1
Hacia una formalización de la presuposición narrativa y su relación
con la progresión ordinal y cardinal en el discurso histórico.
Miguel Ariza
Facultad de Ciencias. UNAM.
Escuela Nacional de Antropología e Historia.
INTRODUCCIÓN
Tomando como eje articulador las tres categorías peirceanas, presentaré
desde un punto de vista deductivo, un modelo de análisis presuposicional
que da cuenta, formalmente, de algunos aspectos relevantes en los
estudios recientes de carácter aspectual de la Semiótica Narrativa.
Me apoyaré para tal efecto en las propuestas teóricas de Alain Badiou,
George H. Von Wright y Paul Ricoeur. Así como en las propuestas de
análisis, a través de árboles de presuposición, manifiestas en los trabajos
de Roberto Flores y David Heise.
El enfoque lógico que emplearé para construir el modelo deductivo es de
carácter relacional. De ahí, que sea el modelo triádico de Peirce (desde mi
punto de vista, el modelo presuposicional por excelencia) el idóneo para dar
elementos de comprensión, a través del análisis lógico, de los diversos
procesos sígnicos susceptibles de ser formalizables. En este sentido, el
desarrollo narrativo de un relato será un proceso de semiosis, cuyo
despliegue transita de la multiplicidad a la unidad, a través de un proceso
constructivo y apegado a un conjunto de regularidades. Es por ello que mi
objetivo primordial es establecer al menos, un mínimo umbral de validez,
que articule de manera formal algunos de los elementos constitutivos de
dicha progresión semiótica, en el marco de la Semiótica Narrativa.
PRIMERIDAD.
Visto desde una perspectiva fenomenológica, todo relato es en primera
instancia una multiplicidad, potencialmente infinita, de sucesos puestos en
situación sin más ordenamiento que el de las posibles trayectorias de sus
aconteceres. En este primer momento, el relato resulta ser un entramado
totalmente heterogéneo, cuyo advenimiento acontecimental procede de
todas partes,1 es una multiplicidad inconsistente, una ‘Situación’; lugar
potencial de todo acontecer, sin mayor poder denotativo que el de su propia
mismidad: "el lugar del tener-lugar cualesquiera sean los términos de la
multiplicidad implicada".2
1
2
Badiou Alain El ser y el acontecimiento Buenos Aires. Manantial, c1999. P. 92
Ídem P. 34
2
En este "espacio" un suceso es considerado como una posibilidad
positiva simple,3 indiferenciada totalmente de la ‘Situación’ que le da abrigo.
Es debido a la intervención del analista que el relato comienza a ser
configurado, a través de una primera demarcación fundante: "designación
que señala un vacío, una mera virtualidad de sentido".4
Desde un punto de vista formal, el relato (concebido como texto) es un
‘no-no discurso’, es la postulación de la existencia positiva de una entidad
semiótica, de la que sólo puede formularse la hipótesis de que a través de un
proceso constructivo es posible concebirlo como unidad de sentido.5
Es decir, el relato es susceptible de ser analizado a través de un proceso
deductivo, a partir, como lo postula Hjelmslev, inclusive desde "el todo sin
analizar".6
SEGUNDIDAD
Es un plano segundo cuando realmente se comienza a hacer texto, es
decir, a través del análisis, el relato comienza a configurarse como una
entidad relacional "construyendo el objeto al momento de designarlo".7 De
esta manera nuestros objetos son entidades narratológicas y no hechos
reales,8 al ser dicha designación la que posibilitará dar a los objetos sujetos a
análisis calidad de existentes dentro del relato. A través de dicho proceso,
relacional, los sucesos toman una posición definida con respecto al relato y
entre ellos mismos. Cada suceso toma una localización definida dentro de la
‘Situación’ y con respecto a todos los demás sucesos inmersos en la misma.
Postular una existencia implica en tal caso la distinción de un objeto con
respecto a los de su misma especie, a través de la designación de una
membresía.
"la impresión total no analizada que produce cualquier multiplicidad no pensada como un hecho real, sino
simplemente como una cualidad, como una simple posibilidad positiva de aparición, es una idea de
primeridad" Charles S. Peirce. Carta a Lady Welby del 26 de Octubre de 1904 Obra lógico Semiótica.
Madrid. Taurus 1987 P. 111
4
Flores, Roberto (1991) "Segmentación y Clausura del discurso". Morphe, n° 5. Puebla: Universidad
Autónoma de Puebla. P.112
5
idem. P113.
6
Hjelmslev Prolegómenos a una teoría del lenguaje Madrid. Gredos, c1974 P.51
7
Flores (1991) P111.
8
Flores Roberto (1999) Aspecto y Orden en la secuencialidad narrativa del discurso histórico. Escritos n°
19-20. Revista del Centro del Lenguaje, P.154 y ss.
3
3
De todo lo anterior se desprende que un suceso no es una entidad definible
apriorísticamente, sino un objeto que se construye a través de un proceso de
configuración, es decir, es el relato quién construye al suceso y no a la
inversa.9 En este sentido, toda definición que intentáramos dar sobre lo que
"sustancialmente" es un suceso, no pasaría de ser una definición meramente
intuitiva, no pasaríamos de postularlo como una multiplicidad inmersa en otra
multiplicidad, como "una multiplicidad considerada como una unidad",10 como
un CONJUNTO <<un agrupamiento en un todo de distintos objetos de
nuestra intuición o de nuestro pensamiento>>.11 Así definidos, tanto el relato
como cada uno de los sucesos que lo conforman, serán conjuntos, y sus
relaciones serán las mismas que las que subyacen entre los objetos de la
Teoría de conjuntos. Ahora bien, no basta concebir a los a sucesos y al
relato mismo, como conjuntos, partiendo de una definición intuitiva, sino que
es necesario partir de una base axiomática y de un lenguaje formal que dé
cuenta del proceso relacional arriba mencionado.
Desde una perspectiva semiótica, un relato concebido como texto, es
considerado como un representante sintagmáticamente limitado de un
discurso, siendo este último homologado con el continuo del habla;12 de esta
forma, todo texto, es un fragmento discreto de ese continuo, pudiendo estar
fijado o no por la escritura. Lo que es un hecho, es que la fijación referida
depende del proceso configurante que el acto de lectura o narración
desarrolla.
Por otro lado, todo análisis del relato pasa por la identificación de acciones
y su integración en secuencias narrativas. Fungiendo las acciones como
inscripciones que los acontecimientos dejan fijadas en el texto; en este
sentido cada acción reconocida en el texto puede ser visualizada como un
suceso elemental con cierto grado de autonomía. Puede ser visualizada
como un cuasitexto que deja una marca, un trazo, un rasgo, y que "adquiere
una autonomía semejante a la autonomía semántica de un texto".13
La integración de acciones en secuencias narrativas induce una primera
ordenación del texto, induce una progresión narrativa de carácter secuencial.
9
Flores, Roberto (2000) “La construcción semántica del acontecimiento. Pasos para un análisis
aspectual del relato”, Tópicos del seminario no 3 (Aspectualidad y modalidades). Puebla, UAP, enero-junio.
P. 13.
10
Amor José Alfredo Teoría de Conjuntos para estudiantes de ciencias. México, UNAM Servicios
Editoriales de la Facultad de Ciencias. 1997 P.1
11
Georg Cantor; Citado en: Badiou 1999. P. 51 y Amor 1997. Epígrafe.
12
Flores (1991)
13
Ricoeur, Paul Del texto a la acción. Ensayos de hermenéutica II. F.C.E. México 2002. P.162
4
Siendo la fórmula más esquemática para representar las cadenas de
acontecimientos la siguiente14:
(s-1), s, (s+1)
Con ella se indica que un suceso "s" puede tener como antecedente un
suceso anterior "s-1" y como consecuente un suceso posterior "s+1". "La
fórmula general indica lo que podría constituir una molécula o eslabón
elemental en una cadena de acontecimientos constitutivos de una progresión
narrativa(...) Y da origen a dos tipos básicos de secuencialidad narrativa: la
secuencialidad abierta y la secuencialidad cerrada, que se distinguen de
acuerdo a si existe un número de sucesos finito o potencialmente infinito". 15
La progresión antes descrita da origen a lo que Brondal ha denominado
"especies de relación": "Una relación serial es asimétrica, transitiva y conexa,
en otras palabras una serie presupone siempre dirección o unilateralidad,
extensión o continuidad y encadenamiento o campo ".16
Sin embargo, la direccionalidad aludida no es de carácter temporal sino
lógico. Y no es la sucesividad en sí misma la que da lugar a su ordenamiento
lógico. No es en términos de las relaciones de anterioridad o posterioridad,
en sí mismas, que se puede dar cuenta de tal ordenamiento. Sino que más
bien, la ordenación lógica de las acciones depende de la puesta en marcha
de una regla de correspondencia que las articule. En términos formales, la
ordenación lógica de los sucesos depende de un PREDICADO.
Esta entidad relacional estará definida de acuerdo a la siguiente
semántica:
LA PRESUPOSICIÓN NARRATIVA
Supongamos que en un relato cualquiera encontramos los sucesos:
A - Acercarse
B - Besar
¿Qué relaciones podemos establecer entre ambos sucesos?
¿Acercarse implica Besar? O viceversa ¿Besar implica Acercarse?
Flores (1999) P. 159;
Flores Roberto La aspectualidad entre lingüística y semiótica en: Fronteras de la semiótica (Homenaje a
Desiderio Blanco) Universidad de Lima. Perú. FCE. P.63
16
V. Brondal, Theorie des prepositions. Copenhague, E. Munksgaard, 1950. P. 29 Citado en: Zilberberg,
Claude Observaciones a propósito de la profundidad del tiempo P. 178. Morphé Vol. 6-7, no. 11-12, p. 157213, jul. 1994-jun. 1995.
14
15
5
Las respuestas a las anteriores preguntas dan lugar a dos enfoques
distintos que desde mi punto de vista son isomorfos.
1) Por un lado, tomando en cuenta su aparición lógica, decimos que el
suceso, Acercarse, es antecedente NECESARIO para el consecuente
POSIBLE, Besar. Es decir, para que el suceso Besar fuera posible, tuvo que
ocurrir necesariamente el suceso Acercarse. Desde este punto de vista, las
relaciones de antecedencia y consecuencia están en concordancia con las
de "aparición lógica, anterior y posterior".
2) Por otro lado, si establecemos la relación entre los sucesos como una
relación condicional, apegados a la semántica de la implicación material, poB
A
B A
V
V
V
V
F
F
F
V
V
F
F
V
demos observar de su tabla de valores de verdad: que
existen tres casos en que la implicación es verdadera;
entre ellos, hay uno en el cual, al ser verdadera B, A
resulta verdadera (primer renglón de la tabla), tenemos en
tal caso que, si (B A) es (V) y (B) es (V), entonces (A)
es (V); decimos por consiguiente, que es condición
suficiente que B sea verdadera para que A también lo
sea. En cambio, si B es falsa, nada podemos decir de A,
puesto que puede ser verdadera o falsa (3°y 4° renglón).
Por otra parte, tenemos que cuando (B A) es (V), si A es verdadera,
entonces B puede ser verdadera o falsa (primer y tercer renglón de la tabla);
pero para que B sea verdadera se necesita que A lo sea. Se dice entonces
que es condición necesaria que A sea verdadera para que B también lo
sea.
Así que podemos expresar ambas condiciones de la siguiente forma:
A si B (B es condición suficiente para A)
B sólo si A (A es condición necesaria para B)
En otras palabras: El que B sea una condición suficiente para A, significa
que siempre que ocurra B, ocurrirá a sí mismo A; la presencia (ocurrencia)
de B basta para asegurar la presencia (ocurrencia) de A. El que A sea una
condición necesaria de B significa que toda vez que ocurra B ha de ocurrir
así mismo A, i.e. la presencia (ocurrencia) de B exige o supone la presencia
(ocurrencia) de A.17
Apegándonos a lo anterior, decimos que Acercarse es condición necesaria
para la ocurrencia del suceso Besar y Besar es condición suficiente para
asegurar que ocurrió el suceso Acercase. O de manera más simple, para
17
Wright, George Henrik Von Explicación y comprensión Madrid. Alianza, c1979 P.62
6
Besar es necesario Acercarse y es suficiente Besar para decir que ocurrió
una aproximación o Acercamiento.
De los dos enfoques anteriores, pareciera concluirse que las relaciones de
antecedencia y consecuencia están invertidas, i.e.:
En 1) El antecedente Necesario Acercarse El consecuente Posible Besar
En 2) El antecedente (C. Suficiente) Besar El consecuente (C. Necesaria) Acercarse
Ello se debe a que en “1)” las relaciones de antecedencia y consecuencia
están en concordancia con las de "aparición lógica, anterior y posterior". En
tanto que en “2)” no existe dicha concordancia, siendo, para este caso, las
relaciones de antecedencia y consecuencia, relaciones sintagmático
funcionales que dependen de la semántica de la relación condicional.
Sin embargo, ambos enfoques dan cuenta de la articulación lógica de los
sucesos de una misma manera, en ambos el suceso B presupone la
ocurrencia del suceso A. Y el suceso A es presupuesto para la ocurrencia
del suceso B.
De esta manera para ambos enfoques Besar presupone Acercarse y
Acercarse es un presupuesto para Besar.
En general, para cualquier par de sucesos A y B, identificados en un
relato, podemos establecer un método de prueba, a través de preguntas,
para establecer si existe la relación de presuposición:
1a ¿Si B se produjo, entonces se produjo A? i.e.
¿B es condición suficiente para A?
Si la respuesta es Sí, entonces existe presuposición, en caso contrario no la hay.
2a ¿Si A no se hubiera producido, se pudiera haber producido B? i.e.
¿A es condición necesaria para B?
Si la respuesta es Sí (i.e. al no ser posible que se produzca B sin haberse
producido A, resulta ser cierto que A es condición necesaria para B), entonces
existe presuposición, en caso contrario no la hay.
Cabe recalcar que la relación que acabamos de obtener a partir de ambos
enfoques, y que llamaremos Presuposición Narrativa, es un PREDICADO,
es decir, una relación, un conjunto de parejas ordenadas, cuya regla de
correspondencia hemos definido a partir de las condiciones de Necesidad y
Suficiencia, extraídas de la semántica de la implicación material. La
Presuposición Narrativa no es un operador lógico, no coincide con la
implicación material, ni con la implicación estricta. No es producto de una
restricción sobre una de las nociones de la lógica clásica, ni es una
7
ampliación hacia las lógicas modales; ni tampoco coincide con el
entrañamiento, ni con la presuposición semántica, de la semántica formal.
La Presuposición Narrativa es más bien un principio de articulación de los
sucesos contenidos en un relato, identificados y puestos en secuencia a
través de un proceso de segmentación. Es una relación entre entidades
múltiples, es decir, es una relación entre CONJUNTOS.
Desde un punto de vista formal, la Presuposición Narrativa será entonces
un concepto de un lenguaje de Predicados (Lenguaje de Primer Orden)18 y
los objetos relacionados presuposicionalmente serán sucesos, formalizados
como conjuntos, siendo la Teoría axiomática de Conjuntos la encargada de
dar cuenta de las relaciones de tales objetos. Teniendo como símbolos
lógicos de nuestro lenguaje, los siguientes: no (); y (); o (); si... entonces
(); si y sólo si (); identidad (=); para todo (); existe (); variables
individuales (s1, s2, s3, ...).
Y como símbolos no lógicos: los símbolos de predicado de dos
argumentos: pertenencia () y presuposición ().
Antes de continuar es de suma importancia tomar en cuenta las siguientes
reflexiones, por ello las he recogido de manera literal:
1) “El concepto aislado de “elemento” no tiene sentido pues no significa nada
realmente, por lo que no debe existir la confusa división de objetos de la
teoría de conjuntos, en conjuntos y elementos. La clasificación que
podríamos hacer de los objetos de la teoría de conjuntos es: conjuntos y no
conjuntos. El primer concepto intuitivo básico es el de conjunto y el segundo
es la relación de pertenencia o de ser elemento de. A los objetos que forman
un conjunto, los llamamos elementos de ese conjunto. “Ser elemento de” es
una relación de dos argumentos, también llamada “pertenencia” de un objeto
a otro, donde el segundo objeto es un conjunto y el primero puede o no ser
un conjunto. Así pues, ser elemento de, es una relación y no una propiedad”.
19
2)
“Un conjunto puede tener como elementos suyos a conjuntos, de hecho un
conjunto puede tener solamente a conjuntos como sus elementos, ya que
los objetos que pertenecen a un conjunto pueden ser cualquier tipo de objeto
de la Teoría de Conjuntos, en particular conjuntos. Debe observarse que
18
“El nombre de primer orden viene, en contraste con teorías de otro orden, por dos razones: la primera es
porque la cuantificación, ya sea universal o existencial, se hace sobre variables individuales y no sobre letras
predicativas, y segundo, las letras predicativas se “aplican” sólo a términos y se prohíbe aplicarlas a
predicados, v.g., no se permite “hablar” de propiedades de propiedades, sólo de propiedades de “individuos””
Amor, José Alfredo; Rojas, Rafael Sistemas Formales. Vínculos Matemáticos No. 149. México Servicios
Editoriales de la F.C. UNAM P.26-27.
19
Amor 1997 P. 7
8
cualquier conjunto es elemento de otro conjunto, por ejemplo del conjunto
unitario que lo tiene a él como su único elemento.
Si A es un conjunto, entonces {A} denota al conjunto cuyo único elemento
es {A}. El conjunto {A} se llama el unitario o singulete de A”.20
3)
20 .......................................................................................................................
“Es preciso abandonar toda esperanza de definir explícitamente la noción
de conjunto. Ni la intuición ni el lenguaje pueden soportar que lo múltiple
puro –tal como lo funda la sola relación de <<pertenecer a>>, indicada
mediante - sea contado por uno en un concepto univoco. En consecuencia,
es inherente a la teoría de lo múltiple tener respecto de sus <<objetos>> (las
multiplicidades, los conjuntos) sólo un dominio implícito, dispuesto en una
axiomática en la que no figura la propiedad <<ser un conjunto>>. (...) este
sistema excluye toda construcción de un símbolo cuyo sentido fuera <<ser
un conjunto>>. Lo múltiple está aquí implícitamente designado de acuerdo
con una lógica de la pertenencia, es decir, del modo por el cual <<algo=α>>
en general es presentado según una multiplicidad β, que se indicará
αβ”.21
La presuposición será también una relación fundante en nuestro modelo,
estando al mismo nivel que la pertenencia, pudiendo ser homologada (de
manera conjetural) con esta; es decir, formalmente, la pertenencia y la
presuposición serán isomorfas, sin ser iguales, operando ambas
articulaciones prácticamente del mismo modo sobre los objetos analizados.
Demostrar esto último excede los fines del presente escrito, por lo que nos
conformaremos con enunciarlo de modo conjetural.
Cada uno de los sucesos del relato, así como la ‘Situación en la que están
inmersos serán conjuntos, quedando suprimida en sí misma, la
contraposición jerárquica entre todo y parte, siendo regida tal jerarquía por
las relaciones entre los conjuntos de nuestro modelo. Así mismo el relato,
formalizado como texto, sólo admitirá como pertenecientes suyos, a: los
sucesos registrados en el proceso de segmentación y puestos en relación a
través de los predicados; o las reconstrucciones de sucesos producto de un
análisis relacional inmanente del contexto. De esta manera, las acciones
serán los sucesos atómicos de nuestro modelo, quedando fuera de texto
todos los procesos subyacentes no encontrados explícitamente (o
reconstruidos) en el relato. Tales procesos forman parte de nuestra intuición
semántica y son parte importante de la construcción de las acciones, son su
elemento originario, por ello formarán parte de la ‘Situación’ general, pero no
propiamente del texto22. Siendo así, nos evitaremos dos problemas: el de
visualizar a los sucesos como sacos sin fondo ilimitadamente
descomponibles, y el de tratar de aprehender en el análisis a sus “primitivos
semánticos”.
..............
4)
5)
Amor 1997 P.8.
Badiou 1999 P.56-57
22
Todo relato es una ‘Situación’, pero no toda ‘Situación’ es un Relato.
20
21
9
Dicho lo anterior. Cualquier relato por analizar presuposicionalmente
estará generado formalmente por el siguiente triplete:
S, , .
Donde: S Denota a la ‘Situación’, la pertenencia, “” la presuposición.
A partir de esa “estructura elemental” (Llamada en la lógica de primer
orden, “estructura de semejanza”) es posible dar cuenta de todos los
“mundos posibles”, “posibles narrativos”, analizados presuposicionalmente.
Iniciando la configuración del relato a partir del siguiente enunciado:
sisj [(sj si) (si sj)]
‘Si para todo par de sucesos consecutivos inmersos en la ‘Situación’, e
identificados a través del proceso de segmentación, podemos establecer que
están relacionados presuposicionalmente, entonces ambos sucesos
pertenecen al Relato.’
Cabe hacer notar que el anterior enunciado es un enunciado condicional,
por consiguiente, aunque el antecedente sea falso, la implicación será
verdadera. Es decir, aunque ambos sucesos no estén relacionados
presuposicionalmente pertenecerán no obstante al relato.
Notemos que el enunciado postula en el fondo un par de condiciones, bajo
las cuales, es posible decidir si un suceso pertenece o no al relato: 1a) formar
parte de una secuencia narrativa producto de un proceso de segmentación y,
2a) haber sido analizado presuposicionalmente con respecto a un suceso
predecesor, perteneciente a la misma secuencia. Con ello damos a los
sucesos calidad de existentes, pasando de ser entidades “inmersas” en una
‘Situación’, a sucesos pertenecientes a un relato. Lo que en el fondo genera
el enunciado, resulta ser una “membresía”.
Sin embargo no es una membresía ociosa, ya que funda una división
paradigmática entre dos situaciones límite: en una, la distribución de los
sucesos es totalmente independiente y en la otra la distribución es
totalmente dependiente. En uno de los extremos, los sucesos se inscriben
en el relato con plena independencia unos de otros; en el otro de los
extremos, los sucesos son articulados por la presuposición narrativa de
manera total, resultando totalmente dependientes unos de otros.
10
En efecto, si resulta ser verdadero que todo par de sucesos está articulado
por la presuposición, entonces todos los sucesos formarán un “conjunto
totalmente ordenado”. Si ningún par de sucesos resulta articulado por la
presuposición, entonces todos ellos formarán un conjunto de elementos
disjuntos dos a dos.
La división paradigmática planteada da lugar a lo que Hjelmslev denomina
“Sistema”. Este sistema estará delimitado por las situaciones límite ya
descritas; ambas situaciones son los Horizontes posibles de toda
configuración discursiva. En un extremo se configura una progresión
discursiva totalmente Cardinal, en donde cada suceso es autónomo,
formando una "constelación" de "autonomías"; en el otro extremo se
configura una progresión narrativa de carácter Ordinal y los sucesos
dependen totalmente unos de otros.
s1
s4
s3
s7.... si
s6
sn
s2
s5
s1
↑
s2
↑
s3
↑
↑
sn
Entre ambas delimitaciones se encuentran las configuraciones
presuposicionales de todos los relatos, cada relato es un “Proceso” que
media entre ambos límites, pudiendo coincidir o no con alguno de ellos.
Entre ambos extremos existe una gradación en las que imperan en mayor o
menor medida la pertenencia y la presuposición. En el extremo Cardinal
impera la pertenencia sin que exista presuposición, en el extremo Ordinal
impera la presuposición estando la pertenencia supeditada a la ordenación
presuposicional.
11
ÁRBOLES DE PRESUPOSICIÓN
Ahora Bien ¿Qué forma tienen los relatos en los que opera tanto la
pertenencia como la presuposición?
Sea Un conjunto articulado por la presuposición.
Del anterior conjunto y de sus elementos podemos decir que:
si[ (si → si)] (la presuposición es arreflexiva en )
i.e. Ningún suceso está relacionado presuposicionalmente
consigo mismo. Ya que una vez que media la presuposición, el
suceso en cuestión es dependiente de algún otro. O dicho de
otro modo: si un suceso es condición suficiente y necesaria para
su propia existencia entonces será un suceso autónomo.
sisj[[(sj → si) (si → sj)] (la presuposición es asimétrica en
).
i.e. Ningún suceso es a la vez condición suficiente y necesaria
para otro suceso. Si esto llegará a ocurrir, ambos sucesos serían
semánticamente equivalentes, sin llegar a ser el mismo suceso.
sisjsk[[(sk → sj) (sj → si)] (sk → si)]
(la presuposición es transitiva en )
i.e. Si un suceso sk, es condición suficiente para otro suceso sj,
y este a su vez es condición suficiente para un tercer suceso si,
entonces el suceso sk es condición suficiente para el suceso si.
O dicho de otra forma, si un suceso si es condición necesaria
para otro suceso sj y este a su vez es condición necesaria para
un tercer suceso sk, entonces el suceso si es condición
necesaria el suceso sk.
Estas tres propiedades definen a como un conjunto
parcialmente ordenado (estrictamente) por “→”.
12
Todo conjunto parcialmente ordenado es susceptible de ser visualizado a
través de un diagrama con segmentos dirigidos, en él aparecerán
únicamente los sucesos articulados por la presuposición, sin llegar a
aparecer en el diagrama ningún suceso autónomo.
S1
S2
Sn
S2
S2
S3
Sw
Sn
S2
Sw
Sn
S2
Sw
S3
Sn
S2
S2
S3
Sn
Sn
S1
S2
Sw
Sw
Sn
Sw
La imagen anterior es la representación icónica de un relato, ordenado
presuposicionalmente. El árbol entero representa un conjunto parcialmente
ordenado de manera estricta. Las partes lineales son despliegues narrativos
que dependen de la presuposición y de la semántica del texto (segmentado
en secuencias); cada bifurcación da origen a un despliegue distinto. Por ello
es importante señalar, que la presuposición sólo articula los sucesos de un
relato una vez que ha sido segmentado en secuencias. Dicha segmentación
puede contar con sucesos que una vez realizado el análisis resulten
autónomos, cada uno de ellos será representado con un punto aislado fuera
del árbol.
TERCERIDAD
Hasta ahora se han descrito los elementos formales para un análisis
deductivo sin tomar todavía en cuenta la semántica intrínseca del texto, sin
ella, la presuposición no pasa de ser un simple predicado que establece
únicamente relaciones mecánicas de existencia. Es a partir del enfoque
semántico que un relato pasa de ser describible a interpretable. Y la
presuposición Narrativa debe estar en concordancia con tal contenido
semántico.
13
Como ya hemos mencionado, todo análisis del relato pasa por la
identificación de acciones y su integración en secuencias narrativas. Para
ello tomaremos en cuenta, de acuerdo a la propuesta teórica de Roberto
Flores: “...cambios de tiempo, de espacio, de actores... uso de disjuntores
lógicos (conjunciones, cambios de tema- disjunción tópica- recurrencias
frásticas o lexemáticas y, finalmente criterios gráficos que distinguen, por
ejemplo, párrafos y capítulos”.23 Así como: acciones terminadas, acciones
que duran, acciones sin terminar, estados, deverbalizaciones (nombres de
acción), derivados de raíz verbal (nombres de oficio), (Adjetivos, nombres)
de emoción y sentimiento: construcciones de tipo estativo; verbos de
creencia; y frases subordinadas.
Tomemos como ejemplo un pequeño fragmento, traducido al español, del
(“Yo abjuro”) discurso de abjuración de Galileo Galilei:
Yo Galileo Galiei, hijo del
finado Vicenzo Galilei,
florentino, de setenta años
de edad, compareciendo
personalmente ante este
tribunal, y de rodillas ante
vosotros, eminentísimos y
reverendísimos
señores
cardenales,
inquisidores
generales
contra
la
depravación herética de
toda
la
Cristiandad,
teniendo ante mis ojos y
tocando con mis manos
los santos evangelios, juro
que siempre he creído,
como lo sigo haciendo, y
con la ayuda de Dios
seguiré creyendo en el
futuro todo lo que sostiene,
predica y enseña la Santa
Iglesia Católica, Apostólica
y
Romana.
Pero
considerando...
23
Flores 1991.
A lo largo del discurso entero predomina la
enunciación enunciada, “el decir”. En este primer
fragmento, Galileo enuncia de manera cursiva las
fases de un proceso de juramento. Iniciando con la
comparecencia y terminando con el juramento. Las
acciones
iniciales
están
en
progresivo,
(compareciendo,
teniendo,
tocando).
En
concordancia con ellas, se encuentra el “estado”
“de rodillas ante vosotros” que de manera
reconstructiva, sin perdida de contenido, podríamos
reproducir como: “...estando de rodillas ante
vosotros...”. Todo el anterior desarrollo narrativo, en
tiempo progresivo, da lugar a un cambio de tiempo,
en la acción “Juro”, que se encuentra en presente
simple. Este cambio de tiempo verbal determina el
final de nuestra primera secuencia de acciones. La
segunda secuencia consiste en lo jurado.
Finalizando el proceso entero a partir de la
conjunción adversativa “Pero” y de la acción
“considerando”, que se encuentra nuevamente en
progresivo; precedidas ambas por un punto y
seguido.
14
Primera
Secuencia
1. Comparecer
personalmente
[ante el tribunal]
2. [estar] de
rodillas [ante el
tribunal]
3. Tener [a la
vista] [Mirar] [los
evangelios]
4. Tocar [los
evangelios]
Una vez definidas las secuencias, es conveniente
trabajar con las acciones en tiempo infinitivo y poner entre
corchetes todos los estados, acciones o procesos
reconstruidos, y también los fragmentos producto del
contexto; todo ello, para facilitar el análisis
presuposicional; quedando formulada la primera pregunta
de la siguiente forma:
¿Si “[estar] de rodillas” se produjo, entonces se produjo
“comparecer”? i.e. ¿Es condición suficiente “[estar] de
rodillas” para “comparecer”?
La respuesta es afirmativa, porque basta que suceda,
que Galileo está de rodillas ante el tribunal, para afirmar
que comparece ante el mismo.
De igual modo:
¿Si “comparecer no se hubiera producido, se pudiera
5. Jurar
haber producido “[estar] de rodillas”? i.e. ¿Es condición
necesaria “comparecer” para “[estar] de rodillas”?
La respuesta es afirmativa, ya que si Galileo no estuviera compareciendo ante
el tribunal, posiblemente no estaría de rodillas; y no existe señalada en el texto
hasta ese momento, otra posible razón por la que estuviera de rodillas. Por lo
tanto, la ocurrencia de “[estar] de rodillas” exige que se haya producido
“comparecer”.
Nótese que las preguntas pierden su carácter hipotético.
Si manejáramos el primer par de preguntas de manera hipotética, la
respuesta sería negativa ya que no en todo escenario posible “[estar] de
rodillas” es condición suficiente para afirmar que se produjo “comparecer”,
“Galileo podría estar rezando en vez de estar compareciendo”.
De manera similar para el segundo par de preguntas, la respuesta sería
negativa, ya que no en todo escenario posible “[estar] de rodillas” exige
“comparecer”; podría no haberse producido “comparecer” [ante el tribunal] y
sin embargo “[estar] de rodillas”. Por ejemplo, si “Galileo estuviera rezando”.
Por lo tanto, llegaríamos a la conclusión de que los sucesos “[estar] de
rodillas” y “comparecer” son autónomos. Ello se debe a, que, al plantearnos
escenarios posibles, ubicamos a los sucesos fuera de contexto. Contando
además con que no existe en el texto el suceso rezar, ni ningún otro que
nos hiciera dudar de las condiciones de necesidad y suficiencia entre ambos
sucesos.
15
Ahora bien, sabemos que “[estar] de rodillas” es condición suficiente para
“comparecer”, pero, ¿Cómo sabemos que no es también condición
necesaria? Si “[estar] de rodillas” fuera condición necesaria para
“comparecer” además de ser condición suficiente; y “comparecer” fuera
condición suficiente para “[estar] de rodillas” además de ser condición
necesaria; diríamos que son semánticamente equivalentes, debido a que se
presuponen mutuamente. Serían sucesos mutuamente intercambiables sin
que en lo esencial hubiera cambio de significado, cosa que va en contra de
nuestra intuición semántica. Pero, más allá de la intuición, ¿Cuál sería el
argumento para saber que ambos sucesos no se presuponen mutuamente?
Podemos argumentar que “[estar] de rodillas” no es condición necesaria
para “comparecer” debido a que “se puede comparecer sin estar de
rodillas”; i.e. “comparecer” no exige “[estar] de rodillas”. Y de manera similar,
“comparecer” no es condición suficiente para “[estar] de rodillas”, debido a
que, como “se puede comparecer sin estar de rodillas” no basta con
“comparecer” para afirmar que ocurrió “[estar] de rodillas”. Pero habría un
problema, ya que si diéramos estos argumentos, se nos podría acusar de
estar introduciendo elementos de carácter hipotético (fuera del contexto) en
el análisis. Entonces debemos encontrar argumentos de mayor peso para
mostrar que ambos sucesos no se presuponen mutuamente.
Veamos el asunto con mayor detenimiento: Sabemos, que es un hecho
dado que “Galileo está de rodillas ante el tribunal y además lo está haciendo
a partir de que está compareciendo”. Sabemos también que lo anterior
ocurre porque ambos sucesos están vinculados presuposicionalmente.
Resumamos de manera esquemática, por medio de la etiqueta /Postración/
ambos discernimientos.
Entonces diremos que en el esquema narrativo24 /Postración/, “[estar] de
rodillas” presupone “comparecer”. i.e. al ocurrir “[estar] de rodillas” debió
ocurrir “comparecer”. En otras palabras, la aparición del suceso
“comparecer” debe estar inserta en la aparición del suceso “[estar] de
rodillas” para poder hablar hiperonímicamente de una postración. En
conclusión:
“comparecer”“[estar] de rodillas”.
Por tanto:
Flores Roberto La aspectualidad entre lingüística y semiótica en: Fronteras de la semiótica (Homenaje a
Desiderio Blanco) Universidad de Lima. Perú. FCE. P. 59-62.
24
16
(“[estar] de rodillas” → “comparecer”) sii* (“comparecer”“[estar] de rodillas”).
De este modo, si ambos sucesos se presuponen mutuamente, entonces
también se contendrían mutuamente, lo cual es imposible, por la asimetría
de la pertenencia. Así pues, podemos afirmar que si dos sucesos son
equivalentes semánticamente, no existe presuposición, ya que una vez que
la hay, esta es unidireccional. Ahora bien, no todo par de sucesos en los
que no existe presuposición son equivalentes semánticamente. Lo cual
observaremos continuando con el análisis de la primera secuencia de
nuestro fragmento.
Primera
Secuencia
1. Comparecer
personalmente
[ante el tribunal]
2. [estar] de
rodillas [ante el
tribunal]
3. Tener [a la
vista] [Mirar] [los
evangelios]
4. Tocar [los
evangelios]
5. Jurar
A partir del tercer suceso, las acciones cambian de
orientación.
Ya no están dirigidas en primera instancia hacia el tribunal, sino
que se centra la atención en los evangelios. Aunque “tener [a la
vista] [los evangelios]” sigue siendo concerniente al hecho de
“comparecer de rodillas”, no es debido propiamente a la
“postración” que se podría establecer una conexión. Sino que
debe haber una razón más profunda para que los evangelios
tomen relevancia en el relato. Esto queda evidenciado al
momento de establecer las preguntas:
¿Es condición suficiente “Tener [a la vista] [los
evangelios]” para “[estar] de rodillas [ante el tribunal]”?
La respuesta es, no. Ya que “Tener a la vista un
componente importante que forma parte de un proceso” (en este
caso, los evangelios), no basta, para asegurar que se produzca
“estar de rodillas” ante otro (el tribunal).
¿Es condición necesaria “[estar] de rodillas [ante el tribunal]”
para “Tener [a la vista] [los evangelios]”?
La respuesta es, no. Debido que se pueden producir de
manera inversa, o “simultánea”, ambos sucesos, sin que uno
exija la ocurrencia del otro.
Por lo tanto, no existe presuposición entre los dos sucesos, ambos son
independientes el uno del otro, sin embargo no son equivalentes semánticamente.
La anterior autonomía de los sucesos queda reafirmada y fortalecida a partir de la
integración al análisis de la cuarta acción.
*
“Si y sólo si”.
17
Observemos que, “Tocar los evangelios” es condición suficiente para afirmar que
se “Tuvieron a la vista”; y que “Tener a la vista los evangelios” es condición
necesaria para “Tocarlos”. Si dijéramos que lo anterior se debe a que no es posible
tocar algo sin tenerlo previamente a la vista (necesidad), y que tocar algo basta
para asegurar que se tuvo a la vista (suficiencia), no estaríamos del todo errados.
Sin embargo, las condiciones de suficiencia y necesidad no dependen únicamente
del carácter perceptivo de los dos sucesos; ambos forman parte de un proceso de
mayor profundidad en contenido, proceso al que podemos denominar /toma de
contacto/. En este sentido, “tocar los evangelios” es una forma de hacer explícita, a
partir del contacto, la importancia de carácter simbólico que tienen los evangelios.
“Tocar los evangelios” transforma el acto perceptivo, ”tener [a la vista]”, en un acto
que también forma parte del mismo proceso de toma de contacto, lo re-semantiza
convirtiéndolo en “[mirar]”. Así “tocar” y “[mirar]” son formas de reconocer el alto
poder simbólico de las Santas Escrituras. Ahora bien, no basta sólo con “[mirar]”
para hacer evidente la importancia que envuelve el contacto, es forzoso “tocar”
para hacer explícito sin ambigüedades tal reconocimiento. Como la explicitación
del contacto se realiza a través de los dos actos perceptivos, entonces“tocar”
presupone “[mirar]”. Y por la relación que establecimos entre presuposición y
pertenencia: [mirar] [los evangelios][tocar] [los evangelios].
Para finalizar el análisis, podemos afirmar, que el último suceso “Jurar”,
presupone los dos despliegues narrativos anteriores (/postración/ y /toma de
contacto/). Ya que es condición suficiente para la ocurrencia de ambos, y dichos
despliegues son condición necesaria para el juramento. “Jurar”, articula y
correlaciona ambos despliegues, es cierre y resemantizador de todo el proceso;
convirtiéndolo en un esquema global único que podríamos denominar /Juramento
atestiguado/.
De acuerdo a todo lo anterior, podemos representar el proceso completo, de
manera icónica con el siguiente árbol de presuposición:
[Mirar]
De las partes lineales del árbol (ramas) Comparecer
señalaremos las siguientes propiedades:
-Cada suceso está relacionado con los
Ante el tribunal
Evangelios
demás por medio de la presuposición.
i.e. “La presuposición induce un orden
total en cada uno de las partes lineales [Estar] de rodillas
Tocar
del árbol”.
-Cada una de las partes lineales tienen
primer y último elemento.
-Coexistencia entre “→” y “”
Jurar
Jurar → [Estar] de rodillas → Comparecer
y Comparecer[Estar] de rodillasJurar
Jurar → Tocar → [Mirar] y
[Mirar]TocarJurar.
18
A partir de las propiedades de las ramas del árbol, observamos que la
presuposición ordena cada parte lineal de manera muy similar a un conjunto
ordinal finito.
Un “ordinal finito”, es un conjunto ordenado por la pertenencia que cumple
con las siguientes condiciones.
Sea la dupla Ο,, un conjunto Ο ordenado por ;
Decimos que Ο es un ordinal finito si y sólo si:
1) Ο, es un conjunto Parcialmente Ordenado. i.e:
Para todo sО, (ss) (la pertenencia es arreflexiva en О)
i.e. Ningún elemento de O se pertenece a sí mismo.
Para todo s, s’O, [[(ss’)(s’s)]] (la pertenencia es asimétrica en О).
i.e. Ningún par de elementos de О se pertenecen mutuamente.
Para todo s, s’, s”O, [[(ss’) (s’s”)] (ss”)]
(la pertenencia es transitiva en O)
2) Ο, es un conjunto Bien Ordenado.
Para todo O, Si entonces hay m tal que para todo s: ms o
ms; tal m se llama el -mínimo de .
i.e. Todo subconjunto no vacío de O tiene un primer elemento ordenado
por la pertenencia.
3) Todo subconjunto no vacío de O tiene un -máximo.
Para todo O, Si entonces hay M tal que para todo s: sM o
Ms; tal M se llama el -máximo de .
i.e. Todo subconjunto no vacío de O tiene un último elemento ordenado
por la pertenencia.
4) O es un conjunto transitivo
Para todo s, s’; Si s’s y sO, entonces s’O.
ss’ [(s’s sO) s’O] i.e. s(sO s O)
i.e. Para todo conjunto perteneciente a O, los elementos de dicho
conjunto también pertenecerán a O.
- Si la pertenencia es transitiva, entonces todo conjunto perteneciente a O
es también transitivo. Entonces diremos que O es -Transitivo.
19
Dicho lo anterior, daremos una definición alterna de presuposición,
relacionando presuposición y pertenencia.
DEFINICIÓN.
Representemos con , →, un conjunto ordenado por “→”.
Entonces, para todo s, s’, (s → s’) Si y sólo si (s’s).
De esta forma, cada vez que los sucesos de un relato estén ordenados por
la presuposición, también lo estarán por la pertenencia y viceversa.
Ahora, definiremos de manera formal la noción de Despliegue Narrativo.
a) Llamaremos “operador de demarcación” (cierre)25, a todo suceso
“”, ( ordenado presuposicionalmente) tal que cumple sólo una de
las tres condiciones siguientes:
1) , no es presupuesto por ningún suceso, pero presupone al
menos un suceso, ó
2) , presupone dos sucesos distintos e independientes, ó
3) , es presupuesto por dos sucesos distintos e independientes.
i.e. 1) s [(s →)] s’ [→s’] ó
2) s, s’{[(→s) (→s’)] [(s →s’) (s’→s)]}
3) s, s’{[(s →) (s’ → )] [(s →s’) (s’→s)]}
b) Diremos que un ordenamiento presuposicional “” es lineal si y sólo si
en un ordenamiento presuposicional todos los sucesos son
comparables presuposicionalmente
i.e. s, s’ ; (s = s’) ó (s → s’) ó (s’ → s) y sólo una.
c) Llamaremos Despliegue Narrativo Presuposicional “D” a todo
ordenamiento lineal de delimitado por un operador de demarcación**.
Flores (1999) P.168-169.
Obsérvese que cada despliegue es una rama del árbol de presuposición, delimitada por una bifurcación o
por un suceso terminal.
25
**
20
Decimos que P es un -ordinal
presuposicionalmente) si y sólo si:
finito
(ordinal
generado
1) P, → es un conjunto Parcialmente Ordenado. i.e:
Para todo sP, [(s → s)] (la presuposición es arreflexiva en P)
i.e. Ningún elemento de P se presupone a sí mismo.
Para todo s, s’P, [[(s → s’) (s’ → s)]] (la presuposición es asimétrica
en P).
i.e. Ningún par de elementos de P se presuponen mutuamente.
Para todo s, s’, s”P, [[(s → s’) (s’ → s”)] (s → s”)]
(la presuposición es transitiva en P).
2) P, → es un conjunto Bien Ordenado.
Para todo P, Si entonces hay m tal que para todo s: s → m ó
m s; tal m se llama el “-mínimo” de .
i.e. Todo subconjunto no vacío de P tiene un primer elemento ordenado
por la presuposición.
3) Todo subconjunto no vacío de P tiene un “-máximo”.
Para todo P, Si entonces hay M tal que para todo s: M →s ó
M s; tal M se llama el “-máximo” de .
i.e. Todo subconjunto no vacío de P tiene un último elemento ordenado
por la presuposición.
4) P es un conjunto transitivo presuposicionalmente.
Para todo s, s’; Si s → s’ y s’P, entonces sP.
ss’ [(s → s’ s’P) sP]
i.e. Para todo par de sucesos ordenados presuposicionalmente, en
donde ocurre que el suceso presupuesto pertenece a P, entonces el
suceso que “presupone” también pertenecerá a P.
-
Si todo conjunto perteneciente a P es también transitivo
presuposicionalmente. Entonces diremos que P es -Transitivo.
21
Ahora bien, podemos concebir todo relato como una entidad dinámica cuyo
proceso narrativo tiene principio, desarrollo y fin. Entonces necesariamente,
desde el momento que lo ordenamos presuposicionalmente, debe tener al
menos un primer Despliegue Narrativo; así mismo debe existir un primer
suceso que inicie el Despliegue”, ¿Qué acción, estado o proceso,
presupone este primer suceso? Por debajo de él no hay ningún suceso
identificado en el texto; todo lo que precede (presuposicionalmente) a este
suceso inicial pertenece a nuestra intuición semántica. Al momento de tratar
de aplicar nuestro “Predicado existencial” (la presuposición), diríamos que
nuestro suceso inaugural no presupone nada, existencialmente hablando,
aunque sabemos que no es así desde un punto de vista fenomenológico; al
no poder identificar, aprehender o delimitar, el proceso previo a todos los
sucesos identificados en el texto y al intentar compararlo con cada uno de
ellos, nos parecería una entidad vacía, de cuyo contenido no podemos decir
nada en términos existenciales, la única cualidad existencial que podríamos
darle es un nombre:
Llamaremos “suceso vacío” (conjunto vacío) a la entidad antes descrita y
la denotaremos del mismo modo que en la teoría de conjuntos “”.
Entonces, si nuestro primer Despliegue Narrativo está compuesto por los
sucesos: s1, s2, s3,..., sn = , entonces:
sn →... s3 → s2 → s1 → sii s1s2s3,...,sn
Notemos que el vacío no sólo pertenece al primer suceso, pertenece
también a todos los demás. De esa manera, todo proceso, no explicitado en
el texto, componente de cualquier suceso, estará inmerso en esa entidad
vacua y difusa que hemos denominado “conjunto vacío”.
Notemos también que, forzosamente, todo despliegue narrativo tiene
último elemento, si no fuera así, el relato no tendría fin en caso de contar
con un único despliegue; y si cuenta con más de uno, por fuerza debe existir
un último suceso que dé paso al menos a un segundo despliegue, y este
debe contar con un último suceso que dé paso al menos a un tercer
despliegue y así sucesivamente hasta llegar a un enésimo despliegue
narrativo, que necesariamente tendrá un último suceso al que llamaremos
terminal. Siendo así, el último suceso de un despliegue es el primer suceso
del siguiente despliegue, a menos que sea un suceso terminal.
Debido a todo lo anterior, todo despliegue cuenta con un número finito de
elementos. Entonces todo subconjunto no vacío del despliegue tendrá
primer y último elemento, y por ser el despliegue un ordenamiento lineal.
Entonces estará Bien Ordenado.
22
Ahora mostraremos que todo despliegue narrativo es -Transitivo.
- El despliegue es Transitivo presuposicionalmente ya que D= {, s1, s2,
s3,…, si,…, sn-2, sn-1, sn}, entonces sn-1, sn ocurre que [(sn → sn-1)(sn, sn-1D)]
Como la presuposición es transitiva en , ocurre que s*, s#D, [(s* → s#)(s*, s#D)]
Ahora Bien:
a) Observemos que todo suceso de un despliegue, presupone al vacío.
Por lo tanto el vacío es condición necesaria para la existencia de todo
suceso. Es decir, hay una serie de procesos, que de manera intuitiva
sospechamos que existen, pero que no podemos explicitar en su totalidad y
que son necesariamente los que originan los sucesos que sí explicitamos.
b) El vacío es presuposicionalmente Transitivo, i.e. ss’ [(s → s’ s’)
s]. Lo que afirma el enunciado es que para todo par de sucesos, si los
podemos comparar presuposicionalmente y además el suceso presupuesto
pertenece al vacío, entonces, el otro también le pertenece; notemos que el
enunciado es una implicación; sabemos que ningún suceso explicitado en el
texto pertenece al vacío, entonces, el antecedente y el consecuente de la
implicación son falsos, por lo tanto el enunciado entero resulta ser
verdadero.
c) Cada suceso del despliegue es presuposicionalmente Transitivo i.e.
1) s1 es Transitivo presuposicionalmente, i.e. ( → s ss1) (s1),
Si s1 es el primer suceso de un primer despliegue, entonces s1 es
Transitivo presuposicionalmente, ya que el antecedente de la implicación
es falso, debido a que el vacío no presupone ningún suceso explicitado en
el texto.
2) Si s1 no es integrante de un primer despliegue, entonces proviene de
sucesos previos, pertenecientes a despliegues anteriores. Entonces s1 es
un “cierre”, para algún “D*” de esos despliegues. Sean sn=s1, sn-1, sn-2
elementos de D*. sn=s1 es Transitivo presuposionalmente si y sólo si
(sn-1 → sn-2 sn-2sn)(sn-1sn).
Sabemos que (sn-1 → sn-2) si y sólo si (sn-2sn-1); Además (sn-2sn),
si y sólo si (sn → sn-2). Ahora supongamos que ocurre (sn-1 → sn-2) y
(sn → sn-2) pero (sn-1sn). Entonces (sn → sn-1).
Esto querría decir que hay en un despliegue dos sucesos
que no están relacionados, pero eso es imposible ya que
Sn-2
todo despliegue está totalmente ordenado por la
presuposición; por lo tanto, necesariamente (sn-1sn).
Sn-1
Sn
Notemos que la prueba no dependió de la particularidad
de los sucesos sino de su pertenencia al despliegue.
23
Entonces la misma prueba nos sirve para cualquier suceso arbitrario. Por
lo tanto, cada suceso del despliegue es Transitivo presuposicionalmente.
Entonces el despliegue entero es -Transitivo.
Siendo cualquier despliegue Bien Ordenado por la presuposición y por ser
-Transitivo, entonces Todo Despliegue Narrativo es un -Ordinal.
Así mismo, mostraremos que todo Despliegue Narrativo es un () Ordinal.
1) De acuerdo a la conexión que hemos establecido entre presuposición y
pertenencia, todo ordenamiento presuposicional induce un ordenamiento
generado por la pertenencia; en particular, todo ordenamiento lineal y finito
formado por la presuposición, también lo será con la pertenencia. Entonces,
los despliegues narrativos (ordenamientos lineales y finitos), tienen primer y
último elemento bajo la pertenencia, así mismo cada subconjunto no vacío
de un despliegue tiene primer y último elementos. Por lo tanto, cada
despliegue narrativo es Bien Ordenado por la pertenencia.
2) Ha quedado establecido que cada vez que un suceso presupone otro,
el suceso presupuesto pertenece al que lo presupone: s s’ sii s’s.
Pero notemos, que en el interior de un despliegue narrativo, no sólo <s’> es
elemento de <s>, sino que también lo es <s”> y también todos los sucesos
que <s”> presupone, (debido a la transitividad de la presuposición heredada
por la pertenencia).
s → s’ → s” → s”’ → s””... → sii ...s””s’”s”s’s.
Lo anterior quiere decir, que cada vez que un suceso <s’> pertenece
a un suceso <s>, <s’> es subconjunto de <s>: (s’s) (s’s). Observemos
que un suceso <s’> es subconjunto de <s>, si y sólo si, todo suceso <s*>
que pertenece a <s’>, pertenece también a <s>:
s’s sii s*(s*s’s*s). Por lo tanto: (s’s) (s’s) es equivalente
a, (s’s) s*(s*s’s*s).
En general: s#(s#ss#s) i.e. s#[(s#s) s*(s*s# s*s)] i.e.
s#s* [(s#s) (s*s# s*s)] i.e. s#s* [(s#s s*s#) (s*s)]
s#s* [(s*s# s#s) (s*s)] Esto significa, que dado un suceso
cualquiera <s> perteneciente a un despliegue narrativo, ocurre que para
todo suceso perteneciente a <s>, los elementos de dicho suceso también
pertenecerán a <s>. En tal caso, todo suceso del despliegue será transitivo.
Ahora bien, D= {s, s’, s”, s”’, s””,…,}, entonces s*D ocurre que s*D.
Por lo tanto el despliegue “D” es Transitivo.
De acuerdo a todo lo anterior el despliegue completo es -Transitivo.
Como cada despliegue es Bien Ordenado por la pertenencia y es Transitivo, entonces todo despliegue es un () Ordinal.
24
Observemos que la presuposición induce en cada despliegue narrativo un
ordenamiento de tipo acumulativo. El despliegue entero se condensa
tornándose en unidad, por medio de un proceso de síntesis. La Ordinalidad
es un proceso expansivo cuyo desdoblamiento repliega los sucesos
desplegados hacia un único núcleo de contenido. En palabras de Alain
Badiou: “se sella el uno de los múltiples que le pertenecen”. Siguiendo el
razonamiento de Badiou,26 podemos decir entonces, que cada ordinal al
estar totalmente ordenado por la pertenencia, puede ser <visualizado>
como una cadena de pertenencia.
s1s2s3... … si… … sn-2sn-1sn
Cada uno de los elementos alineados según la pertenencia es
componente del suceso sn. Por medio del significante será designado
el esquema, producto del cierre “”, “interrupción” que es la “reunión”
acumulativa de todos los sucesos. es el nombre del proceso que
emerge del plegamiento ordinal, que es produdcido por el despliegue
narrativo y que es resemantizado por el suceso sn..
Debido a lo anterior, cada despliegue narrativo puede ser sintetizado en un
macro suceso, que podrá ser nombrado a través de un esquema narrativo.
Ocasionando que un árbol, con un alto grado de complejidad, pueda ser
visualizado a través de otro más simple que será isomorfo al primero. De
este modo, se podrán modelar relatos enteros a través de árboles “esquemáticos”.
S1
S2
Sn
S2
S2
S3
Sw
Sn
S2
Sw
26
Badiou 1999. P. 161
Sn
S2
Sw
S3
Sn
S2
S2
S3
Sn
Sn
S1
S2
Sw
Sw
Sw
Sn
25
CONCLUSIONES
Todo razonamiento deductivo es de carácter diagramático, según palabras
de Peirce, apela a la construcción de un icono que modele el estado de
cosas propuesto a través del análisis. Es con relación a este icono que
quedan establecidas las pautas de discusión entre los estudiosos del tema
en desarrollo. Un razonamiento deductivo es la elaboración de un mapa,
cuyos rasgos distintivos están sujetos a discusión permanente. Todo esto
implica una especie de “naturalización” de los conceptos, ya que los
tratamos como si tuvieran vida propia. Hasta ahora hemos hablado de la
ordinalidad y la cardinalidad en términos de la disposición presuposicional
de los sucesos. Esta forma de realizar el análisis podríamos denominarla
semiótico-topológica, sin embargo no por ello petrificada, a pesar de que
toda deducción no puede ir más allá del establecimiento de una
“semejanza”. Pero más allá de ese lindero, podemos dejar establecido de
manera prospectiva y un tanto informal, que el contenido de todo relato es la
puesta en rumbo de esa entidad, que es reactiva a toda fijación indeleble, a
la que llamamos sentido.
...UNA COSTELACIÓN
fría de olvido y desuso
no tanto
que no enumere
sobre alguna superficie vacante y superior
el golpe sucesivo
sideralmente
de una cuenta total en formación
velando
dudando
rodando
brillando y meditando
antes de detenerse
en algún punto último que la consagra...
Mallarmé. Un coup de dés.
26
BIBLIOGRAFÍA
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UNAM Servicios Editoriales de la Facultad de Ciencias. 1997
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