Universidad Internacional de La Rioja
Facultad de Educación
Retos de las Bibliotecas
Escolares en el siglo XXI
Trabajo fin de grado presentado por: María Encarnación Fernández Prados.
Titulación: Maestra en Educación Primaria.
Línea de investigación: Estado de la Cuestión.
Directora: Dra. Mª Rocío Díaz Gómez.
Ciudad: Almería
Enero de 2014
Firmado por: María Encarnación Fernández Prados
CATEGORÍA TESAURO: 1.7. 5. Utilización educativa de otros recursos
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
Resumen
Con este trabajo se persigue definir los retos planteados por la actual “Sociedad del
Conocimiento” a las bibliotecas escolares, de qué manera podrían evolucionar para hacer
frente a ellos, en particular, en la etapa de Educación Primaria.
Se apuesta por un modelo de biblioteca escolar convertida en centro de recursos para la
enseñanza y el aprendizaje, dinamizador tanto del proceso educativo como de la vida
cultural del centro escolar, sobre todo en alfabetización informacional (ALFIN).
Para estos propósitos, se lleva a cabo una recopilación bibliográfica buscando abarcar
sucesos históricos que hayan condicionado la actual situación actual de las bibliotecas
escolares; las investigaciones más actuales a nivel estatal; opiniones de expertos en el
tema sobre las modificaciones y mejora para adquieran un papel relevante en los centros
de Educación Primaria.
Nos encontraremos en el camino con nuevas metodologías pedagógicas, así como
actuaciones que construyen verdaderas comunidades de aprendizaje.
Palabras clave
Biblioteca escolar. CRAE. ALFIN. Comunidades de aprendizaje. Educación Primaria.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
ÍNDICE
1. Introducción. .................................................................................................................................. 1
1.1. Justificación. ........................................................................................................................... 1
1.2. Objetivos. ................................................................................................................................ 3
1.2.1. Objetivo general ............................................................................................................. 3
1.2.2. Objetivos específicos ..................................................................................................... 3
2. Marco teórico ................................................................................................................................. 4
2.1. Bibliotecas escolares en España: una historia por descubrir. ........................................ 4
2.1.1. Revelando los orígenes. ............................................................................................... 4
2.1.2. Piedras en el camino ..................................................................................................... 7
2.2. Directrices, normativa y recomendaciones de instituciones internacionales sobre
Bibliotecas Escolares.................................................................................................................... 8
2.3. Datos y prácticas que sitúan las bibliotecas escolares en el momento actual:
estudios de campo. ..................................................................................................................... 10
2.4. Nuevos retos: papel de las bibliotecas escolares en la educación del siglo XXI en
España. ......................................................................................................................................... 12
2.5. Bibliotecas Escolares al servicio de la innovación, especialmente en centros
educativos de Primaria. .............................................................................................................. 15
2.5.1. De Bibliotecas Escolares a Centros de Recursos para la Enseñanza y el
Aprendizaje (CRAE)................................................................................................................ 16
2.5.2. Premios “buenas prácticas”. ....................................................................................... 19
2.6. Conclusiones del apartado................................................................................................. 25
3. Propuesta de pautas para la elaboración de un proyecto sobre un CRAE. ...................... 27
3.1. Introducción .......................................................................................................................... 27
3.1.1. Formación lectora. ....................................................................................................... 28
3.1.2. Automatización. ............................................................................................................ 28
3.1.3. Presupuesto. ................................................................................................................. 29
3.1.4. Funciones. ..................................................................................................................... 29
3.2. Análisis de la situación de partida. ................................................................................... 30
3.3. Objetivos y actuaciones...................................................................................................... 31
3.3.1. Objetivos tanto a corto, medio como largo plazo: poner en práctica una política
de préstamos y difundir el proyecto de la biblioteca.......................................................... 31
3.3.2. Objetivo principal a largo plazo. ................................................................................. 31
3.4. Concreción de las tareas necesarias para el desarrollo de cada una de las
actuaciones seleccionadas. ....................................................................................................... 34
3.5. Evaluar los resultados. ....................................................................................................... 34
4. Conclusiones, limitaciones, prospectiva. ................................................................................ 35
4.1. Conclusiones generales. .................................................................................................... 35
4.2. Limitaciones del estudio. .................................................................................................... 38
4.3. Futuras líneas que se podrían desarrollar en este campo. .......................................... 38
5. Bibliografía. .................................................................................................................................. 39
5.1. Referencias bibliográficas. ................................................................................................. 39
5.2. Bibliografía recomendada. ................................................................................................. 45
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
1. Introducción.
1.1. Justificación.
La realidad en que vivimos presenta sobreabundancia de información y documentación.
Desde la década de los 60 se suceden novedades tecnológicas en cuanto a diversidad de
fuentes, soportes, medios de comunicación, etc. Cada vez tenemos más acceso a más
recursos tecnológicos: Internet y todas las posibilidades que brinda. Ante este entorno
tecnológico por completo diferente surgen varios interrogantes: ¿cómo quedan las
tradicionales funciones de la biblioteca escolar?; ¿el libro de texto debe seguir siendo el
principal recurso en el proceso de enseñanza y de aprendizaje?; ¿cómo se debería
enfocar la práctica docente?; ¿debe ser la biblioteca un recurso, un servicio, un espacio?;
¿la biblioteca debería representar un nuevo contenido curricular?; ¿cómo responder al
impacto de los nuevos entornos de aprendizaje y contextos socioculturales?
El profesional de la información, Gómez (2010), nos ayuda a establecer estos y otros
interrogantes que la sociedad actual plantea tanto a las instituciones escolares como a las
bibliotecas escolares que las contienen.
Algunos hechos acaecidos a lo largo de la historia de las bibliotecas escolares, aún
condicionan la situación en que se encuentran hoy día. Se hace necesario un breve
recorrido histórico de la mano de uno de los autores que más ha publicado sobre esta
historia, el profesor y bibliotecario Camacho (2004), su obra “La biblioteca escolar en
España: pasado, presente y un modelo para el futuro”, se revelará en el primer punto de
este trabajo, el marco teórico.
El siguiente punto del marco teórico, incluye una relación de normativas y
recomendaciones relevantes en el mundo de las bibliotecas escolares. A continuación se
abordarán los estudios de campo más recientes realizados en España, los cuales nos
ayudarán a concretar los aspectos deficientes de las bibliotecas escolares actuales. Junto
a Inés Miret (especialista en proyectos digitales relacionados con las bibliotecas
escolares) han participado en estos estudios, los investigadores Álvaro Marchesi (en el
primer estudio de campo del 2004 al 2005), Mónica Baró, Teresa Mañá e Inmaculada
Vellosillo (en el segundo).
A lo largo de este trabajo, se menciona en reiteradas ocasiones a Inés Miret, ya que ha
dirigido las dos investigaciones anteriores.
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Podemos pensar ya en una biblioteca como entorno educativo y de aprendizaje que dé
respuesta a estos problemas, planteados como retos (no como obstáculos) del siglo XXI,
especialmente en la etapa de Educación Primaria. Se reflexionará sobre ello en el
apartado “Bibliotecas escolares al servicio de la innovación, especialmente en centros
educativos de Primaria”.
Tras las conclusiones del marco teórico, se proponen unas pautas o puntos a tener en
cuenta para la elaboración de un proyecto de Centro de Recursos para el Aprendizaje
(CRAE). Se tendrán en cuenta los retos planteados en el marco teórico.
En las Primeras Jornadas de Bibliotecas Escolares organizadas por el Col. legi Oficial de
Bibliotecaris Documentalistes de Catalunya, se puso de manifiesto la importancia de las
bibliotecas escolares, y por ello, entre sus conclusiones, resaltan la necesidad de “una
labor de sensibilización del conjunto de la sociedad para evidenciar el beneficio que
aportan las bibliotecas escolares” (COBDC, 1999, p. 18). Este trabajo intenta aportar un
granito de arena para sensibilizar sobre las potencialidades de las bibliotecas escolares,
en base a un nuevo modelo de gestión y de participación, por parte de toda la comunidad
educativa, como comunidad de aprendizaje.
Para este fin, nos queda mucho camino por recorrer, comenzando por la lectura que, en
palabras de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), es
“uno de los indicadores clave de la competencia escolar alcanzada por un alumno”. Los
últimos resultados dados por el Programa Internacional para la Evaluación de la
Competencia de los adultos
(PIAAC) sobre la competencia lectora en edades
comprendidas entre 16 y 65 años, colocan a España en una de las posiciones más bajas
(junto a Italia) respecto a los demás países de la OCDE (Expansion.com, 2013).
Por otro lado, las bibliotecas escolares, como espacios para el aprendizaje, orientan la
práctica educativa hacia nuevas metodologías pedagógicas, introducidas en este trabajo,
en el apartado “Bibliotecas escolares al servicio de la innovación, especialmente en
Educación Primaria”, en el cual se apuesta por estrategias basadas en la investigación
por proyectos documentales, y en la metodología de Aprendizaje y Servicio (APS).
Este trabajo contempla la alfabetización informacional (AI) como una necesidad básica en
la educación del siglo XXI. La AI representa: identificar, localizar, evaluar, organizar, crear,
utilizar y comunicar con eficacia la información. Las bibliotecas escolares se convierten en
herramienta fundamental para su adquisición, y además en medio para compensar las
desigualdades entre las personas respecto a este dimensión de su formación
(Declaración de Praga, 2003).
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La idea de alfabetización informacional va más allá del conocimiento en el uso de
recursos digitales: “… saber cómo y por qué necesitas información, dónde encontrarla, y
cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética”. (INTEF, online).
Otras funciones importantes de las bibliotecas escolares nos lo recuerda Bonilla Rius
(2009), por ejemplo, asistir al usuario en el uso de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación; beneficiar la colaboración entre docentes, profesionales
encargados de la biblioteca y familias durante el proceso educativo; contribuir al logro
académico del estudiantado.
A lo largo del trabajo, se tratará de “dar vida” a las bibliotecas escolares convertidas en
espacios para el aprendizaje, incidiendo en ALFIN, las cuales, a su vez, dinamicen los
procesos educativos y la vida cultural de las escuelas de Educación Primaria.
Se
concluye con algunas propuestas de posibles líneas futuras de estudio para desarrollar en
este campo.
Junto a la alfabetización informacional, en los albores del siglo XXI, las bibliotecas tienen
estos y otros nuevos retos, por lo que el binomio bibliotecas y escuelas debe ser más
indisoluble que nunca.
1.2. Objetivos.
1.2.1. Objetivo general
Repensar las funciones y servicios tradicionales de la biblioteca escolar, para constituirse
en recurso básico de innovación y de dinamización en un centro educativo de Educación
Primaria, y orientado a las demandas de la actual “Sociedad del Conocimiento”.
1.2.2. Objetivos específicos
a) Comprender la situación actual de las bibliotecas escolares desde su perspectiva
histórica.
b) Revisar bibliografía sobre los estudios recientes en bibliotecas escolares a nivel
estatal.
c) Concretar los desafíos y retos que deben asumir las bibliotecas escolares para
provocar un cambio de modelo, hacia espacios dinámicos de aprendizaje y
enseñanza, orientados hacia la información en general (CRAE).
d) Destacar las potencialidades de las bibliotecas escolares para ser herramienta
básica en la innovación y mejora educativa, con especial atención a Educación
Primaria, a las metodologías pedagógicas basadas en aprendizaje por proyectos y
en “aprendizaje y servicio”, favorecedoras de auténticas comunidades de
aprendizaje.
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e) Resaltar el papel de las bibliotecas escolares en la compensación de las
desigualdades socioculturales respecto a la Alfabetización Informacional (ALFIN).
2. Marco teórico
2.1. Bibliotecas escolares en España: una historia por descubrir.
2.1.1. Revelando los orígenes.
A lo largo de la historia veremos que, pequeños avances en el ámbito de bibliotecas
escolares, han sido impulsados por grupos de personas dispuestas a transformar la
realidad; a proporcionar a niños y jóvenes una mayor accesibilidad al libro, a la
información, a la cultura y al aprendizaje, entre ellas la Fundación Germán Sánchez
Ruizpérez (FGSR).
A finales del siglo XIX y principios del XX surgen corrientes pedagógicas en la línea del
aprendizaje de investigación, mediante la búsqueda de información desde fuentes
diversas. Entre sus representantes Dewey, Kilpatric, Montessori, Cousinet, Decroly, junto
al pedagogo Freinet, quien incidió en el uso de una variedad de tipos documentales (libros
de texto, publicaciones periódicas, obras de referencia, etc.).
El profesor Camacho (2004) va a ser nuestro experto que nos guíe en este
descubrimiento sobre los orígenes de la biblioteca escolar, porque además, a partir del
año 1975, él vive, de primera mano, muchos de los principales avatares de su historia.
Las primeras disposiciones españolas se publican en 1847 para la creación de
“Bibliotecas Populares”, las cuales ejercían como complemento de las escuelas rurales.
En 1865, el Director General de Instrucción Pública, Manuel Silvela, redacta una circular
para la promoción de bibliotecas agregadas a la primera enseñanza, y de este modo,
democratizarlas, al facilitar el acceso al sector más pobre de la población.
En 1869, un decreto del Ministro de Fomento establece una política de construcciones
escolares en las que debía haber una sala para biblioteca, de la que se encargaría el
maestro (préstamo, fija el horario, atención a los lectores…).
A principios del siglo XX surge un apogeo de las bibliotecas a nivel internacional. Dos
décadas anteriores, en 1882, Manuel Bartolomé Cossío hace referencia por primera vez a
la biblioteca escolar en el “Congreso Nacional de Pedagogía”. En 1922, este pedagogo
propone la creación de “Misiones Pedagógicas” como bibliotecas ambulantes para las
escuelas rurales. La idea se puso en marcha con la II República en 1931, y al frente de
las mismas, la bibliotecónoma María Moliner. Se crearon más de 5000 bibliotecas, tanto
fijas como ambulantes. Pero la Guerra Civil truncó esta y otras iniciativas.
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En el año 1955, el Ministro de Educación creó la Biblioteca de Iniciación Cultural, basada
en una política de donaciones de libros, de manera que el papel de las bibliotecas
escolares quedó reducido a un segundo plano.
El siguiente hito histórico a destacar fue el “II Congreso Nacional de Bibliotecas” (Gerona,
1966), en el cual se establecieron unas recomendaciones para la creación de bibliotecas
en los centros educativos. Se concluyó con la necesidad de que estuviesen atendidas por
personal técnico, maestros y profesores formados a través de cursos, o incluyendo la
asignatura de “Bibliotecología elemental” (la cual no llegó a crearse) en sus programas de
enseñanza.
Entre 1980 y 1986, se inician las “Campañas de Fomento de la Lectura Infantil y Juvenil”
(organizadas por el Ministerio de Cultura en colaboración con el de Educación).
Participaron 1300 centros escolares, entre los que se repartieron más de dos millones y
medio de libros. También hubo dotación económica para la formación de responsables en
bibliotecas escolares.
Durante aquel período de seis años, se creó la “Fundación Germán Sánchez Ruipérez”, la
institución de más prestigio en España en torno a la lectura y a las bibliotecas para niños y
jóvenes; la asociación “Educación y Bibliotecas”, promovida por Francisco J. Bernal, la
cual publica la revista de mayor influencia en España e Hispanoamérica en el campo de
las bibliotecas escolares: “Educación y Biblioteca”. Dos años después comienza la
publicación Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil (CLIJ), escindida de Cuadernos de
Pedagogía.
En 1989, se publica el Reglamento de Bibliotecas Públicas del Estado y del Sistema
Español de Bibliotecas, en el que se excluyen expresamente las bibliotecas escolares.
La FGSR convoca en Salamanca las primeras Jornadas de Bibliotecas Infantiles
Juveniles y Escolares en 1993. Estas se han venido organizando en años posteriores.
El “Acuerdo Marco de Colaboración” entre el Ministerio de Cultura y el de Educación y
Ciencia, se firma en el año 1995 con el fin de promover las bibliotecas escolares. De dicho
acuerdo derivó el “Programa Piloto” para la experimentación de una “Red de Apoyo a las
Bibliotecas Escolares”, pero solo duró el curso 1995-96. También derivó el “Encuentro
Nacional de Bibliotecas Escolares”, por el que se sentaron las bases de lo que podría
haber sido el futuro de las bibliotecas escolares.
El Programa Piloto se canceló debido a un cambio de responsables en el Ministerio de
Educación y Ciencia. Uno de sus fines era establecer una colaboración entre centros de
profesores, bibliotecas públicas y centros escolares.
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De aquel Acuerdo Marco otro acontecimiento se derivaría: el “Estudio sobre las
Bibliotecas Escolares en España” de 1997, realizado por FESABID (Federación Española
de Sociedades de Archivística, Biblioteconomía, Documentación y Museística) y ANABAD
(Confederación Española de Asociaciones de Archiveros, Bibliotecarios, Museólogos y
Documentalistas), coordinado por la Dirección General del Libro y Bibliotecas. Se observó
una progresiva automatización de los fondos documental, una mayor formación del
personal responsable y mayor concienciación sobre la importancia de la lectura y de la
biblioteca escolar (Fierro, 2008). Este estudio se constituiría en una referencia para
investigaciones posteriores.
En el mismo año 1997, el actual CNICE (Centro Nacional de Información y Comunicación
Educativa), puso en marcha un curso de formación a distancia sobre bibliotecas escolares
a través de un CD-ROM y tutoría online.
Entre 1997 y 2000 nacen dos planes que vinieron a suplir el truncado Programa Piloto:
“Plan de Mejora de las Bibliotecas Escolares” que dura dicho período. Este plan ha
proporcionado una gran dotación de fondos bibliográficos a varios centros educativos;
regula la figura del profesor encargado de la misma; la creación de un equipo de
profesores de apoyo; y una orientación para su incorporación al Plan General Anual del
centro. El otro plan fue el “Plan de fomento de la Lectura”.
Se presentaría un nuevo “Plan de fomento de Lectura” para el período 2001-2004, con el
objetivo principal de aumentar el índice de lectura de los españoles (niveles de
comprensión y de calidad). De un presupuesto de 22.356 millones de pesetas, solo 1230
millones se destinaron a las bibliotecas escolares. Como parte de dicho plan, se puso en
funcionamiento la sede web SOL, en el año 2002 (Servicio de Orientación de Lectura),
promovida por el Ministerio de Educación, Ciencia y Deporte, y diseñada por la FGSR,
para edades entre 3 y 18 años. Contiene bases de datos con reseñas de libros, foros, etc.
En el 2005, la FGSR publica “Las bibliotecas escolares en España. Análisis y
recomendaciones”, investigación dirigida por Marchesi y Miret (2005) con la colaboración
de IDEA (Instituto dedicado a la investigación educativa).
El Centro Internacional de Tecnologías Educativas de la FGSR, puso en marcha la
Biblioteca Escolar Digital en el año 2007, con un catálogo de recursos digitales para toda
la comunidad educativa. (Fierro, 2008).
Una nueva investigación dirigida también por Inés Miret, ha contado igualmente con la
colaboración entre de la FGSR y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte: “Las
bibliotecas escolares en España. Dinámicas 2005-2011”.
Se presentó el pasado año
2013, en un acto celebrado en la “Casa del Lector” por dicha Fundación.
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2.1.2. Piedras en el camino
Hemos visto que, en España, hubo que esperar a que se pusieran en marcha iniciativas
por parte de colectivos, asociaciones o instituciones privadas, para darle un auténtico
impulso a las bibliotecas escolares.
La administración pública ha promovido experiencias o programas (“Programa Piloto”,
Planes de mejora, etc.) que solo han llegado a modificar parcialmente la situación de
algunos centros, sin llegar a mantenerse en el tiempo ni trasladarse a una normativa. Los
presupuestos también han sido siempre escatimados.
El “Seminario Hispano-Británico de Bibliotecas escolares” celebrado en Madrid en 1989,
puso de manifiesto la situación crítica de nuestras bibliotecas escolares: falta de un marco
legal; práctica inexistencia de bibliotecas en los centros de Educación Primaria; carencia
de personal con formación bibliotecaria específica; ausencia de política estatal acerca de
espacios, equipamientos y fondos documentales; práctica inexistencia de servicios
bibliotecarios. (Camacho, 2004).
Algunos de estos aspectos se han mejorado y otros se han solventado como veremos
más adelante, en los estudios de campo realizados.
A lo largo de la historia de las bibliotecas escolares (BE), se ha visto obstaculizada una
política estable dirigida a las mismas, debido, entre otras causas, a los cambios de
gobierno y de responsables en el Ministerio de Educación y Ciencia.
Por otro lado, una vez transferidas las competencias en educación a las Comunidades
Autónomas, (CCAA) según determina la LOE, algunos gobiernos autonómicos han puesto
en marcha varios planes con una incidencia muy diversa: unos más centrados en
recursos bibliográficos informativos; otros referidos más a la formación de profesorado
encargado. Algunas CCAA han diseñado colecciones bibliográficas y sedes web de apoyo
al funcionamiento de las bibliotecas. Pero en ninguna de ellas, se observa un plan acorde
con las directrices internacionales en cuestión de infraestructuras, personal, normas
técnicas, gestión, etc.
La profesora Pérez López (1997) expone dos modelos bibliotecarios: el de España, junto
con otros países europeos como Austria, Portugal o Alemania, el cual presenta un modelo
tradicionalista (transmisor de cultura a través del libro y la lectura principalmente); otro
modelo, más dinámico y centrado en la información en general, se experimenta en países
como Dinamarca o Suecia (Camacho, 2004). Este es el modelo defendido hoy desde la
UNESCO y hacia el que deberíamos avanzar.
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2.2. Directrices, normativa y recomendaciones de instituciones
internacionales sobre Bibliotecas Escolares.
El Manifiesto de la biblioteca escolar (IFLA/UNESCO) del año 1999 (documento sobre la
misión y administración de la biblioteca escolar) y las Directrices de la IFLA/UNESCO
para las bibliotecas escolares del año 2002 (con recomendaciones sobre cómo debe
estar constituido el fondo documental de la BE: tipo de documentación, cantidad,
proporción entre diversidad de documentos, etc.). Ambos documentos presentan un
modelo de bibliotecas escolares, que ha de ser revisado para la sociedad actual en
continua transformación.
El documento “Marco de referencia para las bibliotecas escolares” del año 2011”,
elaborado por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, establece un marco
conceptual y de trabajo más amplio, así como unas orientaciones sobre los ámbitos de
actuación que, desde la biblioteca escolar, permiten el desarrollo de metodologías activas
más acordes con las necesidades actuales del sistema educativo.
La Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE), pone de manifiesto la
importancia de la lectura y de la función de las bibliotecas escolares. El artículo 113
(capítulo II) establece su obligatoriedad en los centros educativos. Destaca su papel de
facilitadora para el acceso a la información, y para el fomento del hábito lector en los
estudiantes.
La LOE dispone que las bibliotecas escolares deben funcionar como espacios abiertos a
la comunidad. El apartado 5 del art. 113, se refiere a los acuerdos entre los centros
escolares y los respectivos municipios para el uso de las bibliotecas municipales. Así
mismo, la LOE, dedica varios apartados a la necesidad de cooperación entre las
administraciones públicas para la consecución de los objetivos anteriores.
Con aquel fin, se ha constituido la Conferencia Sectorial de Educación, una de sus
iniciativas, ha sido el “Convenio para la mejora de las bibliotecas escolares entre el
Ministerio de Educación y las comunidades autónomas”, el cual ha tratado aspectos de
mejora en las infraestructuras, formación del profesorado, intercambio de información, etc.
Por otro lado, el Ministerio de Educación convoca periódicamente premios de “buenas
prácticas” desde el año 2008, en el ámbito del fomento de la lectura y de las bibliotecas
escolares.
El Real Decreto 15113/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las enseñanzas
mínimas correspondientes a la Educación Primaria, se refiere así, al desarrollo de las
competencias básicas:
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“el trabajo en las áreas y materias del currículo para contribuir al desarrollo de las
competencias básicas debe complementarse con diversas medidas organizativas y
funcionales, imprescindibles para su desarrollo. […] el uso de determinadas
metodologías y recursos didácticos, o la concepción, organización y funcionamiento
de la biblioteca escolar, entre otros aspectos, pueden favorecer o dificultar el
desarrollo de competencias asociadas a la comunicación, el análisis del entorno
físico, la creación, la convivencia y la ciudadanía, o la alfabetización digital…”
El mismo Real Decreto define la competencia básica “Tratamiento de la información y
competencia digital” como aquella que “consiste en disponer de habilidades para buscar,
obtener, procesar y comunicar información, y para transformarla en conocimiento.
Incorpora diferentes habilidades, que van desde el acceso a la información hasta su
transmisión en distintos soportes una vez tratada, incluyendo la utilización de las
tecnologías de la información y la comunicación como elemento esencial para informarse,
aprender y comunicarse”.
La Ley 10/2007, de 22 de junio, de la lectura, del libro y de las bibliotecas, se creó para
dar respuesta a la necesidad de formación en el uso eficiente de la información, desde un
enfoque transversal en el tratamiento de la lectura y, desde una nueva conceptualización
de la biblioteca escolar.
Dicha Ley crea la Comisión Técnica de Cooperación de Bibliotecas Escolares, la cual
coordina iniciativas entre CCAA.
El Real Decreto 132/2010, de 12 de febrero, por el que se establecen los requisitos
mínimos para los centros que impartan las enseñanzas del Segundo Ciclo de la
Educación Infantil, la Educación Primaria y la Educación Secundaria, trata los requisitos
que deben cumplir las bibliotecas escolares en cuanto a superficie mínima (45 metros
cuadrados en Educación Primaria) y en cuanto a la existencia de recursos informáticos.
Las bibliotecas escolares siguen las reglas de catalogación dadas por el Ministerio de
Cultura en el 2010.
La Declaración de Toledo sobre la Alfabetización en Información (ALFIN) del año 2006, el
empleo de diversas fuentes informativas y en distinto soporte, más allá del libro de texto
(impreso o electrónico), como exigencia para el desarrollo de la competencia “Tratamiento
de la información y competencia digital”.
En la Declaración de Alejandría (2005), se explicita que la AI y el aprendizaje a lo largo de
la vida son los faros de la sociedad del conocimiento que iluminan las rutas hacia el
desarrollo y la prosperidad, mientras que la American Library Association (ALA) declara
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que “la gente alfabetizada en información es la que ha aprendido cómo aprender” (ALA,
1989).
La biblioteca escolar puede ser el instrumento básico para trabajar la adquisición de la
referida competencia, y para liderar procesos innovación en las metodologías
pedagógicas. Pero, aún queda mucho camino por recorrer.
2.3. Datos y prácticas que sitúan las bibliotecas escolares en el momento
actual: estudios de campo.
En este apartado se recogen las conclusiones de los estudios promovidos por la
Fundación Germán Sánchez Ruipérez junto a otras instituciones. El primero, dirigido por
Inés Miret y Álvaro Marchesi durante el curso 2004-2005, titulado “Las bibliotecas
escolares en España. Análisis y recomendaciones”. El segundo, desarrollado por un
equipo de investigación dirigido también por Inés Miret durante el período 2005-2011,
titulado “Las bibliotecas escolares en España. Dinámicas 2005-2011”.
En el primer estudio, se llevó a cabo una evaluación de tipo diagnóstico acerca de
diferentes dimensiones de las bibliotecas escolares: desde su existencia o no en los
centros escolares, hasta su valoración, pasando por su personal, la evaluación de sus
colecciones, etc.
Se muestra a continuación, una síntesis de sus resultados en relación a las
recomendaciones IFLA/UNESCO:
Tabla 1: Resultados estudio “Las bibliotecas escolares en España. Análisis y recomendaciones”.
BE en España en el curso 2004-2005.
Centros que carecían de biblioteca central en servicio
20 %
Centros sin servicio de información
80 %
Centros sin presupuesto para la biblioteca
51 %
Responsables de BE que dedican menos de 5 horas a la semana
63%
Centros de Primaria, con horario de apertura de sus BE, de dos
50 %
horas/día
Centros de Primaria, con BE que abren en los recreos
52 %
Centros de Primaria, con BE que abren en horario extraescolar
50 %
Escasez de recursos TIC y servicios digitales
91,3 %
BE que cumplen con la proporción de 60% de documentos
8,8 %
relacionados con el currículo y 40% de ficción (60/40)
BE que no cuentan con una colección mínima de 2.500 ejemplares
Una de cada
cinco
BE con más de 10 documentos por alumno.
28 %
Profesores que no la usan en su práctica docente
40 %
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Estudiantes que afirman que aprenden por sí mismos, de sus
50 %
familias o amistades
Fuente: elaboración propia.
Las áreas curriculares más dotadas de fondos fueron las de Literatura y de Ciencias
Sociales.
El segundo estudio fue presentado recientemente, el 30 de septiembre del 2013, en la
Casa del Lector de la FGSR, por las mismas autoras de la investigación (Mónica Baró,
Teresa Mañà e Inmaculada Vellosillo), a través de su resumen ejecutivo, el cual, valora
los avances producidos en las bibliotecas escolares desde el primer estudio
(canallector.com, 2013). Estas son, a su vez resumidas, las conclusiones del mismo
para el período 2005 a 2011:
Mayor integración en la pedagogía de los centros: proyectos de inmigración o
mediación (se atienden situaciones especiales de atención a la diversidad en
alumnos con necesidades educativas especiales o extranjeros); participación en
actividades de investigación (docentes y estudiantes); promoción de actividades de
formación.
Los encargados de la biblioteca se han ido profesionalizando.
Las bibliotecas están más profesionalizadas: planes de trabajo, tratamiento técnico.
Una mayor cantidad de recursos en fondos, equipos e instalaciones.
Las aportaciones económicas que se han recibido desde el 2005 han permitido
mejorar las infraestructuras, las colecciones y las dinámicas de uso.
Incremento de la infraestructura en tecnología y también en servicios digitales.
Presencia de más recursos TIC como blogs, webs o redes sociales, y entornos de
difusión y participación.
Mayores
dinámicas
y
actividades
relacionadas
con
la
competencia
en
lectoescritura, por ejemplo, guías, blogs, etc. tanto impresas como digitales.
Aumento de la implicación de la comunidad en ellas.
Su uso orienta la enseñanza hacia una metodología basada en la investigación de
documentos y otras fuentes diversas.
Como agentes de formación en el uso de la información, se hace más relevante la
figura del profesor (frente a amigos y familiares).
Las bibliotecas están más imbricadas en las decisiones del centro, se han hecho
más visibles en los Claustros, en la documentación oficial, web, blog, etc. Hay una
mayor implicación de los órganos de dirección y coordinación pedagógica.
Mayor dinamismo favorecedor de una mayor implicación del profesorado.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
11
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
En Primaria destaca el número de visitas y de préstamos realizados.
Las bibliotecas escolares están inmersas en procesos de mejora, innovación y
búsqueda de colaboración.
Otros avances reseñables en esta última década hacen referencia a los aspectos
normativos y reguladores (Gómez, 2009):
La nombrada LOE, en su artículo 113 que además de establecer como obligatoria
la biblioteca escolar, deja en manos de la Comunidades Autónomas su desarrollo y
el posible apoyo por parte de los Ayuntamientos y las bibliotecas municipales.
El mencionado también concurso de “buenas prácticas” organizado por el
Ministerio de Educación con el fin de difundir las experiencias de las bibliotecas
escolares seleccionadas.
La Ley de la Lectura, del Libro y de las Bibliotecas del año 2007 ha fomentado la
contribución económica de las Comunidades Autónomas, especialmente en
relación a sus colecciones.
La creación de una “Comisión Técnica de Cooperación de Bibliotecas Escolares”
encargada de detectar necesidades en los centros educativos, con el fin de
adecuar los planes bibliotecarios. También revisa los criterios del concurso de
buenas prácticas y coordina iniciativas entre las CCAA.
Jornadas y encuentros se han ido consolidando para compartir experiencias exitosas
entre regiones, gracias a la creación de redes de bibliotecas escolares. Igualmente, se
vienen aplicando estudios de diagnóstico o descriptivos, a nivel regional y a nivel local.
Los portales educativos de las comunidades autonómicas presentan colecciones que
sirven de apoyo a la BE.
2.4. Nuevos retos: papel de las bibliotecas escolares en la educación del
siglo XXI en España.
El informe ejecutivo del estudio “Las bibliotecas escolares en España. Dinámicas 20052011”, recoge aspectos deficientes en la situación de las mismas, que vamos a considerar
en este trabajo como desafíos o retos a enfrentar, para una mejora de las bibliotecas
escolares y, por ende, de la calidad de la enseñanza en los centros educativos:
Mayor coordinación con los planes de lectoescritura del centro, donde colabore el
equipo bibliotecario y el equipo docente.
Un horario más amplio de la persona encargada de la biblioteca con un perfil
cualificado en gestión bibliotecaria.
Aumentar la oferta de apertura de la biblioteca en horario extraescolar.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
12
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
Necesidad de aumentar el espacio y los equipamientos en muchas bibliotecas
escolares junto a un mayor presupuesto para garantizar su puesta en marcha y
mantenimiento.
Implicar más los recursos TIC (mayor dotación informática) en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, por medio de plataformas de e-learning, herramientas para
crear, publicar y compartir, etc. Menos del 10% de las bibliotecas están
adecuadamente preparadas en las TIC, y con unos servicios de selección de
recursos electrónicos.
Una concepción de la biblioteca escolar como centro de recursos para el
aprendizaje por competencias: donde los estudiantes trabajen proyectos de
investigación o lean por placer.
Un mayor ajuste de la colección a las recomendaciones dadas por IFLA-UNESCO
(2002), respecto a las áreas de conocimiento como Música, Educación Física,
Lengua Extranjera, etc. También la actualización de las colecciones antiguas.
Establecer la alfabetización digital e informacional como función prioritaria, a través
de una mayor coordinación con los proyectos TIC.
Necesidad de una mayor actividad en relación con el conjunto del currículo escolar,
el resto de las áreas (no solo vincularse con la de Lengua y Literatura). Hasta
ahora se ha orientado de manera casi exclusiva hacia el fomento de la lectura
literaria dejando de lado el resto de áreas curriculares.
Ofrecer programas de formación en el uso de la información. Los estudiantes
declaran que han aprendido de las familias o sus amigos, consecuencia de una
falta de actividades programadas con este fin por parte del profesorado (tampoco
desde la biblioteca escolar).
Mayor participación de las familias en los órganos de coordinación, así como en las
actividades y dinámicas de la biblioteca.
Garantizar sostenibilidad económica y de recursos del proyecto.
Apoyo por parte de las administraciones educativas para consolidar las estructuras
y redes de colaboración.
Estos desafíos se tendrán en cuenta en el apartado 3, sobre las pautas recomendadas en
la elaboración de un CRAE.
En general, la política educativa influye sobre la cultura escolar y sobre el papel de las
bibliotecas escolares en el sistema educativo. Los profesionales e investigadores, en este
campo, señalan la necesidad de una política que determine una evaluación sistemática y
establezca un compromiso por la consecución de los estándares internacionales.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
13
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
Además, la documentalista Miret (2008), quien participó en los dos estudios de campo
referidos más arriba, incide en la prioridad de las siguientes necesidades:
Incentivar el uso de las bibliotecas escolares por el profesorado para la preparación
de sus clases.
Aumentar las experiencias de los estudiantes respecto a las bibliotecas como lugar
para investigar, organizar el trabajo, aprender, leer por placer…
En el documento marco sobre bibliotecas escolares del Ministerio de Educación (2011),
se concibe la BE como herramienta para la práctica docente. En consecuencia hay que
dotar al profesorado de una formación sobre el conocimiento de:
- Cómo utilizar una biblioteca;
- Cómo trabajar con ella en la práctica diaria;
- El libro infantil y juvenil y de otros tipos de documentos sobre diferentes soportes;
- Cómo colaborar con la biblioteca pública, etc.
En general, hay una mayor necesidad de orientar hacia nuevas prácticas pedagógicas,
que de mejorar equipamientos, horarios y recursos. Por esta razón, el profesorado tendría
que hacer uso de la biblioteca escolar como un instrumento imprescindible en su labor
educativa (Miret, 2008).
En relación al conjunto del sistema educativo, Castells (2001) afirma que el “…reto
fundamental es la integración de la capacidad del procesamiento de la información y
generación de conocimientos en cada uno de nosotros – y especialmente en los niños-…”
(Rodríguez y Planchuelo, 2004, p.2).
En la ALFIN, la profesora Durbán (2007) establece un distingo entre:
- Alfabetización tecnológica o instrumental: para la adquisición de habilidades
tecnológicas y en dispositivos informáticos.
- Alfabetización crítico-reflexiva: abarca el análisis de contenidos a través del desarrollo de
habilidades documentales (formación de usuarios); lingüísticos y comunicativos
(competencia lingüística y comunicativa); cognitivas y metacognitivas (enseñanza de
estrategias de aprendizaje). Pero además supone abordar los contenidos de las diversas
fuentes documentales, de manera ética y responsable.
Por tanto, trabajar ALFIN atañe a la competencia en el tratamiento de la información y
competencia digital, pero también al resto de las competencias básicas establecidas por
la LOE. En este sentido, las bibliotecas escolares deberán mediar entre usuarios con
distintos niveles de competencia en el uso de la información y la propia información, en el
ejercicio de habilidades en evaluación y selección de la información disponible en la Red
(valor y calidad). (leeres20, 2011).
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
14
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
A la luz de las nuevas investigaciones y de la introducción de las TIC, se redefinen las
funciones de las BE,
con nuevos servicios bibliotecarios (como es la selección de
recursos electrónicos) y la apertura de canales de comunicación, los cuales favorecen los
intercambios de información y de conocimiento entre los componentes de la comunidad
educativa (y la constitución de comunidades de aprendizaje en el ámbito escolar).
Existe un consenso entre expertos en educación documental como Mónica Baró, Teresa
Mañá, José A. Gómez y Félix Benito acerca de un modelo de biblioteca escolar como
“centro de recursos y servicios de apoyo a la investigación y al aprendizaje; como lugar de
información y formación, desde donde estarán accesibles todos los recursos educativos,
tanto internos como virtuales (Rodríguez y Planchuelo, 2004, p. 8).
La biblioteca cumple la función de seleccionar la cantidad ingente de estos recursos, de
organizarlos para su uso en las distintas áreas curriculares, y de difundirlos (selecciones
bibliográficas), como portal con todo tipo de recursos útiles para el aprendizaje.
Así, el centro de recursos resulta ser un elemento dinamizador esencial en el ámbito
educativo y recurso con capacidad para articular proyectos globales del centro. (Creades
y Jiménez, 2011).
Para que ese nuevo modelo de BE convertido en CRAE fragüe, se necesita que forme
parte de la programación del centro (Marzal, 2011), sobre todo en relación con la
competencia en el uso y tratamiento de la información. La biblioteca escolar también ha
de servir para un aprendizaje más informal, donde tenga cabida lo estético, cultural y
estimulante de variedad de tipos documentales y recursos (exposiciones, visitas de
autores, celebraciones de días como el del libro, coloquios, lectura de cuentos, etc.).
En este empeño, resulta esencial la participación de los padres, tal como recomiendan las
directrices internacionales: voluntarios en tareas de ayuda bibliotecaria; en programas de
promoción de lectura; en coloquios literarios (junto a sus hijos); o como asociación
(“amigos de la biblioteca”) que pudiera financiar determinadas actividades culturales.
2.5. Bibliotecas Escolares al servicio de la innovación, especialmente en
centros educativos de Primaria.
El sistema educativo obligatorio, según Declaración de Toledo sobre la ALFIN, “es la
base inicial para la capacitación en el uso de la información, por lo que es preciso dar
protagonismo a la biblioteca escolar como centro de recursos para el aprendizaje y la
adquisición de competencias”. (Asociación Navarra de Bibliotecarios, 2006, párr. 7).
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
15
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
En la etapa de Primaria, el documento marco (Ministerio de Educación, 2011) establece
una serie de funciones para el bibliotecario escolar (y por ende, para la biblioteca de
centro):
- Asegurar la organización, mantenimiento y adecuada utilización de los recursos
documentales y de la biblioteca del centro.
- Difundir entre los maestros y educandos materiales didácticos e información
administrativa, pedagógica y cultural;
- Colaborar en la planificación y el desarrollo del trabajo escolar favoreciendo el uso
de diferentes recursos documentales.
- Atender a los estudiantes que utilicen la biblioteca y facilitarse el acceso a
distintas fuentes, orientándoles en su uso.
- Promocionar la lectura como medio de información, entretenimiento y ocio.
- Asesorar en compra de materiales y fondos de la biblioteca.
- Atención a consultas del profesorado, orientándolo a centros de documentación
especializados.
- Información sobre fuentes bibliográficas que demande el profesorado.
- Ayuda al profesorado en selección de materiales, adquisición, procesamiento
técnico que posibilite compartir recursos.
- Cualquier otra que encomiende el jefe de estudios y/o recogida en la
programación general anual.
Para que las bibliotecas escolares funcionen como centros de recursos y espacios para el
aprendizaje y la enseñanza, es necesario que respondan al PEC y atiendan las
necesidades de toda la comunidad educativa relacionada con la etapa educativa de
primaria: estudiantes y profesores como principales usuarios pero también, personal
administrativo y padres.
2.5.1. De Bibliotecas Escolares a Centros de Recursos para la Enseñanza y el
Aprendizaje (CRAE).
Aquéllas biblioteca escolar que vienen dinamizada por un equipo docente puede
erigirse en vehículos de innovación y mejora: “que valora, planifica y desarrolla
actividades; que trata de implicar al conjunto de la comunidad educativa; y finalmente que
evalúa el funcionamiento y el uso de este recurso educativo a lo largo del curso
académico”. (Novoa y Sampedro, 2012, p. 36).
Se trata de consolidar esa nueva concepción de biblioteca escolar como espacio para el
aprendizaje y la investigación (CRAI) o para la enseñanza y aprendizaje y lectura
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
16
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
(CRAEL), más centrada en las necesidades informativas y en el acceso a los recursos
culturales para toda la comunidad educativa, que en la preservación y préstamo de
documentos.
Un modelo de CRAE en pos de una sociedad lectora, crítica ante la avalancha de
información, responsable en el uso de las TIC supone:
Para el profesorado, un espacio donde recurrir en la preparación de sus
actividades.
Para los estudiantes, un lugar donde formarse en el uso de la información, a
través de proyectos de investigación que abarquen tres ámbitos:
a)
Localizar y recoger información (no copiar y pegar) en un proceso de
búsqueda.
b) Análisis y tratamiento de la información.
c) Comunicación y aplicación de la información (una exposición oral, por
ejemplo).
Repensemos las funciones y organización bibliotecaria “sumando” ideas, espacios y
recursos: integrar en un mismo espacio tecnologías y biblioteca. Esta idea mejoraría el
aprovechamiento de recursos materiales, documentales y humanos, bibliotecarios e
informáticos. (leeres20, 2011). La unión de la BE y la sala de informática incrementaría
espacios, recursos y diversidad de servicios a la comunidad educativa.
Sin embargo, desde las políticas administrativas, se vienen dotando de recursos TIC a los
centros educativos, donde suelen ubicarse fuera de la biblioteca. Por consiguiente, estos
recursos materiales no llegan a producir las mejoras necesarias.
Por otro lado, existe una
brecha digital abierta en la sociedad actual, a causa de
diferencias en formación en habilidades de competencia informacional: “la brecha no es (y
no será) de acceso sino de competencia, y la escuela puede ser la única garante de la
compensación de las desigualdades”. (Miret, 2008, p. 102).
La integración de la infraestructura informática y la BE configura la denominada
“biblioteca escolar híbrida”, presencial y virtual (Durbàn, 2007, p. 138). Con esta fusión
se favorece, además, la apertura de canales de comunicación a través de las
herramientas
Web 2.0. y se incrementa su potencial al servicio de los procesos de
aprendizaje y enseñanza.
Luís González, director ejecutivo adjunto de la FGSR (leer.es, 2011) enfatiza el factor
deslocalización en estas bibliotecas escolares integradas o híbridas, pues potencia el
acceso a sus contenidos desde cualquier lugar del centro educativo, incluso desde los
hogares, y en el momento en que se precise.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
17
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
Con las herramientas Web 2.0 (wikis, blogs, listas de distribución, etc.), se fomenta:
La colaboración entre el profesorado mediante el intercambio de experiencias, de
recomendaciones o de recursos informativos.
La participación de las familias;
La apertura de canales de comunicación, hacia fuera del centro, con otras
bibliotecas escolares, bibliotecas municipales, museos, etc. (Mañà y Baró, 2005).
Acerca de las tecnologías, Durbàn (2009) nos advierte del riesgo de considerar que todo
lo relacionado con las TIC suponga innovar. Estas deben ser un medio para avanzar en
unas prácticas pedagógicas donde el libro de texto deja de ser la referencia principal, y el
profesor actúe como guía y mediador en el proceso de aprendizaje.
En el ámbito de la ALFIN, debemos partir de la necesidad de información, la pregunta,
para trabajar en la línea del constructivismo y del aprendizaje significativo, crítico y
con sentido, acorde con la sociedad del conocimiento y del cambio (Aspiazu, Arrieta y
Gardoki, 1995).
En este proceso innovador, la biblioteca tendrá un papel clave como espacio para
enseñar y aprender investigando. Para ello, deberá coordinarse con todo el profesorado
y supeditarse al ideario del centro escolar.
En la figura 1 del apartado 2.6, se representa un gráfico con un modelo de gestión
bibliotecaria, “biblioteca-actividad”. Este modelo se fundamenta en la actividad de los
miembros de la comunidad educativa. Unas veces actuarán como aprendices, otras lo
hará como docentes, consumidores y productores de información al mismo tiempo.
Se puede pensar en un metodología denominada “Aprendizaje y Servicio” (APS)
aplicada al ámbito de las necesidades de información, si se propone un aprendizaje a
través de la realización de algún servicio a la comunidad. Battle (online), es la persona
que más está impulsando esta estrategia en España.
El APS, se inicia con la detección de las necesidades reales del entorno educativo para
establecer proyectos con el fin de satisfacerlas, al mismo tiempo que se produce un
aprendizaje significativo.
Un ejemplo práctico de APS es el proyecto “cibermanagers”: un programa de
“PantallasAmigas”1 que podría haberse planteado desde la BE para aprovechar su
espacio y recursos. En este proyecto, los estudiantes de secundaria forman a estudiantes
de Primaria en el uso consciente y responsable de Internet, también a sus familias y a la
1
Cibermanagers, una experiencia de aprendizaje-servicio en torno a las TIC. PantallasAmigas. (Director).
(2012). [Vídeo] YouTube.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
18
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
población adulta del entorno escolar. Previamente, a los alumnos/as de cursos superiores
se les preparó para esta labor de aprendizaje y servicio.
Con estas consideraciones, las bibliotecas escolares pueden liderar y dinamizar
comunidades educativas hacia su consolidación como verdaderas comunidades de
aprendizaje.
En cuanto al aprendizaje y consolidación en lectoescritura, fundamental en la Educación
Primaria, pueden plantearse propuestas de APS, en las que participen estudiantes,
profesores y familias: hora del cuento, organización del “día del libro” (entre centros),
alumnos colaboradores bibliotecarios, etc.
2.5.2. Premios “buenas prácticas”.
El Ministerio de Educación y Ciencia puso en marcha en el año 2008, un concurso anual
destinado a premiar la dinamización e innovación de las Bibliotecas Escolares y para la
difusión de las buenas prácticas con el fin de darles visibilidad y reconocer su esfuerzo.
Se premia actuaciones referidas a los siguientes ámbitos:
a) En el uso de la biblioteca como medio de integración de las diferentes áreas
curriculares a través de proyectos de aula-biblioteca.
b) En el uso de la biblioteca como fuente de información documental, la cual
facilite el trabajo interdisciplinar.
c) En la formación de usuarios de la biblioteca y en la educación documental.
d) En el ámbito de la lectura, integrando el plan de lectura en el Proyecto
Educativo del centro, para una implicación de toda la comunidad educativa.
e) Una apertura de la biblioteca escolar al entorno y una creación de redes
colaborativas interbibliotecarias.
f) Uso de las TIC en la biblioteca escolar para la constitución de entorno virtual
bibliotecario, acceso al catálogo, formación, etc.
Se presentan algunos centros premiados por la labor de sus bibliotecas escolares,
esquematizados en la tabla siguiente:
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
19
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
Tabla 2: BE “buenas prácticas”.
B. Escolares
Proyectos biblioteca-aula que
integran diferentes áreas
curriculares.
Plan de lectura integrado en el
PEC.
Como fuente documental para los
trabajos interdisciplinares
Formación en el uso de la
biblioteca y de la información en
general (ALFIN).
Participación de la comunidad
educativa (c.e.).
Apertura a su entorno, crean redes
colaborativas interbibliotecarias
Uso de las TIC en el acceso al
catálogo, entorno virtual.
El Torcal
Proyecto aulabiblioteca para la
educación en
información y
lectoescritura.
SDA.
Integrada en el
PEC.
Juan Caro
Apoya el desarrollo
curricular de
Educación Primaria
(competencia
lectora).
Bibliotecas de aula.
Apoyo del equipo
directivo.
Boletines temáticos.
Bancos de recursos
para estudiantes,
profesorado, con
recursos
electrónicos y
herramientas de la
web 2.0 por áreas
temáticas.
Cursos y
actividades para
ejercer la
lectoescritura y la
ALFIN.
Horario extraescolar
Programas de
extensión cultural
que persiguen la
compensación
educativa.
Buzón de
sugerencias.
Servicio de
préstamo.
Uso como fuente
de recursos.
Adscrita a la red
profesional de
bibliotecas
escolares.
Enlace desde Web
del centro. Blog
biblioteca.
Catálogo ABIES.
El tejar
SDA como centros de
interés que estimulan
la lectura.
Elaboran cuentos que
se cuelgan en la web.
Apoyo del equipo
directivo en el
proyecto de la
biblioteca.
Trabajos de
investigación dan
lugar a documentos
que se cuelgan en la
web. (APS).
Trabajos con cómics,
poesía, etc.
Formación usuarios
de la biblioteca.
Motivar el gusto por
la lectura.
Proyectos
documentales
interdisciplinares.
“Difícil
desempeño”,
participación e toda
la c.e.
Jornadas para
darla a conocer.
Recreos
Núcleo de la oferta
cultura y lúdica de
la escuela.
Horario de mañana
por persona
responsable
bibliotecaria; de tarde
por voluntarios del
AMPA.
Actividades culturales
y de lectura, para toda
la comunidad
educativa.
Ciudad Autónoma
de Melilla con un
monitor.
Con otras
bibliotecas
escolares
(jornadas)
Enlace desde la
Web del centro.
Servicio telemático
para mayores.
Plan Provincial de
Bibliotecas de Málaga
(apoyo logístico) y con
ayuda de biblioteca de
otro centro escolar.
Enlace desde web del
centro.
Catálogo ABIES.
Fuente: elaboración propia.
La modalidad a) del concurso se dirige a Educación Primaria, junto a Educación Infantil,
Educación Especial y Educación de Personas Adultas.
La biblioteca El Torcal está adscrita a la red profesional de bibliotecas escolares de la
provincia de Málaga, BECREA. En este caso, ha sido premiada por su capacidad de
transformación en Centro de Recursos para la Enseñanza y el Aprendizaje, por la
Consejería de Educación, Cultura y Deporte, en noviembre del 2013.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
20
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
La web del C.E.I.P. “El Torcal” muestra la sección de la biblioteca escolar, la cual incluye
diferentes apartados: información general (horario, grupos, normas, guía, responsable y
equipo de apoyo); documentos (Reglamento de Organización y Funcionamiento de la
biblioteca, biblioteca escolar en el Plan de Centro); servicios (préstamo, catálogo de
ABIES); publicaciones (boletines informativos, boletines temáticos); blog biblioteca “El
Torcal”; banco de recursos (para Educación Infantil, Educación Primaria; profesorado);
educación en información (competencias informacionales, proyectos aula-biblioteca,
actividades lectoras y escritoras). Algunos de estos enlaces pueden no estar disponibles.
El blog de la biblioteca presenta un menú a la derecha donde se muestran submenús
sobre redes sociales de lectura, revistas de literatura infantil y juvenil, lecturas y
competencia informacional. En el menú de la izquierda aparecen las guías BECREA y de
la biblioteca escolar “El Torcal”, normas BECREA, “Nuestra Biblioteca”, “Nuestros vídeos”,
catálogo, Web BECREA “El Torcal” y recursos.
El fin de la biblioteca escolar ha sido convertirse en un recurso clave para dinamizar la
actividad curricular y cultural del centro, y apoyar su proyecto de lectura. Por ello, realiza
cursos de formación en información y promueve actividades para ejercitar la lectoescritura
y para ALFIN. Desde la biblioteca escolar, se accede a un banco de recursos donde se
presentan diversos recursos electrónicos y herramientas de la web 2.0, organizados por
áreas temáticas, con los cuales se pueden trabajar en el aula y en la propia biblioteca.
El horario extraescolar y los programas de extensión cultural promueven la participación
de las familias, previene la exclusión social y persigue la compensación educativa.´
Entre las normas de la biblioteca se incluye las normas de uso de Internet (actividades
permitidas y no permitidas).
Los espacios están diferenciados por zonas: telemática y de préstamo; audiovisual
(pantalla y recursos audiovisuales); novedades documentales (nuevos o de interés para
proyectos de trabajo de centro); de libros informativos; de libros de imaginación (con una
pegatina de color según edades); de primeros lectores o rincón infantil; de trabajo en
equipo y lectura; y ludoteca (el material se guarda en una vitrina cerrada).
Hay un buzón de sugerencias dirigido a toda la comunidad educativa.
Los fondos se ubican en las estanterías según el sistema CDU (Clasificación Decimal
Universal). La catalogación sigue la aplicación de ABIES (de Andalucía). En los lomos de
los libros hay unas pegatinas que nos informan del CDU.
La biblioteca de aula o SDA puede renovarse periódicamente. Cada grupo-clase puede
llevarse en préstamo 50 libros ya catalogados.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
21
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
La biblioteca del Colegio Público de Educación Infantil y Primaria, Juan Caro
Romero, recibió el Tercer premio en la modalidad a) del año 2011.
Cuenta con 900 alumnos. Se sitúa en un entorno sociocultural con abundante inmigración
y población mayoritariamente de origen bereber (con una lengua distinta al castellano),
por lo que desde el año 1991 se ha considerado de “difícil desempeño” (además por las
altas tasas de desempleo, de analfabetismo y de fracaso escolar).
Antes de la inauguración de la biblioteca, se dedicaron meses a catalogar y organizar los
fondos.
Imagen 1: Organización espacial de la biblioteca IDES.
Fuente: Web de CEIP Juan Caro Romero < http://www.colegiojuancaroromero.es/organizacion.html>
El programa “Descubriendo un Nuevo Mundo” alentaba la participación de los alumnos en
la elección del nombre de la biblioteca. Finalmente fue IDES, que significa “sueño” en la
lengua vernácula de los estudiantes.
Los mayores diseñaron el plano de la biblioteca y luego explicaron su organización a los
más pequeños. Los profesores se encargaron de diseñar la imagen corporativa. Después
se convocaron unas jornadas para dar a conocer su fondo documental, la persona
responsable, etc. Se prosiguió con la programación de la biblioteca, cuyos objetivos se
fueron concretando en:
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
22
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
- Familiarizar al estudiante con el uso de la biblioteca como fuente de recursos para
informarse y de disfrute.
- Apoyar al desarrollo del currículo escolar en Educación Primaria.
- Fomentar habilidades en competencia lectora.
- Ayudar al estudiantado a desenvolverse con autonomía como usuario de la biblioteca
escolar.
- Hacer buen uso de la biblioteca, incidiendo en el desarrollo de una actitud colaboradora.
- Motivar el gusto de la lectura en sí.
Para ello, se desarrollan actividades que pueden agruparse en:
- Actividades vinculadas al desarrollo de hábitos lectores, entroncada con la animación a
la lectura y al desarrollo de la competencia lectora. Dinamiza la mayor parte de las
actividades culturales del centro: cuentacuentos, juegos, concursos, etc.
- Actividades de servicios permanentes: programa de formación de usuarios (en pantalla
digital); bibliotecas de aula para Educación
Primaria
(que
se
renueva
Imagen 2: Recreo bibliotecario
trimestral-
mente); recreos bibliotecarios (por turnos
de 12 estudiantes); servicio de préstamo,
más controlado en principio.
Los mayores pueden hacer uso del
servicio de préstamo telemático.
La biblioteca se ha convertido en el núcleo
de la oferta cultural y lúdica de la escuela,
en gran medida gracias a la implicación de
toda la comunidad educativa, incluido el
Fuente: C.E.I.P. Juan Caro Romero (online)
100% del profesorado: un docente responsable con el apoyo del equipo directivo; un
equipo bibliotecario se encarga del desarrollo y difusión del plan de actuación; el resto del
profesorado pone en práctica con sus alumnos las actividades propuestas.
Los estudiantes se han mostrado entusiasmados con las actividades propuestas y las
familias se han implicado en el cuidado de los materiales prestados.
También ha colaborado la Ciudad Autónoma de Melilla (en convenio con el Ministerio de
Educación) en la contratación de un monitor encargado de la biblioteca en período
extraescolar, de la planificación y subvención de los transportes requeridos para realzar
visitas a la biblioteca municipal de Melilla.
De la aportación económica que recibe el centro del Ministerio cada año, el 10 % se
destina a la renovación y ampliación de fondos de IDES.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
23
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
También se busca colaborar con otras bibliotecas escolares de Melilla, a través de
jornadas, en las que participen estudiantes de otros centros en las actividades y
concursos que se propongan.
El C.E.I.P. “El Tejar” ha recibido el segundo premio nacional a las bibliotecas escolares
en el curso 2008-2009 por el Ministerio de Educación.
Su andadura comienza gracias al apoyo logístico por parte de los responsables del Plan
Provincial de Bibliotecas de Málaga, con recursos y asesoramiento organizativo. El fin era
pasar de biblioteca almacén de documentos y de préstamo,
a centro de recursos
educativos.
Así mismo, recibió ayuda del responsable de bibliotecas del CEP Marbella-Coín para
organizar la colección en los estantes, realizar expurgo, y proceder a su registro mediante
la aplicación ABIES (utilizada a nivel de la Comunidad Autónoma de Andalucía).
Con un horario de mañana y tarde se consiguió en menos tiempo del previsto disponer de
un fondo documental catalogado, en principio de tipo literatura de ficción para Primaria.
Durante el primer año además se procedió a la adquisición de nuevos fondos bajo criterio
del equipo bibliotecario y asesores provinciales. Al mismo tiempo, se llevaron a cabo
actividades relacionadas con la lectura y la biblioteca en ocasión de la conmemoración de
El Quijote. En ellas participaron estudiantes y familiares del AMPA. Actualmente cuenta
con más de 7.000 volúmenes catalogados y con código de barras.
El logro principal ha sido organizar y ordenar… pero aún sigue siendo la sección de
literatura infantil y juvenil la más prolija, y con un fondo documental insuficiente para el
resto de las áreas.
Se estableció un horario de mañana (por el bibliotecario y equipo bibliotecario) y de tarde
(por voluntarios del AMPA).
El equipo directivo ha apoyado con recursos el proyecto de la biblioteca.
La biblioteca también cuenta con espacios diferenciados, de servicios telemáticos, de
infantil, de recursos pedagógicos para padres y profesorado, sección de novedades y
sección de préstamo, espacios de trabajo y lectura, sección de revistas, etc.
La web del colegio cuenta con el enlace a la biblioteca escolar configurada como un
centro de recursos. La biblioteca cuenta con cuatro ordenadores que dan acceso a
Internet.
La participación de los alumnos es uno de los aspectos más dinamizados, a través de sus
propuestas sobre lecturas y de sus propios productos documentales (colgados en la web
del colegio).
Los estudiantes elaboran documentos sobre:
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
-
Pequeños cuentos creados por los propios estudiantes.
-
Resúmenes de las tareas de investigación realizadas en la biblioteca.
S.D.A. o sección documental de aula: una sección que se utiliza con regularidad
constituida por lotes de libros en su mayoría de imaginación. Se disponen al servicio de
cada curso para que funcionen como centros de interés que estimulen la lectura común.
Después se realizan propuestas como trabajos de cómics o poesías, o trabajos de
investigación utilizando los recursos impresos y electrónicos de la biblioteca.
En este centro se trabaja la educación documental mediante proyectos documentales
interdisciplinares que necesitan del centro de recursos educativo, y cuenta con la
colaboración de toda la comunidad educativa: padres, profesores y estudiantes.
2.6. Conclusiones del apartado
Durante mucho tiempo, las bibliotecas escolares se han encasillado en la práctica de la
lectura y desde las áreas de Lengua y Literatura, y de Conocimiento Social,
fundamentalmente. Hoy día, la lectura se considera una competencia incluida en la
competencia informacional, ligada al resto de las competencias básicas, y desarrollada
desde todas las disciplinas curriculares.
La biblioteca escolar está llamada a convertirse en un centro de recursos para el
proceso de enseñanza y aprendizaje (CRAE), al servicio de toda la comunidad
educativa, e incluida en el Proyecto Educativo de Centro. Por tanto, ha de tomar
iniciativas relacionadas con los procesos educativos y no quedarse en mera receptora de
documentos o “almacén de libros”.
Un CRAE contribuye en la construcción de una sociedad lectora capacitada y crítica con
la abundancia de información que recibe, gracias a su diversidad en tipos documentales y
en fuentes de información.
Además impulsa la práctica de nuevos métodos pedagógicos, por ejemplo, basados en
los proyectos de investigación (documentales e interdisciplinares) y en el “Aprendizaje y
Servicio”, el cual hemos visto en el apartado de “Bibliotecas escolares como vehículos de
innovación”. Pero no se aplican como las únicas metodologías del centro educativo, sino
complementarias a otras prácticas pedagógicas. Son innovadoras si mejoran los procesos
de aprendizaje para dar respuesta a las demandas de la actual “Sociedad del
Conocimiento”: el trabajo en equipo colaborativo, la adquisición de valores en la
solidaridad, compromiso, capacidad de empatía, aprender a aprender, autonomía e
iniciativa, competencia informacional, apertura al entorno, aprendizaje significativo, etc.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
El CRAE representa un espacio híbrido, presencial y virtual para la difusión de un fondo
documental en todo tipo de soporte (más allá del libro de texto), donde las herramientas
web 2.0 facilitan la comunicación entre los miembros de la comunidad educativa y facilita
su acceso, desde cualquier lugar y en el momento que se necesite.
Por tanto, los CRAE pueden ser útiles como instrumentos para la democratización de la
educación
en
general,
en
su
búsqueda
por
compensar
las
desigualdades
socioculturales referidas a la ALFIN fundamentalmente, gracias a que se establecen
nuevos canales de comunicación, favorables para la difusión tanto de sus actuaciones
como de sus colecciones. Así mismo, propicia:
-
La búsqueda de colaboración con entidades fuera del centro: la biblioteca
municipal, otras bibliotecas escolares, instituciones culturales cercanas, ONG, etc.
-
Su inclusión en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
-
Formación en alfabetización informacional, a través de métodos pedagógicos
innovadores.
-
Que los estudiantes y el profesorado contribuyan a la formación del fondo
documental elaborando sus propios documentos, en una dinámica participativa y
constructora de una comunidad de aprendizaje.
El tercer modelo de gestión bibliotecaria, que se muestra en la figura 1 de la página
siguiente, puede ser germen de iniciativas en proyectos globales del centro.
A pesar de todas las iniciativas que se puedan llevar a nivel de los centros educativos,
éstas dependen aún del apoyo logístico por parte de las Administraciones Públicas; de
unos presupuestos que garanticen la sostenibilidad de los proyectos; un marco legal que
le respalde; una mayor profesionalidad y disponibilidad horaria de los responsables de los
centros de recursos, etc.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
Figura 1: Modelos de gestión bibliotecaria. (Durbán, 2013).
3. Propuesta de pautas para la elaboración de un proyecto sobre
un CRAE.
3.1. Introducción
Para convertir una BE en un espacio de aprendizaje, se requiere una serie de
modificaciones en su organización y en el modelo curricular del centro.
Comenzaremos con el análisis inicial de la situación en que se encuentra la biblioteca
escolar, para marcarnos objetivos realistas, aunque cada vez más ambiciosos.
En el proyecto de creación de un CRAE, vamos a considerar lo que hemos visto
anteriormente sobre “buenas prácticas”.
Para una buena planificación seguiremos los pasos de la metodología de proyectos:
1º. Análisis de la situación de partida para tomar conciencia de la necesidad de
cambio.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
27
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
2º. Definición de los objetivos basándose en las carencias detectadas.
3º. Selección de actuaciones dirigidas al logro de los objetivos definidos.
4º. Concreción de las tareas necesarias para el desarrollo de cada una de las
actuaciones seleccionadas: calendario y responsables.
5º. Evaluación para analizar resultados y mejorarlos en futuras actuaciones.
Esta planificación necesita del compromiso por parte de toda la comunidad educativa; de
la implicación del equipo directivo; y de su aprobación por los órganos colegiados.
3.1.1. Formación lectora.
Para formar lectores polivalentes y críticos, la biblioteca puede elaborar un proyecto
lector para el plan de lectura del centro, por el cual se fomente el uso de diferentes
tipos de documentos desde todas las áreas curriculares.
El plan de lectura va ligado a todas las áreas curriculares, por consiguiente, incide en la
elaboración del Proyecto Curricular de Centro.
3.1.2. Automatización.
La automatización implica la introducción de las TIC (como un medio y no como un fin en
sí mismas). Además, el centro de recursos será el instrumento idóneo para la formación
en ALFIN, tanto en su aspecto tecnológico (AT) como en el informacional (AI).
La biblioteca escolar se fusiona con la sala de informática, de manera que aumentan los
recursos materiales, humanos y económicos (biblioteca híbrida) para perseguir los
objetivos de:
-
Mejorar la gestión de la biblioteca.
-
Ampliar las posibilidades de servicios, de difusión y de uso de los recursos.
-
Aprovechar la catalogación realizada por otras bibliotecas.
-
Ofrecer a los estudiantes herramientas y oportunidades de aprendizaje
El proceso de catalogación en formato electrónico, mediante la aplicación ABIES
(programa de gestión de bibliotecas escolares más usado en Andalucía), se realiza de
manera paulatina, dando prioridad a los documentos más demandados.
De esa forma, se pueden copiar registros desde otras bibliotecas junto a la introducción
de datos propios de la biblioteca: número de ejemplares, signatura según Clasificación
Decimal Universal o CDU, etc.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
Sobre el proceso de automatización, se debe informar a los usuarios con actuaciones de
difusión y marketing (como hojas informativas). Si existe catálogo online (OPA), hay
que formar en su manejo (con sesiones adaptadas a cada nivel educativo)
Además, el tratamiento del fondo documental, implica la adopción de criterios
normalizados sobre descripción bibliográfica, decisiones de expurgo, colocación de
pegatina con signatura, ubicación en las estanterías, asignación de código de barras,
sellados, etc.
3.1.3. Presupuesto.
Para elaborarlo hay que analizar primero qué se tiene (con un expurgo previo) para
estimar qué se necesita.
En el presupuesto se desglosa entre gastos fijos o de inversión (equipos, mobiliarios,
documentos, etc.) y gastos de mantenimiento (fungibles y reparaciones).
Los centros educativos son los encargados de gestionar el presupuesto económico por
capítulos. Así que, debe plantearse como un recurso básico en el proceso educativo,
integrado en el Proyecto Educativo de Centro, en el que un capítulo del presupuesto del
centro se destine a la biblioteca.
Una política de adquisición centralizada evita duplicidades de documentos en distintos
sitios del centro.
Para suplir las carencias detectadas nos plantearemos diferentes plazos: corto, medio o
largo plazo, junto a una política de colaboración con la biblioteca municipal, para la
adquisición temporal de aquéllos documentos que solo se necesiten para una actividad
concreta, o cuya adquisición sea muy costosa.
Los organismos internacionales (IFLA/UNESCO, 2002) recomiendan que se dedique a
nuevas adquisiciones y a actividades, un 5% de la cantidad destinada a cada estudiante
de manera global.
3.1.4. Funciones.
En la concreción de este apartado, hemos de considerar los desafíos que hemos
recopilado gracias a los estudios de campo sobre las bibliotecas escolares (apartado 2.4.)
en el ámbito español. Las funciones de un CRAE podrían quedar resumidas en:
Una biblioteca escolar que promocione proyectos globales del centro a través de
dinámicas pedagógicas innovadoras y con actividades en lectoescritura y
educación documental.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
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TRABAJO FIN DE GRADO
Gestiona de forma centralizada toda la documentación, recursos y materiales
didácticos relevantes, repartidos por todo el centro.
Crea un espacio bien organizado: espacios diferenciados por zonas según sus
usos.
Ofrece un servicio que mejora la accesibilidad a sus recursos: servicio de
información, cursos de formación, herramientas Web 2.0, etc.
Abre canales de comunicación desde este espacio de aprendizaje hacia todo el
centro educativo, para difundir información (en cualquier soporte) y para abrir
cauces de participación entre las personas implicadas en el proceso de enseñanzaaprendizaje.
Ejerce de puente que enlaza el centro con otras instituciones relacionadas con la
educación. Aprovecha otras fuentes y recursos de información.
Integra recursos diversos, más allá del libro de texto y manuales escolares. Ofrece
información en diferentes soportes y diferentes tipos documentales para la
consecución de los objetivos pedagógicos.
Fomenta la lectura en todas sus dimensiones: utilitaria o informativa, de disfrute y
ocupación del tiempo libre. Persigue la construcción de una comunidad lectora
como comunidad de aprendizaje.
La actividad cultural y social será vertebrada y dinamizada, también desde el CRAE, para
“impulsar un espíritu crítico y una valoración de la sociedad que nos rodea, con el fin de
intentar mejorarla, no sólo en nuestro círculo inmediato, sino de manera más colectiva y
global.” (Vellosillo, 2010, p. 108).
3.2. Análisis de la situación de partida.
Hay que partir de un análisis de la situación inicial para concretar, posteriormente, los
objetivos del proyecto de una manera realista y progresiva, hacia la consecución de las
funciones propuestas.
Se recogerá información sobre el entorno sociocultural del centro y cuestiones materiales
de mobiliario, equipamientos, fondos, etc. También sobre las actividades programadas
relacionadas con la pedagogía del centro. Los resultados servirán para contrastarlos con
los obtenidos al final del período de aplicación del proyecto (en la evaluación).
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
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TRABAJO FIN DE GRADO
3.3. Objetivos y actuaciones.
Pasos 2 y 3 de elaboración del proyecto.
Los objetivos se atenderán en unos plazos estimados, según las necesidades detectadas
y en función de sus usuarios.
Tras la concreción de los objetivos, nos plantearemos qué actuaciones vamos a iniciar
para su consecución. Serán programadas de acuerdo a las prioridades de la biblioteca en
cuestión, clasificadas en imprescindibles y necesarias, por ejemplo.
3.3.1. Objetivos tanto a corto, medio como largo plazo: poner en práctica una política
de préstamos y difundir el proyecto de la biblioteca.
Poner en práctica una política de préstamos.
Incluso cuando se utilice un programa informático como ABIES, se tendrá que determinar
una política de préstamos en cuanto a duración, número de ejemplares, sanciones,
préstamo colectivo a aulas, etc.
Difundir el proyecto de centro de recursos y de aprendizaje.
La difusión del proceso de automatización que se vaya siguiendo, de sus recursos,
servicios, etc. deberá iniciarse una vez se tenga elaborado el proyecto. La guía de la
biblioteca será el medio principal, donde se incluirán: objetivos; fondo; catálogos,
clasificación, materiales, servicios (préstamo, actividades, información, lectura en sala,
etc.); normas; modos de participación por parte de la comunidad educativa; plano…
3.3.2. Objetivo principal a largo plazo.
Promocionar la biblioteca como lugar de aprendizaje.
Sobre este objetivo principal, se supeditarán los demás objetivos de crear un fondo
documental, de facilitar el acceso a sus recursos y de difundirlos:
a) Crear un fondo documental que siga las recomendaciones internacionales.
Establecer unos flujos de comunicación para hacer llegar propuestas de adquisición de
fondos, por parte de la comunidad educativa.
El expurgo es una tarea bibliotecaria que tiene mucho que ver con este objetivo:
eliminamos aquéllos que no se necesitan o que están desfasados en sus contenidos o
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
deteriorados por su uso (se requerirá una reposición en estos casos). Los materiales fruto
del expurgo pueden destinarse a ONG, fundaciones, asociaciones, etc.
Se tratará de tener lo necesario para los objetivos pedagógicos planteados.
La metodología de aprendizaje y servicio interesa para incrementar la colección a partir
de:
-
Documentos elaborados por los estudiantes a partir de sus proyectos de
investigación;
-
Recursos elaborados por el profesorado en la programación de sus actividades.
Además el fondo puede incrementarse con donaciones, intercambios bibliotecarios,
etc.
b) Facilitar el acceso a los recursos bibliotecarios.
Una de las actuaciones dirigidas a la consecución de este objetivo será la de proporcionar
libre acceso, y establecer unas zonas de diferentes usos debidamente señalizadas.
Facilitar el acceso a los recursos requiere de tareas de tratamiento documental, en las
que pueden participar todos los miembros de la comunidad educativa (debidamente
formados): sellado, colocación de la asignatura, registro, etc.
Que la gestión bibliotecaria sea automática o manual dependerá de los criterios
pedagógicos que se establezcan. Para los primero cursos de Primaria es recomendable el
mantenimiento del fichero manual, por lo que ambos catálogos (manual y digital) pueden
coexistir (Queralt, 2009).
c) Difundir el fondo y los servicios bibliotecarios.
Para la difusión de los recursos y servicios del CRAE, aparte de la “guía de la biblioteca”,
se pueden elaborar hojas informativas, tablones, exposiciones, murales, etc.
En la difusión se cuenta con la participación de toda la comunidad educativa, estudiantes,
familiares, a través de la creación de un servicio de información sobre recomendaciones,
diarios de lecturas, etc.
Pueden crearse guías para los diferentes usuarios de la comunidad educativa.
Baró (2011) nos ayuda a elaborar una tabla con los posibles usos de las herramientas
Web 2.0, dentro del entorno virtual de nuestro CRAE:
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TRABAJO FIN DE GRADO
Tabla 3: acciones y herramientas para incrementar los canales de comunicación entre usuarios y centro de recursos.
HERRAMIENTAS WEB 2.0
Blogs, redes sociales, plataformas educativas.
Marcadores sociales, wikis, blogs.
Wikis, dropbox, grupos de correo, listas de
distribución, etc.
PARA
Informar y comunicar.
Cooperar con otros servicios y bibliotecas.
Compartir
documentos
(profesorado,
por
estudiantes,
grupos
etc.)
definidos
y
generar
intercambios de experiencias (modelo APS).
Conservar y difundir la memoria de la biblioteca
Álbumes, blogs, podcasts y servicios de vídeo.
escolar.
También
para
compartir
archivos
en
distintos soportes (sonoros, vídeos y fotos).
Fomentar la relación y la participación de la
Redes sociales, plataformas educativas, blogs.
comunidad educativa en la biblioteca, así como su
uso como espacio de aprendizaje.
Podscasts, servicios de vídeo, álbumes, redes
sociales.
Dar a conocer la biblioteca a la comunidad educativa
y fuera del centro escolar.
Plataformas educativas.
Facilitar una docencia en entorno digital.
Plataformas educativas junto a wikis.
Situar la biblioteca en el proceso educativo como
lugar de aprendizaje y lectura.
Seleccionar, clasificar, describir y organizar recursos
Marcadores sociales.
web, así como colaborar entre el profesorado y
equipo bibliotecario.
Fuente: elaboración propia (2014).
El centro de recursos para el aprendizaje será adecuado para proyectos basados en la
investigación documental (interdisciplinar) globales del centro, también en colaboración
con otras entidades educativas (celebración del día del agua, un aniversario, concurso de
lectoescritura, etc.).
Otras iniciativas, en este caso basadas en la metodología APS, pueden ser:
Implicar a los estudiantes, profesorado y resto de la comunidad educativa en la
realización de tareas
de tratamiento técnico (expurgo,
registro,
sellado,
catalogación, etc.) y de organización del fondo (señalización, colocación, etc.).
Establecer la figura de ayudantes bibliotecarios por turnos rotativos.
Animar a participar a las familias como voluntariado en tareas bibliotecarias, en
actividades informales de lectura, charlas, etc.
Proponer y colaborar junto al alumnado, el diseño de diferentes cursos de
formación sobre el uso de catálogos y de la información en general, impartidos por
los estudiantes de niveles superiores al resto de la comunidad educativa
(PantallasAmigas, 2012), dentro del espacio bibliotecario.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
33
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
Actividades de fomento y animación de la lectura, desarrolladas entre los
estudiantes: hora del cuento, clubs de lectura, libro-fórum, etc.
Proponer trabajos de investigación al profesorado, que puedan llevar a cabo con
sus estudiantes, relacionados con el currículo. Los materiales didácticos
elaborados, tanto para la preparación del trabajo como sus productos
documentales, formarán parte de los recursos bibliotecarios, de manera que
puedan aprovecharse por otros usuarios. Este fin se pone en conocimiento de los
participantes.
Otras actuaciones potencian las posibilidades en su uso pedagógico:
-
Reflejar en el PEC la importancia del centro de recursos para el fomento de la
lectura y la educación documental.
-
Elaborar un proyecto de lectura para el centro.
-
Ampliar el horario de la biblioteca en horas de recreo y en tiempo extraescolar.
-
Recoger recursos educativos de fuera del centro.
-
Establecer una colaboración con la biblioteca pública.
-
Dar a conocer el plan de trabajo de la biblioteca al claustro de profesores.
-
Elaborar un plan de evaluación del servicio.
3.4. Concreción de las tareas necesarias para el desarrollo de cada una de
las actuaciones seleccionadas.
Constituye el cuarto paso de la metodología de proyectos. Se trata de ordenar el trabajo
de manera planificada, concretando qué hacer antes y después, según prioridades de
cada centro en cuestión: tareas urgentes, imprescindibles y deseables.
Siempre es mejor comenzar por objetivos alcanzables, para ir progresando hacia la
consecución de otros más ambiciosos.
Las actuaciones, tareas, responsables y plazos referentes a cada uno de los objetivos
pueden plasmarse en una tabla, para reforzar el compromiso de los implicados en la
realización del proyecto.
3.5. Evaluar los resultados.
Tendremos en cuenta las consideraciones dadas por Marzal y Seller de los Ríos (2011)
sobre los elementos a evaluar:
-
Si están alcanzando los objetivos marcados por la biblioteca, el currículo y la
escuela;
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
-
Si se satisfacen las necesidades de la comunidad escolar;
-
Si se pueden satisfacer las necesidades a medida que vayan surgiendo;
-
Si los recursos son adecuados;
-
Si es efectivo en relación con el coste.
La evaluación planificada es una herramienta que ayudará a la toma de decisiones para
mejorar y seguir avanzando en la constitución de la biblioteca escolar como CRAE y el
principal recurso del centro educativo.
Podemos realizar una serie de tablas de evaluación, que recojan, por objetivos:
-
El desempeño de las tareas desarrolladas en cada una de las actuaciones,
-
Sus puntos fuertes y débiles,
-
Recomendaciones para mejorarlas,
-
El grado de consecución del objetivo que persiguen, así como sus aciertos y
dificultades.
Finalmente, se elaboran conclusiones a modo de recomendaciones, para un próximo ciclo
de objetivos y actuaciones correspondientes.
4. Conclusiones, limitaciones, prospectiva.
4.1. Conclusiones generales.
El desarrollo de este trabajo ha girado en torno a los objetivos (generales y específicos)
que nos marcamos en los inicios. En este apartado, volvemos a rescatarlos con la
finalidad de comprobar hasta qué punto se han alcanzado.
El objetivo general, de repensar las funciones y servicios de las bibliotecas
escolares, se ha tratado a lo largo de todo el trabajo, desde los sucesos históricos
relevantes, aún hoy día, pasando por el planteamiento de los desafíos a enfrentar, para
terminar con una reflexión acerca del papel primordial en la ALFIN de los Centros de
Recursos, y cómo pueden impulsar métodos pedagógicos y actitudes acordes con las
demandas de la sociedad del siglo XXI: colaborativa, creativa, solidaria, que aprende a
aprender, etc.
Se ha ido abordando cada objetivo específico de manera casi consecutiva. El primero de
ellos: comprender la situación actual de las bibliotecas escolares a la luz de su
propia historia.
El estudio de la historia de las bibliotecas escolares se ha sintetizado en el apartado
“Revelando los orígenes” del marco teórico. Nos ha permitido conocer aquéllos
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
acontecimientos convertidos en “piedras en el camino” (siguiente apartado). Esta
perspectiva histórica ayuda a entender la situación actual en la que nos encontramos:
- Falta de una política estatal acerca de colecciones, equipamientos e instalaciones
acordes con las recomendaciones de organismos internacionales.
- El inicio de las bibliotecas escolares se identifica con las Bibliotecas Populares
(1865), creadas con el fin de complementar las escuelas rurales y para atender a
la población más pobre. Hoy día, como CRAE, deben constituirse en pieza clave
para la compensación de desigualdades en el ámbito del uso de la información.
- Sabemos que las bibliotecas escolares quedaron fuera del marco legal estatal
establecido en el Sistema Español de Bibliotecas (1989). Transferidas las
competencias educativas a las Comunidades Autónomas, los presupuestos han
quedado a merced de cada centro escolar. Actualmente falta personal
especializado bibliotecario, equipamientos, instalaciones y recursos documentales.
- Las iniciativas estatales no llegaron por igual a todos los centros escolares
(programas de fomento de lectura), en diversas ocasiones han sido truncadas por
cambios de gobierno. Sin embargo, colectivos motivados, entre los que se
encuentra la FGSR, han promovido los mayores avances en este aspecto del
sistema educativo.
En cuanto al segundo objetivo específico: la recogida de datos de interés para el
conocimiento de la situación actual de las bibliotecas escolares, destacando su
incidencia en Educación Primaria, se ha desarrollado a través del apartado 2.3. “Datos
y prácticas que sitúan las bibliotecas escolares en el momento actual: estudios de
campo”.
Dos investigaciones impulsadas por la FGSR, han ayudado a conocer mejor la
situación de las bibliotecas a nivel estatal. Aún queda por establecer una valoración a
otros niveles (regionales, locales), pero constituyen estudios válidos para apreciar los
avances producidos en la última década.
Gracias al resumen ejecutivo del segundo estudio, hemos relacionado las principales
deficiencias, por tanto, desafíos o retos en las próximas décadas del siglo XXI del tercer
objetivo específico: Concretar las necesidades y retos que deben asumir las
bibliotecas escolares para provocar un cambio de modelo como espacios
dinámicos de aprendizaje y orientados hacia la información en general (CRAE).
Además, en las conclusiones del marco teórico, se ha puesto de manifiesto el modelo
idóneo de gestión bibliotecaria, biblioteca-actividad, consecuente con ese cambio de
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
36
MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
modelo de BE a espacio pare el aprendizaje (CRAE), capaz de liderar prácticas
educativas que respondan a los desafíos planteados.
El cuarto objetivo específico: destacar las potencialidades de las bibliotecas escolares
para ser herramienta básica en la innovación y mejora educativa, con especial
atención a Educación Primaria, a las metodologías pedagógicas basadas en
aprendizaje por proyectos y en “aprendizaje y servicio, favorecedoras de las
comunidades de aprendizaje, se ha trabajado fundamentalmente en el apartado “De
Bibliotecas escolares a Centro de Recursos”.
En colaboración con el equipo docente, un CRAE elabora actividades de lectoescritura
desde cualquier área; con diferentes tipos documentales; utilizando distintas fuentes de
información y soportes. Estas actividades se incluyen proyectos de investigación
documental e interdisciplinar.
Cuando se comparten productos documentales fruto de la labor pedagógica del
profesorado y de los trabajos del estudiantado, el proceso de aprendizaje “sale de las
paredes del aula” para ser compartido por todo el centro. En esta dinámica el CRAE actúa
de mediador entre todos los implicados en el proceso, a través de sus entornos virtual y
presencial.
Este planteamiento, lo hemos identificado con la metodología de Aprendizaje y Servicio
en el ámbito de un centro educativo. Creo que, con ella, propiciamos la construcción de
verdaderas comunidades de aprendizaje, y la práctica de valores (servicio, solidaridad,
colaboración, empatía, respeto, etc.).
Por otro lado, los métodos pedagógicos señalados quieren dar respuesta a las demandas
de la actual “Sociedad del Conocimiento”, fundamentalmente en Alfabetización
Informacional (en sus aspectos éticos y de contenido) y en el resto de las competencias
básicas.
Estas consideraciones han
perseguido el último
objetivo específico planteado
inicialmente, poner énfasis en el papel de los centros de recursos escolares,
respecto a la compensación de desigualdades socioculturales en la ALFIN.
Algunas bibliotecas escolares premiadas por “buenas prácticas” (punto 2.5.2) nos han
mostrado algunas actividades para implicar a la comunidad educativa. Desde sus
dinámicas podemos apreciar la repercusión de un CRAE sobre la democratización de la
enseñanza, su trabajo en la integración de todos los estudiantes (como en el colegio Juan
Caro Romero) teniendo en cuenta su lengua vernácula.
Por otro lado, hemos hablado de la biblioteca híbrida (en el apartado de “Bibliotecas
escolares al servicio de la innovación”), en la cual se incluyen las herramientas Web 2.0 y
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
las TIC para configurar un entorno virtual de aprendizaje, e incrementar las posibilidades
de colaboración fuera del centro escolar.
4.2. Limitaciones del estudio.
Se han quedado aparcados aspectos sustanciales en este estudio debido a que hubiera
sobrepasado la extensión destinada para el trabajo de fin de grado.
Uno de estos aspectos es la aportación de cada una de las Comunidades Autonómicas en
el ámbito de las bibliotecas escolares, tanto en su dimensión legal como de apoyo
logístico o de asesoramiento.
Además, como hemos visto en el apartado 2.1.2., se dan diferencias entre las
comunidades autónomas en cuanto al enfoque de sus planes, unos más centrados en
recursos, otros en la formación del profesorado, o en el diseño de sedes web para apoyar
el funcionamiento de las bibliotecas escolares.
En general, se podría haber profundizado en cada uno de los ámbitos que hemos tocado
en este campo de las bibliotecas escolares. Para ello, hubiera sido necesario, además de
espacio, tiempo y recursos de investigación.
4.3. Futuras líneas que se podrían desarrollar en este campo.
Para seguir avanzando sobre el interés de las bibliotecas escolares convertidas en
espacios para el aprendizaje, en base a los métodos pedagógicos abordados en este
estudio, sería recomendable elaborar un proyecto para un centro educativo determinado,
que finalmente se llevara a la práctica, para evaluarlo conforme a los objetivos que se
hubieran definido, y posteriormente obtener las conclusiones capaces de orientarnos
sobre la mejora de actuaciones futuras.
Hemos tratado, a nivel teórico, que el centro de recursos se debe convertir en el eje
vertebral de las dinámicas de aprendizaje basadas en metodologías de investigación
documental y trabajos de APS, para una formación tanto en ALFIN como en valores.
Ambas prácticas pedagógicas pueden ser complementarias. En este sentido, podemos
considerar la creación de un buen “catálogo de actividades,” para su aplicación específica
en el nivel educativo de Primaria.
Por otro lado, creo necesario invertir esfuerzo por indagar sobre modos de colaboración
entre bibliotecas escolares, entres éstas y su entorno, incluidas las bibliotecas
municipales, centros de recursos del profesorado, ONG, fundaciones, etc., que
contribuyan a un mutuo beneficio en dimensiones como: recursos, asesoramiento,
espacios, actividades conjuntas, etc.
RETOS DE LAS BIBLIOTECAS ESCOLARES EN EL SIGLO XXI
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
5. Bibliografía.
5.1. Referencias bibliográficas.
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MARÍA ENCARNACIÓN FERNÁNDEZ PRADOS
TRABAJO FIN DE GRADO
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