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Identidad, cultura e intervención pública en México

Ensayo para el estudio de las políticas públicas en material de cultura en México.

Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Ensayo para el estudio de las políticas públicas en material de cultura Rafael de J. Araujo G. 2017 fayeyo@msn.com 1 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Identidad, cultura e intervención pública Contenido 1. Identidad y territorio: ......................................................................................................................... 2 2. Cultura: ........................................................................................................................................... 14 3. Intervención en el campo de la cultura: ......................................................................................... 26 4. Fuentes consultadas: ..................................................................................................................... 33 1. Identidad y territorio: fayeyo@msn.com 2 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com En los primeros años de la segunda década de este milenio, el mundo sigue sorprendido por una serie de enfrentamientos militares en países de la región árabe, en el oriente medio. Y en el ultimo año, con el incremento de la tension entre una visión sesgada del mundo, representada por un idividuo: Donald Trump, presidente de los Estados Unidos de América, y el resto de los paises. Al centrar la atención en ellos, la información ha permitido entrever la compleja red de grupos que integran a cada país en esa región. La sorpresa ha sido mayor al reaparecer un fenómeno largamente estudiado por la antropología: la cultura. Desde esta rama del conocimiento, dice Ulf Hannerz en “Fronteras”: “La antropolgía vivió un largo periodo en que la imagen dominante era la de muchos mundos pequeños y separados, en el que los nuer, los tikopia y todos los demás pueblos parecían existir como especies separadas.” Se podría ejemplificar con casos más cercanos, pues en Chiapas sabemos de la existencia de los zoques, de los tzotziles, los tzeltales, los chiapanecas, entre otros muchos más, en algunos casos con historias menos violentas pero parecidas a los acontecimientos presentes en el mundo árabe donde la diferencia religiosa ha impulsado la viloencia (Imagen 1 y2); sin embargo, esa identificación cultural no es suficiente para explicar la existencia de los conflictos. Para desmenuzar con mayor precisión esos acontecimientos, es necesario tomar en cuenta el concepto de territorio, pues varios de estos grupos se asientan en espacios que no tienen delimitación precisa, que no la han tenido y que argumentan usos y costumbres para afectar a los otros, a quienes tienen una idea de lo que es la vida y el mundo distinta. En el caso árabe, las perrsonas se encuentran en países constituidos, con fronteras delimitadas, pero sin unidad interna. Imagen 1: Chamulas tradicionalistas fayeyo@msn.com 3 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com En esta imagen se observa una actividad tradicional realizada por habitantes de San Juan Chamula, pueblo tzotzil. Quienes participan consideran que conservan sus tradiciones y se llaman a sí mismos católicos tradicionalistas. Fotografía extraída del sitio web: Prensa libre de Chiapas, el 24 de enero de 2016. http://www.prensalibrechiapas.com/2014/media/k2/items/cache/4cd5 973a7c2085986240cae9b1f23d5c_XL.jpg fayeyo@msn.com 4 Rafael de J. Araujo González Imagen 2: Chamulas evangélicos Evangélicos de San Juan Chamula viven en el territorio considerado parte del municipio pero no visten, ni participan en las tradiciones de la comunidad llamada “católica tradicionalista” por sus creencias y fe. Foto extraída el 24 de enero de 2016 del sitio web: Diario cristiano.org http://img.midiariocristiano.com/noticias/2012/11/09/arrestan-indigenaevangelico-en-chiapas.jpg La frontera, puede ser concebida como una línea que limita un territorio (Imagen 3), un terreno, un espacio físico, con sus valles y montañas, con sus ríos, lagunas y mares. Sin menoscabo a esta afirmación, también se concibe a la frontera como la delimitación de una cultura con respecto a otra (Hannerz). fayeyo@msn.com 5 Rafael de J. Araujo González Imagen 3: Mapa politico de Chiapas, con los límites terrirotiales (fronteras) Las fronteras pueden ser políticas como aquí vemos, o delimitadas por áreas naturlaes que presentan una dificultaad mayor porque no tienen límites permanetnes, ni siquiera cuando la referncia son los ríos pues con el paso del tiempo y con los fenómenos naturales, éstos cambian su cauce. El mapa fue extrapido del sitio web del Instituto estatal de Proetección Civil del estado de Chiapas en 2014. Al observar la existencia de una frontera, suele reconocerse que hay tiempo y espacio, a un lado y al otro del límite que la traza. En otras palabras, el reconocimiento de la existencia del “otro” o de los “otros”, es también parte del reconocimiento de una frontera. El “otro” también tiene un conjunto de historias que son parte de su personalidad y habita un espacio. Cuando hablamos de culturas, el reconocimiento de una frontera entre los pueblos permite la identificación de una persona como perteneciente o no a una fayeyo@msn.com 6 Rafael de J. Araujo González cultura en particular. La pertenencia a un grupo social o a una cultura es parte del proceso de identificación de los límites que enmarcan a las fronteras culturales, como se observa en el mapa de las culturas originarias de Chiapas (imagen 4). Por eso, Hannerz afirma: “Si las fronteras no son naturales, se convierten en lo que las personas hacen de ellas.” En esa línea de ideas, explica, hay quienes dan mayor peso a las diferencias y a las rupturas en los procesos sociales, y hay quienes no. Estos procesos sociales dan forma a las manifestaciones culturales y, así, se reconoce la inexistencia de fronteras naturales, pues es el ser humano quien las crea, las dibuja y lash ace parte de la vida social. Imagen 4: Culturas originarias de Chiapas Imagen de la distribución de los pueblos indígenas de México en donde se aprecia que no existen fronteras físicas iguales a las fronteras políticas pues el territorio de cada población está sujeto al compartamiento humano. De esta manera cuando un pueblo crece, se dispersa y require más teritorio, además de las condiuctas migratoiras de las poblaciones. El mapa fue extraído del documento Regiones indígenas de México publicado por la CDI y el PNUD. fayeyo@msn.com 7 Rafael de J. Araujo González Stephen Castles opina de manera muy parecida cuando escribe: “Uno de los problemas clave de la modernidad es la tensión entre el principio de organización económica y política racional y la infinita gama de aspiraciones de los individuos y grupos.” De esta forma pone en el eje de la discusión los intereses encontrados existentes entre grupos, entre individuos, y entre los grupos con respecto a los individuos. Al hacer este señalamiento recuerda a Freud y a Nietezche quienes, según él, “…demostraron que la vida está regida por esta tensión entre sociedad e individuo, o entre racionalidad del sistema e identidad.” Estos conflictos suelen acentuarse cuando intervienen factores de dominio, ya sea porque en el grupo-etnia una clase desea incrementar sus privilegios, o porque nace una nueva clase social que busca un espacio propio dentro del conjunto. Las razones son muchas, siempre relacionadas con procesos y relaciones que resultan obsoletas o que están en crisis. Sin embargo, al interior de una sociedad, la existencia de varios grupos supone la posibilidad de situaciones conflictivas que la cultura puede encauzar para una solución que permita al grupo mantener su unidad y continuar su vida diaria. Uno de los conflictos generados por los intereses grupales y/o individuales es el de la propiedad, su posesión y su explotación. De ahí que el aspecto territorial también cobre vital importancia ya que la propiedad de un espacio físico ha sido considerado como uno de los factores de riqueza. En México, Margarita Maass reflexiona (2006): “La cultura es la acumulación, es memoria, es recuperación del pasado; la cultura es ruptura que genera avance; la cultura es ideología. La cultura es tradición y modernidad. La cultura nos identifica y lo que identifica genera identidad.” (25) Más adelante explica que la identidad como construcción ideológica del ser tiene dos variantes, la identidad del individuo y la identidad grupal, o la que otorga pertenencia al individuo como parte integrante de un grupo social. Además, le otorga un atributo más pues concibe a la identidad como la construcción ideológica del ser (26), alguien es, algo es, todos somos, por alguna razón. La ideología es la que da justificación a ese “ser, por ejmeplo, en la religion: Dios crea fayeyo@msn.com 8 Rafael de J. Araujo González al ser humano a su imagen y semejanza; o en política: todo es de todos porque la naturaleza no ahce diferencias de ninguna clase. Morelba (490), quien reflexiona sobre estos aspectos explica que la identidad puede entenderse como aquello que otorga unidad a las personas, que se obtiene identidad a través de los rasgos físicos, mentales y espirituales que hacen distinto a uno de otro. Son rasgos biológicos determinados por los genes, y son rasgos aprendidos condicionados por la sociedad. Para Giménez (89) “…las representaciones sociales también implican la representación de sí mismo y de los grupos de pertenencia que definen la dimensión social de la identidad.” Morelba, con esta reflexión, recuerda que el individuo necesita de otro individuo para concebirse, así, aparece el concepto del yo soy, en relación con el otro es. En los grupos sociales también se repite la ecuación, se es grupo social en oposición a otros grupos sociales. En el mundo contemporáneo, las personas pueden sentirse parte de uno y de varios grupos a la vez. Se identifican y viven en ellos. Hannerz ha reflexionado sobre este fenómeno actual y aduce que las personas han desbordado las fronteras geográficas y, con ello, las fronteras culturales a partir del reconocimiento de los límites impuestos por las clases dominantes, cuando los individuos reconocen que sus intereses entran en conflicto con los intereses de otros y que pueden modificar el estado de cosas, aunque esta modificación sea temporal. En este sentido, este autor, señala que se crean espacios fronterizos, lugares donde los individuos se relacionan con otros individuos que tiene rasgos culturales diferentes pero que también tienen aspectos comunes. A partir de lo común construyen espacios de interacción y crean nuevos territorios. También suele presentarse que en la dinámica social, ya sea por elcrecimiento poblacional, o por factores naturales que afectan la vida comun del grupo, o por cambios en la economía, o por cualquier otra razón, aparecen contradicciones en las relaciones sociales que derivan en pugnas al interior del grupo, como sucede en el caso de los conflictos sociales por motivos religiosos. fayeyo@msn.com 9 Rafael de J. Araujo González Imagen 5: Rasgos comunes Como se observa en esta fotografía, las mujeres tiene rasgos comunes que las identifican como pertenecientes a una cultura específica como lo es su vestuario que las ubica en su propio contexto cultural; además, también es posible encontrar las c aracterísticas que las hacen diferentes, de culturas que tienen símbolos propios. Fotografía extraída del sitio web: CGT Chiapas, el día 24 de enero de 2016. http://www.magis.iteso.mx/sites/default/files/Magis-445movimientos-sociales-zibechi-2.jpg El territorio sigue siendo un factor importante en la construcción de las identidades, el punto es que, además de ser un espacio geográfico, puede ser una delimitación simbólica que ayuda a construir la cultura y la identidad (imagen 6). Hoy en día, el territorio no es un concepto rígido, es flexible. Por ejemplo, se piensa en el pasado sobre la base de un espacio físico donde se sitúan los hechos que se han catalogado como relevantes; nombres de personajes que realizaron hazañas a la manera de las epopeyas, dramas y tragedias de la Grecia antigua, van formando una cadena de acontecimientos que forman una época, es decir, un límite temporal, una frontera, un espacio fayeyo@msn.com 10 Rafael de J. Araujo González en el tiempo y desde el tiempo. Pero esos acontecimientos que han delimitado la época, se dan en un espacio físico, en un territorio, con una constitución geográfica, orográfica y ambiental concreta. Imagen 6: El territorio o espacio, elemento de identidad cultural El espacio donde interactúan las personas es fundamental en la definición de la identidad, como parte de la cultura nos da información sobre los roles que se interpretan, así, en el teatro, sobre el escenario sabemos están los actores, mientras que en la butacas se ubica el público, como se ve en esta fotografía. Autor: Rafael Araujo. Colombres (2009; 224) crítica a las teorías de la cultura que han omitido este factor de identidad cultural, él afirma: “Tanto la modernidad como la posmodernidad negaron el espacio como soporte del pensamiento, algo que lo baje a la tierra y coadyuve en la construcción de sentido.” fayeyo@msn.com 11 Rafael de J. Araujo González La importancia del territorio es tal que en los mitos y leyendas juegan un papel fundamental, por ejemplo, en todos los mitos fundacionales se repite el relato que narra el origen de un pueblo o nación en una especie de tierra idílica, de un paraíso fundacional. Los Aztecas llamaron “Aztlán” a este lugar (imagen 7), punto de partida, origen de un destino y motivo por el cual migraron hacia otro lugar o “tierra prometida”. Imagen 7: Migración Azteca En la imagen aparece la página principal del códice Boutorini que narra la migración de los Aztecas. Aunque representa otro momento, la tradición oral recogida por los primeros españoles llegados a Tenochtitlan dejaron registrado que los Aztecas contaban con un lugar mítico y sagrado: Aztlán, desde donde iniciaron su trayectoria para fundar Tenochtitlan. En la tradición judía es el “paraíso terrenal” el inicio de su existencia, motivo por el cual buscan incansablemente llegar al sitio que la autoridad sobrenatural les fayeyo@msn.com 12 Rafael de J. Araujo González prometió. Estos ejemplos se actualizan y continúan vigentes, no es raro encontrar en textos como el de Bonfil Batalla (1990; 23) palabras como éstas: Partamos de un hecho fundamental: en el territorio de lo que hoy es México surgió y se desarrolló una de las pocas civilizaciones originales que ha creado la humanidad a lo largo de toda su historia: la civilización mesoamericana. De ella proviene lo indio de México; ella es el punto de partida y su raíz más profunda. Para Bonfil, además del teritorio físico en Mesoamérica, también hay un espacio temporal, que es utilizado como apoyo en la creación de una identidad, la mexicana en el caso referido por este autor. Como elemento que está en relación al territorio, el tiempo también es otro factor que interactúa para construir la identidad. Colombres lo reconoce de la siguiente manera: “La identidad, en definitiva, no es más que la conciencia de una continuidad en el tiempo, más allá de los cambios, crisis y rupturas que puedan registrarse.” (201) El tiempo puede ser enfocado como un espacio mismo, un espacio temporal que define límites, que ayuda a interpretar los fenómenos y permite las comparaciones, aunque tenga la característica de ser siempre continuo. Como se dice líneas atrás, al reconocer lo que es propio, que permite encontrar las diferencias entre personas e individuos, desde el enfoque simbólico de la representación, el pasado se convierte en una de las bases que permiten identificarse, identificarnos e identificarlos. Al reconocer un pasado común, se inicia el proceso que sirve para detectar la pertenencia a un grupo social y un sentido de lo que el individuo es como tal y como integrante de un grupo social. El pasado que se asume como parte de uno o del grupo conforma un patrimonio que suele denominarse “Patrimonio cultural”. Sin embargo, como una continuidad que llega al presente, el pasado también es una construcción que, según autores como Colombres (222-223) o fayeyo@msn.com 13 Rafael de J. Araujo González Bourdieu (citado por Giménez. 92-94), evoluciona y se reconstruye a través de la identidad y la cultura, pues cada generación tiene características propias aunque tenga un mismo pasado (factor temporal) y viva en un mismo espacio físico (territorio). 2. Cultura: El pasado aceptado por el conjunto de individuos da pie a la identificación de un origen común, pero no crea la identidad porque la experiencia de lo ocurrido puede ser distinta entre las personas que forman parte de una sociedad generando rasgos de identidad diferenciados en un mismo terriotrio, como sucede con la ideología o la religión. Para construir la identidad se requieren otros factores que inciden en la generación de una sensación de pertenencia, como el territorio, el medio ambiente, las relaciones entre los individuos, y la lengua, por citar algunos que en su interacción con otros llegan a convertirse en factores de identidad. Para Giménez (98), la identidad se constituye con el pasado porque forma parte de una memoria colectiva; se reconstruye y actualiza con el presente a través de un proceso que convierte a la memoria colectiva en conciencia colectiva y en pautas de conducta que se acvtualizan conforme avanza el conocimiento y desemboca en un imaginario colectivo que es la construcción social del futuro. Sin embargo, un mismo pasado tiene significados diferentes porque otros factores permiten a los individuos interpretarlos desde ópticas diferenciadas (Imagen 8). La interpretación de los fenómenos no es totalmente objetiva pues un mismo hecho es percibido desde puntos individuales y diferenciados. Por eso se reconoce la existencia de una identidad individual y otra colectiva (Mass. 26) Para personas que abordan la interpretación de los signos, por ejemplo, reconocen que éstos (los signos) pasan por un proceso de comparación, reconocimiento e interpretación; es decir, aquello que se percibe se compara fayeyo@msn.com 14 Rafael de J. Araujo González y se interpreta. Cuando las interpretaciones son similares, entonces se crean lo que Eco (2005) llama “unidades culturales” (“El significado como unidad cultural”. 70-72) Imagen 8: Danzante antiguo La figura puede representar a un acróbata para el lector, sin embargo, no se sabe a ciencia cierta qué representaba para los antiguos habitantes de Tlatixco, lugar donde se encontró esta pieza del clásico tardío. fayeyo@msn.com 15 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Las unidades culturales de este autor no son lo mismo que la identidad cultural, pero forman parte importante de ella pues son las referencias sobre las cuales los fenómenos sociales son interpretados por los individuos y los colectivos, al coincidir estos patrones referenciales, permiten identificar e identificarse. Como patrones referenciales hacen las veces de códigos de interpretación, como sucede con bailes tradicionales efectuados en fiestas tradicionales (Imagen 9) Imagen 9: Fiesta del Calalá Para los pobladores de Suchiapa, Chiapas, la celebración del día de “Corpus” tiene un significado doble: por un lado, es la oportunidad de celebrar las costumbres en una fiesta popular con rasgos mágicos; por el otro, es la celebración de la ascención de Jesús, en una fecha de la religion católica. La interpretación de otras personas se amplía al desconocer los símbolos que forman parte de las actividades rrealizadas por los pobladores. Fotografía de René Arauxo. fayeyo@msn.com 16 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Para Margarita Mass (2006) “La cultura y el comportamiento humano están totalmente vinculados con el sistema de disposiciones duraderas y estructuras cognitivas que son los esquemas de percepción, valoración y acción…” (23) Opinión que se acerca a lo expuesto por Eco, que también resalta el valor de la cultura, a través de estructuras cognitivas. Otro autor ya citado en estas líneas, Colombres (194), opina que la cultura “…es entonces el conjunto de valores materiales y espirituales acumulados por el hombre en el proceso de su práctica histórico- social”. Además señala (194), siguiendo a Lévi-Strauss, tiene dos características: 1. Originalidad, pues cada cultura es única e irrepetible; y 2. Globalidad, para que tenga la connotación de cultura, debe abarcar a “…todos los sectores de la actividad humana.” En esta línea de ideas, toda persona posee un acervo que le permite identificar sus valores materiales y espirituales, por tanto, es poseedor de una cultura propia que también puede ser compartida por otras personas. Cuando entre éstas se logra una identificación colectiva, además de crear una identidad cultural o social, se obtiene la conciencia en la pertenencia a un grupo que se diferencia de otros grupos, por supuesto. Al estudiar la cultura, varios autores coinciden en señalar algunos de los “valores materiales y espirituales” que la conforman. Mass (22), por ejemplo, señala a la conducta –como se observa en la imagen 9, los participantes del ritual saben qué hacer, dónde y cuándo, mientras que el resto de la población y personas foráneas no- y, por tanto a las reglas del comportamiento cuando acepta que la cultura es “…la manera de ser y estar en el mundo.”, más adelante acentúa el factor conductual, es decir, la forma en que se manifiesta la cultura dentro de las pautas de conducta, de las relaciones que sostienen las personas en una sociedad, cuando dice: “…la cultura es una configuración específica de reglas, normas y significados sociales constitutivos de identidades y de alteridades.” (23) Para ella, como parte inherente a la fayeyo@msn.com 17 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com conducta, la ideología (25), la ética y la moral se convierten en “…soportes y referentes para preservar el orden de la sociedad.” (26) Para Lévis-Strauss (en Giménez. 2005; 242), también la conducta es fundamental para entender la cultura. Él escribe: La cultura no es natural ni artificial. No depende ni de la genética ni del pensamiento racional porque consiste en reglas de conducta no inventadas, cuya función generalmente no es comprendida por quienes las obedecen: en parte, se trata de residuos de tradiciones adquiridas en los diferentes tipos de estructura social por los que cada grupo social ha pasado en el curso de una muy larga historia; la otra parte consiste en reglas aceptadas o modificadas conscientemente en vista de un fin determinado. La conducta de las personas es individual pero es aprendida y está condicionada por las relaciones establecidas entre los individuos. Al nacer, una persona obtiene patrones de conducta a través del aprendizaje familiar, primero; y, luego, de la interacción con personas ajenas a su núcleo familiar. Los proceso de enseñanza aprendizaje se vuelven así punto de partida para la formación de la identidaad a través del conocimiento de los códigos culturales, de las relaciones sociales y del uso de un lenguaje común. En la conducta social está una parte importante de la cosmovisión y, con ella, la conducta que el individuo –y el grupo- establece con otros seres. Así, un dragón chino, es chino porque en el aprendizaje adquirido en Mesoamérica y en la tradición judeocristiana, su existencia pasa desapercibida. Sin embargo, en muchas poblaciones indígenas se conservan rastros de la relación establecida por los antiguos habitantes de Mesoamérica con la naturaleza, como son la sobreviviencia de creencias relacionadas con el espíritu que vincula a las personas con animales slavajes (Imagen 10). fayeyo@msn.com 18 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Imagen 10: Dintel 4 de Bonampak El dintel de Bonapak, clasificado como el número 4, se dice que representa al gobernante Chua Muaan I. En la representación de este personaje se observa su nrostro de perfil y sus dos brazos. Él está vestido con un atuendo que en la cabeza tiene la forma de una serpiente, ésta baja por su torso. En la parte del cuerpo de la serpentine se aprecian plumas. Es evidente el simbolismo utilizado para representar a un personaje protegido de manera sobrenatural, como sucede con las creencias nahualistas, relacionadas con el tipo de alma o nahual que posee cada persona. Un nahual gallina es inferior a un nahual jaguar, por ejemplo, en las culturas indígenas actuals. Como parte de la conducta, que apoya o contraviene los posibles significados de los fenómenos sociales, está presente la ideología. Para Eunice R. Durham (en Giménez. 2005; 247): “La dimensión simbólica constitutiva de la acción humana puede estar verbalizada en el discurso, cristalizada en el mito, el rito y el dogma, o incorporada a los objetos, a los gestos, a la postura corporal, y siempre está presente en cualquier práctica social.” Cuando nos señala la fayeyo@msn.com 19 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com postura, nos recuerda que aprendemos a saludar a la bandera mexicana poniendo la mano sobre el pecho, pues somos la población civil; mientras que la población military, Saluda al lábaro patrio, llevando la mano al frente de la cabeza. En otros pueblos, de épocas diferentes, existen expresiones similares a esas posturas, por ejemplo en los pueblos de la Antigua India, como puede observarse en la imagen 11. Imagen 11: Escultura budista del siglo V (ca) En la imagen se representa a la Diosa Indra, en un temple budista tllado sobre la roca, directamente, en Ellora, India, en el silgo V, aproximadamente. La postura de la Diosa Indra, tallada en la roca, en el siglo V (ca), en la India, ubicada en el continente asiático, es muy similar a las posturas representadas en estelas, fayeyo@msn.com 20 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com dinteles o pinturas del mundo maya, en América,1 como se observa en la imagen 12 siguiente. Imagen12: Relieve conocido como “Estela Madrid” La imagen maya es un relive tallado en una piedra volcánica en la época clásica maya. Se calcula que entre el año 600 y 800 DC, en Palenque. El personaje representado tiene una postura muy similar a la imagen de la mujer representada en el temple budista de Elora, India. Cuando Durham (ibid.) habla sobre el mito, abre las puertas para dos grandes conceptos relacionados con la visión del mundo que un individuo o el grupo social construye y le es propio: la religión y la ideología. Aunque algunos autores señalan que parte de la ideología está en la religion y que la religion genera ideología. Por ejemplo, para la mayoría de las creencias religiosas Dios ha escrito el destino de las personas, de ahí se desprende que los seres 1 Por ninguna razón se intenta decir que hubiera relación alguna entre los pueblos que generaron estas manifestaciones artísticas. fayeyo@msn.com 21 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com humanos no puedan hacer más que esperar fatalmente a que se cumpla su destino; aspecto éste que se ve reflejado en sus ideas y en su comportamiento. La conducta es la forma en que cobra presencia todas y cada una de las relaciones asumidas por un individuo frente a otros individuos, frente a objetos naturales y creados, y ante entidades abstractas como las deidades y las instituciones. El origen de un rito está centrado en la forma de establecer las relaciones entre la persona/grupo social con un ser sobrenatural. Por eso, al esquematizar estas manifestaciones conductuales, el comportamiento humano ante otras personas por parte de un brujo, o de un sacerdote o de un líder político son muy parecidos, en circunstancias parecidas, también. Por ejmplo, en una misa, el sacerdote está posicionado en un lugar central donde la población puede orilo y verlo; sucede lo mismo en un acto politico civil, el líder está ubicado en un lugar privilegiado. La fe y el dogma ofrecen a las personas la posibilidad de una visión del mundo que condiciona su actuar, como señalé líneas atrás. A su vez, las relaciones del individuo con otros individuos construyen normas de carácter obligatorio, coercitivas, ya sea por la fuerza física o por la presión social, crean aquello que se le permite hacer, coomo sucede con las normas legales; las leyes son uno de tantos instrumentos socilamente construidos que permiten una convivencia social aceptada por los integrantes del grupo. Por último, la forma de interpretar esas normas, completan las características de su cultura. Por este hecho, los objetos y las instituciones se convierten en factores culturales. En este sentido, vale la pena señalar que la cultura es diferente a las manifestaciones culturales. Las manifestaciones son productos concretos de la cultura (imagen 13). fayeyo@msn.com 22 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Imagen 13: La danza, una manifestación de la cultura Entre las personas que se dedican a la danza existe toda un sistema que les permite interpretar los códigos, seguirlos, establecer relaciones, y elaborar productos concretos como lo es una coreografía. Fotografía de Rafael Araujo. Coreografía de Rita Cifuentes G. Todos estos factores son aprendidos por el individuo y los asimila de una u otra manera. Cuando son factores referenciales a un solo territorio, en un tiempo específico, y de un grupo social concreto, dan la idea de uniformidad cultural, es decir, pautas comunes entre los individuos del grupo. Esta circunstancia es idílica, modelo de experiencias sociales que difícilmente se encuentran en el mundo actual de forma estática ya que la cultura es cambiante. También es una circunstancia poco existente en la historia humana, pues un individuo convive con otros individuos, un grupo interactúa con otros grupos y establece relaciones de todo tipo, generando cambios constantes, movimiento. Por tanto, los individuos observan, aprenden y reinterpretan las normas propias y las extrañas. Es probable que se creen espacios compartidos, además de territorios físicos de intercambio, como se dijo ya, campos de intercambio simbólico donde se modifican los códigos y las conductas. fayeyo@msn.com 23 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Por otro lado, al estudiar la cultura se han creado varias tipologías. Se habla de dicotomías construidas para referirse a circunstancias concretas. Por ejemplo, Cultura de élite y cultura de masas, en opinión de Colombres (15-18) esta clasificación es incorrecta, más bien, debe ser entre cultura de élite y cultura popular, porque la cultura de masas es un concepto inexistente, y no es real pues lo que se llama masa de población es una abstracción que lleva implícita la acción de manipular y no de interactuar. Otra más, la cultura local y la cultura global, la primera hace referencia al espacio físico por encima de las conductas y los códigos que condicionan la manera en que se comportan las personas integrantes de un grupo social, mientras la segunda está conformada por todas las manifestaciones compartidas por la generalidad de los seres humanos, por lo menos en teoría (imagen 14 y 15). Imagen 14: Manifestación de la cultura local Imagen antiuga de autor desconocido, se calcula que es de 1900, aproximadamente. En ella puede verse a dos parejas de hombres bailando tango, una expression del Sur de América, parte de la expression de la cultura local. fayeyo@msn.com 24 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Imagen 15: Postal ruso-soviético El tango se convirtió en una expression mundial. Poco a poco fue ganando aceptación en poblaciones inimaginables, como lo demuestra la imagen de esta postal recibida por una persona que vivía en Rusia, antes Unión Soviética. En ella puede verse a dos mujeres bailando tango. La postal está datada con el año de 1920. Otro factor importante es el económico. Las manifestaciones culturales son actividades humanas, conductas realizadas en un tiempo y espacio definidos. Forman parte de un esfuerzo individual en un grupo social. La acción se vuelve colectiva y es aceptada, a veces se manifiesta de forma aunque la mayoría de las veces es social. Se producen rituales, a la vez, aparecen objetos propios del rito. Por eso, como símbolo e imagen, suele utilizarse un objeto como elemento referente de una cultura. Como ejemplo, la máscara de parachico, de Chiapa de Corzo, en Chiapas, es la imagen representativa de la cultura de los fayeyo@msn.com 25 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com chiapanecas, diferente a la tzeltal de los altos de Chiapas. Como manifestación cultural, los objetos que tienen esta doble función, la de ser elemento simbólico de una cultura y bien económico, no se sujeta a la reglas de los demás bienes comerciales. Se vende una máscara, es propiedad de una persona, pero sigue siendo propiedad colectiva pues representa a una cultura. 3. Intervención en el campo de la cultura: La cultura se da, nace, cambia estimulada pues y muere, sin necesidad de que sea es parte inherente del ser humano tal cual es. No existe persona alguna con menos cultura que otra, o que no la tenga en absoluto. La cultura puede encontrarse a través de la actividad humana más no toda actividad se considera representativa de una cultura. Hay objetos que se vuelven representativos, ya sea porque forman parte de un rito, con características religiosas o mágicas, o porque son de uso generalizado en actividades colectivas (imagen 16). Imagen 16: La cruz católica Distintas representaciones esquemáticas de la Cruz Católica Cristiana. fayeyo@msn.com 26 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com La realización de las actividades, la preparación de éstas, y su organización, son el resultado de un tiempo, material y esfuerzo invertido por un número de personas que varía de actividad a actividad. Aunque parezca la actividad de una persona, generalmente involucra a más; genera relaciones, códigos de conducta y mecanismos de comunicación que el observador, desde el exterior, difícilmente aprecia a primera vista. Por eso, la cultura tiene un impacto en la economía de las personas, de los grupos sociales e inciden en la economía de otros individuos y de otros colectivos. Imagen 17: Elaboración de cerámica, en Oaxaca La elaboración de cerámica con formas y colores específicos en varias comunidades de Oaxaca es una fuente de ingresos para las familias y la población que se ha convertido en un símbolo de identidad para ellos y para el estado de Oaxaca, México. fayeyo@msn.com 27 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Cuando se identificaron los derechos fundamentales2 de toda persona, en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), los países que la integran reconocieron el derecho que tiene todo individuo a participar libremente en las manifestaciones culturales y artísticas. Este reconocimiento se funda en dos premisas: 1. La cultura es parte inherente al ser humano, ningún animal, ni otro ser vivo hace, transforma y posee cultura; y 2. Las manifestaciones culturales ayudan a construir identidad, dan visión del mundo y es un hecho económico, por tanto, es un factor de desarrollo. La importancia de la cultura como derecho y como factor económico continuó analizandose. En 1970, en la Ciudad de México se logran acuerdos y se da a conocer la Convención sobre las medidas que deben adoptarse para prohibir e impeder la importación, la exportación y la transferencia de la propiedad ilícita de bienes culturales. Años después de la reunión en la Ciudad de México, en 1998, del 30 de marzo al 2 de abril, en Estocolmo, Suecia, se desarrolló la Conferencia Intragubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo, una actividad promovida desde la sección de educación y cultura de la ONU (UNESCO), donde se reconoce que “El desarrollo sostenible y el auge de la cultura dependen mutuamente entre sí”, también dice que: “Dado que el acceso y la participación en la vida cultural, son un derecho inherente de las personas de toda comunidad, los Gobiernos están obligados a crear las condiciones necesarias para el pleno goce de este derecho de conformidad con el artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.” 2 Estos derechos están conteidos en la el documento conocido como Declaración Universal de los derechos Humanos, promulgada votada por el pleno de la Organización de las Naciones Unidas, aprobada sin votos en contra, un 10 de diciembre de 1948, en Paris, Francia. fayeyo@msn.com 28 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Estos documentos dan muestra del reconocimiento logrado sobre el tema de la cultura, por parte de las instituciones y de las autoridades representativas de los países integrantes de la UNESCO. Al ser reconocido como un derecho y al ñponer el énfasis en el factor económico para el desarrollo, las manifestaciones culturales pasan a formar parte de las acciones que los Estados deben realizer, ya sea para su presernvación y/o desarrollo. En este sentido, los enfoques que aparecieron en los estudios reconocen que son los individuos quienes generan y transforman los hechos culturales, que las instituciones intervienen y tratan de utilizar las manifestaciones culturales como herramientas para el control social, y que el papel de estas instituciones es relevante. Desde la óptica del Estado, también se reconoce que es una institución y que en su forma de constituirse y actuar, está inmersa una ideología específica, una visión del mundo y una postura política económica, de acuerdo a factores culturales que le dan identidad nacional. Bajo estas consideraciones, a través de la historia, se detectan dos grandes enfoques sobre el papel del Estado en torno a las manifestaciones culturales: 1. Activo, es decir, donde el Estado además de velar por los derechos, interviene de manera directa en la preservación y difusión de la cultura, genera, pues más hechos culturales. 2. Pasivo, pues el Estado es solamente un policía, quien cuida el acceso a la cultura y sanciona a quienes lo impiden. En esta línea de ideas, existen países donde el Estado asumió posturas intermedias, es decir, son activos en determinadas áreas de la cultura, como puede ser la rama artística; o naciones donde las autoridades son Pasivos en la mayoría de la actividad cultural pero fomentan la participación de particulares en la preservación y difusión, por ejemplo, a través de fondos, fideicomisos, fundaciones y asociaciones civiles. fayeyo@msn.com 29 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Las normas de carácter legal son el marco de acción sobre el cual el Estado justifica la postura en torno a todas y cada una de las actividades que realiza su población. Es una referencia que justifica si es activo o pasivo en torno a la cultura nacional o local, según sea el caso. El Estado mismo se organiza reconociendo niveles territoriales, así, además de tener una división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), se constituye a nivel nacional (federal) regional (estatal) y local (municipal). Así, para nuestro país, se entiende que las normas existentes en una comunidad están sujetas a las reglas de carácter federal, estatal y municipal que se traducen en:    Normas federales: Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos y leyes federales. Normas estatales: Constitución política del Estado de Chiapas y normas estatales. Normas municipales: Reglamentos y bandos municipales. México ha asumido un perfil activo en materia de cultura. Además de adherirse a las disposiciones generadas desde la ONU y la UNESCO, en sus normas estatales se reconoce al Estado preservación y difusión como una entidad de la cultura. participativa en la Su ley más importante, la Constitución Política reconoce esta situación y lo señala en varios de sus artículos. Por ejemplo, señala que los monumentos y sitios antiguos son propiedad de la nación y que a ésta corresponde su ello, se apropia del pasado, del administración. Con patrimonio cultural, base para el reconocimiento de una memoria colectiva. Las leyes forman parte del proceso utilizado para definir las políticas culturales. Si en la legislación se define un papel pasivo al Estado, éste no puede dejar de observar la legislación que incide en la actividad realizada por su población en materia de cultura. Pasivo, pero autoridad, vigila y juzga, fayeyo@msn.com 30 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com realizando así actividades que inciden de manera indirecta sobre las manifestaciones culturales. En los demás casos, es decir, donde el Estado es activo o parcialmente activo, las normas legales establecen criterios generales, o de ellas se desprenden criterios generales para justificar la acción de las instituciones representativas del Estado. Estos criterios generales son llamados “Políticas públicas”. Una política, pública o privada, es un lineamiento general, un criterio, desde ahí se organiza una actividad, un conjunto de actividades con objetivos y acciones concretas. A grandes rasgos, las políticas culturales tienden a sustentar los grandes objetivos:   Preservación e incremento del patrimonio cultural Difusión y divulgación de la cultura Para hacerlo así, utilizan como herramientas específicas como son:      Investigación Enseñanza Animación Inversión Administración de espacios Los ámbitos de acción donde el Estado mexicano interviene son:   El pasado La cultura tradicional, popular y municipal fayeyo@msn.com 31 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com  Las artes  Los medios masivos de comunicación Con estos factores se construye la política cultural y se justifica la existencia de instituciones públicas de culturales. Estas acción directa sobre las manifestaciones instituciones obtienen recursos públicos, es decir, son financiadas por todos los contribuyentes. Instituciones públicas de carácter federal, entre otras, están:     El Consejo nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) El Instituto Nacional de Bellas Artes(INBA) El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNDI). En Chiapas existe el Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas (CONECULTA) como organismo público fundamental en la cultura. Por último, en cada municipio existe una dirección de educación y de cultura, en ocasiones, el municipio mantiene una Casa de Cultura o un museo municipal, a demás de una biblioteca. Aunque en México las instituciones públicas existen desde el siglo pasado, en años recientes se ha observado que es más antigua la tradición en materia de instituciones comunitarias cuyo actuar inciden en la preservación y difusión de los rasgos culturales de la comunidad. Por ejemplo, el sistema de cargos tradicionales en comunidades tzotziles en los altos de Chiapas. Adicionalmente, las fundaciones y asociaciones civiles también se han hecho presentes. Las instituciones, además de observar una política específica, suelen definir un programa de actividades. Para el caso de las instancias gubernamentales fayeyo@msn.com 32 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com es una obligación; en las particulares y comunitarias, se realiza con diferentes grados de sistematización. Como parte final de este documento es necesario resaltar la importancia de la cultura en el desarrollo de los grupos sociales, es un derecho inalienable el acceso a ella, son las comunidades, grupos sociales, colectivos, quienes definen su identidad. La identidad es la manera concreta de percibir los rasgos culturales propios en relación a otros. Ofrece un rumbo, ayuda a realizarse en el presente y crea imaginarios colectivos, es decir, construye un futuro. Por eso, se entiende la acción del Estado y el perfil de éste en el ámbito cultural. En México, la participación de las instituciones, sean o no parte del Estado, actúan directa, parcial o indirectamente. Las políticas públicas, dependiendo del tipo de institución se enfocan en la preservación y difusión de la cultura. Se actúa en diferentes niveles y se atienden diversos segmentos. Si bien, el estado tiene el enfoque de promover el desarrollo social, desde la actividad cultural; las organizaciones privadas buscan el desarrollo económico a través de la cultura; y, por último, las comunidades se encargan de crear, modificar y desaparecer las manifestaciones culturales. Por eso, en muchas ocasiones, se observa que la actividad cultural desde las instituciones que no son comunitarias tienen resultados pobres. 4. Fuentes consultadas: Aguilar Villanueva, Luis F. El estudio de las políticas públicas. Ciudad de México. Miguel Ángel Porrúa. 1996. Bonfil Batalla, Guillermo. México profundo. Una civilización negada. México, DF. Grijalbo y Consejo nacional para la Cultura y las Artes. Bourdieu, Pierre. Las reglas del arte. Génesis y estructura del campo literario . (Trad. Thomas Kauf). 2ª edición. Barcelona. Anagrama (Colección Argumentos 167), 1997. _____________. Sociología y cultura. (Trad. Martha Pou) México, DF, Grijalbo y Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 1990. fayeyo@msn.com 33 Rafael Araujo www.fayeyo.blogspot.com Colombres, Adolfo. Teoría de la cultura y el arte popular. Una visión crítica. México. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 2009. Dijan, Jean Michelle. La politique culturelle. Paris. Le Monde editions. 1997. Eco, Humberto. La estructura ausente. Introducción a la semiótica. (Trad. Francisco Serra Cantarell) México, DF. De bolsillo. 2005. Giménez Montiel, Gilberto. Teoría y análisis de la cultura. Ciudad de México. Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. (Dos volúmenes) 2005. Conferencia intergubernamental sobre políticas culturales para el desarrollo. 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