Actas de las
I Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica:
Dialogando con la cultura material
Tomo II
Madrid, 3-5 de septiembre de 2008
(JIA 2008)
(Coord.): OrJIA
Jaime Almansa Sánchez
Fernando Alonso Burgos
Cristina Charro Lobato
Fernando Colino Polo
Manuel A. Fernández Götz
Núria Gallego Lletjós
David González Álvarez
Fernando Gutiérrez Martín
David Javaloyas
Sandra Lozano Rubio
Juan Francisco Martínez Corbí
Lucía Moragón Martínez
Gustavo Pajares Borbolla
Paloma de la Peña Alonso
Jesús Rodríguez Hernández
Jose Mª Señorán Martín
OrJIA
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I.S.B.N.:
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Actas de las I Jornadas de Jóvenes en Investigación
Arqueológica: dialogando con la cultura material
II
OrJIA
Compañía Española de Reprografía y Servicios, S.A.
Pedro R. Moya Maleno
David González Álvarez, Sandra Lozano Rubio, Lucía
Moragón Martínez y Jesús Rodríguez Hernández
Fernando Alonso Burgos
M-55285-2008
978-84-92539-25-3 (de la obra completa)
978-84-92539-23-9 (del tomo I)
978-84-92539-24-6 (del tomo II)
2008
C.E.R.S.A.
C/Santa Leonor, 63 - 2º H
28037 - Madrid
www.publicarya.com
Arqueología: ¿Ciencia de bajo perfil?
Fernando Gutiérrez Martín y Arantxa Getino San Juan
457
Ética y Arqueología. Reflexiones sobre las representaciones del Otro en el Mesolítico
Núria Gallego Lletjós
465
Aproximación teórica a una Arqueología del Cuerpo
Lucía Moragón Martínez
473
Cultura y cultura material: evolución de los conceptos y definiciones para la relación
aspectos materiales-inmateriales en los estudios arqueológicos
David Rodríguez González
479
SESIÓN 9. DIÁLOGOS OBVIADOS:
MEDIEVAL
EN ÉPOCA
483
Estrategias de supervivencia en época tardoantigua y altomedieval. Reocupación de
recintos celtibéricos en el Alto Jalón (Soria)
Marisa Bueno Sánchez
485
Metodología de análisis aplicado al estudio de la cerámica medieval en el Noroeste
peninsular
Raquel Martínez Peñín
493
Evolución del poblamiento costero en el sector cantábrico oriental: el Yacimiento
Arqueológico de Santa María la Real (Zarautz, Gipuzkoa)
Nerea Sarasola Etxegoien
501
Las estructuras hablan tras siglos de silencio: Intervención arqueológica en “El
Cerco” (Aibar, Navarra)
Maider Carrere Souto
505
SESIÓN 10. DIÁLOGOS INSOSPECHADOS: ARQUEOLOGÍA EXTRAEUROPEA
509
Un Punto de Encuentro deTecnologías Trans-asiáticas: La producción Metalúrgica del
Bronce en Khao Sam Kaeo (Chumpón, Tailandia)
Mercedes Murillo-Barroso
511
Propuestas metodológicas para el análisis de materiales arqueológicos en las Tierras
Bajas Mayas. La cultura material en La Blanca, Petén, Guatemala
Ricardo Torres Marzo y Patricia Horcajada Campos
519
SESIÓN 11. DIÁLOGOS INSOSPECHADOS: ARQUEOLOGÍA EXTRAEUROPEA
527
Arqueología Pública, o de cómo todo nos afecta
Jaime Almansa Sánchez
529
La Arqueología (Social) que necesitamos
Edgard Camarós; Gerard Cantoni; David Garcia; Núria Garcia Tuset; Xavier Gonzalo;
Dioscórides Marín; Alba Masclans y Victoria Yannitto
535
Panorama arqueológico De la provincia de Cuenca
Iván González Ballesteros
543
Leyendo paisajes culturales. Un modelo de trabajo desde el GI: EST-AP
Fernando Alonso Burgos; Alejandro Beltrán Ortega; Brais X. Currás Refojos; Juán Luis
Pecharromán Fuente; Guillermo Sven Reher Díez y Damián Romero Perona
549
Reflexionando la Arqueologia en la recuperación de centros clandestinos de
detención del Gran Rosario (Argentina)
Soledad Biasatti; Gonzalo Compañy y Gabriela Gonzalez
555
CULTURA MATERIAL
JIA 2008
ISBN: 978-84-92539-25-3
Pp.: 549-554
LEYENDO PAISAJES CULTURALES UN MODELO DE TRABAJO DESDE EL
GI: EST-AP
Fernando Alonso Burgos
EST-AP, CCHS, CSIC; faburgos@ih.csic.es
Alejandro Beltrán Ortega
EST-AP, CCHS, CSIC; alejandro.beltran@ih.csic.es
Brais Xosé Currás Refojos
EST-AP, CCHS, CSIC; bcurras@ih.csic.es
Juán Luis Pecharromán Fuente
EST-AP, CCHS, CSIC; pecharroman@ih.csic.es
Guillermo Sven Reher Díez
EST-AP, CCHS, CSIC; gsreher@ih.csic.es
Damián Romero Perona
EST-AP, CCHS, CSIC; drperona@ih.csic.es
RESUMEN
El estudio de los paisajes es el elemento principal de la investigación del Grupo de Investigación:
“Estructura Social y Territorio- Arqueología del paisaje” (GI: EST-AP) que utiliza, a través de la Arqueología
del paisaje, una serie de métodos y técnicas especí-ficos para el análisis, interpretación y valorización de
paisajes culturales. El grupo es pionero en esta línea, con un historial de in-vestigación interdisciplinar y con
un trabajo en la gestión y divulgación de diversos paisajes culturales vinculados a la explotación minera
romana, en el cuadrante noroccidental de la Península Ibérica, entre los que destaca el Patrimonio de la
Humanidad de Las Médulas.
Actualmente un grupo de jóvenes investigadores estamos desarrollando nuestros primeros trabajos
vinculados al GI: EST-AP. Más allá de hacer una arqueología sobre el impacto de la conquista romana en el
noroeste al uso, en este equipo tenemos la opor-tunidad de prestar atención a la lectura de la formación del
paisaje cultural desde un punto de vista multidisciplinar trabajando entre la Arqueología y la Historia antigua,
las ciencias de la antigüedad y las experimentales, el debate científico y el patrimonial.
ABSTRACT
Researching landscapes is the underlying theme of the Social Structure and Territory-Landscape Archaeology research group (SST-LA), which uses differents methods and techniques for the analysis, interpretation and valorisation of Cultural Landscapes. Through examples such as the World Heritage status of Las
Médulas, this team pioneers this research line in Spain with a long history in interdisciplinary work and management of Cultural Landscapes in relation to the impact of Roman gold mining on pre-Roman communities
in the northwestern quadrant of the Iberian Peninsula.
Currently, several young researchers are developing their doctoral research within the SST-LA research group. Beyond re-telling the history of romanisation in the area, landscape archaeology offers the opportunity to delve deep into the significance and construction of cultural landscapes from an interdisciplinary
and diachronic point of view, combining science and heritage.
Palabras Clave: Arqueología del paisaje. Metodología. Gestión. Interdisciplinariedad.
Keywords: Landscape. Landscape archaeology. Methodology. Management. Interdisciplinarity.
1. Introducción.
Se entiende por paisaje cualquier parte del
territorio, tal y como la percibe la población, cuyo
carácter sea el resultado de la acción y la
interacción de factores naturales y/o humanos
(Convención Europea del paisaje, art. 1. a. Florencia, 2000). En el GI: EST-AP asumimos esta
definición amplia para encargarnos de los paisa-jes
culturales, esto es, los paisajes como resultado de la
acción antrópica sobre el medio a lo largo del
tiempo. Así entendido, el paisaje es un pro-ducto
del proceso histórico en sus expresiones material e
inmaterial, por ende uno de los prin-cipales
documentos arqueológicos. Sobre estos principios
pivota la metodología de la Arqueolo-gía del
paisaje en la que, como en su actual defi-nición
europea, se entrecruzan diferentes méto-dos,
técnicas y disciplinas.
El punto clave es la integración e interdisciplinariedad de la información de una forma no
I Jornadas de Jóvenes en Investigación Arqueológica: Dialogando con la Cultura Material. UCM, 3-5 de septiembre de 2008.
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F.ALONSO – A.BELTRÁN – B.X.CURRÁS – J.L.PECHARROMÁN – G.S.REHER – D.ROMERO
predeterminada, superando fronteras entre intereses o especialidades particulares y/o propias de las
disciplinas; siendo mediadores con las políti-cas
culturales más allá de constricciones administrativas, políticas o académicas. Debemos tener en
cuenta cada parcela de información que proporcionan las disciplinas (desde la Arqueología y
la Historia Antigua hasta la Biología y la Geología) a través de los diferentes métodos y técnicas
(fotointerpretación, prospección, geoquímica, SIG,
etc.) para responder a las diferentes pregun-tas que
se planteen sobre el área o territorio se-leccionado.
su uso en los hórreos).
Las tradiciones del folklore en relación con usos
y costumbres (agrarias, constructivas, arte-sanales y
religiosas) nos pueden hacer reflexionar sobre
aspectos análogos a registros y comporta-mientos
pretéritos. Todo ello sin ánimo de enten-der el
paisaje percibido como algo inherente a pretendidos
espíritus nacionales o raciales y sin vocación de
“guardianes de la tradición”. Y es que nuestra
postura ante las historias del folklore no pierde de
vista la construcción continua del paisaje
perceptual.
Observar y leer en el paisaje presupone ser
conscientes de estudiar la historia desde el pre-sente
y estar comprometidos con su valoración,
conservación y protección a través de todas las
instituciones implicadas. En el GI: EST-AP se
vienen aportando sugerentes propuestas interpretativas desde el carácter segmentario de las comunidades prerromanas hasta el impacto del aparato imperial romano en la reorganización y explotación del territorio en áreas caracterizadas por
su ruralidad como son el Bierzo (SÁNCHEZPALENCIA ET ALII, 2000), la cuenca noroccidental del Duero (OREJAS, 1996) o la Sierra de
Francia en Salamanca (RUÍZ DEL ÁRBOL, 2005).
2. Lecturas desde el presente: Etnografía.
El paisaje cultural concebido como el resulta-do
de la interacción entre las comunidades huma-nas y
el medio natural es, en última instancia, el producto
de la percepción de aquellos que lo habitaron y
habitan. De ahí que nuestra labor incluya una
etnografía arqueológica de las comu-nidades
locales del presente.
A través de aspectos de la microtoponimia o las
leyendas asociadas a hitos en el paisaje se
reconocen potenciales yacimientos arqueológicos
(asentamientos, estructuras mineras, etc.) descubriendo una riqueza cultural en constante cambio y
redefinición, dándole los matices de nuestro
presente o quedando obsoleto como “cuentos o
chismes de viejos". Esa percepción local es la que
habla de moros, gentiles, caballeros mitificados
como Roldán o ánimas y procesiones fantasmagóricas asociadas a lugares particulares en el
territorio (LLINARES, 1990).
También es la que reinterpreta la propia cul-tura
material otorgándole un simple valor estruc-turante
(como los molinos o piedras talladas desmanteladas de algún yacimiento para la construcción de casas y cercas) o decorativo (como con las
estelas funerarias romanas empotradas de las que
suelen ignorar la parte escrita por no recono-cerla)
o a veces cargándola de simbolismo y po-der
protector o curativo-profiláctico (como con algunas
hachas pulimentadas llamadas “piedras de rayo” y
Fig. 1 Reutilización de una estela funeraria romana como
dintel de la puerta de una casa abandonada (Villalcampo,
Zamora).
Así son cada vez más comunes sustituciones de
personajes como los ancestrales moros fabulosos
por el término de celtas, reconducido por algunos
sectores académicos, pero asociado por tópicos
imaginarios análogos a los de los fantásticos moros
(guerreros, mágicos, etc.), cuando no se equiparan
con los actuales magrebíes. Pero ya en el siglo XIX
y principios del XX se redefinieron desde el
romanticismo como caballeros y princesas
encantadas y se sustituyeron por infor-maciones
tergiversadas de fuentes literarias clási-cas
quedándose en el folklore personajes como el
“Emperador Plinio” o el “General Carisio” (todo
ello en relación con la minería de oro romana en el
noroeste: ALONSO, CURRÁS y ROMERO, e. p.).
Ello demuestra que el paisaje percibido no es el
fósil esencialista del pasado (como quisieron ver los
románticos y los nacionalistas de finales del siglo
XIX y principios del siglo XX), sino que está en
constante redefinición y en construcción. Todo ello
sin impedir que se observen caracterís-ticas
comarcales o supraregionales sobre asun-ciones de
551
LEYENDO PAISAJES CULTURALES UN MODELO DE TRABAJO DESDE EL GI: EST-AP
seres e historias fabulosas asociadas a hitos en el
paisaje existentes o imaginados como es el caso en
el noroeste de los moros y sus histo-rias fabulosas,
que por otro lado, son casi una constante en el
folklore de toda la Península Ibé-rica.
3. Lecturas epigráficas.
La epigrafía es una fuente fundamental para el
estudio de la sociedad hispano-romana y especialmente en el noroeste donde supone un impac-to
sobre comunidades hasta entonces ágrafas. En el
GI: EST-AP se ha hecho especial hincapié en el
estudio del hábito epigráfico desde una pers-pectiva
social y territorial, más allá de los tradi-cionales
corpora (SASTRE, 1999; 2001; 2002).
La primera parte de la investigación epigráfi-ca
consiste en el exhaustivo vaciado bibliográfico para
revisar cualquier información relacionada con el
paisaje cultural a estudiar. En una segunda fase se
llevan a cabo la confirmación y actualiza-ción de
los datos obtenidos y la recopilación de nuevos
hallazgos, muchas veces a través de la recogida de
información oral conjuntamente con la labor
etnográfica. Con toda la información recogida se
hace un análisis completo de todas las inscripciones
en conjunto, estudiando la mor-fología, la
dispersión, la localización de necrópo-lis, la
antroponimia, la teonimia, la paleografía, la
simbología, etc. y su interconexión con los
diferentes yacimientos arqueológicos sincrónicos
que conforman el paisaje.
4. Lecturas aéreas y sobre el terreno.
Las investigaciones realizadas por el GI ESTAP se han centrado en contextos mineros y rura-les
antiguos, tradicionalmente marginales en la
investigación. Nuestra intención es responder a
preguntas sobre la sociedad, la organización territorial, la explotación del entorno, o la percepción del paisaje.
La arqueología nos ofrece unas herramientas
adecuadas para el análisis de estos aspectos. La
fotointerpretación, la prospección y la excavación
arqueológica nos permiten el acceso a informaciones que integradas junto al resto de datos obtenidos aportará una visión de conjunto del paisa-je
y de los grupos que lo habitaron a lo largo del
tiempo.
La fotointerpretación es una técnica con cierta
tradición aunque en la investigación española su
utilización ha sido parcial (OREJAS, 1995). A
grandes rasgos consiste en el análisis de la fotografía aérea en sus diferentes formatos, desde
imágenes oblicuas a los pares estereoscópicos.
Cada una se debe utilizar aprovechando sus propias peculiaridades ya que no aportan la misma
información.
Aunque la búsqueda de anomalías o la identificación de elementos antrópicos es el uso habi-tual,
la fotointerpretación puede aportar más da-tos
como la medición de áreas o la construcción de
topografías. Pero la fotointerpretación aporta sobre
todo datos de carácter morfológico que de-ben
tener un posterior proceso de interpretación que a
su vez se debe integrar en su contexto junto al resto
de información.
Fig. 2 Trabajo de georeferenciación con GPS durante una
prospección arqueológica
Otra herramienta clave es la prospección que
dentro de nuestro grupo podemos definirla con dos
adjetivos: selectiva y off-site (ver como ejemplos a
DE GUIO 1995; BINTLIFF et al. 1999; VAN DE
VELDE 2001; VAN DOMMELEN y GÓ-MEZ
BELLARD 2008).
Como prospección selectiva entendemos aquella
que se realiza a partir de unos trabajos previos que
nos sirven para delimitar el espacio a prospectar
(mapas geológicos, mapas de aprove-chamiento de
suelos, resultados de la fotointer-pretación, datos
bibliográficos, encuestas ora-les…).
La prospección off-site se puede definir como
aquella dirigida a localizar registros de ítems no
correspondientes a yacimientos de hábitat, dentro
de las que entrarían numerosos tipos aunque en
nuestro caso podemos destacar las minas, parcelarios, límites administrativos, caminos o estructuras aisladas como alquerías o lugares de traba-jos
estacional.
La excavación finalmente aportaría un regis-tro
arqueológico que nos permitiría comprender el
hábitat, conocer la cultura material, aportar
información sobre los aspectos sociales, la cronología o estratigrafía del yacimiento, entre otras
muchas cosas. Pero esta labor no se debe limitar a
yacimientos de hábitat. Al igual que en la prospección se pueden detectar estructuras diferentes en
el paisaje estas también pueden ser objeto de
excavación. Las minas, los depósitos, calzadas,
terrazas (RUIZ DEL ÁRBOL, 2005) o yacimien-tos
relacionados a trabajos estacionales (alquerí-as,
552
F.ALONSO – A.BELTRÁN – B.X.CURRÁS – J.L.PECHARROMÁN – G.S.REHER – D.ROMERO
factorías…) y que tradicionalmente han sido
ignorados.
5. Lecturas geo-informáticas.
La rápida evolución de la tecnología digital que
ha tenido lugar en la última década, ha pro-piciado
el desarrollo de herramientas informáti-cas
específicas que se han incorporado al proceso de
investigación arqueológica, modificando y en cierta
medida, creando nuevas formas de analizar el
registro arqueológico. Así, los Sistemas de
Información Geográfica, la teledetección y el uso
del GPS, unido a un incremento de la capacidad de
cálculo y de unidades de memoria de los equi-pos
informáticos, hace de su uso algo habitual.
1983
Ejemplo de integración: Fotografía aérea + SIG
Aridos
Limite lago
Canteras
1956
Fig. 3. Uso de SIG en una comparación entre una fotografía aérea del Vuelo Americano y otra de 1983 para
mostrar la evolución del paisaje del Lago de Carucedo en
la Zona.
Estas herramientas son utilizadas de forma
intensiva en todas las etapas de la investigación
arqueológica desarrollada por el GI: EST-AP. De
esta forma, el GPS es utilizado para la adquisi-ción
de datos geográficos, tales como realización de
topografías a microescala de yacimientos y
posicionamiento de elementos puntuales (e.g.
puntos de muestreo). Por otra parte, la utilización
de los sistemas de teledetección permite la obtención de cartografía temática y Modelos Digitales de
Elevaciones. Los SIG permiten el análisis es-pacial
de variables geográficas simples (tales como
altitud, distancia, etc.) transformándolas en
conclusiones complejas o variables secundarias
(conectividad, accesibilidad, coste de recorridos,
etc.) (GILLINGS y WISE, 1998).
Todo ello se complementa con el crecimiento
cada vez mayor de las herramientas de Internet que
permiten la consulta e intercambio de infor-mación
geográfica (Google Maps, Google Earth, etc.)
abriendo nuevas puertas a la publicación de
resultados arqueológicos al publico general y a
usuarios especializados (SIGWebs).
Según este panorama, solo cabe esperar que la
implicación de la arqueología con estas tecnolo-gías
de análisis geográfico (geomática), aumente de
forma gradual con el tiempo, posibilitando mayores
capacidades de análisis.
6. Lecturas patrimoniales: rentabilidad
social.
A lo largo del proceso científico, los investigadores deben ser conscientes de su papel potencial en todos los estadios, como participantes o
ejerciendo influencia. Dicho proceso se puede
esquematizar de la siguiente manera: escenario→hipótesis→investigación→contrastación→div
ulgación→explotación. El escenario supone el
condicionante máximo a tener en cuenta a la hora
de establecer un proyecto de investigación, ya que
este debe estar no solo en coherencia con la línea
científica de los grupos e instituciones que los
realizan, sino también debe adecuarse a las
necesidades financiables establecidas por los
agentes sociales. En definitiva, debe buscarse la
combinación de utilidad científica y utilidad so-cial
(SÁNCHEZ-PALENCIA, RUÍZ DEL ÁR-BOL y
OREJAS,
2003;
SÁNCHEZ-PALENCIA,
OREJAS, SASTRE y RUÍZ DEL ÁRBOL, 2008).
En 2000 fue suscrita la Convención Europea del
Paisaje (ELC, Florencia 2000; FAIR-CLOUGH,
RIPPON y BULL, 2002) que estable-ció las bases
para homologar y fomentar la pro-tección y gestión
del paisaje, teniendo en cuenta su valor natural y
cultural. Esto ha hecho mucho por reforzar la
posición de este tipo de estudios dentro de las
prioridades científicas de los planes financiables de
I+D, ya que estudiar paisajes se ha convertido en
interés estratégico.
En la arqueología del paisaje un proyecto de-be
incluir un conjunto de metodologías que su-men
datos a partir de múltiples enfoques. Estos datos
deben ser traducidos y tratados de tal mane-ra que
se vuelvan compatibles y combinables a través de
una base de datos (SIG preferiblemen-te). La
interpretación debe entrar en un ciclo de crítica y
debate científico que permita mejorar los resultados
y fortalecer redes de intercambio.
La divulgación es uno de los conceptos más
importantes para el proceso científico, siendo muy
valorado por el escenario. Los estudios de paisaje
consideran la participación activa de la población
local una necesidad imperante, al igual que dar a
553
LEYENDO PAISAJES CULTURALES UN MODELO DE TRABAJO DESDE EL GI: EST-AP
conocer a la ciudadanía aquello en lo que está
siendo invertido el dinero. En respuesta a esta
demanda por parte del escenario, el EST-AP ha
realizado
una
intensa
labor
patrimonial
(SÁNCHEZ-PALENCIA y FERNÁNDEZ-POSSE,
2000) y está actualmente preparando una puesta en
valor del conjunto minero antiguo de Pino del Oro
(Zamora) que incluye a la población local durante
el proceso científico a través de trabajo etnográfico,
talleres, exposiciones y con-ferencias que acentúen
la relación entre vecinos e investigadores (ver
algunos
ejemplos
de coopera-ción
entre
Arqueología y comunidades locales en AYÁN
VILA, 2007 o GUERRA, 2008).
La arqueología del paisaje tiene una plasmación patrimonial clara, que es la creación de parques culturales que conviertan la riqueza del paisaje estudiado en un recurso cultural en su integridad. El patrimonio es más que simplemente el
objeto o el monumento, también puede ser un
conjunto de lugares, un sitio o un paisaje (Art. 15
de la Ley 16/1985 de PHE). Patrimonializar un
paisaje implica conocer y explicar las relaciones
que vinculan los elementos en el presente, permitiendo entenderlo como un todo, un único objeto de
investigación histórica (OREJAS, 2001). ¿Qué
paisajes pueden ser parques culturales? Todos. Sin
embargo, el enfoque científico, el interés que pueda
tener para la sociedad y el contexto políti-co son
factores importantes que pueden determi-nar la
existencia final de un parque cultural en un paisaje
concreto.
Nuestro reto es valorar, conservar y difundir
paisajes culturales vivos, en constante cambio,
como partes de un desarrollo sostenible para sus
comunidades, más allá de la oferta consumista
cultural y de la preocupación en términos productivos exclusivamente económicos. Los retos giran
en torno a nuestro papel de investigadores para
mostrar una parte seleccionada de la complejidad
cultural de los paisajes en estudio y no otra. Y con
ello reflexionar aún más en relación con el estudio
perceptual y el contexto social en el que trabajamos
y al que va dirigida, en última instan-cia, nuestra
investigación.
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Fig.:4. Desarrollo esquemático del proceso de investigación en la Arqueología del paisaje.