y Coptos D) y algu- comprensión del trabajo que realiza cotidianamente un histo- nas inscripciones de nomarcas del Primer Período Intermedio riador. (inscripciones de Henqw, Kay y Kheti II). Nos propusimos conocer las formas en las que los historiado- Por último, consideramos que el abordaje de esta problemática a res obtienen información para reconstruir el pasado, qué es partir del dialogo entre las fuentes seleccionadas puede resultar una fuente histórica, los diversos tipos de fuentes y cómo ana- de mucha utilidad para su análisis en el ámbito de la formación lizarlas. Se explica cómo trabajamos en forma conjunta, me- docente. diante la lectura grupal y posterior debate, para subsanar las dificultades de comprensión en el caso de las fuentes textua- El Código de Hammurabi: análisis de la equidad en la socie- les, y cómo establecimos el contexto temporal y espacial de dad paleobabilónica los diversos testimonios seleccionados, como también el tipo Daniel Favieri – Nicolás Onorato (ISFDyT Nº46-CEHA) de información (social, política, económica, artística, científica, danielfavieri@hotmail.com - nicolasonorato@gmail.com geográfica) que ellos proveen y la procedencia e intencionali- En el siguiente trabajo se estudiará el concepto de equidad que regía en la sociedad paleobabilónica de Mesopotamia durante el reinado de Hammurabi (1792 a.C – 1750 a.C.), a partir del análisis del código que lleva su nombre. Al abordar el Código de Hammurabi en su conjunto, encontramos que no existe correlación entre la concepción de equidad plantea- 31 dad de sus autores. Planteamos que es posible trabajar contenidos referidos a la historia antigua de manera científica y reflexiva, alejada de la anécdota y del exotismo. CEHA - Boletín Nº1 Resúmenes - Mesa 5 “Los Terciarios hacen Historia” Desnudez y barbarie: el vaso de Uruk como antropogonía inevitablemente en la fiabilidad de las versiones con las que se Pablo F. Jaruf (UBA-ISP JVG-CEHA) trabaja en el ámbito académico. Asimismo, se tiene en cuenta, pablofjaruf@hotmail.com dentro de las dificultades de lectura y comprensión, las diferen- El vaso de Uruk es una de las piezas más famosas del arte mesopotámico. Fue datado a fines del IVº milenio a.n.e. Esta obra es considerada como uno de los primeros indicios claros de la existencia de una sociedad estratificada. Sin embargo, no se conoce cuál habría sido su significación concreta. Se trata de un vaso de alabastro, con iconografía dividida en tres franjas horizontales. Si bien las franjas superiores e inferiores han sido las más estudiadas, la primera por contener los recursos básicos de las ciudades bajomesopotámicas, y la segunda por la presencia de una deidad femenina, posiblemente Inanna, es posible que sea la franja del tes nociones teóricas que se desprenden de los corpus documentales y la aplicación de conceptos que resultan controvertidos o se prestan a interpretaciones disímiles. Finalmente, el trabajo concluye sopesando las dificultades analíticas y metodológicas mencionadas con la utilidad que representa para el alumnado del nivel superior. Una solución a la guerra en las Suplicantes de Eurípides. Prof. Fernando Lamas (ISP JVG-CEHA) lamasfernando89@hotmail.com medio, conformada por una hilera de hombres desnudos cargan- El presente trabajo aborda la tragedia Suplicantes (423 a.C.) do vasijas llenas de productos, la que nos permita descifrar el escrita por Eurípides (484 – 406 a.C.) publicada tras la derrota posible contenido de esta pieza. ateniense, en la Batalla de Delio (424 a. C) frente a los teba- Nuestra hipótesis es que el vaso de Uruk es la representación de nos en el contexto de la Guerra del Peloponeso. La obra nos un mito antropogónico, es decir, de un relato de origen de los sitúa en el conflicto entre la ciudad de Argos y Tebas, en el seres humanos. Para esto vamos a analizar la franja del medio a cual se pide la intervención del ateniense Teseo, para recupe- partir, por un lado, de la comparación con las imágenes de hom- rar los cuerpos que reclaman las suplicantes. bres desnudos en la iconografía del III er milenio a.n.e., y por el otro, a partir de algunos relatos mítico-literarios. El objetivo del trabajo es demostrar cómo en la obra, Eurípides establece un paralelismo entre el pasado mítico y su presente, utilizando al teatro y a la figura de Teseo dentro de la obra Problemáticas en la utilización de fuentes de sociedades an- como canal para la difusión de un tipo de mensaje político tiguas de Egipto y Asia Anterior en el nivel superior frente a los problemas suscitados. En tanto dichos problemas Rocío Gómez, Néstor Calvagni, Jazmín Nogueiras y Rubén Lasso son producto de las decisiones de la “democracia radical” y la (ISP JVG- Cátedra: Introducción a la Historia Antigua Egipto y necesidad de Atenas de mantener su rol activo sobra la zona y Oriente) región. catedralasso@gmail.com Entendemos que Eurípides, mediante las Suplicantes, expresa la postura de una facción de pensadores como Sócrates, El presente trabajo pretende contribuir al debate sobre el desafío Platón, cercana a la de Nicias, quienes postulaban la necesi- que constituye el empleo de fuentes narrativas de sociedades de dad de la paz en ese momento, y la recuperación de la hetairía Egipto y Asia Anterior para la enseñanza de Historia en el Nivel como fundamento asociativo de la vida política, como señala Superior. El análisis gira en torno a las posibilidades que presenta Domingo Plácido. el empleo de este recurso en el ámbito educativo; teniendo en cuenta diferentes aristas, enumeradas y analizadas en el desarrollo del artículo. En primer lugar, se presentan las dificultades inherentes a la materialidad de las fuentes que se trabajan y de qué modo los aspectos geográficos y cronológicos inciden en la accesibilidad de la documentación conservada y de datación indubitable. Luego, se hace referencia a las dificultades en la interpretación y la multiplicidad de traducciones disponibles, lo cual influye 32 CEHA - Boletín Nº1 Resúmenes - Mesa 5 “Los Terciarios hacen Historia” Juramentos de lealtad en el imperio neo asirio. Una lectura La relación entre el culto a la diosa Ishtar y los reyes neo- a través de las relaciones de patronazgo asirios: un análisis de las profecías de la-dagil-ili Yamil Gustavo Somma (ISP JVG-CEHA) Ignacio Trotta (ISP JVG-CEHA) yamilgsomma@yahoo.com.ar nacho-trotta94@hotmail.com El presente trabajo analiza la relación entre el monarca asirio, El presente trabajo se enmarca dentro del periodo neo-asirio sus magnates, y su familia; evaluando las hipótesis de autores (934-612 a.C.), más específicamente, durante el siglo VII a.C., como Holloway y Westbrook, quienes proponen considerarlas correspondiente a los reinados de Esarhaddon (681-669 a.C.) estas como relaciones de patronazgo. y Asurbanipal (669-631 a.C.). El propósito de la investigación Este tipo de relación ha sido considerada, desde las ciencias se sitúa en estudiar la vinculación entre la religión (culto de sociales, como un vínculo entre dos partes de distinto status, Ishtar) y la política (reyes neoasirios), a través de una serie de con diferentes obligaciones entre sí; y predomina un enfoque profecías asirias que le corresponde a la profetisa la-dagil-ili. que las considera una relación informal. Raymond Westbrook De esta manera, proponemos un análisis de las fuentes to- apunta que este vínculo es voluntario, duradero, y es carac- mando como marco la superposición existente entre el plano terístico el elemento informal; considerando este autor que los político y el plano religioso; lo cual nos aproxima a una com- juramentos no son necesarios para las relaciones de patronaz- prensión más profunda de la relación entre la diosa Ishtar de go y que este vínculo es la antítesis de una relación legal. Arbelas con los demás dioses y el rey asirio en un estrecho Se busca cuestionar la existencia de relaciones de patrón- vínculo de protección y legitimidad. cliente durante el reinado de Esarhaddon, teniendo en cuenta Para tal labor se utilizarán, principalmente, cuatro fuentes ex- aspectos formales o legales en estas relaciones dada la cele- traídas del SAA 9 de Simo Parpola, precursor del estudio de bración de tratados y juramentos de lealtad entre el monarca y estas profecías: 1.10, 2.3, 3.4 y 3.5. Consideramos que el aná- su elite; y evaluar la posibilidad de que estos den lugar a un lisis aportará una herramienta complementaria para entender nuevo tipo de relación, dadas las características formales que mejor la relación entre política y religión en el periodo neoasi- supone el empleo de un tratado o juramento. rio. 33 CEHA - Boletín Nº1 Resúmenes - Mesa 5 “Los Terciarios hacen Historia” Las Reformas de Uruinimgina como precedente legal de Nuestra propuesta implica revisar este acontecimiento excepcio- legitimación de relaciones de género nal en el devenir del Reino Nuevo mediante una lectura crítica a Prof. Noelia Vacaflor (ISP JVG-CEHA) del Papiro de la Huelga de Turín, desde una mirada histórica noeliavacaflor@gmail.com social, priorizando tres ejes: el reclamo de los trabajadores, las contradicciones entre los actores involucrados, y las irregulari- Las Reformas de Uruinimgina, acaecidas hacia finales del perio- dades en las prácticas distributivas. do Protodinástico IIIb sumerio (2352-2342 a.n.e.), han sido inter- La hipótesis de trabajo que presentamos se centra en estable- pretadas como uno de los primeros registros escritos realizados cer que estas huelgas nos muestran que el estado egipcio no bajo la intención de restitución de una sociedad justa, además puede considerarse un todo monolítico, en tanto que, hacia su de expresar la necesidad por regular algunos aspectos de la interior, distintas fuerzas pugnan por obtener distintos benefi- vida social. Sin embargo, dichas interpretaciones parten de al- cios, tanto lícitos como ilícitos. gunos supuestos que creemos necesarios revisar, dado que en la mayoría de los análisis de este edicto real no se han tenido en cuenta análisis desde la teoría de género. En este sentido, la intención presente es abordar algunos aspectos de las Reformas de Uruinimgina en relación al impacto que las medidas expresadas pudieron implicar en la condición jurídica de las mujeres sumerias. Para ello, se contextualizará dicha fuente en relación al status jurídico de hombres y mujeres, los derechos sociales que poseían y los mandatos de género, para luego considerar el alcance e impacto que dicha reforma pretendiera. Se vislumbra que el poder político, mediante el establecimiento por escrito de diversas medidas, lo que buscaba era legitimar relaciones de poder y conductas específicas de subordinación de género, sentando así los primeros precedentes de institucionalización de prácticas de tipo patriarcal. Set Maat: las huelgas de artesanos como (des) monolitización del período ramésida Ariel Vera (ISP JVG-CEHA) ariel_vera@live.com.ar El presente trabajo tiene como objetivo analizar las huelgas protagonizadas por los trabajadores del poblado de Deir alMedineh, afectados a la construcción de necrópolis en el Valle de los Reyes, durante el 29° año del reinado de Ramsés III (ca. 1184-1153 a.C.). En la historiografía tradicional del Antiguo Egipto estos reclamos han sido abordados de manera tangencial, como un suceso que serviría para ilustrar consideraciones respecto a la relación Faraón/Templo o como variable para el análisis de la situación económica del Imperio en momentos de expansión militar. 34 CEHA - Boletín Nº1 CONTACTO Dirección: ISP del Profesorado “Joaquín V. González” - Ayacucho 632, CABA. Facebook: CEHA Centro de Estudios de Historia Antigua E-mail: ceha.jvg@gmail.com